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ESCUELA: DERECHO
INTEGRANTES:
INTRODUCCION
TITULO I
TITULO II
TITULO III
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION:
En roma existían personas que gozaban de capacidad jurídica o de derecho (sui iuris),
pero que se hallaban imposibilitadas de ejercerlas por sí mismas, debido a ello el
derecho romano bajo la ley de las XII tablas admitió que los incapaces de obrar
tuvieran representantes legales que suplieran su incapacidad, esta función protectora
se fundaba en razones de edad, sexo, enfermedad mental o prodigalidad, ello llevo al
nombramiento de dos especiales instituciones: la tutela y la curatela. El primero
abarcaba a las personas incapaces en cuanto a su edad y sexo, el segundo
estudiaremos a continuación.
La curatela se define como una institución del derecho civil que permite representar y
asistir únicamente a los incapacitados por causa particular o accidental: la de los
furiosi y la de los pródigos. Más tarde, y a titulo de protección, fue extendida a los
mente capti, a los sordos, a los mudos y a las personas de enfermedades graves,
acabando también por aplicar a los menores de 25 pero mayores de 14 años.
El pretor extendió esta curatela a los menti capti, sordos, mudos y todos los que
teniendo una enfermedad grave no podían mirar por sus intereses.
.- DE LA CURATELA DE LOS PRODIGOS
La ley de las XII tablas consideraba como pródigos a los que despilfarraban sus bienes
procedentes de la sucesión intestada del padre o abuelo paterno, siendo estos un
deposito que debía quedar en la familia civil, donde con el objeto de impedirlo, los
decemviros decidieron que el prodigo fuese declarado en estado de interdicción
(discapacidad), colocándolo bajo la curatela.
Más tarde se extendió esta medida por creer necesario proteger al prodigo contra los
arrebatos de sus pasiones y sea cual fuera el origen de su fortuna. En fin a todos los
que disipaban sus bienes, de cualquier procedencia que fuesen. Así generalizada esta
institución, tomo un nuevo carácter, no solo en interés de la familia, sino en el prodigo
y en el de la sociedad entera.
Cuando por razón de la edad terminaba la tutela, la joven a causa de su sexo, caía en
tutela perpetua, pero el joven púbero quedaba completamente capacitado. Se
comprendió más tarde que las facultades intelectuales tardan más en desarrollarse
que las fuerzas físicas, y el que alcanzaba la pubertad tenia aun poca experiencia, es
decir la edad de 14 años resultaba demasiado prematura para otorgar al varón plena
capacidad negocial. Por eso se busco el modo de organizar una protección para
salvaguardar los intereses económicos de los menores de 25 años. Este fue el objeto
de la ley plaetoria, después de la in integrum restitutio, y por ultimo de las instituciones
de curadores permanentes.
1. Ley plaeitoria: creaba una acción abierta para todos, en interés privado del
menor, contra el tercero que hubiese abusado de su inexperiencia al tratar con
él. Esta persecución contra el demandado terminaba con la nota de infamia, y
casi siempre con una multa, mas no conducía a la nulidad del acto. Más tarde
le fue posible al menor que había sido engañado, utilizar el beneficio más
eficaz de in integrum restitutio.
2. in integrum restitutio: cuando una persona era perjudicada por causa de un
acto legal, y el derecho civil no les concedía ningún remedio, entonces
interviene el pretor, que bien fundamentado consideraba el acto como no
realizado, restableciendo las cosas en su estado primitivo, pudiendo el menor
ser libre de rehusarlo.
Para que pueda obtener la restitución se necesitaba haya sido perjudicado,
esto se entiende en cuanto todas las veces que por un acto o por una omisión
el menor ha sufrido una perdida, bien sea disminuyendo su patrimonio, o bien
omitiendo una buena adquisición o no realizando alguna ganancia
Para evitar los inconvenientes de estas posibles alegaciones, Marco Aurelio introdujo
la práctica de que el menor púber actuara en todo negocio asistido de un curador
(curator minoris), cuyo nombramiento tenía carácter optativo. Pero Justiniano lo
convirtió en institución legal por la cual el impúber contaba con su asistencia en todo
los supuestos, es decir para obtener el in integrum restitutio le hace falta el
consentimiento de su curador, de lo contrario su acto sería nulo (curatela
permanente)
El impúbero en tutela, puede por excepción tener un curador en los casos siguientes
En todos los casos el curador solo puede hacer actos de gestión que no suplirán a
las auctoritas del tutor.
