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Ritos y Rituales en Torno A Mictlantecuh PDF
Ritos y Rituales en Torno A Mictlantecuh PDF
en Image and Ritual in the Aztec World (Acte du IIème Congrés International
de la Société Américaniste de Belgique, Louvain-la-Neuve), BAR International
Series 1896, 2009 :34-43.
Introducción
Mictlantecuhtli, el dios azteca de la muerte y de los muertos, regente del mas-
allá Mictlan, rara vez se menciona en las fuentes escritas. Por ejemplo, nunca
aparece en el libro I del Códice Florentino lo cual, sin embargo, se llama « en
que se trata de los dioses que adoraban los naturales » (1970 :1). Tampoco
aparece en el primero capitulo de los Primeros Memoriales (Códice Matritense
del Real Palacio (fol.258v.-271r.), lo cual trata en detalle de los ministros de los
dioses y de las prendas divinas, aunque hay mención de dioses y sacerdotes de
deidades secundarias1. Durán, Tezozomoc, y Motolinia tampoco citan a
Mictlantecuhtli. Contrastando con este relativo silencio de las fuentes escritas, la
esquelética figura de Mictlantecuhtli aparece de manera casi omnipresente en
los códices y en los objetos esculpidos. Existen imagenes de dioses
esqueléticos desde la época preclásica en Tlatilco y Izapa, lo que sugiere ya la
existencia de un posible culto dedicado a una divinidad en relación con la
muerte. En los códices, donde reconté más de 85 de sus representaciones2,
Mictlantecuhtli se encuentra sobretodo en la parte adivinatoria, el tonalpohualli o
« cuenta de los destinos », donde asume varios cargos : señor del décimo signo
Izcuintli, “Chien” (Códice Borgia 1993 lám.13 ; Códice Vaticano B 1993 lám.32),
1
Por ejemplo, se menciona Opochtli (Códice Florentino Tomo I:37), uno de los tlaloques a quien se atribuya “… la
invención de las redes para pescar peces, y también un instrumento para matar peces que le llaman minacachalli, que es
como fisga, aunque no tiene sino tres puntas en triangulo, como tridente, con que hiere a los peces” (Sahagun, Historia
general … 2000 : 97). En la lista de sacerdotes se menciona “…la sacerdotiza tonsurada de Iztacciuatl. La sacerdotiza
tonsurada de Iztacciuatl cuidaba, ponía su esmero en todas las cosas en Atenchicalcan y ordenaba el barrido, el
encender el fuego” León-Portilla 1992 : 99).
2
La cifra es importante. A modo de comparación, según Guilhem Olivier, Mixcóatl, que a menudo aparece en las fuentes
escritas, ya sea en mitos o en las descripciones de fiestas, está representado sólo 14 veces en los manuscritos del grupo
Borgia, una cifra a que puede añadirse 6 representaciones de Mimixcoa del Borgia (EPHE seminarios Guilhem 2000).
Una observación similar podría establecerse dentro de los 3 códices de origen maya donde el Dios A, el equivalente del
dios de la muerte azteca, aparece 88 veces en total, por lo que es la cuarta divinidad representada en número (Schellas
1904: 46; Ruz Lhuillier 1968:40).
1
señor de la noche (Códice Borgia 1993 lám.14 ; Códice Vaticano B 1993 lám.21
; Códice Féjerváry Mayer 1994 lám.1, 3 ; Códice Borbónico 1991 passim ;
Tonalámatl Aubin 1900 passim), señor del día (Códice Borbónico 1991 passim;
Tonalámatl Aubin 1900 passim), señor de la décima trecena Ce Tecpatl
(Tonalámatl Aubin 1900 lám.10 ; Códice Borbónico lám.10 ; Códice Telleriano
Remensis 1995 lám.15 ; Códice Vaticano A 1966 lám.34 ; Códice Borgia 1993
lám.18, 70 ; Códice Vaticano B 1993 lám.58) y cargador del cielo (Códice Borgia
1993 lám.49, 50, 52 ; 1993 Códice Vaticano B lám.19, 22). En cuatro ocasiones
aparece espalda contra espalda con Quetzalcoatl, dominando la mitad de los
signos del calendario (Códice Borgia 1993 lám.73, 56 ; Códice Vaticano B 1993
lám.75, 76). Conociendo la importancia del calendario adivinatorio para resolver
los acontecimientos de la vida política, religiosa, agrícola y cotidiana podríamos
imaginar que Mictlantecuhtli debería desempeñar un papel destacado en los
rituales aztecas. ¿Era tan importante este dios en ritual oficial ? ¿ En qué forma
y con cual propósito se honoraba esta divinidad ? Traté de dar unas respuestas
a estas preguntas confrontando algunos testimonios escritos, iconográficos y
arqueológicos relacionados con unos rituales muy especiales en torno a
Mictlantecuhtli.
