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¿Qué es el liderazgo estratégico?

El liderazgo estratégico es la capacidad para anticipar las cosas, conservar


la flexibilidad, atribuir facultades y crear cambios a medida que sean
necesarios. Este tipo de liderazgo parte de un concepto estratégico, como el
proceso más importante de una empresa.
El uso común del término “estratégico” se relaciona con el concepto de
estrategia, un plan para lograr una meta. Dichas estrategias del plan se
basan en conocimientos, información y algunos antecedentes con los cuales
es posible trabajar.
El liderazgo estratégico comprende diversas actividades que ayudarán tanto
al líder como a los empleados a ser dirigidos correctamente. Algunas de
estas actividades son: establecimiento de una visión clara, mantenimiento
de la cultura y valores, manifestación de iniciativas, etc.

Habilidades del liderazgo estratégico


Algunas de las habilidades que podemos encontrar dentro del liderazgo
estratégico son:
Ser de amplio alcance, el líder estratégico ve a la organización como
interdependiente e interconectada. Por lo que las acciones y decisiones que
se toman en una parte de la organización impactan en otras.
Tener un futuro enfocado, el líder opera con un programa de largo plazo,
integrando resultados de corto plazo. De esta manera este tipo de liderazgo
permite al líder y a la organización a tener un enfoque a futuro.
Estar orientado al cambio, el líder es a menudo quien dirige los cambios que
ocurren dentro de la organización. El impacto de las decisiones tomadas por
él y su trabajo se expanden en toda la organización.
De esta manera el liderazgo estratégico es un proceso, más no es una
posición, que exige la participación de todos. Es así que al involucrar a los
demás, permite que tengan un compromiso para aprender y crecer como
equipo.
Encontraron que el liderazgo estratégico requiere habilidades y
perspectivas como:
 Ser de amplio alcance. El líder estratégico ve a la organización como
interdependiente e interconectada, por lo que las acciones y
decisiones que se toman en una parte de la organización impactan en
otras partes.
 Tener un futuro enfocado. El líder estratégico opera con un programa
de largo plazo, integrando resultados de corto plazo y un enfoque a
futuro.
 Estar orientado al cambio. El líder estratégico es a menudo quien
dirige los cambios en la organización. El impacto de sus decisiones y
trabajo se expanden en toda la organización.
Cuando los CEOs y altos ejecutivos entienden el qué, quién, y cómo del
liderazgo estratégico, y comparten ese conocimiento con los demás,
contribuyen a las posibilidades de que el éxito de la organización sea
duradero. Hughes y Beatty ofrecen perspectivas e ideas sobre la búsqueda
efectiva de cada uno de esos elementos.

El “Qué” del liderazgo estratégico

Implica descubrir las cosas claves que una organización necesita para hacer
bien su trabajo y lo que puede hacer bien. Igual de importante es la creación
de las condiciones necesarias para actuar colectivamente sobre las
implicaciones de este descubrimiento.
Si tomamos la estrategia como un proceso de aprendizaje, consta de cinco
elementos principales:

 Evaluar dónde estás. El liderazgo estratégico requiere una


comprensión clara de la situación competitiva de tu organización.
Esto implica la recopilación e interpretación de información sobre el
entorno externo de la organización, así como su realidad interna.
 Entender quién eres y a dónde quieres ir. Los líderes estratégicos
tienen que entender la cultura de la organización y su liderazgo.
Examina tu visión, misión y valores. Imagina a la empresa 10 o 20
años en el futuro, y luego mira el rumbo que debes tomar para tener
éxito.
 Aprende cómo llegar allí. Se trata de los aspectos prácticos del
liderazgo estratégico. La estrategia de negocio debe basarse en una
comprensión de los factores estratégicos clave que determinan el
éxito a largo plazo, para una determinada organización de una
industria en particular. También es importante desarrollar una
estrategia de liderazgo para hacer frente a las capacidades humanas y
organizativas que son esenciales para la implementación de la
estrategia de negocio de forma efectiva.
 Emprende el camino. ¿Cómo una estrategia se convierte en acción?
¿Cuáles son las tácticas a seguir para implementar la estrategia?
¿Cómo la estrategia se filtra en el alma de la organización?
 Revisa tu progreso. El liderazgo estratégico requiere una evaluación
continua de la eficacia de tu organización. Esto implica el estudio de
los indicadores de rendimiento actual en comparación con el
rendimiento esperado. ¿Las inversiones que se están haciendo son
adecuadas para asegurar una ventaja competitiva sostenible de la
organización en el futuro?
El “Quién” del liderazgo estratégico

Mientras que el CEO es en última instancia responsable de decidir el


camino que debe tomar la organización, muchas personas juegan un papel
importante en la dirección estratégica de las organizaciones.
La estrategia es un proceso de descubrimiento continuo que involucra a
todos los elementos en la organización. Cuando la creación de la estrategia
se limita a reuniones fuera de las instalaciones, las organizaciones pueden
pasar por alto información crítica y oportunidades. Las personas cuyas
decisiones tienen un impacto más allá de sus propias áreas de trabajo tienen
muchas oportunidades de actuar como líderes estratégicos. Por ejemplo, un
director de recursos humanos puede desarrollar sistemas para fomentar la
cooperación entre las unidades de negocio.

