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Los beneficios de la obediencia

(Apocalipsis 1:3)
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ellas escritas; porque el tiempo
está cerca”.
Apocalipsis 1:3

INTRODUCCIÓN
Desde pequeños se nos exhorta a ser obedientes en todo lo
que se nos enseñe. Lo escuchamos de nuestros padres, de
nuestros maestros en la escuela, en la iglesia y de hecho el país
se rige por una serie de leyes que como ciudadanos debemos
obedecer. Esta exhortación también la encontramos en la Biblia.
Dios nos anima a no olvidar su ley y guardarla en nuestro
corazón:

“Hijo mío, no te olvides de mí ley, y tu corazón guarde mis


mandamientos”.
Proverbios 3:1

No obstante, el hombre tiende a desobedecerla, pero


Apocalipsis llama a los que la guardan bienaventurados. El
obedecer su palabra trae grandes beneficios a nuestra vida,
veamos cuales son.
Los beneficios de la obediencia
I. LA OBEDIENCIA A SU PALABRA NOS
CONVIERTE EN SABIOS.

“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi


Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la
cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y
ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos
estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido,
nación grande es esta”.
Deuteronomio 4:5-6
El primer beneficio que obtenemos de ser obedientes a su
palabra es que nos convierte en personas sabias. Moisés enseño
a Israel los estatutos y decretos de Dios con el fin de que los
pusieran por obra ya que en ellos encontrarían la sabiduría y la
inteligencia. De igual forma nosotros podemos encontrar la fuente
de toda la sabiduría en la palabra de Dios y el hecho de
obedecerla nos puede ayudar a tener una mejor vida. Todas
nuestras decisiones deberían estar influenciadas por su palabra,
de hecho, muchos de los males actuales de la sociedad se debe a
que no obedecieron su palabra, por ejemplo:

1. Muchos viven endeudados pagando prestamos que no


hicieron por el hecho de ser fiadores, ahora están encadenados a
esta maldición, ignorando así su palabra en Proverbios 6:1-6.
2. Miles de hogares destruidos y aun las mismas personas
infieles sufren las consecuencias del adulterio por no obedecer la
palabra de Dios en Proverbios 5:3-4.
3. En general, toda obra mala que el hombre realiza trae
dificultades y sufrimiento a la vida de los seres humanos,
desobedeciendo así su palabra que dice que alma que pecare
morirá (Ezequiel 18:20).

II. LA OBEDIENCIA ACARREA


BENDICIONES.
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios,
para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te
prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las
naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones,
y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás
tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu
vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus
vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu
artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por
un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante
de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre
todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra
que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo
suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos
de Jehová tú Dios, y anduvieres en sus caminos. Y verán todos
los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado
sobre ti, y te temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes,
en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu
tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de
dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia
a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos.
Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te
pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima
solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos
de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y
cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te
mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y
servirles”.
Deuteronomio 28:1-14

En estos 14 versículos la Biblia nos deja claro uno de los


beneficios de obedecer a Dios: la bendición. El deseo de todo ser
humano es ser prosperó en todo lo que hace y aquí Dios promete
bendecirnos en todas las áreas de nuestra vida si realmente le
obedecemos, sin embargo, también la Biblia nos advierte que si
no obedecemos, en lugar de bendiciones vendrán maldiciones:

“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para


procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo
te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. Maldito el fruto de tu
vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de
tus ovejas. Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. Y
Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en
todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y
perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales
me habrás dejado. Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te
consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella”
Deuteronomio 28:15-21

III. LA OBEDIENCIA NOS GUÍA A LA


JUSTIFICACIÓN.

“¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para


obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del
pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”.

Romanos 6:16

El apóstol Pablo nos habla de otro beneficio de la


obediencia a Dios: nos guía a la justificación por medio de la fe en
Jesucristo. En este mundo el ser humano puede estar sujeto al
pecado para muerte, o bien a Cristo para justificación de su alma.
Por eso la Biblia nos exhorta a obedecer a Cristo convirtiéndolo
en el Señor de nuestras vidas. El titulo Señor significa “ser nuestro
dueño”, de tal manera que ya no vivimos como a nosotros nos
parece mejor sino como a Cristo le agrada.
IV. LA OBEDIENCIA A CRISTO NOS HACE
HEREDEROS DE LA VIDA ETERNA.
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el
Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para
mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ¡He
aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de
la profecía de este libro”.
Apocalipsis 22:6-7

El beneficio más grande de obedecer a Dios es que nos


hace herederos del reino de Dios. Cuando rendimos nuestra vida
a Jesús nuestros pecados son perdonados y Dios nos otorga el
don de la vida eterna. Por eso el último capítulo de Apocalipsis
declara bienaventurados a los que guardan y obedecen su
palabra.

Apocalipsis nos narra lo hermoso que será pasar a la vida


eterna:

“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la


primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la
santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una
gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con
los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima
de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni
clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
Apocalipsis 21:1-4

Pablo dice que Dios ha preparado grandes cosas para sus


santos:

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha
preparado para los que le aman”.
1 Corintios 2:9
CONCLUSIÓN

Por tanto, la obediencia a Dios trae a nuestras vidas los


siguientes beneficios:

1. Nos proporciona inteligencia y sabiduría para vivir.


2. Trae grandes bendiciones en todas las áreas de
nuestra vida.
3. Nos guía a la justificación por la fe en Jesús.
4. Nos hace herederos de la vida eterna.

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