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Lecciones de Mayordomia Cristiana
Lecciones de Mayordomia Cristiana
COMISIÓN DE MAYORDOMÍA
ASOCIACIÓN BAUTISTA MISIONERA DE MÉXICO
SIETE
LECCIONES
SOBRE
MAYORDOMÍA
BÍBLICA
Por:
Miguel Núñez Hernández, Pastor.
Calle 33 No. 157, Col. Estado de México
Nezahualcoyotl, 57210, Estado de México
México
2005-6
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Lección 1.
Gen 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que lo labrara y lo guardase.
Gen 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer;
Gen 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que
de él comieres, ciertamente morirás.
Gen 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él.
Gen 2:19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de
los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que
Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
Gen 2:20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del
campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
Gen 2:21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Gen 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre.
INTRODUCCION:
En la Biblia RV60, la palabra mayordomía aparece en la parábola del mayordomo
infiel, Luc. 16:2-4, solamente tres veces, mientras que la palabra mayordomo es más
frecuente. En el Nuevo Testamento, mayordomía es la traducción de la palabra griega
“oikonomia” de donde procede nuestra palabra economía, y se traduce en varios
pasajes de diferente manera, en Luc. 16:2-4, se traduce por “mayordomía”; en 1 Cor.
9:17, por “comisión”; en Ef.1:10 y 3:2 por dispensación; en Col.1:25 por
“administración”. Literalmente oikonomos significa leyes o reglas de una casa y se
refiere a la correcta administración de los bienes materiales de una casa. Por lo tanto, el
mayordomo es la persona encargada de tal administración. Desde el punto de vista de la
3
posición honorable que le compete en el orden divino. El apóstol Pedro hace referencia
a Sara como ejemplo de sujeción y obediencia para todas las mujeres cristianas: Porque
así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en
Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole
señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer
ninguna amenaza. 1 Ped. 3:5-6 Sin embargo, Dios pone en el hombre la
responsabilidad del cuidado de su pareja. Una relación sana en pareja haría en Adán un
hombre motivado para realizar sus tareas diarias sin sentir el peso de la responsabilidad
que implicaba su alta posición ante Dios. El trabajo y los problemas que el hombre tiene
que enfrentar diariamente se aligeran con la ayuda de la esposa y más cuando existe una
armonía plena. Nuevamente, el apóstol Pedro recuerda que: Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más
frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones
no tengan estorbo. 1 Ped. 3:7.
IV. CONCLUSION.
Adán al igual que cada hijo de Dios ha sido creado para administrar los bienes de Dios,
estos bienes no solamente son dinero, sino familia, vida personal, tiempo, etc, Él es el
único Señor de todo y es un privilegio poder participar en la administración de Sus
recursos. Hacerlo con obediencia traerá grandes beneficios para toda la familia y el
honor de ser reconocidos por parte de Dios.
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INTRODUCCIÓN.
En este relato encontramos a dos hombres ofreciendo su adoración a Dios por medio de
ofrendas. Desde tiempos muy antiguos, los hombres tenían la costumbre de ofrendar a
Dios como lo notamos en este pasaje bíblico. Caín y Abel vivieron muchos siglos antes
del Diluvio.
“Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová” (v.3). La palabra hebrea minjah
se traduce como “ofrenda, don, tributo, sacrificio, presente, oblación” y se utiliza unas
200 veces en todos los períodos que comprenden el Antiguo Testamento. Traer una
ofrenda era una forma de corresponder a Dios con gratitud por las constantes
bendiciones recibidas.
En el relato bíblico de Caín y Abel se notan tempranamente, por una parte, las actitudes
egocentristas y por otra, las actitudes espirituales en la adoración a Dios. Caín muestra
la naturaleza de un hombre sin el temor de Dios y una fuerte manifestación de
ingratitud, llegando a ser el representante del hombre natural que no comprende las
cosas del Señor y que ni siquiera le interesan; mientras que, Abel es el ejemplo del
hombre que vive bajo la soberanía de Dios y que se somete voluntariamente a El con
corazón agradecido ofreciendo una adoración sincera y espiritual.