.- CURATELAS ESPECIALES
TITULO II
CURATELA EN LA LEGISLACION PERUANA
La curatela es una institución de amparo del incapaz mayor de edad, y que tiene por
objeto suplir la capacidad de obrar de las personas.
La figura está referida al mayor de edad, que por diferentes motivos se encuentra
incapacitado para ejercer sus derechos, requiriendo de alguien que lo asista, cuide y
proteja en la defensa de sus intereses, y ese alguien toma el nombre de curador.
Artículo 566º.- No se puede nombrar curador para los incapaces sin que
preceda declaración judicial de interdicción, salvo en el caso del inciso 8 del
Artículo 44º. (Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil).
Rendición de cuentas periódicas
Rendición de cuenta final
Artículo 564º.- Están sujetas a curatela las personas a que se refieren los artículos 43º,
incisos 2 y 3, y 44º, incisos 2 a 8.
Artículo 577º.- Los frutos de los bienes del incapaz se emplearán principalmente en su
sostenimiento y en procurar su restablecimiento. En caso necesario se emplearán
también los capitales, con autorización judicial.
Artículo 593º.- Los actos del pródigo y del mal gestor anteriores al pedido de
interdicción no pueden ser impugnados por esta causa. Los del ebrio habitual y del
toxicómano pueden serlo si la causa de la incapacidad hubiese sido notoria.
Artículo 581º.- El juez, al declarar la interdicción del incapaz, fija la extensión y límites
de la curatela según el grado de incapacidad de aquél. En caso de duda sobre los
límites de la curatela, o si a juicio del curador fuere necesario extenderla, el juez
resolverá observando los trámites prescritos para declarar la interdicción. Anulabilidad
de actos anteriores a interdicción
Artículo 582º.- Los actos anteriores a la interdicción pueden ser anulados si la causa
de ésta existía notoriamente en la época en que se realizaron.
Artículo 571º.- Para que estén sujetos a curatela los incapaces a que se refiere el
Artículo 569º, se requiere que no puedan dirigir sus negocios, que no puedan
prescindir de cuidados y socorros permanentes o que amenacen la seguridad ajena.
DIFERENCIA DE CURATELA
Existen similitudes entre la patria potestad y la curatela en cuanto ambas figuras están
a proteger a incapaces (menores y mayores de edad), pero sus diferencias son muy
notorias y no requieren mayores abundamientos en cuanto a los más indispensables:
Con la tutela.-
Tanto la tutela como la curatela son instituciones de amparo familiar que proveen a la
guarda de las personas y sus bienes, pero sus diferencias son bastante conocidas y
muy notorias:
la tutela se dirige a prestar amparo a quienes atraviesan por una etapa de
incapacidad natural.
la curatela busca proteger a quienes adolecen de una suerte de incapacidad
accidental.
la tutela se dirige además a formar y defender a la persona del incapaz menor
de edad.
la curatela hacia la custodia y el manejo de los bienes del mayor incapaz.
la tutela se justifica y reclama aunque el menor no posea bienes de
ninguna clase.
la curatela en cambio no tendría sentido si no existiese patrimonio o al menos
en algunos casos.
la tutela implica como responsabilidad del tutor la educación e instrucción del
menor.
la curatela, no es indispensable esta finalidad.
La tutela reemplaza a la patria potestad, mientras que la curatela la continúa.
Clases de curatela
Artículo 584º.- Puede ser declarado pródigo el que teniendo cónyuge o herederos
forzosos dilapida bienes que exceden de su porción disponible
Artículo 586º.- Será provisto de un curador quien por causa de su ebriedad habitual, o
del uso de sustancias que puedan generar toxicomanía o de drogas alucinógenas, se
exponga o exponga a su familia a caer en la miseria, necesite asistencia permanente o
amenace la seguridad ajena.
b) Curatelas especiales, que han sido creadas para asuntos concretos y específicos,
que por extensión puede incluir atribuciones referentes a las personas como se verá
más adelante. Las curatelas especiales abarcan un interminable número de temas
concretos, unas veces referidos a la persona y otros a los bienes de la misma.
