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UNIVERSIDAD SAN GREGORIO DE PORTOVIEJO

TEMA:
TEORÍA DEL DOMINIO DEL HECHO

ESTUDIANTE:
ANGEL ANTONIO ARAUZ PONCE

CURSO:
5TO “B”

DOCENTE:
ABG. HENRY VILLACIS

AÑO
2018

TEORIA DEL DOMINIO DEL HECHO


La teoría del dominio del hecho, es una teoría bastante apropiada para
establecer la participación en un delito, y es ya la principal herramienta en el
desarrollo de figuras como la del cómplice o la formas de participación intentada que
observan muchas legislaciones; la teoría del dominio del hecho, es planteada como la
técnica de solución a la problemática teórica que puede presentar la participación en
el delito y especialmente la autoría.

Consiste en que todos los individuos quedan unidos por una o cualquiera de
las conductas que realice cualquiera de los autores, Ejemplo:

La banda de los “Asalta Bancos” todos dominan el hecho, hay distribución


del trabajo, unos inmovilizan, otros revisan a las personas, otros están en los
vehículos esperándolos para que puedan huir, hay un nexo de causalidad que es el
propósito de hurtar pero ese nexo de causalidad se rompe cuando ese hecho no hace
parte del fin, por ejemplo violar a una de las personas que están asaltando, solo
responde quien lo cometió, pero respeto del hurto, el por porte ilegal de armas , el
homicidio agravado hay coautoría impropia, en esta teoría no se da el respeto de la
determinadora aquí no hay delitos eventuales, aquí es directo.

Lo que ahí se está definiendo es la conducta de un individuo que tiene el


dominio del hecho, se creería coautor de un delito el que ayuda o coopera a la
realización del hecho con un acto sin el cual no se pudiera haber realizado el mismo;
por lo cual no sería incoherente interpretar este criterio dándole el contenido del
dominio del hecho, puesto que lo posee en sus manos, sabe que si procede habrá
delito y que si no procede no lo habrá; es decir esta persona domina el hecho, pone
una circunstancia decisiva de la que depende que el hecho se realice o no se realice.

Comencemos señalando que el artículo 42 del Código Integral Penal


establece tres tipos de autoría (calidad de autor) del hecho punible (el delito
cometido): la autoría directa, la autoría mediata o y la coautoría.

AUTOR INMEDIATO.- Se considera al ejecutor material del hecho delictivo, quien


realiza por sí mismo la conducta típica y que, por tanto, tiene el dominio de la acción.

AUTOR MEDIATO.- Se considera a quien, teniendo el dominio de la acción, se sirve


de un intermediario para cometer un hecho delictivo. En tal sentido, el intermediario
tiene una posición subordinada frente al autor mediato, siendo este último el que domina
la voluntad del primero y lo utiliza como su instrumento para ejecutar la acción típica
(el delito). También puede ocurrir que el intermediario sea inducido a error por el autor
mediato, y que no sepa que comete un delito; o que el intermediario actúe sin tener el
dominio de su propia voluntad.

COAUTORÍA.- Finalmente, hay cuando el delito es cometido colectivamente por


varias personas, que participan voluntaria y conscientemente, dividiéndose funciones.
Por tanto, se considera autor a cada uno de los que aporta en la comisión del delito, no
existiendo discrepancia esencial entre los distintos participantes.

La teoría del dominio del hecho, considera que es autor de un delito activo doloso el que
domina el hecho y que tal dominio se manifiesta en cuatro formas diferentes:

1.- Dominio de la propia acción dolosamente ejecutada,

2.- El que se ejerce dominando la voluntad de otro que obra coaccionado,

3.- El ejercido a través de un aparato organizado de poder y,

4.- El ejercido funcionalmente mediante una aportación importante al delito ejecutado


conjuntamente con otros.

Los que participan sin dominar el hecho sólo son cómplices o coparticipes.

