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1) La formación del supercontinente Rodinia ocurrió entre 1,300 y 900 millones de años atrás a través de la agrupación de cratones. Rodinia existió como un supercontinente unido entre 900 y 800 millones de años atrás. 2) Rodinia comenzó a fragmentarse hace entre 790 y 550 millones de años, separándose completamente los continentes entre 600 y 550 millones de años atrás. 3) Durante la existencia y fragmentación de Rodinia, hubo dos períodos prolongados de extensa glaciación global conocidos como las glaciaciones Sturti
1) La formación del supercontinente Rodinia ocurrió entre 1,300 y 900 millones de años atrás a través de la agrupación de cratones. Rodinia existió como un supercontinente unido entre 900 y 800 millones de años atrás. 2) Rodinia comenzó a fragmentarse hace entre 790 y 550 millones de años, separándose completamente los continentes entre 600 y 550 millones de años atrás. 3) Durante la existencia y fragmentación de Rodinia, hubo dos períodos prolongados de extensa glaciación global conocidos como las glaciaciones Sturti
1) La formación del supercontinente Rodinia ocurrió entre 1,300 y 900 millones de años atrás a través de la agrupación de cratones. Rodinia existió como un supercontinente unido entre 900 y 800 millones de años atrás. 2) Rodinia comenzó a fragmentarse hace entre 790 y 550 millones de años, separándose completamente los continentes entre 600 y 550 millones de años atrás. 3) Durante la existencia y fragmentación de Rodinia, hubo dos períodos prolongados de extensa glaciación global conocidos como las glaciaciones Sturti
La progresiva agrupación de los cratones que configuraron Rodina se realizó a lo
largo de buena parte del Meso proterozoico, aceptándose que la aproximación entre ellos se realizó desde hace 1.300 Ma hasta 1.100 o bien 900 Ma (Li et al, 2008), porque también en las fechas hay desacuerdos. La vida del supercontinente, una vez agregado, se extendió entre 900 y 750 Ma (Li et al 2008) o bien entre 900 y 825 Ma (Evans 2009). La fragmentación tuvo lugar desde 790 a 550 Ma (Li et al 2008), o entre 850 y 600 Ma (Bradley 2011). Todo depende de lo que se valore a la hora de considerar la agregación o fragmentación. Puede aceptarse que la agrupación se produce entre 1.300 y 900 Ma, que la duración debió de extenderse entre 900 y 800 Ma, y que la fragmentación, la separación real de continentes, debió extenderse a lo largo de los 200 Ma que separan esa fecha de los 600 Ma que se suelen considerar para Pannotia. La formación de Rodinia estuvo precedida por 200 Ma de intensa actividad orogénica. Entre 1.300 y 1.100 Ma, incluso más tarde, las colisiones entre cratones que se agrupaban en conjuntos continentales mayores o se desplazaban sobre el océano formaron montañas que se conocen como orógenos de edad Grenville. El más extenso y Rodinia según Evans (2009), “radicalmente revisada” poco después de su ensamblaje y poco antes de su ruptura. a) 1.070 Ma, mostrando los orógenos Grenville (gris oscuro) y los causados por colisiones (gris claro). La figura incorpora a la agrupación los cratones del Sur de China y Tarim, que no se incorporaron hasta 850 Ma. b) 780 Ma mostrando los rift de la ruptura incipiente (rojo). Los marcados con líneas de trazos no tienen una localización precisa. Reproducido de Evans (2009) destacado de estos orógenos es el que les da nombre, que se extiende desde el Este de Canadá, bordeando los Apalaches hasta Tejas y Norte de México. Aflora también al Sur de México en Oaxaca y en el Sur de Escandinavia. Hay interpretaciones diversas para esta cadena. Para unos es el resultado de la unión de Laurentia con Báltica y otras piezas continentales para formar una extensa agrupación continental en tono a Laurentia, más o menos complicada según la configuración que se adopte (Dalziel, 1991,97; Hoffman 1991, Li, 2008), lo que complica también la alineación del orógeno. Para Evans (2009), en cambio, se trata, parcialmente, de una cadena intracratónica, de colisión y, en su mayor parte, de una cadena liminar. Además, hay orógenos de esta edad entre Australia y Antártida Oriental; en África, entre los cratones de Congo y Kalahari y en otros lugares. El resultado de todo esto fue la formación de un gran bloque en el Norte en torno a Laurentia en el que estaban, además, Báltica, probablemente Siberia y Amazonia. Frente a él hay otro conjunto más disperso en que se fueron agrupando poco