El “Cómo” del liderazgo estratégico

Las habilidades de pensamiento estratégico, actúan e influyen en la


estrategia como un proceso de aprendizaje en las organizaciones.

 Un pensamiento estratégico implica tener una visión de lo que la


organización puede y debe convertirse, ofreciendo nuevas formas de
entender los desafíos y oportunidades que tiene ante sí.
 La acción estratégica es el esfuerzo coordinado requerido de la
organización para poner en práctica los conocimientos y la
comprensión derivados del pensamiento estratégico eficaz.
 La influencia estratégica se trata de crear condiciones de
transparencia, compromiso y sinergia en toda la organización.
La conclusión de la investigación del Center for Creative Leadership
mostró que para desarrollar la capacidad del liderazgo estratégico hay que
comenzar con un cambio en la mentalidad de las organizaciones y de las
personas.

El liderazgo estratégico es un proceso, no una posición, que exige la


participación de todos los involucrados así como un compromiso para
aprender. Este cambio no es fácil ni rápido, pero cuando los individuos y
los equipos aceptan y desarrollan el liderazgo estratégico, da como
resultado una ventaja competitiva sostenible en el largo plazo para la
organización.

Redefiniendo el Liderazgo
En Gestión Humana llevamos muchos años hablando de este tema, y
definiendo y redefiniendo múltiples conceptos vinculados al mismo. Sin
embargo, a la hora de pensar en el “nuevo liderazgo”, esta concepción de
“Líder estratégico”, nos presenta una multiplicidad de criterios.

Seguramente podemos consensuar que Liderazgo es una serie


de acciones, pasos y conductas que logran el efecto deseado en los
integrantes de un grupo. Es un proceso de influencias para alcanzar
los objetivos de la organización mediante el cambio. El “Liderazgo
estratégico” es el proceso de ofrecer la dirección e inspiración necesarias
para crear e implementar una visión compartida, una misión donde todos se
puedan alinear y así trazar juntos las estrategias para lograr y respaldar los
objetivos organizacionales.

El Líder Estratégico

Es aquel que cuenta con la capacidad para anticipar, visualizar, mantener la


flexibilidad, pensar en forma estratégica y trabajar con los demás para
iniciar cambios que crearan un futuro viable para la organización

El Dr. Eduardo Dalmasso, past President de la SLADE (Sociedad


Latinoamericana de Estrategia) y autor de varios libros sobre temas de
Administración, Economía y Ciencias Sociales, entre los cuales se destaca
“Liderarse para Liderar” (2012), señala que “Todo líder estratégico debiera
estar compenetrado de su misión y de una actitud de servicio que propenda
al crecimiento de sus seguidores, cuando no es así, podemos hablar de
influencia, podemos hablar inclusive de capacidad de mando, pero no de
liderazgo virtuoso. No obstante, no se nos debiera escapar que la
capacidad de guiar en el camino del futuro, es lo que distingue al buen líder
del resto. Uno puede ser un eximio violinista, pero no tener la capacidad de
motivar al conjunto de ejecutantes de una orquesta para poder llevarlos a
una perfección continua e “in crescendo”. Esa capacidad, es propia del
conocimiento, experticia, capacidad de motivación y fundamentalmente de
la pasión que pone el líder para alcanzar lo que se propone”, concluye
Dalmasso.

A la hora de preguntarnos ¿Qué esperamos de un líder estratégico?, el


autor señala que “Un buen pensador de estrategias, puede no ser un buen
líder, mientras que en el mundo de las organizaciones, todo buen líder es de
hecho un muy buen estratega”.
Este factor que muchas veces en los innumerables escritos sobre liderazgo
se suele ignorar, constituye el abc de la generación de los modelos
mentales apropiados para poder arribar a las diferentes metas dentro de un
mundo complejo.

Son aspectos claves en el desarrollo de la capacidad de guiar del Líder


Estratégico comprender que la estrategia debe ser entendida como el arte
de “lidiar con la incertidumbre”, lo cual tiene mucho sentido, puesto que
cada acción que emprendemos en la vida está acompañada de un cierto
grado de azar.

Cuando planificamos asumiendo el futuro como algo cierto, estamos


asumiendo que tenemos control sobre todas y cada una de las variables
que lo afectan, lo que es completamente irracional y utópico. Al aceptar e
incorporar la incertidumbre en las decisiones que tomamos y en los planes
que diseñamos, estamos menos expuestos a las consecuencias negativas
que el azar le añade al futuro. Es cierto que no podemos eliminar en un
100% la incertidumbre, pero por lo menos seremos capaces de prever
mejores escenarios posibles y establecer estrategias alternas para cada
uno. ¡No es pesimismo radical ni optimismo ingenuo, es realismo!, señala
Dalmasso.

