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Tribunal Superior de Justicia

del Estado de México

Coordinación General de Compilación y Sistematización de Tesis

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Jurisprudencias y Tesis Aisladas

I ) CRITERIOS DEL PLENO DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO DE MÉXICO.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 1/2003, (P.CT.001.CIV.J) ENTRE LAS SUSTENTADAS por la


Primera y Segunda Salas Civiles Regionales de Toluca, Estado de México.

CLAVE: P.CT.001.CIV.J

RUBRO: ALBACEAS PARA ALLANARSE A UNA DEMANDA, ES NECESARIO EL


CONSENTIMIENTO DE LOS HEREDEROS.

TEXTO: Si bien, el artículo 1535 del Código Civil abrogado y su correlativo 6.227 del Código Civil
vigente, determinan las facultades del albacea, entre otras, la de representar a la sucesión en los
juicios; ello no implica que puedan allanarse a las pretensiones del actor en caso de ser
demandada la sucesión, pues su consecuencia es la pérdida o menoscabo del acervo hereditario,
lo que contraviene su obligación de defender en juicio y fuera de él, los bienes de la sucesión;
requiriéndose para su validez del consentimiento de los herederos a quienes por ministerio de ley,
les corresponde la herencia desde el momento en que muere su autor.

PRECEDENTES:
Instancia: PLENO.- Tesis de Jurisprudencia derivada de la Contradicción de Tesis 1/2003, entre
las sustentadas por la Primera y Segunda Salas Civiles Regionales de Toluca, Estado de México.-
Votación: Mayoría de 41 votos.- 6 de mayo de 2003.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 1/2004, (P.CT.002.CIV.J) ENTRE LAS SUSTENTADAS por la


Primera y Segunda Salas Civiles Regionales de TLALNEPANTLA, Estado de México.

CLAVE: P.CT.002.CIV.J

RUBRO: ALLANAMIENTO DEL ALBACEA, CONSTITUYE EN LITISCONSORTES PASIVOS


NECESARIOS A LOS HEREDEROS (Legisación del estado de méxico).

TEXTO: Toda vez que los albaceas carecen de derecho, legitimación y representación para
allanarse, por sí solos, a las demandas que se intenten en contra de la sucesión, su allanamiento
constituye en litisconsortes pasivos necesarios a los herederos, atento que el artículo 1137 del
Código Civil anterior y el artículo 6.8 del Código Civil actual, establecen que a la muerte del autor
de la sucesión, los herederos adquieren derecho a la masa hereditaria; toda vez que, sin la
audiencia de los mismos, podría afectarse en juicio este derecho; de tal suerte que, de oficio, y ,
en su caso, como mandan los artículos 1.84, 1.86, 1.87 y 1.88 del Código de Procedimientos
Civiles actual, la autoridad judicial que conozca del procedimiento deberá, tan luego como se le
plantee el allanamiento, requerir a la parte cuya demanda suscitó el litisconsorcio pasivo
necesario, que la complemente, con fundamento en los artículos 2.109 y 2.110 de este código, o
bien, con apoyo en los artículos 591 y 592 del Código de Procedimientos Civiles anterior,
dirigiéndola en contra de los herederos, bajo el apercibimiento de que, si no lo hiciere, le será
desechada; todo ello antes de abrir el juicio a prueba, en el caso del artículo 2.142 del código
adjetivo actual o antes de pasar a dictar sentencia, en el evento a que se refiere el artículo 620 del
Código de Procedimientos Civiles anterior.

PRECEDENTES:

Instancia: PLENO.- Tesis de Jurisprudencia derivada de la Contradicción de Tesis 1/2004, entre


las sustentadas por la Primera y Segunda Salas Civiles Regionales de Tlalnepantla, Estado de
México.- Votación: Unanimidad.- 24 de mayo de 2004.
II ) CRITERIOS DE LA PRIMERA SALA PENAL REGIONAL DE TLALNEPANTLA.

CLAVE: II.1SP.001.J

RUBRO: TÉRMINO. FORMA DEL CÓMPUTO PREVISTO POR EL ARTÍCULO 148 DEL CÓDIGO
DE PROCEDIMIENTOS PENALES EN VIGOR EN EL ESTADO DE MÉXICO.

TEXTO: De una interpretación lógica y sistemática de lo preceptuado por los artículos 58, 59, 148,
272 fracciones IV, V Y VII del Código de Procedimientos Penales en vigor en el Estado, debe de
entenderse que los términos señalados para poner al indiciado a disposición del órgano
jurisdiccional, tomarle su declaración preparatoria, resolver sobre la formal prisión, sujeción a
proceso o libertad, se computan de momento a momento y en ellos se incluyen sábados,
domingos y días inhábiles. Los demás términos que se computen por horas corren de momento a
momento, pero del cómputo se excluyen sábados, domingos y días inhábiles. Ahora bien, el
término de noventa días naturales cuya referencia se contiene en los artículos 148 y 272
fracciones IV, V y VII del Código Adjetivo señalado, cae plenamente dentro de la regla general que
se contiene en los artículos 58 y 59 del mismo cuerpo legal, porque al no tratarse de las
excepciones mencionadas, debe estimarse como un término improrrogable, desde luego natural
que corre a partir del día siguiente de la notificación de la resolución respectiva y que excluye de
su cómputo los sábados, domingos y días inhábiles.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1430/2000.- Votación:
Unanimidad.- 21 de noviembre de 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1425/2000.- Votación:
Unanimidad.- 21 de noviembre del 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1431/2000.- Votación:
Unanimidad.- 21 de noviembre del 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 186/2001.- Votación:
Unanimidad.- 13 de marzo de 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 188/2001.- Votación:
Unanimidad.- 15 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.002.

RUBRO: REVISIÓN EXTRAORDINARIA, FORMA DE APRECIAR LA DISMINUCIÓN DE PENA


PARA EFECTOS DE LA.

TEXTO: El artículo 2° del Código Penal en vigor a partir del veintiséis de marzo del año dos mil y
el mismo precepto del Código Penal abrogado, señalan que la pena impuesta se reducirá en la
misma proporción en que esté al máximo de la señalada en la ley anterior y de la señalada en la
posterior, siempre que subsista la pena para el delito de que se trate y exista sentencia
ejecutoriada. Luego, es requisito necesario para que pueda proceder la revisión extraordinaria que
la duración de la pena prevista por la ley posterior haya disminuido en relación con la prevista en
la ley anterior. La disminución debe apreciarse con base en la máxima prevista por esas leyes
para el delito de que se trate, porque la disminución opera en función de la proporción diferencial
existente entre las penas máximas previstas para el delito correspondiente tanto en la ley posterior
y anterior. Si la ley posterior no presenta una disminución en la máxima de su pena en relación a
la ley anterior, que se entiende fue la aplicada al justiciable, no es procedente la revisión
extraordinaria, máxime que la reducción se opera sobre la punición o pena impuesta en la forma
proporcional antes indicada. Criterio que se obtiene de una interpretación declarativa, lógica y
sistemática de lo dispuesto por el artículo 2° de los cuerpos legales citados en líneas anteriores y
de los artículos 306 fracción II y 314 del Código de Procedimientos Penales en vigor a partir del
veintiséis de marzo del año dos mil.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Revisión Extraordinaria:


1319/2000.- votación: Unanimidad.- 9 de octubre de 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio
Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Revisión Extraordinaria:


1485/2000.- Votación: Unanimidad.- 13 de noviembre de 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala
González.

CLAVE: II.1SP.003.J

RUBRO: COMPETENCIA, CONFLICTO DE. DERIVADO DE LAS HIPÓTESIS DE LOS


ARTÍCULOS 7, 8 Y 9 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES EN VIGOR EN EL
ESTADO, SÓLO PUEDEN PLANTEARSE Y RESOLVERSE PROCEDENTES CUANDO EXISTE
LA PERSPECTIVA DE ACUMULACIÓN DE AUTOS.

