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Autoritarismo Que Se Filtra Kantor
Autoritarismo Que Se Filtra Kantor
Débora Kantor
Ahora bien, junto a esta idea existen otras que sostienen de manera implícita o explícita que
el nivel pre-primario está a salvo, que el autoritarismo empieza en la escuela primaria, etc.:
una suerte de folclore favorable que aísla al Jardín de Infantes de problemáticas que le
atañen junto a otros docentes, instituciones y niveles del Sistema y que, por lo tanto,
mantienen ocultas realidades que se hace necesario analizar y transformar.
Afirmar que la escuela no es una isla es, tal vez, incurrir en un lugar común pero en el caso
del nivel inicial conviene recordarlo.
Proponemos entonces revisar la forma y el contenido de algunas situaciones que se
presentan cotidianamente en el Jardín de Infantes, dejando a un lado los mitos que suelen
envolverlas.
Hemos recurrido a la ficción para darnos un material de trabajo: hicimos “hablar” desde
nosotros a Dany, un simbólico nene de jardín, que habla de sus cosas y lo hace a su modo.
Procuraremos luego, a partir de su discurso, objetivar una parte de su mundo, ésa que tiene
que ver con el Jardín de Infantes y con el papel que desempeña la señorita Lauri. 1
Este artículo es una versión ampliada del que fuera publicado con el mismo título en la Revista
“EDUCOO”
Nº 6, noviembre de 1987.
La autora desarrolló una investigación sobre el tema “La interacción docente-alumno en el Jardín
de Infantes desde la perspectiva de la autoridad por parte del docente”. Beca de iniciación del
CONICET en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras, U.B.A.,
1985-1987.
1 Se tuvo en cuenta los datos recogidos mediante observaciones y entrevistas realizadas en diversos
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Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. Débora Kantor
¿Sabés una cosa seño? hoy tenía un montón de cosas para contarte pero como llegué
tarde y vos ya habías preguntado adónde fuimos a pasar el domingo y después
jugamos en los sectores y Alejo me pegó y la merienda y todo y al final me olvidé.
Ahora que mi mamá encontró el coche rojo en la bolsita me acordé que hoy no lo
saqué para jugar porque hoy me tocó ir a madurez y no ”tenimos” tiempo para mostrar
las sorpresas pero dijiste que igual todos los días podemos traer sorpresas y que
mañana nos ibas a dejar y que te acordemos.
¡Ah! y yo te quería decir que le pegué a Ceci porque ella me pegó cuando volvíamos
de música y vos le dijiste el otro día a Martín que si él me pegaba yo le podía devolver
y vos me decías pegale pero despacito para que aprenda y yo a él no le quería
devolver porque es mi amigo pero a Ceci sí.
Pero yo a Ceci no le voy a pegar más porque es nena y porque por esta vez bueno
pero otra vez no voy a poder ir a gimnasia.
Eh... Lauri y cuando mostraste los dibujitos del cuento yo no los vi porque Sebastián
me tapa y cuando yo me movía para ver Susy me decía nene quedate quieto que no
veo, ¿no viste lo que dijo la seño? y me acordé que la colita estaba pegada al piso con
plasticola pero después la despegamos para ir al patio como fantasmitas.
Como fantasmitas es sin hablar y Sergio habló y los fantasmas no hablan pero Sergio
dijo qué me importa pibe yo si quiero hablo igual y vos no lo escuchaste.
Yo sé que los fantasmas no existen y una vez Marina lloró porque le tiene miedo a los
fantasmas y Sergio dijo que Marina es una boba que éramos fantasmitas nada más
para no molestar a los nenes de tres que pobrecitos son chiquitos.
Nosotros somos nenes no somos fantasmas, pero cuando los nenes se hacen
fantasmas no hablan ¿no? Y Sergio habló y vos no lo escuchaste porque justo estabas
charlando con la directora.
¿Las maestras cuando se convierten en fantasmitas pueden hablar igual?
La directora Carmen es buena. Ella dice que yo y Diego somos muy ricos y vos a
veces le decís que sí y a veces le decís que no. Hoy Diego era rico yo más o menos,
pero me acariciaste igual la cabeza y me hizo cosquillas acá.
A mí me gusta Carmen porque viene a la sala de visita a ver como juegan los nenes y
siempre dice ¡qué bien señorita Lauri, qué lindos nenes que tiene!, ¡mire cómo
ordenan los juguetes lástima que algunos parecen de sala de tres!
Yo hoy le dije a la directora que no vi los dibujitos del cuento la nave espacial y las
estrellas verdes y ella me dijo que por qué no te avisé y yo le dije que no podía porque
en el país de los cuentos hay que estar con la boquita cerrada y los oídos bien atentos
y ella se rió y dijo qué divino y que otra vez me siente más cerca tuyo así que mañana
me voy a pegar la colita justo enfrente de tu silla delante de todo para ver
¡Ah seño! : ¿sabés que mi hermano que está en la sala de cinco me dijo que cuando él
estaba en mi sala en el lugar donde nosotros ponemos las cosas de arte ellos tenían
un rincón para los aburridos? Y yo le dije que era mentira que ahí se dibujaban pero él
me dijo que no que ese lugar era para ir a pensar cuando uno se portó mal y yo le dije
que los nenes que se portan mal no pueden ir a ese sector que es para los nenes
buenos que tienen ganas de pintar calladitos y sin ensuciar y él me dijo que yo no sé
nada y nos peleamos y mi mamá dijo que no seamos tontos que pelear por eso…
¿No seño que no?, ¿que ese es el rincón de arte y que los nenes que se portan mal se
pierden gimnasia?