Características

El líder estratégico se distingue por sus particulares características; tienen


siempre en mente los resultados a conseguir, con una visión del negocio
que les diferencia del resto.

Visionario: posee una visión, tanto del entorno, como del producto o
servicio, como del propio equipo de trabajo, que se convierte en fuente de
desarrollo para la organización.

De fuertes valores: fideliza a sus colaboradores mediante los valores que


transmite. “El fin no justifica los medios”. Para él no todo es válido; las
acciones se deben alinear con sus valores y los de la organización. Supera
los modelos de gestión basados en la tarea o los objetivos.

Orientado a personas: cree firmemente en las personas, en su factor


diferencial y en el talento oculto que existe en los equipos de trabajo. Es un
directivo que apuesta por el potencial de las personas y por su desarrollo,
que acompaña y supervisa a su equipo de una manera justa y objetiva.
Pensamiento a largo plazo: distingue lo urgente de lo importante y sabe
priorizar. Gestiona el día a día sin perder de vista los propósitos de mediano
y largo plazo de la organización.

Se anticipa: se adelanta a los cambios que se producen tanto fuera como


dentro de la empresa, innovando en cuanto al producto o servicio y también
en la organización. Contribuye a mejorar los procesos internos de trabajo.
Están atentos a las nuevas tendencias.

Humilde: es capaz de reconocer sus errores y responsabilizarse de sus


actos.

Toma decisiones: es un profesional orientado a la acción y a la resolución


de problemas. El líder estratégico se enfoca a la toma de decisiones, con
determinación, agilidad y rigor.
Liderazgo estratégico
¿Cómo desarrollar líderes en las empresas y en las entidades públicas?

Existe un amplio consenso sobre la importancia del liderazgo para las empresas y las
organizaciones en general. Sin embargo, el atributo del liderazgo no es una garantía de
éxito. Los líderes son eficaces en unas situaciones y períodos e ineficaces en otros,
pudiendo conducir a las organizaciones tanto a resultados excelentes como a resultados
desastrosos. Además, muchos de los esfuerzos de desarrollo de liderazgo han tenido
escasos resultados de liderazgo, el gran desafío consiste en convertir los esfuerzos de
desarrollo de liderazgo en algo operacional y eficaz.

En un mundo cada vez más complejo, incierto y turbulento, las empresas deberían
centrarse más en sistemas de liderazgo que atraigan, desarrollen y seduzcan talentos que
actúen como líderes en cascada y con autonomía de decisión, más que en sistemas
basados en los líderes en el top de la cadena de decisión.

Es en este contexto, el concepto de Liderazgo Estratégico, debido a su elevada eficacia, se


convierte en algo muy importante para las empresas y las entidades públicas.

1. El Liderazgo Estratégico está Esencialmente Orientado a Resultados

El liderazgo estratégico es, por encima de todo, un abordaje pragmático del


liderazgo en las empresas del sector público. El liderazgo estratégico se orienta a
resultados y a que la mayor parte de los enfoques existentes (los tradicionales), están
orientados a caracterís-ticas individuales u organizativas.

El liderazgo estratégico parte de los resultados que se desean lograr hacia los conceptos,
mientras que los planteamientos tradicionales se basan en los conceptos, esperando o
asumiendo que los resultados surjan en consecuencia. Esto es, en el enfoque tradicional el
concepto de liderazgo es un fin en si mismo, una construcción teórica. En el liderazgo
estratégico, los conceptos son sólo instrumentales y por tanto, bastante flexibles. Lo que
interesa son los resultados de las empresas y de las entidades públicas del sector, no la
confirmación de los resultados teóricos. Los modelos, por definición, tienen siempre fallos,
y por eso deben ser solamente referencias y no un fin en si mismo, tal como sucede con
muchas de las propuestas tradicionales.

Este enfoque basado en la teoría y alejado de la realidad se mantiene porque muchas de


las personas que trabajan en este sector saben bien poco del negocio, de la productividad,
de la competitividad, de obtener logros y tienen dificultades para combinar conceptos y
realidad del día a día de las empresas y de las entidades públicas.

2. El Liderazgo Estratégico es Un Concepto Estratégico

Vemos el liderazgo no en abstracto o como un objeto de estudio y de teorización, sino


como un concepto estratégico, como el proceso competitivo más importante de una
empresa.

Siendo este el proceso más importante de una organización, por ser una fuente de
alimentación de todos los demás, entonces, la verdadera búsqueda de diferenciación y de
ventaja competitiva pasa por la diferencia y éxito en los procesos de liderazgo de la
empresa. Las mejores empresas a largo plazo son aquellas que tienen un mejor liderazgo
a lo largo del tiempo. Son aquellas que desarrollan líderes de forma sistematizada.

El concepto de Liderazgo Estratégico se asienta en tres características importantes:


alineación, orientación al liderazgo en sí mismo y estilo o marca de liderazgo.

