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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

REQUISITOS PARA UNA BUENA REDACCIÓN


Tema 1
LEAMOS
1. EXIGENCIAS EDUCATIVAS DEL FUTURO

D ebido al acelerado ritmo de avance de la ciencia pura y aplicada, a los incesantes cambios
tecnológicos y al veloz aumento del conocimiento humano, la educación ha dejado ser un
proceso que finaliza en un determinado momento de la vida para convertirse en un proceso
permanente. El principio de aprender algo hoy para aplicarlo mañana ya no tiene vigencia y debe ser
cambiado por el de aprender hoy para estar en condiciones de aprender emprender siempre.

Del mismo modo, para el futuro se avizoran sustanciales modificaciones en el mundo del trabajo y
serias restricciones para el acceso universal a un puesto de trabajo, lo cual constituirá un problema
económico, social y cultural de notoria importancia, no sólo para el sustento económico de las
familias sino también para el uso productivo del tiempo libre. Las formas de trabajo serán cada vez
más efímeras y exigirán una permanente readaptación de las personas. Además, el lugar de trabajo
tenderá a dispersarse, y una parte sustancial de él se realizará en la propia vivienda utilizando la
comunicación computarizada.

Esta flexibilidad en el espacio y en el tiempo del trabajo exigirá una formación básica general,
sólida y multidisciplinaria que permita los aprendizajes y readaptaciones sucesivas lo largo de la
vida útil del trabajador. 1

ANALICEMOS
2. EL PROBLEMA DE LA REDACCIÓN Y SU SOLUCIÓN

2.1. La necesidad
o que se deduce del texto anterior es que en los próximos años va a ser necesario, en forma aun
L
más acuciante que en la actualidad, dominar los fundamentos:

• LINGÜÍSTICOS (la comunicación oral y escrita)


• MATEMÁTICOS (el razonamiento y el cálculo)
• INFORMÁTICOS (el procesamiento de la información)

Este dominio será una exigencia insoslayable para los profesionales de la modernidad, porque les
permitirá la autocapacitación permanente después de haber concluido la educación básica, y lo
que el autor del texto llama readaptación a las condiciones de trabajo cambiantes en la era de la
tecnología y el conocimiento.

2.2. El problema

P ara muchos profesionales, ese futuro cercano ya es presente. Evaluemos lo que sucede.
¿Quién no ha conocido alguna vez, en su centro de estudios o en su trabajo, situaciones como
las que voy a mencionar? Por ejemplo, el caso de la secretaria cuyo jefe le ha dictado, muy
seguro él, una carta que no tiene ni pies ni cabeza, y que ella debe redactar nuevamente... pero no
está segura de que haya quedado bien. O el del jefe que nunca ha tenido una secretaria que
redacte correctamente, y siempre se ha visto obligado a hacerlo él mismo. También está el caso del
estudiante de educación superior que, ante un examen escrito, una monografía o su tesis, no sabe
por dónde empezar, qué pasos seguir para desarrollar ordenadamente sus ideas, y se ve obligado a
recurrir a un amigo, un asesor o a los servicios de un profesional. Podríamos mencionar más casos,
tal vez alguno de ellos sea el suyo.

La conclusión es que con mucha frecuencia experimentamos una gran frustración en relación a la
comunicación escrita. Incluyo a los docentes de las distintas áreas, que más de una vez deben

1
Adaptado del Comentario y el Prólogo del libro de León Trahtemberg: La Educación en la Era de la Tecnología y el Conocimiento.
1
LIC. MARIELA BERRIOS FLORES CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

haber padecido y empleado más tiempo del necesario para preparar sus materiales de clase,
separatas, pruebas, etc. Es, pues, un problema generalizado.

2.3. La solución

P or tanto, es necesario, urgente tal vez, remediar estos males que felizmente tienen solución. Sí,
es posible que usted aprenda, por sí mismo, a redactar formalmente cualquier texto. Para ello,
ESTE MANUAL DE REDACCIÓN SUPERIOR LE PROPONE UN MÉTODO SENCILLO,
APLICABLE E INTEGRAL. Empecemos ahora.

