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AMBIENTE E INFLUENCIAS PRENATALES

FACTORES BIOLÓGICOS:
Son características propias de la madre y condiciones que generan riesgos
biomédicos y obstétricos.
Edad: Es un tópico muy asociado con el bienestar del feto. Por ejemplo, las
madres adolescentes tienen mayor probabilidad de abortos, nacimientos
prematuros y muertes neonatales, que las madres en sus veinte años.
Datos estadísticos actuales nos señalan que las mujeres mayores de 35 años
corren riesgos progresivamente mayores durante el embarazo, entre ellos,
aborto, complicaciones durante el embarazo y/o parto, mayor posibilidad de
tener gemelos y anormalidades en el desarrollo.

La edad de la madre tiene mucha influencia en todo el proceso reproductivo. Lo


primero, es que la mujer nace con el número de óvulos que va a utilizar durante
toda su vida reproductiva. Al nacer, el ovario tiene 400.000 células primordiales,
con la primera regla (menarquia), se empiezan a producir cambios en esas
células que, eventualmente llevan a la ovulación.
En cada ciclo menstrual se gastan alrededor de 1.000 folículos. Si
consideramos que entre la menarquia y la menopausia ocurren alrededor de
400 ciclos menstruales, a los 45 años se han agotado todos los folículos y
comienza la menopausia.

El óvulo de una mujer de 20 años tiene 20 años de edad, mientras que un


óvulo de una mujer de 40 tiene esa edad, de allí la importancia de la edad
femenina en el proceso reproductivo. En la actualidad muchas mujeres deciden
ser madres después de los 35 años. De hecho, una de cada cinco tiene su
primer hijo después de esta edad. Afortunadamente, la mayoría tiene
embarazos y bebés saludables.

Sin embargo, los estudios demuestran que las mujeres de más de 35 años
están expuestas a algunos riesgos especiales. Por esta razón, es necesario
que las mujeres los conozcan para que puedan evaluar adecuadamente la
conveniencia de un embarazo y determinar cuál es el mejor momento para
lograrlo.

Una mujer de 20 años se embaraza con facilidad, mientras que a una de 40


años le cuesta más lograr una gestación. La fertilidad disminuye
progresivamente con la edad de la mujer, sobre todo a partir de los 35 años y
se vuelve crítica a partir de los 40 años.
Si bien las mujeres de más de 35 años pueden tener más dificultades para
quedar embarazadas, también tienen una mayor probabilidad de tener mellizos.
Esta probabilidad aumenta de forma natural con la edad. Además, es más
probable que las mujeres de más de 35 años se deban someter a un
tratamiento de fertilidad, lo que aumenta sus probabilidades de tener mellizos,
trillizos o más bebés.

Otro problema es que las mujeres de más de 35 años de edad tienen mayores
probabilidades de tener un bebé con algún defecto congénito relacionado con
los cromosomas (las estructuras de las células que contienen los genes).

 A los 25 años, una mujer tiene una probabilidad de aproximadamente 1


en 1,250 de tener un bebé con síndrome de Down.
 A los 30, una probabilidad de 1 en 1,000.
 A los 35, una probabilidad de 1 en 400.
 A los 40, una probabilidad de 1 en 100.
 A los 45, una probabilidad de 1 en 30.
 A los 49, una probabilidad de 1 en 10.

El Colegio de Obstetras y Ginecólogos de los Estados Unidos (American


College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) recomienda a las mujeres
de más de 35 años en el momento del parto realizar una prueba prenatal para
diagnosticar, o con más probabilidades, descartar la existencia de síndrome de
Down y otros problemas cromosómicos.

Entre las pruebas prenatales que se pueden realizar se encuentran la


amniocentesis y la muestra del villus coriónico (CVS). La mayoría de las
mujeres que se realiza estas pruebas recibe la buena noticia de que su bebé
no padece ningún problema cromosómico.

Por otro lado el riesgo de aborto también aumenta con la edad de la mujer. Los
estudios sugieren que aproximadamente el 10 por ciento de los embarazos
reconocidos en las mujeres de entre 20 y 30 años de edad termina en aborto
espontáneo. Esta cifra aumenta aproximadamente al 20 por ciento en el caso
de mujeres de entre 35 y 39 años de edad y aproximadamente al 50 por ciento
entre los 40 y 44 años. El mayor riesgo de aborto espontáneo relacionado con
la edad se debe, al menos en parte, a la mayor incidencia de anomalías
cromosómicas.

También se ha señalado que las mujeres de más de 35 años pueden presentar


con más frecuencia complicaciones durante el embarazo como diabetes
gestacional, placenta previa, parto prematuro, tener un bebé de peso bajo al
nacer (menos 2,5 kg) e hipertensión inducida por el embarazo.

Por último, la salud de las personas se va deteriorando con la edad y suelen


aparecer enfermedades que son pocos frecuentes en una mujer joven. El
embarazo y el nacimiento son situaciones que demandan un cuerpo saludable.
Una mujer en sus 40’ puede tener trastornos tipo diabetes, hipertensión, etc.
que pueden influir en la evolución del embarazo.
Edad del padre

La edad del hombre juega un papel menos importante sobre la gestación


porque la producción espermática tarda 90 días en
completarse desde una célula primordial hasta la formación
del espermatozoide adulto, de tal manera que, un joven de
20 años eyacula espermatozoides que tienen 90 días de
edad, al igual que lo hace un hombre
de 55, 65 ó 75.

La producción de espermatozoides no tiene un límite


definido, como sucede en la mujer después de la
menopausia. La andropausia (menopausia del hombre), no
tiene una fecha precisa de aparición.

Al contrario de lo que ocurre con la mujer después de la menopausia, cuando


ya no ovula, no tiene reglas y no tiene posibilidades de lograr un embarazo, la
producción de espermatozoides puede continuar hasta edades avanzadas de
su vida.

Sin embargo, la producción de espermatozoides y la calidad de los mismos no


es igual a los 20 que a los 50, se señalado que a partir de los 50 años
comienza una disminución en la cantidad de formas normales y en la movilidad
de los espermatozoides.

Si bien un espermatozoide de un individuo de 50 tiene sólo 90 días de edad, se


ha señalado la posibilidad de malformaciones congénitas de padres con edad
superior a los 50-55 años, por el hecho de haber estado expuestos durante
más tiempo a peligros ambientales que puede ocasionar alteración de genes o
cromosomas.

Enfermedades: Las mujeres embarazadas que tienen rubéola, toxoplasmosis,


diabetes, sífilis, gonorrea y algunas otras enfermedades, tienen mayor
probabilidad de dar a luz niños con defectos de nacimiento, incluyendo
deficiencias visuales y auditivas (Algunas de estas se contagian al pasar por el
canal de parto), retraso mental, daño cerebral y retardo en el crecimiento.
Algunas enfermedades son particularmente peligrosas durante el embarazo.
Conviene tenerlas en cuenta, tanto para prevenirlas como para tratarlas y evitar
con ello sus efectos negativos:
 Rubéola
 Toxemia(conocida también como pre-eclampsia)
 Infecciones urinarias
 Hipertensión arterial
 Toxoplasmosis
 Varicela
 Placenta Previa
 Estreptococo grupo B
 Diabetes gestacional
 Cuello del útero incompetente
 Enfermedades de transmisión sexual
Rubéola

Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos,


conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción
que comienza en la cara y se extiende hacia abajo.
Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general,
pero si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no
tuvo la enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede
afectar severamente al bebé.

La mayoría de las mujeres actualmente tienen anticuerpos contra la rubéola, ya


sea por haberla padecido, o por haber recibido la vacuna correspondiente.
En la primera visita, el obstetra chequea mediante un análisis de sangre la
inmunidad a esta enfermedad. En el caso de no ser inmune, es importante
evitar el contacto con personas que tengan rubéola y vacunar a los otros hijos o
niños con los cuales se pueda estar en contacto.
En caso de contraer la enfermedad, se puede realizar un tratamiento con
inmunoglobulinas para reducir los riesgos en el bebé. Después del parto, la
mujer se deberá vacunar para sus próximos embarazos. Las mujeres que han
sido vacunadas no deben quedar embarazadas hasta 3 meses después de
aplicada la vacuna.

