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CAPÍTULO 2

NEUROMITOS

Los neuromitos campan por sus respetos en educación, pero el


uso original del término proviene de las ciencias médicas. Proba-
blemente pueda acreditarse su autoría al neurocirujano Alan Cro-
ckard, a quien, en la década de 1980, le irritaba sobremanera la
facilidad con la que arraigaban en la cultura médica ciertas ideas
acientíficas sobre el cerebro. Se .percató, por ejemplo, de que el
signo de Lhermitte1 se había convertido casi en indicio cierto para
el diagnóstico de la esclerosis múltiple, a pesar de que también lo
producían otras enfermedades. Crockard empleó el término "neu-
romito" en sus conferencias y, más tarde, en artículos para descri-
bir un tipo engañoso de "saber recibido" en los círculos médicos
acerca de síntomas clínicos y sus causas (Crockard, comunicación
personal; Crockard, 1996). En 2002, el proyecto Brain andLearning
de la OCDE llamó la atención sobre la gran cantidad de concep-
ciones erróneas en torno a la mente y el cerebro surgidas fuera
de las comunidades médica y científica. El proyecto redefinió el
término "neuromito" como "una concepción errónea generada
por un malentendido, una mala interpretación o una cita equivo-
cada de datos científicamente establecidos (por la investigación
del cerebro) para justificar el uso de la investigación cerebral en la
educación y otros contextos" (OCDE, 2002b: 111).
Como veremos en capítulos posteriores, esos neuromitos han
tenido una influencia importante en la configuración de las per-
cepciones y puntos de vista de los educadores acerca de la neuro-
ciencia y su papel potencial en la educación. Para deshacer algunas
de estas ideas y comprender mejor la relación (real e imaginada)
entre la neurociencia y la educación, examinaremos en este capítu-
1
Sensación eléctrica que recorre la médula espinal y las extremidades, producida al
flexionar el cuello hacia adelante.
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lo las neuromitologías más destacadas. No obstante, como veremos, acumulada es sorprendentemente favorable a las líneas generales
esta tarea de examen no consiste solo en un proceso de decidir si de la teoría de las IM" (Gardner, 1999). En cuanto a su base em-
una idea es verdadera o falsa. En el sentido utilizado en este ca- pírica, se podría aludir a la evidencia neurocientífica que muestra
pítulo, el término "neuromito" se refiere a un argumento sobre que el rendimiento en distintos tipos de tareas está correlaciona-
el cerebro, formado y reformado por incontables narraciones, y do con la actividad en diferentes regiones del cerebro, de manera
no tanto a una idea fundamentalmente errónea. En realidad, los que la influencia conductual de la eficiencia de una región puede
neuromitos tienen con frecuencia su origen en una idea científica variar según la tarea. Además, es cierto también que una medida
auténtica y, en menor medida, se mantienen gracias a alguna idea única de la inteligencia es insuficiente para explicar las diferencias
de este tipo. En este elemento residual de ciencia real reside una conductuales individuales. Ambos tipos de evidencia pueden ser
parte importante de su fuerza duradera. Les confiere credibilidad utilizados en contra de la probable utilidad de una única medida
mucho después de haberse divorciado de la comunidad científica de GI como predictor sólido del rendimiento educativo2. Esto no
y quedan protegidos eficazmente de su escrutinio. Dado que en el es lo mismo, sin embargo, que sugerir que los límites de nuestra
mito queda algo de ciencia original, nuestra tarea aquí no consiste actividad mental y/o neural surjan de un pequeño conjunto de
solo en determinar si una idea es correcta o errónea, sino qué par- componentes diferentes, y que estas limitaciones, en combinación,
tes del argumento pueden apoyarse en evidencias válidas y cuáles expliquen la diversidad de formas de actuar que observamos entre
no. individuos que abordan diferentes tareas.
Gardner sugiere que cada inteligencia opera desde una zona
diferente del cerebro, aunque, en respuesta a Waterhouse, Gard-
LA TEORÍA DE LAS "INTELIGENCIAS MÚLTIPLES" (IM) ner reformuló esta afirmación de un modo más cuidadoso. En
esta respuesta, se refiere a las inteligencias como "compuestos de
La teoría de las IM de Gardner propone que es más útil des- grano fino de subprocesos neurológicos, pero no los subproce-
cribir a una persona como poseedora de un pequeño número de sos mismos" (Gardner y Moran, 2006). Gardner alude al tipo de
inteligencias relativamente independientes que de una única in- prueba que cree que invalidaría su concepto de IM cuando dice
teligencia polivalente (Gardner, 1983). Las posibles inteligencias que, si el procesamiento musical y el espacial estuviesen repre-
candidatas son la lingüística, la musical, la lógico-matemática, la sentados de forma idéntica en la corteza, ese hecho indicaría la
espacial, la corporal-cinestésica, el sentido intrapersonal del yo, la presencia de una inteligencia y no de dos inteligencias diferentes.
interpersonal; y Gardner ha propuesto posteriormente otras po- Sin embargo, se han encontrado muchas vías compartidas y sola-
sibilidades, como la naturalista y la inteligencia existencial (Gar- padas de procesamiento cerebral entre las destrezas del lenguaje
dner, 1999). La teoría de las IM se opone frontalmente a la idea y las musicales (Koelsch y cois., 2004), la percepción musical y el
de un factor unitario "g" de inteligencia general, que refleje la efi- razonamiento no verbal (Norton y cois., 2005) y redes distribui-
ciencia general del cerebro y la íntima interconexión de nuestras das relativas a la emoción que se comparten con el razonamiento,
destrezas mentales. La teoría de las IM es aceptada de buen grado la memoria y la acción (Adolphus y cois., 2003; Morgane y cois.,
por muchos educadores, que la consideran un argumento sólido 2005; Phelps, 2006). Tampoco constituye una evidencia fuerte de
contra la educación basada en el CI. una única inteligencia el hecho de que dos tareas utilicen una
En una revisión crítica de las pruebas a favor de la teoría de las 2
IM, Waterhouse examinó la evidencia científica empírica (Water- Sin embargo, la inteligencia general también puede estar distribuida por el cerebro
en cuanto a la eficiencia global del cerebro y, en contra de Gardner, algunos científicos
house, 2006). La teoría de las IM afirma estar basada en un amplio señalan la correlación positiva entre una medida de la inteligencia general "g", el tamaño
conjunto de disciplinas, entre las que se encuentra la neurocien- del cerebro (véanse: McDaniel, 2005; Toga y Thompson, 2005} y el nivel de la acüvidad
cia. De hecho, Gardner ha afirmado que "la evidencia neurológica cerebral (Geake y Hansen, 2005) para indicar que "g" puede ser un concepto importante
para comprender el rendimiento individual.
