Bs' As''

en Nuevo cursQ de tógica y filosofra'

OBIOLS,G.;"¿Quéeslafilosofia?"
Kapelusz, 1993, PP' 1 19-133 '
es la filosofía?
iQué

1. El problema r¡ 2. Ciencia y filosofía

' Considrrr*os las siguientes preguntas
que pueden resultar un tanto desconcer-
tantes:
1. ¿Existe Dios?
2. ¿Qué es lo que proporciona energía a la
célula?
3. ¿Son las cosas tal como las percibimos?
4. ¿Por qué se dilatan los metales?
5. ¿Tienb la vida humana un sentido, y si lo
tiene, aÉl es?
6. ¿Aumentarán las exportaciones si se qui-
ta el impuesto a las mismas?
7. ¿?uedén hs normas morales justificarse
racionalmente?
8. ¿Cuál es la confornación geologica de
América?
9. ¿Habrá la historia humana llegado a su
fin?
10. ¿Por qué se producen los eclipses?
Naturalmente no intentaremos {espon-
der estas preguntas, sino, más bidn, pregun-
tar a su vez sobre ellas: ¿son preguntas
consideradas por las ciencias?, ¿son cues-
tiones filosóficas?, ¿son interrogantes que
se pueden responder según las diversas
ideologías o maneras de entenderel mundo?
Algunas de estas preguntas son contesta-
das por distintas ciencias. Así, por ejemplo,
la?lo es por la biolo gía,la 4 por la física, la
6 por la economía, etc. Para contestar estas
preguntas, como se estudió en la primera
parte de este libro, Ias ciencias elaboran
teorías, es decir, explicaciones de distintos
hechos o sucesos; las teorías son puestas a
prueba cotejándolas con los hechos y acep-
tadas o rechazadas según los resultados de
esas pruebas. Para someter a prueba las
teorías científicas se hace uso de la observa-
-ción y/olaexperimentación. En general, €o
cada cienci4 en un momento dado, hay un
conjunto de teorías que se consideran bási-
ffis y que son aceptadasporel conjunto de la
comunidad cientÍfica. También ocurre que
las ciencias progresan, es decir, con el paso
del tiempo logran construirteorías más exac-
tas, o miís abarcadoras, que explican mejor
que otras los mismos sucesos. Cuando se
estudia una ciencia, entonces, se estudia una
serie de conocimientos definidos -teoríar
y ciertos métodos de que se vale esa ciencia.
L-as preguntas impares de la lista, en
general, Do son objeto de estudio de las