Toxemia o pre-eclampsia

La preeclampsia, gestosis gravídica o toxemia, es un cuadro grave de causa no


bien definida que se presenta después de la semana 20, y que se caracteriza
por hipertensión arterial materna, a la que se agregan alteraciones de la
función renal, edemas y aparición de proteínas en la orina.

Es más frecuente en los extremos de la vida reproductiva, o sea, debajo de los


20 y más allá de los 35 años de edad.

También se presenta con mayor incidencia en las mujeres obesas, aunque esto
no es una condición indispensable.

Los síntomas de esta enfermedad son hinchazón de pies, manos y cara, dolor
de cabeza, visión borrosa, mareos, aumento repentino de peso y presión alta.

Por lo general, se detecta en los controles prenatales, por lo cual es muy


importante no saltearlos.

En casos muy severos en que se agregan convulsiones, se denomina


“eclampsia”. Este cuadro pone en riesgo la vida de la madre y del bebé; por lo
tanto, es imprescindible acudir de inmediato al médico en el caso de que se
presenten algunos de los síntomas mencionados. Este cuadro puede evitarse a
través de un estricto control prenatal y del tratamiento adecuado de la
preeclampsia
Infecciones urinarias

Las infecciones del sistema urinario (riñones, vejiga, uréteres y ureta),


frecuentes entre las mujeres, son causadas por bacterias y pueden ocurrir
independientemente del contacto sexual. Sus síntomas son picazón y
necesidad frecuente de orinar, fiebre y dolor en el bajo vientre. Se tratan con
antibióticos y otros medicamentos ya que pueden complicar el embarazo. Es
importante consultar al médico por este problema.
Hipertensión arterial

Durante el embarazo, la presión arterial por encima de la normal puede causar


problemas. Sin embargo, se la puede detectar precozmente ya que en cada
control prenatal se debe medir la presión arterial. Los síntomas posibles son
dolor de cabeza o pies hinchados.

Generalmente, no presenta síntomas, aunque a veces se acompaña de dolor


de cabeza, pies y manos hinchados, situaciones que se deben informar
inmediatamente al obstetra, pues pueden ser muy riesgosas para la madre y el
niño. El obstetra indicará exámenes complementarios para controlar la salud
materna y la del bebé, como ecografías, doppler, y análisis de sangre y orina.

Enfermedades de transmisión sexual

Una mujer infectada puede transmitir la enfermedad a su bebé. Además, la


infección puede causar trastornos en el desarrollo del feto y aumenta el riesgo
de aborto espontáneo. Algunas de ellas son: HPV, Sífilis, Herpes genital, Sida,
Clamydia, Hepatitis B.
Toxoplasmosis

Es una enfermedad que no siempre advierte la mujer. Cuando se contagia


durante el embarazo afecta al feto y aunque es poco frecuente reviste
gravedad.

Se contagia a partir de las heces de los gatos o la carne de cerdo o cordero


infectado. Los casos más graves se manifiestan a través de fiebre, dolor de
garganta y erupciones, hasta problemas serios en las meninges, según dónde
se localiza el parásito (toxoplasma). Sí se localiza en el útero, aumenta el
riesgo de aborto y de parto prematuro.

La forma de prevenirla es evitando el contacto con heces de gato y evitar


comer carne de cerdo o cordero que no esté bien cocida. La mayoría de los
habitantes de las zonas urbanas desarrollan naturalmente defensas contra esta
enfermedad. No obstante, puede detectarse con un análisis de sangre al
comienzo del embarazo.
Varicela

Es una enfermedad provocada por el virus varicela-zoster que pertenece a la


familia de los herpes-virus y tiene la capacidad de producir varicela o herpes-
zoster, cuando ya se ha padecido varicela previamente. Esta es una
enfermedad muy contagiosa, por lo cual el 90% de los adultos la ha padecido
en algún momento y tiene defensas de por vida. El virus se transmite por vía
respiratoria y también por vía sanguínea hacia el feto a través de la placenta.
Se presenta con una erupción en la piel (pequeñas ampollas que pican mucho).

Según el momento de la gestación en que se presente la infección por el virus,


serán los riesgos para el feto o el recién nacido. El cuadro más grave de la
enfermedad ocurre cuando la infección materna por varicela se da entre los 5
días previos al parto y 2 días luego del nacimiento. En estos casos, el bebé
queda expuesto al virus porque no ha tenido tiempo de recibir las defensas
(anticuerpos generados por la madre) antes del parto. Si la enfermedad se
contrae dentro de este tiempo, el bebé deberá recibir gamaglobulina. Si
presentara síntomas de haber desarrollado la enfermedad (fiebre y erupción
característica) se le deberá realizar al bebé un tratamiento para reducir las
posibilidades de complicaciones graves.

Placenta previa

Se denomina “placenta previa” a su implantación en la porción inferior del útero


por delante de la cabeza del bebé. Su frecuencia es relativamente baja y
muchas veces obliga a mayores cuidados durante el embarazo,
fundamentalmente el reposo, sobre todo en casos en que la mamá presenta
sangrado vaginal. Si esto continúa hasta el final de la gestación, se realizará
una cesárea.

Estreptococo grupo B

La infección bacteriana común de estreptococo del grupo B (EGB) raras veces


afecta gravemente a los adultos, pero puede ser mortal para los neonatos.
Entre el 10 y el 30% de las mujeres embarazadas presentan la bacteria del
EGB en la vagina o el recto, pero son muy pocos los bebés nacidos de estas
mujeres que llegan a padecer una infección.

Para prevenir la mayoría de los casos de infecciones tempranas de EGB en


neonatos, se puede realizar una prueba diagnóstica que consiste en un cultivo
vaginal y anal. Si se detecta, se procederá al tratamiento de aquellas
embarazadas infectadas o con riesgo de infectarse, a través de antibióticos
endovenosos durante el trabajo de parto.

Diabetes gestacional

Se denomina “diabetes gestacional” a la que aparece o se diagnostica durante


el embarazo. Generalmente, se presenta alrededor de la semana 20 de
gestación.

Todas las embarazadas deben ser controladas durante las semanas 24 y 28


mediante un análisis de glucosa en sangre. Si existe diabetes gestacional, el
obstetra le recomendará a la embarazada mantener bajo el nivel de azúcar
mediante dieta y actividad física. También, es preciso realizar controles
prenatales más frecuentes.

La diabetes gestacional puede provocar abortos espontáneos, mortalidad


perinatal, alto peso al nacer, parto prematuro, etc. Luego del parto, debe
controlarse el nivel de glucosa para analizar si la mujer continúa con diabetes.

Cuello del útero incompetente

El diagnóstico de incompetencia ístmico-cervical se realiza por el antecedente


de que la embarazada ha perdido un embarazo al cuarto o quinto mes, en
forma repentina sin estar precedido de contracciones. También durante el
embarazo, es posible sospechar un cuello incompetente a través de la
ecografía.

Cuando a una mujer se le diagnostica esta incompetencia cervical, se le indica


una intervención llamada “cerclaje uterino”, que es un procedimiento quirúrgico
que tiene como finalidad reforzar el cuello del útero mediante la colocación de
una sutura, con el fin de impedir su dilatación. Habitualmente, se practica en la
semana 14 de gestación bajo anestesia, y no requiere que la embarazada
quede internada más de algunas horas.

El hecho de que una embarazada tenga realizado un cerclaje no contraindica


en absoluto que pueda tener un parto normal. El cerclaje se saca en el
consultorio, sin anestesia y cuando el bebé se encuentra en término. En el caso
de indicarse una cesárea por otro motivo, el cerclaje puede quitarse
directamente en el quirófano.

