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Biodiversidad

Generalidades

La biodiversidad o diversidad biológica es el número de especies presentes en una determinada región.


La biodiversidad es dinámica, por lo que varía en el tiempo y el espacio en función de la extinción de las
especies, su variación genética en el tiempo y/o el espacio (procesos de especiación).

Hoy día la biodiversidad no se considera exclusivamente respecto al número de especies si no que


incluye también todos los niveles de organización biológica: desde la genética hasta el paisaje.

Esto implica que a la hora de plantear estrategias de conservación de las especies sea necesario
establecer cuál es el objetivo a realizar: si sólo es conservar el número de especies, el número de
ecosistemas o si se va a incluir el conservar las interacciones entre los individuos de manera que los
ecosistemas se conserven lo más intactos posibles. Aún así, los ecosistemas son procesos vivos en el
tiempo que varían siempre y no son estáticos.

Concepto

Se entiende por el concepto de biodiversidad como la pluralidad de seres vivos, más precisamente
microorganismos, plantas y animales, que interactúan entre sí. Se estima que la variedad de especies
que habitan el planeta tierra supera los treinta millones. Esta enorme cantidad de especies son el
producto de la evolución, donde los seres vivos se relacionan de manera armoniosa con el medio en el
que se encuentra presente.

La biodiversidad adquiere una gran importancia ya que la dependencia de los seres vivos entre sí es
elemental para su subsistencia. La vinculación de los seres vivos no solo es con su hábitat, sino que
también hacia otros individuos de la misma u otras especies. En caso de la desaparición de una especie
en particular pone en riesgo la existencia de muchas otras, incluyendo la nuestra.

Niveles de la biodiversidad

Para mejor estudio de la biodiversidad se han enfocado tres niveles jerárquicos; genes, especies,
ecosistemas. Evidentemente, estos niveles no son excluyentes, por el contrario se compenetran. Los
genes caracterizan las especies, y éstas constituyen una parte esencial de los ecosistemas.

En un mismo contexto conviven las especies que comparten características genéticas; las cuales son
fruto de los cambios evolutivos en proceso de adaptación.

El Ecosistema:

Para definir el ecosistema se toman en cuenta las complicadas interacciones éntre los organismos que
forman una comunidad natural, en especial los flujos de energía y materiales que van de un nivel a otro
en la cadena trófica.

Es el conjunto de elementos abióticos y bióticos que coexisten en un espacio y la relación de


interdependencia que los vincula. La interacción es determinada por la necesidad de nutrición y
transmisión de energía de unos de otros. Al tomar oxígeno del aire y eliminar el dióxido de carbono o
cuando las plantas realizan la fotosíntesis, se ha producido un flujo de energía, y se ha realizado una
interacción entre los elementos bióticos y abióticos del contexto.

Población: en el sentido ecológico, se define como un número de individuos (vegetales o animales) con
características similares, que viven en un área determinada, por tiempo determinado.

Comunidad biológica: se refiere a un grupo de poblaciones que interactúan entre sí y con el medio
ambiente, viven en áreas determinadas.

Elementos del Ecosistema:

Un ecosistema corresponde a un sistema de plantas y animales que interactúan entre sí y con el medio
en el cual habitan.

Los componentes que conforman los ecosistemas se pueden clasificar en:

Productores: primera categoría de seres vivos, catalogados como productores porque no requieren ser
alimentados por otros seres vivos. Pertenecen a este orden, los vegetales clorofilados.

Consumidores: son los animales herbívoros y carnívoros.

Descomponedores: comprenden los hongos y bacterias.

Cadena alimenticia

La cadena alimenticia o cadena trófica señala las relaciones alimenticias entre productores,
consumidores y descomponedores. En otras palabras, la cadena refleja quién se come a quien (un ser
vivo se alimenta del que lo precede en la cadena y, a la vez, es comido por el que lo sigue).

Se trata, en definitiva, de una corriente de energía que comienza con la fotosíntesis y que después se
transfiere de un organismo a otro a través de la nutrición. La cadena alimenticia, por lo tanto, se inicia
con los vegetales fotosintéticos, que tienen la capacidad de crear materia viva a partir de la inerte. Por
eso, se los denomina productores.

Autótrofos es como también se llama a estos citados productores entre los que podremos subrayar que
se encuentran las plantas.

Equilibrio ecológico

El equilibrio ecológico o balance de la naturaleza es una teoría que propone que los sistemas ecológicos
estén en un equilibrio estable (homeostasis), es decir, que un pequeño cambio en algún parámetro en
particular (por ejemplo, el tamaño de una población en particular) será corregida por la
retroalimentación negativa que traerá el nuevo parámetro para traer a su "punto de equilibrio" original
con el resto del sistema. Se puede aplicar en poblaciones dependientes unos de otros, por ejemplo, en
los sistemas depredador/presa, o las relaciones entre los herbívoros y su fuente de alimento. A veces
también se aplica a la relación entre los ecosistemas de la Tierra, la composición de la atmósfera y el
clima del mundo.
Factores que atentan contra la biodiversidad

La destrucción de los hábitats, la extracción insostenible de los recursos naturales, las especies
invasoras, el calentamiento global o la contaminación son algunas de las principales amenazas contra la
biodiversidad. Los consumidores pueden asumir diversas pautas en sus hábitos diarios para salvar el
futuro de la variedad de seres vivos que pueblan la Tierra, incluida la especie humana.

