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DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO EN LA

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE
SUPREMA
Prof. Percy García Cavero
Mayo de 2016
Introducción
 En el año 2015 la estadísticas del Minter determinaron que el
66.5% de las denuncias presentadas eran por delitos contra el
patrimonio.
 Esta situación suscita que tanto a nivel del trabajo fiscal al
hacer la calificación de los hechos a investigar, como a nivel
de la decisión judicial, se presenten constantemente dudas
interpretativas sobre el alcance y sentido de los tipos penales
que tipifican los delitos patrimoniales.
 La Corte Suprema en cumplimiento de su función de
establecer líneas jurisprudenciales uniformes ha tenido
diversos pronunciamientos sobre cómo deben interpretarse
los tipos penales.
1. Hurto
Tópico 1: La sustracción del lugar
La sentencia plenaria Nº 1-2005: “Desde esta perspectiva el
desapoderamiento importa: (a) el desplazamiento físico de la cosa del
ámbito de poder patrimonial del tenedor –su esfera de posesión– a la del
sujeto activo (...)” (punto 7).
Una interpretación naturalista del término “sustracción”, limitaría el hurto
a las conductas de desplazamiento físico de un bien mueble material. Se
dejarían fuera los traslados contables (cuentas bancarias), esferas
concéntricas (ejemplo del hotel o usurpación de inmuebles) y los bienes
inmateriales (acciones desmaterializadas).
La propia sentencia plenaria citada deja esta idea expresamente establecida
al señalar que “El desplazamiento de la cosa en el espacio no es el
criterio definitorio del hurto, sino el desplazamiento del sujeto que
puede realizar actos de disposición”.
Tópico 2: El valor del bien sustraído en el hurto agravado (1 RMV).
El AP 04-2011 señala que es irrelevante el valor del bien para la configuración
del hurto agravado, basado en consideraciones político-criminales (ultima ratio y
mínima intervención). La decisión debió moverse en el plano dogmático
(naturaleza jurídico-penal de la exigencia de un valor superior de una RMV en el
delito de hurto). Si se considera que es un elemento típico, entonces tendrá que
exigirse también en el tipo agravado. Por el contrario, si es una condición objetiva
de punibilidad, entonces se limitará, conforme al propio tenor del artículo 444 del
CP, al tipo básico del artículo 185 del CP.
En mi opinión, se trata de una condición objetiva de punibilidad, pues su razón de
ser no es privarle de antijuridicidad a la conducta de hurto de bienes de escaso
valor, sino limitar la aplicación de sanciones penales a ciertos casos especialmente
graves, dejando en el plano de las faltas los casos bagatela. Otro parecer, voto
singular de Prado Saldarriaga: Se trata de un elemento del tipo.
Tópico 3: La apropiación de bienes por parte de los dependientes: ¿hurto o
apropiación ilícita?
Ej. Sup. del 19/1/01 Exp. 618-2000: “La diferencia entre ambas figuras reside en
que en el primer caso el agente sustrae el bien mueble del lugar en el que se
encuentra, mientras que en el segundo caso el bien mueble es entregado al agente
por el mismo propietario”. La jurisprudencia sigue el criterio de la entrega previa.
Que el autor haya recibido del propietario el bien mueble de forma legítima, no
lleva necesariamente al delito de apropiación ilícita. La sustracción que identifica al
hurto no debe entenderse en términos físicos, sino normativos. Aun cuando el
trabajador o dependiente haya recibido el bien del empleador, responderá por
hurto si se apropia del bien sacándolo de la esfera de custodia del titular. Por
ejemplo, el cajero de banco que saca el dinero del banco o el chofer que se lleva el
automóvil de la empresa.
Tópico 4: ¿Hurto agravado por pluralidad de intervinientes
incluye a los menores?
La Casación 16-2010 se ocupó del tema en el caso de una
señora que utilizó a su hijo menor de edad para apropiarse de
cepillos de dientes en el Tottus. Sin embargo, por un tema
procesal no decidió si se trataba de un hurto agravado o no.