TEXTO: De una apreciación sistemática de los artículos 7°, 8°, 9° y 391 del Código de
Procedimientos Penales en vigor a partir del veintiséis de marzo del año dos mil, puede concluirse
que conforme al contenido expreso del último de los preceptos citados, la acumulación de causas
procede conforme a lo preceptuado en los tres primeros artículos arriba señalados sólo cuando
los procesos están en instrucción. Por consiguiente, resulta clara la intención del legislador de
vincular las cuestiones de competencia o los conflictos de competencia que se generen con
apoyo a las hipótesis competenciales de los artículos 7°, 8° y 9° del Código Adjetivo precitado, a
la acumulación para propiciar que un solo Juez pueda resolver en una misma sentencia los
procesos así vinculados, evitando sentencias contradictorias y reafirmando el principio de
economía procesal; pero cuando el proceso al que deba de realizarse la acumulación ya no esté
en instrucción, tanto la cuestión de competencia como el conflicto no podrán plantearse o
resolverse a favor de la competencia del Juzgador cuyo proceso ya no se encuentre en
instrucción porque ello implicaría que por el simple hecho de que un Juzgador haya conocido de
procesos vinculados a un mismo inculpado tuviere que conocer de todos esos procesos sin la
posibilidad o perspectiva de acumulación, lo que le generaría importantes cargas de trabajo y
rompería el equilibrio que debe de existir en la distribución de esas cargas.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Apelación: 1624/2000 Conflicto de


Competencia.- Votación: Unanimidad.- 14 de diciembre de 2000.- Ponente: Mgdo. Alejandro
Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1666/2000 Conflicto
de Competencia.- Votación: Unanimidad.- 15 de diciembre de 2000.- Ponente: Mgdo. Gonzalo A.
Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1697/2000 Conflicto
de Competencia.- Votación: Unanimidad.- 15 de enero de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo A.
Vergara Rojas.
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1256/2001.- Votación:
Unanimidad.- 2 de octubre del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1790/2001.- Votación:
Unanimidad.- 16 de enero del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo A. Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.004.

RUBRO: EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL, LAS OMISIONES EN QUE INCURRA EL


MINISTERIO PÚBLICO, NO PUEDEN SER SUPLIDAS POR EL ÓRGANO JURISDICCIONAL.

TEXTO: De acuerdo a lo dispuesto por los artículos 156, 164 y 180 del Código de Procedimientos
Penales en vigor en el Estado y de una interpretación sistemática, se tiene que el ejercicio de la
acción penal que se contenga en el pliego de consignación ministerial, es un acto de autoridad
que debe de encontrarse fundado y motivado en reflejo indiscutible de la garantía de legalidad
contemplada en el primer párrafo del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; de tal suerte que si en dicho pliego el Ministerio Público omite formular las
consideraciones o razonamientos que denoten que un hecho circunstanciado y probado (cierto)
se adecua a una disposición legal sustantiva reguladora del cuerpo del delito, modificativa,
responsabilidad penal, etc., ello se traduce en una imperfección en el ejercicio de la acción penal
que no puede ser suplida por el órgano jurisdiccional ni para el libramiento de orden de
aprehensión o comparecencia, como tampoco para el auto de formal prisión o sujeción a proceso,
puesto que, en todo caso, el artículo 180 del Código Adjetivo citado, sólo autoriza al Juzgador a
variar la apreciación legal de los hechos que se hayan expresado en promociones o resoluciones
anteriores, pero no faculta a suplir las omisiones de motivación que se contentan en el pliego de
consignación.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1473/2000.- Votación:
Unanimidad.- 9 de enero de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1154/2001.- Votación:
Unanimidad.- 9 de octubre del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1149/2002.- Votación:
Unanimidad.- 10 de septiembre de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzálo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.005.

RUBRO: REPARACIÓN DEL DAÑO, LOS PRESUPUESTOS DE GASTOS A EROGARSE A


CONSECUENCIA DEL DELITO PUEDEN SER CONSIDERADOS PARA LA CONDENA DE.

TEXTO: De una interpretación lógica y extensiva del artículo 29 fracción III del Código Penal
vigente hasta el veinticinco de marzo del dos mil, mismo que corresponde al artículo 26 fracción III
del código ahora en vigor, debe concluirse que los presupuestos que se realicen para lograr
restablecer la salud o aminorar los efectos del delito en la persona del ofendido, pueden ser
tomados en cuenta, conforme a las reglas de la prueba documental, previstas en el código
adjetivo de la materia para condenar a la reparación del daño porque el citado precepto, en su
redacción, no los excluye, al no encontrarse redactado en tiempo pasado; por el contrario, de su
redacción debe de comprenderse que incluye a los presupuestos, pues se trata de un gasto a
erogarse que es necesario para recuperar la salud del paciente del delito o aminorar los efectos
de éste.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 848/2000.- Votación:
Unanimidad.- 17 de agosto de 2000.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1609/2000.- Votación:
Unanimidad.- 16 de enero de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 214/2001.- Votación:
Unanimidad.- 27 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.006.
RUBRO: COMPETENCIA, INEXISTENCIA DEL CONFLICTO DE.

TEXTO: Cuando el Juez declinado no acepte la competencia por razón de que el declinante no
planteó la cuestión en el momento procesal oportuno, jurídicamente no existe conflicto de
competencia porque éste debe de atender a cuestiones de competencia y no a aspectos
procedimentales vinculados a la oportunidad en su planteamiento. Luego, al no existir materia que
justifique el conflicto, éste deviene en ese sentido, sin materia; y el declinante, deberá seguir
conociendo del asunto y, en su caso, declinar la competencia en el momento procesal oportuno.
Criterio que se sostiene de una interpretación lógica y sistemática de los artículos 4 al 11, 350
párrafo segundo, 352, 362 y 364 del Código de Procedimientos Penales en vigor en el Estado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 282/2001.-


Votación: Unanimidad.- 13 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 1442/2001.-


Votación: Unanimidad.- 31 de octubre de 2001.-Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 1033/02.-


Votación: Unanimidad.- 9 de julio del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.007.J

RUBRO: POLICÍA INSTITUCIONAL, INFORME DE LA, VALOR PROBATORIO.

TEXTO: El informe de la Policía Institucional es una actuación proveniente de un auxiliar del


Ministerio Público en el que en esencia y, en forma circunstanciada, deben de expresarse los
hechos que sean materia de aquél, sobre todo de la secuencia de la investigación, ya sea que lo
haya realizado de oficio o le haya sido ordenada. En el informe deberá demostrarse que la
actuación de la Policía Institucional respetó las garantías individuales, por lo que no debe
contener información provenientemente de interrogatorios, entrevistas o manifestaciones del
inculpado sin la presencia de su defensor y mucho menos que impliquen la aceptación de hechos
delictivos; también debe evidenciar que en caso de existir detenido, se le haya puesto
inmediatamente a disposición del Ministerio Público; cuando se contraviene lo anterior, el informe
no puede ser eficaz para probar en contra del inculpado en los aspectos en que sea ilegal y sólo
tendrá valor de indicio en aquellos aspectos ajustados a la legalidad, particularmente a la
secuencia y contenido de la investigación y tendrá relevancia probatoria ese indicio en la medida
en que esté adminiculado a otros medios de prueba directos o indirectos. Criterio que se obtiene
de una interpretación lógica y sistemática de los artículos 19 de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de Justicia del Estado; 14 de su reglamento; 6 y 7 fracciones I a X del
Reglamento de la Policía Judicial del Estado de México del 22 de junio de 1987(en vigor); 100,
142 párrafo III, 254 y 255 del Código de Procedimientos Penales en vigor; todo ello a la luz de lo
dispuesto por las fracciones II y IX, así como el penúltimo párrafo del artículo 20 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 254/2001.- Votación:
Unanimidad.- 3 de abril de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo A. Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 280/2001.- Votación:
Unanimidad.- 10 de abril de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo A. Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 428/2001.- Votación:
Unanimidad.- 15 de mayo de 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 469/2001.- Votación:
Unanimidad.- 29 de mayo de 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 608/2001.- Votación:
Unanimidad.- 19 de junio de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.008.