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misma región compartida. La idea es que, si una única región está consiste en comprobar si mejora, formal e informalmente, el
relacionada con dos tareas diferentes, la realización de estas dos conjunto de alumnos y alumnas de las escuelas cuyas prácticas
tareas solo podría llevarse a cabo merced a la eficiencia de proce- estén informadas por la teoría de las IM. Hay ya gran número
samiento de esta única región cerebral. Esto podría contribuir a de estudios que hablan de la satisfactoria aplicación de la teoría de
apoyar la idea de que estas dos tareas requieren el mismo tipo úni- las IM en las aulas, pero estos estudios dan por supuesta la vali-
co de inteligencia. Ese aislamiento funcional en el cerebro sería dez de las inteligencias mencionadas, en vez de ponerlas a prue-
poco habitual, pues a menudo los procesos emplean diferentes ba. En este nivel de investigación, el principio que se investiga
vías entre y dentro de las mismas amplias regiones. En pocas pala- es el valor pedagógico de comprender a los alumnos y alumnas
bras, la complejidad del procesamiento general del cerebro hace en relación con sus múltiples y diferentes virtudes y debilidades,
que sea improbable que de ella se derive una teoría parecida a la algo a lo que aspiran muchos docentes. Nada de lo dicho hasta
de las IM. La neurociencia cognitiva estudia el cerebro en térmi- ahora sugiere que considerar el rendimiento en estos términos
nos de procesos (visión, audición, olfato, etc.),pero no en los de no ofrezca ventajas prácticas para los maestros y profesores. La
inteligencia visual, inteligencia auditiva o inteligencia olfativa. En el cuestión que se plantea aquí es precisamente que, con indepen-
ámbito de la neurociencia, no parece exacto ni útil reducir la ex- dencia de la utilidad que tenga el concepto en la práctica, no se
tensa gama de diferencias individuales complejas a niveles neural deriva de la neurociencia y es difícil que esta lo demuestre o lo
y cognitivo a un número limitado de capacidades. refute. Por tanto, aunque, cuando Gardner elaboró la teoría de
A pesar de la ausencia de la teoría de las IM en la bibliografía las IM, revisó la bibliografía científica y quizá se inspirara en ella,
neurocientífica, los maestros y profesores asocian con facilidad la la teoría sigue siendo en esencia una teoría educativa, cuya fuerza
teoría de la IM con la neurociencia (para confirmar este extremo, y validez solo ha de evaluarse (y, aveces, discutirse) en el terreno
el autor acudió de nuevo a los datos recabados de 150 docentes educativo. La parte neuromitológica de la teoría de las IM estriba
del Reino Unido a quienes se les pidió que respondieran a esta en la afirmación de que se trata de una teoría científica, dado
cuestión: "Por favor, haga una lista de las ideas que haya oído en que no se deriva directamente cte la evidencia empírica y, en su
las que el cerebro esté relacionado con la educación" (Pickeringy forma actual, no es verificable. Por eso, y no es la razón de menor
Howard-Jones, 2007). De los maestros y profesores que respondie- importancia, Gardner no está dispuesto a definir los componen-
ron a la pregunta (121), la mayoría no mencionó más que dos o tes implicados.
tres ideas. De estas, la teoría de las IM aparecía 17 veces (14%)). La teoría de las IM es muy popular entre los educadores y pro-
En la respuesta de Gardner a Waterhouse, titulada provocati- mueve el valor de los talentos individuales y diversos de los niños,
vamente: "The science of múltiple intelligences theory"3, resume en vez de prestar atención a lo "brillantes" que sean. Por tanto, en
dos maneras posibles de evaluar en el futuro la teoría de las IM. términos educativos, la teoría de las IM parece liberadora, otor-
La primera es mediante pruebas de inteligencia, utilizando unos gando a los maestros y profesores la licencia "científica" para ce-
sistemas de evaluación que considera 'justos con la inteligencia". lebrar la diversidad. En términos científicos, sin embargo, parece
Esos tests pueden suscitar, efectivamente, la conciencia de la di- una simplificación inútil. Ni de la investigación biológica ni de la
versidad de nuestros perfiles individuales de capacidad cognitiva psicológica se deriva ningún conjunto claramente definido de ca-
y proporcionar pruebas en contra de la idea de una medida unita- pacidades. En consecuencia, la teoría de las IM puede ser también
ria de esa capacidad. Menos segura es la posibilidad de que indi- un ejemplo de una idea a la que se ha otorgado indebidamente
quen también un conjunto limitado de inteligencias claramente un aura de autoridad científica, si bien, haciendo justicia a Gard-
definidas y relativamente independientes. ner, ello no se debe únicamente a los argumentos defendidos por
La segunda forma de evaluar su teoría que sugiere Gardner su autor. Él mismo manifestó recientemente:
3
"La ciencia de la teoría de las inteligencias múltiples" (N. del T.).
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He podido darme cuenta de que, cuando uno lanza al mundo una idea la experiencia educativa para que se ajuste al estilo de aprendizaje
-"meme"-, no puede controlar por completo su comportamiento, no manifestado por cada persona tiene un valor educativo. Quizá la
más de lo que puede controlar esos productos de nuestros genes a los
que llamamos hijos (Gardner, 2003). suposición de que el aprendizaje pueda mejorarse de este modo
no sea del todo irrazonable. Si un aprendiz expresa una prefe-
rencia durante el proceso de aprendizaje, la respuesta centrada
Estilos de aprendizaje
en el aprendiz parece lógica. Sin embargo, si esa preferencia se
identifica mediante un cuestionario muy limitado y cerrado, re-
Podemos considerar el estilo de aprendizaje, de un individuo ducido esencialmente a tres opciones y basado por completo en
como un conjunto de características del aprendiz que influye en su las modalidades sensoriales, la medida en la que el VAC pueda
respuesta a diferentes enfoques docentes. Una encuesta adminis- servir para personalizar significativamente el aprendizaje parece
muy discutible.
trada en 2004 identificó setenta y un modelos distintos de estilos de
aprendizaje y nuestra propia encuesta puso de^manifiesto que casi Muchos proyectos educativos han buscado la mejora median-
un tercio de los profesores del Reino Unido habían oído hablar de te la creación de programas a medida para satisfacer los estilos
los estilos de aprendizaje, y la mayoría de los que utilizaban este individuales de aprendizaje pero, hasta ahora, no disponemos de
enfoque decían que era eficaz (Pickering y Howard-Jones, 2007). evidencia convincente de que se produzca beneficio alguno. Una
Como en el caso de la teoría de las IM, que a menudo interpretan revisión de esos estudios no logró hallar evidencia convincente de
los educadores como un medio para descubrir las modalidades pre- que el ajuste de la enseñanza para adaptarla a las vías sensoriales
feridas de aprendizaje, la promoción de los estilos de aprendizaje dominantes del individuo sea más eficaz que diseñar formas de
se ha beneficiado de una fuerte asociación con la neurociencia. educación y enseñanza adecuadas al contenido (Coffield y cois.,
Muchos modelos de estilos de aprendizaje tienen una justificación 2004). Además, en un estudio de laboratorio sobre el rendimien-
claramente biológica, y algunos de sus principales proponentes to de la memoria, se observó queja autoevaluación de los par-
(Rita Dunn y cois., 1990, p. 86) comentan que "al menos tres quin- ticipantes de su estilo de aprendizaje (como suele utilizarse ha-
tas partes del estilo está biológicamente impuesto". bitualmente) no coincidía con unas medidas más objetivas, y las
Hay muchos instrumentos que se utilizan para medir y expli- puntuaciones de memoria en diferentes modalidades no parecían
car los estilos de aprendizaje y casi todos consisten en cuestiona- relacionadas con ninguna medida del estilo dominante de apren-
rios de autoinforme. Solo se ha examinado la validez de algunos dizaje (Kratzig y Arbuthnott, 2006). Sí había, en cambio, eviden-
de estos instrumentos y, aun así, los hallazgos no siempre son cia de que la autovaloración de los participantes como aprendi-
concluyentes. Por ejemplo, algunos investigadores (Heffler, 2001; ces anestésicos estaba relacionada con el rendimiento visual, de
Marshall y Merritt, 1986) han señalado que el Learning Styles In- que estaban autoevaluando sus estilos de aprendizaje de un modo
ventory registra unas medidas estables, mientras que otros (Lam, posiblemente promovido por el mismo inventario, y la evidencia
1997; Loo, 1997) critican su falta de fiabilidad. objetiva de las pruebas de memoria que sugerían tareas visuales y
Quizá el inventario mejor conocido en el ámbito educativo sea cinestésicas-táctiles estaban aprovechando el mismo proceso sub-
el que categoriza a los individuos en relación con su modalidad yacente de memoria. Los autores concluyeron que los intentos
sensorial preferida para recibir, procesar y comunicar informa- de los educadores de centrarse en los estilos de aprendizaje eran
ción: visual, auditiva o cinestésica (VAC). Sin embargo, el entu- "esfuerzos inútiles".
