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De la Historia Metódica a los Annales: Un siglo de elaboraciones en la Historiografía

Occidental

Gloria Cristina Flórez

Nuestra disciplina como todo conocimiento científico ha tenido desde sus orígenes una larga trayectoria y su
evolución ha estado estrechamente relacionada con las situaciones vividas por las sociedades humanas que
lo elaboraban. Necesitamos conocer ese recorrido realizado por los historiadores, miembros de una
corporación que transmite su saber especializado y constituyen los eslabones de una cadena que unen el
pasado al presente y que van construyendo el futuro y cuyas realizaciones nos permiten avizorar un camino
ya recorrido, conocer trayectos diferentes con sus avances, retrocesos, paradas, incertidumbres, antes de
emprender caminos en busca de lo que es nuestro interés: la verdad, como lo expresaba el gran historiador
francés, Jacques Le Gof1.
Nuestra disciplina cuenta con una larga historia, dos mil quinientos años de plantear interrogantes, ofrecer
posibles respuestas a los deseos de las sociedades de conocerse mejor y de dar una imagen de lo
acontecido. Esas elaboraciones de nuestros “maestros”, directos o indirectos- serán nuestra hoja de ruta en
la tarea, siempre atrayente aunque no siempre fácil, de investigar el devenir histórico. Nos plantearán
alternativas pero sobre todo relecturas de los temas de interés para nosotros o nuestros contemporáneos.
Necesitamos conocer todo lo necesario cuando iniciamos un aprendizaje, desde el nombre, lugar de origen
e iniciadores y las condiciones de su elaboración y ver brevemente su posterior evolución en Occidente lo
que nos permitirá comprender sus características en la actualidad y sus nuevos horizontes de trabajo.
En Grecia carente de unidad geográfica y política, Heródoto en el siglo V a.C. escribe Las nueve musas de la
historia y utiliza por primera vez la palabra Historia, término jonio, ligado que significa investigación 2. Esa
obra que da inicio a nuestra disciplina nos interesa por aportes fundamentales como son el objeto de
estudio, que son los hechos humanos, desinteresándose de los dioses o héroes, así como el método de
trabajo consistente en hacer preguntas y someter a crítica las respuestas. Sin embargo, tienen limitaciones
como son en primer lugar, las restricciones metodológicas en lo temporal, al transformar los recuerdos en
arquetipos o modelos y en lo geográfico, al limitar la transmisión de los informes y, en segundo lugar, la falta
de una visión universal de la sociedad griega.
La civilización romana tendrá un papel importante a partir del siglo III a.C. y sus características como la mayor
unidad y cohesión le permitirán construir una estructura política cuyo eje referencial es el
Mediterráneo o Mare Nostrum. Se crea entonces un elemento fundamental para la integración
cultural, la romanización, apoyada en el latín, el derecho, la administración, el ejército, las vías
de comunicación, el culto religioso y la producción económica 3. Así, estos elementos permiten la
elaboración de una historia ecuménica o universal que está íntimamente relacionada con la
búsqueda de un espacio extenso, la dilatación imperial y que se preocupa por una historia con
objetivos políticos y tiene un sentido moralizador al fomentar el civismo y la formación de
buenos ciudadanos como se observar en la obra de Tito Livio, patrocinado por el emperador
Augusto.
No obstante, estas civilizaciones del mundo clásico no superan la concepción de una historia cíclica o
tradicional, es decir, la historia como una sucesión de ciclos que se repiten en el tiempo.
El triunfo del cristianismo al convertirse en religión oficial del Imperio a fines del siglo IV de nuestra era da
lugar a una serie de cambios como el ofrecer una concepción lineal de la historia: inicio con la creación y un
final o juicio universal, insertando además un eje referencial, la presencia de Cristo en la historia y da lugar a

1
Entrevista en L’Express (N° 1959, 25/XI/1988)
2
La raíz indoeuropea de donde proviene es wid: saber o conocer
3
Esta economía está ligada a los cultivos que se realizan: olivo donde la romanización es mayor, vid con
zonas menos romanizadas y palmeras datileras en las zonas donde este proceso estuvo prácticamente
ausente.
la utilización de una cronología en la que se realiza una división en el tiempo histórico: antes de Cristo y
después de Cristo que todavía se utiliza.