I)Alineacón entre Estrategia, Organización y Liderazgo

En primer lugar, el Liderazgo Estratégico parte de la alineación entre objetivos estratégicos


de la organización, cultura y lagunas percibidas de la organización y competencias y
sistemas de liderazgo. Estos tres factores tienen que estar totalmente alineados para
alcanzar la máxima eficacia.
Los objetivos estratégicos deben amoldar todo el esfuerzo de desarrollo del liderazgo.

Cuando la estrategia cambia, se modifican también las necesidades de liderazgo. Las


características de la organización, en relación con la cultura existente y con lagunas que
son percibidas por los colaboradores de la organización deben también determinar el tipo
de liderazgo que debe ser desarrollado y ejercido.

II)Los Líderes son importantes, pero el Liderazgo lo es todavia más

En segundo lugar, el Liderazgo Estratégico presta atención previamente al desarrollo del


liderazgo en cada organización y sólo después al desarrollo de líderes en concreto. Su
enfoque principal e inicial son los sistemas de liderazgo de la organización que atraen,
desarrollan y seducen a líderes de todos los niveles de la organización. Este sistema
perdura tras la salida del líder y compensa los errores de la cima de la cadena de decisión.

El desarrollo de líderes es importante, pero solamente dentro de este sistema de desarrollo


de liderazgo congruente. Es muy fácil concentrar nuestra atención en la celebridad, en el
carisma, en el encanto de un líder. Pero eso es insuficiente y a veces, perjudicial.

.
La evidencia de los últimos años y, en particular, el patrón de decisiones que
incrementalmente nos ha llevado a la crisis financiera que emergió durante 2008
(decisiones empresariales muy centradas en la cima de la cadena de decisión y
fuertemente influidas por las recompensas de los CES’s y de los Consejos de
Administración) ha demostrado que el desempeño de las empresas depende menos del
líder de la empresa (de un individuo), y más del liderazgo (de un sistema regulado), en la
empresa y en la sociedad. El mito del líder héroe, o líder celebridad, concentrado en la
imagen, da lugar al concepto del líder auténtico, cuyo principal fin son los resultados de la
empresa, la atracción de talento, la motivación y la gestión de equipos, lo que depende
fuertemente de la construcción de sistemas de liderazgo en las organizaciones.

III)Estilo o Marca de Liderazgo

En tercer lugar, el liderazgo estratégico se concentra en la definición de un estilo o de una


marca de liderazgo propia para cada empresa u organización. Cada empresa u
organización es única y, por eso, deberá tener su propio estilo de liderazgo, tal y como
hemos comentado recientemente. El estilo de liderazgo deberá resultar de la alineación
entre la estrategia de la empresa, las características organizativas (cultura y lagunas
percibidas) y los sistemas de liderazgo.

Recientemente, Dave Ulrich presentó el concepto de “leadership brand” o “marca de


liderazgo”, que es muy similar al concepto de estilo de liderazgo empresarial que estamos
defendiendo. La marca de liderazgo es algo que está alineado con la marca de la empresa
(“brand”), junto con los clientes de ésta. El “brand de liderazgo” existe y ocurre cuando el
conocimiento, las capacidades y los valores de los líderes son aplicados para el desarrollo
de las competencias y los procesos de la organización y también de las decisiones y los
comportamientos de sus colaboradores, los cuales se centran en la propuesta de valor de
la organización para sus clientes y para las expectativas de dichos clientes.
La “marca” de liderazgo es así la extensión de la marca de la empresa junto con sus
clientes. Este concepto tiene la ventaja de cambiar el enfoque del concepto de liderazgo de
dentro de la empresa hacia fuera, donde es más relevante y más afecta a los resultados de
la empresa u organización.
Quadro pág. 12 (da revista)

3. Cómo Desarrollar el Liderazgo Estratégico

La mayor parte de los enfoques de liderazgo están orientados hacia los individuos.
Trabajar el individuo no es lo mismo que trabajar la organización como un todo.

La mayor parte de las acciones de formación enfocadas al individuo y no a la organización


son dinero perdido, a la espera de que además den resultados. En muchos casos, el
individuo debidamente estimulado por la acción de formación sale de la organización, más
tarde o más temprano, porque ésta no acompaña su nuevo estado de espíritu y de
desarrollo.

El desarrollo eficaz del liderazgo debe estar basado en Programas de Desarrollo de


Liderazgo (PDL),debidamente alineados con los objetivos estratégicos a conseguir, en un
adecuado análisis organizacional y en la definición de un estilo o marca de liderazgo
adecuado a la organización. Una vez plasmada esta definición, deberá efectuarse una
evaluación de las personas de la empresa que abarque el PDL, diseñando una vía de
liderazgo que identifique las necesidades de liderazgo de la empresa para el futuro.