siasmo educativo por los estilos de aprendizaje no se detiene en la Parece que el presupuesto implícito del enfoque VAC es que,
identificación de una modalidad sensorial preferida. Suele dar, en dado que las diferentes modalidades se procesan de forma inde-
cambio, un paso más, asumiendo que la elaboración a medida de pendiente en distintas partes del cerebro, las diferencias de efi-
ciencia de estas partes se traducen en un método obvio de clasifi-
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cación, basado en la modalidad que utilizan los aprendices para otro. Por ejemplo, se considera que el lenguaje está lateralizado a
procesar la información más eficientemente. Sin embargo, como la izquierda. Las técnicas de imagen pueden utilizarse para iden-
señalara Geake y ya comentamos en relación con la teoría de las tificar las áreas cerebrales que incrementan su actividad (normal-
IM, esto cae por su prppio peso ante lo que sabemos acerca de mente, en relación con el flujo sanguíneo) durante la realización
la interconectividad cerebral (Geake, 2008). La educación trata de tareas que requieran la función del lenguaje y, en la inmensa
de desarrollar sobre todo tipos de procesos de pensamiento de mayoría de los participantes diestros, estas áreas están en el he-
orden superior y las áreas cerebrales asociadas al pensamiento de misferio izquierdo (aunque estén en el hemisferio derecho en un
orden superior se activan de forma similar cuando se presenta un tercio, aproximadamente, de los individuos zurdos). Aquí, como
problema en diferentes modalidades, como podríamos prever a probablemente en la teoría de las IM y en VAC, los estudios de
partir de los modelos de cognición vigentes (Qin y cois., 2003), neuroimagen que presentan imágenes estáticas de islas de activi-
Hasta ahora, ninguna evidencia surgida en la neurociencia, ni en dad bien definidas pueden haber contribuido a confundir a los
ninguna otra ciencia, respalda el valor educativo de categorizar no especialistas, sugiriéndoles una nueva frenología de unidades
a los aprendices en relación con su modalidad sensorial o con funcionales aisladas bien definidas.
cualquier otro tipo de estilo de aprendizaje. Entretanto, las pa- En realidad, la actividad solo ha excedido un umbral estadís-
labras de moda "visual", "auditiva" y "anestésica" han adquirido tico definido por el experimentador. Ninguna parte del cerebro
un significado pedagógico en todos los sectores de la educación, está normalmente inactiva en el sentido de que no reciba ningún
disfrutando incluso de la promoción, durante cierto período de flujo de sangre. Es más, en la mayoría de las tareas cotidianas,
tiempo, en páginas web del gobierno (Sharp y cois., 2008). incluidas las de aprendizaje, la actividad requiere que ambos he-
Otra forma popular de categorizar el estilo de aprendizaje es misferios trabajen juntos de una compleja forma paralela. Incluso
en relación con la teoría del "cerebro-izquierdo, cerebro-derecho" muchas tareas de lenguaje producen una activación adicional en
(Springer y Deutsch, 1989). Según esta teoría, las disposiciones de áreas del hemisferio derecho. Por^ejemplo, Carol Seger y sus co-
los aprendices nacen de la medida en que el cerebro dominante laboradores (Seger y cois., 2000) midieron la actividad cerebral
sea el izquierdo o el derecho. Esta idea forma parte de la teo- extra producida cuando los participantes generaban un verbo in-
ría utilizada por muchos como base de sus modelos de estilos de usual siguiendo a un nombre, en vez del primero que se viniera a
aprendizaje, como el Hermann's BrainDominance Instrument (Her- la cabeza (p. ej., "el gato pintó", en vez de "el gato ronroneó"). El
mann, 1989) y el sistema 4MAT (McCarthy, 1997), o se cita como procesamiento adicional requerido se relacionó con un conjunto
una influencia sobre los resultados (Dunn y cois., 1990). El detalle muy repartido de "áreas activas" del hemisferio derecho (véase la
de esa categorización varía en diferentes programas educativos figura 2.1 en la sección de ilustraciones en color). No obstante, es-
y modelos de estilos de aprendizaje, pero, por ejemplo, puede tas se suman a las actividades (excluidas en este análisis) presentes
considerarse que un "aprendiz intuitivo" está más influido por el en otras redes de lenguaje que, por regla general, se encuentran
cerebro derecho, mientras que los aprendices secuenciales, paso en el hemisferio izquierdo. Una tarea que exigiera la producción
a paso, estarán supuestamente más dominados por sus respectivos de una oración completa -el principio de un relato, por ejem-
hemisferios izquierdos (McCarthy, 1987,1997; Sloan y cois., 2002; plo- implicaría un conjunto de redes adicionales, incluyendo re-
Hoffman, 2002). Muchos textos educativos animan a los profe- giones que se ocupan de la sintaxis, la memoria y la integración
sores para que determinen si un niño está más dominado por el . de conceptos. Cuando la tarea se acerca a algo parecido a una
cerebro derecho o por el izquierdo antes de tratar de enseñarles actividad de clase, se observa muy rápidamente que la mayoría
(p. ej.: Hoffman, 2002). Es un hecho científico establecido que de las áreas del cerebro están más activas que cuando nuestros
muchos procesos están relacionados con actividades cerebrales cerebros están en completo reposo (si puede decirse que exista
extra que ocurren predominantemente en un hemisferio o en el un estado así). Por tanto, los tipos de "áreas activas" observadas en
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imágenes como la de la figura 2.1 solo parece que apoyan el neu- Ambientes enriquecidos
romito de que no utilizamos más que un pequeño porcentaje de
nuestros cerebros4. En realidad, la actividad cerebral se produce En contra de una extendida creencia popular, no existe una
en todo moménfo, en mayor o menor medida, en todo el cerebro. base neurocíentífica convincente para iniciar la educación formal
Además, estas imágenes cerebrales estáticas ocultan la naturaleza lo antes posible. En apoyo de este enfoque, se han utilizado tres
rápidamente cambiante de la actividad cerebral real. Si la tecnolo- argumentos, pero todos ellos hacen una interpretación errónea,
gía fuese mejor, los científicos podrían mostrar la extensión y con- o excesiva, de la evidencia5. En primer lugar, es cierto que la sinap-
tracción de regiones de actividad creciente y decreciente por todo togénesis (la creación de las sinapsis o conexiones entre neuronas)
el cerebro, en escalas temporales de milisegundos. La idea de que se produce a mayor velocidad en los niños que en los adultos,
utilizamos el lado izquierdo de nuestro cerebro para una tarea como también la poda sinóptica (en la que se eliminan las conexio-
y el otro lado del cerebro para otra se aleja mucho de la realidad. nes que no se utilizan con frecuencia). Es lógico pensar que esos
La división de las personas en sujetos de dominancia cerebral cambios patentes en la conectividad cerebral contribuyan a hacer
izquierda y dominancia cerebral derecha hace avanzar el error que la infancia sea un buen momento para aprender. Gran parte
un paso más. La confusión de tal enfoque se refleja en las formas de lo que sabemos acerca de la sinaptogénesis y de la poda se de-
opuestas en que diferentes modelos de estilos de aprendizaje tra- riva de las investigaciones con otros primates. En los monos, estos
tan de asignar sus dimensiones a los dos hemisferios. En el modelo procesos se producen pronto, lo que sugiere que los tres prime-
del Learning Styles Inventory, la experiencia concreta se asocia con ros años de vida pueden ser especialmente importantes para el
el pensamiento del cerebro derecho (Kolb, 1999). En el Cognitive aprendizaje (Rakic, 1995). Sin embargo, ahora sabemos que, en
Styles Index, la dimensión de intuición-análisis se asigna al cerebro el cerebro humano, esos cambios estructurales continúan mucho
derecho (Allinson y Hayes, 1996), mientras que en el Cognitive Styles después de los tres primeros años de vida. En realidad, el cerebro
Analysis, la dimensión global-analítica (cuya definición se acerca a todavía se está desarrollando en la adolescencia, sobre todo las
la de intuición-análisis) se caracteriza por su falta de relación con la cortezas frontal y parietal, en las que fe poda sináptica no empieza
preferencia hemisférica (Riding, 1998). Al final de su extensa revi- hasta pasada la pubertad (Huttenlocher, 1979).