Las limitaciones que presenta por la inserción del elemento religioso y la necesidad de relacionar la historia
humana con la Biblia y los designios divinos da lugar a una serie de problemas que podemos observar en la
llamada Edad Media. Si bien se conservó el legado clásico en los monasterios, se dio enorme importancia al
elemento religioso y se careció de sentido crítico (deficientes interpretaciones, tendencia a falsificaciones,
copias, etc.) y los géneros históricos privilegiados fueron las crónicas, los anales, las historias y las vidas de
santos (hagiografía).
A fines de la Edad Media, la sociedad europeo occidental está viviendo una serie de cambios y que se
muestran en lo económico (paso de la crisis a la expansión), en lo social (ascenso de la burguesía), en lo
político (génesis del estado moderno), en lo religioso (ruptura de la unidad cristiana) y en lo cultural
(Humanismo y Renacimiento). Se presentó un mayor sentido crítico en las elaboraciones históricas que tuvo
estrecha relación con los avances en la crítica filológica de los humanistas 4 y que en los siglos XVI XVII se
complementaron con el surgimiento de nuevas disciplinas como la paleografía y la diplomática 5, las que
permitieron un gran avance en la crítica de documentos, distinguiendo cada vez con mayor precisión su
autenticidad. Igualmente, Christopher Keller realizó la periodización de la Historia en Edades Antigua, Media
y Moderna, completando así lo que había iniciado el arzobispo Bussi a fines del siglo XV.
Gracias a los avances en estos siglos de la llamada Modernidad será posible a la Ilustración en el siglo XVIII
completar los avances agudizando la crítica a lo religioso y al mundo medieval y dando importancia a las
nociones de progreso, razón, libertad y felicidad. Aspectos tan importantes como el interés por el estudio de
las civilizaciones o el inicio de la filosofía de la historia están ligados a la obra de Voltaire.
Al finalizar el proceso revolucionario francés iniciado en 1789, se abre paso una nueva corriente
historiográfica: el romanticismo que se interesa por las tradiciones, el folklore y por lo tanto la búsqueda de
sus raíces en los nacientes estados, interesándose por el pasado especialmente medieval. Uno de sus
precursores, Chateaubriand esboza en su obra un método histórico, una teoría cíclica de la historia y una
aproximación crítica a la Revolución Francesa y sus continuadores se interesaron por la presentación literaria
de sus trabajos con evocadoras descripciones del pasado que buscan despertar emoción y sensibilidad en
sus lectores, así como la formación progresiva de una idea nacional.
No obstante, desde mediados del siglo XIX la sociedad europea se manifiestan los cambios relacionados con
la primera fase de la Revolución Industrial, la consolidación del poder de la burguesía, las revoluciones de
1848 con sus componentes liberal y nacionalista y los antecedentes en el mundo germánico de lo que sería
más adelante el positivismo histórico en los trabajos que se basaban en el estudio minucioso y crítico de la
documentación histórica6 y que condujera a que se “narraran los hechos tal cómo acontecieron” según la
célebre frase del historiador alemán, Leopoldo von Ranke.
Todo lo antes mencionado se ve favorecido por la influencia de los postulados del positivismo de Augusto
Comte, creador de la Sociología, ciencia nueva que buscaba determinar las leyes que regían la existencia y el
movimiento de las sociedades, y sus propuestas son importantes porque se planteaba establecer una
ciencia; “la historia puede determinar las leyes que presiden el movimiento de las sociedades y así adquiriría
el carácter de ciencia7”.
En las últimas décadas del siglo XIX, se publican los textos fundamentales que nos ofrecen los principios
básicos de la escuela metódica:
a) El Manifiesto escrito por Gabriel Monod para el lanzamiento de la Revue Historique en 1876 y
b) Introducción a los estudios históricos, una guía para estudiantes escrita en 1898 por Charles- Victor
Langlois y Charles Seignobos.
Se planteaba una forma de investigación que descartara toda especulación filosófica y que lograra la
objetividad absoluta en el campo de la historia. Por lo tanto, se preocupan de la utilización de métodos

4
La utilización de ese método permite a Lorenzo Valla descubrir la falsedad de un documento medieval
conocido como la Donación Constantiniana.