RUBRO: RECLASIFICACIÓN, NO EXISTE CUANDO EL JUZGADOR SOLO CORRIGE "ERROR


DE CITA" DE PRECEPTOS.

TEXTO: Si el Juzgador advierte que el Ministerio Público al ejercitar acción penal incurre en "error
de cita" al invocar preceptos del Código Penal vigente que contienen igual descripción típica que
el Código Penal abrogado, puede corregir la cita sin que implique reclasificación, pues ésta no se
presenta al corregirla sino que existe cuando los preceptos tienen contenidos distintos, pues en
tal caso variaría la adecuación típica, mientras que en el simple "error de cita" no existe tal
variación pues los preceptos tienen igual contenido o descripción. Luego, tanto el Juez de Primera
Instancia como la Alzada pueden corregir la cita de preceptos siempre que no implique
reclasificación, máxime que esta última sólo está permitida en el artículo 180 del Código de
Procedimientos Penales en vigor como facultad del Juzgador de Primera instancia al dictar el auto
de plazo constitucional.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 527/2001.- Votación:
Unanimidad.- 5 de junio del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 415/2002.- Votación:
Unanimidad.- 07 de mayo del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 2172/2002.- Votación:
Unanimidad.- 11 de marzo del 2003.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.009.

RUBRO: CONFLICTO DE COMPETENCIA SIN MATERIA.

TEXTO: De acuerdo a lo dispuesto por artículo 44 fracción II de la Ley Orgánica del Poder Judicial
del Estado de México en vigor, las Salas del Tribunal Superior de Justicia del Estado, sólo pueden
conocer y resolver de los conflictos de competencia que se susciten entre los juzgados
pertenecientes a su adscripción; cuando el conflicto exista entre juzgados de distinta adscripción,
conocerá la Sala a la que pertenezca el Juzgado que dio inicio al conflicto. Ello significa que la
atribución de la Sala para resolver los conflictos de competencia a que se refiere dicho precepto,
sólo se surte si realmente existe un conflicto de competencia, y éste sólo tiene existencia jurídica
cuando un juez declina o gira oficio inhibitorio a otro y éste no acepta la declinatoria o no
reconoce la competencia de quien le pide inhibirse; pero cuando este juez no controvierte el
motivo de la declinatoria o de la inhibitoria sino que lo acepta pero se niega a conocer por motivo
diverso, entonces, éste no justifica la existencia de un conflicto de competencia sino una cuestión
de competencia que genera ese juzgador con respecto a un tercero. Luego, no corresponde a la
Sala, el resolver un conflicto inexistente y lo procedente es declararlo sin materia y remitir los
autos para que se tramite la cuestión de competencia con base en el motivo aducido por el juez
que estimó incorrectamente la existencia de un conflicto competencial. Lo anterior, por virtud de
interpretación sistemática de los artículos 44 fracción II de la Ley Orgánica del Poder Judicial del
Estado de México y de los artículos 350, 351, 354 y 356 del Código de Procedimientos Penales en
vigor en el Estado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 732/2001.- Votación:
Unanimidad.- 12 de junio de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 2207/2003 (Conflicto
de Competencia).- Votación: Unanimidad.- 21 de enero del 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro
Naime González.

CLAVE: II.1SP.010.

RUBRO: SOBRESEIMIENTO, CONCEPTO DE "PROMOCIÓN EFICIENTE" A QUE SE REFIERE


EL ARTÍCULO 272 FRACCIÓN V DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES EN VIGOR
PARA EL ESTADO.

TEXTO: Cuando se ha dictado libertad por falta de elementos para procesar con las reservas de
ley, el Ministerio Público de la adscripción del juez inferior no sólo debe promover elementos de
prueba dentro del plazo de noventa días a que se refieren los artículos 148 y 184 del Código de
Procedimientos Penales vigente, para perfeccionar su ejercicio de la acción penal sino que
además debe de "promover eficientemente" dentro de ese plazo. Esto es, debe de promover
motivada y fundadamente en reflejo de la exigencia que el artículo 156 del Código de
Procedimientos Penales prevé para el ejercicio de la acción penal. Es decir, deberá reseñar los
medios de prueba existentes en la causa, incluyendo los desahogados con posterioridad al auto
de libertad para demostrar y estar en aptitud de afirmar la existencia de un hecho cierto
(circunstanciado) y motivar y fundar, a su vez, el por qué se encuentra comprobado el cuerpo del
delito y demostrada la probable responsabilidad penal del justiciable, pues sólo de esta forma
podrá el juzgador abordar su nuevo estudio, sin corregir deficiencias técnicas del ejercicio de la
acción.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 573/2001.- Votación:
Unanimidad.- 12 de junio de 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.011.J

RUBRO: ROBO, AGRAVANTES, CONCURSO DE.

TEXTO: La sistemática que se desprende de lo dispuesto por los artículos 287, 289 y 290 del
Código Penal en vigor, denota una estructura de agravantes en relación con el tipo básico de robo
y sólo en tratándose de las previstas en la fracción I (violencia) y de cualquiera de las contenidas
en la fracción V (cometido en vehículo automotor, en una o más de sus partes que lo conforman o
en la mercancía transportada abordo de aquél) puede existir concurso de agravantes, porque así
expresamente se desprende de lo dispuesto en la parte final de la citada fracción V, lo que
permite concluir que fuera de tal hipótesis, no puede existir en distintas fracciones del artículo 290
como tampoco respecto de algunas circunstancias previstas dentro de su fracción V, pues ha de
entenderse que cuando existen hechos que se adecuen a dos o más circunstancias previstas
como agravantes sólo se deberá de tener por acreditada aquélla que evidencie la intención final
del activo y cuando no sea así, a la que implique mayor afectación al bien jurídico tutelado
(patrimonio) pero no se deberán de tener por acreditadas o demostradas ambas, porque
implicaría recalificar la conducta por operar un concurso de agravantes por circunstancias que no
fueron permitidas por la ley misma, además de que las circunstancias que se hayan tenido como
no acreditadas inciden en otro aspecto del cuerpo del delito de robo (objeto) y ello en su
oportunidad trascenderá tanto a efectos de punición con respecto al tipo básico y a la reparación
del daño.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 622/2001.- Votación:
Unanimidad.- 26 de junio del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 609/2001.- Votación:
Unanimidad.- 26 de junio del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 625/2001.- Votación:
Unanimidad.- 26 de junio del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 874/2001.- Votación:
Unanimidad.- 21 de agosto del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1753/2001.- Votación:
Unanimidad.- 12 de febrero del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.012.

RUBRO: ARMA PROHIBIDA, PORTACIÓN DE. NAVAJA ES UN ARMA OCULTA.

TEXTO: La descripción típica contenida en la fracción I del artículo 179 del Código Penal en vigor
en el Estado, contiene hipótesis alternativas de objetos materiales de portación prohibida. La
secuencia lógica de su referencia conlleva a considerar que se refiere a instrumentos con
naturaleza común, pero inicia con la mención expresa de ellos (puñales, cuchillos) haciéndose
genérica (puntas) y hasta incluir las armas ocultas o disimuladas; entendiéndose que deben de
tener la misma naturaleza (filo o punta) pero que deben encontrarse ocultas o disimuladas.
Luego, si por definición obtenida del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la
navaja es un cuchillo cuya hoja puede doblarse sobre el mango para que el filo quede guardado
entre las dos cachas o en una hendidura a propósito, resulta evidente que al tener la naturaleza
de los instrumentos que en esta fracción se menciona (filo) y, por el hecho, de que el filo queda
guardado entre las cachas o una hendidura a propósito, específicamente es un arma que se
oculta y, por ello, cuando el Ministerio Público tipifica la conducta debe hacerlo en la fracción I del
artículo 179 precitado, pero en la hipótesis de arma oculta, motivándola; sobre todo que la
descripción típica es alternativa.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1089/2001.- Votación:
Unanimidad.- 2 de octubre del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1077/2001.- Votación:
Unanimidad.- 9 de octubre del 2001.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.
CLAVE: II.1SP.013.