Incompatibilidad del tipo de sangre: un problema causado por la interacción


del ambiente prenatal con la herencia es la incompatibilidad del tipo de sangre
entre la madre y el bebé, más comúnmente debida al factor Rh. Cuando la
sangre del bebé contiene esta sustancia proteínica, pero la sangre de la madre
no, los anticuerpos en la sangre de la madre pueden atacar al feto y llegar a
provocar el aborto espontáneo, que el ninño nazca muerto, ictericia, anemia,
defectos cardíacos, retraso mental o, incluso la muerte. Por lo común el bebé
Rh positivo no se ve afectado, pero en cada nuevo embarazo aumenta el
riesgo cada vez más. Ahora se le puede dar a la madre Rh negativa, una
vacuna que, administrada dentro de los tres días previos al parto o del aborto,
puede evitar que en su cuerpo se produzcan anticuerpos. Los bebés ya
afectados por la enfermedad Rh se pueden tratar con repetidas transfusiones
de sangre, algunas veces antes de nacer.
Uno de los primeros y más importantes análisis que debe hacerse la mujer
embarazada es el de sangre. Este análisis básico determina qué tipo de sangre
tiene y cuál es su factor Rh. Y es que el factor Rh desempeñará un papel
importante en la salud del bebé.
El factor Rh es una proteína presente en las células y, de acuerdo con su tipo
de sangre, cada persona tiene proteínas específicas de ese tipo de sangre en
la superficie de los glóbulos rojos. Existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, AB
y O.
A su vez, cada uno de los cuatro grupos sanguíneos se clasifica según la
presencia o no en la superficie de los glóbulos rojos de otra proteína que
determina el factor Rh. Si la persona es portadora de esta proteína, es Rh
positivo; si no es portadora, es Rh negativo.
La mayor parte de la población, un 85%, tiene esa determinada secuencia de
aminoácidos que en lenguaje común es denominada habitualmente Rh+. Hay
muchas combinaciones posibles según sean los Rhs de los progenitores, pero
la sensibilización Rh o la incompatibilidad Rh únicamente puede darse cuando
la madre es factor Rh negativo y el padre Rh positivo.

Madre Rh negativo y padre Rh positivo

De entre todas las combinaciones posibles, el riesgo existe cuando se


combinan el grupo sanguíneo de la mujer Rh- y el del hombre Rh+, aunque no
habría riesgo si el bebé hereda el Rh- de la madre.
Pero cuando una mujer Rh negativo y un hombre Rh positivo conciben un hijo,
existe la posibilidad de que el bebé tenga problemas de salud. Es posible que
el bebé que está formándose dentro de la madre que es Rh negativo tenga
sangre Rh positivo que heredó del padre.
Aproximadamente la mitad de los niños con una madre Rh negativo y un padre
Rh positivo son Rh positivos aunque hay que señalar, antes de explicar los
posibles efectos adversos, que éstos no se darían normalmente en el primer
embarazo sino en los siguientes.
No existe riesgo de incompatibilidad de Rh en el primer embarazo
La madre normalmente no está sensibilizada en el primer embarazo, sino en el
segundo o siguientes; a estos efectos se considera primer embarazo cualquiera
anterior aunque no haya llegado a término.
Esto significa que, por lo general, la incompatibilidad Rh no es un problema
cuando se trata de un primer embarazo ya que, a menos que haya algún tipo
de anormalidad, la sangre del feto no entra en el sistema circulatorio de la
madre durante el embarazo.
Sin embargo, durante el parto, la sangre de la madre y la del bebé pueden
entremezclarse. Si esto sucede, el cuerpo de la madre reconoce la proteína Rh
como una sustancia extraña y comienza a producir anticuerpos (moléculas
proteicas en el sistema inmunológico que reconocen, y luego destruyen, las
sustancias extrañas) para atacar a las proteínas Rh que entran en su sangre.
La mujer Rh negativo embarazada también puede entrar en contacto con la
proteína Rh (algo que podría producir anticuerpos) en las transfusiones de
sangre con Rh positivo, los abortos espontáneos y los embarazos
extrauterinos.
Durante los siguientes embarazos, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al
torrente sanguíneo de la madre a medida que ella lo alimenta a través de la
placenta.
Los anticuerpos Rh no son inofensivos en los siguientes embarazos, ya que si
la madre concibe un bebé Rh+ el organismo de la mujer ahora sí va a
reconocer las proteínas Rh como cuerpos extraños. Entonces sus anticuerpos
pasarán al torrente sanguíneo del bebé para atacar a esas células.
Consecuencias de la incompatibilidad Rh para el feto
Si el organismo de la madre comienza este “ataque” se puede llegar a la
dilatación y ruptura de los glóbulos rojos del bebé. Cuando ocurre esta
afección, que se conoce con el nombre de enfermedad hemolítica o
enfermedad Rh del recién nacido.
Esta enfermedad, cuyo nombre científico es “eritroblastosis fetal”, es un
trastorno sanguíneo por el que, dados los tipos de sangre diferentes, una
madre produce anticuerpos durante el embarazo que atacan los glóbulos rojos
de su propio feto.
El nombre eritroblastosis se debe a la aparición en la sangre circulante de una
cantidad elevada de eritroblastos, que son precursores de los glóbulos rojos,
que han sido liberados a la circulación.
La gravedad de esta condición puede variar ampliamente. En algunos casos, el
bebé no presenta síntomas de la enfermedad; en otros casos puede conducir a
la muerte del bebé antes o poco después de nacer. Este trastorno se puede
tratar en el útero (antes del nacimiento del bebé) por medio de una transfusión
intrauterina.
Cuando el bebé nace, los signos que se pueden presentar como señales de
incompatibilidad de Rh son: agrandamiento del hígado o del bazo, hinchazón
generalizada, ictericia y anemia. Después del nacimiento, dependiendo de la
gravedad de la condición, generalmente es necesario realizar una transfusión
de sangre.
Pronto volveremos sobre la incompatibilidad de Rh y los peligros para el
embarazo, centrándonos en cómo prevenirlos y el tratamiento de la
incompatibilidad con el fin de evitar la enfermedad hemolítica. Sólo nos queda
recordar que no estamos seguras de qué factor Rh tenemos y creemos que
estamos embarazadas es importante comenzar con las consultas prenatales
cuanto antes.

Contaminación y radiación: Dentro de este aspecto encontramos


principalmente sustancias químicas, metales pesados, contaminantes
ambientales y efectos radiactivos. Por ejemplo los herbicidas como la dioxina
se relaciona con una tasa alarmante de abortos, malformaciones y cáncer.
Dentro de los contaminantes industriales, uno de los más nocivos es el PCB,
que produce deficiencias en el desarrollo neonatal. También está el plomo,
metal extremadamente tóxico, que produce bajo peso neonatal, desarrollo
neurológico lento e inteligencia reducida.
Existen numerosos elementos en su entorno que pueden causar efectos
perjudiciales en su embarazo. Aquí le presentamos un breve informe acerca de
los riesgos medioambientales más comunes y la mejor manera de evitarlos.

Exposición al Plomo

Alrededor del año 1978, los gobiernos comenzaron a tomar conciencia de las
consecuencias perjudiciales que producía en la salud la exposición al plomo y
por ello comenzaron a aprobar una serie de leyes tendientes a evitar los
problemas que dicha exposición provocaba en la salud de los ciudadanos. El
plomo puede flotar en el ambiente o presentarse en estado sólido y además
puede encontrarse en varias áreas dentro de nuestros hogares y en el
ambiente que nos rodea. La exposición al plomo puede dar como resultado
serios problemas en la salud de los adultos, los niños y especialmente en la
salud de las mujeres embarazadas y en la de sus bebés.
Consecuencias en la Salud de las Mujeres Embarazadas

El plomo es almacenado en los huesos, siendo en estos donde dicho material


puede acumularse. Durante la etapa del embarazo, los huesos de las mujeres
pierden algunos minerales, lo que muchas veces es representado por la
pérdida de plomo. Si el plomo alcanzara al feto por medio de la placenta,
podría dar lugar a malformaciones congénitas y a insuficiencias neurológicas.
Lo mejor que usted puede hacer para evitar estas consecuencias perjudiciales
es identificar las posibles fuentes de emisión de plomo a fin de eludir el
contacto con las mismas, mandar a analizar dichas fuentes de emisión y
realizarse exámenes médicos para comprobar que la exposición al plomo no ha
causado daños en su salud o en la de su bebé si estuviese embarazada

¿Dónde Puede Encontrar Plomo?

