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40 ideas para cambiar el país

Los lectores de LA NACION, de manera anónima, elaboraron una cantidad de propuestas para
cambiar la realidad que nos rodea y nos las enviaron. Educación, política, ecología, calidad de
vida... ningún tema quedó fuera de su lupa. Aquí, los resultados

0 20 de julio de 2008

1.- Abolir la enseñanza pública

Hay que abolir la enseñanza pública, es un desastre y nos está llevando al fracaso total. La
educación es algo demasiado importante para dejarlo en manos del Estado. Que sea privada
no quiere decir que los pobres no puedan estudiar. Hay muchas maneras de financiar la
educación para los que no pueden pagarla. Hasta Suecia está virando hacia la educación
privada en todos los niveles.

2.- Empezar a educar en el hogar

En el mundo desarrollado la educación es pública y gratuita. La educación privada no hará de


los hogares argentinos algo similar al sueco. La educación es tan importante que debería
empezar en el hogar.

3.- Que el Estado se ocupe de la educación

El Estado debe ocuparse con seriedad de pagar bien a los profesores, de construir buenas
escuelas y de legislar para que sea obligatorio el estudio secundario. De esta manera se podrá
decir que la Argentina cuenta con una población instruida y capaz de hacer cosas buenas para
el país y para el mundo, dejará así de ser un país subdesarrollado.

4.- Terminar con la política en las aulas

La educación no debería ser privada totalmente, porque es fuente de igualdad de


oportunidades. Sí hay que terminar con las rencillas políticas. Las instituciones educativas son
un lugar de estudio, no de partidos políticos.

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5.- Aumentar la participación directa

La problemática del país sí tiene solución, y dentro de un sistema democrático. La participación


directa de los ciudadanos en las instituciones del Estado, previa renuncia al individualismo que
nos caracteriza, permitiría buscar metas comunes y privilegiar los intereses colectivos sobre los
partidarios, dejando para después la superación de las diferencias.
6.- Reducir la presión tributaria

Hoy sufrimos una escalada histórica de la presión tributaria. Los países desarrollados no
poseen una carga fiscal ni remotamente similar a la Argentina. Pero tampoco la tuvieron, ni la
tienen, aquellos países que, como el nuestro, sufrieron una alta tasa de pobreza, como Irlanda
y Corea del Sur. Para citar un ejemplo que nos toca más de cerca, la provincia de San Luis pasó
de ubicar el puesto 22 en el ingreso per cápita en 1983 a conseguir el quinto lugar en la
actualidad, pero no aumentando impuestos sino a través de políticas de promoción industrial y
beneficios fiscales a aquellos que producen, reinvierten y generan empleo genuino. Confiscar
los ingresos de quienes producen riquezas sólo genera más pobreza y quita a los empleadores
la fantástica oportunidad de reinvertir sus ganancias, lo que generaría nuevos y mejores
puestos de trabajo.

7.- Elegir jueces y fiscales por voto popular

En la medida en que el mayor problema es la corrupción estructural, la justicia no es


independiente, y es el único poder sin representación popular. Una solución sería que los
fiscales generales fueran elegidos por voto popular y no formaran parte de la carrera judicial.
De esta manera no estarían sometidos por el ejecutivo ni por sus compañeros de carrera.

8.- Poder Judicial por votación

Proponer que los jueces de la Corte, los federales y provinciales sean elegidos por la
ciudadanía de la misma manera en que elegimos a presidentes y legisladores. El sistema podría
ser que cada juez que desee integrar la magistratura presentara sus antecedentes en público y
luego rindiera examen. Con esa nota se formarían ternas (aquellos de mejores antecedentes,
trayectoria y mejor calificación), y despues de esto los ciudadanos elegiríamos cuál de los tres
nos parece idóneo para ocupar el cargo. La elección se haría en año par, que no coincida con
las elecciones de legisladores y presidentes. Deberían durar en sus cargos 4 o 5 años con la
posibilidad de ser reelegidos indefinidamente si es que el pueblo lo confirma con sus sufragios.

9.- Pasar la recaudación del IVA a las provincias

Así, cada gobernador podría bajarlo o subirlo según su buena administración y competir con
las otras provincias para captar inversiones.

