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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA–LEÓN

UNAN–LEÓN

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

Carrera: Derecho
Componente Curricular: Derecho de Propiedad.
Tema: Ensayo sobre Ley de Expropiación de 1976.
Profesor: PhD. José Galán.
Alumnos: Marcos Antonio Argüello Marín
Diana Mercedes Baldizón
Fecha de entrega: 26/03/2017

“A LA LIBERTAD POR LA UNIVERSIDAD”


Antes que nada, previo a comenzar a hablar sobre la Ley de Expropiación del Martes 9 de
Marzo de 1976, publicada en la gaceta No. 58 del mismo año, consideramos menester
empezar definiendo la palabra expropiación dando nuestra valoración acerca de ella, ya que
esta será uno de los puntos sobre el cual gire este ensayo analítico. Al conceptualizar el
concepto de expropiación podremos crear los fundamentos que todo texto normativo al
respecto debe de seguir, a la vez que se utiliza la óptica sociológica expuesta por el maestro
en clases, ya que, solo apreciando la realidad y los resultados que la norma obtiene aplicada
a esta podremos apreciar sus verdaderos efectos.

Guillermo Cabanellas nos define expropiación como: “Desposeimiento o privación de la


propiedad, por causa de utilidad pública o interés preferente, y a cambio de una
indemnización previa”1. Cuando el citado autor hace referencia a desposeimiento o privación
de la propiedad, a nuestro parecer, hace referencia al hecho de que la propiedad ya no estará
por más tiempo en manos de su dueño original, por consiguiente, que se verá privado de esta
a causa de utilidad pública indemnizando al expropiado de previo bajo un determinado
procedimiento2. Sin embargo, cabe preguntarse que debe ser considerado como utilidad
pública. Al respecto, Cabanellas plantea la utilidad pública como: “Todo lo que resulta de
interés o conveniencia para el bien colectivo, para la masa de individuos que componen el
Estado; o, con mayor amplitud, para la humanidad en su conjunto”3. Por tanto, la
expropiación, para que sea considerada como tal, debe ser una privación de la propiedad de
un individuo (o conjunto de individuos) con miras a una conveniencia particular para la
colectividad que desemboque en un bien para esta.

Comentando las conceptualizaciones de Cabanellas hemos logrado acercarnos a lo que es la


definición de Expropiación Agraria en la doctrina; así para reforzar el planteamiento lógico
expuesto anteriormente exponemos la opinión de Manuel Ossorio; en este sentido viene a
proponer algunos fundamentos doctrinarios para considerar un acto expropiatorio como tal:
“En los casos de expropiación se exige: a) declaración de utilidad pública de la obra. b)
declaración de que su ejecución exige indispensablemente el todo o parte del inmueble que
se pretende expropiar, c) justiprecio de lo que se haya de enajenar o ceder y d) pago del
precio que representa la indemnización”4.

Por tanto debe de haber un documento que declare la obra que se piense realizar, así como
las dimensiones que utilizará en el lugar en que esta se asentará como utilidad pública,
especificándose si necesita parte o totalidad de inmueble que se pretende expropiar, por

1
Cabanellas de las Cuevas, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Undécima Edición. Editorial
HELIASTA S.R.L. Argentina, 1993.
2
Esto es resultante de la aplicación del principio de estricta legalidad a la administración pública, esta debe de
actuar en estricto respeto a las leyes, de no ser así debe de considerarse como arbitrariedad porque no estarían
actuando bajo la razón de la ley.
3
Nuevamente Cabanellas
4
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Editorial Datascan, S.A. Guatemala.
Pp. 397.
consiguiente esto nos lleva a que se debe de establecer un precio justo por el inmueble; sea
este tazado por un perito especializado en la materia para evitar pérdidas económicas tanto
al Estado como al expropiado y por último el pago del precio acordado, que representa la
indemnización, por lo general esta se da por emisión de bonos de deuda pública, haciéndose
el pago a plazos.

En el Capítulo I de la Ley de Expropiación de 1976 se encuentra lo referente a las


Disposiciones Generales de ésta, planteando tajantemente que son objeto de expropiación
bienes o derechos (art. 1); así mismo la ley establece que se entiende por utilidad pública las
acciones que “tiendan a proporcionar a la nación en general, o a una parte cualquiera de la
misma, derechos, usos, mejoras o disfrutes en beneficio común o que sean necesarios para el
logro de los fines del Estado…”. Así mismo establece como causa de interés social para la
expropiación, cuando se trate de llevar a cabo obras, servicios o programas en cumplimiento
de la función social de la propiedad5.

