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TRUJILLO 08 – 06 - 2018
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN TEMPRANA DE EDUCACIÓN ESPECIAL
En primer lugar. - Hay que creer firmemente en el potencial que todo ser humano tiene para
cambiar y adaptarse. El hecho de que existan conductas difíciles de modificar no significa que
sean imposibles de cambiar. Esto lo digo porque al enfrentar una conducta perturbadora en
nuestros hijos a menudo abandonamos todo esfuerzo para encauzarlo en mejores direcciones,
escudándonos detrás de un así es él o ella. Así nació no se puede hacer nada, encogemos los
hombros.
Con frecuencia es precisamente este comportamiento de nuestra parte el que sirve para
mantener e incrementar la conducta indeseada.
En Segundo Lugar. -Tenemos que tener en cuenta que el temperamento se hereda. Pero que la
mayor parte de nuestra manera de ser y de comportarnos es resultado de las experiencias que
conforman nuestra vida.
Imaginémonos un niño o niña recién nacida ¿Cuán agresivo (a) es? Veámosla a los 6 meses de
edad ¿Será agresiva? ¿Y esas sonrisas y balbuceos que hace al vernos?, juega con sus manos y
muestra interés a todo lo que le rodea. Bien ahora veámosla a los 8, 10, 14, 16 o 20 años, le
gusta martirizar al gato, matar pajaritos, pega a sus compañeros, asalta a una señora. ¿Cómo
pudo suceder esto? ¿Será que ya estuvo programado (a) y fatalmente predestinado a ello?
En lo personal, hay muchos datos que apoyan este punto de vista, creo que los patrones de
conducta agresiva son resultados de experiencias de aprendizaje. Se concluye lógicamente que,
por medio de otras experiencias de aprendizaje, de manera adecuada es posible modificar y
eliminar dichas conductas, sustituyéndolas por otras que sean menos destructivas y más
adecuadas socialmente.
a) MANTENER EL CONTROL. - Es muy importante que los Padres sean capaces de controlarse,
ya que los niños imitan lo que ven. Si cuando te enfadas con él le gritas o incluso le insultas,
será lo que él haga cuando sienta ira. Pero si le demuestras que hablando y con una
actuación coherente el enfado desaparece, lo percibirá como una forma de expresión.
b) OBSERVAR A LOS HIJOS. - Investigar y reflexionar sobre su comportamiento para saber que
está pasando. Es frecuente etiquetar comportamiento de los niños sin tener en cuenta
factores como si están enfermos, cansados y por supuesto sin valorar el tipo de
comportamiento. No es lo mismo que entre en casa dando un portazo y gritando, a que esté
insultando a su hermana porque le ha roto algo. Observar implica ver que hace y porque lo
hace.
e) INSISTIR EN QUE UTILICE EL LENGUAJE.- Es muy importante que utilice la palabra para
expresar su ira. El hecho de que diga estoy enfadado implica que ha identificado la emoción.
Un primer paso para expresarla adecuadamente.
g) SER JUSTO CON LOS HIJOS.- En ocasiones estarás tan enfadado que te resultará imposible
no gritarle o decirle algo incorrecto. Si después una vez calmado, reflexionas y le pides
perdón por el comportamiento erróneo, verá que reconocer el error no nos hace peores y
que es algo que debe de hacerse cuando uno se equivoca. No por ello perderás autoridad,
sino que ganarás su respeto.
C) DESARROLLAR LA EMPATIA: Es quizá una de las tareas más difíciles de conseguir. Ser
empático es comprender al otro factor que no implica de ninguna manera el modificar
nuestros pensamientos o estar de acuerdo con él. Es ponerse en el lugar del otro para
entender lo que ha hecho y por qué.
HIPERACTIVIDAD:
Es un término que describe un conjunto de problemas conductuales característicos,
generalmente son los padres los que se dan cuenta y se inquietan por tal conducta.
A) DIAGNÓSTICO:
Se hace en función a una serie de conductas inadecuadas y que han perdurado por lo menos
durante 6 meses. Intervienen Psicólogos, Neurólogos y Psicopedagogos.
6 ó más de los siguientes síntomas deben estar presentes:
1. Muchas veces es inquieto con sus manos y sus pies cuando permanece sentado.
2. Muchas veces no puede permanecer sentado en clase o en situaciones donde se espera
que lo haga.
3. Muchas veces corre, trepa en forma descontrolada.
4. Muchas veces tiene dificultad para jugar de manera
callada.
5. Muchas veces está en actividad constante como si
estuviera impulsado por un motor.
6. Habla en forma excesiva.
7. Responde sin que se haya concluido la pregunta.
8. Tiene dificultad para esperar su turno.
9. Interrumpe las actividades de los otros.
NOTA:
No se puede saber si un niño es Hiperactivo antes de los 3 o 4 años. Porque la capacidad motora
y sus destrezas atencionales se están desarrollando y el niño está en un período de exploración
y de manipulación. Entre los 2 y los 4 años se puede considerar normal. A partir de los 5 años
requerirá de una consulta de una especialista.
B) TRATAMIENTO:
- Atención Médica, Psicológica y Educacional.
- Un Programa Educativo apropiado
- Terapias psicológicas individuales y familiares si son necesarias.
- Medicación cuando sea conveniente.
BERRINCHE- RABIETA:
Durante los 4 primeros años de vida el niño se echa al suelo, patea, grita, detiene la respiración,
en algunos casos se golpea la cabeza, se tira contra el suelo.
Esto provocado por alguna frustración insignificante y es de corta duración. Es patológico
cuando son frecuentes e intensos, es un medio para liberar sentimientos violentos encerrados.
A) ETIOLOGIA:
- Enfermedades prolongadas. - Presumiblemente se acostumbró a obtener lo que desea
y no son capaces de tolerar la frustración.
- Niños sometidos a métodos disciplinarios incoherentes (muestran mal genio)
- Exceso de críticas y ansiedad de parte de los padres.
- Los accesos de furor son a menudo imitados (padre o madre que se comportan
similarmente)
- Niños con defectos de Lenguaje (se enojan cuando no pueden hacerse comprender)
B) TRATAMIENTO:
El berrinche va ligado a los métodos de crianza de los padres o los adultos que rodean al
niño. En muchos casos uno de los padres proporciona un cuadro de mala conducta al niño
estallando cuando están enojados. Para que sus niños dominen los berrinches deben hacer
uso ellos también del dominio de sí mismos. Muchos NO convertirlos en SI o darles
alternativas.
Rutinas establecidas (sueño, comida, estudio, etc.) Pero no adaptada a los estados de ánimo
de los padres.
Los berrinches deben ser tratados con calma e indiferencia. Los padres deben continuar
mostrándose tranquilos pero firmes. En lo posible ignorar el episodio para que el niño no
crea que está acaparando la atención de este modo. Lo que se sugiere que el niño aprenda
que un berrinche de mal genio nunca da como resultado salirse con la suya.
El problema puede surgir cuando los padres al no poder resistir ver llorar a su niño, le
conceden su atención, fracasando el tratamiento, esto será más reforzante para el niño.
Después de haber calmado la tormenta se le puede hacer ver el error de su conducta, no se
debe intentar en hacerlo razonar cuando está con su berrinche.
LA TERAPIA CONDUCTUAL:
Resulta ser bastante efectiva empleándose la Terapia Tiempo- Fuera, donde se excluye al
niño de un grupo o contexto social. Mientras dure o se mantenga los berrinches. Cuando
estos hayan cesado, se puede readmitir al niño en el contexto social. Se pueden realizar
juegos con reforzadores. Las conductas se eliminarán gradualmente.