Está en la página 1de 5

LA SIEMBRA Y LA COSECHA

Lucas 6:38, Gálatas 6:7, Eclesiastés 11:1,2, Proverbios 18:16; 11:24

1. Dios es el dueño de todas las cosas.

2. Todas las cosas vienen de Dios.

3. Nosotros y todo lo que tenemos pertenecemos a Dios.

La Biblia dice que somos los “administradores” de Dios. Un administrador es


uno que maneja el dinero o las propiedades que pertenecen a otra persona.
Como administradores de Dios somos responsables ante Él por la forma en que
manejamos lo que Él nos ha encomendado
Hablar de Diezmos, Ofrendas y Siembra, son principios bíblicos son expresiones
auténticas de amor que abren las ventanas de los cielos y derraman bendición
hasta que sobreabunde. ¡Sembrar es vaciar nuestro presente para llenar nuestro
futuro!

La Biblia enseña que el ofrendar dinero es como sembrar una semilla en la tierra,
en 2 Corintios 9:6 el apóstol Pablo, en un contexto totalmente financiero que inicia
desde el capítulo 8, nos enseña que el que siembra escasamente, escasamente
segará, y que el que siembra generosamente, generosamente cosechará.
Además, en Génesis 8:22, se establece que mientras la tierra exista, no cesará la
siembra y la cosecha, al igual que el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día
y la noche. Génesis capítulo 1:29-30 nos enseña que Dios creó todo con una
SEMILLA dentro de sí; las plantas, los árboles, los animales y los seres humanos
llevamos SEMILLA dentro nuestro, porque la semilla es lo único que asegura la
multiplicación y la trascendencia.

Si deseamos cosechar manzanas debemos sembrar semillas de manzana, si


deseamos cosechar amor debemos sembrar semillas de amor, si deseamos
cosechar DINERO… ¿qué debemos de sembrar?

Cuando Dios sacó a Su pueblo de la esclavitud de Egipto y lo trajo a Canaán,


les dio una tierra rica y fértil. De todo lo que cosechaban en esta buena tierra,
Dios pedía que le dieran la primera décima parte. Esto se llamaba “el diezmo”.
La palabra diezmo significa “la décima parte”.

El propósito del diezmo era recordar a la gente que todas las cosas son
propiedad de Dios y enseñarles a poner a Dios primero en sus vidas. Dios es
sumamente generoso. Les permitió quedarse con nueve décimos de todo lo que
cosechaban, pero el diezmo, la primera décima parte, pertenecía a Él. La Biblia
dice:
Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los
árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová (Levítico 27:30).

Además de sus diezmos, el pueblo de Dios daba ofrendas voluntarias. Los


diezmos y las ofrendas se entregaban a los sacerdotes de Dios. Este fue su
modo de ganar la vida, ya que no tenían tierra propia. Dios dijo a Su pueblo que
trajeran sus diezmos y ofrendas cuando vinieran a adorarle. Dios dijo:
Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno
con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te
hubiere dado (Deuteronomio 16:16–17).

Dios estaba enseñando a Su pueblo a ofrendar. Cuando ellos daban libremente


a Dios, Dios les daba cosechas abundantes. La Biblia dice:

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán
llenos tus graneros con abundancia (Proverbios 3:9–10).

Un gran principio en la Biblia respecto a ofrendar, es éste: cuando nosotros


damos a Dios, Dios nos da a nosotros. El Señor Jesucristo dijo:
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en
vuestro regazo (Lucas 6:38).

Cuando Dios da, El da abundantemente. Es muy generoso. En la era de


Cristo, la gente compraba a bulto su grano. Muchos vendedores vaciaban el
grano en una medida, sin permitir que el comprador lo remeciera para asentarlo
bien. No es así con el Señor. Él da “medida buena, apretada, remecida y
rebosando”.
Él ofrendar facilita a que Dios nos dé. Mientras más damos, más nos da Dios a
nosotros; mientras menos damos, menos nos da Dios. Jesús dijo:

Porque con la misma medida con que medís (dan), os volverán a medir (a dar)
(Lucas 6:38b).

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento establecen la misma


enseñanza: Cuando nosotros damos a Dios, Dios nos da a nosotros. Dios no es
pobre; tampoco es tacaño. Le gusta darle a Sus hijos, pero debemos cumplir
Sus condiciones: “Dad y se os dará”.
Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud
(Salmo 50:12).