a poco Australia, Antártida oriental, Congo-SâoFrancisco e India. Como puede apreciarse una configuración parecida a la que podría observarse poco antes de la amalgamación de Pangea. Y es que, posiblemente, la formación de un supercontinente requiere un paso previo que es la agrupación de un gran bloque continental, mientras se va configurando un oponente hasta los momentos previos a la agrupación total. En caso de Pangea, fue Gondwana, configurado en torno a África. En el caso de Rodinia, fue el bloque configurado en torno a Laurentia, aunque no estamos en condiciones de asegurar que fuese tan compacto como lo fue Gondwana. Como Pangea, Rodinia se configuró como un supercontinente extendido a ambos lados del ecuador alcanzando latitudes circumpolares probablemente en los dos hemisferios, aunque algunas configuraciones (Li et al, 2008) lo ubican desplazado hacia el Sur. En torno a él se extendía un océano de extensión planetaria, el Mirovia de McMenamin y McMenamin (1990), disponiéndose bordes de subducción, tanto a Este como al Oeste del supercontinente. Rodinia no era tan compacto como Pangea. Evans (2009) supone un extenso mar interior que evolucionaría hacia una cuenca continental y la mayor parte de las configuraciones suponen mares someros penetrando profundamente tierra adentro. Aunque las montañas de edad Grenville más tempranas debían estar bastante desgastadas cuando Rodinia llega a su máxima agrupación y aún se desgastarían más en los largos millones de años de su permanencia, las cadenas resultantes de las últimas colisiones en situación central y las liminares marginales debían asegurar altitudes considerables, no sólo en cumbres montañosas, sino también en altas plataformas elevadas, al estilo del Tíbet. Como no había vegetación que protegiera las superficies emergidas, la erosión debió ser rápida y eficiente La fragmentación de Rodinia se generaliza alrededor de 750 Ma y la dispersión de la piezas que la formaban se extenderá durante 150 o 200 Ma, hasta la configuración de Pannotia o la consolidación de Gondwana. No obstante, la apertura de rifts, como sucede siempre, había comenzado mucho antes, pero sólo desde esa época la apertura de océanos significativamente extensos entre las piezas que se separaban no adquirió relevancia hasta entonces. Los bordes pasivos a ambos lados de los océanos que se abrían crearon un medio especialmente adecuado para el desarrollo de la actividad biológica y la aparición de fauna nueva en el «Jardín de Edicara» de McMenamin & McMenamin (1990). La descomposición de Rodinia coincide con unas condiciones climáticas excepcionales que han dado lugar a la denominación de un periodo con el nombre de criogénico, o criogeniano, por la extensión y magnitud de la glaciación que se registra en numerosas manifestaciones por todos los continentes. Desde hace 750 Ma de años, cuando empieza a manifestarse claramente la fragmentación de rodinia, se han recogido sedimentos y elementos asociados a la glaciación por todas partes, en latitudes muy bajas y con la evidencia de que las lenguas glaciares llegaban al nivel del mar demostrada por los bloques transportados por los icebergs (ice-rafted). No sólo son ubicuas las huellas glaciares, sino también extendidas en el tiempo, pues las evidencias llegan a 635, incluso a 600 Ma y más recientemente, de manera que no es fácil diferenciar periodos o el ritmo de las glaciaciones. Sobre estas condiciones se han elaborado varias teorías y explicaciones, desde que se trata de glaciaciones de montaña en latitudes bajas, complementadas con inlandsis en las altas latitudes, hasta la existencia de una glaciación global, la teoría de la snowball, planteada por kirschvink (1992) y comentada después por Hoffman (2002). Para explicarla se ha recurrido a toda una gama de ideas entre las que destacan el cambio en el eje de giro de la Tierra, de modo que el área ecuatorial resultaría más fría que los polos (Williams et al, 1998) y la reducción a mínimos del volumen de CO2 en la atmósfera a causa de la alteración de los silicatos (Hoffman 2002). Hoffman (2009) llega a proponer un tercer estado planetario el pan-glacial, más extenso que otros dos, conocidos como icehouse y greenhouse (glaciación e invernadero). Esta cuestión está siendo bastante discutida porque es difícil creer que en un planeta con una enorme extensión oceánica todo el globo llegara a cubrirse de hielo; porque la existencia de altas montañas puede