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REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
JUZGADO SEGUNDO ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO VALLEDUPAR

Valledupar, Diecisiete (17) de Marzo de Dos Mil Diecisiete (2017).

Acción: TUTELA
Demandante: JOSE MIGUEL COGOLLO SOTO
Demandado: UNIDAD PARA LA ATENCION Y REPARACIÓN INTEGRAL
A LAS VICTIMAS // UARIV.
Radicación: 20001-33-33-002-2017-00072-00
Asunto: SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Reunidos los presupuestos procesales, procede este despacho a decidir en primera


instancia la presente Acción de Tutela presentada por EMELDA ESTHER POLO
SANTODOMINGO identificada con Cédula de Ciudadanía N° 1.067.811.067 expedida en
Valledupar, actuando en nombre propio, contra la UNIDAD PARA LA ATENCION
INTEGRAL A LAS VICTIMAS de la ciudad de Valledupar.

I. RESUMEN FÁCTICO.

Manifiesta el accionante que es padre cabeza de familia y que actualmente se encuentra


enfermo , desplazada por la violencia con menores en estado de desnutrición, sin una
vivienda digna ni un trabajo formal que le permita conseguir los alimentos que
diariamente requieren sus hijos menores, por lo que se encuentran en estado de
desnutrición. Que ha acudido en repetidas ocasiones ante las instalaciones de la
entidad tutelada, solicitando las entregas de las ayudas humanitarias de emergencia
que requiere su núcleo familiar, pero esa entidad siempre le ha tratado con evasivas,
que hace más de un año está realizando un estudio para determinar su situación
económica y hasta la fecha no ha resuelto nada..

II. PRESUNTOS DERECHOS FUNDAMENTALES VIOLADOS.

Con fundamento en estos hechos, se pretende el amparo los derechos fundamentales


a al debido proceso, a la ayuda humanitaria, especial protección constitucional al
anciano, mínimo vital, dignidad humana, integridad física, igualdad, salud derecho a
la vida entre otros consagrados en los artículos 1, 2, 11, 13, 16, 44, 46 y 53 entre
otros de la constitución nacional.

III PRETENSIONES RECLAMADAS.

Solicita el accionante con fundamento en los hechos relacionados disponer y ordenar a la


parte accionada y en su favor lo siguiente:
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1. Hacer entrega de la ayuda humanitaria de emergencia y continua, hasta tanto


persista el riesgo en que se encuentran mis menores a causa del hombre.

2. Vincular a los programas de apoyo económicos como lo es el proyecto generación


de ingresos.

IV. TRÁMITE PROCESAL.

 El día Ocho (08) de Marzo de Dos Mil Diecisiete (2017) se presentó la Acción de
Tutela interpuesta por JOSE MIGUEL COGOLLO SOTO, actuando en nombre
propio, contra la UNIDAD DE ATENCION Y REPARACION INTEGRAL A LAS
VICTIMA (véase folio 7 Cud).
 El día Nueve (09) de Marzo de (2017) fue recibida en el Juzgado Segundo
Administrativo Oral del Circuito de Valledupar, e ingresa al despacho del señor Juez,
para proveer (véase folio 8 Cud).
 Mediante auto de fecha Nueve (09) de Marzo de (2017), se admitió la presente
Acción de Tutela interpuesta por JOSE MIGUEL COGOLLO SOTO actuando en
nombre propio, contra la UNIDAD DE ATENCION Y REPARACION INTEGRAL A
LAS VICTIMAS. (véase folio 9 Cud).
 Vencido el término concedido a la parte accionada, se observa en el expediente
que en esta oportunidad NO contesto oportunamente.

V. CONTESTACIÓN

Vencido el término concedido a la parte accionada, se observa en el expediente que en


esta oportunidad guardó absoluto silencio. Conste.

VI. RELACIÓN DE LAS PRUEBAS.

Como prueba de los derechos vulnerados, el accionante anexó copias legibles de:

- Copia de documento de identidad del accionante (Ver Folio 02 Cud).

- Copia simple de registro único de victimas (Ver Folio 03 Cud.)

- Copia simple de documentos de identidad de los hijos menores del accionante


( Ver Folios 04,05,06,07 Cud.)