Con relación a quienes sufren pena que lleva anexa la interdicción civil y toda vez que
esta pena accesoria ya no está contemplada en el Código Penal, ello ha conllevado a
su derogación como causal de incapacidad relativa de ejercicio.
En general, el curador de bienes no puede ejecutar otros actos administrativos que los
de custodia y conservación, y los necesarios para el cobro de créditos y pago de las
deudas. Sin embargo, los actos que le son prohibidos será válidos si, justificada su
necesidad o utilidad, los autoriza el juez, previa audiencia del consejo de familia.
Asimismo, corresponde al curador de bienes la representación en juicio; pudiendo, las
personas que tengan créditos contra los bienes reclamarlos del respectivo curador. Sin
perjuicio de estas prescripciones, el juez que nombra el curador puede señalarse sus
facultades y obligaciones, regulándolas, según las circunstancias, por lo que está
previsto para los tutores.
La curatela de los bienes cesa por la extinción de éstos o por haber desaparecido los
motivos que la determinaron. Así, la curatela de los bienes del desaparecido cesa
cuando reaparece o cuando se le declara ausente o presuntamente muerto. Asimismo,
la curatela de los bienes del concebido cesa por su nacimiento o por su muerte.
Los intereses de los hijos estén en oposición a los de sus padres que ejerzan la
patria potestad.
Los hijos adquieran bienes cuya administración no corresponda a sus padres.
Los padres pierdan la administración de los bienes de sus hijos.
Los intereses de los sujetos a tutela o a curatela estén en oposición a los de
sus tutores o curadores, o a los de otros menores o incapaces que con ellos se
hallen bajo un tutor o curador común.
Los menores o incapaces tengan bienes lejos de su domicilio que no puedan
ser convenientemente administrados por el tutor o curador.
Haya negocios que exijan conocimientos especiales que no tengan el tutor o
curador, o una administración separada de la que desempeña aquél.
Los que estando bajo tutela o curatela adquieran bienes con la cláusula de no
ser administrados por su tutor o curador general.
El representante legal esté impedido de ejercer sus funciones.
Tipos de curador:
No cabe duda de que el orden legal obedece a cierta lógica generacional y a deberes
de parentesco, pero debe señalarse que en determinados supuestos: padres del
incapaz de edad avanzada o descendientes del mismo que, aunque mayores de edad,
carezcan de la experiencia necesaria para desempeñar la curatela especial. En esos y
otros supuestos, los hermanos pueden ser más idóneos para desempeñarse como
curadores especiales, por el que el criterio de idoneidad, si el bien es prioritario en
todos los casos, en la curatela especial es decisivo.
El artículo 63 del código civil de 1936 señalaba "a falta de un curador legítimo y de
curador por testamento o por escritura publica, la curatela corresponde a la persona
designada por el Consejo de Familia", evidenciando entonces que en código civil
vigente se repitió no solo el contenido de la norma sino en casi en forma exacta
su redacción.
Curador legítimo:
Artículo 575º.- Cuando la curatela corresponde a los padres se rige por las
disposiciones referentes a la patria potestad.
Son las personas a quienes la ley reconoce prevalencia frente a las demás para
proteger al incapaz y proveer en lo posible a su restablecimiento, pero estableciéndose
un orden de prelación; así, según el artículo 569 del código civil son curadores
legítimos:
Artículo 572º.- Los padres pueden nombrar curador, por testamento o escritura
pública, para sus hijos incapaces comprendidos en el Artículo 569º, en todos los casos
en que puedan darles tutor si fueren menores, salvo que existan las personas
llamadas en el artículo mencionado.
