Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

Lección 1: La necesidad de avanzar

Versículo clave: 2 Pedro 3:18

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Introducción: La Palabra de Dios compara la vida cristiana con una carrera en la que hay
una meta. En el momento de su salvación cada nuevo creyente entra en esta carrera en la que
la meta es llegar a ser un cristiano maduro espiritualmente. En otras palabras el objetivo es
ser mas como Cristo.

Otra ilustración grafica que la Biblia utiliza para hacernos entender las necesidades de un
nuevo creyente es la de un bebé. Un recién nacido necesita desarrollarse y crecer física,
emocional y mentalmente. De la misma manera un nuevo creyente necesita desarrollarse
espiritualmente.

Cada cristiano debe avanzar dando pasos de crecimiento y madurez. De la misma manera
que no es lógico que un corredor se quede en la línea de salida o que un bebé no crezca; no
es normal que un creyente no muestre cambios progresivos en su vida espiritual. Todo hijo
de Dios debe avanzar hacia la madurez espiritual.

Si la meta es ser maduro espiritualmente; ¿Qué significa ser como Cristo? ¿Qué es un
cristiano espiritual? ¿Cómo se llega a ser maduro?

Un cristiano espiritual es aquel hijo de Dios que lleva una relación madura y creciente con
Su Padre. Hay tres factores que determinan a un cristiano espiritual.

I. Es un hijo de Dios. Nadie puede tener una relación genuina con Dios sin haber
recibido primeramente la vida nueva que Cristo da a los que le reciben.
A. Todo hombre ha nacido muerto en sus delitos y pecados. Efe. 2:1

B. Todo aquel que cree en Cristo recibe libre y gratuitamente nueva vida. Juan
1:12, 3:3-6, 14-16; Col. 2:13

C. Todo aquel que es nacido de nuevo ha sido hecho participante de la naturaleza

divina. Ahora es un hombre creado según Dios y puede agradarle. Tito 3:4-7

II. Es lleno o controlado por el Espíritu Santo.

A. La Biblia nos enseña que el Espíritu Santo viene a morar en cada creyente al
momento de su salvación. Ahí en el creyente efectúa diferentes ministerios
como la enseñanza (Jn. 16:12-15), la dirección (Rom. 8:14), los dones (1 Cor.
12:7), etc.

B. Todos los ministerios que el Espíritu Santo realiza en el creyente, para su

plena manifestación, dependen de la llenura o control del Espíritu Santo.

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C. El ser lleno del Espíritu significa ser controlado por el Espíritu. La clave para
entender esta verdad está en Efesios 5:18. Así como el borracho es controlado
por el alcohol para actuar de una forma que no es natural para él; de la misma
manera el cristiano se somete voluntariamente al Espíritu para actuar de forma
contraria a su antigua vida.

III. Ha madurado con el tiempo. La madurez cristiana es el crecimiento que el

Espíritu Santo produce durante un periodo de tiempo en el creyente.
A. Si la persona espiritual juzga o examina o discierne todas las cosas (1 Cor.
2:15), ello requiere tiempo para obtener conocimiento y adquirir experiencia
para juzgar todas las cosas.

B. No podemos esperar que un nuevo creyente sea espiritual porque no ha tenido

tiempo para crecer.

C. Un cristiano de tiempo puede no ser espiritual porque no ha dejado que el

Espíritu Santo le controle para así crecer. Heb. 5:11-12

En conclusión: El Cristiano maduro es aquel creyente salvo por la gracia de Dios que a
través del tiempo ha aprendido a ceder el control de su vida al Espíritu Santo. Es un creyente
que goza de una relación personal, genuina, creciente y madura con Su Señor y Salvador.

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Lección 2: Definiendo la meta

Versículo clave: Efe. 4:13

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Introducción: La espiritualidad es más fácil de describir que de definir. La meta es ser más
como Cristo. Que como creyente pueda reflejar a Cristo en cada área de mi vida.

I. La meta es reflejar a Cristo en mi vida personal.

A. En mi carácter. La persona espiritual manifestará a Cristo en su carácter y
sus acciones.
1. Evidenciando el fruto del Espíritu en su carácter. El fruto del Espíritu es
una descripción clara del carácter de Cristo. Gal. 5:22-23
2. Imitando a Cristo en sus acciones. Imitará Su compasión (Mat. 9:36); Su
amor por la gente (Mar. 10:21); Su servicio (Juan 6); etc.

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B. En mi conocimiento (Luc. 2:40). El creyente espiritual, al pasar el tiempo,

domina un mayor conocimiento bíblico y de la doctrina.
1. Pablo esperaba que los corintios, después de 4 o 5 años de experiencia en
la vida cristiana, entendieran el alimento sólido de la Palabra de Dios. (1
Cor. 3:1-7.)
2. El autor a los Hebreos no podía seguir avanzando en su enseñanza puesto
que no habían dejado los rudimentos de la salvación. Heb.5:11-14
C. En mis actitudes. El cristiano espiritual por lo menos muestra dos actitudes
esenciales en su vida.
1. Agradecimiento en todo. Efe. 5:20
2. Promueve la unidad en la iglesia. 1 Cor. 3:3; Ef. 4:3
D. En mi conducta. La espiritualidad también se demuestra en el individuo por
una conducta apropiada que es resultado del uso correcto, juicioso y maduro
del conocimiento de la Palabra de Dios. En otras palabras es sabio. (2 Tim.
2:15; Heb. 5:13-14)

II. La meta es reflejar a Cristo en mi vida familiar.

A. La sumisión es la base bíblica para una verdadera espiritualidad en el
hogar. La sumisión bíblica es colocarse en el lugar que le corresponde.
“colocarse bajo de” De ningún modo la sumisión significa que uno es menos
que el otro; sino que cada uno toma el papel que Dios le ha dado. (Efe. 5:18-
6:4)
B. El cristiano espiritual se somete cumpliendo con la responsabilidad que le
corresponde.
1. El esposo se somete dirigiendo, cuidando, sustentando y amando a su
esposa.
2. La esposa se somete sujetándose a la dirección de su marido y
respetándolo.
3. Los hijos se someten aceptando la autoridad de sus padres y honrándolos.

III. La meta es reflejar a Cristo en mi iglesia local.

A. Contribuyendo a la unidad de la iglesia.
B. Sirviendo en la iglesia mediante el ejercicio de sus dones espirituales. (1 Cor.
12:25)
C. Estimulando al amor y a las buenas obras. (Heb. 10:24)
D. Congregándose fielmente y exhortando en amor a otros. (Heb.10:25)

IV. La meta es reflejar a Cristo en la sociedad.

A. Siendo luz y sal. (Mat. 5:13-15)
B. Sometiéndonos a nuestras autoridades. (Rom. 13:1-6)
C. Sirviendo respetuosos y responsables en el trabajo, escuela, etc. (Efe. 6:5-9)
D. Haciendo buenas obras. 1 Pedro 2:12

En concusión: La meta es ser más como Cristo. Sin importar el lugar en el que estemos
nuestro deber es reflejarlo para que Él sea glorificado.

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Lección 3: Pasos seguros

Versículo clave: 1 Juan 5:13

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Introducción: La voluntad de Dios es que cada hijo Suyo llegue a ser un cristiano espiritual,
no un cristiano perfecto y sin errores. Ya hablamos de lo que es un cristiano espiritual y sobre
sus características. Esta debe ser la meta de cada creyente. Por esto, ahora hablaremos de los
pasos bíblicos por los cuales podemos llegar a ser cristianos maduros, cristianos espirituales.

Un creyente que continúa batallando con dudas sobre su seguridad de salvación no podrá
crecer ni desarrollarse sanamente. Será inconstante en su caminar con Dios, será vulnerable
a los desánimos y estará propenso a muchas caídas. La Biblia nos muestra tres razones por
las que un cristiano puede estar seguro de que es salvo para siempre.

I. Nuestra seguridad está basada en la obra de Cristo.

A. Cristo ha satisfecho las justas demandas de Dios y así ha apartado la ira de
Dios sobre el hombre. Esta es la verdad de la propiciación. La santidad y
justicia de Dios demanda un pago por pecar contra Él. El pago es sufrir toda
Su ira separados de Él. Cristo, al morir en la cruz, ya sufrió toda esa ira y la
separación del Padre. Así ha cubierto todas las demandas de Dios a favor de
todo aquel que cree en El. De esta manera cuando Dios ve a un hombre que
ha creído en Cristo, ya no ve su pecado sino que ve la sangre de Cristo en
nosotros. (Rom. 3:25; Heb. 2:17, 9:5; 1Jn. 2:2, 4:10)

B. Cristo ha expiado nuestros pecados. Expiación quiere decir “pagar o reparar

un daño”. Cristo con Su sangre ha efectuado el pago que nos tocaba pagar y
así ha cubierto nuestra deuda y ha reparado la ofensa que causamos a la
santidad de Dios con nuestro pecado. (Rom.5:8, 8:32, Gal. 2:20; Heb.2:9)

C. Cristo ha reconciliado al hombre con Dios. Al satisfacer la ira de Dios, Cristo

la hace a un lado y pasa al hombre de un estado de enemistad a amistad con
Dios. (Rom. 5:1; Col. 1:19-20)

D. Cristo ha redimido al hombre del pecado. La redención en los tiempos

bíblicos era comprar a un esclavo para darle libertad. Cristo con Su sangre nos
ha comprado de la esclavitud del pecado para darnos libertad. Aquel que ha
creído en Cristo ya no es más un esclavo; ahora pertenece a Cristo quien lo
compró con Su sangre. (Hch. 20:28;1Cor. 6:19-20; Gal. 3:13; 4:5; 2 Ped. 2:1)
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E. Cristo ha vencido la muerte. La resurrección de Cristo debe darnos paz y

seguridad. (1 Ped. 1:3)

II. Nuestra seguridad está basada en la Palabra de Dios.

A. Dios ha prometido salvar al hombre por gracia. Gracia es un favor inmerecido.
(Ef. 2:8-9)
B. Dios ha prometido guardar con Su poder al que ha creído en Cristo. (Rom.
8:33-39;1Ped. 1:5)
C. Dios ha prometido hacer Su hijo a todo aquel que cree en Cristo. La Biblia
dice que, por derecho, el que cree en Cristo es llamado hijo de Dios. (Juan
1:12; Efe. 1:5)
D. Dios no es hombre para que mienta o se arrepienta. (Rom. 10:13; Heb. 6:17-
20)

III. Nuestra seguridad está basada en la obra del Espíritu Santo.

A. Somos sellados con el Espíritu Santo. Todo el que ha creído ha sido sellado
con el Espíritu Santo. (Efe.1:13-14) Un sello es una marca de propiedad.