Es notable este pasaje, que nos muestra a Caín y Abel como mayordomos en una época
tan primitiva con sus diferentes oficios y que tenían el deber de corresponder a Dios por
el fruto de sus labores.
primeros frutos, las ovejas también se habían llenado de crías, Dios era el Dador
generoso que había hecho crecer plantas y animales. Los frutos de ambos eran producto
de la generosidad de Dios. Digno era por tanto de ser alabado. “…Caín trajo del fruto de
la tierra una ofrenda a Jehová…Y Abel trajo también de los primogénitos de sus
ovejas…” (v.3-4), cada uno vino para ofrecer su ofrenda a Dios. En esto no se ve
forzamiento de sus padres, ni siquiera de Dios, vinieron por su propia voluntad ante
Dios. El apóstol Pablo recuerda que: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres;” Col.3:23. ¿De qué manera está usted ofrenda a
Dios? ¿Lo hace presionado por la gente o lo hace de corazón sincero? ¿Cuándo trae su
ofrenda a Dios? ¿O se le olvida que tiene que honrar a Dios con sus bienes? ¿O utiliza la
ofrenda bajo el pretexto de suplir necesidades familiares? Sin embargo, a pesar que Caín
y Abel trajeron su propia ofrenda ante el Señor, existió una gran diferencia; no en la
ofrenda misma sino en la actitud que ellos mostraron al presentarla delante de Dios.
indiferente hizo que Dios no mirara con agrado su ofrenda ni al él mismo, Gen.
4:5.
IV.- CONCLUSIÓN.
La ofrenda es parte de nuestra adoración a Dios que surge de un reconocimiento de Su
grandeza y bondad. Todas las cosas proceden de Él y es correcto que correspondamos
con gratitud a Sus beneficios. Pero, podemos caer en el error de ser insensibles,
rutinarios en la manera de presentarla y llegar hasta ser como Caín o podemos tomar el
ejemplo de Abel de traerle al Señor de lo mejor de nuestra labor, con la plena certeza de
que es Dios mismo quien nos ha prodigado de tantos favores.
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INTRODUCCIÓN
Los cristianos han recibido grandes y maravillosos regalos de Dios. Tienen los regalos
de la salvación, el compañerismo con Cristo, Su fortaleza, el privilegio de ser un
colaborador con El y la enseñanza, el consuelo y la dirección del Espíritu Santo. Jesús
dijo: ". . . de gracia recibisteis, dad de gracia" (Mateo 10:8). Puesto que hemos recibido
tanto de Dios, debemos estar dispuestos a ser fieles mayordomos de esas bendiciones.
Podemos aprender por el ejemplo de los israelitas que hay un verdadero gozo en dar.
Los israelitas estaban en constante movimiento, viajando a través del desierto hacia
Canaán. Dios quería viajar al lado de Su pueblo. ¿Qué tipo de casa les dijo El que le
construyeran? ¡El quería una tienda de campaña! Una bonita y costosa tienda de
campaña que ellos podrían poner y quitar y volver a poner dondequiera que ellos
acamparan. La tienda de campaña se llamaría el Tabernáculo.
Dios ordenó a Moisés que construyera el Tabernáculo justamente en el centro del
campamento israelita. Dios quería estar en el centro de la vida y la adoración de Su
pueblo. Dios dijo: "Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos" (Éxodo
25:8).
¡Qué maravilloso! Se calcula que ellos dieron más de un millón de dólares en oro y
plata solamente. Esto fue posible porque cada uno dio según su capacidad. Esto es todo
lo que Dios espera de nosotros: dar según nuestra capacidad. El apóstol Pablo enseñó
esto en el Nuevo Testamento: "Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta
según lo que uno tiene, no según lo que no tiene" (II Corintios 8:12).
Dios sabe lo que nosotros tenemos, y El mira, no tanto lo que damos, sino lo que
guardamos para nosotros mismos. La obra de Dios necesita dinero. Sus iglesias
necesitan dinero. ¡Pero no es suficiente con que demos dinero! Debemos darnos primero
a nosotros mismos. Pablo escribió acerca de esto en II Corintios 8:5. El dijo acerca de
algunos de los cristianos primitivos: "Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos
se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios".
