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Gracias a las lecturas que hemos tenido la tarea de abstraer nos hemos
percatado de una nueva forma de analizar lo “social” por medio de estos
pensamientos críticos. La “sociedad” adquiere una identidad más estática por el hecho
de volverse un objeto de estudio para la ciencia social. Y en este texto trataré de dar
un pequeño análisis por medio de la voz de Émile Durkheim y de Auguste Comte.
DESARROLLO
El siglo XIX ha sido uno de los siglos donde la actividad política, lingüística,
literaria, social, etc. fue extremadamente activa y de igual manera marcó un
parteaguas excelso entre el pensamiento antiguo a muchas cosas que nos rigen hoy
en día. Entre ellos existen dos pensadores fundadores del pensamiento social actual –
con diferencia de cincuenta años-: Comte y Durkheim.
La realidad que nos toca estudiar a todos debe ser creada a partir de un método
crítico o, análogamente, se dice que debe ser creada a partir del pensamiento
científico.
El pensamiento cruzó un periodo de cincuenta años para alcanzar las reglas del
método sociológico de Durkheim a partir del Discurso de Comte. Evidentemente: la
sociedad marcó una gran diferencia en distintos ámbitos del pensamiento a través de
este periodo temporal, incluyendo el ámbito de la sociología –que estaba establecida
ya como una ciencia-.
Entonces, a grosso modo, ¿cuál fue la propuesta de Durkheim para abordar este
objeto de estudio generalizado? Naturalmente: observar a nuestra sociedad como si
fuera un objeto; con sus respectivas formas surgidas del molde de “constante
matemática” sin inmutarse y a sabiendas de su comportamiento, ocupar las variables
para conjugarlas y entender los fenómenos sociales que se suscitan dentro de este
recipiente. Observar a nuestra sociedad como un objeto, de manera impersonal, para
evitar nimios en la formación de un retrato de ésta.
Es contundente el discurso con el que se inicia el estudio que desarrolla esta obra
y para finales del siglo XIX fue una gran revolución del pensamiento, con génesis
antes de la mitad de ese mismo siglo. La voz de esta obra enmarcaba, en forma de
máximas, la forma de observar la realidad social y seguidamente la forma en que
debe aprehenderse las variantes que influyen en la formación de una identidad en
sociedad y por lo tanto en cada uno de los individuos del conglomerado. Cada uno de
los entes de la sociedad están regidos desde el primer instante en que ocupa su
consciencia; al primer instante en que percibe que percibe se da cuenta –en una gran
parte de casos- que esta entidad llamada Sociedad está alimentando sus necesidades
con estructuras definidas y sin una oportunidad –fácil y sin dolor- de transgredir las
formas del recipiente. Así, decimos que el pensamiento y la cultura de la sociedad
está creada por la misma gente, pero esta creación de algún modo adquiere una
consciencia donde se prevalece la necesidad de sobrevivir en el tiempo y para hacer
esto se suscita la coerción de la población. ¿Pero por qué la necesidad –de esta
sociedad consciente- de prevalecer? Podemos decir a modo de respuesta: para el
control del conglomerado social y, por lo tanto, la garantía de bienestar de la
población y su integridad natural (a la manera de John Locke). La coerción será
entonces un mal necesario para tener una seguridad de que la población no cause
perjuicios.
CONCLUSIÓN
Podemos concluir con la necesidad que se suscita al leer estas lecturas. Siempre
es necesario hacer el retrato de estos pensadores para poder comprender lo que
somos hoy en día. Nos damos cuenta que nuestro pensamiento crítico proviene de
voces como éstas que nos indicaron, en su época, una forma de ver nuestra sociedad
y, más allá, una forma de ver nuestra realidad en sí.
BIBLIOGRAFÍA
DISCURSO SOBRE EL ESPÍRITU POSITIVO. (2016). BIBLIO3. Recuperado el 17 de marzo del 2016, de:
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/comte/discurso.pdf