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¿Construyendo igualdad?

20 años de políticas públicas de género

Teresa Valdés Echenique (Ed.)

CEDEM
¿Construyendo Igualdad?
20 años de políticas públicas de género

Las opiniones vertidas en este libro son de exclusiva responsabilidad de sus autoras
y no reflejan necesariamente la opinión del Observatorio de Género y Equidad.

305.4 ¿Construyendo igualdad? 20 años de políticas


públicas de género /
C758 Teresa Valdés Echenique, editora.
Santiago, Chile: CEDEM, 2012.
222 p.
ISBN: 978-956-7236-26-8

MUJERES / IGUALDAD DE GÉNERO / POLÍTICA PÚBLICA /


POLÍTICA Y GOBIERNO 1990-2010 / CHILE

Inscripción N°218.602, Prohibida su reproducción.

© 2012, Teresa Valdés, CEDEM


María Luisa Santander 0440, Providencia.
Teléfonos: (562) 204 6001 - (562) 671 6892
Casilla Electrónica: agenero@cedem.cl

Diagramación interior: Marcela Contreras.


Diseño de portada y Producción editorial: Marcela Zamorano.
Diseño imagen portada: Mario López.
Impresión: Lom Ediciones.
ÍNDICE

Presentación........................................................................................................ 5

Introducción
20 años de políticas públicas para la igualdad de género
Teresa Valdés E., Coordinadora Observatorio de Género y Equidad ............... 9

I. La Institucionalidad de Género en Chile: 1990-2010

El SERNAM: institucionalidad, voluntad política y agenda de género


Adriana Delpiano P., ex-Ministra de SERNAM . ............................................. 27

La institucionalidad de género en Chile: aportes y tensiones


Carmen Andrade L., ex-Ministra de SERNAM ................................................ 35

Comentario: Ana Bell J., ANEF ....................................................................... 49

II. Legislación y normativas para la igualdad

Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la igualdad


de género en Chile
Laura Albornoz P., ex-Ministra de SERNAM .................................................. 57

Legislación para la igualdad: actuando desde el Parlamento


María Antonieta Saa D., Diputada de la República......................................... 65

Comentario: Carolina Carrera F., Corporación Humanas.............................. 71

III. Chile en la agenda internacional de derechos


humanos de las mujeres

Chile en la agenda internacional de Derechos Humanos de las mujeres


Josefina Bilbao M., ex-Ministra de SERNAM . ................................................ 79

Chile y los Derechos Humanos de las mujeres


Cecilia Pérez Díaz, ex-Ministra de SERNAM . ................................................ 89

Comentario: Francisca Rodríguez H., ANAMURI .......................................... 95


IV. El movimiento de mujeres y las políticas
de igualdad

El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad: aportes y pendientes


Teresa Valdés E., Observatorio de Género y Equidad.................................... 105

Desde la otra vereda…


Vicky Quevedo M., Foro Ciudadano . ............................................................ 119

Notas acerca de la construcción de igualdad en la Región de la Araucanía


Lucy Ketterer Romero, Observatorio de Equidad en Salud según Género
y Pueblo Mapuche (IX Región) . .................................................................... 127

V. Voces desde la sociedad civil

4to Foro de organizaciones sociales


Sandra Palestro C........................................................................................... 141

ANEXOS

Anexo 1. Leyes aprobadas entre 1991 y 2010................................................ 149


Anexo 2. Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres 2010-2020: para el
Chile del Bicentenario..................................................................... 153
Anexo 3. ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?
Índice de Compromiso Cumplido para la equidad de género
(ICC) 1990-2009............................................................................. 199
Presentación

Con la recuperación de la democracia, Chile inició un proceso de incorporación


de la igualdad entre mujeres y hombres en la agenda y las políticas públicas. La
acción del movimiento de mujeres de los años 80 había logrado instalar la idea
que la democracia debía incluir a las mujeres plenamente, así como sus derechos
humanos y demandas, poniendo fin a las discriminaciones basadas en el género.
Los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia se comprome-
tieron a avanzar en la superación de las desigualdades entre los sexos y la dis-
criminación, lo que se tradujo en la creación del Servicio Nacional de la Mujer,
SERNAM, y de toda una institucionalidad a cargo de esa tarea, en la propuesta
de nuevas leyes y de cambios en la legislación y en el desarrollo de políticas y
programas sectoriales y transversales.

Sin duda, el fin a la discriminación y el cambio del orden social y cultural que
posibilita la discriminación suponen un largo proceso, de mayor duración que
dos o más gobiernos. No obstante, la voluntad política y la acción desde el poder
ejecutivo favorecen y crean condiciones para avanzar en esa dirección.

Tras cuatro gobiernos de la Concertación y 20 años desde la creación del SERNAM,


es posible apreciar avances en distintos ámbitos y cambios culturales que día a día
se manifiestan en los discursos de los más diversos actores/as y en las prácticas de
amplios sectores sociales, en especial, entre las y los jóvenes. Sin embargo, son
numerosos los pendientes para alcanzar la igualdad y más aún para alcanzar la plena
autonomía de las mujeres.

Al llegar al gobierno Sebastián Piñera y poner en marcha modificaciones de po-


líticas orientadas a la equidad de género, resulta oportuno hacer un balance del
significado de lo realizado durante 20 años, de la labor del SERNAM, del papel
jugado por la sociedad civil, así como de los desafíos que representa la nueva co-
yuntura política para la democracia, los derechos humanos y la no discriminación.

5
Teresa Valdés E. Presentación

Es pertinente también examinar la sustentabilidad de los logros alcanzados con


las políticas públicas, la legislación, los compromisos internacionales, así como
la articulación entre el movimiento de mujeres y la sociedad civil con los actores
políticos comprometidos con la igualdad. Con ese objetivo, el Observatorio de
Género y Equidad1, convocó al Seminario “¿Construyendo Igualdad?: 20 años
de políticas públicas de género”.

El Observatorio de Género y Equidad, creado en 2006, es una iniciativa creada por


organizaciones de mujeres de la sociedad civil destinada al debate, seguimiento,
evaluación y reflexión colectiva en torno a la situación de las mujeres en Chile
y las políticas destinadas a mejorarla. Busca también dar voz y empoderar a las
mujeres y sus organizaciones como instrumento para la ciudadanía activa. Para
ello cuenta con un portal en internet2 y un Boletín electrónico mensual, desde
donde ha contribuido a visibilizar opiniones y aportes del actor social “mujeres”
al debate público de las políticas de gobierno en la prensa escrita y virtual.

Este Seminario, realizado el día 21 de enero de 2011 en la Universidad Acade-


mia de Humanismo Cristiano, contó con presentaciones de cinco ex Ministras
del SERNAM, de la Diputada M. Antonieta Saa y de reconocidas dirigentas de
organizaciones de mujeres y feministas, distribuidas en cuatro paneles: La ins-
titucionalidad de género en Chile: 1990-2010, Legislación y normativas para la
igualdad, Chile en la agenda internacional de derechos humanos de las mujeres
y El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad.

Asistió un numeroso público del mundo político, de la sociedad civil, de la


academia, actores y movimientos sociales. Fue transmitido en su totalidad en
internet a través del portal del Observatorio, ampliándose el número de personas
y los lugares desde donde pudo ser seguido. Con posterioridad se llevó a cabo
un Foro de la Sociedad Civil, con mujeres líderes de todo el país.

La presente publicación reúne las intervenciones realizadas por las panelistas y


una síntesis del Foro de dirigentas de la sociedad civil. Incluye una introducción
que hace un breve recorrido por los 20 años de políticas públicas para la igualdad

1
Alojado en el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), cuenta con
un consejo consultivo integrado por veinte instituciones y organizaciones comprometidas
con la equidad de género. Su acción ha sido posible gracias a los aportes de UNIFEM, el
Fondo de Naciones Unidas para la Democracia, UNDEF, OXFAM, FES-Chile y la Unión
Europea.
2
www.observatoriogeneroyequidad.cl

6
Presentación Teresa Valdés E.

y también tres anexos: un listado con las leyes aprobadas bajo los 4 gobiernos
de la Concertación de Partidos por la Democracia, el cuerpo principal del Plan
de Igualdad para Mujeres y Hombres 2010-2020 elaborado por el SERNAM a
fines del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, cuyo texto fue desechado
por las nuevas autoridades3 y una síntesis del Índice de Compromiso Cumplido
para la Equidad de Género 1990-2009, un instrumento de control ciudadano
elaborado por organizaciones de la sociedad civil chilena para monitorear los
avances y retrocesos en materia de equidad a lo largo de estos veinte años.

Agradecemos al Fondo de Naciones Unidas para la Democracia (UNDEF), junto


al Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM, hoy ONU Mujeres) que
ha respaldado al Observatorio de Género y Equidad desde su creación sin el cual
no hubieran sido posible esta publicación ni el seminario que le da origen. La
Universidad Academia de Humanismo Cristiano, al igual que en otras oportu-
nidades, abrió sus puertas para acoger este seminario. A todos ellos/as, nuestros
sinceros agradecimientos.

3
A fines de 2011 se informó de la existencia de un Plan de Igualdad de Oportunidades 2011-
2020 del SERNAM, que recoge muy parcialmente el trabajo realizado bajo el gobierno
de la Presidenta Michelle Bachelet.

7
INTRODUCCIÓN4
20 años de políticas públicas para la
igualdad de género

Teresa Valdés E.5

Desde su llegada al poder, los gobiernos de la Concertación de Partidos por la


Democracia asumieron un compromiso con la democratización del país, incluida
la superación de las desigualdades entre los sexos, de modo de garantizar a muje-
res y hombres un acceso equitativo a los beneficios, recursos y oportunidades del
desarrollo. Ello se tradujo tanto en la creación de una institucionalidad a cargo
de esta tarea, como en modificaciones de la legislación, en nuevas leyes y en el
desarrollo de políticas y programas, a nivel sectorial y transversal, nacional, re-
gional y local. Un breve recorrido nos permite visualizar los esfuerzos realizados
y sus resultados, así como los pendientes que dejan 20 años de políticas públicas
orientadas por un enfoque de igualdad.

Una institucionalidad para la igualdad

En 1990, el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) recogió las propuestas del


movimiento de mujeres de los años 80 y de la Concertación de Mujeres por la
Democracia y concretó la creación, por ley, del Servicio Nacional de la Mujer,
SERNAM, el día 3 de enero de 1991 (Ley 19.023) con la tarea de “colaborar
con el Poder Ejecutivo en el estudio y proposición de planes generales y medidas
conducentes a que la mujer goce de igualdad de derechos y oportunidades respecto
del hombre, en el proceso de desarrollo político, económico, social y cultural
del país...” El SERNAM debía proponer las modificaciones constitucionales y
legales que aseguraran la igualdad de las mujeres ante la ley y “garantizar el
cumplimiento de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW), ratificada por el Gobierno

4
Esta Introducción se basa en varios artículos escritos previamente por la autora.
5
Socióloga, Investigadora de CEDEM, Coordinadora del Observatorio de Género y
Equidad.

9
Teresa Valdés E. Introducción

de Chile”. Al finalizar el gobierno de Patricio Aylwin, el SERNAM formuló el


primer Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres (1994-1999), que
consagró la necesidad de incorporar la equidad de género en el conjunto de las
políticas públicas.

La instalación del SERNAM se tradujo en la elaboración e implementación de


una serie de planes y programas a nivel nacional, regional y municipal. A poco
andar, y con apoyo financiero de organismos de cooperación internacional, pudo
crear oficinas regionales a lo largo de todo el país, cuyas directoras debían inte-
grarse en los gobiernos de ese ámbito territorial. La elaboración de propuestas de
reformas legales, la creación de campañas de sensibilización sobre la situación
de la mujer y de modelos de intervención para atender las situaciones críticas
que enfrentan sectores específicos de mujeres en el país6 marcaron los primeros
años del SERNAM. Impulsó entonces una serie de reformas legislativas e inició
la capacitación a funcionarios públicos para la incorporación de la perspectiva de
género en las políticas y programas públicos.

Paralelamente, algunos Ministerios y servicios crearon programas dirigidos a


mejorar la situación de las mujeres (Ministerio de Educación, Ministerio de
Salud, INDAP), se constituyeron comisiones y coordinaciones interministeriales
para algunos de los problemas considerados prioritarios de resolver (violencia
intrafamiliar, capacitación laboral, apoyo a microempresarias), y se abrieron es-
pacios para el desarrollo de programas a nivel de los municipios, como instancias
interlocutoras para las iniciativas del SERNAM.

Al finalizar el gobierno del Presidente Aylwin (1994), el SERNAM contaba con


una red institucional a lo largo de todo el país y podía mostrar avances en su ca-
pacidad de formular políticas. El primer Plan de Igualdad de Oportunidades para

6
Entre ellos la red de Centros de Información de los Derechos de la Mujer, que permitía
a las mujeres conocer sus derechos y saber a dónde dirigirse para resolver sus problemas
y los programas Mujeres Jefas de Hogar, que buscaba solución integral a las dificultades
que encuentran mujeres de sectores pobres para insertarse en el mercado de trabajo y a los
problemas que derivan de su situación (salud psicológica, cuidado infantil, asesoría legal y
capacitación laboral, básicamente); de Prevención del Embarazo Adolescente, que desarrolló
iniciativas e investigaciones sobre el tema y el programa Jornadas de Conversaciones
sobre Afectividad y Sexualidad (JOCAS); de Prevención de la Violencia Intrafamiliar,
que desarrolló acciones en todo el país, capacitando funcionarios y funcionarias, personal
policial, así como a las propias mujeres para la prevención y tratamiento; y el Programa de
Cuidado Infantil para Mujeres Temporeras, que permitió a dichas trabajadoras desarrollar
sus actividades en condiciones aceptables de atención de los hijos, con aportes municipales
y empresariales.

10
Introducción Teresa Valdés E.

las Mujeres 1994-1999 (SERNAM 1995) fue la herramienta de política estratégica


destinada a “promover la redistribución entre los géneros de los recursos y tareas
sociales, derechos civiles y participación, posiciones de poder y autoridad y valo-
ración de las actividades que realizan mujeres y hombres”7. En él se establecieron
prioridades de acción y su finalidad fue facilitar el diseño de políticas públicas en
favor de las mujeres, orientando la acción de los distintos actores estatales para
que incorporaran estas propuestas en las políticas sectoriales.

El gobierno de Eduardo Frei (1994-2000), con tres mujeres en el gabinete mi-


nisterial, hizo suyo ese Plan de Igualdad, que se transformó en un instrumento
útil para Ministerios y servicios a nivel nacional y regional y también para el
cumplimiento de los compromisos internacionales del Estado chileno8. La parti-
cipación en la Conferencia regional de Mar del Plata (1994) y la Conferencia de
Beijing (1995) reforzó la opción por la transversalidad del enfoque de género en
el quehacer gubernamental.

Avanzó la coordinación intersectorial a nivel central y regional con distintos


ministerios y servicios públicos, principalmente del área social, y la Ministra
Directora del SERNAM fue incorporada al Comité de Ministros del Área Social
y al Comité de Desarrollo Productivo, instancias de coordinación de políticas
al más alto nivel. A través de convenios de colaboración se acordaron compro-
misos sectoriales y se crearon comisiones de trabajo (Ministerio y la Dirección
del Trabajo, con los Ministerios de Salud, Educación y Bienes Nacionales, con
MIDEPLAN, INDAP, FOSIS, SERCOTEC, Instituto Nacional de la Juventud,
JUNJI, INE, PRODEMU, Fundación de la Familia y la Asociación Chilena de

7
El Plan contempló los siguientes temas: cambios constitucionales, legales y en la práctica
jurídica para resguardar la igualdad de derechos; igualdad de oportunidades para todos los
tipos de familia; participación equitativa en la educación; promoción de una imagen social
plural y no discriminación de las mujeres en los medios de comunicación; facilitar el acceso
y mejorar la posición de la mujer en el mercado de trabajo; mejorar la situación de salud de
las mujeres; incentivar su participación social y política y acceso a la toma de decisiones;
y fortalecer la institucionalidad pública para la implementación, seguimiento y evaluación
de las políticas de igualdad de oportunidades. SERNAM (1995) Plan de Igualdad para las
Mujeres 1994-1999. Santiago: SERNAM.

8
Además de la Convención CEDAW, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, OEA, 1994), los
documentos emanados de las Conferencias de Naciones Unidas a nivel mundial y regional,
principalmente, la Plataforma de Acción de Beijing (1995), el Programa de Acción de El Cairo
(1994), la Declaración de Viena (1993), el Programa de Acción Regional para las Mujeres de
América Latina y el Caribe, 1995-2001, aprobado en Mar del Plata (1994) y los documentos
de Consenso aprobados en las Conferencias Regionales de América Latina y el Caribe.

11
Teresa Valdés E. Introducción

Municipios). En 1995 el Ministerio del Trabajo creó una Comisión Tripartita de


Igualdad de Oportunidades para la Mujeres en el Trabajo, en la que participaron,
además de ese Ministerio, el SERNAM, la Central Unitaria de Trabajadores y la
Confederación de la Producción y el Comercio.

En este período hubo cambios legales de gran importancia. Entre ellos la ley de
Violencia Intrafamiliar (1994), la ratificación de la Convención de Belém do Pará
(1998), la ley de la Jornada escolar completa (1997), la ley de igualdad jurídica
de los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio (1999), la Reforma a la Cons-
titución que consagra el principio de igualdad entre todas las personas (1999)
y la Ley de delitos sexuales (1999) (Ver Anexo 1.). Estas reformas ingresaron
al ámbito privado de las familias y las personas, tradicionalmente oculto, para
establecer derechos y garantías.

Mediante convenios con diversas universidades públicas para la incorporación de


la perspectiva de género, el SERNAM favoreció el desarrollo de recursos huma-
nos especializados. Con el apoyo de la cooperación internacional estableció un
Fondo de la Sociedad Civil, que financió proyectos de investigación y de acción
desarrollados por organizaciones y ONGs de mujeres en tres años y se creó en
CONICYT un Fondo para Investigaciones en Género.

El SERNAM continuó realizando programas de sensibilización y capacitación a


funcionarios públicos para lograr la incorporación de la perspectiva de género en
la planificación, ejecución y evaluación de programas.

Las áreas estratégicas de este período presidencial fueron trabajo, educación y


participación, con atención especial a la situación de las distintas familias y a la
pobreza, y en 1997 se aprobó un conjunto de Políticas de Igualdad de Oportuni-
dades para la Mujer Rural9 que recogió las principales demandas de las mujeres
del sector formuladas en una Mesa de Trabajo creada para ese efecto. En 1999 el
SERNAM preparó un Segundo Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres
y Hombres (2000-2010)10 como instrumento para “transversalizar” el enfoque de

9
SERNAM (1997) Propuestas de Políticas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres
Rurales. Santiago: SERNAM.
10
Consideró los siguientes ejes temáticos prioritarios Una cultura de igualdad, Promover los
derechos de las mujeres y garantizar su pleno ejercicio, Participación en las estructuras de
poder y en la adopción de decisiones, Autonomía económica de las mujeres y superación
de la pobreza, Bienestar en la vida cotidiana y calidad de vida, Enfoque de género en las
políticas públicas. SERNAM (2000) Plan Igualdad de oportunidades 2000-2010 (PIO),
Santiago: SERNAM.

12
Introducción Teresa Valdés E.

género en las políticas públicas, es decir, para integrar la equidad de género como
propósito en todas las políticas, estrategias, programas, actividades administrati-
vas y financieras e incluso en la cultura institucional. Elaboró, además, 13 Planes
Regionales de Igualdad de Oportunidades 2000-2010. Las regiones contaron con
una instancia política de seguimiento y toma de decisiones en materia de género:
el Consejo Regional de Igualdad de Oportunidades, dirigida por el Intendente e
integrada por los Secretarios/as Regionales Ministeriales, con la función de definir
compromisos regionales para la igualdad de oportunidades. Se incorporó el Plan
de Igualdad en las estrategias regionales de desarrollo, se crearon comisiones de
seguimiento del Plan de Igualdad a nivel regional (Comisiones CRIO), se exten-
dió las Oficinas Municipales de la Mujer a la mayoría de los municipios. A ello
se agregó la promoción de redes interinstitucionales comunales para abordar la
violencia intrafamiliar y la incorporación de la igualdad de oportunidades a los
Planes de Desarrollo Educativo Municipal (PADEM).

No obstante, eran numerosas las dificultades que debía sortear el SERNAM para
llevar a cabo su misión. La creación del SERNAM respondió a una política del
gobierno, pero ésta no fue asumida por el conjunto de los actores e instituciones
gubernamentales del mismo modo. A la existencia de una cultura burocrática
tradicional, ajena a la igualdad de oportunidades y agravada por los años de
autoritarismo, se sumó que las propias autoridades gubernamentales –en su ma-
yoría varones designados por su militancia política– carecían de la sensibilidad y
comprensión necesaria de la importancia de las políticas de género en términos
sociales y políticos.

De hecho, la participación de la Ministra del SERNAM en comisiones e instan-


cias interministeriales no significaba que los demás ministerios hicieran suyas
las preocupaciones y propuestas del SERNAM y dependía de la sensibilidad o
voluntad política de cada ministro. La falta de un respaldo político claro desde
las instancias centrales del gabinete debilitaba las posibilidades del SERNAM de
influir en el resto del gobierno.

En este sentido, parte de los esfuerzos del SERNAM estaban dirigidos a lograr la
legitimidad de sus políticas al interior del propio gobierno. Así, el Plan de Igualdad
de Oportunidades representó un instrumento de gran utilidad para hacer visible
en qué consisten las políticas públicas sectoriales con perspectiva de género, en
el nivel nacional y regional.

Además, difícil resultó para el SERNAM desarrollar programas de prevención


del VIH/SIDA y del embarazo adolescente, a pesar de su evidente gravedad

13
Teresa Valdés E. Introducción

como problema de salud pública, por la resistencia de la iglesia católica, sectores


conservadores y los medios de comunicación controlados por estos. En 1996, las
Jornadas de Conversación sobre Sexualidad y Afectividad (JOCAS), programa
de educación sexual, dieron pie a una gran disputa, y el SERNAM logró defender
el interés público de la política y la voluntad de los y las estudiantes así como de
los padres y apoderados que valoraban este programa.

En el ámbito internacional, el SERNAM participó en la VI Conferencia Regional


de América Latina y El Caribe, realizada en Mar del Plata, Argentina, en 1994,
realizando aportes significativos en la elaboración del Programa de Acción Regio-
nal. En 1995 participó en la IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas para la
Mujer, realizada en Beijing, donde contribuyó a la Plataforma de Acción a través
de profesionales de los diferentes Ministerios involucrados en los temas tratados.
La delegación oficial fue integrada además, por representantes de los diferentes
sectores políticos y de organizaciones de la sociedad civil.

En esa oportunidad el país vivió un fuerte debate público orquestado desde el


diario El Mercurio y los sectores conservadores de la sociedad. La derecha y la
iglesia católica lograron una adhesión significativa para su cuestionamiento a la
posición que adoptaría el gobierno en dicho evento. Se cuestionaba el concepto
de “género” y los derechos reproductivos. Lograron entonces la aprobación por
parte del Senado, con el apoyo de varios senadores del conglomerado de gobierno,
de un acuerdo contrario al informe preparado por el SERNAM para dicha Con-
ferencia. En él se rechazaba la utilización del concepto de género y se establecía
un sólo tipo de familia como aceptable en el país. El Informe había sido aprobado
sin problemas por la Cámara de Diputados.

El SERNAM también participó en la Conferencia Mundial sobre Población y


Desarrollo (El Cairo 1994), la Cumbre Mundial de Desarrollo Social (Copenha-
gue 1995), la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena), reuniones
preparatorias de la Cumbre de las Américas y Reunión de Ministras en el marco
de las Cumbres Iberoamericanas. Para cada Conferencia Mundial o Cumbre de
Presidentes se creó un Comité Nacional que preparó la posición de Chile en esos
eventos. Asimismo, Chile tuvo una participación importante en la elaboración de
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), aprobada en junio de 1994 por
la Asamblea General de la OEA.

Desde fines de 1997 hasta febrero de 2000, Chile ejerció la presidencia de la Mesa
Directiva de la VII Conferencia de América Latina y el Caribe sobre la Integración

14
Introducción Teresa Valdés E.

de la Mujer en el Desarrollo que acordó el llamado Consenso de Santiago11, en


el cual se reafirmó su voluntad de llevar a cabo los acuerdos de la Conferencia
Mundial de Beijing.

En 1999 el SERNAM presentó un tercer informe al Comité para el Avance de las Mujeres
(Convención CEDAW) y participó en la preparación de la VIII Conferencia Regional
de América Latina y el Caribe (Lima, febrero 2000), destinada a evaluar los avances
logrados desde Beijing y llevar una posición común a la Sesión Especial de Naciones
Unidas llamada Beijing+5. Dicha posición se expresó en el Consenso de Lima.

Finalmente, el 10 de diciembre de 1999, junto con 22 naciones más, Chile firmó


el Protocolo Facultativo de la Convención para la Eliminación de todas las formas
de discriminación contra la Mujer, destinado a hacer exigibles los derechos allí
consagrados a nivel de tribunales internacionales. Hasta la fecha este Protocolo
no ha sido ratificado por el Senado argumentando la derecha la posible pérdida
de soberanía que implicaría su aprobación.

El gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), que nombró cinco mujeres Ministras,


instaló la igualdad de oportunidades como tarea del conjunto del gobierno, fortale-
ció los Consejos Regionales para la Igualdad de Oportunidades y creó el Consejo
de Ministros por la Igualdad de Oportunidades (2000), destinado a “supervisar
y dar cumplimiento al Plan de Igualdad de Oportunidades”. Si bien el Plan de
Igualdad de Oportunidades era una herramienta importante, los Ministerios y
servicios tenían dificultades para hacerlo suyo e incluirlo en sus procesos de pla-
nificación y gestión. Los avances eran parciales e inestables, condicionados a la
voluntad de las autoridades de turno y la gestión era excesivamente sectorializada,
dificultando la implementación de acciones de carácter integral, que atendieran
la multicausalidad de la desigualdad de género y que comprometieran a distintos
actores en su ejecución12. Conformado por diez Ministros13, el Consejo de Mi-


11
Esta Conferencia se centró en los temas “Acceso al poder y participación en la toma de
decisiones. Políticas de equidad de género hacia el 2000” y “Desarrollo sostenible, pobreza y
género: medidas hacia el año 2000”. Ver CEPAL (1998) Informe de la Séptima Conferencia
Regional para la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América
Latina y el Caribe, Santiago de Chile.

12
SERNAM (2006) Balance de la gestión del Consejo de Ministros y los Compromisos Ministeriales
de la Igualdad de Oportunidades. Dpto. de Estudios y Capacitación. Santiago: SERNAM.
13
Ministerios Secretario General de la Presidencia; Economía, Fomento y Reconstrucción;
Planificación y Cooperación; Salud; Educación; Justicia; Interior; Trabajo y Previsión
Social; Agricultura; SERNAM, quien lo preside. Participan como invitados permanentes el/a
Director/a de Presupuestos y el/a Director/a de la División de Coordinación Interministerial
del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.

15
Teresa Valdés E. Introducción

nistros, cuyo objeto sería “supervisar y dar cumplimiento al Plan de Igualdad


de Oportunidades” e incorporar políticas específicas con contenidos de género
en los Ministerios, Servicios y Empresas del Estado, debía dar cuenta periódica
al país sobre los avances logrados, el día 8 de Marzo de cada año. A contar de
2001 y hasta 2009, los ministerios establecieron Compromisos Ministeriales de
Igualdad de Oportunidades.

Para reforzar este proceso, en 2001 se incluyó, en el Programa de Mejoramiento


de la Gestión (PMG) el Enfoque de Género como área prioritaria de mejoramiento
de la gestión pública. El PMG14 es un programa de apoyo a la gestión de los Servi-
cios Públicos cuyo objetivo es mejorar su gestión global. Asocia el cumplimiento
de objetivos a un incentivo monetario para los funcionarios públicos. El sistema
de Equidad de Género del PMG fue un componente más y comprende etapas de
desarrollo o estados de avance para cada una de ellas, etapas que se implementan
en períodos anuales y en forma acumulativa15.

Como sistema busca mejorar las oportunidades de mujeres y hombres, de modo


que puedan acceder y disfrutar de igual forma de los beneficios de las políticas pú-
blicas. Para tales efectos, todas las instituciones públicas, nacionales y regionales,
deben revisar los productos estratégicos (bienes y/o servicios) que entregan con el
fin de identificar los obstáculos para la equidad de género y proponer soluciones.
Es coordinado desde el Ministerio de Hacienda y el SERNAM participaba en la
formulación técnica del sistema, en la definición de los medios de verificación,
asesoraba a las instituciones, gestionaba y coordinaba la implementación del
sistema certificando técnicamente los hitos del proceso16.

En este período también se aprobaron reformas legales muy importantes, como


son la ley que consagra el derecho de las estudiantes embarazadas o madres de
continuar su educación (2000), la Ley de Matrimonio Civil que permite el divorcio
vincular (2004), la creación de los Tribunales de Familia (2005), la modificación
a la Ley de Violencia Intrafamiliar que establece su penalización (2005), la Ley

14
El PMG, Ley Nº 19.553, es un instrumento que opera a un nivel técnico, incentivando la
calidad del desempeño institucional e involucra a todos los servicios públicos, centralizados
y descentralizados.
15
SERNAM (2005) Sistema de Equidad de Género en el Programa de Mejoramiento de la
Gestión, Chile. Santiago: SERNAM.
16
En 2006, el Sistema de Equidad de Género se aplicó a 172 organismos públicos del país,
83 del nivel central, dependientes de 16 Ministerios. A nivel regional participaron 89
instituciones, Intendencias, Gobiernos Regionales y SERVIU. SERNAM (2006) Programa
de Mejoramiento de la Gestión – PMG. Depto. de Coordinación Intersectorial (xerox).

16
Introducción Teresa Valdés E.

que inaugura el reconocimiento del derechos paternales en el Código del Trabajo


(2005). También la Ley que tipifica y sanciona el Acoso Sexual (2005) y la Ley
del SIDA (2001).

La Presidenta Bachelet llegó al gobierno en 2006 con un programa que, por pri-
mera vez, integraba los objetivos de equidad de género de forma transversal en
todos los ámbitos, instaló la paridad en el gabinete (diez Ministras) y los altos
cargos de designación. Reformó leyes e instaló nuevas políticas públicas en la
perspectiva de la universalización de derechos y la protección social, con una
visión estratégica: para avanzar en equidad de género es necesario actuar desde
la cuna y hasta la tercera edad. La protección social fue el sello de su gobierno,
con consideraciones explícitas a las desigualdades de género y las dificultades de
las mujeres para incorporarse al mercado de trabajo. La red de salas cunas, los
centros y casas de acogida para mujeres víctimas de violencia, la igualdad salarial
y las buenas prácticas laborales estuvieron entre sus prioridades.

El SERNAM elaboró una “Agenda de género 2006-2010”17 con orientaciones


para los organismos públicos, los que tuvieron un desarrollo más autónomo en las
políticas de equidad. Esta Agenda, que incluía los Compromisos del gobierno con
la equidad de género, apuntaba a cuatro grandes objetivos: 1) Eliminar o reducir
la discriminación en contra de las mujeres; 2) Eliminar o reducir las brechas que
existen entre mujeres y hombres, pero también aquellas que existen entre muje-
res, como son la brecha entre el campo y la ciudad, entre las mujeres indígenas
y las que no lo son, entre las de sectores populares y las de sectores sociales de
mayor escolaridad, entre las jóvenes y mujeres mayores; entre las mujeres que
tienen alguna discapacidad y las que no la tienen; 3) Ampliar los derechos y res-
ponsabilidades de las mujeres en el ámbito público y de los varones en el ámbito
privado, contribuyendo a hacer más igualitarias las relaciones entre los géneros;
y 4) Contribuir al empoderamiento de las mujeres como sujetos sociales, y en
tanto protagonistas del desarrollo de las familias, la comunidad y la sociedad toda
y al desarrollo de sus potencialidades en el ámbito cultural, artístico, académico,
científico y tecnológico.

La Presidenta Bachelet fortaleció el Consejo de Ministros para la Igualdad de


Oportunidades y la institucionalidad para la igualdad en los Ministerios. Al
finalizar el período, el SERNAM elaboró un Tercer Plan de Igualdad entre Mu-
jeres y Hombres (2010-2020), en consulta a los más diversos actores políticos

17
SERNAM (2007) Agenda de Género 2006-2010. Gobierno Presidenta Michelle Bachelet
Jeria. Santiago: SERNAM.

17
Teresa Valdés E. Introducción

y sociales, así como a los equipos técnicos de los candidatos a la Presidencia


de la República (Ver Anexo 2.). Este Plan buscaba profundizar las políticas de
igualdad, abordar ámbitos deficitarios en cuanto a los derechos y la condición de
las mujeres, así como los nuevos problemas que surgen en una sociedad que se
moderniza y globaliza.

Una mirada a la institucionalidad a lo largo de estos 20 años revela que la crea-


ción del SERNAM y la implementación de políticas públicas avanzaron desde la
instalación de la igualdad de oportunidades en la agenda pública, a la formulación
de políticas y programas, la estrategia de transversalización del enfoque de género
en las políticas, el ajuste y ampliación de ciertas políticas y programas que re-
quieren crecientes niveles de intersectorialidad, hasta la instalación de programas
gestionados a nivel local y en el ámbito rural.

La legislación para la equidad de género

La legislación ha constituido uno de los soportes institucionales más poderosos del


orden de género vigente, que produce y reproduce relaciones de poder discrimi-
natorias y desiguales. Por ello, uno de los ámbitos principales donde se concretan
las políticas de Estado para la equidad es la legislación, que consagra derechos y
que amplía la democracia y la ciudadanía.

Avanzar en una legislación para la igualdad y justicia de género requiere reconocer


que la ley no es neutral, que tiene impactos diferenciados por género, y que requie-
re la aplicación del enfoque de género. Todas las leyes son, en última instancia,
pertinentes al género, porque en definitiva afectan, directa o indirectamente, a
la población que está constituida por mujeres y hombres. Afectan las relaciones
de género y/o las brechas existentes entre mujeres y hombres (manteniéndolas
o profundizándolas). En su aplicación habrá mujeres y hombres involucrados
directamente, recibiendo o no los beneficios de la misma; o indirectamente, en
términos de los efectos a largo plazo.

Desde 1990, la legislación ha sido una herramienta clave para avanzar hacia la
equidad, al consagrar derechos para las mujeres y son numerosas las leyes aproba-
das y perfeccionadas en estos 20 años (Ver Anexo 1.). Algunas adecuaron el orden
jurídico a lo que las costumbres y la cultura ya habían adoptado (por ejemplo,
la Ley de Divorcio) y otras han sido normas nuevas que invitan al conjunto de
la sociedad a avanzar hacia una cultura más equitativa y no discriminatoria (por
ejemplo, la Ley que introduce el Permiso Paternal en el Código del Trabajo). Otras

18
Introducción Teresa Valdés E.

modificaciones legales ajustaron nuestras leyes a los compromisos internaciona-


les en derechos humanos (la reforma constitucional que establece la igualdad de
mujeres y hombres), buscaron apoyar a las mujeres en su doble condición de tra-
bajadoras y madres y penalizar conductas que las costumbres habían naturalizado
(Violencia doméstica, violencia sexual y asedio sexual en el trabajo).

El mayor número de leyes aprobadas en estos 20 años está referido a familia (asig-
nación familiar, abandono y pensiones alimenticias, filiación, divorcio, regímenes
patrimoniales, regulación visitas y tuición, Tribunales de Familia, violencia intrafa-
miliar) y protección de la maternidad de las mujeres trabajadoras (subsidio maternal,
sala cuna, amamantamiento, convenios OIT, descanso dominical, test de embarazo,
adopción, subrogación de alcaldesas durante pre y postnatal, permiso en caso de
enfermedad grave de hijos). La novedad ha sido la incorporación de los padres, tanto
a la hora del nacimiento o adopción, como en caso de enfermedad.

En el ámbito laboral, son importantes las leyes que mejoran las condiciones de
las trabajadoras de casa particular (fuero maternal, permisos, salario, etc.), las
que favorecen a las trabajadoras del comercio, y la ley que establece igual salario
por igual trabajo.

En el ámbito de la educación destacan las leyes que incluyen la educación parvu-


laria obligatoria, la jornada escolar completa, los 12 años de educación obligatoria,
el derecho a la educación de las adolescentes embarazadas y madres adolescentes.
Son estratégicas en la perspectiva de la habilitación y el empoderamiento de las
mujeres, y también al contribuir a eliminar las desigualdades desde la cuna.

De gran impacto han sido las leyes que penalizan la violencia doméstica y sexual,
así como el tráfico de personas y el acoso sexual en el trabajo, las que han mo-
dificado el clima cultural frente a esas conductas machistas. La ratificación de la
Convención Interamericana de Belém do Pará (1998) marca un hito y un derrotero
para continuar avanzando en el derecho de las mujeres a una vida sin violencia.

Sin embargo, la institucionalidad vigente para la elaboración y aprobación de


las leyes deja en manos del poder ejecutivo la iniciativa legislativa, no sólo en
aquellos proyectos que implican recursos públicos, sino también en la tramitación
de los proyectos a través de la indicación de urgencia en sus distintas categorías
(simple o extrema). Por otra parte, el sistema electoral binominal instalado por
la Constitución impuesta en 1980 por el General Pinochet y su gobierno, al
privilegiar a la minoría, unido a la permanencia durante años de senadores no
elegidos democráticamente, produce un “empate” político entre las fuerzas de

19
Teresa Valdés E. Introducción

gobierno y de oposición, que condiciona la aprobación de los proyectos de ley a


la negociación y el consenso. Ello es especialmente determinante cuando se trata
de proyectos que apuntan a cambios culturales o avances en los derechos de las
mujeres que modifican el orden tradicional o que les otorgan mayor autonomía. Es
decir, las iniciativas de ley destinadas a avanzar en igualdad y no discriminación
han debido sortear considerables barreras y en muchos casos, la ley resultante sólo
en parte cumple con los objetivos inicialmente definidos para esos proyectos. Es
el caso, por ejemplo, de la Ley de Violencia Intrafamiliar, que fue presentada al
Parlamento como Ley contra la Violencia Doméstica hacia las mujeres y que fue
despachada con la condición impuesta por la derecha de incluir a los niños y los
ancianos en el seno de la familia, a pesar de la evidencia estadística que revela
que en el 90% de los casos de violencia intrafamiliar, la víctima es la mujer. De
este modo se desnaturalizó el núcleo del proyecto que apuntaba al orden de género
que está en la base de la violencia hacia las mujeres, debilitando el enfoque para
su prevención, tratamiento de las víctimas y sanción.

En estos años ha habido debates “emblemáticos”: ante el informe del SERNAM


para la IV Conferencia de Naciones Unidas sobre la Mujer (Beijing 1995) ya
mencionado, con la Ley de Filiación, el divorcio vincular; el asedio sexual, la
violación dentro del matrimonio, la prevención del VIH/SIDA, la educación sexual
y la anticoncepción de emergencia. También ha habido recursos para paralizar los
avances en derechos de las mujeres, orquestados por los medios de comunicación,
mayoritariamente controlados y de propiedad de sectores conservadores (el caso
del Tribunal Constitucional y la anticoncepción de emergencia).

Son numerosos los proyectos de ley que no han sido aprobados por no contar
con el respaldo de los sectores conservadores, a pesar de tener gran apoyo en la
ciudadanía, según revelan las encuestas, o la discusión ha tomado largos años
hasta que esos sectores alcancen el convencimiento de la demanda ciudadana. En
algunos casos, las presiones se han ejercido directamente sobre el poder ejecutivo,
inhibiendo la presentación de proyectos, el respaldo a mociones parlamentarias o
la indicación de urgencia para su discusión en las comisiones.

Dos ámbitos de derechos han sido los más afectados: los derechos sexuales y
reproductivos y la representación equilibrada de mujeres y hombres en los cargos
de elección popular.

En el último caso, si bien se han presentado, por parte de parlamentarias y


parlamentarios y por parte del ejecutivo –durante el gobierno de la Presidenta
Bachelet– propuestas de cuotas u otras fórmulas para reducir la subrepresentación

20
Introducción Teresa Valdés E.

de las mujeres en el Parlamento, hasta la fecha ha sido imposible contar con el


apoyo de los sectores conservadores para avanzar en ese sentido. Como consecuen-
cia se produce un círculo vicioso: la baja presencia de mujeres en ambas cámaras
dificulta la discusión de leyes para la igualdad y al no avanzar en esas propuestas,
no es posible mejorar la participación de mujeres en el Parlamento.

Más allá de los avances que representan las leyes y normas dictadas, desde la
perspectiva de las organizaciones y el movimiento de mujeres, así como de los
organismos internacionales de derechos humanos, aún son importantes los déficits
en materia de derechos humanos de las mujeres. Las grandes deudas se concentran
en la participación de las mujeres, la igualdad de oportunidades de ser elegidas
en cargos de representación popular, y en los derechos sexuales y reproductivos.
Así lo han establecido los Informes Sombra presentados ante el Comité CEDAW,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA deta-
lla avances y numerosos pendientes en materia de derechos de las mujeres en su
“Informe sobre los derechos de las mujeres en Chile. La igualdad en la familia,
el trabajo y la política”18.

La relación Estado – movimiento de mujeres

Al iniciarse la transición democrática, el país contaba con un importante movi-


miento de mujeres, más extendido y diverso que nunca. Cientos de grupos de
mujeres y numerosos organismos no gubernamentales (ONGs), organizaciones
sociales y políticas se distribuían en todo el país. El movimiento se instituciona-
lizó en ONGs y se profesionalizó en una medida importante, abordando una gran
variedad de temas con el propósito de formular políticas públicas específicas para
mejorar esa situación y modificar el desbalance de poder. De sus filas salieron
decenas de mujeres para integrarse al gobierno –SERNAM y otros ministerios– y
asumir las tareas que se había incluido en el Programa de Gobierno, tanto a nivel
nacional como regional19.

En 1991 las organizaciones sociales de mujeres, considerando las más diversas


vertientes, sumaban miles y sus integrantes superaban las doscientas mil. Muchas

18
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009) Informe sobre los derechos de las
mujeres en Chile. La igualdad en la familia, el trabajo y la política. OEA.
19
Frohmann, Alicia y Teresa Valdés (1995) “‘Democracy in the country and in the home’: The
Women's Movement in Chile”. En: Amrita Basu (ed.) The Challenge of Local Feminisms.
Women's Movements in Global Perspectives. Boulder: Westview Press.

21
Teresa Valdés E. Introducción

de ellas tenían como objetivo central contribuir al mejoramiento de la condición


femenina. Asimismo, algunas habían creado instancias de coordinación para actuar
en forma más concertada y potenciar su acción. También se habían multiplicado
las “casas de la mujer”, pequeñas instituciones, espacios de encuentro de mujeres
para desarrollar actividades, particularmente en sectores populares urbanos20.

Sin embargo, el diseño político de la transición excluyó a los movimientos sociales,


reconoció como interlocutores válidos a los partidos políticos solamente, dando
cabida a sólo algunos de sus actores en el desarrollo de políticas públicas. Ello
tuvo un impacto definitivo en el debilitamiento de todos los movimientos sociales.
Las barreras a la movilización social incluyeron la falta de reconocimiento a los
liderazgos, de recursos para las organizaciones y ONGs, la ausencia de canales y
mecanismos de participación transparentes y universales.

El movimiento de mujeres chilenas, al tiempo que abrió espacios institucionales,


que se especializó, perdió articulación y visibilidad, condiciones necesarias para
dar fuerza a sus propuestas de cambio. Por otra parte, las ONGs encontraron, desde
1990, crecientes dificultades de financiamiento, derivadas del retiro progresivo
del financiamiento que la cooperación internacional brindaba a las organizaciones
sociales y ONGs, que no fue reemplazado por mecanismos de fortalecimiento y
sustentabilidad a nivel nacional. Ello debilitó, y en cierta medida destruyó, a nume-
rosos actores sociales. El movimiento de mujeres no estuvo ajeno a este proceso.

En ese contexto, uno de los aspectos más complejos de los 20 años de gobiernos
de la Concertación fue la relación entre el gobierno, el SERNAM y la sociedad
civil –el movimiento de mujeres, sus integrantes y organizaciones–. Si bien
las políticas de igualdad tienen su origen y motor en el movimiento, en la pro-
ducción de conocimientos realizada en su seno y en las especialistas formadas
en los años 80, esa relación no fue fácil. Si por una parte, importantes cuadros
del movimiento se incorporaron a las tareas públicas y se dio una alianza entre
mujeres en distintas posiciones de poder (ejecutivo, legislativo, partidos, or-
ganismos internacionales) con mujeres del movimiento, lo que se ha llamado
el “triángulo de empoderamiento”: feministas, “femócratas” y políticas, lo que
favoreció el desarrollo de las políticas y la legislación con la contratación de
expertas para las realización de estudios y la colaboración en temáticas especí-
ficas, por otra parte, hubo distancia en materias claves, incluso confrontación, y

20
Valdés, Teresa y E. Gomáriz (coords.) (1992) “Mujeres Latinoamericanas en Cifras. Avances
de investigación. Chile. VIII. Organismos y acción de promoción de las mujeres”. Documento
de Trabajo, Serie Estudios Sociales Nº37. Santiago: FLACSO.

22
Introducción Teresa Valdés E.

fue necesario el control ciudadano por parte de organizaciones, organizaciones


no gubernamentales (ONGs) y dirigentas.

En el caso del SERNAM se reconoció el saber experto, la capacidad técnica de


algunas organizaciones/ONGs, centros de estudios y universidades, pero no al
actor político “movimiento de mujeres”. La principal relación a lo largo de estos
años se basó en las reglas del mercado, de contratante a contratado/a, para realizar
estudios, formular propuestas de políticas, capacitar a funcionarios/as públicos, o
ejecutar programas. El mecanismo de relación fue la licitación para la realización
de estudios, consultorías o ejecución de programas sociales. En efecto, a lo largo de
estos años, fueron profesionales y técnicas de ONGs y otras instituciones las que
elaboraron numerosas políticas, programas, evaluaciones, etc. del SERNAM. Entre
ellas, los Planes de Igualdad de Oportunidades, contratados como consultorías
profesionales sin realizar debates con las mujeres organizadas, lo que, naturalmente
redundó en una baja apropiación de estos por parte del movimiento.

Sin embargo, este mecanismo se transformó en casi la única posibilidad de fi-


nanciamiento de las actividades de las ONGs, con efectos en la autonomía de las
ONGs al crear una relación de dependencia que inhibe la formulación de críticas
y propuestas.

Por su parte, las organizaciones de base que se articulaban con otros grupos y con
ONGs quedaron aisladas en su gran mayoría, desintegrándose el tejido social de
los 80. Las coordinaciones y articulaciones desaparecieron casi en su totalidad,
quedando en el horizonte de acción de los grupos de base sólo los problemas y
tareas de la vida cotidiana en su propia comunidad. Es decir, junto con no re-
conocer el SERNAM y el gobierno el valor político de la relación con ONGs y
organizaciones sociales, el efecto fue una mayor desmovilización y deterioro de
la articulación.

A pesar de ello, a lo largo de estas dos décadas, no sin dificultades ONGs, orga-
nizaciones y redes de mujeres han impulsado su agenda de derechos y justicia
social en forma autónoma, articuladas a redes internacionales y han monitoreado
el quehacer del Estado. También han existido alianzas con algunas/os parlamen-
tarios comprometidas/os con los derechos de las mujeres, la igualdad y la no
discriminación.

En las universidades, entre mujeres jóvenes, rurales, indígenas, entre trabajadoras


de distinto tipo, y en otros sectores existen organizaciones y líderes que mantie-
nen una agenda de igualdad y desarrollan acciones, aunque sin la articulación

23
Teresa Valdés E. Introducción

que tuvieron en los años 80. Por otra parte, al alero de algunos de los programas
del SERNAM y otras reparticiones, florecieron organizaciones de base, y en las
regiones, las mesas de seguimiento de las políticas de igualdad han constituido
nuevos espacios y actorías de mujeres.

Más allá de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo),


del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer (28 de mayo) y del Día
por la No más violencia contra la mujer (25 de noviembre), la articulación del
movimiento amplio de mujeres se dio en coyunturas específicas en este período,
destacando las campañas por la Ley de Divorcio, contra la Violencia y por la le-
galización de la Píldora del día después, lideradas por organizaciones feministas
y ONGs históricas del movimiento.

Al presentarse la candidatura de Michelle Bachelet para la Presidencia de la Re-


pública, en el movimiento de mujeres no hubo unanimidad: en algunos grupos
se desconfiaba de su trayectoria y de los partidos que la apoyaban. Pero muchas
mujeres se identificaron con ella y el 11 de diciembre de 2005 ganó las eleccio-
nes, pero sin obtener suficientes votos, lo que la llevó a competir en una segunda
vuelta, el 15 de enero de 2006, oportunidad en que obtuvo el 53,5% de los votos,
el 53% era de mujeres.

Bajo su gobierno, la acción de las mujeres organizadas se vio impactada por su


liderazgo y compromiso con la agenda de género que se expresó, no sólo en el
cumplimiento de la promesa de campaña de constituir un gabinete paritario, sino
en la presencia permanente de la igualdad en su discurso, en políticas de gran
impacto en la vida de las mujeres y en la aprobación del mayor número de leyes
destinadas a mejorar la condición de las mujeres y a ampliar sus derechos.

Durante su mandato se produjo la amplia movilización ciudadana, impulsada


por el movimiento de mujeres, en torno a la anticoncepción de emergencia, la
que permitió finalmente la aprobación de la ley 20.418 que fijó “Normas sobre
información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad”,
promulgada el 21 de enero de 2010.

No obstante, no ha sido suficiente y son numerosos los temas de la agenda de


género que están pendientes y que requieren una mayor articulación entre las or-
ganizaciones y movimientos de mujeres y aquellos que luchan por la igualdad.

24
I.

La Institucionalidad de género
en Chile: 1990-2010
El Sernam: institucionalidad, voluntaD
política y agenda de género

Adriana Delpiano P.21

En primer lugar, quiero agradecer al Observatorio de Género y Equidad que haya


generado este espacio para compartir, debatir, reflexionar sobre aspectos que, a
lo mejor, como la vida va pasando, no hay tiempo de mirar retrospectivamente,
para ver donde estamos, para mirar nuestro vaso medio lleno y empujar el medio
vaso vacío.

En este foro participa un abanico estupendo de personas, gente a la que le ha tocado


ser parte de la institucionalidad que vamos a analizar, gente que estuvo a cargo
de empujar las políticas de género desde otros Ministerios y mucha gente joven,
savia nueva, para poder mirar hacia dónde vamos a caminar con este tema y cuán
necesario es o no es, tener y contar con una institucionalidad en el poder.

El Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), la forma en que surge, constituye una


anomalía respecto del conjunto de la institucionalidad pública. Es una estructura
institucional que nunca habría nacido si no hubiese existido un movimiento potente
de mujeres que la impulsó. Cuando se creó la CORFO (Corporación de Fomento
de la Producción, 1939), como institución no era una necesidad de la sociedad
civil, era la necesidad del país, de su clase dirigente, y fueron sus políticos los que
decidieron crear una institucionalidad que empujara el desarrollo y la construcción
de infraestructura en el país.

21
Asistente Social, militante del Partido por la Democracia (PPD), Ministra de Bienes
Nacionales (1994-1999), Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer (2000-
2003), Subsecretaria de Desarrollo Regional (2003-2005). En 2006 fue designada por la
Presidenta Michelle Bachelet Directora de la Dirección Sociocultural de la Presidencia de
la República y en enero de 2007 asumió como Intendenta de la Región Metropolitana. En
2008 asumió como Directora Ejecutiva del Parque Bicentenario Cerrillos. Actualmente es
Directora Ejecutiva de la organización “Educación 2020”.

27
Adriana Delpiano P. El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y...

El SERNAM, en cambio, surge de la confluencia que se había dado –previamen-


te– en la lucha contra la dictadura, de dos vertientes que hacen que el movimiento
de mujeres sea muy potente: una, la vertiente feminista, con el convencimiento
de que los niveles de desigualdad que había en la sociedad para las mujeres era
inaceptable, y eso las motivaba a actuar, y otra vertiente más política, de mujeres
que habían tenido un pasado político en partidos –más bien progresistas, diríamos
hoy día–, pero que en principio no tenían una postura muy clara sobre el tema
de género. Esta confluencia fue dando origen a una amalgama poderosa ligada
a la necesidad de recuperación de la democracia. Y no es menor que durante el
primer año en que se recupera la democracia, se haya logrado el acuerdo de crear
una institucionalidad que impulsara la igualdad de la mujer en la sociedad, en las
políticas públicas, en el desarrollo del país. Todo el primer año se discutió este
tema y, a comienzos de 1991, antes de cumplirse un año desde que había asumido
el presidente Aylwin, surge esta nueva institucionalidad –creada por ley– que es el
SERNAM. Pero es una institucionalidad que desde el comienzo tiene tensiones.

Una primera tensión se origina en el movimiento de mujeres, ante aquella


percepción de que has engendrado un niño, que te pertenece, y de pronto esta
estructura, que es parte del aparato global del Estado, se aleja de ti. Allí hay una
primera tensión, porque una parte del movimiento de mujeres entra a trabajar en
esta estructura, pero otra queda afuera y siente que es su creación y que no se
está reconociendo lo suficiente. Por otro lado, las integrantes del movimiento de
mujeres que entran al Estado demoran en captar lo que significa estar en el Estado,
que tiene lógicas administrativas particulares, pautas y rigideces, una forma de
operar marcada por un ordenamiento administrativo, etc.

Por otro lado, hay un segundo elemento relevante que se vuelve una tensión.
El SERNAM surge como un “Servicio público”, cuya Directora tiene rango de
Ministra. Esto constituye una contradicción porque, de acuerdo con nuestro or-
denamiento administrativo, para impulsar políticas públicas es necesario contar
con un Ministerio. Un Ministerio genera políticas, genera propuestas, puede
argumentar a la opinión pública, etc., en cambio un Servicio ejecuta políticas.
Ha habido otras estructuras similares, como la Comisión Nacional de Energía,
que nació como tal, pero cuando la energía se transformó en un problema clave
para el país se crea un Ministerio, y sucede también con la CONAMA (Comisión
Nacional del Medio Ambiente), que fue la instalación de la preocupación por el
medio ambiente a nivel público, pero cuando se requiere poner el tema en el tapete
en otro nivel superior, se la reemplaza por un Ministerio, Ministerio con todas las
de la ley, no por un director o directora con rango de Ministro/a.

28
El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y... Adriana Delpiano P.

En ese sentido, la institucionalidad para la igualdad que es el SERNAM, a pesar


de la tensión en términos de si va a ejecutar programas o va a impulsar políticas,
o las dos cosas, refleja el nivel de prioridad que el conjunto de la sociedad le da
al tema. Si la tensión no se transformó hasta ahora en un asunto grave es porque
quienes ejercimos el cargo de Ministra tomamos en serio el hecho de tener ese
rango y actuamos en esa calidad, no como simples Directoras de Servicio. Lo
digo porque podríamos haber mantenido un perfil más bajo, pero al estar en el
Gabinete, buscamos empoderarnos, definir y coordinar políticas, como se establece
en la ley que lo creó.

Por otra parte, quiero destacar que en el devenir del SERNAM hay un proceso
de continuidad y de cambio. Considero que disponer de un Plan Nacional de
Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres22 significó contar con un
instrumento para llegar a un cierto puerto, un puerto que estaba definido a partir
de las carencias detectadas y las metas que se deseaba alcanzar.

Hoy día están aquí presentes mujeres muy jóvenes, y a mí me gusta decir que
cada una de nosotras está parada sobre los hombros de miles de mujeres que nos
precedieron, que a lo mejor no conocimos nunca, y que quizás sus formas de lucha
no fueron las más simpáticas o adecuadas, miradas desde la situación actual, pero
todas estamos paradas sobre esos hombros y cada generación debe hacer su aporte
para un camino que nace de una profunda inequidad. No hay que olvidar que en
los años 80, sin ir más lejos, las mujeres, de acuerdo con lo que establecía la ley
–y en este país que es tan legalista, la ley dice mucho– le “debíamos obediencia
al marido” y las mujeres pasábamos de la obediencia al padre a la obediencia al
marido, establecida por el Código Civil. Y en este país, que es de cultura autoritaria,
cuando se desobedece, se castiga a golpes, porque hay que hacerse obedecer. Ya
se anuló eso23, pero las leyes y las conductas van a la par. Considero que la ley,
de alguna manera, refleja o cristaliza la aspiración que la sociedad tiene en un
momento determinado y los mínimos acuerdos que logra para impulsar una nueva
normativa, que debiera ser un punto al que debiéramos tender.

Mi período en el SERNAM fue de 2000 al 2003. Primero estuvo Soledad Alvear


(1990-1994), que tuvo la tarea de estructurar y organizar este Servicio, encabezar la
instalación física y material e impulsar la institucionalidad, después vino Josefina
Bilbao (1994-1999), que está aquí con nosotros, que tuvo un gran período, y cuando
llegué yo, ya existía una institucionalidad, con dificultades, pero funcionando.

22
Segundo Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres 2000-2010.
23
Reformado en 1989.

29
Adriana Delpiano P. El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y...

Yo quisiera destacar –y para eso he venido– algunos aspectos que tienen que
ver con la institucionalidad y que corresponden a mi período. Si yo miro
retrospectivamente, creo que mi mayor logro fue la alianza con la Dirección de
Presupuesto. Quienes conocen bien el Estado saben que el Ministerio de Hacienda
es el más poderoso, podrás tener alianza con todos los Ministerios, pero si Hacienda
no te respalda, no te ayuda a empujar una iniciativa, se hace más difícil. Creo
que fue un gran logro trabajar con la Dirección de Presupuesto en una política
institucional que estaba operando en el país con el objetivo de mejorar la gestión
pública, el Programa de Mejoramiento de la Gestión pública (PMG). La idea fue
incorporar el tema de género en ese Programa, algo que no era fácil.

Quienes están aquí, que trabajaron en el SERNAM, saben que teníamos que
explicar qué era “género”, que aquí existían los hombres y las mujeres. Nos decían,
¿de qué me estás hablando con el tema de género? Pero explicar este concepto
anidado en la cultura, de cómo opera el hecho que la sociedad está formada por
hombres y mujeres a los diversos Ministerios, era una tarea difícil, que llevaba
aparejadas las más variadas y exquisitas anécdotas que ustedes imaginarán.

En virtud de esa alianza se mandó, por orden de la Dirección de Presupuesto


y SERNAM, a todos los servicios públicos, que de aquí en adelante debían
incorporar una mirada de género a sus políticas y metas, que iban a ser evaluadas
año a año.

Se mandó a todos y hubo situaciones inesperadas. Un día recibí un llamado de la


Superintendencia de Bancos –yo lo habría esperado del Ministerio de Educación
o de Salud, pero no tenía ninguna expectativa de la Superintendencia de Bancos–
y me dicen que, para cumplir con la instrucción de la Dirección de Presupuesto,
habían hecho el esfuerzo de desagregar los datos de los créditos por sexo, algo
que no habían hecho nunca hasta ahora, porque se trataba de los créditos que
da la banca comercial al sector medio de la población, que tiene recursos, y no
estábamos hablando de créditos a mujeres pobres. El resultado que obtuvieron
fue que las mujeres eran mejores pagadoras que los hombres, es decir, no sólo
en el FOSIS y en otros organismos de microcrédito para mujeres pobres, algo
que ya sabíamos, sino también en la banca comercial las mujeres eran mejores
pagadoras. Ellas, mayoritariamente, postulaban a crédito hipotecario, para la
compra de vivienda, pocas a crédito para capital de producción y no tantas al
crédito de consumo, ese estaba equilibrado –a pesar de que tenemos la mala fama
de que las que consumimos somos nosotras– y en todos los casos las mujeres eran
mejores pagadoras que los hombres.