Curador escriturario o por escritura pública: Es la persona designada por los padres
mediante escritura pública para desempeñar el cargo de curador, a fin de determinar la
cantidad de personas y el orden en el que será ejercida la curatela, salvo que existan
las personas mencionadas en el artículo 569 del código civil; precisando que la
facultad de nombrar curador mediante escritura pública está bien marcada dentro de
los alcances del artículo 572 del código civil vigente.
De otro lado el consejo de familia es definido por el maestro Cornejo Chávez como "…
un organismo consultivo y a veces ejecutivo, que controla a los tutores y curadores y
excepcionalmente a los padres en el ejercicio de sus atribuciones, en orden a
garantizar los derechos e intereses del incapaz; sin embargo otros autores como
Felipe Chávez Román se muestran contrarios al consejo de familia, por considerar que
asumen funciones técnico jurídicas pese a no exigírsele a sus miembros preparación
previa alguna, lo cual a prometido propugnar el otorgamiento de un mayor número de
atribuciones y una mayor autonomía de los tutores o curadores.
Es así que este curador nombrado por el consejo de familia abusa de las atribuciones
conferidas para obtener un provecho para si o para terceros, sería autor del delito de
concusión, que constituye una conducta delictiva contra los deberes de función y los
deberes profesionales empleando el consentimiento o inducción para conseguir que se
le entregue a un tercero vinculado a el dinero u otra utilidad de orden material o moral;
precisando que, conforme lo señala el maestro Luis A. Bramont Arias: "El Estado, para
la consecución de sus finalidades obra por intermedio de las personas, a quienes
incumbe la observancia de normas de probidad, relativas a sus funciones y que no
pueden ser violadas.
En tal sentido, el artículo 382 del código penal prescribe lo siguiente el funcionario
o servidor publico que abusando de su cargo obliga o induce a una persona o
prometer indebidamente, para si o para otro, un bien o un beneficio patrimonial, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de 2 ni mayor de 8 años".
De tal forma, que, si bien al momento de nombrar al curador por parte del consejo de
familia se establecen sus facultades y obligaciones, exístela posibilidad legal de que
sea no solamente removido sino también sancionado penalmente cuando haga abuso
de la facultad conferida.
Artículo 570º.- Los directores de los asilos son curadores legítimos interinos de los
incapaces asilados.
Curador provisional
Artículo 567º.- El juez, en cualquier estado del juicio, puede privar provisionalmente del
ejercicio de los derechos civiles a la persona cuya interdicción ha sido solicitada y
designarle un curador provisional.
Curador dativo
Artículo 589º.- La curatela de los incapaces a que se refieren los Artículos 584º, 585º y
586º corresponde a la persona que designe el juez, oyendo al consejo de familia
Artículo 568º.- Rigen para la curatela las reglas relativas a la tutela, con las
modificaciones establecidas en este capítulo.
Artículo 568º-A.- Facultad para nombrar su propio curador, toda persona adulta mayor
con capacidad plena de ejercicio de sus derechos civiles puede nombrar a su curador,
curadores o curadores sustitutos por escritura pública con la presencia de dos (2)
testigos, en previsión de ser declarado judicialmente interdicto en el futuro,
inscribiendo dicho acto en el Registro Personal de la Superintendencia Nacional de
Registros Públicos (SUNARP).
El juez a cargo del proceso de interdicción recaba la certificación del registro, a efectos
de verificar la existencia del nombramiento. La designación realizada por la propia
persona vincula al juez. Asimismo, la persona adulta mayor puede disponer en qué
personas no debe recaer tal designación. También puede establecer el alcance de las
facultades que gozará quien sea nombrado como curador.
Exoneración de garantías
Artículo 579º.- Los curadores legítimos están exentos de la obligación de garantizar su
gestión, salvo lo dispuesto en el Artículo 426º.
Artículo 585º.- Puede ser declarado incapaz por mala gestión el que por esta causa ha
perdido más de la mitad de sus bienes, teniendo cónyuge o herederos forzosos.
Queda al prudente arbitrio del juez apreciar la mala gestión.
Artículo 587º.- Pueden pedir la curatela del pródigo o del mal gestor, sólo su cónyuge,
sus herederos forzosos, y, por excepción, el Ministerio Público, de oficio o a instancia
de algún pariente, cuando aquéllos sean menores o estén incapacitados.