En la jurisprudencia la noción de dominio del hecho, ha tenido un progreso más


restringido, pues no ha podido a ser utilizada para los asuntos o casos del dominio del
hecho en los órganos estatales de poder, en los que la teoría del dominio del hecho
permite superar los problemas que generarían al recurrir a la inducción para sancionar y
responsabilizar a las personas o funcionario de tales aparatos de poder que dan la orden
de actuar a otros.

En los casos de delitos de Estado como, las dictaduras militares de Argentina, Chile o
Uruguay de los años 70 y, ciertamente, en el de organizaciones terroristas, pues el que
da la orden no genera por regla el dolo en el subordinado, pues éste ya está decidido a
actuar.

Está claro que el supuesto del que opera en un aparato organizado de poder y lo pone
en marcha llegaría siendo, un autor detrás del autor directo e inmediato, evidemente que
este tiene el dominio del hecho detrás de otro que, trabajando en forma plenamente
responsable, es el ejecutor del delito, controla y dirige su realización.

Las principales consecuencias de la teoría del dominio del hecho:

 Es autor quien elabora todos los elementos del tipo (dominio de acción).
 Es autor quien hace el hecho valiéndose de otro como instrumento
(dominio de la voluntad).
 Es autor el que efectúa una parte necesaria de la ejecución del plan
global (dominio funcional del hecho) aunque no sea un acto típico en
sentido estricto, pero, participa de la idea misma delictiva.

IMPORTANTE: El transcurso y resultado del hecho penden decisivamente de su


voluntad:

El tipo tiene una relación interna con el hecho, la cual se manifiesta en


el “dominio conjunto del curso del acontecer”. Esta idea sirve de mucho para
determinar la existencia de la coautoría. Como sabemos la voluntad dirige el
comportamiento de los tipos, pero esta solo se torna influyente si el agente cumple
una función, objetivamente significativa, en la realización del tipo.

LA CAPACIDAD DE HACER, CONTINUAR Y DE IMPEDIR:

Esta sirve para caracterizar el dominio del hecho en general y para determinar
con mayor exactitud la coautoría en particular. Se plantea que cada individuo tiene
un roll necesario dentro de la comisión del delito de forma que, si el individuo
renuncia, puede llegar hacer que el plan fracase.

LA POSIBILIDAD DE DAR AL SUCESO EL GIRO DECISIVO:

El individuo tiene el pleno dominio del hecho, por lo que puede llegar a darle
un giro decisivo a la realización del hecho. Esta perspectiva se comprueba en los
delitos de omisión en los cuales el individuo tiene la posibilidad de imposibilitar el
resultado. En decir, no importa si el individuo, interviniendo activamente, pudo haber
impedido el resultado, sino al contrario, es decir que el que permaneciere inactivo ha
obstaculizado o detenido el suceso que se venía desarrollando o lo haya modificado
concluyentemente.
EL PODER SOBRE EL HECHO:

Se debe estar a la mira a las posibilidades físicas o habilidades técnicas del


individuo y acorde con ello ver si someten la trayectoria final del curso causal en la
realidad. La imposibilidad para realizar el tipo de propia mano no suprime el
dominio del hecho, los cuales demuestra tanto en la autoría mediata como en la
coautoría. Lo que se debe de destacar es que no basta la sola voluntad de autor o de
dominio del hecho, la disposición interna, para asentar la autoría.

LA SUBORDINACIÓN DE LA VOLUNTAD:

La teoría del dolo es apropiada a la par como teoría del dominio del hecho, en
la manera en que capta que el partícipe tiene que hacer depender el hecho de
voluntad del autor, dejándolo a su discernimiento. Un individuo no es partícipe
porque haya dejado a razonamiento del otro la ejecución del hecho, porque este tiene
el dominio sobre el hecho. El sometimiento de la voluntad es el reflejo psíquico de
las relaciones de dominio objetivas.

