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Marxismo

Marxismo es el conjunto de doctrinas políticas y filosóficas derivadas de la obra de


Karl Marx, filósofo y periodista revolucionario alemán, quien contribuyó en campos
como la sociología, la economía y la historia, y de su amigo Friedrich Engels, quien le
ayudó en muchos de sus avances en sus teorías.
Para distinguir la doctrina inicial de las corrientes derivadas, al marxismo propuesto por
Marx y Engels se ha denominado históricamente como socialismo científico.

LA TEORIA MARXISTA DE LA SOCIOLOGIA.


Karl Marx a juicio de varios filosofos e historiadores no se le concibe como un
sociólogo sin embargo hay que destacar que en la teoría marxista hay una sociología la
cual se explica en el siguiente argumento:
El pensamiento Marxista matiene la unidad de la realidad y del conocimiento, de
la naturaleza y del hombre, de las ciencias de la materia y de las ciencias sociales.
Es posible analizar las obras de Marx reconociendo en ellas una sociología de la familia,
de la ciudad y del campo, de los grupos sociales, de las clases sociales, de
las sociedades en su conjunto, del conocimiento, del estado, etc.
La concepción marxista del hombre, anclada en el antropocentrismo de la ilustración,
tiene tres elementos básicos: el reconocimiento del derecho al desarrollo individual,
una responsabilidad social compartida en aras de la
Satisfacción de las necesidades individuales y la racionalización de las relaciones
sociales.
Los derechos humanos se pueden enfocar desde tres ángulos interrelacionados: a)
filosóficamente, o desde el punto de vista del Weltanschauung, por el cual adoptamos
un determinado sistema de valores y, por consiguiente, un conjunto de principios para la
comprensión de los derechos humanos; b) sociológicamente, o
utilizando modelos cognitivos y estableciendo a través de ellos nuestra perspectiva de la
realidad social para determinar si se respetan o no los derechos humanos; c) moralmente
y políticamente, es decir desde el punto de vista de las opciones prácticas y de las
decisiones que definen el alcance de nuestro compromiso con la acción en aras de la
defensa de los derechos humanos.
El marxismo ha aportado sus propias soluciones a cada uno de estos ámbitos, y ha visto
como éstas eran relativamente acogidas en el mundo actual. Si resulta difícil analizar y
presentar de una manera general el enfoque marxista de estos problemas, es porque el
término marxismo implica, por un lado, las opiniones del propio Marx, tratadas como
un sistema coherente y, por otro, las opiniones que sostienen todos aquellos que, aún
adoptando las doctrinas de Marx, las han interpretado a su propia manera y las han
adaptado a las condiciones prácticas de la acción.

El antropocentrismo de Marx
El antropocentrismo: el concepto de hombre integral, la idea que Marx tiene del hombre
nació de la tradición europea occidental. La conciencia histórica de los derechos
humanos elaborada por el pensamiento en Europa occidental fue el producto de una
larga evolución, con etapas intermedias en las que los límites de la solidaridad social
siempre estaban circunscritos por las condiciones sociales existentes en aquel momento.
Sin embargo, la idea de hombre universal fue un producto de la Ilustración, que situó al
hombre como un punto en el espacio infinito, desde el cual se podían trazar infinitas
líneas y así conectar con todos los otros puntos.
La frase de Feuerbach, "para el hombre, el único Dios es el propio hombre",
que corresponde al espíritu del Siglo de las luces y que está vinculada a la
idea dinámica de libertad concebida por Hegel, fue el punto de partida para el
antropocentrismo de Marx, que subordinó su trabajo teórico y práctico a los problemas
del hombre y a su lugar en la sociedad. La crítica del orden social existente que Marx
elaboró nació de su rechazo moral a una sociedad organizada de tal manera que estaba
destinada a encarcelar la personalidad del hombre y a poner trabas a su propia capacidad
de desarrollo. Esta actitud fue adoptada por Marx tanto en su análisis crítico de las
consecuencias sociales de la división del trabajo como en su valoración de
los sistemas sociales que degradaban al hombre y oprimían a los productores. La
división del trabajo significa, según Marx, la separación entre trabajo manual y trabajo
mental, entre el poder de gobernar y tomar decisiones y el deber de obedecer o de
ejecutar ciegamente las órdenes. Esta separación fue el resultado de diferenciar entre
aquellos cuyo principal instrumento de trabajo eran sus manos, y aquellos que
trabajaban con sus cerebros, entre aquellos que gobernaban y aquellos que eran
gobernados.
Esta perspectiva nació de la oposición y la protesta contra la "instrumentalización"
del individuo. Al mismo tiempo, significaba una afirmación del principio de que
la personalidad del hombre debía ser plenamente libre para desarrollarse. Esto se
desprendía de su concepto de hombre integral, que crecía y daba expresión a su
potencial creativo.
De esta manera nació, como contraria a la tradición de la Ilustración, una nueva idea de
la solidaridad social. La idea de que la libertad de unos pocos no debería adquirirse
gracias a la subordinación y degradación de muchos, se convirtió en el punto central de
la crítica dirigida al sistema que tolera y consolida aquel mal. Finalmente, otro elemento
de la filosofía del hombre de Marx era la opinión de que éste sería libre sólo cuando y
en la medida que controlara las condiciones de su propia existencia. Esto constituía un
reconocimiento del objetivo, común al conjunto del pensamiento socialista del siglo
XIX, de alcanzar un orden social que superaría la anarquía económica y la ausencia
de control social sobre la producción y la distribución, y que instauraría una
direccionalidad y una planificación en la sociedad.