El desarrollo del liderazgo debe estar basado en PDI (Planes de Desarrollo Individuales), y
PDE (Planes de Desarrollo de Equipos), formación sistemática, así como en proyectos
concretos de gestión del cambio (aprendizaje activo) y, en ciertos casos, en el “coaching”.
La existencia de aplicaciones informáticas de soporte para el desarrollo del liderazgo en los
portales internos es fundamental en las grandes organizaciones.
4. Ejemplo de Jack Welch en General Electric

General Electric ha acumulado grandes êxitos a lo largo de varias décadas, y por encima de
todo, se ha consolidado como una escuela de líderes, con un sistema de desarrollo de
liderazgo centrado en los clientes y en los resultados. A continuación explicamos cómo
reforzar cada una de estas habilidades:

1. Anticipar
Los líderes estratégicos siempre están vigilantes, fortaleciendo sus habilidades con
anticipación y estando atentos a las señales de cambio que se perciben en su
entorno. Para reforzar esta habilidad debes:

 Hablar con clientes, proveedores y otros asociados para entender los desafíos
que afrontan.
 Llevar a cabo investigaciones de mercado y simulaciones de negocios, con el
fin de entender a los competidores.
 Idear escenarios posibles para imaginar futuras situaciones y prepararse ante
lo inesperado.
 Observar el rápido crecimiento de la competencia y examinar las acciones que
ha tomado

2. Desafiar
Las personas que piensan estratégicamente cuestionan el status quo, desafían sus
propias creencias y las de los demás buscando diferentes puntos de vista. Para
reforzar esta habilidad debes:

 Atrapar información proveniente de personas que no se encuentren


directamente afectados por la decisión.
 Estimular el debate a través de “reuniones seguras”, dónde el diálogo sea
abierto y el conflicto sea bienvenido.
 Elaborar una lista de las creencias que desde hace mucho tiempo caracterizan
un aspecto del negocio.
 Incluir personas negativas en el proceso de decisión, para que saquen los retos
a la superficie

3. Interpretar
Todo líder estratégico más allá de reflexionar sobre lo que ve o escucha, sintetiza
la información que le llega, reconociendo patrones, abriéndose paso por la
ambigüedad y encontrando nuevas ideas. Para reforzar esta habilidad:

 Al analizar datos ambiguos, hacer una lista de al menos tres posibles


explicaciones.
 Ver con lupa los detalles mínimos y desde lejos el cuadro completo
 Buscar información que refute su propia hipótesis
 Completar la observación con análisis cuantitativo
4. Decidir
En tiempos inciertos, los líderes deben tomar decisiones difíciles con información
incompleta. Los pensadores estratégicos insisten en múltiples opciones y no se
quedan bloqueados, teniendo en cuenta las negociaciones implícitas y enfocándose
en los objetivos a largo y corto plazo. Para reforzar esta habilidad debes:

 Reformular opciones binarias, preguntando explícitamente a su equipo ¿Qué


otras opciones tenemos?
 Dividir las grandes decisiones en segmentos a fin de entender las partes que la
componen y tener una mejor visión
 Ajustar sus criterios de decisión enfrentando proyectos de largo plazo VS
proyectos de corto plazo
 Permitir a los demás saber dónde está usted en su proceso de toma de
decisión.
 Determinar quién está involucrado y quién puede influenciar en el éxito de su
decisión.
 Considerar la posibilidad de hacer programas piloto en lugar de grandes
apuestas y establecer compromiso por etapas.

5. Alinear
Los líderes estratégicos deben ser hábiles para encontrar un terreno común y
lograr una comunión entre las personas que tienen diferentes puntos de
vista. Para reforzar esta habilidad debes:

 Utilizar conversaciones estructuradas y sencillas para exponer los asuntos que


han sido malentendidos y generan resistencia.
 Comunicarse a tiempo y con frecuencia
 Acercarse a las personas que presentan resistencia, para poder entender sus
preocupaciones y poder manejarlas
 Reconocer las personas que apoyan el alineamiento del equipo.

6. Aprender
Los líderes estratégicos son el punto focal del proceso de aprendizaje en la
organización, pues ellos promueven la cultura de investigación y buscan aprender
lecciones de los resultados sean exitosos o no. Para reforzar esta habilidad debes:

 Documentar las lecciones aprendidas de las grandes decisiones


 Recompensar a los gerentes que hayan intentado hacer algo admirable pero
que fallen en términos de resultados.
 Llevar a cabo auditorías anuales para descubrir dónde han sido insuficientes las
decisiones
 Generar una cultura en la que es válido el cuestionamiento y en la que los
errores sean vistos como oportunidades de aprendizaje.
 Identificar iniciativas que no estén produciendo lo que se esperaba y examinar
las causas.

Ser un líder estratégico significa identificar nuestras debilidades en cada una de las
seis habilidades y corregirlas a fin de enfrentar los retos que nos surgen en el día a
día.
Los autores hacen hincapié en que el éxito y las oportunidades de la organización
pueden y deben cosecharse en un entorno en el que la incertidumbre y las
amenazas dominan.