sión, Coffield y cois, (2004) concluyen que la escasez de investiga- Un segundo argumento, a menudo ligado al primero, se ha
ciones rigurosas impide extraer unas consecuencias claras para la construido a partir del concepto del período crítico, una ventana
pedagogía de los modelos actuales de estilos de aprendizaje. en el tiempo en la que el niño puede aprender una determinada
destreza o habilidad. Por ejemplo, es sabido que los adultos tie-
nen más dificultades para discriminar sonidos que no hayan oído
durante los seis primeros meses de vida (Kuhl y cois., 1992). Sin
embargo, los científicos no creen que haya que referirse a ios pe-
4
ríodos críticos como periodos sensibles. No son fijos ni rígidos.
El mito de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro puede haber surgido de los Se trata, más bien, de sutiles diferencias de capacidad del cerebro
experimentos de Karl Lashley, que extirpaba grandes porciones de la corteza cerebral de
ratas y descubrió que aún seguían siendo capaces de reaprender algunas tareas (Lashley, para ser configurado por el ambiente. Además, implican princi-
1929). El mito recibió un impulso importante cuando se dijo que Albert Einstein lo había palmente funciones visuales, de movimiento y de la memoria que
utilizado en una entrevista radiofónica para animar a la gente a que utilizara más el cere- se aprenden naturalmente en un ambiente normal. Por tanto, la
bro (Beyerstein, 1999b). Sin embargo, aunque no todas las neuronas estén activadas en
un mismo instante, la mera elaboración de una taza de café provoca "que se produzca una investigación sobre los períodos sensibles es potencialmente valio-
tormenta de actividad neuronal casi por todo el cerebro" (Boyd, 2008). Los supervivien- 5
Estos argumentos se basan también en supuestos acerca de la función de ía conec-
tes de traumas que han perdido parte de su corteza cerebral siguen siendo capaces con tividad sináptica en el aprendizaje humano y las relaciones entre la sinaptogénesis y el
frecuencia de realizar muchas de sus funciones cotidianas, pero, en vez de indicar que las aprendizaje humano, cuestiones ambas que no se conocen bien del todo. No obstante,
partes que faltan no se utilizan, esto es prueba del carácter plástico del cerebro y su capa- dado que estos supuestos se consideran habitualmente razonables en la neurociencía, no
cidad de compensación de lo que resta. se examinan aquí.
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sa para la educación, pero todavía no puede aportar nada a unas Orton, en los decenios de 1930 y 1940, que expresaba la opinión
discusiones significativas en relación con el currículo formal. El de que la dificultad de lectura podía atribuirse a una dominancia
tercer argumento apunta a la investigación sobre los efectos de cerebral mezclada (Orton, 1937). Quizá sorprenda, dada la fal-
los ambientes enriquecidos sobre el aprendizaje y el aumento del ta de evidencia de imágenes cuando Orton hizo esta afirmación,
número de sinapsis (p. ej.: Diamond y cois., 1987; Greenough y que los descubrimientos de un estudio reciente mediante IRMf
cois., 1987). Sin embargo, esta investigación utilizó ratas que vivían confirmen el paso de la actividad bilateral a la del hemisferio iz-
en ambientes no más enriquecidos que su habitat natural. Estas quierdo coincidente con el desarrollo de la lectura y prueben que
ratas se compararon con ratas encerradas en jaulas en las que no este cambio se retrasa en los lectores poco hábiles (Turkeltaub y
había ningún estímulo en absoluto. Como los mismos investigado- cois., 2003). Sin embargo, Brain Gym también se basa en teorías
res indicaron (Greenough y cois., 1987), la condición enriquecida de la "remodelación de patrones neurológicos" y, más en con-
era un intento incompleto de imitar el ambiente natural y estaba creto, en la teoría del desarrollo de Doman-Delacato (Dennison
enriquecido "únicamente en comparación con la yida monótona y Dennison, 1994). Propone esta teoría que el funcionamiento
del laboratorio animal típico" (p. 546)6. Por tanto, los resultados neurológico eficiente requiere la adquisición de destrezas moto-
dicen más sobre los efectos de ambientes empobrecidos que de los ras específicas en el orden correcto (Doman, 1968), sobre Jábase
enriquecidos, que concuerdan con los estudios sobre niños aban- de que la ontogenia (desarrollo individual) recapitula la filogenia
donados que muestran retrasos y déficit en su desarrollo cognitivo. (el desarrollo de la especie). Según este punto de vista, si se salta
En general, hay algunas pruebas que indican que los ambientes una determinada etapa evolutiva, como cuando un niño aprende
empobrecidos inhiben el desarrollo neural, pero no hay evidencia a andar antes de arrastrarse, esto tiene un efecto perjudicial en el
de que los ambientes enriquecidos lo impulsen (puede verse una desarrollo posterior de procesos más complejos como el lenguaje.
exposición más detallada en: Blackmore y Frith, 2005: 26-36). En este caso, el tratamiento puede consistir en estimular al niño
para que ensaye los movimientos de arrastre, con el fin de remo-
delar sus conexiones neurales y mejorar su progreso académico.
Cinesiología educativa (Brain Gym7) Debido a las cuestiones metodológicas implicadas, es difícil poner
a prueba directamente esta teoría, pero varias revisiones minucio-
Paul y Gail Dennison desarrollaron la cinesiología educativa (o sas de los descubrimientos científicos han concluido que la teoría
Edu-J^, que también se vende con la marca Brain Gym) como me- no se sostiene y ha sido refutada (Chapanis, 1982; Cohén y cois.,
dio para "equilibrar" los hemisferios cerebrales con el fin de que 1970; Cummins, 1988; Robbins y Glass, 1968), y se ha demostrado
trabajen de forma integrada y así mejoren el aprendizaje (Den- que los enfoques prácticos basados en tales ideas son ineficaces
nison, 1981). Según los Dennison, "cuando un lado del cerebro (AAP, 1998).
tiene el control, el otro lado o bien coopera y coordina sus movi- La Brain Gym se basa también en ciertas ideas acerca del entre-
mientos con el hemisferio controlador, o puede 'desconectarse* y namiento perceptivo-motor, es decir, que los problemas de apren-
bloquear la integración" (p. 8). La idea de la dominancia cerebral dizaje se derivan de una integración ineficiente de las destrezas
como causa de dificultades de aprendizaje puede rastrearse hasta visuales, auditivas y motoras. Estas ideas han generado programas
6
Las referencias más recientes a los ambientes animales enriquecidos que respaldan de entrenamiento que tratan de paliar las dificultades de aprendi-
un incremento de la neurogénesis en el hipocampo deben interpretarse del mismo modo zaje mediante ejercicios de ensayo de integración de las destrezas
(Olsonycols.,2006). perceptivas y motoras. Numerosos estudios realizados en las déca-
7
En España, el movimiento que representa la marca registrada Brain Gym, que tradu- das de 1970 y 1980 demostraron la ineficacia de estos enfoques,
ce como "Gimnasia cerebral", es la Asociación Española de Kinesiología Educativa Edu-K aunque han seguido circulando ideas similares (Arter y Jenkins,
Gimnasia Cerebral (N. del T.).