Artículo 588º.- Sólo pueden pedir la interdicción del ebrio habitual y del toxicómano, su
cónyuge, los familiares que dependan de él y, por excepción, el Ministerio Público por
sí o a instancia de algún pariente, cuando aquéllos sean menores o estén
incapacitados o cuando el incapaz constituya un peligro para la seguridad ajena.
Artículo 590º.- El curador del ebrio habitual y del toxicómano debe proveer a la
protección de la persona del incapaz, a su tratamiento y eventual rehabilitación
conforme a las reglas contenidas en los Artículos 576º, 577º y 578º.
Artículo 592º.- El curador de los incapaces a que se refiere el Artículo 591º representa
legalmente a los hijos menores del incapaz y administra sus bienes, a menos que
estén bajo la patria potestad del otro padre o tengan tutor.
Acción de anulación de actos prohibidos al interdicto
TITULO III
OBJETIVOS E IMPORTANCIA
De este modo, bajo el modelo social no son las características individuales las raíces
del problema, sino las limitaciones de la sociedad para prestar servicios apropiados y
asegurar adecuadamente que las necesidades de las PCD sean tenidas en cuenta.
Esta distinción es de suma importancia pues al tomarse conciencia de los factores
sociales que integran el fenómeno de la discapacidad, las soluciones no se elaboran
apuntando individualmente a la persona afectada, sino más bien se encuentran
dirigidas hacia la sociedad, o teniendo muy presente el contexto social en el cual la
persona desarrolla su vida.
DEFINICIÓN DE DISCAPACIDAD
PRINCIPIOS
En su artículo 3, la CDPD establece los principios generales que son aplicables para la
interpretación en la aplicación y mayor respeto de los derechos de las personas con
discapacidad, como: El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual,
incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las
personas; La no discriminación; La participación e inclusión plenas y efectivas en la
sociedad; El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con
discapacidad como parte de la diversidad y la condición humanas; La igualdad de
oportunidades; La accesibilidad; La igualdad entre el hombre y la mujer; El respeto a la
evolución de las facultades de los niños y las niñas con discapacidad y de su derecho
a preservar su identidad.
Todos los sistemas jurídicos distinguen entre una dimensión de titularidad de los
derechos y una dimensión de ejercicio de los mismos.
La condición de persona es la puerta de acceso a la titularidad de los derechos y la
capacidad jurídica es la puerta de acceso al ejercicio de los mismos. El derecho al
reconocimiento a la personalidad jurídica confiere al individuo la capacidad de ser
reconocido como persona ante la ley, y por tanto, es una condición previa e ineludible
para el goce y ejercicio de todos los derechos fundamentales.
Históricamente las personas con discapacidad mental e intelectual han sido objeto de
discriminación y exclusión. En este sentido, se las ha percibido como incapaces de
tomar sus propias decisiones por lo que el Derecho, bajo una perspectiva que
restringe su voluntad y autonomía, ha creado figuras como el proceso de interdicción y
la representación mediante curatela para que una tercera persona las sustituya en la
toma de decisiones.
Así, mientras que a cualquier ciudadano se le permite elegir entre diversas opciones
en cada momento de su vida, con altas posibilidades de error, las personas con
discapacidad se ven obligadas a probar que su voluntad es calificada y que los riesgos
de tomar una decisión errada serán bajos para que se les permita elegir por sí
mismos.
En el Perú, según los datos ofrecidos por la juez de familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, Jenny López, en la revista Jurídica, el 90% de los procesos de
interdicción "corresponden a casos de personas de escasos recursos económicos que
lo único que desean es que el familiar presuntamente incapaz (quien ha adquirido la
mayoría de edad) continúe recibiendo atención médica en un centro de salud estatal, y
a casos en que los padres del pre interdicto gozan de alguna pensión y desean, ante
su eventual fallecimiento, que ésta se traslade al hijo incapaz".
