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Santiago, tres de agosto de dos mil dieciséis.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de

sus fundamentos tercero a quinto, que se eliminan.

Y se tiene en su lugar y además presente:

Primero: Que la recurrente Paola Poblete Novoa, a la

sazón pescadora artesanal, ha referido como acto arbitrario

e ilegal atribuible a la Presidenta de la República, al

Ministro de Economía, Fomento y Turismo, al Subsecretario

de Pesca y Acuicultura y a la Contraloría General de la

República, la dictación del Decreto Supremo N° 103 de la

Subsecretaría de Pesca, Ministerio de Economía, Fomento y

Turismo, de fecha 22 de julio de 2015 y publicado en el

Diario Oficial el 21 de octubre de 2015.

Sostiene que el artículo 27 de la Ley General de Pesca

y Acuicultura establece que, en los casos que una

determinada pesquería sujeta a régimen de plena explotación

y administrada con cuota global de captura, se encuentre en

un nivel igual o superior al 90 por ciento de su

rendimiento máximo sostenible, se iniciará un proceso de

pública subasta de la fracción industrial de la cuota

global de captura. Agrega que, esa misma norma, establece

que para ello se dictará un reglamento que determinará los

procedimientos de la subasta.

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Arguye que el reglamento antes aludido es el contenido

en el Decreto Supremo N° 103, el cual establece el

reglamento de subasta de licencias transables de pesca

clase B.

Expone que el Reglamento impugnado establece lotes

reservados para ser adjudicados de manera exclusiva a las

pequeñas y medianas empresas, sin que ello tenga sustento

legal, destacando que la ley sólo dijo que el reglamento

debía contemplar la posibilidad de un adecuado acceso a la

actividad extractiva, pero en caso alguno dispuso una

garantía absoluta sobre un porcentaje o fracción, pues tal

medida derechamente deja fuera a cualquier persona, natural

o jurídica, que cumpliendo con todos los requisitos

legales, no podrá participar en los aludidos lotes, porque

así se ha determinado de manera arbitraria por parte del

ejecutivo al disponer el decreto en comento.

Indica que las infracciones materializadas lo fueron

por todas las autoridades que suscriben el Decreto Supremo

N° 103 de 2015, dentro de sus respectivas competencias, y

también por el Contralor General de la República, en cuanto

tomó razón del mismo.

Finaliza su exposición solicitando que se deje sin

efecto, en todo o en la parte denunciada como vulneradora

de derechos, el Decreto Supremo N° 103 o, en su defecto,

que se dispongan por esta Corte las medidas que juzgue

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procedentes para restablecer el imperio del Derecho que se

estima conculcado, con costas.

Segundo: Que de la sola lectura del libelo deducido en

autos se colige que lo que se pretende por la recurrentes

al accionar por esta vía es obtener que se deje sin efecto,

total o parcialmente, un Reglamento dictado mediante

Decreto Supremo, sin referencia a ningún acto

administrativo concreto que en su aplicación infrinja

alguna de las garantías que la Constitución protege por la

vía de la acción interpuesta.

Tercero: Que, tratándose de un vicio de

constitucionalidad de un Decreto Supremo, incluyendo

aquellos que fueren dictados en el ejercicio de la potestad

reglamentaria autónoma del Presidente de la Republica, la

Reforma Constitucional del año 2005 estableció en el Nº 16

del Art. 93 una especial acción para que sea el Tribunal

Constitucional quien se pronuncie sobre su

constitucionalidad, “cualquiera sea el vicio invocado”, no

correspondiendo a este Magistratura ordinaria tal

pronunciamiento con carácter general, sin perjuicio del

amparo judicial que se deba brindar a quien alegue contra

un acto determinado de la autoridad que, aparentemente

basado en un reglamento, conculque alguna de las garantías

cuya protección encarga la Constitución a las Cortes de

Apelaciones y a este Máximo Tribunal.

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A lo anterior debe agregarse que, además, la propia

Constitución establece un régimen previo de control de

legalidad y constitucionalidad de carácter general respecto

de los Decretos Supremos, incluyendo aquellos que

establecen Reglamentos, radicado en la Contraloría General

de la República, sistema que, en caso de representarse un

decreto por inconstitucionalidad, remite también al

Tribunal Constitucional como órgano encargado de dirimir la

eventual contienda que entre la Contraloría y el Presidente

importe tal representación, según lo establece el penúltimo

inciso del artículo 99 de la Carta Fundamental.