El Capítulo II es acerca: “De la Declaración de Utilidad Pública o Interés Social”. Plantea


que, para poder realizar una expropiación, en primer lugar, el Estado debe de declarar, a
través de sus formas de gobierno (entidad pública estatal, municipal o Distrito Nacional), de
utilidad pública o de interés social, fundamentándose en los proyectos y opinión de los peritos
consultadas al respecto, para realizar a su vez la determinación de los bienes o derechos que
sea necesario adquirir. La declaración debe de publicarse en la GDO y otros medios de
difusión considerados conveniente, indicando a las personas que crean tener derecho sobre
el objeto de expropiación, puedan acudir en un término de quince días a la institución
competente, para llegar a un acuerdo sobre el monto y la forma de pago, en caso de que

5
A como plantean en un interesante artículo científico Batista Pereira y Coral Lucero, la función social se basa
en un concepto del Estado como una entidad que tiene obligaciones frente a los ciudadanos, por tanto, este
utiliza su poder soberano sobre un bien (propiedad) con libertad de hacer lo que es conveniente para la sociedad.
Eliécer Batista Pereira y James Iván Lucero. La función social de la propiedad: la recepción de León Duguit en
Colombia. Criterio Jurídico Santiago de Cali V. 10, No. 1. Veáse completo en:
http://www.ceppia.com.co/Documentos-tematicos/SECTOR-RURAL/FUNCION-SOCIAL-DE-LA-
PROPIEDAD.pdf. Pp. 62 y 63.
Consecuentemente, la función social se puede plantear, a lo que la parte práctica respecta, como la disolución
de latifundios no cultivados, haciendo acrecentar la pequeña y mediana propiedad rural; urbanizando espacios
urbanos o suburbanos ociosos, crear obras de interés público (una central hidroeléctrica, eólica, térmica, etc.);
en resumen, hacer cosas buenas y con utilidad para el colectivo. Sin embargo, no fue así; a como se planteó en
clases, parte del interés que se tenía en que existiera una ley de expropiación de amplio espectro y sin límites
como el que se tenía es, el de poder elegir qué proyectos se pueden tener con carácter de “interés general” y
“social”(ya que el Estado, encontrándose bajo el dominio de Somoza y sus funcionarios instaurados por
nepotismo podían decidir que expropiar sin ningún problema, además de decidir cuanto pagar en
indemnizaciones; indemnizaciones que, salían del bolsillo del Estado). Bajo esta circunstancia se expropiaron
propiedades con fines militares; por otra parte, también ocurrieron expropiaciones para fines personales
(creación de haciendas latifundistas para Somoza y su elite); el maestro comenta este sentido que entre Somoza
y su elite eran dueños prácticamente de casi toda la zona geográfica aledaña el río San Juan, para obtener esto
se valieron del instrumento jurídico estudiado.
transcurran ocho días y no se llegue a un acuerdo se procederá a realizar un juicio de
expropiación.

Así mismo, al tratarse de acciones necesarias de realizar a razón de un estado de Emergencia


Nacional, decretado de conformidad al arto. 196 Cn. 1974 y en base al decreto se hace la
declaración de interés por la entidad correspondiente.

Para realizar expropiaciones que beneficien al Estado, Distrito Nacional o Municipios la ley
plantea que la declaratoria se hará por decreto ministerial, ministro del Distrito nacional o
del Consejo Municipal, respectivamente. Sin embargo, donde entran más de dos municipios
en interés la declaratoria debe de hacer por decreto ejecutivo. Por consiguiente, únicamente
personas de derecho público y relacionadas directamente con la administración estatal (lo
que podría decirse como gobierno central) pueden ser sujetos expropiantes y únicamente
sujetos de derecho privado pueden ser expropiados (sean personas naturales o jurídicas). La
persona o entidad encargada de llevar a cabo el plan motivo por el cual se realizó la
expropiación debe ser llamada “unidad ejecutora”, a la vez que se encarga de gestionar las
expropiaciones necesarias. Así mismo, en caso que uno de los expropiados muestre
resistencia, el expropiante puede recurrir ante autoridad judicial, sin recurso posterior,
resolviendo lo que sea procedente posteriormente y ordenando, de necesitar, que intervenga
las autoridades policíacas. Así mismo se establece el pago por medio de bonos de
indemnización apoyándose sobre el art. 82 Cn. (de 1974).

En el Capítulo III se trata lo referente a la expropiación forzosa 6; al ser, este tipo de


expropiación un procedimiento, este se ventilara por la vía civil y con arreglo al código
procesal civil de 1906, la demanda debe de ser presentada por la Unidad Ejecutora a favor
del beneficiario, y se presentara ante cualquiera de los jueces de lo Civil del distrito de la
jurisdicción donde estuvieran situados los bienes afectado, o ante el juez del domicilio del
demandado, siendo esto a elección del expropiante.