VII. CONSIDERACIONES.

El artículo 86 de la Constitución Política, consagra la Acción de Tutela como un mecanismo


especial que tiene toda persona para reclamar ante los jueces, mediante un procedimiento
preferente y sumario, la protección inmediata de los derechos constitucionales
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fundamentales cuando éstos resulten vulnerados por la acción u omisión de las autoridades
públicas y de las demás personas particulares en los casos que determine la ley.

Su ejercicio, que se encuentra reglado por el Decreto 2591 de 1991, es procedente cuando
no existan otros medios o mecanismos de defensa, por el carácter residual y subsidiario
que la definen a la luz de lo consagrado en el artículo 86 de la Carta, excepto cuando se
utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable.

Problema Jurídico

El problema jurídico a resolver se circunscribe a determinar si la parte accionada UNIDAD


ADMINISTRATIVA PARA LA ATENCION Y REPARACION INTEGRAL A LAS
VICTMAS - AURIV, vulnera los derechos fundamentales, dignidad humana, integridad
física, igualdad, derecho a la vida, vivienda digna, derecho de los niños, de la accionante
por la falta de trámite; respecto de la entrega de ayudas humanitarias que requiere el
accionante.

Para resolver el anterior problema jurídico el despacho procede a analizar el contenido de


la protección de los derechos fundamentales a personas en condiciones de
desplazamiento, la procedencia de la acción de tutela, su referencia jurisprudencial y
finalmente las circunstancias concretas del accionante.

La Corte Constitucional ha desarrollado en amplia jurisprudencia las condiciones e


implicaciones a nivel de protección de derechos fundamentales que tiene la población en
situación de desplazamiento respecto la entrega de las ayudas humanitarias, en
sentencia T – 112 de 2015 ha señalado:

La ayuda humanitaria como prerrogativa mínima para la subsistencia de la población


desplazada y los criterios para la prórroga de la misma.

“La ayuda humanitaria que ofrece el Estado a la población desplazada por la violencia,
“constituye un derecho fundamental, al proteger el mínimo vital y la dignidad humana de las
personas en situación de desplazamiento”1. Teniendo en cuenta su finalidad protectora de
los derechos fundamentales de las personas en dicha situación, la jurisprudencia
constitucional ha considerado que el Estado se encuentra obligado a realizar la entrega de
la ayuda de manera oportuna, pronta, sin dilaciones, y en forma íntegra y efectiva2.

En cuanto a las obligaciones del Estado para con la población desplazada en relación con
la ayuda humanitaria y su prórroga, así como la estabilización socio-económica de las
víctimas de desplazamiento forzado, esta Corte en la sentencia T-831A de 2013, destacó

1 Sentencia T-117ª de 2013.


2 Sentencia T-840 de 2009.
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las características más relevantes de esta figura, de donde se extraen los apartes aplicables
a los asuntos sometidos a estudio.

- La ayuda humanitaria es una respuesta al deber del Estado de prevenir, en primer


lugar, el desplazamiento forzado y en caso que ocurra, la obligación imperativa de
atender a las víctimas desde un principio hasta el momento en que se haya superado
esa situación.

- El otorgamiento de la ayuda humanitaria, constituye una garantía mínima para la


subsistencia de la población desplazada, por lo que se debe otorgar en sus
diferentes fases y etapas, y de manera oportuna, pronta, sin dilaciones y en forma
íntegra y efectiva3.

- La entrega de la ayuda humanitaria a los desplazados no se suspender hasta tanto


no se hayan superado las condiciones que originaron la vulneración de los derechos
de dichas víctimas y se haya logrado su estabilización socioeconómica o
autososteniblidad4.

- La prórroga de la ayuda humanitaria se puede dar de dos formas: (i) la prórroga


para la población desplazada en general, la cual está sometida a valoración respecto
de la superación o no de las condiciones de vulnerabilidad y debilidad manifiesta; y
(ii) la prórroga automática, que no debe estar sometida a valoraciones, sino que
como su nombre lo indica, debe otorgarse automáticamente al derivarse de una
presunción de constitucionalidad, dada la mayor o extrema vulnerabilidad de las
víctimas, por su condición de género, edad o discapacidad.

- Existen tres momentos en que se hace efectiva la ayuda humanitaria: (i) la


inmediata o de urgencia, que se debe otorgar en el momento del hecho del
desplazamiento; (ii) la de emergencia, que se debe entregar al superar la etapa
inicial de urgencia y el desplazado haya entrado a sistema integral de atención y
reparación; y (iii) la de transición, que tiene como finalidad servir de puente para
consolidar soluciones duraderas.