“Las grandes fortunas se hacen cuando las balas de


cañón se estrellan contra los fuertes y no cuando los
violines tocan sus melodías en los grandes salones de
baile”
y tu…¿qué otras habilidades consideras que debe tener un líder estratégico en la
actualidad?

Jack Welch, uno de los gestores con mejor reputación a nivel mundial, invertía 1/3 de su
tiempo en actividades de desarrollo de personas, formales e informales. En sus memorias
escribe que dedicaba más tiempo al componente de recursos humanos que al componente
financiero.

5. Es Tiempo de Cambiar su Perspectiva sobre los Factores Competitivos del Siglo XXI

Hoy en día cada vez más el éxito de las empresas y de las organizaciones depende de
líderes capaces de atraer, desarrollar y seducir el talento, esto es, de sistemas de
desarrollo de liderazgo compatibles con la estrategia diferenciadora de las empresas y que
desarrollen las competencias que sus clientes más valoran

¿Qué esperamos de un líder estratégico?


Todo líder estratégico debiera estar compenetrado de su misión y de una actitud de servicio que
propenda al crecimiento de sus seguidores, cuando no es así, podemos hablar de influencia,
podemos hablar inclusive de capacidad de mando, pero no de liderazgo virtuoso.

Este factor que muchas veces en los innumerables escritos sobre liderazgo se suele ignorar,
constituye el abc de la generación de los
modelos mentales apropiados para poder arribar a las diferentes metas dentro de un
mundo complejo.
Aspectos claves en el desarrollo de la
capacidad de guiar del Líder Estratégico:
“Nuestra creencia en la omnipotencia de
la razón es otra forma de irracionalidad”
La estrategia debe ser entendida como el arte de “lidiar con la incertidumbre”, lo cual tiene
mucho sentido, puesto que cada acción que emprendemos en la vida está acompañada de un
cierto grado de azar.

Cuando planificamos asumiendo el futuro como algo cierto, estamos asumiendo que tenemos
control sobre todas y cada una de las variables que lo afectan, lo que es completamente
irracional y utópico. Al aceptar e incorporar la incertidumbre en las decisiones que tomamos y
en los planes que diseñamos, estamos menos expuestos a las consecuencias negativas que el
azar le añade al futuro. Es cierto que no podemos eliminar en un 100% la incertidumbre, pero
por lo menos seremoscapaces de prever mejores escenarios posibles y establecer estrategias
alternas para cada uno. ¡No es pesimismo radical ni optimismo ingenuo, es realismo!.

Esta incorporación de la incertidumbre en la toma de decisiones, demanda modelos mentales


flexibles de pensamiento lateral, capaces de “navegar” en las olas de lo incierto y llegar al
destino final sin naufragar en el intento. El estratega debe, por lo tanto, tener inteligencia
estratégica, entendida ésta, como la capacidad quedesarrolla para evaluar dentro de un proceso
de enriquecimiento, las variables críticas y la previsión de escenarios, con el objetivo de reducir
el grado de incertidumbre. O dicho de otro modo: La estrategia se efectiviza a partir del dominio
del campo, la necesaria actitud inquisitiva, la claridad de la visión que se sostenga, y el ejercicio
del liderazgo, dado que sin liderazgo la estrategia se transforma en un concepto vacío. Su
liderazgo, es lo que permite alinear y entusiasmar al conjunto de sus seguidores, quienes harán
suya la visión y la enriquecerán.

Lo interesante es darnos cuenta que al ser diferente cada líder de otro, en realidad lo que define
los cursos de acción es el estratega y no la estrategia, ya que esta depende de la visión y
características para la acción de quien la define. F:( modelos mentales, ejercicio de la
inteligencia, ideología, cultura).

El líder estratégico debe entonces aprender a “pensar estratégicamente”. Pero, ¿qué significa
pensar estratégicamente? De nuevo: Pensar estratégicamente significa aprender a “leer” el
mundo en el que nos insertamos, aceptar que no existe tal cosa como la certidumbre absoluta
de un hecho futuro y que de hecho, todos los planes que realizamos basándonos en supuestos,
están cargados de nuestra forma de mirar el mundo. Vale decir, de nuestros modelos mentales
e ideología. Aceptar este hecho, e incorporarlo en nuestras decisiones, cuestionando siempre
aquello que creemos cierto, nos dará una visión más real del mundo y nos permitirá establecer
escenarios más probables gracias también a la capacidad de recoger y discernir sobre los
aportes de los colaboradores.

Este cuestionamiento constante o búsqueda del error, nos permite ser nuestro propio crítico y
nos aleja de la posibilidad de confiarnos de haber alcanzado el éxito absoluto, nos permite
además, buscar más allá de la información que poseemos y esto nos posibilitará evitar el
crecimiento del error. Cuestionarnos es lo que nos permite movernos del camino del fracaso al
camino correcto.
Este concepto de cuestionamiento, nos alienta a estar en constante evaluación del entorno,
atentos a cambios en el ambiente y en constante movimiento e interconexión con el exterior
(inteligencia ambiental), recordando que es imposible prescindir del mundo y de las variables
que nos afectan: tecnología, macroeconomía, comportamiento social, mercado, etc. Vale decir
el ejercicio de previsión de los escenarios posibles, y la precisión en la definición de las variables
críticas, ponen al líder en situación de rediseñar cursos de acción, por cierto sin garantías de
éxito.