LLg
 ciencias, sinode la filosofía. I¿s ciencias no
se hacen cargo de ellas. Lás preguntas filo-
sóficas han recibido múltiples respuestas
como producto de la reflexión racional a lo
largo áe ta historia y no ha sido posible, €D
general, sometet aprueba estas respuestas a
través dc un proceso de observación o expe-
rimentación. No hay unanimidad, ni tampo-
co un claro progreso al modo de las ciencias;
de hecho, alguien puede, hoy, ser platónico
o tomista, cs decir, adherir a las respuestas
que filósofos como Platón (siglo IV a.C.) o
Tomás de Aquino (S. XIII) han dado a las
cuestiones filosóficas. I.as preguntas filosó-
ficas no tienen respuestas contrastables con
los hechos porque la mayor parte de las
veces son preguntas generales que no se
refieren a los hechos nafurales o sociales que
estudian las ciencias, sino a entes u objetos
no empíricos, como Dios, o a cuestiones
valorativas o de sentido como las referidas a
) las normas, I la cuestión del desarrollo his-
tórico o al sentido de la vida.
) Sin embargo, algunaspreguntas, como la
nútrrero 3, que hemos ubicado en el campo
; de las filoséfiffis, son en cierto modo, objeto
I de indagación de las ciencias; la psicolo Eía',
por ejemplo, al estudiar la percepción se
l pregunta por la correspondencia de la mis-
ma con las cosas. En realidad, podemos
I padies o nuestros antepasados, o porque
considerar que hay una suerte de tiena de
l elaborada desdé una determinada perspecti-
nadie o zona gris,con preguntas que pueden
ser objeto de estudio por parte de la ciencia
l cepción judía, cristiana, musulmanq de Ia
o de la filosofía. Por ejemplo, si pregunta-
mos: ¿¿Qué es el espicio?' o "¿buá eb et
tiempo?", abordamos cuestiones que han
sido, fradicionalnente, objeto de la indaga-
ción filosófica, pero que en la actualidad son
estudiadas también por la fisica. I'a, rnna
gns entre ciencia y filosofia se modifica con
el tiempo, algunas crrestiones que se podían
considerar filosóficas, en la medida en que
pasan a ser objeto de una indagación metó-
dica y a tener respuestas más definidas s,e
van constituyendo en cuestiones cienfÍficas.
Se podría creer que atgun día las últimas
cuestiones filosóficas serán abordadas por
L20
alguna ciencia y la filosofía dejará de existir.
do que el sentido de la misma es realizar las I¿ filosofía presenta una doble diferen-
Sin embargo, los hechos no son tan senci-
acciones que aseguren la salvación del alma cia con las ideologías. En primer lugar hay
llos, más bien, al contrario, la dilatación del y la vida eterna. Una respuesta de este tipo cuestiones o problemas filosóficos que tie-
campo científico plantea nuevas cuestiones
corresponderíá a lo que se denomina la con- nen poco o ningún interés pÍua las ideolo-
filosóficas. Al respecto, un científico de la
cepción medieval del mundo, DUy extendi- gías porque no parecen tener implicancias
talla de Alberto Einstein decía: "I-as actua-
da y dorninante en Occidente hasta el siglo prácticas -lo que sí es de interés para las
les dificultades de su ciencia obligan al
XV, aproximadanrente. I*a concepción re- ideologías-, como podría ser preguntarse
físico a.gfrontar problemas filosófiós en nacentista del mundo, on cambio, os más por la noción de infinito. Recíprocamente
grado tñuy superior a lo que sucedía en otras
tenenal y humanista y valora en alto grado hay cuestiones que preocupan mucho a los
generaciones". También, por ejemplo, €l
los placeres y la gloria en este mundo. Una ideólogos y gue poco o nada interesan a los
desarrollo dc la.ingeniería genética plantea
eoncepción del mundopuede tenersu origen filósofos como las preguntas acerc¿ de sj tal
preguntas como " ¿sería correcto fabricar
en una determinada fe religiosa, de este o cr¡al conducta es o no es ortodsxa. En
subhombres, déciles, con bajo cociente inte-
modo se puede hablar de la "concepción consecuencia, aunque hay un terrenocomún
lectual y fuertes músculos para que realicen judía del mundo'', o de la "concepción cris- de preguntas o temas de interés filosofico e
las peores táreas si esto permitiera liberar a
tiana" o de la "@ncepción musulmana", y ideolégico, lo cisrto es que hay cuestiones
Ios auténticos hombres de las mismas?".
por cada una de ellas querefnos decir la ideológicas que no son filosóficasy cuestio-
Una pregunta como ésta sería una pregunta
manera de comprenderel mundo,la realidad nes filosóficas que no son ideológicas. Pero
que la filosofíatrataen una de sus ramas que
y la vida humana propia de cada religión. más importante es una segunda diferencia
se denomina "Ética".
Algunas importantes concepcionOs del mun- que se puede establecer entre filosofía e
ahor otra parte, la ciencia se asienta en do se originaron al calor de la lucha política, ideología. Paha explicarla consideremos co-
ciertos supuestos, es decir, en admitir sin
como el liberalismo o el socialismo. Es en mo ejemplo la pregunta número 5, acerca de
necesidad de dernostración y: m¡fghas ve-
estos casos que $e prefiere usar la éxpresión si la vida humana tiene un sentido. Desde
ces, sin hacer explícitas ni tematizar,'la
verdad de algunas proposiciones como la
"ideología" y es así como habitualmente se úna ideología o concepción del mundo se
dice "ideología libral" o "ideología socia- pirede ¡esponder a esta pregunta de cierto
afirmación del valoidel conocimiento cien-
tífico, o la validez de la observación sensible
lista". También estas ideologías configuran modo I, eri otras ideologías hacerlo de otra
una visión del mundo, una concepción del manerar poro, cuando se pregunta: "¿porqué
como instrumento final para contrastar las
hombre y dotan de senüdo a las acciones se afirma que es tal el sentido de la vida?",|a
teorías con la realidad, y otros. La filosofia,
en cambio, aspira a @nstituirse en un saber
humanas. respuesta suele ser del tipo: porque así lo ha
sin supuestos, en un saber que sea funda-
. Una ideología o concepción del mundo enseñado Dios, o así no6 enseñaron nuestros
a,
es una visión global de la realidad que es
mento de cualquier otro saber, o, al menos,
siempre lo hemos entendido asl, etc. Es
en un saber en el que cualquier supuesto
va, unilateralmente. Así se trata de la con- decir, las ideologías o concepciones del mun-
pueda ser tematizado. En relación. con la
do {aa respuestas más ó menos dogmáticas,
cuestién de la filosofía como saber sin su-
Edad Media, del Renac-imiento o de la ideo- que'deüen ser ace¡itadas por provenir de
puestos al final de este capítulo se incluyen
logía de un sector u oho, etc, Enhe dos atg*á autoridad. Desde el punto de vista
sendos textos del argentinp Santiago Ko-
ideologías o conepciones del mundo más o filosófico,las mismas preguntas reciben res-
vádbffy del colombiano Danilo Cnrz Yélez.
menos enfrentadas es muy dificil halla¡ un puestas críticris, es decir, respuestas funda-
iueZárbitro o mediador que pueda ser a@p- mentadas racionalmente, que puedan ser
tado por ambas partes; si alguna es un tanto objeto de discusión y análisis y de una valo-
3. Ideología y filosofia intolerante es posible que las diferencias se ración de los argumentos eB que se sosüe-
resuelvan por medio de la fuerza y que se nen. Esto es característico de casi todo el
Ai menos algunas de las preguntas que asista a una persecución ideotégica,bhis- pensamiento ñlosófico: un filósofo puede
hemos presentado mmo filosóficas son con-
toria de la humanidad está llena de *guenas sostener libremente -sin atenerse a ninguü
testadas por diferentes ideotogías o concep-
santas' libradas en nonabre de ideologías dogma o doctrina que haya que aceptar por
ciones globales de la realidad. Así, per
que pretendian mnstituir la única verdad y la fe o por venir de alguna autoridail lo que
ejemplo, la cuestión acerca del sentido de la
el instrumento para la salvación de la hu- se le ocurr4 pero debe, como contrapartida"
vida humana puede sercontestada afiruiai-
manidad. dar razones que, sipo prueban su reqpuesta,
LzT
 pm lo menos Ia avalan o sostienen de alguna
manera y, efi consecuencia, permiten que
pueda ser sometida a la discusión y a la
crítica. En este puntoo la filosofía se aceÍca a
la ciencia y se muestra reacia o tiene poca
simpatía por aquellos que dicen saber pero
son incapaces de argumentar racionalmen-
te. Al tratar de dar respuestas fundamenta-
das, la filosofía trata de superar Ia unilatera-
lidad y la parcialidad, propias de las ideolo-
gías que muchas veóes suministran a la
filosofía la materia básica sobre la cual ejer-
cer el análisis o la crítica.
Sin embargo, también hay zonas grises
entre filosofía e ideología, no sólo
existencia de cuestiones-comunes como se-
for Ia
ñalamos antes, sino también porque en oca_
siones los filósofos, y sobre todo argunos
discípulos o seguidores de ros firósofñpur-
mundo busque sustentarse en teorías cientí-
ficas o ideas filosóficas a fin de obtener
cierta rigurosidad y ganar prestigio. De esta
situación suelen ser ejemplo aqüeilos casos
en los que se usa la expresión ..Nuestra
filosofía. . ." rcuando debería decirse ..Nues-
tra ideología..." o "Nuestra manera de con-
cebir las cosas. . . ". Finalmente, algunas
c-oncepciones del mundo en ocasiones pue_
den abrirse francamente a una discuiién
filosófica, crítica, de sus doctrinas.
En una conferencia que el filósofo espa-
ñol José Fenater Mora (L9IZ-I990) pronun-
cié en Buenos Aires, señaló Ia existéncia de
tres posibles planteamientos sobre las rela-
ciones entre ciencia, filosotía e ideología.
t.