explicar glaciares incluso en condiciones térmicas muy superiores a las actuales y por precisiones acerca de las dataciones y latitudes establecidas para las distintas manifestaciones. Es probable que pudiese haber una extensa glaciación en forma de extensas cubiertas glaciares en zonas sobre-elevadas en las latitudes bajas. La distribución en el tiempo de las dataciones a partir de testigos con mayor coincidencia en fechas, distingue dos largos periodos: la glaciación Sturtiense, que se produjo desde hace 750 Ma hasta menos de 700 Ma, y la glaciación Marinoense cuya máxima intensidad corresponde al periodo 650- 580 Ma. Aunque no hay una clara solución de continuidad entre ellas, como tampoco la hay con la glaciación de Gondwana, la llamada Gaskiers o Edicariense. PANNOTIA (gondwanaland) Siguiendo la tradición de usar el griego, este discutido supercontinente recibe su nombre de las palabras griegas pan=todo y notos= Sur, lo que significa «todo al Sur». Le dio esta denominación Dalziel primero en describir este supercontinente, cuya máxima agrupación sitúa entre 580 y 540 Ma antes del presente y que se forma cuando Báltica, Laurentia y Siberia se agregaron de forma tangencial a Gondwana, (Dalziel 1991, ref. Condie 2005), aunque otros autores retrasan el momento de máxima agrupación a 550 - 530 Ma (Meert & Torsvik, 2003; Li et al,2008). También se le conoce como Gondwanaland. La denominación de Gondwanaland procede de Suess que la tomo de un área de selva de la India habitada por los Gonds, y significa «el país de los Gond». Veevers (2005) dice que para evitar confusiones el término Gondwanaland se reservó para el supercontinente y Gondwana para la formación geológica. Aunque de hecho Gondwana se usa para la agrupación de los continentes meridionales en una gran masa continental. Esta es la forma de enfrentar la cuestión en casi todos los autores. Pannotia apenas se menciona porque son muchos los que ponen en duda su existencia. Al fragmentarse Rodinia, Laurentia, Siberia, Báltica y algún otro cratón iniciaron un desplazamiento sobre el gran océano que rodeaba Rodinia, para dar vuelta al planeta. Mientras, el resto de los continentes se desplazaba hacia el Sur, colisionando unos cratones con otros para formar un gran conjunto atravesado por cadenas de montañas que son el resultado de esas colisiones (orógeno Pan-Africano). Así constituido, Gondwana se desplazó en torno al Polo Sur que atravesó en varias ocasiones, originando glaciaciones causadas por la existencia de una gran masa continental en situación polar: glaciación Gaskiers entre 615 y 550 Ma, coincidiendo con la amalgamación de Pannotia, y glaciación ordoviciense, entre 450 y 420 Ma. Hacia 600 Ma, los continentes del Norte, vinieron a colisionar tangencialmente, con Gondwana, -si es que llegaron a hacerlo- prosiguiendo poco después su camino para rodear el planeta. Los 40 o 50 Ma que duró ese encuentro corresponden al supercontinente llamado Pannotia o Gondwanaland. Quedó en el Sur la gran masa continental de Gondwana, de la cual partieron varias piezas para cerrar el océano Japeto que le separaba de Laurentia, primero Avalonia y luego Armórica, que incluía Iberia. Mientras, en el Norte, Báltica se encontraba con Laurentia y más tarde con Siberia para formar Laurasia, cuya colisión con Gondwana, hace 300 Ma dio lugar a Pangea. PANGEA La agrupación de Pangea tuvo lugar entre 300 y 250 Ma de años antes del presente, desde fines del Carbonífero al principio del Triásico. Primero se cerraron los océanos que separaban Gondwana de Laurentia. Sucedió en dos fases: primero fue la colisión de Avalonia con Laurentia y luego la de una alineación de islas que incluía Iberia, Armórica, lo que hoy es el Macizo central Francés y otras piezas. Esta última se produjo tras la colisión de Báltica con Laurentia, prolongándola hacia el Sur, al modo de un cierre en cremallera. Poco después se producía el encuentro de Siberia y Kazakhstan con Báltica, formando los Urales y quedando configurado el continente llamado Laurasia, opuesto desde el Norte a Gondwana. Ambas masas continentales acabaron encontrándose chocando África, en el Noroeste de Gondwana, con Norteamérica, al Sureste de Laurasia, levantando las cadenas de montañas hercinianas o variscas que se extienden por Europa Occidental, Norteamérica y África. Al iniciarse el periodo secundario, hace 250 Ma, Pangea estaba configurado como una gran masa de tierra extendida de polo a