CONCLUSIÓN
¿Cuál tipo de dador eres tú? ¿Te gusta compartir lo que tienes con tu iglesia y con los
hermanos necesitados? ¿Das ofrendas generosas? ¿O te da pena soltar tu dinero? Fíjate
en lo que dice la Biblia: "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno
dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre" (II Corintios 9:6, 7).
Si no eres un "dador alegre", puede ser que no te has rendido completamente al Señor.
Recuerda al cacique y sigue su ejemplo.
· Lecciones Bíblicas para Escuela Dominical y Estudios Bíblicos, Tomo II, Núm. 1,
página 43.
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SEAMOS AGRADECIDOS
Lección 4.
BASE BÍBLICA: Jer 33:11; Sal. 100:1-5; Col. 3:15; 1 Tim. 4: 4-5.
Jer. 33:11…ha de oírse aún voz de gozo y de alegría, voz de desposado y voz de
desposada, voz de los que digan: Alabad a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es
bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan ofrendas de
acción de gracias a la casa de Jehová. Porque volveré a traer los cautivos de la tierra
como al principio, ha dicho Jehová.
Sal. 100:1 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Sal. 100:2 Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
Sal. 100:3 Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Sal. 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Sal. 100:5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
Col 3:15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis
llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
1 Tim. 4:4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma
con acción de gracias;
1 Tim. 4:5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
INTRODUCCIÓN:
Alguien ha dicho que la gratitud es la memoria del alma. Recordar con una actitud de
agradecimiento los favores recibidos de alguien, permite con el tiempo conservar la
amistad y la buena relación personal. ¡Cuánto más en vista de que hemos recibido
infinitos favores de parte de Dios! Todo lo que tenemos le pertenece al Señor y Él nos
lo comparte para nuestro beneficio, por tanto, es justo y santo, corresponder con
acciones de gracias lo que nos viene por la misericordia de Dios. Lamentablemente
muchas personas son de corazón duro para expresar su gratitud al Señor; ellas piensan
que con su esfuerzo y conocimiento obtienen los recursos para su subsistencia. Sin
embargo, los hijos de Dios debemos manifestar lo contrario, expresando cada día con
alegría de corazón nuestro sincero agradecimiento a Dios. Es necesario por tanto, que
como mayordomos de Dios le estemos agradecidos por habernos escogidos para tan
gran privilegio y para tan ricas bendiciones de las que ahora participamos.
santa alegría debemos acercarnos a El para estar listos para realizar tan sublimes tareas
que nos demanda, ya que, los ángeles desean tener lo que nosotros tenemos. El mismo
Eliezer, el anciano y fiel mayordomo de Abraham, no tenía parte en la herencia del
padre de la fe, sino Isaac, el verdadero hijo de la promesa, pero, nosotros, pueblo suyo
somos y ovejas de su prado, aún siendo mayordomos tenemos rica herencia en Cristo,
pues, somos hijos que sirven: Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Rom. 8:17.
CONCLUSION
La mayordomía cristiana no se realiza con una actitud fría en el servicio a Dios sino con
una cálida gratitud. Porque no somos obreros sin ninguna relación con el que nos llama
a su servicio, sino, aquellos que son más que mayordomos: 1) libertados de la esclavitud
del pecado; 2) el pueblo que le pertenece a Dios; 3) hijos alimentados por la bondad de
Dios; por tanto, con cuánta gratitud debemos servir a nuestro Señor y someternos
amablemente para realizar cada una de las tareas dadas por Él.
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Lección 5.