B. Somos bautizados por el Espíritu. Todo el que cree en Cristo ha sido

bautizado en Cristo por el Espíritu Santo. Recuerda que la palabra bautismo
significa sumergir. Al momento de ser salvo el Espíritu Santo coloca a
creyente en Cristo de tal manera que cuando Cristo murió y resucitó nosotros
lo hicimos juntamente con El. (Rom. 6:1-6)

C. El Espíritu viene a morar en el creyente al momento de la salvación. Es aquí

donde el Espíritu Santo realiza diferentes ministerios en el creyente. (Rom.
8:9; 1Cor. 3:16, 6:15-20)

En conclusión: Al momento de creer en Cristo, aunque el creyente no se dé cuenta o no lo

sienta, Dios realiza grandes obrasen él. Cada una de estas maravillosas obras son
irreversibles. No hay nadie ni nada que pueda dar marcha atrás. La seguridad de la salvación
radica en aceptar por fe todo lo que Cristo ha hecho por ti en la salvación. Cada vez que
tengas dudas o inquietudes recuerda todo lo que Cristo ya hizo por ti y acéptalo por fe.

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Lección 4: Pasos en comunión

Versículo clave: 1 Cor. 1:9

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Introducción: Hoy estudiaremos los medios por los que un creyente puede y debe tener
comunión con Dios. Digo puede porque la Biblia nos enseña que Cristo nos ha abierto camino
para ir al Padre. Con Su sacrificio, Cristo ha reconciliado al hombre con Dios. Y digo “debe”
porque el hombre necesita tener comunión con Dios. Recuerda que Dios creó al hombre para
tener comunión con él. Él no nos necesita; pero nosotros sí lo necesitamos. Por lo tanto la
comunión con Dios es la razón de nuestra existencia. Para que un cristiano pueda madurar y
crecer necesita el crecimiento que sólo Dios da por medio de experimentar una cercana
comunión con Él. En nuestro estudio trataremos de responder la siguiente pregunta de forma
bíblica. ¿Cómo puedo tener comunión con Dios?

I. Por medio de leer Su Palabra. Cada vez que leemos, memorizamos o

recordamos Su Palabra Dios está hablando.
A. Recuerda que la Biblia es Su Palabra y no debe haber ninguna duda.
1. Pablo nos enseña que toda la Escritura es inspirada por Dios (2Tim. 3:16).
Esto quiere decir que toda la Escritura procede de Dios; por lo tanto Él es
el autor material.
2. El apóstol Pedro declaró que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo (2Ped. 1:21). Esto quiere decir que los
autores humanos fueron movidos por el Espíritu Santo a escribir lo que
estaba en la mente y el corazón de Dios revelar. Por lo tanto Dios es el
autor de las Escrituras.
B. Recuerda que la Biblia es el medio más seguro por el cual Dios habla al
hombre (2Ped. 1:19).
C. Recuerda que por medio de Su Palabra, Dios, suple las necesidades
espirituales de Sus hijos.
1. La Biblia es el alimento espiritual que necesitan nuestras almas. (Job
23:12; Sal. 19:10; Heb. 5:12-14; 1Ped. 2:2-3)
2. La Biblia provee dirección y guía. (Sal. 19:7-8; 119:98, 105; Jn. 8:32)
3. La Biblia purifica al creyente. (Sal. 19:7, 119:9)
4. La Biblia provee firmeza. (Sal. 1:1-3)
5. Es un arma contra Satanás. (Efe. 6:17; Heb. 4:12)

II. Por medio de la oración personal.

A. Orar es hablar con Dios. Si Dios nos habla por medio de la Biblia; por medio
de la oración nosotros hablamos con Él. Para tener una genuina comunión con
Dios necesitamos aprender a orar. Debemos entender que la oración implica
más que simplemente pedirle algo a Dios.
1. Implica derramar el corazón y el alma. (Lam. 3:41; 1Sam. 1:15)
2. Implica invocar el nombre del Señor. (Gen. 12:8; Sal. 116:4; Hch. 22:16)
3. Implica clamar a Dios. (Sal. 27:7; 34:6)
4. Implica implorar a Dios. (Ex. 32:11)
5. Implica rogar a Dios. (Job 8:5; Jer. 36:7)
B. La oración es un deber para cada cristiano. (Isa. 55:6; Mat. 7:7; Luc. 18:1;
Fil. 4:6; 1Tes. 5:17)
C. La Biblia establece la manera de orar.
1. En secreto. (Mat. 6:5-6)
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2. En confesión. (1Jn. 1:9)

3. Sin vanas repeticiones. (Mat. 6:7)
4. Con fe. (Heb. 11:6; Stg. 1:6)
5. Confiando en los méritos de Cristo. (Efe. 2:18; Heb. 10:19-22)
6. En el nombre de Cristo. (Jn. 14:14; 15:16; 16:23-24)
7. Con acciones de gracias. (1Tes. 1:2; 5:18)
8. Con adoración. (Mat. 6:9)
D. La oración puede ser estorbada.
1. Por el pecado personal. (Sal. 66:18)
2. Por no perdonar. (Mar. 11:25-26)
3. Por malas relaciones familiares. (1Ped. 3:7)
4. Por indiferencia hacia la Biblia. (Pro. 28:9)
5. Por el egoísmo. (Stg. 4:3)

III. Por medio de la adoración privada. Un aspecto sumamente importante y a la vez

descuidado, en la vida cristiana, es la adoración privada. Alguien dijo: “Nuestra
adoración pública debe ser el reflejo de nuestra adoración privada.
A. Cantando. (Sal. 29:1-2; 33:1; 96:1-6; 98:1
B. Orando. (Mat. 6:5-6)
C. Dando gracias Dios. (Sal. 26:6-7; 100:4)
D. Ofrendando. (1Cro. 29:9-18)

IV. Por medio de la iglesia local.

A. La iglesia local es la reunión de los creyentes en Cristo en un lugar específico.
La palabra iglesia viene del griego; “ekklesía” y quiere decir asamblea o
congregación. En 92 veces que aparece la palabra “iglesia” en el Nuevo
Testamento se refiere claramente a una congregación local de creyentes
bautizados.
B. La iglesia es la familia de Dios. Todo creyente en Cristo ha pasado a formar
parte de la familia de Dios. Toda familia necesita comunión y compañerismo.
El hermano que acaba de nacer necesita el ambiente y las atenciones de “la
familia de la fe”. (Gal. 6:10) Todo miembro de la familia de Dios (Efe. 2:19)
necesita comprender que ahora tiene por Padre a Dios mismo (2Cor. 6:18) y
por hermano mayor a Cristo Jesús, y que debe sostener una relación de
“hermano amado” con todo creyente (Filemón 16).
C. Cada vez que la iglesia local se reúne para escuchar Su Palabra, se acerca a
la presencia de Dios. (Heb. 12:18-25)
D. Cada vez que la iglesia local se reúne para practicar las ordenanzas, se acerca
a Dios.
1. El bautismo. (Mat. 28:19-20)
2. La cena del Señor. (1 Cor. 10:16-17)
E. Cada vez que la iglesia local se reúne para adorar, se acerca a Dios. (Sal.
86:9)
F. Cada vez que la iglesia local se reúne para orar, se acerca a Dios. (Hch. 1:12;
2:1; 2:42)
G. Cada vez que la iglesia local se reúne para la mutua edificación, se acerca a
Dios. (Heb. 10:19-25)
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En conclusión: Dios busca tener comunión con Sus hijos; por lo que ha dejado distintos
medios de acercarnos a Él. La Biblia es el medio por el cual podemos escuchar Su voz. La
oración es el puente que nos permite llevar nuestras palabras a Su presencia. La adoración
privada y pública nos permite acercarnos para exaltarlo por Sus atributos y Sus obras. Cuando
nos reunimos con la Iglesia Local nos acercamos a Dios para escuchar Su Palabra.

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Lección 5: Un paso de obediencia

Versículo clave: Hch. 2:41

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Introducción: En esta clase hablaremos sobre el bautismo. Sin ninguna duda un paso
fundamental en el crecimiento espiritual es el bautismo. Esto se debe a que la obediencia y
confianza ejercida al bautizarse marcará una pauta y un patrón de vida en el creyente. El
creyente que no obedece al mandato del bautismo, no logrará convertirse en un verdadero
discípulo de Cristo.