3. REQUISITOS PARA LOGRAR UNA BUENA REDACCIÓN (QUÉ NECESITA


PARA REDACTAR)

3.1. ¿Qué es redactor?

E stimado lector, daré inicio a este tema con una afirmación "a boca de jarro": REDACTAR ES
UN QUEHACER INTELECTUAL. Pero, por favor, no se alarme por el término "intelectual".
Entiendo que éste, en su imaginación, pueda asociarse a un personaje de lentes, barba, tal vez
una pipa en la mano y con una biblioteca de fondo o detrás de una máquina de escribir. Ni por
asomo se imagina a usted mismo como uno de ellos. Antes de dejarse llevar por los estereotipos,
permítame decirle que "intelectual", según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), es
"lo perteneciente o relativo al entendimiento", y la “intelección" es "la acción o efecto de entender".

¿O sea que de alguna forma todos somos intelectuales? Si nos ceñimos a la definición, sí. No
seremos intelectuales de profesión ni estaremos procurando todo el tiempo entender al mundo, al
hombre o la realidad social de nuestro país, pero en principio no se trata de una función reservada
sólo para unos cuantos y negada a la mayoría. Cada vez que entendemos una idea, un concepto o
intentamos hacerla, estamos realizando una actividad intelectual. Por lo tanto, podemos afirmar que
REDACTAR ES UN QUEHACER PARA ENTENDER.

¿Y qué es redactar? Originariamente, era "compilar", "poner en orden"; la definición actual es "poner
por escrito cosas sucedidas o pensadas con anterioridad", es decir, ideas, información. ¿Con qué
nos quedamos como conclusión, entonces? Que REDACTAR ES PONER, POR ESCRITO, ORDEN
EN NUESTRAS IDEAS O LA INFORMACIÓN DE QUE DISPONEMOS, PARA QUE ÉSTAS SEAN
ENTENDIDAS.

3.2. ¿Para qué escribimos?

L a siguiente pregunta sería: ¿Y para que las entienda quién? Para que las entienda usted, el
primer lector de su redacción, y los otros también. Es decir, que en primer lugar tiene que
entenderse, estimado lector, porque si no es así, no puede pretender que otros lo hagan. Tiene
que poner orden en sus ideas. No es lo mismo creer que se tiene ideas sobre un tema que
poseerlas efectivamente y poderlas expresar. Sólo cuando le damos curso a nuestro pensamiento y
lo organizamos en un discurso (escrito u oral) sabemos realmente cuántas ideas poseíamos y de
qué calidad eran.

¿No le ha pasado que siendo estudiante o ya profesional, y en vísperas de rendir un examen o la


presentación de un informe, usted se sabía preparado, pero el resultado obtenido no fue lo que
esperaba, porque recién cuando redactaba se percató de los vacíos o confusiones que tenía? Eso
corresponde fundamentalmente a un problema de redacción, ya que es cualitativamente distinto lo
que está en nuestra mente en una masa amorfa y lo que logramos expresar. Y esto es así, porque
al plasmar el pensamiento en una existencia concreta, hay que darle un orden para que pueda ser
entendido.

Usted podría replicar: YO ME ENTIENDO. Concedo que tal vez, ¡pero en su mente! No olvide que
somos seres sociales y necesitamos comunicarnos con los demás, y que en toda
comunicación están involucrados: el emisor (usted), el receptor (los que van a leer su redacción),
el mensaje (lo que quiere expresar, sus ideas), el código (lengua castellana) y el canal (en este
caso, la escritura). Todos estos elementos son importantes, y debemos prestarles la máxima
atención si queremos que aquélla sea exitosa.

3.3. Los requisitos mínimos

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LIC. MARIELA BERRIOS FLORES CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
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Entonces, llegados a este punto, podemos afirmar que para redactar lo mínimo que usted requiere es:

1) Tener la necesidad de comunicar por escrito sus ideas.