a)Tititl
En la lista de los edificios del Templo Mayor redactada por los informantes de
Bernardino de Sahagún se dice que :
« … el séptimo edificio o cu se llámaba Tlalxicco. En este cu mataban cada año
un captivo a honra del dios del infierno. Matábanle en el mes que se lláma títitl.
Después que le había muerto el sátrapa que llámaban Tlillan tlenamácac ponía
fuego y incensaba delante la estatua. Y esto se hacía de noche » (Sahagún
Historia general… 2000 : 273, 1992 : 206 ; Códice Florentino Tomo II : 180-
181 ).
Esta fiesta de Tititl era principalmente consagrada a Cihuacoatl-Illámatecuhtli y a
las mujeres guerreras. Pero se dice que Cihuacoatl es « mujer de
Mictlantecuhtli » (Historia de los Mexicanos por sus pinturas 1985 : 5). Además
era seguramente un sacerdote de Cihuacoatl quien venía a ofrecer el copal
como lo apunta el informador de Sahagún, porque sabemos que el sacerdote de
esta divinidad vivía en el Tlillan Calmecac y, según Durán (1984 T1 :131) el
santuario arriba de su templo se llámaba Tlillan (Couvreur 2002 :22). La fiesta de
Tititl se celebraba al finalizar la estación de las lluvias, al fin del periodo de la
2
noche, y tenía por objeto acelerar la llegada de la estación seca para evitar la
putrefacción del maíz y de la tierra por excesivas lluvias (Graulich 1987:375-
376). Quizás figuraba el sacrifico nocturno de un representante de Mictlantecuhtli
la muerte de la noche ?
Este sacrificio era ciertamente seguido por un rito de antropofagia ritual como se
ilustra y se comenta en las láminas 64r° del Códice Tudela y 72v°-73r° del
Códice Magliabechiano (Fig.1) : "... Esta figura es donde se muestra el modo
nefando que los indios usaban el dia que sacreficavan a sus idolos hombres que
luego alli delante de demonio que ellos lláman mictlan tecutl que quiere decir
senor del lugar de los muertos como en otras partes esta dicho; ponian muchas
tinagas de cozina de aquella carne humana e la daban y repartian a los
principales y mandones y a los que servian al templo del demonio” (Códice
Magliabechiano 1983 lám.72v°).
b) Miccailhuitontli (o Tlaxochimaco)
En las dos ultimas fiestas de la estación seca, Miccailhuitontli y Huey
Miccailhuitontli, se festejaba a los muertos. Durante la “pequeña fiesta de los
difuntos”, Miccailhuitontli, se mataba un represente del dios de los muertos :
« …esta fiesta buscaban un viejo y vestianle muy bien vestido y ponianle
muchas joyas y plumajes y piedras preciosas y ponianle el nombre de un
demonio al qual se llámaba mintlantecle (sic) señor de los muertos, a quien
significaba este viejo, y llevabanlo al templo y ponianlo en una cueva que estaba
en el templo para el efecto y ponianle dentro con mucha comida y cerrabanle a
piedra lodo la puerta el qual alli moria acabada la comida » (Costumbre y Fiestas
1945: 45 Fol.346r°).
Propongo que la manera de matar al representante de Mictlantecuhtli, es decir
dejándole morir de hambre, es para reducirlo poco a poco a un estado
descarnado, un estado de esqueleto, aspecto bajo el cual es representado el
dios de los muertos. Hay que notar que dos señores del Xibalba, el inframundo
maya, se llámaban Chaliabac y Chamiaholom. “…Eran los alguaciles de Xibalba,
cuyas varas eran de huesos. La ocupación de estos era enflaquecer a los
hombres hasta que los volvían sólo huesos y calaveras y se morían y se los
llevaban con el vientre y los huesos estirados” (Popol Vuh, Recinos 1947:123-
124).