10.- Reducir los subsidios

Los subsidios de la economía llegan a los 30.000 millones de pesos. Si se los reduce, con 6000
millones podría duplicarse el presupuesto educativo, para alcanzar la educación secundaria
obligatoria en todo el país. De los 24.000 restantes, podrían utilizarse 1200 millones en
quintuplicar el presupuesto para el desarrollo de las ciencias. De esta manera se podría tener
más royalties y darles mayor valor agregado a nuestros productos. Y aún quedarían 22.800
millones de pesos para otros proyectos.
11.- Dejar de sentirnos únicos

Los argentinos nos sentimos únicos e insultamos contra todo y contra todos. Nos molesta
cuando nos dicen soberbios. Pero de lo que no nos damos cuenta es de que miramos sólo
nuestro ombligo. Pido tomar conciencia del mundo, de mi país y tratar de mejorar como
persona. Seguramente, el caos personal desaparecerá y podremos entre todos ayudar a que el
de nuestro vecino también desaparezca. Como una cadena de favores. Con fuerza. Con amor.
Con respeto. Con humildad. Sumando, nunca restando.

12.- Respetar al prójimo

Lo primero que hay que mejorar es el respeto hacia los demás. Vivimos en un país donde nadie
respeta las normas de tránsito, las de convivencia. Lo único que le importa a cada uno es
salvarse a sí mismo. Nos falta mucho como personas para poder lograr algo.

13.- La educación debe encabezar el presupuesto nacional

Educación debería ocupar el primer renglón del presupuesto nacional, y no sólo una educación
enciclopédica, sino formativa y global desde la niñez. De esta forma podremos solucionar
problemas de salud, justicia, convivencia y calidad de vida.

14.- Erradicar villas de emergencia

Pienso que deberían erradicarse las villas de emergencia, pero antes de hacerlo habría que
hacer un censo para ver cuál es el origen de quienes la habitan. Con el dinero que se recaude
con la venta de esos terrenos podrían comprarse tierras privadas (si no hubiera fiscales),
parcelarlas y entregar una parcela a cada familia que acepte el traslado al lugar elegido, con
una tendencia precaria, no trasladable por un término a fijar (por ejemplo, 10 años), y entregar
materiales para la construcción de viviendas, herramientas, semillas, núcleos de animales y
otros elementos para desarrollar emprendimientos productivos, además de asesoramiento de
especialistas (agrónomos, veterinarios, arquitectos, médicos, ingenieros). Con esos
emprendimientos en marcha, pagar una cuota anual y/o mensual según la capacidad de pago
de cada uno para utilizar ese dinero en nuevos emprendientos.

15.- Justicia

Si se aplicara, no seríamos un país fuera de la ley, como habitualmente nos sentimos. Con
justicia la corrupción y cualquier delito serían penados, no importa dónde se cometan, y nos
obligaría como sociedad a respetar las normas que nos hemos impuesto y hoy no cumplimos.

16.- Fin de las listas sábana


a) Para optimizar el mecanismo electoral debería permitirse que el votante pueda eliminar
(tachar) nombres de candidatos de las listas sábanas. Pero antes que votar hay que saber
hacerlo, por eso lo más importante es mejorar la educación básica.

17.- Volver a enseñar educación cívica

Para que los chicos sepan qué es la Constitución argentina hay que enseñar otra vez educación
cívica en la escuela. Eso permitirá aprender las leyes necesarias para la convivencia y el respeto
a la libertad del otro (tránsito, basura, ruidos molestos, comportamiento urbano). Todo lo
demás viene por añadidura.

18.- Recrear el Fonavi

Para posibilitar la construcción de viviendas –e intentar no repetir errores que han desvirtuado
un buen sistema para solucionar el problema habitacional– habría que recrear el Fonavi
(Fondo Nacional para la Vivienda) y combinarlo con un plan de ahorro y préstamo previo de un
año, que asegure al beneficiario el acceso a su vivienda.

19.- Cambiar el sistema de voto

Para que los diputados sean más sensibles a la gente que los votó deberían elegirse por
distritos pequeños (tipo partido o municipio) y no por provincia completa. Eso daría más
representatividad a la Cámara baja y eliminaría las listas sábana.

