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Capitulo 9.- Los afectos como puente entre lo psíquico y lo biológico (O.

Kernberg)

El interés de la Teoría de los Afectos está en que estos son uno de los elementos que
constituyen un puente entre lo físico y lo psíquico. Así, ayudan a entender las relaciones
entre cerebro y mente.

Afectos como un elemento esencial en la vida, ya que son las experiencias subjetivas de
placer o de dolor, teniendo una implicación motivacional.

Sin embargo las teorías de los afectos están todavía en procesos de exploración.

Personalidad

La personalidad esta “compuesta” por temperamento, carácter, identidad, sistema de


valores e inteligencia. Es decir la personalidad, como concepto general, cubre todos los
aspectos psicológicos de la persona humana.

 Temperamento (aspecto afectivo y cognitivo): disposiciones innatas, genéticamente


dadas, representadas constitucionalmente, de lo que va a formar parte de la
personalidad. Es la reactividad general de la persona. Reactividad que es
esencialmente afectiva. El temperamento incluye también aspectos cognitivos
(reactividad cognitiva). Esto implica que el temperamento enfoca, en el sentido de
establecer prioridades a lo que enfocamos sobre aspectos de la realidad y cuando
hay que resolver contradicciones.

 Carácter: el carácter es producto del temperamento y la activación afectiva que


relacionan al individuo con los demás (relaciones de objeto), son en estas
interacción que se establecen patrones que constituyen el carácter. El carácter es una
organización dinámica de los patrones habituales de conducta, y que deriva de la
interacción entre temperamento y relaciones de objeto.
 Identidad: es la subjetividad que organiza la vida afectiva, lo que constituye la
identidad. Identidad es el reflejo subjetivo del carácter. Deriva de una función
momentánea de estructuras biológicas permanentes.

 Inteligencia: capacidad cognitiva, deriva de un potencial genéticamente dado,


expresado como elemento neurobiológico. Sin embargo la inteligencia depende del
aspecto cinético y constitucional.

 Sistema de valores: son principios éticos que rigen nuestras relaciones.

¿Y los afectos?

Afectos

Constituyen expresión y unión entre el individuo y el mundo de personas, el mundo de


relaciones objetales que lo rodean. Puente entre temperamento, carácter y aspectos
motivacionales. Los afectos son estructuras psicofisiológicas (aspectos fisiológicos,
biológicos y físicos).

El aspecto psíquico incluye una experiencia subjetiva de placer o de dolor, estos son afectos
básicos. Los afectos complejos derivan de la integración gradual de los afectos más
simples. El aspecto refiere a que tenemos la capacidad innata de expresar y de leer afectos.

Constituyen los afectos (complejo paquete estructural)  experiencias subjetivas, expresión


facial, expresión psicomotora (ej: entonación de voz), que se asocia a descarga
neurovegetativa y función comunicativa (primer lenguaje interpersonal)

Aspectos neurobiológicos: el cerebro límbico es el que más nos interesa en relación a los
afectos. El cerebro límbico está constituido por hipotálamo, amígdala y el hipocampo. Estas
tres estructuras controlan los afectos primitivos.

El hipotálamo mantiene la homeostasis del organismo, procesa información que es enviada


a la amígdala la cual origina los procesos afectivos. La amígdala está directamente
relacionada con la activación del miedo y la rabia, también origina circuitos relaciones con
los afectos positivos (van por el sistema mesolímbico). Toda esta información de afectos
positivos que se originan en la amígdala bajo la influencia de información que viene del
hipotálamo es procesada por el hipocampo. El hipocampo es el órgano más importante, ya
que proporciona una envoltura cognitiva al afecto. Es el órgano de la memoria afectiva. El
hipocampo a través de sus conexiones reciprocas con la corteza cerebral nos da
inmediatamente el contexto afectivo.

Es decir que, relación entre hipotálamo, amígdala, hipocampo y corteza producen una
unión entre lo cognitivo y lo afectivo. Y los transforma en lo que llamamos sentimientos,
que son afectos complejizados por significados cognitivos. En este procesa es
esencialmente la corteza prefrontal y preorbitaria.

Estrés

La corteza cortisol, es una hormona fundamental en la activación defensiva del cuerpo


contra el estrés, ya que inhibe el hipocampo, es decir la memoria afectiva.

Ejemplo de defensa biológica contra el estrés, contra al trauma, que se replica en defensas
psicológicas frente al trauma excesivo:

Estrés crónico, es decir exceso de cortisol, esto envenena el hipocampo y destruye células
nerviosas, produciendo que el organismo “proteja” la memoria del estrés intolerable,
borrando las memorias afectivas.

Afectos y pulsiones

Freud: primera teoría afectos y pulsiones eran lo mismo, luego los afectos eran producto de
descarga neurofisiológica de pulsiones, y al final los afectos eran un potencial del yo.
(Psicoanálisis ignoraba a los afectos).

E. Jacobson: “nunca en la clínica vemos afectos puros, siempre implica una relación del
individuo con alguien más, siempre implican una representación de si mismo interactuando
con otra persona”
Finalmente, devino la teoría de relaciones objetales contemporáneas. La cual plantea
que, hay afectos intensos de tipo positivo y negativo, los cuales se establecen en la memoria
afectiva del sistema límbico. A temprana edad hay dos sistemas independientes;
representaciones buenas (madre buena o mala, yo bueno o malo) y representaciones malas.
Hay segmentación de relaciones de objeto idealizadas por un lado y por otro el persecutorio
(tendencia más primitiva). Esta es una separación natural de memorias afectivas, y estas
estructuras deben ser modificadas paulatinamente por una integración cognitiva.

Sin embargo, hay situaciones en que esta integración de afectos positivos y negativos no se
produce a temprana edad, resultando en un Síndrome de Difusión de Identidad. Esto se
produce cuando hay exceso de afectos negativos, y predominio de este, habiendo una
mantención de esta ruptura entre el segmento idealizado y persecutorio. Para proteger los
aspectos idealizados, se mantiene la separación, y el individuo sigue dividido entre
imágenes del sí mismo buenas y malas, imágenes de los demás idealizadas y persecutorias.
Los síntomas de este síndrome entre otros son no saber lo que se quiere en la vida, falta de
motivación, graves conflictos en las relaciones intimas, etc.

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