den llegar a afirmar sus doctrinas d; un
modo por demás dogmático, con ciego fana_
lismo ideológico. En general, .urnío de un
filósofo se pasa a su 'rismo", de Aristóteles
al "aristotelismo" o a los "aristotélicos", Ia
rilosofía se transforma en ideorogía. Tam-
bién puede ocurrir que una .onc.lción der
Un planteo posible es esfozarse por separar las tres áreas. Filosofía,
ciencia e ideología
son ües dominios perfectamente separados e incontaminados. Hay
teoriai c¡éntit¡crs
lue n0 son filosóficas ni ideológicas; hay discursos ideológicgs que n0 sgn científicos ni
filos.oficos; y hay especulaciones filosóficas que no són cieñtíficas
ni ideológicas.
Gráficamenle:

Unsegundo planteo acepta los vínculos entre las lres áreas, pero establece
una relación
jerárquica.entr? las mismas, existente de hecho por
o algrln nioi¡vo Oáifibl;^Según este
Plnto de vista, lo ideológico engloba, domina o ilñb tos froduclos filosóficos o ciejltíRcos,
o la ciencia debe prevalecer sobre h filosofía y la ideoiogía, o la filoso6a
imponerse a la
.ciencia y a la ideología. Esquemáticamente:

¿Tene la vidá humana un sentido?

Y si lo tiene, ¿cuáles?
Una tercera posibilidad que Ferrater Mora eslimó más adecuada que
Una pregunta-ílbsof ¡ca las dos anteriores
que también es contestada consisle en considerar que se trata de tres clases que se intersecan, de modo que
hay
Ptoductgs que pueden ser considerados exclusivamente filosóficos o científicos o
t,
l; desde las diferentes
t,
concepciorres del mundo. ideologicos, pero también hay zonas grises o áreas comunes. Gráficamente:
fr
lli
\,.
ü
John wayne, nff,gi'::Xñ:f,i
¿.
t',

122 L23
 ¿Habrá llegado a su
fin la historia
humana?
Las ideologías
suelen dar
respuestas
dogmáticas
a este tipo
de preguntas que la
filosofía
busca explorar
críticamente. En la
ilustración, caída del
m Actividades rrFFf ¿Es preferible pensaf sin tener conocimiento críti-
muro de Berlín.