En primer lugar, la ayuda humanitaria inmediata debe ser brindada por la entidad territorial
receptora de las víctimas, en el preciso momento en que ocurre el desplazamiento, hasta
el momento de su inscripción en el Registro Único de Víctimas, es decir, que para ser
beneficiarios de esta ayuda basta con que los damnificados rindan la declaración ante el
Ministerio Público que haga constar su condición de desplazamiento.5

En segundo lugar, tal y como reza el artículo 109 del Decreto 4800 de 2011, “La Unidad
Administrativa Especial de Atención y Reparación Integral a las Víctimas brindará los

3 VerSentencias T-840 de 2009 y T-702 de 2012.


4En la sentencia C-278 de 2007 se declaró inexequible el art 15 de la Ley 387 de 1997 que daba un
plazo limitado de tres meses para la ayuda humanitaria y se podía prorrogar tan solo por tres más.
Es decir que “existe un plazo mínimo pero no un plazo máximo para el otorgamiento de la ayuda
humanitaria”.
5
Decreto 4800 de 2011, artículo 108.
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componentes de alimentación, artículos de aseo, manejo de abastecimientos, utensilios de


cocina y alojamiento transitorio a la población incluida en el Registro Único de Víctimas,
cuyo hecho victimizante haya ocurrido dentro del año previo a la declaración”. Al respecto,
la Ley 387 de 1997 estableció que esta ayuda debe prestarse inicialmente, por un término
de 3 meses prorrogable por un término semejante de manera excepcional. No obstante, en
pronunciamientos posteriores indicó que, “dicha ayuda se debe entregar por un término
mayor al definido legalmente en circunstancias en las que la población desplazada no se
encuentra en las condiciones para asumir su propio sostenimiento hasta alcanzar tales
condiciones6”.

En tercer lugar, la ayuda humanitaria de transición está destinada a la “población incluida


en el Registro Único de Víctimas, cuyo desplazamiento haya ocurrido en un término
superior a un año contado a partir de la declaración y que previo análisis de vulnerabilidad,
evidencie la persistencia de carencias en los componentes de alimentación y alojamiento
como consecuencia del desplazamiento forzado7.” La Corte Constitucional consideró que,
“se trata de un auxilio que debe ser transitorio y servir como soporte mientras la población
desplazada supere la situación de emergencia producto del desplazamiento forzado a
través de distintas fuentes: mediante acceso a los programas sociales del Estado; a los
programas de retorno o reubicación; o por sus propios medios”8. Por lo anterior, la ayuda
humanitaria de transición no se prolonga indefinidamente en el tiempo, toda vez que su
naturaleza es transitoria y parte de la base de que si bien la población desplazada por la
violencia requiere de la colaboración del Estado para sobrellevar la situación de
desplazamiento, eventualmente las víctimas podrán estabilizar su situación
socioeconómica, bien sea por los programas ofrecidos por el Estado o por cualquier otro
medio”. (Sentencia T-112 de 2015).

Una vez revisada a la referencia jurisprudencial anotada, este despacho procederá a


examinar las situaciones fácticas del proceso a efectos de verificar si existe o no
vulneración de los derechos fundamentales invocados por la actora.

VII. CASO CONCRETO

Se procederá a determinar si la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas,


se encuentra amenazando o vulnerando los derechos fundamentales del accionante, al no
suministrarle las ayudas humanitarias de emergencia que esta solicita.

El accionante expresa que es Padre cabeza de hogar, se encuentra en situación de


desplazamiento, sin trabajo digno que le permita cubrir sus necesidades básicas, sin
vivienda propia y con menores de edad a su cargo. En el expediente puede observarse

6 Auto 009 de 2013, Sala de Seguimiento de la sentencia T-025 de 2004.


7 Decreto 4800 de 2011, artículo 112.
8
Auto 009 de 2013, Sala de Seguimiento de la sentencia T-025 de 2004.
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que aporto fotocopias legibles del registro Único de Desplazados, así como las copias
legibles los documentos de identificación tanto de sus familiares como el propio.