INTRODUCCIÓN:
I. LA NATURALEZA
En tiempos muy antiguos, el señor de una casa escogía al más apto de sus servidores y
lo colocaba como su mayordomo o administrador. José fue el mayordomo en la casa de
Potifar (Génesis 39:4-6). El puesto de mayordomo es de mucha honra y
responsabilidad. El hombre es un mayordomo de Dios. En Génesis 1:3 leemos que Dios
puso al hombre sobre todo lo creado por El. La mayor parte de los predicadores, al
hablar de la mayordomía, hablan sólo del dinero, dejando a un lado la administración de
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Hay tres puntos que la Biblia recalca acerca de la mayordomía. (1) Todos los hombres y
las cosas pertenecen a Dios, debido a que El lo creó todo. "De Jehová es la tierra y su
plenitud; / El mundo, y los que en él habitan. / Porque él la fundó sobre los mares, / Y la
afirmó sobre los ríos" (Salmo 24:1, 2). (2) El hombre es el administrador de las riquezas
de Dios. ". . . Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree. . ." (Génesis 1:26). (3) El hombre deberá dar cuenta a Dios de la calidad de su
mayordomía. ". . . cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:12).
(Lea Lucas 16:2.)
Materialmente hablando, todo lo que usted tiene proviene de Dios, y no es para que
usted lo administre a su gusto. Es para suplir sus necesidades, y también para dar honra
y gloria a Dios.
Dios nos ha dado dones y talentos para ponerlos al servicio de la humanidad y con ellos
dar gloria a Dios. Romanos 12:6 dice: "Ü€ manera que, teniendo diferentes dones,
según la gracia que nos es dada. . ." La palabra "don" viene del griego "carisma" que
equivale a "dones de gracia". Somos responsables delante de Dios y tendremos que dar
cuenta ante Dios de lo que hagamos con esos dones. (Recuerde la parábola de los
talentos.)
Cada creyente tiene al menos un don espiritual. "Pero a cada uno le es dada
manifestación del Espíritu para provecho" (I Corintios 12:7). Ningún creyente tiene
todos los dones; y si alguno tiene más dones que nosotros, no debemos envidiarlo. Así
como el cuerpo necesita de los ojos, la nariz, la boca, etc., para funcionar normalmente,
así también la vida espiritual de la iglesia ha sido provista con dones espirituales para su
buen funcionamiento. Dios ha puesto a hermanos capacitados en la iglesia para llevar a
cabo el trabajo para lo cual ha sido establecida. Cuando un creyente no pone sus dones
al servicio de la iglesia, está fallando ante el Señor de la misma. Negarle al Señor
nuestro servicio es peor que negarle nuestros diezmos.
Todos los dones son impartidos por el Espíritu Santo con el propósito de que sean
puestos todos al servicio de la iglesia del Señor. Si esto hacemos, creceremos en la vida
espiritual
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IV. LA PRÁCTICA
¿Con qué espíritu debe ser puesto en práctica todo don de Dios? No debe ser con un
espíritu de orgullo o de confianza en nosotros mismos. Romanos 12:9-18 nos da la
explicación de esto. Aun un don espiritual puede ser usado equivocadamente si nuestra
actitud mental y espiritual no es correcta.
B. Use su don espiritual con fervor (Romanos 12:11). No se deje dominar por el
desánimo ni el desaliento. Esfuércese en la gracia que hay en Cristo Jesús.
D. Use su don espiritual con liberalidad (Romanos 12:13). Nunca considere el don
como de su propiedad. Este ha sido dado por Dios para el servicio suyo al través de sus
semejantes.
E. Ejercite su don espiritual libre del egoísmo (Romanos 12:14). No use sus dones
para su propio provecho. Úselo para el beneficio de todos, aun de aquellos que le son
desagradables.
Tomando en cuenta los puntos anteriores, examine su vida y vea que clase de
administrador de los dones de Dios es usted. Siendo un buen administrador de los dones
de Dios, usted crecerá y madurará en la vida espiritual.
CONCLUSIÓN:
· Lecciones Bíblicas para Escuelas Dominicales y Estudios Bíblicos, Tomo II, Núm. 4.
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Lección 6.
BASE BIBLICA: Gen. 14:20; Lev. 27:30; Dt. 14:28; Mt. 23:23; Luc. 18:9-14.
Gen 14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le
dio Abram los diezmos de todo.
Lev 27:30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los
árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Dt. 14:28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año,
y lo guardarás en tus ciudades.
