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In-disciplinados: cuerpo, producción y disciplina artística en la Argentina de los 80.

Alfredo Rosenbaum – Carina Ferrari

Esta ponencia surge del proyecto de investigación Cuerpo Vivo y cruce de lenguajes
en la Argentina de la década del 80. (Buenos Aires y Rosario) del cual somos Director
y Co-directora y que está radicado en el Posgrado de Lenguajes Artísticos
Combinados del Departamento de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón.

Nos interesa hablar sobre cierta producción artística contemporánea, que escapa a la
posibilidad de ser analizada según las disciplinas artísticas tradicionales. Esta
dificultad se presenta inclusive también a la hora de ser nombradas desde las
categorías asignadas por esas disciplinas, llegando a poner en cuestión al arte en sí
mismo. Se trata de obras que trabajan en los bordes disciplinares, elastizándolos y a
veces violentándolos.

El presente trabajo describe y analiza sus características, y propone estudiarlas desde


la perspectiva del cruce de lenguajes, entendiendo que desde ese lugar pueden
iluminarse aspectos que los análisis disciplinares mantienen ocultos, apoyando a esas
producciones que cruzan lo visual, lo corporal, lo verbal y lo sonoro en su ambigüedad,
en su elasticidad conceptual y en su posición crítica con respecto a las pautas
disciplinares. Son producciones, entonces, de una movilidad permanente, de una
‘rebeldía disciplinar’. Las disciplinas artísticas frente a estas obras, generan estrategias
más sutiles y complejas que la mera exclusión, como la re-apropiación disciplinar, que
consiste en un primer movimiento de elastización de reglas de la disciplina, de manera
de incluirlas, y un segundo movimiento donde estos objetos indisciplinados se
encierran dentro del campo disciplinar, con lo que se borra todo el potencial
cuestionador de su diferencia. Es así como estas producciones, quedan incluídas
dentro de la disciplina y pueden ser re-ordenadas y categorizadas, re-disciplinadas y
atrapadas bajo distintos nombres. Estas operaciones de apropiación y reapropiación
de estas producciones por parte de las disciplinas, ocultan relaciones de poder,
sustentadas en el campo intelectual.

Afirmamos, entonces, que más importante que nombrar con una categoría (videoarte,
libros de artista, instalación sonora, performance, poesía visual, entre tantas otras), se
hace imprescindible, desde nuestra concepción de cruce de lenguajes, producir
artísticamente y analizar estas producciones por fuera de las categorías, para
entender en cada producción sus modos particulares de combinatoria, sus
procedimientos, sus medios y sus soportes.

La perspectiva de cruce de lenguajes permite, entonces, iluminar zonas de estos


fenómenos, ya que los analiza por fuera de sus pautas disciplinares. Al estudiar cada
lenguaje por separado, el manejo del espacio y del tiempo y cómo esto funciona como
un todo en este tipo de obra inclasificable, es posible comprender cómo los elementos
constitutivos de cada lenguaje se imbrican para dar forma a este tipo de producciones.

Para este análisis tomamos lo trabajado por Graciela Marotta y su análisis de la obra
de cruce de lenguajes a partir de conceptos provenientes de la topología fundada por
Leibniz, como por ejemplo el pliegue, el homeomorfismo, la cinta de moebius y
fundamentalmente la estructura del nudo borromeo y su conceptualización lacaniana.
En este análisis afirma que en una obra de cruce los elementos constitutivos de cada
lenguaje pueden cumplir funciones analógicas en la creación de esos nuevos códigos.

Entendiendo que existen cuatro lenguajes: el verbal, el visual, el sonoro y el corporal,


la obra en cruce implica que se combinen al menos dos lenguajes cualquiera y que
esta combinatoria construya, al decir de Marotta …un nuevo objeto artístico que
deviene objeto único, a partir de un hecho múltiple, interrelacionado o entrecruzado. 1
En este cruce, los diversos lenguajes implicados estarán imbricados entre sí desde
sus elementos constitutivos y, por ese motivo, en un mismo nivel jerárquico,
desapareciendo las fronteras entre ellos, tensando sus bordes disciplinares. Son
discursos que en su misma estructuración imbrican elementos constitutivos de más de
un lenguaje, produciendo una juntura, un pliegue, que se muestran fusionados y por
tanto inseparables en la obra. Este tipo de relación que debe existir entre los distintos
lenguajes, se puede graficar con las relaciones propuestas por el nudo de borromeo,
haciendo corresponder un lenguaje a cada uno de los anillos, en un anudamiento tal
que cortando uno de ellos, el nudo se desarma.