Como se puede notar, pocos son los elementos que dan información o
descripción de los rituales en honor de Mictlantecuhtli en las fiestas de las
veintenas. Sin embargo sabemos por representaciones en los códices que había
templos y sacerdotes dedicados a esta divinidad3. Afortunadamente un conjunto
de láminas de los códices Magliabechiano y Tudela, elaboradas a mediados del
siglo dieciséis, nos informa acerca de algunos ritos extraordinarios realizados en
torno a esta divinidad.
3
Le Tlaxicco, “ombligo de la tierra” (de Tlalli, tierra ; xictli, ombligo), era el templo dedicado a Mictlantecuhtli.
3
Las láminas 73r°, 79r°, 82r° y 88r° del Códice Magliabechiano y 50r°, 51r°, 52r°,
64r° y 76r° del Códice Tudela representan varias escenas de rituales en honor
de Mictlantecuhtli como sacrificios humanos en los que se arranca el corazón,
canibalismo ritual y autosacrificio. Por razones de espacio nos interesaremos
sólo en dos escenas rituales, la del auto-sacrificio y la del derramamiento de
sangre sobre la estatua de Mictlantecuhtli.
4
Como lo recuerda el glosador del Códice Magliabechiano y otros textos,
Mictlantecuhtli esta siempre sediento de la sangre de los hombres (Códice
Florentino Tomo VI: 21) y tal ritual puede satisfacer este deseo.
b) Aportes de la Arqueología
Sorprendentemente, la arqueología confirma este singular ritual. En 1994, en la
Casa de las Águilas del recinto sagrado de Tenochtitlan, se descubrieron dos
grandes estatuas de cerámica de un ser semidescarnado que representan a
Mictlantecuhtli (Fig.4). Estas dos esculturas (5 y 6) custodiaban la entrada
principal del ala Norte de la Casa de los Águilas. “Miden 174cm de altura y 98
cm de ancho máximo. La cabeza es desproporcionada, y representa 22,5% de la
altura total del personaje. Se caracteriza por orejas prominentes con pabellones
proyectados lateralmente y cuyos lóbulos están perforados. La superficie
correspondiente al cuero cabelludo presenta decenas de perforaciones
irregulares de 0,5 cm de diámetro. La cara es semidescarnada. Muestra dos
protuberancias hemisféricas con superficie lisa que figuran los ojos, los pómulos
pronunciados y una nariz sin su extremidad cartilaginosa, que revela las paredes
del vómer. El torso es abombado, esquelético y compuesto por ocho pares de
costillas” (López Luján 1998:112). Un elemento importante de la iconografía
aparece en la mejilla derecha de la escultura 5 : una mancha circular de color
amarillo. Es un rasgo característico de Mictlantecuhtli generalmente presente en
los códices y a menudo acompañado de puntos rojos, los dos simbolizando el
hueso y la sangre (López Luján y Mercado 1997:48). Las piezas llevan maxtlatl y
sandalias. Las estatuas estaban vestidas, coronadas de cabellos como sugieren
los muchos agujeros en los cráneos, y ataviadas con adornos de papel (Ibid.:
50).
Las dos estatuas de Mictlantecuhtli descubiertas en la Casa de las Águilas
tienen sobre los hombros una capa de una sustancia marrón con alto nivel de
albúmina y desde luego se identifica como la sangre humana, lo que viene a
corroborar las descripciones de dos códices (López Luján et Mercado 1997 : 45 ;
López Luján, Barbra, Lazos, Link et Ortíz 1998 : 24-25).
fue añadida después sobre las copias hechas según el original y con el propósito de subrayar el horror de la escena
(2002:333).
5
III. Hipótesis de interpretación del rito de derramamiento de sangre sobre la
estatua de Mictlantecuhtli a través…
5
Quizás una creencia comparable se encontraba todavía en la región de Oaxaca en el siglo XVII. Balsalobre cuenta que :
“En espirando el difunto, lavan el cuerpo, y cabeza con agua fría, y si es mujer le peinan los cabellos, y se los atan con
una cuerda blanca de hilado de algodón, y la amortajan con las vestiduras mas nuevas que tienen, poniéndoles dos ó
tres pares de naguas y huipiles mas ó menos, conforme al caudal de cada uno, y encima les suelen vestir la mortaja
ordinaria, metiendo dentro della cantidad de piedras pequeñas amarradas en un paño, en memoria de los sacrificios que
se hizieron porque sanasse el dicho difunto, ú de los remedios supersticiosses que los Letrados les aplicaron, y no les
fueron de provecho” (1987:238).
