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RodriguezManzanera PDF
RodriguezManzanera PDF
Criminología, (18va
ed.). México: Porrúa. Pp. 111-139, 420-436 y 478-480.
LUIS RODRÍGUEZ MANZANERA
PROFESOR TITULAR DE CRIMINOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO YEN LA UNIVERSIDAD LA SALLE. MIEMBRO DE
NÚMERO DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CIENCIAS PENALES Y DE LA ACA-
DEMIA MEXICANA DE CRIMINALÍSTICA. PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD
MEXICANA DE CRIMINOLOGÍA. EXDIRECTOR DE LA REVISTA CRIMINALIA.
INVESTIGADOR NACIONAL, SISTEMA NACIONAL DE INVESTIGADORES (SNI)
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CRIMINO LOGIA
074238
DECIMAOCTAVA EDICIÓN
BIBLIOTECAS V~
DOCUMENTAlES wu.
· c.u.o.s.M.
EDITORIAL PORRÚA
AV. REPÚBLICA ARGENTINA, 15
MÉXICO, 2003
Primera edición, 1979
Derechos Reservados
ISBN 970-07-3950-3
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IMPRESO EN MÉXICO
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PRIMERA PARTE
LA CIENCIA CRIMINOLóGICA
Pác.
INTRODUCCIÓN ....••••..•••••..••.•..•..••...•.. ' ' • . . . . . . . • • • • • • 1
Capitulo J. LA CRIMINOLOGÍA
SEGUNDA PARTE
HISTORIA DE LA CRIMINOLOGíA
TERCERA PARTE
ESCUELAS Y DIRECCIONES
INTRODUCCIÓN 229
CUARTA PARTE
APLICACIONES CRIMINOLóGICAS
bmt.ODUCCIÓN 461
1
CAPITULO V
LA POLíTICA CRIMINOLóGICA
l. Introducción.-2. Concepto.-3. Política.-4. Política Crimino-
lógica.-5. Política Criminológica y Derecho.-6. Política Crimi-
nológica y Política Social.-7. Polftica Legis1ativa.-8. Política
Judicial.-9. Política Penitenciaria.-10. Concepto de Preven-
ción.-11. Objetivos de la Prevención.-12. Planeando la Pre-
vención.-13. El Planteamiento del Problema.-14. Planifica-
ción.-15. Programas de Prevención y Evaluación.-16. El ór-
gano de Prevención.-17. Plan de Desarrollo.-18. Etapas de
Desarrollo.-19. La Evaluación de la Prevención.-20. El Sistema
Nacional Mexicano de Seguridad Pública.
V.l. INTRODUCCióN··
ll3
114 CRIMINOLOGÍA
V.2. CONCEPTO
Hay quien piensa que fue en realidad Beccaria, con su "Dei De-
litti e Delle Pene" quien hace un primer tratado de Política Crimi-
nológica. 205•
En cuanto al primero en emplear el término de "Política Crimi-
nal" la solución es controvertida, aunque parece que, cronológica-
mente se debe a Kleinsrod, en el prólogo de su obra fechado en
1793.206 Más tarde lo utilizarían Feuerbach (1801). y Henke (1823),
siendo de uso general a partir del Congreso Internacional de Derecho
Comparado celebrado en París en 1900.
Existen diversos puntos de partida para referirse al contenido de
la Política Criminal; hay quienes opinan que se trata de una ciencia
(Liszt, Battaglini), de un arte (Gauckler, Gautier, Belloni) , de una
disciplina, de parte de otra ciencia (la Sociología Criminal) (Ferri),
etc. Nosotros nos adherimos a la idea de que es una de las ciencias
penales.
Esta ciencia tiene como objeto de estudio los medios de preven-
ción de las conductas antisociales, medios que le son propuestos por
el resto de la enciclopedia de las Ciencias Penales.
Varias definiciones se han dado de esta materia, así, Ferri dice
que es el arte de apropiar a las condiciones especiales de cada pue-
blo las medidas de rep'"e~ión y de defensa social que la ciencia y el
derecho establece abstracta.mente; Alfredo Gautier afirma que "sien-
do la política el arte de escoger los mejores medios de gobierno, la
política criminológica será el arte de escoger los mejores medios pre-
ventivos y represivos para la defensa contra el crimen".