Lauri ahora mi mamá apagó la luz y va a venir el duendecito que reparte el sueño.
¡Ah!... y cuando saludamos al jardincito a las señoritas y a la banderita a mí me gusta
cantar ésa de que venimos contentos a crecer y a divertirnos y después ésa del
bergrano el cielo a lo alto y la libertad.
Ahora me voy a coser los ojitos para descansar bien y para que no se enoje el señor
silencio y si mañana no llego tarde voy a mostrar mi sorpresa y te voy a preguntar una
cosa hay partes de la canción que yo no entiendo.
Seño... ¿qué es la libertad?
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Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. Débora Kantor
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Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. Débora Kantor
Se hace necesario, entonces, revisar el criterio que se utiliza para juzgar las acciones
infantiles. Al respecto nos preguntamos: el criterio... ¿es la demanda en sí misma, dada la
autoridad que reviste quien la formula o acaso las ganancias –o pérdidas- reales que
reporta al grupo su obediencia o desobediencia?
MECANISMOS DE CONTROL
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Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. Débora Kantor
Desde esta misma perspectiva podemos analizar la existencia de tantas y tan variadas
“consignas-rimas”... una para cada actividad tipo e incluso fórmulas para armarlas sobre la
marcha “uno, dos y tres... de una buena vez”.
Entendemos que éstas también constituyen recursos que tienden a reducir el margen de
desobediencia aprovechando, en este caso, la efectividad que le otorga a la orden la
cadencia y la rima con que ella se formulas.
Amenazas, premios y castigos. El adelanto de premios y castigos, así como la presentación
de amenazas, suelen aumentar la probabilidad de obediencia.
La eficacia de una amenaza depende del significado que la privación anunciada tenga para
el niño. Si ésta se refiere a algo que él valora más que aquello que tenga el impulso o la
necesidad de hacer, tenderá a evitar esa privación (castigo) y se comportará de acuerdo a
la orden.
De esto se desprende que buenas amenazas evitan la aplicación de castigos, sencillamente
porque logran suscitar obediencia.
Ahora bien, esta “buena conducta” no resulta de un aprendizaje de motivos, sino de una
especulación: evitar la privación de algo valorado.
Sostenemos entonces que el uso sistemático de amenazas y castigos es de valor educativo
nulo o negativo. Cuando se presentan situaciones en las cuales la aplicación de castigos es
homologable a la puesta de límites claros, ellos constituyen, sin duda, un recurso
pedagógico válido e irremplazable. En tales situaciones es importante considerar a qué
privaciones recurrimos.
Veámoslo en nuestro caso: Dany se plantea que no le pegará otra vez a Ceci porque eso le
significaría perder la clase de gimnasia. Lo que Dany hace (o hará en el momento concreto)
es una elección. Su maestra supo a qué recurrir al formular la amenaza, mediante ésta se
logra la obediencia de Dany, aparentemente él no persistirá en su conducta “fuera de la
norma”.
Lo que debemos plantearnos es si pegarle a un compañero significa, fundamentalmente,
una eventual pérdida de la clase de gimnasia o acaso un peligro para la convivencia, un
riesgo físico, etc.
Es nuestra la responsabilidad de colocar estos argumentos en el análisis de la situación y
de buscar privaciones –si es que se hace necesario llegar a esa instancia- que guarden
cierta relación con la situación que se pretende evitar.
Notamos que cuando se sistematiza el uso del castigo, la amenaza pasa a ser por sí misma
la fundamentación de la norma en cuestión, favoreciendo razonamientos del tipo:”no hago...
porque sino me pierdo (me sacan)...”
La utilización recurrente de premios tiene connotaciones similares: “hago... porque así me
gano (voy a poder)...”, en estos casos es habitual que las maestras prometan besos,
caricias, felicitaciones, aplausos, etc.; una suerte de “chantaje emocional” porque... ¿quién
no quiere ganarse el reconocimiento de la señorita?
En cualquier caso, estos recursos eluden los elementos racionales que los niños están en
condiciones de considerar –o, en todo caso, no permiten poner a prueba esta capacidad- y
favorecen el hábito, la especulación y la competencia.
ATANDO CABOS
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Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. Débora Kantor
2 Estas ideas surgen de una investigación en curso, desarrollada por la autora en torno al tema: La
institución Jardín de Infantes como contexto de condicionamiento y significación de la práctica
docente en el aula. Beca de perfeccionamiento del CONICET, 1987-1989, sede: ídem anterior.