8 1979; Bochner, 1978; Cohén, 1969; Hammill y cois., 1974; Kavale
Del inglés: Educational Kinesiology (N. del T.).
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NEUROMITOS
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y Forness, 1987; Sullivan, 1972). De hecho, en unas fechas tan
recientes como 2003, la respetada revista Dyslexia publicó un ar- ejercicios realizados y/o el análisis insuficiente o inadecuado de
tículo que promovía el valor de ese enfoque, aunque omitía los los resultados debilita su credibilidad (Hyatt, 2007). No obstante,
detalles concretos basándose en que eran informaciones "comer- muchos maestros y alumnos siguen entusiasmados con Brain Gym
ciales de carácter confidencial" (Reynolds y cois., 2003). El artícu- y convencidos de que ayuda a aprender, y hay informes acerca de
lo desencadenó una corriente de intervenciones muy críticas de unos mejores tiempos de reacción tras hacer ejercicios de Brain
investigadores muy conocidos en el campo de la dislexia, señalan- Gym que sugieren un efecto positivo sobre la cognición (Sifft y
Khalsa, 1991).
do ciertos errores metodológicos fatales, como la ausencia de tests
estandarizados de lectura, el análisis estadístico inadecuado, la fal- En realidad, es posible que los programas como Brain Gym
ta de control de los efectos placebo, las menores proporciones contribuyan al aprendizaje, pero por razones completamen-
alumnos/profesor en el grupo experimental, el empleo de gru- te diferentes de las utilizadas para promoverlos. Hay un corpus
pos control y experimental no equilibrados, la utilización de un emergente de investigación multidisciplinaria que apoya los efec-
grupo experimental con pocas dificultades de las que el programa tos benéficos del ejercicio aeróbico sobre ciertos aspectos de la
pretendía mejorar y una información insuficiente acerca de deta- función cerebral particularmente importantes para la educación
lles esenciales a causa de la "confidencialidad comercial" (Rack, (Hillman y cois., 2008). Un metaanálisis que examinó los resul-
2003; Richards y cois., 2003; Singleton y Stuart, 2003; Snowling y tados de cuarenta y cuatro estudios concluyó que los niveles de
Hulme, 2003; Stein, 2003). En una revisión de la evaluación de actividad física están correlacionados con muchas categorías del
las destrezas perceptivo-motoras (Salvia y Ysseldtke, 2004), se con- rendimiento cognitivo de niños en edad escolar, incluyendo el
cluyó que esas pruebas no eran ni teórica ni psicométricamente CI y el rendimiento académico, y los resultados de tests matemá-
suficientes y que "el peligro real es que la confianza en esos tests ticos y verbales (Sibley y Etnier, 2003). La magnitud del efecto
lleve a los maestros a encargar a los niños unas actividades que ha- era similar a la observada en otra revisión de estudios a lo largo
cen bien otros niños desconocidos" (p. 538). En la actualidad, los de la vida (Etnier y cois., 1997), lo^que sugiere que la interven-
textos sobre Brain Gym (p. ej.: Cohén y Goldsmith, 2000) incluyen ción precoz en el plano del desarrollo de hábitos de ejercicio fí-
a menudo ejercicios adicionales de terapia de visión -"visión gym" sico puede tener consecuencias significativas para el resto de la
(p. 66)-. Los defectos de visión pueden perturbar con facilidad vida de la persona. Las correlaciones entre la actividad física y el
el aprendizaje y hay que corregirlos. Sin embargo, dada la falta rendimiento académico han arrojado a veces resultados variables
de pruebas de la eficacia, salvo en un sentido muy limitado, de (desde ningún efecto hasta un efecto positivo), pero esto puede
un entrenamiento visual cuidadosamente dirigido por especialis- reflejar la diversidad de métodos de investigación empleados. Sin
tas en la visión con formación médica (Helveston, 2005), parece embargo, un hallazgo importante y consistente es que no se ha
extremadamente improbable que unos ejercicios autodirigidos o demostrado nunca que el incremento del tiempo dedicado a acti-
dirigidos por el maestro puedan servir de ayuda a este respecto. vidades relacionadas con la salud, como la educación física, influ-
La bibliografía no revela pruebas convincentes que apoyen el uso ya en el rendimiento académico (Ahamed y cois., 2007; Castelli y
del entrenamiento visual como medio para abordar problemas de cois., 2007; Kim y cois., 2003). La buena forma física se ha relacio-
aprendizaje (Keogh y Pelland, 1985; Sieban, 1977; Silver, 1995). nado con el flujo sanguíneo en áreas frontoparietales que están
Además de estos defectos de su base teórica, hay que señalar también muy relacionadas con funciones cognitivas de relevancia
la ausencia de investigaciones publicadas en revistas de calidad educativa, como el procesamiento de orden superior y el razona-
que defiendan la eficacia práctica para elevar el rendimiento de miento matemático (Colcombe y cois., 2004). En la investigación
los programas del estilo de Brain Gym, Con respecto a los estu- animal, el ejercicio se ha asociado con la mayor proliferación y la
dios publicados en otros lugares, la falta de información sobre los supervivencia de células en áreas del hipocampo, junto con una
mayor capacidad de aprender (Olson y cois., 2006; van Praag y
INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATIVA NEUROMITOS 69
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cois., 1999). El hipocampo está muy ligado a la consolidación de el FNDG, como la intensidad del ejercicio. La exitosa venta a las
la memoria y, aunque nuestra comprensión del papel de la neuro- escuelas de unos programas de ejercicio que, por su carácter, son
génesis posnatal siga siendo incompleta, parece probable que el muy sedentarios enfatiza la importancia de preguntarse "por qué"
nacimiento de nuevas neuronas en esta área contribuya también a sirven y "si" realmente sirven. Es probable que, al desarrollar in-
facilitar el aprendizaje y la memoria humanos. En estudios huma- tervenciones y programas educativos eficaces que pretendan ba-
nos, se ha demostrado que, si son intensos, incluso unos períodos sarse en nuestros conocimientos actuales del cerebro y de la men-
cortos de ejercicio mejoran el aprendizaje a corto y a largo plazos. te, su éxito dependa esencialmente del estudio científico de las
Un estudio de adultos sanos reveló un aumento de los niveles del teorías implicadas y del modo de aplicarlas.
factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC o BDNF, en in-
glés) tras dos sprints de 3 minutos (Winter y cois., 2007). En com-
paración con condiciones sedentarias o de ejercicio moderado, AGUA
los participantes mostraron un incremento del 20% en la veloci-
dad de recuerdo de palabras que aprendieron inmediatamente En un libro muy popular sobre la Brain Gym (Cohén y Gold-
después de su intenso ejercicio. El FNDC desempeña un papel im- smith, 2000), se pide a los maestros y profesores que animen a los
portante en la plasticidad sináptica. Su contribución al proceso de niños a cantar (con la melodía de "Frérejacques"):
potenciación a largo plazo (PLP), que se cree fundamental para Let's drink water,
los cambios de conectividad que subyacen al aprendizaje, es esen- I love water.