30
El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y... Adriana Delpiano P.

Entonces, conversando con el Presidente de la banca, yo dije, bueno, si el crédito


y la tasa de interés del crédito tienen que ver con el riesgo, las mujeres deberían
tener un crédito con una tasa de interés más baja. Lo pongo como ejemplo de
cómo una determinada política puede permear al conjunto de la sociedad incluso
a la Superintendencia de Bancos.

Creo que esta fue una estrategia y una política importante, que seguramente no
ha tenido toda la repercusión que corresponde en los análisis que se realizan,
porque no se trataba de una política de género aislada, sino integrado al Programa
de Mejoramiento de la Gestión y sus transformaciones, un programa asociado a
metas, que exigía avances o medidas para reducir las disparidades de género.

Nos tocó ir avanzando en la continuidad de las políticas. Con Josefina Bilbao


formamos parte del primer gabinete ministerial que dejaba de tener sólo una
mujer Ministra y fuimos tres –es cierto, después del gobierno de la Presidenta
Bachelet, tres suena poco…– pero en el gobierno del Presidente Frei era una
novedad que nombrara tres ministras y pudo haber tenido más si los partidos
políticos hubieran estado dispuestos a entregar uno de sus cupos en el gabinete
proponiendo a una mujer. Yo tuve la suerte de que mi partido, el Partido por la
Democracia, decidiera proponer, para uno de sus cupos a una mujer. Josefina era
políticamente independiente y la Democracia Cristiana, dio lugar entre sus cupos
a Soledad Alvear. Esa era la lógica y así lo contó el Presidente Frei en más de
una oportunidad. El resto de los partidos de la coalición de gobierno no presentó
mujeres porque no estaban dispuestos a gastar sus cupos nombrando mujeres. Pero
después, en el gobierno de Ricardo Lagos, tuvimos cinco mujeres en el gabinete.
Hoy decimos que fue poco ya que deberíamos haber tenido diez. Pero si en toda
la historia republicana de Chile habíamos tenido menos de diez mujeres Ministras,
entonces cinco en un mismo gobierno parecía mucho.

Pero hay un hito fundamental, y que aquí se va a analizar, y es el gobierno de la


Presidenta Bachelet. Ese fue un salto cuántico. Sin embargo, la Presidenta Bachelet
era una de las cinco Ministras designadas por el Presidente Lagos –en cupo del
Partido Socialista– y si no hubiese habido esa continuidad, de aumento progresivo
de mujeres en el gabinete, a lo mejor nunca habríamos tenido una Presidenta mujer.
Quiero resaltar entonces, que el contexto y el apoyo que entrega la autoridad
política es muy importante. A mí me tocó trabajar con un presidente republicano,
que razonablemente entendía este tema, pero que no se andaba “cortando las
venas” por él –seamos realistas– pero que empujó todo ese tiempo.

31
Adriana Delpiano P. El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y...

En ese sentido, la creación del Consejo de Ministros para la Igualdad de


Oportunidades24, instalado en la Moneda, fue otra decisión institucional estratégica,
porque si era la Ministra del SERNAM la que convocaba a todos los otros ministros
–con la fuerza del SERNAM en ese minuto– habría logrado reunir –con suerte– a
los subsecretarios, o a los jefes de gabinete, pero si el Consejo estaba instalado en
el Palacio de gobierno, llegaban los ministros. El Consejo tenía que transversalizar
el tema de la igualdad de género en las distintas políticas que el Estado tiene que
impulsar, en eso se jugaba el rol de Ministerio del SERNAM, en lograr que otros
hiciesen y que otros empujaran este carro.

En cuanto a los pendientes y las estrategias para avanzar en igualdad, sostengo


lo siguiente: que el trabajo remunerado es para las mujeres como la participación
de las mujeres en política es para los cambios culturales más globales. Este país
necesita aumentar urgentemente la tasa de mujeres que trabaja remuneradamente,
porque esto permite enfrentar la vida de una manera distinta. En ese momento el
36% de las mujeres en edad de trabajar estaba en la fuerza de trabajo, ahora es un
43%, claramente el país ha ido mejorando. Pero es urgente, también, luchar porque
haya más mujeres en cargos de decisión –con conciencia de género naturalmente–
porque si hay una masa crítica de mujeres en cargos de decisión, es posible lograr
cambios mucho más acelerados y rápidos y ese es el tema principal.

Creo que también fue muy importante pasar del tema de “mujeres pobres” a un foco
en todas las mujeres del país, porque hay problemas, situaciones de discriminación
y subordinación que son y se juegan culturalmente en todos los estratos. Sin duda,
se agravan si sumas la discriminación de género a la situación de pobreza, pero
creo que un Ministerio debe impulsar políticas transversales para toda la sociedad.
Un ejemplo es la campaña contra la violencia intrafamiliar que hicimos en ese
período, en que visibilizamos a mujeres rubias “pelolais” golpeadas, porque si
no lo hacíamos, era fácil pensar que el tema de la violencia se expresaba en la
sociedad sólo como un tema de pobreza. Pero no es así, en este país se les pega a
mujeres ricas, de clase media, pobres, jóvenes y viejas. Tuvimos la voluntad de
abrir el SERNAM al conjunto de la sociedad.

Estoy convencida de que hay que luchar para que el SERNAM sea un Ministerio,
que tenga rango de Ministerio, y no llevarlo al área social como si la condición de
la mujer fuera un problema social. La condición de subordinación y discriminación
de las mujeres tiene expresiones sociales pero es un tema cultural y es un tema
político, no es sólo un tema de cómo resolvemos la pobreza o los problemas de

24
Creado por el Presidente Lagos el año 2000, a través del Instructivo Presidencial Nº15.

32
El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y... Adriana Delpiano P.

las mujeres que viven en situaciones muy desmejoradas, que sin duda hay que
preocuparse de eso. En este sentido, está pendiente discutir sobre el PRODEMU
(Fundación Promoción y Desarrollo de la Mujer)25, que trabaja con mujeres de gran
vulnerabilidad, porque no considero sostenible en el tiempo que una institución
con ese objetivo dependa sólo de la voluntad de la Primera Dama del país, que si
lo hace bien, bien, pero si no lo hace bien, da lo mismo. Se requiere una fuerza e
institucionalidad adecuada.

Quedan pendientes como país diversos temas, además de continuar abriendo


espacios para el trabajo remunerado. Ello tiene que ir aparejado con un cambio
cultural de largo aliento como es compartir el ámbito doméstico entre hombre y
mujer. Creo que las leyes, las normas, marcan señales, pero creo que sigue siendo
un problema serio, aunque espero que mis hijas y mis nietas hayan logrado mayores
niveles de equidad dentro de la casa. En ese sentido, considero que la situación
de las mujeres en Chile sí ha cambiado en estos 20 años, eso es indudable, aquí
estamos paradas en otras circunstancias, a lo mejor este foro no habría sido posible
hace 25 años.

Pero considero que falta un órgano fiscalizador, serio y con atribuciones, porque
cuando la gente es discriminada ¿a dónde se acude? Si van al SERNAM, las
van a acoger, va a haber una abogada que tal vez las pueda apoyar, pero no
tiene facultades claras y precisas. Si hemos ganado espacios y derechos tenemos
que asegurar que esos espacios no se cierran, que los derechos se fiscalicen,
que las personas sepan que existe una suerte de SERNAC26 de la Igualdad, con
atribuciones, que pueda actuar oportunamente.

Al mismo tiempo, el país tiene que ponerse metas, debatir todos juntos cómo el
país puede hacer un esfuerzo –y no considero que sea un tema sólo de mujeres–,
tenemos que ponernos metas que digan que vamos a lograr el 55% o 60% de
mujeres con trabajo remunerado. Si acordamos esa meta, tenemos que definir
políticas y prioridades sobre cómo se llega a esa meta, qué tipo de apoyos se
requieren, salas cunas, permisos postnatales, los permisos prenatales, es decir,
hay que hacer un esfuerzo de la sociedad en su conjunto.

25
Fundación PRODEMU –Promoción y Desarrollo de la Mujer– fundada en 1991 y presidida
por la Primera Dama, cuyo propósito fue promover la autonomía y participación de las
mujeres de escasos recursos en las diferentes instancias de la sociedad y contribuir al
mejoramiento de su calidad de vida.
26
SERNAC: Servicio Nacional del Consumidor.

33
Adriana Delpiano P. El SERNAM: Institucionalidad, voluntad política y...

También creo que debemos hacernos cargos de las condiciones de trabajo, no es


aceptable que todavía en este país haya trabajos con rasgos de esclavitud. Todavía
–si bien las cosas están cambiando– hay muchísimas mujeres que duermen
encerradas en una casa ajena y que salen sólo un día a la semana y hay que
enfrentarlo porque esa es una fuente laboral para importantes sectores de mujeres a
lo que se suma hoy día que una parte importante lo hacen mujeres inmigrantes.

A esto se agregan otros problemas para los que también se necesitan políticas
claras, que están en la agenda del debate. El tema de mujeres y política, con una
ley de cuotas. Ahora se va una senadora a ocupar un cargo de Ministra27 y hemos
perdido el 20% de las mujeres que teníamos en el Senado, porque había cinco
senadoras y quedarán cuatro. Cuando yo salí del gabinete en el año 95, recuerdo
que dije a Soledad Alvear –Ministra de Justicia– y a Josefina Bilbao –Ministra
del SERNAM–, “ahora la cuota de Uds. vale el 50%, antes valía 33% y ahora
vale 50%” porque éramos muy pocas. Esta es una prioridad porque mientras no
haya una masa crítica de mujeres incorporadas a la política y a las decisiones, los
temas de la agenda de las mujeres y de la igualdad de género van a seguir siendo
secundarios.

El aborto terapéutico es otro tema que la sociedad chilena debe enfrentar y que
afecta a las mujeres. Cuando discutimos la ley de divorcio, abordamos la situación
de la mujer que quedaba desprovista de recursos al romper un matrimonio a través
de un juicio fraudulento de nulidad, o vía separación. Es necesario legislar sobre
el aborto terapéutico. También sobre las uniones de hecho, de forma de seguir
impulsando mejores condiciones para las mujeres.

Finalmente, considero que el SERNAM no puede ser ubicado en “el área social”,
no pueden las políticas de género ser definidas por un ministro del área social. Se
puede discutir donde queda mejor ubicada la Fundación PRODEMU, pero reducir
las políticas de igualdad a un tema social sería una pérdida total para un país que
tiene mucho que avanzar en igualdad de oportunidades.

Muchas gracias.

27
Nombramiento de la senadora Evelyn Matthei como Ministra del Trabajo.

34
La institucionalidad de género en Chile:
aportes y tensiones

Carmen Andrade L.28

Junto con agradecer la invitación al Observatorio de Género y Equidad, quiero


felicitar esta iniciativa que nos permite compartir reflexiones y dialogar, para
encontrar las estrategias que potencien el accionar colectivo de las mujeres.

En segundo lugar quiero aclarar desde donde hablo. Si bien me han invitado
a participar en este panel como ex Ministra del Servicio Nacional de la Mujer
(SERNAM), he sido también integrante activa del movimiento de mujeres desde
los años noventa, soy militante del Partido Socialista, trabajé en SERNAM como
Coordinadora Nacional del Programa de Jefas de Hogar y ocupé cargos directivos
en el período de la Presidenta Bachelet (como Subdirectora y posteriormente como
Ministra de SERNAM).

1. La institucionalidad de género

La institucionalidad no es sinónimo de institución, como se suele entender, sino


que refiere a procesos más amplios, al “conjunto de reglas de juego formales e
informales (incluyendo las rutinas y costumbres organizacionales) que enmarcan
el contenido y la dinámica administrativa y política de las políticas sociales”29,
en este caso de las políticas de género. En este sentido, establece objetivos, metas
e instrumentos de medición, así como normas y reglas, obligaciones y derechos
para los actores que participan.

28
Socióloga, militante del Partido Socialista. Entre 1991 y 2000 coordinó el Programa
de Jefas de Hogar del SERMAN; entre 2000 y 2006 fue Directora del Departamento
de Responsabilidad Juvenil del Servicio Nacional de Menores (SENAME). En 2006
asumió como Subdirectora del SERNAM y fue nombrada Ministra de SERNAM en 2009.
Actualmente coordina el Área de Mujeres de la Fundación Dialoga.
29
Andrenacci, L. y Repetto, F. (2006) “Universalismo, ciudadanía y Estado en la política
social latinoamericana” Documento BID-INDES, Washington.

35
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

La institucionalidad que da soporte a las políticas de género, es decir las que


abordan como problema de interés público las discriminaciones y desigualdades
entre hombres y mujeres, emana de un acuerdo social y político. Éste refleja, entre
otros elementos: la visibilidad pública que el tema adquiere en un determinado
período, los “climas” culturales y políticos que generan un cierto “piso favorable”,
las alianzas políticas, las correlaciones de fuerza y el grado de incidencia en las
agendas gubernamentales que logran ciertos actores sociales.

Esta forma de organización responde tanto a una racionalidad técnica, como


a un complejo proceso de decisiones del sistema político. En consecuencia, el
análisis de la institucionalidad no debiera restringirse a sus elementos formales
y técnico-administrativos, sino también a las variables político-institucionales, y
al rol fundamental que juegan las decisiones políticas en la definición de reglas
y contenidos de la institucionalidad.

2. Creación de SERNAM: condiciones y pacto político


social que lo sustentan

En el proceso de creación de la institucionalidad de género en Chile destaca el


rol que jugaron:
• El movimiento de mujeres, que en los años noventa tuvo una connotación
amplia en términos sociales e ideológicos, y que concertaba actores prove-
nientes del mundo social y político de mujeres. Este movimiento logró, por
una parte, combinar sus reivindicaciones particulares con las reivindicacio-
nes generales antidictatoriales, y por otra, poner en la agenda del primer
gobierno democrático, sus principales demandas, que incluían la creación
de una institucionalidad de género específica. De este modo, el Programa de
gobierno, que había sido concordado entre los partidos de la Concertación
de Partidos por la Democracia y los distintos actores políticos y sociales,
incluido el movimiento de mujeres, incorporó entre sus lineamientos “la
igualdad entre mujeres y hombres y crea institucionalidades ad hoc para
dar respuesta a las nuevas problemáticas movilizadas por grupos de menor
poder: mujeres, indígenas, jóvenes”30.
• Las Convenciones internacionales suscritas por Chile, que dotaban de un
marco normativo vinculante y proveían una “cierta visión” de los avances a

30
Guzmán, Virginia (2001) “La institucionalidad de género en el Estado: Nuevas perspectivas
de análisis”. Serie Mujer y Desarrollo N°32, Unidad Mujer y Desarrollo. Santiago:
CEPAL.

36
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

nivel mundial en materia de género, lo que presionaba al país para “ponerse


al día” dejando atrás su posición zaguera en estos temas.
• El marco político general del período, que puso en el centro del debate la
reconstrucción de instituciones y de relaciones sociales democráticas, dentro
de lo cual se inscribían también las relaciones de género.
• La existencia de diagnósticos e información estadística, que daba cuenta de
brechas y discriminaciones entre hombres y mujeres. Lo relevante no era la
información per se sino su interpretación desde un determinado marco concep-
tual, es decir, la “lectura de la realidad” chilena desde el enfoque de género.

En síntesis, en la generación de SERNAM confluyeron positivamente: la existen-


cia del movimiento de mujeres, el clima político favorable, el marco normativo
internacional y un cierto ideario democrático que dotaba de sentido a la nueva
institución.

En términos del pacto político que sustentaba la creación de este mecanismo ins-
titucional, se contó con el respaldo de la Concertación de Partidos por la Demo-
cracia y con el apoyo “menos entusiasta” de los sectores de la derecha. En efecto,
si bien la ley que creó el SERNAM se aprobó con amplio respaldo de todos los
partidos políticos, los sectores conservadores plantearon algunas condiciones en
el Congreso para dar su voto favorable, algunas de las cuales han sido recogidas
nuevamente por representantes del gobierno de Sebastián Piñera31:

• Que la nueva institución no tuviera objetivos partidistas y de reclutamiento


de partidarios/as del gobierno, lo que expresaba la clara percepción que se
estaba creando una instancia que fijaría posiciones en el ámbito político
cultural. Paradojalmente, la aprehensión surgía precisamente de aquellos
sectores que habían instrumentalizado políticamente la ex Secretaría Na-
cional de la Mujer que funcionó durante el período del gobierno militar.
• A diferencia de la mencionada Secretaría Nacional de la Mujer, que dependió
del Ministerio Secretaría General de Gobierno, de carácter eminentemente
político, se optó por radicar la dependencia de SERNAM en el Ministerio
de Planificación (MIDEPLAN), como “un modo de subrayar el carácter
tecnificado de su trabajo”32.
• Que no se sustentara en algunas de las tesis contemporáneas sobre la con-
dición de la mujer, tales como el feminismo. Por coincidencia, hemos visto

31
Fuente: www.congreso, historia de la ley Nº 19023, año 1991.
32
Fuente: Op. Cit.

37
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

nuevamente “la demonización” del feminismo en recientes declaraciones


de las autoridades gubernamentales.
• Que no generara nueva burocracia, por lo que se autorizó una escasa dota-
ción de personal (59 personas máximo). Cabe subrayar que este argumento
se ha vuelto a esgrimir para justificar los recientes despidos del 30% de
las profesionales y técnicas especializadas de SERNAM, ejecutados por el
nuevo gobierno.
• Que no significara una intromisión del Estado en el ámbito privado.
• Se subrayó la importancia de algunas de sus funciones vinculadas con el
fortalecimiento de la familia y la valoración de la maternidad.
• Hubo cuestionamientos al rango de Ministra de su Directora, aduciendo que
era innecesaria porque el Presidente podía invitar a quien quisiera al Consejo
de gabinete. Cabe hacer presente que esta discusión adquiere nuevamente
visibilidad a propósito del proyecto de ley recientemente presentado al
Parlamento que propone crear el Ministerio de Desarrollo Social.

3. La institucionalización de las políticas de género


en Chile

Adaptando las categorías de Székely33 (2010) podríamos afirmar que en térmi-


nos operacionales, la política de género estaría plenamente institucionalizada en
nuestro país si se cumplieran las siguientes condiciones:
• Identifica las discriminaciones y brechas de género como objeto de inter-
vención.
• Define una institucionalidad específica para abordar las políticas de género.
• Tiene definiciones político-técnicas sobre los problemas a abordar, los que
emanan de un acuerdo político y social.
• Se identifica con un cierto marco de valores que da sentido político y co-
hesiona su acción.
• Establece planes, objetivos y metas claras, y cuenta con instrumentos e
indicadores para evaluarlos.
• Cuenta con mecanismos de coordinación formales.
• Cuenta con un marco jurídico que establece obligaciones, normas y reglas de
comportamiento, así como derechos específicos para cada uno de los actores
relevantes y para los distintos niveles de administración del Estado.

33
Miguel Székely Pardo (2010) “Midiendo el nivel de institucionalidad de la política social
en América Latina”. En Franco, R. y Székely, M. (Coordinadores) Institucionalidad social
en América Latina. Colección Documentos de Proyectos. Santiago: CEPAL.

38
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

• Cuenta con presupuesto estable y con definiciones legales que lo sustenten.


• Cuenta con mecanismos de participación ciudadana y de rendición de
cuentas.

Estos distintos elementos han tenido un desarrollo disímil durante el período 1990-
2009; algunos de los requisitos planteados se han desarrollado claramente en el
período, plasmándose en instrumentos normativos, programáticos y de gestión.
Destacan en este sentido, los Planes de Igualdad de Oportunidades entre mujeres
y hombres y la Agenda de Género del período 2006-2010; los compromisos mi-
nisteriales de género, el Programa de mejoramiento de la gestión (PMG) de género
y sobre todo, la existencia de un marco ideológico y cultural que progresivamente
sustenta la igualdad y la equidad de género como valor y como bien público.

Del mismo modo que se advierten requisitos “cumplidos” hay otros con menor
desarrollo y que presentan insuficiencias. Entre ellos destacan:
 la falta o debilidad de los marcos normativos que definan las obligaciones
de los distintos niveles de administración del Estado respecto de las políticas
de género (municipios, gobiernos regionales, organismos centrales),
 la debilidad de los sistemas de evaluación de impacto, tanto de las políticas
públicas como de las reformas legislativas que se han impulsado,
 la inestabilidad de los mecanismos de coordinación de las políticas de
género,
 y la falta de mecanismos institucionalizados de participación ciudadana y
de rendición de cuentas.

Soportes de la institucionalización: los avances y déficit del proceso de institucio-


nalización del tema de género en el Estado pueden ser analizados desde distintos
componentes complementarios entre sí:
• soporte normativo (un marco jurídico y una agenda legislativa);
• soporte institucional (marco institucional);
• soporte programático (políticas y programas sectoriales y transversales);
• un soporte instrumental (PMG, instrumentos de planificación nacionales
regionales y locales).

a) En términos legislativos, la agenda de género34 ha sido densa en el período,


cubriendo una multiplicidad de temas que se pueden agrupar en ciertas categorías
de acuerdo a la materia que regulan:


34
Entendida en sentido amplio, ya sea porque aborda discriminaciones de género y desigualdades
entre hombres y mujeres o problemas que afectan particularmente a las mujeres.

39
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

Leyes que ratifican instrumentos internacionales. Por ejemplo:


 La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer (1998).
 Los Convenios de la OIT, Nº103 sobre protección a la maternidad y N°156 sobre igualdad
de oportunidades y de trato a trabajadoras(es) con responsabilidades familiares (1999).
 La CEDAW se ratificó anteriormente en el año 1979.
Leyes que corrigen discriminaciones de género en el campo laboral y amplían derechos de las
trabajadoras. Por ejemplo:
 La incorporación al Código del Trabajo del principio de igualdad de remuneración entre
hombres y mujeres (2009).
 La ampliación de los derechos de las trabajadoras de casa particular: fuero maternal (1998);
aumento progresivo del salario para igualarlo con el salario mínimo (2006); descanso en
días festivos para las que trabajan “puertas adentro” (2008); la obligación de cotizar en
la seguridad social al menos por la remuneración mínima (2008, reforma previsional).
 El derecho a todas las trabajadoras de alimentar a su hijo menor de dos años durante
la jornada laboral (2007), entre otras.
Leyes que eliminan discriminaciones y protegen derechos de las personas en la familia. Por
ejemplo:
 La pensión de alimentos: fija pensión mínima, obliga a fijar alimentos provisorios y a
retener la pensión por parte del empleador (2001); simplificación del juicio de alimentos;
incorporación de nuevas sanciones a quienes incumplen (2007).
 La de filiación: reconocimiento de la igualdad jurídica de los hijos nacidos dentro y
fuera del matrimonio, admisión de la investigación de la paternidad o maternidad, am-
pliación de la patria potestad de la madre y mejora la situación hereditaria del cónyuge
superviviente (1998).
 La de Violencia intrafamiliar: reconocimiento de la violencia intrafamiliar como un
problema público, establece sanciones y medidas de protección a sus víctimas.
Leyes que reconocen Derechos individuales e igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Por ejemplo:
 Reforma constitucional que establece igualdad jurídica entre hombres y mujeres.
 La ley sobre Derechos a la información, orientación y acceso a prestaciones en materia
de regulación de la fecundidad, incluyendo la anticoncepción de emergencia (2010).
 La de Matrimonio civil (2004): permite el divorcio vincular, reconoce el derecho de
compensación económica a quien se dedicó a la familia, sanciona el incumplimiento de
responsabilidades económicas con los hijos(as).
Leyes que garantizan acceso a derechos sociales. Por ejemplo:
 Las medidas de equidad de género en la Reforma Previsional (pensión básica solidaria,
bono por hijo, pago de compensaciones económicas por divorcio 2008).
 El Plan de Garantías explícitas (GES, AUGE) de prestaciones de salud (2004) que incluye
los principales problemas de salud de las mujeres (analgesia en el parto, cáncer cervico
uterino, salud mental).
 La creación del Sistema de Protección social Chile Solidario e institucionalización del
subsistema de protección a la infancia Chile Crece Contigo (2009).
 El Derecho de las estudiantes embarazadas o madres de lactantes de continuar estudiando.
(2000).
 La creación de la jornada escolar completa (1997, 2004) y la que define la obligatoriedad
del nivel de transición en la educación parvularia (2007).
Fuente: Elaboración propia en base a información de la Biblioteca del Congreso Nacional, extracto
de principales leyes período 1990-2010.

40
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

Junto a los avances legislativos, en los que destacan los derechos sociales, labo-
rales y de familia, persisten temas que no han concitado acuerdo entre los actores
políticos, como la ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW (cuyo
rechazo obedece a que se la suele asociar mecánicamente con despenalización del
aborto), la regulación y reconocimiento de las uniones de hecho heterosexuales
y homosexuales, las modificaciones a la ley de salas cuna que sólo cubre a las
trabajadoras que laboran en empresas de más de 20 trabajadoras, el proyecto de
ley marco de derechos sexuales y reproductivos, la despenalización del aborto
terapeútico y el proyecto de participación política equilibrada, por nombrar los
más importantes.

Las áreas “más duras” de reformar radican en los temas vinculados con la distri-
bución del poder político y económico, los derechos sexuales y reproductivos y la
corresponsabilidad entre mujeres y hombres, que han tenido menor desarrollo.

Entre las debilidades para sostener y profundizar la agenda legislativa se cuentan:


• La débil participación de las organizaciones ciudadanas, especialmente de
mujeres, en la generación de las reformas, constatándose que muchas de
ellas se construyeron a partir de procesos de elaboración técnica más que
de diálogo social. Las reformas que sí contaron con respaldo ciudadano,
como las de violencia, la de divorcio y la denominada “de la píldora del
día después”, generaron movilizaciones y acciones autónomas de cabildeo
y gestión política, lo que claramente contribuyó a su aprobación, su socia-
lización y el control social de su aplicación.
• La falta de mecanismos de información y de fiscalización respecto a la
implementación de las reformas debilita su impacto, dado que la sola
existencia de la norma no garantiza su aplicabilidad (Por ejemplo: la ley de
igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres, la norma de retención
de impuestos a los deudores de pensiones de alimentos).

b) La creación de la institucionalidad de género no fue un hecho aislado, sino que


formó parte de un amplio y nutrido proceso de reformas institucionales implemen-
tadas desde los noventa. Este proceso abarcó prioritariamente la reconstrucción de
las instituciones básicas del régimen democrático, que habían sido desmanteladas
por la dictadura, y la creación de instituciones responsables de los denominados
“temas emergentes” que se incorporaron en la agenda democrática, algunos de
los cuales fueron particularmente controversiales.

Los mecanismos institucionales que se crearon fueron principalmente aquellos


en los que existían organizaciones o movimientos sociales o políticos que im-

41
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

pulsaron su creación (como por ejemplo, los temas de género, ambientales y de


adultos mayores)35. En otros casos, las reformas se llevaron a cabo a partir de
nuevas políticas sociales aprobadas en el período. Eso ocurrió, por ejemplo, con la
Reforma Previsional, que transformó la institucionalidad de la seguridad social y
creó nuevos organismos previsionales, y también con el proceso, aún inconcluso,
de reforma del Servicio Nacional de Menores para adecuarse a la Convención
Internacional de los Derechos del Niño.

De este modo, se generó gran cantidad de instituciones estatales: el Ministerio de


Planificación y Cooperación (MIDEPLAN) como organismo coordinador de las
políticas hacia grupos prioritarios y responsable de la evaluación de la inversión
pública, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), el Instituto Nacio-
nal de Derechos Humanos y el Museo de la Memoria, el Servicio Nacional del
Consumidor, la Comisión Nacional y posteriormente el Ministerio del Medio
Ambiente, el Consejo Nacional y luego el Ministerio de la Cultura y las Artes, la
Comisión Nacional y posteriormente el Ministerio de Energía, así como diversas
Superintendencias. Asimismo se creó la CONADI (Comisión Nacional de Pue-
blos Indígenas), el Instituto Nacional de la Juventud, el Servicio Nacional del
Adulto Mayor, y el Servicio Nacional de la Discapacidad (2010). Adicionalmente,
hubo otras importantes reformas institucionales en el ámbito jurídico: se creó el
Ministerio Público y la Defensoría Penal Pública, los Tribunales Laborales y los
Tribunales de Familia.

Es decir, la agenda de creación o reforma de la institucionalidad pública estuvo


“copada” por diversas prioridades, que suscitaron amplios debates parlamentarios
y de los actores sociales.

Las políticas de género, en tanto, se radicaron en SERNAM, creado en 1991 con


una función esencialmente de diseño y coordinación de políticas públicas, y se
fueron extendiendo a distintas instituciones no necesariamente articuladas entre
sí, y con una reducida capacidad de SERNAM para coordinarlas efectivamente.

La creación de las Direcciones Regionales de SERNAM favoreció el despliegue


territorial y su incidencia en las políticas de los gobiernos regionales. La insti-

35
Esta situación constituye un ejemplo ilustrativo sobre la influencia que ejercen los actores
sociales o políticos en la formación de las agendas gubernamentales y en la definición de
prioridades en la gestión pública (Ver Elder, Ch. y Cobb, R. (1996) “Formación de la agenda.
El caso de la política de los ancianos”, en Luis F. Aguilar Villanueva. Problemas públicos
y agenda de gobierno. México: Miguel Ángel Porrúa).

42
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

tucionalidad fue descentralizándose a través de la creación de las comisiones


regionales de seguimiento de los planes de igualdad de oportunidades (Comisio-
nes Plan Regional de Igualdad de Oportunidades - PRIO), integradas por los/as
intendentes, secretarios/as regionales ministeriales (Seremis) y directores/as de
servicios, y tuvo su correlato en comisiones técnicas PRIO. Asimismo, se incluyó
en la ley orgánica municipal –como función trasversal– la generación de igualdad
de oportunidades que dio pie a la creación –en muchas comunas– de Oficinas
Municipales de la Mujer, la incorporación de la equidad de género en los Planes
de Desarrollo Comunal (Pladeco) y en los presupuestos municipales.

La necesidad de reformar la institucionalidad de género para retomar la idea


original de crear un Ministerio, que permitiera darle mayor solidez, mayor peso
político, capacidad de articulación intersectorial y mayor presupuesto a SERNAM,
entre otros, fue un tema de discusión en los distintos gobiernos y tuvo partidarios
y detractores. Este debate se vinculó, en algunos momentos con el debate, aún
vigente, sobre las reformas de MIDEPLAN. Sin embargo, las propuestas de modi-
ficación de la institucionalidad de género no llegaron a plasmarse en un proyecto
de reforma institucional y el tema no alcanzó el grado de prioridad suficiente en
la agenda gubernamental, producto de varios factores:
• por la densidad de la agenda de reformas institucionales mencionada
anteriormente (se habría agregado más complejidades a un panorama de
continúas reformas, que ya era complejo).
• porque diversos actores argumentaban que SERNAM ya ocupaba ese es-
pacio institucional y no ameritaba una modificacaión a pocos años de su
creación.
• porque cualquier propuesta de reforma de la institucionalidad que impli-
cara darle mayor peso a SERNAM encontraba detractores en los sectores
de la derecha que la asociaban con el “crecimiento del Estado” y de la
burocracia.
• porque al abrirse el debate sobre la institucionalidad de género, algunos
sectores –transversales en lo político– planteaban las alternativas de trans-
formar SERNAM en el Ministerio de la Mujer y la Familia, o en un Minis-
terio a cargo de los “grupos vulnerables”. La posibilidad de desvirtuar las
políticas de género y de perder lo logrado llevó a la decisión de no innovar
en términos de institucionalidad y de enfocarse más bien a fortalecer lo ya
existente.

c) En materia programática, las definiciones centrales de las políticas y programas


se expresaron en los diversos Planes de Igualdad y en la “Agenda de género” en
el período de la Presidenta Bachelet. En los años noventa, dada la deteriorada

43
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

realidad socio-económica del país36, producto de las políticas de ajuste estructural


llevadas a cabo en los ochenta, las propuestas de género se insertaron principal-
mente dentro de las políticas de superación de la pobreza, que constituían uno de
los ejes centrales de los programas de gobierno.

Esta aparente tensión, que se asocia a la discusión aún vigente respecto a la relación
entre género y estrato socio-económico, se reflejaba en la identificación y en la
interpretación de los problemas que se abordarían desde las políticas públicas y
en la formulación de demandas y propuestas.

Es así como se intentó combinar políticas generales antidiscriminatorias, con


políticas de superación de la pobreza basadas en el enfoque de género. En este
contexto, SERNAM asumió como responsabilidad directa los programas que se
caracterizaban porque:
• abordaban temas “emblemáticos” de expresión de discriminación de género
(jefas de hogar, temporeras, violencia, participación social);
• no existía institucionalidad específica que los asumiera, dado el carácter
multisectorial de los problemas de intervención (no “eran de nadie y eran
de todos”).

Los Planes de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres, formulados


para los períodos 1994-1999 y 2000-2010, constituyeron marcos referenciales para
la acción pública. Sin embargo, aunque en algunos casos se asumieron formalmente
por los respectivos gobiernos, no tenían carácter vinculante para los ministerios
y servicios, lo que les restaba eficacia y ponía el acento de la implementación
de las políticas en las acciones de negociación, cabildeo y alianzas políticas,
realizadas por SERNAM, por algunas parlamentarias o por organizaciones de la
sociedad civil.

En paralelo, se avanzó paulatinamente hacia la transversalización del enfoque


de género en el Estado, mediante los compromisos ministeriales de género, la
constitución del Comité de Ministros por la Igualdad de Oportunidades y el
PMG de género. Estos instrumentos permitieron incluir el enfoque de género en
la planificación y en las políticas de los diversos servicios públicos, tanto a nivel
central como regional, y definieron el rol técnico de SERNAM con mayor claridad
y énfasis, aunque el avance fue disímil en los distintos sectores.

36
Al año 1990 los niveles de pobreza masculina llegaban al 37,9%, y la pobreza femenina
alcanzaba un 39,3%. En los menores de 18 años el porcentaje de pobreza era de 50,7%.

44
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

Destaca en este proceso la “Agenda de género 2006-2010” que sí fue parte del
Programa de gobierno, reflejando la clara voluntad política de la Presidenta
Bachelet por llevarla a cabo durante su mandato. Un aspecto crucial de dicha
Agenda, que corresponde a la lógica general del Programa de ese gobierno, es
que marcó el tránsito desde el enfoque de la igualdad de oportunidades hacia la
instalación del enfoque derechos que el Estado debe garantizar. Si bien la voluntad
presidencial fue un factor clave para el avance de las políticas de género, ello no
resolvió muchos de los temas de la institucionalidad que operan como barreras
a dichos procesos.

4. Algunas conclusiones

A modo de síntesis, los avances e insuficiencias brevemente descritos permiten


observar que durante los gobiernos de la Concertación se “han ido construyendo
políticas para la equidad y una institucionalidad que las sustenta (…). Estas
muestran una progresión desde la instalación de la igualdad de oportunidades
en la agenda pública, a la formulación de políticas y programas, la estrategia de
transversalización del enfoque de género en las políticas, el ajuste y ampliación
de ciertas políticas y programas que requieren crecientes niveles de intersecto-
rialidad, a la instalación de programas gestionados a nivel local y en el ámbito
rural. En su inicio se centraron en la pobreza y los problemas más graves (…) y
ampliaron el objetivo de igualdad y no discriminación a todas las políticas”37.

Contradictoriamente, precisamente porque se consignan importantes avances es


que hoy surgen desafíos tal vez de mayor complejidad, porque implican –simul-
táneamente– defender lo logrado, en un contexto de involución conservadora, y a
la vez seguir profundizando los procesos de institucionalización que dan soporte
a las políticas de género.

Dentro de este marco persisten algunas tensiones necesarias de resolver para


avanzar en la institucionalización:

1. La multidimensionalidad de los temas de género y la necesaria estrategia


de coordinación intersectorial para implementar las políticas se estrella contra
el funcionamiento sectorializado y compartimentado del Estado. Los diversos

37
Valdés, Teresa (2009) “La equidad de género: democracia en lo público y en lo privado”. En
Quiroga, Yesco y Jaime Ensignia (eds.) Chile en la Concertación (1990-2010). Una mirada
crítica, balance y perspectivas. Santiago: Fundación Friedrich Ebert.

45
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

mecanismos de coordinación, tales como el Comité de Ministros por la Igualdad


de Oportunidades o las Comisiones PRIO, permiten superar temporalmente las
tensiones, pero no constituyen formas estables y regulares de operar, sino dependen
de voluntades políticas de las autoridades, lo que resta continuidad y debilita la
institucionalización de las políticas.

2. El mandato coordinador de SERNAM se enfrenta con la resistencia natural de


las distintas instituciones a “dejarse coordinar” por un organismo externo, al que
no necesariamente validan dentro del campo específico de cada Ministerio, y que
–además– no aporta recursos para las políticas de género que pretende llevar a
cabo. La pregunta recurrente desde distintos servicios públicos es ¿qué aporta el
SERNAM para llevar adelante las propuestas que impulsa?, y la respuesta recu-
rrente es, aporta asesoría y seguimiento técnico, lo que para muchos organismos
resulta claramente insuficiente.

En este sentido el PMG de género ha sido un instrumento eficaz, aunque su


campo de gobernabilidad se reduce a la gestión y no a las políticas sustantivas.
La excesiva exigencia técnica que ha ido planteando el PMG lleva a las institu-
ciones que lo ejecutan –en muchos casos– a poner el acento en temas formales;
no necesariamente se formula la pregunta ¿cómo aportan estos compromisos de
gestión a la efectiva implementación de las políticas sustantivas? Ello genera con
frecuencia una débil articulación entre qué hacer (definido por las políticas) y
cómo hacerlo (definido por la gestión).

3. Un tema adicional de complejidad que no se ha resuelto en la institucionalidad


de género se refiere a la relación y eventual complementariedad entre SERNAM y
PRODEMU. Por una parte, los motivos que originaron la creación y permanencia
de PRODEMU como institución privada (mayor flexibilidad y capacidad de actuar
en áreas donde hay limitaciones para la acción estatal), se fueron desdibujando
a través del tiempo. Los organismos contralores aplicaron cada vez más rigor
al funcionamiento de PRODEMU, lo que en la práctica limitó su capacidad de
acción en los términos en que fue creado. Este organismo empezó a operar –en
muchos casos– como institución gubernamental “tradicional”, que actuaba en
paralelo con SERNAM u otros organismos públicos (por ejemplo, con programas
de microemprendimiento, o de capacitación laboral para mujeres).

Por otra parte, su doble dependencia: administrativa-técnica de SERNAM, y polí-


tica del gabinete de la Primera Dama, ex gabinete sociocultural de la Presidencia,
resulta de difícil manejo, ya que ello no responde a un diseño general articulador,
con mecanismos de retroalimentación y supervisión, sino más bien a una solu-

46
La institucionalidad de género en Chile: ... Carmen Andrade L.

ción práctica para sortear los problemas de administración de la institución en un


marco de legalidad.

4. Una de las estrategias explicitadas por SERNAM para llevar adelante políticas
de género, ha sido la validación de modelos de intervención, para luego institu-
cionalizarlos por la vía del traspaso a los organismos pertinentes que debieran
incorporarlos como políticas habituales. Sin embargo, esta orientación ha sido
más una intencionalidad que una práctica habitual.

Por ejemplo, se logró el traspaso del Programa de Apoyo a Mujeres Temporeras


a MIDEPLAN, pero no así del Programa de Mujeres Jefas de Hogar. De algún
modo SERNAM “se apropia” de sus modelos, hay celos institucionales y se des-
confía de que otros organismos preservarán el enfoque de género, por lo que se
continúa manteniendo los Programas a la espera de que se generen condiciones
favorables, lo que parece no ocurrir nunca, y que debilita la institucionalización
de las políticas.

5. La institucionalización de las políticas de género también afecta la dinámica


interna de SERNAM, lo que tiene efectos “claros y oscuros”. En la medida que
este organismo se va moldeando por las rutinas, ritmos y procedimientos de la
institucionalidad estatal, superando la imagen de ONG que caracterizó su perío-
do de instalación, adquiere mayor solidez institucional y mayor capacidad para
interlocutar con otras instancias de gobierno. Paradojalmente, al mismo tiempo
pierde algunos de sus “elementos virtuosos”, especialmente lo referido a su ca-
rácter político transformador de la realidad.

De este modo, la identidad institucional se “tecnifica”, las profesionales se de-


nominan “técnicas” o expertas, empiezan a desconocer su rol político, el manejo
del instrumental técnico y los procedimientos en muchos casos se constituyen en
fines en sí mismos perdiéndose los elementos de “sentido” de las políticas de gé-
nero. Esto puede llevar a la errónea conclusión de que no importa quién gobierne,
porque la técnica y la eficiencia de la gestión prevalecen sobre la política y sería
la misma en cualquier gobierno, independiente de su signo ideológico.

6. La propuesta de reforma de institucionalidad del actual gobierno a través de


la creación del Ministerio de Desarrollo Social puso una señal de alarma que
concitó una respuesta pública de rechazo de diversas organizaciones de mujeres.
Esto, no sólo porque el proyecto podía limitar las atribuciones y gobernabilidad
de SERNAM, sino también porque desmantela el marco conceptual de derechos
garantizados que se había venido construyendo, especialmente con la creación

47
Carmen Andrade L. La institucionalidad de género en Chile: ...

del sistema de protección social, reemplazándolo por el conocido concepto de la


derecha de acceso a oportunidades individuales y a movilidad social.

El efecto de pérdida de perfil de SERNAM, que aparentemente se intentó corre-


gir con las recientes indicaciones al proyecto de ley y la inclusión de la Ministra
como parte del Comité Social que se creará, no resuelve al menos un problema
de fondo, y es que las políticas de género no se restringen al ámbito social sino
abarcan el amplio espectro de las políticas públicas.

Fortalecer la institucionalidad de género es un desafío importante para ampliar


el impacto y dar sustentabilidad a las políticas de género, pero dado el actual
contexto político, claramente la situación se ha tornado compleja y las señales
indican que no se seguirá en esta línea, sino por el contrario, se evidencian signos
de retroceso en el desmantelamiento de SERNAM, la desnaturalización o término
de sus programas centrales, y la instalación de enfoques culturales que remiten al
ya conocido conservadurismo.

Termino diciendo que, a fines del gobierno de la Presidenta Bachelet, se construyó


el Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres 2010-2020 que plantea desafíos y
metas para el decenio38. Su elaboración, que estuvo a cargo de un equipo de pro-
fesionales del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), contó
con amplio respaldo ciudadano. En una de las muchas jornadas con organizaciones
de mujeres realizadas para validar sus propuestas, una dirigenta preguntó ¿y si se
pierde el gobierno, para qué nos servirá el Plan? Respondí lo mismo que reitero al
término de esta presentación, nos va a servir como plataforma de acción colectiva
para impedir retrocesos y para seguir haciendo lo que hemos hecho siempre, luchar
por nuestras reivindicaciones y derechos.

38
Ver Anexo 2.

48
Comentario

Ana Bell J.39

Muy buenos días. Estoy muy contenta de ver tantas amigas, tantas compañeras
con las que hemos hecho el recorrido de estos años. Estoy contenta por esta gran
convocatoria, porque últimamente me ha tocado estar en numerosas reuniones
para discutir materias que tienen que ver con estos últimos años y la gente no
quiere participar. Por tanto, me alegra mucho que estemos aquí convocadas ma-
sivamente.

Voy a iniciar mi comentario desde lo que enfrentamos hoy: creo que la derecha
gobernando y las amenazas que se están viviendo, no sólo respecto al SERNAM,
sino también a los derechos de las personas, nos muestran los niveles de consoli-
dación que logramos respecto a las institucionalidades y al trabajo que se hizo en
la Concertación de Partidos por la Democracia en estos 20 años en que estuvo en
el gobierno. Creo que estamos en un punto de inflexión y que hoy podemos ver
cuánto avanzamos y cuánto no.

Yo soy funcionaria del SERNAM, una funcionaria muy sui generis, y me alegra
que ahora con Adriana Delpiano seamos sociedad civil las dos, porque cuando
ella era Ministra tuvimos un conflicto muy grave, no sé si lo recuerda, fue al
principio de otro gobierno. Además de funcionaria del SERNAM, soy fundadora
de la Asociación de Funcionarios del SERNAM y por lo tanto viví la experiencia
laboral interna con las distintas ex Ministras aquí presentes, tuve relación con
Carmen y tuve la experiencia de trabajar con Josefina y Adriana siendo presidenta
de la Asociación.

39
Educadora social, militante del Partido Socialista, Vicepresidenta Nacional de la Mujer de
la ANEF, consejera de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

49
Ana Bell J. Comentario

Concuerdo con lo que señala Carmen Andrade, que es muy importante, y es que
cuando surgió el Servicio Nacional de la Mujer, había una situación diferente
respecto al resto de las instituciones que se crearon. Efectivamente el SERNAM
surgía de una gran presión desde las propias mujeres del movimiento para que
hubiera una preocupación por el tema. Pero venía, además, desde otra base y fue
que el aporte que hicieron las mujeres a la conquista de la democracia era tan
grande que su prestigio ante la sociedad era muy importante. Eso representaba
poder y significaba que estas demandas no eran para llegar y dejarlas de lado.

Eso hace un punto importante porque permite ver lo que fue pasando durante los
20 años con este movimiento de mujeres, que se fue desempoderando antes que
empoderándose más. Creo que eso sucedió y es una buena pregunta, porque lo
que dicen Carmen Andrade y Adriana Delpiano fue que faltaron acciones o fueron
insuficientes. Las dificultades no vienen del viento, sino que tienen que ver con
acciones y hay responsabilidades en ello. En ese sentido, nosotras tenemos que
preguntarnos por la responsabilidad que tenemos con respecto a lo que dejamos
construido y a lo que dejamos de construir.

Una primera cosa es lo que dice Carmen Andrade sobre la creación del SERNAM.
Yo me pregunto ¿por qué transaron con la oposición de entonces, si en aquel
minuto éramos mayoría en el Congreso, éramos mayoría? Entonces lo sucedido
tiene que ver con pactos políticos y, sin hacer juicios de valor respecto a ello,
recuerdo bien la realidad que había en ese minuto –que teníamos mayoría– y esa
es la gran pregunta.

Pero no se trata sólo del movimiento de mujeres, los trabajadores se hacen las
mismas preguntas. El Programa de gobierno del Presidente Aylwin traía una de las
mejores propuestas respecto al movimiento sindical y laboral, pero eso se transó
también en ese gobierno y se transó por una supuesta paz social, una construcción
democrática, en fin, y por supuesto, para mi visión, quedó bastante reducido en
relación a lo que tenía que ser. ¿Por qué, cuando había fuerza, teníamos la fuerza
de la democracia? Mucha gente decía “mira, nosotros no derrocamos al dictador
con una guerra sino que hicimos un pacto político para derrocar a la derecha”.
Pienso que la epopeya del triunfo del NO en el Plebiscito de 1988 fue bastante
más fuerte que una guerra civil, considerando la forma como se expresó la ciuda-
danía con el rechazo, una mayoría tan fuerte, tan potente. Desde ahí yo miro para
examinar el movimiento de mujeres y la situación en que estamos.

Valoro tremendamente la creación del SERNAM, creo que efectivamente el Estado


cuenta con una institucionalidad, que ha sembrado las bases de una instituciona-

50
Comentario Ana Bell J.

lidad, que tiene que ver con género y no con las mujeres. A mí me parece que es
tremendamente importante y creo que hoy día es algo que tenemos que defender.
Lamentablemente, estamos cruzados por esta valoración diversa, porque yo sé,
por ejemplo, que una parte importante de mujeres hoy día no están por la defensa
de esta institucionalidad, no sólo porque no se sienten representadas sino porque
además, sienten que fueron traicionadas en sus demandas. Y hay que decirlo, y
es aquí donde hay que decirlo, porque me considero hoy día en la oposición al
gobierno y creo que la mayoría de las que estamos acá nos consideramos oposi-
ción, pero para construir oposición debemos decirnos las verdades, tenemos que
hacer las críticas, hacer la autocrítica, porque las cosas que no se hicieron, no se
hicieron por algo.

Tecnificado, decía Carmen Andrade, pero es que ha sido una política decir “aquí
nadie es político, todos somos técnicos”, y hay una tendencia a decir “no, con
los políticos, no”. Aquí hubo una política de los gobiernos de la Concertación de
construir esta ideología de “lo técnico”, esa fue una política y por tanto no le pasó
sólo al SERNAM, sino que operó en todos lados.

Yo, que soy sindicalista y que nos concertábamos con la gente, llegábamos donde
un compañero que había sido de mi partido, y le hablábamos políticamente, y te
contestaba “aquí soy técnico”. ¿En qué mundo estábamos? Esos son hechos que
afectaron mucho, hoy día resultan más contradictorios con respecto a lo que pare-
ce ser una necesidad fundamental para defender lo avanzado: el alejamiento de la
gente respecto de la institucionalidad, de lo que hacía la institucionalidad y de lo
que incidía la institucionalidad sobre sus vidas. Creo que es una de las condiciones
más lamentables que hoy día ponen en riesgo la institucionalidad, porque lo que
está pasando en SERNAM está pasando en muchos servicios. Se están impulsan-
do transformaciones que este país no tiene idea, no sabe lo que está trayendo esta
derecha, no tiene idea de los vuelcos que están teniendo las instituciones.

Carmen Andrade mencionaba todas las instituciones que nacieron y para mi


sorpresa, conversaba hace unos días con personas de la Federación de servicios
vinculados a MIDEPLAN y les dije, con mucho orgullo, que el SERNAM había
sido el primer servicio creado por la democracia. Y me dicen “momento, cómo que
Uds., nosotros fuimos antes” y después, gente del INJUV (Instituto de la Juventud)
me dicen “nosotros también”. Entonces, es mucha la institucionalidad que se creó
hace 20 años, pero no con el impacto público que tuvo el SERNAM.

A mí me parece que estamos con un riesgo de pérdida muy importante, que hay
cosas que debemos defender y creo que no logramos permear lo suficiente al Estado

51
Ana Bell J. Comentario

para poder decir esto es del Estado y no de los gobiernos de turno. Las políticas
de transversalización de género son políticas de Estado, no son de determinado
gobierno, por tanto no puede cualquier gobierno decir yo deshago esto.

Viendo el gobierno actual, creo que debemos generar fuerza desde un espacio
político social, que es muy difícil de construir, porque sólo desde esa perspectiva
podremos defender la institucionalidad. Hay avances que no quedaron institucio-
nalmente consolidados; tal vez por la política existente no tuvimos las visiones,
no tuvimos las posibilidades, ni la fuerza para construirlas. Ámbitos como el de la
autonomía económica de las mujeres, quedó muy débilmente instalado y creo que
eso es fundamental para quienes entendemos las políticas de género en términos
de cómo empoderamos a las mujeres y generamos una fuerza equilibrada entre
hombres y mujeres. El tema de la autonomía económica de las mujeres estuvo
tremendamente debilitado y muchas veces primó una mirada de asistencialidad.
Eso nunca generó la fuerza suficiente como para decir que estábamos transfor-
mando este país en uno más igualitario.

Adriana Delpiano ya mencionó la situación de la representación política, que tam-


poco la institucionalizamos. Creo que era posible, a lo menos en la reestructuración
del Estado, que nunca más los gabinetes fueran no-paritarios. Esa era una pelea
que había que dar, y con la ciudadanía era posible, y no se dio. Por supuesto, hoy
día nos encontramos con la tremenda falta de representación de las mujeres.

Creo que en el ámbito cultural, tampoco en estos 20 años generamos una mirada
diferente. Porque lo que observamos hoy día, quienes enfrentamos al gobierno
y todos los días lo escuchamos, es que la batalla cultural la estamos perdiendo,
o simplemente, nunca la empezamos. Hay mensajes que calan fuertemente en la
gente, desde la derecha, sin que tengan la capacidad crítica de ver qué está suce-
diendo, qué está pasando efectivamente. Ahí hay un problema desde lo cultural y
si nos hacemos cargo de esas cosas podremos construir oposición.

Yo estoy dispuesta a hacer muchas cosas por el SERNAM, pero creo que debe-
mos generar masa crítica detrás de ello, para que la gente entienda qué se está
perdiendo. Ahí hay un camino que reconstruir.

Adriana Delpiano decía que tenemos que fijar un cierto nivel de metas, pero
creo que estamos más atrás respecto a lo que hay que hacer, que es construir esta
oposición, entender que hay una pérdida muy brutal en lo que está pasando hoy
día. Hay una transformación del Estado en curso.

52
Comentario Ana Bell J.

Recién me preguntaban ¿20 años, es mucho o poco tiempo para construir institu-
cionalidad? Yo creo que es mucho tiempo, porque si se observa lo que ha pasado
en un sólo año de gobierno de derecha, se puede entender que en cuatro años se
puede transformar fundamentalmente a este país.

Creo que la Concertación lo cambió en los primeros cuatro años, pero algo pasó
en el resto que no consolidó ese cambio y es el momento en que nos pongamos
alerta.

Muchas gracias.

53
iI.

Legislación y normativas para


la igualdad
Reformas legislativas, una estrategia
eficaz para la igualdad de género en chile

Laura Albornoz P.40

Muy buenas tardes a todas y también a los hombres que nos acompañan. Las
organizadoras de este seminario “¿Construyendo Igualdad?: 20 años de políticas
públicas de género”, me han solicitado exponer sobre “Legislación y normativas
para la igualdad”. Es decir, las reformas legislativas que se impulsaron durante
los 20 años de gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, y que
fueron impulsadas especialmente desde el Servicio Nacional de la Mujer.

Quisiera comenzar haciendo algunas afirmaciones preliminares: el impulso de


reformas legislativas constituyó una de las principales estrategias de género im-
pulsadas por diversos actores durante las dos décadas recién pasadas, a mi juicio,
una de las más importantes, si no la principal estrategia que adoptó el mecanismo
de la mujer en Chile para avanzar en políticas de equidad en nuestro país.

Hemos revisado el número de leyes con Carmen Andrade, a propósito de una


jornada realizada en Coquimbo la semana pasada, y contabilizamos cerca de 48
leyes, que de una manera u otra dicen relación con avances en la consagración
y ejercicio de derechos para las mujeres, y que fueron impulsadas por distintos
actores y actrices, incluyendo en éstas a parlamentarias y parlamentarios y a or-
ganizaciones de la sociedad civil.

Producto de lo anterior, uno puede reafirmar la enorme importancia que tiene esta
estrategia y señalar que sigue siendo una herramienta esencial para el avance de

40
Abogada de la Universidad de Chile y Doctora en Derecho Civil por la Universidad de
Sevilla. Ministra del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) (2006-2009), Presidenta de
la Comisión Interamericana de las Mujeres de la OEA (CIM). Actualmente es Vicepresidenta
Nacional del Partido Demócrata Cristiano. Entre el 2002 y el 2004 fue jefa de gabinete de
la sub directora de SERNAM y actuó como Subjefa del departamento de Coordinación
Interministerial de esa institución. Asesora jurídica del Servicio Nacional de Menores
(SENAME). Desde el 2010 realiza clases en la Universidad de Santiago de Chile y desde
el año 2011 es académica de la Universidad de los Lagos y de la Universidad de Talca.

57
Laura Albornoz P. Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la...

los derechos de las mujeres. Esta estrategia, además, es percibida positivamente


por la opinión pública y los diferentes actores políticos, quienes al ser consultados
sobre los principales avances que han supuesto mejoras en la materia, las reformas
legales son reiteradamente mencionadas, toda vez que suponen, desde mi punto
de vista, un cambio de enfoque, de mirada, en un país donde la ley tiene una valor
superior a las conductas.

Esta estrategia de la que hablamos usó como herramienta de posicionamiento


la denuncia. En efecto, la denuncia, posteriormente acompañada de una pro-
puesta de reforma, permitió delatar aquellas realidades sociales que no eran ni
reconocidas ni menos aún asumidas, pero que una vez exhibidas eran difíciles
de negar y que, mayoritariamente, tenían y tienen que ver con el disímil trata-
miento que el ordenamiento jurídico da a las mujeres por vía de la neutralidad
de las normas que lo componen y que, en general, la cultura refuerza sistemá-
ticamente, validándolo.

Esta estrategia de denuncia permitió visibilizar la desigualdad denunciada y


construir a partir de ella un piso político que permitiera argumentar a favor de
la reforma propuesta, pero que por lo mismo, en reiteradas oportunidades eludió
hacerse cargo de temas considerados “tabú”, que tensionaban internamente a la
Concertación, con mayor razón a la oposición de entonces.

Se podría señalar, usando la expresión que identificó al Presidente Patricio Aylwin,


que en estas materias se avanzó “en la medida de lo posible”, criterio que se aplicó
recurrentemente al atender las reivindicaciones de los derechos de las mujeres,
pero que no fue usada para dar respuesta a otro tipo de demandas, lo que nue-
vamente significó una equívoca interpretación de la existencia del denominado
“piso político” para enfrentarlas.

¿Qué era “lo posible” durante estos 20 años? A mi juicio, las reformas que se
centraron, especialmente, en las relaciones de familia, y en menor medida, en lo
concerniente a los derechos laborales. Especialmente en lo relativo a la estructura
del mercado laboral y la participación de las mujeres en el mismo. Incluyo en estas
reformas una amplia gama de transformaciones en ellas: la extensión del derecho
de amamantamiento, el fuero maternal para las trabajadoras de casa particular,
la reforma al sistema de pensiones, la ley de igualdad salarial, el reconocimiento
de las relaciones de familia con la nueva ley de matrimonio civil, e incluso la ley
que sancionaba la violencia en su primera versión de 1994, la siguiente del 2005,
promulgada durante el período de la Ministra Cecilia Pérez y la tercera versión,
promulgada por el presidente Piñera hace algunos días atrás y que nosotros pro-

58
Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la... Laura Albornoz P.

movimos y tramitamos durante el gobierno de Michelle Bachelet, conocida como


la ley de femicidio.

Sin perjuicio de lo anterior, uno de los aportes más relevantes de estas reformas
no fue sólo las modificaciones que se desprendían, en cada caso, de su texto, sino
que principalmente el cuestionamiento cultural que dichas normas traían implí-
citas, las leyes que ellas cuestionaban, los mensajes culturales que éstas querían
modificar. Estos aspectos fueron, desde mi punto de vista, la principal contribución
que estas reformas supusieron, ya que con ellas se cuestionó la lógica imperante
en la estructura normativa de nuestro país.

Para una muestra de aquello, tres botones. El primero, las reformas impulsadas
en materia de filiación, la modificación de la legislación penal en lo relativo a los
delitos de connotación sexual, la incorporación del acoso sexual en la legislación
laboral, e incluso los cambios generados en materia de pensión alimenticia. Todas
estas reformas tuvieron un trasfondo cultural importante, toda vez que lo que se
persiguió aquí, entre otros aspectos, fue la idea del ejercicio responsable de la
sexualidad, al hacerse cargo de las consecuencias de la misma, especialmente de
los padres.

En segundo lugar, y en ese mismo orden de ideas, es importante mencionar las


reformas laborales, toda vez que éstas, más que estar orientadas sólo a cambiar
un artículo específico de la legislación laboral (Código del Trabajo o ley laboral
específica) validaron la necesidad de reconocer y proteger los derechos parentales
y maternales, y que tuvo por propósito acompañar la inserción laboral de la mujer,
en un contexto de progresiva desregulación y precariedad.

Pese a que se apuntó a ese cambio cultural, estas reformas se hicieron en un contex-
to que todas conocemos y que sigue orientando el diseño de las políticas públicas
de género que en esa materia se quieren impulsar, aunque con una mirada bastante
más conservadora. Por ejemplo, si se observa y analiza en profundidad el proyecto
de teletrabajo que se quiere promover y otras normas de similar característica que
se están dando a conocer a través de los medios de comunicación.

El tercer botón de muestra se refiere a las modificaciones y los avances alcanzados


en materia de “violencia intrafamiliar”. Lo llamo así porque es el nombre que está
considerado en la ley. La última reforma contenida en la ley 20.480, que modifi-
ca el Código Penal y otros cuerpos legales, que tipifica el “femicidio”, también
modifica, y lo dice claramente, la ley 20.066 de 2005, que ya había creado el tipo
penal de “maltrato habitual”, entre otros aspectos.