1 Graciela Marotta, Lenguajes Artísticos Combinados, 2009, p.21.


IMAGEN NUDO DE BORROMEO

Para facilitar el análisis, creemos conveniente analizar cada lenguaje por separado,
sus elementos constitutivos y luego pensar las modalidades de cruce. Es importante
recordar, que en la combinación de estos, se forma el significante para finalmente
formar el código uno-múltiple de la obra.

Por otro lado, se debe tener en cuenta que un elemento constitutivo se puede hallar de
diferentes maneras en la obra, por ejemplo, el color, siendo de lo visual, se puede
hallar en el cuerpo o en la palabra, dándose el cruce intrínsecamente. Así se van
estableciendo los significantes de la obra, que deben ser analizados en su relación con
el espacio y todo lo que éste contiene.

Imagen – Cruce de elementos constitutivos


Si bien puede afirmarse que siempre existe algún grado de tensión entre cada nueva
producción artística y las exigencias de la disciplina dentro de la que se encuadra,
también se puede decir con certeza que hay épocas en las que las disciplinas
artísticas se hacen más estrictas en relación a sus pautas y otras en las que son más
permeables, épocas en las que las producciones desobedecen, por distintas razones
histórico-sociales, las marcaciones disciplinares, por intención o desconocimiento de la
norma que estas implican.

Los años 80 en la Argentina nos parecen un campo especialmente propicio para


estudiar este tipo de fenómeno, que, entendemos, toma al cuerpo y la producción
artística que lo tiene como centro, como un lugar de tensión –y a veces, lucha- con la
pauta disciplinar, y en esa tensión se constituye.

Con la conquista de la democracia a fines del año 1983, se produjo una apertura en el
campo político y social que significó una progresiva recuperación de derechos y
libertades civiles, con una fuerte recuperación del sentido del rol del Estado, entendido
ahora como justo en contraposición al Estado asesino y delincuente de la dictadura.
Esto fue acompañado por el regreso paulatino de los exiliados, la ocupación del
espacio público por los ciudadanos, cosas que repercutieron en el campo intelectual-
artístico dando forma a una explosión de manifestaciones diversas y novedosas.

Con respecto a las actividades artísticas vinculadas al cuerpo vivo, este cambio
permitió visibilizar actividades que venían realizándose desde hacía algún tiempo pero
que proliferaron a partir de 1984. Estas producciones, donde interviene el cuerpo y por
consiguiente el lenguaje corporal, se constituyen en las de mayor experimentación en
esos años, debido en parte a la disciplina y castigo a los que se vio sometido. Un
cuerpo secuestrado, torturado, desaparecido, exiliado y asesinado en la Dictadura, el
cuerpo masacrado y mutilado en Malvinas y la aparición del SIDA como enfermedad
relacionada a la actividad sexual, y más específicamente, homosexual.

Un conjunto vasto de artistas realizan producciones diferentes, que, más allá de las
intenciones, ponen en tensión el campo artístico, especialmente, como decíamos
anteriormente, en relación con las disciplinas establecidas y las instituciones que las
representan. Lo inclasificable de las producciones corporales de cruce de lenguaje en
los primeros años de la década, sumado a que se trataba de artistas que ingresaban al
campo artístico en los años finales de la dictadura, constituyó este campo de tensiones
dentro del ámbito artístico, que muchas veces repercutió en el campo social y político.
Para dar a entender lo extraño que resultaban estos exponentes del llamado under de
los 80. Veremos lo que dicen Viola y Vivi Tellas al respecto.