20.- Una idea de Ameghino para la producción de energía

Recuperar las estaciones abandonadas con generadores de energía eléctrica y etanol a partir
de leña de plantaciones aledañas, principalmente en regiones anegadizas. La antigua idea de
Florentino Ameghino de profundizar las lagunas y plantar árboles en vasta escala para que los
paisanos no estuvieran de holgazanes en los boliches.

21.- Reinsertar a los excluidos

Es fundamental trabajar en la reinserción social de los excluidos, a través fundamentalmente


de la educación, la capacitación laboral, y los microemprendimientos. El rol de las ONG en esta
problemática y la participación de voluntarios y sponsors deben ser ampliamente difundidos y
alentados. Todos deberíamos involucrarnos.

22.- Respetar la Constitución Nacional

Sólo un renglón. Respetar las reglas de juego que fija la Constitución Nacional y no correrse ni
un centímetro. Lo demás son sólo instrumentos que irán modificándose según evolucionemos.
23.- Transparencia

Construir un sitio web donde todo proyecto de gobierno de alcance municipal, provincial o
nacional pueda ser publicado con antelación para que la gente vote a favor o en contrar,
sugerir modificaciones de ciertos puntos y que a su vez sean votadas y discutidas. En otro sitio
web deberían divulgarse las finanzas del Estado y verse de manera gráfica el avance o
retroceso en áreas clave de la economía, la salud, la educación, como si fuera una tabla de
posiciones, la misma que apasiona en el fútbol.

24.- Una sola boleta

Hacer como en Australia: cuando se entra en el cuarto oscuro hay una sola boleta y allí están
todos los candidatos La gente vota escribiendo al lado de cada uno consignando el orden de
preferencia. Además, de no prestarse al desmanejo actual, reduce el costo de imprimir boletas
para los partidos políticos.

25.- Autocriticarnos

Los argentinos somos engrupidos, soberbios e intransigentes. Engrupidos por pensar que con
sólo un cartel impactante y algo de “labia” podemos llegar a ser directores de empresa,
diputados, senadores e incluso presidentes… Soberbios por pensar que sin efuerzo podemos
sentarnos a dialogar sin escuchar y sin siquiera saber de qué se trata el problema.
Intransigentes por creer que la realidad es sólo una y cómo nosotros la percibidos. Estos tres
defectos nos convirtieron en un pueblo de mediocres.

26.- Políticos inteligentes

Hacen falta hombres y mujeres que piensen el país como una unidad y se pongan objetivos,
más allá de las diferencias, que nos permitan ver hacia qué país vamos y que los diferentes
gobiernos le puedan dar continuidad al camino elegido, más allá de los diferentes matices
políticos.

27.- Nuevos políticos

Que los graduados en ciencias políticas, en vez de crear consultorías, ingresen a la política con
ideas renovadas y sin herencias ni acomodos a sus espaldas.

28.- Regionalizar por clima

Dividir la república en zonas productivas por climas y realizar acuerdos trasnacionales con
países que tengan un desarrollo similar o afín con dichas regiones.

29.- Federalizar
Promover el federalismo real y erradicar el centralismo porteño para siempre. Promover la
unión estratégica de los nuevos estados independientes, con una fuerte inversión en la
militarización en cuanto a fuerzas armadas fuertes y técnicamente modernizadas. No adoptar
ninguna sugerencia de ninguna potencia para la creación de la nueva fuerza de defensa de la
región.

30.- Prevención del delito

Promover la difusión de los perfiles de los delincuentes por robo reiterado, portación de armas
de guerra, violación, homicidio, tortura y privación de la libertad y cualquier otro delito
aberrante: las caras y la historia de estas personas deben ser reconocidas por la comunidad
entera.

31.- Un sistema representativo unitario

¿Por qué no modificamos nuevamente la Constitución Nacional y transformamos el país en un


sistema representativo republicano unitario, al estilo de Chile o Italia? Es mucho más barato y
la representatividad está dada igualmente. Hoy los medios de comunicación y los adelantos
tecnológicos permiten una comunicación fluida entre los intendentes, los delegados regionales
y el Parlamento nacional. Los asesores podrían ser las universidades, y sobraría muchísimo
dinero para hacer una mejor distribución de la riqueza.