2) Tener la materia prima (ideas). ¿Usted las tiene no es cierto? ¿Cree que no o que éstas no son suficientes?
¿Desea tener más ideas sobre un tema? Entonces lea, lea y lea. ¡Cultívese! Invite ideas nuevas a su mente.
Genérelas usted mismo: piense por su cuenta, formúlese preguntas, busque las respuestas por sí mismo, dé
vueltas al asunto, que algún resultado obtendrá. Converse con sus amigos, colegas o compañeros sobre lo que
le interesa, y le aseguro que tendrá suficientes para escribir y éstas serán más claras. Además se irá
transformando usted en alguien más interesante. ¿O acaso no es agradable encontrarse con una persona que
posee opiniones propias sobre distintos temas? En conclusión, para tener ideas: LEA (infórmese), PIENSE
(procese) y DIALOGUE (produzca e intercambie).

3) Dominar la herramienta por excelencia (el código -la lengua castellana-). Fíjese bien: DOMINAR. No puede
permitir que su código se le "rebele" y lo traicione en el afán de comunicar su pensamiento. Para ello debe
conocerlo bien y practicarlo. En este manual lo vamos a ayudar en eso. El tiempo y la atención que le dedique
ya es asunto suyo. No olvide que EL CÓDIGO ES EL INSTRUMENTO QUE VA A APLICAR A SU
PENSAMIENTO PARA PRODUCIR UNA REDACCIÓN.

4) Tener presente al lector (la razón de sus esfuerzos, el beneficiario final). Sí, literalmente "tenerlo presente",
aunque sólo sea en su imaginación (piense en él, "siéntelo" a su lado). Porque en función de quiénes sean sus
lectores deberá adecuar lo que va a escribir. No es lo mismo producir un texto para un especialista que maneja
la misma información que el emisor, que para un ignorante en la materia. Así como si escribe una carta
comercial para potenciales clientes, que un informe técnico-financiero para los accionistas de la compañía. El
léxico, el tono, la extensión, la clase de información y otros factores estarán en función de su lector potencial.
No olvide que NO ESCRIBE PARA USTED SOLO, sino para un imaginario lector con determinadas
expectativas.

3.4. El requisito fundamental

H asta aquí, tal vez piense que no le he proporcionado nada novedoso ni útil. ¡Y tiene razón!
Porque con los cuatro requisitos mencionados, usted está ante la hoja en blanco, con mucha
necesidad de comunicar, con la materia prima, la herramienta, el lector imaginario frente a
usted, y se supone que debe disponerse a "poner por escrito cosas sucedidas o pensadas con
anterioridad"; es decir, a redactar. ¿Pero cómo lo hace? ¿Escribe y escribe y escribe todo lo que se
le vaya ocurriendo... y listo? ¿Le damos una buena presentación y nos damos por satisfechos?

NO. Porque, a menos que disponga de un ordenador de ideas en su mente, lo más probable es que
lo que ha producido se parezca más a la lava que brota violentamente de un volcán en erupción,
con lodo, cenizas, rocas, y se desparrama por todos lados, que a un texto como los que ha leído en
periódicos, revistas y libros.

¿Qué nos falta? Un método, es decir, una técnica, una serie de pasos mediante los cuales
paulatinamente consigamos darle orden y claridad a esa "erupción" y pulirla. ¿Pero es necesario
un método? Sí, definitivamente, porque LA REDACCIÓN ES UN PROCESO DE PLASMACIÓN y
MADURACIÓN DE IDEAS. Por lo tanto, implica tiempo y paciencia. Claro que las ideas no van a
madurar solas, sino que usted, el redactor, se va a encargar de ello, hasta que estén listas para ser
"digeridas" por el lector. Y eso se logra con una "receta"; es decir, con un método. No piense que de
buenas a primeras va a escribir un texto y va a quedar listo. Nadie lo hace así, por lo menos a nivel
profesional o académico, porque nuestro quehacer va a consistir en dar forma a lo que informe; en
crear lo que sólo existía en potencia.
Por lo tanto, requiere también de:
5) Contar con un método fácil de entender y sencillo de aplicar.