PASAR VIDEOS VIOLA Y TELLAS (sobre los Melli)

Análisis de obra: Los Melli en el Parakultural (fragmento)

Los Melli fue un grupo conformado por Damián Dreizik y Carlos Belloso (1996)

Dice Belloso:

Nosotros lo que hacíamos era actuar de mellizos, aunque no éramos iguales, pero nos
poníamos la misma ropa, la cara pintada de amarillo con un labial rojo muy fuerte,
aparecíamos y hablábamos al mismo tiempo. Hacíamos tres entradas de un minuto
cada una, no más, porque también le teníamos un poco de miedo al público que
revoleaba cosas. Aparecíamos y avasallábamos hablando los dos a dúo y de cualquier
tema, de los colectivos, leíamos un menú de un restaurante, una poesía de Pessoa... Al
principio nuestro trabajo tenía que ver con la poesía, y decir las cosas al mismo
tiempo.

Proyectar video de Los Melli

Para analizar esta obra, dijimos anteriormente, nos vamos a valer de la teoría del
cruce de lenguajes. Al desmenuzar la obra en sus lenguajes y elementos constitutivos,
es que podemos ver cómo están puestos en juego en la producción.

La obra transcurre en el Parakultural. En un espacio en altura, como un balcón. Esta


disposición espacial implica un par de cosas. Una limitación en las posibilidades de
movimiento y desplazamiento en el espacio y el lugar de la mirada del espectador, que
siempre la verá desde muy abajo.
Ya sabemos que las obras que presentaban eran muy cortas de un par de minutos de
duración y que lo hacían para no tener que enfrentarse con el público. Eso hace
también que esta obra sea de irrupción en el espacio, algo breve y absurdo que no da
tiempo a la respuesta del espectador, que no entiende muy bien qué es lo que está
presenciando.

Si hacemos una breve descripción de los lenguajes y cómo están puestos en juego,
vemos que es muy difícil separar uno de otro. Eso nos da una primera pauta de que
estamos frente a una obra de cruce de lenguajes.

Lenguaje visual: se visten exactamente igual. Con camisas blancas con el cuello
cerrado hasta arriba y pantalones bermudas negros, medias blancas ¾ hasta debajo
de las rodillas. Los labios pintados, la cara pintada.

Esta manera que eligen de presentarse, genera un dislocamiento de lo cotidiano, pero


de un modo diferente del que era habitual en los ´80, más cercano a lo trash y
andrógino. Los Melli no buscan la indefinición de género. Se nota que son hombres,
aunque el hecho de llevar pantalones cortos nos haga dudar sobre si son adultos. Sus
movimientos corporales y forma de hablar, refuerzan esta sensación de niños o de
adultos con algún tipo de retraso mental.

Lenguaje corporal: el lenguaje visual, está unido indisolublemente con el cuerpo, ya


que no hay una escenografía ni objetos que intervengan en la pieza. Solamente un
cigarrillo que Belloso saca en un momento de su bolsillo. Los movimientos que
realizan Los Melli, un poco entrecortados, paralizados, ralentizados, bamboleantes o
bruscos y torpes, refuerzan estos significantes de la deficiencia cognitiva mencionados
anteriormente al analizar el lenguaje visual.

Lenguaje verbal: el lenguaje verbal, indisoluble también él, del cuerpo que lo pronuncia
y que es mirado al ser enunciado, funciona como un disparador de acciones y
contextos, en una continua mutación.

Por momentos hablan juntos, por momentos hablan solos, por momentos dialogan.
Pero en ese intercambio y en las palabras que emplean, sus cuerpos van perdiendo la
forma anterior, sugiriendo nuevos significantes. Los señores con retraso, se
transforman en viejos y viejas criticonas, zombies, galán de anuncio publicitario,
padres que reprenden, niños arrepentidos, parejas embarazadas, jugadores de ping
pong. Todo esto en unos pocos minutos de retorcimientos corporales. No hace falta
cambiarse de ropa ni hacer grandes despliegues. Con pequeños significantes
corporales y de tonos y maneras de hablar, pueden pasar de una situación a otra. Y
esas palabras y esas formas corporales se despliegan en el espacio, estructurándolo,
a pesar de su escasez de dimensiones y demarcaciones. Trabajando en una línea casi
frontal, de un metro o dos de ancho, juegan con estar al margen, atrapados, salir y
entrar. Es un juego casi infantil, que se ve quebrado por palabras serias y profundas,
filosóficas o de crítica social, hiladas por una risa desvariada.