cial. Además, contribuye a la supervivencia de nuevas neuronas It gives me
y también puede estar implicado en la neurogénesis hipocampal
(Cotman y Berchtold, 2007). En este estudio humano de Winter Con frecuencia, se recomienda beber agua con el fin de mejo-
y cois., los datos se basaban en medidas periféricas de estos com- rar el aprendizaje y algunas escuelas promueven con entusiasmo
puestos químicos en muestras de sangre, pero este hallazgo con- el agua como medio para elevar el rendimiento. En un informe
cuerda con los estudios no humanos que muestran que el FNDG de la BBC titulado: Water improves test results10, el director de una
en el cerebro media los efectos positivos del ejercicio sobre la cog- escuela de Edimburgo explica: "el cerebro humano utiliza el agua
nición (Vaynman y cois., 2004). en su transmisión de mensajes neurales... si los niños se hidratan
Dados los efectos benéficos del ejercicio sobre el aprendizaje, con regularidad, sus cerebros estarán mejor preparados física-
la ansiedad actual acerca de la obesidad infantil (Haslam y James, mente para aprender" (BBC, 2000).
2005) y la contribución a la salud física general del ejercicio en Es cierto que la deshidratación, incluso en pequeñas propor-
la escuela, parece imprudente disuadir a las escuelas de que de- ciones, puede reducir nuestra capacidad cognitiva. Hay pocos
sarrollen programas de ejercicio que, a su juicio, funcionan, con estudios. que investiguen los efectos de la deshidratación en los
independencia de la validez de las alegaciones de sus promotores. niños, pero los que hay, junto con los estudios de adultos (Cian y
No obstante, el uso de teorías poco probadas para proponer con cois., 2000), confirman el efecto perjudicial de la deshidratación,
éxito algunos programas de ejercicios ha ido inevitablemente en aun leve, sobre nuestra capacidad de pensar. Sin embargo, beber
detrimento del desarrollo de otras más adecuadas y eficaces y del demasiada agua también puede ser peligroso, produciendo una
interés por las mismas. Brain Gym no está diseñado para hacer intoxicación por agua e incluso la muerte (Vreeman y Carroll,
ejercicio aeróbico, sino que se centra en la coordinación. En el 2007) . Además, un reciente estudio con adultos ha demostrado
caso de Brain Gym, los factores que se cree que promueven los 9
procesos de la llamada "remodelación", que parece ser un neu- El texto inglés puede cantarse con la melodía de "Frérejacques". No así su traducción
al castellano: "Bebamos agua, / me encanta el agua. / Me da / energía" (N, del T.),
romito, tiene prioridad sobre factores conocidos por promover 10
"El agua mejora los resultados de las pruebas" (N. del T.) ,
INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATIVA NEUROMITOS
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que beber agua cuando no se tiene sed también disminuye la ca- aprendices beban suficiente agua? Puede estar relacionada con
pacidad cognitiva (Rogers y cois., 2001). el antiguo mito de que hay que beber entre 6 y 8 tazas de agua al
Como veremos en el capítulo siguiente, muchas personas creen día. No es un objetivo fácil para muchos adultos y reviste aun más
que su cerebro puede adelgazar peligrosamente si no consiguen dificultad para un niño. Es posible que el origen del mito de los
regular su ingestión de agua. Ciertamente, una deshidratación 8 vasos de agua al día sea el nutricionista Frederick J. Stare, cuya
muy grave puede aumentar la concentración de sodio en sangre, necrológica rezaba que fue "un defensor precoz de beber al me-
produciendo un adelgazamiento reversible del cerebro. En fechas nos 6 vasos de agua al día". En un texto del que fue coautor el Dr.
recientes, este hecho quedó gráficamente ilustrado cuando, en Ja- Stare (p. 175), se aborda explícitamente la cuestión (¡aunque sin
pón, un hombre trató de suicidarse con una sobredosis de salsa de considerar los efectos deshidratantes del alcohol!):
soja (Machino y Yoshzawa, 2006). Como en los casos más comunes ¿Cuánta agua al día? Normalmente, esto está bien regulado por varios
de deshidratación grave, pueden desarrollarse gradientes inusua- mecanismos fisiológicos, pero, para el adulto promedio, está bien una
les de presión entre el cerebro y el resto del cuerpo. Eso significa cantidad entre 6 y 8 vasos cada 24 horas, que puede ser en forma de
que los niveles de sodio tienen que restaurarse lenta y cuidado- café, té, leche, bebidas sin alcohol, cerveza, etc... (Stare y McWilliams,
1974).
samente para evitar que el agua entre en el cerebro mismo. El
equipo médico, por tanto, tuvo tiempo de sobra para tomar imá- Sin embargo, una revisión bibliográfica concluye que, en el
genes del cerebro del paciente y observar el grado sorprendente caso de individuos sanos, en un clima templado, que lleven una
de adelgazamiento del cerebro. Tres semanas más tarde, tras un existencia generalmente sedentaria, "no hacen falta unas cantida-
tratamiento adecuado, quedó patente que el cerebro del hombre des tan grandes" (Valtin, 2002).
había recuperado (en su mayor parte) sus dimensiones origina-
les. No obstante, este fue un caso raro, causado por grandes canti-
dades de salsa de soja y no por olvidarse de beber agua. OMEGA 3
En realidad, olvidarse de beber agua no suele ser un proble-
ma, porque nuestros cerebros han desarrollado un complejo siste- Los ácidos grasos omega 3 y omega 6 se conocen como "ácidos
ma que nos hace sentir sed cuando nuestros cuerpos (y cerebros) grasos esenciales" porque, en vez de producirlos el cuerpo, hay
necesitan más fluido. Por tanto, animar a los niños a que beban que ingerirlos en la dieta. Las versiones de cadena más larga de
agua y permitir que lo hagan cuando tengan sed es un enfoque estos se denominan "ácidos grasos poliinsaturados" y son vitales
más prudente que vigilar constantemente la cantidad de agua que para el desarrollo del cerebro. El cuerpo puede producir estos áci-
consumen. El ejercicio y un tiempo meteorológico inusualmen- dos grasos poliinsaturados a partir de sus correspondientes ácidos
te caluroso son la excepción de esta regla cuando hay pruebas grasos esenciales. Pero el cuerpo, sobre todo el masculino, es muy
de que el mismo sistema de vigilancia del cuerpo se hace menos poco eficiente en la elaboración de esos ácidos poliinsaturados a
fiable y hay que estimular a los niños para que beban a fin de partir de sus precursores y la ingesta de ácidos grasos esenciales
evitar la deshidratación (Bar-David y cois., 2005; Bar-Or y cois., es baja en comparación con nuestro pasado histórico. Los ácidos
1980). Aparte dé estas circunstancias especiales, no hay evidencia grasos poliinsaturados del grupo omega 3 solo se encuentran en
que sugiera que los niños que se desenvuelven normalmente sean cantidades significativas en el pescado y en el marisco, y hay un
proclives, en general, a la deshidratación voluntaria. De hecho, el ácido graso esencial omega 3 en las verduras y algunos frutos se-
único estudio que examina la deshidratación voluntaria en niños cos y semillas. En cambio, la carne, los huevos y los productos
procede de escuelas de la zona del mar Rojo, el punto más bajo lácteos suministran directamente el ácido graso poliinsaturado
del planeta y notoriamente caliente (Bar-David y cois., 2005). clave omega 6, además de contener sus ácidos grasos esenciales
¿Cuál es, entonces, el motivo de la preocupación de que los precursores, que el cuerpo puede convertir en ácido graso po-
72 INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATIVA NEUROMITOS 73

liinsaturado omega 6. Se estima que, en la población humana, la A pesar de la falta de ensayos rigurosos que examinen las me-
proporción de ácidos grasos poliinsaturados de omega 6 a omega joras de la cognición y/o del rendimiento escolar de la población
3 se ha elevado desde 1:1 en nuestros antecesores cazadores-re- general de niños, hemos observado un aumento de los produc-
colectores hasta la proporción actual, mucho peor, de 16:1. Una tos "inteligentes", que contienen suplementos de omega 3 en los
razón elevada de omega 6 a omega 3 está relacionada con una estantes de los supermercados. Sin duda, los hallazgos actuales