c0, de manera disgrEada y es decir,

f Si se acepta el punto de vista defendido
por Ferrater Mora se puede volver sobre la
li_sta de preguntas iniciales y reconsiderar la
ubicación de cada una de ellas.
Tor ejemplo, la primera pregunta.,¿Exis_
te Dios?" es por una parte unfcuestién a Ia
que los filósofos han tratado de responder,
proponiendo variados argumentos y contra_
argumentos, pero, la existencia de Dios ha
sido dogmáticamente afirm aday negada en
diversas concepciones del mundo; ño hay,
en cambio, ninguna ciencia particular qu, ie
interese por Ia misma. podría, en consecuen-
cia, ser considerada como perteneciente al
ár ea fi lo sófico -i d eol ó gi ca.
La segunda pregunta, .,¿eué es lo que
proporciona energía ala célula?,' parece ser,
hoy por hoy, una cr¡estión de incumbencia de
la biología, es decir, de una ciencia particular.
continuar este análisis con er résto de las
preguntas. '
I Resumir con las propias palabras Ia arter-
l-.liu1 que A¡rronio Gramsói, filósofo y po_
Iítico italiano, plantea en el fragmento que se
transcribe más adelante. EI miimo fue éscri-
!o aproximadamente en 1.930, ¿qué nuevos
flgtoqef pueden_ imponer hoy úor concep-
ción del mundo?, ¿de qué manera?
'pafiicipaf de una concepción del
'casional,
mundo,
,,impues_
ta" mecánicamente por el ambiente extemo, 0 sea,
pcir uno de.los tgntos grupos sociales en quá'rno
s,
encuentra incluido automáticamente hasÉ su entra-
da en el mundo conscienre (yque puede ser la aldea
o la provincp,.quq puede lener origen en la pa'oquia
y en la "actividad intelectuar delcura o del vejete
patriarcal cuyl'sabiduría" dicta la ley de la muje
; rcita
que ha heredado la sabiduria de ias brujas o del
pequeno intelectral avinagrado en su propia estupi-
e incapacidad para obrar), o es mejdr ehboiar
lez
la propia concepclón del mundo de mánera cons_
ciente y crítica, y, por lo mismo, en vinculación con
semejante trabajo intelectual escoger la propia esfe-
ra de actMdad, participar activamente eñ h bhbora-
ción de la historia del mundo, serelguía de sí mismo
y n0_ aceptar del exlerior, pasiva y supinamente, la
h uella que se imprime sobre ta
]rjr::,ff ::::
A Grarnsc { fr{/í F{,1,f,,i; 9,iffi;
Buenos Aires, 1971.
I-eer el siguiente fragmento del filósofo
inglés Bertrand Russell y formular tres
preguntas que ejemplifiquen Io dicho por el
autor.
Hay muchas preguntas que la gente oue piensa
se formula en una u otra ocasión y para'las buales
la ciencia no ofrece ninguna respu'esta. y los que
tratan de pensar por símismos no están dispues-
tos a aceptar al fiado las respuestas prefabrica-
das de los adivinos. Es misión de la filosofía
explorar estas cuestiones y a veces darles con-
testación.
La sabiduría ae occtae¡yri,3;,?ffiÍl:
]3?3.
o 4. Un poco de historia
Se conviene en considerar que la filoso-
fía y la ciencia como reflexión metódica y
sistemática nacen en la civilización griega
hacia el siglo VII a.C. Inicialmente no se
puede diferenciar entre ambas, pero, con el
paso del tiempo se va estableciendo una
ciena distinción. Así, Aristóteles, ya en el
siglo IV a.C. considera que hay un saber
fundamentado que busca establecer las
causas de los sucesos, Qü€ trata de Io uni-
versal y necesarío, un saber que es distinto
del saber que proporciona la experiencia, es
decir, el frecuentar un objeto, que es un
¡ ; ' ''
I
j".",-
i 't' i'
ü i;.. "
sab&que-ig[Qra las caüsas, que sólo conoce
lo singular y lo tontingente. Dentro del
primer tipo de saber Aristóteles diferencia
entre el saber de las ca¿rsas printeras^ es
decir, la búsqueda de los primeros princi-
pios, de los fundanrentos últimos.),el de las
causas segundas, es decir, el conocirniento
de las causas más próxirnas a los fenómer¡os.
La filosofía, o en el vocabulario de Aristóte-
les, la filosofía prirnera, se ocupa precisa-
mente de las causas primeras y las filosofías
segundas. las que con el tiempo serán las
ciencias particulares, se ocupan de las cau-
sas segundas. Esta distinción aristotélica
coincide con una diferenciación que se man-
tiene hasta nuestros días como un lugar
común: la ciencia realiza una tarea en la que
se atiene rnás a lo observable, la fiiosofía es
más especulativa y trata de ser un saber más
profundo. Para Aristóteles, la filosofía. por
ocuparse de las causas primeras constituve
el saber al que deben subordinarse las cien-
cias, según el punto de vista aristotélico. la
ñlosofía a la que llama "sabiduría" es la
reina olantadre de las c'iencias. No obstan-
te, debe hacerse notar que las ciencias de las