5
La paleografía se interesa en descifrar, analizar y seguir las escrituras antiguas en su desarrollo histórico y la
diplomática que estudia la tradición, forma y elaboración de las actas o documentos públicos
6
CASADO QUINTANILLA, Blas, Tendencias historiográficas actuales, p. 94
7
LEFEBVRE, Georges, La naissance de l’historiographie moderne, p.229
reconocidos como científicos: inventario de fuentes, crítica de documentos y organización de las tareas
profesionales.
Estos historiadores quisieron convertir su disciplina en una ciencia exacta que explicara los hechos históricos
rigurosamente, de allí la importancia de utilizar las fuentes o huellas clasificadas en escritas, orales y
monumentales que debían ser previamente inventariadas, validadas, contrastadas y analizadas.
En este proceso de análisis se encuentra a la heurística que es la crítica externa o de erudición que
comprobaba la autenticidad de la fuente, es decir, pertenecía a la época a la que afirmaba pertenecer. Luego
se procedía a la crítica interna o hermenéutica que permitiera comprobar la veracidad o credibilidad de la
fuente, es decir si el documento decía la verdad.
Al finalizar con estas tareas se debían realizar las operaciones sintéticas en varias etapas 8:
1. Comparar los documentos para establecer un hecho particular.
2. Reagrupar los hechos generales en marcos generales.
3. Manejar el razonamiento, sea por deducción o por analogía para relacionar los hechos entre sí y
llenar los vacíos.
4. Obligar a practicar una elección entre la masa de acontecimientos y;
5. Llevar al historiador a intentar algunas generalizaciones y arriesgarse a algunas interpretaciones.
Este trabajo de gabinete implicaba una formación de expertos en las tareas mencionadas que pudieran
dominar determinadas técnicas de erudición. Se debía contar con archivistas, bibliotecarios, jóvenes
investigadores que se prepararan para el oficio de historiador con el manejo de las llamadas ciencias
auxiliares9, así como la realización de monografías y recibiendo el apoyo de profesores especialistas.
Esta historia metódica tendió a establecer una jerarquía en sus materiales de trabajo de acuerdo a la
importancia o valor que tuvieran para la tarea que realizaban y los principios que los guiaban. Se le dio
mayor importancia a las fuentes escritas, consideradas como más seguras y en especial, las oficiales. Por esa
elección, se comprende la elaboración de una historia centrada en los acontecimientos, especialmente
políticos, militares, diplomáticos y en ciertos casos religiosos, realizada de manera coherente y donde era
importante probar las relaciones de causalidad de lo acontecido.
A pesar de los ataques que han recibido de los historiadores del grupo de los Annales en el siglo XX,
actualmente se reconocen sus aportes importantes en el desarrollo de nuestra disciplina. Entre ellos se
deben señalar los magníficos logros en cuanto a la crítica histórica porque consiguieron con la limitada
tecnología a su alcance descubrir falsificaciones e interpolaciones en los documentos que trabajaron, las que
posteriormente han podido comprobarse con los avances científicos de las últimas décadas. Ese trabajo
sumamente erudito y de gran calidad se acompañó de una marcada exigencia en la formación profesional
del historiador10.
Sin embargo, no debemos dejar de reconocer ciertas limitaciones en su trabajo como es su preocupación por
el acontecimiento y el personaje, es decir, la corta duración; el papel fundamental que desempeñaban los
aspectos políticos, militares y diplomáticos en su investigación en desmedro de aspectos fundamentales en
las sociedades como la economía y la cultura popular que sin poder afirmar que los ignoraron
completamente, los relegaron en cierta forma11.
Asimismo, sus integrantes pasaron a formar parte de los grupos de poder intelectual a inicios del siglo XX y
desempeñaron un papel destacado en la enseñanza universitaria, en los centros académicos y elaboraron los
textos escolares y de divulgación histórica lo que tendió a favorecer en las sociedades de su tiempo una
enseñanza y un aprendizaje ligados a la minuciosidad y detalle en la información que privilegió lo
memorístico, sin lograr ofrecer en muchos casos una visión de conjunto de las sociedades y sobre todo
comprenderlas en toda su complejidad.