En Maggiore encontramos que "teniendo en cuenta que el fin del
Derecho Criminal es la lucha contra el delito, podemos decir que la
Política Criminal es la ciencia o arte (o práctica) de los medios de
que se sirve el Estado para prevenir y reprimir los delitos. El con-
cepto de delito, a que la política se refiere, es más amplio que el
ordinario; es decir, comprende no sólo los hechos que son delitos ob-
jetiva y subjetivamente, sino también los hechos que son delitos obje-
tivamente nada niás (por ser cometidos por personas no imputables)
V.3. POLíTICA
212 LUKIC. Citado por VoooPIVEC, KA'l'JA. Re~ción existente entre la investigación
científica y politica criminológica. Informe presentado al VI Congreso Internacional
de Criminología. Madrid, Espafia, 1970, p. 25.
:213 VOOOPIVEC, KATJA. Op. cit., p. 25.
LA POLÍTICA CRIMINOLÓGICA 117
Criminal. R.IGHI agrega que: Los penalistas creen que lo más impor·
tante es la armonía del sistema, en realidad lo importante es la ope-
ratividad. La bondad del sistema se mide por la forma como resuelve
el problema práctico.
Recordamos con preocupación una frase de Szabó: "Los órganos
de protección social están mental y técnicamente equipados para
combatir una criminalidad en vías de desaparición". 223
Lo que implica que los cambios requeridos no son tanto de leyes
como de estructuras; de estructuras sociales, políticas y mentales.
En realidad una buena, adecuada, correcta Política Criminológi-
ca logrnría evitar las conductas antisociales antes que se produjeran,
y quizá antes de que fuera necesario legislar.
230 GARCÍA RAMúu:z, SERGIO. Discurso de Clausura del Primer Cqloquio sobre Po-
lítica Criminal en América Latina. México, 9-12 agosto, 1976, p. 1-2.
LA POÚTICA CRIMINOLÓGICA 123
Después del momento legislativo, una ley bien hecha, una ley
bien elaborada, una ley que sepamos que es justa, positiva y vigente
(tres características básicas para que una ley sirva, pues si le falta
una de las tres no es eficaz) ; debemos de buscar su correcta aplica-
ción y aquí es donde la Política Cl"iminológica queda en manos de
los jueces, lo que representa una terrible responsabilidad.
El momento judicial es muy importante, mucho se ha estudiado
cómo una equivocada política de los jueces se convierte en factor cri-
minógeno. Compartimos la opinión de Dn. Aureliano Hernández Pa-
lacios de que "Es más importante un buen juez que una buena
ley".237
Versete asegura con razón que: "La formación de un juez no pue-
de ya limitarse a conocer bien la ley, y aplicar correctamente sus pre-
ceptos, la formación de los jueces debe comportar su preparación al
arte de juzgar, es decir, el arte de comprender también factores y de-
cisiones no jurídicas y a tomarlas en cuenta en sus decisiones". 238
Y nos preguntaríamos, con Roxin, "¿Para qué sirve la solución
de un problema jurídico que, a pesar de su hermosa claridad y uni-
formidad, es desde el punto de vista político criminal erróneo?" /llse
236 RoXIN. op. cit., p. 53..
237 HERNÁNDEZ PALACIOS, AmmLIANO. Discurso de Inauguración de la Maestr{a de
Ciencias Pe11ales. Jalapa, Veracruz (México) , 1976.
238 VERSEIÍ. Op. cit. (225) , p. 206.
239 ROXIN. Op. cit.
LA POLÍTICA CRIMINOLÓGICA 125
240 MIRA Y LóPtt, EMIUo. Manual de Psicologla ]urldica. Buenos Aires, Argen-
tina, 1961.
126 CRIMINOLOGÍA
241 Cfr. RoDRíGUEZ MANZANERA, Luis, La crisis penitenciaria y los substitutivos de la prisión.
2• edición, Editorial Porrúa. México, 1999.
242 Cfr. GARcíA RAMíREZ, SERGIO, Asistencia a reos liberados. Ediciones Botas. Mé-
~c.ico, 1966.
243 CECX:ALDI, P. F. Prevención. En Revista Internacional de Política Criminal.
ONU, 196!1, p. 21.
LA POLÍTICA CRIMINOLÓGICA 127
l. Actividades previas.
a) Fijar objetivos.
b) Establecer el personal técnico que se encargará de realizar
y dirigir el planeamiento.
e) Información. Despertar el interés y buscar la participación
de la opinión pública.
V.l4. PLANIFICACióN
A) Programas unitarios
B) Programas combinados
Se aplican, generalmente a medios altamente criminógenos, donde
se combinan múltiples factores (superpoblación, miserias, ignoran-
cia, etc.) , y en lo que, comúnmente, se da el fenómeno de subcul-
turas criminales.
La acción, por lo tanto es compleja, coordinando diversas medi-
das elementales, dirigiendo su acción a las pandillas, y pudiendo du-
rar varios años, por lo que la evaluación no puede hacerse de in-
mediato.