I. Todo creyente en Cristo debe bautizarse públicamente para dar testimonio de

su salvación.
A. El bautismo es una ordenanza dada a cada creyente en Cristo. (Mat. 28:18-
19) Cristo mismo ordenó bautizar a cada nuevo discípulo en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por lo tanto es un pecado de
desobediencia el no bautizarse.

B. El bautismo es un testimonio público. El bautizarse, desde tiempos muy

antiguos, ha sido un método para identificarse públicamente con una nueva
fe. Hay evidencias de que en muchas religiones se practicaba. Por lo tanto lo
que Cristo pidió a Sus discípulos no era algo nuevo sino una forma conocida
de anunciar públicamente su conversión. Debemos recordar que en aquellos
tiempos no había agua potable en cada casa; por lo tanto los ríos y estanques
eran lugares públicos. Por lo tanto, para seguir el patrón bíblico el bautismo
debe ser realizado en un lugar público.

C. El bautismo es una identificación con Cristo en Su muerte, sepultura y

resurrección. Al bautizarse el creyente declara que así como Cristo murió,
murió con El y cuando resucitó, resucitó juntamente con Él. (Rom. 6:3-4)

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II. En la Biblia se mencionan por lo menos tres tipos de bautismos. Para entender
plenamente este mandamiento, es necesario comprender la diferencia entre cada
bautismo mencionado en la Biblia.
A. El bautismo de Juan. El mensaje de Juan el Bautista consistía en preparar y
anunciar la llegada del Mesías. Juan predicaba que deberían arrepentirse de
sus pecados y volverse a Dios puesto que el Mesías estaba por llegar. Todo
aquél que creía el mensaje de Juan, se bautizaba confirmando su fe
públicamente. La necesidad de este bautismo quedó anulado, lógicamente,
cuando Cristo, el Mesías, llegó para comenzar Su ministerio. Por lo tanto
este bautismo no es el que ha ordenado Cristo en Mat. 28:19. (Juan 3:28-30;
Hch. 18:24-28)

B. El bautismo en agua. El bautismo es la sumersión en agua del creyente en

obediencia al mandato de nuestro Señor Jesucristo en Mateo 28:19-20.

C. El bautismo del Espíritu Santo. En Rom. 6 el apóstol Pablo describe la

operación que efectúa el Espíritu Santo al poner al creyente “en Cristo” como
miembro de Su cuerpo. Esta operación es efectuada por el Espíritu al
momento de la salvación. De esta manera cuando Cristo murió; morimos con
Él y cuando resucitó resucitamos juntamente con Él para una nueva vida.

III. El bautismo bíblico es por inmersión en agua.

A. Durante la historia de la iglesia han surgido maneras equivocadas de bautizar.
1. Por aspersión o rociamiento.
2. Por efusión o derramamiento de agua sobre el bautizado.
3. Ambas prácticas están ligadas con el bautismo de infantes; además no van
de acuerdo al significado primario de la palabra bautizo.

B. El único bautismo bíblico es el que se hace por inmersión. Sólo el bautismo

por inmersión puede simbolizar muerte, sepultura y resurrección. (Rom. 6:4)
A demás de esto la palabra “bautizo” viene de una palabra griega que significa
sumergir.

IV. El bautismo bíblico no es para salvación.

A. La Biblia nos enseña que la salvación no se obtiene ni se retiene por lo que
tú puedas hacer. La salvación es un regalo que Dios da gratuitamente a todo
aquel que lo recibe por fe. (Gal. 2:21; 3:10-12; Efe. 2:8-9)

B. La Biblia nos muestra que una persona, primeramente, debía creer en Cristo
(ser salvo) para ser bautizada.
1. “…los que recibieron la palabra fueron bautizados” Hch. 2:41.
2. “Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees
de todo corazón, bien puedes.” Hch. 8:37-37.
3. “¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que nos sean bautizados estos
que han recibido el Espíritu Santo …” Hch. 10:47.

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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

C. Si el bautismo fuese un requisito para ser lavados de nuestros pecados,

muchos hombres en la Biblia no pudieron ser salvos realmente. Hombres
como aquel delincuente que creyó en Cristo justo antes de morir. (Luc. 23:41-
44)

En resumen: El bautismo es un mandato para los que han creído en Cristo. Debe ser público;
de ninguna manera es para perdón de pecados y debe ser efectuado por inmersión.

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Lección 6: Pasos en compañía

Versículo clave: Heb. 10:25

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Introducción: Hoy hablaremos sobre la iglesia local y la membresía. Es en la iglesia donde

encontraremos la ayuda, el ánimo y el cuidado que todo creyente necesita para crecer
espiritualmente.

I. ¿Qué es la iglesia local?

A. La palabra “iglesia” viene de la palabra griega “ekklesia”, que significa
“asamblea”, “convocados de entre” “llamados fuera”. Cuando se usa para la
iglesia como cuerpo de Cristo, se convierte en una palabra técnica que se refiere
a los que han sido llamados fuera del mundo para reunirse en una unión viva con
Cristo. (Hch. 20:28; Efe. 5:23-25)

B. En el Nuevo Testamento se distinguen tres grupos de creyentes que conforman la

Iglesia.
1. Todos los creyentes desde el comienzo de la iglesia hasta el rapto conforman
la Iglesia Universal o “El cuerpo de Cristo”. (Efe. 1:22-23)
2. La parte de la Iglesia que ya se ha ido para estar con Cristo se le considera
como “la Iglesia triunfante”. (Juan 14:1-3; 1 Cor. 15:52)
3. La Iglesia local es el cuerpo de los creyentes que profesan ser cristianos y se
reúnen en una localidad o un grupo definido. La iglesia local es el cuerpo
espiritual visible encargada de representar a Cristo en la tierra. (1 Cor. 1:2;
Gal. 1:2; Fil. 1:1)

C. En más de cien veces que se usa, en las Escrituras, la palabra “Iglesia” se refiere
a la Iglesia local. Sin duda alguna el énfasis divino durante la presente
dispensación es la iglesia local.
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

II. ¿Cuál es el propósito de la iglesia local?

A. El principal propósito de la iglesia es glorificar a Dios. (Efe. 1:5, 6, 11, 12, 13;
3:21; 2 Tes. 1:12)
B. Adorar a Dios por medio de la predicación, alabanzas, testimonios y ofrendas.
C. Edificar a los creyentes por medio de la enseñanza, servicio y comunión entre
creyentes.
D. Motivar y promover el cumplimiento de la gran comisión. (Mat. 28:19, 20; Mar.
16:15; Luc. 24:47; Juan 20:21; Hch. 1:8)
E. Proveer un lugar para que las ovejas sean alimentadas y cuidadas.
F. Ser luz en su comunidad.
G. Mostrar la gracia de Dios en el mundo. (Efe. 2:7; 3:6,10; 1Ped. 2:9)

III. ¿Cuáles son las responsabilidades de la iglesia local?

A. Reunirse cada primer día de la semana. Juan 20:1; Hch. 20:7; 1 Corintios 16:2
B. Administrar las ordenanzas.
C. Cuidar del rebaño. Hch. 20:28
D. Estimular el amor y el crecimiento de los creyentes por medio del uso de los
dones. (1 Cor. 14:26; Efe. 4:11, 12, 16; Heb. 10:24)
E. Disciplinar a los creyentes que andan desordenadamente. (Mat. 18:17; Rom.
16:17; 1 Cor. 5:1-13; Gal. 6:1; 2 Tes. 3:6, 14)
F. La iglesia provee comunión para los creyentes. (Hch. 2:42; 1 Cor. 1:9; 2 Cor. 8:4;
13:14; Gal. 2:9; Fil. 1:5; 2:1)
G. La iglesia debe servir a otros con buenas obras, sosteniendo a las viudas, orando
por los enfermos, etc. (Efe. 2:9)
H. Comenzar nuevas iglesias, enviando y sosteniendo a nuevos obreros. Hch.

IV. ¿Cuál es mi deber como creyente en cuanto a la Iglesia local?

A. Ser miembro de una iglesia local. La membresía de una iglesia local se obtiene
según su propia constitución.
1. Puede ser por adición automática después de bautizarse.
2. Por solicitud, si se es bautizado y busca cambiar su membresía.
3. Etc.
B. Asistir fielmente.
C. Aportar mi servicio, dones y talentos.
D. Sostener las necesidades económicas de la iglesia.
E. Tomar responsabilidad de los problemas y asuntos de la iglesia.

V. ¿Por qué debo ser miembro en una iglesia local?

A. Porque Dios es un Dios de orden.
B. Para estar bajo la dirección y cuidado de un pastor.
C. Para adquirir responsabilidades que me llevarán a mi crecimiento espiritual
como creyente.
1. Desarrollar dones espirituales.
2. Servir en algún puesto de la iglesia.
3. Tomar parte en las decisiones vitales en la iglesia.
4. Hacer propias las necesidades y los problemas de la iglesia.
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D. Para recibir el alimento y el cuidado que necesito como creyente.

1. Por medio del pastor y la predicación.
2. Por medio de los maestros y líderes que sirven en la iglesia.
3. Por medio del estímulo que provee cada miembro de la iglesia.
4. Por medio de la amonestación y disciplina.

E. Para obtener respaldo en oración y la bendición de la iglesia.

Conclusión: Ser miembro de una iglesia local es un deber, una responsabilidad y es una
bendición. Si usted aún no es miembro de nuestra iglesia le animo a buscar la membresía. Si
ya lo es le animo a considerar la bendición que significa y a ser fiel en su deber como
miembro de nuestra Iglesia.

