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Robert Hooke
(1635/07/18 - 1703/03/03)
Robert Hooke
Científico inglés
Nació en la isla de Wight y estudió en la Universidad de Oxford. Fue ayudante del físico
británico Robert Boyle, a quien ayudó en la construcción de la bomba de aire. En 1662 fue
nombrado director de experimentación en la Real Sociedad de Londres, cargo que desempeñó
hasta su muerte. Fue elegido miembro de la Real Sociedad en 1663 y recibió la cátedra
Gresham de geometría en la Universidad de Oxford en 1665. Después del gran incendio de
Londres en 1666, fue designado supervisor de esta ciudad, y diseñó varios edificios, como la
casa Montague y el hospital Bethlehem.
Robert Hooke.(El hombre que sabía demasiado). Fue uno de los científicos
experimentales más importantes de la historia de la ciencia, polemista incansable y
genio creativo de primer orden. Sus intereses abarcaron campos tan dispares
como biología, medicina, cronometría, física planetaria, microscopía, náutica
y arquitectura.
Contenido
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1 Síntesis Biográfica
o 1.1 Características de su persona
o 1.2 Primeros pasos en el mundo de la ciencia
o 1.3 Aportes realizados
o 1.4 Dentro de su campo más prolífico
o 1.5 Como arquitecto
o 1.6 Muerte
2 Obras destacadas
3 Fuentes
Síntesis Biográfica
Nació el 18 de julio de 1636 en el pueblo de Freshwater, en la isla de Wight, al
sur de Inglaterra. Hooke quedó huérfano a temprana edad y fue acogido por la
iglesia que decidió enviarlo a estudiar a Oxford.
Sus protectores pensaron que la mala salud que aquejaba al joven no le
pronosticaba un buen futuro dentro del ámbito eclesiástico, de modo que lo
orientaron hacia la ciencia. Su aptitud para las matemáticas era tal, que dominó
los primeros seis libros de geometría en una sola semana. También reveló ser
un ingenioso y experto mecánico.
Características de su persona
Hooke fue un hombre de carácter colérico, fácilmente irritable, con un aspecto
físico muy poco agraciado, que mantuvo durante mucho tiempo terribles disputas
con científicos como Isaac Newton, Jan Hevelius, Christian Huygens y Henry
Oldenburg, entre otros... Disputas que casi siempre tuvieron su origen en las
reclamaciones de Robert Hooke en relación con la prioridad sobre determinados
descubrimientos, algo con lo que, por lo visto, no estaban de acuerdo los
interpelados por Hooke. Como muestra sirva lo que escribió sobre él Christian
Huygens, el astrónomo holandés descubridor de los anillos de Saturno:
“Yo ya había notado hace algún tiempo que era vanidoso y ridículo, pero no sabía
que era tan malicioso e insolente como lo veo ahora”. También Huygens se
quejaba de la “egocéntrica pretensión de Hooke de haberlo inventado todo”.
Independientemente de su carácter, Robert Hooke fue un científico
extraordinario al que algunos han bautizado como el Leonardo de Londres, por
la enorme variedad de campos en los que destacó: Astronomía, Química, Física,
Biología, Microscopía, Mecánica, Arquitectura, Dibujo...
Como arquitecto
Se encargó de diseñar el Hospital Real de Bethlem, el edificio del Real Colegio
de Médicos, Ragley Hall en Warwickshire y la iglesia parroquial en Willen, Milton
Keynes. Las colaboraciones de Hooke con Christopher Wren fueron
especialmente fructíferas, destacando el Real Observatorio de Greenwich, el
Monumento al Gran Incendio de Londres y la catedral de San Pablo, cuya cúpula
utiliza un método de construcción concebido por Hooke.
Muerte
Robert Hooke murió en Londres, el 3 de marzo de 1703.
Obras destacadas
Hooke nos legó, además de numerosos artículos científicos y de un número
interminable de descubrimientos, instrumentos e inventos mecánicos, dos
grandes obras: Micrographia y Lectiones cutlerianae (Conferencias cutlerianas).
La segunda es una recopilación del trabajo realizado entre 1665 y 1679, en el
que destacan sus asombrosas invenciones mecánicas, en una de las cuales se
demuestra la conocida ley de Hooke sobre la elasticidad de un resorte (el
alargamiento es directamente proporcional a la fuerza). Hooke llamó así a estas
lecciones en honor del que había sido su mecenas, el financiero John Cutler.
Pero, sin duda, la obra de Hooke que pronto se convirtió en uno de los grandes
libros de la historia de la ciencia fue la publicada en 1665: Micrographia. El libro,
escrito en inglés y con un estilo asequible para un público culto, es el primer gran
tratado del mundo microscópico. En él se describen cincuenta y siete
observaciones microscópicas y tres telescópicas, que incluyen cincuenta y ocho
grabados hechos a partir de los extraordinarios dibujos de Hooke. Quizá el gran
éxito de Micrographia se debió a que no se trataba de una investigación
exhaustiva sobre un asunto en particular, sino de muy diferentes observaciones
microscópicas que abrían al público en general las puertas de un nuevo mundo:
el mundo microscópico
En los últimos años se ha publicado un buen número de libros sobre la vida y la
obra de uno de los científicos más relevantes y, al mismo tiempo, más ignorados
e injustamente tratados de la historia, diversos autores han tratado de reivindicar
con sus obras el papel central desempeñado por Hooke en la ciencia del siglo
XVII.
Probablemente la más importante de esas obras sea la escrita por Stephen
Inwood: The man who knew too much (El hombre que sabía demasiado), que se
ha convertido desde su publicación en 2002 en la mejor biografía de Robert
Hooke publicada hasta el momento, y que toma prestado el título de las películas
dirigidas por Alfred Hitchcook en 1934 y 1956.
https://www.ecured.cu/Robert_Hooke