8
BOURDÉ, Guy y Hervé MARTIN, Les écoles historiques, p.p. 148-149
9
Hoy día se las denomina ciencias anexas y entre ellas destacan geografía, cronología, paleografía, epigrafía,
arqueología, genealogía, heráldica y numismática
10
Un análisis muy interesante de la profesión del historiador en un amplio contexto se encuentra en la obra del
historiador holandés Pim den Boer, History as Profession. The study of History in France 1818- 1914 del
Princeton University Press 1998
11
Una visión muy interesante de esta corriente se ofrece en la obra Histoire et Historiens de Bizière y
Vayssière citada en la bibliografía, así como en la citada obra de Den Boer.
LA HISTORIA EN EL SIGLO XX
A inicios del siglo XX se presentaron cambios sumamente importantes en las sociedades occidentales y que
permiten comprender el viraje que se realiza en la investigación histórica a finales de los años 20.
En primer término debemos recordar que si bien Europa sigue ejerciendo dominio en los diferentes ámbitos
de ese período: demografía, economía, política y cultura se observa el surgimiento de nuevas potencias,
como Estados Unidos y Japón que amenazan el predominio europeo ejercido desde siglos atrás y que
adquirirán en las décadas siguientes un papel preponderante en el orden mundial.
Un hito que merece señalarse es la publicación en 1900 en Francia de la Revue de Synhèse Historique por
iniciativa de Henri Berr, quien critica la “historia historizante” realizada por los seguidores de la escuela
metódica y les recuerda a los historiadores que su disciplina tenía la vocación de convertirse en la ciencia de
las ciencias, acorde con los intereses de la sociedad existente y en la que debían estar presentes los aportes
de las ciencias en boga de la época. Por lo tanto, se les solicita que trabajen en colaboración con la Psicología
y la Geografía. Las propuestas de Berr se proyectarán a partir de 1920 en una importante colección titulada
La Evolución de la Humanidad12, así como en la creación de un Centro Internacional de Síntesis y la
organización de encuentros anuales especializados.
Poco tiempo después los avances en la Economía, Lingüística, Psicología Social y Psiquiatría serán de gran
importancia por los aportes que ofrezcan a las investigaciones históricas en las primeras décadas del siglo XX.
No obstante, serán verdaderamente trascendentales los cambios que deriven de la Gran Guerra. Por una
parte, el triunfo de la revolución bolchevique y el impacto que tuvo en las elaboraciones historiográficas en
la Unión Soviética y luego en otros países, así como lo que se ha denominado “la revolución historiográfica
francesa”13 a la que debemos dedicar ahora nuestra atención para entender por qué ha sido Francia la cuna
de esa importante innovación.
Es importante recordar las situaciones que se habían presentado en Europa en 1870 al finalizar la guerra
franco-prusiana, y que permite a Alemania obtener dos importantes provincias francesas: Alsacia y Lorena.
Así, se convertía en un Imperio con una importante extensión territorial, se consolidaba el poder de sus
gobernantes, la familia Hohenzollern y quedaba demostrado el éxito de la política internacional del Canciller
Bismarck. Francia en cambio veía desaparecer el Segundo Imperio así como los ambiciosos proyectos de
Napoleón III y volvía definitivamente al sistema republicano pero con un territorio disminuido, lo que tendría
un impacto notable en la política pero sobre todo en la cultura y las mentalidades francesas.
En las décadas siguientes hasta la Primera Guerra Mundial, Francia vivió “el trauma de la derrota” lo que se
reflejó en los libros de historia que recordaban a los niños y jóvenes la pérdida que habían sufrido y la
necesidad de recuperar esos territorios. No debemos olvidar las afirmaciones de Marc Ferro respecto a la
importancia que tienen en las mentalidades y los comportamientos que asumen las sociedades la forma
cómo le contaron la historia cuando eran niños14 .
Al finalizar la Gran Guerra, aquello por lo que se había sufrido y se había deseado tanto se hizo realidad. El
Tratado de Versalles firmado por Alemania en 1919 devolvió a Francia los territorios de Alsacia y Lorena y lo
que podría considerarse como un logro importante se convirtió en un grave problema. Durante casi cinco
décadas las poblaciones alsaciana y lorenesa habían sido “germanizadas” en un proceso que había sido muy
doloroso. Naturalmente, el tiempo transcurrido bajo dominio alemán había tenido un peso importante en la
vida de las poblaciones y el gobierno francés que había recuperado territorios debía realizar una tarea
importante: integrar a los habitantes de Alsacia y Lorena, realizando lo que podríamos denominar “su
afrancesamiento”.