Para evaluar, se utilizan los mismos criterios antes citados, te-
niendo un gran cuidado, pues la cantidad de variables es mucho
mayor.
· Se han utilizado en esto el follow-up study, estudio longitudinal
de casos, en que se siguen observaciones que duran 5 a 10 años.
U4 CRIMINOLOGÍA
Primera etapa:
Uno de los problemas básicos de algunas de las ciencias sociales
ha sido el realizar actividades sin un estudio profundo previo del
.contexto social hacia el cual van dirigidos, por eso frecuentemente
fracasan una vez iniciados;
Es por eso importante no aceptar explicaciones prefabricadas, de-
bemos dedicarnos con alma de investigador a perforar nuestra reali-
dad social, guiados por la profunda curiosidad de desentrañar nues-
tro propio mundo. 2 cw
Debe partirse de premisas netamente comprobadas científicamente,
que nos permitan formular planteamientos concretos y reales. Se ne-
cesitan investigaciones dirigidas a indagar los aspectos prioritarios de
Política Criminológica, pero investigaciones que arrojan datos obje-
tivos y manejables.
Segunda etapa:
Tercera etapa:
Si las dos etapas anteriores se han seguido con cuidado y deteni-
miento, )'a estaremos en posibilidades de formular programas de ac-
ción específica.
. .2110 BF.IDER~rAN, BERNARDO. Resumen de la Exposición. Primer Coloquio sobre Po-
Jitica Criminal en América Latina. México, 9·12 de agosto de 1976, p. l.
261 HOl'CIION•, CuY. op. cit., p. 18.
138 CRIMINOLOGÍA
XVIII.7. DIAGNóSTICO
Nos dice Rmz FuNES que una simple enumeración de los ante-
cedentes que se deben tomar en cuenta para la determinación de la
personalidad del delincuente, no ofrece una solución para el proble-
ma. Es importante el poder interpretarlos y penetrar para eso en su
contenido. No todos tienen una importancia igual, unos poseen una
relevancia fundamental, como verdaderos núcleos de la personalidad
612 Moli.RIS NOilvAL. El futuro de las prisiones. 1• edición. Siglo XXf Editores, S. A.
México, 1978, p. 10!1.
LA DIRECCIÓN CLiNICA
a) Agresividad.
b) Egocentrismo.
e) Imprevisión.
d) Indiferencia afectiva.
a) Egocentrismo.
b) Labilidad emocional.
e) Agresividad.
d) Indiferencia afectiva.
XVIII.S. PRONóSTICO
61& GLUECK SHEr.DONl and Eu:,\.NOR. Family Enviroument and Delinquency. Houghton
Mifflin Company. Boston, USA, 1962.
<620 GLUECK, SHELDON and ELF.ANOB.. Nottve Fro11tiere del/a Criminología. Giuffré
Editore. Milano, Italia, 1971.
621 GI.UECK, SHELDON and ELEANOR. Unraveling ]uvenilC' Delinquency. Harvard Uni·
\crsity PrtSI';. Cambridge, Mass., USA, 1950.
426 CRIMINOLOGÍA
CUADRO N'? 1
FACTORES SOCIALES
Puntos
específicos
5. Cohesión de la familia:
CUADRO N'.' 2
FACTORES DE PERSONALIDAD
Puntos
e.speclficos
Fuerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75.9
Alguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63.8
No . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39.7
2. Autoafirmación agresiva:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91.0
Alguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76.7
Ninguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34.9
$. Desconfianza:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67.3
Alguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47.3
Ninguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37.5
4. Destructividad:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77.7
Alguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69.9
Ninguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35.7
5. Labilidad emocional:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75.2
Alguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65.0
Ninguna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40.0
CUADRO N? 3
FACTORES PSICOLóGICOS
Puntos
especificas
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75.3
No de modo patente, pero sin faltar de modo claro . . . . . . . • 35.4
Marcadamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66.5-
No de modo claro, pero tampoco deja de serlo inequívoca-
mente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37.8:
3. lnfluenciabilidad:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69.4
No clara, pero tampoco falta inequívocamente . . . . . . . . . . . . 35.5-
4. Testarudez, insubordinación:
Marcada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83.4
No de modo claro, pero tampoco falta inequívocamente 39.~
5. Emocionalmente desequilibrado:
Marcadamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62.0
No de modo claro, pero tampoco deja de estarlo inequívoca-
mente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26.5