Es necesario diferenciar supuestos: Desde el sentido de la
agravación, la pluralidad de intervinientes está referida a la
ejecución del hecho. Por lo tanto, los casos de estricta autoría
mediata están fuera. La agravante se aplica únicamente si hay
co-ejecución con el menor.
Tópico 5: La acreditación de la preexistencia del bien
R.N. 144-2010 Lima Norte: “si bien la prueba de la
preexistencia del bien es indispensable para la afirmación del
juicio de tipicidad, no existe razones legales que impidan al
tribunal de instancia admitir a tales fines la propia declaración
de la víctima”.
El criterio es acertado por principio de libertad probatoria. En
especial en el caso de hurto de dinero.
Pero lo anterior no significa relajar el estándar probatorio. Una
declaración inverosímil no puede ser suficiente. De lo
contrario, se puede legitimar enriquecimientos sin sustento.
2. Robo
Tópico 1: La tentativa del delito.
“El delito ha quedado en grado de tentativa, al no haberse materializado el
apoderamiento del dinero en atención a la oportuna intervención policial” (Ej. Sup.
del 18/01/2000, Exp. Nº 4749-99 Lima).
La tentativa no se debe definir por la falta de consumación, sino también por su
inicio. El artículo16 del CP establece cuándo se pasa de un acto preparatorio a un
acto ejecutivo (tentativa). Se exige el comienzo de la ejecución del delito. En el
caso del robo, la sustracción violenta o bajo amenaza de un bien de donde se
encuentra (perspectiva global).
No es un acto ejecutivo de robo la búsqueda de víctimas e incluso el seguimiento
de la víctima. Eso no impide el castigo con base en delitos de preparación
(asociación ilícita del artículo 317 del CP, tenencia ilegal de armas el artículo 279
del CP o marcaje del artículo 317 A del CP).
Tópico 2: ¿Cuándo se consuma el delito?
El AP 01-2005 asume la teoría de la ablatio (el robo se
consuma con la posibilidad potencial de disponer el bien).
Se afirma que el delito de robo no es un delito de mera
conducta, sino de resultado, por lo que no todo
desapoderamiento de la víctima implica apoderamiento del
agente.
¿Es necesaria la disponibilidad potencial o basta el
desapoderamiento (sacar el bien de la esfera de custodia de
su titular?
La casualidad del criterio: vías de huida, consumo del bien.
Tópico 3: La agravación por mano armada: El caso de las armas aparentes.
R.N. 2676-2012 Junín: “no concurre la circunstancia de ataque a mano armada
porque las armas utilizadas eran de juguete”.
Sentido de la agravación: ¿Reducción de las posibilidades de autoprotección de la
víctima o la peligrosidad de la conducta para su vida o integridad física?
El robo constituye la apropiación de un bien, doblegando la voluntad de la víctima
(violencia o amenaza con un peligro inminente para la vida o la integridad física).
La amenaza se configura desde una perspectiva ex ante en la posición del autor, por
lo que las armas aparentes son idóneas para doblegar la voluntad de la víctima
(robo simple).
Pero no es un robo agravado, pues la razón de la agravación sólo puede estar en
algo adicional a la capacidad del medio empleado para doblegar la voluntad, lo que
lleva necesariamente al peligro efectivo para la vida e integridad física de la víctima
(así, también el AP 03-2009, punto 13, último párrafo).
Tópico 4: La cualificación por el resultado de muerte o lesión grave (artículo
189, último párrafo).
Conforme al AP 03-2009, no basta la simple causación de la muerte o lesión de la
víctima como consecuencia de la acción de robo, sino que es necesaria una
imputación subjetiva. Si la muerte se produce culposamente, se aplicará el último
párrafo del artículo 189 del CP, mientras que si se produce intencionalmente (para
facilitar u ocultar el robo) el tipo penal aplicable es el asesinato (art. 108 inc. 2).
El razonamiento es claro, pero sus consecuencias penológicas son discutibles, pues
la producción culposa de la muerte en el contexto de un robo lleva a la cadena
perpetua, mientras que la producción dolosa a una pena de 15 a 35 años.