De hecho, para obtener una pensión de orfandad por incapacidad para el trabajo, la
Oficina de Normalización Previsional (ONP) exige a las personas con discapacidad
mental e intelectual una sentencia pese a que no está establecido este requisito en la
normativa. Así, en nuestro país, miles de personas con discapacidad sicosocial y
mental han sido interdictadas por sus familiares, obligadas por el sistema jurídico para
poder realizar algún trámite o reclamar un derecho o beneficio.
El artículo 12.1 reafirma que todas las personas tienen "derecho en todas partes al
reconocimiento de su personalidad jurídica". Esto, como hemos señalado, implica la
consideración de la persona con discapacidad como persona desde el punto de vista
jurídico y, por tanto, sujeto de derechos y obligaciones. Así ya había reconocido por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 6) y el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y políticos (artículo 16).
El artículo 12.2, por su parte, establece que las personas con discapacidad "tienen
capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de
la vida". Esto supone, como hemos analizado, el reconocimiento de la capacidad de
ejercicio de las personas con discapacidad (lo cual se contrapone con aquellos
ordenamientos que niegan o restringen la capacidad jurídica a determinados colectivos
de personas con discapacidad).
Para el ejercicio de esa capacidad jurídica, el artículo 12.3 prevé la adopción por los
Estados partes de "medidas pertinentes para proporcionar acceso a las personas con
discapacidad al apoyo que puedan necesitar en el ejercicio de su capacidad jurídica".
Es decir, se pasa del sistema tradicional de sustitución en la toma de decisiones, a un
sistema de apoyo en la toma de decisiones.
Este planteamiento, uno de los más disputados durante las negociaciones del tratado,
supone un cambio fundamental en el tratamiento legal de la capacidad jurídica de las
personas con discapacidad, en particular de aquellas que pueden requerir la
intervención de un tercero para el ejercicio de sus derechos, como las personas con
discapacidad intelectual y psicosocial. Así, la CDPD abandona el sistema de
sustitución en la toma de decisiones por un sistema de apoyo en la toma de
decisiones. Esto significa que los Estados no deben negar a las personas con
discapacidad su capacidad jurídica, sino que deben proporcionarles acceso al apoyo
que necesiten para tomar decisiones que tengan efectos jurídicos.
Existe un mal entendido general acerca del alcance exacto de las obligaciones de los
Estados partes en virtud del artículo 12 de la Convención. No se ha comprendido en
general que el modelo de la discapacidad basado en los derechos humanos implica
pasar del paradigma de la adopción de decisiones sustitutiva a otro que se base en el
apoyo para tomarlas.
OTROS TRATADOS
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
La Constitución Política de 1993 señala que la persona "incapacitada para velar por sí
misma a causa de una deficiencia física o mental" tiene derecho al respeto de su
dignidad y un régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad. De
acuerdo con el TC, este es un mandato general dirigido al Estado orientado a asegurar
y promover el pleno ejercicio de todos los derechos y libertades fundamentales de las
personas con discapacidad.43 Asimismo, nuestra carta fundamental establece que es
deber del Estado asegurar que nadie se vea impedido de recibir educación adecuada
por razón de "limitaciones mentales o físicas". Además, dispone que el "impedido que
trabaja" es objeto de protección prioritaria por el Estado.
CÓDIGO CIVIL
Si bien como regla general tienen plena capacidad de ejercicio de sus derechos civiles
las personas que hayan cumplido dieciocho años de edad, pueden ser declarados
absolutamente incapaces (Numeral 2 Art. 43 CC) "Los que por cualquier causa se
encuentren privados de discernimiento" (personas con discapacidad intelectual y
sicosocial o mental); o relativamente incapaces (Numeral 2 y 3 Art. 44 CC) "Los
retardados mentales" y "Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar
su libre voluntad" (personas con discapacidad intelectual y psicosocial o mental),
además, los representantes legales de los "incapaces" ejercen los derechos civiles de
éstos, según las normas referentes a la patria potestad, tutela y curatela, Art. 45 CC.
