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Historia Del Tributo
Historia Del Tributo
Desde esta perspectiva hay que entender que el desarrollo del proceso a través del
cual el Estado recibe bienes (moneda, especie o trabajo), para cumplir con las funciones
que le son propias (como realizar obras o brindar servicios para el bien
común), va a ser distinto en ambos periodos. Mientras que en el mundo andino éste se dio a
través de la reciprocidad, entendida como un intercambio de energía humana, fuerza de
trabajo o de "favores"; en el mundo occidental, se dio un proceso que produjo como
resultado la entrega de dinero o productos a la autoridad, en términos muchas veces
coercitivos.
Por lo tanto, tomaremos el mundo andino prehispánico para conocer cómo el Estado
Inca y los pueblos preincas alcanzaron un alto desarrollo, siguiendo una dinámica
diferente a la del mundo occidental, no estrictamente reconocido como tributo, sino
como una forma precursora de éste.
La reciprocidad como muchas otras formas culturales y logros del mundo andino tiene sus
orígenes en tiempos anteriores al establecimiento del Tawantinsuyo. Sin embargo, para
efectos de esta síntesis, nos remitiremos a la forma como se dio en el tiempo de los incas.
La redistribución era una función realizada por el jefe de Ayllu, curaca o Inca, quienes
concentraban parte de la producción que posteriormente era distribuida a la comunidad o
diversas comunidades, en épocas de carencia o para complementar la producción de esos
lugares.
a. A nivel ayllu:
En este nivel los miembros del ayllu en el que existen relaciones de parentesco, realizan la
prestación de servicios en forma regular y continua entre diferentes ayllus.
En un primer momento, los miembros del ayllu “A” prestan sus servicios a los del ayllu
“B” y éstos a cambio les entregan el alimento necesario para que cumplan con su labor. En
un segundo momento, la situación se invierte. Posteriormente ambos intercambian sus
productos. A esta forma de intercambio de mano de obra se le denomina ayni. Este nivel de
reciprocidad que viene a ser simétrico, sólo permite una redistribución en mínima escala.
Introducción
La invasión española trajo una serie de cambios en las relaciones sociales y de producción
del Tawantinsuyo. Dentro de este conjunto de cambios se instituyó la obligación de pagar
tributos por parte de la población nativa a los conquistadores. Se precisaron los medios que
se utilizarían, para recaudar los tributos indígenas, además se señalaron las obligaciones
tributarias existentes para las demás castas del virreinato. Asimismo se formó la institución
que administró los tributos recaudados.
La Encomienda
Después de los acontecimientos de Cajamarca (1532), cada uno de los 170 hombres que
participaron de la captura del Inca fueron acreedores a una encomienda en el centro del
país, si así lo deseaban.
En un primer momento, el único criterio para otorgar una encomienda fue que hubiesen
participado en alguna campaña de conquista en el territorio del Tawantinsuyo, pero luego
de la captura del Cusco (1534) comenzaron a tornarse en cuenta criterios políticos. Al
otorgar encomiendas, el gobernador entregó las más grandes y mejores encomiendas a sus
parientes, ayudantes y paisanos. Muchas veces los tres criterios los reunía una misma
persona.
Nuestro periodo republicano en el siglo XIX puede definirse como inestable política y
económicamente, reflejándose ello en las diversas medidas económicas, que se fijaron, de
las cuales la tributación fue una expresión clara de las contradicciones de la época.
Para desarrollar este tema hemos considerado necesario abordar las características de esta
parte de nuestra historia, ubicándonos cronológicamente en las siguientes cuatro etapas:
a) La emancipación.
b) La inestabilidad política y penuria fiscal (1821 - 1845).
c) El auge del guano y la guerra del pacífico (1845 - 1882).
d) La reconstrucción nacional (1882 - 1889).
Además, se hace una breve referencia de la deuda interna y externa que marcó el destino de
la gran parte de la recaudación tributaria de cada época. Hemos considerado, también, la
administración tributaria, para explicar brevemente qué institución se encargaba de
recaudar y cuál fue el destino de los impuestos recaudados. Finalmente, desarrollamos los
principales impuestos que afectaron a los ciudadanos de ese entonces.
Cabe señalar que mientras los indígenas tributaron, el Estado se preocupó por darles una
legislación y protección, dado que cumplían un rol importante para la naciente República:
le proveía de fondos. Los demás habitantes no tuvieron la misma importancia tributaria
para el naciente Estado, situación que se agudizó con el boom del guano. La riqueza que
generada creó una serie de medidas donde muchos impuestos quedaron derogados. Veamos
a continuación el desarrollo de cada uno de estos puntos.
a) Emancipación
En esta etapa, nuestra historia económica como República está marcada por intensos pero
breves momentos de crecimiento y separados por periodos de transición e incertidumbre.(1)
A partir de 1890 se inicia un lento pero sostenido crecimiento de nuestra economía. Los
sectores exportadores se diversifican, puesto que hay que reemplazar el guano y el salitre.
Hay un desarrollo económico autónomo junto con una expansión dinámica en bienes de
capital y capacidad tecnológica.
Pero luego se estanca ante un manejo familiar de la economía, sumamente dependiente del
capital y mercado extranjero y, finalmente, por estar toda la economía focalizada en las
exportaciones, sin capacidad de dinamizar los otros sectores de la economía nacional. Todo
esto condujo a imposibilitar un desarrollo autosostenido a lo largo del presente siglo.
Los productos de exportación que tuvieron mayor auge entre 1890 y 1930 fueron (de
acuerdo al orden de importancia): el azúcar, el algodón, la lana, el caucho, el cobre, el
petróleo y la plata. El control de la exportación (al inicio en manos nacionales) no fue en sí
tan importante como la dependencia hacia el mercado internacional y sus efectos en la
economía nacional. (2)
De 1930 a 1948, el Perú se vio afectado, en primer lugar, por la gran depresión que
sobrevino en todo el mercado internacional. Sin embargo, el Perú y Colombia son los
países que se recuperan más rápidamente de este fenómeno. Empiezan a dejarse sentir los
efectos de esta economía dependiente exportadora al colapsar algunas economías
regionales.
Entre los años de 1949 a 1968 decae totalmente este modelo exportador como dinamizador
para el desarrollo del país. Pero los indicadores señalan que entre 1950 y 1959 las
exportaciones se duplicaron e inclusive, de 1959 a 1961 creció en un 65%, pero para 1976
el nivel de las exportaciones era inferior que en 1961 (3).
Para exportar, sólo quedó la minería (esencialmente el cobre), pues todos los demás tenían
dificultades: problemas de precios para las exportaciones, las pocas tierras para el cultivo
intensivo, los límites ecológicos para la explotación forestal y pesquera. Por otro lado, la
industria se volvió dependiente de este sector exportador y no pudo adaptarse a los nuevos
cambios.