En mi opinión, el artículo 189 último párrafo sólo es aplicable a los casos de
muerte o lesiones graves dolosamente producidas en la ejecución del robo (art. 12
del CP). El art. 108 inc. 2 del CP es aplicable a los casos de concurso medial del
homicidio con otros delitos distintos al robo (principio de especialidad). En caso de
producción culposa de la muerte o lesiones, habrá que tratar el caso con las reglas
del concurso ideal de delitos.
Tópico 5: Agravante por empleo de drogas o insumos
químicos
R.N. 3808-2009 Arequipa: “es una agravante del delito robo y
no requiere para su configuración que previamente se haya
ejercido amenaza o violencia contra la víctima”.
Se trata de lo que se conoce como violencia impropia
(constriñe la mente de la víctima o la priva de su conciencia).
No obstante, debe emplearse fuerza física en el suministro de la
sustancia o en el apoderamiento de los bienes.
3. Apropiación ilícita
Tópico 1: La prejudicialidad del título que sustenta la entrega del bien
Casación 301-2011: “En la dinámica del delito de apropiación ilícita hay
que distinguir dos momentos, uno consistente en la transmisión legítima de
la posesión de la cosa con título que produzca la obligación de entregarla o
devolverla, y otro de apropiación antijurídica por parte del poseedor
legítimo”.
Si el acto jurídico que genera la obligación antes referida se discute en sede
civil, entonces el proceso penal debe suspenderse hasta que se decida el
tema civil. Podrá plantearse una cuestión prejudicial conforme a lo previsto
en el artículo 5 del CPP: Resulta necesario en vía extra-penal una
declaración vinculada al carácter delictuoso del hecho incriminado.
Tópico 2: El acto de apropiación
Casación 301-2011: “La conducta esencial que debe desarrollar el
agente está constituida por la apropiación, es decir, por el
apoderamiento o adjudicación a su favor de un bien mueble ajeno
que no le pertenece legalmente”.
Es necesario un acto de apropiación del bien por parte de quien lo
tiene legítimamente en su poder. No basta con tener el ánimo de
apropiación (animus rem sibi habendi), sino que debe realizarse un acto
que objetivamente debe interpretarse como apropiación (acto
dominical). El acto dominical más claro es la disposición (venta,
alquiler, etc). Pero también puede ser el uso del bien como propio.
La simple negativa a entregar el bien no es suficiente, pues lo único
que acredita es un incumplimiento contractual.
Tópico 3: La apropiación por parte de cobradores
Casación 301-2011: “Cuando la cosa se entrega en pago al autorizado
(…), el que paga se desliga del bien entregado y éste se incorpora a
la esfera del patrimonio del antes acreedor (…) no hay posibilidad
del aplicación del tipo de hurto (…) ocurre que el tipo de
apropiación ilícita comprende como agraviado (…) al acreedor
insatisfecho (…) en los casos de recibo de pago total o parcial”.
Razonamiento contradictorio, pues si la entrega del pago al cobrador,
el dinero entra a la esfera de patrimonio del acreedor, ya no es
posible un delito de apropiación ilícita, sino de hurto (apropiación
por sustracción).
4. Estafa
Tópico 1: El orden de los elementos típicos.
R.N. 325-2014 Lima: “el legislador nacional ha configurado un
determinado iter comisivo, estableciendo la cadena que deriva
en la producción del perjuicio, así como el proceso que se inicia
con el engaño, que produce un error en la persona, quien a
consecuencia de éste, realiza un acto de disposición patrimonial
del que deriva el perjuicio”.
Si estos elementos no se dan, no hay estafa. Pero además deben
de darse de manera sucesiva. En la Ejecutoria Suprema se
rechaza el delito de estafa en una subasta por la falta de entrega
de los lotes adjudicados (perjuicio) por la falta de un engaño
previo en las bases.