59
Laura Albornoz P. Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la...

Ustedes se preguntarán por qué afirmo que estas modificaciones son una tercera
muestra importante. Por una razón muy clara, y es que dichas reformas, en especial
la última, propiciada y tramitada mayoritariamente durante el gobierno de Michelle
Bachelet, permitieron visibilizar con mayor claridad este delito.

El debate legislativo, acompañado de una política pública con fuertes componen-


tes programáticos, formaron parte de un todo, que efectivamente permitió que
este grave problema, que afecta la vida e integridad física, psicológica, política y
social de las mujeres, fuera considerado por una mayor cantidad de actores y se
les impuso un nivel de exigencia en su actuar, al menos algo más coherente con
las exigencias internacionales, en materia de derechos de las mujeres.

El proyecto en si mismo permitió, además, otorgar protección legal a las nuevas


formas de unión familiar y no sólo aquellas basadas en la noción tradicional de
la familia matrimonial. Quiero hacer aquí una confidencia, porque con quienes
trabajamos y conversamos esta presentación, Javiera Muñoz y Marco Rendón, dos
queridos e importantes colaboradores durante mi gestión, ellos habían incorporado
en la presentación la frase “basadas en la noción tradicional y conservadora de la
familia matrimonial” y que yo, por supuesto en estricto apego a mi doctrina y co-
herente con mi cargo de Vicepresidenta Nacional de la Democracia Cristiana, tuve
que sacar. ¿Cómo iba a aparecer diciendo que era conservador el matrimonio?

Los avances en materia legislativa obtenidos durante estos 20 años de los gobiernos
de la Concertación, y relacionadas con los avances de los derechos de las muje-
res, como asimismo el impulso a cambios culturales a través de la generación de
nuevas normas, planes y políticas públicas fue, a mi juicio, una agenda construida
más desde la mirada del Estado que de la sociedad civil.

A diferencia de lo que ha sucedido en otros países donde los límites institucionales


son más difusos, en el caso de Chile, cada actor o actriz jugó su rol en este proce-
so, desde el lugar donde se encontraba. En ese contexto, uno podría afirmar que
la concreción de esta agenda fue hecha desde una mirada más de Estado que de
sociedad civil, lo que no significa, por cierto, que las modificaciones impulsadas
no estuvieran contenidas y hayan sido promovidas por la sociedad civil durante
largos años, en una lucha que nuestro país y en particular, quienes tuvimos la
oportunidad de provenir del mundo político y de desempeñarnos en la adminis-
tración del Estado, reconocemos y valoramos.

Yo creo que el mayor impacto de las reformas impulsadas excedieron lo meramente


regulatorio, porque lo que permitió su consagración fue, en definitiva, construir

60
Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la... Laura Albornoz P.

nuevas legitimidades, nuevos tipos de relaciones entre hombres y mujeres en el


marco de las relaciones de familia, afectividad y trabajo.

Cuando en Chile se otorgó igualdad a todos los hijos e hijas, independientemen-


te de su origen matrimonial, lo que se hizo fue establecer un nuevo sistema de
relaciones que antes el Estado chileno no reconocía. De la misma forma, cuando
se establece la obligación de los padres de proporcionar alimentos, sin importar
la existencia o no de un vínculo matrimonial previo con la madre, o por ejemplo,
cuando se sanciona el acoso sexual en el contexto laboral, justamente se apunta
a construir nuevas legitimidades, todo lo cual resulta inmensamente relevante si
uno analiza los cambios experimentados por la sociedad chilena en estos últimos
20 años.

Lo que quiero afirmar es que, en definitiva, los grandes avances, las grandes
transformaciones producidas durante todos estos años, aún tomando en conside-
ración la autocrítica de no haber avanzado todo lo que se hubiera esperado, fue el
haber modificado, por decirlo de alguna forma, la vida cultural y los parámetros
con que se establecían las relaciones entre hombres y mujeres en nuestro país.
Por esto es que me atrevo a afirmar con seguridad, que son éstos los verdaderos
avances logrados en Chile producto de las reformas legales impulsadas durante
estos años. Insisto, pese a que aquí podamos debatir y va a salir seguramente de
la exposición de mis compañeras de mesa, que éstos pudieron ser mejores, más
profundos, y seguramente más diversos.

¿Por qué es tema hoy el de la estrategia de la reforma legislativa? La respuesta


pareciera ser bastante clara, nos preocupa que esta estrategia, tan importante, se
diluya, se utilice para reafirmar roles y estereotipos, o de plano para retroceder
en la consagración de derechos a favor de las mujeres, y por cierto, los hombres
de nuestro país.

En el desempeño de mi función de Ministra del Servicio Nacional de la Mujer,


pero especialmente desde el rol de Presidenta de la Comisión Interamericana de
Mujeres, pude presenciar personalmente cómo la permanencia, la institucionalidad,
los recursos, el poder y la forma de funcionamiento de los distintos mecanismos
para el adelanto de las mujeres en América, especialmente América Latina, sufrían
todo tipo de variaciones, generalmente a la baja. También pude observar cómo,
en los distintos países de la región, esta estrategia fundamental tenía avances y
retrocesos conforme a la priorización que el propio gobierno hacía de ella, o la
experticia de la Ministra o que la máxima autoridad a cargo tenía para destacarla
e impulsarla.

61
Laura Albornoz P. Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la...

Una cosa parecida sucede en Chile. En la actualidad nos preocupa que el uso de
estrategias tan importantes como estas pueda diluirse, perder eficiencia. Los datos
son bastante elocuentes: durante el año 2010 se aprobaron sólo dos proyectos de
ley en estas materias, la ley sobre trata y tráfico de personas y el de femicidio,
ambos impulsados con fuerza y decisión durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
El primero de ellos, de autoría de la Diputada María Antonieta Saa, compañera
de mesa, que llevaba un tiempo tramitándose en el Congreso Nacional, pero que
aceleró su tramitación durante este período, y el segundo, cuya indicación susti-
tutiva vino a complementar una moción de la Diputada Adriana Muñoz y otras
parlamentarias, promovido y tramitado mayoritariamente durante el gobierno de
la primera mujer Presidenta de la República, y que fue acompañado de políticas
públicas y relevamiento mediático y político del tema. Ello permitió, a mi juicio,
darle un contexto y constituir un piso político suficiente para, en definitiva, ser
aprobado con posterioridad.

Salvo los dos casos mencionados, durante el año 2010 no se dio impulso ni ur-
gencia a ningún proyecto de ley que se relacionara con temas de género. Pese a
los reiterados anuncios sobre el compromiso de extender el postnatal, repetidos
durante el discurso del 21 de mayo de que este proyecto se presentaría antes de
que terminara el 2010, todavía no han sumado acuerdos internos para decidir su
contenido, si será de seis meses o menos de seis meses, flexible o no, de jornada
parcial, etc.

En este mismo orden de ideas, nos preocupa que esta estrategia, además de caer en
desuso, se transforme en un boomerang toda vez que se decida utilizarla con otros
propósitos, como por ejemplo, para modificar la ley del SERNAM a fin de crear
el Ministerio de Desarrollo Social, quitándole prerrogativas al Servicio Nacional
de la Mujer o simplemente subordinándolo –de crearse– al nuevo Ministerio de
Desarrollo Social. Con énfasis y mandatos tradicionales, es decir cumpliendo
un rol orientado a satisfacer las necesidades de la población, perdiendo su ca-
rácter de Servicio destinado a diseñar, implementar y ejecutar políticas públicas
con perspectiva de género que, en definitiva ha sido la misión que se asignó a
SERNAM desde su creación el año 1991, y que aparece contemplada en su ley
orgánica constitucional.

En este sentido, la reforma que se propicia viene a despojar al SERNAM de un rol


que ganó con el tiempo y, permítanme un atrevimiento quizá para algunas, con el
reconocimiento que adquirió al interior de la administración del Estado y hacia el
país, en el sentido de ser o hacer mucho más allá de aquello que se definía en su
ley. Así las cosas, este cambio de enfoque que se está pidiendo, coincidente con la

62
Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la... Laura Albornoz P.

creación del Ministerio de Desarrollo Social, utilizando la vía legislativa, lo que


hace es circunscribir el accionar de SERNAM a una función meramente asisten-
cial. Este es el enfoque que hoy día se le está dando a los programas y políticas
impulsadas desde el gobierno y que se materializa en la supresión del programa
de información de derechos y empoderamiento de las mujeres, la reorientación
del programa de prevención, atención y protección de víctimas de violencia, o el
programa de habilitación laboral para mujeres trabajadoras jefas de hogar.

De esta forma, al restarle apoyo político a la institucionalidad de género, excluyen-


do a la Ministra del Servicio Nacional de la Mujer de los espacios de decisión de
las políticas públicas, en definitiva, lo que perseguía era justamente minimizar la
acción del SERNAM en la generación de políticas públicas y la transversalización
de la perspectiva de género al interior de la administración del Estado. Recuer-
den ustedes que, desde el comienzo del gobierno de Sebastián Piñera, estuvo en
cuestión si el SERNAM debía o no seguir asesorando, orientando, capacitando y
fiscalizando a los Ministerios y servicios públicos en la aplicación y validación
del PMG de género. Ahí también se ha tenido una actitud regresiva a mi juicio, o
por lo menos difusa sobre su aplicación futura, tanto es así, que todavía no se tiene
claridad acerca de cuál es el rol que seguirá cumpliendo esa estrategia pionera en
América Latina y de enorme poder coercitivo para el cumplimiento de las metas
de género y la promoción de cambios al interior de la administración del Estado,
como es el PMG de género.

¿Qué pasó finalmente con esta propuesta de subordinación de SERNAM al Minis-


terio de Desarrollo Social, que contemplaba el nuevo proyecto de ley impulsado
por el gobierno de Sebastián Piñera? Lo que pasó fue que la acción concertada de
muchas y de algunos, provocó que el gobierno debiera retractarse de su decisión,
ingresando indicaciones para excluir al SERNAM de las modificaciones de la ley
orgánica propuestas.

Para terminar, sólo quisiera reiterar la importancia que el uso de esta estrategia
basada en la promoción e implementación de reformas legislativas tiene a la hora
de modificar los patrones legales y culturales instalados en nuestra sociedad. En
efecto, medidas como éstas han sido, y seguirán siendo, una de las principales
fortalezas a la hora de apoyar, impulsar, cambios a la condición, situación y pleno
ejercicio de los derechos de las mujeres de nuestro país.

En efecto, el SERNAM mediante diversas y concretas acciones asumió, como le


correspondía, una función trascendental que fue y debe seguir siendo el propi-
ciar y promover políticas públicas y reformas legislativas que permitan superar

63
Laura Albornoz P. Reformas legislativas, una estrategia eficaz para la...

la situación desventajosa que afecta a las mujeres del país. Es decir, tenemos un
mecanismo para el adelanto en Chile, que pese a todas sus desventajas estructu-
rales y posiblemente políticas, fue pensado para cumplir determinados objetivos,
apropiarse de determinadas estrategias, diseñar planes, contenidos y políticas y
ha cumplido esa función de manera sistemática y consistente a lo largo de estos
20 años, lo que sin duda alguna me enorgullece, porque me siento parte de su
historia.

En el año 2000, la CEPAL hizo una evaluación del rol que SERNAM ha cumplido
en Chile durante estos años y se concluyó que: “ha jugado un rol decisivo en la
construcción de una voluntad política en torno a la equidad de género”, y en eso,
no tengo más que encontrarles la razón.

Esa es la idea que intenté transmitir esta mañana, con sentido crítico de hacernos
cargo de lo que fue deficiente o simplemente no estuvo presente en el accionar del
Estado, pero también reconocer los avances que se obtuvieron y las fortalezas que
se adquirieron durante estos años y que nos permiten afirmar que Chile es, para
las mujeres, un país muy distinto al que recibimos hace 20 años atrás.

Agradezco al Observatorio de Géneroy Equidad la invitación a debatir sobre un


tema tan importante el día de hoy.

Muchas gracias.

64
Legislación para la igualdad: actuando
desde el parlamento

Diputada María Antonieta Saa D.41

Gracias por invitarme, es muy importante esta invitación.

Cuando, con el paso de los años uno va en retirada, se pregunta quién seguirá en
esta lucha. Por eso me alegro de ver tanta gente joven.

Me alegro tanto también de encontrarme con mujeres con las que he compartido
las luchas desde hace años. Venimos de los años 70, 80, ¿no es cierto? Iniciamos,
en plena dictadura, una lucha que fue muy bonita y creo que el movimiento de
mujeres ha sido uno de los movimientos más exitosos existentes, porque estamos
sacudiéndonos de miles de años de dominación. A ratos se pierde la perspectiva y
nos quejamos porque no tenemos todo, pero es necesario recordar que son miles
de años los que estamos desafiando. Yo creo que hay que tener esa mirada.

Nosotras, las mujeres, pusimos en la agenda política la agenda de género, del em-
poderamiento de las mujeres, y lo hicimos a través de muchas acciones. Sí, miles
de acciones, talleres, etc. Fuimos sujetos políticos y sociales durante la dictadura.
Era muy emocionante ver a las mujeres en las ollas comunes, en los talleres, en
acciones callejeras, etc. y nos transformamos en mujeres políticas cuando fuimos
capaces de sacar una agenda de género en la Asamblea de la Civilidad (1986).
Cuando todos los sectores sociales tenían su agenda, nosotras, las mujeres, pusimos
la nuestra, y eso fue tremendamente importante.

41
María Antonieta Saa D., profesora de castellano, feminista, militante del Partido por la
Democracia (PPD). Fue alcaldesa de Conchalí, designada por el Presidente Aylwin tras
la recuperación de la democracia en 1990. Diputada por el distrito 17 desde 1994 hasta
hoy. Entre el 16 de agosto de 1997 y el 11 de marzo de 1998 presidió la Cámara de
Diputados. Presidió la Comisión especial a cargo de la Acusación Constitucional contra el
ex Comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet Ugarte.

65
Diputada María Antonieta Saa D. Legislación para la igualdad: actuando...

También formamos la Concertación de Mujeres por la Democracia (1988). En esa


organización nos juntamos feministas con mujeres de partidos políticos. Fue un
tremendo movimiento, más de 400 mujeres que trabajaron en el programa para el
futuro gobierno democrático. Tuvimos problemas con los dirigentes y nos echaron,
quedamos fuera, pero no importa, porque pusimos la agenda, y pusimos el programa y
propusimos el SERNAM que planteamos en el documento Demandas de las Mujeres
a la Democracia. Ello porque con la experiencia internacional y por las mujeres en el
exilio, sabíamos que las españolas habían hecho un organismo, el Instituto de la Mujer
y que no tenía mucha influencia en su gobierno. Nosotras planteamos que la Directora
del SERNAM tuviera rango de Ministra y sabíamos que era importante para promover
transversalmente las políticas de género en las políticas públicas y sociales.

El movimiento de mujeres de los años 80 tuvo muchos matices y fue muy impor-
tante. Al preguntarse por qué lo pudimos hacer, podemos decir que quizás porque
la dictadura echó los partidos políticos para la casa y estábamos con campo libre.
Tal vez esa fue la causa. El hecho fue que nos transformamos en sujetos políticos
y sociales y en la democracia naciente pudimos poner nuestro programa en la
agenda política y eso ha sido tremendamente importante.

Creo que estamos finalizando una etapa de una agenda que fue y ha sido exitosa.
Estamos finalizando esa etapa que va desde los años 70 y 80 hasta ahora. Fue muy
difícil poner esta agenda de género, incluso los militantes de la Unidad Popular
nos mandaban para la segunda fila y el himno de la Central Única de Trabajadores
nos decía: “Aquí va la clase obrera, hacia el triunfo, querida compañera, y en el
día que yo muera, mi lugar lo tomas tú”. O sea, por muy avanzados que fueran,
para nada nos consideraban. No éramos sujetos de derecho, de protagonismo.

Lo que hicimos en los años ochenta es muy importante que se recoja, que se recoja
la maravilla que fue este movimiento tan exitoso. Tomamos decisiones que no
fueron muy conscientes, no fueron muy discutidas, tampoco por las mujeres que
pensábamos que era importante que esta agenda fuera del Estado. Otras pensaban
que no era bueno, que se podía cooptar al movimiento. Ambas posiciones eran
legítimas. Yo era de las que queríamos que la agenda fuera del Estado, porque
ahí las transformaciones podían ser mayores y de mayor significado para el país,
podrían no ser tan prístinas y tan puras, pero siempre la prisa es enemiga del
avance y todos queremos ver avances, no en miles de años más porque entonces
no los veremos. Vamos caminando, sí, vamos caminando.

A las mujeres de la Concertación de Mujeres por la Democracia, la única agenda


que no nos resultó fue la agenda del poder, porque éramos inexpertas. Cuando

66
Legislación para la igualdad: actuando... Diputada María Antonieta Saa D.

propusimos mujeres para cargos de Ministras, presentamos casi cien nombres


y nadie nos hizo caso. Porque hay algo que nos cuesta reconocer a las mujeres
y son los liderazgos. Un liderazgo significa establecer confianza, complicidad
entre nosotras. En esa ocasión no nos pusimos de acuerdo en proponer una o
dos mujeres para ser Ministras o tener altos cargos. Y así, en la agenda de poder
nos fue pésimo. Logramos la directora del SERNAM –con rango de Ministra,
una Subsecretaria en el Ministerio de Vivienda y a mí me nombraron alcaldesa
en la comuna de Conchalí. No tuvimos más mujeres a nivel gubernamental y es
evidente que nos fue pésimo.

Algo que faltó fue que las mujeres se apropiaran de la “agenda”, que la pusie-
ran en su corazón, y eso ha sido una falencia porque ello ha impedido hacer los
cambios que debimos hacer. Evidentemente, no está en el corazón de la política
de los varones. Nos aceptan políticamente, pero carecen de los elementos y la
profundidad para entender los grandes cambios que hay que hacer.

Por eso es tan importante que lleguen más mujeres al Parlamento para impulsar
esa agenda. Es difícil porque los partidos políticos son machistas pero debemos
estar allí, porque legalmente no hay otra forma de llegar al Parlamento. Sin duda,
para las mujeres es bien difícil la vida al interior de los partidos, y es más difícil
llegar al Parlamento, y las que llegamos fue porque teníamos una larga militancia
y no era presentable que nos dejaran fuera, pero hubo que dar luchas importantes
al interior de los partidos para llegar a ser candidatas.

La derecha se dio cuenta de que era rentable presentar candidatas mujeres, que
hoy día la ciudadanía vota por mujeres y tiene buena evaluación de su trabajo.
En el Parlamento, las mujeres de la derecha son las hijas de, las hermanas de, etc.
Si hacemos un análisis detallado, muchas son muy buenas e inteligentes, pero su
legitimidad de acceso al Parlamento ha sido el hecho de ser hija de un alcalde, la
esposa de un dirigente connotado, etc.

Si se hace un análisis del origen de la falta de liderazgos y que pocas mujeres


han tenido una carrera política, es porque al interior de los partidos ha sido muy
difícil para las mujeres conseguir respaldo y legitimidad.

Ahora bien, las parlamentarias jugamos un rol central en la legislación. Las par-
lamentarias mujeres y feministas hemos podido hacer un trabajo decisivo para
empujar la estrategia que describía Laura Albornoz, ex Ministra del SERNAM.
Fue una estrategia conjunta entre nosotras, las mujeres que estamos en el Parla-
mento y el SERNAM. Es el caso de Adriana Muñoz, que presentó la primera ley

67
Diputada María Antonieta Saa D. Legislación para la igualdad: actuando...

contra la violencia doméstica, yo que presenté el proyecto que modificaba la ley


de violencia intrafamiliar y que tipificó el delito de maltrato habitual. Todo esto
fue posible y producto de la acción del movimiento de mujeres, que fue capaz de
poner el tema de la violencia contra la mujer en la opinión pública. La necesidad
de hacer modificaciones a la ley surgió del DOMOS42. El trabajo de años del
DOMOS ha sido excelente y le rendimos un homenaje. El conocimiento acumulado
en el trabajo con mujeres y los déficits que tenía la ley en su aplicación sirvieron
de base para proponer la modificación de la Ley de Violencia Intrafamiliar (VIF).
Otro gran avance fe la tipificación del Femicidio, que presentó la Diputada Adriana
Muñoz con indicaciones del SERNAM: esto se logró por la acción de denuncia
perseverante y contundente de la Red Chilena contra la Violencia Domestica y
Sexual43. En esta última ley logramos incorporar la rebaja considerable de penas
para la persona (mujer o hijos, por ejemplo) que comete delito de parricidio y
que ha sufrido violencia anterior. Esto es muy bueno e importante. Muchas mu-
jeres llegan al asesinato de sus cónyuges o parejas, desesperadas por la vida de
violencia contra ellas y sus hijos. Costó mucho, pero al final tuvimos el respaldo
de un profesor de derecho civil.

Creo que hemos ido sensibilizando al Parlamento frente a los temas de género.
Desde detalles como que nos digan “diputadas” (con a) hasta cosas más profundas
como crear una comisión especializada en estos temas, la Comisión de Familia.
No le hemos podido poner el nombre de “comisión de equidad de género”, como
en otros Parlamentos, pero ha servido para discutir allí leyes. Fue una estrategia
nuestra la de crear esta comisión, que fue muy importante para la presentación de
leyes, pero que ahora se la tomó la derecha conservadora. En un período estuvo
integrada por Fanny Pollarolo, Isabel Allende, Mariana Aylwin, Adriana Muñoz,
yo y algunas diputadas más, y logramos tener una comisión donde se trataran
estos temas con profundidad. Si no existiera, todos estos temas serían posterga-
dos o los trataría la Comisión de Constitución, legislación y justicia, constituida
principalmente por varones abogados que con su apego al derecho tradicional,
habrían tenido resultados muy diferentes a lo que hemos logrado.

Hemos transformado el derecho de familia en forma considerable. No hemos


podido, como dijo Laura Albornoz, avanzar en materia de derechos sexuales y
reproductivos. Presentamos un proyecto con el movimiento de mujeres. Con el
Foro de Salud y Derechos Reproductivos se hizo un proyecto muy interesante
de Ley Marco, pero no pudimos avanzar en ese proyecto por falta de acuerdo

42
Corporación DOMOS, www.domoschile.cl
43
Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual, http://www.nomasviolenciacontramujeres.cl/

68
Legislación para la igualdad: actuando... Diputada María Antonieta Saa D.

político y discrepancia de visiones. Sin embargo, sí pudimos avanzar cuando el


país entró en período de elecciones y en esa oportunidad, el movimiento social
fue muy importante. Después que 32 diputados/as conservadores presentaron un
requerimiento al Tribunal Constitucional para que declarara ilegal la normativa
del Ministerio de Salud que indicaba que se podía entregar anticoncepción de
emergencia en los consultorios públicos, nosotras, con 56 diputados/as también
hicimos una presentación, la que para nada se tomó muy en cuenta. Trabajamos
en eso con Lidia Casas como abogada, pero después, en el período de elecciones,
la derecha no se pudo negar y tuvo que votar a favor en un proyecto presentado
por el gobierno que transformaba en ley lo que antes estaba en la normativa del
Ministerio de Salud. Aprobamos el derecho de las mujeres a decidir sobre su vida
reproductiva y el deber del Estado de entregar todo tipo de anticonceptivos. Esta
ley, promulgada en enero de 2010, puede ser un instrumento importante para
denunciar cuando no se esté entregando la anticoncepción de emergencia en las
condiciones establecidas en ella.

Entonces, creo que en el Parlamento necesitamos más mujeres conscientes y


decididas, porque podemos ir sensibilizando, vamos cambiando y también se
necesita apoyo a esta labor. Por ejemplo, cuando se discutió el proyecto de ley
sobre el femicidio en la Cámara de Diputados, muchas mujeres fueron a apoyar
en las tribunas y esto fue decisivo para que algunos que iban a votar en contra,
votaran a favor.

Cuando tramitamos la Ley de matrimonio civil que establecía el divorcio vincular,


que nos costó tanto, echamos de menos un apoyo más explícito de la ciudadanía.
Incluso de parte de nuestro Gobierno, el reconocimiento ha sido escaso, y pienso
que hemos hecho una buena labor dentro del Parlamento y la seguimos haciendo.
Hemos presentado proyectos, como la propuesta de modificación al matrimonio
civil, en que se introducen varios elementos importantes. Ahora estamos pre-
sentando un proyecto de tuición compartida que es un tema muy complejo, pero
hay sectores de padres que están preguntando ¿y nosotros qué? Es una discusión
interesante, difícil y ahí estamos y algo puede salir. La ley de tráfico de migrantes
y trata de personas acaba de ser aprobada; después de seis años de tramitación
está por salir. Esta ley de Trata la trabajamos y la presentamos con el movimiento
social. Trabajé en conjunto con Denisse Araya de la ONG Raíces, para abordar
la trata de los niños. Hay muchos otros proyectos de ley que no avanzan y su tra-
mitación es muy difícil, porque nuestro mundo político es muy conservador. Por
ejemplo, el proyecto de Ley que autoriza el cambio del orden de los apellidos. El
SERNAM acogió este proyecto y lo defendió.

69
Diputada María Antonieta Saa D. Legislación para la igualdad: actuando...

Mi conclusión es que podemos hacer muchos avances en el Parlamento, pero nece-


sitamos mujeres que quieran ser diputadas, que se la jueguen, que se incorporen a
los partidos y logren ser candidatas y parlamentarias. Creo que es la única manera
de avanzar en nuestra Agenda. El mundo conservador es cada día más militante
y podemos tener retrocesos, de modo que es necesario apurarse.

Muchas gracias.

70
Comentario

Carolina Carrera F.44

En primer lugar, quiero agradecer al Observatorio la invitación hecha a Corpo-


ración Humanas a comentar sobre legislación y normativas para la igualdad de
género, en tan importante evento. Asimismo, saludar y felicitar a las ex ministras
y parlamentarias que me antecedieron.

Un primer comentario respecto de lo expuesto es la necesidad de sincerar y re-


conocer que existieron problemas y debilidades en la legislación a lo largo de los
20 años de gobierno de la Concertación.

En estos 20 años claramente no todo fue éxito, ha habido problemas estructurales


y problemas coyunturales. Entre los estructurales, si se analiza el proceso de la
transición a la democracia desde la perspectiva legislativa, uno encuentra que lo
que se transó fueron las mujeres. La agenda de género, que la diputada María
Antonieta Saa plantea que existía, no logró ser incorporada en el primer Gobierno,
ya que la promulgación de proyectos de ley se redujo, en materia de género, entre
el 11 de marzo de 1990 y el 11 de marzo de 1994, a la creación del SERNAM con
la aprobación de la Ley 19.023 en el año 1991 y dos leyes relativas a la modifi-
cación de asignaciones familiares y maternales, solamente.

También constatamos a través de un estudio realizado por Corporación Humanas


que, entre 1990 y 2008, fueron presentados ante el Congreso Nacional 6.183
proyectos de ley, de los cuales 801 versan sobre fortalecimiento ciudadano y sólo
264 dan cuenta, en alguna medida, de los derechos humanos de las mujeres, lo
que representa sólo un 4,3%. Esto claramente muestra el retraso que como país
tenemos en comparación con los países latinoamericanos que hicieron transición a

44
Psicóloga (Universidad Academia de Humanismo Cristiano), Magíster en Estudios Teóricos
Psicoanalíticos (Universidad Andrés Bello). Diplomada en Diseño y Evaluación de Proyectos
(Universidad de Chile), feminista y presidenta de Corporación Humanas.

71
Carolina Carrera F. Comentario

la democracia como Argentina, país que logró legislar una primera ley de cuotas de
un 30% para los cargos de elección popular y la ley de divorcio en 1987. Similar
es el caso de Perú, donde aprobaron la ley de cuotas en 1997, que actualmente es
reconocida en su propia Constitución.

Como planteó Laura Albornoz, aquí la transición fue “en la medida de lo posi-
ble” y, en la medida de lo posible, las prioridades fueron otras, no los derechos
humanos de las mujeres. Bajo el mito de “aún no es el tiempo”, “debemos cuidar
la democracia”, las mujeres no hemos logrado avanzar en incorporar en nuestra
legislación los estándares internacionales en materia de autonomía económica,
autonomía política y autonomía del cuerpo, como lo constatamos en las perma-
nentes recomendaciones que se realizan al Estado de Chile por los órganos de
supervisión de tratados internacionales, suscritos y ratificados por nuestro país.

Un problema que tenemos –y en ello estarán de acuerdo la diputada y las ex


ministras– es el excesivo presidencialismo. Esto hace que los proyectos que se
aprueban son aquellos presentados por el Ejecutivo, ya que es el propio Ejecutivo
quien marca el ritmo legislativo y las prioridades de acuerdo a las urgencias que
destinen para el debate.

Un segundo problema que tenemos, y lo saben los parlamentarios y las parlamenta-


rias, es que para que una moción legislativa pueda tener fuerza y logre que el poder
Ejecutivo otorgue la urgencia para el debate y votación, requiere ser una moción
transversal, ello por el sistema electoral binominal que tenemos para elegir a nues-
tros representantes. Bien lo decía la diputada, se han presentado cinco proyectos en
materia de aborto terapéutico y el único que ha tenido impacto, mediático al menos,
ha sido el que se presenta en la transversalidad, siendo, en relación al tema y las
causales, uno de los proyectos más precarios en su alcance legislativo.

Un tercer punto que tiene que ver con lo estructural es cómo se legisla en Chile.
El debate legislativo no incorpora a la sociedad civil. Nuestro país no cuenta con
una iniciativa ciudadana de Ley que permita que la ciudadanía pueda presentar
proyectos para ser debatidos por el Congreso. La única alternativa es que las
comisiones de trabajo legislativo decidan invitar a especialistas, instituciones y
personas, “si lo estiman conveniente”. Si bien las comisiones de trabajo legislativo
invitan a personas y entidades durante el proceso de debate, la falta de regulación
es hoy un problema, como lo informa permanentemente el Observatorio Parla-
mentario, el que desde el año 2006 denuncia en su informe anual que quienes
más participan del debate legislativo son el sector empresarial y los think tanks
políticos asociados a los sectores de derecha.

72
Comentario Carolina Carrera F.

Otro tema que se relaciona con la forma de legislar en Chille es que tiende a
ser coyuntural, es decir, la noticia del día marca la pauta para la presentación
de mociones y mensajes. Esa forma de legislar produce, permanentemente, la
invisibilidad de los derechos humanos de las mujeres y su falta de regulación.
Basta mirar la prensa después del terremoto que afectó a nuestro país en febrero
de 2010 y leer la cantidad de mociones, de proyectos que se presentaron, no sólo
para la reconstrucción, sino para todos los temas que esa coyuntura presentó.
Reconociendo que es una coyuntura importante, la agenda legislativa se detuvo
por largo tiempo.

Otro punto a resaltar es que si se revisa el estado de tramitación de las mociones


y mensajes referidos al género, casi el 50% está en alguna etapa de tramitación,
aunque la mayoría está sin movimiento alguno desde 1994. Cuando un proyecto
pasa un determinado tiempo sin movimiento, se archiva; en el caso de los proyec-
tos de ley que apuntan a la igualdad de género, estos son vistos como de menor
escala, por lo que ni siquiera se dan el trabajo de archivarlos, a excepción de los
proyectos que buscan la despenalización por algunas causales del aborto, donde
a la fecha hay cinco que han sido archivados.

Ante la pregunta ¿en qué se ha avanzado en materia legislativa?, claramente el tema


de violencia ha sido un avance. Vale recordar que fueron el movimiento feminista
y el movimiento de mujeres quienes pusieron el tema en discusión y exigieron
una ley. Posteriormente fue una temática asumida y recogida por el SERNAM,
consiguiéndose en el año 1994 la primera ley de violencia intrafamiliar. Poste-
riormente, el 2004 se logra que la violencia pase, de ser una falta, a ser un delito,
hasta llegar a la aprobación del proyecto de ley que penaliza el “femicidio”.

Por otra parte, si bien existen avances en materia de incorporación de otros re-
gímenes matrimoniales alternativos, aún no se ha logrado eliminar la norma que
instituye al marido como jefe de la sociedad conyugal, único dueño y adminis-
trador de la misma, poniéndose término a la discriminación legal que subordina
a la mujer al marido y que la priva de los atributos del derecho de propiedad
respecto de los bienes comunes, tal como lo exigen la Constitución y los tratados
internacionales vigentes.

La protección social ha sido un ámbito en el que se avanzó en el Gobierno de


la ex Presidenta Bachelet, pero todo el resto de la legislación, desde los años 90
en adelante, se ha centrado prioritariamente en regulaciones relacionadas con la
maternidad.

73
Carolina Carrera F. Comentario

Se constata entonces, que en materia de reformas para la igualdad de género, se


hizo poco, no hubo audacia. Las encuestas de opinión han mostrado, permanen-
temente, un apoyo mayoritario de las mujeres a temáticas como: adopción de una
ley de representación equilibrada para hombres y mujeres en cargos de elección
popular, despenalización de, al menos, el aborto terapéutico, derecho a sala cuna
para trabajadores hombres y mujeres, temas que no han sido incorporados al
debate legislativo.

La dificultad para que los congresistas transparenten sus posiciones de cara a la


ciudadanía ha sido otro permanente problema. La política de los consensos ha
llevado a que un conjunto importante de proyectos de ley no sean votados porque
no hay acuerdos mayoritarios, y nadie asume las consecuencias que esto conlleva.
Las votaciones son, finalmente, una manera de transparentar posiciones y permiten
que los/as ciudadanos/as conozcan lo que piensan y la manera de actuar de sus
representantes.

Otro tema complejo es la porfiada división que se hace entre los temas políticos y
los temas “valóricos” (quedando la agenda de género relegada en los segundos),
cuestión que no hace más que reproducir la división entre público y privado, dando
cuenta, una vez más, de la forma en que se naturaliza la condición y situación de
las mujeres, que no permite avances sustantivos en materia de derechos humanos
de las mujeres.

Finalmente, un tema preocupante es la agenda legislativa –en materia de géne-


ro– del actual gobierno, donde se plantean proyectos destinados a la protección
del derecho a la vida desde el momento de la concepción, que claramente es una
estrategia para impedir o contrarrestar, desde el poder ejecutivo, el urgente debate
sobre la despenalización del el aborto, al menos cuando corre peligro la vida de
la madre, cuando es producto de violación o cuando el feto es inviable. En este
tema se observa un apoyo mayoritario de las mujeres en las encuestas de opinión
pública y los organismos internacionales han manifestado permanentemente al
Estado de Chile su preocupación por la legislación indebidamente restrictiva del
aborto.

Otro tema de la actual agenda es respecto de la participación política, donde lo que


se propone es la entrega de un incentivo económico a los partidos por la nominación
de candidaturas femeninas en los procesos electorales. Esta es una regulación que,
por cierto, en los países en que se ha implementado, no ha tenido efectos si no va
acompañada de una ley de representación equilibrada entre hombres y mujeres y
de sanciones por el no cumplimiento de la misma.

74
Comentario Carolina Carrera F.

Es valiosa la presentación de la ley que establece medidas contra la discrimi-


nación, que está en el Congreso desde el año 2005, pero a la vez preocupan las
restricciones que ha sufrido durante su debate, donde el texto actual no satisface
los estándares internacionales, muy por el contrario, la propia definición del
concepto de discriminación se ha visto reducida y apartada de las obligaciones
internacionales.

La extensión del postnatal es otro de los denominados proyectos emblemáticos,


pero se ha postergado su presentación a pesar que la Comisión Asesora Presiden-
cial Mujer, Trabajo y Maternidad evacuó un conjunto de propuestas en Agosto
del 2010. A casi un año de gobierno se constata que no ha ingresado a debate
legislativo ningún proyecto de Ley por parte del poder Ejecutivo en materia de
derechos humanos de las mujeres, sólo hemos asistido a anuncios mediáticos de
“supuestos proyectos”, pero de los cuales desconocemos sus contenidos que nos
permitan hacer un análisis respecto del impacto en la ampliación y protección y
nivel de cumplimiento de los estándares internacionales en materia de derechos
humanos de las mujeres.

El desafío que presenta esta agenda legislativa del gobierno requiere que las
organizaciones de mujeres y feministas trabajemos articuladamente y tengamos
capacidad de incidencia y lobby para no retroceder en derechos adquiridos y para
avanzar en la incorporación de las recomendaciones internacionales que posibiliten
ponernos al día con los países de la región. De hecho nuestro país, en materia de
derechos humanos de las mujeres, presenta un déficit tanto en autonomía eco-
nómica, donde estamos por debajo del promedio regional de incorporación de
mujeres al mundo del trabajo, en participación política, donde no contamos con
mecanismos que aseguren la representación equilibrada de hombres y mujeres en
la vida pública, como en autonomía del cuerpo, donde se requiere con urgencia
una ley marco de derechos sexuales y reproductivos.

Para avanzar hoy en igualdad de género se requieren marcos normativos que ase-
guren la exigibilidad de los derechos, capacidad de autocrítica de las elites políticas
que estuvieron en puestos de poder durante 20 años y que no lograron hacer lo
suficiente para contar con una legislación adecuada y a la altura de los estándares
internacionales en estas materias, y una sociedad civil que demande y presione al
poder Ejecutivo y a sus representantes en el Parlamento por una legislación que
realmente avance en la protección y promoción de los derechos de la mitad de su
población, permitiendo así hablar de una real igualdad entre los géneros.

Muchas gracias.

75
III.

Chile en la agenda
internacional de derechos
humanos de las mujeres
Chile en la agenda internacional de
derechos humanos de las mujeres

Josefina Bilbao M.45

Para mí es un agrado reencontrarnos hoy aquí para reflexionar sobre lo que han
sido los 20 años del SERNAM y trazar líneas hacia el futuro.

En lo personal hubiese querido que también participaran en este seminario represen-


tantes del actual gobierno, y así se lo hice saber a Teresa Valdés cuando me invitó46.
Porque me gustaría saber de boca de ellos cuáles son las prioridades, los planteamien-
tos, el programa de trabajo que tienen para el SERNAM. Desgraciadamente, no ha
sido así y tenemos que contentarnos con esta reunión de muchas ex SERNAM “en
el exilio”, junto con las representantes de nuestro poderoso movimiento de mujeres
que, sin duda, tienen muchas cosas que decir y aportar.

Se me ha pedido que analice lo que se ha realizado en nuestro país en materia


de género y relaciones internacionales. Desde que yo asumí como ministra, en
1994, y aún antes, cuando estaba Soledad Alvear como ministra del SERNAM,
me tocó representar a Chile en importantes conferencias y cumbres internacio-
nales, destacándose entre ellas la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en
Beijing, la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo, la
Cumbre Mundial de Derechos Humanos en Viena, y las cumbres y conferencias
de América Latina y El Caribe.

En razón de mi cargo, durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei, tuve el


honor de presidir por dos años la mesa directiva de la Conferencia Regional sobre

45
Orientadora Familiar (Instituto Carlos Casanueva), docente y directora del Instituto Carlos
Casanueva, Ministra Directora del SERNAM (1994-2000), Intendenta de la Región de
Valparaíso (2000). Presidió la Comisión Nacional de la Familia (SERNAM) (1992-1993) y
la Comisión de Evaluación y Recomendaciones sobre la Política de Educación en Sexualidad
(Ministerio de Educación) (2004).
46
La Ministra Directora de SERNAM, Carolina Schmidt, declinó participar en el Seminario
por problemas de agenda.

79
Josefina Bilbao M. Chile en la agenda internacional de derechos humanos...

la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América Latina


y del Caribe, donde impulsamos muy fuertemente la creación de organismos que
abordaran los asuntos de género en los países miembros, cumpliendo así con uno
de los mandatos emanados de Beijing.

Pero antes de entrar más profundamente al tema que se me ha pedido, me gustaría


hacer una reflexión de contexto.

Tal vez uno de los cambios más trascendentales y vertiginosos que han sucedido
en el mundo a partir de la segunda mitad del siglo veinte, ha sido el de la condición
de las mujeres. Viven más y tienen menos hijos; sus niveles de estudio se han am-
pliado notablemente; se han integrado en forma creciente al mercado del trabajo;
y participan mucho más activamente en espacios de toma de decisiones. Así, las
mujeres estamos incursionando en muchos ámbitos que antes estaban reservados
para los varones, haciendo –en paralelo– un fuerte intento por flexibilizar los roles
tradicionales asociados al cuidado del hogar y de los hijos. Además, hoy vivimos
la sexualidad y la reproducción de manera diferente, gracias a los avances tec-
nológicos y a los cambios culturales.

Esta es una realidad mundial, respecto de la cual Chile no es una excepción. Y,


aunque a las jóvenes les cueste creerlo, estas conquistas son relativamente re-
cientes, no han sido fáciles y han implicado un gran esfuerzo. Como se decía en
el panel de la mañana: una se pone sobre los hombros de la otra, y de la otra y de
la otra, y así vamos avanzando.

Lo hemos dicho tantas veces, pero todavía hay quienes se asombran cuando recor-
damos que en 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura, mientras
en Chile –su país– no tenía derecho a votar para elegir Presidente de la República.
Hasta 1948, cuando se aprobó la Ley de Sufragio Femenino Universal, ella y todas
sus congéneres sólo podían votar en lo que hoy son las elecciones municipales.

El derecho a estudiar en la universidad, el derecho a voto, el derecho a planificar


la familia, gracias a la masificación del uso de la píldora anticonceptiva, han sido
hitos claves de esta verdadera revolución que ha transformado la sociedad.

Sin embargo, estos avances han creado nuevas inequidades: la mayor educación de las
mujeres no ha ido aparejada con una ampliación de sus oportunidades laborales; a igual
trabajo e igual desempeño, ganan menos que los varones y tienen mayores dificultades
para lograr promociones o ascensos. En el plano de la salud y previsión social, tienen
más dificultades de acceso, pagan más y capitalizan menos para la vejez.

80
Chile en la agenda internacional de derechos humanos... Josefina Bilbao M.

En el hogar, tampoco se han logrado los cambios que esperábamos. A mí me ha


tocado participar en tantos foros en los que se ha discutido este tema, y aunque los
jóvenes tienen una postura mucho más abierta, todavía no se alcanza la deseada
co-responsabilidad en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas.

No obstante, los avances que han sido empujados desde la sociedad civil y desde los
gobiernos de la Concertación hicieron posible que una mujer, Michelle Bachelet,
lograra ser elegida Presidenta de la República. Un hito, sin duda, importantísimo,
pero que tampoco logró cambios radicales en la condición de las chilenas.

Equidad, democracia y derechos

La modernización de nuestro país y la globalización, no sólo han implicado pro-


gresos económicos, sino altos grados de desarrollo sociocultural y también una
fuerte interdependencia que tiene importancia en nuestro contexto.

Las convenciones y tratados internacionales que Chile ha suscrito promueven, en su


mayoría, los derechos humanos de las mujeres y mandatan a los gobiernos a desar-
rollar acciones y a poner freno a las desigualdades e inequidades –entre ellas, las in-
equidades de género– como el único modo de cimentar democracias más sólidas.

La igualdad y la equidad son valores recientes en la historia. Las sociedades


modernas, al afirmar los derechos universales y de igualdad formal ante la ley,
eliminaron costumbres, normas y creencias que predeterminaban el lugar que
debían tener las personas en la sociedad, de acuerdo a su sexo, origen, etnia,
religión o situación económica.

La cultura de la equidad, y es bueno recordarlo, aspira a dar a todas las personas


las mismas oportunidades para desarrollar sus potencialidades, para decidir libre-
mente el curso de sus vidas, para acceder de acuerdo a sus capacidades a distintas
posiciones en la sociedad, y para incidir en las decisiones políticas, económicas
y culturales del país. La cultura de la igualdad no suprime ni ignora la diferencia;
al contrario, reconoce la diversidad para que se expresen todas las concepciones,
representaciones, saberes y estilos de vida que coexisten en una comunidad.

La concepción de derechos humanos también ha cambiado a lo largo del tiempo.


Ya no se entienden como tales sólo a los derechos civiles y políticos, sino también
a los derechos económicos, sociales y culturales, tanto en su concepción individual
como colectiva.

81
Josefina Bilbao M. Chile en la agenda internacional de derechos humanos...

Pero fue recién en la década de los ’90 que los acuerdos alcanzados en las cumbres
o convenciones internacionales reconocieron derechos no considerados anterior-
mente. Por ejemplo, la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos (Viena 1993)
reafirmó que los derechos humanos de las mujeres y las niñas son parte inalienable,
integral e indivisible de los derechos humanos universales. La Conferencia Mundial
de Población y Desarrollo reconoció el derecho a la salud sexual y reproductiva. La
Convención de Belém do Pará convino que la violencia contra la mujer constituye
una violación a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.

Y la Convención sobre la Eliminación de toda Forma de Violencia contra la Mu-


jer, la CEDAW, avanzó al definir que, de allí en adelante, se reconocería como
discriminación a la mujer “toda distinción, exclusión o restricción basada en
el sexo que tenga como objeto o por resultado menoscabar o anular el recono-
cimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil,
sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y
las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural
y civil, o en cualquier otra esfera”.

Las conferencias internacionales convocadas por Naciones Unidas favorecieron la


creación y redefinición de mecanismos institucionales responsables de coordinar
y formular políticas a favor de la igualdad de género. Y así fue como en Brasil,
por ejemplo, durante su período de transición a la democracia, se crearon los
Consejos Estatales y luego el Consejo Nacional de los Derechos de la Mujer. En
Argentina, durante la refundación democrática del Presidente Alfonsín, se creó el
Programa de Mujer y Familia y, más tarde, la Secretaría de la Mujer. Y en Chile,
producto de la llegada de la democracia y de la lucha del movimiento de mujeres,
se crea en 1991 el SERNAM y, muy rápidamente, este servicio se transformó en
un referente para la región.

El papel del SERNAM ha sido señero, en tanto facilitador de espacios de encuentro y


cooperación para los distintos servicios, secretarías y consejos de la región abocados
al género. En este esfuerzo, la Unidad de la Mujer y Desarrollo de la CEPAL, que
preside Sonia Montaño, ha sido fundamental. Y aunque Sonia no esté hoy aquí por
las razones que ya se dijeron47, me gustaría rendirle un homenaje por el tremendo
aporte realizado a favor de la causa de las mujeres de Chile y de toda América.

47
Al no estar presente la Ministra de SERNAM, Carolina Schmidt, Sonia Montaño declinó
participar en el Seminario representando a la CEPAL, organismo que reúne a los gobiernos
de la región.

82
Chile en la agenda internacional de derechos humanos... Josefina Bilbao M.

El concepto de género

Quisiera detenerme ahora en la palabra género. El género no es un término, es un


concepto acuñado por los anglosajones para referirse a categorías sociales y a la
división de los sexos. Es decir, género son los aspectos, conductas, estereotipos
y patrones construidos culturalmente en torno a lo masculino y lo femenino, que
no tienen que ver, por tanto, con las distinciones biológicas ni fisiológicas, ni es
sinónimo de sexo.

Pero a nosotros, como sociedad, nos costó mucho entender su significado. Cuando
fui a la Conferencia de Beijing, la oposición hablaba de que había cinco sexos y
tuve que ir especialmente a una sesión de la Cámara de Diputados, en la que se
dijeron las cosas más horrorosas que ustedes se pueden imaginar, a explicarles
de qué se trataba todo esto.

Finalmente, parece que nos entendemos –espero– cuando hablamos de género. El


género refiere a roles, derechos y responsabilidades diferentes entre hombres y mu-
jeres que han sido asignados socialmente; y a las relaciones que se establecen entre
ambos sexos. La equidad de género significa, en consecuencia, revertir las relaciones
de poder jerárquicas entre hombres y mujeres, que tienden a poner en desventaja y a
discriminar a la mujer, cuestión que muchas veces es aceptada como algo natural.

Si las mujeres hemos debido dar una larga batalla para conquistar nuestros derechos
es porque en el inconsciente colectivo de la sociedad ha existido una subvalori-
zación y una invisibilización de lo femenino, asunto que, a pesar de los esfuerzos
que hemos hecho, aún persiste en numerosas conciencias. Por ello, el análisis de
la realidad con perspectiva de género, como lo propuso la Cuarta Conferencia
Mundial de la Mujer en Beijing, implica investigar los diferentes y desiguales im-
pactos que tienen los determinantes sociales, económicos, sociológicos, políticos,
étnicos, culturales, medioambientales y biológicos sobre hombres y mujeres.

La igualdad de género y los gobiernos de la


Concertación
Con el retorno a la democracia, como lo dije antes, Chile dio un nuevo y vigoroso
impulso a la lucha de las mujeres por alcanzar niveles de igualdad de oportunidades
en los distintos planos de la vida nacional, en momentos en que además, la agenda
internacional en materia de equidad de género estaba ya instalada.

83
Josefina Bilbao M. Chile en la agenda internacional de derechos humanos...

Aquí quiero resaltar un aspecto que me parece bastante significativo. El trabajo


que nosotros realizamos entre 1994 y 1999 tuvo un gran impacto en la sociedad,
precisamente porque tuvimos que participar en muchos encuentros internacionales
y esos encuentros internacionales relevaron el tema de la igualdad de género. Y
este discurso controvertido que me tocó vivir, que nos tocó vivir a muchas de las
que estamos acá y que implicó que nos tildaran de muchas cosas, finalmente sirvió
para que el tema se instalara en la agenda social de nuestro país.

Los gobiernos de la Concertación se comprometieron a diseñar e implementar


políticas públicas para superar las desigualdades entre ambos sexos y para garan-
tizar el acceso equitativo a los beneficios, recursos y oportunidades del desarrollo.
Con esto no quiero decir que todos los varones de la Concertación, y también
algunas mujeres del conglomerado, entiendan en propiedad en lo que estamos…
Hay todavía un camino largo que recorrer y que les va a corresponder a las más
jóvenes recorrerlo.

Como parte de la política de reinserción internacional, Chile se integró a las


instancias regionales y mundiales destinadas a mejorar la situación de las mujeres,
con un rol activo a nivel de América Latina y el Caribe, especialmente para la
Conferencia de Beijing y su seguimiento.

Los cuatro gobiernos de la Concertación construyeron políticas para la equidad y


reforzaron una institucionalidad que las sustenta, con una participación creciente
de mujeres en los cargos públicos.

El Presidente Aylwin creó el SERNAM con la misión de diseñar, proponer, coor-


dinar políticas, planes, medidas y reformas legales conducentes a la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres; y a disminuir las prácticas discriminatorias en
el desarrollo del proceso político, social, económico y cultural del país. El nom-
bró a la primera ministra directora de SERNAM que fue Soledad Alvear. Luego,
el Presidente Frei me nombró a mí, el Presidente Lagos a Adriana Delpiano y a
Cecilia Pérez; y la Presidenta Bachelet a Laura Albornoz y Carmen Andrade.

Desde el SERNAM se preparó el Primer Informe Nacional para el Comité encar-


gado de velar por el cumplimiento de la Convención de Naciones Unidas sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y
se participó en la preparación de la Sexta Conferencia Regional de América Latina
y el Caribe para la Mujer, que se realizó en Mar del Plata en 1994, con vistas a la
Conferencia Mundial de Beijing.

84
Chile en la agenda internacional de derechos humanos... Josefina Bilbao M.

Además de la Convención CEDAW, se sumaron al marco normativo del SERNAM,


la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, OEA, 1994) y los documentos
emanados de las Conferencias de Naciones Unidas a nivel mundial y regional,
principalmente la Plataforma de Acción de Beijing, el Programa de Acción de El
Cairo, la Declaración de Viena y el Programa de Acción Regional para las Mujeres
de América Latina y el Caribe, 1995-2001.

En el SERNAM se contó con un apoyo internacional que financiaba programas,


becas, pasantías y seminarios tendientes a promover la equidad de género. En
especial, quisiera agradecer toda la cooperación que nos brindó el gobierno sueco,
cuyo actual embajador nos acompañó esta mañana. En los años de instalación
del SERNAM, los suecos apoyaron hasta con la compra de mobiliario. Y luego
estuvieron todos los recursos que se nos entregaban para pasantías y programas de
capacitación. Entre las muchas iniciativas financiadas por la cooperación sueca,
recuerdo dos encuentros –en Bolivia y México– con las comunicadoras sociales
de todos los organismos pares del SERNAM en América Latina. Esto fue muy
importante para lograr desarrollar una estrategia comunicacional con elementos
comunes para que se instalara en la agenda pública de nuestros países el tema de
género y el de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Instrumentos internacionales suscritos por Chile


Los derechos y libertades fundamentales que derivan de derechos humanos
reconocidos como tales por diversos instrumentos jurídicos internacionales, se
encuentran incorporados al ordenamiento jurídico chileno y tienen rango consti-
tucional, en virtud de lo dispuesto en el artículo 5° inciso 2° de la Constitución
Política de la República.

A pesar de que los acuerdos internacionales no todos tienen un carácter vinculante,


se les reconoce como fuentes generadoras de consenso a los cuales han llegado
los Estados, y sirven para que éstos diseñen las bases de las políticas públicas
y desarrollen acciones tendientes a alcanzar los objetivos internacionalmente
acordados.

Los instrumentos de derecho internacional que Chile ha suscrito y que constituyen


el marco más importante de fundamentación y respaldo jurídico de las políticas
públicas de equidad de género, son:

85
Josefina Bilbao M. Chile en la agenda internacional de derechos humanos...

• La Declaración Universal Derechos Humanos (1948)


• La Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969)
• El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(1966)
• El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966)
• La Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer (1979)
• La Convención contra la tortura (1984)
• La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la vio-
lencia contra la mujer (1994)

La Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 25 establece:


“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como
a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo
derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez
y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias inde-
pendientes de su voluntad”.

La Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la


Mujer plantea en su articulado aspectos fundamentales a considerar en la aplicación
del enfoque de género al diseño de las políticas. Además de la definición ya anotada,
para entender la discriminación contra las mujeres se refiere a la violencia dirigida
a la mujer por ser tal, que le inflige daños o sufrimientos de índole física, mental
o sexual, amenazas, coacción y diversas formas de privación de libertad. Y en su
artículo 3 establece: “Los Estados tomarán en todas las esferas, y en particular en
las esferas política, social, económica y cultural, todas las medidas apropiadas,
incluso de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la
mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos
y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre”.

Chile también ha suscrito Programas y Plataformas de Acción que emanaron de la


Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena, 1993), la Conferencia Inter-
nacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), y la Conferencia Mundial
de la Mujer (Beijing, 1995). Estos documentos no son de carácter vinculante como
los anteriormente citados, no obstante, representan un avance de la comunidad
internacional en cuanto a los niveles de acuerdo en materia de aplicación del en-
foque de derechos humanos a las políticas públicas, y respecto de la voluntad de
cumplimiento de los compromisos explicitada por parte de los Estados.

86
Chile en la agenda internacional de derechos humanos... Josefina Bilbao M.

El Programa de Acción de la Conferencia de Población y Desarrollo (1994) instala


por primera vez el enfoque de derechos humanos por sobre la impronta demográfica
que anteriormente tuvieron las políticas de población. Desde la nueva perspectiva,
reconoce las desigualdades de género a través del ciclo vital y enfatiza en que
reflejan carencia de poder e insuficiente ejercicio de derechos de las mujeres. Al
respecto señala: “La habilitación y la autonomía de la mujer y el mejoramiento
de su condición política, social, económica y sanitaria constituyen en sí un fin
de la mayor importancia. Además son indispensables para lograr el desarrollo
sostenible. Es preciso que mujeres y hombres participen e intervengan por igual
en la vida productiva y reproductiva, incluida la división de responsabilidades
en cuanto a la crianza de los hijos y al mantenimiento del hogar. Las relaciones
de poder que impiden que las mujeres tengan una vida sana y plena se hacen
sentir en muchos planos de la sociedad, desde el ámbito más personal hasta el
más público. Para lograr cambios, hacen falta medidas de política y programas
que mejoren el acceso de la mujer a una vida segura y a recursos económicos,
aligeren sus responsabilidades extremas con respecto a los quehaceres domés-
ticos, eliminen los obstáculos jurídicos a su participación en la vida pública y
despierten la conciencia social mediante programas de educación y de difusión
de masas eficaces”.

En lo referido a los derechos reproductivos, plantea: “Poner servicios de plani-


ficación de la familia de buena calidad y aceptables al alcance y disposición de
cuantos los necesitan y desean, manteniendo su carácter confidencial”. Asimismo,
señala: “En ningún caso se debe promover el aborto como método de planificación
de la familia. Se insta a todos los gobiernos y a las organizaciones interguber-
namentales y no gubernamentales pertinentes a incrementar su compromiso con
la salud de la mujer, a ocuparse de los efectos que en la salud tienen los abortos
realizados en condiciones no adecuadas como un importante problema de salud
pública y a reducir el recurso al aborto mediante la prestación de más amplios
y mejores servicios de planificación de la familia”.

La Plataforma de la Conferencia Mundial de la Mujer (1995) instaló la perspectiva


de género en el primer plano de las políticas públicas. Se recomendó utilizarla
como estrategia principal para guiar la acción de los gobiernos y las agencias de
cooperación. Visibilizó aspectos estructurales en materia de economía, referidos a
los aportes y contribuciones de las mujeres en la esfera no remunerada del trabajo
que se realiza en el espacio doméstico. Y recomendó avanzar en la contabilidad
de estos aportes, entre los que se inscribe el cuidado de la salud y la enfermedad
al interior de los hogares.

87
Josefina Bilbao M. Chile en la agenda internacional de derechos humanos...

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000) incorporaron “promover la


igualdad de género y el empoderamiento de la mujer” sobre la base de considerar
que la igualdad entre mujeres y hombres es requisito indispensable para superar
el hambre, la pobreza y las enfermedades, e implica igualdad en todos los niveles
de la educación y en todos los ámbitos de trabajo, el control equitativo de los
recursos y una representación igual en la vida pública y política.

Cada uno de estos instrumentos ha servido de base para el amplio conjunto de


políticas públicas desarrolladas durante los últimos 20 años en Chile.

Este compromiso lo hemos asumido con orgullo y responsabilidad desde el


SERNAM y siempre apoyadas por el movimiento de mujeres. Sin ser autocom-
placiente, podría decir que hemos dado una lucha importante para mejorar la
calidad de vida de las mujeres y de los hombres de nuestro país, porque cuando
se aplica la perspectiva de género a las políticas públicas se produce un cambio
social que no sólo beneficia a las mujeres. Yo lo dije tantas veces cuando discutía
con varones, la igualdad de oportunidades mejora la calidad de vida de mujeres y
hombres, permite construir mejores relaciones de pareja, de amistad y laborales,
con plena conciencia de lo que somos.

Confiamos en que en esta nueva etapa el SERNAM continúe liderando esta lucha
contra la discriminación de las mujeres y, si no fuera así, que ustedes, el movi-
miento de mujeres, así lo exijan como lo hicieron en el pasado.

El avance de las mujeres no tiene retroceso, pero sí puede estancarse. Por ello
hay que estar atentas y vigilantes. Hoy es tiempo de profundizar lo alcanzado,
lo que significa trabajar de manera mucho más sutil sobre los efectos de la dis-
criminación.

Muchas gracias.

88
Chile y los derechos humanos de las
mujeres

Cecilia Pérez Díaz48

De agradecimientos y lamentaciones

Quisiera partir agradeciendo a las organizadoras de este importante encuentro,


por su realización, su gran convocatoria y por haberme invitado a estar hoy con
ustedes y tener el privilegio de compartir mesa con dos grandes mujeres como
son Josefina Bilbao y Francisca Rodríguez.

Saludar a l@s participantes que repletan este auditorio y también a quienes nos
acompañan desde otros lugares del país y muy especialmente a quienes sé que
siguen on line este foro desde la Región del Bío-Bío, esa región grande, de grandes
mujeres y que hoy sigue sufriendo los embates y réplicas del gran desastre de
febrero del año pasado, un saludo cariñoso y comprometido para todas ellas.