RUBRO: REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL, CONDENA.

TEXTO: De una interpretación lógica y sistemática de los artículos 26 fracción III, último párrafo, y
29 del Código Penal en vigor, en relación con los artículos 162 fracción II y 258 del Código de
Procedimientos Penales vigente en el Estado de México, se debe de concluir que cuando el
juzgador declara la responsabilidad penal del justiciable debe pronunciarse también sobre la
reparación del daño, ya sea material o moral, con base a la petición que al respecto, fundada y
motivadamente, haya realizado el Ministerio Público en sus conclusiones. Es decir, demostrar qué
procede, a favor de quién y su monto; esta regla general se relaja con respecto al daño moral,
atendiendo a su naturaleza y a la propia regla específica que se contiene en el último párrafo del
artículo 26 fracción III del Código Sustantivo mencionado, ya que al respecto, el Ministerio Público
cumple con su obligación de motivación y fundamentación, cuando solicita la reparación del daño
moral y el delito, dada su naturaleza específica, produce en el ofendido o víctima ese daño por el
simple hecho de su comisión. Luego, el Juzgador en tal caso, sólo deberá de ocuparse de señalar
motivadamente el monto de la indemnización atendiendo a los parámetros que establece el
precepto arriba señalado. Circunstancia distinta sucede, cuando de la naturaleza específica del
delito no se aprecia daño moral, pues en tal hipótesis se mantiene la regla general en cuanto a
que el Ministerio Público debe de acreditar su procedencia (existencia del daño moral) y lo deberá
de justificar en sus conclusiones, para que el Juzgador en acatamiento al último párrafo de la
fracción III del artículo 26 del Código Penal vigente, fije motivadamente el monto de la
indemnización.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1316/2001.- Votación:
Unanimidad.- 13 de noviembre del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 2010/2002.- Votación:
Unanimidad.- 21 de enero del 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 2207/2002.- Votación:
Unanimidad.- 21 de enero del 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.014.

RUBRO: CONCURSO, APLICACIÓN DEL.

TEXTO: De la interpretación de los artículos 18 y 68 del Código Penal en vigor, en relación con el
artículo 258 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado de México, se aprecia
que el Ministerio Público debe fundar y motivar su petición de aplicación de las reglas de
concurso de penas (ideal o material) para que el Juzgador pueda pronunciarse al respecto en la
sentencia. Si la acusación al efecto cumple con esa formalidad, el Juzgador podrá aplicar el
contenido del artículo 68 precitado, atendiendo a los alcances del deber de aumento de punición
que impone dicho precepto, deber que respecto de la suma de puniciones se transforma en
facultad, según se desprende de los términos "inclusive" y "hasta" que se emplean en aquél. Por
tanto, podrá aplicar ese precepto en dos formas: La primera, imponiendo la del delito mayor y otra
punición de prisión de entre varias a aplicarse (aplicación parcial del precepto). La segunda,
cuando impone más de dos o la suma de todas las puniciones de prisión a aplicarse (aplicación
semicompleta o completa del precepto). La primera opera por el simple efecto de la petición
formal del Ministerio Público; pero la segunda debe ser, además, motivada por el Juzgador para
denotar la necesidad en su aplicación.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1290/2001.- Votación:
Unanimidad.- 13 de noviembre del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.015.

RUBRO: PENA DE PRISIÓN, PRESCRIPCIÓN DE LA.

TEXTO: La pérdida del derecho del Estado de lograr que el sentenciado cumpla con la pena de
prisión, opera por el mero transcurso del tiempo en los términos que establecen los artículos 103,
104, 105 y 106 del Código Penal abrogado (101, 102, 103 y 104 del Código Penal en vigor).
Luego, para declarar la prescripción que nos ocupa, es necesario: 1.- Que exista una sentencia
ejecutoriada que imponga una pena de prisión; 2.- que el sentenciado se haya evadido del Centro
de Readaptación Social en donde se encontraba cumpliendo la pena o bien, que jurídicamente
exista contumacia para el cumplimiento de la pena, ya sea porque haya quedado sin efecto la
libertad provisional de que gozaba o que se le haya revocado la suspensión condicional que se le
concedió y que, en uno u otro caso, se le haya dictado orden de reaprehensión. En estos casos,
se entenderá quebrantada la pena de prisión y a partir del día siguiente correrá el término
prescriptivo; 3.- Este término será igual al tiempo de la pena de prisión más una cuarta parte, pero
en ningún caso será menor de cinco años ni mayor a veinte (actualmente veinticinco años), si el
sentenciado no hubiese cumplido parte de la pena; pues en caso de haber cumplido parte, el
término prescriptivo será igual al tiempo que le falte para cumplirla más una cuarta parte, sin que
exceda de veinte años; 4.- Que el tiempo transcurrido desde el quebrantamiento de la pena hasta
el día en que fuese aprehendido el sentenciado, no se haya interrumpido por efecto de una
aprehensión, aunque fuese por delito diverso. Debe de estimarse que un sentenciado ha
cumplido con parte de la pena, cuando haya estado privado de su libertad durante el
procedimiento penal seguido con motivo del delito o delitos por los que se le impuso condena de
prisión, pues en tales casos esa detención se computa para cumplimiento de la pena de prisión,
por mandato del artículo 20 apartado "A" fracción X penúltimo párrafo (anteriormente 20 fracción X
antepenúltimo párrafo) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1491/2001.- Votación:
Unanimidad.- 10 de enero del 2001.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.016.J
RUBRO: AGRAVANTE. ROBO DE AUTOESTÉREO.

TEXTO: El agravante previsto por la fracción V del artículo 290 del Código Penal en vigor en el
Estado, en cuanto a que el robo recaiga sobre partes que conforman al vehículo, debe de
entenderse, que los objetos, para ser considerados como partes conformantes del vehículo,
deben ser accesorios al vehículo automotor por encontrarse de cualquier forma adheridos o
sujetos al mismo, funcional o utilitariamente. Es decir, que se fabriquen con el propósito de
realizar alguna función o proporcionen alguna utilidad en el vehículo. En el caso del "auto-
estéreo", es un objeto (aparato electrónico) que normalmente se encuentra adherido o sujeto al
vehículo y es fabricado con la finalidad de captar señales de radio dentro del vehículo mismo y
proporcionar esparcimiento y entretenimiento a sus ocupantes. Por consiguiente, sí es un objeto
que conforma el vehículo y debe ser considerado para efectos de la agravante que nos ocupa.
Circunstancia distinta la tienen aquellos objetos que encontrándose en el interior de un vehículo
automotor no reúnen las características apuntadas como pudieran ser los objetos meramente
ornamentales o aquellos que transitoriamente se encuentran en su interior. Sobretodo que la
agravante en comento trata de desalentar las conductas de robo de objetos que accesoriamente
formen parte de los vehículos automotores.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 1628/2001.- Votación:
Unanimidad.- 22 de enero del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 1694/2001.- Votación:
Unanimidad.- 6 de febrero del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 51/02.-Votación:


Unanimidad.- 5 de marzo del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 142/02.- Votación:
Unanimidad.- 19 de marzo del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla. Toca de Apelación 364/02.- Votación:
Unanimidad.- 24 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.017.J
RUBRO: ROBO, INDETERMINACIÓN DE LA CUANTÍA OBJETO DEL.