Entre las medidas que se tomaron fue verdaderamente fundamental el realizar cambios en la educación para
lograr los cambios necesarios en la manera de pensar de las sociedades. En esa tarea se buscó la
colaboración de destacados profesionales de la época para trasladarse a las regiones recientemente
reincorporadas y ejercer allí su labor docente en colegios, liceos y universidades. Uno de los centros
importantes en esta tarea fue la Universidad de Estrasburgo, situada en la capital de Alsacia y en ella
encontramos las figuras de Marc Bloch y Lucien Febvre, destacados historiadores, así como otros
especialistas en economía, geografía, psicología y sociología.
12
Entre los volúmenes que se publiquen en esta colección se encuentran: La sociedad feudal de Marc Bloch,
Introducción a la Francia moderna de Robert Mandrou, La Tierra y la evolución humana de Lucien Febvre
13
Término que ha adquirido una difusión internacional gracias a la obra del mismo nombre de Peter Burke.
14
FERRO, Marc, Cómo se cuenta la historia a los niños a través del mundo entero.
El conocimiento del sistema universitario europeo permite comprender las condiciones en las que se darían
las innovaciones posteriores. Esos profesores debían enseñar pero se dedicaban también a la investigación y
a la asesoría de alumnos, y en el tiempo libre era posible reunirse en la sala de profesores. Gracias a esta
situación, los científicos sociales mencionados podían intercambiar opiniones, discutir teorías y mostrar los
resultados de sus investigaciones, así observaron que si bien tenían diferentes aproximaciones a su objeto
de estudio, al mismo tiempo existían muchos elementos comunes.
Poco a poco va surgiendo en el grupo de estos científicos sociales la idea de publicar una revista en la que
puedan presenta sus propuestas, bastante alejadas en el caso de la historia de aquellas en boga en los
medios académicos de la época, muy ligados a las realizaciones de la escuela metódica.
Naturalmente, Bloch y Febvre deben hacer frente a las dificultades que hasta hoy afectan a los historiadores:
el financiamiento de su obra, especialmente cuando no forman parte del grupo de lo que se denominaría “la
historia oficial”. Sin embargo, su proyecto tiene respaldos importantes como el que obtiene de la editorial
Armand Colin, logrando así publicar el 15 de enero de 1929 el primer número de la revista Annales
d’histoire économique et sociale15. Los fundadores de la revista estaban interesados en hacer retroceder “el
espíritu de especialidad” y organizar el encuentro entre disciplinas “mediante el ejemplo y la acción”, tal
como se expresaba en el prospecto de lanzamiento. Esos años iníciales mostraron las acciones de los
integrantes del grupo: investigaciones colectivas, crónica de los trabajos en elaboración y tratamiento de
determinados temas en artículos y reseñas bibliográficas.
Los artículos que se publican en la revista en los años siguientes nos dan a conocer sus principales
planteamientos:
 La historia debe interesarse por las sociedades humanas en el tiempo y en el espacio y no como se
afirmaba corrientemente que su objeto de estudio era el pasado.
 La historia manifiesta con claridad la interrelación entre pasado y presente 16.
 La historia debe ser total o global, es decir, no puede centrarse únicamente en lo político militar y
en los grandes personajes. En resumen, se podría decir que nada de lo humano debe ser extraño al
quehacer del historiador.
 La historia debe considerar como fundamental las bases materiales de la sociedad para poder
analizar los logros culturales, artísticos y mentales.
 La historia debe interesarse por las estructuras y las coyunturas, es decir, la mediana y larga
duración dejando de privilegiar al acontecimiento o corta duración
 La historia debe dar importancia a todas las fuentes, sin considerar como únicas o más importantes
las escritas oficiales.
 Los historiadores deben trabajar en colaboración con los otros científicos sociales, es lo que se
denomina pluridisciplinariedad e interdisciplinariedad.
 Los historiadores deben comprender su objeto de estudio y no juzgarlo.
En los años treinta, los integrantes del grupo 17 lucharon por difundir e imponer sus propuestas en el medio
académico, esos “Combates por la Historia” 18 fueron muy importantes y contaron con acciones tales como:
las publicaciones de series de artículos, monografías, editoriales y reseñas bibliográficas, pero también
significaron el abandono de Estrasburgo. Primero, Febvre que se traslada a París para realizar labores
académicas en el Collège de France, centro que acoge a los intelectuales destacados y luego, Bloch también
se establece en París aunque lamentablemente su candidatura al Collège fue rechazada en 1934, si bien
unos años después ingresa como docente a la Sorbona.