Pero también quisiera agradecer hoy a todas esas mujeres que le dieron vida y
trayectoria al SERNAM, a los hombres que han acompañado ese proceso, a las
dirigentas: a las históricas, las que ya no están, las que persisten y las que se ini-
cian. Por su permanente lucha y por su contribución a los veinte años de políticas
de equidad de género en Chile.

Pero al igual que Josefina, debo lamentar la ausencia de la Ministra en ejercicio


y de Sonia Montaño.

La de la Ministra del SERNAM porque no se trata de hacer sólo remembranzas de


una historia que parece cerrarse, sino de poner en diálogo o contrapunto, debate o

48
Asistente social, Secretaria Ejecutiva de la Fundación para la Superación de la Pobreza,
Ministra de Planificación y Cooperación, en 2002, Ministra del SERNAM entre 2003 y
2006, Directora ejecutiva del FOSIS entre 2006 y 2008. En 2008 fue nombrada gerenta del
Plan Arauco. Colaboradora de UNICEF y profesora en la Universidad de Concepción.

89
Cecilia Pérez Díaz Chile y los derechos humanos de las mujeres

controversia aquello que hemos construido en materia de igualdad o equidad de


género y aquello que se propone e implementa en sustitución o alternancia. Por
su parte, Sonia Montaño, notable feminista boliviana, amiga latinoamericana que
ha sido protagonista multilateral de buena parte del recorrido y las luchas que en
el orden internacional hemos dado por los derechos humanos de las mujeres, y
muy especialmente entre las mujeres de América Latina y el Caribe, habría sido
una gran oportunidad para escuchar sus aportes.

Dicho esto, quisiera proponerles una mirada muy personal sobre lo que entiendo
ha sido el valor e influjo de la agenda internacional de los derechos humanos sobre
los derechos de las mujeres y la equidad de género, los avances y fortalezas de
las políticas locales en ese contexto, y las cuentas pendientes, donde espero hacer
una reflexión crítica sobre lo que hicimos y lo que no hicimos.

Sobre el rol y relevancia de la comunidad y agenda


internacional de género en las políticas de igualdad

Hablar del aporte del SERNAM en el ámbito internacional de los DDHH de las
mujeres es hablar de una larga cadena de historia, procesos, mujeres protagonistas,
años de luchas y debates, distintos gobiernos, distintas ministras, etc., donde quien
les habla fue un engranaje o eslabón más de esa cadena.

Me atrevo a afirmar que no habría sido posible, ni en Chile ni en el resto de los


países de América Latina, avanzar en sus propias agendas de género sin el influjo
de la comunidad internacional, del despliegue de la doctrina del derecho interna-
cional de los DDHH, del movimiento de las mujeres en el foro mundial, de una
comunidad real y virtual de mujeres en los gobiernos y en los partidos políticos,
sin el soporte y la generación de nuevos conocimientos de parte de investigadoras,
académicas, de las agencias de Naciones Unidas, y muy especialmente de CEPAL
y su Unidad de Mujer y Desarrollo –antes– y División de Género hoy.

Muy particularmente, en la agenda neurálgica de género, en lo referido a la par-


ticipación política y en lo que denomino la “geopolítica del cuerpo”, que es esa
agenda dura, difícil de procesar políticamente, de concordar, difícil de traducir y
trasmitir a las mujeres comunes y corrientes, aquellas que no forman parte de las
elites, en fin, en esta agenda neurálgica, los contenidos y los procesos han sido
empujados evidentemente desde el derecho internacional de derechos humanos,
con la CEDAW como corolario y reconceptualización.

90
Chile y los derechos humanos de las mujeres Cecilia Pérez Díaz

Ello constituyó y constituye el telón de fondo y soporte político e institucional


para darle vida y fuerza a la lucha por nuestras agendas nacionales.

Sin embargo, y dicho esto, también creo que todo aquello no ha sido suficiente para
permear la corriente principal de la política, ni las prácticas privadas y públicas
entre hombres y mujeres en Chile.

De las fortalezas y avances de la agenda

Quisiera aquí destacar seis cuestiones que me parecen relevantes.

En primer término, partiré haciendo una afirmación que puede ser discutible, pero
que marca una convicción absolutamente personal derivada de mi particular ex-
periencia como ministra de las carteras de MIDEPLAN y SERNAM, y es que la
cuestión de género en la agenda gubernamental y societal resultó ser la de mayor
articulación y de mayor evolución en los años post-dictadura y durante los 20
años de gobiernos de la Concertación.

Creo que el perfil y jerarquía del mecanismo de género en el Estado, a pesar de ser
más modesto de lo esperado, ejerció importante influencia en la incorporación de
la perspectiva de género en las políticas públicas y en las posibilidades de avance
en la Reforma Legal de género; cuestión que siempre fue aspirado o buscado por
otras agendas e institucionalidades sociales (Jóvenes, Indígenas, Discapacidad,
entre otras) que no avanzaron de igual forma en transversalizar o permear las
estructuras y contenidos de estas otras políticas públicas.

En segundo lugar, me asiste la convicción que la inserción del SERNAM en la


agenda internacional de los gobiernos, su articulación y mutua influencia con las
agencias y agentes de la política exterior del gobierno, y su permanente participa-
ción y cooperación con el sistema de Naciones Unidas en los foros permanentes de
seguimiento de compromisos internacionales para la igualdad de la mujer, y tam-
bién en la generación y fortalecimiento de otros referentes multilaterales (Comisión
Interamericana de Mujeres (CIM), Red de Mujeres de Mercosur (REM), Mesa
Regional de la Mujer de CEPAL, etc.), como asimismo, la iniciativa persistente
de generar foros y debates internacionales en materias asociadas a la equidad de
género en las más diversas expresiones de políticas públicas (sociales, fiscales,
productivas, educacionales, de comercio exterior, de reformas estructurales, etc.)
lo dotó de más herramientas, competencias y posibilidades de incidencia política.
Para decirlo de otro modo, el desempeño internacional del SERNAM lo nutrió

91
Cecilia Pérez Díaz Chile y los derechos humanos de las mujeres

de perfil público y político para procesar la agenda a nivel nacional, tanto guber-
namental como parlamentaria.

Por eso es que cabe lamentar también hoy que ese liderazgo y compromiso in-
ternacional haya cedido con tal evidencia en la última reunión de la Conferencia
de la Mujer de América Latina y el Caribe realizada en Brasil, que contó con
una disminuida asistencia y participación de Chile en los debates y sesiones de
trabajo y con una inédita reserva al Consenso de Brasil en materia de derechos
sexuales y reproductivos.

Luego, y en tercer lugar, creo que en el ámbito de la “geopolítica del cuerpo”, sin
duda, la agenda contra la Violencia de Género ha sido históricamente promovida
y empujada por la fuerte influencia de una agenda internacional que, a diferencia
de otras temáticas de género, es multilateral, gubernamental y no gubernamental
con un potente movimiento mundial de mujeres, del mundo político, académico,
sindical, comunitario, religioso, y feminista, por cierto.

No fue fácil en Chile legislar contra la violencia hacia la mujer, de hecho, hasta
la recientemente aprobada ley de femicidio, el consenso político sólo alcanzaba
para tipificar la violencia como “familiar”. Y cuando decimos consenso político
nos referimos a una condición transversal de acuerdo político. Porque la diputada
María Antonieta sabe lo difícil que fue muchas veces conseguir acuerdos al interior
del gobierno o de la coalición de gobierno para avanzar.

Y por eso creo que hoy también bien vale hacer un homenaje en vida y presente
a María Antonieta Saa, aquí con nosotras, por su incansable e intransable lucha,
en el moviendo primero, y en el Congreso Nacional después, por los derechos
de las mujeres en Chile y en el mundo. Nuestro comprometido agradecimiento
a la diputada Saa.

En la misma línea, el cuarto elemento, la participación política de las mujeres.


También ha sido una lucha global la instalación de un imaginario colectivo sobre
el valor público de la presencia de más mujeres en la toma de decisiones. Sin
embargo, podríamos decir que, por ahora, lo simbólico se impuso por sobre los
resultados y cambios estructurales. No tenemos ley de cuotas, pero tuvimos una
presidenta mujer con gobierno paritario.

Mi quinto punto sobre avances habla de “economía y género”. Creo que ha ha-
bido una visibilización y construcción teórica intensa sobre la relevancia del rol
de las mujeres en la reproducción social y el valor del trabajo remunerado y no

92
Chile y los derechos humanos de las mujeres Cecilia Pérez Díaz

remunerado en el desarrollo de los países. Mujeres como nuestra querida Rosalba


Todaro y otras, han contribuido a generar un arsenal teórico desde la economía,
que no sólo es un mundo masculino sino también de mucha influencia y de mucho
poder, para poner encima los temas como la crisis del cuidado o la economía del
cuidado. Las últimas dos Conferencias Regionales de Quito y Brasil son expresión
emblemática de aquello. Reformas estructurales como la previsional en Chile, es
otro ejemplo de la capacidad de transversalizar en este campo.

Por último, pero muy importante para la agenda internacional ha sido la cons-
trucción de identidad continental y sub-continental para la equidad de género.
Alianzas fuertes con países del Cono Sur (Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay y
Chile) para fortalecer un perfil más progresista de la agenda, con hitos históricos
como la 9ª Conferencia Regional de México, las Mesas Regionales desde 2003
adelante; el foro del MERCOSUR con la Red de Mujeres (REM) como espacio
de las mujeres, la CIM en el seno de la OEA, entre otros.

De las debilidades y cuentas pendientes

Mi aproximación analítica aquí está dada sobre contenidos, eficacia política y


representación.

En cuanto a los contenidos ya hemos hecho algo de revisión, sin embargo, para
señalarlos con todas sus letras, la agenda de Derechos Sexuales y Reproductivos:
desde la salud adolescente con perspectiva de derechos hasta la despenalización del
aborto; la ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW. Sobre este punto,
una sola afirmación: nuestro estándar nacional de cumplimiento no puede seguir
siendo la firma de Pinochet en la ratificación de la Convención. Y, por último, la
Violencia de Género en todas sus formas (tráfico, explotación, tortura).

En cuanto a la eficacia política como asignatura pendiente, me parece que tuvimos


serias dificultades, y a ratos imposibilidad, de traspasar nuestros compromisos y
liderazgo internacional al debate político nacional con resultado de ley. Y digo
con convicción y aparente contradicción aquí, que lo simbólico no sirve, o al
menos, no alcanza.

También es necesario decir acá que los obstáculos a la agenda no sólo estuvieron
en la oposición de derecha. El influjo conservador es bastante más transversal de
lo que quisiéramos. Y si no es así, podríamos preguntarnos: ¿dónde están los(as)
defensores(as) de la agenda de género hoy frente a la amenaza del desmontaje?

93
Cecilia Pérez Díaz Chile y los derechos humanos de las mujeres

¿quiénes eran en realidad? Sí, probablemente las energías están hoy puestas en la
revisión de la derrota, como nos planteaba en la mañana Ana Bell; sí, pero mientras
aquello ocurre, la agenda conservadora y el desalojo operan a gran velocidad y
de forma invisible.

Sobre la representación, mi punto es que, finalmente, la agenda de género fue


una agenda hipergubernamentalizada, con una cada vez más débil articulación
con las organizaciones y colectivos de mujeres en la agenda internacional.

Como siempre, el tiempo nos persigue, entonces sólo termino diciendo que sin
agenda internacional, sin adhesión a la doctrina de los derechos humanos que es
una cuestión por definición progresista en el sentido amplio y no sólo de izquierda,
es muy difícil retomar o avanzar en la agenda dura que nos queda pendiente, y la
experiencia en el mundo nos señala que los gobiernos de derecha, no sólo no son
progresistas, sino son tremendamente resistentes incluso a la institucionalidad
multilateral, con una alta cuota de desconocimiento del rol que tienen que cum-
plir en un mundo que ha concordado la matriz multilateral para el entendimiento
global, y que, a mi modo de ver, para la agenda del SERNAN y para la igualdad
de las mujeres en Chile, fue muy relevante.

Muchas gracias.

94
Comentario

Francisca Rodríguez H.49

Cuando recibí la invitación a este Seminario y vi el Programa, me dije que me


gustaría participar, porque iba a comentar a Josefina Bilbao y Cecilia Pérez, y
quiero decirlo, porque mucho de los procesos nuestros, de ANAMURI, partieron
cuando Josefina Bilbao era Ministra de SERNAM, y nosotras siempre hemos
reconocido, entre otras cosas, que fue cuando tal vez tuvimos las mejores posi-
bilidades de presentar y negociar cuestiones que, para nosotras, eran de fondo.
Porque ANAMURI es una organización de representación y negociación y por
ello, siempre que nos sentamos a una mesa vamos a negociar y exigir. Se lo hemos
dicho a todos los gobiernos, incluso a éste, que nosotras somos una organización
de representación, autónoma de los gobiernos, de los partidos políticos, de las
corrientes religiosas, dejando claro que lo que haga bien el gobierno, nosotras lo
que vamos a aplaudir y lo que no haga, nosotras lo vamos a demandar, y lo que
hagan mal, lo vamos a denunciar.

Nos fue bien, en general, en esos momentos. No sabemos cómo nos irá ahora,
pues a este gobierno, en nuestro primer encuentro con el Ministro de Agricultura,
le dijimos que este no era el gobierno que nosotras queríamos, pero sí teníamos
claro que era el gobierno de Chile, y por lo tanto, como organización de repre-
sentación, nosotras íbamos a participar en las instancias que fuera necesario. Pero
igual que con los gobiernos de la Concertación, le volvimos a plantear nuestras
definiciones frente a las relaciones con los gobierno. Parece que no nos ha ido
muy bien, porque todavía no nos recibe la Ministra del SERNAM y tampoco el
Ministro de Agricultura, habiendo solicitado entrevista a ambos, así es que no hay
que extrañarse mucho que ella no esté acá porque las puertas no están abiertas,
incluso para las organizaciones.

49
Encargada Internacional de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI).

95
Francisca Rodríguez H. Comentario

Ahora, ¿por qué destaco el período de Josefina Bilbao como Ministra de SERNAM?
Porque cuando llegamos a la negociación del Primer Plan de Igualdad de Oportunida-
des para las Mujeres (1994-1999) y vimos que las mujeres campesinas y las mujeres
indígenas éramos las ausentes de esa propuesta política, empezamos una profunda
negociación que nos permitió instalar, por primera vez en la historia, una instancia
especial de negociación, la Mesa de Mujeres Rurales. De igual manera reaccionamos
cuando vimos que tampoco estábamos integradas como sector en el informe que iba
a la Conferencia Mundial de Beijing. Eso no lo aceptamos y nos dijimos, no puede
ser. Trabajamos y nuestros planteamientos fueron en un punto anexo que se incorporó
al Informe del país. Creo que eso tuvo para nosotras una gran importancia, pues se
pensaba que aquí no había nada que decir. Nos tocó correr y trabajar para incorporar
ese anexo, el Capítulo nueve, si no me equivoco. Había otro elemento en el informe
general que destacar, y era que por primera vez en un gobierno de la Concertación,
una mujer presidía la máxima organización de los campesinos. También le dijimos a
la Ministra que esto acontecía no porque fuera el gobierno de la Concertación, sino
por una estrategia de nosotras, las mujeres, que conspiramos para lograr la Presiden-
cia, de modo que las mujeres indígenas, las mujeres campesinas, las asalariadas del
agro, vieran que podíamos conquistar también espacios de poder. Esta fue nuestra
primera gran negociación, bastante importante, y creo que de las 60 y tantas delegadas
que íbamos a la Conferencia de Beijing, en las representantes de las organizaciones
sociales, éramos muy pocas las mujeres campesinas e indígenas, una compañera de
Arica y nosotras, cuatro en total, porque además, dos de nosotras integraban también
la delegación oficial del Gobierno.

De todas maneras, hicimos un buen bloque y una buena arremetida e incluso,


cuando supimos que no había integrante del Ministerio de Agricultura en la
delegación oficial, fuimos a pelear al propio Ministerio y parecía hasta ridículo
que fuéramos nosotras a demandar que el Ministerio de Agricultura llevara una
delegada, que fue Liliana Barría. Nuestras razones fueron que teníamos 10 años
de retraso, porque el decenio de las mujeres había pasado por nuestras espaldas,
que no conocíamos lo que estaba pasando en el mundo y necesitábamos que el
gobierno viera qué estaba pasando en relación a las mujeres del campo fuera de
nuestras fronteras. Esa fue nuestra intención y de eso quedamos satisfechas. Por
supuesto que los programas se mejoraron con el Ministerio de Agricultura, pero
pareciera ser que hubo sólo un “veranito de San Juan”, porque después, como
decía Carmen Andrade en la mañana, las cosas se fueron poniendo muy técnicas
y las discusiones que teníamos a nivel de las organizaciones fueron desaparecien-
do rápidamente, lo que significó que nosotras desapareciéramos de este debate
internacional.

96
Comentario Francisca Rodríguez H.

Creo que la fortaleza que ha tenido ANAMURI al constituirse en una organiza-


ción de carácter nacional, es precisamente su vinculación con el movimiento de
campesinas de América Latina, ser parte de la Articulación Continental de las
Mujeres del Campo y a nivel mundial, de la Vía Campesina.

Desde ese punto de vista es que nosotras actuamos en todos los niveles, hacemos
mucha presión, creo que fuimos las primeras que dijimos, cuando se pasó del
enfoque “Mujeres en Desarrollo” (MED) a “Género en Desarrollo” (GED), que
esto era una trampa. Y nuevamente perdimos, y de ahí empezó un trabajo muy
técnico, pasamos a ser cifras, porcentajes y no se hicieron políticas reales, que
estén cambiando verdaderamente, de fondo, la condición de las mujeres.

En nuestros planteamientos hemos sido muy claras, porque no desconocemos


que ha habido avances, pero no los suficientes, no los que nosotras quisiéramos.
Indudablemente, aquí no se ha dicho con claridad que hay que reconocer que
para poder avanzar, deberíamos haber tenido un Gobierno que se fundamentara
en políticas económicas diferentes, pues estamos frente a un modelo económico
capitalista y patriarcal. Por lo tanto, nuestros pasos, nuestros avances no van a
ser suficientes.

Pero además de eso, durante estos años tuvimos un gran retroceso en relación a
lo que veníamos construyendo como movimiento de mujeres en tiempos de la
dictadura.

Yo le decía a María Antonieta Saa, porque a lo mejor soy una de las más antiguas
del movimiento aquí, “¿por qué nunca hablas que en la Unidad Popular nosotras
constituimos, a nivel de gobierno, la primera Secretaría Nacional de la Mujer?”.
Me dice, “pero estaba muy lejos de ser esto, en ese tiempo tú no eras feminista
y yo tampoco”. Era un tremendo avance, muy importante, discutimos mucho
y construimos y establecimos la primera Secretaría Nacional de la Mujer en la
UNCTAD. Empezamos a desarrollar un trabajo de promoción de la organización
de las mujeres y jugamos un rol significativo en sostener y defender el gobierno
Popular. Fue un trabajo con las mujeres, que no se puede desconocer, porque
desde ahí se echaron las raíces para conformar un movimiento de mujeres que
resistiera el fascismo, eso era, de resistencia al fascismo. A la par, con la fuerza
de ese movimiento, irrumpe un movimiento feminista que se compromete con la
lucha del pueblo y por lo tanto, con la lucha de las mujeres trabajadoras. Entonces
fue un aprendizaje mutuo, fue una complementación muy fuerte, desde las mu-
jeres trabajadoras con el movimiento feminista, que nos nucleamos, realizamos
encuentros históricos e hicimos los más importantes debates, porque después de

97
Francisca Rodríguez H. Comentario

eso, yo creo no nos hemos vuelto a sentar con la fuerza con que nos sentábamos
en esos tiempos.

Pienso y creo que, de todas maneras, nosotras tenemos mucho por hacer. Decía
por qué me gustaba mucho poder comentar y estar en esta mesa con Josefina
Bilbao, por quien nosotras tenemos un gran respeto. Porque además, ella como
Ministra nos apoyó desde el inicio de ANAMURI, porque cuando se produjo
nuestra separación del movimiento campesino, recibimos por parte de nuestros
compañeros un profundo rechazo. Nosotras no nos fuimos porque no quisiéramos
estar con nuestros compañeros, o porque hubiéramos sido ganadas por el movi-
miento feminista –porque también así se dijo– para separarnos de los hombres.
No, nos fuimos porque el proceso de cooptación del gobierno a las organizaciones
campesinas fue muy fuerte y siempre se presionaba para parar nuestra acción de
denuncia. Esos son los grandes errores de la Concertación, el no entender que
cualquier gobierno que avance en construir democracia necesita un movimiento
sólido, organizado y capaz de presionar para que los programas se cumplan, y este
proceso de cooptación de las organizaciones termina en un proceso de compra
de las organizaciones.

Porque en eso están ahora las organizaciones, vendiendo y negociando nuestros


derechos y nosotras resistiendo, un poco solas, porque tampoco tenemos hoy día
un movimiento de mujeres que responda a los tiempos, como lo hacíamos en
dictadura. Creo que son las cosas que tenemos que reconocer para ver los tropie-
zos que hemos tenido en el camino. Yo estoy de acuerdo con la Diputada María
Antonieta Saa y siempre lo hemos dicho: nosotras vamos a poder negociar, vamos
a poder avanzar en la medida en que tengamos organizaciones fuertes, identifi-
cadas con propuestas claras y con capacidad de presionar. No somos gobierno,
somos la otra cara de la moneda y la otra cara de la moneda tiene que ayudar a
impulsar, a que los planes y programas, las políticas públicas que hemos ayudado
a formular –porque las construimos conjuntamente–, a la hora de aplicarlas, no
surjan problemas, porque tampoco las tuvimos todas, si no no tendríamos ahora
un gobierno de derecha.

Creo que los errores y las debilidades debemos reconocerlos, porque en realidad,
en estos años de Concertación no logramos conformar un movimiento, no logra-
mos revivir el movimiento de mujeres que hubo en tiempos de la dictadura, que
fue un movimiento creativo, que puso la vara muy alta. Se asustan los hombres
cuando ven que las mujeres somos también pensantes, deliberantes, que somos
capaces de construir propuestas, que no tenemos miedo a arriesgarnos. Tenemos
una amplia mirada en lo político que los asusta, eso lo vivimos permanentemente

98
Comentario Francisca Rodríguez H.

nosotras en las organizaciones mixtas, y no por eso no hacemos el esfuerzo de


seguir avanzando y construyendo con nuestros compañeros. Por eso nuestra con-
signa es “cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede”. Es fundamental
que realmente entiendan –y entendamos– que la cosa es así, que mientras no
avancemos conjuntamente nada va a pasar.

Lo segundo, cuando Cecilia Pérez fue Ministra, y ella podrá decirlo, nunca fuimos
a presionarla ni a pedir nada, aun cuando, por haber trabajado juntas, podríamos
haber conspirado. Sin embargo, creo que nos mantuvimos en un nivel de relaciones
importante, porque ella fue Secretaria Ejecutiva de la Fundación para la Supe-
ración de la Pobreza, y en esa Fundación estaba el programa Servicio País. Ahí
dimos grandes batallas para que los municipios entendieran que los profesionales
jóvenes del Servicio País no eran estafetas municipales, muy por el contrario, los
muchachos que se iban a las comunas rurales, su trabajo era social, era trabajar
con las comunas rurales pobres, por lo tanto, en primer lugar, con nuestras orga-
nizaciones y para nosotras era una fortaleza avanzar en eso.

Quiero decir, porque creo que es importante, que cuando nosotras tenemos la
capacidad de propuesta, de convocatoria y claridad, avanzamos, y creo que es el
momento que aprendamos la lección y seamos capaces de restituir un movimiento
de mujeres. Lo necesitamos, no solamente para hacer oposición o para que la
Concertación entienda cómo se hace oposición, porque en este momento tienen
que aprender a ser oposición. Da la sensación que no están haciendo oposición,
más bien pareciera que varios o muchos están acomodándose, cuidando privilegios
o cargos, y tenemos que decirlo con mucha franqueza, esto es “pan para hoy y
hambre para mañana”, porque el costo lo paga el pueblo.

Nosotras hemos dicho que somos autónomas políticamente, pero nos jugamos en
cada campaña presidencial, porque por ningún motivo queríamos que la derecha se
volviera a instalar en el poder. En eso tenemos nuestra conciencia tranquila porque,
a pesar que los candidatos no eran “santos de nuestra devoción”, a excepción de la
candidatura de una mujer. Sí porque cuando fue Michelle Bachelet la candidata, no
tuvimos ninguna duda de cuál era nuestro camino, nosotras queríamos y luchamos
porque una mujer se instalara en la Presidencia, por eso nos jugamos y tenemos que
seguir avanzando, porque a nosotras, acceder al poder nos cuesta mucho más.

De las negociaciones políticas y las plataformas internacionales, los movimientos


de mujeres poco conocen, y en el caso de nosotras, las mujeres campesinas y las
mujeres indígenas, nos resulta más difícil aún. De este modo, nuestro trabajo
internacional se duplica.

99
Francisca Rodríguez H. Comentario

Hoy día se está discutiendo en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones


Unidas la carta de los Derechos de los Campesinos y debimos pelear para que esta
fuera la Carta de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos. Veintitrés años
demoró Naciones Unidas en aprobar la Carta de los Derechos Indígenas. Es de
esperar que con esta no sea lo mismo. Recién estaba leyendo sobre las “directrices
voluntarias sobre la tierra”, que se están construyendo en la FAO para evitar su
acaparamiento. Estas ya se están discutiendo y ¿qué pasa con nosotras las mujeres
en estas negociaciones internacionales? Resulta que la FAO no puede hacer más
porque no tiene mecanismos que sean vinculantes, o sea, no tienen carácter de
obligatorio para ningún Estado las medidas que ahí se adopten. Entonces, nosotras
creemos que tenemos que vincular estas medidas a otros mecanismos para darles
el carácter de obligatoriedad, por ejemplo, la Declaración de los Derechos de
los Pueblos Indígenas, o la propia Convención CEDAW, que sí son mecanismos
vinculantes, para abrir camino a las directrices de la tierra y que estas sean obli-
gatorias, y que los gobiernos tengan el deber de cumplir con las disposiciones de
resguardo de nuestro bien común, como lo es nuestra tierra.

Yo creo que también tenemos el deber de reconocer que hay una enorme distancia
entre el debate internacional con las prácticas de los Gobiernos y las de las organi-
zaciones, para exigir la firma de los protocolos o de los convenios internacionales
y la aplicabilidad de estos protocolos y convenios en el plano nacional. Hoy día
el mundo cambió y no podemos depender del anclaje de la discusión de la agenda
internacional, pero tampoco la podemos ignorar.

Nosotras somos una organización claramente definida en oposición al sistema


económico imperante, bien sabemos e incluso podemos tener quiebres, porque
aquí se instalaron programas asistencialistas que generaron mucha dependencia y
pérdida de conciencia en nuestra gente, entonces nuestras autonomías son relativas.
Nosotras podemos estar predicando hoy día y mañana van a estar las mujeres en
los servicios públicos, en la Municipalidad, golpeando la puerta para el calmante,
para la limosna. Porque los programas que se han desarrollado nos conducen a
hacer del asistencialismo una práctica cotidiana, el pedir o buscar ayuda sin poder
resolver la vida diaria y mirar el futuro de una manera diferente.

Nos hace falta conversar y compartir más nuestras experiencias y vivencias, que
ustedes sepan efectivamente que nosotros somos hoy día, un sector en peligro de
extinción, y cuando el campesinado desaparezca, la soberanía de este pueblo habrá
desaparecido. También, hoy día somos víctimas de un modelo político y econó-
mico que condena al país a la dependencia. Lamentablemente, la Concertación
en los 20 años que gobernó lo sostuvo. Hoy día, sus dueños están en el Gobierno

100
Comentario Francisca Rodríguez H.

y tienen rienda suelta para hacer y deshacer. Ya no tenemos ni siquiera territorio,


porque la mayoría de nuestras tierras están adquiridas por privados, por empresas
trasnacionales, filántropos que nos vienen a decir que nos quieren mucho, que van
a cuidar nuestros recursos naturales y están cuidando el agua que es el negocio del
futuro. O inversionistas privados o sociedades anónimas que se van apoderando
de nuestras tierras, de nuestros recursos naturales, que lucran con el sufrimiento
del pueblo, pero a pesar de esto, nuestra fuerza de mujer también puede mover
montañas y seguir luchando por el verdadero cambio.

Muchas gracias.

101
IV.

El movimiento de mujeres y las


políticas de igualdad
El movimiento de mujeres y las políticas de
igualdad: aportes y pendientes

Teresa Valdés E.50

Un poco de historia

Todas las presentaciones que hemos escuchado en este Seminario han hecho
referencia al movimiento de mujeres de los años ‘80 y han relatado cómo, dentro
de ese movimiento, se generaron articulaciones y se desarrollaron acciones que,
en sus inicios, estuvieron orientadas hacia recuperar la democracia y poner fin a
la dictadura.

El movimiento feminista chileno jugó un papel muy significativo en ese movi-


miento en el sentido de poner y extender “lo político” más allá de lo relacionado
con el poder institucional y llevarlo al ámbito privado. Incorporó a la lucha política
la búsqueda de transformación de las relaciones de poder en la vida pública y en
la vida privada, para alcanzar la autonomía del cuerpo, la autonomía económica y
la autonomía política. Bajo la consigna “lo personal es político” abrió un campo
de acción desde lo social y cultural a lo político.

La acción de ese movimiento surgido en tiempos de dictadura, amplio, diverso,


pluriclacista y con componentes políticos y sociales, de todos los sectores, podría
resumirse bajo la consigna “Somos +”, que representó la amplitud del movimiento
y del rechazo a la dictadura. En segundo lugar, su norte se expresa en la consigna
“Democracia en el país y en la casa”. No es posible hablar del movimiento en
los años ‘80 sin esta consigna que traspasó las fronteras y se instaló en el mundo
como una demanda de las mujeres: la democracia tiene que estar en la casa.

50
Socióloga, feminista, militante del Partido por la Democracia, dirigenta del movimiento
de mujeres desde hace 30 años. Actualmente es investigadora del CEDEM y coordina el
Observatorio de Género y Equidad.

105
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

Al examinar la lucha de las mujeres o el movimiento en los años ‘80, surge la


pregunta por la “agenda” que unificaba a las mujeres, entendida como los obje-
tivos, aspiraciones y prioridades para su acción política. Si en los años ‘90 fue
posible instalar políticas públicas para la igualdad, ello se debió a la existencia
de esa agenda, resultado de numerosos esfuerzos previos.

La agenda de las mujeres, elaborada por organizaciones sociales y ONG, sur-


gió en el contexto del proceso de Naciones Unidas sobre la Mujer y tuvo como
urgencia la recuperación de la democracia y la plena vigencia de los derechos
humanos en tanto condición necesaria para avanzar hacia la plena igualdad, la
autonomía y la ampliación de derechos. Se presentó en distintos textos: el año
1985, el MEMCH’83, que en ese tiempo era una Coordinadora de Organizaciones
de mujeres que había sido reinstalada con el apoyo de Elena Caffarena y Olga
Poblete, que habían entregado el “testigo”, la antorcha de una larga lucha a esas
organizaciones, elaboró el documento que se llamó “Principios y reivindicación
que configuran la plataforma de la mujer chilena”. Este documento fue llevado a
Nairobi, a la Conferencia de Naciones Unidas de evaluación del Decenio para la
Mujer (1985), instaurado en México en 1975. Al año siguiente, en 1986, como lo
dijo Antonieta Saa, se presentó el “Pliego de las mujeres”51 para ser incorporado
a la Demanda de Chile. Ese mismo año, el Departamento Femenino de la Co-
misión Nacional Campesina dio a conocer la “Demanda de la mujer rural”52. La
agenda de las mujeres, construida colectivamente se hacía cargo de las profundas
desigualdades existentes en el país y situaba allí la desigualdad de género, la
discriminación sistemática y las jerarquías que excluyen a las mujeres del plano
político y económico. Al hacer este recorrido y examinar los distintos documentos,
se aprecia cómo se va articulando un pensamiento, un conjunto de propuestas, de
ideas y con ese capital llegamos al plebiscito de 1988.

El plebiscito de 1988, mirado desde el punto de vista de las organizaciones de


mujeres, fue una epopeya de muchas aristas, porque se pensaba que las mujeres
eran las que estaban más sometidas por la dictadura, que eran las más sensibles a
los mensajes y campañas del miedo, a las amenazas de que iba a volver el desor-
den - recuerden lo que fue esa propaganda. Por lo tanto, ganar el plebiscito, para
las mujeres de todos los sectores, fue un trabajo hecho a conciencia, a mucha
conciencia. Conozco testimonios de mujeres pobladoras que relatan que su aporte
fue convencer a algún familiar o amiga para que se atreviera a votar que NO o

51
Elaborado por Mujeres por la Vida a partir de los documentos de distintas organizaciones.
52
Resultado del Primer Encuentro de la Mujer Rural, organizado por el Departamento Femenino
de la Comisión Nacional Campesina.

106
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

llevar la colación a algún apoderado/a, las personas que vigilaban la votación.


Fue un triunfo extraordinario.

En 1989, la Coordinación de Organizaciones Sociales de Mujeres llevó a cabo la


campaña “Soy mujer… Tengo derechos”53, que dio origen a la agenda más amplia
del movimiento de mujeres, con integrantes de todo el arco político opositor. Fue
un espacio de debate y práctica democrática, un espacio público de mujeres donde
nuevamente se reivindicaron la igualdad y autonomía, incluyendo el derecho a
una vida sin violencia y al aborto.

Al finalizar los ochenta, la extensión del movimiento y su participación en la


recuperación de la democracia, el grado de institucionalización y su capacidad
técnica –porque en ese movimiento había organizaciones, ONG, académicas,
de los más diversos lugares–, junto con la presencia activa de las mujeres de los
partidos de la Concertación de Partidos por la Democracia permitió desarrollar
propuestas, validar liderazgos y colocar en el Programa de Gobierno algunas de
sus prioridades.

La acción política de las mujeres orientada a instalar la equidad de género en las


políticas públicas, tuvo gran éxito con el retorno de la democracia, pero también
enfrentó limitaciones que es necesario examinar.

La agenda y el Programa de Gobierno en 1990


El contexto político de 1990 ya ha sido delineado por otras presentaciones. Yo
quiero resaltar el hecho que la transición a la democracia fue, para el movimiento
de mujeres y para las mujeres preocupadas de generar políticas de igualdad, una
gran oportunidad para implementar la agenda elaborada y concretar nuevos de-
rechos. Si no existen oportunidades, los movimientos decaen, pierden relevancia
y por eso, identificar la oportunidad es muy importante. Esa fue una oportunidad
que se tomó, que fue posible aprovechar porque se había construido alianzas
estratégicas, alianzas entre mujeres que estaban en el movimiento y mujeres que
estaban en los partidos políticos que llegaron al gobierno.

En 1989 nació la Concertación de Mujeres por la Democracia, formada por mujeres


de organizaciones políticas y sociales y de ONGs que se reconocían integrantes del

53
A través de 48 jornadas en Santiago y otras ciudades participaron 1.700 mujeres de sectores
urbanos y rurales, a lo largo de 5 meses.

107
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

movimiento de mujeres que pugnaba por una democracia con participación de las
mujeres y con políticas de igualdad. Entre sus actividades creó una Comisión de
Programa que debía traducir la agenda de las mujeres en propuestas concretas. A
través de subcomisiones temáticas54, con la Convención de Naciones Unidas sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
como marco de referencia, elaboraron propuestas para la acción de gobierno, in-
cluyendo la participación política de las mujeres, la autonomía económica y una
institucionalidad para la igualdad, pero fueron tímidas en los temas de sexualidad
y salud reproductiva.

Esto fue posible porque el movimiento contaba con conocimientos y había con-
solidado una capa de profesionales en organizaciones, ONG y centros de estudios
especializados, que buscaba caminos para el cambio de la condición femenina
desde sus especialidades, es decir, con recursos técnicos y profesionales para
materializar las propuestas.

En el programa definitivo de la Concertación de Partidos por la Democracia se


mantuvieron varios de los temas propuestos por las mujeres: las reformas lega-
les para terminar con la discriminación legal de las mujeres –la estrategia que
describió Laura Albornoz–, políticas públicas dirigidas a mujeres en situaciones
especialmente desfavorecidas –ahora llamadas “vulnerables”–, una campaña
contra la violencia doméstica y la creación de una Oficina Nacional de la Mu-
jer. La propuesta original fue una Oficina que estuviera a cargo de concretar las
propuestas, que tuviera la más alta jerarquía en el gobierno, de modo que tuviera
autoridad en la estructura de gobierno.

Tensiones y limitaciones

Sin embargo, aquí se instala una tensión, porque ya en el período electoral y en esta
tarea no participan todos los grupos y sectores que conformaban el movimiento
y habían luchado en conjunto contra la dictadura. La realidad de la transición fue
que un sector importante del movimiento no votó en el plebiscito de 1988, no se
inscribió en los registros electorales, no creyó ni aceptó el itinerario que había
fijado el propio Pinochet en la Constitución impuesta en 1980 para la transición
democrática. La estrategia de integrarse al gobierno y a la tarea de las políticas

54
Los temas abordados fueron empleo, educación, salud, familia, comunicaciones, arte y
cultura, participación, mujer campesina e indígena, mujeres pobladoras, legislación e
institucionalidad para la mujer.

108
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

públicas había dejado fuera a mujeres del movimiento ligadas a los sectores po-
líticos que no estaban en la Concertación (Partido Comunista y Movimiento de
Izquierda Revolucionaria).

La creación del SERNAM, sin embargo, fue experimentada por sectores mayori-
tarios del movimiento como un triunfo, aun cuando sólo incluía parte de la agenda
de las mujeres. De hecho, el debate parlamentario para su creación fue acompañado
por acciones y campañas de las organizaciones, incluso con el envío de cartas a los
parlamentarios. No obstante, otro sector consideró una mala estrategia luchar por
la institucionalización de la agenda y su traducción a políticas de gobierno, y se
produce una división en el movimiento feminista que después se profundizará.

Una vez en el gobierno, por otra parte, como ya se mencionó en este seminario,
para las autoridades éramos expertas y no mujeres políticas. Se consideraba que
la participación de las mujeres del movimiento en la elaboración del Programa y
en el gobierno había sido en su condición de expertas y de técnicas en los distin-
tos temas, no como actor político. Esta fue una estrategia adecuada en el difícil
contexto de invisibilidad de las mujeres ante las dirigencias de los partidos, y
considerando la alta competitividad que se había generado en el espacio político
público en ese momento histórico. De hecho, otorgaba credibilidad y valor a las
propuestas, facilitando su integración al Programa de Gobierno.

El Presidente Aylwin se comprometió a incorporar las demandas de las mujeres en


su programa de gobierno, pero el lugar asignado fue en la formulación de políticas
públicas, lo que creó oportunidades para la acción política de las mujeres, pero
restringida a un rol de expertas.

Ello significa que no hubo participación de mujeres en las decisiones que se to-
maron sobre el tipo de democracia y el modelo de transición que se pondría en
marcha, tampoco en el diseño del gabinete. De hecho, la transición a la democra-
cia, en sus aspectos políticos, se hizo sin las mujeres. Es decir, el movimiento de
mujeres tuvo un lugar que fue valioso, pero quedó fuera de la “tarea grande”, la
propia construcción de la democracia.

Muchas mujeres del movimiento se incorporaron al SERNAM y otros organismos de


gobierno, pero se consolidó un vínculo con las ONGs y centros académicos ceñido a
lo técnico y despojado de su carácter político. Esto erigió una barrera en la relación
de las organizaciones sociales de mujeres que se hizo más sensible con el correr de
los años. Por su parte, muchas profesionales, al llegar al gobierno dejaron de lado
su rol político en relación al movimiento y se empoderaron como expertas.

109
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

Mirado como oportunidad, sin embargo, la incorporación de feministas y mujeres


del movimiento al gobierno permitió la articulación de un “triángulo de empode-
ramiento”, formado por mujeres feministas militantes de partidos que estaban en
el Gobierno, en el Parlamento, de ONGs y organizaciones. Ello permitió avanzar
en diversos temas, como ya se ha señalado en este seminario.

La necesidad de formular políticas públicas y programas para mujeres y para la


igualdad favoreció que las ONG se institucionalizaran cada vez más y que se
especializaran en diferentes temas relevantes. De este modo, lo técnico fue to-
mando preeminencia frente a lo político. No es que lo técnico excluya lo político,
porque hubo mujeres en distintos cargos que fueron muy sabias y aprovecharon
el discurso técnico para avanzar en las metas políticas. De hecho, esta mañana
hemos escuchado varios testimonios de cómo las Ministras fueron capaces de se-
guir instalando, en la institucionalidad, temas y mecanismos de gran importancia.
Las políticas, programas, evaluaciones, incluso el Plan de Igualdad de Oportuni-
dades para las Mujeres 1994-1999, fueron elaborados desde las ONG, desde la
sociedad civil, a partir de la contratación de consultorías, sin que se entregara un
reconocimiento expreso, político a esas mismas instancias. La consultoría es un
mecanismo ambiguo que mientras reconoce un saber, al mismo tiempo dictamina
“haz lo que yo te digo, negociemos un poquito, pero lo político lo pongo yo y la
autoría es mía”.

Al interior del gobierno, desde el gobierno de Patricio Aylwin, se hicieron visibles


tensiones ideológicas en relación a la naturaleza de las reformas legales y la insti-
tucionalización de políticas públicas para la equidad de género. La propia creación
del SERNAM estuvo marcada por tensiones de carácter político e ideológico,
como ya se dijo aquí. ¿Cuál debía ser el lugar de las mujeres? Se debatió sobre
los roles de las mujeres, la igualdad de las mujeres, la promoción de la familia,
el carácter del organismo, entre otros. Se resolvió que, además de formular polí-
ticas públicas para el acceso igualitario de las mujeres a los diversos ámbitos de
la sociedad y el cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer, tendría como función el fortale-
cimiento de la familia, la valoración del trabajo doméstico como indispensable
para el funcionamiento de la familia y la sociedad, y la valoración y protección
de la maternidad. Al mismo tiempo, el Parlamento limitó sus capacidades, en es-
pecial, aquellas que favorecían su relación con el movimiento social de mujeres.
En el contexto político de la “democracia de los acuerdos”, quedó definido como
un organismo coordinador de políticas, sin atribuciones para ejecutar políticas y
programas, salvo en su modalidad piloto, para ser traspasados a otros ejecutores
posteriormente.

110
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

La propia noción de “género” debió transitar un largo recorrido para ser asumida
por sus integrantes, como ya lo dijo Josefina Bilbao. Entonces, las mujeres, ¿éramos
sujetos políticos o no lo éramos? El reconocimiento de las mujeres como sujetos
políticos autónomos versus la concepción naturalizada de las mujeres “sujetadas”
en sus roles en la familia –su lugar privilegiado en la sociedad– recorre los debates
en el Parlamento, en los partidos, entre las autoridades y funcionarios de gobierno,
y también en el SERNAM. Esta idea de sujeto o sujetada, la puso La Morada en
un Informe sobre Derechos Humanos55. Entre esos dos polos hay un abanico de
posiciones intermedias que visualizan a las mujeres en el mundo laboral y en la
política, con más o menos temor a la plena autonomía de las mujeres.

En cierta medida, esta tensión define dos agendas entre las mujeres, una agenda
mínima, sometida a “la medida de lo posible”, que permitía la alianza entre los
partidos de la Concertación, propia de su estrategia de consensos, y una agenda
más amplia que demandaba avanzar hacia la autonomía de las mujeres en todos los
ámbitos, incluida la paridad en política y los derechos sexuales y reproductivos.

El movimiento en democracia

Si miramos el movimiento en democracia, aquella corriente que apostó por la


institucionalización de la agenda de género, podemos apreciar, como se dijo en
la mesa anterior en relación con la agenda internacional de derechos humanos de
las mujeres, que los avances de este período están fuertemente ligados al hecho
de formar parte de una comunidad, de un movimiento internacional.

La participación en las redes internacionales: la Red de Salud de las Mujeres


Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC, 1984), la Red de Educación Popular
entre Mujeres (REPEM, 1988), la Red Latinoamericana y del Caribe contra la
Violencia Doméstica y Sexual (1990), en los Encuentros Feministas de América
Latina y el Caribe (desde 1981 en adelante), fue dando un marco que alimentará
las redes nacionales, como son la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y
Sexual (1990) y el Foro Abierto de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos
(1992). Las fechas son coincidentes, adentro y afuera. El V Encuentro Feminista
Latinoamericano y del Caribe (1990, San Bernardo, Argentina) contó con amplia
participación de chilenas y dio origen al Primer Encuentro Nacional Feminista
(1991, Valparaíso).

55
La Morada (2004) Mujer sujeto – Mujeres sujetadas. Santiago: La Morada.

111
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

La acción política del movimiento se dio también en otros ámbitos. Algunas


académicas de ONG iniciaron acciones para abrir las universidades a la reflexión
crítica, a la docencia y la investigación sobre las mujeres y temas de género; pau-
latinamente dictaron cátedras y seminarios y posteriormente abrieron espacios
institucionales. Ello reforzará la relación con las políticas públicas, al contribuir a
la formación de recursos profesionales especializados que se integrarán al Estado,
y también con la producción de conocimientos que las alimentarán.

Sin embargo, el movimiento en democracia vivió un proceso de desarticulación y


fragmentación, marcado por la pérdida de financiamiento por parte de la cooperación
internacional. Se produjo una separación creciente con las mujeres de organizaciones
de base, entre las que creció cierto malestar por sentirse utilizadas por las profesio-
nales, en una relación jerárquica e instrumental que dejaba poco espacio para que
las dirigentas y los grupos desarrollaran autonomía, algo que contradice los niveles
de desarrollo alcanzados en su trayectoria de participación social previo a 1990. Tal
vez, una de las consecuencias más graves fue la destrucción del tejido social de los
años ’80, que articulaba a organizaciones sociales de todos los tipos y sectores, con
ONGs y centros académicos, alimentando su condición pluriclasista.

En esos tiempos nadie hablaba de las mujeres de elite, a nadie se le pasaba por
la mente. Tal vez era una fantasía nuestra creer que habíamos generado un tejido
del que todas formábamos parte, independiente de dónde vivíamos, de dónde ha-
bíamos nacido. Pero, con el correr de los años, se fue disgregando el movimiento
y surgió esta mirada que habla de la elite de mujeres. Ello niega la historia del
movimiento feminista latinoamericano –y el chileno– que ha sido progresista y
de izquierda, que ha tenido la lucha contra la desigualdad y la injusticia como uno
de sus nortes, todo un movimiento dedicado a eliminar la desigualdad, a tratar
de cruzar las fronteras. Puesto en términos de “mujeres de elite” no se entiende,
pero sí se entiende cuando se visualiza a un “sujeto político” que sueña con la
igualdad, que cree y practica la igualdad y que por lo tanto, transita en la sociedad
de distintas maneras. Eso es lo que hacíamos en ese tiempo.

En el movimiento feminista, el VII Encuentro Feminista Latinoamericano y del


Caribe, realizado en Cartagena, Chile, en noviembre de 1996, puso al descubierto
–desde su preparación– la tensión entre el feminismo que había luchado por la
institucionalización de políticas de igualdad en el Estado y el denominado “femi-
nismo autónomo”, una polarización vigente en toda la región. Se cuestionaba la
participación de sectores del feminismo en el proceso de Naciones Unidas hacia la
Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (1995) y que se considerara la Pla-
taforma de Acción resultante en esa Conferencia como una agenda feminista.

112
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

En el sector del movimiento embarcado en la institucionalización de políticas de


igualdad de género, la conferencia de Beijing marcó un momento significativo, por
algo que dijo Josefina Bilbao: las Conferencias de la Naciones Unidas fueron una
nueva oportunidad para avanzar56. Fueron una oportunidad para mirar críticamente
lo realizado hasta la fecha y para ganar en autonomía. En ese contexto cristalizó
el malestar por haber sido definidas como expertas y técnicas, por la reducción de
muchas ONGs a sólo ejecutar programas en cuya definición no habían participa-
do, por las consultorías individuales y el debilitamiento de ONGs e instituciones
con trayectoria, por las numerosas tareas pendientes en ámbitos claves. Surge la
necesidad de desarrollar una mirada como actor social, como colectivo, más que
mirar los aportes individuales de expertas o los éxitos aislados de una ONG.

En este proceso, el SERNAM incorporó mujeres de ONGs y organizaciones so-


ciales a las delegaciones oficiales a las conferencias, también otros Ministerios
y servicios públicos, como contaba Francisca Rodríguez de ANAMURI. Fue un
reconocimiento de las líderes y de las organizaciones como actores válidos, con
los que era posible hacer alianzas y algunas negociaciones, como bien relató
Francisca.

El movimiento de mujeres mayoritario, en el post Beijing estuvo un largo tiempo


dedicado a difundir la Plataforma de Acción aprobada en Beijing, porque reco-
nocía que ese documento tenía muchos elementos que habían sido aportados
desde la agenda política del movimiento. Se desarrolló entonces la estrategia de
la “ciudadanía activa”, del “control ciudadano”, con muchas iniciativas dirigidas
a monitorear, o fiscalizar a los gobiernos, dado que se entendió que lo que se fir-
maba fuera del país no era obligatorio, no era “vinculante” y dejaba en manos de
los movimientos hacer el seguimiento de las conferencias. Para ello se elaboraron
“informes sombra”, se hizo el “Tribunal de las mujeres” y se creó el Índice de
Compromiso Cumplido, al que me voy a referir después. Empezaron a surgir los
Observatorios. De hecho, desde 2000 en adelante se avanza hacia la estrategia
del control ciudadano.

Las alianzas entre mujeres del movimiento y de partidos políticos en el gobierno


creadas en los 80 y en los inicios de la transición se fueron modificando a lo largo
del tiempo. Se puede decir que bajo los dos primeros gobiernos de la Concertación,
con Presidentes de la Democracia Cristiana, las dobles militancias –de mujeres

56
La Conferencia de Derechos Humanos de Viena (1993), la Conferencia Internacional sobre
la Población y el Desarrollo en El Cairo (1994), la Cumbre social en Conpenhage (1995),
la IV Conferencia de Naciones Unidas sobre la Mujer en Beijing (1995).

113
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

que estaban en el gobierno, tenían militancia política y cercanía al movimien-


to– permitieron avanzar en la “agenda mínima”, en legislación, en las políticas
públicas, ejerciendo ellas un liderazgo importante. En los gobiernos siguientes,
gobiernos laicos (del Partido Socialista), creció la presión –desde distintos sectores
del movimiento– por avanzar en la agenda de mayor ciudadanía y participación.
Esto tensiona la relación con los partidos y con la institucionalidad. Es decir, el
cambio de los gobiernos con Presidente democratacristiano a los gobiernos lai-
cos, al tiempo que reforzó las expectativas de las mujeres –“ahora sí podremos
avanzar porque tenemos Presidente socialista”–, profundizó las tensiones con los
partidos. En la práctica, ya no apoyaban la agenda de las mujeres porque producía
conflictos o tensiones al interior del bloque de gobierno.

Bajo el gobierno de la Presidenta Bachelet, podemos decir que la naturaleza de la


acción de las mujeres organizadas se modificó inevitablemente. Al tener ella un
liderazgo y fuerte compromiso con la agenda de género, en cierta medida sustituyó
la acción y la necesidad de una acción del movimiento, o así lo percibieron las
organizaciones y ONGs que se identificaban con su gobierno. De hecho, ella pudo
avanzar en la agenda amplia usando sus facultades constitucionales –al nombrar
mujeres en los cargos de confianza hasta alcanzar la paridad en varios rangos de
la jerarquía, exigiendo a los partidos de la Concertación la entrega de nombres
de mujeres–, al mandar proyectos de ley, al diseñar políticas y hacer reformas.
También actuó en respuesta a la movilización de las organizaciones sociales
cuando estas demandaron la entrega universal de la “Píldora del día después”
ante la negativa del Tribunal Constitucional, y consagró derechos reproductivos
en una ley en enero de 2010.

En síntesis, es posible señalar que en 20 años, y a pesar de la fragmentación y


el debilitamiento de la acción colectiva de las organizaciones de mujeres en los
últimos años, la acción política hacia la institucionalización de la igualdad de
género logró avances. Esta acción caminó desde la elaboración de propuestas y
la colaboración con los gobiernos, hacia el control ciudadano y la fiscalización
de los compromisos contraídos por los gobiernos y por el Estado de Chile; desde
la lucha por la vigencia del derechos ya reconocidos hacia mayores demandas
frente al Estado, incluyendo la confrontación con algunas de sus instituciones,
como es el Tribunal Constitucional.

Asimismo presionó para transitar desde de la “igualdad de oportunidades entre


hombres y mujeres”, discurso adoptado por el SERNAM, los gobiernos y los
partidos de la Concertación, hacia la “igualdad efectiva”, incluyendo la igualdad
de resultados y la “equidad de género” como meta. Los Planes de Igualdad de

114
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

Oportunidades elaborados por el SERNAM y la Agenda de equidad de Género de


la Presidenta Bachelet y el Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres entregado al
finalizar su gobierno, que quedó sin aplicar por la llegada de Piñera a La Moneda,
muestran el impacto de su acción en la institucionalidad (Ver Anexo 2.). En este
proceso, esa acción se ha apoyado fuertemente en la agenda de Naciones Unidas,
en el orden jurídico internacional de derechos humanos de las mujeres y en la
justicia de género, con alianzas a nivel regional y mundial que le han aportado
legitimidad, recursos materiales y simbólicos, así como pertenencia e identidad.

El Índice de Compromiso Cumplido (ICC)


Para terminar, quiero presentar brevemente el Índice de Compromiso Cumplido, el
ICC (Ver Anexo 3.), ese instrumento político-técnico para ejercer control ciudadano
del cumplimiento de los acuerdos de la conferencia de Beijing, la Conferencia
de El Cairo, el Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-1999
y las Políticas de igualdad de Oportunidades para las Mujeres Rurales (1997),
creado aquí en Chile por organizaciones de mujeres57 y elaborado con amplia
participación en todo el país.

Se trata de un sistema de indicadores para mostrar el grado de avance de las mujeres


en materias relevantes en relación a las metas de igualdad. Se identificó tres áreas
temáticas estratégicas para la construcción de la equidad de género y la autonomía
de las mujeres, en el plano del cuerpo, de la economía y de la política: (i) partici-
pación y acceso al poder, (ii) autonomía económica y pobreza, y (iii) salud de las
mujeres y derechos sexuales y reproductivos. Cada área cuenta con una serie de
indicadores considerados claves, que dan origen a un índice, los que agrupados dan
una medida general para el país. Para cada indicador se definió una meta que refleja
la equidad de género. El cálculo original partía el año 1995 (año de la Conferencia de
Beijing), pero para este seminario, dado que estamos mirando 20 años de políticas
para la igualdad, decidimos recalcularlo desde 1990 hasta el año 2009, de modo de
visualizar los cambios, avances y retrocesos del período.

El cuadro siguiente muestra la evolución de los índices de cada área estratégica y


también del Índice General, que es un promedio de los índices temáticos.

57
Este Índice de Compromiso Cumplido (ICC) fue desarrollado en 1998 como parte de las
acciones del Grupo Iniciativa Mujeres (GIM), articulación de las principales ONGs y
centros académicos chilenos especializados en género, creado en 1993 con motivo de la IV
Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Mujer (Beijing, 1995) y que mantuvo
actividades hasta 2006.

115
Teresa Valdés E. El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:...

Índice de compromiso cumplido por año, general y por área


100%

90% 86,2%
81,3%
80% 73,8% 72,7% 75,4%
72,0% 79,1%
70,0% 78,0%
70%
68,2% 68,1% 67,9% 69,5%
60% 64,4%
60,8% 61,5%
58,1% 57,7%
50% 53,3%
49,8% 52,1%
40% 43,2%
44,2%

30% 33,4%
29,6%
20% 25,3%
21,1%
10% 16,6%

0%
1990 circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009
Participación y acceso al poder
Autonomía económica y pobreza
Salud de las mujeres y derechos sexuales y reproductivos
Índice general

Este Índice de Compromiso Cumplido muestra –en porcentajes– los avances


en el logro de las metas de equidad y cuanto falta para cumplirlas. El índice de
participación y acceso al poder muestra que partimos con un 16,6 % de logro de
la meta de equidad y que en 2009 llegamos a un 44,2%. Si se mira las distintas
mediciones, hay retrocesos, porque por ejemplo, el Presidente Lagos nombró cinco
mujeres Ministras, pero después quitó a varias, igual que con las subsecretarías y
otros cargos. La cifra de 2009 va a bajar en la próxima medición, porque la meta
es la paridad en los cargos y con el actual Gobierno, eso va a retroceder.

La línea de autonomía económica y pobreza parte bastante alto (72% de logro de


la meta), pero tiene un avance pequeño (a 78%). Sin embargo, muestra retrocesos
que coinciden con las crisis económicas. En los indicadores se puede ver cómo
en las crisis las mujeres perdemos, por ejemplo, el porcentaje de trabajadoras
que tiene contrato de trabajo. En ese indicador todavía no se recupera los niveles
anteriores a la crisis de fines de los años 90. El cumplimiento de la meta parece
mayor, pero el avance es pequeño.

116
El movimiento de mujeres y las políticas de igualdad:... Teresa Valdés E.

En el área de salud y derechos sexuales y reproductivos, se parte con un 60,8%


de cumplimiento de la meta de equidad, y el avance es muy importante (86,2%).
Sin embargo, aquí influyen los indicadores que fue posible considerar: no existía
la información para los indicadores más adecuados y fue necesario utilizar indi-
cadores aproximados. Igual, esa evolución da una idea de la lucha de las mujeres,
que han empujado por mejores condiciones de salud, autonomía del cuerpo y
equidad de género.

En cuando al ICC general, entre 1990 y 2009 hemos avanzado hacia la meta de
equidad desde 49,8% a 69,5%. Es decir, en un período de 20 años, en que se dio
una aplicación continua y sistemática de políticas de igualdad, se puede observar
un avance de casi 20 puntos porcentuales. Sin embargo, no se trata de un avance
continuo ni homogéneo. El mayor avance se da bajo el gobierno de la Presidenta
Michelle Bachelet con su compromiso con la paridad y la equidad.

Mirado en perspectiva, si se mantuviera este ritmo de avances, recién el año


2040 podríamos tener igualdad entre mujeres y hombres, expresada en este set
de indicadores. Un avance más rápido requiere voluntad de los actores políticos
y muy especialmente la acción del movimiento de mujeres, que es el motor de
la igualdad.

Muchas gracias.

117
DESDE LA OTRA VEREDA...

Vicky Quevedo M.58

¿Hay alguien aquí que haya nacido después de 1988? Que levante la mano… Qué
bueno que vinieron, es por saber y para darles la bienvenida. Me alegro porque
yo tengo 55 años y dan ganas de llegar a las mujeres más jóvenes y trasmitirles
el orgullo que nosotras sentimos de haber construido lo que hemos construido,
porque hemos sido testigos de una historia, no siempre grata, por cierto. No me
siento triunfante ni mucho menos, pero ha sido nuestra historia. No sólo hemos
sido testigos, sino que la hemos ido construyendo con tantas otras. Para todas
las personas que están quiero decirles que soy una mujer extraordinariamente
privilegiada, porque de la dictadura adelante, desde que volví del exilio, he po-
dido trabajar en lo que me gusta, en lo que creo, en lo que sueño y pongo toda
mi pasión, y por eso he llegado a los 55 con el alma muy contenta, con mucha
energía, mucho más cansada, con un hijo más grande, con más deseos.

Para mí es importante decirlo, porque no hablo desde otro lugar, hablo –sin
duda– desde la otra vereda y con dos escenarios determinantes en el nexo entre
un sector del feminismo chileno y el SERNAM en estos 20 años, a los que vengo
a este lugar de la Academia a defender, con mucha fuerza, reflexivamente y con
la necesaria honestidad crítica que los tiempos ameritan.