Materialismo histórico
La concepción materialista de la historia (también conocida
como materialismo histórico, término inventado por el marxista ruso Georgy
Plejánov), es un marco teórico creado y aplicado originalmente por Karl
Marx y Friedrich Engels para investigar y sacar conclusiones sobre el devenir
histórico de la humanidad.
Para el materialismo histórico las causas últimas de los fenómenos sociales están
determinadas por factores materiales, y rechaza explícitamente las explicaciones en las
que intervienen factores sobrenaturales, tomando como un hecho la irrelevancia
científica de Dios, de espíritus, y de una supuesta inteligencia del mundo en el devenir
histórico. De acuerdo con el materialismo, las causas últimas deben buscarse en factores
medibles o aprehendibles empíricamente.
Aunque históricamente el materialismo histórico se popularizó en el seno del marxismo,
donde sigue siendo un tema principal, se encuentran antecedentes anteriores a Marx.
Actualmente está presente en antropología, teoría de la historia o sociología, haciendo
que el materialismo histórico englobe a toda una serie de elaboraciones teóricas no
necesariamente marxistas.
Algunos de los principios que han servido de fundamento como base de la sociología
marxista son los siguientes:
El principio filosófico del carácter primario del ser, y secundario o derivado de la
conciencia, se concretan en el principio de la primacía del ser social y del carácter
derivado de la conciencia social.
El principio filosófico general del carácter primario del aspecto material de la realidad,
y del carácter secundario del aspecto ideal de ella.
El principio filosófico del carácter primario, determinante de la base económica
(infraestructura) y el derivado de la superestructura.
El principio materialista del determinismo histórico aplicado a la sociedad.
El principio dialéctico del desarrollo se concreta en el principio del progreso social.