Tópico 2: Los contratos criminalizados
R.N. 325-2014 Lima: “No podemos soslayar, que el agente delictivo
muchas veces también puede servirse de un contrato para la
comisión del delito, esto es, puede simular una contratación
específica para lograr el engaño de la víctima, induciéndola a error y
obtener la contraprestación pactada, pero sin tener ninguna
intención de cumplir con su presunta obligación adquirida en el
contrato”.
Debe rechazarse la vieja línea jurisprudencial que sostenía que si hay
contrato, no hay estafa. El problema no es sustantivo (es posible),
sino procesal (probar el engaño previo al contrato). Un indicio fuerte
es la imposibilidad absoluta de cumplimiento antes de la celebración
del contrato.
Tópico 3: La competencia de la víctima
R.N. 3115-2007: “Es conveniente incluir, para la medición de la
trascendencia del engaño, el principio de autorresponsabilidad de la
víctima, pues es ésta quien es responsable de su deber de autoprotección”.
¿Resulta penalmente relevante cualquier tipo de engaño? El engaño
(mecanismo fraudulento) debe revestir una apariencia de seriedad y
realidad suficiente para defraudar a personas de mediana perspicacia y
diligencia.
No cualquier engaño que produzca un error en la víctima es imputable al
autor, sino solamente aquellos que la víctima no habría podido evitar si
hubiese actuado diligentemente con su propio patrimonio.
Tópico 4: Las relaciones concursales de la estafa con la falsedad documental y la
falsedad genérica
En el caso de la falsedad documental utilizada para engañar a la víctima de la estafa,
el tipo penal de estafa recoge en su desvalor de acción únicamente una falsa
representación de la realidad, pero no que ésta se haga a través de un documento.
Por lo tanto, entre la estafa y el uso de un documento público falsificado cabrá un
concurso ideal de delitos. Por el contrario, en caso de falsificación y posterior
estafa, lo que se presenta es un concurso real de delitos.
La situación es distinta en el caso de la falsedad genérica. El artículo 438º del CP
señala que se castiga la falsedad “no especificada en los capítulos precedentes” (tipo
penal subsidiario). En consecuencia, la estafa es una forma de falsedad específica
que está dirigida a perjudicar patrimonialmente a alguien, por lo que mal se hace
en abrir proceso por ambos delitos. Lo que hay es un concurso de leyes.
5. Usurpación
Tópico 1: La legitimidad de la posesión.
El delito de usurpación no protege la propiedad, sino el ejercicio de los diversos
derechos reales que recaen sobre un inmueble. Así, puede cometer usurpación el
propietario que despoja al legítimo posesionario del bien inmueble.
Lo que se discute es si la posesión que se protege debe entenderse en un sentido
fáctico o jurídico. Si se asume un entendimiento fáctico de la posesión, también el
poseedor precario podrá ser víctima de un delito de usurpación.
A mi entender solamente la posesión jurídicamente reconocida es merecedora de
protección por el tipo penal de usurpación. Por lo tanto, si el titular del inmueble
despoja al poseedor precario, no responderá por usurpación, aunque podrá hacerlo
por ejercicio arbitrario del propio derecho (artículo 417 del CP), coacción o
incluso lesiones de darse el caso. Pero una protección penal en relación con el
patrimonio, no podrá tenerlo. Que esta perspectiva suscite una cuestión
prejudicial, no le hace mella, sino que favorece una solución global coherente al
problema de la propiedad inmobiliaria en el Perú.
Tópico 2: La usurpación con violencia sobre las cosas (modalidad de
despojo y turbación de la posesión)
Un sector doctrinal sostenía que, por mínima intervención, no debe
sancionarse los casos de violencia sobre las cosas. Este planteamiento no es
aceptable. Los bienes inmuebles tienen, por regla general, un valor mayor
que los muebles. La pregunta es: ¿cómo es posible que la mera sustracción
de los bienes muebles sea un delito y no el despojo con violencia sobre las
cosas de un bien inmueble?
Por Ley 30076 (19/08/2013) queda claro que la violencia puede ser sobre
las personas o cosas. ¿Eso significa que antes no?