Contexto
El sano ejercicio de la memoria me lleva a iniciar mis palabras con una breve
contextualización de mis reflexiones. Si me permiten,… el Movimiento Feminista
debatió seriamente, en dictadura, si en democracia se debiese contar con una insti-
tucionalidad pública, gubernamental, de mujeres o por la existencia de políticas
transversales, las que en su conjunto facilitarían la construcción de una sociedad

58
Feminista, comunicadora social, directora del Foro Ciudadano.

119
Vicky Quevedo M. Desde la otra vereda...

donde las mujeres nos empoderáramos para participar en modificar todo aquello
que no nos permite estar expresadas en el conjunto de nuestras dimensiones
sin discriminación alguna, ese era el horizonte. En algún momento el camino
se orientó a una institucionalidad pública de mujeres, desde donde permear al
gobierno en su conjunto, trabajar por derechos pendientes para las mujeres en
multiplicidad de ámbitos, etc.

Debo confesarles que con los años, tratando de recrear el tono, las conversaciones de
entonces, el escenario social, cultural y político por donde pasaba tejiendo el movi-
miento feminista y el movimiento amplio de mujeres durante la dictadura, uno ve al
menos dos factores determinantes en el vínculo del feminismo con la institucionalidad
que luego formó parte del aparato del Estado y desde el gobierno con nombre de
SERNAM. Dos factores, dos escenarios políticos de los que el feminismo de la época
de la dictadura, ya en las cercanías del término de la misma, no previó la magnitud
de estos dos escenarios, futuros pero cada vez más cercanos y dejar establecido
entonces, nuestro rol con ellos como movimiento e institucionalidad pública.

En primer lugar, el que un grupo no menor de feministas se iría al gobierno o al


parlamento, o a los gobiernos locales y municipios, a cargos de poder y a lugares
más de base en el aparato estatal. Cuando digo prever, me refiero a entonces
conversar, imaginar cuál sería la relación de trabajo, la relación legítimamente
política de nuestras compañeras feministas instaladas en lo público, con toda
nuestra presencia organizada en las 15 regiones del país, ya sea en la producción
de conocimiento vía ONGs, de prácticas sociales, de redes sociales. Cómo podrían
ser los puentes, cómo un sector podría potenciar al otro, uno desde la sociedad
civil, la otra desde el gobierno. Esa reflexión no la hicimos en dictadura, en el
feminismo de entonces. Tal vez no la hicimos porque nosotras luchamos hasta
el último segundo para asegurarnos que en todas las regiones de nuestro país
existieran mujeres feministas organizadas que defendieran con fuerza el inicio
de la transición a la democracia. Tanta calle, tanta plaza, tantos grafitis, tanta
presencia corporal en la calle sin la cual don Patricio Aylwin no habría entrado
con la tranquilidad que luego entró al estadio nacional.

Esa reflexión no la hicimos y en transición la relación política, de sociedad civil


organizada a gobierno, ha sido débil y en varios ámbitos inexistente. La derecha
legitima permanentemente en lo público a sus centros de estudios, la Concertación
y SERNAM no ha hecho eso más allá de que, por la vía de las consultorías, las
ONGs hayan aportado de forma significativa. Tal como dice Tere Valdés, el Plan de
Igualdad de Oportunidades no cayó del cielo –pienso en el Centro de Estudios de
la Mujer, el equipo de Rosalba Todaro y tantas otras–, sin embargo, no queda en el

120
Desde la otra vereda... Vicky Quevedo M.

registro de la historia que ese conocimiento vino del Movimiento Feminista y del
Movimiento amplio de Mujeres. No pueden decir que fue una licitación, porque
no es lo mismo tener una consultora con profesionales que nacen en la transición y
tener un grupo de mujeres, que muchas veces dieron la vida defendiendo el esce-
nario en que nos encontrábamos. Durante estos 20 años de SERNAM, éste ha sido
un complejo tema para el feminismo chileno, porque nuestras compañeras que han
estado en el aparato estatal, parlamento, en los municipios, en la administración
local y nosotras, desde el movimiento feminista en algún lugar, seguimos siendo
todas “movimiento feminista”. Pero ¿cómo resolver esa tensión?, ¿ese puente?, ha
sido un tema extraordinariamente complejo.

Y en segundo lugar, durante el término de la dictadura, de algún modo veíamos a


los partidos políticos de izquierda y a la democracia cristiana, que cuando hablaban
de democracia, nuestras luchas estaban de algún modo incorporadas en las cabezas
dirigentes, cual más, cual menos. Digo, en la conciencia democrática de entonces.
Les quiero decir que cuando yo miraba a los compañeros que estaban en la política,
que intuía iban a pasar al primer gobierno de transición, yo sentía una alianza,
una cercanía, no un amigo porque nunca he pertenecido a ese sector, socialmente
hablando, pero sí los sentía cercano. En transición, créanme, todo lo contrario, hay
una muralla de autoridad tan distante, considerando además que nuestras grandes
líderes feministas de la época, de las que siento un profundo orgullo de haber
construido lo que construimos con ellas, recuperaron o construyeron un nexo con
los partidos políticos –directo o indirecto– con las directivas de dichos partidos,
o sea teniendo acceso a espacios no menores de poder de dichas instituciones en
el gobierno además, y en virtud, en justicia varias de ellas pasaron a cargos de
poder de alta jerarquía.

Estos dos escenarios no fueron suficientemente previstos, la participación de nues-


tras compañeras feministas en el aparato del Estado y la relación con los partidos
políticos. Si los partidos están compuesto por gentes con las que uno estuvo en la
esquina tirando una piedra, con cuántos senadores y diputados yo he tragado gas
lacrimógeno en dictadura, no es gente que vino de otro planeta, vinieron de acá;
con ellos uno construyó para poder llegar a la transición.

No me parece justo verlo sólo como una ingenuidad política, una falta de experien-
cia por parte de nuestro movimiento en relación al aparato del Estado. Llegamos a
la transición y de pronto nos llovió torrencialmente desde múltiples instituciones
públicas que nos desbordaron: aparecieron los ministros, las ministras, los diputa-
dos, los senadores, los alcaldes, las alcaldesas, los directores de servicio, todo el
aparato público. Yo estaba con mi cuerpo entero en el mundo social, entonces

121
Vicky Quevedo M. Desde la otra vereda...

empezar a pararse y reconocer esa institucionalidad, créanme que, si quienes


ocuparon el Gobierno tuvieron que aprender a ser gobierno porque, por supuesto,
no lo habían sido, junto con ese aprendizaje nosotras también aprendimos a ser
movimiento social en democracia y no sólo movimiento social en dictadura, pero
ese puente de aprendizaje se perdió hace mucho rato.

Pero no sólo eso, creo representar a un sector del feminismo que ha experimentado
una suerte de decepción democrática significativa. Cuando la Concertación de hoy
dice haber perdido el gobierno porque con los años se alejó de la ciudadanía, de
sus organizaciones y supongo que allí incluyen entonces sus demandas, sin duda
que compartimos ese diagnóstico, tan sólo que, desde la otra vereda, la de los
movimientos sociales. Yo hablo lo social, hablo desde lo social.

Han pasado 20 años y hoy nos reunimos a reflexionar sobre esta apuesta, del
SERNAM en tanto una institución en si misma y no un servicio que dependa de
otro. Pero, ¿de qué SERNAM hablamos, qué es lo que se ha construido? Sim-
bólica fue la partida de este servicio cuando su primera Ministra, Soledad Alvear,
distribuyó la “Agenda de la mujer” a las trabajadoras de SERNAM, agenda de
aquellas que hacía y hace la feminista Soledad Rojas, una agenda, nada grave. La
derecha se molestó, la iglesia Católica se enfureció, las organizaciones sindicales
guardaron silencio, la DC lo reprobó, los partidos de la Concertación marcaron
sus diferencias y la agenda fue retirada. Feministas, compañeras de movimiento
que estaban en SERNAM o en cargos de poder en partidos de la Concertación,
nuevamente los dos escenarios, no lograron parar aquello. Pero no sé cuántas lo
hicieron, a cuántas se les ocurrió defender ese absurdo, sea lo que fuese, en la
prensa. En los medios de entonces sólo salían la Ministra y la vice ministra, Soledad
Larraín, socialista y feminista. No se armó un revuelo al interior del SERNAM,
ni siquiera menor, o desde otros lugares aliados nuestros en la Concertación. Sea
lo que fuese, ante sus ojos y los nuestros, la agenda fue retirada, una a una. Así se
partió, una agenda signó, construyó la primera incomodidad pública de SERNAM
con el feminismo, el signo de interrogación nuestro con SERNAM.

Avances
Si hacemos una somera revisión de los avances de SERNAM en materia de agenda,
quisiera incluir uno simbólico como el conquistado derecho de las escolares
embarazadas para que éstas puedan continuar con sus estudios, incluso habiendo
roto con el mandato católico de llegar virgen al matrimonio y concebir los hijos
en el marco de éste.

122
Desde la otra vereda... Vicky Quevedo M.

Otro avance significativo es el recorrido de las leyes de violencia, aunque du-


rante los primeros 15 años de Concertación la política se expresó en la violencia
intrafamiliar. Sólo a partir del año 2005 se logró que SERNAM trabajara con el
concepto de “Violencia en contra de las mujeres”.

Cómo no mencionar el proyecto de filiación que fue poner en debate el modo como
se construye familia en Chile, no más ciudadanos de segunda categoría en ese
ámbito. Desde la dictadura que hemos venido sosteniendo la relevancia del mundo
laboral de mujeres en todas sus dimensiones. SERNAM ha logrado favorecer el
acceso de las mujeres jefas de hogar al trabajo, y un conjunto de otros temas como
brecha salarial, todo el cuidado infantil para poder trabajar, etc.

Recordemos que Chile, durante la dictadura, quedó completamente aislado en los


escenarios internacionales. De allí la importancia del trabajo político de SERNAM
en su participación en Beijing y el horror de la derecha por algo tan peligroso
como la perspectiva de género que emanó con tanta fuerza luego de ese encuentro
mundial el año 1995. Me tocó defender los objetivos políticos en la posición de
Chile en un canal de televisión de la época y créanme, el miedo que había a la
perspectiva de género era tremendo, era medioeval, era impresionante.

SERNAM también ha trabajado al interior del aparato público, por ejemplo a


través del Programa de Mejoramiento de la Gestión, los PMG, que aumenta
los ingresos de las instituciones públicas en la medida que éstas cumplan con
determinados objetivos de género. Cómo no reconocer la importancia de este
programa, sin embargo, tengo la impresión de que su sentido político no fue ins-
talado, la perspectiva de género en sentido democrático debiese ser utilizada para
modificar los roles de género en una sociedad patriarcal. He visto cómo a la hora
de sacar las cuentas, se suele incluir a las mujeres en lo que sea con tal de recibir
más fondos. Vaya un ejemplo, hace un par de meses una institución pública que
tiene un programa de radio, a la hora de los recuentos querían saber con urgencia
cuántas mujeres habían sido entrevistadas en el año. Daba lo mismo en qué, no
importaba el enfoque de la entrevista, si la entrevistada decía que las mujeres
nos debemos en primer lugar a los hijos, el marido y el hogar, dio igual, porque
eso también es premiado. Ustedes dirán, pero antes ni eso existía, las mujeres
ni siquiera eran entrevistadas. Puede ser, pero luego de 20 años, de 240 meses,
más de 7.000 días, uno espera un poquito más. Otro ejemplo, desde Lagos que
no existen estudios que incorporen la perspectiva de género en la medición del
impacto social de las TICs implementada por el gobierno, como los telecentros
del Programa “Quiero mi barrio”.

123
Vicky Quevedo M. Desde la otra vereda...

Bachelet, hito cultural en nuestra historia, aparece con temas más profundos, lo
que generó que miles de miles de miles saliéramos a las calles a celebrar su triunfo.
Inaugura el escenario político de presidencia de mujer con su deseo de paridad,
nuevos rostros en el gabinete, brecha salarial, reforma de pensiones, sistema de
protección social. Independientemente de cuánto avanzó en sus temas de campaña,
quedará para la historia su deseo, su proyecto político, su visión de país donde
mujeres y hombres estaríamos paritariamente en los cargos de poder. Almodóvar
dice que la vida real es más fuerte, y claro, la paridad real duró poco pero la sim-
bólica allí está. Hoy podemos compararlo con el gobierno de Piñera, donde al no
existir esa visión de país, una ministra mujer más o una menos da igual. O usted
¿ha escuchado que al reemplazar a una Ministra mujer en la cartera de Trabajo por
una Senadora de la República de larga data se mantiene la proporción de mujeres
en el gabinete? Eso ya no es tema.

En los últimos años, en la última gestión de SERNAM aparece con fuerza lo rela-
tivo a la no más violencia en contra de las mujeres, para culminar con el femicidio.
Y en este punto vaya un comentario: el notable trabajo de las feministas de la
Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual sobre la No más violencia
contra las mujeres y su campaña cuyo slogan es ¡Cuidado: el machismo mata!
no fue reconocido por el último SERNAM, que cuando mucho aludía al aporte
del trabajo del Movimiento de Mujeres en el tema, siempre con la dificultad de
reconocer los aportes del feminismo chileno. ¿Desde dónde se instaló en la opi-
nión pública la idea de ligar machismo con muerte? Fue la Red y no SERNAM
con toda su estructura en las 15 regiones del país. ¿No está de acuerdo? Salga a
la calle y pregunte a la gente si ha visto campañas sobre femicidio, veamos qué
le dicen. Yo he hecho ese trabajo con quienes entrevisto en la radio y lo que ha
ido quedando, normalmente apela a un, ah si, yo he visto ese afiche de ¡Cuidado:
el machismo mata!

Cuando se instalaron las Casas de la Mujer, SERNAM no hizo un estudio previo


para diagnosticar lo construido por el Movimiento Feminista y sus organizaciones
en varios puntos del territorio nacional. Algunas experiencias de Casas de la Mujer
ni siquiera fueron consideradas. Se podría haber construido una mesa de diálogo, de
escuchar y reconocer el conocimiento acumulado del movimiento feminista, no ha
sido así y así debería ser. Gloria Maira señala, “En el caso de la violencia domés-
tica, el sistema de protección que montó la Presidenta (Michelle Bachelet) sigue
brindando una atención parcelada, fragmentada, donde la “intersectorialidad”
se ha traducido en derivación. En ese programa se incluyen las casas de acogida
para mujeres y las otras instituciones del Estado, como el Ministerio Público y los
servicios de salud. Las mujeres no han logrado salir de este “compra huevos”,

124
Desde la otra vereda... Vicky Quevedo M.

de ir de un lugar a otro, sin finalmente lograr una protección integral”, eso dice
la feminista Gloria Maira desde la Red Chilena contra la violencia doméstica y
sexual. Ocurre que la violencia contra las mujeres requiere de políticas públicas
que empoderen a las mujeres y no que las traten sólo como víctimas. Piense usted
por ejemplo, que las mujeres que son violadas por sus maridos no reciben pastilla
de anticoncepción de emergencia.

La ex ministra y actual senadora Soledad Alvear ha señalado la importancia de


haber creado durante su mandato, en todas las regiones del país, los Centros de
Información de los Derechos de la Mujer, porque era un hecho que muchas mujeres
desconocían y siguen desconociendo cuáles son sus derechos. Lamentablemente,
en Chile no se invierte para difundir el contenido de la política pública, la gente
no sabe de sus derechos porque no vive en un Estado que comparta esos avances
democráticos. Yo dirigí y coordiné una investigación en 4 países de América
Latina el año pasado sobre este tema.

Cuando la Concertación era gobierno, la crítica, la reflexión que aporta cami-


nos más profundos no era bienvenida, se leía una vez más como un acto poco
atingente al momento actual. Tantas veces –desde lo social– debimos guardar
silencio por una mal interpretada solidaridad con los sectores más progresistas, y
hoy que SERNAM corre el riesgo de ser tratado como un servicio más, cuando
su institucionalidad se ve cuestionada, es difícil estar en ese camino que esta
vez se puede llamar “Antes estaba todo bien y hoy está todo mal”. Compañeras,
antes no estaba todo bien. Y les vuelvo a decir: me expreso de ese modo con este
ánimo de decir con todas sus letras lo que digo, defendiendo el SERNAM, cuya
directora tiene rango de Ministra, y su continuidad. Sí formo parte de las que
lucharon por esa existencia, sin embargo, no de cualquier SERNAM. Después de
20 años de experiencia, el feminismo chileno, el movimiento amplio de mujeres,
las organizaciones sociales, el Chile social y cultural tienen mucho que aportar,
si pensamos en un futuro gobierno decente y no el que tenemos hoy día.

El debate sobre SERNAM que hicimos en dictadura, lo hicimos sobre la base de


una democracia que ya venía, en la que todas íbamos a participar. Déjenme decirles
que, para quienes no hemos estado en el gobierno no ha sido fácil conservar esa
ilusión de participar en sentido integral, con gobiernos aliados, en diálogo con sus
autoridades. El lugar del feminismo en estos 20 años ha sido de dificultad en su
nexo con lo público, decirse feminista no ha sido fácil. Aún así, nuestro aporte a
la sociedad chilena es significativo y en varios ámbitos del quehacer nacional.

125
Vicky Quevedo M. Desde la otra vereda...

No creo que en nuestro movimiento en dictadura cundiera la idea de un neolibe-


ralismo al estilo que finalmente se construyó y que hoy se viste de gobierno en
plenitud. Debemos volver a pensar el Estado, el Chile que queremos, nos toca
soñar y mirar a lo lejos, para desde allí ver dónde estamos paradas. Desde 1995
que astrónomas y astrónomos han descubierto en nuestra Galaxia a más de 500
planetas extra-solares, cada quien girando en torno a una estrella, hay fondos
públicos chilenos que financian la elaboración de un censo de las estrellas y
los planetas que pueblan el centro de la Vía Láctea. ¿Para qué? para saber, pero
también para tener más información sobre cómo se creó y evolucionó nuestro
propio sistema solar. Por eso digo, vámonos lejos, soñemos otra vez que desde la
distancia es más fácil ver cómo se creó lo que se creó, cómo evolucionó aquello
que evolucionó y así, entre otros, poder defender una institucionalidad pública
para desmontar la subordinación de las mujeres, resguardando el cumplimiento
de derechos ya conquistados, trabajando por todos los que siempre faltarán, con
un presupuesto digno y no con lo exiguo que se ha trabajado.

Y que no se atemorice por reconocer al feminismo y su patrimonio cultural para


construir puentes, si total, visto a la distancia de casi un año, el Movimiento Fe-
minista tiene claro que los gobiernos pasan y los Estados quedan.

Me he expresado de este modo con el ánimo de decir con todas sus letras, defiendo
el SERNAM, su continuidad y también su cambio. Veinte años de experiencia: a
nutrirlo, a abrirlo, a enriquecerlo en su necesario diálogo con el Movimiento de
mujeres y con su Movimiento Feminista.

Muchas gracias.

126
Notas acerca de la construcción de
igualdad en la región de la araucanía

Lucy Ketterer Romero59

Quisiera agradecer al Observatorio de Género y Equidad la oportunidad de com-


partir con ustedes, las mujeres de la capital, las reflexiones de un grupo de mujeres
activistas, investigadoras y académicas de la región de La Araucanía. Se agradece
porque no siempre la tenemos.

Para las mujeres, contar nuestras experiencias significa visibilizarnos e inscri-


birnos en la historia de nuestros territorios y de los procesos sociopolíticos que
en ellos se producen, no obstante para las ciencias dichos eventos suelen no ser
importantes o bien, pertenecer a un nivel micro de la realidad social, al que no
siempre se le otorga mayor importancia. Por otra parte, nuestra participación en
el movimiento social de las mujeres, y eventualmente en el feminismo, las más
de las veces genera procesos de cambio a nivel subjetivo, que inciden en la re-
construcción de nuestras propias vidas, como también, en transformaciones más
globales de los espacios dónde habitamos, ya sean el hogar, el espacio laboral,
la comunidad y, por cierto, el territorio, produciéndose, la mayoría de las veces,
mejoramientos significativos en los niveles de vida, de nosotras mismas, nuestros
grupos familiares y de las comunidades donde habitamos.

Por ello partiré contándole a ustedes, brevemente quiénes somos y que hacemos.
El Observatorio Equidad en Salud según Género y Pueblo Mapuche de la región
de La Araucanía, nació el año 2005 como respuesta a la convocatoria realizada
por el Proyecto Género, Equidad y Reforma de la Salud de la OPS/OMS. Después
de varias jornadas de trabajo, donde se reunieron dirigentas de organizaciones de
mujeres de la región, profesionales de la salud, académicas de la Universidad de
La Frontera, se logró conformar una red de organizaciones que se plantea como

59
Integrante de organizaciones de mujeres de la región de La Araucanía. Académica del
Departamento de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera de Temuco, Chile.

127
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

objetivo “movilizar un proceso de vigilancia ciudadana que pudiese culminar


en la conformación de una Estación Regional del Observatorio de Equidad de
Género en Salud, ubicado en Santiago60, desde la cual, se ampliara la observación
hacia la equidad de etnia, superpuesta a la de género”61, dadas las condiciones
contextuales de la región de La Araucanía.

En este primer momento de constitución participaron mujeres de procedencia


urbana y rural, mapuche y no mapuche62, quienes reflexionamos acerca de las
desigualdades presentes en la política de salud implementada en La Araucanía,
y cómo ésta afecta en forma diferenciada a mujeres y hombres, dependiendo de
su pertenecía o no al pueblo mapuche. Como todas sabemos, la conjunción entre
género, etnia y clase, son determinantes sociales que aumentan la inequidades en
salud, pero también en otros ámbitos de la vida cotidiana de las personas, como
se ha evidenciado empíricamente desde las ciencias sociales, y particularmente
desde el feminismo.

Entre los resultados más relevantes de este primer trabajo colectivo están, a nues-
tro juicio, la identificación de las principales diferencias entre el sistema público
de salud y el sistema mapuche de salud; el impacto que tienen las reformas del
sector salud en las mujeres mapuche y no mapuche de la región, y los problemas
de salud que más las afectan. Sintéticamente, las mujeres del Observatorio sos-
tenemos que existen desigualdades en salud entre los sexos, y entre las personas
pertenecientes al pueblo mapuche y las “no mapuche”, las cuales están centradas
principalmente en la atención prestada por los servicios de salud del Estado. Ve-
mos constantemente que se les otorga desigual atención, tanto en lo que refiere
a oportunidades y calidad, a las personas de origen rural y urbano, lo que resulta
en que la población de las zonas rurales desconozca el Sistema de Atención de
Garantías Explícitas (AUGE), y no comprenda el lenguaje del personal de salud,
especialmente el utilizado por los y las médicos.

60
Ello hace más interesante aún la propuesta de levantar una “estación regional” que pudiera
levantar conocimiento desde lo local. Con el tiempo la estación se ha autonomizado
totalmente.
61
OPS/OMS (2005). Relatoría 1ª Jornadas Observatorio de Equidad en Salud según Género
y Pueblo Mapuche. Temuco. (Sin publicar)
62
Hablamos de pertenecía al pueblo mapuche y no de pertenecía étnica, en razón de que
las mujeres mapuche señalaron que ellas son parte del pueblo mapuche, lo que para el
Observatorio significa, además, una postura política que reafirma la identidad de mujeres
y hombres mapuche como tales.

128
Notas acerca de la construcción de igualdad... Lucy Ketterer Romero

Esta “falta de oportunidades en la medicina de los hospitales hace que el pueblo


mapuche vuelva la mirada a la medicina tradicional” (ibid.), otorgándole un rol
protagónico a su espiritualidad y a sus sanadoras: la machi y la lawentuchefe, por
cuanto esas sanadoras mapuche, la mayoría mujeres, no establecen diferencias en
su atención, ni de sexo, ni de pertenencia étnica, atendiendo a todas las personas
que las requieren de manera integral.

Para las participantes del Observatorio, los sistemas de salud de Chile, tanto público
como privado, se caracterizan por estar basados en las reglas del mercado, más
que en la concepción de la salud como un derecho fundamental de las personas. El
sistema es muy estructurado, jerarquizado y nada de integral, “parcializado, con
profesionales especializados en cada parte del cuerpo” (ibid), lo que no favore-
ce la prevención de enfermedades, porque no erradica el consumo de alimentos
industrializados, no valora el entorno social ni el medio ambiente, fundamental
para la vida de las personas, según la cosmovisión mapuche.

La opinión de las mujeres mapuche que integran nuestro Observatorio es que el


modelo de salud occidental no establece una interacción reciproca con el sistema
de salud mapuche: “las machis refieren hacia servicios de salud reconociendo las
competencias de éste, en cambio los médicos de los servicios de salud no refieren
hacia las machis y las subvaloran o ignoran” (ibid).

Esta aseveración, realizada por una mujer dirigente mapuche, da cuenta de la po-
sición subordinada que ocupa la cultura mapuche respecto de la cultura occidental
en la región, así como de la falacia que hasta ahora se observa en la denominada
salud intercultural, que desde la reforma de salud se ha tratado de implementar,
pero que a la postre no se ha logrado instalar como un sistema que verdadera-
mente realice un diálogo intercultural recíproco entre los sistemas de salud que
conviven en La Araucanía.

Entre los principales problemas de salud que priorizamos en el Observatorio están


los problemas ambientales, asociados al daño de los bosques nativos provocados
por las empresas forestales y sus plantaciones indiscriminadas de especies exóticas
de pino y eucaliptus. Estas afectan las fuentes de abastecimiento de agua de las
comunidades mapuche rurales, y junto con las fumigaciones, provocan daños a
la salud de las personas. Cotidianamente observamos que los territorios donde se
emplazan las comunidades mapuche son violentados a través de la depredación,
deforestación y contaminación de los recursos naturales, dañando el espacio físico
fundamental de la cultura mapuche, requerimiento indispensable para tener una
vida saludable.

129
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

También observamos que la migración temporal de mujeres desde las comuni-


dades mapuche rurales, hacia la zona central del país, con el objeto de trabajar
como temporeras en la recolección de frutas y hortaliza, tiene también efectos en
su salud, por cuanto un número considerable de ellas adquiere enfermedades de
transmisión sexual, las que muchas veces no son tratadas correctamente.

La violencia intrafamiliar, en la cultura mapuche, es un problema del ámbito priva-


do, que se oculta, tratándose a nivel comunitario sólo en algunas comunidades. Si
el sistema de sanción cultural fracasa, en algunos casos, se denuncia. No obstante,
algunas mujeres sostienen que, en general, no se habla de este problema, y que
por otra parte, las comunidades han perdido su sistema de sanción cultural, lo que
origina una desprotección de las víctimas y la no sanción de los victimarios.

La depresión es identificada por algunas mujeres mapuches como síntoma, y


por otras, como enfermedad. No obstante, hay coincidencia en señalar que las
aproximaciones a esta patología son diferentes entre las culturas mapuche y no
mapuche. En la cultura mapuche se la considera una “pérdida de los espíritus
positivos”, como resultado de la violencia social; en la cultura no mapuche es
una enfermedad asociada a la discriminación y a la pobreza.

La salud mental, incluido el alcoholismo, serían efecto de la represión que opera


sobre el pueblo mapuche en la región, especialmente en las comunas del conflicto
indígena. La irrupción de las fuerzas represivas del Estado en las comunidades
indígenas de las zonas rurales, tensiona y afecta la salud mental de las mujeres. Por
su parte, los hombres que participan de la causa mapuche, están expuestos a sufrir
la represión del Estado e ir a prisión, inclusive, tal como lo hemos visto en varios
casos. En estas situaciones las mujeres se quedan solas con hijos e hijas, aumentando
sus niveles de estrés y carga de trabajo. Las mujeres mapuche definen la forma en
que el Estado se relaciona con el pueblo mapuche como de violencia estructural.

En cuanto a la adopción del marco conceptual de género, este no estuvo exento de pro-
blemas durante en la primera etapa del Observatorio, ya que para un grupo de mujeres
mapuche, el concepto representa una nueva estrategia de dominación. Ellas sostienen
que la perspectiva de género interpreta las relaciones sociales entre hombres y mujeres
mapuches desde una mirada occidental, no tomando en cuenta la cultura mapuche
en la interpretación de las relaciones entre hombres y mujeres. Para la cosmovisión
tradicional mapuche, las relaciones entre los sexos son de complementariedad, y no
obstante ellas reconocen la presencia de violencia contra las mujeres, insisten en que
las comunidades mapuche cuentan con controles culturales propios, que les permiten
controlar esta situación. Sin embargo, con el correr del tiempo y con la realización de

130
Notas acerca de la construcción de igualdad... Lucy Ketterer Romero

diversas jornadas de debate acerca de este fenómeno, así como con la difusión de una
investigación acerca de la percepción de la violencia contra las mujeres realizada en
6 comunas de la región durante el año 2008, estas visiones han ido cambiando entre
las mujeres mapuche que participan del Observatorio.

Además, los cinco campos de observación que definimos para realizar la vigilancia
de equidad en salud, que son 1) medio ambiente, 2) violencia, 3) derechos sexuales
y reproductivos, 4) salud mental y 5) calidad de la atención, muestran las inequi-
dades según sexo, evidenciando que las razones de éstas no son sólo el resultado
de diferencias biológicas, sino que más bien, son producto de las estructuras socio-
culturales ancladas al patriarcado, que tienen como sustento la desvalorización de
la mujer y que aún se encuentran muy presentes en la región.

Los avances en igualdad en la región de La Araucanía


Aquí haré una lectura desde el movimiento de mujeres, en consonancia con
este panel, como integrante de organizaciones de mujeres, y como profesional
que comenzó su vida laboral justo el año 1990 y que siempre ha trabajado con
mujeres, en diferentes programas de desarrollo rural en la región, tanto de ONGs
como del Estado, y que por eso mismo, estuvo en los inicios de la incorporación
del “enfoque de género” en la política pública de la región.

Por ello no me referiré a logros cuantitativos, respecto de cuántas mujeres conocen


sus derechos, o cuántas han participado o participan de los diversos programas
generados a partir de las políticas públicas de igualdad, sino más bien hablaré
desde la experiencia que hemos ido recogiendo en nuestro trabajo en terreno,
durante todos estos años.

Primero, creo que uno de los logros más significativos en cuanto a igualdad en la
región de La Araucanía, es la adquisición, por parte de las mujeres, de un nuevo
lenguaje, y de una nueva forma de representar sus derechos. En la actualidad,
las mujeres de las organizaciones conocemos y reclamamos nuestros derechos,
cuestión que no pasaba antes del 90. O sea, podemos decir que hay un aprendizaje
de parte nuestra, hemos aprendido que somos sujetas de derecho y que podemos
y debemos reclamarlos, al Estado y también al mercado.

Fue en los 90, y especialmente desde el 95 en adelante, cuando llegó el “enfoque


de género” a la región de La Araucanía. Ello se produjo a través de varias acciones,
pero entre las que recuerdo destacan un Diplomado de Género que dictó la carrera

131
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera, en el que las capacitadoras


fueron Sonia Montecino y Loreto Rebolledo.

Allí nos capacitamos varias mujeres profesionales que nos dedicábamos a tra-
bajar en el ámbito del desarrollo. También se hicieron Jornadas de Género con
el Grupo de Investigaciones Agrarias (GIA), donde se capacitó a personas que
trabajamos en las ONGs regionales, y por otra parte, se comenzó a capacitar a
las mujeres dirigentes, principalmente a las de origen mapuche, a través de los
diferentes proyectos que en ese momento se ejecutaban en la región; el proyecto
Maquehue, el Holandés, entre otros. Por esos años, como mencionaba, bien poco
se conocía el concepto de derechos de las mujeres en la región de La Araucanía. El
SERNAM regional jugó, también, un papel relevante en este aspecto, capacitando
a la mayoría de los y las profesionales de las instituciones públicas.

Y aquí quiero detenerme brevemente en lo que representa la región de La Araucanía,


que es un espacio particular del territorio nacional, un crisol de culturas, donde no
sólo conviven allí mapuche y no mapuche, sino descendientes de alemanes, italianos,
árabes, españoles, quienes inclusive se ubican en lugares específicos en el mapa
regional, por ejemplo las personas descendientes de alemanes en la Faja Maisan,
de árabes en Pitrufquén, de italianos en Traiguén, por contarles un poco. Este es un
territorio donde se producen relaciones interculturales complejas, y donde muchas
veces el diálogo se torna bastante difícil, o derechamente no existe, porque la dis-
criminación y desvalorización de las personas originarias del territorio, el pueblo
mapuche, es una realidad permanente.

Entonces, piensen ustedes el lugar que ocupaban las mujeres en la región antes del
año 90, y sobre todo, la posición de las mujeres mapuche en un contexto donde
quienes descienden de extranjeros suelen estar mejor posicionados económica y
culturalmente, suelen poseer grandes extensiones de territorio, producto de una
distribución de la tierra que en su momento fue más que conflictiva, realizada en lo
que se denominó “pacificación de La Araucanía”, pero que bien podríamos llamar
la usurpación de la misma, y las comunidades mapuche suelen estar asentadas en
los lugares más deprivados del territorio.

Comprenderán ustedes que en esa década, cuando además recién veníamos salien-
do de la dictadura militar, hablar de los derechos de las mujeres y del feminismo
en mi región, era bastante mal mirado, tanto por los hombres en general, como por
los hombres profesionales que trabajaban con nosotras. Los agrónomos, técnicos
o ingenieros se burlaban de nosotras o bien demostraban su malestar por estar
tratando temas “menores”, “irrelevantes”, o porque esa cuestión del género no

132
Notas acerca de la construcción de igualdad... Lucy Ketterer Romero

era tal, como muchas veces mis colegas me señalaron al tratar de incorporar esa
mirada en los planes y programas de trabajo. De ese modo, a punta de esfuerzo
y perseverancia, se fue construyendo lo que hoy día es este lenguaje del que les
hablo, este idioma de derechos, a través del cual nos expresamos mucho más
empoderadamente las mujeres de La Araucanía hoy en día.

Otro logro importante para nosotras, como movimiento de mujeres, ha sido, a mi


entender, la posibilidad de irnos enredando entre mujeres, uniéndonos con otras,
con las cuales hemos ido descubriendo nuestras afinidades, y hemos ido compren-
diendo nuestro contexto. La generación de ese tejido de mujeres –y lo llamo así
porque en esos años el concepto de red que manejamos ahora era bastante menos
entendido–, de unas relaciones entre nosotras que nos posibilitaron acercarnos,
conocernos, trabajar juntas, incluso viajar a conocer otras experiencias de trabajo
con mujeres, fue generando amistades entrañables, sororales, que persisten hasta
hoy día, y que por cierto, seguimos manteniendo y acrecentando, con la incorpo-
ración de otras más jovenes, que se van enredando también y con quienes vamos
ampliando nuestro accionar sociopolítico.

Este es para mí, entonces, un segundo logro de estos años, la posibilidad de ir


enredándonos unas con otras, el haber conformado un tejido que hoy llama-
mos red, y que ha posibilitado, en nuestra región, trabajar unidas en nuestras
diferencias. Porque claro, no todas pensamos igual y no vemos la realidad del
mismo modo, pero cuando es necesario juntar fuerzas lo hacemos con gusto, y
ello lo podemos evidenciar en las acciones que realizamos permanentemente
en la región, en torno al 25 de noviembre, o al 8 de marzo, o para el día de la
mujer indígena, o en las Jornadas Patagónicas, entre otras actividades.

No obstante, también en la región tenemos distintas visiones del feminismo y del


movimiento de mujeres, aunque muchas veces configuramos nuestros discursos
desde lógicas muy permeadas por el movimiento de mujeres más global o central,
por llamarlo de alguna forma. Creo que de alguna manera reproducimos discursos
sin cuestionarlos mucho, no los desmenuzamos, ni los contrastamos con nuestra
propia realidad intercultural, y eso nos hace muy mal, porque generalmente, nos
ayuda más a dividirnos que a unirnos. Por ejemplo, tendemos a reproducir la con-
sabida discusión entre las activistas y las académicas; desde mi experiencia, este
debate, muy rico en la producción de ideas en el movimiento central, por decirlo
de algún modo, no se produce del mismo modo en las regiones.

Les cuento mi propia experiencia, yo pertenezco a una organización de base, al


Foro Red de derechos sexuales y reproductivos de La Araucanía, y también soy

133
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

académica, pero en una universidad donde no hay nada de género, sino lo que he-
mos logrado instalar las que llegamos ahí desde el activismo. Entonces, la pregunta
aquí es por cuál división entre las activistas y las académicas en las regiones, si
más bien ha sido nuestro voluntarismo el que está instalando este enfoque en los
espacios académicos regionales, donde no se ha visto una instalación programática
desde el Estado que haya logrado transversalizar en la educación. Hace un tiempo
atrás se realizó un Encuentro aquí en Santiago, donde nos preguntábamos acerca
de la incorporación del género en los programas de las carreras universitarias de
pregrado, instancias curriculares que enseñaran lo que es la igualdad, el feminis-
mo, las propuestas de desarrollo de las mujeres, sus luchas, etc. ¿Cómo se puede
lograr entonces que las personas jóvenes aprendan a vivir en igualdad, si no se
lo enseñamos? Este es aún un tema que nos duele después de 20 años, porque,
salvo honrosas excepciones ubicadas en las ciudades más centrales del país, a
nivel más local no lo hemos podido superar, porque no tenemos el apoyo real del
Estado y del Ministerio de Educación, que bien podrían normativizar en serio su
incorporación en la curricula educativa de todos los niveles; creo que seguimos
siendo marginales en este aspecto, fundamental para el cambio de paradigma que
pretendemos realizar.

Un tercer logro que quisiera destacar tiene que ver con nuestra capacidad de
incidencia que, en tanto participantes del movimiento de mujeres, tenemos en
la región. Y aquí no es menor, por ejemplo, que cuando nuestras amigas del
SERNAM regional tienen alguna actividad con las mujeres mapuche, le soliciten
al Observatorio, o a las organizaciones de mujeres mapuche como Aukiñko Zomo,
nóminas de posibles invitadas; o que, en actividades donde se requiere plantear
posiciones más densas respecto de los derechos de las mujeres, de sus luchas, de
sus logros o de sus desafios, se nos invite a participar como expositoras.

Esas situaciones, que son más o menos frecuentes, nos indican que, por decirlo
de algún modo, hemos ido ganando espacios al interior de la región, que se con-
sidera nuestra experiencia de trabajo y acción con y para las mujeres. Que ya sea
porque hemos trabajado con ellas, porque somos activistas, porque nos hemos
formado en teoría de género, somos consideradas y tenemos algo que decir acerca
de nuestros desarrollos y carencias, y pienso que esto está muy relacionado con
la capacidad que hemos ido acrecentando, a través del Observatorio, de generar
conocimiento acerca de las inequidades y desigualdades que vivienciamos las
mujeres en La Araucanía.

Esto para mi gusto no es menor, ya que da cuenta de nuestras capacidades so-


ciopolíticas y técnicas, de la credibilidad y coherencia que proyectamos, y de

134
Notas acerca de la construcción de igualdad... Lucy Ketterer Romero

la posibilidad de conformar alianzas que nos permitan avanzar para incidir de


modo más importante en los espacios de toma de decisión locales y regionales,
aportando nuestra visión de participación democrática en los procesos políticos,
sociales, culturales y económico que se producen allí. Nos da, a mi entender, la
posibilidad de ampliar los márgenes de la democracia, si es que nos tomamos
esos espacios seriamente, y sin peder nuestro norte, de lograr la igualdad entre
los géneros y los sexos.

¿Cuáles son nuestros obstáculos y por ende nuestros desafios?

Aquí hay varios, pero tal vez el más importante es la escasez de recursos econó-
micos para trabajar con las mujeres. Necesitamos financiamiento para nuestras
acciones.

Hace unos días le comentaba a Teresa Valdés acerca de nuestra necesidad, como
Observatorio, de obtener financiamiento para nuestras acciones, y ello no es menos
problemático para las demás organizaciones de mujeres de la región.

Nosotras, como Observatorio, estamos al alero de la Universidad de La Frontera,


quien nos provee de una profesional, en este caso una socióloga que también
comparte nuestros objetivos, ya que se formó al alero del Observatorio, y de horas
académicas de un grupo de nosotras, que también somos académicas, para realizar
las tareas de seguimiento a la política de la salud. Este es un gran aporte, que
hemos conseguido, eso sí , negociando mucho con la Universidad, y mostrando lo
importante que es para una institución regional y pública, contar con este espacio
de producción de conocimientos y de vinculación con la realidad social.

No obstante, hay varias mujeres que participan con nosotras de forma voluntaria,
dirigentas sociales mapuche reconocidas en la región, que dedican parte de su
tiempo para capacitar a otras mujeres, para dar talleres de salud mapuche, para
trabajar la violencia contra las mujeres, entre otras de las tantas cuestiones que
hacemos. Y este es uno de nuestros desafíos permanentes, cómo capturamos fondos
para trabajar más digna y equitativamente en nuestras organizaciones.

Otro de nuestros desafios, y que se vincula con el anterior, es cómo llegamos a los
lugares más apartados de la región, cómo establecemos vínculos más permanentes
con las mujeres de las zonas rurales, cómo las invitamos a participar de nuestras
actividades, cómo desarrollamos con ellas proyectos de trabajo más permenentes, si
la mayoría de las veces ellas no cuentan con recursos para su propia movilización,
porque pagar pasajes de ida y vuelta a la ciudad más cercana puede parecer poco

135
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

oneroso, pero cuando se pertenece a un grupo social como el campesinado de mi


región, mayoritariamente mapuche, que dedica todos sus esfuerzos a la subsisten-
cia, y se vive en lugares rurales apartados, donde a veces es necesario tomar más
de una movilización para acceder al pueblo, cualquier suma puede ser alta para
una familia. Para nosotras éste es un impedimento real para la participación de
las mujeres en actividades que van en directa relación con el fortalecimiento de
su identidad, con la posibilidad de mirar de otro modo la vida, con empoderarse
y acceder a herramientas como las políticas públicas de género, que las más de
las veces les posibilitan salir del círculo de la violencia, y consecuencialmente de
la pobreza, círculo que muchas de ellas vivencian cotidianamente.

Y aquí una digresión, no quisiera que se quedaran con la idea de que nosotras
no buscamos recursos, sino que es todo lo contrario. Lo hacemos, y con mucha
perseverancia le dedicamos una parte valiosísima de nuestro tiempo a esta tarea,
elaboramos muchos proyectos, y los presentamos a muchos fondos concursables,
que como ustedes bien saben, son cada vez más escasos, ya sea porque se nos
considera un país desarrollado en el concierto internacional o bien porque en la
actualidad, las nuevas autoridades han recortado algunos fondos concursables para
las mujeres. La cuestión es que esta tarea cada vez se vuelve más competitiva, y
también, más fortuita.

Otra de nuestras dificultades ha sido la conceptualización del “género” como


categoría que nos una. Hay una visión en la región y que prima entre las mujeres
mapuche, que las relaciones de género son complementarias y que no hay desigual-
dad; esta postura, que a mi entender es una especie de añoranza de las relaciones
que, entre los sexos, se habrían producido en otro momento de la historia, antes
de la mal llamada pacificación de La Araucanía, pero que en la actualidad nos
encontramos con una cultura permeada y mestizada por la cultura dominante, que
ha integrado códigos patriarcales en las relaciones de las comunidades mapuche.
Esta discrepancia representa una discusión permanente, que se ha ido decantando,
llegando a una noción mucho más apegada a la categoría de género que durante
este Seminario hemos ido desarrollando, pero que no obstante sigue en elabora-
ción continua, en un diálogo intercultural entre mujeres mapuche y no mapuche,
que buscamos entendernos más que imponer categorías que en determinadas
circunstancias no nos acomoden.

A propósito de mi propia participación en el feminismo, y de mis avances en el


mundo de las mujeres, he ido investigando y recolectando información acerca
de las organizaciones de mujeres de la región de La Araucanía, estructurando
una suerte de catastro. Desde ahí les puedo señalar que contrariamente a lo que

136
Notas acerca de la construcción de igualdad... Lucy Ketterer Romero

pudiéramos pensar, las organizaciones feministas son las menos, y casi pueden
contarse con los dedos de las manos. Sin embargo, hay otras organizaciones de
mujeres, y que son muchas, las que he denominado de la sobrevivencia, que se
formaron desde la década del noventa (siglo veinte) al alero o promovidas por
el Estado. Estas organizaciones suelen ser muy dependientes de la estructura
gubernamental, tanto que sus demandas suele ser configuradas por ésta, estable-
ciéndose con ello una relación un tanto perversa, porque las mujeres no pueden
pararse críticamente y decirle al Estado cómo lo ven y qué requieren de él. Esas
organizaciones de mujeres, que centran sus esfuerzos en la lucha diaria impuesta
por una cotidianeidad desventajosa, vivencian procesos de cooptación y cliente-
lismo, recibiendo prebendas estatales que más que fortalecerlas las fragmentan,
por la competencia que el propio Estado instala respecto de los recursos; lo que
se constituye en una desventaja al querer tener una visión común del movimiento
de mujeres y su relación con el Estado.

Desde otro punto de análisis, que por demás echo en falta en este Seminario, en
tanto se constituye en desventaja para todas nosotras, es el del modelo económico.
Sólo Francisca fue quien citó aquí el modelo económico, lo que para mí debe ser
una de las variables más importantes en nuestros análisis, porque señalar lo que
nos falta y no decir que estamos dentro de un modelo económico que configura
un Estado minimizado, que traspasa a la sociedad civil y principalmente a las
mujeres muchas de las cuestiones de las cuales debería hacerse cargo, que deja
de concebirlas como derechos para mercantilizarlos, es a mi juicio no integrar el
contexto económico de nuestras realidades, pero también lo social y cultural, en
tanto ese modelo ha generado cambios profundos en la sociedad, en las últimas
décadas.

Surgen entonces algunas interrogantes que creo debemos plantearnos, ¿qué pasa
con el derecho a la educación?, ¿qué pasa con el derecho a la salud? ¿cómo
observamos el derecho a un medio ambiente sustentable? Estas cuestiones que
yo he sentido ausentes en este análisis, creo que marcan la situación y posición
de las mujeres en nuestras sociedades latinoamericanas, hoy por hoy. Este es
un modelo económico perverso, que nos posiciona a las mujeres a cargo de la
reproducción, y con ello también remedamos el modelo, si no somos capaces de
mirarlo críticamente. Esto, a mi juicio, no es menor, considerando la región desde
donde provengo, un territorio signado por la pobreza, que no ha consensuado un
modelo de desarrollo sostenible, y que en su centro está el movimiento mapuche,
en algún sentido una de las únicas apuestas movimentales activas actualmente
en el país, no obstante la enorme campaña que realizan tanto el Estado como los
medios de comunicación para denostarlo y criminalizarlo. La visión del pueblo

137
Lucy Ketterer Romero Notas acerca de la construcción de igualdad...

mapuche sobre la tierra, su estructuración, posesión y perspectivas de desarrollo


son elementos que las mujeres feministas debemos conocer y comprender, por-
que allí hay sabidurías, aportadas por los pueblos originarios de América Latina,
respecto de modelos de desarrollo más cercanos a conceptos como el buen vivir
o vivir bien, a través de los cuales podríamos superar el modelo dominante del
mercado y el consumo.

Y para ir terminando, creo que otro desafío importante para nosotras es cómo poner
las necesidades y requerimientos de las mujeres de la región de La Araucanía,
nuestros requerimientos, en el centro de la discusión, cómo logramos establecer
alianzas con ustedes, las del movimiento de mujeres del centro del país, para po-
sicionar en conjunto nuestras demandas que, por cierto, se relacionan con las de
ustedes, pero que tienen matices distintos, niveles distintos de realidad.

En este tiempo hemos aprendido que la cuestión cultural no es menor para noso-
tras, en La Araucanía las vivencias de las mujeres mapuche son diferentes de las
vivencias de las mujeres no mapuche, y ahí hay que dar discusiones, tenemos que
avanzar en la comprensión de esas diferencias con el objeto de garantizar nuestros
derechos de salud, de garantizar la autonomia sobre nuestros cuerpos, nuestros
derechos sexuales y reproductivos. Pero todo esto debe hacerse contemplando las
vivencias y experiencias de todas las mujeres, y muy especialmente de las mujeres
mapuche, porque son ellas quienes requieren nivelar sus oportunidades, debemos
comprender sus códigos culturales, para no asimilarlas ni colonizarlas nuevamente,
sino para ponerlas en el centro de la lucha por la igualdad de nuestros derechos.
Este es para mí, uno de los desafios más importantes que tenemos, hoy por hoy,
las mujeres de La Araucanía comprometidas con la causa de la mujeres.

Muchas gracias.

138
V.

Voces desde la sociedad civil


4º foro de organizaciones sociales63

Sandra Palestro C.64

INTRODUCCION
Veinte años han pasado desde la recuperación de la democracia en Chile y durante
este lapso, la Concertación de Partidos por la Democracia, coalición de centro-
izquierda, gobernó el país en cuatro períodos presidenciales sucesivos. En el con-
texto de una nueva coalición en el gobierno, de derecha, cuyas primeras medidas
ya advierten de un cambio fundamental en el enfoque de las políticas hacia las
mujeres, el Observatorio de Género y Equidad propuso realizar un balance de las
políticas públicas de género desarrolladas en las dos décadas anteriores, a través
del Seminario “¿Construyendo igualdad? 20 años de políticas públicas de género”
y del 4º Foro de Organizaciones de la Sociedad Civil.

El Foro se realizó en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano el día 22


de enero de 2011, con la asistencia de 58 dirigentas de diversas organizaciones de
mujeres, provenientes de 10 regiones del país, representantes de colectivos y orga-
nizaciones sindicales, indígenas, feministas, de la diversidad sexual, entre otras.

El propósito fue poner en diálogo a sus participantes, primero con las panelistas
del Seminario, ex ministras del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), para
conocer y evaluar las políticas públicas de género que se implementaron durante
los gobiernos de la Concertación, y luego, entre ellas, en el Foro de Organizacio-
nes, para retroalimentar sus experiencias, analizar las fortalezas y dificultades, y
formular estrategias para enfrentar los desafíos en el nuevo escenario político.

63
Este foro se realizó el día siguiente del Seminario y en él participaron mujeres dirigentas
que habían asistido a él. Los 3 foros anteriores también se realizaron en el marco de una
actividad mayor en 2009 y 2010.
64
Socióloga, feminista, integrante de la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y
Sexual.

141
Sandra Palestro C. 4º Foro de organizaciones sociales

En trabajos grupales se discutió sobre la base de preguntas propuestas por el


Observatorio de Género y Equidad: ¿Qué aprendizajes emanan de la acción
política de los movimientos de mujeres precedentes?, ¿cuáles son las principales
fortalezas de las actuales organizaciones y cuáles son sus principales dificul-
tades?, ¿cuál ha sido el impacto de las políticas estatales/gubernamentales de
género en la vida de las mujeres en general y en las organizaciones que ustedes
representan?, ¿cuál ha sido la participación de las organizaciones de mujeres en
las políticas y procesos desarrollados y cuál ha sido su acción autónoma?

En la última plenaria las asistentes debatieron sobre la base de dos temas: ¿Cuál
ha sido históricamente el rol de los movimientos de mujeres y feministas en el
país?, ¿debe variar a raíz de los cambios experimentados en nuestra sociedad?; y
finalmente, ¿cuáles son los desafíos que se presentan en el nuevo escenario político
y cuáles serían las principales estrategias para enfrentarlos?

Los resultados de estos debates, las respuestas a estas interrogantes, son expuestas
en el presente capítulo intentando conservar el lenguaje de las participantes, puesto
que especialmente en este Foro, las asistentes de Organizaciones de la Sociedad
Civil sintetizan las inquietudes, preocupaciones y dificultades históricas de las
mujeres. Así también, muestran su fortaleza y perseverancia en la lucha por sus
derechos a través de los años.

1. Encuentro con la historia de las mujeres

El encuentro de las participantes del Foro se fue dando en el salón de actos de la


universidad y cuando ya no hubo más saludos, otras mujeres entraron en escena.
Se proyectaron videos que mostraban tres momentos de gran visibilidad de los
movimientos de mujeres y feministas en Chile: el primero, “Historia del sufragio
femenino”65, sobre el dinamismo y los procesos unitarios de las organizaciones
de mujeres de los años 30, hasta 1949 cuando conquistan sus derechos políticos
plenos; el segundo, “Somos +”66, grabación de una masiva manifestación pública
de mujeres durante la dictadura militar, realizada en 1985 en un contexto de brutal
represión y crímenes; y el tercero, una compilación de tres manifestaciones ac-
tuales en democracia: concentración de mujeres por la píldora anticonceptiva de

65
Video dirigido y producido por Lotty Rosenfeld, en el marco de las acciones de Mujeres
por la Vida en los años 80.
66
Video de Pablo Salas (ICTUS) sobre la Marcha “Somos +”, convocada por Mujeres por la
Vida en octubre de 1985.

142
4º Foro de organizaciones sociales Sandra Palestro C.

emergencia; marcha del 25 de noviembre contra la violencia hacia las mujeres,


y manifestación frente a la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) para
denunciar expresiones descalificadoras vertidas por su directora67.

Este breve paso por la historia de luchas de las mujeres por sus derechos pretendía
retroalimentar las experiencias y la acción política de las organizaciones en los
últimos veinte años, con lecciones y aprendizajes que emanan de la acción de los
movimientos de mujeres y feministas que las antecedieron.

La reacción de las participantes al finalizar la presentación de estos registros


históricos fue de identificación con las mujeres que han luchado antes, de reco-
nocimiento de los aportes de las mujeres y de los logros obtenidos a través de
los años con trabajo y articulación. También mostraron satisfacción al constatar
el protagonismo de los movimientos de mujeres y feminista en el escenario po-
lítico pasado y presente, y señalaron la necesidad de analizar los aprendizajes y
dificultades que se presentan en la actualidad.

2. Las organizaciones de mujeres ayer y hoy.


aprendizajes, fortalezas y dificultades

Las participantes consideraron muy oportuno ver los videos de los movimientos
de mujeres anteriores para analizar en qué están hoy, a inicios del año 2011. En
los movimientos precedentes observan mística, fuerza y unidad; articulación y
movilización por objetivos claros (el derecho a voto). Las mujeres estaban en la
calle y eran visibles en todos los espacios; había concientización, y tenían boletines
y diarios para difundir su pensamiento.

En los movimientos de hoy, encuentran importante la participación de las mujeres


en organizaciones, lo que han avanzado en conocimientos sobre sus derechos,
y las ganas de aprender que muestran, especialmente las personas que recién se
van integrando. Así también, la capacidad para transmitir información, apoyada
por herramientas tecnológicas, y para escuchar; para crear distintas estrategias y
nuevos lenguajes. Destacaron el espíritu de lucha, solidaridad, empoderamiento
y autogestión de recursos.

Consideraron como aprendizajes importantes, que constituyen fortalezas hoy, por


una parte, la incorporación de la perspectiva de clase en la lucha del movimiento

67
Preparado por el Observatorio de Género y Equidad a partir de grabaciones propias.

143
Sandra Palestro C. 4º Foro de organizaciones sociales

de los 80. Esta se reflejó en la necesidad de las mujeres pobladoras de sentirse


incluidas, desencadenando un proceso de traspaso de conocimientos desde las
ONGs, que fue instalando una reflexión en las mujeres y un discurso feminista.
Ellas, a su vez, traspasaron estos conocimientos a otras mujeres, lo que contribuyó
a fortalecer el movimiento de los sectores poblacionales.

Por otra parte, la incorporación de la diversidad sexual, que ahora se puede plantear
como consecuencia del movimiento feminista, que busca la libertad y la expresión
de todas las personas.

Se señaló que se ha producido una articulación vertical, que las mujeres han
aprendido a negociar con las autoridades políticas y de otros espacios, como las
universidades, y que también se ha reforzado la articulación horizontal, de las
mujeres con distintas organizaciones y agrupaciones.

Otro aspecto que relevaron como fortaleza fue la autonomía del movimiento de
mujeres y la capacidad de cuestionamiento a la institucionalidad con la cual se
relacionan, y al orden vigente.

Finalmente, señalaron que los aprendizajes se conjugan con las fortalezas del
movimiento de mujeres hoy, que revelan la perseverancia de las mujeres a través
de la historia, lo cual implica valentía, complicidad y traspaso de conocimientos
y saberes entre mujeres. La lucha es permanente, y los aprendizajes emanan de
la experiencia y la memoria.

Entre las dificultades, se señaló la falta de visibilidad del movimiento de mujeres


en el hacer social y político, y problemas de organización y articulación. Tam-
bién la necesidad de aunar causas, y el apoyo a las organizaciones de regiones,
especialmente en zonas rurales.

Se observó que, aún con las herramientas tecnológicas con que cuentan, muchas
veces las actividades son deficitarias y pobres en convocatoria; que tienen una
suerte de paternalismo, no ha habido espíritu cooperativo para el trabajo.

Se señaló la existencia de individualismo y mal uso del poder, lo que atribuyeron


a la falta de un liderazgo femenino, que da origen a una copia del liderazgo mas-
culino, y también, a los pocos espacios de decisión en que participan las mujeres,
incluso en la vida cotidiana.

144
4º Foro de organizaciones sociales Sandra Palestro C.

Finalmente, expresaron que se ha perdido la mística, que la lucha se ha remitido a


lograr objetivos específicos y no un proyecto de cambio social, una sociedad más
justa e igualitaria, y producto de lo anterior la lucha se ha fragmentado.

3. El impacto de las políticas públicas de género y la


participación de las organizaciones de mujeres

Las mujeres señalaron que las políticas públicas tuvieron diferente impacto según
los grupos destinatarios de estas, pero que el gran impacto es que las mujeres
conocen sus derechos y algunas tienen la posibilidad de ejercerlos.

Entre las críticas a dichas políticas, expresaron que los programas implementados
mantuvieron una lógica asistencialista y paternalista, y que el actual gobierno ha
exacerbado el clientelismo. También, que las políticas públicas son discriminatorias
con las adultas mayores, estigmatizan a las mujeres pobres, y son inexistentes
para la diversidad sexual.

Expresaron que hay dos miradas: una, un tanto elitista, de quienes estuvieron en
el gobierno, y otra más bien crítica, del movimiento de mujeres. En este sentido,
señalaron que el SERNAM no cumplió las expectativas de las organizaciones,
que implementó la agenda de la Concertación no la del movimiento de mujeres.
Su enfoque fue el de familia tradicional y priorizó trabajar con organizaciones
que le fueran afines.

Por otra parte, las autoridades, especialmente las del SERNAM, generaron políticas
centralistas, donde las regiones y otras realidades quedaron fuera, por tanto, hubo
una imposición de los lineamientos y una apropiación del trabajo de las organiza-
ciones de mujeres, especialmente en las leyes aprobadas, en las que las mujeres
recolectan firmas, concientizan y después no son tomadas en cuenta.

La participación en las políticas fue nula, deficiente o muy mala, porque se invi-
taba a las organizaciones cuando estaba todo listo, no a la discusión, no fueron
consideradas personas que pudieran opinar, tener ideas claras. Por estas razones,
concluyeron, es importante mantener la acción autónoma de las organizaciones,
para fiscalizar y mejorar las políticas públicas.

145
Sandra Palestro C. 4º Foro de organizaciones sociales

4. El movimiento de mujeres en el nuevo escenario


político

Las participantes opinaron que el rol de los movimientos de mujeres y feminista ha


variado con el tiempo: según los contextos, temas, conocimientos acumulados, etc.,
pero que siempre su norte ha sido cambiar la historia y en eso debe continuar.

Se destacó que ahora son diferentes las comunicaciones y las herramientas dis-
ponibles, que deben ayudar a mejorar las formas orgánicas para coordinarse y
articular el trabajo, no sólo en la coyuntura, sino para incidir en las transforma-
ciones sociales, políticas y culturales.

Desafíos y estrategias

La mayor preocupación de las mujeres es ampliar las articulaciones, incorporar a


las organizaciones que luchan por los derechos humanos de las mujeres, de todas
las etnias, de todo el país. Para ello propusieron crear espacios de participación
autónomos pero inclusivos, instalar confianzas, revisar las propias prácticas
autoritarias, encontrar los temas en común, los puntos de encuentro. Entonces,
movilizarse más activamente, tomar los espacios públicos, visibilizar lo que hace
y lo que ha hecho el movimiento de mujeres. Con o sin recursos.