La sociología marxista y el problema de los Derechos Humanos


Marx indagó en reflexiones que permitieran acercar los ideales a la realidad de los
hechos, a través de trabajos y revelaciones científicas con el objeto de proporcionar una
definición relativamente adecuada de la situación social y encontrar maneras
y medios que condujeran a cambios congruentes con las necesidades históricamente
determinadas del hombre. Existía una convicción creciente de que el hombre no era un
individuo abstracto o aislado sino un ser social cuya situación estaba determinada por el
conjunto de las relaciones sociales. Esta convicción, a su vez, dio nacimiento a la idea,
tan popular en el siglo XIX, de que sólo se podían solucionar los problemas del hombre
a través de un conocimiento positivo de la sociedad.
Esta idea fue la esencia de los grandes sistemas sociológicos del siglo pasado, donde se
conjugan los esfuerzos de reforma con los intentos de un análisis científico de
las estructuras sociales y del proceso histórico en sus diversas ramificaciones (Comte,
Spencer, Marx). Así, la era de las doctrinas y las utopías cedió ante la idea del
conocimiento concreto.
Es muy difícil ofrecer una relación detallada de las teorías sociológicas de Marx, Por lo
que nos limitaremos a dar un breve esbozo de aquellos elementos y rasgos que explican
el carácter específico del la sociología marxista en su enfoque de los derechos humanos.
1. Marx abordó la reflexión sobre la persona humana históricamente y positivamente, y
situó al hombre en los sistemas generales existentes, dentro de los cuales pertenecía a
un grupo, a una clase o estrato social, a una nacionalidad, a comunidades locales y
religiosas, a organizaciones creadas de alguna manera en el marco global de las
relaciones sociales y sujetas a leyes concretas. Así, mientras que la atribución a los
derechos humanos de una sustancia moral y filosófica puede ser el resultado del
concepto de hombre total, la aplicación real de aquellos derechos siempre sería
considerada en su contexto histórico, como derivado de un orden social determinado.
Por lo tanto, esta perspectiva de la condición del hombre y de sus
determinantes objetivos nacía de la conceptualización de grandes y complejas
estructuras sociales y del desarrollo histórico.
2. Marx consideró las limitaciones que sufren los hombres desde una doble perspectiva:
a) como limitaciones naturales, con lo cual se refería a los límites impuestos por la
naturaleza y por las fuerzas productivas dadas en cualquier nivel, o, hablando en
términos más generales, por la cultura material que el hombre ha alcanzado en una
determinada etapa de desarrollo (por esta razón, para Marx, las comunidades primitivas
no eran precisamente un jardín del Edén); b) como limitaciones sociales que resultan de
las diferentes posiciones que ocupan las personas en ese sistema, y de las diferencias en
el acceso a los bienes materiales según las categorías específicas de personas.
3. Marx explicó la aparición de las diferencias sociales a partir del auge de
la propiedad privada y del Estado. El primero condujo a la desigualdad económica, el
segundo a limitaciones políticas. Todos los sistemas económicos y sociales se
caracterizan por su propio tipo de diferencias y limitaciones estructurales internas, que
se producen, a) en las diferencias de clase, y b) según diferencias dentro de cada clase.
La característica distintiva de los sistemas precapitalistas descritos por Marx era la
relación entre la dependencia económica y las formas no económicas de coerción, la
condición de esclavos o de siervos campesinos. Por otro lado, el capitalismo introdujo
factores puramente económicos y estos, una vez eliminadas las restricciones legales
formales, determinaron la condición social de los individuos que pertenecían a las
diversas clases y grupos.
4. Según Marx, estas limitaciones sociales fueron la fuente de reivindicaciones
formuladas en nombre de una clase o grupo determinado sujeto a limitaciones
específicas. Los derechos reclamados podían ser diferentes en su contenido y su
alcance, y adoptar diferentes formas. El hecho de que estas reivindicaciones se
formularan en la frase de carácter general: "todos tienen derecho a..." se debió al triunfo
del concepto moderno de los derechos humanos. Esta forma universal se adoptó, por
ejemplo, en las reivindicaciones planteadas en nombre del tiers état contra la limitación
feudal de los derechos, cuando las clases medias comenzaban a surgir como los
portavoces de las grandes masas y de sus intereses. Sin embargo, desde esa misma
perspectiva, Marx criticó la idea burguesa de derechos humanos, que aceptaba el "orden
natural", es decir un orden fundado en la libre empresa que otorgaba libertad tanto a los
poderosos como a los débiles. Esta libertad, en realidad no era sino una desigualdad,