En las zonas aledañas a las viejas carreteras y en las casas más antiguas, el
suelo está por lo general contaminado. Este hecho se da porque la gasolina
utilizada contiene altos niveles de plomo. La contaminación del suelo puede
durar una gran cantidad de años, ya que el plomo no llega a desintegrarse
completamente. Hasta los últimos años de la década de 1970, el plomo era
utilizado en las soldaduras y en las tuberías de los sistemas de agua públicos.
Si usted vive en una casa muy antigua, mantenga abierto el grifo de agua fría
durante unos 30 a 60 segundos a fin de disminuir el nivel de plomo de la misma
antes de consumirla o de utilizarla para cocinar algún alimento. No utilice el
agua caliente para preparar sus propias bebidas o la leche de fórmula para su
bebé. El agua caliente absorbe mayor cantidad de plomo que el agua fría.
Además, si usted vive en una casa o en un departamento antiguo, las paredes
podrían estar revestidas por pintura a base de plomo. Puesto que el polvillo de
su casa puede estar compuesto por cascarillas de pintura o tierra proveniente
del exterior, estos elementos también pueden contener plomo.

Exámenes y Tratamiento para Prevenir las Consecuencias de la exposición al


Plomo
Los doctores podrán realizar un exámen médico del paciente para comprobar
las posibles consecuencias de la exposición al plomo mediante un simple
análisis de sangre. Si los niveles de plomo en la sangre fueran alarmantes,
hable con su médico acerca de la posibilidad de realizar una terapia de
quelación. Sin embargo, si usted estuviera embarazada o tratando de concebir,
es muy importante que no realice este tipo de terapia. Es por ello que para una
mujer embarazada, lo más importante es evitar la exposición al plomo mediante
todas las formas posibles. El plomo es sólo uno de los muchos teratógenos
comprobados y perjudiciales para la salud. Un teratógeno es un agente (tal
como los virus, las drogas y la radiación) que se ha comprobado que causa
malformaciones en el embrión o en el feto

Toxoplasmosis

Una mujer embarazada podrá contraer toxoplasmosis si consume carne mal


cocida o no curada que contenga parásitos o cualquier clase de vegetal
contaminado, así como también leche o agua que contuviera los mismos. Estos
parásitos también se encuentran a menudo en las heces de los gatos
infectados.

Consecuencias Graves

Existe una posibilidad de 1% a 2% de que un feto infectado con toxoplasmosis


muera. Dicha enfermedad traerá aparejados problemas en la vista en un 5% a
un 30% de los casos. Esta enfermedad además podrá traer como
consecuencia que el niño deba enfrentar problemas mentales.

Cómo Prevenir la Toxoplasmosis

Las fuentes contaminadas con toxoplasmosis son un problema sencillo de


evitar. Si usted tiene un gato, pídale a alguien más que se encargue de limpiar
los desechos del gato o proteja sus manos con guantes cuando deba
encargarse de limpiar lo suciedad producida por el mismo. Disminuya al
máximo el contacto con la carne cruda o mal cocida y lave sus manos con
mayor frecuencia. La contaminación presente en el suelo es la responsable de
al menos un 17% de todos los casos de toxoplasmosis siendo ésta el área en
la que la mujer se encuentra más desinformada. Si usted disfruta de la
jardinería, asegúrese de mantenerse protegida de esta infección utilizando
guantes y lavando cuidadosamente sus manos. Se ha comprobado que el
hecho de viajar a países que se encuentren fuera de Europa, los Estados
Unidos o Canadá puede incrementar las posibilidades de contraer
toxoplasmosis. Es por ello que, si está embarazada y desea viajar al exterior,
deberá tomar precauciones extras para estar prevenida y evitar el contacto con
este parásito.

Bañeras de Hidromasaje

Los estudios llevados a cabo a lo largo del tiempo han demostrado que las
mujeres que utilizan bañeras de hidromasaje o Jacuzzis con agua caliente son
dos veces más propensas a sufrir un aborto espontáneo que las mujeres que
no lo hacen. El riesgo es aún mayor si la mujer utiliza un Jacuzzi en las etapas
más tempranas de su embarazo. Se cree que mientras que las personas
adultas pueden resistir las altas temperaturas de las bañeras de hidromasaje
con agua caliente, los fetos no pueden resistirlas.

Radiación

¿Qué Tipos de Radiación Podrán Causarle Problemas a su Feto?


Radiografías. Sucede muy a menudo que una mujer que no sabe que está
esperando un bebé concurre a un hospital para realizarse exámenes
radiodiagnósticos. El peligro de las radiografías depende de la radiación
ionizada, la cual se transforma en un teratógeno dependiendo de la cantidad
emitida. En algunas circunstancias, 5000 es la dosis máxima de radiactivos a la
que puede verse sometida una mujer embarazada, siendo ésta equivalente a la
radiación producida por el entorno y a la que nos vemos expuestos diariamente
en el medioambiente. La mayoría de los exámenes en los cuales se deben
utilizar rayos x emiten dosis de radiación suficientes como para llegar a causar
daños. Es por ello que se deberán tomar serias precauciones para no
exponerse innecesariamente a la radiación si usted estuviera embarazada.
Cualquier clase de célula que pueda dividirse, como por ejemplo un feto, es
muy sensible a la radiación y las consecuencias de la exposición a la misma
pueden dar como resultado malformaciones o riesgo de contraer enfermedades
que se presentarán más adelante tales como la leucemia.

Las Microondas Una microonda, como puede ser el sol, emite radiación no
ionizante y es por ello que se cree que la misma es segura. A pesar de ello,
siempre debemos tomar precauciones con respecto a cualquier clase de
emisión o escape de radiación.

Factores de Riesgo Medioambientales

Altitudes Elevadas. En las altitudes elevadas hay menos suministro de oxígeno.


Esto significa que las personas que están habituadas a vivir en altitudes bajas
ricas en oxígeno con frecuencia se enferman al exponerse a altitudes elevadas.
Los síntomas que indican que la persona está enferma incluyen sensación de
vértigo, debilidad, dolor de cabeza y malestares estomacales. Se recomienda a
las mujeres que no excedan alturas mayores a los 8.000 pies ya que los
efectos de la enfermedad provocada por las altitudes elevadas todavía no
están totalmente determinados. Consulte con un doctor si usted estuviera
planificando viajar a lugares de elevada altitud.
Dicho sea de paso, un viaje en avión podría traer aparejadas complicaciones
para una mujer embarazada, pero no por causa de las elevadas altitudes. Las
cabinas de los aviones están presurizadas para que no haya pérdidas de
oxígeno en el aire que contienen las mismas, es por ello que dentro de las
cabinas no se corren riesgos de sentirse enfermo debido a las elevadas
altitudes. El problema recae en las mujeres que se encuentran casi en el tramo
final del tercer trimestre de su embarazo. Las aerolíneas temen que las mujeres
que estén cerca de la etapa final de su embarazo puedan dar a luz durante un
vuelo. Es por ello que, si usted está en la etapa final de su embarazo, deberá
entregar en la aerolínea una nota expedida por su doctor que le asegure a los
agentes de viaje que usted no dará a luz en las próximas 72 horas.

Alimentos Riesgosos

Algunos alimentos que usted solía disfrutar antes de quedar embarazada ahora
podrían causarle problemas a su bebé. Usted debería informarse más acerca
de cuáles son los alimentos que tendría que evitar mientras está embarazada.
FACTORES RELACIONADOS CON EL ESTILO DE VIDA

Nutrición.
La alimentación durante el embarazo

Hoy en día nadie duda de la importancia que tiene una


alimentación adecuada sobre el curso del embarazo y
sobre el desarrollo del feto. Pero, ¿cómo podemos
saber si se está en "condiciones" para llevar a cabo una
gestación sin problemas nutricionales? Para responder
a esta pregunta, primero tenemos que tener claro
cuáles son las necesidades que hay que satisfacer y,
además, conocer el estado físico de la mujer antes y
durante el embarazo.