El juicio solo podrá versar sobre lo que corresponde a la indemnización, el alcance que esta
deba tener y constatar si la declaración de utilidad pública en la que se basa la demanda no
ocasiona un efecto contraproducente sobre los bienes o derechos. En caso de ser inmuebles,
obviamente debe de hacer la ubicación se verá todo lo referente a mejoras, y datos de
inscripción. Sin embargo, en caso de descontento del demandado la Unidad Ejecutoria puede
nombrar un perito para los casos en dictamen pericial, sin embargo, esta ley al ser posterior
al código procedimental y lo relativo al principio del derecho en que se establece que la ley
posterior prevalece por sobre la anterior, aun cuando esta le sea contraria; ocasiona que el

6
Expropiación Forzosa: Acción y efecto de expropiar, de desposeer de una cosa a su propietario dándole en
cambio una indemnización justa. Se entiende que la facultad de expropiar está reservada a los organismos
estatales, provinciales y municipales, y a condición de que se efectúe por causa de utilidad pública, calificada
por ley y previamente indemnizada. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales.
Editorial Datascan, S.A. Guatemala. Pp. 397.
estado escoja arbitrariamente la persona encargada de realizar el periciaje. Otro aspecto que
se ha de tomar en cuenta, es que, el juez al recibir la demanda de expropiación deberá tomar
como parte pasiva o demandada, al dueño del bien/derecho objeto de expropiación, el
poseedor de este y cualquier otra persona que tuviera inscrito algún derecho sobre el bien en
el registro público de la propiedad inmueble.

Sin embargo, hay una discordancia en la ley misma, el art. 14 de este dice que el perito debe
ser nombrado por las partes y de no haber acuerdo (en el caso de que sean varios sujetos
pasivos los que recepcionen la demanda) el juez lo hará de oficio. El mismo artículo, por
cuestiones de simplificación procedimental y lógica jurídica establece que, de ser varios los
demandados, deben de establecer un procurador común para evitar dilaciones por la
multiplicidad de factores que representaría tener a varias personas como demandados.

En caso que el demandado se allane, se produciría la figura procesal del avenimiento y se


procedería en consecuencia; ésta figura, según Cabanellas y Ossorio equivaldría a mediación,
conciliación o transacción; sin embargo, consideramos obvio el significado que adquiere esta
palabra por el contexto del texto jurídico, siendo el de transacción el más conveniente al
momento de interpretar, o sea, que se aceptaría la pretensión de la Unidad Ejecutoría en
cuanto al monto de la indemnización y el alcance que tendrá ésta.

La ley resuelve lo relativo a los conflictos jurídicos que surgirían en caso que el objeto de
expropiación esté involucrado en algún negocio jurídico, al respecto el art. 15 de la ley nos
dice que “no perjudicará en manera alguna los derechos del expropiante ningún acto o
contrato celebrado por el propietario o poseedor del bien o derecho objeto de la
expropiación después de la anotación preventiva en el Registro…”.

En caso que los demandados no evacuaren la audiencia se nombrará lo que la ley denomina
un “guardador ad-litem”7; sin embargo a nuestro criterio jurídico consideramos como un
término desconocido, ya que ni Caballas le define, al igual que Ossorio y El Diccionario
Jurídico Mexicano8, por mencionar algunas de las fuentes consultadas; sin embargo, Ossorio
da un criterio doctrinal de lo que los autores consideran como más bien un curador ad-litem,
en este sentido Ossorio nos brinda la siguiente definición: “Persona designada por el juez
para seguir los pleitos y defender los derechos de un menor, de un ausente o del sometido a
interdicción civil o a otra incapacidad. En el Derecho esp., al desaparecer la figura del
curador, las funciones específicas de este especial son confiadas a un defensor judicial”9.

En todo caso, esta figura cumple con las mismas funciones que las definidas anteriormente,
o sea, representa en el juicio de expropiación a la persona incapaz (por el motivo que fuese);

7
Ad-litem: para el juicio. Barbería, María E. Diccionario de Latín Jurídico. Primera Edición. Valletta Ediciones.
Florida, Estados Unidos, 2006. Pp. #12
8
Varios Autores. Diccionario Jurídico Mexicano. Instituto de Investigaciones Jurídicas. UNAM. México, 1982.
9
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Editorial Datascan, S.A. Guatemala.
Pp. 247.
más, si en cualquier momento llegaré a comparecer el agraviado, este asume su propia
representación desde este instante.