una negación de la libertad para todos, una libertad para sólo unos pocos.
5. El enfoque marxista consistía en relacionar principios universales generales con
situaciones de grupo e intereses de grupo. Se podría pensar que las doctrinas políticas y
sociales que expresan una u otra actitud hacia los derechos humanos están relacionadas
con ciertas etapas históricas de desarrollo, con situaciones e intereses de grupo
concretos. El conocimiento de la estructura de una sociedad determinada hacía posible
prever: a) hasta qué punto se aceptarían las reivindicaciones; b) hasta qué punto no
encontrarían sino indiferencia o neutralidad; c) en qué momento y que grupos iniciarían
la resistencia, como resultado de una valoración razonable de que los derechos
reclamados podrían perjudicar los intereses del grupo resistente.
6. Marx no pensó en las situaciones de grupo y los intereses de grupo que se
relacionaban con ciertas reivindicaciones y aspiraciones en términos morales, sino como
una consecuencia de los sistemas sociales que imponían a determinados grupos
la lógica de su conducta. Un análisis del sistema general permitía determinar en cada
caso: a) qué reivindicaciones podían ser reconocidas y satisfechas en respuesta a los
requisitos funcionales inherentes del sistema existente (por ejemplo, la reivindicación de
los trabajadores de recibir una educación básica no sólo era congruente con el
capitalismo sino que se convirtió en una necesidad absoluta en una determinada etapa
del desarrollo de la sociedad altamente industrializada); b) qué reivindicaciones serían
objeto de negociaciones y acuerdos que permitieran soluciones por la vía de
concesiones mutuas dictadas por el equilibrio existente entre las fuerzas (éste era el
caso, por ejemplo, según Marx, de las reivindicaciones de los trabajadores por
el salario mínimo); c) finalmente, qué reivindicaciones superarían los límites del
sistema existente y plantearían la abolición del orden social existente.
7. Los análisis de Marx de la sociedad industrial a través de cuál descubrió ciertas
regularidades en el sistema de libre empresa lo convencieron de que, dentro de los
límites de esta sociedad, era imposible, incluso a largo plazo, satisfacer las necesidades
y aspiraciones sociales y económicas esenciales de las masas. Éstas eran el derecho al
trabajo (la teoría marxista de los ciclos económicos), el derecho a una plena
remuneración del trabajo rendido (el supuesto de que la competencia conduciría
inevitablemente a la acumulación, entre otras cosas, a través de los ahorros sobre
los salarios de los trabajadores, la "ley de hierro de los salarios"). Marx insistió en que
sólo se podían satisfacer estas demandas mediante cambios específicos que irrumpirían
en el ámbito de la propiedad privada e introducirían regulaciones para un control
del desarrollo económico, aboliendo el mecanismo de libre competencia y
el mercado capitalista. De esta manera, Marx hacía de la consecución del derecho a
la seguridad social y económica una realidad estrechamente dependiente de
su programa de transformación socialista.
8. Los cambios sociales, no obstante, según los veía Marx, no se producían
automáticamente. La abolición de las restricciones a los derechos humanos era abordada
como un complejo proceso histórico, lleno de contradicciones y conflictos, luchas
políticas y, a menudo, de insurrecciones revolucionarias. Los principios defendidos,
incluso aquellos que eran universalmente aceptables si se expresaban en términos
generales, se convertían en manzanas de la discordia entre diferentes grupos cuando sus
intereses chocaban.
9. La teoría marxista del materialismo histórico y su visión del socialismo eran sólo
una introducción metodológica a la interpretación de las estructuras históricamente
cambiantes de la sociedad. Su sociología era un sistema abierto. Marx subrayó en
repetidas ocasiones que debería ser abordado como un enfoque de la historia, como
método para estudiar el desarrollo social y como método que (tenemos que reconocerlo)
también podría, mutatis mutandi, aplicarse al análisis de numerosos problemas que
surgen en la sociedad socialista.
Como se puede entender a partir de este resumen, las ideas de Marx sobre la sociología
están estrechamente relacionadas con su enfoque sociológico de los derechos humanos.
Esta actitud sociológica no sólo implica un análisis empírico de los hechos que inciden
en la aplicación de ciertos derechos y una explicación de las bases generales de su
existencia, sino también un esfuerzo para interpretar los criterios cambiantes de nuestras
valoraciones y expectativas. Marx señaló en repetidas ocasiones que ninguna época
intenta plantearse tareas que no puede solucionar. Desde esta perspectiva, no resulta
accidental que Marx pensara en las grandes ideas de la revolución francesa y americana
del siglo XVIII como acontecimientos históricos de primera magnitud.

