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Hutcheson, Francis - Una Investigación Sobre El Origen de Nuestra Idea de Belleza PDF
Hutcheson, Francis - Una Investigación Sobre El Origen de Nuestra Idea de Belleza PDF
sobre el origen
de nuestra idea de belleza
Colección.
Cl$$i£qj> deVf’é^ámiento
Director
Antonio Truyol y Serra
Francis Hutcheson
Una investigación
sobre el origen
de nuestra idea
de belleza
techos
Título original:
An inquiry concerning the origin ofour idea ofbeauty (1725)
Impresión de cubierta:
Gráficas Molina
Prefacio ............................................................ 3
Sección I. Sobre a l g u n a s c a p a c id a d e s d e p e r c e p
c ió n DISTINTAS DE LO QUE GENERALMENTE
SE ENTIENDE POR SENSACIÓN........................ 11
Sección Π. So b r e l a b e l l e z a o r ig in a l o a b so l u t a . 23
Sección Iü. Sobre la b elleza de los t e o r e m a s ..... 33
[v n ]
VIII ín d ic e
Sección V. Sobre n u e s t r o s r a z o n a m ie n t o s a c e r
ca DE LA FINALIDAD Y LA SABIDURÍA DE LA
CAUSA A PARTIR DE LA BELLEZA O REGULA
RIDAD DE LOS EFECTOS..................................... 47
Sección VIL S o b re e l p o d e r d e l a c o s tu m b re , l a e d u
c a c i ó n Y EL EJEMPLO EN LO QUE ATAÑE A
NUESTROS SENTIDOS INTERNOS..................... 75
I. LA MODERNIDAD DE LA ESTÉTICA
DE HUTCHESON
[IX]
X JORGE V. ARREGUI
1. L a a u t o n o m i z a c i ó n d e l o e s t é t ic o .
L a ACTITUD ESTÉTICA
33 M. M. Rossi, op. cit.y vol. 1, p. 66. Es claro que en este texto Rossi
está suponiendo que la afectividad no tiene valor cognoscitivo, lo que, des
de mi punto de vista, es erróneo. Pero lo que interesa señalar es la pérdida
del valor cognoscitivo de la belleza que se produce en Hutcheson.
34 Cfr. A. A. C. Shaftesbury, The moralists, en Characteristics, vol. Π,
p. 69
XXVIII JORGE V. ARREGU1
BIBLIOGRAFÍA
las fuentes y los estudios importantes sobre la estética británica del xvm como
otras obras fundamentales de estética, incluso aunque estén citadas en el texto.
1. FUENTES
2. MONOGRAFÍAS Y ARTÍCULOS
17 cidea simple>.
16 FRANCIS HUTCHESON
[23]
24 FRANCIS HUTCHESON
28 «Grandeur» en el original.
* Véase sección VI, artículos 11, 12 y 13.
29 <Esto puede parecer probable y mantenerse de modo bastante gene-
ral>, en la 4.® edición.
30 <de la figura o círculo respecto de los que los polígonos regulares
mantienen una relación obviax
EL ORIGEN DE NUESTRA ¡DEA DE BELLEZA 25
133]
34 FRANCIS HUTCHESON
[41]
42 FRANCIS HUTCHESON
54 Hay una gran diferencia entre un ser tal como el aquí mencionado y
un ser que no pretenda por alguna razón cualquiera producir una forma
más que otra. Este último tipo de ser sería, en lo que respecta a este argu
mento, lo mismo que el azar, mientras que no lo sería el primero. Porque,
50 FRANCIS HUTCHESON
aunque un ser no tenga sentido de la belleza, puede sin embargo ser capaz
de finalidad y de intención de producir formas regulares. Y la observación
de una regularidad mayor en cualquier número de efectos de la que cabría
esperar de una fuerza no dirigida es una presunción de finalidad e inten
ción en la causa, incluso donde se supone que la causa no tiene sentido de
la belleza en tales formas porque puede haber quizás otras razones distin
tas que le mueven a elegir tales formas. De este modo, suponiendo que la
divinidad no fuera necesariamente deleitada por la regularidad, uniformi
dad o semejanza en los cuerpos, todavía podría haber razones que le
movieran a producir tales objetos como los que agradan a sus criaturas
habiéndoles dado un sentido de la belleza fundado en tales cualidades.
Véanse los dos últimos parágrafos de la última sección.
55 suprimido en la 3.* y 4.* edición.
56 <partes cuyo contenido sólido fuera cada una de una pulgada cúbi-
ca>, en la 4.9 edición.
EL ORIGEN DE NUESTRA IDEA DE BELLEZA 51
veces consecutivas el premio en una lotería en la que había diez premios fren
te a diez mil fracasos, imagino que muy pocos cuestionarían si ha usado de un
arte o no. Imaginaríamos mucho menos que era suerte si viéramos a un hom
bre ganar sucesivamente cien o mil premios entre una cantidad proporcionada
de posibles fracasos. Pues bien, en las obras de la naturaleza el caso es com
pletamente diferente: no tenemos el más mínimo argumento en contra del arte
o de la finalidad. Una causa inteligente es seguramente tan probable al menos
como el azar, la fuerza general, el conatus ad motum o el clinamen principio-
rum para explicar un efecto cualquiera. Y en consecuencia, toda la regulari
dad, combinaciones o similitudes de especies, son otras tantas demostraciones
de que había finalidad e inteligencia en la causa de este universo; mientras
que en las loterías justas todo arte en el sorteo resulta, si no realmente imposi
ble, al menos altamente imposible>.
60 FRANCIS HUTCHESON
59 «wit» en el original.
EL ORIGEN DE NUESTRA IDEA DE BELLEZA 61
[651
66 FRANCIS HUTCHESON
* Milton, II penseroso.
74 FRANCIS HUTCHESON
tu pulmentaria quaere
sudando*