Solicita se ORDENE a la Unidad Administrativa para la Atención y Reparación Integral


a las víctimas:

1. Suministrar en forma continua y cantidad suficiente, la atención humanitaria de


EMERGENCIA a la accionante y a su núcleo familiar, consistente en subsidios
de alimentación, aseo personal, abastecimiento, utensilios de cocina, vertido
adecuado, atención médica y psicológica, transporte de emergencia y alojamiento
transitorio que sean estimados como necesarios para garantizarles condiciones
dignas de subsistencia hasta que esté en condiciones de asumir su auto
sostenimiento.

Para efectos de dimensionar la alegada vulneración de los derechos fundamentales


invocados, se hace necesario establecer si efectivamente se materializan las
circunstancias concretas que la actora manifiesta.

Pues bien, una vez revisada la foliatura y atendiendo a los argumentos esbozados
en la contestación allegada por la parte accionada, se establece que el núcleo
familiar de la accionante, presenta caracterización y estudio de viabilidad para la
entrega de los componentes de la ayuda humanitaria que reclama en esta instancia,
pues como se indica, tiene asignado el turno 1B – 676 asignado el día 13 de Febrero
de 2017. Destacándose que el turno 1B va en el turno 632 y su giro estará disponible
en el Banco agrario aproximadamente una semana posterior a su asignación.

Siguiendo el lineamiento planteado respecto de la procedencia de la prórroga de la


ayuda humanitaria en el presente caso, se establece que esta no es viable, pues se
encuentra configurada la figura jurídica del hecho superado, tan cómo se describe
en la sentencia de la H. Corte Constitucional T - 021 de 2017, cuando indica:

“La jurisprudencia de esta Corporación, en reiteradas oportunidades, ha señalado


que la carencia actual de objeto sobreviene cuando frente a la petición de amparo
la orden del juez de tutela no tendría efecto alguno o caería en el vacío9. Al respecto
se ha establecido que esta figura procesal, por regla general, se presenta en
aquellos casos en que tiene lugar un daño consumado o un hecho superado.

En cuanto al daño consumado, la jurisprudencia ha admitido que el mismo tiene


ocurrencia cuando la amenaza o la transgresión del derecho fundamental ya ha
generado el perjuicio que se pretendía evitar con el mecanismo preferente de la
tutela, de manera que resulta inocuo para el juez impartir una orden en cualquier
sentido. Así las cosas, el daño consumado supone que no es posible hacer cesar la
violación o impedir que se concrete un peligro y, por ello, tan sólo es procedente el
resarcimiento del daño originado por la violación del derecho. En este escenario,
esto es, con el fin de obtener una reparación económica, entiende la Corte que la

9
Sentencia T-235 de 2012, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, en la cual se cita la Sentencia T-533 de 2009,
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
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acción de tutela resulta –por regla general– improcedente10, pues su naturaleza es


eminentemente preventiva y no indemnizatoria. De manera que, en relación con este
fenómeno, los jueces de instancia y la propia Corte deben declarar la improcedencia
de la acción, a menos que –bajo ciertas circunstancias– se imponga la necesidad
de pronunciarse de fondo por la proyección que pueda tener un asunto, en virtud de
lo previsto en el artículo 25 del Decreto 2591 de 199111, o por la necesidad de
disponer correctivos frente a personas que puedan estar en la misma situación o
que requieran de especial protección constitucional12.

Por su parte, el hecho superado tiene ocurrencia cuando lo pretendido a través de


la acción de tutela se satisface y desaparece la vulneración o amenaza de los
derechos fundamentales invocados por el demandante, de suerte que la decisión
que pudiese adoptar el juez respecto del caso específico resultaría a todas luces
inocua y, por lo tanto, contraria al objetivo de protección previsto para el amparo
constitucional13. En este supuesto, no es perentorio incluir en el fallo un análisis
sobre la vulneración de los derechos cuya protección se demanda, salvo “si
considera que la decisión debe incluir observaciones acerca de los hechos del caso
estudiado, [ya sea] para llamar la atención sobre la falta de conformidad
constitucional de la situación que originó la tutela, o para condenar su ocurrencia y
advertir la inconveniencia de su repetición, so pena de las sanciones pertinentes, si
así lo considera. De otro lado, lo que sí resulta ineludible en estos casos, es que la
providencia judicial incluya la demostración de la reparación del derecho antes del
momento del fallo. Esto es, que se demuestre el hecho superado”14”.