Son muchos los errores y mitos que rodean las


recomendaciones alimentarias de la mujer gestante. No
es verdad que se deba "comer por dos", ni siquiera que
sean necesarios suplementos de algunos nutrientes,
que en determinados casos pueden llegar a ser perjudiciales. Por el contrario,
sí es cierto que una mala nutrición de la futura madre puede ocasionar
problemas de prematuridad y mortalidad fetal, y que los estados de obesidad
también pueden resultar peligrosos para la salud del futuro bebé. A lo largo de
estas páginas, hemos desarrollado una serie de puntos en los que explicamos
todas esas cuestiones que toda futura madre debería conocer sobre la
alimentación durante el embarazo.

El buen estado nutricional inicial de la gestante es de


suma importancia para un óptimo desarrollo del
embarazo. Debemos asegurar que el médico
supervisa adecuadamente nuestro estado nutricional.
Es importante conocer los cambios fisiológicos
relacionados con el embarazo, para así poder
adecuar la alimentación a la nueva situación y
conocer las necesidades en macro y micronutrientes,
para que la dieta sea equilibrada y no se produzcan
carencias ni excesos. No debemos dejarnos llevar por
viejas creencias (hay que comer por dos) y debemos
tener especial precaución con ciertas pautas (alcohol, tabaco, ayunos,
vegetarianismo, suplementos dietéticos, hábito de picar entre horas, etc.) que
pueden perjudicar seriamente a nuestro futuro hijo.

Y para que no todo sea teoría incluimos una pequeña Guía Práctica, con tablas
y menús que te ayudarán a establecer tu propia dieta y una página de Enlaces
a otros sitios de Internet donde podrás encontrar mucha más información sobre
la alimentación en este periodo tan especial de tu vida.
La buena alimentación de la embarazada es decisiva en el estado nutricional
del recién nacido. La ingestión de alimentos en la embarazada es la vía de
entrada de los nutrientes al feto, por lo tanto, el estado nutricional adecuado de
la mujer al comienzo y durante el embarazo es el requisito más importante para
que exista un recién nacido, y posteriormente un niño y un adulto saludable.

Cantidades deficientes de macronutrientes y vitaminas en la dieta de la


embarazada pueden incidir en un déficit de peso del bebé al nacer y una mal
preparación física de la mujer para el estrés que representa el parto.

Malnutrición de la embarazada y del feto

La malnutrición del feto en los diversos estadios del


embarazo puede traer como consecuencias, no sólo
secuelas en el desarrollo infantil, sino también una
predisposición a enfermedades crónicas durante la
vida adulta. La hipótesis del origen fetal de las
enfermedades crónicas propone que las alteraciones
de la nutrición fetal y del estado endocrino, llevan a
adaptaciones que cambian permanentemente las
estructuras, la fisiología y el metabolismo, y
predisponen a los individuos a enfermedades
cardiovasculares, metabólicas y endocrinas en la
vida adulta.

Una mala alimentación de la embarazada puede


causar un bajo crecimiento fetal y pérdida de
músculo esquelético en los recién nacidos
delgados. Sin una buena alimentación, el recién nacido tiene alteraciones de
las proporciones corporales, como son circunferencia cefálica mayor y
circunferencia abdominal pequeña en relación con la talla. Una desnutrición en
etapas tardías del embarazo pueden afectar el crecimiento del hígado del bebé
y llevan a la reprogramación del metabolismo hepático, por lo tanto trae como
consecuencia en la regulación del colesterol y la coagulación sanguínea,
alteraciones que resultan características de las enfermedades
cardiovasculares.

La dieta de la mujer en el embarazo está directamente relacionada con el


desarrollo de estos factores de riesgo de enfermedades crónicas de su hijo en
la vida adulta. Por eso es importante que siga las recomendaciones de tu
médico de cuál es la mejor dieta para ti durante el embarazo.
Riesgos de una mala alimentación durante el embarazo

Las dietas o una mala alimentación durante el periodo de gestación


pueden acarrear serias consecuencias para la salud ya sean por defecto
de ciertos nutrientes o por exceso de estos.

Excesos:

• Exceso de hidratos de carbono: Los sobrantes de


hidratos que el organismo no utiliza se transforman en
grasas depositándose en determinadas zonas del cuerpo.

• Exceso de proteínas: Las proteínas que sobran


pueden convertirse en amoníaco y éste en urea, pudiendo
afectar al riñón.

• Exceso de grasas: Las grasas que no se consumen


se almacenan en forma de tejido adiposo.

Faltas:

• Déficit de hidratos de carbono: Si no aportamos al organismo suficientes


hidratos, y le hacen falta, éste los obtendrá de las proteínas de estructuras del
cuerpo, con lo que los músculos pueden llegar a resentirse.

• Déficit de proteínas: Las proteínas forman parte de la estructura de los


tejidos. La ausencia de proteínas en el organismo provocará que no haya
repuesto cuando estas se desgasten. Lo que producirá sensación de
cansancio.

• Déficit de grasas: La primera consecuencia de la falta de grasas es el


agotamiento de reservas de energía. La ausencia total de estas también es
muy perjudicial, pues tienen una función mediadora vital en el organismo:
protegen los órganos, transportan las vitaminas liposolubles, forman
membranas celulares, etc.
NARCOTICOS, SEDANTES.
La mujer debe evitar toda clase de drogas a partir del momento que sabe está
embarazada.

Drogas y etapas de embarazo.

Algunas drogas son dañinas durante todo el embarazo y otras en etapas


específicas.

La formación de órganos
Muchos de los órganos del cuerpo del bebé se forman en las diez primeras
semanas de gestación (dato calculado desde la fecha de la última
menstruación). Durante esta etapa, algunas drogas como el alcohol pueden
causar deformidades en el desarrollo del corazón, las extremidades y las
facciones del feto.

El desarrollo prenatal
El feto comienza a crecer rápidamente después de la décima semana. Ciertas
drogas pueden afectar los órganos que todavía están en desarrollo, como los
ojos y el sistema nervioso.
Complicar el desarrollo normal durante esta etapa repercute en un bebé débil,
pequeño y prematuro, con problemas de salud que implican tratamientos
especiales y hasta la muerte a temprana edad.

El parto
De forma similar, el parto puede complicarse debido a los efectos de las
drogas, presentándose dificultades para la madre y también en la salud del
recién nacido.
El alcohol es una de las drogas más peligrosas para la mujer encinta,
especialmente al principio del embarazo. En el cuerpo de la mujer, el alcohol se
transforma en sustancias dañinas para las células que son absorbidas por el
feto. El alcohol en cantidades abundantes aumenta el riesgo de nacer con
defectos, como el "síndrome alcohólico fetal". Esto implica la formación de un
cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. Beber al final del
embarazo, impide el desarrollo físico del feto.
No se sabe si el beber mucho o poco conlleva a los mismos resultados. El
hecho es que representa un riesgo. Los médicos están de acuerdo en que la
mujer debe abstenerse de tomar alcohol al momento en que decide
embarazarse, o por lo menos al momento de saber que está encinta. La
cerveza y los vinos también deben evitarse.
ALCOHOL Y EMBARAZO

A las mujeres embarazadas se les insiste encarecidamente en que no beban


alcohol durante el embarazo.

Se ha demostrado que tomar alcohol estando embarazada causa daño al


bebé dentro del útero y puede llevar a problemas médicos prolongados en el
niño después del nacimiento.

Información

Cuando una mujer embarazada bebe alcohol, éste viaja por vía sanguínea y
llega a la sangre, los tejidos y los órganos
del bebé. Eso significa que cuando una
madre embarazada se toma un vaso de
vino, su bebé también se toma un vaso
de vino.

Tomar alcohol puede perjudicar el


desarrollo del bebé. El alcohol se
descompone mucho más lentamente en
el cuerpo del bebé que en un adulto; eso
significa que el nivel de alcohol en la sangre del bebé permanece elevado por
más tiempo que en la madre. Esto es muy peligroso y algunas veces puede
llevar a que se produzca un daño de por vida.