TEXTO: Cuando el objeto material sobre el que recae la conducta de apoderamiento en el robo,
por alguna circunstancia no fuese estimable en dinero o si por su naturaleza no se hubiese fijado
su valor; conforme a lo dispuesto por el artículo 289 fracción VI del Código Penal en vigor en el
Estado, la punibilidad aplicable será de uno a cinco años de prisión y de cincuenta a ciento
veinticinco días multa. Debe considerarse que tal punibilidad sólo es aplicable en las dos
hipótesis que se señalan y no opera cuando el objeto del apoderamiento si es susceptible de ser
estimable o valorable en dinero o cuando es posible atribuirle un valor económico por su
naturaleza; y si en el caso en estudio, los bienes apoderados son objetos susceptibles de ser
valorados a través de un dictamen oficial en que el perito no los tuvo a la vista o no contó con
información suficiente para asignarles valor y, por ello, no produce convicción, entonces no será
aplicable la punibilidad prevista en la fracción VI del artículo 289 arriba citado; pero atendiendo al
principio de estar a lo más favorable al inculpado, la punibilidad a aplicarse es la que se contiene
en la fracción I del propio artículo 289 del Código Penal en vigor. Valga hacer la consideración de
que la citada fracción VI del precepto en cita, no tiene igual contenido que el artículo 299 del
Código Penal Abrogado, porque este agregaba la hipótesis de que el objeto del apoderamiento
no fuese valorable o estimable en dinero "por cualquier otra circunstancia". Es decir, que bastaba
que por cualquier circunstancia no fuese valorable el objeto para que se aplicara la punibilidad
que se contenía en dicho precepto. Sin embargo, como ya se apuntó, la fracción VI del artículo
289 multicitado no tiene esa última hipótesis, por lo que sólo opera en las dos hipótesis
señaladas.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1615/2001.- Votación:
Unanimidad.- 29 de enero del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1650/2001.- Votación:
Unanimidad.- 29 de enero del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1710/2001.- Votación:
Unanimidad.- 06 de febrero del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1694/2001.- Votación:
Unanimidad.- 6 de febrero del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 1726/2001.- Votación:
Unanimidad.- 12 de febrero del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.
CLAVE: II.1SP.018.

RUBRO: CONCURSO IDEAL. NO EXISTE ENTRE ACUSACIÓN O DENUNCIA FALSA;


DECLARACIÓN FALSA Y CALUMNIAS.

TEXTO: Mediante interpretación lógica (analítica) y sistemática de los artículos 155 (actualmente
154), 157 fracciones I y II (en la actualidad 156 fracciones I y II) y 290 (282 del Código vigente) del
Código Penal que estuvo vigente hasta el veinticinco de marzo del dos mil. Se desprende que
dichas descripciones típicas tienen similitudes, pero también diferencias. Las similitudes, se hacen
consistir en que en todas, su núcleo típico es la falsedad, y entre la acusación o denuncia falsa y
la declaración falsa, los bienes jurídicos tutelados son la debida y correcta administración de
justicia. Sin embargo, existen diferencias descriptivas importantes que sistemáticamente se
traducen en conductas específicas. En efecto, cuando se imputa falsamente un delito a una
persona, esta conducta, en principio, podría ser considerada para la acusación o denuncia falsa y
para la calumnia, pues su núcleo típico parte de esa imputación; pero si esa imputación se realiza
ante una autoridad, podría tener tipicidad incluso para el delito de declaración falsa previsto en el
artículo 157 fracción I del Código Penal abrogado, y si esa imputación se realiza por quien tiene el
carácter de denunciante o querellante, desde luego, frente al servidor público encargado de la
persecución de los delitos, esa conducta ya no tendrá tipicidad ni para la calumnia, ni para las
hipótesis de declaración falsa contenidas en las fracciones I y II del artículo 157 (actualmente 156)
del Código Penal abrogado, porque tendrá tipicidad para la acusación o denuncia falsa, pues se
entiende que la conducta ahí señalada debe ser realizada por el denunciante o querellante
cuando imputa falsamente un hecho delictuoso ante un servidor público cuya función es la
persecución del delito. Pero cuando la imputación falsa de un delito se haga directamente al
imputado (sic) sin que exista de por medio alguna autoridad, entonces la tipicidad será para la
calumnia (artículo 290 del Código Penal Abrogado, actualmente 282); ahora bien, si la imputación
del hecho delictuoso falso o la realizada a un inocente, se efectúa frente a una autoridad diversa a
la persecutora de los delitos, se tendrá tipicidad para la declaración falsa, artículo 157 del Código
Penal abrogado (actualmente 156 en su fracción I), siempre que esa imputación se realice frente
a una autoridad no judicial; puesto que, cuando se realiza frente autoridad de esa naturaleza y el
imputante tiene el carácter de testigo, será típica para la fracción II del precitado precepto. Es
concluyente entonces, que no puede existir concurso ideal entre dichas descripciones dada la
diferenciación apuntada que se traduce en especialidad y ello en autonomía típica, máxime que
ese aparente concurso ideal se resolvería conforme a las reglas contenidas en la fracción I del
artículo 21 del multicitado Código Penal Abrogado y la regla de especialidad que se contiene en
el artículo 5° del Código Penal en vigor.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1682/2001.- Votación:
Unanimidad.- 29 de enero del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 105/2003.- Votación:
Unanimidad.- 20 de marzo del 2003.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.019.

RUBRO: DESPOJO. CONDUCTAS QUE INTEGRAN LA DESCRIPCIÓN TÍPICA.

TEXTO: Atendiendo a la semántica y a la sistemática que se aprecia de la estructura típica del


despojo que se describe en el artículo 308 fracción I del Código Penal en vigor en el Estado de
México, las conductas son: la de ocupación de un inmueble; de usarlo o la del uso de un derecho
real. Todo ello con respecto a un inmueble ajeno y siempre que la conducta se realice de propia
autoridad. La ocupación implica un acto de desposesión y conlleva una situación de efectos
permanentes que se genera con base en aquél. Esto es, no puede existir ocupación sin
desposesión. En cambio, el uso de un inmueble, también denota un acto desposesorio pero que
no genera un estado de efectos permanentes, pues la posesión sólo se ejerce con el fin de
obtener alguna utilidad. Por último, el uso de un derecho real ajeno, implica realizar cualquier
acción útil para el activo que se traduce en el ejercicio de un derecho real que no le es propio.
Consiguientemente, si el activo tenía la posesión del inmueble y su conducta se hace consistir en
impedir el acceso al coposeedor-propietario, tipifica el uso de un derecho real ajeno, pues sólo
quien es propietario del inmueble (titular del derecho de propiedad) puede realizar acciones para
usarlo, disfrutarlo o disponer de aquél, pero no será típica para la hipótesis de ocupación, pues no
puede desposeer quien ya ocupaba el inmueble.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 236/2001.- Votación:
Unanimidad.- 9 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.020.

RUBRO: PRESCRIPCIÓN. TÉRMINO DE LA. NO SE MODIFICA POR REFORMA QUE CAMBIE


LA FORMA DE PERSECUCIÓN DEL DELITO.

TEXTO: De conformidad con los artículos 97 y 98 del Código Penal en vigor hasta el veinticuatro
de marzo del dos mil (96 del Código Penal vigente) el término prescriptivo depende, en su inicio,
de la forma de consumación del delito (instantáneo, permanente o continuado) porque corre
desde que se cometió, si fuere instantáneo; si fuere permanente, desde que cesó y, si fuere
continuado o tentativa, desde que se hubiere realizado el último acto de ejecución. La duración de
ese término dependerá de la forma de persecución del delito, pues si era perseguible por
querella, prescribía en tres años, pero satisfecho el requisito se aplicaba la regla genérica para los
delitos de oficio. Es decir, el término medio aritmético de la pena privativa de libertad que
corresponde al delito pero en ningún caso sería menor de tres años. Consiguientemente el inicio
del término prescriptivo se produce atendiendo a la forma en que se haya consumado el delito y
no, a la forma de persecución; y si se opera reforma que cambie la persecución, ésta sólo afecta
ese aspecto pero no al término prescriptivo, pues éste se inició cuando se consumó el delito y
atendiendo al orden público que existe en la materia, la reforma citada no puede alterar o
modificar el término prescriptivo ya iniciado, porque fue determinado en cuanto a su inicio y
duración por la forma de consumación y persecución del delito, al momento en que se consumó.
Luego, al iniciarse el término prescriptivo debe de entenderse que se ha operado una
consecuencia legal de la consumación de los delitos. Consecuentemente, la reforma en la
persecución del delito sólo produce efectos estrictamente procedimentales pero no prescriptivos.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 279/2002.- Votación:
Unanimidad.- 23 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 772/2002.- Votación:
Unanimidad.- 24 de junio del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.021.