Dios quiere que le ofrendemos porque Él desea que Sus hijos sean como Él.
Dios es generoso y desea que nosotros seamos generosos. Otra razón por qué
Dios nos pide ofrendar es para que podamos “hacernos tesoros en el cielo”. No
podemos enviar al Cielo nuestro dinero, pero podemos ofrendarlo para ganar a
otros para Cristo. Esto es hacerse tesoros en el Cielo.
Mientras esperamos debemos sembrar no solo en dinero , y debemos creer en la
ley de siembre y cosecha, mientras esperas el milagro ayuda a una persona que
ya esta viviendo el milagro pongamos sino puedes tener un hijo ayuda a una
madre que necesita que no sabe donde dejarlo para que lo cuiden.

Ayudemos a una persona que tiene una visión para que pueda avanzar, cuando
siembras en la visión de otros empiezas a cosechar para ti, siembra en
otros,dando tu tiempo, tu recursos, etc, esta semilla empieza a germinar para que
podamos cosechar.

No debemos movernos desesperadamente y dejar de consultar a otras personas


sino que a quien debemos consultar a Dios, debemos ver las semillas que vamos
a cosechar posteriormente como ejemplo: tu animo, tu tiempo, nuestras oraciones
esto va a producir cosechas mañana, pero hay gente que se frustra y piensa que
ora y no cosecha nada.

Debemos entender como opera la ley de la ofrenda y la cosecha, lo que


cosechamos ahora es lo que plantamos hace algunos meses.

Debemos plantar una semilla que va a florecer porque lo que plantamos en el


Señor siempre va a dar fruto en el Señor siempre da fruto, cosechamos y
cosechamos, pero va a dar fruto.

Todo se cosecha, el comentario que hiciste trae una cosecha, la película que viste
trae una cosecha, siembra tu salud y cosechamos una buena salud, no buscamos
a Dios y nuestro corazón se enfría y cosechamos frialdad y hay gente que vive
cosechando pero Pablo dice no se canse de hacer el bien pero a su tiempo
cosecharemos lo que sembramos, no nos cansemos de hacer el bien Gálatas 6:9
así que debemos cuidarnos de lo que plantamos este año para cosechar
próximamente.

Lo que también cosechas, tus relaciones cuida porque es lo que vamos a


cosechar luego,

La vida es la suma total de nuestras decisiones, siempre vamos a cosechar de lo


que hacemos y nos preocupamos porque no se dan las bendiciones.

Cuando Dios nos da el sueño, lo único que debemos hacer es sembrar ayudar a
otros y bendecir a otros.

Los ojos de Dios contempla su tierra y mira con favor a los que hacen el bien

Sembrar desconfianza en Dios es crear mas guerras en nuestra vida.

El Señor siempre nos dice Yo soy el que te abre caminos y el que te bendice……

Mejor es confiar en Dios Salmo 118:108

Tenemos que confiar en Dios aunque no veamos nada

Si vamos a cosechar debemos estar bien debemos tener una buena actitud para
tener una buena cosecha y debemos estar listos y para que el Señor envié la
bendición, todos los días siembra esperando la cosecha no sabemos cuando el
clima va a cambiar o cuando Dios va cambiar y debemos estar listos, empiece a
crear en su visión, no empieces esperar que llegue la bendición para empezar
actuar, Ejemplo: compre el portarretrato para tu familia

El que es fiel en lo poco en lo mucho lo voy a poner, si lo ajeno no puedes cuidar


como puedes cuidar lo tuyo, el Señor nos dice: si eres fiel yo te voy a bendecir,
debemos esperar el cambio de marea que llueve para salir a coger la cosecha., no
debemos rendirnos, ni entregarnos esperemos en el Señor y soportemos un poco
más.

Seamos canal de <bendición en otros y sembremos en otros y no creamos que


Dios se ha olvidado de nosotros porque fuiste fiel con las ovejas te confiaré mi
pueblo …. Cada actitud es recompensada

Cada lágrima invertida y cada sonrisa invertida está en el libro de memorias y


como dice Malaquías que se registran en el cielo y que no se quedan borradas

No entregues tu confianza en los hombres sigue creyendo que el Señor va abrir


los cielos no te rindas no bajes los brazos.

También podría gustarte