Esto, porque la diversidad que se reconoce y se celebra, al mismo tiempo hace


difícil articularse. Por tanto, hay que construir la articulación en la acción, en el ca-
mino; el diálogo, la conversación, los acuerdos permiten la unidad en la acción.

Otro ámbito de interés es la capacitación permanente: conocer las leyes, estar


bien informadas, compartir reflexiones, entregar formación a las mujeres que no
están organizadas. Aprender de las experiencias del pasado y estudiar los temas
históricos de las mujeres.

Para algunas, es necesario asumir una estrategia de control ciudadano, exigir a los
parlamentarios de cada región que pongan en la agenda los temas de las mujeres,
y pensar en términos políticos cómo profundizar la democracia.

Para todas resultó evidente la necesidad de aprender a utilizar las nuevas tecno-
logías, internet, medios de comunicación virtuales, para apoyar la articulación y
la movilización.

146
ANEXOS
Anexo 1. Leyes aprobadas entre 1991-2010

• Ley Nº Ley 20.480, modifica el Código Penal y la ley de Violencia Intrafami-


liar, sancionando el femicidio, aumentando las penas aplicables a este delito
y modificando las normas sobre parricidio (diciembre 2010).
• Ley Nº 20.427, modifica Ley de Violencia Intrafamiliar y otros cuerpos legales
para incluir el maltrato del adulto mayor en la legislación nacional (marzo
2010).
• Ley N°20.418 sobre derechos en materia de regulación de la fertilidad. Re-
conoce el derecho a recibir información, educación, orientación y a elegir
libremente el método de regulación de la fertilidad - incluidos los de emer-
gencia, y consagra la obligación del Estado de garantizar educación sexual en
la enseñanza media (enero 2010).
• Ley N°20.399, otorga derecho a sala cuna al padre trabajador que obtenga
el cuidado de hijo/a menor de 2 años y en caso de fallecimiento de la madre
(2009).
• Ley N°20.383 sobre salida de menores del país que refuerza y resguarda el
derecho del niño/a a mantener una relación directa con sus padres y otros
derechos (2009).
• Ley N°20.348 sobre Igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres.
Incorpora al Código del Trabajo el principio de igualdad de remuneración entre
hombres y mujeres (2009).
• Ley N°20.340, autoriza a cualquier cónyuge a renegociar deudas de viviendas
adquiridas en respaldo de programas de gobierno (2009).
• Ley N°20.336, reconoce el derecho a descansar en días festivos a las trabaja-
doras “puertas adentro” (2008).
• Ley Nº20.286, introduce modificaciones orgánicas y procedimentales a la Ley
N°19.968 (de 2005) adecuando el funcionamiento de la Justicia de Familia, au-
menta el número de jueces y funcionarios, especializa unidades para asegurar el
cumplimiento de las resoluciones judiciales. Amplía las medidas de protección
en casos de violencia intrafamiliar y otorga el derecho a la víctima para solicitar
reapertura del proceso que hubiere sido declarado abandonado (2008).
• Ley Nº20.279, reconoce el derecho a salario mínimo a las trabajadoras de casa
particular (2008).
• Ley N°20.255 sobre Reforma Previsional consagra derecho a pensión básica
solidaria, bono por hijo, asegura pago de compensaciones económicas por
divorcio y establece, en forma progresiva, el deber de imponer, al menos por
la remuneración mínima a las trabajadoras de casa particular (2008).

149
Anexo 1 Leyes aprobadas entre 1991-2010

• Ley Nº20.239, libera del impuesto a la renta las compensaciones económicas


originadas al término del matrimonio (2008).
• Ley Nº20.207, establece que la prescripción de delitos sexuales se computará
desde el día en que la víctima alcance la mayoría de edad (2007).
• Ley Nº 20.172, regula el derecho de la madre a percibir directamente las asig-
naciones familiares e incorpora nuevo causante de dicho beneficio (2007).
• Ley Nº20.166, otorga a toda mujer trabajadora el derecho para alimentar a su
hijo menor de dos años, esté o no su empleador obligado a mantener una sala
cuna (2007).
• Ley Nº 20.162, establece obligatoriedad de la educación parvularia en su
segundo nivel de transición (2007).
• Ley Nº20.152, simplifica el juicio de alimentos, responsabilizando al demanda-
do de proporcionar los antecedentes necesarios para fijar la pensión. Incorpora
la suspensión de la licencia de conducir y la retención de la devolución del
impuesto a la renta en caso de incumplimiento. Penaliza determinadas con-
ductas que obstruyan la actividad judicial y autoriza a la policía para detener
a los deudores en cualquier lugar en que se encuentren (2007).
• Ley Nº20.086, modifica la Ley Nº19.968 de Tribunales de Familia (2005).
• Ley Nº20.066 de Violencia Intrafamiliar, que modifica la Ley 19.325 aprobada
en 1994 (2005).
• Ley Nº20.047, establece el permiso paternal en el Código del Trabajo
(2005).
• Ley Nº20.030 de Filiación, modifica la Ley Nº 19.585 de 1999 (2005).
• Ley Nº20.005, tipifica y sanciona el Acoso Sexual (2005).
• Ley N°19.979, modifica el régimen de jornada escolar completa diurna
(2004).
• Ley Nº19.968, crea los Tribunales de Familia (2005).
• Ley Nº19.947 de Matrimonio Civil que sustituye la Ley vigente desde el año
1884 (2004).
• Ley Nº19.852 sobre Subrogación para las mujeres alcaldes en el período pre
y post natal (2003).
• Ley Nº19.824, modifica el artículo 203 del Código del Trabajo, disponiendo
la obligatoriedad de instalar salas cunas en establecimientos industriales y de
servicios que indica (2002).
• Ley N° 19.779, Ley del SIDA (2001).
• Ley Nº19.749, facilita la creación de microempresas familiares (2002).
• Ley Nº19.741 sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias
(2001).
• Ley Nº19.711, regula el derecho a visita a los hijos sometidos a la tuición de
uno de los padres (2001).

150
Leyes aprobadas entre 1991-2010 Anexo 1

• Ley Nº19.688, modifica la Ley Nº 18.962, orgánica constitucional de enseñan-


za, en lo relativo al derecho de las estudiantes que se encuentren embarazadas
o que sean madres lactantes de acceder a los establecimientos educacionales
(2000).
• Ley Nº19.670, extiende el beneficio del fuero a mujeres y hombres que adoptan
un hijo en conformidad a la ley de adopción (2000).
• Ley Nº19.620 sobre adopción de menores, que equipara a los hijos adoptados
a los de afiliación matrimonial y no matrimonial (1999).
• Ley Nº19.617, modifica la tipificación de ciertos delitos sexuales incluyendo
violación, violación conyugal, estupro, incesto, abuso sexual de menores y
pornografía con menores (1999).
• Ley Nº19.611 reforma los artículos 1 y 19 Nº 2 de la Constitución Política del
Estado señalando de “las personas” nacen libres e iguales en dignidad y dere-
chos y establece que “hombres y mujeres son iguales ante la ley” (1999).
• Convenios de la OIT Nº103 sobre protección a la maternidad y N°156 sobre
igualdad de oportunidades y de trato a trabajadoras y trabajadores con respon-
sabilidades familiares, ratificados mediante Decreto 1.907 (1999).
• Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, aprobada en 1994 por la
Asamblea General de la OEA) (1998).
• Ley Nº19.591, prohíbe el test de embarazo como exigencia para ser contratada,
promovida o mantenida en un empleo y concede fuero maternal a la trabajadora
de casa particular (1998).
• Ley Nº19.585, modifica el Código Civil en materia de Filiación, reconoce la
igualdad jurídica de los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio, posibilita
la investigación de la paternidad o maternidad, amplía la patria potestad de la
madre y mejora la situación hereditaria del cónyuge superviviente (1998).
• Ley Nº19.532, establece la jornada escolar completa (1997).
• Ley Nº19.505, otorga permiso especial a trabajadores en caso de enfermedad
grave de hijo mayor de un año y menor de 18, aplicable a la madre o el padre
(1997).
• Dictamen 225-85 de la Dirección del Trabajo, otorga el Derecho a Sala Cuna
para las trabajadoras de Centros Comerciales con una misma personalidad
jurídica (1996).
• Ley Nº19.482, modifica artículo 38 del Código del Trabajo en materia de
descanso dominical (1996).
• Ley Nº19.409, crea el delito de Tráfico de Personas (1995).
• Ley Nº19.335 de Régimen de Participación en los Gananciales, que modifica
diversos textos legales discriminatorios hacia las mujeres en los Códigos Civil
y Penal, como el adulterio (1994).

151
Anexo 1 Leyes aprobadas entre 1991-2010

• Ley Nº19.325 de Violencia Intrafamiliar (1994).


• Ley Nº19.299, modifica la base de cálculo del subsidio maternal (1994).
• Ley Nº 19.250, modifica el Contrato Individual de Trabajo y la protección a
trabajadoras y trabajadores (1993).
• Ley Nº 19.023, crea el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) (1991).

Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional. República de Chile. http://www.bcn.cl

152
Anexo 2

Plan de igualdad entre mujeres y


hombres 2010-2020:
para el Chile del bicentenario68

68
Este anexo incluye secciones de la publicación del SERNAM (2010) Plan de Igualdad
entre Mujeres y Hombres 2010-2020: para el Chile del Bicentenario. Santiago: SERNAM,
elaborado y publicado a finales del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
Índice

PLAN DE IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES 2010 – 2020...............................157


Principios para la acción pública hacia la equidad de género................................158

EJES ESTRATÉGICOS PARA ALCANZAR LA EQUIDAD...................................................162


Eje I. Políticas públicas e institucionalización de la equidad de género.................164
Eje II. Democracia paritaria y participación de las mujeres...................................168
Eje III. Corresponsabilidad social en el cuidado familiar........................................172
Eje IV. Autonomía económica y trabajo decente...................................................177
Eje V. Autonomía en la sexualidad y las decisiones reproductivas........................182
Eje VI. Violencia de género....................................................................................187
Eje VII. Las niñas y niños: un punto de partida para la igualdad............................191

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..................................................................................197

155
Plan de igualdad entre mujeres y hombres
2010-2020

Desde 1994, el Plan de Igualdad de públicos bajo la premisa gubernamental


Oportunidades ha sido uno de los central de la construcción de una sociedad
instrumentos de política pública que ha más equitativa e inclusiva, considerando la
utilizado el SERNAM para incorporar la dimensión de género. Dicha Agenda apuntó
equidad de género en el conjunto de estas a 4 grandes objetivos (SERNAM 2007):
políticas. 1. Eliminar o reducir la discriminación en
contra de las mujeres.
El primero fue el Plan de Igualdad de 2. Eliminar o reducir las brechas que
Oportunidades para las Mujeres 1994-1999, existen entre mujeres y hombres, pero
seguido en 1997 por las Políticas de Igualdad también aquellas que existen entre
de Oportunidades para la Mujer Rural, y en mujeres, como son la brecha entre el
1999, por el segundo Plan de Igualdad de campo y la ciudad, entre las mujeres
Oportunidades entre Mujeres y Hombres indígenas y las que no lo son, entre
2000-2010, cuya vigencia está pronta a las de sectores populares y las de
terminar. Este instrumento ha permitido sectores sociales de mayor escolaridad,
al SERNAM impulsar la coordinación de entre las jóvenes y mujeres mayores;
políticas públicas sectoriales, el desarrollo entre las mujeres que tienen alguna
de programas específicos y el trabajo a discapacidad y las que no la tienen.
nivel regional. Ello se ha visto reforzado 3. Ampliar los derechos y responsabi-
por la creación, el año 2000, del Consejo de lidades de las mujeres en el ámbito
Ministros para la Igualdad de Oportunidades público y de los varones en el ámbito
y del Sistema de Equidad de Género en el privado, contribuyendo a hacer más
Programa de Mejoramiento de la Gestión igualitarias las relaciones entre los
(PMG), que busca mejorar las oportunidades géneros.
de mujeres y hombres para que accedan y 4. Contribuir al empoderamiento de las
se beneficien de igual forma de las políticas mujeres como sujetos sociales, y en
públicas. tanto protagonistas del desarrollo
de las familias, la comunidad y la
En 2006, la Presidenta Bachelet entregó sociedad toda y al desarrollo de sus
al Estado la Agenda de Género 2006-2010 potencialidades en el ámbito cultural,
–elaborada por el SERNAM– que ha guiado artístico, académico, científico y
la acción de los ministerios y servicios tecnológico.

157
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

La evaluación de las políticas implementadas Principios para la acción pública


hasta ahora revela que estos objetivos hacia la equidad de género
siguen vigentes y validan la importancia
de contar con un tercer Plan de Igualdad Para el logro de la equidad de género,
que refuerce la noción de la equidad de este Plan de Igualdad entre Mujeres y
género como bien público, que requiera Hombres identifica los principios de:
una acción conjunta, integrada, coordinada igualdad y no discriminación, autonomía y
y con orientaciones estratégicas, vinculada corresponsabilidad social, como principios
estrechamente a los procesos de orientadores de la acción del Estado.
modernización del Estado. Se trata de imperativos universales y
transversales, que ordenan acciones,
Hoy, todos los ministerios y servicios, tal gracias a los cuales es posible articular
como lo establecen la Agenda de Género, las decisiones y actuaciones y que deben
el Sistema de Programación Gubernamental estar interconectados para alcanzar la meta
de la Secretaría General de la Presidencia propuesta.
(Segpres) y el Sistema de Equidad de Género
del Programa de Mejoramiento de la Gestión Principio de igualdad y no
Pública (PMG de Género) de la Dirección de discriminación
Presupuesto, desarrollan acciones espe-
cíficas para reducir brechas y favorecer la El principio de igualdad constituye uno
equidad. Por lo que es necesario avanzar en de los pilares de los derechos humanos.
la visión estratégica y unificada que permita La Declaración Universal de los Derechos
alcanzar el gran objetivo: transformar las Humanos (1948) establece que todos los
relaciones sociales de género hacia una seres humanos nacen libres e iguales en
mayor equidad. dignidad y derechos, sin distinción alguna
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
Dado ese objetivo, el presente Plan de política o de cualquier otra índole, origen
Igualdad entre Mujeres y Hombres define, nacional o social, posición económica,
en primer lugar, tres principios que deben nacimiento o cualquier otra condición.
orientar la política de Estado y estar
presentes en todas las acciones públicas, La igualdad supone la ausencia de
discriminación, y como parte de ello, la
y en segundo lugar, un conjunto de ejes
ausencia de discriminación basada en el
estratégicos para su acción en la próxima
sexo; muy especialmente aquella derivada
década. Estos ejes están asentados en lo de la maternidad. En su artículo 1, la
ya avanzado y ponen énfasis en aquellos Convención sobre la Eliminación de Todas las
ámbitos que requieren una atención Formas de Discriminación contra la Mujer
especial por su gravitación en el logro de la (CEDAW, 1979) define la discriminación,
equidad de género y la corresponsabilidad como: “toda distinción, exclusión o
social. Es decir, en un nuevo “contrato restricción basada en el sexo que tenga
social”. por objeto o por resultado menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio
por la mujer, independientemente de su
estado civil, sobre la base de la igualdad
del hombre y la mujer, de los derechos

158
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

humanos y las libertades fundamentales sociedad; por ejemplo, cuando en los


en las esferas política, económica, social, procesos de selección de personal, se
cultural y civil o en cualquier otra esfera”. diferencia entre hombres y mujeres, o por
el origen social y la nacionalidad; cuando se
Avanzar en igualdad entre mujeres y pide alguna calificación que no es necesaria
hombres supone disolver las jerarquías de para el empleo al que está postulando;
género y reconocer a todas las personas cuando se solicita una fotografía como
como sujetos titulares de derechos, parte del curriculum; o cuando se establece
impidiendo que las diferencias originadas que hay ciertas actividades para niños y
por el sexo y por la capacidad reproductiva otras para niñas.
de las mujeres se transformen en
desigualdad y discriminación. Supone Principio de autonomía
construir una cultura de igualdad que valore
a mujeres y hombres por igual, que aprecie El principio de autonomía establece el
la diversidad y favorezca la expresión de las derecho y la capacidad de toda persona a
diversas concepciones, representaciones, definir un proyecto propio y desarrollar las
saberes y estilos de vida que coexisten en acciones para lograrlo, y de decidir por sí
la sociedad y que reconozca, además, el misma en todas las materias que la afecten,
derecho a ser diferentes. con conocimiento de causa y sin coacción
de ningún tipo. Está estrechamente ligado
La igualdad efectiva entre mujeres al principio de igualdad y no discriminación,
y hombres requiere –además de un siendo su vigencia condición necesaria para
ordenamiento jurídico y normativo la constitución de sujetos de derechos. No
fundado en la igualdad– que el Estado puede haber un auténtico ser humano si
promueva, proteja y garantice el ejercicio no tiene libertad y tampoco puede haber
de los mismos derechos por parte de ser humano sin autonomía. Define el
ciudadanas y ciudadanos. Para ello debe reconocimiento del/os otros/as y el deber
generar las condiciones necesarias y de respetar su autonomía, valorar sus
establecer mecanismos que puedan opiniones y elecciones y evitar obstruir
ser activados en casos específicos de sus acciones, a menos que vayan en
vulneración de derechos por decisiones detrimento de otros/as.
de alguna autoridad o institución. Por
ejemplo, la ley que establece la acción El principio de autonomía está en la base
antidiscriminatoria, la incorporación de de los sistemas democráticos, en que
una defensoría adjunta de los derechos ciudadanas y ciudadanos aceptan una norma
de las ciudadanas en la institución del de gobierno como parte de su capacidad
Defensor del Ciudadano, el Protocolo de autodeterminarse; permite establecer
Facultativo de la CEDAW y el Tratado que derechos y obligaciones, construir relaciones
crea la Corte Penal Internacional. igualitarias y de corresponsabilidad,
fundamenta el pluralismo y el respeto
La discriminación constituye una forma de a la diversidad. Al mismo tiempo, hace
maltrato y es un acto de abuso e injusticia visibles las asimetrías de poder abusivas
que viola el derecho de igualdad. Se y la subordinación ilegítima existente en
expresa de diferentes formas –algunas la sociedad, y se opone a toda forma de
muy sutiles– y está presente en toda la tutelaje y a la violencia.

159
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Reconoce el derecho de las personas a la El principio de autonomía, en relación a


libertad, la intimidad, la libre voluntad, las mujeres, requiere la actuación en –al
a elegir el propio comportamiento y ser menos– cuatro ámbitos: física, económica,
dueñas de si mismas, en tanto sujetos política y socio-cultural. La autonomía física
capaces de discernir sus deseos y sus implica el ejercicio del poder y el control
intereses y de elegir las mejores acciones sobre el propio cuerpo, la sexualidad y
para concretar dichas elecciones. En fertilidad, siendo el cuerpo el soporte de
el caso de las mujeres, el principio de la individualidad y la libertad y el lugar
autonomía refiere a la libertad para actuar en que se inscribe la diferencia sexual,
según su elección y no la de otros, a las pero también la etnia, el origen social,
posibilidades individuales y colectivas de la edad y la discapacidad. La autonomía
ser para sí y no para los y las demás, así económica conlleva el tener acceso y
como a la superación de la dependencia y control sobre los recursos y bienes para
de la subordinación en los distintos planos satisfacer las necesidades de subsistencia
de su vida. y protección en la vejez. La autonomía
política supone la capacidad de representar
El principio de autonomía se aplica tanto los intereses propios y los de la comunidad,
al sujeto individual, como al grupo social el acceso y el ejercicio efectivo de los
al que pertenece, por cuanto el grado de derechos políticos básicos, incluyendo el
autonomía personal que pueda desplegar derecho a participar en las instituciones,
una persona dependerá también de la en los ámbitos de decisión, en los partidos
autonomía posible de su grupo social. En el políticos, etc.; y la autonomía sociocultural
caso de las mujeres, la autonomía individual conlleva, además del acceso y control de
refiere a aquella que hayan alcanzado los recursos culturales y la información, el
colectivamente en la sociedad a la que derecho a una identidad independiente,
pertenecen. Configura límites entre lo al reconocimiento del valor propio y el
público y lo privado, existiendo decisiones sentimiento de autoestima.
que atañen a la exclusiva competencia
de las ciudadanas y ciudadanos, aunque Principio de corresponsabilidad social
también requieran apoyo del Estado.
El principio de corresponsabilidad,
Es tarea del Estado garantizar y generar incorporado crecientemente en las
condiciones para el ejercicio de la legislaciones más modernas, reconoce que
autonomía de las personas y de los todas las personas –mujeres y hombres–
grupos sociales, para que puedan definir son titulares de los mismos derechos y al
proyectos y hacerlos realidad en igualdad mismo tiempo, responsables de similares
de condiciones; garantizar el derecho a deberes y obligaciones en los escenarios
consentir antes de que se tome cualquier público y privado, en el mercado laboral,
tipo de acción con respecto a ellas, y en las responsabilidades familiares y en la
proteger de manera especial a quienes no toma de decisiones. Es decir, la igualdad
pueden hacerlo por sí mismos/as. Es decir, se debe dar tanto en los derechos como
garantizar la igualdad de derechos y la no en las responsabilidades, en el ámbito
discriminación. público y en la reproducción privada que
permite la inserción de las personas en el
ámbito público.

160
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

Este principio reconoce que el cuidado cambios legislativos en la esfera del


de la vida humana –es decir, satisfacer las trabajo, en las responsabilidades familiares
necesidades básicas de personas y familias– y en la provisión de servicios, asumiendo su
requiere tiempo y trabajo. Un tiempo y rol en la reproducción social, el cuidado y
trabajo socialmente imprescindibles y que bienestar de la población. Así lo plantea la
no es una responsabilidad exclusiva de las OIT, que señala la necesidad de articulación
mujeres, sino un asunto social y político de entre el Estado, el mercado y la sociedad,
primer orden que exige el compromiso de con un Estado que institucionalice políticas
toda la sociedad. Su vigencia es estratégica públicas sostenibles en el tiempo.
para avanzar en equidad de género, por
cuanto apunta a un reparto equitativo del La redefinición en la asignación de
tiempo y a la división sexual del trabajo. roles, así como las modificaciones de las
representaciones culturales respecto de lo
Si bien involucra a las personas, la femenino y lo masculino, de la maternidad
corresponsabilidad social está asentada y la paternidad, favorecen la cultura
en el reconocimiento del rol del Estado de corresponsabilidad, pero requieren
de contribuir, mediante políticas públicas, el soporte del Estado y de las políticas
a su institucionalización. Es decir, supone públicas y su articulación con el mercado y
la concurrencia de variados actores –las la sociedad toda, tras el reparto equitativo
familias, la sociedad y el Estado– y de del tiempo y de las tareas relativas al
acciones que conduzcan a garantizar el mantenimiento del hogar y los cuidados
ejercicio de los derechos. Supone también a las personas.

161
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Ejes estratégicos para alcanzar la


equidad

Para alcanzar la meta de la equidad de 5. Autonomía en la sexualidad y las


género, este Plan de Igualdad entre decisiones reproductivas
Mujeres y Hombres 2010-2020 considera 6. Violencia de género
siete ejes estratégicos de intervención, 7. Las niñas y niños: un punto de partida
prioridades de acción para el Estado de para la igualdad
Chile durante la próxima década. Son
ámbitos en los que persisten brechas de El primer eje de este instrumento orientador
género y discriminación, lo que afecta de la acción del Estado es, precisamente,
negativamente a las mujeres, en general, su propia actuación en el desarrollo de
y en algunos ámbitos, a los hombres. No políticas públicas y de una institucionalidad
abarca la totalidad de las esferas de acción para el fomento de la igualdad entre
del Estado, sino aquellas en que resultan mujeres y hombres, y la eliminación de las
prioritarias en esta fase de desarrollo de discriminaciones basadas en el género. Es
las relaciones entre los géneros. el asiento estratégico de las políticas de
igualdad y asegura la transversalidad del
Cada eje puede ser considerado como un enfoque de género así como la acción en
indicador de los niveles de equidad de todos los demás ejes.
género existentes en la sociedad. Siendo
todos prioritarios, el orden en que están El segundo eje está referido a la
presentados articula el rol del Estado con el redistribución del poder en el espacio
necesario empoderamiento de las mujeres público, en las esferas política, económica y
para participar activamente en los cambios social, condición necesaria para la equidad.
hacia mayor equidad. Es un objetivo –y también un medio– para
avanzar en todos los demás ámbitos que
Los ejes estratégicos para la acción en este propone este Plan, por cuanto fortalece
período son: a las mujeres como sujeto político, como
1. Políticas públicas y una institucio- ciudadanas, con poder para decidir y actuar
nalidad para la equidad de género sobre el orden existente en la sociedad.
2. Democracia paritaria y participación de
las mujeres El tercer eje estratégico apunta a la
3. Corresponsabilidad social en el cuidado corresponsabilidad social en el cuidado de
de personas personas, nudo donde se teje el reparto
4. Autonomía económica y trabajo de tareas, no sólo en cuanto a la división
decente sexual del trabajo, sino de la acción en las

162
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

esferas pública y privada. Involucra a las mujeres y hombres, que repercute en las
mujeres y los hombres como personas hijas e hijos y en toda la sociedad.
individuales, en el ámbito de la pareja
y la familia, pero también a los actores El sexto eje de acción estratégica es la
públicos y privados en la medida en que se violencia de género, que refleja –en
trata de generar condiciones que van más distintos ámbitos de la vida social– la falta
allá de la conciliación entre vida laboral, de poder de muchas mujeres, lo que inhibe
personal y familiar. Está estrechamente su derecho a la libertad y autonomía, con
ligado a los ejes de participación política y graves consecuencias a nivel individual,
de autonomía económica. familiar y social. La violencia de género es
un duro indicador de la falta de poder de
A la autonomía económica y el trabajo las mujeres así como del nivel de equidad
decente se refiere el cuarto eje estratégico69. existente en una sociedad.
Este ámbito de acción da las bases
materiales para desarrollar la capacidad La acción estratégica hacia niñas y niños
y los proyectos propios –también para constituye el séptimo eje, el que adquiere,
superar la pobreza– a lo largo de toda la día a día, mayor relevancia en la medida
vida; es decir, tanto en la vida productiva en que pone en el centro a las futuras
y como para la vejez. Está ligado, además, generaciones y se hace cargo del hecho que
al eje de violencia de género, por cuanto la igualdad entre mujeres y hombres debe
la autonomía económica da protección y ser construida desde la niñez, al igual que la
reduce la vulnerabilidad de las mujeres. cultura de la igualdad y no discriminación,
de la autonomía y la corresponsabilidad.
En el campo de la autonomía del cuerpo,
la sexualidad y las decisiones reproductivas Estos ejes estratégicos requieren un Estado
se sitúa el quinto eje, ámbito estratégico moderno, garante de derechos para la
en cuanto a la constitución de sujetos construcción de la equidad de género, con
responsables y para la construcción trabajo intersectorial, y con la acción en
de relaciones de género equitativas. E todos los niveles administrativos: nacional,
igualmente trascendente en relación a regional, provincial y comunal, espacio,
la corresponsabilidad reproductiva de este último, privilegiado para la provisión
de servicios, para el fortalecimiento de
actores sociales y para la transformación
Concepto propuesto por la OIT para establecer
69

las características que debe reunir una


cultural.
relación laboral que cumpla los estándares
laborales internacionales de manera que el Para cada eje estratégico han sido definidas
trabajo se realice en condiciones de libertad, metas amplias de equidad de génro a ser
igualdad, seguridad y dignidad humanas. Por alcanzadas en 2020 y el Plan señala líneas de
debajo de esos estándares debe considerarse actuación necesarias en cuanto a legislación,
que se han violado los derechos humanos institucionalidad, formación y desarrollo
del trabajador/a afectado/a y que no de personas, políticas, programas y otras
existe trabajo libre, propiamente dicho. El
acciones específicas. Difieren en extensión,
término fue acuñado por Juan Somavía en
su primer informe como Director General
de acuerdo a la complejidad que revisten.
de la Organización Internacional del Trabajo Algunas metas corresponden a compromisos
(OIT) en 1999. ya contraídos, por ejemplo, con los Objetivos

163
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

de Desarrollo del Milenio. Otras traducen los y, por ello, es el primer eje para la acción
avances que es posible imaginar en materia estratégica de este Plan.
de equidad de género.
La acción pública debe abordar las
Las actuaciones señaladas tienen como discriminaciones por razones de género
destinatarias/os y sujetos de la acción, y demás condiciones, reconociendo a
de preferencia a las mujeres; y en mujeres y hombres como sujetos titulares
muchos casos, a los hombres. Hasta de derechos. Debe promover la igualdad
ahora, las políticas han buscado igualar entre mujeres y hombres y entre las
las oportunidades de las mujeres en mismas mujeres: entre el campo y la
relación a los hombres, como también ciudad, entre indígenas y quienes no lo
las oportunidades de las mujeres de los son, entre los diversos sectores sociales,
sectores más desfavorecidos con aquellas entre niñas y niños, jóvenes y mayores,
de las que cuentan con más recursos. A su entre quienes tienen alguna discapacidad
vez, la transformación en las relaciones de y quienes no la tienen.
género requiere de la activa participación
masculina. Cambiar esta situación requiere la acción
de todos los actores de la sociedad, del
En ese sentido, este Plan quiere dar un salto Estado, los partidos políticos, los medios
cualitativo y contribuir a una cultura de de comunicación, el sector privado,
igualdad y corresponsabilidad, definiendo los organismos no gubernamentales y
acciones y políticas públicas que tengan a la sociedad civil. Además, también es
las mujeres y hombres como sujetos. responsabilidad del Estado cumplir con los
compromisos –nacionales e internacionales–
La amplitud con que están formuladas las contraídos con ese propósito.
metas y las actuaciones de este Plan de
Igualdad tiene que ver con su horizonte En la IV Conferencia Mundial de la Mujer
temporal –una década– y con el hecho de de Beijing (1995) fue acuñado el concepto
que deberá ser traducido o concretado en de “transversalización del enfoque de
Agendas de Equidad por cada gobierno género”, para referirse a que los poderes
según las metas y acciones definidas y públicos, en todas las áreas y en todos los
comprometidas en este Plan. niveles, deben involucrarse de manera
integral en la búsqueda de la equidad
Eje I: Políticas públicas e de género en las políticas, estrategias,
institucionalización de la equidad de programas, actividades administrativas,
género normativas y financieras, e incluso en la
cultura institucional, de modo de contribuir
El Plan de Igualdad entre Mujeres y eficazmente al término de las desigualdades
Hombres, en tanto instrumento de y discriminaciones de género. Desde fines
política pública, constituye el pilar para la de la década de los 90 se viene realizando
definición de políticas para la equidad de en nuestro país un trabajo sistemático
género y de la institucionalidad que debe tendiente a incorporar el enfoque de
materializarlo, siguiendo los principios de género en todos los niveles territoriales y
igualdad, no discriminación y equidad. Es funcionales (nacional, regional, provincial,
el marco para todo el quehacer público municipal, sectorial e intersectorial), para

164
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

impulsar iniciativas legislativas y para la Comisiones Regionales de Igualdad de


implementación de políticas y programas. Oportunidades, contribuyendo a conjugar
También han sido desarrolladas múltiples la transversalización del enfoque de género
iniciativas de sensibilización y capacitación con un enfoque de descentralización.
tendientes a un cambio en la actitud y Ambas instan-cias, año a año, comprometen
la mentalidad de las y los funcionarios e implementan acciones estratégicas para
para que la equidad de género sea parte avanzar en esta nueva mirada del quehacer
constitutiva del funcionamiento de los gubernamental. SERNAM, en coordinación
organismos y servicios que conforman el con la Secretaría General de la Presidencia
Estado. (SEGPRES), sigue el cumplimiento de
los compromisos ministeriales. Esta
Se trata de un proceso político y a la vez coordinación ubica estos compromisos
técnico: político por el objetivo –alcanzar en un espacio de alta incidencia político-
la equidad de género y cerrar las brechas estratégica.
que persisten–, y técnico, porque requiere
conocimientos científico-técnico y Por otra parte, hoy –por medio del Sistema
personal especializado. Este proceso está de Género del Programa de Mejoramiento
relacionado con conocer y desarticular de la Gestión, que coordina la Dirección
los mecanismos de discriminación; hacer de Presupuesto (DIPRES) del Ministerio de
visibles las necesidades cambiantes de los Hacienda– es posible identificar, describir
distintos sectores sociales, sus aportes a la y evaluar el quehacer de los servicios
sociedad, las consecuencias de las políticas públicos, en términos de su aporte e
implementadas y los nuevos desafíos que impacto en las inequidades de género
surgen en todos los campos de la vida existentes. Este instrumento ha favorecido
social en un mundo globalizado, en que la identificación de inequidades, brechas
las fronteras se desdibujan y hay chilenas y barreras de género respecto de todo el
y chilenos no sólo en el territorio nacional, quehacer de la política pública, permitiendo
sino en todo el planeta. diseñar, implementar y evaluar acciones
para intervenirlas con el fin de avanzar,
Así lo ha entendido el SERNAM desde transversalmente, en la equidad de género.
su creación, y por ello ha aportado a la Además, ha propiciado la sensibilización y
legislación, formulado Planes de Igualdad, capacitación de funcionarias y funcionarios
políticas y programas conducentes a la públicos, aportando al cambio de la cultura
igualdad de derechos y oportunidades funcionaria.
entre mujeres y hombres. Estas se
han materializado por medio de la Corresponde, entonces, iniciar una nueva
transversalización de género plasmada en etapa en las políticas de igualdad, para
diferentes mecanismos e instrumentos. consolidar los avances y proyectar un
Uno de ellos es el Consejo de Ministros y horizonte más exigente en cuanto a los
Ministras por la Igualdad de Oportunidades derechos e igualdad efectiva entre mujeres
que funciona desde el año 2000, y y hombres.
es replicado a nivel regional por las

165
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

METAS PARA EL DECENIO

• Contar con una nueva Constitución Política del Estado que incluya y garantice la igualdad
efectiva y la no discriminación a mujeres y hombres.
• Que en el año 2020, la igualdad entre mujeres y hombres y la no discriminación sea parte
constitutiva de la misión de los organismos públicos; que todos sus procesos de trabajo y
acciones incorporen transversalmente el enfoque de género (a nivel nacional, sectorial,
intersectorial, regional, provincial y local) y que dispongan de una oferta de servicios
que incorpore la equidad de género.
• Que la igualdad entre mujeres y hombres y la no discriminación sea también asumida
como objetivo y como tarea por los actores privados.

Acciones para alcanzar las metas Que toda propuesta legislativa incorpore
criterios de género.
Legislación y reformas legales Que se legisle considerando las
Promover una Ley de Igualdad entre diversidades existentes en la sociedad
Mujeres y Hombres que consagre dicha y que se sancione las prácticas
equidad de género como principio discriminatorias.
orientador y objetivo de todas las
políticas públicas y del quehacer tanto Institucionalidad para la igualdad
público como privado. Esta ley: Fortalecer la institucionalidad del
- Favorecerá y promocionará la SERNAM, servicio a cargo de la
generación de nuevas normativas implementación de la Ley de Igualdad
que apunten a la igualdad y no entre Mujeres y Hombres. Dicho
discriminación entre mujeres y organismo deberá:
hombres. - Contar con un equipo técnico
- Fortalecerá las instancias encargadas altamente especializado, con
de proponer, impulsar y coordinar vínculos con universidades y otras
su implementación en los niveles instituciones académicas y de
nacional, sectorial, regional y local. investigación para la producción
- Establecerá la elaboración de Planes de conocimientos pertinentes,
–para la igualdad entre mujeres y capaz de dar asesorías de calidad
hombres– y de Agendas de género a todas las instituciones a las que
nacional, regionales, y locales que se demanda la incorporación del
articulen de forma estratégica la enfoque de género.
acción de los organismos públicos - Contar con un aparato técnico
y que se proyecte hacia todos los político-experto, que asesore
poderes del Estado. al Consejo de Ministros para la
- Establecerá mecanismos para que el Igualdad entre hombres y mujeres,
sector privado incorpore la equidad que incluya a personas expertas en
de género en sus prácticas. la discusión presupuestaria.
- Establecerá mecanismos regulares - Proponer, impulsar y coordinar
y formales para asegurar la la acción transversal por medio
transversalización de género en los de los distintos instrumentos
distintos organismos públicos. para la equidad de género (metas

166
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

ministeriales, PMG de género, entre modo de asegurar la instalación de


otros). capacidad profesional en género en
- Coordinar la acción, hacer segui- cada institución pública.
miento y evaluar el cumplimiento - Promover y fortalecer instancias de
de Chile respecto a los instrumentos participación de la sociedad civil en
internacionales que comprometen la el nivel nacional, regional y local
eliminación de las discriminaciones (Mesas PRIO, Mesa Mujer Rural
de género, teniendo presente otras nacional y regionales, Consejos
dimensiones de desigualdad social Consultivos y Cabildos, entre
como el origen étnico-racial y la otras).
edad. - Desarrollar campañas de comu-
- Coordinar la elaboración, en cada nicación y acciones de impacto
región y comuna de Agendas c u l t u ra l q u e fa v o r e zc a n l a
Regionales y Comunales de Género eliminación de estereotipos de
como instrumentos rectores de las género.
políticas de género, integrales e - Fortalecer instancias de coordinación
intersectoriales, a nivel regional y institucional e interinstitucional de
local, con una mirada territorial y género a nivel central, regional y
con pertinencia cultural. local, las que tendrán atribuciones
- Contribuir al fortalecimiento de las para coordinar y tomar decisiones
políticas sectoriales y el desarrollo respecto a la incorporación de
de políticas intersectoriales que la equidad de género en las
aborden las especificidades de políticas y programas, definiciones
género. presupuestarias, elaboración y
- Asegurar la inclusión del enfoque de seguimiento a la Agenda definida,
género en el diseño, implementación, políticas de promoción y difusión.
seguimiento y evaluación de las - Favorecer, de acuerdo a la Ley de
políticas públicas. Igualdad, una institucionalidad
- Evaluar las políticas desde un para la equidad de género en
enfoque de género, incluyendo la los municipios, para promover la
dimensión presupuestaria. igualdad de oportunidades entre
- Instalar un observatorio de género mujeres y hombres en las comunas,
en las políticas públicas que tal como establece el Art. 4º de la Ley
permita monitorear los avances y Nº 18.695, Orgánica Constitucional
retrocesos y mantener informada de Municipalidades (2006). Esta
a la ciudadanía y a los medios de institucionalidad deberá contar
comunicación. con instancias y mecanismos de
- Resguardar la inclusión de la diversidad participación de las organizaciones
de sujetos de políticas públicas en el locales de mujeres.
quehacer gubernamental, sobre la Un Estado moderno y ágil debe ser
base de las inequidades de género descentralizado, con poder de decisión y
que les afecten. con atribuciones en los niveles regionales.
- Ve l a r p o r l a fo r m a c i ó n e n La descentralización es posible en la
género de los/as profesionales y medida de que el Estado es capaz de
técnicos/as del sector público, de promover cambios culturales efectivos,

167
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

que den cuenta de la presencia o exclusión de funcionarios/as públicos/as el


de las mujeres en el desarrollo regional, requisito de formación en género.
local y territorial. Los procesos de
descentralización significan herramientas Información
para la participación y el empoderamiento - Asegurar que el sistema nacional,
de la sociedad civil. Las mujeres –como regional y local de información recoja
agentes de cambio– y el enfoque de género, estadísticas que permitan dar cuenta
como instrumento de análisis, encuentran de la diversidad de mujeres que existen
en este contexto una oportunidad muy en el país (variables socioeconómicas,
valiosa para avanzar hacia una mayor étnico-raciales, migrantes, urbano-
equidad de género y un desarrollo social rural, entre otras). El objetivo de esta
más integral e inclusivo. acción es enriquecer los diagnósticos
de género, de manera de poder
Enfoque de Género en la modernización de establecer diagnósticos realistas sobre
la gestión de las políticas públicas la condición y posición de mujeres y
- Asegurar que los modelos de gestión hombres, y las inequidades, brechas y
incorporen la perspectiva de género barreras aún presentes en los distintos
y que tengan mecanismos eficientes ámbitos de la sociedad. Ello permitirá
y eficaces de coordinación. diseñar políticas públicas universales
- Brindar asesoría técnica, hacer y específicas, más pertinentes a la
seguimiento y evaluar la inclusión realidad nacional.
de la equidad de género en el ciclo - Deberá incluir a las mujeres rurales,
de vida de las políticas públicas. indígenas y no indígenas, para el
- Incluir la equidad de género en diseño de políticas públicas para
los criterios para la formulación, la igualdad que sean pertinentes
inclusión y evaluación presu- culturalmente.
puestaria.
Eje II: Democracia paritaria y
Formación y desarrollo de las personas participación de las mujeres
- Promover la creación de programas
académicos en las universidades y El poder permite construir el orden social y las
demás instituciones de educación mujeres estuvieron por siglos lejos del poder
superior que formen profesionales institucionalizado. La ausencia de mujeres de
y técnicos –mujeres y hombres– con los ámbitos de decisión es, al mismo tiempo,
conocimientos en materia de derechos reflejo y consecuencia de la subordinación
humanos de las mujeres y género e invisibilidad femenina en la sociedad. La
para la planificación, desarrollo, exclusión ha afectado sus posibilidades de
implementación y evaluación de las ejercicio ciudadano y de negociación con
políticas de igualdad. otros actores sociales, pese a que están fuera
- Incluir dicha formación entre los de duda sus capacidades de liderazgo social
requisitos de calidad de la alta y de contribución cotidiana a la producción
dirección pública, en el marco del y reproducción social. Y aunque ellas han
Servicio Civil. demostrado tener interés en la política, aún
- Incluir en la definición de funciones están poco representadas en los sistemas
y en los requisitos para la selección políticos institucionales.

168
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

La calidad de la democracia se aprecia Al mirar el mundo sindical es posible


en la capacidad de sus instituciones de constatar avances en su participación
dar cabida a la pluralidad de actores/as a nivel de sindicatos y organizaciones
que conforman esa comunidad y que gremiales, pero esta sigue siendo
deciden sobre los asuntos públicos. En insuficiente y segmentada según las
ello, la democracia chilena, más allá de sus profesiones tradicionalmente femeninas.
declaraciones igualitarias, es incompleta El día 15 de enero de 2006 marcó un hito en
porque subrepresenta, entre otros grupos, la historia de Chile: una mujer fue elegida
a las mujeres. El panorama cuantitativo Presidenta con el 53,5% de los votos,
muestra contundentes pruebas de rompiendo con toda una tradición de
desequilibrio, a partir del resultado de las presidentes hombres. Al asumir el mando,
últimas elecciones parlamentarias 2009. el país contó con el primer gabinete
Las cifras de representación indican que ministerial paritario (diez mujeres y diez
el Parlamento quedó constituido por 5 hombres), igualdad en el poder y las
senadoras entre 38 cargos (representan responsabilidades que modificó la idea de
el 13%, en comparación al 5,3% del “atribución” exclusiva del ámbito público
período anterior) y 17 diputadas entre y el poder político a los varones.
120 (representan el 14%, en comparación
al 15% del periodo anterior); que la El estudio de opinión pública Paridad,
participación en municipios es de 43 Medidas de Acción Afirmativa, Mujer y
alcaldesas entre 343 (12,5%) y de un 23% Política, elaborado por SERNAM (edición
de concejalas70. Esta subrepresentación 2009), da cuenta de la percepción actual de
se explica por una cultura política y por mujeres y hombres respecto al liderazgo.
el actuar de los partidos políticos, que Constata el consenso de la ciudadanía
han mostrado poco interés en promover para rechazar las actitudes abiertamente
candidaturas femeninas. discriminatorias en contra de las mujeres;
y la mayoría de los/as entrevistados/as
En el Poder Judicial, las mujeres representan se manifiesta de acuerdo con la visión de
el 25%71 de las juezas integrantes de la Corte que hombres y mujeres poseen similares
Suprema, y sólo existe una Fiscal Regional72. capacidades de liderazgo político (88,5
En el ámbito de las principales empresas y 93,6% de los hombres y mujeres
públicas, hay apenas tres mujeres entre 37 respectivamente). Al mismo tiempo, una
directores/as (Codelco, ENAP, TVN, Banco mayoría rechaza la idea de la superioridad
Estado, La Nación, entre otras)73 y en la masculina para ejercer liderazgo en la
academia, únicamente hay dos rectoras en política: 61,3% de los hombres y 66,3% de
las 61 universidades, y las mujeres ejercen las mujeres.
el 15,3% de los decanatos.
Complementariamente, el mismo estudio
señala entre sus resultados que existe
70
Elecciones Municipales 2008. una amplia aceptación de las medidas de
71
La Corte Suprema está conformada por cinco paridad impulsadas por el gobierno de la
Ministras y 14 Ministros, encontrándose un Presidenta Bachelet: el 73,3% manifestó
cargo vacante del total de 20 (información
estar “de acuerdo” o “muy de acuerdo”
al 10 de enero de 2010).
72
Cifra al 10 de Enero de 2010. con ellas, mientras que sólo el 13,9% dijo
73
Cifra al 10 de Enero de 2010. estar “en desacuerdo”.

169
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Según el estudio, el 75% de las mujeres sexual del género humano –hombre y
está “muy de acuerdo” con que la visión mujer–, una pluralidad irreductible en que
del país sobre la mujer ha cambiado por el la representación de la humanidad requiere
hecho de tener una Presidenta (SERNAM, la presencia de ambos. En términos
2009), mientras que un 39% de las mujeres cuantitativos, se refiere a la relación de
encuestadas por Corporación Humanas 40/60, es decir, que ni hombres ni mujeres
(2008) cree que la situación de las mujeres sean más del 60% en las instancias de
ha mejorado desde que hay una Presidenta; representación. Asimismo, debe reconocer
y el 51% afirma que la participación en altos la demanda de mujeres y hombres de
cargos de decisión política, también. Una generaciones más jóvenes por acceder a
ciudadanía más exigente hace que el 67% cargos de representación popular, a la alta
afirme que no votaría por un/a candidato/a dirección pública y a la autoridad política.
que rechazara la ley que busca asegurar
igual número de hombres y mujeres en los Del mismo modo, una gran mayoría (62%)
cargos de poder. de los/as chilenos/as está de acuerdo con
promover el establecimiento de una ley de
Consultadas acerca de por qué las mujeres no cuota, o de cuotas de género, que exijan
llegan a ocupar altos cargos en las empresas, un porcentaje de candidatas para cargos
el 57% cree que se debe exclusivamente de elección popular (SERNAM, 2009). Una
a que son discriminadas por ser mujeres política de este tipo permitiría a las mujeres
y sólo el 24% cree que se debe a que sostener una carrera política, contar con
prefieren cuidar a sus hijos/as antes que medidas que aseguren capacidad económica
ocupar cargos de mayor responsabilidad y también acciones que corresponsabilicen a
(Corporación Humanas, 2008). los varones en las tareas de cuidado. Así fue
comprometido en la Décima Conferencia
Una política orientada a lograr la Regional sobre la Mujer por los países de
representación equilibrada de mujeres y América Latina y El Caribe (2007) en el
hombres –la paridad– reconoce la dualidad Consenso de Quito.

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020 exista una distribución equilibrada del poder de decisión en la
sociedad: a nivel político, económico, social y cultural.
• Que el país cuente con una democracia paritaria, representativa y participativa, reflejada
en los Poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Además, en los gobiernos locales,
concejos municipales, directorios de empresas públicas y privadas, los partidos políticos
y organizaciones sindicales y gremiales, de acuerdo a lo comprometido en los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM).

170
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

Acciones para alcanzar las metas de comunicación, financiación,


capacitación, formación política,
Legislación y reformas legales control y reformas organizativas
- Aprobar una Ley de Igualdad entre internas para lograr ese objetivo.
Mujeres y Hombres que asegure - Que la institucionalidad para
la participación equilibrada de la participación ciudadana en
mujeres y hombres en todos los la gestión pública –consejos de
cargos públicos, electivos y de sociedad civil– considere criterios
designación. de representación equilibrada de
- Legislar sobre las asignaciones mujeres y hombres a nivel nacional,
presupuestarias necesarias para sectorial y regional.
garantizar dicha participación. - Que las instancias de participación
- Legislar para ampliar las atribuciones ciudadana a nivel municipal incluyan
de las organizaciones sociales de criterios de equidad de género
base, incorporando en ellas el e incorporen, en las comunas
principio de paridad. rurales, a todas las mujeres en las
- Legislar para prevenir, sancionar instancias que les permitan analizar
y erradicar el “acoso político y la formulación, implementación y/o
administrativo” contra mujeres seguimiento de políticas públicas
que acceden a puestos de decisión que las atañen directamente.
por vía electoral o por designación, - Fortalecer la participación de la
entendido este como aquellos actos sociedad civil para el ejercicio del
destinados a impedir o restringir el control social autónomo.
ejercicio de su cargo o inducirlas a Información y promoción de derechos
tomar decisiones en contra de su - Reforzar mecanismos sectoriales
voluntad, de sus principios y de la de difusión permanente de los
ley, y obtener su renuncia en favor derechos y las políticas de igualdad
de algún varón a nivel nacional, hacia las mujeres.
regional o local. - Acercar la información sobre
- Legislar sobre las instancias de derechos de las mujeres a espacios
participación ciudadana a nivel de aplicación de justicia y atención
municipal, cuentas públicas y ciudadana.
presupuestos participativos con
participación equilibrada. Fomento a la participación
- Inclusión de género en todas las leyes - Promover la participación de
que favorecen la participación y el mujeres en cargos de representación
fortalecimiento de la sociedad civil. local, regional y nacional.
- Desarrollar políticas e incentivos a
Institucionalidad para la participación con la participación sindical y gremial de
perspectiva de género las mujeres.
- Que los partidos políticos incorporen - Fomentar la participación política
la participación igualitaria y el de las mujeres en los partidos
enfoque de género en sus contenidos, políticos.
acciones y estatutos, e implementen - Fortalecer la asociatividad de las
acciones positivas y estrategias mujeres.

171
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

- Generar mecanismos de apoyo a las Eje III: Corresponsabilidad social en el


dirigentas sociales, que faciliten y cuidado familiar
garanticen su rol de representación
en los distintos ámbitos. Para construir una sociedad más equitativa,
- Fortalecer los mecanismos de que garantice la igualdad de género y la
control ciudadano a nivel local y autonomía de las mujeres, es necesaria la
sectorial. “corresponsabilidad social” en el trabajo
- Estimular la ciudadanía digital de de cuidado. Esta idea está fundada en el
las mujeres y el uso de las nuevas reconocimiento del derecho al cuidado de
tecnologías de información. toda persona, desde su nacimiento hasta
su muerte, derecho universal que conlleva
Formación para la participación la obligación de cuidarse y cuidar. Supone
- Fortalecer la formación de líderes y distribuir las responsabilidades de cuidado
dirigentas. en todos los miembros de la sociedad y no
- Crear escuelas de gestoras y gestores sólo en las mujeres, e incluye la obligación
sociales en políticas públicas para la del Estado de proveer los medios para
igualdad. poder cuidar y garantizar que este cuidado
- Fortalecer la formación de mujeres sea realizado en condiciones de igualdad.
líderes, ocupando puestos de toma
de decisiones. Esto es que mujeres y hombres, con el apoyo
del Estado y de los agentes del mercado
Estudios e información estadística compartan los espacios, tanto públicos
- Generar fuentes de información como privados; sean corresponsables de
regular sobre organizaciones sus actividades laborales, profesionales y
sociales –de primer, segundo y económicas con sus deberes familiares y
tercer nivel– y de participación, el trabajo de cuidado, y que dispongan de
desagregada por sexo, desde el recursos para compensar y completar el
nivel comunal. capital donado por las mujeres a su familia
- Incorporar en las estadísticas más cercana y a la sociedad a través de sus
regulares del Instituto Nacional labores de cuidado.
de Estadísticas (INE), información
sobre participación política y social El envejecimiento de la población y la mayor
de las mujeres. prevalencia de enfermedades crónicas ligadas
- Actualizar y difundir el catastro a la longevidad aumentan las necesidades
de organizaciones de mujeres de cuidado y la demanda de trabajo no
campesinas, indígenas y no remunerado de las mujeres. A esto hay
indígenas, con información sobre sus que sumar los requerimientos de cuidado
avances en materia organizacional, de niños y niñas, sanos y/o enfermos, y de
social y productiva. personas discapacitadas. Si los cuidados
- Establecer y difundir indicadores recaen sólo en las mujeres, significa que la
que midan el impacto que, en la sociedad cree que el tiempo de las mujeres
vida de las mujeres, provoca el tiene una elasticidad infinita.
aumento de la participación social,
política y/o productiva Hasta ahora, el ingreso de las mujeres al
mercado de trabajo no ha significado una

172
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

redistribución del trabajo de cuidado, y las de las tareas domésticas en sus hogares
instituciones y empresas no han adecuado y también que la maternidad les resta
su funcionamiento para permitirla. De oportunidades laborales; el 13% reconoció
hecho, siguen operando con horarios la no valoración del trabajo doméstico
y condiciones propias de la asignación que realizan como uno de sus principales
tradicional de roles. problemas que viven y el 90% estuvo de
acuerdo con que debiera haber igualdad
La falta de corresponsabilidad en el trabajo de tareas entre hombres y mujeres en la
reproductivo y la sobrecarga de trabajo casa. Más aún, el 45% señaló que da igual
doméstico y de cuidado en las mujeres quien se encarga de las labores domésticas
tiene consecuencias negativas para las y el cuidado de los hijos e hijas si la mujer
familias que experimentan dificultades trabaja fuera del hogar. Estos datos ponen
para dar una atención adecuada a niños de manifiesto la necesidad de un reparto
y niñas, personas adultas, enfermas o de responsabilidades que reequilibre
dependientes. Los mayores obstáculos los usos del tiempo y las actividades,
están en las familias con personas cambiando los estereotipos afincados en
dependientes y de escasos recursos. la sociedad.
Son estas tareas reproductivas las que
constituyen la base de las discriminaciones La inexistencia de servicio de salas cunas
y desventajas que experimentan las y de guarderías institucionales para hijas e
mujeres en el mercado de trabajo, y hijos de hombres que trabajan –tanto en el
obstaculizan su derecho de acceder y sector público como privado– impiden, en
permanecer en el empleo, así como a alguna medida que sean los padres quienes
acceder a los beneficios de protección participen de estas actividades de la crianza
social ligados a la participación en el y en la primera infancia.
empleo remunerado. Del mismo modo,
también se complejiza su participación en La política de igualdad de oportunidades
el quehacer social y político. entre mujeres y hombres implementada por
el SERNAM desde sus inicios, ha consignado
En Santiago, el 81,2% de las mujeres entre sus objetivos la promoción de
de doce años y más, declara dedicar responsabilidades familiares compartidas.
diariamente un promedio de 4,8 horas al Se ha avanzado en el reconocimiento
trabajo no remunerado, mientras sólo el del rol de los hombres en el cuidado y
44,5% de los hombres declaran hacerlo, y la crianza de los hijos e hijas gracias a
con un promedio de 2,8 horas (INE 2009). nuevas leyes y normativas, como son el
Las mujeres realizan el 66,4% del trabajo acompañamiento a la madre durante el
no remunerado y los hombres el 33,6%. parto; el permiso a los trabajadores por
Contrario sensu, los hombres tienen a su enfermedad de sus hijos/as; la ampliación
cargo el 61% del trabajo remunerado; y del post natal masculino a cinco días; y
las mujeres, el 39%. Encuestas74 revelan el fuero, subsidio y permiso en caso de
que el 70% de las mujeres encuestadas muerte de la madre. La ley de filiación,
declaró ser las responsables principales que reconoce la igualdad jurídica de
los hijos/as nacidos dentro y fuera del
matrimonio y permite la identificación
Corporación Humanas, 2008.
74 científica de la paternidad, también

173
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

contribuye a esta nueva concepción, previsionales, dejando fuera a los hombres


así como los beneficios de pensión por y a las mujeres sin contrato de trabajo que,
fallecimiento de la cónyuge, y la ley sobre generalmente, son las más pobres.
abandono familiar y de pensiones de
alimentos. La regulación del derecho a Sin embargo, hay avances, los cambios
visita por parte de los padres y/o madres sociales y culturales de las últimas décadas
a los hijos/as sometidos a la tuición de uno han transformado las representaciones
de ellos, va en la misma dirección. en torno a lo femenino y lo masculino,
favoreciendo la instalación de un modelo
La ley que otorga derecho a sala cuna ha de paternidad y masculinidad más
contribuido al aumento considerable de la comprometido con el cuidado y protección
oferta pública de jardines infantiles (JUNJI de los hijos e hijas, de los miembros de la
e Integra) para mujeres que trabajan en familia que requieren atención especial,
forma asalariada, el Sistema de Protección y con las tareas del hogar. Así lo revela el
Social Chile Crece Contigo, parte de la Instituto de la Juventud: mujeres y varones
Red Protege; la ampliación de la jornada coinciden en que la mantención económica
escolar; el bono por hijo/a nacido/a vivo/a de la familia no es propia solamente de
o adoptado/a, del Sistema de Protección los hombres, aunque esta respuesta es
Social; y el Código de Buenas Prácticas mucho más frecuente en las mujeres. El
Laborales para el sector público75 generan Estado puede contribuir, mediante políticas
condiciones de mayor compatibilidad públicas, a la institucionalización del
entre maternidad y trabajo y dan cuenta ejercicio de una paternidad responsable y
de la corresponsabilidad del Estado que comprometida.
busca contribuir a la conciliación entre vida
laboral, familiar y personal. Avanzar hacia la responsabilidad compartida
en el trabajo de cuidado, superando
Pero la legislación laboral, la seguridad los estereotipos de género, requiere la
social y las incipientes políticas de acción del Estado, como establecen el
conciliación que organizan la vida laboral Consenso de Quito (2007) y el Convenio
y familiar, implícita o explícitamente, 156 de la OIT sobre trabajadores/as con
tienden a centrarse en la conciliación responsabilidades familiares (adoptado
de las mujeres, sin considerar que las en Chile en 1981). Estos documentos
responsabilidades familiares corresponden reconocen que valorar el cuidado y el
a padres y madres. Por otra parte, el trabajo doméstico en la reproducción
acceso a las medidas y derechos como las económica y el bienestar de la sociedad
licencias de maternidad están asociadas al es una de las formas de superar la división
vínculo laboral, y por tanto, restringidas a sexual del trabajo.
mujeres cuyo contrato incluye beneficios

Código que ha sido implementado


75

voluntariamente por empresas públicas y


privadas, a través del Programa de Buenas
Prácticas Laborales con enfoque de Género
de SERNAM.

174
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020 la sociedad chilena reconozca el cuidado como un derecho universal,
desde el nacimiento hasta la muerte, independientemente de la situación laboral de las
personas y a lo largo de su vida.
• Que la sociedad chilena reconozca el valor del trabajo de cuidado no remunerado al
interior de los hogares y su aporte al desarrollo económico, social y humano.
• Contar con un sistema de cuidado y educación infantil, no ligado a la condición laboral,
que permita que mujeres y hombres puedan participar de la misma forma en los ámbitos
públicos y desarrollar sus proyectos personales, laborales y familiares.
• Extender el post natal a seis meses con la condicionante de que sea compartido entre
madres y padres.
• Erradicar el trabajo doméstico de las niñas y los niños, ya sea por servicio doméstico
realizado por ellas/os o por hacérseles responsables del cuidado de los hermanos/as
menores.
• Contar con un sistema de cuidado a personas dependientes (personas mayores y
discapacitadas severas) que permita a mujeres y hombres participar y desarrollar sus
proyectos personales, laborales y familiares en condiciones de igualdad.

