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Hacia una agenda cultural de la globalización

Mucho se ha hablado de los beneficios que ha traído consigo el proceso de Globalización, sin

embargo y en justicia de la mirada desde “la otra orilla” es importante destacar también aquellos

aspectos negativos que también ha generado.

Se ha denominado globalización al proceso en donde se realiza la organización, intercambios y

relación entre naciones con ciertas similitudes, afinidades o conveniencias mutuas, es decir de las

estrategias globales de los estados.

Cuando se producen diferencias, ya sea de procesos, política, cultura, este proceso llamado

globalización no tiene como finalidad buscar la manera de eliminarlas sino que trabaja para hacer

una reordenación de ellas pues claramente éstas diferencias no caben de ninguna forma en este

sistema. Gran parte de la normativa relacionada con las inversiones extranjeras para los distintos

trabajos de una nación han ido desapareciendo y con ello dejando a trabajadores vulnerables

frente a los mercados y empresas que ofrecían sus puestos de trabajos y beneficios, pudiéndose

ahora exportar hasta las fuentes de trabajo con menos costos.

Todo lo anterior nos demuestra que dependiendo del punto de vista, se puede hablar de lo buena o

mala que es la globalización Cuando se trata de diferencias, los resultados pueden incluso llegar a

la exclusión. Una razón por la cual se genera esta dinámica puede ser la relativa al capital cultural

de quiénes se interrelacionan, lo que inconfundiblemente redunda en la marginación de los que no

están a la altura, por decirlo de algún modo. Se describe el desarrollo tecnológico y de las

comunicaciones como primordial para el mejor desarrollo de empresas e instituciones de variada

índole. Esta situación produce efectos como el de la segregación, desarrollo de mercados

informales, etc.

Sobre esto el autor[ CITATION Gar99 \l 3082 ] nos dice que los estudios culturales y

antropológicos en la actualidad están dirigidos a la investigación sobre “el asombro”. Esto pues el

asombro se ha convertido en un bien escaso o en vías de extinción, Efectivamente, gracias a los


avances tecnológicos lamentablemente ya nada o muy poco nos sorprende. Ya es muy difícil que

en el arte o en encuentros de estudios culturales se logre asombrar.

El asombro se ha trasladado, a áreas como la moda de alta costura (desfiles), al séptimo arte o las

innovaciones tecnológicas que son las actuales actividades que nos están sorprendiendo, pero

esto no es un proceso como a la antigua de manera natural y por una necesidad estética o por

investigaciones, sino producto de los requerimientos actuales del mercado, o sea es como buscar

la manera de asombrar pero de manera planificada y así poder mantener y aumentar las ventas en

donde también se produce. De manera paralela se origina la denominada Obsolescencia

programada1.

Por otro lado y con las actuales formas de vida globalizada, García Canclini[ CITATION Gar99 \l

3082 ] se cuestiona sobre las materias concernientes a las políticas culturales, ¿tienen o no

sentido, en el mundo globalizado? ésa es su cuestión. Reflexiona acerca de ésta inquietud por

medio de las siguientes premisas, uno, el que tiene que ver con las investigaciones y libros en

torno a la necesidad de una cultura de excepción llevando con ellos la crítica a los medios masivos

de información y por el contrario la posición de los grupos minoritarios y alternativos a ésta

problemática. Sobre este tema la crítica que se mantiene frente a la globalización tiene que ver con

el aumento de las desigualdades, sobretodo en el aspecto de la cultura y peor aún las que este

injusto sistema crea, lo que redunda en la falta de confianza que se le tiene, como esperanza del

futuro.

García [ CITATION Gar99 \l 3082 ], relata en este capítulo que se analiza del libro La globalización

imaginada, su participación en conferencias internacionales cuyos temas estaban referidos a la

cultura, destacando que los temas que se desarrollan en ellas distan mucho de lo que respecta de

la industria de la cultura, haciendo vista gorda de lo más significativo, en cambio, se abordan temas

que sirven para tapar lo realmente importante para el buen desarrollo de la agenda cultural en todo

1 Se denomina obsolescencia programada u obsolescencia planificada a la determinación, la planificación o


programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que —tras un período de tiempo calculado de
antemano por el fabricante o por la empresa de servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio— éste se
torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible.
el mundo. Este autor, menciona la propuesta hecha por Keane, dónde se manifiesta respecto de la

práctica de no hacer público lo relativo a las estrategias que permiten el desarrollo de las naciones,

para ello define, la llamada esfera pública como:

“un tipo particular de de relación espacial entre dos o más personas, usualmente vinculadas por

algún medio de comunicación, en la cual se producen controversias no violentas, durante un

tiempo breve o más extendido, referidas a las relaciones de poder que operan dentro de su medio

de interacción y/o dentro de los ámbitos más amplios de estructuras sociales y políticas en las

cuales los disputantes están situados” [ CITATION Kea97 \l 3082 ].

Luego Keane, hace una categorización de esta esfera pública, dentro de la globalización, partiendo

por las micro públicas relativas a las instancias comunicaciones a nivel local.(barrio, grupos

sociales pero pequeños, asociaciones, etc.).Luego distingue las meso públicas, aquellas de nivel-

país, donde el alcance es mayor, como los medios de comunicación, por último las esferas macro

públicas, sistema referido a las empresas internacionales con cobertura mundial. Según García

Canclini, piensa que se debe ir más allá de la propuesta de Keane, Todo es abstracto, ya lo

concreto no tiene cabida, los internautas, los empresarios, las relaciones, todo es intangible,

simbólico, todo se confunde en esta globalización también imaginada. Los intercambios y

mercados culturales se están reorganizando y se entremezclan con otros asuntos de interés social,

lo que lamentablemente no se traduce en políticas de estado. El que estado no intervenga en la

creatividad cultural tiene beneficios (como evitar por ejemplo la censura), sin embargo también deja

a la deriva cada uno de los procesos asociados en ella, que finalmente queda en manos de la

empresa privada, quiénes manejan absolutamente todo.