Escuela Marxista
Es una escuela del pensamiento primordialmente Económico, que tiene como objetivo
fundamental realizar una crítica de la Economía Política desarrollada por David
Ricardo y Adam Smith, se pretende mostrar mediante una lógica dialéctica que el
capitalismo contiene en si mismo el gen de su propia destrucción, lo cual va a lleva a
otros modos de producción. Su método es el materialismo histórico, por lo cual al
realizar un análisis se basa en la historia, no obstante, Marx comete un error contrario a
su método al considerar al trabajo como el único capaz de de generar plusvalía. De la
teoría se rescata enormemente el interés social que debiera tener la ciencia económica,
lo cual la hace una escuela del pensamiento económico alterna.
Aporte de la perspectiva marxista a la sociología de hoy
Santos en su teoría crítica posmoderna (o postmodernismo de oposición) propone abrir
campos de investigación y reflexión teórica que la sociología en la actualidad tiene
serias limitaciones para identificar. A continuación se enumeraran algunas:
 Una parte fundamental de la sociología hoy se preocupa del orden y la regulación
social, por lo que se propone abrir vías sociológicas para
observar procesos de emancipación social.
 Como persiste el capitalismo, persiste también la dominación social, pero no de una
única clase (económica). Es necesario indagar sobre nuevas o recién observadas
formas de dominación social.
Santos habla de áreas subteorizadas, es decir, partes de la realidad que no han sido
exploradas por la sociología debido a que no pueden ser percibidas por una sociología
orientada al orden y la regulación; frente a lo que hay que proponer una sociología de
las ausencias; y aquello que ha sido voluntariamente negado o condenado ya que se
opone o entra en conflicto con el capitalismo o el liberalismo; frente a lo que hay que
proponer una sociología de las emergencias, las que nos permitiría comprender mejor
el presente y el desarrollo de alternativas sociales.
USO CREATIVO DEL MARXISMO
En la actualidad no es posible realizar una interpretación ideológica cerrada sobre el
marxismo (sobretodo teniendo en cuenta la persistencia del capitalismo y el fracaso del
socialismo real), sino más bien, como propone Bauman, entender que: "…la propia
naturaleza de la teoría marxista hace de ella un sistema abierto y en desarrollo" Según
propone Farfán, es irrenunciable moverse "creativamente" por conceptos claves como
explotación, (superación de la) dominación, lucha/conflicto, alienación y búsqueda de
alternativas al capitalismo y al liberalismo (superación que no puede entenderse hoy en
día como una única alternativa socialista, sino que vías socialistas diversas, y/o
únicamente transformaciones parciales de la sociedad). Santos propone una lista similar
con los conceptos de clase, conflicto, élite, alienación, dominación,
explotación, imperialismo, racismo, sexismo, dependencia, sistema mundial y teología
de la liberación.
Conclusión
A la luz de la investigación realizada con respecto a la teoría marxista, hemos concluido
que el marxismo no es más que la teoría científica que expresa los intereses históricos
de las personas que siglos atrás se veían obligados a vender su fuerza a los burgueses.
Karl Marx quien era un filósofo, periodista, revolucionario, luchaba por
el comunismo el pensaba que así podía cambiar la calidad de vida del proletariado.
La estructura social esta denominada, por un lado los burgueses capitalistas y por otro la
do las fuerzas productoras, que son los obreros; estas eran dos clases sociales muy
distintas alegaba que una clase producía riquezas y la otra se apropiaba de ella.
Marx pensaba que no era justo que los obreros quienes desempañaban las labores más
fuertes no eran bien pagados, mientras que los burgueses solo pensaban e imponían sus
exigencias. Marx escribió que para cambiar la sociedad, se debe atacar la estructura.
Finalmente, Karl Marx creo un conjunto de doctrinas políticas y filosóficas (El
Marxismo) que ayudo mucho a la población obrera a exigir sus derechos, así,
ser tratados con consideración, mejores pagados y que no solo los burgueses fueran
dueños de todo.
ENGELS, FEDERICO (1820-1895):
uno de los fundadores del marxismo, jefe y maestro del proletariado internacional,
amigo y colaborador de Marx. En los primeros años de la década de 1840, Engels
abandona las posiciones de demócrata revolucionario, y cumple el tránsito al
comunismo científico. Engels contribuyó con una aportación valiosísima a elaborar
todas las partes integrantes del marxismo: la filosofía, la economía política y el
comunismo científico. Se encontró con Marx en 1844; con él dirigió el movimiento
obrero revolucionario y creó la nueva doctrina revolucionaria. “No es posible
comprender el marxismo ni es posible exponerlo coherentemente sin tener en cuenta
todas las obras de Engels” (V. I. Lenin). En 1844 publicó Engels en los “Anales franco-
alemanes” su primer trabajo sobre economía política: “Esbozo de una crítica de la
economía política”. Marx lo calificó de ensayo genial sobre la economía política
proletaria. En este trabajo se analizan los fenómenos y contradicciones fundamentales
del capitalismo desde el punto de vista del proletariado revolucionario, se someten a
crítica las concepciones de los representantes de la economía política burguesa y a los
apologistas directos del capital (Malthus y otros). En 1845, Engels dio a la luz el libro
“La situación de la clase obrera en Inglaterra”, en el que trazó un cuadro estremecedor
de las penalidades de la clase obrera. Al mismo tiempo mostró, por primera vez, que el
proletariado no es sólo una clase que sufre: su dura situación económica le obliga a
luchar por su emancipación derrocando el régimen capitalista. En 1845-1846 Engels
escribió con Marx “La ideología alemana”, libro en que por primera vez se hace una
amplia exposición de los principios fundamentales del comunismo científico. En esta
obra, se enuncia la idea de que las formaciones sociales se suceden unas a otras en
virtud de determinadas leyes, se demuestra que el hundimiento del capitalismo es
inevitable, se explica que el proceso del desarrollo social se basa en el desarrollo de las
fuerzas productivas y de las relaciones de producción. En 1847, Engels escribió
“Principios del comunismo”, proyecto de programa de la “Liga de los comunistas”.
Estos “Principios’’ sirvieron de base para el “Manifiesto del Partido Comunista” (1848),
redactado por Marx y Engels, donde el marxismo aparece como una concepción
coherente del mundo y como una unidad integrada por la economía política, la filosofía
y el socialismo científico.