Mat 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta
y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Luc 18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los
otros, dijo también esta parábola:
Luc 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
Luc 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano;
Luc 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Luc 18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Luc 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
INTRODUCCIÓN:
Muchos creyentes tienen la idea de que el diezmo fue instituído por Dios en la Ley y
dado al pueblo de Israel por medio de Moisés, por lo tanto, nada tiene que ver con el
creyente que se encuentra “bajo la gracia”.
Sin embargo, un estudio sencillo y sincero nos mostrará todo lo contrario. Y que el
diezmo es el punto de partida para una mayordomía bíblica que trae bendición y
edificación no sólo a la vida del hijo de Dios sino a todo el pueblo del Señor. Por esta
razón, el diezmar tiene que tomar su lugar correspondiente porque es la voluntad de
Dios practicarlo en la manera adecuada. ¿Que es el Diezmo? La definición bíblica del
diezmo es "la décima parte de las ganancias de una persona": "cada año, sin falta,
apartarás la décima parte de todo lo que produzcan tus campos" (Deuteronomio
14:22). Los diezmos incluyen todas las ganancias, no importa la fuente de donde
provengan, tales como granos, frutas, ganados y rebaños (Levitico 27:30, 32).
(Gén. 14: 9, 14-17). Habiendo vencido a aquellos reyes, recobró todos los bienes tanto
de Lot como de la gente que estaba con Lot. Fue entonces, que en el camino de regreso
le salieron al encuentro de Abram, los reyes de Sodoma y de Salem. El rey de Salem,
llamado Melquisedec, bendijo a Abram y le dio pan y vino. Fue aquí cuando Abram le
entregó lo diezmos. El texto no explica claramente si Abram dio los diezmo como
gratitud de la victoria obtenida o por alguna razón específica. Simplemente, no lo dice.
Sólo dice que le dio los diezmos a Melquisedec. El escritor Pablo Hoff reconoce tres
razones que posiblemente motivaron a Abram a dar el diezmo: 1) Como manifestación
de adoración y sometimiento a Dios el Creador y Dueño de todo…2) Como
manifestación de gratitud, pues Dios había entrega a sus enemigos en manos de
Abram…3) Como manifestación del creyente que sirve al Dios del cielo, de que
reconoce y sostiene a su representante en la tierra.1 Mas adelante, el rey de Sodoma
ofrece bienes a Abram, y éste las rechaza, Gén. 14: 21-23. Porque la seguridad y riqueza
de Abram están en Dios, quien es el Dueño y Creador de todo. En Hebreos 11,
encontramos los grandes hombres de fe: Abel. Noé, Abram, Isaac, Jacob, etc. Vivieron
y lucharon durante toda su vida por medio de la fe. Era esta fe la que animaba a Abram
a creer en las promesas de Dios para su linaje. Abram entregó sus diezmos como un
acto de fe en Dios para el porvenir. La fe nos motiva a dar los diezmos para el
sostenimiento del culto a Dios. La fe que vacila hace que los diezmos no sean dados.
Este pasaje es básico, porque la Ley aún no había sido instituída. Esto iba a requerir un
poco mas de cuatrociento años para ser promulgada y encontramos a un hombre de fe, a
Abram ofreciendo sus diezmos a Dios por medio de sus sacerdote, Melquisedec, mucho
antes de la Ley.
1
Hoff, Pablo, El Pentateuco, Edit. Vida, 1978, Florida, U.S.A., pág. 56.
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la voluntad de Dios. Jesús les dijo. “Esto es necesario era necesario hacer, sin dejar de
hacer lo otro”. ¿Qué estaban pasando por alto, los fariseos?. Estaban evadiendo
abiertamente: la misericordia, la justicia y la fe. La misericordia es el amor que se
demuestra a aquel que se encuentra en una condición lamentable y los fariseos habían
olvida tan importante principio espiritual. La misericordia es la base de la segunda
milla. Es la virtud de alguien que está interasado en el dolor, en el sufrimiento de los
demás que en sus propios derechos personales. La justicia es el actuar acorde a la
verdad. “Es someterse al juicio de Dios y conducir la vida de acuerdo a Su voluntad” –
escribe Joao Falcao Sobrinho.2 La fe es la percepción espiritual de lo invisible y de lo
imposible en base a las promesas y el carácter de Dios. Es la plena confianza que se
experimenta al saber que la vida se encuentra depositada en la mano de Dios. Cuando
colocamos nuestros diezmos en el alfolí sabiendo que la Obra de Dios requiere fuertes
sumas para alcanzar a los perdidos es la fe. Los diezmos sin fe constituyen un obstáculo
para la gracia y el poder de Dios. Jesús aprobó el diezmo bajo el fundamento de un
corazón que vive en la misericordia, la justicia y la fe en el Señor.