Desde los años en que se inicia la Segunda Guerra Mundial se ha dado un cambio en el nombre de la revista,
convirtiéndose en Annales d’histoire sociale y la ocupación de Francia por los nazis, obligó a Bloch a dejar su
dirección si bien siguió colaborando en ella hasta que su activa participación en la resistencia francesa llevó a

15
Se puede reconocer la visión que tuvo Max Leclerc, director de dicha editorial porque hasta hoy día sigue
publicando Annales, así como muchos de los libros de los integrantes de esta corriente.
16
Es muy importante la presentación que hace Bloch de esta relación en su libro Apología por la historia o el
oficio de historiador.
17
Algunos de ellos han rechazado el término Escuela de los Annales utilizado generalmente y han preferido
considerar términos como “el espíritu” o “el grupo” o “la tendencia” de los Annales.
18
Título de una obra emblemática de Febvre y que permite conocer propuestas y acciones del grupo.
Lamentablemente en la traducción española se han eliminado algunos de los más interesantes.
su detención y posterior ejecución en 1944. Fue reemplazado por Febvre 19 quien en los años siguientes
realizó cambios en la revista como titularla Mélanges d’histoire sociale entre 1942 a 1944 y luego de la
liberación de Francia retomó el nombre de Annales d’histoire sociale hasta 1946 cuando no solamente tomó
la denominación Annales. Économies. Sociétés. Civilisations, sino que se daba una orientación más amplia al
contenido de la publicación agregando el tema de las mentalidades, de las formas estéticas y producciones
culturales y también se plantearon cambios en lo administrativo y en 1947 se organizó la VI Sección de
l’École Pratique des Hautes Études bajo el titulo de Ciencias Económicas y Sociales. De esta manera, sus
integrantes gracias a sus investigaciones y labores docentes fueron consolidando cada vez más sus
propuestas innovadoras en el medio académico francés y también se difundieron con cierta lentitud en el
extranjero20. Es interesante observar como esas innovaciones por la denominada primera generación de los
Annales van siendo asumidas por los jóvenes historiadores en el período de la post guerra, preparándose el
terreno para los importantes logros que conseguirá la segunda generación.
A partir de la desaparición de Febvre en 1956 la dirección de la revista va a ser asumida por Fernand
Braudel21 durante casi dos décadas. Este es la etapa de la real consolidación de las propuestas del grupo, en
especial en los aspectos teóricos y metodológicos. A partir de su brillante tesis El Mediterráneo y el mundo
mediterráneo en la época de Felipe II, planteó uno de los más ricos aportes en la investigación histórica: la
larga duración y sus tres niveles, el acontecimiento ligado a la corta duración, las coyunturas y su relación
con la mediana duración y lo completaban las estructuras conectadas a la larga duración. En conclusión, las
relaciones entre un tiempo “casi inmóvil”, el geográfico, un tiempo social, el de las estructuras y coyunturas
de las sociedades y el tiempo corto de la vida de los individuos. Posteriormente sus tres volúmenes de
Civilización material, economía y capitalismo presentan su importante concepción de la economía-mundo
mostrando las relaciones entre las diferentes economías de la Modernidad, así como la importancia de la
cultura material en el desarrollo de la historia de las sociedades.
Sin embargo, Braudel no se limitó a las reflexiones teóricas y las propuestas metodológicas o la obra viviente
de toda su vida: el Mediterráneo 22 porque se dedicó también a ampliar lo que serían las “redes de poder” de
los Annales. Transformó la VI Sección de Estudios en Ciencias Sociales en la École des Hautes Études en
Sciences Sociales, centro de enseñanza e investigaciones avanzadas pero además creó la Maison des Sciences
de l’Homme y logró obtener importantes ayudas para esas instituciones, entre ellas la que proporcionó la
Fundación Rockefeller23.