Ahora, al momento de la expropiación hay algunos principios que debe de tener el juez
encargado de conocer el juicio de expropiación; en primer momento, las partes pueden apelar
sobre el alcance de la expropiación, ya que si ésta en su forma parcial perjudica gravemente
al propietario será preferente que se realice completa abarcando la totalidad del predio a
expropiar.

Siguiendo la línea del art. 17, el segundo párrafo nos habla acerca del curioso término de
“servidumbre administrativa”, sin embargo, la expresión, así como tal aparece en el texto de
la ley no pudo ser localizada en la doctrina, por lo que la hermenéutica será la única vía que
nos acerque más a la cognición de esta. Escriche, según Ossorio, define el término de
servidumbre (cuando este es usado enfocado a un inmueble) como: “Derecho a que está
sujeta la cosa ajena en utilidad nuestra o de un fundo que nos pertenece o bien el derecho
constituido en cosa ajena mediante el cual se halla obligado el dueño a no hacer o a permitir
que se haga algo en ella en beneficio de otra persona o cosa”10. Tomando en cuenta las
últimas líneas del segundo párrafo, ésta claramente nos dicen que “más los daños efectivos
que ocasionare la obra”; en base esto, se quiere tazar con un 15% por sobre el precio de la
obra realizada por el Estado en un predio de servidumbre administrativa; al momento de
expropiar una propiedad para la realización de obras públicas (por ejemplo la instalación de
torres de transmisión eléctrica) deberá de pagarse con un 15% de indemnización por sobre el
valor real de la obra. Esto la ley ha decidido llamarle servidumbre administrativa nos
apoyamos en este criterio porque la palabra final es tajante, obra, o sea una obra de utilidad
pública, quedando el dueño obligado a que se haga servidumbre en esto en beneficio de la
colectividad.

La etapa probatoria del juicio de expropiación durara 8 días, el juez luego fijará el precio a
pagar por el bien expropiado, sin poder este ser nunca menor al tazado por la unidad
expropiadora en su demanda, el pago, a como se decía anteriormente se tiene preferencia por
que se realice en bonos de indemnización por lo beneficioso que le resulta al Estado, pero la
unidad expropiadora decidirá esto, teniendo la opción de pagar en bonos de deuda pública
efectivo o en un punto medio. Así mismo, librara en favor del expropiante la certificación de
la sentencia para su inscripción como título de propiedad enviando, a su vez, una copia de
oficio a la Dirección General de Ingresos.

En caso de que el expropiante no realizase el pago de la indemnización dentro de un término


de 30 días el juicio caducará sin perjuicio del demandado, por lo que este podrá exigir los
daños y perjuicios que se hubiesen causado con la demanda.

10
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Editorial Datascan, S.A. Guatemala.
Pp. 889.
Si bien es cierto la resolución judicial del juicio expropiación no acepta ningún recurso
ordinario y extraordinario, si acepta la apelación11 CONTINAUR DESPUES CON ESTO
ARTICULO 21

Dentro del juicio de expropiación no habrá lugar para tercerías (reclamo y presentación de
pretensiones por parte de un tercero que sea agravado por la expropiación), que tiendan a
mermar la ejecución de la sentencia, por lo que las acciones de terceros que se lleven a cabo
sobre el monto de la expropiación o sobre el bien objeto de expropiación quedan a salvo y se
llevará a cabo conforme los procedimientos del derecho común (Derecho Civil). Quedando
los derechos del reclamante garantizados preferentemente sobre el monto de la
indemnización.

En caso que mientras el transcurso del procedimiento de expropiación apareciese algún


tercero alegando en sus pretensiones tener derecho por sobre el bien objeto de expropiación,
el juez tramitará por separado, de conformidad al derecho común, sin interrumpir el
procedimiento de expropiación ya realizado. Por lo que se faculta al juez para de una manera
“paralizar” el depósito de la expropiación en el banco central (en el tiempo en el que el monto
se encuentre paralizado en el banco central, este no devengará intereses de ningún tipo).

Si la parte pasiva, en el procedimiento, fuese un menor o un incapaz, los representantes


legales de estos, sin previa autorización judicial, podrán tramitar el curso del procedimiento,
sin embargo, suena algo discordante el hecho del artículo donde se trata esto (art. 24) llame
para ser oído, al representante del Ministerio Público, ya que en todo caso, debería ser una
entidad encargada de velar por el bien e intereses de estas personas; sin embargo, podría
atribuirse esto a qué, en aquel entonces se carecía de dicha identidad (hoy día para el caso de
los menores podríamos mencionar el procurador/ora de los derechos de los niños/as y
adolescentes) o simplemente el legislador consideró más conveniente llamar al representante
del MP a que manifestase su opinión.