Casación 56-2014: “Debe entenderse que aún antes de la modificatoria por
vía legislativa, la violencia a la que se hace referencia el inciso 3 del artículo
202 del CP puede ser ejercida tanto contra personas como contra objetos o
cosas integrantes del inmueble”.
Tópico 3: El delito de usurpación es un delito instantáneo
Casación 434-2014: “El delito de usurpación es una de
naturaleza instantánea, pues el mantenimiento de la usurpación
no es la que consuma el tipo penal, sino la creación del mismo”.
Esta determinación de la estructura típica influye en la
participación y en la prescripción. En el primer caso, los actos
de intervención posteriores al acto de usurpación (alteración,
despojo, turbación o ingreso) no pueden dar lugar a
participación en el delito. En el segundo caso, el plazo de
prescripción empieza a correr luego de la realización del acto
de usurpación, no luego de recuperado el bien usurpado.
Tópico 4: El ánimo de apropiación
Casación 434-2014: “siempre se necesitará el ánimo de apropiación
del inmueble”.
Si se sigue el tenor literal, el ánimo de apropiación se exige en la
modalidad de alteración de linderos. Eso, sin embargo, no le resta al
hecho de que la usurpación es un delito de apropiación de inmuebles.
Por lo tanto, será atípico el despojo con otros fines (uso temporal,
allanamiento ilegal, etc.).
Lo anterior, sin embargo, no significa que el ánimo de apropiación
tenga que ser del mismo agente. No se trata de un delito de ánimo
egoísta, sino que puede ser de ánimo altruista. Si uno despoja para
que otro se apropie, habrá igualmente usurpación.
Tópico 5: La agravante por pluralidad de intervinientes
El delito de usurpación se agrava si es cometido con la intervención de dos
o más personas.
Casación 434-2014: “Dado que el tipo penal exige que el delito sea
cometido con el concurso de dos o más personas, éstas deben actuar en
calidad de coautores o cómplices primarios, siendo discutible e inaceptable
la inclusión en ésta, de los casos de complicidad secundaria, instigación o
autoría mediata”.
El tenor de la agravación no exige alguna forma específica de intervención
delictiva, por lo que podría ser cualquiera. Pero el sentido de la agravación
está referido a la menor capacidad de resistencia de la víctima. Por lo tanto,
debe la pluralidad de la intervención debe darse necesariamente en el
momento de la ejecución del delito. Fueran quedan la instigación y la
autoría mediata, pero no necesariamente la complicidad secundaria
(solamente la que interviene en la etapa de preparación).
6. Extorsión
Tópico 1: Distinción con el robo
Casación 145-2010 Lambayeque: “Se llega a establecer que
concurren los elementos objetivos y configurativos del delito de
extorsión, habida cuenta que los encausados, usando como modos
facilitadores la vis compulsiva o intimidación obligaron con amenazas
a la agraviada a hacer la entrega de ventaja patrimonial económica,
consistente en suma de dinero y la compra de un celular (…) a
diferencia del delito de robo en donde el apoderamiento es
entendido como arrebato y posterior huida del agente del delito”.
La diferencia no está en el arrebato o entrega de la víctima, sino en si
la acción recae sobre un bien concreto (delito de apropiación) o
sobre el patrimonio (delito contra el patrimonio). El robo es un
delito de apropiación, mientras que la extorsión es un delito contra
el patrimonio.
Tópico 2: Distinción con la receptación
El caso de llamadas que piden una retribución económica para
recuperar un bien hurtado o robado (automóviles).
AP 2-2012: “Deben considerarse como una modalidad de extorsión
por amenaza aquellos casos donde el intermediario que ofrece la
ubicación o recuperación del vehículo hurtado o robado, a cambio de
una contraprestación económica indebida, anuncie que de no
aceptarse su oferta, será destruido, desaparecido desmantelado, etc.
Que, por consiguiente, cuando no medie la aludida amenaza y en
atención al modo concreto de intervención que asuma el
intermediario frente al titular del vehículo afectado (ayude a
negociar su recuperación o procure que se le adquiera por un
precio), el hecho antijurídico podrá ser calificado como un delito de
receptación agravada”.

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