VOLUNTAD DEL DOMINIO DEL HECHO Y SENTIMIENTO DE AUTORÍA:

El autor tiene que conocer y conocer las circunstancias reales y también ser
consecuente de los hechos que asientan su dominio sobre el hecho, quiere decir que
se da un conocimiento fundamental del dominio.

El autor del hecho será aquel que lo realiza en forma final, en razón a una
decisión de su voluntad.[CITATION Han70 \l 12298 ]; Así mismo que la teoría del
dominio del hecho también es consecuencia de aceptar el dolo en el tipo. [CITATION
Lóp96 \l 12298 ]

Así, si se mantiene la posición en torno a que la acción humana es un suceso


finalmente dominado por la voluntad, la cuestión de quién ha realizado una acción, y
por tanto quién es autor de la misma, remite a aquel que ha tenido el dominio final de
la acción.

El dominio del hecho es un elemento objetivo de la autoría, y por ello,


elemento del tipo objetivo y elemento del tipo subjetivo; así, el dominio objetivo del
hecho y la voluntad de dominio constituyen los elementos del dominio final del
hecho.[CITATION Cla98 \l 12298 ]
La doctrina del dominio del hecho es una totalmente objetiva por lo menos,
en la manera que se da tradicionalmente a este término dentro de las teorías de la
participación. Podemos decir aquel que tiene el dominio del hecho ya puede proceder
con la voluntad que le dé la gana: el dominio del hecho lo seguirá asumiendo. Y el
que no es titular del dominio del hecho, no obstante se ponga como se ponga, aunque
tenga voluntad de autor, si bien quiera el hecho como propio, no por eso entra en
tenencia del dominio que antes no tenía., es preciso que el titular del dominio del
hecho conozca que lo tiene.

Los contextos ciertos que basan su dominio sobre el hecho; cierto que este
dolo del dominio del hecho muestra más que una sola hipótesis de imputabilidad: es
ya una parte suplementaria del dominio del hecho, del que excluye los factores
objetivos constitutivos del dominio del hecho no se puede decir que lo obtenga, pero
que, por falta de dolo, no le es atribuible, sino que la ignorancia del escenario
objetivo lleva consigo ya la no existencia en el sujeto del dominio del hecho.

Por Ejemplo:

“Si una enfermera le solicita a su colega, (el cual no sospecha nada), que
coloque una ampolla (en realidad de veneno), no es viable decir que el colega que
actúa tiene objetivamente el dominio del hecho y que lo que sucede es únicamente
que, por faltarle el dolo, no lo sabe; pero lo que ocurre más bien es, que no tiene el
dominio del hecho en absoluto.”

El pensamiento de un dominio objetivo del hecho así concebido sería un


contradicho; concurriría tan carente de razón como querer discutir en un hecho
culposo de un hecho objetivamente doloso. Pues, es preciso decir que sin dolo no
existe dominio del hecho.

Pero para querer llamar a esta doctrina una objetiva-subjetiva sería dejar de
lado lo que tradicionalmente pretende decir subjetivo dentro del ámbito de la teoría
de la participación. Se da a entender, que el individuo que se da cuenta de lo que
objetivamente acontece puede ser, autor o cómplice, según como que sea una u otra
la disposición de su ánimo. Y con esta noción la doctrina del dominio del hecho no
tiene nada que ver, calificarla de objetivo-subjetiva, por tanto, sólo puede dar lugar a
equívocos.
Por lo tanto lo que quiere decir tener el dominio del hecho, según Welzel,
“Es que el autor final es señor de su decisión y de la realización de ésta, y, con ello,
señor sobre su hecho que conforma en su existencia y en su ser así con finalidad
consciente” [CITATION Han70 \l 12298 ].
BIBLIOGRAFÍA:

Barja, L. (1996). Autoría y Participación.

Roxin, C. (1998). Autoría y dominio del hecho en derecho penal.

Welzel, H. (1970). El Dominio del Hecho. Revista de Derecho, 244-263.

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