“ Las decisiones complejas caminan solas”


El mundo es un lugar complejo. Esta es una premisa clave a la hora de aprender a utilizar el
pensamiento crítico. La palabra complejidad se relaciona muchas veces con dificultad, pero
personalmente prefiero separarla de este concepto y acercarla a la noción de la dependencia
con numerosas variables, algunas de las cuales son incontrolables, es decir, la complejidad del
mundo le añade incertidumbre a la predicción de eventos futuros. Nos tenemos o nos
movemos con modelos, sin duda para poder avanzar, pero el modelo recordemos no es la
realidad.

Desde el momento en que tomamos una decisión, que involucra la revisión de variables críticas,
en ella empiezan a actuar factores que pudimos o no tener en cuenta, dado la imperfección
humana, y es sabio siempre tener esto presente, para anticiparnos o prepararnos para
escenarios alternos. Al simplificar el entorno y creer que el futuro es tal y como lo suponemos,
nos negamos a ver la mejor versión de la realidad que nuestra mente nos posibilita y entonces
es como si viviéramos en un universo paralelo e irreal.

De hecho, el problema de la complejidad, se torna crucial cuando el efecto de nuestras


decisiones son de largo plazo o cuando los factores humanos
involucrados son numerosos. Qué decir cuando ambos son parte del trasfondo de nuestra
decisiones. Decimos que las decisiones caminan solas porque una vez tomadas dentro de
marcos complejos, éstas producen efectos que normalmente escapan al modelo que les da
origen. De ello que el enriquecimiento de la perspectiva es vital, y esto tiene mucho que ver con
el estilo de liderazgo y la permanente atención sobre los efectos de carácter sutil.

El tema está, en la capacidad de discernir sobre la información adecuada para la toma de


decisiones, dado que si la misma es la correcta, esto permitirá no sólo evaluar los riesgos, sino
también vislumbrar las oportunidades del futuro. Desde este punto de vista, la capacidad de
conducción está primordialmente ligada a la capacidad de procesar la información adecuada, a
sabiendas que nunca contamos con toda la información necesaria. De hecho es imposible
predecir el futuro a través de un modelo estratégico, matemático, estadístico u organizacional,
sólo podemos trabajar con escenarios posibles, y eso ”posibles”.

No se trata tampoco de restarle mérito a la planificación formal como la conocemos, sino de


agregarle elementos que no pueden ser dejados de lado a fin de hacer del proceso de
formulación estratégica lo más real posible para que de este modo la visión pueda ser
alcanzada.

Estrategas y Líderes
Muchas veces, sostenemos nuestras ideas de estrategia a partir de modelos ya formulados, sin
embargo en nuestra opinión lo verdaderamente relevante es el rol del líder estratégico, dado
que cada líder le da su impronta personal al proyecto o desafío que tiene por delante. Esto es
fácil de darse cuenta, sólo leyendo las distintas formas de conducir y la obtención de resultados
diversos ante desafíos que presenta la misma organización. ¿Por qué? Porqué ubicarse como
estratega significa aprender a pensar como tal. O sea, con firmeza y desarrollo permanente
del espíritu crítico y del conocimiento, dado que los modelos formales de estrategia, están
disponibles bajo ciertas hipótesis que nunca se corresponderán con la realidad concreta. Peor,
cuando alguien pretende liderar estratégicamente imitando el espíritu de un tercero a partir de
una historia personal diferente. Vamos al punto:

Tres preguntas clásicas a las que se enfrenta el líder estratégico:

¿Cómo avanzar?
¿Hacia dónde hacerlo?
¿Cuánto avanzar?
Estas preguntas se encuadran dentro de un problema de solución incierta. (Cuasi estructurado),
dado que no son enumerables todas las variables relevantes y tampoco son finitas las
posibilidades futuras, a más que no se podrá precisar todas las relaciones entre variables.

Lo anterior, no tiene una respuesta de manual, sino que es resultado de la creatividad y dominio
de campo del líder, de ello las condiciones de éste como fundamentales para lograr alcanzar
los objetivos, dentro de realidades cada vez más complejas.

En éste punto volvemos a señalar la relevancia del liderazgo para el despliegue de una
estrategia. ¿Por qué? Porque el líder es quien asume la voluntad política si la viabilidad del
objetivo ya fue evaluada, o la creación de la voluntad y la viabilidad en el horizonte del tiempo
del plan, si hoy éstas no existen.