2
Falcao Sobrinho, Joao, Teología de la Mayordomía Cristiana, Casa Bautista de Publicaciones, 1987,
U:S:A
21
fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.
2. El diezmo es la muestra de amor a Jesús. “Si me amáis, guardad mis
mandamientos” Juan 14:15 Por medio del ofrecimiento del diezmo al Señor nos
estamos sometiendo a su soberanía. El nos pide dar el diezmo, nosotros lo
ofrecemos en plena adoración. Demostramos serle obedientes y la obediencia es
un principio de bendición para nuestras vidas.
3. El diezmo es un termómetro de vida espiritual en el creyente y en la Iglesia.
En la Biblia podemos observar claramente que los avivamientos en el pueblo del
Señor llegaron cuando la liberalidad en los diezmos se manifestó, 2 Cron. 31:5-
6; Neh. 13:12; por el contrario, la apostasía y la derrota espiritual llegaron
cuando fueron olvidados los diezmos, Mal. 3:7-8. Cuando los diezmos son
negados por creyentes indolentes no es el presupuesto el que corre el mayor
riesgo sino la fe, la misericordia y la justicia.
CONCLUSION:
La Biblia enseña que los diezmos son una práctica mucho antes de la promulgación de
la Ley y que los verdaderos creyentes eran diezmadores. El Señor Jesús aprobó el dar
los diezmos con un sentido espiritual y habrá bendición para el pueblo de Dios. Se
pueden cometer serios errores en el diezmo y para esto debemos considerar la
enseñanaza de la Palabra de Dios y recibir con humildad su enseñanza.
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Mat 25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a
sus siervos y les entregó sus bienes.
Mat 25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a
su capacidad; y luego se fue lejos.
Mat 25:16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros
cinco talentos
Mat 25:17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
Mat 25:18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero
de su señor.
Mat 25:19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló
cuentas con ellos.
Mat 25:20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos,
diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco
talentos sobre ellos.
Mat 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mat 25:22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Mat 25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mat 25:24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te
conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste;
Mat 25:25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo
que es tuyo.
Mat 25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego
donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
Mat 25:27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo,
hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Mat 25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
Mat 25:29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo
que tiene le será quitado.
Mat 25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
INTRODUCCIÓN:
Dios ha dado grandes dones y talentos a sus hijos los cuales deben ser administrados de
la manera correcta para su mejor provecho. Tales dones y talentos incluyen la vida
espiritual, los dones espirituales, el cuerpo, el tiempo, la familia, el trabajo, la Iglesia, la
Biblia, la oración, la voz, el dinero, etc. La mayordomía cristiana incluye a todas las
cosas de las que hemos sido partícipes. Hay quienes piensan que solamente el dinero y
las riquezas son parte de la mayordomía haciendo a un lado los demás dones y talentos
dados por Dios y los relegan al olvido o no los usan de la manera adecuada perdiendo la
bendición de glorificar a Dios. Hay hermanos que tienen una hermosa voz y que pueden
23
usarla para cantar, hacer narraciones, enseñar, pero por temor o algún otro factor no la
usan; otros tienen la facilidad de tocar un instrumento musical, pero prefieren darle su
talento al mundo en lugar de Dios y pierden la bendición de ser útiles en la Obra del
Señor. Estimado, hermano, pon tus facultades y tus dones espirituales en servicio a Dios
y la satisfacción y el gozo de hacer algo por el Saeñor será grande.