Cuarto: Que de acuerdo con lo antes expuesto y

razonado resulta evidente que la presente no es una materia

que corresponda sea dilucidada por medio de la presente

acción cautelar, al no invocarse un acto u omisión concreto

de la administración que haya afectado un derecho de los

garantizados por la acción de protección, ya que ésta no

constituye una instancia de declaración de derechos ni de

invalidación de normas de carácter general, sino que, como

se dijo, de protección de aquellos derechos señalados por

la Constitución que, siendo preexistentes e indubitados, se

encuentren afectados por alguna acción u omisión ilegal o

arbitraria y por ende en situación de ser amparados, por lo

que el presente recurso de protección no está en

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condiciones de prosperar, sin perjuicio de otras acciones

que pudieren corresponder a la parte recurrente.

De conformidad asimismo con lo dispuesto en el

artículo 20 de la Constitución Política de la República y

Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se confirma

la sentencia apelada de cinco de abril de dos mil

dieciséis.

Se previene que la Ministra Sra. Egnem concurre a la

confirmatoria teniendo únicamente presente lo consignado en

los fundamentos primero y segundo del presente fallo.

Asimismo, se previene que la Ministra Sra. Sandoval

concurre a la confirmatoria, teniendo únicamente en

consideración las siguientes argumentaciones:

1.- Que el artículo 27 de la Ley General de Pesca y

Acuicultura cuando dispone la dictación de un reglamento

que determinará los procedimientos de la subasta está

efectuando lo que la jurisprudencia de esta Corte Suprema

ha denominado “remisión normativa”, en que “una ley reenvía

a una normativa ulterior, que ha de elaborar la

Administración, la regulación de ciertos elementos que

complementan la ordenación que la propia ley establece. De

este modo, las normas dictadas por la Administración en

ejecución de la remisión contenida en una ley tiene valor

de simples reglamentos” (Considerando cuarto. Fallo Watt’s

Alimentos S.A., Recurso de inaplicabilidad, sentencia de 10

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de septiembre 1993. En Gaceta Jurídica N° 159, página 40 y

siguientes.)

2.- Que como lo ha sostenido esta Corte en los autos

Rol Nros. 6.363-2015; 6.369-2015; 4.241-2016 y 19.309-2016

“siendo esencial para el normal funcionamiento de un estado

de derecho, el control de la legalidad de la actividad de

la Administración por los tribunales de justicia, control

que necesariamente debe abarcar el de los actos de

naturaleza reglamentaria, que la Ley N° 19.880 sobre Bases

de los Procedimientos Administrativos considera como actos

administrativos (artículo 48 letra a); y frente a la

inexistencia de un procedimiento contencioso administrativo

general que la contemple, ésta necesariamente puede y debe

hacerse a través del recurso de protección”.

Agrega la jurisprudencia citada que “para lo anterior

habrá de tenerse presente que a diferencia de la acción

denominada doctrinariamente ‘por exceso de poder’, que no

requiere de un derecho subjetivo violado bastando para

interponerla un interés legítimo, tratándose del control

del reglamento por la vía del recurso de protección, deberá

invocarse necesariamente por el recurrente la vulneración

de alguna garantía contemplada en el artículo 20 de la

Constitución Política, y deberá interponerse dentro del

plazo de 30 días desde su publicación, la que es

obligatoria de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 48

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letra a) de la Ley de Bases de los Procedimientos

Administrativos, teniendo la sentencia que lo anule,

efectos generales o erga omnes. Ello sin perjuicio de la

verificación sobre la legalidad del reglamento con ocasión

de un recurso contra un acto particular de aplicación”.

3.- Que sentado lo anterior debe señalarse que como se

sostiene en la sentencia que se confirma, no existe

ilegalidad ni arbitrariedad alguna en la dictación del

Decreto Supremo N° 103, del Ministerio de Economía, Fomento

y Turismo, publicado en el Diario Oficial con fecha 21 de

octubre de 2015.

Regístrese y devuélvase.

Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Matus y

de las prevenciones, sus autoras.

Rol Nº 23.725-2016.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema


integrada por los Ministros Sra. Rosa Egnem S., Sra. María
Eugenia Sandoval G., Sr. Carlos Aránguiz Z., y Sr. Manuel
Valderrama R., y el Abogado Integrante Sr. Jean Pierre Matus
A. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la
causa, el Abogado Integrante señor Matus por estar ausente.
Santiago, 03 de agosto de 2016.

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Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema

En Santiago, a tres de agosto de dos mil dieciséis, notifiqué en Secretaría


por el Estado Diario la resolución precedente.

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