RUBRO: ROBO. REGLA SUBSIDIARIA DE COMPROBACIÓN DEL CUERPO DEL, Y


DIFERENCIA CON EL TIPO DE ENCUBRIMIENTO.

TEXTO: La detentación de un bien que ha sido objeto de apoderamiento en un robo, puede ser
eficiente para integrar la regla subsidiaria de comprobación del cuerpo del delito de robo, en
términos del artículo 127 del Código de Procedimientos Penales en vigor; o bien, para la
comprobación del cuerpo del delito de encubrimiento descrito por el párrafo primero del artículo
152 del Código Penal en vigor en el Estado. Sin embargo, debido a la inseguridad jurídica que
ello puede generar para el justiciable, esta Sala interpreta extensiva y sistemáticamente los
artículos 127 y 142 párrafo segundo del Código Procesal citado, para concluir que debe de
entenderse que además de los requisitos previstos por el artículo 127, debe de vincularse la
detentación injustificada del bien, por razón de tiempo a la comisión del robo. Es decir, que no
hayan transcurrido setenta y dos horas desde el desapoderamiento y el momento en que haya
sido encontrado en poder de una persona el bien, porque con esa temporalidad se vincula la
detentación en forma fáctica y jurídica al apoderamiento que se acredita con la citada regla
subsidiaria, pues en caso de que no se acredite la detentación con esa temporalidad, no podría
aplicar la regla subsidiaria mencionada y tampoco acreditarse el apoderamiento como elemento
objetivo del robo y la detentación podría ser, en su caso, eficiente para comprobar el cuerpo del
delito de encubrimiento.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 355/02.- Votación:
Unanimidad.- 30 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.022.J

RUBRO: ACUSACIÓN, REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR IRREGULARIDAD EN LA.

TEXTO: En la actualización de la pretensión punitiva que se patentiza en la acusación, inciden


tres intereses de igual valor para la sociedad: El respeto al estado de derecho conforme al cual se
castigue al delincuente; que no se afecten los derechos de las víctimas o del ofendido y; que el
inculpado no quede en estado de indefensión. Consecuentemente, para lograr el equilibrio de
esos intereses, es necesario que la acusación se ajuste a los requisitos de fundamentación y
motivación que establece el artículo 258 del Código de Procedimientos Penales en vigor en el
Estado, pues de otra forma sería irregular y no se lograría el equilibrio de esos intereses, máxime,
que una acusación irregular se traduce en inseguridad jurídica e indefensión para el justiciable.
Luego, si la acusación carece de fundamentación y/o motivación o son indebidas, se entenderá
que es irregular y ante la apelación del justiciable contra la sentencia de condena, lo procedente,
es reponer el procedimiento para que el Juez Inferior deje sin efecto el auto donde se dio vista
con la acusación al inculpado y su defensor y se ajuste al procedimiento previsto por los artículos
259 y 260 del Código Adjetivo de la materia (vista al Procurador o Subprocurador con el proceso y
la irregularidad conclusiva) puesto que con dicha reposición se entenderá agotado el
procedimiento equilibrador de intereses en juego en esta materia y el Juzgador, en caso de
persistir la irregularidad, podrá resolver, lo que corresponda en la sentencia respectiva. Criterio,
que sostiene esta Sala, interpretando sistemática y extensivamente los artículos 258, 259, 260,
297 fracción IX y 298 del Código de Procedimientos Penales en vigor, así como de la aplicación
-en lo conducente- conforme a las disposiciones legales citadas, de la Jurisprudencia por
Contradicción de Tesis, cuya voz y contenido dice:

"CONCLUSIONES ACUSATORIAS. PROCEDIMIENTO A SEGUIR CUANDO SE


FORMULAN EN CONTRAVENCIÓN A LOS ARTÍCULOS 292 Y 293 DEL CÓDIGO
FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES (FALTA DE CITA DEL ARTÍCULO 13
DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL). Una etapa importante del proceso penal la
constituye la acusación, en la cual el Ministerio Público formula sus conclusiones, las
que sirven para fijar el alcance de la sentencia y que el inculpado pueda responder a la
acusación. Los citados preceptos 292 y 293 establecen los requisitos que debe
satisfacer el representante social al formular sus conclusiones acusatorias, entre éstos,
que se señale en proposiciones concretas la responsabilidad del acusado en la
comisión del delito que se le atribuye, a fin de no dejarlo en estado de indefensión; para
ello, el órgano acusador debe: a) citar el artículo 13 del Código Penal Federal, el cual
define qué personas resultan ser autores o partícipes de un hecho delictuoso,
especificando la fracción o fracciones en las que se estima se ubica la conducta del
inculpado, b) razonar el porqué así se considera y, c) señalar las pruebas que
demuestren su responsabilidad. La satisfacción total o parcial de estos requisitos por
parte del Ministerio Público regulará el trámite a seguir por el juzgador, quien deberá
optar por alguno de los siguientes procedimientos: 1. El Juez o tribunal dará vista con
las conclusiones acusatorias al acusado y a su defensor para que las contesten y,
continúe con el procedimiento: A) Cuando los referidos requisitos queden satisfechos en
las conclusiones; B) Si se diera el caso de que se omita citar el artículo 13 o sólo la
fracción o fracciones respectivas, pero sí se contienen los razonamientos tendientes a
demostrar la responsabilidad del acusado y la relación de pruebas que los apoyen, de
tal manera que quede claro a qué supuesto de los previstos en las diversas fracciones
de ese precepto se refiere la acusación; C) Cuando no obstante que se cite el referido
artículo 13 y la fracción o fracciones que se estimen aplicables, las razones formuladas
para ubicar la responsabilidad y las pruebas que se mencionen para apoyarlas no se
adecuen a las fracciones invocadas, sin embargo, no existe duda en cuál fracción o
fracciones verdaderamente se ubica la conducta, pues en este supuesto sólo se está
ante una cita equivocada de preceptos; 2. El Juez o tribunal tendrá por conclusiones no
acusatorias (al no concretizarse la pretensión punitiva) las formuladas por el Ministerio
Público y las remitirá con el proceso al procurador general de la República para que
confirme o modifique dichas conclusiones, de conformidad con lo dispuesto por los
artículos 294 y 295 del código adjetivo penal en cita: A) Cuando en lo absoluto se
satisfagan los requisitos mencionados en líneas precedentes; B) Si en las conclusiones
sólo se cita el precepto 13 y la fracción o fracciones correspondientes, pero se omite
razonar sobre la responsabilidad del inculpado; y C) Cuando las conclusiones fueren
contra constancias (porque tampoco se concretiza la acusación), ya porque los
razonamientos no se adecuen a las pruebas mencionadas, o bien, porque éstas, sólo si
fueren trascendentales para fincar la responsabilidad, no correspondan a las que obren
en el proceso; en esta hipótesis el juzgador debe señalar la contradicción. Si se diera el
caso de que se está en cualquiera de los supuestos mencionados en los tres últimos
incisos, el tribunal de apelación debe, en el supuesto de que el apelante sea el
acusado, ordenar la reposición del procedimiento, para que el Juez de la causa proceda
en términos de los artículos 294 y 295 del código adjetivo de la materia, atento lo
dispuesto por los numerales 387 y 388, fracción XIII, del propio ordenamiento. Las
reglas mencionadas tienen como propósito otorgar la debida seguridad jurídica en el
proceso penal y respetar la garantía de audiencia del inculpado". {1ª./J. 53/2001}.
Contradicción de tesis 8/94. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
(entonces) Primero y Tercero, ambos del Cuarto Circuito. 4 de abril de 2001.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: José Luis Vázquez Camacho. Tesis de
jurisprudencia 53/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de julio de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro,
Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. APÉNDICE. SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. NOVENA
ÉPOCA. TOMO XIV. OCTUBRE 2001. PRIMERA SALA. PENAL. PRIMERA PARTE.
SECC. SEGUNDA. PÁG. 44."