6
267). ¿Seria para aumentar sus probabilidades de abandonar el Mictlan que se
practicaba el auto-sacrificado en honor de Mictlantecuhtli ?
7
para recuperar la salud y rechazar a la muerte. En un conjuro consignado por La
Serna, Mictlantecuhtli es invocado para determinar el estado de un paciente,
para saber si se iba a morir pronto :
« Invoca a el Dios Mictlantecuctli, Dios del Infierno. Yo en persona, Principe de el
Infierno, quiero, que se sepa el estado deste enfermo, si morirá presto, ó no?
antes de durar algun tiempo” (1987 : 401).
Este vínculo entre los dioses del inframundo y las enfermedades, apenas
esbozado en los datos del Altiplano Central, aparece claramente en el mundo
maya donde las enfermedades vienen del inframundo. Varias deidades del
Xibalba son evidentemente encarnación de enfermedades. Por ejemplo, Ahalpuh
y Ahalganá, de los cuales se dice : “… el oficio de estos era hinchar a los
hombres, hacerles brotar pus de la piernas y teñirles de amarillo la cara” (Popol
Vuh Recinos 1947 : 123)6. En el Michoacán, también se pensaba que la
proximidad de la muerte podía llevar enfermedades y se dice que después de la
cremación y del enterramiento de las cenizas del Calzoncin del Michoacan, « …
luego todos aquellos que habían tocado al Calzoncin o a los otros muertos, se
iban a bañar porque no se les pegase alguna enfermedad » (Motolinia 1971 :
303). Más tarde, en el decimoséptimo siglo, en la región de Oaxaca, Balsalobre
revela la misma costumbre. Apunta que después de la muerte de una persona
sus padres sacrificaban un perrito o una gallina al dios del infierno y a la diosa su
esposa y se dice que : “… sacrificaban para los difuntos, y para atajar las
enfermedades, y muertes, que no lleguen a sus casas” (1987 : 238).
2) Para ayudar los difuntos : Según la segunda parte del comentario del Códice
Tudela, esta sangrienta ofrenda se destinaba también al “descanso de los
muertos”. Durante los rituales funerarios se ponía con el difunto varias ofrendas
como ropa, manta, comida, agua y un perrito. Todos estos presentes
acompañaban y ayudaban el difunto durante su viaje a través del inframundo y,
llegando al Mictlan, las entregaba a Mictlantecuhtli (Códice Florentino Tomo III :
43-44 ; Primeros Memoriales 1997 : 179). No se menciona autosacrificio de
sangre durante los rituales funerarios aun si es común encontrar punzones de
hueso en contexto arqueológico funerario (Chavez Balderas 2007 : 104, 306-
307). Parece lógico suponer que podía haber ofrendas de sangre durante el
funeral porque la sangre es pura energía y, por tanto, la sustancia ideal para
apoyar los pasos del difunto en el más allá.
Durante los cuatro años siguientes a la muerte, los familiares del difunto seguían
haciendo, a ciertas fechas, ofrendas de alimentos, flores, incienso en el lugar de
entierro de la urna cineraria y en caso de muertos de alto rango se hacían
sacrificios humanos (Motolinía 1971 : 306 ; Durán 1984 T2 : 300 ; Códice
Florentino Tomo III : 44). También parece que a veces se práctica el
autosacrificio en ofrenda post-funerarias. Según las Costumbres y fiestas, en la
fiesta de Toxcatl :
“… hazian la fiesta de los defunctos; porque offrecian por ellos ante el demonio
muchas gallinas y maiz y mantas y vestidos y comida e otras cosas y en
6
Le Père Pantaleón Guzmán relata que los Cakchiquels adoraban los dioses Ahal Puh, Ahal Tecob, Ahal Xic et Ahal
Canyá. Todos son nombres de enfermedades (Popol Vuh, Recinos 1947 : 124, note 95).
8
particular cada uno hazia en su casa gran fiesta y las imagenes que tenian de
sus padres y papas y defunctos sahumavan con encienso e sacrificavanse las
lenguas y orejas y piernas y braços y sus partes y con la sangre untavan estos
idolos de sus pasados y cubrianlos con un papel, y cada uno hazian lo mesmo”
(fol.342v, 1945:42).
De igual manera que antes la ofrenda de sangre tenía por propósito de fortalecer
los pasos del muerto en el inframundo. Así podría ser a un ritual de este tipo,
sea antes o después del funeral, que refiere el comentario del Códice Tudela.
Conclusión
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