Entonces, los cinco requisitos fundamentales para redactar son:


1) TENER LA NECESIDAD DE COMUNICAR
2) TENER LA MATERIA PRIMA (IDEAS)
3) DOMINAR LA HERRAMIENTA (EL IDIOMA)
4) TENER PRESENTE AL LECTOR
5) POSEER UN MÉTODO
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ATENCIÓN: La técnica existe para que usted se sirva de ella


Hasta este punto ya tenemos suficiente para empezar a redactar. Pero tenga presente que
TODA TÉCNICA ES INSTRUMENTAL. Usted se va a servir de ella, y cuando la domine
introducirá las variantes que conviertan a este instrumento en uno que se adapte a sus
peculiaridades. NO HAY UNA MANERA ÚNICA Y UNIFORME DE REDACTAR. Así como no
hay una manera única y uniforme de cocinar, jugar al fútbol, administrar una empresa o bailar.
Pero necesita dominar los fundamentos primero. No olvide que es más fácil aprender bien lo
nuevo que corregir lo que se aprendió mal.

(Sección sólo para perfeccionistas)

A nte el panorama expuesto, es probable (fíjese: es probable) que lo único que a usted le inquiete
sea el tercer requisito, o sea el dominio del código. Tal vez usted ha olvidado algunas normas
ortográficas, otras nunca las tuvo claras, y las dudas le restan seguridad al redactar (después
de todo, a nadie le satisface cometer errores). Lo cierto es que para lograr una buena redacción -un
texto de calidad- necesitamos, además de los cinco requisitos básicos, los siguientes (sólo si usted
desea conseguir textos depurados):

a. Contar con un diccionario de la lengua (y uno de sinónimos si es posible): más de una vez lo auxiliará con el
significado preciso de una palabra, la acepción adecuada para un contexto determinado o para absolver alguna
duda ortográfica.
b. Dominar la tildación básica, para que no le suceda lo que a ese señor que le envió una nota de pésame al
amigo que enviudó, y le escribió lo siguiente: "Tengo la esperanza de que la perdida de tu esposa no te haya
dejado muy deprimido."... en lugar de la pérdida.
c. Conocer lo suficiente de la puntuación elemental como para diferenciar, por el uso de la coma, entre el
significado de "Espero que cuando recibas la presente se encuentre bien tu hijo Carlos" y "Espero que cuando
recibas la presente se encuentre bien tu hijo, Carlos".
d. Recordar algunas otras normas ortográficas como:
1) partición de palabras al final de renglón.
2) escritura de números ("Prepararon un recibimiento especial para los ¿3/tres? alcaldes visitantes")
3) escritura de mayúsculas ("El presidente Díaz llegó de una gira al interior”)
4) simplificación ortográfica ("Un experto ¿transcribió/trascribió? el documento), etc.
e. Tener presentes algunas normas gramaticales para la construcción de oraciones, como la concordancia
("No le comunicaron a todoS los ministroS que se había decretado un feriado bancario").
f. Reconocer algunos barbarismos y extranjerismos que se lee y escucha diariamente, para evitarlos. ("Me
dijieron que ya decorastes de nuevo el living de tu casa").
g. Conocer los casos más frecuentes de homofonía ("Me agradaría mucho que hubiese una
¿bacante/vacante? en esa compañía") para diferenciar entre una bacante: mujer descocada, ebria y propensa
a la lujuria y una vacante: cargo o puesto sin ocupar.
h. Detectar y evitar los errores más comunes en la redacción formal, como la redundancia ("Un cardumen de
peces fue localizado en la orilla"), el coloquialismo ("La junta de accionistas decidió tomar al toro por las astas
y pidió la renuncia del gerente general"), la vaguedad léxica ("Tengo una cosa que comunicarle"), etc.
i. Leer críticamente sus textos para asegurarse de su coherencia lógica (que no haya contradicciones por
ejemplo).

¡UF! ¿Demasiado? No se preocupe tanto. MEJORAR LA REDACCIÓN TAMBIÉN ES UN


PROCESO GRADUAL y en este manual le vamos a proporcionar las "herramientas" necesarias
para que progresivamente consiga textos de calidad.

Por eso, en cada capítulo, en las secciones "Leamos", "Analicemos" y "Ahora redactemos", le
enseñaremos los elementos básicos para la redacción, es decir, un método y su aplicación.
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LIC. MARIELA BERRIOS FLORES CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
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En la que se ha llamado "Corrijamos" le iremos presentando los errores más frecuentes en la


redacción formal para que pueda detectarlos y corregirlos, de tal manera que el aprendizaje de la
operación de pulido y depuración del texto también sea paulatina.