polo que quedaban enlazados por la costa occidental del supercontinente sobre el océano Panthalassa, cuyo fondo era subducido bajo este margen, donde hay que suponer una alineación arcos insulares y/o de relieves como consecuencia de la compresión y el cabalgamiento causados por la subducción. En el centro, en latitudes intertropicales se extendía una sucesión de cadenas montañosas, muy elevadas, que se han compara do al actual Himalaya (Anguita, 1988 ref. Matte 1986) y, seguramente, sectores sobre-elevados al incrustarse una placa bajo otra, como hoy está el Tíbet. Al Norte, la cadena de los Urales destacaba también con elevadas cumbres y, más allá, la extensión de Siberia hasta alcanzar latitudes por encima del Círculo Polar Ártico. Hacia el Sur se repetía el modelo alcanzando el Polo Antártico, aunque con relieves montañosos menos enérgicos por ser más antiguos, resultado de la agrupación de los continentes meridionales durante los 250 Ma precedentes. Hacia el Este, Pangea ser abría en forma de una amplia uve, en cuyo vértice estaba lo que hoy es la Península Ibérica. En ese gran seno se alojaba el Mar Tethys, que hacia el Este separaban del océano Panthalassa algunas grandes islas, como los cratones de China del Norte y China del Sur, mientras que en el Tethys aparecían algunos terrenos separados de Pangea que se dirigían a colisionar con Europa y Asia, dividiendo este mar en un Paleothetys, que iban cerrando al progresar hacia el Norte, y un Neothethys, que quedaba tras ellos. Con notables extensiones continentales en latitudes polares y circumpolares, además de importantes altitudes en la zona intertropical y montañas quizá menos elevadas, pero con altitudes considerables tanto al Norte como al Sur, y al Oeste, las condiciones eran ideales para que se produjese una glaciación que efectivamente se dejó sentir de forma intensa durante el Carbonífero y hasta el final del Pérmico. Varios autores atribuyen la glaciación más que a la elevación de las montañas y a la latitud, a la reducción del carbono atmosférico debida a la meteorización de los silicatos cálcicos, en granitos sobre todo, que habían quedado expuestos (Zalasiewicz,J & Williams, M ,2012) y, especialmente a la exuberante vegetación del carbonífero (Beerling et al., 2003). La glaciación terminó a causa de la aportación de carbono a la atmósfera debida a gigantescas erupciones en Siberia, al final del Pérmico. Todo ello, a lo que pudo añadirse un meteorito, fue demasiado para la biosfera y concluyó con una extinción masiva (Rasskazov, S et al, 2010). La apertura de Rifts para la fragmentación de Pangea comenzó casi al mismo tiempo que su agrupación, aunque la formación de fondo oceánico separando los continentes no se hizo evidente hasta el inicio del jurásico con la apertura del Atlántico, justamente sobre la sutura entre África y Norteamérica. Más tarde se abriría el Atlántico Sur y se irían separando los continentes que formaban Pangea. Iberia, que al formase Pangea había quedado en vértice occidental del Tethys, va a encontrarse de nuevo en el punto más complejo de la apertura del Atlántico entre el rift que la separará de Terranova y el que la alejará de Bretaña, ambos individualizan la placa Ibérica y la empujan al Sur y al Este en un recorrido que de nuevo la situará en un punto crucial de la tectónica reciente.
Link de interés: https://animalderuta.com/2012/04/12/los-supercontinentes-o-
no-todo-es-pangea/
EVOLUCIÓN GEOLÓGICA DE COLOMBIA DESDE EL PRECÁMBRICO.
l. Región del Escudo: el evento tectometamórfico más antiguo detectado en Colombia es el transamazónico datado entre 2200 m.a. y 1800 m.a. Esta tectogénesis se documentó exclusivamente en la región más oriental del país la cual pertenece al borde NW del Cratón Amazónico y está caracterizada por el Complejo migmatítico de Mitú. Luego, en esta misma región, se produjo un importante evento magmático datado entre 1800 m. a. y 1500 m. a. y el cual esta principalmente marcado por el batolito de Parguaza. Una Sedimentación detrítica, frecuentemente correlacionada con la Fm. Roraima se depositó en discordancia sobre el Complejo de Mi tú entre 1850 m.a. y 1500 m.a. pero su relación con el magmatismo parguense no está claramente establecida en varias regiones. La orogenia nickeriense datada entre 1300 m.a. y 1000 m.a. está caracterizada principalmente por grandes fallamiento de rumbo asociado a una intensa milonitización y a un metamorfismo de bajo grado. 2.