Está en la página 1de 3

BODAS DE SANGRE, DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuentevaqueros, España, y


muere el en Viznar, el 19 de agosto de 1936. Es considerado como uno de los
mejores poetas españoles de la historia ante todo el mundo; también reconocido
por su dramaturgia influenciado al movimiento surrealista.

En 1929 viaja a Nueva York y a Cuba. Dos años más tarde funda el grupo teatral
universitario La Barraca. Su objetivo es acercar al pueblo a la costumbre del
teatro. En 1936, comenzando la Guerra Civil, vuelve a Granada, España, donde es
detenido y fusilado por sus ideas liberales.

Lorca emplea rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción


popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo
visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.

Bodas de sangre, escrito en el año de 1933, es una obra de tres actos y siete
cuadros, mezclando la prosa y el verso, cuenta con veintitrés personajes y es
considerada una de las mejores tragedias de la dramaturgia española, si acaso, la
que más se conoce entre sus tantas obras maestras de Lorca.

Esta tragedia trata sobre dos familias que conllevan desgracias, por una parte se
encuentra el Novio y la Madre, quien ha perdido a su padre años atrás por culpa
de la familia de lo Félix.

Madre: Cien años que yo viviera no hablaría de otra cosa. Primero,


tu padre, que me olía a clavel y lo disfruté tres años escasos. Luego,
tu hermano. ¿Y es justo y puede ser que una cosa pequeña como
una pistola o una navaja pueda acabar con un hombre, que es un
toro? No callaría nunca. Pasan los meses y la desesperación me
pica en los ojos y hasta en las puntas del pelo.

Por el otro lado, la Novia tuvo una relación con Leonardo de los Félix en su
adolescencia, y éste sigue enamorado de ella aunque se encuentre casado con su
Prima (Mujer). La Novia vuelve a sentirse enamorada de él cuando se
reencuentran el día de su boda. El Novio y la Novia contraen matrimonio pero ella
decide escaparse con Leonardo y así cumplir su sueño. El Novio los persigue por
el bosque, entonces se encuentran en una lucha, Leonardo y el Novio, muriendo
los dos en la batalla.

Resentida y culpable por la situación la Novia regresa con la Madre del Novio para
pedirle perdón y que le quiten la vida a ella también. Pero la Madre por más que
quiere cobrar venganza y asesinarla, decide no tocarla para nada, queda
completamente despechada y desolada pues su hijo era lo único que le quedaba.

Lorca usa los colores para crear el tono de un poema o escena en un drama. Por
ejemplo el color rojo representa la sangre. El color negro representa la muerte. El
color amarillo es un color vivo, de felicidad. El color azul representa el odio y la
frialdad. Esto lo podemos ver reflejado en las acotaciones de la escenografía
sobre las habitaciones. Casi al final de la obra vemos a la luna que representa la
muerte. La ropa que los personajes es todo negra u otro color muy oscuro. Esto
simboliza la pena que llevan, cada uno por distintos motivos.

Luna:
Ya se acercan.
Unos por la cañada y otros por el río.
Voy a alumbrar las piedras. ¿Qué necesitas?
Mendiga:
Nada.
Luna:
El aire va llegando duro, con doble filo.
Mendiga:
Ilumina el chaleco y aparta los botones,
que después las navajas ya saben el camino.
Luna:
Pero que tarden mucho en morir. Que la sangre
me ponga entre los dedos su delicado silbo.
¡Mira que ya mis valles de ceniza despiertan
en ansia de esta fuente de chorro estremecido!
Mendiga: No dejemos que pasen el arroyo. ¡Silencio!

La obra crea un ambiente habituado en un contexto histórico muy tradicional en


España: la mujer sumisa y que sólo existe para ser esposa y dar hijos, el hombre
que debe darse a respetar y las estrictas reglas ante la sociedad, la lucha de
clases, las herencias y conveniencias. La muerte ante todo se hace presente
durante la obra, el amor y el desamor, las ilusiones, el miedo a la soledad que
representa la madre y los celos del hombre, la venganza que recae en tragedia y
la compasión, el perdón y el abandono que representa la Novia.

Novia: (A la vecina) Déjala; he venido para que me mate y que me


lleven con ellos. (A la madre.) Pero no con las manos; con garfios de
alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis
huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré
loca, pero que me puedan enterrar sin que ningún hombre se haya
mirado en la blancura de mis pechos.

García Lorca hace una tragedia ligera y simple de comprender, a mí me ha


tomado por sorpresa en muchos aspectos; la recomiendo para todo aquel que
quiera adentrarse a las obras de Lorca; siempre utiliza esos simbolismos, esas
vueltas de hojas que le da al trama y uno llega a encariñarse, a odiar a los
personajes, si es tanto su don de palabra, está es sin duda su obra maestra. Es
muy interesante leer esta obra, pues te das cuenta de cómo han cambiado las
situaciones matrimoniales, sin embargo es magnífico que Lorca haya podido
desempeñar esta historia que bien puede entretenerte y bien puede causarte
conflicto y rechazar las decisiones que toman los personajes en esta obra. Sin
duda alguna, el lorquianismo está fundamentado centralmente en esta obra, pues
apenas uno comienza a leer y se sabe que el simbolismo de Lorca está presente.

Daniel Sibaja

También podría gustarte