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 383/2002.- Votación:
Unanimidad.- 30 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 280/2002.- Votación:
Unanimidad.- 30 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 358/2002.- Votación:
Unanimidad.- 30 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación 389/2002.- Votación:
Unanimidad.- 30 de abril del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 401/2002.- Votación:
Unanimidad.- 07 de mayo del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.023.

RUBRO: ACUSACIÓN, IRREGULARIDADES QUE DAN CAUSA A LA REPOSICIÓN DEL


PROCEDIMIENTO.

TEXTO: Siguiendo el criterio sostenido en la tesis sustentada por esta propia Sala bajo la clave
II.ISP.0022 y con el rubro "ACUSACIÓN, REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR
IRREGULARIDAD EN LA", debe de entenderse que las irregularidades en la acusación que den
causa o pauta a la reposición del procedimiento son aquéllas que se vinculan a aspectos de
condena en la sentencia apelada por el inculpado y siempre que la irregularidad que se
puntualice no pueda, necesariamente dar pauta a que la sanción impuesta aumente, porque la
justificación toral de la reposición del procedimiento que se ordene, es la seguridad jurídica del
inculpado y el equilibrio de los intereses en juego que permita conozca plenamente la acusación
formulada en su contra para que pueda contestarla y formular, a su vez, sus conclusiones; pero
de ninguna forma podrá ordenarse la reposición del procedimiento respecto de aspectos que no
hayan motivado condena, ni que represente necesariamente el aumento de la sanción, porque el
sentenciado al apelar no persigue agravar su situación jurídica, pues ese principio de seguridad
jurídica se obtiene de lo dispuesto por el artículo 295 del Código de Procedimientos Penales en
vigor en el Estado. Consiguientemente este criterio es afinatorio de la tesis que se menciona en
este texto. Luego, cuando no sea posible ordenar la reposición del procedimiento por las razones
apuntadas, se deberá resolver el recurso de apelación planteado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 414/2002.- Votación:
Unanimidad.- 7 de mayo del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 455/2002.- Votación:
Unanimidad.- 7 de mayo del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 461/2002.- Votación:
Unanimidad.- 21 de mayo del 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1214/2003.- Votación:
Unanimidad.- 7 de octubre del 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.
CLAVE: II.1SP.024.

RUBRO: COMPETENCIA POR CUANTÍA, LA PUNIBILIDAD DE PRISIÓN DE LA AGRAVANTE Y


EL TIPO BÁSICO NO DEBEN DE SUMARSE SINO HA DE ESTARSE A LA PUNIBILIDAD
MÁXIMA, PARA DETERMINAR LA.

TEXTO: De una interpretación sistemática y por razón suficiente que se desprende de los
artículos 5 fracción V y 11 fracciones I, II y IV del Código de Procedimientos Penales, se observa
que para fijar la competencia en razón de cuantía (punibilidad) debe de atenderse a la punibilidad
máxima de punición prevista por el tipo básico y la agravante sin sumarlas, y si ninguna de ellas
excede de tres años, la competencia se fijará a un Juez de Cuantía Menor y si excede, lo será
para uno de Primera Instancia. Lo anterior, en vista de que si el legislador hubiese querido que
para fijar la competencia se sumaran las punibilidades, así lo hubiese establecido en la fracción I
del artículo 11 del Código Adjetivo citado y muy por el contrario, en la fracción IV del mismo
precepto, pero con respecto al concurso, claramente señala que debe de atenderse a la
punibilidad privativa de la libertad mayor; por lo que si existe semejanza entre la agravante y el
concurso, en cuanto a que, existen dos punibilidades a considerarse, debe concluirse que para
efectos de competencia ha de estimarse la punibilidad de prisión máxima prevista en el tipo básico
y en la agravante o en los tipos en concurso, y la suma de las punibilidades deberá considerarse
para efectos de individualización de la pena y, por ello, debe de concluirse también, que al fijarse
la competencia por cuantía en la forma en que se indica, se entiende la facultad del Juez de
Cuantía Menor de aplicar punición, que al sumarla, exceda de lo dispuesto por el artículo 5
fracción V del Código Adjetivo señalado, pues en la materia, también se sigue la idea de una
distribución adecuada de cargas de trabajo entre los órganos jurisdiccionales.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 1014/02.-


Votación: Unanimidad.- 2 de julio del 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 1037/02.-


Votación: Unanimidad. 9 de julio de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Conflicto de Competencia: 1238/02.-


Votación: Unanimidad.- 13 de agosto de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.025.J
RUBRO: COAUTORÍA POR CODOMINIO DEL HECHO, PREVISTA EN EL INCISO D) DE LA
FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 11 DEL CÓDIGO PENAL EN VIGOR.

TEXTO: De acuerdo al texto del inciso d) de la fracción I del artículo 11 del Código Penal en vigor
en el Estado, son autores los que en conjunto y con dominio del hecho delictuoso intervengan en
su realización. Esta forma de autoría es conocida como "coautoría por codominio del hecho" y
doctrinalmente es la fusión de la autoría material (quien realiza la conducta núcleo del tipo) y la
participación primaria (cooperación previa o simultánea) que se presenta cuando dos o más
sujetos intervienen en el momento ejecutivo del hecho, teniendo el dominio del mismo. Según se
desprende del precepto mencionado, para acreditar esta forma de autoría, se debe de demostrar:
1.- Que en el hecho delictuoso intervienen dos o más personas. Esto se entiende por sí mismo,
puesto que se trata de una forma coautorial; 2.- Deben de intervenir en el momento ejecutivo o
consumativo. Es decir, su intervención debe vincularse necesariamente al momento en que se
despliegue la conducta que ha de consumar el hecho o tenerlo por ejecutado; 3.- Las personas
que intervienen en el momento ejecutivo o consumativo, deben de actuar en conjunto. Esto es,
deben de intervenir por virtud de un acuerdo (incluso rudimentario) previo, coetáneo o adhesivo,
porque lo importante es que su conducta se encuentre ligada; 4.- En la actuación conjunta, por lo
menos uno de los que intervinieron ejecuta materialmente la conducta típica (núcleo del tipo) y los
demás actos cooperativos. En realidad en este elemento es en donde esta forma de autoría fija su
naturaleza, porque resulta de la fusión de la autoría material y la participación primaria
(cooperación previa o simultánea) y su valor práctico se obtiene de que permite resolver los
problemas de magnitud de reproche ante la intervención de los activos en el momento
consumativo o ejecutivo que aunque realicen conductas cooperadoras, por su proximidad al
momento consumativo y por su posibilidad de impulsar o frustrar el hecho, pueden ser
considerados como coautores. Cabe señalar que basta que dentro de los intervinientes uno de
ellos realice conducta material, incluso que todos o parte de ellos lo hagan y otros, conductas
cooperadoras, en las condiciones que se apuntan, para ser considerados como coautores por
codominio del hecho. Cabe decir, que cuando los que intervienen en la consumación del hecho
realicen conducta material, serán considerados como coautores por codominio del hecho, pues la
pluralidad de participantes y su finalidad común, denota que su conducta material sería
cooperadora, a la vez, respecto de los otros autores materiales, porque propiciaría, esa forma de
actuación, que el hecho se consume o se tenga por ejecutado sin resistencia; 5.- Los que
intervienen tienen dominio del hecho delictivo, porque pueden impulsarlo o hacerlo cesar; 6.-
Todos los que intervienen realizan un aporte conductual al momento ejecutivo o consumativo,
incluso la actitud pasiva de alguno, puede ser eficiente como aporte, si ello fue lo acordado o es
la forma en que se adhiere. Debe de comprenderse que al tratarse de una forma de intervención
conjunta, cada interviniente realiza un aporte que puede ser material o de cooperación o ambos,
de acuerdo a lo acordado o bien, que su aporte es aceptado por los demás y de esta forma se
adhiere a la conducta que se despliega. Cuando se integra esta forma de autoría, todos los que
intervienen son responsables de la conducta típica.