Acciones para alcanzar las metas compartida– después de terminar


aquella de maternidad, sin perder el
Legislación y reformas legales empleo y conservando los derechos
- Legislar para establecer una tuición derivados de él, permitiendo a
compartida de hijas e hijos que los hombres asumir mayores
asegure la corresponsabilidad de responsabilidades en la crianza de
padres y madres en la crianza. niños y niñas.
- Reformar el Código del Trabajo, - Legislar para la ampliación del
estableciendo el principio de postnatal.
corresponsabilidad social del - Legislar para establecer el derecho
cuidado en la organización del a l c u i d a d o d e l a s p e rs o n a s
trabajo, tanto en el uso del tiempo dependientes, que no pueden
como en las jornadas laborales, valerse por sí mismas (adultos/as
horarios, períodos de vacaciones, mayores y discapacitados/as
licencias, entre otros. severos/as), a ser protegidas por el
- Establecer por ley la “licencia Estado, y garantizar los servicios y
parental familiar”, remunerada y prestaciones correspondientes.
de duración adecuada, tanto para - Fortalecer la fiscalización para el
trabajadores/as con contrato de cumplimiento de la ley que otorga
trabajo –lo que significa modificar el derecho a salas cuna.
el Código del Trabajo– como para
aquellos/as que no cuentan con Institucionalidad para la correspon-
contrato, esto último por medio sabilidad
del Sistema de Protección Social. - Reorganizar el funcionamiento
Esta licencia podrá ser tomada de los servicios públicos para
por cualquiera de los cónyuges que se adapten a las necesidades
–de modo secuencial y en forma d e m u j e re s y h o m b re s co n

175
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

responsabilidades familiares o de - Mantener y ampliar el cuidado


cuidado. infantil de calidad para las traba-
- Asegurar la participación de los jadoras temporeras, e incentivarlo
hombres y la integración del para trabajadores temporeros.
enfoque de género en el programa - Complementar la extensión de la
Chile Crece Contigo, asegurando la jornada escolar con centros juveniles
corresponsabilidad del padre desde comunitarios donde las hijas e hijos
el embarazo y su presencia en el de madres y/o padres que trabajan
parto. puedan desarrollar actividades
- Ampliar la cobertura del Sistema de culturales y de esparcimiento.
Protección de la Infancia Chile Crece
Contigo en las áreas rurales, para las Investigación e información
niñas y niños de mujeres indígenas - D e s a r r o l l a r m e t o d o l o g í a s
y no indígenas asalariadas o de medición del trabajo no
productoras agrícolas, adecuándolo remunerado de cuidado realizado
a la realidad rural y asegurando el por las mujeres, como cuidadoras
traslado desde los diversos sectores de niños y niñas, de personas con
a los centros de salud y de cuidados discapacidad severa y de personas
existentes. mayores, que permitan calcular su
aporte económico e incluirlo en
Oferta de servicios de cuidado las cuentas nacionales, para los
- Ampliar el sistema de apoyo a la sectores urbano y rural.
crianza de Chile crece contigo con - Crear un sistema de medición
una red de salas cuna y jardines periódica de la distribución del
infantiles para madres y padres, que tiempo de trabajo productivo
no esté vinculado a su condición y reproductivo entre mujeres y
contractual, sino como un derecho hombres en distintos contextos
universal para madres y padres, socioeconómicos y etapas del
con un sistema de financiamiento ciclo de vida, que se constituya
al que concurran actores públicos y en la base para las nuevas y/o
privados, con una cobertura horaria renovadas políticas de conciliación
adecuada a las jornadas y períodos y corresponsabilidad.
laborales y con atención durante las - Generar conocimientos sobre las
vacaciones. relaciones de género, teniendo en
- Generar, como parte de la Red cuenta las diferencias culturales,
Protege, un sistema municipal de productivas, históricas y de etnicidad.
apoyo y atención a las personas de- Asimismo, sobre la posición y
pendientes (mayores y menores con condición de las mujeres rurales
discapacidad severa, dependientes indígenas y no indígenas en la
o no autovalentes) según su grado economía y la producción; la división
de dependencia, desde el sistema sexual del trabajo; la participación
de salud, y de servicios sociales social y política; el desarrollo de la
especiales para ello (ayuda a cultura con el objetivo de perfeccionar
domicilio, asistencia telefónica, las políticas públicas que fomenten
centros de día, hogares). la corresponsabilidad.

176
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

Cultura de corresponsabilidad el cuidado de los miembros de la familia


- Promover una cultura que reconozca impone restricciones de tiempo que limitan
el derecho al cuidado, así como la su acceso al trabajo remunerado, a la
obligación de cuidarse y cuidar, capacitación y a la información.
valorando el trabajo de cuidado
no remunerado realizado por las La maternidad –actual o potencial– y
mujeres. las tareas reproductivas son las fuentes
- Fomentar que la educación escolar principales de discriminación para las
y los medios de comunicación y mujeres, con variaciones a lo largo de la
culturales promuevan modelos vida, por la idea estereotipada de que
de maternidad, paternidad y son insustituibles e irremplazables en
masculinidad, así como formas de la crianza, y de que sus ingresos sólo
convivencia familiar y social más complementan el aporte del proveedor
igualitarias que contribuyan a una principal, el hombre. Por otra parte, la
cultura de corresponsabilidad, subvaloración del trabajo doméstico
incorporando las particularidades hace que éste no sea reconocido como
de los contextos rurales, indígenas trabajo, y que gocen de menos prestigio y
y no indígenas. remuneración las ocupaciones y sectores
- Promover la democratización y del mercado laboral predominantemente
flexibilización de los roles tradi- femeninos, en gran medida extensión del
cionales en los distintos tipos de trabajo doméstico y que no requieren
familia, reconociéndolas como calificación.
unidades de vida, de transmisión
cultural, de trabajo, producción y Una de las dimensiones más relevantes para
gestión. avanzar hacia la equidad de género está
relacionada con la autonomía económica,
Eje IV: Autonomía económica y trabajo entendida como la capacidad de generar
decente ingresos propios para satisfacer las
necesidades de subsistencia. Ello supone
Caracterizada por la falta de poder y de considerar a las mujeres como sujetos
autonomía, la pobreza es una expresión de de derecho en el ámbito económico, es
la desigualdad y las mujeres son mayoría decir, con derecho al trabajo remunerado,
entre quienes la experimentan. independiente de su situación conyugal
y de los recursos que aporte su pareja o
La desigualdad social amplifica la cónyuge. Sin ingresos propios, las mujeres
desigualdad de género, y son las mujeres no sólo son dependientes para su sustento
pobres las que menos oportunidades tienen presente, sino también para la atención de
de insertarse en el mercado de trabajo en salud y para su vejez.
condiciones favorables, con estabilidad y
protección, así como de complementar La autonomía económica es un factor que
estudios y capacitarse y de acceder a protege a las mujeres en el ejercicio de
otros beneficios del desarrollo. Estas otros derechos y que incide positivamente
limitaciones se dan especialmente entre en la reducción de la pobreza (Bravo,
las jefas de hogar, cuya responsabilidad 2010). La incorporación de las mujeres a
exclusiva en el trabajo doméstico y en la producción y al mercado laboral rompe,

177
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

además, la tradicional reclusión en el Asimismo, la discriminación y falta de


espacio doméstico y les permite aportar al autonomía económica presenta
desarrollo nacional, a la mantención de sí características particulares en el caso de las
mismas, de sus hogares y familias. Además, jóvenes las mujeres de tercera edad, de las
disminuye la presión social y familiar que pobres, rurales, indígenas, discapacitadas y
viven los hombres de ser proveedores migrantes, al sumarse a las brechas de género
exclusivos. aquellas ligadas a su condición social. En el
sector rural, la participación económica de
Favorecer la autonomía económica implica las mujeres alcanzaba, en 2006, sólo al 28%,
promover la incorporación y permanencia con una brecha de 17 puntos con respecto a
de las mujeres en el mercado laboral, sin las mujeres urbanas (45%). En 2008 obtenían
discriminaciones, elevando los estándares el 79% del ingreso de los hombres; pero
de calidad de los trabajos ofrecidos, aquellas con 13 y más años de estudio sólo
en la perspectiva del trabajo decente alcanzaban al 40% del ingreso masculino
reconocido por la OIT como un empleo (CEPAL, 2008). Asimismo, las mujeres tienen
de calidad, con seguridad social, derechos mayores niveles de analfabetismo, en
laborales, y mejor representación de las y especial las mujeres mayores de 40 años y, si
los trabajadores/as. bien han aumentado sus niveles educativos,
la cobertura educacional es inferior que en
La participación de las mujeres en el las zonas urbanas.
mercado laboral ha aumentado en Chile
y hay nuevos –e inéditos– espacios Se ha constatado que cuando las mujeres
de empleo para ellas. Por otra parte, acceden al mercado laboral, lo hacen en
se estima que hoy existen alrededor trabajos mal remunerados, con largas
de 752 mil emprendedoras, las que jornadas, precarios, de baja calificación
aumentan año a año con una tasa de y sin beneficios y seguridad social, en
crecimiento del 20%. Sin embargo, ellas especial las más pobres, las jóvenes, las
inician actividades económicas más por temporeras y las trabajadoras con jornadas
necesidad de subsistencia que orientadas parciales. El desempleo es mayor entre
a la búsqueda de oportunidades. De ellas, particularmente entre las jóvenes,
hecho están concentradas –más que los porque enfrentan fuertes barreras para
hombres– en actividades informales y de incorporarse, como son la exigencia de
menor productividad, siendo muy escasas mayor calificación laboral, los factores
las medianas y grandes empresas lideradas culturales (estereotipos y roles de género)
por mujeres. y las necesidades de cuidado infantil.

La V Encuesta de Corporación Humanas La tasa de participación laboral femenina


(2008) revela que la autonomía económica en Chile ha crecido en alrededor de 10
tiene gran prioridad en el que las mujeres puntos porcentuales, pasando de un 32,5
se consideren satisfechas con sus vidas por ciento en 1990 a un 41,9% en 2009
(primera prioridad para el 27% de (INE, 2009), sin embargo sigue siendo
las encuestadas) y que al 53% de las más baja que la media de América Latina
encuestadas lo que más les gustaría (con una brecha de más de 10 puntos
en la vida es “ser económicamente porcentuales respecto de países de similar
independiente”. nivel de desarrollo).

178
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

Una vez que las mujeres entran al mercado mujeres mayores, al entregar derechos
laboral, se enfrentan a importantes previsionales a quienes no pudieron realizar
inequidades de género en términos de contribuciones al sistema de pensiones, lo
salarios, oferta laboral y condiciones de hicieron en forma discontinua o tuvieron
trabajo: trabajan sin contrato en mayor bajas remuneraciones, situación en que
proporción que los hombres, sin seguridad están muchas mujeres dada su dedicación a
social (salud y previsión) y sin acceso a las tareas de cuidado y por el funcionamiento
capacitación por medio del empleo. del mercado del trabajo.

Al mismo tiempo, existe una brecha salarial No obstante, para hacer efectiva y ampliar
considerable entre hombres y mujeres la autonomía económica de las mujeres,
que trabajan en forma asalariada. Aunque siguiendo los principios de igualdad y no
la tendencia muestra que las diferencias discriminación, es necesario considerar un
salariales entre ambos sexos se han reducido conjunto de factores, no sólo el acceso y
entre los años 1990 y 2008, en este último permanencia en el empleo y las actividades
año las mujeres recibieron, en promedio, el productivas. También influyen la educación,
72% de los salarios de los hombres. calificación profesional y formación de capital
humano, el acceso a la propiedad y al crédito,
Dentro de los actuales avances y mejoras el perfeccionamiento y cumplimiento de
sustantivas en el Sistema de Protección Social las normativas antidiscriminación en el
chileno, está la Reforma Previsional puesta mercado de trabajo. Ello debe orientar la
en marcha en 2008. Sin duda representa acción del Estado en la próxima década.
un gran avance para la autonomía de las

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020, mujeres y hombres accedan a puestos de trabajo decentes (empleo de calidad,
con seguridad social, derechos laborales y mejor representación de las y los trabajadores/as), que
les permitan conciliar las tareas de cuidado en igualdad de condiciones.
• Que al año 2020 la brecha en los ingresos laborales entre mujeres y hombres se haya
reducido significativamente.
• Que la participación laboral promedio de las mujeres supere el 50%; y el 40% en el caso
de las del primer quintil de ingresos, en condiciones de trabajo decente.
• Contar con más mujeres empresarias que puedan desarrollar iniciativas en igualdad de
condiciones y de acceso al sistema financiero que los hombres (45%, Meta ODM), no
sólo en las microempresas y en rubros no tradicionales.
• Que chilenas y chilenos mayores de 15 años superen, en promedio, los 12 años de
escolaridad.
• Que la matrícula femenina en la educación superior en el área de tecnologías se duplique
(de 18% a 36%).
• Que las trabajadoras estén sindicalizadas en la misma proporción de su participación
laboral.
• Que las mujeres empresarias participen en las organizaciones gremiales en proporción
a su actividad.

179
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Acciones para alcanzar las metas la tierra, tomando en cuenta la


falta de autonomía de las mujeres
Legislación y reformas legales en la sociedad conyugal, que aún
- Reformar el Código del Trabajo, está estructurada sobre la base del
considerando no sólo al género patrimonio reservado.
masculino como sujeto de trabajo - Diseñar un mecanismo que facilite
y de contrato, y para que asegure el acceso a las jefas de hogar
la igualdad y no discriminación rurales y campesinas al Subsidio
de las trabajadoras en todas sus de Tierras y/o la regularización de
categorías y empleos. Esta acción la propiedad de la tierra y del agua
incluye la corresponsabilidad y el como resguardo patrimonial.
reparto de las tareas de la crianza, - Implementar el Convenio 169 de la
contemplando permisos postnatales OIT, considerando la especificidad
familiares de uso indistinto por la d e l t ra b a j o d e l a s m u j e re s
madre o el padre. indígenas.
- Modificar el marco normativo sobre
cuidado infantil y corresponsabilidad El Estado, un modelo
en el financiamiento, identificando - Asegurar que las instituciones y
la cadena de obstáculos de acceso empresas públicas sean modelo
para la inserción laboral y el de aplicación de las leyes y de
cuidado. las buenas prácticas laborales,
- Fiscalizar el cumplimiento de la ley con participación equilibrada de
de igualdad de ingresos por trabajo mujeres en sus cargos directivos y
y de todas las leyes laborales que directorios.
apuntan a la equidad de género. - Que la selección de la Alta Dirección
- Ampliar, racionalizar y hacer Pública incorpore el enfoque de
más expedita, ágil y eficiente, la género, permitiendo superar los
fiscalización de las condiciones de estereotipos tradicionales asociados
trabajo de las mujeres asalariadas a habilidades masculinas como
rurales, de comercio, servicios criterio de selección.
y de todas aquellas áreas más - Promover la modificación de cuerpos
feminizadas de la economía. legales que permitan avances equi-
- Regular por ley la incorporación de tativos para las mujeres en materia
inmigrantes –mujeres y hombres– al de propiedad, sociedad conyugal y
trabajo, por medio de los convenios subsidio a la tierra y el agua.
internacionales establecidos en - Institucionalizar el diálogo tripartito
este ámbito. como instancia que sea resolutiva
- Instalar el diálogo social por ley, de problemas laborales según
disponiendo que las partes discutan sector y actividad económica,
sobre la organización del trabajo y incluidas las inequidades de género
consideren alternativas frente a la en el mercado del trabajo.
flexibilidad laboral, en el marco del
trabajo decente. Formación y desarrollo de las personas
- Estudiar y evaluar mecanismos de - Promover que la educación técnico-
regularización de la propiedad de profesional, académica y de espe-

180
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

cialización favorezca la inserción mejoramiento de las condiciones


laboral de las mujeres en actividades laborales.
productivas y en servicios, incluyendo - Promover la participación de
las más altas tecnologías. las mujeres en organizaciones
- Perfeccionar la política de capa- empresariales, gracias a la generación
citación laboral con franquicia de instancias tripartitas, donde sea
tributaria para que incorpore a posible abordar temas específicos
las mujeres como destinatarias asociados a su situación laboral.
prioritarias, velando por una mayor
y mejor inserción laboral. Fomento al emprendimiento y la capacidad
- Ampliar las oportunidades de productiva de las mujeres
capacitación laboral y de formación - Crear un sistema de políticas e
para mujeres, de modo de mejorar incentivos de apoyo a la capacidad
su productividad y acceso a trabajos productiva de las mujeres
de mejor calidad, a nivel urbano empresarias –urbanas y rurales–
y rural, asegurando su calidad con instrumentos de fomento
y metodologías culturalmente y financieros adecuados a sus
adecuadas. condicionantes socioeconómicos y
de género, en rubros rentables y con
Políticas para la empleabilidad (habilidad posibilidades de desarrollo futuro.
para obtener o conservar un empleo) Ello permitirá fomentar la vocación
- Generar políticas destinadas a empresarial de muchas mujeres.
mejorar la empleabilidad de las Traspasar la barrera de pequeño
mujeres, su acceso y permanencia emprendimiento y promover el
en el mercado de trabajo, y su nivel desarrollo de vocación productiva
de competitividad ante la demanda y económica con pertinencia
laboral existente. regional.
- Desarrollar acciones para mejorar - Corregir los instrumentos de
las condiciones laborales de las fomento productivo para que
mujeres, atendiendo a las realidades b e n ef i c i e n a l e m p re s a r i a d o
socioeconómicas y culturales femenino, incluyendo el micro-
particulares: jóvenes, adultas, emprendimiento femenino.
rurales, indígenas, discapacitadas - Promover y articular la asistencia
y migrantes. técnica y asesoría especializada a
- Abordar la realidad del trabajo mujeres empresarias.
temporal en las regiones y sectores - Fomentar los emprendimientos
rurales. de mujeres en sectores rurales
- Velar por la continuidad laboral e indígenas, incorporando en la
de las mujeres una vez que se les Estrategia de Desarrollo Regional
acaba el fuero maternal, así como las políticas orientadas hacia estos
la conservación de su puesto o lugar sectores de Instituciones públicas.
de trabajo. - Fomentar en los Planes de Desarrollo
- Promover la sindicalización de Comunal, Pladecos, el diseño de
las trabajadoras para la defensa estrategias de articulación que
de los derechos adquiridos y el faciliten el acceso de las mujeres

181
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

y sus productos a los mercados Eje V. Autonomía en la sexualidad y las


locales, comunales y regionales, decisiones reproductivas
incrementando el acceso a los
recursos productivos. El desarrollo y la masificación del uso
- Fomentar y potenciar una política de los anticonceptivos modernos en la
de inversión integral y escalonada década del 60 permitieron la separación
por parte de los servicios públicos entre el ejercicio de la sexualidad y las
orientados al fortalecimiento de consecuencias reproductivas, marcando
la productividad de las mujeres, un cambio radical en la vida de las mujeres
en especial, en el sector rural, y las parejas. A su vez, se generó un
valorando y preservando su cultura despliegue de políticas y programas de
y medio ambiente. control de la población y la planificación
familiar, especialmente en los países
Innovación y nuevas tecnologías del Tercer Mundo donde, en muchos
- Crear mecanismos que favorezcan casos, eran desconocidos y vulnerados
el acceso y uso por parte de las los derechos de las mujeres. Fueron
mujeres de los distintos sectores sistematizadas las evidencias de múltiples
y co n d i c i o n e s s o c i a l e s a l a denuncias al respecto y surgió el concepto
innovación y las nuevas tecnologías de “derechos reproductivos”. Desde ese
de información y comunicación, momento, surge la necesidad de identificar
que fomenten vocaciones y reconocer derecho en el ámbito de
científicas y la productividad en la sexualidad y la reproducción de las
sus emprendimientos y permitan personas, especialmente de las mujeres,
superar la brecha tecnológica que los que son integrados como parte de los
las afecta. Derechos Humanos, constituyendo un
avance su reconceptualización.
Información
- Contar con un Observatorio que Los derechos sexuales y reproductivos
entregue información permanente no son sólo derechos individuales. Su
y actualizada sobre el mercado ejercicio requiere del reconocimiento
laboral y las acciones, proyectos y de derechos sociales, contenidos en
programas públicos destinados a múltiples instrumentos internacionales,
favorecer la autonomía económica principalmente en la Convención para
de las mujeres, considerando las la Eliminación de todas las Formas de
realidades regionales y las áreas Discriminación hacia la Mujer (CEDAW),
rurales. ratificada por Chile en 198976.

Estos derechos establecen que las personas


puedan gozar su sexualidad, contando

76
La Convención fue aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidad, en su
resolución180 del 18 de diciembre de 1979
y entró en vigencia el 3 de septiembre de
1981.

182
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

con la información, acceso y medios educación en sexualidad y afectividad


necesarios para prevenir un embarazo no en los programas escolares a fines de los
deseado, o para no contraer infecciones de años 60, pero con una larga interrupción
transmisión sexual y VIH/SIDA, que puedan durante la dictadura militar hasta 1990, en
decidir libre y responsablemente si desean que retomaron la tarea. Como parte de las
o no tener hijos/as, así como el número políticas y programas del sector, en estos
y espaciamiento de estos; que accedan últimos años han sido logrados avances,
a una adecuada atención ginecológica especialmente en el sistema de salud
durante el embarazo, parto y posparto y reproductiva. Estos conducen a la necesidad
que accedan a la prevención y tratamiento de crear un marco legal nacional que
de la infertilidad. garantice y resguarde los derechos sexuales
y reproductivos de mujeres y hombres, que
Los derechos sexuales y reproductivos considere el ciclo de vida de las personas, los
s u p o n e n u n e nfo q u e p o s i t i vo d e cambios culturales de nuestra sociedad, y la
la sexualidad humana, concibiéndola responsabilidad conjunta en la sexualidad y
como una actividad enriquecedora la reproducción.
para el desarrollo de la personalidad, la
comunicación, las relaciones personales El acceso a decidir libre y responsablemente
y la afectividad. Están vinculados a los sobre la reproducción es desigual. Las
derechos a la salud, a la libertad individual, mujeres no acceden a la información, la
libertad de pensamiento, de conciencia educación y a los métodos anticonceptivos
y religión, de opinión y expresión, a la de la misma forma, variando este acceso
información y educación, a la decisión de según el sector social, el lugar de residencia y
formar o no una familia, a vivir libre de la generación a la que pertenecen. Es posible
maltrato y discriminación por cualquier apreciar las consecuencias de esta situación
condición, incluyendo la edad, etnia, en el número de embarazos adolescentes,
género y orientación sexual. de infecciones de transmisión sexual y de
abortos provocados. Socialmente, el peso
Las relaciones de subordinación y poder entre de la responsabilidad reproductiva ha
mujeres y hombres tienen especial expresión estado siempre vinculado a las mujeres, en
en el campo de la sexualidad debido a los todos sus aspectos: uso de anticonceptivos,
mitos y valores vinculados al cuerpo, a la maternidad y crianza. Si bien hoy son más
devaluación social de lo femenino, a la los hombres partícipes de estos procesos,
carencia de poder de las mujeres y a las y que asumen la responsabilidad en cada
dificultades que tienen para decidir sobre etapa, es necesario avanzar hacia una
sus propios cuerpos. Modificar las relaciones transformación de las relaciones en cuanto
de poder en el campo de la sexualidad y a las responsabilidades en materia de
reproducción permitirá la transformación en sexualidad y reproducción, para alcanzar
las relaciones de poder en otros ámbitos. la igualdad.

En Chile, los gobiernos han desplegado El sistema de salud ha desplegado una


políticas y programas en esta materia serie de métodos que permiten el acceso
desde 1967, principalmente dando acceso al derecho a la información y los medios
a las mujeres mayores de 15 años a la necesarios para que las mujeres y las
anticoncepción. También iniciaron la parejas puedan decidir cuándo y en qué

183
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

momento tener hijos e hijas. Pero, a su Los cambios culturales que ha vivido Chile
vez, es necesario también desplegar la se manifiestan en las relaciones afectivas
información y medios necesarios para y en el lugar que ocupa la sexualidad en
aquellas mujeres y parejas que tienen ellas, habiendo una alta aprobación de las
dificultad para la concepción y embarazo, relaciones sexuales prematrimoniales, un
extendiendo los alcances del actual inicio más precoz de las relaciones sexuales
programa de diagnóstico y tratamiento de (las que al ser desprotegidas arriesgan un
infertilidad que existe en Fonasa. embarazo no deseado y enfermedades de
transmisión sexual). El 16% de los partos
Por otra parte, en Chile el aborto es tipificado corresponde a mujeres menores de 19
como delito y, desde 1989, también es años de edad y en 2006 el 15,9% del total
penalizado el aborto terapéutico, tras la de nacidos vivos correspondió a madres
modificación del artículo del Código Sanitario entre 15 y 19 años (DEIS, 2006). Cerca del
que lo autorizaba. Lo anterior ha tenido 80% de los nacimientos de hijos e hijas de
como consecuencia que la tasa de aborto madres adolescentes está concentrado en
clandestino sea de las más altas en América los sectores de mayor pobreza. Por otra
Latina77; por ello el permanente debate para parte, y crecientemente, las adolescentes
legalizar el aborto terapéutico en el país. Por se embarazan de padres de su misma
una parte, es ilegal en toda condición, sin edad (50,3% de los y las adolescentes
embargo se practica en forma clandestina. entre 15 y 19 años han tenido a su primer
hijo o hija con parejas de su misma edad,
Las mujeres con menos recursos recurren MIDEPLAN, 2009).
a métodos más inseguros y riesgosos para
su salud y, por lo mismo, sufren mayores En muchas ocasiones los planes de vida y
complicaciones y secuelas, además de las oportunidades de los/as adolescentes
arriesgar la vida y penas de privación de se ven severamente afectados, como lo
libertad: entre 2000 y 2004, 106 mujeres revelan las cifras de abandono escolar.
fueron condenadas por aborto y en 2005, Las madres y padres adolescentes se
los egresos hospitalarios por esta causa enfrentan a una condición en la cual, en
sumaron 33.172. muchos casos, no cuentan con los recursos
necesarios para enfrentar el modelo de
Diversas encuestas de opinión nacionales maternidad y paternidad. En este sentido
revelaron que la población considera que hay avances específicos, como la ley
es preciso garantizar la anticoncepción que prohíbe la expulsión de estudiantes
de emergencia a todas las mujeres y embarazadas y madres del sistema escolar,
que es necesario permitir, legalmente, la asegurándoles el derecho a la educación y
interrupción del embarazo por razones de el acceso a sala cuna.
salud y en caso de violación78.
En estos últimos años, el Estado ha
77
Cifras del año 2001 estimaron en 122.000 garantizado los derechos sexuales y
los abortos inducidos. reproductivos por medio de políticas
78
En la V. Encuesta de Corporación Humanas
y programas concretos tales como la
(2008), el 79,2% de las mujeres encuestadas
respaldó el aborto en caso de peligro de
reglamentación sobre esterilización
la vida de la madre y el 74% en caso de voluntaria que permite a las mujeres
violación. esterilizarse sin otro requisito que su

184
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

sola voluntad y el acceso de mujeres y acuerdos internacionales comprometen


hombres a la esterilización quirúrgica en al Estado chileno a ser más activo y
los servicios públicos de salud; la ley sobre promover políticas y programas que
VIH/SIDA (2001) y la garantía de salud permitan el ejercicio de estos derechos en
que asegura la atención y tratamiento condiciones de igualdad, estableciendo los
gratuito a todas las personas que viven con marcos normativos necesarios, proveyendo
VIH/SIDA; la aprobación de la anticoncepción información, educación, consejería y
de emergencia y su utilización en los servicios de salud sexual y reproductiva de
casos de violación; la aprobación de las calidad; pero, especialmente, promoviendo
Normas sobre Regulación de la Fertilidad la responsabilidad de los hombres en su
y el Programa de Salud Integral para comportamiento sexual y reproductivo
Adolescentes del Ministerio de Salud; la y en la prevención de enfermedades
inclusión de la atención personalizada y de transmisión sexual, así como en la
analgesia en el parto y el tratamiento del paternidad y el cuidado de los hijos e
cáncer cérvico uterino y de mamas en las hijas.
Garantías Explícitas en Salud (Plan Auge), la
protección especial a niñas y niños en caso Debido al principio de la equidad, los
de delitos sexuales y la opción del parto derechos sexuales y reproductivos
intercultural respetando los derechos de reconocen que son las mujeres quienes
los pueblos originarios. deben decidir, en todo momento, sobre
su sexualidad y reproducción. Porque la
Más allá de estos avances, son numerosos toma de decisiones sobre el cuerpo, la
los pendientes en este ámbito de la vida de sexualidad y reproducción implica poder
mujeres y hombres, en especial las/os más y autonomía es, además, una forma de
jóvenes y de menores ingresos. Diversos construir y ejercer ciudadanía.

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020, mujeres y hombres, desde la adolescencia, decidan en forma libre y
responsable y con consentimiento informado sobre el ejercicio de sus derechos sexuales
y reproductivos.
• Que mujeres y hombres tengan acceso universal a servicios de salud reproductiva y que
la cobertura de anticoncepción alcance al 100% de las mujeres en edad fértil que lo
demanden.
• Que el porcentaje de nacidos/as vivos/as de madres menores de 19 años no supere el
10% (Meta ODM).
• Que mujeres y hombres puedan acceder a un programa de diagnóstico y tratamiento de
la infertilidad.
• Disminuir la tasa de mujeres que contraen el virus del VIH/SIDA.
• Despenalización del aborto terapéutico en Chile.

185
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Acciones para alcanzar las metas como medio de autonomía de las


personas.
Legislación y reformas legales - Promover la participación de todos
- Seguimiento y control para la los estamentos de la comunidad
aprobación del Proyecto de Ley escolar en actividades de
Marco sobre Derechos Sexuales información, formación y difusión de
y Reproductivos de mujeres y contenidos curriculares vinculados
hombres, que asegure la infor- a educación sexual en todos y cada
mación, consejería, acceso a uno de los niveles educativos.
anticoncepción, y tratamientos - Establecer servicios de consejería
de la infertilidad, y garantice su y atención en salud sexual y
pleno ejercicio a lo largo de toda reproductiva para adolescentes y
su vida y en todas sus condiciones jóvenes, para su ejercicio informado
particulares de existencia. y responsable, en la red de atención
- Promoción de iniciativas legislativas primaria de salud en coordinación
de despenalización del aborto co n l a s n e c e s i d a d e s d e l o s
terapéutico. establecimientos educacionales.

Servicios Prevención
- Asegurar a mujeres y hombres - Realizar campañas permanentes
la cobertura y acceso a servicios de prevención de infecciones de
públicos de salud reproductiva de transmisión sexual y VIH/SIDA a
óptima calidad y una amplia gama nivel masivo y también a nivel local,
de métodos anticonceptivos (al con participación de organizaciones
alcance de todas las personas, con sociales y comunitarias, así como
el objeto de vivir la sexualidad sin y vecinales, que incorporen las
riesgo de embarazo no deseado y necesidades específicas de las
de contagio de enfermedades de mujeres en esta materia.
transmisión sexual). - Realizar campañas permanentes de
- Ampliar y profundizar en la red prevención de embarazo adolescente
pública un programa de la fertilidad n o d e s e a d o, q u e d i f u n d a n
que involucre el diagnóstico y diversas opciones de protección y
tratamiento de la infertilidad para anticoncepción segura.
mujeres y hombres.
Corresponsabilidad
Educación sexual - Generar programas en el sistema
- E sta b l e c e r l a e d u ca c i ó n e n de salud que contribuyan a la
sexualidad y afectividad en todos incorporación de los hombres a las
los establecimientos escolares, responsabilidades reproductivas, por
sin distinción de dependencia medio de orientación, información y
administrativa, en la educación pre- acceso a métodos anticonceptivos,
básica, básica y media, reconociendo incluyendo la esterilización.
la diversidad que hay entre mujeres - Implementar un programa de
y hombres y el ejercicio de los paternidad responsable para padres
derechos sexuales y reproductivos adolescentes.

186
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

Información la mujer, tanto en el ámbito público como


- Desarrollar sistemas de información en el privado”.
oportuna y eficaz, dirigidos a
mujeres y hombres, sobre sus En Chile –y en cifras actuales– casi el 36%
derechos y responsabilidades en de las mujeres que ha tenido una relación
el ámbito de la sexualidad y las de convivencia ha sufrido violencia; 7% de
decisiones reproductivas; al igual las niñas, niños y adolescentes han vivido
que sobre los programas y servicios el abuso sexual (12,8% de niñas y 3,3% de
públicos que apoyan su ejercicio. niños); y el 9,2% de las mujeres ha vivido
- Generar y promover la investigación violencia sexual después de los 15 años,
y el debate público en torno a la fuera de la relación de pareja (Ministerio
incidencia y condicionantes del del Interior, 2008). Los asesinatos de
aborto en Chile que permitan mujeres en manos de sus parejas y ex
mejorar la prevención y parejas han hecho necesario instalar el
tratamiento del mismo, además concepto de femicidio 79 para designar
de la despenalización del aborto estos casos80.
terapéutico.
Frente a esta realidad ha habido avances
Eje VI. Violencia de Género importantes en los últimos años, como
la nueva Ley de Violencia Intrafamiliar
La violencia contra las mujeres es una de (Ley Nº20.066, 2005) que especifica “la
las expresiones más graves de la desigual obligación del Estado de adoptar las
distribución de poder y de las relaciones medidas conducentes para garantizar la
asimétricas entre hombres y mujeres vida, integridad personal y seguridad de
existentes en la sociedad. La falta de poder los miembros de la familia”, la creación y
expone a las mujeres a sufrir violencia sólo mejoramiento de Tribunales de Familia;
por el hecho de ser mujeres: acoso laboral, el sistema institucional de respuesta a la
acoso sexual, maltrato físico, psicológico, violencia en el que intervienen el SERNAM,
sexual y material por parte de sus parejas el Ministerio de Salud, el Poder Judicial,
o ex-parejas, violación y tráfico para la el Ministerio Público y Carabineros de
explotación sexual. Es un acto de violencia Chile; la formación de jueces, fiscales y
no sólo contra ellas, sino contra la sociedad defensores en derechos humanos de las
en su conjunto. mujeres; la ampliación del programa de
Centros de la Mujer que en todo el país
Dada la gravedad de este hecho, en 1994
la Organización de Estado Americanos 79
Al término de la elaboración de este Plan
adoptó la Convención Interamericana para (enero 2010) el proyecto de ley sobre
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia violencia contra la mujer y en las relaciones
contra la Mujer (Convención Belem do de familia –femicidio– se encontraba a la
Pará), la que fue ratificada por Chile en espera de ser aprobado por el Congreso
1998. En su Artículo 1., la Convención para su posterior promulgación.
80
La V. Encuesta de Corporación Humanas
define la violencia contra la mujer como
revela que para el 43% de las encuestadas,
“cualquier acción o conducta, basada la violencia ejercida hacia mujeres por sus
en su género, que cause muerte, daño o parejas es el principal problema de las
sufrimiento físico, sexual o psicológico a mujeres en Chile.

187
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

brindan atención integral a las mujeres En el año 2003 se reformuló el Modelo


víctimas de violencia (90 centros), y Casas de Intervención del Centro, buscando un
de Acogida (25 casas) que dan protección mayor nivel de eficacia y eficiencia, se
a las mujeres y sus hijos e hijas menores priorizó la implementación de un modelo
de edad en riesgo vital. de intervención integral con énfasis en la
prevención comunitaria del problema y la
También ha habido avances legislativos atención de las mujeres que son víctimas de
en cuanto a la violencia sexual, con la éste. En el año 2007 se agregó la Línea de
Ley Nº19.617 (1999), que modificó la Protección a mujeres víctimas de violencia
tipificación de ciertos delitos sexuales, e que están en riesgo vital, con la instalación
incluyó la violación conyugal, el estupro, de Casas de Acogida y la puesta en marcha
el incesto, el abuso sexual de menores y de un sistema de protección de un alto nivel
la pornografía con menores, y con la Ley intersectorial. Por su parte, el Ministerio
Nº20.207 (2007), que estableció un nuevo de Salud cuenta con un Programa de
plazo para la prescripción de los delitos Atención VIF que funciona a través de los
sexuales que afecten a menores de edad, Consultorios de Atención Primaria y desde
abriendo la posibilidad de que personas el año 2008 cuenta con una Política de Salud
abusadas durante su infancia puedan en Violencia de Género.
emprender acciones legales cuando sean
adultos. En 2005 se aprobó la ley que Estas acciones han contribuido a la
sanciona el Acoso Sexual (Ley Nº 20.005). construcción de un horizonte ético en el cual
De gran importancia han sido las Normas y la violencia hacia las mujeres es repudiada,
Guía Clínica para la Atención en Servicios de aun cuando no haya desaparecido. La
Urgencia de Personas Víctimas de Violencia sociedad toda reconoce avances en el
Sexual, que dan derecho a la mujer víctima rechazo a la violencia contra las mujeres
de estos delitos a la información y acceso y apoyo a mujeres víctimas, generándose
a la anticoncepción de emergencia en los un tránsito de lo privado a lo público,
servicios de urgencia, previniendo así un siendo reconocida hoy en día como una
embarazo no deseado como consecuencia problemática social, de la cual nadie es
de la agresión sexual. indiferente. Para visibilizar la violencia de
género han sido fundamentales las políticas
En el campo de la información, en 2008 el y programas desarrollados por el Gobierno,
Ministerio del Interior aplicó una primera otorgándole una relevancia como nunca
encuesta de Victimización por Violencia antes había tenido, a las que el Estado y
Intrafamiliar y Delitos Sexuales”. Con el fin la sociedad civil han sumado campañas
de ir evaluando el impacto de las políticas masivas y en medios de comunicación.
públicas y las modificaciones producidas
en la sociedad respecto de este fenómeno, Sin perjuicio de estos avances, el
será realizada cada cuatro años. acceso de las mujeres a la justicia sigue
siendo difícil y aún es frecuente la
En el año 2001 el Programa de Prevención impunidad de quienes han vulnerado
de la Violencia Intrafamiliar contra la Mujer sus derechos, particularmente en el
de SERNAM incorporó la Línea de Atención ámbito familiar. Conseguir la activación
por medio de la creación de Centros de de los procedimientos legales y judiciales
Atención Integral y Prevención de la VIF. existentes para su protección y tratamiento

188
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

oportuno continúa siendo una de las la prevención de este flagelo. Por otra
principales dificultades que tienen las parte, surge la necesidad de la creación
mujeres víctimas de violencia, con grave de programas específicos dirigidos a
riesgo para su integridad. agresores que permitan transformaciones
en las formas de relacionarse y en cómo se
Son fundamentales las acciones de establece el poder.
promoción de una vida armoniosa entre
mujeres y hombres, así como la prevención A partir de lo realizado, hoy es preciso
de la violencia intrafamiliar y de género avanzar en el cambio de foco desde la
gracias a intervenciones culturales, ya sea violencia intrafamiliar hacia la violencia de
por medio de los medios de comunicación género (familiar, sexual, trata de personas
masivos, establecimientos escolares, con fines de explotación sexual, mujeres
lugares de trabajo, centros deportivos, mayores, violencia laboral, abuso de
e instituciones religiosas. Estas acciones poder, etc.). Esto implica establecer una
deben estar orientadas a modificar los política integral que abarque prevención,
comportamientos de los hombres, e protección, reparación y atención
igualmente a incorporarlos y hacerlos psicológica, incluyendo justicia eficaz y
partícipes en la protección de las mujeres, rehabilitación de víctimas. La violencia es
niñas y niños. una conducta aprendida en una cultura
que naturaliza y sustenta la discriminación
Un lugar destacado debe tener la inclusión hacia las mujeres. Es un problema social,
de varones en propuestas de políticas y de salud pública, de justicia social y
programas de prevención y atención de de seguridad ciudadana y así debe ser
violencia contra la mujer, de manera que abordado, de modo integral y mediante
los hombres puedan ser parte activa en una acción coordinada intersectorial.

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020, la mayoría de las mujeres y hombres resuelvan sus diferencias
y conflictos sin recurrir al uso de la violencia (física, psicológica, sexual, económica y
material) y respeten plenamente la integridad del/a otro/a.
• Que la prevalencia de la violencia hacia las mujeres se reduzca a la mitad, de 36% a
18%.
• Que la sociedad chilena reconozca los derechos a la integridad y a una vida sin violencia,
favoreciendo la erradicación de todas las formas de violencia de género.
• Que los medios de comunicación promuevan las relaciones no violentas.
• Que Chile cuente con mecanismos eficaces de prevención y una red de protección, apoyo
y tratamiento a víctimas.
• Que Chile cuente con un sistema de rehabilitación de agresores.
• Que tengan plena vigencia en el país, tanto la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, como la Convención sobre los Derechos
del Niño y demás instrumentos internacionales suscritos por el Estado de Chile.

189
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

Acciones para alcanzar las metas contra las mujeres (se propone el
uso de pulsera electrónica).
Legislación y reformas legales - Profundizar la integralidad e
- Modificar la legislación vigente i nte rs e c to r i a l i d a d co m o l a s
para que reconozca la violencia de estrategias en el apoyo a las víctimas
género no sólo en el contexto de la de violencia de género. (Ej. en el
familia, sino de otros espacios en acceso a vivienda, al sistema escolar
que se ejerce violencia asociada al y al empleo, etc.).
poder entre mujeres y hombres,
que considere recursos adecuados Plan Nacional para la erradicación de la
para asegurar la protección de Violencia
los derechos de las mujeres, la - En coordinación y colaboración
prevención y la sanción de la con los organismos públicos y
violencia. de la sociedad civil pertinentes,
- Pe r fe c c i o n a r e l e nfo q u e d e formular e implementar un plan
género en la legislación sobre nacional anual para erradicar la
violencia, especialmente en materia violencia de género, que considere
probatoria. las coordinaciones intersectoriales
- Generar una normativa nacional necesarias en los niveles nacional,
sobre trata de personas que permita regional y local, que posea metas
luchar de modo más eficaz contra e indicadores y que sea evaluado
este delito. por el Consejo de Ministros para la
- Incorporar la norma legal que Igualdad, en torno a:
inhabilita para ejercer cargos (i) la prevención a través de los
públicos y de representación a medios de comunicación y otros
quienes han sido procesados medios culturales y de la educación
y condenados por violencia permanente, desde el nivel pre-
intrafamiliar. escolar, para promover un cambio
Acceso a la protección y a la justicia cultural de fondo que permita
- Asegurar que los Tribunales de disminuir la violencia de género.
Familia cuenten con agentes y (ii) la atención, con una mayor oferta
auxiliares de la justicia con las pública de centros especializados y
competencias necesarias para casas de acogida, y también en la
proteger a las mujeres y aplicar red primaria de salud, incluyendo
j u st i c i a co n ate n c i ó n a l o s las comunas rurales y los sectores
condicionantes de género. indígenas;
- Establecer fiscales especializa- (iii) la protección de las víctimas
dos/as exclusivamente en mediante una coordinación eficaz
violencia de género y con recursos entre las distintas instituciones
suficientes para dar protección - Perfeccionar los modelos de
adecuada a los derechos de las detección precoz en el sistema
mujeres y tramitar de forma público de salud.
expedita sus demandas. - Incluir programas intersectoriales
- Asegurar la vigilancia de quienes de prevención, atención y
han sido procesados por violencia rehabilitación hacia hombres

190
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

agresores desde la juventud, - Estudiar las formas específicas


considerando los aportes de los que adquiere la violencia contra
estudios sobre masculinidades. las mujeres en la familia rural,
- Considerar la protección de terceros indígenas y migrantes.
vulnerables y brindar apoyo
psicosocial a las niñas y niños que Cultura de respeto y no violencia
están en hogares donde existe - Generar programas y espacios para
violencia de género y quienes son la resolución de conflictos.
víctimas indirectas de los femicidios. - Promover una cultura de respeto
- Desarrollar políticas y programas a la intimidad, la integridad y
de seguridad pública para prevenir autonomía de las personas.
y erradicar la violencia de género. - Ampliar las campañas comuni-
cacionales periódicas destinadas
Formación de recursos y desarrollo de a crear conciencia en torno a la
personal violencia contra la mujer.
- Brindar formación especializada al - Difundir los acuerdos, convenios
personal de salud y de educación y compromisos internacionales
para la prevención y detección orientados a erradicar la
de la violencia, considerando la discriminación hacia las mujeres y
salud mental de los hombres, las niñas.
estrés, depresión, consumo de
alcohol y otras drogas, de hombres Eje VII. Las niñas y niños: un punto de
y mujeres. partida para la igualdad

Información e investigación Chile considera niño o niña a todo ser


- Crear un sistema de información humano desde su nacimiento hasta
único, con indicadores y estadísticas los catorce años y, adolescente, desde
descentralizadas de violencia de los 14 hasta los 18 años de edad. El
género que permita contar y país ratificó en 1990 la Convención
proveer de datos confiables a la sobre los Derechos del Niño, asumiendo
institucionalidad pública y privada, que niños y niñas tienen los mismos
que sirva de sustento para la toma derechos, independientemente de su
de decisiones y la elaboración e condición social, cultural, sexual o física
implementación generales y (discapacidad); que no pueden hacerse
sectoriales adecuadas y oportunas. distinciones arbitrarias con ellos, y que
- Ampliar a todo el país la Encuesta se deben impulsar medidas correctivas,
periódica sobre violencia que aseguren la igualdad en el ejercicio
intrafamiliar del Ministerio del y goce de derechos de aquellos/as que
Interior. se encuentran en situación de mayor
- Evaluar permanentemente los distintos vulnerabilidad. Señala que el “‘interés
programas de prevención, protección superior del niño/a’ debe guiar sus
y tratamiento, incluidos aquellos que acciones y hace suyo el principio de la
apuntan a los hombres agresores autonomía progresiva de niños y niñas,
con el objeto de elaborar mejores que implica reconocer que cada uno/a
programas de rehabilitación. va constituyéndose en una persona con

191
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

crecientes niveles de responsabilidad”. mujeres empiezan en la niñez, se aprenden


Según esa Convención, las familias y en la familia, en el barrio y en la escuela, y
el Estado deben apoyar y proteger la pueden persistir durante toda su vida.
adquisición de autonomía y asumir que
niñas y niños son sujetos de derechos, Un gran avance para las niñas y niños de
a la vez que entendiendo que los Chile fue la aprobación de la ley Nº19.585
Derechos Humanos son indivisibles e (1998) que modificó el Código Civil en
interdependientes. materia de filiación, y reconoció la igualdad
jurídica de hijas e hijos nacidos dentro y
En un contexto de desvalorización cultural fuera del matrimonio, poniendo fin jurídico
de las mujeres, pese a la igualdad de niñas a los denominados “hijos naturales” y
y niños en la titularidad de derechos, la estableciendo mecanismos para investigar
desigualdad en su ejercicio se produce la paternidad.
tempranamente. Las niñas enfrentan
mayores restricciones en el desarrollo Además, Chile muestra importantes
de su autonomía, en función del cuidado avances en la cobertura y matrícula en el
de su cuerpo sexuado de mujer y de la sistema escolar, al respetar el derecho a la
adquisición de características consideradas educación de las estudiantes embarazadas y
femeninas, en tanto los niños gozan de madres, al garantizar 12 años de educación
mayores libertades y el desarrollo de obligatoria hasta cumplir 21 años y al
sus destrezas es alentado socialmente. asegurar cobertura universal en educación
Las consecuencias de tal diferenciación pre-escolar.
van configurando desigualdades desde
temprano: las niñas son particularmente Entre 2006 y 2008 se ha quintuplicado
vulnerables a la violencia ejercida por la oferta de salas cuna para las niñas
adultos/as, los que pueden aprovecharse y niños pertenecientes al 40% de las
de su mayor fuerza física y autoridad, así familias de menores recursos. También
como de lazos de confianza en los casos ha aumentado el nivel de escolaridad
de abuso físico y sexual en el hogar y en promedio de la población mayor de 15
la escuela. También son numerosas las años, a 10,2 años en 2007; mientras que
niñas que, desde muy temprana edad, la matrícula universitaria ha subido de
asumen las tareas domésticas y de cuidado 146.720 estudiantes –en 1991– a 525.712,
de otros/as, teniendo muchas veces en 2009 (CSE, 2009).
como resultado la deserción escolar o
rendimientos académicos más bajos que Pese a los progresos, el Estado chileno
el de los niños del mismo hogar. debe concebir políticas públicas que
favorezcan un cambio cultural profundo, en
Construir la igualdad es una tarea el que se reconozca la necesidad de niños,
que comienza en la niñez. Para ello es niñas y adolescentes de un desarrollo en
necesaria la existencia de una cultura todos los ámbitos, y su calidad de sujetos
que dé igual valoración a las niñas y de derechos. Entre otros en el derecho
a los niños, garantizándoles el pleno al esparcimiento, al juego y a participar
disfrute de las libertades y desarrollo en las actividades artísticas y culturales,
de sus potencialidades. La desigualdad, en igualdad de condiciones, sin sesgos
discriminación y violencia contra las sexistas. Así también, a participar en

192
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

forma activa en la vida de las familias, mental y física hasta el máximo de sus
en la escuela y en la comunidad a la que posibilidades, reconociéndose el hecho de
pertenecen, por cuanto es allí donde que cada niña y niño tiene características,
aprenden a ejercer los derechos, libertades intereses y capacidades únicas y también
y responsabilidades que contribuyen a su requerimientos de aprendizaje propios.
desarrollo como sujetos sociales, es decir,
partícipes activos y co-artífices del mundo En cuanto a la salud, cada niña o niño debe
en que viven. disfrutar el más alto nivel posible de salud
y acceder a servicios para la prevención
Las niñas y niños de hoy son las mujeres y el tratamiento de enfermedades y la
y hombres de mañana y por ello construir rehabilitación. Ello también significa
la igualdad es una tarea que comienza en que accedan a información y a servicios
ese período. Para evitar la desigualdad de atención de salud para adolescente
se requiere una cultura que otorgue en la localidad donde habitan, y que
igual valoración a las niñas y a los niños, sean especializados para esa etapa del
garantizándoles el pleno disfrute de desarrollo y en salud sexual y reproductiva,
las libertades y derechos humanos a fin de que puedan asumir responsable
fundamentales. e informadamente las decisiones que
afecten sus vidas.
En ese sentido, el Estado chileno debe
concebir políticas públicas que favorezcan Las niñas y niños, y especialmente los y
un cambio cultural profundo en las familias, las adolescentes de hoy, en el ámbito de
en la escuela y en la comunidad, que se la identidad, la afectividad y la sexualidad,
reconozca a niños y niñas su derecho a tienen nuevas representaciones, sentidos
participar en forma activa y autónoma en el subjetivos y prácticas que difieren de
diseño de su vida, y construir su bienestar las generaciones anteriores, con mayor
superando las visiones asistencialistas apertura a mundos diversos, mayor
basadas en las necesidades que desconocen tolerancia y respeto por la diversidad.
su condición de sujeto. El principio de no Tienen acceso cada vez más frecuente y
discriminación implica que el Estado fácil a las tecnologías de la información
debe identificar a niñas y niños, en forma y a las comunicaciones, logrando mayor
individual, así como a grupos de niños y intercambio con otras/os adolescentes
niñas cuyo reconocimiento y realización de y jóvenes que, viviendo realidades
derechos demanden atención y medidas distintas, comparten valores, identidades,
especiales, tanto a nivel público como entretenciones, y también muchos resabios
privado. de discriminación y violencia de género.

Niñas y niños tienen también derecho al Es en el proceso de desarrollo y formación


cariño, la educación, la salud, el descanso de niños y niñas donde residen las mayores
y el esparcimiento, a la protección contra potencialidades para instalar una cultura
cualquier forma de abuso y explotación, y a de igualdad, de no discriminación y
un trato adecuado en casos que infrinjan la de corresponsabilidad entre mujeres y
ley. La educación debe apuntar a desarrollar hombres.
su personalidad, aptitudes y capacidad

193
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

METAS PARA EL DECENIO

• Que en el año 2020 las niñas, niños y adolescentes cuenten con las condiciones que les
permitan su pleno ejercicio en la sociedad, como personas conscientes de sus derechos,
comprometidos con su comunidad y con iguales oportunidades de desarrollo.
• Que niñas y niños completen 14 años de educación de calidad, libre de sesgos sexistas y
discriminaciones por su origen social, étnico, urbano o rural, o por alguna enfermedad o
discapacidad y que les entregue las herramientas necesarias para construir un proyecto
de vida con autonomía.
• Que las niñas y niños de pueblos indígenas, áreas rurales e inmigrantes puedan expresar
su identidad y conservar su cultura, sin restricciones, imposiciones ni discriminaciones.
• Que niñas y niños muestren similares resultados en el rendimiento escolar, superándose
las brechas existentes actualmente.
• Que tomen decisiones responsables sobre su sexualidad y su fecundidad con el apoyo de
consejería y que ninguna o ningún adolescente deba abandonar su educación por razones
de maternidad o paternidad, orientación sexual, origen étnico o nacional, resguardándose
sus derechos a no ser expulsados del sistema educacional (público o privado) por motivos
de discriminación de ningún tipo.
• Que disminuya significativamente la violencia física, psicológica y sexual que afecta a
niñas y niños.

Acciones para alcanzar las metas aquellas dirigidas a sectores


especialmente vulnerables.
Legislación - Asegurar que todos los programas
- Contar con una Ley de Protección de gobierno dirigidos a niñas, niños
Integral de Derechos Niños, Niñas y jóvenes incorporen enfoque de
y Adolescentes, que regule la género y ponga atención especial
protección general y la protección a las niñas y al fomento de la
especial y que establezca una corresponsabilidad entre ambos.
institucionalidad acorde que - P r o m o v e r l a c r e a c i ó n d e l
garantice la coordinación eficaz y cargo Encargada/o de Infancia
coherente a nivel nacional, regional y Adolescencia en la Directiva
y local. d e l a s J u nta s d e Ve c i n o s y
- Que la ley reconozca todos derechos otras organizaciones sociales y
de los niños/as y adolescentes comunitarias.
consagrados en la Convención - Promover que los medios de
sobre los Derechos del Niño. comunicación sean parte activa de
la eliminación de los estereotipos
Institucionalidad de género en estas edades.
- Contar con una institucionalidad que
–de acuerdo con la Ley de Protección
Integral– vele por los derechos de Educación para la igualdad, la no
niñas y niños, que articule las discriminación, la autonomía y la
actuales reparticiones públicas y corresponsabilidad
coordine las políticas dirigidas a la - Promover espacios formativos,
infancia y adolescencia, incluidas programas de estudio, textos

194
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

escolares, y prácticas docentes - Asegurar el acceso de las niñas


que modifiquen los estereotipos y adolescentes a las nuevas
asociados a los géneros masculino tecnologías, velando porque no
y femenino y entreguen elementos se reproduzca la brecha digital
conceptuales y aprendizajes presente en las generaciones
significativos y pertinentes a mayores.
las y los estudiantes en torno al - Crear programas de apoyo a jóvenes
respeto por el otro, la aceptación embarazadas, madres y padres
de la diferencia, la comprensión adolescentes para la continuidad
y valoración de las personas, de sus estudios en el sistema
promoviendo la cultura de igualdad, escolar, con acciones concretas para
no discriminación, solución no acompañarlos en su maternidad/
violenta de los conflictos, y de paternidad, que garanticen el
corresponsabilidad entre niñas y acceso a las prestaciones de salud
niños, estimulando la participación y de cuidado infantil, considerando
y el liderazgo de las adolescentes. sus necesidades particulares de
- Implementar estándares de calidad educación, salud y trabajo.
para la educación que tomen en - Crear mecanismos de participación
cuenta las inequidades y brechas de sustantiva de los y las alumnas en
género en el rendimiento educativo el sistema escolar, con énfasis en
de niños y niñas. la promoción de liderazgo de las
- Incentivar que niñas adolescentes y alumnas.
jóvenes accedan a grados superiores
de educación, velando por una Servicios de salud
representación equilibrada entre - Asegurar el acceso de las y los
hombres y mujeres en todas las adolescentes a servicios de salud
carreras técnicas y universitarias. sexual y reproductiva.
- Implementar la educación en - Asegurar que los servicios de salud
derechos humanos con enfoque garanticen una atención universal e
d e gé n e ro co m o co nte n i d o integral en salud sexual y reproductiva,
transversal a lo largo de todo con especificidad para jóvenes
el proceso educativo, desde la de ambos sexos, que incluya una
educación pre-escolar hasta la adecuada información, consejería
educación superior, con el fin de y acceso a servicios adecuados.
transmitir valores de igualdad, no Esto les permitirá tomar decisiones
discriminación y corresponsabilidad responsables para la prevención
a las generaciones posteriores. de embarazos no deseados y de
- Garantizar el acceso de las y los infecciones de transmisión sexual
adolescentes a la educación de (ITS) y VIH/SIDA.
la sexualidad desde una mirada
amplia y plural, que les permita Formación de docentes, padres y madres
decidir sobre cómo ejercer una - Establecer como criterio para
sexualidad plena y sin consecuencias la acreditación universitaria la
de embarazo y enfermedades no inclusión de contenidos y didácticas
deseadas. sobre género, ciudadanía y derechos

195
Anexo 2 Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:...

de las niñas y niños, y educación en Niñas y niños en situaciones especiales


sexualidad y afectividad en sus - Visibilizar el rol doméstico y de
programas de formación inicial y de cuidadora de las niñas en hogares de
formación continua a profesoras y menores recursos y las implicancias
profesores. que esta labor tiene para su
- Promover la formación de los desarrollo y ejercicio de derechos.
padres y madres para favorecer - Promover la existencia de progra-
los cambios en la cultura familiar mas específicos para las y los
hacia la igual valoración de niñas y adolescentes infractores de la ley,
niños, la distribución equitativa de asegurando su reinserción social
tareas y la redistribución de roles, el teniendo en cuenta necesidades
respeto a su autonomía progresiva diferenciadas entre hombres y
para definir sus proyectos de vida. mujeres.
- Promover la formación de dirigentes - Incorporar el enfoque de género
comunitarios para favorecer la en la Defensoría Penal Pública a
participación de las niñas, niños fin de generar garantías para las
y adolescentes en la vida de sus adolescentes en los centros de
comunidades. reclusión de menores.

Prevención y tratamiento de la violencia Recreación y acceso a expresiones artísticas


- Crear programas específicos para y culturales
detectar, contener y resguardar a - Diseñar programas recreativos
niñas y niños sometidos a abusos y deportivos que incentiven la
sexuales, violencia sexual y violencia no segmentación por sexo, con
intrafamiliar. especial énfasis en las niñas.
- Diseñar programas de educación - Facilitar el desarrollo físico y mental
para la no violencia, enfocados de las niñas, niños y adolescentes
en la prevención, en niños y niñas con la dotación de infraestructura
desde educación pre-escolar a la recreativa en todos los barrios.
educación media. - Promover expresiones artísticas y
- Trabajar con adolescentes y culturales infantiles y juveniles en
jóvenes para incentivar relaciones los barrios, con especial énfasis en
igualitarias y la resolución no las niñas y adolescentes.
violenta de conflictos.
- Diseñar programas educativos sobre Información y promoción de derechos
crianza y género para sindicatos - Desarrollar campañas permanentes
y agrupaciones integradas de difusión de los derechos de las y
exclusivamente o mayoritariamente los niños/as.
por hombres. - Promover en los medios de
- Desarrollar campañas y programas comunicación el diseño de programas
de prevención de la violencia escolar de discusión sobre crianza, en que
(bullying). participen hombres.

196
Plan de igualdad entre mujeres y hombres 2010-2020:... Anexo 2

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198
Anexo 3: ¿CUÁNTO HAN AVANZADO LAS
CHILENAS HACIA LA META DE LA EQUIDAD?
ÍNDICE DE COMPROMISO CUMPLIDO PARA LA
EQUIDAD DE GÉNERO (ICC) 1990-2009

Teresa Valdés E.81

En 1990, tras 17 años de dictadura militar, el gobierno de Patricio Aylwin puso en


marcha un conjunto de políticas orientadas a la igualdad entre mujeres y hombres.
Ello fue posible gracias a la acción del movimiento de mujeres que, en alianza con
mujeres de los partidos de la Concertación de Partidos por la Democracia, logró
la incorporación de algunos temas prioritarios de su agenda en el programa de
gobierno. Nació así el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), cuya directora
tiene rango de Ministra, que condujo un proceso de creciente institucionalización
de las políticas de igualdad de género. También impulsó cambios legislativos y
la aprobación de nuevas leyes, ampliando los derechos de las mujeres –y tam-
bién de los hombres– en ámbitos sensibles para la equidad. Esta acción política,
institucional y técnica ha tenido como marco la Convención de Naciones Unidas
sobre la Eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW),
ratificada por Chile en 1989 y que obliga al Estado a su cumplimiento.