32.- Construir silos

Debería usarse parte del incremento de las retenciones a la soja para construir con carácter de
urgente (en menos de un año) silos de la última tecnología. Estados Unidos tenía una
capacidad de almacenamiento de alrededor de una vez y media el volumen de siembra. En
Canadá era del doble. En la Argentina no llegamos ni al 40%, y que esté en condiciones, aún
menos. Luego aseguraría que la administración fuera cooperativa e impondría condiciones
para formar parte de su administración.

33.- Respetar valores

Lo primordial es la educación, pero no académica sino en valores esenciales y comunes a todos


los que conforman la Nación. Respeto y tolerancia deberían encabezar el top ten. Desactivar la
frivolidad y el facilismo y acompañar estos principios con el ejemplo de cada uno de nosotros.
Solo hace falta la voluntad política de todos los responsables de los medios de comunicación y
de los políticos que deben pensar en el largo plazo y no en la próxima elección.

34.- Generar un consenso nacional

Generar un consenso nacional, con principios, al que todos los sectores se comprometan (por
ejemplo, la prioridad de abastecer el consumo interno con la producción propia a precios de
privilegio, pero sin que el Estado tenga que subsidiarlos), para que los poderes tengan una guía
de continuidad, en especial las cámaras legislativas. Gastamos mucho dinero y energías en
deshacer lo que hicieron los anteriores gobiernos. Ese es nuestro déficit, en eso se nos va la
riqueza.

35.- Cumplir con el decálogo de los países ricos

Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la
población cumple las siguientes reglas (cuyo orden puede ser discutido): 1. Lo ético como
principio básico. 2. El orden y la limpieza. 3. La integridad. 4. La puntualidad. 5. La
responsabilidad. 6. El deseo de superación. 7. El respeto a las leyes y los reglamentos. 8. El
respeto por el derecho de los demás. 9. Su amor al trabajo. 10. Su esfuerzo por la economía y
acometimiento. En los países pobres sólo una mínima parte de la población sigue estas reglas
en su vida diaria. No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales o porque
la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente somos pobres por nuestra actitud.
Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas del funcionamiento de la sociedad.

36.- Controlar la violencia en el aula

Educar con todo: basta de tomas de colegios, universidades o de alumnos de 15 años que les
pegan a los profesores y están a punto de ser padres. Hay que educar también a los padres en
el tema, porque muchas veces son ellos quienes fomentan estas actitudes.

37.- Cambiar la cultura política

Empezar por formar pensadores críticos desde las aulas, para elegir con criterio y votar al
mejor, no al menos malo. Cambiar la ley electoral: que no se pueda ser presidente con menos
del 51% de los votos y el primer mandatario tenga formación en ciencias políticas. Que
cualquier persona que aspire a ser político o funcionario presente una lista de méritos
personales y laborales. Exigir que el gobierno presente cada tres meses informes de su trabajo,
realizado en sesiones abiertas, televisadas y con posibilidades de preguntar.

38.- Juicio de residencia

La Constitución debería establecer algo similar al “juicio de residencia” (al que eran sometidos
los virreyes y oidores que cesaban en su cargo), por un tribunal mixto compuesto por
legisladores de ambas cámaras, y de algún otro ámbito, tanto en el nivel nacional como en el
provincial y sobre todo en el municipal. O sea: que se castigue al funcionario que roba; no
como ahora, que nadie va preso.

39.- Más cultura del trabajo y el esfuerzo

Hay que incrementar la cultura del trabajo y del esfuerzo. Basta de división social y lucha
ficticia entre ricos y pobres: la Argentina sigue siendo uno de los países de América latina con
mayor clase media. Basta de estigmatizar al que gana dinero. Ganar dinero está bien y debería
ser el objetivo de todos mediante el esfuerzo. No podemos demonizar al que mediante su
esfuerzo genera riqueza.
40.- Promover la autonomía de las personas

Promover el desarrollo de las personas sin que dependan de la dádiva del gobierno de turno:
campañas anticlientelismo, antifavor del puntero del barrio, antiplán trabajar/pan o lo que sea
en forma crónica (si se aceptarían para los períodos de emergencia, pero con fecha de
caducidad pronta, de la mano de un plan de recuperación nacional); promover el pago de
planes de ayuda, siempre con trabajo efectivo como contrapartida, además de planes
antiñoquis.

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