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Aprovechando bien el Tiempo:
En cierta ocasión escuche a alguien decir que aquello a lo
que tú le das tu tiempo es a lo que le estas ofreciendo tu
vida. Ahora bien, esta vez ese no es el tema aunque si
hablaremos como aprovecharlo. Al leer en el libro de
Efesios en el capítulo 5 las Escrituras comienzan a darnos
instrucciones acerca de la manera correcta en cómo
debemos de conducirnos al ser creyentes, destaquemos
algunos de ellos: Mirad, pues, cómo andéis avisadamente;
no como necios, mas como sabios; Redimiendo el tiempo,
porque los días son malos. Por tanto, no seáis
imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad del
Señor Efesios 5:15-17 (RV 60)
En el griego original la palabra “redimir” es exagorazo, que
también significa aprovechar, comprar, hacer útil, disfrutar
de algo para un objetivo. La siguiente palabra a analizar es
“tiempo” que se usa en el original la palabra “Kairos” que
se refiere al tiempo de Dios, es decir el momento o tiempo
oportuno, señalado, apropiado o bien “tiempo de calidad”.
Así comenzaremos haciendo un análisis de esta sección
haciéndonos la siguiente pregunta ¿Cómo puede un
creyente redimir el tiempo? Inmediatamente después de
esta expresión el texto nos indica que no hacer, y que
hacer para lograrlo. Encontramos que es necesario ser
entendidos en cual sea la voluntad del Señor. Aprovechar
bien el tiempo es vivir de la manera en que Dios quiere
que vivamos. Al estar relacionado en 2 capítulos que
hablan sobre la correcta conducta del creyente, nos
recuerda el hecho y la necesidad de vivir una vida que
ponga en manifiesto la verdad del evangelio en forma
consistente e irrefutable. Debemos sacar el mayor
provecho a las oportunidades que tenemos.
Cuando decimos redimir el tiempo comprendemos que se
refiere a hacer útil el tiempo apropiado que Dios nos
permite tener. La calidad o efectividad de tu vida no se
mide por los años que puedas vivir en esta tierra, sino mas
bien por las oportunidades que supiste hacer útiles y los
logros alcanzados en esta vida que fueron de acuerdo a la
voluntad de Dios; dicho de otra manera, “Tu calidad de
vida no se mide en proporción al número de años que vives
en esta tierra, sino del impacto positivo que lograste
causar en ella”.
El hecho de reconocer que los días son malos indica que si
es de urgencia el ver como aumenta el mal, es aun más
urgente comenzar a hacer el bien. Al haber sido rescatados
del pecado y recibido de la gracia del Padre tenemos que
recordar que el tiempo, la vida, lo que somos y tenemos le
pertenece, por lo tanto debemos de honrar a Dios en la
manera en como invertimos cada minuto de ese tiempo
que es nuestra vida.
La manera en como destinamos el uso de estos minutos
están vinculados a decisiones que tomamos a diario.
Decisiones en las que tenemos que escoger como
usaremos cada una de las oportunidades que Dios nos ha
dado. Es por esto que no debemos de ser imprudentes e
insensatos en la manera de conducirnos, sino más bien,
entendidos en cual sea la voluntad del Señor para poder
andar en ella.
El mal aumenta y muchas veces es a causa de nosotros,
quienes perdemos terreno al desperdiciar o mal invertir el
tiempo que Dios nos ha permitido administrar. Decía cierto
escritor que “Solo aquellos que están preparados para
morir, han reconocido el verdadero valor de vivir”. Uno de
los beneficios de aprovechar bien el tiempo es que podrás
tener la certidumbre de que has invertido bien tu vida; al
llegar el momento de tu partida no tendrás que
lamentarte por aquello que pudiste haber hecho, sabrás
que has sido diligente y has peleado la buena batalla, no
obstante, por el contrario cargaras con el deseo agobiante
de la inconformidad, frustración y culpa al saber que
pudiste haber actuado mejor y no lo hiciste, sobre todo
llevaras en tu mente el saber que desperdiciaste en gran
manera tu vida.
Al saber que los tiempos son malos y llevar nosotros vidas
efectivas serviremos no solo como retenedores del mal,
sino como exterminadores de este “Lo único que el mal
necesita para vencer, es que los hombres buenos no hagan
nada” pero al aprovechar bien el tiempo y vivir de acuerdo
a la voluntad de Dios tendrás la seguridad de que estas
viviendo para aquello por lo que naciste.
Para reflexionar
¿A que le dedico la mayor parte de “mi tiempo”?
¿De qué manera hago efectiva la calidad de mi vida?
¿Qué impacto está causando mi vida en otras
personas?
¿Cómo es ese impacto?
¿Qué estoy haciendo para impedir que el mal avance?
¿Si muriera ahora, estaría satisfecho al saber que
invertí bien mi vida?
¿Cómo puedo comprometerme más a aprovechar mejor
el tiempo?