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Lección 7: Pasos en confesión

Versículo clave: 1 Juan 1:9

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Introducción: Un área práctica y sumamente importante para el crecimiento espiritual es la

confesión de pecados. Sin embargo es un área poco entendida y practicada por los creyentes
de nuestros días. Todo creyente debe vivir una vida de confesión diaria delante de Dios. ¿Qué
es la confesión? ¿Cuándo debemos hacerla? ¿Debe ser pública o privada? En esta lección
contestaremos y aclararemos dudas de forma bíblica.

I. ¿Qué es la confesión de pecados?

A. La palabra confesar significa literalmente decir la misma cosa. En otras
palabras es estar de acuerdo con lo que Dios dice acerca de mí pecado. Dios
dice: “Eres un mentiroso” y yo lo confieso diciendo: “Señor es verdad, soy un
mentiroso”. 1 Juan 1:9

B. Es reconocer completamente mí error, dándole toda la razón a Él. Job 42:1-

6; Sal. 51:3-5

C. Es ver el pecado como Dios lo ve y no de acuerdo a conceptos humanos. (Sal.

51:4, 6; Isa. 6:5) Dios no ve pequeñas mentiras, Dios ve mentiras. Dios no ve
un insignificante peso, Dios ve un robo. Dios no ve un mal pensamiento, Dios
ve un asesinato.
12
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

D. La confesión genuina siempre incluye arrepentimiento y el apartarse del

pecado. Cuando el cristiano confiesa su pecado, está adoptando el mismo
concepto de Dios respecto al pecado, y esto precisamente le llevará a
arrepentirse y apartarse. Mas no quiere decir que estará exento de cometer el
mismo pecado. Job 42:6; Pro. 28:13

II. ¿Cuándo debemos confesar nuestros pecados?

A. En el momento en que nos demos cuenta del pecado y estemos dispuestos a
confesarlo como pecado y apartarnos de él.

B. Por la noche. En Efesios 4:26, nos da la idea de que la noche es también el

momento oportuno de confesar nuestros pecados al Señor. El no hacer esto,
puede llevarnos a poseer una mayor insensibilidad cada nuevo día y a caer en
más pecado.

C. En la Cena del Señor. En 1Cor. 11:27-32, nos señala otro tiempo en el que
debemos confesar nuestros pecados.

III. ¿Cómo debo confesar mis pecados?

A. Verbalmente o de pensamiento a través de la oración. Neh. 1:4-6; 1Juan 1:9
B. Con humillación. Esd. 9:4-6, 15
C. Esperando en Su misericordia. Neh. 1:5
D. Confiando en los méritos de Cristo. Heb.

IV. ¿A quién debo confesar mis pecados?

A. Primeramente a Dios. Él es quién ha sido ofendido en mayor grado por el
pecado cometido. Él es el único que puede perdonar. Ningún hombre puede
ni tiene derecho alguno para perdonar pecados cometidos contra Dios. Sólo
Cristo tiene la facultad de interceder por nuestros pecados delante de Dios.
Ningún otro ser puede adjudicarse este ministerio. 1Juan 2:1-2

B. Según el círculo de la ofensa es el círculo de la confesión. Esto quiere decir

que la confesión de pecado debe incluir a quienes he ofendido con mi pecado.
Si mi pecado ofendió a mis padres mi confesión debe incluirles. Si me pecado
ofendió mi círculo de amigos entonces mi confesión debe incluirles. Si mi
pecado ofendió a mi iglesia, entonces mi confesión debe abarcar a mí iglesia.

C. A quien pueda ayudarte. Hay pecados que por su naturaleza son difíciles o
imposibles de vencer solos. Pecados que tienen que ver con adicciones,
pornografía o malos hábitos, necesitan de la ayuda de un pastor, concejero o
alguna autoridad capacitada.

V. Consecuencias de no y si confesar pecados

A. Al no confesar pecado …
1. Nuestra relación con Dios se interrumpe. La Biblia nos enseña que la
salvación no se pierde pero si es posible que nuestra comunión con el
Padre quede interrumpida. 1Juan 1:6
13
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

2. El corazón se endurece a la voz de Espíritu Santo, de tal manera que será

más fácil volver a pecar. Heb. 3:7-9

B. Al confesar nuestros pecados.

1. Obtenemos perdón de Dios. 1Juan 1:9
2. Nuestra comunión con Dios se restaura. 1Juan 1:9
3. Vuelve el gozo de la salvación. Sal. 51:8, 12
4. Nuestro espíritu es restaurado. Sal. 51:10
5. Nuestro entendimiento sobre la obra de Cristo crece. 1Juan 4:9
6. Nuestro amor por Dios crece. 1Juan 4:19
7. Crecemos en santificación. 1Juan 3:3

En conclusión: Aunque gozamos de una nueva naturaleza, continuamos atados a nuestro

“cuerpo de muerte” (Rom. 7:24). Inevitablemente tarde o temprano pecaremos, sin embargo,
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9).

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Lección 8: Pasos en santificación.

Versículo clave: 1 Tes. 5:23

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Introducción: Un aspecto sumamente importante para el crecimiento del cristiano es

entender y vivir la doctrina de la santificación. Un cristiano que no vive en santificación es
un cristiano que vive fuera de la voluntad de Dios y que no vivirá a plenitud las bendiciones
de ser Su hijo.

I. ¿Qué es la santificación?
A. Cuando hablamos de santificación nos referimos al proceso de poner aparte,
o el estado de estar puesto aparte para Dios. Santificar quiere decir “apartar,
separar” y tiene la misma raíz que las palabras “santo” y “santificado”.

B. La palabra santificación no se refiere a la naturaleza de algo, sólo a su posición

en referencia a Dios. Por ejemplo, el tabernáculo y su mobiliario fueron
santificados, apartados para el uso exclusivo de Dios. La lana, la tela, el metal
y otros materiales no eran “santos” en sí mismos, sino que fueron apartados
para Dios.

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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

C. Jesús dijo que Él se santificaba a sí mismo (Juan17:19). El Santo Hijo de Dios

no tiene necesidad de ser hecho “más santo” de lo que era. Lo que quiere decir
es simplemente que Él se había apartado a sí mismo para servir a Dios y, por
medio de su obra de salvación, pudo apartar a los creyentes para la gloria de
Dios.

II. La doctrina de la santificación se divide en tres tiempos; santificación

posicional, progresiva y final o completa.
A. La santificación posicional se refiere a la obra que Dios ha hecho en el
creyente, al momento de la salvación, de apartarlo para sí y sentarlo con Cristo
en los lugares celestes. Esta obra, efectuada por Dios en el creyente, es hecha
una sola vez. I Cor. 1:2-3; 6:11; Heb. 10:10

B. La santificación práctica o progresiva se refiere al proceso en el que se

encuentra cada creyente de apartarse de este mundo para Dios. Rom. 6:22;
Efe. 5:7-9; 1 Tes. 4:3-4; 1 Ped. 1:16
1. Es el proceso de ser transformado a la imagen de Cristo.
2. En otras palabras, es el vivir diario del cristiano apartado de todo aquello
que no agrada a Dios.
3. Vivir este proceso permite disfrutar de un constante crecimiento y
madurez espiritual.

C. La santificación final o perfecta tiene que ver con la liberación total del
creyente de la presencia del pecado (Juan 3:1-2).
1. Se llevará a cabo desde el momento en que Cristo venga por nosotros.
2. La santificación perfecta será el estado en el que todo creyente vivirá por
la eternidad.

III. ¿Cómo somos santificados?

A. Por medio de la obra de Dios en el creyente. Cada persona de la Trinidad
participa en nuestra santificación.
1. El Padre
a. Es el labrador que limpia y quita los pámpanos que no llevan fruto
para que la vid lleve más fruto. Jn. 15:2
b. Nos santifica por medio de Su Palabra. Jn. 17:17
c. Santifica por completo. 1 Tes. 5:23
d. Somos puestos aparte para Él.
2. El Hijo
a. Cristo da el poder capacitando al creyente para vivir una vida que
agrada a Dios. Gal. 2:20
b. Santifica a Su Iglesia para presentársela a sí mismo sin mancha. Efe.
5:26-27; Col. 1:22
c. La obra de Cristo es la base de nuestra santificación posicional. Heb.
2:11
3. El Espíritu Santo
a. Es quien nos transforma a la imagen de Cristo. 2 Cor. 3:18
b. Por Su poder hacemos morir las obras de la carne. Rom. 8:13
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

c. Es quien nos da la sabiduría y el conocimiento de Cristo. Efe. 1:17

d. Es quien ha derramado el amor de Dios en nuestros corazones. Rom.
5:5
e. Es quien produce el fruto de santificación en nosotros. Gal. 5:22-23