Peligros del alcohol durante el embarazo

Tomar mucho alcohol durante el embarazo puede llevar al síndrome de


alcoholismo fetal en el bebé. Este síndrome se refiere a un grupo de defectos
congénitos que se encuentran en niños nacidos de madres que toman
demasiado alcohol. Los síntomas pueden abarcar:

 Problemas de comportamiento y atención


 Anomalías cardíacas
 Cambios en la forma de la cara
 Crecimiento deficiente antes y después del parto
 Problemas con el movimiento y el equilibrio, y tono muscular deficiente
 Problemas con el pensamiento y el habla
 Problemas de aprendizaje

Estos problemas médicos son permanentes y pueden ser desde leves hasta
graves.

Las complicaciones que se observan en el bebé pueden incluir:

 Parálisis cerebral
 Parto prematuro
 Aborto espontáneo o muerte infantil

¿Qué tanto alcohol es peligroso?

No hay ninguna cantidad "segura" conocida de consumo de alcohol durante el


embarazo. El consumo de alcohol parece ser más dañino durante los primeros
tres meses del embarazo; sin embargo, tomar alcohol en cualquier momento
del embarazo puede ser perjudicial.

El alcohol incluye la cerveza, el vino, las bebidas a base de vino (wine coolers)
y las espirituosas.

Un trago se define como:

 12 onzas (340 ml) de cerveza


 5 onzas (140 ml) de vino
 1.5 (40 ml) onzas de licor

La cantidad que se bebe es tan importante como la frecuencia con la cual se


bebe.

 Incluso si usted no bebe con frecuencia, tomar una gran cantidad una
vez es especialmente dañino para el bebé.
 Las borracheras con la bebida (5 o más tragos en una ocasión)
incrementan enormemente el riesgo para un bebé de sufrir daño
relacionado con el alcohol.
 Tomar cantidades moderadas de alcohol estando embarazada puede
llevar a un aborto espontáneo.
 Las bebedoras empedernidas (aquellas que toman más de dos bebidas
alcohólicas al día) están en mayor riesgo de dar a luz a un hijo con
síndrome de alcoholismo fetal.
 Cuanto más beba usted, más aumentará el riesgo de daño para el bebé.

No beba alcohol durante el embarazo

Las mujeres que estén embarazadas o que estén tratando de quedar


embarazadas deben evitar beber cualquier cantidad de alcohol. La única
manera de prevenir el síndrome de alcoholismo fetal es no tomar alcohol
durante el embarazo.

Si usted no sabía que estaba embarazada y tomó alcohol, deje de tomarlo tan
pronto como se entere de su estado. Aunque es improbable que el trago
ocasional que usted se tomó antes de descubrir que estaba embarazada le
vaya a hacer daño a su bebé, cuanto más pronto deje de beber alcohol, más
saludable será su hijo o hija.

Trate de reemplazar las bebidas alcohólicas con sus contrapartes no


alcohólicas: por ejemplo, podría optar por una piña colada sin alcohol en lugar
de la verdadera bebida.

Si usted no puede controlar la bebida, evite comer o beber en compañía de


personas que estén tomando alcohol.

Las mujeres embarazadas que padecen alcoholismo deben vincularse a un


programa de rehabilitación para alcohólicos y deben hacerse examinar
detenidamente por un médico a lo largo del embarazo.

LOS FETOS SUFREN LOS EFECTOS DE LA NICOTINA

El consumo de tabaco durante el embarazo expone al feto a posibles


efectos dañinos de la nicotina que pueden afectar a los resultados
perinatales y a la salud del niño. La nicotina parece afectar el desarrollo
neurológico normal del feto al principio de la vida. Además, se ha
observado que la exposición del feto, dentro del útero, al consumo de
tabaco por parte de la madre podría inducir un síndrome de abstinencia
neonatal a la nicotina.

Referencias

Pichini S, García-Algar O. In utero exposure to smoking and newborn


neurobehavior: how to assess neonatal withdrawal syndrome? Ther Drug Monit.
2006;28:288-90.
El consumo de tabaco durante el embarazo expone al feto a posibles efectos
deletéreos de la nicotina que pueden afectar a los resultados perinatales y a la
salud del niño. Los datos epidemiológicos muestran una gran variación en la
prevalencia del consumo de tabaco durante el embarazo y en países como
España, esta tasa se mantiene alta: 34 %.

La exposición prenatal en el tabaco produce también efectos neurológicos y


trastornos de la conducta después del nacimiento. Se ha hecho servir diversas
escalas de neuroconducta neonatal para valorar el posible síndrome de
abstinencia neonatal a la nicotina, principalmente la escala de Finnegan, que
originalmente se describió para bebés expuestos prenatalmente en opiáceos
como la heroína.

Las conclusiones de diversos estudios sobre la exposición prenatal a la nicotina


son las siguientes:
1. La nicotina parece afectar al desarrollo neurológico normal del feto al
principio de la vida.
2. La exposición del feto dentro del útero al consumo de tabaco por parte de la
madre induce un síndrome de abstinencia neonatal a la nicotina. Clínicamente,
este cuadro comienza temprano y es de corta duración, sin que habitualmente
haya ningún tratamiento farmacológico, los síntomas más frecuentes son
irritabilidad, temblores y trastornos del sueño. Habitualmente se resuelve,
aunque, si la madre es una gran fumadora y da el pecho, la abstinencia puede
reaparecer después de cada toma de leche y, a veces, se puede confundir con
un cólico del lactante.
3. Actualmente, no se dispone de ninguna prueba específica de detección ni de
seguimiento de la abstinencia neonatal a la nicotina.
4. Una estimación más objetiva permitiría identificar a las mujeres que fuman
durante el embarazo y orientar los programas de abandono del consumo
durante la lactancia y la primera infancia.

De hecho, aunque el síndrome de abstinencia neonatal a la nicotina es leve y


breve, puede ser predictivo de una exposición crónica importante no sólo
durante la vida fetal, sino también en la época perinatal y posnatal, con una
influencia negativa sobre el desarrollo neurológico y la salud general en la
infancia y en la vida adulta.
LA COCAÍNA Y LOS ESTIMULANTES (ANFETAMINAS, EXTASY, ETC.)

La cocaína (incluyendo el "crack") y las drogas estimulantes en general,


reducen el apetito de la madre causando la contracción de los vasos
sanguíneos. Esto aumenta los latidos del corazón y la presión arterial y se
perjudica el desarrollo del feto; hay más probabilidades de un parto prematuro
o que la placenta se separe de la pared del útero causando una hemorragia.
Los bebés nacidos de madres adictas sufren de la misma dependencia a la
droga. Los síntomas al nacer son temblores, insomnio, espasmos musculares y
dificultad para mamar.

LA MARIHUANA

Los estudios sobre el consumo de la marihuana por mujeres embarazadas no


aportan datos concluyentes, ya que caso siempre esta droga se usa en
combinación con otras como el tabaco y el alcohol. Se puede asociar a los
casos de bebés bajos de peso y los partos prematuros.
TOMAR HORMONAS DURANTE EL EMBARAZO DUPLICA EL
NÚMERO DE NIÑOS CARDÍACOS

Las mujeres que toman hormonas femeninas cuando están embarazadas


tienen el doble de probabilidades de dar a luz niños con defectos cardíacos,
según el detallado informe que publica está semana el New England Journal of
Medicine, de Boston.

Normalmente este tipo de hormonas las ingieren las mujeres en formal de


píldoras anticonceptivas, antes de saber que están encintas, o como tales
hormonas para evitar abortos naturales u otros problemas.

Según los cálculos del estudio, entre 32.000 y 64.000 mujeres cada año toman
estas hormonas y han dado a luz entre 582 y 1.164 niños con defectos
cardíacos. Los médicos de Boston estudiaron más de 50.000 mujeres que
quedaron encintas entre 1958 y 1965. Entre las que tomaron hormonas durante
los cuatro primeros meses de embarazo se observó un índice de dos nacidos
defectuosos por cien partos
FACTORES PSICO-SOCIALES

Corresponden a las dimensiones relacionadas a la interacción directa de la


mujer con su micro-ambiente, tales como la existencia de eventos vitales, el
grado de distrés emocional que éstos generan, los recursos personales y el
apoyo que le brinda su red social (soporte social).
Más adelante profundizaremos más este último tipo de factor.

