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FUNDAMENTO SOBRE EL PANORAMA DE LA A.N CON EL EJECUTIVO, COMO INFLUYE EN EL ÁMBITO NACIONAL
Como se sabe, si bien la oposición tendrá clara mayoría parlamentaria, el presidente de la República sigue siendo Nicolás Maduro, respaldado por toda la organización del Poder Ejecutivo y demás poderes públicos, teóricamente autónomos pero con una afinidad con el oficialismo claramente comprobada. Cada poder público tiene sus funciones y responsabilidades establecidas en la Constitución. La asociación institucional que hasta el presente ha existido entre todos ellos, cambia sustancialmente al no disponer de un Parlamento incondicional.
FUNDAMENTO SOBRE EL PANORAMA DE LA A.N CON EL EJECUTIVO, COMO INFLUYE EN EL ÁMBITO NACIONAL
Como se sabe, si bien la oposición tendrá clara mayoría parlamentaria, el presidente de la República sigue siendo Nicolás Maduro, respaldado por toda la organización del Poder Ejecutivo y demás poderes públicos, teóricamente autónomos pero con una afinidad con el oficialismo claramente comprobada. Cada poder público tiene sus funciones y responsabilidades establecidas en la Constitución. La asociación institucional que hasta el presente ha existido entre todos ellos, cambia sustancialmente al no disponer de un Parlamento incondicional.
FUNDAMENTO SOBRE EL PANORAMA DE LA A.N CON EL EJECUTIVO, COMO INFLUYE EN EL ÁMBITO NACIONAL
Como se sabe, si bien la oposición tendrá clara mayoría parlamentaria, el presidente de la República sigue siendo Nicolás Maduro, respaldado por toda la organización del Poder Ejecutivo y demás poderes públicos, teóricamente autónomos pero con una afinidad con el oficialismo claramente comprobada. Cada poder público tiene sus funciones y responsabilidades establecidas en la Constitución. La asociación institucional que hasta el presente ha existido entre todos ellos, cambia sustancialmente al no disponer de un Parlamento incondicional.
FUNDAMENTO SOBRE EL PANORAMA DE LA A.N CON EL EJECUTIVO, COMO INFLUYE EN EL ÁMBITO NACIONAL
Como se sabe, si bien la oposición tendrá clara mayoría parlamentaria, el
presidente de la República sigue siendo Nicolás Maduro, respaldado por toda la organización del Poder Ejecutivo y demás poderes públicos, teóricamente autónomos pero con una afinidad con el oficialismo claramente comprobada. Cada poder público tiene sus funciones y responsabilidades establecidas en la Constitución. La asociación institucional que hasta el presente ha existido entre todos ellos, cambia sustancialmente al no disponer de un Parlamento incondicional.
La función fundamental de la Asamblea Nacional es legislar y controlar
mientras que la administración de los recursos y buena parte de la política económica le corresponde al Ejecutivo Nacional. Hemos oído a algunos dirigentes y analistas políticos, a gremios empresariales, industriales y comerciales, solicitar o anunciar acciones de la nueva Asamblea Nacional para las cuales no tiene competencia. También hemos oído a dirigentes oficialistas proclamar un boicot al Parlamento o a sus decisiones legislativas. Hoy más que nunca, gobierno y oposición deben comprender la terrible situación económica, social e institucional que vive el país, con tendencia a empeorar, que solo podrá superarse con el concurso de todos y con una paciencia indeseable pero necesaria.
Evidentemente cada tolda política tratará de sacar el mayor provecho para
atraer en el futuro el mayor número de simpatizantes. Eso solo lo logrará con medidas que favorezcan a la población, cada quien dentro de su respectivo ámbito de acción. Los problemas de escasez y desabastecimiento de productos básicos, la inseguridad, las elevadas tasas de inflación, la diversidad de tipos de cambio, etc., no se resuelven de un día para otro. Extraña que el gobierno haya dicho que va a profundizar la revolución bolivariana, sin percatarse del rechazo de la población por sus resultados negativos. La población premiará en el futuro a quien mejor se comporte para satisfacer sus necesidades y castigará a quien menos contribuya a ello, sea al gobierno o a la oposición. Se comprobó que la población evalúa los resultados mucho más que la palabrería con promesas y excusas.
Es evidente que muchas decisiones legislativas o ejecutivas deberán
tomarse mediante acuerdos entre las partes, sin que ello signifique declinar principios. Simplemente deberán tomar en cuenta el bienestar colectivo y cada quien expondrá a su manera los méritos de las medidas que se tomen para sacarles el mayor partido posible.
Hay que destacar que en las recientes elecciones, los 55 diputados
oficialistas forman un bloque homogéneo y compacto mientras que los 122 diputados de la oposición se reparten entre 13 organizaciones políticas distintas y heterogéneas, unidas con fines electorales pero con el riesgo de que puedan seguir desavenencias entre ellos en algunos temas. Mantener la unidad debe ser tarea fundamental de la oposición, despojándose de intereses grupales o personalistas. Debe privar el sentido común aunque sea el menos común de los sentidos, como muchas veces se ha dicho.