Avanzar en políticas para la igualdad no ha sido un proceso fácil, porque se dio


en un contexto de transición política pactada, y hasta hoy subsisten significativas
deudas democráticas y de participación social. También debido a las tensiones
políticas e ideológicas que se han dado en torno a la igualdad y autonomía de las
mujeres a lo largo de estos años, en que la transición democrática privilegió a los
sectores conservadores en el Parlamento y los acuerdos con la jerarquía católica.
Sin duda, el avance fue posible por la articulación y complicidad de mujeres com-
prometidas con la igualdad en cargos de gobierno, en los partidos políticos, en el
Parlamento, en organismos internacionales, pero sobre todo, por la permanente
acción de mujeres organizadas y de ONGs.

81
Preparado con el apoyo de Patricio Mellado, sociólogo, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano.

199
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

Entre las acciones impulsadas desde el movimiento de mujeres estuvo la creación


de un instrumento que permitiera monitorear los avances de las mujeres tras la
IV Conferencia de Naciones Unidas para las Mujeres en Beijing. Nació así, en
1998, el Índice de Compromiso Cumplido (ICC)82, definido como instrumento
político-técnico destinado a contribuir al “control ciudadano” del cumplimiento,
por parte de los gobiernos, de los acuerdos internacionales y también de las po-
líticas nacionales para la igualdad entre mujeres y hombres. La implementación
de los compromisos internacionales no es obligatoria, si bien se insertan en la
Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (CEDAW), que sí es vinculante para los Estados que la han ratificado y
Chile la ratificó en 1989. Esta Convención abrió un campo de acción fundamental
para el movimiento de mujeres.

En la elaboración de este ICC se consideró los compromisos que emanan del Pro-
grama de Acción aprobado por los gobiernos en la Conferencia Mundial sobre la
Población y el Desarrollo realizada en El Cairo (1994), la Plataforma de Acción
resultante de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), el Plan
de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-1999 y las Propuestas de
Políticas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres Rurales (1997), estos
últimos, elaborados por el SERNAM. Todos estos documentos apuntan a impulsar
y asegurar la vigencia plena de la Convención CEDAW.

Esta Convención define, por primera vez, la discriminación de género como “toda
distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”83. De acuerdo con ella,
los Estados deben respetar y garantizar a las mujeres el ejercicio de los derechos que
consagra y los compromete a promulgar leyes nacionales que prohíban la discrimina-

82
Este Índice de Compromiso Cumplido (ICC) fue desarrollado por el Grupo Iniciativa Mujeres
(GIM), articulación de las principales ONGs y centros académicos chilenos especializados
en género, creado en 1993 con motivo de la IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas
sobre la Mujer (Beijing, 1995) y que mantuvo actividades hasta 2006. Una vez aplicado
el ICC en Chile, se transfirió la metodología de elaboración y cálculo a coordinaciones de
organizaciones y/o ONGs de mujeres de 18 países de la región, los que desarrollaron y
calcularon su propio ICC. Al mismo tiempo, con motivo de la Sesión Especial de la Asamblea
de Naciones Unidas, “Beijing +10”, se construyó un ICC Regional con sólo tres indicadores
en cada áreas estratégica, de modo de entregar una imagen comparativa del cumplimiento
de los compromisos en toda la región (Publicaciones al final del Anexo).
83
Artículo 1 Convención CEDAW.

200
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

ción, así como medidas tendientes a lograr la igualdad real entre los sexos y transformar
los patrones socioculturales que puedan perpetuar la subordinación de las mujeres84.

El ICC es un sistema de indicadores que busca mostrar el grado de avance en la


situación de las mujeres en relación a metas de equidad en materias consideradas
estratégicas. Fue elaborado entre 1996 y 2000 con una amplia participación de
mujeres de todo el país, tanto en la identificación de las áreas prioritarias como
en la selección de indicadores.

Considera tres áreas temáticas: (i) participación y acceso al poder, (ii) autonomía
económica y pobreza, y (iii) salud de las mujeres y derechos sexuales y repro-
ductivos, áreas que constituyen, cada una, una dimensión estratégica para la
autonomía de las mujeres: en el plano del cuerpo, de la economía y de la política,
y que están estrechamente ligadas para alcanzar la equidad de género. Cada área
cuenta con una serie de indicadores considerados claves que dan origen a un
índice, los que agrupados dan una medida general para el país85. Para cada indi-
cador se ha definido una meta que refleja la equidad de género. Los indicadores
reflejan procesos86 y resultados87 que dan cuenta, en algunos casos, de la voluntad
política88 de los poderes públicos. Asimismo, el Índice articula los indicadores
seleccionados de modo de revelar, en forma integrada, la situación de las mujeres

84
Artículo 2 Convención CEDAW.
85
Los indicadores tienen como requisito la existencia de fuentes de información oficial, motivo por
el cual, en varios casos los indicadores seleccionados constituyen una aproximación al objetivo
deseado. En el caso de salud de las mujeres y derechos sexuales y reproductivos, no fue posible
incluir varios aspectos por no existir información disponible, como es el caso de la interrupción
voluntaria del embarazo y el aborto terapéutico, penalizados por las leyes vigentes.
86
Los indicadores de proceso permiten evaluar procesos en curso, es decir, la implementación
–por parte de los gobiernos– de acciones, políticas y programas, tendientes a mejorar o
revertir determinadas situaciones en materia de igualdad y equidad de género. Se refieren
específicamente al desarrollo de planes y programas o su ampliación y extensión de cobertura,
a la puesta en práctica de reformas legislativas, a las modificaciones en los procedimientos
o funcionamientos de los servicios públicos, a iniciativas de coordinación al interior del
propio gobierno, etc. (Guzmán y Ríos 1995).
87
Los indicadores de resultado miden las consecuencias de los diversos procesos o
intervenciones en un área de interés determinada (Guzmán y Ríos 1995). Apuntan a medir los
productos, los logros y su magnitud, obtenidos a través de políticas y programas particulares,
o la ausencia de éstos, vinculados a metas específicas. En parte, estos indicadores refieren
al impacto en las relaciones de género, transformaciones que son el fruto de una diversidad
de procesos y no la consecuencia directa de un programa o acción.
88
La voluntad política de los Estados está referida al conjunto de acciones gubernamentales
programadas y ejecutadas con el fin de redefinir políticas públicas considerando las
diferencias de género de sus destinatarios (Comisión Nacional de Seguimiento de los
compromisos de Beijing 1996).

201
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

en cada área temática, desde una perspectiva de equidad de género y justicia so-
cial, a partir de una ponderación que refleja la relevancia de cada indicador en su
contexto particular. La ponderación de los indicadores incluye criterios políticos
y técnicos, es decir, es realizada a partir de un marco teórico que asigna grados
de relevancia a cada medida considerada, pero también desde una percepción
política de aquello considerado como deseable y su importancia para cambiar la
situación de las mujeres. Las metas de los indicadores reciben igual ponderación,
es decir, mantienen el orden de relevancia. El ICC general incluye las tres áreas,
las que son consideradas igualmente importantes, y por lo tanto, reciben la misma
ponderación en su definición final.

El área de Participación y acceso al poder incluye indicadores que dan cuenta


de la igualdad de las oportunidades y acceso de las mujeres a cargos de elección
popular en los distintos niveles y a cargos en el poder judicial. Revelan la voluntad
política y compromiso de los partidos políticos y el poder ejecutivo para abrir
esos espacios y oportunidades, y expresan el liderazgo de las mujeres en un área
estratégica como es la educación superior.

El área de Autonomía económica y pobreza busca dar cuenta de las oportunidades
de acceso al empleo, generación de recursos propios y posibilidades de superar
las situaciones de pobreza de las mujeres.

Los indicadores del área de Salud de las mujeres y derechos sexuales y repro-
ductivos apuntan a medir las condiciones que ofrece el Estado para que ejerzan
esos derechos, es decir, para que decidan en forma libre e informada el número y
espaciamiento de sus hijos, la incorporación de los hombres a la responsabilidad
reproductiva y la atención en violencia doméstica sufrida por mujeres.

En 2010 se cumplieron 20 años desde la instalación de la equidad de género en


la agenda pública y con el objeto de mostrar los avances durante todo el período,
el ICC que aquí se presenta, cuyo año de base fue calculado para 1995, año de la
Conferencia de Beijing, tiene como año base de comparación el año 1990. Por lo
tanto, aquí se presenta el Índice de Compromiso Cumplido para el período 1990-
2009, con mediciones para los años 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009. Ello
permite apreciar la evolución, avances y retrocesos en el logro de las metas de
igualdad definidas para cada indicador, y para cada área temática.

Los avances y retrocesos apuntan a distintos tipos de actores involucrados en los


resultados: el gobierno y sus instituciones, otros poderes de Estado, los partidos
políticos, actores institucionales no gubernamentales, y también al mercado, en

202
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

tanto regulador de oportunidades. Pero además, las tres áreas que componen el
ICC dan una visión global de los cambios en un índice general que promedia las
tres áreas.

¿Qué avances muestra el ICC para el período 1990 – 2009?


Índice de compromiso cumplido por año, general y por área
100%

90% 86,2%
81,3%
80% 73,8% 72,7% 75,4%
72,0% 79,1%
70,0% 78,0%
70%
68,2% 68,1% 67,9% 69,5%
60% 64,4%
60,8% 61,5%
58,1% 57,7%
50% 53,3%
49,8% 52,1%
40% 43,2%
44,2%

30% 33,4%
29,6%
20% 25,3%
21,1%
10% 16,6%

0%
1990 circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009
Participación y acceso al poder
Autonomía económica y pobreza
Salud de las mujeres y derechos sexuales y reproductivos
Índice general

Este Índice de Compromiso Cumplido general –promedio de las tres áreas– mues-
tra un avance en el logro de la meta de equidad desde 49,8% en 1990 a 69,5% en
2009. Es decir, en un período de 20 años, en que se dio una aplicación continua
y sistemática de políticas de igualdad, se puede observar un avance importante
hacia la meta de equidad, de casi 20 puntos porcentuales.

Sin embargo, no se trata de un avance continuo ni homogéneo. De hecho, en 2003


hay un retroceso en el Índice general, de 58,1% a 57,5% y entre 2003 y 2006
hay un avance de 57,7% a 67,6%. Este intervalo refleja la llegada al gobierno
de la Presidenta Michelle Bachelet, quien tuvo un compromiso explícito con la

203
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

paridad y la equidad de género. Los cambios en el ICC revelan tanto el impacto


de la voluntad política de cada gobierno y las políticas implementadas, como las
condiciones generales del país, de la economía, que ha atravesado varias crisis
en estas dos décadas, así como de los cambios culturales, como se aprecia en
cada área.

Área de Participación y acceso al poder

La determinación de quienes tienen o no acceso al ejercicio del poder trasciende


la mera elección de quienes dispondrán de los instrumentos para gobernar y refleja
el reconocimiento de los legítimos integrantes de la comunidad, quienes pueden
definir cuál es el orden que se desea construir. La participación y el acceso al
poder, como cada una de las tres áreas que componen el ICC, es por lo tanto, una
dimensión estratégica para el avance en la condición femenina, y la ausencia de
mujeres de los ámbitos de decisión es, al mismo tiempo, reflejo y consecuencia
de la subordinación e invisibilidad femenina en la sociedad.

La participación hace referencia a la capacidad de las mujeres de representar los


intereses propios y los de la comunidad, el acceso y el ejercicio efectivo de los
derechos políticos, incluyendo el derecho a participar en las instituciones, en
los ámbitos de decisión, en los partidos políticos, etc. De hecho, la presencia de
mujeres en los más altos niveles de decisión y representación política contribuye
a avanzar en otros ámbitos de la sociedad.

La exclusión histórica de las mujeres ha afectado de manera relevante sus posi-


bilidades de ejercicio ciudadano y de negociación con otros actores sociales, a
pesar de haber demostrado sus capacidades de liderazgo social y de contribuir
cotidianamente a la producción y reproducción social. Los estereotipos asociados a
la división sexual del trabajo –los roles tradicionales de género– aún las excluyen
de los espacios públicos y de poder, sea en los cargos de gobierno, Parlamento o en
el ámbito local. Sin embargo, es en todas las esferas de poder donde el liderazgo
requiere ser compartido, también las esferas económicas, sociales y culturales.

204
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

Esta área tiene 12 indicadores, todos con la meta de la paridad:

Indicador Meta
1. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Ministros/as 50%
2. Relación entre mujeres y hombres en cargos de SEREMIS 50%
3. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Intendentes/as 50%
4. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Gobernadores/as 50%
5. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Cortes de Apelaciones 50%
6. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Diputados/as 50%
7. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Senadores/as 50%
8. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Alcaldes/as 50%
9. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Concejales/as 50%
10. Relación entre mujeres y hombres en cargos nacionales de Partidos Políticos 50%
11. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Rectores/as de Universidades 50%
nacionales
12. Relación entre mujeres y hombres en cargos de Decanos/as de Universidades 50%
nacionales

En esta área, el avance entre 1990 y 2009 hacia el logro de la paridad, es desde
16,6% en 1990 a 44,24% en 2009. Es el área con mayor avance (27,64 puntos
porcentuales), pero al mismo tiempo, es la que se encuentra más alejada de la
meta de equidad, no llegando siquiera a la mitad.

El siguiente gráfico revela los avances y retrocesos de cada indicador desde 1990,
en cada período de gobierno y tras cada elección municipal y parlamentaria.

205
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

Índice de participación y acceso al poder


100%

80%

60%

40%

20%

0%
1990 circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009
1. Mujeres en cargos de ministras 2. Mujeres en cargos de SEREMIs
3. Mujeres en cargos de intendentas 4. Mujeres en cargos de gobernadoras
5. Mujeres en cargos de Cortes de Apelaciones 6. Mujeres en cargos de Diputadas
7. Mujeres en cargos de Senadoras 8. Mujeres en cargos de Alcaldesas
9. Mujeres en cargos de Concejalas 10. Mujeres en cargos nacionales de Partidos Políticos
11. Mujeres en cargos de Rectoras de 12. Mujeres en cargos de Decanas de Universidades
Universidades Índice de participación y acceso al poder

Sin duda, el retorno a la democracia y la reinstalación de las libertades públicas


y los derechos políticos y sociales, la creación del SERNAM como organismo
encargado de las políticas para eliminar las discriminaciones contra las mujeres,
y de otros mecanismos para reparar las violaciones de los derechos humanos
realizadas por organismos de Estado entre 1973 y 1988, constituyen un cambio
fundamental en el país y un signo de la voluntad política de las nuevas autoridades
democráticamente elegidas en 1990. Pero superar las dificultades que enfrentan
las mujeres requiere eliminar barreras de todo orden y crear condiciones institu-
cionales y normativas que promuevan un reparto equitativo del poder.

Los resultados de esta área muestran un continuo avance desde 1990 a 2009, con
excepción de 2003, año en que hubo un retroceso. Ese año, la mayor baja se observa
en el número de mujeres Ministras de Estado, lo que revela la dependencia que tiene
la participación de las mujeres de la autoridad política, de la voluntad política de
cada gobierno para avanzar hacia la paridad. También reflejan el compromiso de
los partidos políticos al designar –o no– candidatas para cargos de elección popular
y entregar nombres de mujeres al Ejecutivo para su nombramiento en cargos de
confianza. Los resultados para 2006 y 2009 revelan el compromiso de la Presidenta
Michelle Bachelet y ello se refleja en el avance desde 29,6% en el logro de la meta
en 2003 hasta el 44,24% en 2009, el porcentaje más alto en nuestra historia.

206
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

El indicador con peor resultado en relación a la meta de equidad es el de “Mujeres


en cargos de rectoras de Universidades”, reflejando la resistencia que persiste en
esas instituciones de educación superior a una efectiva incorporación de mujeres
a cargos académicos, cuando ya se han cumplido casi 135 años desde su ingreso a
dichas casas de estudio. Le siguen “Mujeres en cargos de senadoras” y “Mujeres
en cargos de alcaldesas”, que dependen de la disposición de los partidos políticos a
presentar candidatas mujeres. Se refleja, tanto la voluntad política de los partidos,
como las limitaciones que impone el sistema electoral binominal aún vigente.

Corresponde destacar el avance sostenido de las mujeres en las Cortes de Ape-


laciones, que da cuenta de la existencia de una carrera judicial basada en la an-
tigüedad y los méritos, a la que las mujeres accedieron temprano, incluso antes
de tener derecho a voto, como abogadas universitarias. De los poderes de Estado
es el que cuenta con más mujeres, aunque todavía en número insuficiente en la
Corte Suprema.

La discriminación en los cargos de elección popular hace evidente la necesidad


de una ley que establezca la paridad o cuotas en las elecciones parlamentarias y
municipales y/o en los partidos políticos. Un balance adecuado de los géneros en
diferentes espacios sociales, políticos e institucionales permite asegurar que las
distintas experiencias sociales y la diversidad de puntos de vista sean conside-
radas, y mejora las condiciones de representación y la calidad de la democracia.
La cuota, como forma de acción afirmativa, es considerada por la Convención
de Naciones Unidas CEDAW una medida transitoria, destinada a superar las
brechas existentes entre mujeres y hombres y a favorecer la emergencia de una
nueva cultura que permita la presencia equilibrada de los géneros en las instancias
electivas del poder.

Sin embargo, poco y nada se puede hacer si no se cambia el sistema electoral


binominal que rige para las elecciones parlamentarias, que privilegia los pactos
electorales y a la minoría frente a la mayoría, por uno proporcional, tanto en
cuanto a los partidos participantes en las elecciones, como en la distribución de
los distritos y circunscripciones. El sistema vigente restringe la diversidad de
opción electoral y afecta doblemente a las mujeres. Cualquier avance sustantivo
requerirá que se establezca mecanismos de financiamiento público de las cam-
pañas electorales, que compense el acceso desigual que tienen las mujeres a los
recursos económicos y su falta de poder económico para realizar sus campañas,
una de las barreras que impiden que ellas se presenten como candidatas en los
procesos electorales.

207
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

Finalmente, es urgente la incorporación de una agenda de equidad de género en las


universidades como ámbito de producción de conocimientos y reflexión científica
y crítica, de formación de profesionales y técnicos que se incorporarán a los más
diversos ámbitos de la vida social.

En síntesis, si bien los indicadores muestran tendencias positivas, los avances son
precarios –excepto en el poder judicial– en la medida en que no está institucionali-
zada la paridad en los poderes de Estado, tampoco la paridad o cuota en los partidos
políticos, y las universidades no reparan en la discriminación de género que producen
y reproducen permanentemente. La designación de autoridades en el poder ejecuti-
vo depende del compromiso del/a Presidente de turno, la presentación de mujeres
candidatas, de la voluntad política de las directivas partidarias89 y de los recursos
económicos con que puedan contar las posibles candidatas. Es decir, existen barreras
poderosas que inhiben un avance sustentable de los resultados alcanzados.

Si se mantuviera el mismo ritmo promedio de avance hacia las metas –que incluye
el salto que significó el gobierno de Michelle Bachelet–, recién el año 2052 el
país alcanzaría la paridad. Pero, al perderse los logros alcanzados con Bachelet,
como ya ha sucedido con el actual gobierno, pueden transcurrir 70 o más años
antes de alcanzar la igualdad en la participación política y el acceso al poder de
parte de las mujeres.

Área de Autonomía económica y pobreza

La autonomía económica, entendida como la capacidad de generar ingresos


propios para satisfacer las necesidades de subsistencia y protección en la vejez,
y la superación de la pobreza remiten a la búsqueda de equidad de género en su
doble dimensión, el principio de igualdad y el reconocimiento de las diferencias,
que no deben generar desigualdad. Ello supone, entre otras cosas, superar la dis-
criminación producto de la condición reproductiva de las mujeres y reconocer el
derecho a la maternidad, de manera de convertir la ciudadanía económica en una
experiencia concreta para la mayoría de las mujeres.

89
A ello hay que agregar situaciones como la creada con la Diputada Carolina Tohá primero
y la Senadora Evelyn Matthei, en que parlamentarias pasan a ocupar cargos de gobierno y
dejan sus cargos, los que han sido llenados por los partidos –sin mediar la voluntad popular–
y que han designado hombres en su reemplazo, deteriorando los magros porcentajes de
mujeres en ambas Cámaras. El posterior nombramiento de Eva von Baer, nuevamente sin
mediar elección popular, repuso el número de mujeres en el Senado.

208
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

La división sexual del trabajo históricamente ha determinado, no sólo un reparto


inequitativo de las tareas domésticas y las productivas entre hombres y mujeres,
sino que ha limitado la participación de ellas en el mercado de trabajo. Su parti-
cipación laboral se caracteriza por la discriminación y subordinación, expresada
en la elevada proporción de mujeres que desempeña trabajos mal remunerados,
precarios, de baja calificación y sin seguridad social, en especial las más pobres,
las jóvenes y las trabajadoras temporales y por obra.

Asimismo, las mujeres son especialmente vulnerables a los cambios en el mercado


laboral, sea en el marco de procesos de crecimiento económico, de crisis o de ajustes
estructurales, condiciones que se vuelven fundamentales de superar si observamos
la creciente incorporación femenina al mundo laboral durante las últimas décadas.
Pero la incorporación de las mujeres a la actividad económica no es suficiente para
mejorar su condición social. Ello requiere del resguardo de otros derechos a lo largo
de su vida como son: la educación y capacitación, la existencia de servicios de apoyo
–especialmente a las jefas de hogar–, el acceso a la propiedad y al crédito y el real
ejercicio de la autonomía en el uso y destino de sus propios ingresos.

Los indicadores que componen esta área hacen visible las inequidades del mercado
respecto de las mujeres y expresan las barreras económicas, sociales y culturales
que enfrentan ellas para alcanzar su autonomía económica. Al mismo tiempo,
apuntan a subrayar el rol regulador que debe cumplir el Estado para contrarrestar
dichas inequidades. Los indicadores se refieren a grandes universos estadísticos
de mujeres, como son las asalariadas y las ocupadas, de modo que los resultados,
positivos o negativos afectan a sectores numéricamente muy significativos.

El logro del conjunto de las metas de los indicadores de esta área se traducirá en
un nuevo escenario para la equidad de género: la autonomía económica representa
no sólo la posibilidad de construir un proyecto de vida, sino también, de negociar
relaciones más equitativas con los varones, en general, y en especial con aquellos
grupos o categorías que detentan mayor poder.

209
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

Esta área cuenta con seis indicadores, cuyas metas varían según el tipo de indicador.

Indicador Meta
1. Relación entre salarios medios de las mujeres respecto de los hombres con 13 y más 100%
años de instrucción en zonas urbanas
2. Porcentaje de la población femenina ocupada en actividades que excluyen el servicio 90%
doméstico
3. Proporción de las mujeres asalariadas con contrato de trabajo respecto del total de 100%
mujeres asalariadas
4. Relación entre el monto de crédito per cápita otorgado por INDAP a las mujeres res- 100%
pecto del monto de crédito per cápita otorgado a los hombres
5. Porcentaje de mujeres beneficiarias del programa nacional de capacitación con fran- 42%
quicia tributaria respecto del total de beneficiarios (*)
6. Proporción de mujeres que recibe beca Presidente de la República para enseñanza 50%
media respecto del total de beneficiarios
(*) La meta de este indicador corresponde al porcentaje de participación de las mujeres en la PEA
(población económicamente activa) y se modifica, por lo tanto, en cada medición.

En esta área el avance hacia el logro de las metas de equidad es desde 72,0% en
1990 a 78,0% en 2009. Siendo el área en que existía mayor grado de logro en
1990, en 20 años sólo avanza 6 puntos porcentuales.

El siguiente gráfico revela los avances y retrocesos de cada indicador desde 1990, en
cada período de gobierno y tras cada crisis económica que ha sobrellevado el país.

210
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

Índice de autonomía económica y pobreza


100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1990 circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009
1. Relación entre salarios medios de mujeres y hombres con 13 años y más de instrucción. en zonas urbanas
2. Población femenina ocupada en actividades que excluyen el servicio doméstico
3. Mujeres asalariadas con contrato de trabajo respecto del total de mujeres asalariadas
4. Relación entre el monto de crédito per cápita otorgado por INDAP a las mujeres respecto del de los hombres
5. Mujeres beneficiarias del programa nacional de capacitación con franquicia tributaria respecto del total de beneficiarios
6. Mujeres que reciben Beca Presidente de la República para enseñanza media respecto del total de beneficiarios
Índice de autonomía económica y pobreza

La diferencia salarial entre mujeres y hombres constituye un indicador que resume


el conjunto de procesos discriminatorios que afectan a las mujeres en su participa-
ción económica, partiendo por la socialización en el seno de la familia y reflejando
los efectos de la división sexual del trabajo, que se traduce en la segmentación del
mercado laboral por sexo: actividades definidas como femeninas o masculinas, y
también el límite para que las mujeres accedan a posiciones de mayor jerarquía y
mejor remuneradas, a pesar de contar con un mismo nivel de escolaridad.

A lo largo de 20 años, la relación de los salarios medios de las mujeres urbanas –con 13
años y más de instrucción– respecto de los salarios de los hombres ha subido y bajado
siguiendo el ritmo de las crisis económicas que ha atravesado el país. Sin embargo,
muestra un avance importante de logro de la meta desde 55% en 1990 a 69,6%, en
200990. La ley N°20.348 sobre Igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres
aprobada en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que incorpora al Código
del Trabajo el principio de igualdad de remuneración entre hombres y mujeres (2009)
apunta a mitigar esta discriminación, aunque no se conoce su utilización e impacto.

90
Se eligió a los asalariados y no a los ocupados, considerando que los salarios reflejarán
con mayor claridad las políticas estatales y la legislación laboral. Además, las asalariadas
representaban el año 2009 el 65,5% de las ocupadas.

211
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

La participación de mujeres en ocupaciones que excluyen el servicio doméstico


da cuenta también de situaciones de discriminación, puesto que una de las prin-
cipales fuentes de empleo para mujeres es el servicio doméstico. Indica la falta
de oportunidades en otro tipo de empleos para mujeres, así como la reproducción
de los roles de género en el mercado laboral. Aun cuando en los últimos años ha
mejorado la condición del empleo doméstico y la ley exige contrato de trabajo,
pago de imposiciones, otorga derecho al descanso pre y post natal y un fondo
de indemnización, estas normativas son vulneradas con facilidad puesto que no
existe la posibilidad de fiscalizar al interior de los domicilios particulares sin
acuerdo de las partes o autorización expresa del empleador. Así, las condiciones
de negociación son desfavorables a las trabajadoras. La creciente inmigración de
mujeres peruanas, y en menor medida, bolivianas y ecuatorianas, a trabajar como
empleadas domésticas, en gran proporción sin contrato de trabajo ni previsión,
las deja expuestas al arbitrio de su empleador/a.

A lo largo de 20 años, hay una reducción sistemática de la proporción de mujeres


que trabaja en el servicio doméstico, llegando en 2009 a un 97,02% de cumplimien-
to de la meta. Ello significa que han aumentado las mujeres en otras actividades. La
meta definida es que no más del 10% de las mujeres se dedique a esta ocupación,
incluido el servicio doméstico “puertas adentro” y “puertas afuera”.

El grado de vulnerabilidad o precariedad de la inserción laboral de las mujeres


se refleja en la existencia de contrato de trabajo, exigido por la ley chilena para
proteger el empleo, y que da acceso a las cotizaciones previsionales y de salud. En
el caso de las mujeres, da acceso a la protección de la maternidad con permiso pre
y postnatal, amamantamiento y sala cuna. A pesar de las exigencias legales, un alto
porcentaje de los/as asalariados/as no cuenta con contrato, o lo tiene a plazo fijo
o temporal. La proporción de mujeres asalariadas con contrato disminuyó entre
1990 y el año 2000, y si bien desde entonces muestra avances, aún no recupera el
nivel que tenía en 1990. Desde un nivel de logro de la meta de 80,93% en 1990,
este indicador muestra un deterioro de 4 puntos porcentuales en 2009 (76,89% de
logro de la meta). Ello sin considerar la precarización de los propios contratos de
trabajo con la extensión de los contratos por obra y faena a los trabajos temporales
(especialmente agrícolas).

El acceso al crédito es un indicador del grado de autonomía, poder y oportunidades


económicas de las mujeres y resume, no sólo el acceso a los recursos financieros para
actividades productivas autónomas, sino también la formación de capital humano
y social por parte de ellas. El ICC priorizó la situación de las mujeres rurales y el
crédito del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP), que debería

212
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

favorecer a los sectores más pobres, dado que la participación laboral de las mu-
jeres rurales es baja y tiende a desconocerse su calidad de productoras. Para ellas
es fundamental el apoyo del crédito INDAP. Si bien para la medición de 1998, el
indicador de relación entre el monto per cápita otorgado a mujeres frente al que
reciben los varones presentó una caída del orden de casi un 20% en el cumplimiento
de la meta respecto de 1995, en las mediciones posteriores se aprecia un repunte,
pero en 2009 baja nuevamente quedando bajo el porcentaje de logro de la meta del
punto de partida en 1990 (69,09% en 2009 versus 69,85% en 1990).

La capacitación laboral apunta al desarrollo de capital humano y es un mecanismo


privilegiado para generar oportunidades de acceso al mercado de trabajo en mejores
condiciones o de ascender profesionalmente, al entregar nuevos conocimientos,
herramientas y calificación a quien no la tiene. En el caso de las mujeres es par-
ticularmente relevante porque su incorporación al mundo laboral es más reciente
y porque su educación no las prepara en forma adecuada para insertarse en el
mercado laboral. Este indicador es el que ha experimentado mayor aumento en
el período, avanzando desde 60,89% de logro de la meta a 94,67% en 2009.

Por último, el indicador de la Beca Presidente de la República para educación me-


dia, es el único del área que supera la meta esperada, es decir, las mujeres superan
el 50% entre los estudiantes que la obtienen. La cobertura educacional en el país
supera al 95% y la distancia con los hombres en el acceso a la educación es mínima.
Fomentar su mantención en el sistema escolar es clave y por ello las becas son un
indicador del futuro. No obstante, cabe preguntarse si las jóvenes que obtienen la beca
logran completar su educación media y si después continúan estudios universitarios
o profesionales, definiendo un proyecto de vida con mayor autonomía.

Los avances en esta área resultan muy insuficientes (6 puntos en 20 años), y en lo


que respecta a los compromisos contraídos respecto al acceso y condiciones para
la autonomía económica de las mujeres, el país está lejos de cumplirlos, afectando
a millones de familias y hogares que dependen o requieren para su subsistencia o
la calidad de vida deseada, del aporte económico de las mujeres.

Queda en evidencia la tensión entre el funcionamiento del libre del mercado y los
objetivos de equidad que los gobiernos intentaron alcanzar en esos 20 años. El
Estado carece de suficiente poder frente al mercado y los actores empresariales,
o carece de la voluntad política necesaria para ejercer un rol regulador y de con-
trapeso eficaz. Los efectos sobre las mujeres son el deterioro en su condición, en
general, deterioro que es mayor en ciertas categorías específicas (jóvenes, pobres,
campesinas, entre otras).

213
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

A este ritmo, de 0,316 puntos porcentuales anuales, recién en 2079 sería posible
contar con condiciones de equidad en esta área estratégica.

Área de Salud de las mujeres y derechos sexuales y reproductivos

La salud es entendida hoy en el mundo no sólo como la ausencia de enfermedades,


sino como un estado de pleno bienestar físico, mental y social. En el caso de las
mujeres está ligado a los derechos sexuales y reproductivos que dan cuenta de la
autonomía de que pueden disponer en el plano físico, es decir, que puedan gozar
su sexualidad sin riesgo de embarazos no deseados y de contraer enfermedades
de transmisión sexual y VIH/SIDA, decidir libre y responsablemente el número
y espaciamiento de sus hijos, así como disponer de información y medios para
lograrlo.

Sin embargo, el ordenamiento cultural vigente, y algunas visiones religiosas,


ponen a las mujeres en situación de desventaja por el rol que tienen en la repro-
ducción de la especie humana. A partir de ello y de la naturalización de los roles
de género, las construcciones de lo masculino y lo femenino repercuten en la
salud de mujeres y hombres.

Esta área cuenta con seis indicadores, no existiendo información disponible al


momento de elaboración del ICC para otros indicadores, lo que restringe el ámbito
reflejado. Las metas varían según el tipo de indicador.

Indicador Meta
1. Porcentaje del número de métodos anticonceptivos esperado (anovulatorios combi- 100%
nados, progestinas puras en píldoras, DIU, inyectables y de barrera) que son ofertados
por el SNS
2. Porcentaje de usuarias de métodos anticonceptivos en edad fértil en planes de control 60%
de la natalidad del SNS
3. Porcentaje de hospitales públicos con maternidad “acreditados” para la participación 100%
de las parejas en la preparación y en el parto
4. Porcentaje del total de nacidos vivos correspondiente a madres de entre 20 y 39 años 90%
de edad
5. Porcentaje de las comunas del país que cuentan con programas para la atención de 100%
víctimas de violencia doméstica
6. Porcentaje de las mujeres de bajo riesgo de exposición al VIH sin VIH 100%

214
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

En esta área el avance hacia el logro de las metas de equidad es desde 60,8% en
1990 a 86,2% en 2009, con un avance importante, pero insuficiente.

El siguiente gráfico revela los avances y retrocesos de cada indicador desde


1990, en cada período de gobierno y tras las diferentes elecciones de autoridades
y representantes.

Índice de salud de las mujeres, derechos sexuales y reproductivos


100%

90%

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%
1990 circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009
1. Métodos anticonceptivos esperado que son ofertados por el SNS
2. Usuarias de métodos anticonceptivos en edad fértil en planes de control de la natalidad del SNS
3. Hospitales públicos con maternidad acreditados para la participación de las parejas en la preparación de y en el parto
4. Nacidos vivos correspondiente a madres entre 20 y 30 años de edad
5. Comunas del país que cuentan con programas de atención de víctimas de violencia doméstica
6. Mujeres de bajo riesgo de exposición al VIH sin VIH
Índice de salud de las mujeres, derechos sexuales y reproductivos

La proporción de mujeres en edad fértil que utiliza métodos anticonceptivos y


la variedad de métodos ofrecidos en los servicios públicos de salud constituyen
indicadores de la vigencia de un derecho reproductivo básico por parte de las mu-
jeres. Resumen, por una parte, la posibilidad efectiva de prevenir los embarazos
no deseados, y por otra, el reconocimiento de que las mujeres tienen necesidades
diferentes a este respecto. La oferta limitada de tipos de métodos anticoncepti-
vos puede inhibir el ejercicio de los derechos reproductivos y someter a muchas
mujeres a riesgos para su salud. La meta es que exista una oferta disponible de
al menos 8 tipos de métodos anticonceptivos en los servicios de salud pública y

215
Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

que en dichos servicios aumente la cobertura de los programas de planificación


familiar al 60% de las mujeres en edad fértil.

Para el año 2009, los métodos anticonceptivos ofertados por el SNS han aumen-
tado, alcanzando el 87,5% de la meta esperada; sin embargo, la cobertura está
lejos de lo deseado, alcanzado sólo el 60,52% de la meta. Esto da cuenta de una
cobertura aún deficitaria de la entrega de métodos de control de la fecundidad, y
de una “inequidad demográfica”, que se produce por la falta de acceso a la infor-
mación adecuada y oportuna y a métodos anticonceptivos eficaces en los sectores
pobres, puesto que son estos sectores los que se atienden en mayor medida en el
servicio público, de modo tal que las mujeres de estos sectores tienden a tener
embarazos no deseados y más hijos de los proyectados (Naciones Unidas, CEPAL-
CELADE 1993). También refleja la débil promoción de los derechos sexuales y
reproductivos entre las y los jóvenes, sin una eficaz incorporación de educación
y atención en sexualidad desde la escuela.

De hecho, el embarazo adolescente sigue siendo un serio problema social y de


salud pública en el país, al igual que en toda Latinoamérica. El inicio más tem-
prano de la vida sexual entre las y los adolescentes no ha sido acompañado de
las herramientas para un ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, que
requieren información, orientación y atención en salud. La disminución del emba-
razo adolescente con respecto al conjunto de los embarazos indicará mejor acceso
de las y los jóvenes a sus derechos para definir en forma autónoma un proyecto de
vida que, sin excluir la maternidad, la posterga para un desarrollo personal y social
mayor. La meta es que el embarazo en este grupo etario disminuya, aumentando
el porcentaje de nacidos vivos de madres entre 20 y 39 años a un 90%91. Entre
1990 y 2009 este indicador muestra un deterioro hasta el año 2006, mostrando
un mejoramiento en 2009, en que alcanza el 92,66% de la meta, todavía 3 puntos
porcentuales por debajo del logro de la meta en 1990 (95,79%).

En 1990 no existía la posibilidad de que los padres participaran en la preparación del


parto y durante este en los hospitales públicos. Al implementar el Ministerio de Salud
una política de habilitación y acreditados de estos, es visible el avance en la promoción
de una paternidad responsable, un paso hacia las responsabilidades compartidas de la
reproducción. Para el año 2009 casi la totalidad de los hospitales públicos con servicio
de maternidad acogen a los padres, alcanzado un 94,48% de la meta.

91
No es posible dar cuenta directamente del embarazo adolescente, sino sólo de los nacidos
vivos. Es decir, no se conoce los embarazos que terminan en aborto espontáneo o provocado
o en mortinatos.

216
¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?... Anexo 3

Una expresión extrema de las relaciones de subordinación de las mujeres y de pérdida


de la autonomía física más básica es la violencia doméstica y sexual. Su penalización
y la implementación de programas públicos destinados a prevenirla y atenderla han
evolucionado desde el total desconocimiento por el Estado, en 1990, hasta contar
hoy con una Ley que penaliza el femicidio. La normativa internacional reconoce
que la violencia doméstica y sexual es un asunto de derechos humanos que debe
ser abordado por los Estados. La falta de información estadística sistemática sobre
prevalencia de la violencia contra la mujer obligó a incluir un indicador indirecto,
relativo a la existencia de programas de atención a víctimas de violencia en las co-
munas. La meta es que toda comuna tenga un programa de atención para mujeres
víctimas de violencia doméstica con recursos públicos suficientes.

Este indicador muestra variaciones importantes a lo largo del período, siendo


preocupante la vulnerabilidad de los programas a los cambios de gobierno y las
políticas públicas vigentes. Bajo la Presidenta Bachelet y en el marco de los cam-
bios legales, creció la red de centros y programas de atención a mujeres víctimas
de violencia a nivel comunal, no obstante, apenas alcanza un 26,01% de logro de
la meta, es decir, la mayoría de las comunas del país no brinda apoyo a mujeres
golpeadas, cuando los estudios de prevalencia la sitúan entre 30% y 50% de las
mujeres, un delito con los más altos niveles de denuncia.

La pandemia del VIH/SIDA en el mundo apuntó un dedo acusador a las defi-


ciencias de una visión de la sexualidad de la población que no incorpora las
prácticas homo y bisexuales que han puesto crecientemente a todas las mujeres
en situación de vulnerabilidad para contraer la enfermedad, no sólo a aquellas
consideradas en situación de riesgo. Las consecuencias de la misma –una vez
contraída– resultan devastadoras para ellas, con riesgo de contagio para sus hijos
si se embarazan. Por ello, un indicador de la prevención de la enfermedad, es la
prevalencia en embarazadas, un grupo poco expuesto al contagio, de acuerdo con
las definiciones de riesgo.

Si bien la forma de medición ha variado desde que se han formulado políticas de


prevención, los resultados parecen alentadores, con un 99,99% de cumplimiento de
la meta en 2009. Ello no excluye la atención que requieren las mujeres que sí están
en situación de riesgo, donde son imprescindibles las acciones de prevención.

En síntesis, el avance en derechos sexuales y reproductivos, en autonomía física de


las mujeres, es insuficiente y algunos indicadores muestran retrocesos que pueden
ser más rápidos que los avances. A este ritmo, de menos de un punto porcentual
anual, la meta de la equidad podría ser alcanzada recién el año 2041.

217
Tablas Cálculo ICC 1990-2009

PARTICIPACIÓN YACCESO AL PODER


Indice % logro % logro % logro % logro % logro % logro
Indice Indice Indice Indice Indice Indice Meta
Pond. Valor Valor Valor Valor Valor Valor Valor 2006 % logro meta meta meta meta meta meta
INDICADOR c1990 1995 1998 2000 2003 2009 Meta pond.
c1990 1995 1998 2000 2003 2006 2009 (a) meta c1990 1995 1998 2000 2003 2006
(a) (a) (a) (a) (a) (a) (b)
(c) (c) (c) (c) (c) (c)
1. Mujeres en cargos de
0,15 5,26 15,79 15,79 31,25 16,67 50,00 45,45 0,77 2,32 2,32 4,60 2,45 7,35 6,68 50,00 7,35 10,52% 31,58% 31,58% 62,50% 33,34% 100,0% 90,90%
ministras
2. Mujeres en cargos de
0,05 4,73 7,60 9,47 22,86 15,29 38,86 36,63 0,23 0,37 0,46 1,12 0,75 1,90 1,80 50,00 2,45 9,46% 15,20% 18,94% 45,72% 30,58% 77,72% 73,26%
SEREMIs
3. Mujeres en cargos de
0,05 0,00 7,69 7,69 23,08 15,38 46,15 13,33 0,00 0,38 0,38 1,13 0,75 2,26 0,65 50,00 2,45 0,00% 15,38% 15,38% 46,16% 30,76% 92,30% 26,66%
intendentas
4. Mujeres en cargos de
0,03 8,00 10,00 10,00 30,00 24,00 34,00 28,85 0,24 0,29 0,29 0,88 0,71 1,00 0,85 50,00 1,47 16,00% 20,00% 20,00% 60,00% 48,00% 68,00% 57,70%
gobernadoras
5. Mujeres en cargos de
0,07 28,14 27,54 34,81 34,01 34,98 35,62 41,29 1,93 1,89 2,39 2,33 2,40 2,44 2,83 50,00 3,43 56,28% 55,08% 69,62% 68,02% 69,96% 71,24% 82,58%
Cortes de Apelaciones
6. Mujeres en cargos de
0,05 5,83 7,50 10,83 11,67 12,50 15,00 14,17 0,29 0,37 0,53 0,57 0,61 0,74 0,69 50,00 2,45 11,66% 15,00% 21,66% 23,34% 25,00% 30,00% 28,34%
Diputadas
7. Mujeres en cargos de
0,15 5,26 5,26 5,26 5,26 5,26 5,26 13,16 0,77 0,77 0,77 0,77 0,77 0,77 1,94 50,00 7,35 10,52% 10,52% 10,52% 10,52% 10,52% 10,52% 26,32%
Senadoras (*)
8. Mujeres en cargos de
0,15 5,39 7,19 9,97 7,90 12,61 12,21 12,46 0,79 1,06 1,47 1,16 1,85 1,80 1,83 50,00 7,35 10,78% 14,38% 19,94% 15,80% 25,22% 24,42% 24,92%

218
Alcaldesas
9. Mujeres en cargos de
0,07 11,88 12,54 13,75 17,01 17,00 21,13 22,97 0,82 0,86 0,94 1,17 1,17 1,45 1,58 50,00 3,43 23,76% 25,08% 27,50% 34,02% 34,00% 42,26% 45,94%
Concejalas
10. Mujeres en cargos na-
0,15 9,80 8,96 14,29 17,19 18,45 8,33 15,79 1,44 1,32 2,10 2,53 2,71 1,23 2,32 50,00 7,35 19,60% 17,92% 28,58% 34,38% 36,90% 16,66% 31,58%
cionales de Partidos Políticos
11. Mujeres en cargos de
0,07 11,29 9,23 10,93 3,00 5,08 3,28 7,02 0,77 0,63 0,75 0,21 0,35 0,23 0,48 50,00 3,43 22,58% 18,46% 21,86% 6,00% 10,16% 6,56% 14,04%
Rectoras de Universidades
12. Mujeres en cargos de
0,03 8,14 9,18 8,45 8,07 9,12 15,25 15,81 0,24 0,27 0,25 0,24 0,27 0,45 0,47 50,00 1,47 16,28% 18,36% 16,90% 16,14% 18,24% 30,50% 31,62%
Decanas de Universidades
TOTAL 1,00 8,29 10,54 12,66 16,71 14,80 21,62 22,12 50,00 16,59% 21,07% 25,32% 33,42% 29,60% 43,24% 44,24%

(a) Valor índice ponderado (b) Meta ponderada (c) Porcentaje de logro respecto de la meta. Este valor expresa el avance porcentual de cada indicador –y del índice- con respecto a su meta ponderada.

Nota: (*) Para este indicador se considera sólo los Senadores/as elegidos/as por votación popular. Se excluye los senadores vitalicios y los institucionales. A contar del 11 de marzo del 2006 se eliminan los cargos de senadores designados y vitalicios.

Fuentes:
1: 1991. Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM, http://www.sernam.cl/estudios/web/fus_index.php?sec=2 / 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1995, abril 1998, abril 2000, abril 2003, diciembre
2006 y junio 2009.
2: 1992, 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1992, mayo 1995, abril 1998, abril 2000, abril 2003, diciembre 2006 y junio 2009.
3 - 5: 1990: Mujeres Latinoamericanas en Cifras, http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres / 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1995, abril 1998, abril 2000, abril 2003, diciembre 2006 y junio
2009.
6 y 7: 1990, 1995, 1998, 2000, 2003 y 2006: Servicio Electoral, http://www.servel.cl/SERVEL/index.aspx?channel=324 / 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, junio 2009.
8 y 9: 1992: Mujeres Latinoamericanas en Cifras, http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres. Ministerio del Interior / 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1995, abril 1998, abril 2000, abril 2003,
diciembre 2006 y junio 2009.
10: 1992, 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1992, junio 2009 / 1995: Servicio Electoral. Directivas Centrales de Partidos Políticos. Registro Especial de Directivas Centrales. Marzo 1995 / 1998, 2000, 2003 y 2006: Servicio
Electoral. Partidos Políticos Chile.
11 y 12: 1992, 1995, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: Guía Silber, Directorio de Instituciones de Chile, mayo 1992, mayo 1995, abril 1998, abril 2000, abril 2003, diciembre 2006 y junio 2009.
AUTONOMÍA ECONÓMICAY POBREZA
Indice % logro % logro % logro % logro % logro % logro
Indice Indice Indice Indice Indice Indice Meta
Pond. Valor Valor Valor Valor Valor Valor Valor 2006 % logro meta meta meta meta meta meta
INDICADOR c1990 1995 1998 2000 2003 2009 Meta pond.
c1990 1995 1998 2000 2003 2006 2009 (a) meta c1990 1995 1998 2000 2003 2006
(a) (a) (a) (a) (a) (a) (b)
(c) (c) (c) (c) (c) (c)
1. Relación entre salarios
medios de mujeres y hom-
bres con 13 años y más 0,26 55,00 58,00 63,00 60,00 65,00 73,00 69,60 14,26 15,04 16,33 15,56 16,85 18,93 18,04 100,00 25,93 55,00% 58,00% 63,00% 60,00% 65,00% 73,00% 69,60%
de instrucción, en zonas
urbanas
2. Población femenina ocu-
pada en actividades que ex- 0,11 78,89 83,00 83,20 84,00 83,67 84,22 87,32 8,77 9,22 9,24 9,33 9,30 9,36 9,70 90,00 10,00 87,66% 92,22% 92,44% 93,33% 92,97% 93,58% 97,02%
cluyen el servicio doméstico
3. Mujeres asalariadas con
contrato de trabajo respecto
0,22 80,93 76,10 72,40 72,27 73,66 74,45 76,89 17,98 16,91 16,09 16,06 16,37 16,54 17,09 100,00 22,22 80,93% 76,10% 72,40% 72,27% 73,66% 74,45% 76,89%
del total de mujeres asalari-
adas
4. Relación entre el monto
de crédito per cápita otor-
gado por INDAP a las mu-
0,19 69,85 76,76 56,93 71,01 73,36 75,23 69,09 12,94 14,21 10,54 13,15 13,59 13,93 12,79 100,00 18,52 69,85% 76,76% 56,93% 71,01% 73,36% 75,23% 69,09%
jeres respecto del monto de
crédito per cápita otorgado a
los hombres
5. Mujeres beneficiarias

219
del programa nacional de
capacitación con franquicia 0,07 20,10 21,79 20,08 26,31 31,07 38,86 41,10 1,49 1,61 1,49 1,95 2,30 2,88 3,04 43,00 3,19 60,89% 57,32% 51,47% 65,74% 73,95% 90,34% 94,67%
tributaria respecto del total de
beneficiarios (*)
6.Mujeres que reciben Beca
Presidente de la República
para enseñanza media 0,15 61,66 63,59 63,68 56,53 62,76 62,80 63,38 7,41 7,41 7,41 7,41 7,41 7,41 7,41 50,00 7,41 100,0% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00%
respecto del total de benefi-
ciarios**
TOTAL 1,00 62,84 64,41 61,10 63,45 65,81 69,05 68,08 87,26 72,02% 73,81% 70,03% 72,72% 75,42% 79,13% 78,02%

(a) Valor índice ponderado (b) Meta ponderada (c) Porcentaje de logro respecto de la meta. Este valor expresa el avance porcentual de cada indicador –y del índice- con respecto a su meta ponderada.

Notas: (*) La meta para cada año es equivalente a la Población Económicamente Activa Femenina.
(**) Indicador que ha sobrepasado su meta. Su valor de índice corresponde al de la meta ponderada.

Fuentes:
1: 1990, 1995, 1998, 2000, 2003, 2006: CEPAL, Panorama Social de América Latina y el Caribe, Anexo estadístico 2004, 2006, 2008, 2009 / 2009: Anuario Estadístico 2010.
2 y 3: 1990, 1994, 1998, 2000, 2003, 2006 y 2009: MIDEPLAN, Departamento de Información Social. Encuesta CASEN.
4. 1995: INDAP-SERNAM "Mujer campesina y crédito en Chile", junio de 1997 / 1998, 2000, 2003: INDAP, Estadísticas del Sistema de Información de Créditos SICRE / 1992, 2006, 2009: INDAP, Participación de clientes y clientas
en instrumentos de asistencia financiera al 31 de diciembre de 2009: 1992, 2006, 2009.
5. 1990: PNUD, Objetivos del milenio, Estadísticas, Cuadro Resumen. http://www.pnud.cl/odm/primer-informe/odm-estadisticas/odm3.asp / 1995, 1998, 2000: SENCE, Departamento de Planificación y Estudios "Participación de mujeres en franquicia
tributaria 1994-1997-2000" /
2003: http://www.sence.cl/estudios / 2006: SENCE, Liquidaciones de capacitación visadas. Anuario estadístico 2006-2007 / 2009: SENCE, http://oirs.sence.cl.
6. 1993: SERNAM, http://www.sernam.cl/estudios/web/fus_index.php?sec=2 / 1995, 1998, 2000 y 2003: MINEDUC, Oficina Programa Beca Presidente de la República. Estadísticas / 2006 y 2009: JUNAEB, Junta de Auxilio Escolar y Becas.
SALUD DE LAS MUJERES Y DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
Indice % logro % logro % logro % logro % logro % logro
Indice Indice Indice Indice Indice Indice Meta
Pond. Valor Valor Valor Valor Valor Valor Valor 2006 % logro meta meta meta meta meta meta
INDICADOR c1990 1995 1998 2000 2003 2009 Meta pond.
c1990 1995 1998 2000 2003 2006 2009 (a) meta c1990 1995 1998 2000 2003 2006
(a) (a) (a) (a) (a) (a) (b)
(c) (c) (c) (c) (c) (c)
1. Métodos anticonceptivos
esperados (anovulatorios
combinados, progestinas
puras en píldoras, DIU, 0,20 37,50 37,50 37,50 50,00 50,00 87,50 87,50 7,50 7,50 7,50 10,00 10,00 17,50 17,50 100,00 20,00 37,50% 37,50% 37,50% 50,00% 50,00% 87,50% 87,50%
inyectables, de barrera y
esterilización) que son ofer-
tados por el SNS (*)
2. Usuarias de métodos an-
ticonceptivos en edad fértil
0,27 29,90 31,60 36,57 39,94 38,75 39,62 36,31 7,97 8,43 9,75 10,65 10,33 10,57 9,68 60,00 16,00 49,83% 52,67% 60,95% 66,57% 64,58% 66,03% 60,52%
en planes de control de la
natalidad del SNS
3. Hospitales públicos con
maternidad acreditados para
la participación de las parejas 0,11 0,00 0,00 14,90 19,14 19,14 56,00 94,48 0,00 0,00 1,66 2,13 2,13 6,22 10,50 100,00 11,11 0,00% 0,00% 14,90% 19,14% 19,14% 56,00% 94,48%
en la preparación de y en el
parto
4. Nacidos vivos correspon-
diente a madres entre 20 y 39 0,16 86,21 82,94 81,17 81,08 81,80 79,87 83,39 13,41 12,90 12,63 12,61 12,72 12,42 12,97 90,00 14,00 95,79% 92,15% 90,19% 90,09% 90,89% 88,74% 92,66%

220
años de edad (**)
5. Comunas del país que
cuentan con programas de
0,02 0,30 33,53 26,47 3,53 6,76 8,38 26,01 0,01 0,75 0,59 0,08 0,15 0,19 0,58 100,00 2,22 0,30% 33,53% 26,47% 3,53% 6,76% 8,38% 26,01%
atención de víctimas de vio-
lencia doméstica
6. Mujeres de bajo riesgo de
0,24 99,99 99,90 99,95 99,95 99,95 99,95 99,99 24,44 24,42 24,43 24,43 24,43 24,43 24,44 100,00 24,44 99,99% 99,90% 99,95% 99,95% 99,95% 99,95% 99,99%
exposición al VIH sin VIH
TOTAL 1,00 53,33 53,99 56,55 59,90 59,77 71,33 75,67 87,78 60,76% 61,51% 64,43% 68,24% 68,09% 81,26% 86,21%

(a) Valor índice ponderado (b) Meta ponderada (c) Porcentaje de logro respecto de la meta. Este valor expresa el avance porcentual de cada indicador –y del índice- con respecto a su meta ponderada.

Notas: (*) Este indicador se amplió a 8 métodos junto con la oferta de MAC en el sistema de salud.
(**) El dato comparativo para el 2009 corresponde en realidad al año 2008, pues al momento del cálculo aún no se publicaba la actualización al 2009.

Fuentes:
1 y 3: 1995-1998-2000-2003: MINSAL, Programa de la Mujer / 1990, 2006 y 2009: MINSAL, Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS)
2. 1990: APROFA. Mujeres Latinoamericanas en Cifras, http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres / 1995, 1998, 2000: INE, "Proyecciones de población 1995-2005". FONASA, "Boletín Estadístico 1995". MINSAL, Programa de la Mujer. MIDEPLAN,
"Situación de la salud en Chile, 1998" /
2003, 2006, 2009: MINSAL. Depto. de Estadísticas e Información de Salud.
4. 1990: UNICEF. MINSAL, Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) / 1995, 1998: INE, Anuario de Demografía 1995, 1998 y 1999 / 2003: Anuario de Estadísticas Vitales 2003 / 2006: INE, Estadísticas Vitales, Informe Anual 2006,
Ed. 2009 /
2009: MINSAL, Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS).
5. 1990, 1995, 1998, 2000, 2003, 2006, 2009: SERNAM, Programa de Violencia Intrafamiliar / A partir del año 2003 se inició un proceso de reorientación del Programa.
6. 1992, 1995, 1998: CONASIDA "Estudio de prevalencia del VIH por metodología centinela en Chile. Informe 1992-1997". CONASIDA. Prevalencia VIH 1998 / 2000, 2003, 2006, 2009: MINSAL, Departamento de Estadísticas e Información de Salud
(DEIS).
ÍNDICE DE COMPROMISO CUMPLIDO GENERAL NACIONAL
Indice año Indice año Indice año Indice año Indice año Indice año Indice año % logro % logro % logro % logro % logro % logro % logro
Meta
1990 comp. comp. comp. comp. comp. comp. meta ICC meta ICC meta ICC meta ICC meta ICC meta ICC meta ICC
ÁREAS TEMÁTICAS pond.
Circa 1995 1998 2000 2003 2006 2009 1990 circa 1995 1998 2000 circa 2003 2006 2009
(b)
(a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (c) (c) (c) (c) (c) (c) (c)
PARTICIPACION Y ACCESO 8,29 10,54 12,66 16,71 14,80 21,62 22,12 50,00 16,59% 21,07% 25,32% 33,42% 29,60% 43,24% 44,24%
AL PODER
AUTONOMIA ECONOMICA 62,84 64,41 61,10 63,45 65,81 69,05 68,08 87,26 72,02% 73,81% 70,03% 72,72% 75,42% 79,13% 78,02%
Y POBREZA
SALUD DE LAS MUJERES 53,33 53,99 56,55 59,90 59,77 70,63 75,67 87,78 60,75% 61,51% 64,43% 68,24% 68,09% 80,47% 86,21%
Y DERECHOS SEXUALES Y
REPRODUCTIVOS
TOTAL 41,49 42,98 43,44 46,69 46,79 53,76 55,29 75,01 49,79% 52,13% 53,26% 58,13% 57,70% 67,61% 69,49%

(a) Valor índice ponderado.


(b) Meta ponderada.
(c) Porcentaje de logro respecto de la meta. Este valor expresa el avance porcentual de cada indicador –y del índice- con respecto a su meta ponderada.

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Anexo 3 ¿Cuánto han avanzado las chilenas hacia la meta de la equidad?...

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Comisión Nacional de Seguimiento de los compromisos de Beijing (1996) El Estado Uruguayo y


las Mujeres. Montevideo.
Guzmán, Virginia y Ríos, Marcela (1995) Propuesta para un Sistema de Indicadores de Género.
Consultoría Servicio Nacional de la Mujer. Chile.
Naciones Unidas (1979) Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer, CEDAW, disponible en http://www.un.org/womenwatch/
daw/cedaw/text/sconvention.htm
Naciones Unidas, CEPAL-CELADE (1993), Población, equidad y transformación productiva,
CEPAL-CELADE, Santiago de Chile.

La explicación detallada del ICC, sus indicadores y metodología se encuentra en:

Valdés, Teresa (coord.), Pamela Caro, Alejandra Faúndez, Elizabeth Guerrero, Ana María Muñoz,
Indira Palacios y Ximena Valdés (2001). El Índice de Compromiso Cumplido: Una estrategia
para el control ciudadano de la equidad de género. Santiago de Chile: FLACSO-Chile.

Posteriormente se han publicado los siguientes libros de actualización:

Valdés, Teresa, Alina Donoso, Catalina Céspedes, Ana María Muñoz (coords.) (2005) ICC: Índice
de Compromiso Cumplido. Una herramienta para el control ciudadano de las mujeres
latinoamericanas. Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Santiago:
FLACSO.
Valdés, Teresa, Alina Donoso, Ana María Muñoz (coords.) (2008) ICC: Índice de Compromiso
Cumplido 1995-2003. Una herramienta para el control ciudadano de las mujeres
latinoamericanas. Brasil, Chile, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, República
Dominicana, Venezuela. Santiago: CEDEM - UNIFEM.

Con motivo de la Sesión especial de la Asamblea de Naciones Unidas “Beijing+10”, se elaboró y


publicó un ICC comparativo para América Latina.

Valdés, Teresa, Ana María Muñoz y Alina Donoso (2005) 1995-2003: ¿Han avanzado las mujeres?
Índice de Compromiso Cumplido Latinoamericano. Santiago: FLACSO - UNIFEM.

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