De las circunstancia concretas planteadas por la accionante, en el asunto sub-judice, se


constata que respecto de la solicitud planteada en sede de tutela, ya no habría orden alguna

10
El Decreto 2591 de 1991, en el artículo 6, indica que: “La acción de tutela no procederá: // (…) 4. Cuando
sea evidente que la violación del derecho originó un daño consumado, salvo cuando continúe la acción u
omisión violatoria del derecho.”
11
El Decreto 2591 de 1991, en el artículo 25, regula la hipótesis excepcional de procedencia de la indemnización
de perjuicios en el trámite de la acción de la tutela, en los siguientes términos: “Cuando el afectado no disponga
de otro medio judicial, y la violación del derecho sea manifiesta y consecuencia de una acción clara e
indiscutiblemente arbitraria, además de lo dispuesto en los dos artículos anteriores, en el fallo que conceda la
tutela el juez, de oficio, tiene la potestad de ordenar en abstracto la indemnización del daño emergente causado
si ello fuere necesario para asegurar el goce efectivo del derecho así como el pago de las costas del proceso.
La liquidación del mismo y de los demás perjuicios se hará ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo
o ante el juez competente, por el trámite incidental, dentro de los seis meses siguientes, para lo cual el juez que
hubiere conocido de la tutela remitirá inmediatamente copia de toda la actuación. La condena será contra la
entidad de que dependa el demandado y solidariamente contra éste, si se considera que ha mediado dolo o
culpa grave de su parte, todo ellos sin perjuicio de las demás responsabilidades administrativas, civiles o
penales en que haya incurrido. Si la tutela fuere rechazada o denegada por el juez, éste condenará al solicitante
al pago de las costas cuando estimare fundadamente que incurrió en temeridad”.
12
Un ejemplo de lo anterior se observa en la Sentencia T-905 de 2011, en la que los padres de una menor
alegaron la protección de sus derechos a la vida, a la salud y a la dignidad humana, los cuales fueron
presuntamente vulnerados por las actuaciones de los directivos de un colegio, por no imponerle sanciones a
sus compañeros que la ofendían y agredían de manera verbal y virtual incurriendo en actos de acoso escolar.
En sede de revisión, luego de recaudar varias pruebas, la Corte advirtió que la menor había sido cambiada de
institución educativa, por lo que concluyó que el daño ya se había consumado. Sin embargo, ante la necesidad
de garantizar los derechos de otros niños y niñas que se lleguen a encontrar en circunstancias similares, en el
mismo o en otro plantel educativo, se ordenó la formulación de una política general que permita la prevención,
la detección y la atención de las prácticas de hostigamiento, acoso o matoneo escolar.
13
Sentencia T-678 de 2011, M.P. Juan Carlos Henao Pérez, en donde se cita la Sentencia SU-540 de 2007, M.P.
Álvaro Tafur Galvis. Al respecto, el artículo 26 del Decreto 2591 de 1991 dispone que: “[s]i, estando en curso
la tutela, se dictare resolución, administrativa o judicial, que revoque, detenga o suspenda la actuación
impugnada, se declarará fundada la solicitud únicamente para efectos de indemnización y de costas, si fueren
procedentes”.
14
Sentencia T-685 de 2010, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. Subrayado por fuera del texto original.
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Radicación: 20001-33-33-002-2017-0039-00

que impartir, pues el proceso de caracterización del núcleo familiar de la accionante


presenta caracterización y asignación de turno para la entrega de los componentes
de ayudas humanitarias, por lo que se está en presencia de una carencia actual de
objeto por hecho superado, en la medida en que ya se accedió a la asignación de turno
para la entrega de esta, por lo tanto en virtud del análisis de los hechos y de las pruebas
allegadas a la presente acción de tutela, NO hay lugar al amparo deprecado por la
actora y así se resolverá.

En mérito de lo expuesto, el Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de


Valledupar, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

VIII. RESUELVE

PRIMERO: NEGAR EL AMPARO de los derechos fundamentales pretendidos por la


señora EMELDA ESTHER POLO SANTODOMINGO, actuando en nombre propio, contra
la UNIDAD PARA LA ATENCION Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS por las
razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: Una vez ejecutoriada la presente sentencia envíese la misma a la Corte


Constitucional para su eventual revisión.

TERCERO: Cópiese, notifíquese esta providencia a las partes por el medio más expedito
y eficaz, personalmente, vía fax o por telegrama y cúmplase.

Notifíquese y cúmplase.

VÍCTOR ORTEGA VILLARREAL


Juez

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