El expropiado debe de desocuper el bien expropiado una vez resuelto el juicio de


expropiación, en caso de no ser así, a petición de la parte expropiante, el juez señalará un
plazo de 3 días para que cumpla con la obligación, en caso de que el término finalizare y no

11
Recurso que la parte, cuando se considera agraviada por la resolución de un juez o tribunal, eleva a una
autoridad judicial superior; para que, con el conocimiento de la cuestión debatida, revoque, modifique o anule
la resolución apelada. Pueden apelar, por lo general, ambas partes litigantes.
El que interpone la apelación se llama apelante; y apelado se denomina al litigante vencedor, contra el cual se
apela. CON EFECTO DEVOLUTIVO Y SUSPENSIVO. La apelación legítimamente interpuesta, dice
Escriche, suspende la jurisdicción del juez de primera instancia, y devuelve o transfiere la causa al juez o
tribunal superior. Por eso se dice que la apelación tiene dos efectos: uno suspensivo y otro devolutivo.
Cabanellas de las Cuevas, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Undécima Edición. Editorial HELIASTA
S.R.L. Argentina, 1993.
se hubiese realizado la desocupación el juez ordenará la entrega por medio de la autoridad de
policía.

El objeto expropiado siempre quedara libre de todo gravamen o responsabilidad, por lo que,
de comparecer alguna persona pretendiendo algún derecho durante el juicio o después,
pueden hacerlo valer posteriormente contra el expropiado sin perjuicio del expropiante, por
lo que, en consecuencia, será el expropiado, de ser ciertas las pretensiones de los terceros
agravados, deberá fraccionar su indemnización y darle lo que le corresponde a estos terceros.

El capítulo IV se enfoca en lo relativo a la Transmisión e Inscripción de los Bienes


Expropiados. Los registradores públicos devengaran un 25% por sobre los honorarios
autorizados por la inscripción del inmueble. Así mismo, la transmisión de dominio de la
propiedad, al tratarse de fines constructivos y en pro de la sociedad, quedan eximidos de
cualquier tipo de gravamen. Se usará papel común para los expedientes que se instruyan
conforme esta ley.

En el caso de no ejecutarse la obra motivo de la expropiación, o en el caso de que una vez


ejecutarla resultare algún sobrante y el adquiriente quisiese vender el bien, en un primer
momento debe de hacerlo saber al expropiado, quien tiene derecho preferente sobre la oferta
del bien, devolviendo de la suma recibida lo que proporcionalmente corresponda a la parcela
sobrante. Aunque se deberá incluir en el precio el aumento de la plusvalía del predio
producto de las mejoras realizadas. En un caso de que el expropiado, pasado los tres meses
de plazo después de notificado por el expropiante, no usa el derecho que anteriormente se
enuncia, el expropiante puede enajenarlo libremente sin perjuicio propio.

El último capítulo de la ley (capítulo V) trata lo referente a los pagos realizados en bonos de
indemnización. El bono, por lo tanto, se configura de la siguiente forma: nombre de la entidad
emisora, indicación del programa de cuya financiación apoye, numero de serio, valor nominal
y nominativo, orden y monto de la emisión, nombre de quien sea el beneficiario, fecha de
emisión, vencimiento y lugar de pago, las firmas del ministro de hacienda y crédito público
y el tesorero general de la república (cuando sean emisiones realizadas por el Estado) y
cuando se trate de otras entidades, la firma del ministro o alcalde y del tesorero
respectivamente, sello de la entidad emisora y registro de los bonos en el registro
correspondiente. Así mismo en el reverso se encuentra lo referido a disposiciones principales
de la ley de expropiación en las que se fundamentan la emisión de bonos, dejando espacio
para endosos (transmisión del título mediante la fórmula escrita establecida en el reverso del
documento para ceder el crédito documental a otro) y los respectivos registros de los mismos.
Por los que los bonos son enajenables y transmisibles en la forma para que esta clases de
títulos se establece en la Ley General de Títulos Valores.

Los intereses de los bonos serán pagados en la Tesorería General de la República o en la


Administración de Rentas correspondiente, si se tratase del Estado; en caso contrario en la
Tesorería correspondiente. Los intereses serán pagados con la presentación del cupón en el
inicio de la fecha de vencimiento correspondiente.

Desde la fecha en la que debió de haber sido pagado el cupón, la persona que posee los
derechos sobre este tiene un plazo de 5 años para recibir el pago, en caso de llegar al término
no tendrán valides y se darán por cancelados.

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