A continuación se presenta un modelo integrador bio-psico-social propuesto por


D. R. Rutter y Lyn Quine, quienes han hecho una buena revisión sobre los
mediadores psicosociales y conductuales en los problemas que se suscitan
durante el proceso gestacional.

El modelo plantea que existen ciertas condiciones individuales, sociales y


culturales que son el contexto donde se asientan los eventuales factores de
riesgo para el estado del recién nacido.

El modelo muestra la existencia de una fuerte interrelación entre los diferentes


grupos de factores.

La investigación futura en este campo puede utilizar este modelo como base y
explorar las diferentes relaciones descritas (no sólo en su existencia, sino
también en la fuerza de las asociaciones causales que éstas tengan).

EL ESTRÉS DURANTE EL EMBARAZO

Para introducir este tema, debemos partir diciendo que el estrés puede ser
solamente definido como un fenómeno perceptivo que emerge de la
comparación entre las demandas que el ambiente proyecta sobre la persona y
la habilidad de esta para satisfacerlas. Un desequilibrio en este proceso,
cuando el hacer frente a las demandas es importante, da lugar a la experiencia
y a las manifestaciones psicológicas y fisiológicas del estrés.

La mayoría de las mujeres embarazada experimenta algún estrés durante el


embarazo. Tal vez una cantidad moderada no tenga efectos nocivos sobre el
feto, pero si el estrés es persistente y excesivo es muy posible que si lo tenga.
Cuando la madre está ansiosa, temerosa o molesta bombea adrenalina al
torrente sanguíneo, lo que incrementa la tasa cardíaca, la presión sanguínea, la
respiración y los niveles de azúcar y aleja la sangre de la digestión a los
músculos esqueléticos para preparar al cuerpo para acciones de emergencia;
dejando al cuerpo exhausto e interrumpiendo gravemente su funcionamiento.

Como mencionamos anteriormente, estos cambios físicos también se


presentan en el feto, pues la adrenalina cruza la placenta y llega a la sangre del
feto, el cual se vuelve hiperactivo por el tiempo en que la madre esté estresada.

Según estudios recientes, los niveles elevados de estrés pueden aumentar el


riesgo de parto prematuro, de que el bebé nazca con un peso demasiado bajo
y, posiblemente, de un aborto espontáneo.

Por ejemplo, un estudio de 1995, realizado por el Departamento de Servicios


de salud de California, reveló que en la mayoría de las mujeres embarazadas
no había relación entre el estrés propio del trabajo y un aumento en el riesgo
de aborto espontáneo. Sin embargo, el riesgo de aborto espontáneo se duplicó
o triplicó en el caso de ciertas mujeres que acusaron elevados niveles de estrés
en el trabajo. Entre ellas se encontraban las mayores de 32 años, las
primerizas y las fumadoras.

Otro estudio, realizado por las Universidades de California y kentucky,


demostró que las mujeres que acusaban un mayor estrés a causa de eventos
como el fallecimiento de un pariente, el divorcio, la pérdida del trabajo o las
dificultades económicas, tenían más probabilidades de tener un bebé de peso
bajo. Similares resultados se encontraron en un hospital universitario de
Dinamarca. En el estudio de la Universidad de California, las mujeres que
experimentaron altos niveles de ansiedad relacionados con el embarazo, eran
mucho más proclives a tener un parto prematuro, resultados que se veían
influidos por el nivel socioeconómico de dichas mujeres.

El verdadero efecto del estrés es que incrementa los niveles de unas hormonas
que restringen el flujo de sangre hacia la placenta, privando al feto de oxígeno
y nutrientes.
Aspectos psicológicos del embarazo

La manera como se enfrenta una pareja a la noticia de un embarazo varía


dependiendo si se trata de un embarazo deseado o no, del entorno social y
económico del momento, si cuenta o no con el apoyo de su pareja o familia
cercana, de la edad de la madre y del tipo de sociedad a la cual pertenece.

Durante el embarazo, no solo se producen cambios fisiológicos, bioquímicos o


anatómicos. También en el ámbito psicológico se presentan una serie de
cambios relacionados con el embarazo en sí y con la nueva etapa que le
corresponderá vivir a la mujer una vez que éste haya culminado: su nuevo rol
de madre.

Lógicamente, el nivel de ansiedad y temor es mayor cuando la experiencia de


un embarazo se vive por vez primera. Sin embargo, las preocupaciones acerca
de la salud materna y del bebé siempre estarán presentes, más aún si la madre
ha tenido una experiencia no muy favorable en embarazos anteriores.

Los aspectos psicológicos varían según la etapa del embarazo. Durante el


primer trimestre la mujer en estado de gravidez debe incorporar al feto como
parte integral de su cuerpo. Ya en el segundo trimestre, cuando empieza a
sentir los movimientos fetales, percibe al bebé como una ente separado y como
un ser que necesita de su cuidado. En el tercer trimestre comienza a
visualizarse como madre y a establecer una relación de cuidado con el infante.

En el primer trimestre el diagnóstico de un embarazo deseado es usualmente


acompañado por una sensación de excitación y ansiedad. Un embarazo no
planeado no necesariamente es un embarazo no querido y puede ser
rápidamente aceptado, sin embargo, la pareja necesita tiempo para adaptarse
y procesar sus pensamientos y sentimientos. Este primer trimestre con sus
fatigas periódicas, hipersensibilidad en los senos, aumento de la frecuencia
miccional, náuseas y vómitos, frecuentemente está acompañado de un
aumento en la preocupación de la madre por ella misma y por el crecimiento
del bebé. Mientras por un lado aumenta su necesidad de afecto, por otro
puede declinar su deseo sexual. Temas tales como posibilidades de aborto, la
salud del feto y cambios de roles pueden causar cierta aprehensión en la
madre. Como especialista en el tema puedo decir que al momento de realizar
los primeros estudios de ultrasonografía en la paciente embarazada, surgen
dos preguntas cargadas de cierta dosis de ansiedad: una relacionada con la
determinación del sexo del bebe y la otra con el descarte de probables
malformaciones fetales.
Durante el segundo trimestre la sensación de bienestar aumenta y la
percepción de los movimientos fetales alrededor de las 16-18 semanas
incrementa el sentido de la realidad acerca del embarazo. Es en esta etapa
cuando los padres fantasean acerca de cómo lucirá el bebé y en la madre hay
grandes variaciones en cuanto a su deseo sexual y los cambios que se
generan en su imagen corporal pueden causarle angustia. A partir del segundo
trimestre es frecuente que la madre pregunte acerca de si la evolución del peso
fetal es adecuada.

En la última parte del embarazo (tercer trimestre) se incrementa el temor y la


ansiedad por el parto, así como otros temas relacionados con el dolor, salud
del bebé y su responsabilidad como madre. Son frecuentes los trastornos en el
sueño causados por los movimientos fetales o por la dificultad de conseguir
una posición adecuada para dormir.

Podemos concluir que el apoyo familiar y principalmente de la pareja así como


una óptima comunicación con el médico tratante, serán aspectos determinantes
para desarrollar un adecuado entorno emocional que le permita a la
embarazada sobrellevar y disfrutar una de las etapas de mayor significado en
la vida femenina.

CONCLUSIÓN
En síntesis, podemos decir que el estrés en un grado alto (y relacionado a otros
factores) sí produce efectos nocivos en los bebés, como irritabilidad,
hiperactividad y diversas alteraciones tanto a nivel fisiológico como psicológico
(por ejemplo, retardo mental, deformaciones congénitas).

Lo que proponemos, de acuerdo a los resultados encontrados en nuestra


investigación, es que la psicología evolutiva debería apuntar de sobremanera al
período prenatal, dado que es durante esta crítica etapa cuando se sientan las
bases del desarrollo neurológico y psicológico del ser humano.

Además debe apuntar a fomentar redes de apoyo a embarazadas y a crear


conciencia sobre la relevancia de este período tan crucial. Dentro de este
tópico nosotros queremos proponer una serie de recomendaciones para reducir
el estrés durante el embarazo.