L24 r25
if¡
ilr

ii
ii
ii
ri-¿

causas segundas de la época aristotélica son
saberes poco desarrollados y dependientes
de Ia filosofia,
En la Edad Media, con Ia hegemonía del
cristianismo en Occidente, se constituye un
nuevo saber, la teología revelad4 qué es
considerada por la iglesia como el saber
supremo. I¿ teología rqelada parte de ad-
mitir por la fe la verdad de la revelación, es
decir, considera ala Bibtia como la palabra
de Dios; apoyándose en la misma la teología
estudia a Dios, al mundo y al hombre. En la
Edad Media, en general, la fi.losofia sigue
siendo considerada la reina de las ciencias,
pero se encuenfra subordinada ala teolo gía,
estimada como "ciencia sobrenatural" por la
iglesia. A esta nueva ubicación de la filoso-
L26
" Ias técnicas que en ellas se apoyan produ-
¿Todos bs
hombres son
filésofos?
fia se la conoce con el nombre de lafilosofn
coma siewa dc Ia teología.
A partir de los tiempos 'modernos se
produce un gran desarrollo de las ciencias
particulares que les da awtonomía reqtecto
de lnfiIosofia. En el siglo X\nIo con Galileo
se constituye la física recortando un objeto y
unametodologra propios. En el siglo XVII
con Lavoisier, se constituye la qüírniga co-
mo ciencia autónom4 y posteriormente ocu-
rre lo propio con la biologa V las llamadas
ciencias humanas o sociales: psicología, so-
ciología, etc. En la filosoffa de Ia éWca
predominan cuestiones referidas al conoci-
miento, con disputas entre empiristas que
afirman que la e4periencia es la fuente y el
fundamento del conocimiento y racionaüs-
tas que consideran que la rc2.6n ocupa ese
lugar. También para la misma época se de-
sarrolla la filosofía política con pensadores
como l-ocke, Voltaire, Montesquieu, Rous-
seau y otros filósofos de la llustración. En la
medida en que la iglesia va perdiendo poder,
la teología va decayendo y muchos filósofos
y científicos la consideran desde entonces
como un pseudosaber.
En el curso del siglo )ilX continúa el
desarrollo de las ciencias particulares y de
ciendo una grari transformación de la vida
cotidiana -productos indusfiiales, comuni-
caciones, etc.-. Es la época en que surge el
positivismo, fundado por el frances Augusto
C,omte. El positivismo es un cicntificbmo,
es decir, una posición que niega todo valor a
la filosofía en nombre de los valores de las
ciencias particulares. El cientificismo redu-
ce todo conocimiento al conocimiento cien-
tífico. Comte pensaba que era la ciencia la
que proporcionaba los auténticos conoci-
mientos sobre el mundo y que la única
misión que le podía quedar a la filosofía era
reunir en un sistema los conocimientos que
proporcionaban las diversas ciencias para
obtener una imagen global de Ia realidad.
Es interesante advertir que desde Aristó-
teles (S. IV a.C.) hasta Comte (S. )ilX), la
filosofía se ha convertido, en estas concep-
ciones, de reina de las ciencias en una disci-
plina totalmente subordinada a las mismas.
fE Actividades ro
Subrayar las ideas principales, construir
un esquema (cuadro sinóptico, de doble
entrada, etc.) con las ideas más importantes
de cada fragmento y un cuadro compa¡ativo
de los ües textos siguientes.
Quien aspira a mnocer por el conoer mismo
tendrá una decidida preferencia pr la ciencia
más cabal. Y esa ciencia es de lo más cognosci-
ble, pues lo más cognoscible son los principios
L27
primeros y las causas. A través de los principios
y a partir de ellos se mnoce lo demás y n0
inversamente los principios a través de los parti-
culares que dependen de ellos. Por último, la
ciencia dominante y superior a la subordinada es
la que conoce en virtud de qué fin ha de darse
cada cosa...
Metafísica. Aristóteles. S. lV a.C.
Sudamericana, Bs. As., 1986.
,..|a ciencia sagrada es superior a las demás. Lo
es por la certidumbre: porque las otras ciencias
no la deben sino a la luz natural de la razón
humana, que puede equivocarse: en tanto que la
ciencia sagrada la tiene de la luz de la ciencia
divina, que es infalible. lgualmenle tiene ventaja
por la dignidad de su objeto: porque se ocupa
principalmente de cosas que por su altura tras-
cienden la razón; mientras que las otras n0
consideran sino lo que es de su dominio.
tuna Teológica. Tomás de Aguino. Siglo Xlll.
Club de Lec{ores, Bs. As., 1944.
En fin, en el estado positivo, el espkitu humano,
reconociendo la imposibilidad de obtener nocio-
nes absolutas, renuncia a buscar el origen y el
destino del universo y a mnocer las causas
íntimas de los fenómenos, para aplicarse única-
mente a descubrir, rnediante el empleo bien
combinado del razonamiento y de la observa-
ción, sus leyes efectivas, es decir, sus relaciones
invariables de sucesión y semejatva.
cu rso de r¡füH'31'.'fí3:
Aguilar, Bs. As., 1973.
J.
5. I"a filosofia en el siglo ICX
Pretender reivindica¡ la idea de la filosofia
como reina de las ciencias en nuestra época no
parece demasiado sensato. Pero aceptar el
'punto de vista del cientificismo srpone un
empobrecimiento del ser humano que parece
tener, al lado de su dimensión cienúfica, offas,
como la artística" la religiosa o la filosófica.
Naturalmente, tanto Aristóteles como Santo
 Tomás o C-omte tienen sus seguidores en
nuesüa épooa.Pero también hay otros puntos
de vista desarrollados en el siglo )O(.
Algunos pensadores como el alemán Ru-
dolf Carnap y un grupo de filósofos que
constituyeron lo que se denominó el Círculo
de Viena elaboraron vn neopositívísmo se-
gún el cual se acepta que son las ciencias las
únicas que proporcionan los auténticos co-
nocimientos, pero corresponde a la filoso-
fía, a través del desarrollo del instrumental
lógico inquirir sobre la ciencia misma, sus
distintos tipos, sus métodos, etc., la filosofía
es, fundamentalrnente, filosofía de la cíen-
cia o epistemología. [,os filósofos, que de-
berían tener una buena formación en cien-
cias, tienen por objeto de estudio la ciencia
misma y cuando abordan otros temas deben
hacerlo desde una perspectiva y utilizando
métodos científicos.
Un punto de vista que guarda ciertas
relaciones con el anterior, pero que no obs-
tante debe diferenciarse, es el que arranca,
en el siglo XX, con el austríaco Ludwig
Wittgenstein y que da lugar a la filosofía
analítica. Según Wittgenstein, la labor filo-
sótica es una labor de "análisis del len-
guaje". I-os filósofos analíticos profesan, en
general, üil fuerte rechazo por los aspectos
más especulativos del pensamiento filosófi-
co -porque suelen ser los que usan un len-
guaje más impreciso-y tienden a consid eÍar
a Ia filosofía como un pensar crítico y analí-
tico. I-a labor filosófica por excelencia es
realizar una aclaracíón lógíca de nuestro
lenguaje.Enrealidad, Ia tarea de aclaración
conceptual ha sido una constante de la acti-
vidad filosófica a lo largo de su historia,
pero, en el siglo XX, con un conocimiento
más preciso de la lógica del lenguaje, esta
tarea ha ganado en solidez e importancia.
Para Karl Jaspers, pensador alemán que
se inscribe en el exis te n cialis mo, la filosofía
es considerada como una búsqueda incesan-
te, un pensar y un reflexionar sobre todas las
cosas, sobre el mundo de la ciencia, el poder
de la técnica y muy especialmente acerca del
L28
Wittgenslein
ha sostenido
en esta obra
que el objeto
de la filosofia
es la aclaración
lógica del pensa-
miento.
ser humano y su estar en el mundo. En esta
caracterización, la filosofía ya no es la cien-
cia de las causas primeras, ni siquiera es, ella
misma, una ciencia, sino una reflexión sobre
el mundo. El rilósofo es, entonces, un exa-
minador constante de sí mismo, de los de-
más hombres y de la realidad toda. El filóso-
fo es un pensador. No se trata de construir un
sistema acabado y definitivo, Io que haría el
dogmático, sino de preguntar. Preguntar es
la tarea del tilósofo.
"Filosofía de Ia ciencia", "filosofía del
Ienguaje", "pensar la totalidad"... sólo son
algunas fórmulas que no agotan las maneras
de entender Ia filosofía que, a fines del siglo
XX como en varios pasajes de su historia,
no tiene un status que se pueda definir muy
cláramente.
E Actividades E . l:l
Subrayar las ideas principales conteni-
das en los siguientes fragmentos del alemán
Hans Reichenbach, el austríaco L. Witr
genstein y el alemán K. Jaspers. 'i
Muchos consideran que la filosofía es insepara-
ble de la especulación. Creen que el filósofo no elucidaciones. El resultado de la filosofía n0 son
puede usar métodos que establezcan el conoci' "proposiciones filosóficas", sino el esclarecerse
miento, ya sea el conocimiento de hechos o el de de las proposiciones.
relacionbs lógicas, y que debe hablar un lenguaje La filosofía debe esclarecer y delimitar con preci-
n0 susceptible de verificación;en resumen que la sión los pensamientos que de otro modo serían,