García reflexiona acerca de la responsabilidad de los estados frente a la manifestación y valoración

de la creación cultural, y lo hace a través de las siguientes estrategias:

1. Toda política cultural debe incluir a la ciudadanía, es decir a las personas comunes y

corrientes que son el fin último de éstas. Ahora el cuestionamiento va dirigido a los modos

de consumo y de apropiación de los productos y servicios de corte cultural. Como no toda

nación se desarrolla igual que la otra ha sido necesario crear acciones previas para lograr
que creadores y potenciales consumidores estén a un mismo nivel, es decir todos

ciudadanos. Otra forma de ser ciudadanos es buscar la integración o aceptación de lo

distinto.
2. Tomando en cuenta el punto anterior, García expone la importancia de considerar de mejor

forma los bienes que son comunicados masivamente. Toda producción creativa y cultural

(cine, libros, televisión, etc.) debiera ser revalorizado. La farándula, y entretención,

sobretodo en Latinoamérica, son los espacios con más éxito en la actualidad lo que no

ayuda en nada a equilibrar las diferencias culturales, ni tampoco a difundir lo bueno que

pueda ofrecer aquél país que produce algún bien verdaderamente cultural, con un aporte

real.
3. Replanteamiento de las políticas culturales, donde se regule a la empresa privada como

gestor del interés público. Valorar, difundir y garantizar la integración y cooperación

cultural.
4. Creación de instancias culturales, colaboraciones con empresas privadas y organismos

independientes unidas a una integración comercial entre los países que permitan un

intercambio libre y solidario.

Con la pregunta ¿por qué uno va a querer otra cosa que el entretenimiento masivo?, García

Canclini, reflexiona sobre el rol que tiene este en el intercambio cultural. Con la ayuda de Jesús

Martín Barbero[CITATION Mar \l 3082 ] y las tres carencias que distingue éste último en este

nivel. -El mercado no asienta rito alguno, todo lo que genera muere rápidamente,- tampoco

puede crear relaciones entre las personas, pues opera desde las instituciones y no las

personas, por último el mercado no genera ideas que puedan ser de un u otro lado, sólo

trabaja con las rentas. Nuestro autor incorpora una cuarta carencia referida a la forma de

mezclar las culturas del mundo en propagandas, conciertos, etc., lo que se traduce en el

encubrimiento de los reales problemas actuales del mundo. Se hace una asociación con la

música y el proceso de ecualización donde se pretende eliminar lo discrepante, esto genera

una sensación de tranquilidad, estar todos juntos, sin importar las diferencias y mucho menos

intentar entenderlas. Ocultando las verdaderas diferencias en el acceso a todos los procesos

concernientes a la cultura,(entre otros, su producción y difusión). De ahí el concepto de


hibridación que cobra sentido “…construida a través de una negociación de la diferencia, ha

servido como principio organizador para iniciativas culturales internacionales”[CITATION Pap \l

3082 ]

En todo caso, no son sólo contenidos de carácter cultural los que transitan en los procesos de

hibridación, también está presente la casualidad y arbitrariedad de ésta. La importancia que se

la da a la estética es preocupación de algunos pocos, los denominados personajes contra

públicos, aquellos con intereses poco masivos, o poco rentables, lo opuesto a lo que la

economía de las industrias simbólicas asigna como público, efímero y olvidadizo. García cita a

Piglia, respecto de la descripción que hace tiene el rol del escritor en el espacio público, el que

según él, interrumpe el trabajo de los medios de comunicación como es el caso de una

entrevista a quien sobrevive un hecho traumático por ejemplo, y el que es a su vez

interrumpido por este medio por no formar parte de una línea formal, puesto que en ocasiones

este entrevistado rompe con lo estético, en cuanto al lenguaje, pensamiento o apariencia. Este

rol del escritor es como darle cabida a esa persona que no tiene cabida en la TV. Pudiendo ser

incluso el protagonista de un libro. Para finalizar se describe una segunda característica que

tiene que ver con la eventualidad de escoger donde lo efectivo aún puede ser criticado.

En conclusión, la globalización como proceso social y universal está muy lejos de ser tan

universal y tan global, pues las brechas sociales, culturales, económicas, etc., se mantienen en

el desarrollo de cada país. Cada nación se une con su país afín, con sus mismas

necesidades, intereses y con sus respectivos niveles de desarrollo, por lo tanto se mantiene la

exclusión de aquellos que no alcanzan esos niveles. No hay tal universalidad, siguen

existiendo los sistemas injustos, donde no tienen posibilidad los marginados. Las naciones

más desarrolladas aprovechan esta instancia para seguir creciendo, sin importar que en el

camino vayan perjudicando a quienes justamente más necesitan de éste aporte y desarrollo y

lo peor de todo es que no ve un futuro muy promisorio en cuanto a esta triste problemática.
Bibliografía

García Canclini, N. (1999). Hacia una agenda cultural de la globalización. En: La Globalización
imaginada. Barcelona: Paidós.

Keane, J. (Enero-abril, 1997). Transformaciones estructurales de la esfera pública. . Estudios


sociológicos del Colegio de México , Vol. XV, Núm. 43.

Martín Barbero, J. (1987). De los medios a las mediaciones. Comunicación , cultura y hegemonía.
Barcelona: Gustavo Gili.

Papastergiadis, N. (1997). Tracing Hibridity in Theory. En P. M. Webner, Debating cultural hibridity


(págs. 257-258). New Jersey: Zed Books.

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