minológica, los tres aspectos se hallan unidos, y cada uno suscita una
cuestión de límites de gran importancia, que se opone, al igual que-
en la prevención del delito, a una extensión desmedida del trata-
miento" .62»
De lo anterior se desprende que no siempre es posible dar tra-
tamiento, y que no todo sujeto que ha violado la ley requiere de ua
Artículo 52.- "El juez ftiará las penas y medidas de seguridad que
estime justas y procedentes dentro de los límites señalados para cada
delito, con base en la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad
del agente, teniendo en cuenta:
1.- La magnitud del daño causado al bien jurídico o del peligro a
que hubiere sido expuesto:
II.- La naturaleza de la acción u omisión y de los medios empleados
para ejecutarla; t
III.- Las circunstancias de tiempo, lugar, modo u ocasión del hecho
realizado;
IV.- La forma y grado de intervención del agente en la comisión
del delito, así como su calidad y la de la víctima u ofendido;
V.- La edad, la educación, la ilustración, las costumbres, las condi-
ciones sociales y económicas del sujeto, así como los motivos que lo
impulsaron o determinaron a delinquir. Cuando el procesado perte-
neciere a un grupo étnico indígena, se tomarán en cuenta, además,
sus usos y costumbres;
VI.- El comportamiento posterior del acusado con relación al deli-
to cometido; y
VII.- Las demás condiciones especiales y personales en que se en-
contraba el agente en el momento de la comisión del delito, siempre
y cuando sean relevantes para determinar la posibilidad de haber
ajustado su conducta a las exigencias de la norma.
XVIII.l2. CONCLUSióN
2 3 4 5 6
700 Una clasificación con el mismo criterio la hemos encontrado en: V.EIGA DE CAR·-
VALHO, HILARlO. Compendio de Criminologfa. José Bushtsky, Editor. Sáo Paulo, Bra-
sil, 1973. ·
70~ GIBBENI'I, T. S. M. TendencitJS actuales de la delincuencia juvenil. OMS. Gine-
bra, Suiza, 1962, p. 56.
480 CRIMINOLOGÍA
ta, no hay por qué tenga que dividirse así, poTque el hacer esta
división fue más con fines didácticos que otra cosa, en última ins-
tancia podríamos tabularlo, por decir algo, del cero al cien, y así
podríamos tener una clasificación muy precisa de un criminal que
fuera mucho más objetiva, porque podríamos darla cuantitativamen-
te, no solamente podríamos decir que un criminal es muy peligroso,
podríamos decir que tiene 68 de peligrosidad.
Veamos en qué forma hemos clasificado a los delincuentes; tene-
mos seis tipos de delincuentes; un delincuente en que no hay más
que factores exógenos, al que hemos llamado exo-criminal puro. Un
segundo tipo en el cual el factor interno es muy pequeño y el factor
externo es extraordinariamente poderoso, y es lo que lo lleva a la
conducta antisocial; a éste lo hemos denominado exo-criminal pre-
ponderante. Un tercer criminal es aquel que teniendo de ambos fac-
tores, de todas formas tiene más factor externo que interno, por eso
lo he llamado exo-endo-criminal. Un cuarto tipo de criminal el cual
tiene más de factor endógeno que de factor exógeno, aunque éste
sea también bastante abundante, a éste le llamaríamos endo-exo-
criminal. Un quinto tipo de criminal en el cual el factor endógeno
es absolutamente preponderante, este criminal necesita muy poco
factor exógeno para llegar al crimen, generalmente llega al crimen
con una gran facilidad en cuanto tiene la menor provocación o la
menor oportunidad, por esto se llama endo-criminal-preponderante.
Y tendríamos un sexto tipo de criminal, en el cual no hay factores
externos, que hemos clasificado como endo-criminal puro.
Expliquemos ahora cada tipo:
a) Exocriminal puro. Es un tipo puramente teórico, pues aun-
que alguien pudiera cometer un delito por factores causales pura-
mente externos (vis mayor, v. gr.), en el examen clínico encontra-
remos por fuerza la presencia de factores internos. Además, jurídi-
camente el caso está exento de responsabilidad.
b) Exocriminal preponderante. Son aquellos a los que el medio
lleva a delinquir; pensemos en el robo de indigente, en el que la
extrema miseria lleva al individuo al robo. En este tipo se encuen-
tran también los. ocasionales, que aprovechan la oportunidad única
para realizar el delito.
e) Exo-endocriminal. Aquí el medio envuelve al criminal, el
que carece de fuerza para eludirlo, pues cuenta con suficientes fac·
tores endógenos como para adaptarse al ambiente criminógeno. Sería
el caso de los habituales.
d) Endo-exocriminal. La participación de los factores internos
es mayor, y su dependencia del medio es menor. Un ejemplo de este