filosofía n0 es una ciencia. El presente libro pre- por así decirlo, opacos y confusos.
tende establecer la tesis contraria. Sostiene que
Tractatu s Logi co- P hi lo sophicu s.
la especulación filosófica es una etapa pasajera,
L. Wittgenstein. 1918.
que ocurre cuando surgen problemas filosóficos Alianza, Madrid, 1973.
en épocas que carecen de medios lógicos para
resolverlos. Este libro pretende que hay y ha
habido siernpre un tratamiento científico de la
La palabra griega filósofo (philosophos) se formó
filosofía, y quiere mostrar que de esta base ha
en oposición a sophos. Se trata del amante del
surgido una filosofía científica que, en la ciencia
conocimiento (del saber) a diferencia de aquel
de nuestro tiempo, ha hallado los procedimientos
que estando en posesión del conocimiento se
para resolver problemas que en épocas anterio-
llamab? sapiente o sabio. Este sentido de la
res sólo han sido objeto de conjeturas. Para
palabra ha persistido hasta hoy: la busca de la
decirlo en pocas palabras: este libro ha sido
verdad, no la posesión de ella, es la esencia de
escrito con la intención de demostrar que la
la filosofía, por frecuentemente que se la traicio-
filosofía partió de la especulación para llegar a la
ne en el dogmatismo, esto es, en un saber
ciencia.
enunciado en proposiciones, definitivo, perfecto
La filosof í a cienlífica. H. Reichenbach. 1 95 1 .
Fondo de Cultura Económica, México. 1975.
y enseñable. Filosof ía quiere decir: ir de camino.
Sus preguntas son más esenciales que sus res-
puestas, y toda respuesta se convierte en una
El objeto de la filosofía es la aclaración lógica del
nueva pregunta.
pensamiento. Filosof ía n0 es una leoría, sino una
actividad. tJffÍÍfi
Una obra filosófica consiste esencialmente en Fondo de curri; ,[,'ál5f : L13:
f Construir un cuadro que compare las caracterizaciones de las ideas filosóficas de
Reichenbach, Wittgenstein y Jaspers.
Reichenbach Wiügenstein Jaspers
:itt
rrii
'i I
'!
'i',
l¡,
, 'l
ll,
ll
ll
r.i
rl:
:liir
itil
I lii
n Así entendido, origen no es Io mismo que
I tt
M'
6. Los orígenes de la filosofÍa tÍ
'iil
lt:
comienzo. Por comienzo seentiende el mo- :li'it
jl i'l
. ,i tji
iQué es lo que llevó y lleva a los hombres mento histórico en que los hombres emPe- r ,,iil
f :l I
:iill
ill,l
a la filosofia? ¿Qué es lo que mueve a los zaran a filosofar. Por origen se entiende la '
I rl l.ll
r:lil
hombres a, filosofar? Contestar a estas pre- fuente de la que mana el impulso que mueve
!'i:lll
;:lll
guntas es buscar los orígenes de la filosofía. al hombre a filosofar. Siguiendo el análisis rlilll
iiiiil
L29 illlll
Illtfl
riiiil
i illll
lilli.
 que realiza trL Jaspers, en el libro citado
anteriormente, se distinguen tres orlgenes
del filosofar: el asombro, la duda y las situa-
ciones límite.
Asombrarse o admirrlrse cs sorprender-
se, extrañarse frente a lo cotidiano, ante el
hecho de que las cosas $eor, de que haya
algo. No.s asombramos cuando rompemos la
reiación práctica con el mundo y nos pre-
guntamos qué es la realidad, cuál es su
fundamento, cuando nos extrañamos de que
haya mundo. Si en lugar de encogernos de
hoÍnbros frente a estos intenogantes los
tematizarnos, ingresamos en la filosofía. Pa-
ra Platón y Aristóteles la filosofia tenía su
origen en la adiniración y la extraíiezafrente
. al mundo.
'Du.dares suspender el juicio, es no afir-
mar ni legar. En la vida cotidiana nos vemos
obligados a decidir, a áfirmar o negar más o
milqs napidamente; sin embargo, en oca-
siones, nuestras más firmes creencias, las
que parecían más sólidamente establecidas
vacilan,'si dudamos frente a ellas y si pro-'
fundizamos en esa duda se nos abre el se-
gundo camino hacia la filosofía. En Descar-
tes, filósofo francés del siglo )ñ/II, la duda
juega un papel fundamental en la construc-
ción de su filosofia.
ks situaciones límite del sujeto, situa-
ciones que no podemos eludir, como la
muerte, el dolor, la lucha, que nos llevan a
tomar conciencia de nuestra subjetividad y
sus limitaciones constituyen la tercera puer-
ta de acceso a la ñlosofia. Por estg camino
nos abrimos a la indagación de la existencia
personal concreta, güe no es tratada por la
cienci4 la que en general se enorgullece de
su carácter impersonal. En las fi.losofias
existenciales el punto de partida es mnside-
rar la situación concreta del sujeto.
' q- 7. Los problemas de la filosoffa
y hsdisciptinas filosóficas
Los ia mencionados ües orígenes de la
130
filosoffa conducen a distintos problemas o
cuestiones filosóficas y a una división del
campo de la filosofía.
El primer acceso a la filosofía, el asom-
bro ante la realidad lleva a preguntarse ¿qué
es lo que hay?, ¿qué es lo aparente y qué es
lo real?, ¿gué distintos tipos de entes hay?,
i,hay un ente fundamental capaz de dar ra-
zúndel todo? Este tipo de cuestiones cons-
tituye lo qüe globalmente se designa con el
nombre deproblema del ser,que es aborda-
do por una disciplina filosófica gue se deno-
mina ontología o metafisica y que se estu-
diará en el próximo capítulo y en el siguien-
te, principalmente.
I¿ segunda puerta de acceso a la filoso-
fía, la duda frente al conocimiento, lleva a
preguntaq tales como ¿qué es el conocimien-
ta?, ¿qué distintos tipos de conocimiento
hay?, ¿qué es la verdad? , etc. Este tipo de
cuestiones se agrupan globalmente bajo el
nombre'de problema del conocimiento. El
mismo es estudiado por una rama de la
filosofía que se denomina gnoseología o
teoría del conoci¡niento y en este libro se
estudiará en los capítulos VII y H, especial-
mente.
El tercer origen de la filosofiq las situa-
ciones límite en la vida del hombre conduce
a un primer grupo de cuestíones antropoló-
gicas: ¿es el hombre un producto más de la
evolución del reino animal?, ¿tiene el hombre
. una esencia definida?, y si la tiene, ¿crráles?
Estas pregutas son tratadas por la antropo-
logía filosófr.ca y se estudiarián en el capítulo
Xtr, preponderantemente. Pero las situacio-
nes lÍmite llevan también al problema del
obrar htünono: ¿qué debo haer de mi vida?,
¿qué es el bien?, ¿qué es el deber?, ¿en qué
consiste la felicidad?, ¿cuál es el fundamento
de las nonnÍts? Estas cuestiones @nstituyen
el problsnn étíco o moral que es estudiado
porlaétimy en nuesho libro senin hatadas en
los capítulos X y )ilI, principalmente.
Es necesario efectuar ahora algunas acla-
raciones sobre esta división del campo de la
filosofia
Eldesanollo
científlco plantea
a la filosofía
nu8v0s
intenogantes
éticos.
En primer término, debemos señalar que
la filosofía constituye.una unid,ad y que, si
bien es conveniente. distinguir los proble-
mas filosóficos y las disciplinas que los
estudian, cualquier división es un tanto arti-
ficial. No hty, ni mucho menos, límites
estrictos entre estos problemas. I¿s cuestio-
nes filosóficas están interrelacionadas entre
sí, de tal manera que generalmente una de-
semboca en otra.
En segundo lugar, hay que señalar que
los problemas mencionados y las corespon-
dientes disciplinas son los principales, pero
no agotan el campo de la filosofía. Cuestio-
nes filosóficas surgen allí donde los hom-
bres se deciden a encarar los fundamentos o
preguntar por el sentido de cualquier cosa-
Asíporejemplo, la realidad educativa puede
ser vista bajo un aspecto filosófico si pre-
guntamos: ¿qué es la educación?, ¿cuáles
son los fines de la educación?, ¿qué tipo de
hombre queremos formar?, ¿con qué valo-
res?, etc., estas cuestiones son abordadas
por laf losofia de la edacacíón; el arte y la
belleza son el objeto de la estéüca; el desa-
rrollo histórico y la historia como disciplina
son tratados por la filosafia de la historía y
algo de esta última rama de la filosofía se
estudia¡á en el bapítulo )il.
L3T
En tercer térúrino debe hacerse notar que
junto a esta división del'área de la filosofia
bot problemas y disciplinas filoióficas hay
üna áistinción en enpas históricas que Per:
miten hablar de una filosotía antiguq una
filosofía medieval y del Renacimiento, una
tilosofía moderna y una filosofía contempo-'
ránea. l-a historicidad es un componente
esencial de la filosofía cuyos problemas sólo
pueden ser acabadamente comprendidos si
se los ubica en el contexto en que surgieron.
Es por este motivo que en este libro en cada
capítulo considerarnos un problema o cues-
tión filosófica localiz¿rd^ en un momento
histórico determinado y seguimos una se-
cuencia cronológica que aranca con la fi-
losofía antigua y arlmina mn la filosofia
contemporánea. Claro que al estudiar estos
momentos de la historia de la filosofia lo
hacemos tratando de presentar las proyec-
ciones contemporáneas, la actualidad de los
mismos. .
E Actividades EE
I C,ompletar un cuadro en ei que se visualice
la relación entre orígenes, problemas y dis-
ciplinas filosóñcas.