Asimismo, el apoyo que ofreció a estudiantes e investigadores fue crucial para ampliar su influencia, tanto
en universidades o en otros ámbitos de difusión académicos así como en los diversos medios de
comunicación social. En caso contrario, la futura carrera del historiador podía quedar profundamente
afectada como recordaron algunos de sus alumnos 24 fue el caso de Pierre Chaunu, destacado historiador
dedicado al estudio de temas de siglo XVI y de Robert Mandrou, especialista en la Francia moderna y uno de
los creadores de la historia de las mentalidades que en las décadas siguientes tendría un desarrollo notable
en la llamada tercera generación de los Annales con los trabajos de Duby y Le Gof.
Esa tercera generación como señala Burke 25, ausente de figuras dominantes como había sido el caso en las
anteriores, se caracteriza por su policentrismo, la preocupación por ampliar las fronteras de la historia a
temas verdaderamente novedosos como el cuerpo, los olores y los perfumes, mientras que otros retornan a
la historia política o incluso a los acontecimientos. Además, incluye a las historiadoras e incluso se abre más
a las corrientes intelectuales procedentes del extranjero, especialmente a las norteamericanas y París no es
19
Solamente en los últimos años se ha podido conocer los entretelones de esta lamentable situación.
20
Esta situación se puede comprobar observando el gráfico de las contribuciones ofrecidas a Febvre en 1953
(Anexo I), así como en la presentación de las Actas del Coloquio realizado en la Casa de Velásquez en
Madrid (1999 y que analizaba la acogida de la historiografía francesa del siglo XX en España.
21
Es importante tener en cuenta que Braudel fue prisionero de los nazis, si bien se reconoce que sus
condiciones de cautiverio fueron muy diferentes a las de Bloch.
22
Se señala este detalle en su biografía pero también sus publicaciones e incluso las filmaciones realizadas lo
comprueban.
23
La importancia de su tarea se manifiesta en el número y procedencia de las contribuciones a las Mélanges
que se le ofrecieron (Anexo II)
24
Varios de los aspectos poco favorables de Braudel se recordaron en el artículo Faut-il brûler Braudel?
publicado en la revista L’histoire
25
ya su único centro. Sus temas principales son tres: el redescubrimiento de la historia de las mentalidades 26, el
empleo de métodos cuantitativos en la historia de la cultura y finalmente por la reacción contra dichos
métodos en una antropología histórica, un retorno a lo político o el renacimiento del género narrativo.
En 1974, Jacques Le Gof, Roger Chartier y Jacques Revel, destacados miembros de los Annales publicaron un
voluminoso diccionario titulado La Nouvelle Histoire en el que colaboraron los historiadores más
representativos de los Annales para explicar los temas centrales de su trabajo. Naturalmente, no quedaron
libres de críticas de quienes señalaron que ese nombre ya tenía una utilización muy anterior en Estados
Unidos y que inclusive se habían beneficiado como escribió W. den Boer de un fenómeno característico en la
historia de las ciencias: la concentración épica o principio de San Mateo, y que consiste en atribuir las
invenciones de numerosos sabios a solamente algunos de ellos y que correspondería a lo que se afirma en
los Evangelios: “porque al que tiene se le dará y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene le será
quitado”27.
Pese a esas críticas recibidas respecto a sus deficiencias en lo teórico, el no ser tan innovadora como
afirmaba y no haber logrado realizar una historia total o global, así como una cierta resistencia en algunos
medios académicos internacionales, las propuestas annalistas – como se las denomina en ciertos medios-
fueron adoptadas cada vez más fuera de Francia, tanto en Europa como en América Latina e incluso dentro
de la órbita comunista, como es el caso del historiador y político polaco, Bronislaw Geremek, recientemente
fallecido y cuya relación con los Annales fue sumamente estrecha.
A partir de la tercera generación que mostró claramente la popularidad adquirida en las exitosas ventas de
sus obras o la presencia de sus miembros en los medios de comunicación social, muchos especialistas han
insistido en su fragmentación o disolución o incluso lo consideran como un movimiento acabado. Estos
puntos de vista han sido rechazados por algunos de sus miembros más destacados y si bien pueden
reconocerse los problemas que la han afectado en las últimas décadas, podemos concluir que sus
propuestas mantienen todavía vigencia y una cierta unidad pero sobre todo que han logrado conquistar
nuevos territorios, nuevas fuentes y nuevos métodos de trabajo para la historia del siglo XX que “ya nunca
volverá a ser la misma de antes”28.