tiempo es corto…” 1 Cor. 7: 29. En la carta a los Efesios, el apóstol Pablo hace
la siguienten exhoratación: “…aprovechando bien el tiempo, porque los dias son
malos”. Ef. 5:16. Todo creyente debe ser sabio en aprovechar su tiempo de vida,
debido a que éste pasa prontamente. El tiempo es irreversible. Una vez más
Pablo aconseja a Timoteo: “…ocúpate en la lectura, la exhortación y en la
enseñanza”. 1 Tim. 4:13 El hijo de Dios no debe descuidar su tiempo devocional
con el Señor, la lectura diaria y la oración si desea prosperar en su vida espiritual
y ser usado poderosamente en el Señor.
3. El hijo de Dios debe administrar sabiamente su familia. Tanto los hijos,
como los padres llegan a constituir un valioso don de Dios para nuestras vidas.
La Biblia exhorta a los hijos a honrar a los padres, Ex. 20:12; a los padres, la
Palabra de Dios les exhorta a disciplinarlos en el Señor, Ef. 6:4. Los padres que
conocen al Señor son una bendición para los hijos, pues ellos van a ser
encaminados en la senda de la vida eterna; los padres reciben a sus hijos como
una herencia del Señor, Sal. 127:3. Pero también, los esposos deben administrar
su relación conyugal unos a otro. El esposo debe cuidar la relación con la esposa
y a la inversa. El apóstol Pedro nos dice: Vosotros, maridos, igualmente,
vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil,
y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones
no tengan estorbo. 1 Ped. 3:7.
4. El hijo de Dios debe administrar sabiamente su vida espiritual. En la vida
secular existen muchas actividades, muchas de ellas son importante, pero el hijo
de Dios debe ser sabio en no cambiar un plato de lentejas por la bendicionmes
del Señor, es decir, debe poner atención en crecer en la gracia de Dios por medio
de su contacto diario con Dios y el servicio a Él. El hijo de Dios debe tener
tiempo para congregarse con los hermanos y escuchar la Palabra de Dios en el
culto, Heb. 10:25; asistir a las reuniones de oración y participar el la Obra del
Señor de mejor manera posible. El descuido de la vida espiritual con el tiempo
crea enfriamiento y una oportunidad para que el diablo destruya su vida. Pablo
le dice a Timoteo: “Ejercítate para la piedad”, 1 Tim. 4:7; y el apóstol Pedro
exhorta lo siguiente: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo”, 2 Ped. 3:18. Se dice que la vida
cristiana se cultiva mediante cuatro cosas vitales: 1) leyendo la Biblia; 2) orando
diariamente; 3) congregándose con la Iglesia, y 4) testificando de Cristo a los
perdidos. Haciendo estas cuatro cosas básicas el creyente crece en su vida
espiritual.
cada uno”. Rom. 12:3 El tener un don y servir a Dios por medio de el no nos da el
derecho de ponernos por encima de nuestros hermanos.
1. En Rom. 12:6, se nos enseña que los dones deben ser usados en base a que somos
un cuerpo. Cada uno es miembro de este cuerpo espiritual que es la Iglesia. Y en el
cuerpo existen diferentes miembros cada uno con su propia función. Así cada
creyente tiene un don y como miembro del cuerpo de Cristo debe ponerlo a
funcionar para el bien del cuerpo de Cristo.
2. En 1 Cor. 7:7, Pablo hace notar el asunto del celibato. En vista del trabajo
misionero urgente y peligroso en ese momento, Pablo hace referencia a que no todos
tienen el mismo don refiriendose al don de celibato o don de incontinencia para
servir al Señor en la extensión del evangelio en lugares tan peligrosos. Sin embargo,
cada uno tiene su propio don por la gracia de Dios, sea célibe o sea casado. Cada
uno debe quedarse como está para servir en el plan de Dios para su vida. En este
pasaje Pablo concluye: “Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios
llamó a cada uno, así haga;…” 1 Cor. 7:17.
3. En 1 Cor. 12:4-7, 28-31, el énfasis en este pasaje es que cada creyente debe estar
consciente de que tiene uno don espiritual. Hay creyentes que dicen que no saben
cómo servir al Señor. Pero, cada uno ha sido capacitado por el Señor por medio de
Santo Espíritu para ser útil a otros.