Es importante notar que si bien el artículo 571 del Código Civil establece criterios para
apreciar la incapacidad -que no puedan dirigir sus negocios, que no puedan prescindir
de cuidados y socorros permanentes o que amenacen la seguridad ajena-, dichos
criterios resultan sumamente amplios dejan un margen importante de arbitrariedad al
juez y son incompatibles con el derecho a la autonomía y a la igualdad en el disfrute
de la capacidad jurídica de las PCD, conforme la CDPD; ello ha generado, por
ejemplo, que aún bajo el marco legal vigente que exige la evaluación de las aptitudes y
capacidades de la persona (criterio por sí mismo contrario a la CDPD), se asuma que
toda persona con discapacidad intelectual y mental, por su sola condición, requiera
estar sujeta a la institución de la curatela.
De tal manera, los artículos 43 y 44 del Código Civil contradicen lo dispuesto por el
artículo 12 de la CDPD que, conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de
nuestra Constitución Política, constituye un parámetro de interpretación vinculante en
relación al igual reconocimiento la capacidad jurídica de todas las personas con
discapacidad (capacidad de goce y de ejercicio). De igual modo, las funciones del
curador -proteger al incapaz, proveer en lo posible su restablecimiento, representarlo
conforme al grado de su incapacidad y colocarlo en un establecimiento adecuado de
ser necesario- contradicen abiertamente este mandado. En este sentido, la CDPD, que
es parte del bloque de constitucionalidad, contrasta con la legislación civil que adopta
el modelo de sustitución en la toma de decisiones y que perpetúa prejuicios hacia las
personas con discapacidad mental e intelectual en lugar de afirmar que "discapacidad
no es incapacidad".
La Ley General de Salud, y garantiza los derechos de las personas con problemas de
salud mental, publicada el 28 de junio del 2012, estableció en su artículo 2 lo siguiente:
2.1. Las personas con discapacidad mental tienen los mismos derechos que las
demás, sin perjuicio de las medidas específicas establecidas en la legislación para
promover su igualdad de oportunidades. El Estado garantiza a las personas con
discapacidad mental el apoyo necesario para el ejercicio de su capacidad para obrar y
la defensa de sus derechos (...). De este modo, tanto el artículo 9 de la Ley 29973
como el artículo 2 de la Ley 26842 reconocen la capacidad de ejercicio de las
personas con discapacidad mental o psicosocial, contradiciendo lo dispuesto por
distintos artículos del Código Civil.
Además del marco normativo señalado anteriormente, es importante notar que en los
últimos años, a partir de la ratificación de la CDPD, se vienen desarrollando en nuestro
país distintas acciones orientadas a promover y asegurar el reconocimiento pleno de
las personas con discapacidad, incluyendo aquellas con deficiencia intelectual y
mental.
A) Comisión Revisora del Código Civil.- La Ley 29973, Ley General de la Persona
con Discapacidad, al momento de ser aprobada en una de sus disposiciones finales
ordenó al Congreso de la República la creación de una Comisión Especial encargada
de revisar el Código Civil en lo referido al ejercicio de la capacidad jurídica de las
personas con discapacidad y formular, un anteproyecto de ley de reforma del Código
Civil. Actualmente se encuentra en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de
Congreso el informe final de la mencionada Comisión, que incluye un anteproyecto de
reforma que busca que el Código Civil reconozca la capacidad jurídica de todas las
personas con discapacidad, sin excepciones, y se eliminen las limitaciones y
restricciones existentes a la capacidad de ejercicio de una persona en razón de su
"falta de discernimiento" o "deterioro mental". Adicionalmente, la Comisión ha
propuesto un marco normativo que regule los apoyos y salvaguardias necesarios para
el ejercicio de la capacidad jurídica de las personas con discapacidad. De conformidad
con el texto adoptado, la discapacidad no comporta en ningún caso una restricción de
la capacidad de ejercicio y las personas con discapacidad pueden designar
representantes o contar con apoyos de su libre y voluntaria elección, tanto a nivel
administrativo o judicial.
Se entendía por curatela a un cargo público que obligaba a una persona designada
por la ley o por el magistrado a dirigir la administración exclusivamente de aspecto
patrimonial de los bienes de un sui iuris púber e incapaz de ejercer por sí solo sus
derechos.