B. Por una vida rendida a Dios. Cada creyente tiene responsabilidad en su propia
santificación práctica o progresiva.
1. La mala filosofía que dice “deja que Dios haga todo” puede parecer muy
lógica pero no es bíblica.
2. El santificarse es un mandato para cada creyente, que está ligado a la
sumisión a Dios. 1 Ped. 1:14-16
3. Dios afirma que cada creyente es responsable de apartarse para Él. En gran
parte del Nuevo Testamento encontramos mandamientos para el cristiano,
donde no tiene otra opción más que usar su voluntad para obedecerlos, y
así vivir en santidad. En otras palabras el creyente se santifica en la medida
que se somete a Dios.
a. Dios manda al cristiano presentarse como sacrificio vivo. Rom. 12:1
b. Dios manda al cristiano limpiarse de toda contaminación. 2 Cor. 7:1
c. Dios manda al cristiano huir de la idolatría. 1 Cor. 10:14
d. Dios manda al cristiano huir de las paciones juveniles. 2 Tim. 2:22
e. Dios manda al cristiano ocuparse en su vida espiritual. 1 Tim. 4:15
f. Dios manda al cristiano desechar las fábulas profanas. 1 Tim. 4:7
g. Dios manda al cristiano hacer morir las obras de la carne. Rom. 8:13
h. Dios manda sobrellevar las cargas los unos a los otros. Gal. 6:2
i. Dios manda al creyente “sed llenos del Espíritu”. Efe. 5:18
4. Cada pasaje bíblico nos enseñan que no podemos restar importancia a la
acción humana en el proceso de santificación.
5. Dios da el poder para vencer, pero el creyente se disciplina para vivir en
santidad. Dios da la gracia, pero el creyente se rinde a Dios. Esta es la
enseñanza que Pablo dio a Timoteo cuando le dijo: “ejercítate para la
piedad” (1 Tim. 4:7). Cada vez que el creyente decide obedecer a Dios y
se aparta del pecado, se está ejercitando para la piedad.
6. Dios jamás hará lo que le toca hacer al hombre. No podemos dejar fuera
a ninguno de los dos. Gal. 2:20; 5:16

C. Somos santificados por medio de la Palabra de Dios. Sal. 119:9; Jn. 17:17
1. Perseverando en la doctrina de los apóstoles. Hch. 2:42
2. Al usar la Palabra de Dios somos librados de la tentación. Mat. 4:1-11
3. Al desechar el pecado y desear Su Palabra. 1 Ped. 2:1-2
4. Al desechar el pecado y ponerla en práctica. Stg. 1:21-25

D. Por medio de la oración también somos santificados. Cada vez que pasamos
tiempo en oración nos estamos apartando del mundo para disfrutar tiempo con
Él. Luc. 18:1; Col. 4:2; 1 Tes. 5:17

16
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

E. Somos santificados por medio de la comunión con otros creyentes en la

iglesia local. Mat. 18:15; 1 Cor. 5:4-5, 6:1, 14:26; Gál. 6:1; 1 Tim. 5:20; Heb.
10:24-25

F. Nuestras relaciones deben llevarnos a la santificación. 2 Cor. 6:14

1. Nuestra relación familiar
2. Nuestra relación laboral
3. Nuestras relaciones de amistad

Conclusión: “Entonces, la enseñanza bíblica sobre la santificación es: (1) que todos los
creyentes son santificados posicionalmente en Cristo Jesús ‘una vez para siempre’ en el
momento de ser salvos. Esta santificación es tan perfecta como Él es perfecto. (2) Todos los
creyentes están siendo santificados por el poder de Dios por medio de la Palabra, y esta es
tan perfecta como lo es el creyente. (3) Todos los creyentes serán santificados y
perfeccionados en gloria a la misma imagen del Hijo de Dios.” (Chafer, p.1119) Por lo tanto
debemos tomar conciencia del hecho de que somos santificados por Dios, de diferentes
formas en la vida. Debemos aprender a disciplinarnos para vivir en santidad; escogiendo
agradarle en todo; para crecer y ser llevados más cerca de Él y no más lejos. Debemos vivir
purificándonos mientras aguardamos el día de nuestra transformación.

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Lección 9: Pasos en guerra

Versículo clave: Gál. 5:16-17

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Introducción: Cuando una persona comienza en la vida cristiana sólo le preocupa lo que
hace, no lo que es. Regularmente el nuevo creyente, piensa que si pudiera rectificar ciertas
cosas sería mejor cristiano, y a así trata de cambiar sus acciones; pero el resultado no es lo
que esperaba. Pronto descubre asombrado, que el problema es algo más que un una tentación
que viene de afuera, es una situación mala que vive en su interior. Descubre que en él, está
el querer pero no el hacer.

El punto de partida, para obtener una solución a este problema, consiste en aceptar por fe
que:

I. Todo verdadero hijo de Dios posee dos naturalezas. La nueva y la antigua

naturaleza. La nueva es fuente de todo deseo conforme a la voluntad de Dios,
mientras que de la antigua sólo procede el mal.
17
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

A. Una naturaleza pecaminosa. Todo ser humano naturalmente está muerto en

delitos y pecados. La Biblia nos enseña que naturalmente somos pecadores desde
que nacemos, no por lo que hemos hecho. En otras palabras pecamos porque nos
es natural. Es lo que somos desde el momento de nacer (Efe. 2:1-5). Todo ser
humano ha heredado esta naturaleza pecaminosa de Adán (Rom. 5:19). Pablo
mismo dijo "yo sé que en mí no mora el bien" (Rom. 7:18). Esta naturaleza es esa
capacidad que tiene todo hombre de servir y agradar a su yo, a sí mismo. Y en el
creyente es aquella misma capacidad de dejar a Dios fuera de su vida y de sus
acciones.
1. A esta vieja naturaleza la Biblia también le llama "carne". En la Biblia la
palabra carne tiene varios significados. En primer lugar, aparece simplemente
como cuerpo material de la persona (1 Cor. 15:39). En segundo lugar, indica
la gente en su conjunto (Rom. 3:20). Y por último, la se emplea en la Biblia
como indicación de la naturaleza de pecado (Rom. 7:18).
2. Cuando uno deja la carne abandonada y renuncia a educarla se le considera
grosera, salvaje, hasta el canibalismo. Pero también puede ser civilizada y
muy cultivada. Entonces se halla refrenada, educada, cristianizada, pero sigue
siendo carne; pues “lo que es nacido de la carne, carne es”,
independientemente de todas las presiones a las que se intente someterla. En
ella sin importar cuál sea el grado de refinamiento aparente, no mora el bien.

B. Una nueva naturaleza según Dios. Jesús mismo, enseñó a Nicodemo que no es
suficiente ser sinceramente religioso. Necesitamos la nueva vida que Dios da
gratuitamente a todo el que le recibe por fe (Jn. 3:3-6). Cuando se produjo nuestro
nuevo nacimiento, una nueva naturaleza fue implantada en nosotros por el
Espíritu Santo.
1. De forma milagrosa, Dios hizo todo nuevo en nuestro interior en el momento
de nuestra salvación (2 Cor. 5:17). Nos otorgó una nueva capacidad de agradar
a Dios, una nueva familia, un nuevo Padre, un nuevo corazón, una nueva
mente, etc. (2 Ped. 1:4).
2. El hombre no salvo sólo tiene una capacidad, pero el cristiano tiene dos. Esto
significa que la persona no salva tiene sólo un camino de operación, servir al
pecado y a sí mismo, o dejar a Dios fuera de su vida, en tanto que el creyente
tiene una opción. Puede servir a Dios y, mientras esté en su cuerpo humano,
puede también decidir dejar a Dios fuera y vivir según su vieja naturaleza
(Rom. 6:18-20).

II. Hay una lucha continua entre las dos naturalezas en todo hijo de Dios.

A. Al nacer de nuevo se creó un inevitable conflicto entre la nueva naturaleza y

la vieja. Precisamente, Pablo habla de este conflicto en Romanos 7. Las
Escrituras nos enseñan que ambas naturalezas tienden a dominar en nosotros,
pero en sentidos opuestos (Gal. 5:17). Este doloroso conflicto entre el bien y
el mal subsitirá hasta que Cristo venga y seamos transformados (1 Cor. 15:51;
1 Jn. 3:2).

B. ¿Qué puedo hacer para vencer mi antigua naturaleza y andar en el Espíritu?

18
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

1. Acepta y confía por fe en lo que Cristo hizo por ti en la cruz. Romanos 8:3
declara al respecto: “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto
era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de
pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne”.

a. Para obtener el poder de vencer la vieja naturaleza; es necesario

entender plenamente lo que Dios hizo en nosotros al salvarnos y en
segundo lugar debemos considerarlo como un hecho en nuestras
vidas. La clave en Romanos 6:11 es la palabra "consideraos". La fe no
solamente es necesaria para ser salvos; también es necesaria para vivir
la vida cristiana y agradar a Dios (Heb. 11:6). No es suficiente saber
cuál es nuestra nueva posición en Cristo; debemos, por fe, considerar
que es verdad en nuestras vidas.

b. En cuanto dejemos de tener confianza en la carne y comprendamos

que fue condenada definitivamente por Dios en Cristo, su poder
quedará anulado. Entonces desviaremos la mirada de nosotros mismos
y de nuestros propios esfuerzos para ponerla en nuestro Libertador, el
Señor Jesús, que tomó posesión de nuestro ser por Su Espíritu. Éste es
el poder de nuestra vida y de nuestro andar cristiano. No sólo anula la
acción de la vieja naturaleza (léase Gálatas 5:16) sino que fortalece,
desarrolla y dirige la nueva (Romanos 8:2, 4-5, 10).