En la elaboración teórica del marxismo y en su defensa desempeñó un papel muy


importante la obra de Engels “Anti—Dühring” (1878). Escrita como trabajo polémico
contra el ideólogo burgués E. Dühring, contiene una exposición multilateral del
marxismo. En la segunda parte del libro (“Economía política”) y partiendo de la
doctrina económica de Marx, Engels define el objeto y el método de la economía
política, pone de manifiesto el papel revolucionario de las fuerzas de vanguardia en el
tránsito de la vieja a la nueva sociedad, muestra la conexión recíproca existente entre la
economía y el poder político, analiza el origen de las clases y las premisas económicas
de la revolución socialista. Engels expone, asimismo, la concepción marxista del valor,
de la plusvalía, del trabajo simple y complejo del capital, de la renta del suelo y del
dinero. El capítulo X del “Anti-Dühring” se debe a la pluma de Marx, quien trata en él
de algunos problemas concernientes a la historia de la economía política. En la tercera
parte (“Socialismo’’), Engels caracteriza los rasgos principales de la futura sociedad
comunista, cuyo establecimiento constituye, para la humanidad, el salto del reino de la
necesidad al reino de la libertad. En la “Dialéctica de la naturaleza’’ (obra escrita entre
1873-1882, publicada en 1925), Engels demostró que el trabajo desempeñó el papel
decisivo en el nacimiento, desarrollo y perfeccionamiento del hombre y de la sociedad
humana. En 1884, escribió “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”,
libro considerado por Lenin como una de las obras fundamentales del socialismo
moderno. En este trabajo, Engels explicó, desde un punto de vista marxista, la sociedad
primitiva, el origen y desarrollo de la división social del trabajo, de la producción
mercantil, de la propiedad privada y del Estado. Engels ayudó sistemáticamente a Marx
en su labor sobre “El Capital”. Después de la muerte de Marx (1883), Engels dirigió
durante 10 años el movimiento obrero internacional y llevó a cabo una labor gigantesca
en la preparación para la prensa de los tomos II y III de “El Capital’’ (el tomo II se editó
en 1885; el III, en 1894). “En realidad, estos dos tomos de “El Capital” son el trabajo de
dos hombres: de Marx y Engels” (V. I, Lenin). Engels formuló una serie de ideas
profundas sobre las nuevas peculiaridades del capitalismo en el bosquejo de “La bolsa”,
en las notas complementarias al tomo III de “El Capital” y en otros trabajos. Es muy
importante el libro de Engels “El problema campesino en Francia y en Alemania”
(1894), en el que se da un gran paso adelante en el estudio del problema campesino.
Engels hizo hincapié en la necesidad de atraer a los campesinos al lado del proletariado
en los países de población campesina importante, y ello como condición capitalísima
para la conquista del poder político. También señaló cuál iba a ser la política del futuro
Estado proletario respecto a los campesinos. Engels demostró la necesidad de pasar de
la pequeña economía campesina privada a la economía colectiva, y subrayó que este
paso no se ha de realizar por la fuerza, sino por medio del ejemplo y de la ayuda social.
A la vez que indicó la necesidad de expropiar la gran propiedad territorial y la
propiedad industrial capitalista, admitió la posibilidad de que se indemnizaran. La gran
doctrina revolucionaria creada por Marx y Engels ha sido desarrollada en nuevas
condiciones históricas, por Lenin, y en la época actual la desarrollan y enriquecen los
partidos marxistas-leninistas. El nombre de Federico Engels goza de un respeto y un
cariño infinitos entre los trabajadores de todo el mundo.
Max Weber