4. En Ef. 4:7-11, en el enfoque aquí es el perfeccionamiento de los creyentes hasta
que cada uno llegue a la meta, la de llegar a ser “un varón perfecto, a la medida
de la estatura dde la plenitud de Cristo…”. Y esta perfección va encaminada a
que cada uno llegue a prestar su contribución en el cuerpo de Cristo y no ser
llevados “por todo viento de doctrina…”.
5. En 1 Ped. 4:10-11, la administración está en vista de darle la gloria a Dios. Los
dones no son nuestros únicamente y para nuestro beneficio personal sino para darle
el honor a Dios. El fin supremo en el servicio al Señor es darle la gloria sólo a Él.
CONLUSIÓN:
Cada creyente ha sido enriquecido de muchas maneras. La administración cuidadosa de
cada una de estas riquezas espirituales traerá bendición y crecimiento en la vida de los
hermanos y de nuestra familia. Pero, por sobre todas las cosas la mayordomía fiel de
cada una de estas cosas es para glorificar al Señor.
26
Base Bíblica: Mateo 14:13-21; Marcos 6:30-44; Lucas 9:10-17; Juan 6:1-14.
Introducción:
Breve comentario sobre lo acontecido. Narrar detalles del pueblo siguiendo a Jesús. No
había provisiones, el día se iba terminando.
Conclusión:
Desafío a confiar en el poder de Dios.
Animarnos a realizar grandes cosas en Su nombre.
Nosotros no podemos pero Dios si puede.
Base Bíblica: Mateo 6:1-4; Mateo 23:23; Marcos 12:41-44; Lucas 18:9-14; Mateo
5:23-24.
Introducción:
Jesús observó la forma de cómo el pueblo cumplía con las finanzas. Algunos
acontecimientos se realizaron en el templo, otros en lugares céntricos de la ciudad.
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Conclusión:
Hagamos de nuestras ofrendas un acto de adoración a Dios y dedicación al Señor.
Vivamos una vida en orden para que nuestras ofrendas sean aceptadas por Dios.
Introducción:
Dios, por medio de Jesucristo, nos presentó el plan de salvación. Jesús comisionó a los
salvados para proclamar el mensaje y dar testimonio de la verdad. Es plan de Dios y por
lo tanto es perfecto. Nosotros, los responsables de la Gran Comisión, debemos estar
convencidos de que por ser el plan de Dios y estando nosotros incluidos en él, somos
suficientes para todo. Pero para ello, Dios requiere de nuestros dones y talentos para
que cumplamos con la extensión del evangelio.
Conclusión:
¿Cuáles son tus talentos? ¿Qué estás haciendo con ellos? ¡Dios los reclama!
Si los desarrollas, Dios te bendecirá. Si no los haces, Dios te menospreciará.
Toma el desafío de entregar tus dones, talentos y bienes al Señor.
Introducción:
Los hombres han creado siempre barreras de separación. A veces son por asuntos
religiosos, de raza, condición social, sexo, lengua, etc. Jesús observó, estos detalles en
muchas ocasiones y se dispuso a derribarlos. En este relato derriba varias barreras, la de
la religión, la de la raza y la del sexo para mostrar que su evangelio no tiene
limitaciones humanas.
Conclusión:
Nada puede detener el mensaje del Señor. Nosotros, los portadores, no debemos
detenernos por nada. Jesús murió por el pecador y para llegar a él, no existe barrera que
pueda detener el mensaje.
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¡PODEMOS HACERLO!
Bosquejo 5
Introducción:
Como creyentes, debemos estar convencidos de que somos capaces de cumplir el
encargo de la Gran Comisión. Gracias a Dios, tenemos capacidades, dones, tiempo, y
dinero para hacerlo. Sólo necesitamos descubrir cómo.
Conclusión:
Dios reclama todo lo que soy y lo que tengo. No sólo una parte. Si queremos tener éxito
en la Gran Comisión, debemos darnos por entero. Sólo así Dios nos bendecirá.