2. Sométete a Cristo por fe.

a. Pablo explica el siguiente paso hacia la victoria en Romanos 6:12
diciendo: "No reine". El apóstol está apelando al creyente a no rendir
el control de su vida a sus propios deseos; sino todo lo contrario. El
creyente debe entregar el control de su vida al Espíritu Santo (Gal.
5:16; Efe. 5:18).

b. Y para ceder el control a Dios, primeramente se necesita morir a uno

mismo (Gal. 2:20). No olvidemos que la nueva naturaleza no tiene
poder alguno en sí misma. Romanos 7 lo confirma. Es cierto que la
nueva naturaleza aspira a todo lo que es bueno y hermoso, en una
palabra, a todo lo que es conforme a la voluntad de Dios. Pero el poder
necesario para cumplirlo no radica sino en someterse a Cristo y al
Espíritu.

c. Pablo escribió en Gálatas 5:16 que debemos andar en el Espíritu y no

satisfacer los deseos de la carne. Para andar en el Espíritu necesitamos
tener una relación fuerte con Dios y estar impregnados de Su Palabra
(Efe. 5:18-20; Col. 3:16). La carne siempre está hambrienta y deseosa
de hacer el mal. Es necesario matarla cada día clavándola en la cruz;
decidiendo cada día morir a los propios deseos para agradar a Cristo.
Cuando proveemos para los deseos de la carne la fortalecemos.

3. Da pasos firmes en obediencia.

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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

a. Si los creyentes verdaderamente se consideran muertos al pecado,

demostrarán su fe al presentarse ante Dios. Este es el tercer paso en el
proceso de obtener la victoria sobre la vieja naturaleza, la carne.

b. Pablo escribe en Romanos 6:13 "ni tampoco presentéis... sino

presentaos... a Dios". Este sometimiento es un acto de nuestra
voluntad, un paso de obediencia al Señor. No es suficiente conocer
esta maravillosa doctrina, o incluso considerarla; debemos dar el paso
final de presentar nuestros cuerpos a Cristo.

c. Presentar nuestros miembros a Cristo es el acto de obediencia que

surge inevitablemente al rendirse a Él. Es actuar como Él quiere. Esto
es a lo que Pablo se refiere en Efesios 4:24 cuando dijo: "vestíos del
nuevo hombre". Pablo explica este mandamiento de forma práctica en
los siguientes versículos; "desechando la mentira, hablad verdad"; "El
que hurtaba... trabaje".

En conclusión: Hay una lucha en todo hijo de Dios entre su antigua naturaleza y la nueva
creada “según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Para vivir de acuerdo al nuevo
hombre necesito considerar por fe lo que Cristo ha prometido en la salvación. Necesitaré
entregar voluntariamente el control de mi vida a Él y dar pasos de obediencia.

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Lección 10: Un paso de entrega

Versículo clave: Rom. 12:1

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Introducción: Al estudiar la carta del apóstol Pablo a los Romanos notarás que su mensaje
se divide en dos partes. La primera parte abarca desde el capítulo 1 al 11 y la segunda parte
abarca desde el 12 hasta el 16. En la primer parte, Pablo explica cómo es que el que cree en
Cristo es justificado sin las obras de la ley, sea judío o gentil. En esta primer parte Pablo no
escribe ningún mandamiento práctico a la iglesia en Roma. En la segunda parte, el apóstol
Pablo comienza a dar mandamiento tras mandamiento a los romanos. Y en medio de este
libro, el punto de transición se encuentra en Rom. 12:1. Pablo instruye a los creyentes a
presentar o dedicar sus vidas a Dios.

I. Todo creyente debe dedicar su vida al Señor.

A. La dedicación implica entregar el dominio o el control sobre nuestras vidas a
Cristo. La dedicación necesita que el cristiano decida entre la guía de Dios o la
suya. "Yo dirijo mi vida o que la dirija Cristo." A sí mismo el mandamiento de la
20
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

dedicación hace enfrentar al cristiano con la decisión de quién va a ser el dueño

de su vida; ya que la dedicación no es por partes sino toda la vida. La ofrenda a
la que hace alusión Pablo era una ofrenda en la cual se consumía la totalidad del
animalito.

B. Para entender mejor la dedicación podemos hablar de por lo menos tres de sus
componentes según Romanos 12:1-2.
1. La dedicación del cristiano al Señor es un acto simple de entrega. La
dedicación es una presentación total y no parcial, e incluye todo cuanto
sabemos de nosotros mismos y todo lo que no sabemos de nuestro futuro. Esta
presentación total incluye tanto lo bueno como lo malo de nosotros.
2. La dedicación del cristiano al Señor es una separación o disconformidad con
el tiempo malo en que vivimos. ( "... no os conforméis a este siglo ..." Rom.
12:2; Gál. 1:4) La disconformidad es lo contrario a conformidad. Conformarse
al mundo es hipocresía, ya que implica una apariencia externa del cristiano
que se parece al mundo. La conformidad tiene dos caras y se asemeja al
carácter de Satanás porque él, aunque por dentro es mentiroso, puede
transformarse en ángel de luz. (2 Cor. 11:13-15)
3. La dedicación del cristiano le llevará a una vida de transformación. "... sino
transformaos.. " Al dedicar nuestras vidas al Señor, permitimos que el Espíritu
Santo nos controle para que día a día nos transforme. (II Cor. 3:18) Al dedicar
nuestras vidas al Señor nuestro pensamiento es renovado, transformado.
Ahora somos capaces de pensar según las normas de Dios. El cristiano que
nunca cambia, que sigue siendo el mismo de siempre y no hay mejoría en él,
es porque no vive una vida dedicada al Señor.

II. ¿Qué debe dedicar el cristiano? La respuesta es ¡él mismo!

A. A sí lo dice Romanos 6:13 "Presentaos vosotros mismos a Dios ...".
B. Así lo dice en 1 Corintios 6:20 "Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo ...".
C. Así lo dice en Santiago 4:7 "Someteos, pues, a Dios ...".
D. Así lo dice en Romanos 12:1 "que presentéis vuestros cuerpos ... ".

III. La dedicación no es para salvación. Debemos tener cuidado de no confundir la

salvación con la dedicación.
A. La salvación se refiere a mi relación personal con Cristo, como mi sustituto por
el pecado, el cual, de no ser pagado, me llevaría a la condenación eterna. El único
requisito para la salvación es creer.

B. La dedicación se refiere a la sujeción de mi vida a Cristo en tanto que yo viva. La

salvación se refiere al asunto del pecado. No podemos hacer de la dedicación una
condición de la salvación, porque eso sería añadir obras a la gracia de Dios (Efe.
2:8-9).

IV. El motivo de la dedicación es la gratitud.

A. El llamado, que la Palabra de Dios hace al cristiano para dedicar su vida al Señor,
siempre es en base a las bendiciones que ha recibido de parte de Él. En otras
palabras, dedicamos nuestras vidas al Señor, por Sus grandes misericordias.
21
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

(Rom. 12:1)

B. La redención de nuestras almas es el primer motivo para dedicar nuestras vidas

al Señor por el resto de nuestra existencia. La Biblia nos enseña que somos
justificados (Rom. 3:24); nuestro cuerpo será redimido (Rom. 8:23). Cristo nos
compró de la esclavitud con Su sangre (1 Cor. 6:19-20). Hemos sido redimidos
de nuestros pecados que nos condenaban al infierno. Esto es razón más que
suficiente para dedicarnos al Señor.

V. La dedicación produce resultados en el creyente.

A. La dedicación nos permite conocer la voluntad de Dios. (Rom. 12:2) Un cristiano
dedicado al Señor siempre va a procurar la Voluntad de Dios y hacerla. Luchará
entre su voluntad y la voluntad de Dios, pero decidirá por la del Señor.

B. Al mismo tiempo experimentará la llenura del Espíritu Santo. El ser llenos del
Espíritu Santo es dejarse controlar por Él y la dedicación es su requisito. (Efe.
5:18)

En conclusión: Al ser salvo por la gracia de Dios, lo más lógico es que cada creyente se
entregue al Señor. Esta entrega debe ser total y debe ser motivada por la gratitud. Al
dedicarnos a Dios podremos experimentar Sus bendición y podremos entender Su voluntad.

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Lección 11: Pasos de servicio

Versículo clave: 1 Ped. 4:10

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Introducción: Un paso vital para el desarrollo de todo cristiano es el servicio. Cristo mismo
dijo que Él vino “para servir”. Entonces, si hemos de seguir a Cristo para ser más como Él
necesitaremos aprender a servir.

I. Todo creyente debe servir a Dios.

A. En primer lugar, debe servirle porque es un mandato. En la Biblia podemos

encontrar muchos mandatos de servir a Dios.

B. En segundo lugar, debe servirle porque esa es la razón de nuestra existencia.

La Biblia nos enseña que los planes de Dios siempre van más allá de lo que
22
Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

entendemos o imaginamos. Prueba de ello es la salvación. Cuando creímos en

Cristo y lo aceptamos como salvador, simplemente pensábamos en lo malos
que somos, en el infierno y en no querer ir ahí. Eso no está mal; sin embargo,
al crecer en la vida cristiana debemos comprender que, en la mente de Dios
había un plan más excelente que simplemente salvarnos del sufrimiento
eterno. Dios quería darnos el gran y excelso privilegio de servirle. Ese ha sido
el plan de Dios desde antes de que Adán fuera creado. Dios nos creó y salvó
para servirle (Efe. 2:10). Por lo tanto, un creyente que no sirve a Dios no está
cumpliendo con el propósito de su existencia.

C. En tercer lugar debemos servir a Dios por gratitud (Heb. 12:28). Carlos Studd,
misionero a la China, dijo: “Si Cristo es Dios, y murió por mí, entonces no
hay ningún sacrificio demasiado grande que yo pueda hacer por Él”. Cuando
entendamos la magnitud del precio que Dios pagó por salvar nuestras almas;
entonces no habrá nada más importante en nuestras vidas que servirle. (Rom.
12:1) Dios nos ha dado las herramientas necesarias para servirle.