Por otra parte, no pretendemos que recurra, además del diccionario, a otros libros para que esté
seguro de la ortografía básica, por eso en la sección "Revisemos ortografía" iremos recapitulando
algunas reglas elementales pero necesarias para la redacción, especialmente aquellos casos que
comprometen la comprensión del escrito.

En lo que se refiere al vocabulario, en la sección "Dominemos nuestro léxico" le ofrecemos un


conjunto de ejercicios diversos para que mejore en fluidez, precisión y variedad.

Además, ya que la lengua es también un objeto histórico y, como tal, está sujeta a cambios, en la
sección "Curiosidades del idioma" conoceremos de los avatares sucedidos a algunas palabras,
especialmente a través de su etimología.

Por último, hemos incluido un apartado de "Dudas del idioma" para presentar algunos casos
ortográficos, gramaticales o léxicos que con frecuencia se emplean incorrectamente por no saber
con certeza cuál es la norma respectiva.

Casi todas las secciones cuentan con ejercicios de aplicación y un solucionario al final del libro que
van a permitir el autoaprendizaje efectivo, y lograr no sólo que usted redacte, sino que pueda
hacerlo bien.

Finalmente, si usted desea mejorar su redacción, le aconsejo, además de estudiar este manual:

1) Leer críticamente cuanto material escrito caiga en sus manos; esto es, fijándose en cómo
se estructuró el texto, cómo se empleó la puntuación, qué léxico usó el autor, cómo
organizó las ideas, qué pudo haber hecho mejor, etc.
2) Escriba, escriba y escriba... y corrija, corrija y corrija hasta obtener el resultado deseado.

NO OLVIDE QUE APRENDEREMOS LAS TÉCNICAS DE REDACCIÓN Y LAS NORMAS


PARA NO TENER QUE PREOCUPARNOS DE ELLAS MÁS DE LO NECESARIO Y PARA QUE
SU PENSAMIENTO ENCUENTRE EL CAMINO DE SU PROPIA Y ORIGINAL EXPRESIÓN.

AHORA REDACTEMOS
Escribiremos sobre el tema "Mi redacción". Piense que el lector va a ser su mejor amigo, su esposa, sus
padres o su novia.

1. Anote bajo el subtítulo "Mis principales problemas de redacción" un listado de los cinco principales
problemas a los que se enfrenta cuando redacta. No se demore: asegúrese de que esté clara la
idea, que después la puliremos.
2. Realice lo mismo que en el paso anterior, pero ahora bajo el subtítulo "Causas de mis problemas de
redacción".
3. Repita el procedimiento, bajo el subtítulo "Beneficios que conseguiría si mejoro mi redacción".
4. Relea lo que ha escrito y numere las afirmaciones de cada listado, en función de la importancia que
tengan para usted; así, las de mayor importancia aparecerán primero, y las de menor, luego.
5. Modifique lo que no le parezca claro y correcto, y revise la ortografía del escrito.
6. Póngale un título a su gusto, y páselo en limpio siguiendo la secuencia anotada.
7. Esfuércese por ser pulcro y ordenado: los buenos hábitos deben adquirirse desde el principio.

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(Mi redacción)

Mis principales problemas de redacción Causas de mis problemas de redacción

1. __________________________________ 1. __________________________________
2. __________________________________ 2. __________________________________
3. __________________________________ 3. __________________________________
4. __________________________________ 4. __________________________________
5. __________________________________ 5. __________________________________

Beneficios que conseguiría si mejoro

1. ____________________________________
2. ____________________________________
3. ____________________________________
4. ____________________________________
5. ____________________________________

Si se anima, muéstreselo a alguno de sus lectores potenciales y coméntele que está trabajando
para mejorar su redacción.

NOTA: lo que ha escrito todavía no es propiamente una redacción, sino un esquema; pero
es un buen comienzo. Escriba y no tema.

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LIC. MARIELA BERRIOS FLORES CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA

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