Oríoanes Problemas Disciolinas
El sentido del estudio de la filosofia
S;
0 valor y significación y de las implicaciones de los
Hay una filosofía profesional o filosofía
considerada en sentido restringrdo guo, cono-
ciendo la historia de la misma, se aboca a
dilucidar cuestiones más o menos técnicas y
específicas; pero hay también una filosofía
considerada en sentido amplío que es practi-
cada por todo el que se anima a pensar críti-
camente la propia actividad, la vida y el
mundo, en pensar la totalidad y su ubicación
en ella. El estudio de la filosofía más técnica
o profesional puede ayudarnos a desarrollar
n más lúcidamente la propia filosofíay a tener
una actitud más crítica frente a las concepcio-
) nes del mundo y a los valores en los que
1 . Dada la creciente especialización y divisith del
trabajo entre las ramas del mru¡cimienlo y del
saber, liene que haber una disciplina gue busque
las interconexlones e intenelaciones y las leccio-
lep que pueden extraerse de ellas. 2. Tiene que
haber una disciplina que interprete las lemiones
del pasado humano (y especialmente de nues-
tros pasados ofiu¡ales) para enlender el presen-
te (y üce1ersa). 3.Tcne que haber una disciplina
que se preocupe en sl misma por cuestiones de
*la
hechos mundiales para mndiclón humana".
Nirquna disciplina que n0 sea la filosofía quiere o
puede emprender estas tres tareas. Las condicio-
nes de nuestro presente son tales que necesita-
mos de la filosofía más que nunca.
"Elpluralismo filosófho es inevitabh'. E. de CIaso.
IÁ NacliSn, Buenos Aires, 21-6-92.
La filosofía es hoy por hoy una disciplina
que es cultivada en las principales universi-
dades del mundo, por algunas de las inteli-
gencias más brillantes y que se desarrolla en
varias dimensiones: explorando tradiciona-
cosmos? ¿Cuál es el sentido esencialde la vlda? 9. I-,a filosofin en la Ar€entina
No podemos alenlar confinad¡s en una zona de
temas intermedios, seü¡nduios. Neesitamos filosofía en la Argentiúa? ¿Desde
una perspec{iva integra, mn primero y último cuándo? la época colonial se puede
plano, n0 un paisaje mutilado, n0 un hodzonte al ue existen estudios en la mate-
conside
que se ha amputado la palpitaclÓn incitadora de
ria. Por esa los mismos están ligádos
las postreras lontanaruas. $in punhs cardina' y siguen una orientación
lss, nuestros pasos carooerían de orientaclén, Y
tradicional: se ia a Santo Tomás de
no es prelexto bastante para esa insensibilidad
Aquino y Francj Suárez, teólogo y filó-
hacia las últimas cuestiones declarar que n0 $e
sofo español de fines I siglo XVI y princi-
ha hallado manera de resolverlas. ¡Razón de
más para sentir en la .raíz de nuestro ser. su pios del XVII. Los rev ionarios de mayo
presipny su herida! ¿A guién le ha quitado nunca de'1810 conocen y influidos por la
el hambre saber gue n0 podrá comer? Aun inso: filosofía de la llustración: ousseau, Vol-
lubles, seguirán esas interrogaciones alzándose ' taireo Montesquieu, etc. En época de la
patéticas en la comba laz noctuma y haciéndo- el ro-
nos sus guinos de estrella; las estrellas, como manticismo y el historicismo. genera-
Heine decía, son inquietospensamientos de oro ción del 80 es fuertemente po'sitiü
que tienri la noche. El Norte y el Sur nos órientan,
A lo largo del siglo XIX las ide oso-
sin necpsidad de ser ciudades asequibles para
ficas en lá Argentina están i de
las cuales quepa tomar un billete de ferrocanil.
una fuerte su.stancia práctica: se tra de
¿Até es'filwfía?J. Orlega y Gasset 1958. ideas filosóficas europeas que'adquie n
Revista de Occidenle, lladrid, 1906.
entre nosotros un fuerte linte político,
ejemplo, en Moreno, Echeve nía,Sarmien