Toda mujer embarazada debe identificar las causas de su estrés, tanto en el


trabajo como en su vida personal, y desarrollar una manera eficaz de lidiar con
ellas y creemos que es deber del psicólogo acompañar a la mujer en esta
etapa tan relevante para cualquier ser humano.

Recomendaciones físicas: Cualquier mujer puede manejar mejor el estrés de


su vida si se encuentra sana y en buen estado físico. Una mujer embarazada
debe asegurarse de consumir una dieta saludable, dormir bien, evitar el
alcohol, los cigarrillos y las drogas y hacer ejercicios regularmente (bajo la
autorización de su médico). El ejercicio ayuda a una mujer embarazada a
mantenerse en buen estado físico, como también a prevenir algunas de las
molestias comunes del embarazo (como los dolores de espalda, la fatiga y el
estreñimiento), y contribuye a aliviar el estrés.

Recomendaciones psico-sociales: Un buen entorno familiar y social también


ayuda a las embarazadas a aliviar su estrés. Los familiares y amigos pueden
proporcionar información, apoyo emocional o ayuda con las tareas del hogar.
Algunos estudios sugieren que tener una buena red de apoyo puede reducir el
riesgo de parto prematuro y de tener un bebé de peso bajo, especialmente en
el caso de mujeres pobres y de alto riesgo.
ENFERMEDADES Y DESÓRDENES

MATERNOS DURANTE EL EMBARAZO

Algunas mujeres gestantes presentan enfermedades que afectan a la salud del


niño:

Rubéola: El niño puede nacer con deformaciones del corazón, sordera, ceguera o
retraso mental, otras enfermedades mentales.

Como la varicela y la hepatitis, son particularmente peligrosos para el feto al


comienzo del embarazo. La toxoplasmosis es una infección que puede ser
provocada por el contacto con los gatos o por la ingestión de carne roja poco
cocinada.

La sífilis por fortuna la placenta tiene una barrera natural contra los organismos
de la sífilis (denominados espiroquetas) hasta después del cuarto o quinto mes de
embarazo en consecuencia, si el tratamiento de la madre sifilítica se comprende a
comienzos del embarazo, puede que el niño no sufra de la enfermedad. De otra
forma, este trastorno puede inducir el aborto, o si el niño sobrevive puede nacer
débil, deformado o mentalmente deficiente. En algunos casos estos síntomas no
son evidentes hasta varios años después.

La toxemia, un desorden de causa desconocida se caracteriza por presión


sanguínea alta, aumento de peso rápido y excesivo, y retención de fluido en los
tejidos. Por fortuna el tratamiento inmediato suele terminar con el peligro. Sin
embargo, si el trastorno sigue su proceso puede conducir a convulsiones y a coma, lo
cual provoca la muerte en cerca del 13% de las madres y en alrededor del 50% de
los neonatos.
Los niños cuyas madres tuvieron una toxemia notoria durante el embarazo corren
un mayor riesgo de tener una inteligencia disminuida.

Enfermedad Rh El término factor Rh se refiere a un factor químico que está


presente en la sangre de casi el 85% de la gente, aunque hay variaciones raciales o
étnicas. En sí mismo, la presencia o ausencia de este factor químico no tiene ningún
efecto sobre la salud de una persona; pero cuando un hombre con un Rh positivo
se casa con una mujer de Rh negativo puede haber a veces consecuencias adversa
para su descendencia. Si el bebé tiene sangre Rh positiva, la sangre de la madre
puede formar anticuerpos contra el factor positivo Rh "extraño". Entonces hay
peligro durante el segundo embarazo, ya que los anticuerpos de la sangre de la
madre atacaran la sangre Rh positiva del neonato. Tal destrucción puede ser
limitada, y da lugar tan solo a una anemia suave, o extensa, y producir parálisis
cerebral, sordera, retraso mental, o incluso la muerte.

Estados y actitudes emocionales maternas. El estado emocional de una


mujer embarazada también puede afectar a las reacciones y desarrollos
fetales. Los cambios emocionales, como el estrés, producen cambios en la química
del cuerpo, pues activan al sistema nervioso autónomo, y hacen que las glándulas
endocrinas viertan ciertas sustancias químicas en el torrente sanguíneo; estos
cambios pueden ser irritantes para el feto. En un estudio se observó que los
movimientos del feto se incrementan en varios cientos por ciento cuando sus
madres pasaban por estrés emocional. Los niños de madres perturbadas e
infelices son más propensos a mostrar pesos bajos al nacer, a ser hiperactivos,
irritables, intranquilos; y a manifestar dificultades como alimentación irregular,
movimiento excesivo de los intestinos, dolores gaseosos, desequilibrios del
sueño, llanto excesivo, y una necesidad anormal de estar en brazos.

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa


SIDA, es un importante problema en el embarazo. Alrededor de una cuarta
parte de las mujeres embarazadas que tienen la infección la transmiten al feto.
Debe instaurarse un tratamiento con AZT (zidovudina) lo antes posible en el
embarazo puesto que reduce en dos tercios la transmisión del virus al feto. Si
está infectado, un recién nacido puede enfermar gravemente con rapidez y por
lo general muere debido a complicaciones del SIDA antes de los dos años. El
embarazo no parece acelerar el avance de la infección por el VIH en la madre.

Anemia: Baja concentración de hemoglobina, lo cual trae complicaciones a la


madre y al feto como mayor riesgo de infección, de sangra miento,
preeclamsia.

Colestasis del embarazo: Es cuando la excreción de la bilis por el hígado se


interrumpe, por lo generalmente se presenta durante el último trimestre del
embarazo, y provoca comezón intensa, especialmente en las manos y los pies,
puede causar complicaciones graves para el feto.

Desprendimiento de placenta: Es la separación de la placenta del sitio de


implantación uterina, antes del nacimiento, esto es una complicación grave ya
puede hacer que el bebé deje de recibir oxígeno y los nutrientes necesarios,
mientras que la madre tiene probabilidades de sufrir una hemorragia y
alteraciones en la coagulación sanguínea que pongan en peligro su vida.

Diabetes Gestacional: Alteración en el metabolismo de los hidratos de


carbono que se detecta por primera vez durante el embarazo. La diabetes
gestacional traduce una insuficiente adaptación a la insulinresistencia que se
produce en la gestante, aumenta el riesgo de diversas complicaciones
obstétricas como son: sufrimiento fetal, macrosomía, muerte intrauterina y
problemas neonatales.

Preeclampsia: Es el aumento de la tensión arterial (presión sanguínea,


hipertensión) junto al de proteínas en la orina (proteinuria), así como edemas
en las extremidades. En casos severos ponen en peligro la vida del feto y de la
madre.
Eclampsia: Es la aparición de convulsiones o coma durante el embarazo en
una mujer después de la vigésima semana de gestación, el parto o en las
primeras horas del puerperio sin tener relación con afecciones neurológicas. Es
el estado más grave de la enfermedad hipertensiva del embarazo. Existe un
riesgo mayor de desprendimiento de placenta y se pueden presentar
complicaciones para el bebé debido al parto prematuro, es un factor de riesgo
para la aparición de epilepsia en la vida adulta de los hijos de madres con ese
trastorno.

Embarazo Ectópico: Es un embarazo anormal que ocurre por fuera del útero
(matriz). El bebé no puede sobrevivir en estos casos.

Embarazo Múltiple: El embarazo múltiple es aquél con dos o más fetos. Las
complicaciones que se pueden derivar de esta condición son parto prematuro,
diabetes gestacional, anemia, aborto, hemorragia postparto, bebés con bajo
peso.

Parto Prematuro: Es el parto antes de las 37 semanas de embarazo, trae


como consecuencia para el bebé enfermedades pulmonares crónicas,
alteraciones en los órganos de los sentidos (ceguera y/o sordera), alteraciones
del sistema nervioso central, incluyendo la parálisis cerebral.

Bibliografía:
http://melany-castellanos.lacoctelera.net/post/2008/07/11/psicologia-esarrollo-prenatal
http://www.inspirulina.com/aspectos-psicologicos-del-embarazo.html

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