El liderazgo posibilita que la estrategia sea


correctamente transmitida y asumida por la organización, y de esta forma se asegura que
pueda ser implementada con éxito. Por eso hacemos énfasis en que “la estrategia es el arte del
líder”. Supone una forma imaginativa de formular objetivos y una manera de solucionar las
dificultades que las circunstancias y otros jugadores presenten, para alcanzarlos. Es obvio, que
detrás de los objetivos y metas, o de las tácticas para enfrentar y superar situaciones, el enfoque
central deriva de la cosmovisión que el líder ha generado para sí y para el conjunto. Por cierto
el líder puede y debiera hacer uso de la capacidad estratégica de sus seguidores, pero el único
que puede desarrollarla en la medida que la hace suya, es él.

El es que persuade y orienta los caminos que pueden conducir al objetivo a partir de su
apreciación del funcionamiento de su entorno, de la naturaleza de su organización, dando de
esa forma respuestas a las tres preguntas claves enunciadas. Obvio que el atributo
esencial del líder estratégico, que nutre a su gente, es su humildad, cuando ésta no existe
la soberbia es muy probable lo conduzca al fracaso, dado que cuando ésta no existe hay una
alta probabilidad de perder el necesario enriquecimiento estratégico.

Planificación vs. Futurización


No son conceptos incompatibles, sencillamente tienen una visión diferente del futuro. El primero
es útil cuando tenemos seguridad y control del comportamiento de las variables consideradas
para el diseño de las actividades, mientras que el segundo adopta la complejidad e
incertidumbre del mundo y se atreve a “navegar” en ese entorno,
adaptándose constantemente a los acontecimientos.
Es posible entonces tener una visión a largo plazo, y contemplar planes de acción a corto y
mediano plazo para alcanzar este objetivo, planes que están expuestos a cambios sobre la
marcha cuando el proceso de futurización, dados los eventos que ocurren, demande
modificaciones. No debiéramos caer en el error, de pensar y asumir que la planificación formal
es la llave maestra para la administración, porque en ese caso nos cerramos al mundo y
estamos ciegos a los eventos que puedan modificar nuestro entorno y futuro inmediatos. Sí, es
importante para el líder estratégico dominar el corto plazo y las medidas de detalle necesarios
para transitarlos, sin dejar de tener una visión claro de cómo concretar la visión a la que aspira
en el largo plazo. Esta relación es dialéctica y necesariamente de doble vía!!

Modelo estratégico exitoso


Como dijimos anteriormente, un buen estratega está en la búsqueda constante del error, se
cuestiona para prepararse para eventos adversos, enriquece su “mirada inteligente” de la
realidad, adoptando una conciencia crítica necesaria para dominar las variables relevantes, que
intervienen en cada proceso dada la complejidad del mundo en el que se desenvuelve, conoce
profundamente la organización, su visión y valores, enmarcando todas sus acciones dentro de
estos conceptos y emplea su intuición como elemento decisor en los casos en los que la
información no es concluyente. Todos estos elementos, si bien no aseguran el éxito, posibilitan
una mejor disposición a la hora de formular estrategias.

El rumbo y no los posibles cursos de acción dentro del juego estratégico, partirá siempre de la
evaluación de fuerzas propias y de los riesgos del contexto. (Otros jugadores, cambios
tecnológicos, cambios macroeconómicos, cambios legales, culturales, etc.) . Esa evaluación
define las ventajas necesarias y los cursos de acción que se consideran favorables, y esto exige
estar atento no sólo a los cambios, sino lo más difícill, mantener la coherencia de los
fundamentos de la existencia de la organización o proyecto que se trate: Visión, Misión y
Valores. ¿Por qué?? Porque cuando este alineamiento se pierde, las posibilidades de fracasar
aumentan exponencialmente. ¿Por qué?

Porque no sólo perdemos identidad, sino que corremos el riesgo de perder el rumbo a
contrapelo del significado de los cimientos, con los cuáles venimos construyendo el proyecto.
Cuando ocurre esa situación, significa que el líder ha perdido sus cualidades esenciales. Por
eso la importancia de comprender que no existe un modelo exitoso prefabricado, por el
contrario siempre habrá que crearlo y recrearlo, sin perder el foco que origina
las decisiones fundamentales. Y si cambiamos elfoco? Entonces significa que hemos
cambiado de proyecto. Recomienza la historia y podría significar una decisión trascendental, de
un líder excepcional!!

No obstante, no se nos debiera escapar que la capacidad de guiar en el camino del futuro, es
lo que lo distingue al buen líder del resto. Uno puede ser un eximio violinista, pero no tener la
capacidad de motivar al conjunto de ejecutantes de una orquesta para poder llevarlos a una
perfección continua e “in crecendo”. Esa capacidad, es propia del conocimiento, experticia,
capacidad de motivación y fundamentalmente la pasión que pone el líder para alcanzar lo que
se propone. De esto que se puede decir, que un buen pensador de estrategias, puede no ser
un buen líder, mientras que en el mundo de las organizaciones, todo buen líder es de hecho un
muy buen estratega.

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