Al hablar lento y trabado le corresponde un cuerpo rígido y mirada perdida y frontal. Al


tono áspero de crítica, un cuerpo encorvado blandiendo un dedo acusador; a la voz
engolada, un cuerpo con movimientos seductores; a la voz dulce y llena de ilusión, un
cuerpo embarazado pletórico de caricias, que se ve interrumpido por la voz cortante y
desesperanzada de la madre.

Podríamos seguir desmenuzándolo, pensando significante por significante y cómo


están imbricados en la obra. Pero en este breve análisis, creemos haber podido
mostrar cómo el analizar las obras desde fuera de las disciplinas, haciendo énfasis en
los lenguajes que las componen y la combinatoria que se da en el cruce, nos otorga
una mayor profundidad de comprensión de sus elementos y nos permite devolverle a
estas piezas su in-disciplinareidad inicial, manteniéndonos nosotros también, al
margen.

GUIÓN:
Los dos: Este es el sistema. Nosotros, al margen (saltan).
S: No puedo zafar, me seduce, entro y salgo, entro y salgo, entro y salgo. Es
dialéctico.
Un, dos, tres. (salta, Belloso acompaña el movimiento)
B: traidor. Jajaja.
Los dos (parados rígidos, mirando al frente): Posmodernismo, posmarxismo,post-
operatorio (cambian de actitud corporal, como asqueados y convalecientes). (sus
cuerpos se contorsionan hasta tomar una forma retorcida, aludiendo a algún crítico)
Los dos (retorcidos, señalan con el dedo): Vos, sos judío?
Responden (derechos, rígidos): Sí, pero no practico la religión.
Igual (preguntan): Vos vas al Liceo n° 3?
R: Sí, pero reprobé 7 veces
(se arma un ritmo de lo corporal entre críticos y respondedores).
P: Vos sos posmoderno?
R: se retuercen como zombies, bailan y giran uno alrededor del otro.
B (mirando a la derecha): Ahí viene (tono medio atontado, lento)
S: (mira también para ese lado): Quién?
B: (mirando como si alguien pasara por delante): El poder
S (gira también la cabeza): Cómo no me avisaste?
B: Si te dije.
S: Cuándo?
B (cambia la actitud, se pone más violento). Ya pasó.
S lo mira. B lo golpea. S cambia de actitud y agradece (como si hubiera tenido algo
trabado)
S: (lento de nuevo) No puedo gozar
B: (lo mira)
Los dos al unísono: Yo soy gélido, frío, seco. B (cambiando de actitud, tipo modelo de
tv, sacando un cigarrillo del bolsillo) dice solo: indiferente, cool (se pone el cigarrillo en
la boca mientras sonríe). Fuma.
S (cambia la actitud, se vuelve a transformar en un viejo criticón, le saca el cigarrillo):
mocosito, que hacemos tu madre y tu padre trabajando todo el año para que me venga
a hacer esto.
B: de langa muta en niño compungido y muta en deformidad con panza para afuera
con gritos tipo monstruo. Queda con cara de felicidad sacando panza.
S: le acaricia la panza y lo sostiene.
B (tocándose la panza como una madre embarazada) Este hijo que va a nacer, quiere
un mundo distinto.
S (sin dejar de tocarle la panza): Diferente. Estamos en condiciones de dárselo? Yo
creo que sí.
B: Yo creo que no.
S: yo creo que sí
B: yo creo que no
S: yo creo que sí. (lo mira a Belloso, se ponen de frente
B: no
S: si
B: no
S: si
Empiezan a jugar al ping pong (hacen ruido de pelota)
B: cómo vamos?
S: no sé.
Los dos: se han informado efectos colaterales relacionados con el sistema nervioso
central

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