II. Todo creyente ha sido capacitado con dones espirituales para servir a Dios.

A. ¿Qué son los dones? Existen tres pasajes principales en la Biblia que nos
hablan de los dones espirituales (Rom. 12:1-13; 1Cor. 12, 13, 14; Efe. 4:1-
16). Al tomar en cuenta estos pasajes, podemos definir los dones espirituales
como las habilidades básicas que el Señor otorga a cada creyente para
servirle. Debemos entender que un don espiritual no es una posición en la
iglesia, ni un oficio, ni un ministerio, ni una técnica especial y es diferente a
un talento.

B. Para estudiar y comprender los dones espirituales los podemos dividir en:
1. Dones de servicio. (Ayudar, Liderazgo, Hospitalidad, Servicio,
administración, Fe, Dar, Misericordia, Sabiduría, Pastorear, Intercesión,
etc.)
2. Dones de enseñanza. (Enseñar, Predicar, Discernimiento, Exhortación,
Profecía, Evangelismo, etc.)
3. Dones de señal. (Hablar en lenguas humanas sin haberlas aprendido;
hacer milagros; recibir visiones del futuro; etc.)Este grupo de dones, Dios
los otorgó a los primeros cristianos como señal para que los inconversos
creyeran que el mensaje, que predicaban, venía de parte de Dios (1 Cor.
14:21-22; Heb. 2:3-4). Recordemos que el Nuevo Testamento aún no era
escrito: por lo tanto; el único testimonio de parte de Dios eran ellos
mismos.

La evidencia Bíblica nos enseña que estos dones no están vigentes hoy en
día. El apóstol Pablo enseñó que los dones de señales terminarían cuando
viniera lo “perfecto” (1 Cor. 13:8-10). Lo perfecto ya nos ha sido dado; la
Biblia es el testimonio perfecto de Dios. Más adelante el apóstol Pedro,
inspirado por el Espíritu Santo, escribió: “Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos…” (2 Ped.
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

1:19). La Biblia es el testimonio de Dios más seguro; por eso quedó

eliminada la necesidad de los dones de señales.

Las Escrituras nos enseñan que para ejercer estos dones deberían seguir
diferentes reglas o mandamientos. El apóstol Pablo, inspirado por el
Espíritu Santo, estableció normas específicas para ejercer el don de
lenguas en 1 Corintios 14; por ejemplo:
a. v. 5, 6, 13 Deberían tener un significado lógico he interpretable.
b. v. 12, 26 Deberían ser para edificación.
c. v. 15 Deberían hablar con entendimiento.
d. v. 16 Debería ser entendible por los oyentes.
e. v. 22 Debería ser por señal a los incrédulos.
f. v. 27, 31 Deberían hablar a lo mucho tres, uno a la vez, por turno, y
debería haber uno interpretándolos.
g. v. 28 Debería callar si no hay intérprete.
h. v. 34 Las mujeres deberían callar en la congregación.
i. v. 40 Debería hacerse todo decentemente y con orden.

C. ¿Quién da los dones? Las Escrituras nos enseñan que el Espíritu Santo es
quien reparte los dones espirituales como Él quiere. “… el don espiritual se
puede definir como la capacidad para servir, dada por Dios. Su origen está en
Dios; se trata de una habilidad especial, ya sea natural o sobrenatural; y su fin
es que rinda frutos en el servicio.” (Ryrie, Espíritu, p. 98) (Rom. 12:6-8; 1
Cor. 12:1-31; 13:1-13; 14:1-40; 1 Ped. 4:10)

D. ¿Cuándo? Cuando un nuevo creyente nace en el cuerpo de Cristo es

capacitado para servir de forma específica. En el momento de la salvación el
Espíritu Santo coloca al creyente en el Cuerpo de Cristo con todos los
privilegios de la salvación, con todas las responsabilidades de un hijo de Dios
y con las capacidades necesarias para cumplir con dichas responsabilidades
(1Cor. 12:13).

III. Todo creyente es capacitado con dones espirituales sin excepción.

A. La Biblia es muy clara en enseñar que el Espíritu Santo reparte dones
espirituales a cada creyente de acuerdo a Su voluntad y juicio. Ningún
verdadero hijo de Dios puede decir que no posee por lo menos un don
espiritual; las Escrituras enfatizan este hecho: “teniendo diferentes dones”
Rom. 12:6; “… a cada uno le es dada” 1Cor. 12:7; “… repartiendo a cada uno
en particular…” 1Cor. 12:11; “… a cada uno…” Efe. 4:7

B. Sin embargo, la Biblia, también es clara en el hecho de que todo creyente debe
servir al Señor independientemente de su don. Dios manda a todo creyente
servir en muchas áreas, ya sea que pensemos, o no, que tenemos el don
espiritual correspondiente”. (Ryrie, p. 424) Algunos cristianos no sirven al
Señor porque dicen no tener ciertos dones, otros sirven al Señor en ciertas
cosas porque dicen tener únicamente esos dones. No es excusa tener o no tener
cierto don, todos debemos servir al Señor. A algunos se les facilitará más
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

ciertos trabajos y a otros les costará más trabajo, la diferencia es que uno tiene
el don y el otro no. Algunos ejemplos son de
1. Debemos ser hospedadores. (Heb. 13:2; 3 Jn. 5-8)
2. Debemos exhortar y estimular al amor a otros creyentes. (Heb. 10:24-25)
3. Debemos servir al Señor agradándole con temor. (Heb. 12:28)
4. Debemos hacer el bien y ayudar a otros. (Heb. 13:16)
5. Etc.

IV. Todo creyente tiene una función en la iglesia en la que debe desarrollar sus
dones.
A. La Biblia nos enseña que cada creyente, como miembro del cuerpo, tiene su
lugar y función particular en el cuerpo de Cristo. Cristo, como cabeza del
cuerpo, ha planeado y organizado con perfección la función de cada miembro
de modo que todo está unido entre sí (Rom. 12:4; 1Cor. 12:12-24). Le toca a
cada creyente, bajo la dirección de Dios y de su pastor, investigar qué función
debe, necesita, o puede ocupar en su iglesia local.

Delante de Dios, toda función es importante sin importar su posición en la

iglesia (pastor, diacono, ujier, maestro etc.) y con relación a la iglesia como
cuerpo de Cristo, la función de cada miembro es muy necesaria. (1 Cor. 12:14-
18) Cuando cada miembro del cuerpo está cumpliendo con su función bajo la
dirección de Cristo; el cuerpo avanza para la gloria de Dios (Efe. 4:16). Sin
embargo, cuando un miembro del cuerpo no está cumpliendo con su función,
el cuerpo es estorbado en su avance.

B. Por otro lado desarrollar sus dones, es un mandato para cada creyente; por lo
tanto no hacerlo es pecado (Sant. 4:17). Dios los ha dado para que le sirvamos;
por lo que nos demandará resultado (Mat. 24:46-51; 25:19-27).

Para cumplir con esta responsabilidad; primeramente debemos descubrir

nuestros dones. Aquí sugiero 4 pasos para descubrir que dones tiene un
creyente.
1. Infórmese. Conozca en la Biblia cuáles son los dones espirituales. Lea los
tres pasajes claves en las Escrituras que tratan de los dones espirituales.
Aprenda qué características tiene cada don y cómo funciona en el cuerpo
de Cristo.
2. Involúcrese lo más que pueda en servir. Si estamos dispuestos a hacer
cualquier cosa o ir a cualquier lugar, el Señor sacará a la luz dones
espirituales que nunca hubiéramos pensado poseer. La clave es estar
dispuesto. La razón por la que muchos no saben que dones tienen es
simplemente porque nunca están dispuestos a servir. Con esta falta de
disposición, no solamente dejan de crecer espiritualmente los creyentes;
sino que también merman la efectividad de la iglesia local.
3. Evalúe su efectividad. Siendo que los dones espirituales están diseñados
para ser de beneficio a otros, debe ver resultados positivos al usar sus
dones. Si no ve resultados positivos cuando experimente con cierto don,

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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

puede ser que no tiene ese don. Al evaluar, ore y pida por el valor de ser
honesto consigo mismo y con Dios.
4. Espere confirmación del cuerpo. Usted no puede descubrir, desarrollar y
usar su don por sí solo. Los dones son dados para edificar a otros
miembros del cuerpo. Si tiene cierto don espiritual, otros lo reconocerán
y lo confirmarán. Pero, si piensa que tiene cierto don y nadie más está de
acuerdo con usted, entonces debe examinar más de cerca su análisis y
volver a evaluar su don.

En conclusión: Todo creyente ha sido llamado y capacitado por Dios para servir. El
entendimiento sobre los dones y el lugar que Dios nos dio como miembros en el cuerpo de
Cristo, se adquiere al involucrarnos en el servicio dentro de nuestra iglesia local.