serie de enfermedades, enfermedades psiquiátricas y trastornos indican que podemos buscar pruebas que relacionen esos suple-
evolutivos, muchos de los cuales parecen haber surgido con nues- mentos con la mejora de la función cerebral y del rendimiento
tros estilo de vida y dieta occidentales modernos (Mazza y cois., académico en la población general. El neuromito, sugerido por
2007; Simopoulos, 2002). el entusiasmo con estos alimentos que se están comercializando y
Se han descubierto muchos mecanismos potenciales en los consumiendo, es que ya disponemos de tales pruebas. Y, a juzgar
que pueden dejarse sentir los efectos perjudiciales de unos niveles por los resultados de un reciente estudio llevado a cabo en Taiwán,
bajos del ácido graso poliinsaturado omega 3 en eljperebro, como, pueden ser difíciles de obtener. En esta investigación, más de 500
en el nivel celular, la supervivencia y proliferación de neuronas y de los 2.417 niños de las familias encuestadas dijeron que toma-
su capacidad de comunicarse entre sí (Salem y cois., 2001). La ali- ban suplementos (Chen y cois., 2007). Por regla general, eran de
mentación de los niños pequeños con biberón ha estado ligada a uno de estos cinco tipos: multivitaminas y minerales, calcio, vita-
unos niveles bajos de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 en el mina C, aceite de hígado de bacalao (una fuente de omega 3) y
cerebro (Makrides y cois., 1994), y la lactancia materna está rela- propóleos. La ingesta de suplementos estaba relacionada con un
cionada con un mejor desarrollo cognitivo cuando los resultados mejor rendimiento escolar, con independencia del suplemento
se ajustan con respecto a factores potencialmente distorsionado- tomado, así como con la educación de los padres y los ingresos.
res, como el estatus socioeconómico (Mortensen y cois., 2002). Esto sugiere que los suplementos se emparejan con los ambientes
Además, la mejora del resultado cognitivo cuando se añade el áci- hogareños más ricos y mejor educados, pero también que el am-
do graso poliinsaturado omega 3 a la fórmula de la leche para ni- biente del hogar es el factor clave del éxito escolar asociado, en
ños prematuros constituye un argumento de peso a favor de que vez del suplemento. Por otra parte, aunque parece que aumenta
sea un factor significativo que influye en los resultados cognitivos la evidencia acerca de la relación entre los suplementos de omega
evolutivos (Judge y cois., 2007). 3 y la mejora de la función cerebral, es poco probable que esos
El interés por los efectos cognitivos potenciales de los suple- efectos se equiparen con la conocida influencia de unos buenos
mentos de omega 3, que viene de antiguo) se ha extendido a los hábitos dietéticos generales y regulares (como desayunar), que
ensayos con niños que presentan trastornos evolutivos, como el probablemente constituyan el elemento nutricional más impor-
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). En tante que influye en la actuación y el rendimiento educativos (Be-
este terreno, los hallazgos han sido contradictorios y no se ha lle- llísle, 2004).
gado a un consenso claro (Richardson, 2006). Las investigaciones
futuras pueden ayudar a explicar por qué parece que esos suple-
mentos funcionan en determinados contextos para algunos indi- PASTELILLOS Y BEBIDAS AZUCARADAS
viduos con TDAH (Richardson y Puri, 2002) y no en otros (Voigt
y cois., 2001). Un estudio reciente, en el que las valoraciones de la El consumo de pastelillos industriales y bebidas azucaradas
conducta de TDAH efectuadas por los padres muestran una me- suele asociarse con la falta de atención y la hiperactividad subse-
jora de mediana a importante, ha aportado nuevas pruebas que cuentes de los niños. Paradójicamente, sin embargo, la investiga-
se añaden a la evidencia que apoya ese papel de los suplementos ción muestra que los pastelillos tienden a aumentar la capacidad
mencionados (Sinn y Bryan, 2007). de los niños de permanecer centrados en una tarea durante más
INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATIVA
NEUROMITOS 75
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como "fraude" y "timo" en prueba de su desconfianza de interven-
tiempo (Busch y cois., 2002). Esto tiende a confirmar investiga- ciones "basadas en el cerebro" no supervisadas (Jorgenson, 2003;
ciones anteriores que indican que los informes de mal compor- Novella, 1996). En contraste, Beyerstein caracteriza al pseudocien-
tamiento pueden deberse a las expectativas más que a los efectos
del azúcar (Hoover y Milich, 1992), que parece no tener efectos tífico, un personaje clave en la promoción del neuromito, como
negativos sobre la cognición ni provocar una conducta hiperacti- víctima de un autoengaño (Beyerstein, 1999a). Con frecuencia, el
va (Roshon y Hagen, 1989; Wolraich y cois., 1995). Puede haber pseudocientífico tiene una "fijación sincera pero ingenua en algu-
otros argumentos de peso para reducir la ingesta de azúcar de na teoría excéntrica cuyo proponente está absolutamente seguro
niños y adultos. Por ejemplo, sus efectos sobre la salud dental son de que revolucionará la ciencia y la sociedad" (p, 60). A pesar de
indiscutibles, pero quedan fuera de la esfera de interés de este la sinceridad de sus creencias, las técnicas utilizadas por algunos
capítulo. individuos para promoverlas en el terreno educativo pueden ser
Aunque las sospechas educativas en torno al azúcar parezcan muy estratégicas y manipuladoras, aprovechándose al máximo del
injustificadas, hay pruebas de que algunos aditivos, alimentarios o vacío de entendimiento entre la educación y las ciencias relevan-
combinaciones de los mismos pueden aumentar la hiperactividad tes. Una característica de ese vacío es la impaciencia de los edu-
de los niños. McCann y cois, llevaron a cabo un estudio en el que cadores ante los debates técnicos y el lenguaje, confuso a veces,
se dieron a diario a niños de dos grupos de edad (3 años y 8-9 de la ciencia. Mientras los científicos discuten y teorizan, los edu-
años) bebidas que contenían benzoato de sodio combinado con cadores siguen adelante con la tarea de implementar soluciones
distintos tipos de aditivos (McCann y cois., 2007). Las dosis eran hoy mismo. Recientemente, el autor tuvo la oportunidad de ob-
similares a 2-4 bolsas de dulces al día y en ambos grupos de edad servar a un "orador motivacional" mientras animaba a un público
se observaron incrementos de conductas hiperactivas. A pesar de formado por 800 profesores con más de 20 chistes, cada vez más
las acciones emprendidas tanto a nivel europeo como al del Reino dirigidos a poner en solfa la autoridad de la ciencia tradicional
Unido, muchos dulces y bebidas siguen conteniendo los aditivos y preguntando al final: "¿debemos dejar la educación en manos
sospechosos (véase: <www.actiononadditives.com>), aunque ha- de los científicos?". Después de que la'audiencia respondiera con
cen falta más investigaciones para conocer la medida de la contri- un sonoro "no", el orador empezó a promover con gran éxito sus
bución de cada uno a la conducta hiperactiva. propias ideas caseras sobre el cerebro, paradójicamente enhebra-
das con alusiones a la misma autoridad científica que acababa de
denigrar. El público parecía ciego a esta incoherencia. Daba la
¿POR QUÉ HAY (TANTOS) NEUROMITOS EN LA EDUCACIÓN Y CÓMO sensación de que tenían a alguien que entendía la ciencia pero
DESCUBRIRLOS? no estaba alejado de su mundo como científico. Era un miembro
carismático de su propia comunidad que se había granjeado la
La redacción de este capítulo ha sido difícil, porque el exa- autoridad para tomar y escoger los conceptos más atractivos, pre-
men de cada neuromito ha desenterrado otro y no ha sido fácil sentados de modo que se ajustaran exactamente a las opiniones
restringir la revisión a unas pocas cuestiones principales. ¿Cómo educativas. Los profesores salieron de la sala entre murmullos de
ha podido extenderse, profundizarse e institucionalizarse tanto la excitación y entusiasmo positivos, pero también con algunos con-
neuromitología en la educación? ceptos muy raros acerca del cerebro.