l vivirnos inmersos.
les problemas filesófiugs, investigando la
historia de la filosofía misma, abordando

l Eludir el esfudio de los problernas filosó-

ficos constiruye una cobardía que lleva a
participar pasivamente de un modo de pensar
nuevas cuestiones teóricas o prácticas que
precisamente el desarrollo científico-técni -
; que nos es impuesto por el medio social, los
co plantea, pensando nuevos problemas éti-

l prejuicios y las ideologías dominantes. Si no

somos nosotros los que pensemos las cuestio-
co-políticos que se pres€ntan con los cam-
bios sociales, etcétera.
) nes esenciales, alguien lo haná en nuestro
Iugar.
) E Activid¿des ru
Dwía Sócrates que una existencia'sin !''

) exafnen no mere@ la pena vivirse. En efecto,

a diferencia del animal, no estamos trlera-
I Subrayar las ideas principales contenidas
I en él siguiente fragmentotlel filósofo espa-
mente en el mundo üatando de durar lo mrás
ñol José Ortega y Gasset y mmpararlo con
posible, ni formÍüros parte de un rebaño. El
I
examen yel autoexamen, el pensarlibremen-
el texto de A. C-omüe que se transcribió
anteriormente.
I te y el obrar, la práctica que les corresponde,
consütuyen el sentido del ñlosofar.
Porque la ciencia experimental sea incapaz de En Eirrrnsaü.,
El profesor Nicholas
t

Rescher, de la
Universidad de Pittsburg, en un diálogo @n
el profesor Ezequiel de Olaso, del Depar-
tamento de Filosofia de la Universidad de
Buenos Aires, decía al mnsultárselo acerca
de la necesidad y el sentido de la filosofia, lo
siguiente:
resolver a su'mari€frÍl esas aestiones funda- realizada en 1880,
mentales n0 es msa qtre, hacier& ante ellas un Aryusto Rodin
gracioso gesto de zona hacia was altaneras, las
ha inmolüalizado
llarne 'rnitos" y nos invite a abandonarlas. ¿Co-
rno se plede vivir sol& a las posüe-ras, dramá-
ticas preguntas? ¿De donde viene el mundo,
adonde va? ¿Cuá es la potencia definitiva del

L32 L33