Anexo III
LA REVOLUCIÓN DE LOS ANNALES FRENTE AL MODELO DE LA HISTORIOGRAFÍA POSITIVISTA*
Positivismo Annales
1. Objeto de estudio: el pasado escrito consignado 1. Objeto de estudio de la historia: el presente, el pasado y
en los textos. Definición de historia. Ciencia del la “prehistoria” del hombre. Definición de historia: Ciencia
pasado. de los hombres en el tiempo.
2. Objetivo de la historia: dar cuenta de los 2. Objetivo de la historia: dar cuenta de los grandes
“grandes hechos históricos”. Historia, política, procesos sociales y colectivos. Historia social, económica,
militar, diplomática y biográfica. cultural y del poder.
3. Campo de las realidades estudiadas: historia de 3. Campo de las realidades estudiadas: historia de las
los hechos inmediatos, superficiales, estructuras profundas, de las realidades subyacentes, de las
“espectaculares”, de los grandes acontecimientos. largas duraciones colectivas.
4. Noción del tiempo utilizado: idea moderna 4. Noción de tiempo utilizada: descompone los tiempos
burguesa del tiempo (modelo newtoniano) Se múltiples y crea una nueva noción del tiempo y de la
concentra en el estudio del tiempo corto, del duración. Analiza igualmente las coyunturas y los procesos
acontecimiento. Comparte la idea, propia del siglo de larga duración. Critica y supera la noción simplista del
XIX, del progreso simple, lineal, acumulativo y progreso lineal.
ascendente.
5. Fuentes utilizadas: historia basada 5. Fuentes utilizadas: historia que multiplica, recrea, inventa
exclusivamente en las fuentes escritas. y descubre numerosas fuentes y nuevos puntos de apoyo.
6. Técnicas utilizadas por el historiador: historia 6. Técnicas utilizadas por el historiador: historia que recrea
26
27
28
basada en la crítica interna y externa del y multiplica sus técnicas, como la fotografía aérea, el
documento, en la diplomática, la numismática y la carbono 14, la dendrocronología, el estudio de las series, la
paleografía. iconografía, los programas informáticos, etc.
7. Relaciones con su materia prima: historia aspira a 7. Relaciones con su materia prima: historia que asume de
una falsa o ingenua neutralidad u objetividad manera consciente o explícita su carácter sesgado, sus
absoluta respecto a su objeto. presupuestos y determinaciones diversas.
8. Dominio de estudio: temas de estudio 8. Dominio de estudio: historia con perspectivas
preestablecidos, limitados por la definición de su globalizantes, asumiendo que nada de lo que es humano le
objeto y prisioneros de su propio objetivo. Historia es extraño, empleando el método comparativo y
aislada de sus problemas y encerrándose en los trascendiendo, sin cesar, las barreras cronológicas,
estrictos límites cronológicos, espaciales y espaciales y temáticas del problema examinado.
temáticos.
9. Imagen proyectada al exterior: historia 9. Imagen proyectada al exterior: historia abierta o en curso
especializada, circunscrita a un fragmento limitado de elaboración, enriqueciéndose, redefiniéndose y
del universo social. renovándose en cada generación.
10. Relación con las otras ciencias sociales: historia
10. Relación con las otras ciencias sociales: historia abierta
aislada y autónoma, sin ningún lazo con las otras al diálogo permanente y a intercambios de todo género con
disciplinas sociales. las otras ciencias sociales.
11. Status de la historia: historia entre arte y 11. Status de la historia: historia que reclama un status
ciencia, esforzándose en imitar sin ningún espíritu científico y buscando su especificidad respecto al modelo
crítico a las ciencias naturales. de las ciencias naturales.
12. Resultado del trabajo historiográfico: una 12. Resultado del trabajo historiográfico: una historia que
historia esencialmente descriptiva y narrativa. explora todo el espacio y todas las dimensiones de su
carácter interpretativo, creando modelos, hipótesis y
explicaciones globales.
13. Actitud frente a los hechos: historia positiva, 13. Actitud frente a los hechos: historia crítica que
compartiendo las ilusiones que cada época, cada demuestra las evidencias y revela sus presupuestos ocultos,
testimonio o cada actor se hace de sí mismo, de su sometiendo a debate las ideas aceptadas y dominantes, y
tiempo y de su acción. avanzando en sentido opuesto a ellas
* Carlos AGUIRRE, L’histoire conquérante, Un regard sur l’historiographie française (traducción de la autora)

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