Stitch señaló cuatro contextos que promueven ideas carentes El segundo contexto descrito por Stitch es aquel en el que hay
de fundamento (Stitch, 1990). El primero de ellos es el fraude ex- una distorsión de evidencias sólidas a causa de la ansiedad o de
plícito. Sin embargo, hay muy pocos casos en los que la educación ilusiones. En la educación hay un deseo ferviente de soluciones
haya sido víctima de quienes han promovido ideas a sabiendas de inmediatas y muchas de las ideas extrañas creadas para satisfacer
que eran falsas, aunque algunos autores hayan utilizado palabras esta necesidad, como hemos visto, surgieron en contacto con un
76 INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATWA NEUROMITOS
77
auténtico conocimiento científico. En los términos utilizados por VAC (Kratzig y Arbuthnott, 2006), a pesar de no existir barreras
Beyerstein, este "sinsentido que va a cuestas de un conocimien- metodológicas semejantes. ¿Ydónde están los estudios experimen-
to fiable" (Beyerstein, 1992) constituye un cóctel poderosamen- tales de Brain Gym (que no sean los del Brain GymJournal)? Da la
te atractivo. Un ejemplo clásico de ello surge de las ideas acerca sensación de que las ciencias del cerebro no conceden una priori-
de la dominancia hemisférica que comentamos antes. El peligro de dad elevada al examen de las ideas educativas que dicen fundarse
desautorizar ante los educadores las teorías del aprendizaje del en el conocimiento del cerebro si estas ideas no están incluidas en
cerebro izquierdo-cerebro derecho está en desacreditar también ningún debate dentro de esas mismas ciencias.
los conocimientos fiables de los que surgieron sin más compro- El último contexto señalado por Stitch es aquel en el que pue-
baciones, p. ej., que algunas funciones, como el lenguaje, suelen de ignorarse con facilidad la evidencia bien fundada. Esto es rele-
tener una lateralización izquierda. Esto puede generar confusión. vante con respecto a la neuromitología educativa, como cuando
La investigación demuestra que a los no especialistas les satisfacen las pruebas que cuestionan una teoría se publican en un lenguaje
más las explicaciones relacionadas con la neurociencia que las muy técnico en revistas especializadas. Quizá sea aun más fácil
puramente psicológicas, hasta el punto de que esté efecto pueda ignorar esos informes cuando parece haber una falta de consen-
enmascarar ciertos fallos que, de no ser así, destacarían en tales so entre los especialistas. Como hemos visto, se han publicado
explicaciones (Weisberg y cois., 2008). Los investigadores partici- diversos artículos, a menudo contradictorios, sobre el omega 3.
pantes en este estudio señalan que sus resultados demuestran el La información acerca de la ambivalencia de estos hallazgos y su
carácter seductor de los detalles neurocientíficos, pero admiten relevancia limitada a los trastornos evolutivos, se pierde en la nie-
que no está claro por qué esos detalles tienen esa propiedad. Una bla creada por importantes fuerzas comerciales y sus inequívocos
posible explicación, que proponemos aquí provisionalmente, es mensajes comerciales que anuncian leche inteligente, pan inteli-
que todos nosotros, incluidos los no especialistas, poseemos una gente, etc.
sofisticada teoría de la mente, mientras que nuestra teoría del
cerebro es más ingenua. Quizá esto dé pie a los no especialistas
a creerse más capacitados para revisar las ideas sobre la mente RESUMEN
que las ideas sobre el cerebro. Si un no especialista se encuentra
con una teoría psicológica que es incompleta o irrelevante, puede En la educación, han proliferado muchos mitos acerca de lo
mostrarse automáticamente más escéptico que si se trata de una que nos dice la neurociencia, desde la necesidad de ambientes
teoría neurobiológica. enriquecidos en los primeros años, hasta la existencia de inte-
El tercer contexto de Stitch es la ausencia de evidencias só- ligencias múltiples y la eficacia de la enseñanza acorde con los
lidas. De acuerdo con la descripción que Beyerstein hace de la estilos de aprendizaje. A veces, las empresas se han "apropiado"
pseudociencia, muchas neuromitologías actuales dependen cru- de su lenguaje, utilizando la pseudociencia para promover unos
cialmente de ideas difíciles o imposibles de falsar, como la de las enfoques educativos ineficaces o no evaluados. Además de estos
inteligencias múltiples o las relativas a la remodelación neural en neuromitos específicos de la educación, en este campo abundan
respuesta al ejercicio. Esto puede derivarse de una particularidad otras concepciones erróneas, como en otros dominios públicos,
de la misma teoría, como ocurre con el número indefinido de las acerca de los efectos de diferentes alimentos y bebidas sobre la
inteligencias múltiples, o de los límites de la tecnología de imagen función cerebral.
que tenemos, como ocurre en el caso de nuestra actual incapaci- Sin embargo, también hemos visto que los neuromitos inclu-
dad de tomar imágenes de la función neural al nivel de la sinapsis. yen, en su forma presente o pasada, cierta apariencia de datos
No obstante, también se han dado casos de evidencias en contra científicos que aumenta su fuerza. También medran en el vacío
de lo que se afirma, como en el caso de los estilos de aprendizaje creado por el deseo de los educadores de saber más acerca del
78 INVESTIGACIÓN NEUROEDUCATPVA

cerebro y la falta de conocimientos expertos accesibles y de in-


formación científica al alcance de los maestros y profesores. Los
argumentos que se utilizan en la selección de neuromitos corrien-
tes son diversos y, a veces, complejos. El interés profesional de
maestros y profesores por el cerebro es natural y justificable, pero
carecen de tiempo para hacer sus propias investigaciones acer-
ca de ideas que les resulten sospechosas. En la actualidad, esas
circunstancias convierten a los docentes en un objetivo maduro
para empresas sin escrúpulos y con ideas atractivas pensadas para
excitar sus sentimientos. No obstante, hay tres preguntas sencillas
pero cruciales que siempre deben plantearse quienes pretendan
promover una idea aparentemente "basada en el conocimiento
del cerebro": "
• ¿Cuáles son los principios científicos?
• ¿Cómo se evaluó la idea en términos educativos?
• ¿Dónde se han publicado estos principios y evaluaciones?
La callada por respuesta a una o todas estas preguntas puede
ser útil para confirmar sospechas.

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