La transformación y destrucción de la tierra y los océanos es la principal amenaza para la disminución de


la biodiversidad. El transporte, las industrias que extraen los recursos naturales, la contaminación, las
represas, la agricultura, la pesca o la silvicultura han propiciado cambios radicales en los hábitats de
todo el planeta.

La sobreexplotación ha acelerado el ritmo de desaparición de especies. La caza y la pesca son las dos
técnicas más antiguas que el ser humano ha utilizado para su supervivencia. Las especies invasoras son
la segunda principal amenaza para la biodiversidad. El número de especies introducidas a nivel global se
ha incrementado en gran medida en las últimas décadas. El aumento de los transportes internacionales
y el turismo, la construcción de infraestructuras que rompen fronteras naturales, el cultivo de especies
acuáticas o el tráfico y abandono de mascotas son algunas de las principales causas.

El cambio climático puede causar de forma directa la pérdida de hábitats y las especies que los pueblan.
El impacto que sufren algunas especies en concreto son una prueba de que el calentamiento global
afecta ya a la pérdida de biodiversidad. En algunas regiones del planeta, el problema puede ser mucho
más grave: el derretimiento del hielo en los casquetes polares puede dejar sin hogar a las especies
únicas que lo habitan, como los osos polares o los pingüinos.

La contaminación por diversos agentes químicos es el otro gran elemento que incide en la desaparición
de especies. La aprobación en los últimos años de legislaciones cada vez más severas y su cumplimiento
ha contribuido a mejorar la calidad del aire y la limpieza del entorno natural.

Estrategias para proteger la biodiversidad

Protección de hábitat.

Prevención de la contaminación.

Controlar especies invasivas.

Manifestaciones Bióticas:

La diversidad biológica en la tierra se expresa, según sus características, en tres categorías humana,
animal y vegetal, entre las cuales existen relaciones directas de interdependencia. Es decir se necesitan
mutuamente.

Por poseer la capacidad de razonar y actuar planificada mente, son los seres humanos los llamados a
garantizar las preservaciones de los animales y los vegetales, ya que dependen de los mismos para su
propia supervivencia.
Administración de los recursos naturales:

El planeta tierra proporciona a los seres humanos una gama de recursos requeridos para vivir:
alimentos, agua, energía, minerales y otros materiales de la naturaleza.

Desde la época de los nómadas, la gran lucha de la humanidad ha girado en torno a cómo asegurar la
alimentación, agua y energía. En la actualidad innumerables amenazas atentan contra la administración
racional de los recursos naturales. Cumbres y congresos celebrados en diferentes puntos del planeta,
intentan dar solución al problema.

Tras cada estudio y evento que se realiza surgen propuestas de soluciones diversas, que van desde la
educación hasta la legislación; los gobiernos de los diferentes países acogen algunas de la propuestas y
crean organismos sociales que asuman los controles, pero en la práctica persiste un creciente deterioro
de todo los niveles del ecosistema.

Es lamentable que pese a que la cantidad de alimentos y recursos que se explota, suficiente para
alimentar a todos los habitantes del planeta, existen personas que no pueden acceder a estos servicios
por falta de recursos económicos.

Sorprende que, siendo la tierra un planeta más acuático que terrestre, y siendo así mismo la cantidad de
agua dulce más que suficiente para satisfacer las necesidades de toda la población humana, millones de
personas en los países en desarrollo no tengan a su alcance el agua apta para el consumo humano.

Se calcula que más de 1,200 millones de personas carecen de agua potable y que cada día mueren más
de 25,000 personas por enfermedades producidas por usar agua infectada. A pesar de su importancia,
el agua es uno los recursos más desaprovechados y peor utilizados de la Tierra. Se desperdicia y
contamina con gran despreocupación.

Indiscutiblemente el deterioro del ecosistema no se debe a que haya más personas que recursos, sino a
la tendencia de las sociedades industrializadas de acumular riquezas mediante la comercialización de
dichos bienes y servicios.

El problema nos aparentemente cuántos recursos se explotan, sino quiénes los retienen y para qué los
usan.
Equilibrio Ecológico:

El consumo adecuado de los recursos naturales garantiza el equilibrio en el ecosistema. En un


ecosistema, las cantidades relativas de la diferentes especies permanecen invariables durante mucho
tiempo; pero si se producen perturbaciones en el ambiente.

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