Sociología de las políticas y gobierno


Dentro de la sociología de las políticas y gobierno, el ensayo más significativo de Weber es
probablemente La política como vocación. En él, Weber revela la definición de Estado que se ha
convertido tan importante en el pensamiento social occidental: que el Estado es la entidad que reclama el
monopolio sobre el legítimo uso de la fuerza física. La política se debe entender como cualquier actividad
a la que puede dedicarse el Estado para influir sobre la distribución relativa de fuerza. La política, por
tanto, se deriva del poder. Un político no debe ser un hombre de la «ética cristiana verdadera», es decir,
la de ofrecer la otra mejilla. Alguien partidario de tal ética debería ser considerado como un santo, ya que
son únicamente los santos, según Weber, los que la siguen apropiadamente. El reino político no es un
reino de santos. Un político ha de abrazar la ética del fin último y la de la responsabilidad, y debe sentir
pasión por su advocación y ser capaz de distanciarse él mismo de la materia de sus esfuerzos (los
gobernados).
Weber distinguía tres tipos puros de liderazgo político, dominación y autoridad: dominación carismática
(familiar y religiosa), dominación tradicional (patriarcas, patrimonialismo, feudalismo), y dominación legal
(ley y Estado moderno, burocracia). Según su punto de vista, cada relación histórica entre gobernantes y
gobernados contiene elementos que pueden ser analizados con base en esta distinción tripartita.
Además, afirma que la inestabilidad de la autoridad carismática inevitablemente lleva a la fuerza a
«rutinizarse» en una forma más estructurada de autoridad. Del mismo modo, asegura que en un tipo puro
de regla tradicional, una resistencia al maestro suficiente puede llevar a una revolución tradicional. Por
ello, alude a un movimiento inevitable hacia una estructura racional-legal de la autoridad, utilizando una
estructura burocrática. Así, esta teoría puede ser vista en ocasiones como una parte de la teoría social
evolucionista. Ésta enlaza con su concepto más amplio de racionalización sugiriendo la inevitabilidad de
un movimiento en esta dirección.
Weber es también conocido por su estudio de la burocratización de la sociedad, los modos racionales en
los que las organizaciones sociales aplican las características de un tipo ideal de burocracia. Muchos
aspectos de la administración pública moderna vuelven a él, y un servicio civil clásico y organizado
jerárquicamente del tipo continental es denominado servicio civil weberiano, aunque esto es sólo un tipo
ideal de administración pública y gobierno descrito en su obra magna Economía y sociedad, y uno que no
le gustaba especialmente, ya que lo consideraba únicamente eficiente y exitoso. En su trabajo, Weber
hace una descripción, que se ha vuelto famosa, de la racionalización (de la que la burocratización es una
parte) como un cambio desde una organización y acción orientada a valores (autoridad tradicional y
autoridad carismática) a una organización y acción orientada a objetivos (autoridad racional-legal). El
resultado, de acuerdo a Weber, es una «noche polar de oscuridad helada», en la que la racionalización
creciente de la vida humana atrapa a los individuos en una jaula de hierro de control racional, basado en
reglas. Los estudios sobre la burocracia de Weber le condujeron también a su análisis - correcto, pues
resultaría así - de que el socialismo en Rusia llevaría, debido a la abolición del mercado libre y sus
mecanismos, a una sobreburocratización (evidente, por ejemplo, en la economía de la escasez) más que
a un alejamiento fulminante del Estado (como Karl Marx había predicho que sucedería en una sociedad
comunista).

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