Tarea: ___________________________________________________________________
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Lección 12: Pasos de fidelidad

Versículo clave: 1 Cor. 4:2

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Introducción: Cada creyente es un mayordomo puesto por Dios. La Biblia nos enseña que
Dios ha dado la responsabilidad, a cada creyente, de administrar todos los bienes que Él le
ha concedido. En otras palabras, todo hijo de Dios simplemente es un mayordomo, o
administrador de los recursos del Señor. Por lo tanto, si el creyente es un mayordomo, el
Señor sigue siendo el único dueño de todo; y como dueño demandará resultados de sus
administradores. Sin embargo, el miedo a un castigo no debe ser nuestra motivación para
servir con fidelidad a Dios en las distintas responsabilidades que se nos han asignado. Por el
contrario nuestra motivación debe sr nuestro amor y nuestra gratitud reverente hacia nuestro
Señor y Salvador. Entonces, como mayordomos de Dios, debemos ser fieles administradores
por amor. 1 Cor. 4:2

I. Fieles mayordomos del dinero.

A. El dinero es de Dios. La Biblia nos enseña que todo el dinero que poseemos son
recursos que Dios ha confiado a nuestro cuidado. Nos engañamos a nosotros
mismos al pensar que, al haber dado una parte de nuestros ingresos al Señor, el
resto nos pertenece. Todo el dinero que tenemos es de Él y por lo que debemos
tener cuidado de cómo lo usamos. (1 Cro. 29:11-12, 14; 1 Tim. 6:7)

B. Debemos ser fieles en diezmar y ofrendar. En 1 Cor. 16:2 encontramos barios

principios para entender cómo y por qué debemos ofrendar al Señor.
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

1. El dar es responsabilidad de cada cristiano. “cada uno de vosotros” El dar no

es opcional, sino que es un privilegio y responsabilidad de cada cristiano y es
la manifestación concreta de su amor hacia Dios. En la Biblia encontramos
evidencias del diezmo antes, durante y después de la Ley de Moisés, por lo
cual, creemos que el diezmo es un mandato de Dios en la era de la gracia que
estamos viviendo.

2. El dar ha de ser proporcional. “según haya prosperado” El diezmo es un dar

inicial que todo cristiano debe dar, aparte de las ofrendas regulares, ofrendas
de amor (2 Cor. 9:7), y ofrendas misioneras (Fil. 4:19). Diezmar es solamente
devolver lo que a Dios le pertenece y Dios manda no solamente devolver sino
dar. Al mismo tiempo el mandato es que según como Dios vaya aumentando
nuestra prosperidad, debemos ir aumentando nuestro dar en el diezmar y
ofrendar.

3. Debemos planear y preparar bien nuestras ofrendas. “ponga aparte algo” No

podemos llegar a la iglesia y simplemente sacar la primer moneda que
alcancemos en nuestros bolsillos. El diezmar y el ofrendar es un asunto de
adoración hacia Dios. Nuestras ofrendas y nuestros diezmos deben estar bien
definidos y especificados en nuestros presupuestos semanales o mensuales.
Para que nuestro dar nunca falle, hay que poner aparte la cantidad que le
pertenece a Dios. De la misma forma en que apartamos el dinero para pagar
los servicios del gas o del agua, debemos poner aparte lo de Dios y no tomarlo.

4. Debemos diezmar y ofrendar de forma periódica. “cada primer día de la

semana” Nuestro dar en la iglesia no debe ser intermitente, a veces si a veces
no, sino cada semana. Precisamente, una de las bendiciones que perdemos al
faltar a la iglesia es la oportunidad de adorar a Dios por medio de las ofrendas.

C. Los bienes materiales que poseemos también son de Dios. Todas las bendiciones
materiales, el Señor nos las ha dado para que le sirvamos; ayudando a otros (1
Juan 3:17); hospedando (3 Juan 8) etc. Recuerda que Él es el dueño de todo y
nosotros Sus mayordomos; por lo cual nos pedirá cuentas de todo lo que ha puesto
a nuestro cuidado.

D. El uso de tu dinero y tus bienes determina lo que hay en tu corazón. Dios nos ha
dado cada una de nuestras responsabilidades para probar y hacernos ver lo que
hay en nuestros corazones. Por ejemplo:
1. El amor del cristiano se demuestra cuando usa su dinero. 1 Juan 3:17
2. La obediencia y la fe del cristiano se demuestra por medio del diezmar y
ofrendar.
3. El uso del dinero está íntimamente relacionado con el uso del tiempo. Pro.
18:9 “También el que es negligente en su trabajo es hermano del hombre
disipador.

II. Fieles mayordomos del tiempo.

A. El tiempo es un recurso dado por Dios (Ecl. 3:1-11; 8:6-9).
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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

B. Debemos usar bien el tiempo porque está limitado.

1. El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, nos da una serie de principios
sobre cómo debemos usar bien el tiempo. En Efesios 5:15 Pablo nos exhorta
a ser diligentes (con precisión, minuciosidad y gran cuidado) en examinar
cómo nos conducimos en la vida. “Mirad, pues, con diligencia como
andéis…” No comportándose como necios sino como sabios. En la Biblia, un
necio no es una persona con limitaciones intelectuales sino que es un hombre
incrédulo, separado de Dios y de obras abominables. Por otro lado un sabio
es aquel que vive según las normas de Dios.

2. En Efesios 5:16 el apóstol continua exhortando a los creyentes a examinar con

sumo cuidado como se conducen. El creyente debe vivir aprovechando el
tiempo con diligencia. La palabra “aprovechando” tiene la idea de redimir o
podríamos decirlo en términos coloquiales “sacar todo el jugo”. Utilizar bien
cada minuto de nuestras vidas es de suma importancia según Dios. Recuerda
que nosotros no somos eternos. Nuestros años, días, horas y nuestros minutos
están limitados y se van como el viento y no se pueden recuperar. Nuestro
tiempo es corto y hay tanto que nos falta hacer por Dios.

C. El uso de tu tiempo determina lo que hay en tu corazón.

1. Esta es otra verdad encontrada en Ef. 5:17. Cuando entendemos cual es la
voluntad de Dios, y utilizamos nuestro limitado tiempo para cumplirla
estamos diciendo con nuestros hechos que preferimos agradar a Dios antes
que a nosotros mismos.

2. Pero si decidimos hacer algo que nos gusta más, entonces estamos diciendo
con nuestros hechos que nos amamos más de lo que amamos a Dios. Por
ejemplo, una madre después que dejó a sus hijos en la escuela se da cuenta de
que tiene una hora libre y ahora debe escoger que hacer con ese tiempo.
Aquella madre tiene dos opciones; puede ver su programa favorito o puede
pasar una hora leyendo y memorizando pasajes que le ayuden en sus luchas
espirituales. Lo que aquella madre escoja determinará que ama más, a Dios o
así misma. Por eso, el uso de nuestro tiempo determina lo que hay en nuestro
corazón.

III. Fieles mayordomos de nuestra familia.

A. La familia le pertenece a Dios. Si todo es de Dios, esto también incluye a la
familia. La Biblia dice que los hijos son de Dios. (Sal. 127:3). El matrimonio fue
instituido por Dios. (Gén. 2:21-24) Dios es quien entregó a Eva por esposa a Adán
y fue Dios quien proveyó a Eva de cuidado y protección por medio del
matrimonio. Colosenses 1:16 dice que “… todo fue creado por medio de él y para
él”. Definitivamente la familia le pertenece a Dios. El padre que piensa que puede
hacer su voluntad con sus hijos está equivocado. De la misma forma, está en un
error aquel esposo que cree que tiene el derecho de tratar a su esposa como se le
da la gana. La familia es de Dios y daremos cuentas por ella.

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Iglesia Bautista Fundamental de la Fe Pasos hacia la madurez espiritual

B. Dios ha dado diferentes responsabilidades a cada miembro de la familia. Cada

miembro de la familia dará cuantas a Dios según su posición. El padre debe ser
fiel en sus responsabilidades como el hijo con las suyas. El Señor también espera
fidelidad, en esta área, de cada creyente.
1. Al esposo, Dios lo hace responsable de la forma en que trata, cuida y dirige a
su esposa. (1 Cor. 7:3-5, 11,12, 33; Efe. 5:25-31; Col. 3:19; 1 Ped. 3:7)

2. A la esposa, Dios la hace responsable de la forma en que ayuda, respeta y

obedece a su marido. (1Cor. 7:10, 13, 34; Efe. 5:21-24; Col. 3:18; 1 Ped. 3:1-
6)

3. Al hijo, Dios lo hace responsable por la forma en que obedece, honra y se

sujeta a sus padres. (Pro. 10:1; 13:1; Efe. 6:1-3; Col. 3:20; 1 Tim. 5:4)

4. Al hermano, Dios lo hace responsable por la forma en que trata a su hermano

(Mat. 5:22-24).

5. A las madres Dios la hace responsable por la enseñanza y cuidado que da a

sus hijos (1 Tim. 2:15 [La palabra “engendrando” quiere decir criar enseñando
el temor de Dios]; Pro. 14:1; 31:10-31).

6. Al padre Dios lo hace responsable por la fe, la dirección, la disciplina, el amor

y la provisión que da a sus hijos (Deu. 6:4-7; Pro. 27:5-6; Efe. 6:4; Col. 3:21;
1 Tim. 5:8)

IV. Fieles mayordomos de nuestros dones y talentos.

A. Como ya lo vimos en clases pasadas, Dios es quien nos ha dado los dones y
talentos que poseemos (1 Cor. 12:7-11).

B. El Señor nos ha capacitado con el fin de ser efectivos en Su servicio (Efe.

4:11-13).

C. El Señor espera fidelidad en el uso de nuestros dones. (1 Ped. 4:10)

Conclusión: Todo lo que decimos poseer le pertenece al Señor. Cada recurso que Dios ha
puesto en nuestras manos es una oportunidad para demostrar amor, fidelidad y diligencia
que honre al Señor. Seamos pues fieles mayordomos de los recursos del Señor.

Tarea: ___________________________________________________________________
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