PRECEDENTES:
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 944/02.- Votación:
Unanimidad.- 13 de agosto de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 943/02.- Votación:
Unanimidad.- 13 de agosto de 2002.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 980/02.- Votación:
Unanimidad. 13 de agosto de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1650/02.- Votación:
Unanimidad. 19 de noviembre de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1677/02.- Votación:
Unanimidad.- 26 noviembre de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

CLAVE: II.1SP.026.

RUBRO: CULPA CON MODIFICATIVA, LA PREVISTA EN EL PRIMER PÁRRAFO DEL


ARTÍCULO 61 DEL CÓDIGO PENAL EN VIGOR EN EL ESTADO DE MÉXICO, APLICA SOLO
CON RESPECTO A VEHÍCULOS DE TRANSPORTE DE PASAJEROS

TEXTO: La modificativa (complementación típica con punibilidad autónoma) que se contiene en el


artículo 61 párrafo primero del Código Penal en vigor en el Estado, aplica con respecto de
conductas culposas cometidas por conductores de transporte de pasajeros que presten ese
servicio en forma regular o irregular o bien, de aquéllos que transporten a personal o a escolares.
Por consiguiente, el elemento típico "transporte público" que se contiene en el precepto en
comento, debe ser entendido en su significación restrictiva y no extensiva. Por tanto, a los
conductores que transportan carga no les aplica esa modificativa. A esta conclusión se llega
mediante una interpretación lógica, sistemática y auténtica del precepto citado en relación con el
artículo 7.24 del Código Administrativo del Estado de México, vigente y de la exposición de
motivos del Código Penal en vigor en el Estado, que se aprecia en el Decreto número 165,
publicado el 20 de marzo del año 2000 en la Gaceta de Gobierno del Estado.

PRECEDENTES:
Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1522/02.- Votación:
Unanimidad.- 31 de octubre de 2002.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.027.

RUBRO: CULPA CON MODIFICATIVA, LA QUE APLICA EN TÉRMINOS DEL PRIMER Y


SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 61 DEL CÓDIGO PENAL EN VIGOR EN EL ESTADO DE
MÉXICO, CONSTITUYE DELITO GRAVE.

TEXTO: De una interpretación lógica y sistemática del tipo culposo que se describe en los
artículos 8 fracción II, 60 y 61 párrafos primero y segundo del Código Penal en vigor en el Estado,
se aprecia que para aplicar como delito grave el primer párrafo del artículo 61 citado, es necesario
que se actualice alguna de las hipótesis que se contienen en el párrafo segundo del mismo
precepto, porque claramente este último se vincula al primero, al señalar que: "... se considerará
como grave cuando en la comisión de este delito el conductor incurra en alguna de las siguientes
circunstancias..." y del análisis lógico de la última hipótesis (fracción V) se aprecia que la
referencia a que se cause la muerte de dos o más personas, implica que la exigencia sea de ese
número de muertes, porque los presupuestos para que opere como delito grave es que se den los
requerimientos típicos del párrafo primero del precepto precitado. Es decir, que la culpa se
presente a consecuencia de la conducción de vehículo de motor de transporte público
(pasajeros), personal o escolar y se cause el homicidio de una persona. Consecuentemente si
falta alguno de estos requisitos típicos, como lo sería que no haya resultado el fallecimiento de
alguna persona, entonces la culpa no denotaría delito grave y ni siquiera sería aplicable la
complementación típica que se regula en el primer párrafo del artículo 61 del Código Penal en
vigor.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 526/03.- Votación:
Unanimidad.- 13 de mayo de 2003.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Antonio Vergara Rojas.
CLAVE: II.1SP.028.

RUBRO: DESPOJO. CUERPO DEL DELITO DE

TEXTO: De la descripción típica que se contiene en las dos fracciones del artículo 308 del Código
Penal en vigor en el Estado, se aprecia que se trata de un tipo alternativamente formado con
núcleos típicos para cada hipótesis que se pueden expresar en "ocupar inmuebles; hacer uso de
ellos; de derechos reales ajenos o ejecutar actos de dominio". Conductas que, desde luego,
tienen como afectación a la posesión que detenta el pasivo y debe de evidenciarse a través de un
acto. Por consiguiente, es lógico que para acreditar esas conductas debe demostrarse que el
pasivo tenía la posesión del inmueble sobre el que recae la conducta y el acto mismo de
afectación que evidencia la conducta núcleo del tipo.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 575/03.- Votación:
Unanimidad.- 20 de mayo de 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.029.

RUBRO: CONFLICTO DE INTERESES DEL AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO ADSCRITO.


CAUSA DE REPOSICIÓN DE PROCEDIMIENTO.

TEXTO: Es incorrecto que en una misma causa penal, el agente del Ministerio Público adscrito
represente los intereses de ofendidos que son a la vez inculpados y con intereses opuestos, ya
que indudablemente se afectan las defensas de aquello como inculpados, pues un mismo agente
del Ministerio Público no puede fungir como representante de los intereses de una de las partes,
en contra de la que, a la vez, trata de demostrar su responsabilidad penal en la comisión de un
delito, en agravio de otra persona que se encuentra en iguales condiciones (denunciante y
ofendido). Ello es mayormente notorio al momento del desahogo de pruebas, ya que no es
posible distinguir cuándo el agente del Ministerio Público actúa como representante de los
intereses del ofendido y cuándo lo hace como titular de la acción penal en contra del inculpado.
Luego, con apoyo en lo dispuesto por los artículos 296 y 298 del Código de Procedimientos
Penales vigente, el Tribunal de Segunda Instancia debe ordenar la reposición del procedimiento,
para que, a partir de la diligencia en la que surge el conflicto de intereses, se provea la
designación de un agente del Ministerio Público por cada uno de los inculpados que se
encuentren colocados en el supuesto mencionado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1141/03.- Votación:
Unanimidad.- 26 de agosto de 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1302/03.- Votación:
Unanimidad.- 17 de septiembre de 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1151/03.- Votación:
Unanimidad.- 17 de septiembre de 2003.- Ponente: Mgdo. Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1438/03.- Votación:
Unanimidad.- 14 de octubre de 2003.- Ponente: Mgdo. Alejandro Naime González.

CLAVE: II.1SP.030.

RUBRO: INCIDENTE DE REPARACIÓN DE DAÑO EXIGIBLE A TERCEROS. APELACIÓN EN


CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE INADMITE PRUEBAS EN EL. DEBE TRAMITARSE Y
RESOLVERSE CONFORME A LA LEGISLACIÓN PROCESAL CIVIL.

TEXTO: De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 395 del Código de Procedimientos Penales en
vigor en el Estado, la pretensión de reparación del daño exigible a terceros, se tramita y decide
conforme a un incidente civil de acuerdo a las disposiciones del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado. Esto significa que si bien, es una tramitación incidental dentro de un
proceso penal, su naturaleza civil es indiscutible y, por ello es, que su tramitación y decisión se
ajusta a las disposiciones procesales de la materia; y atendiendo a lo dispuesto por el artículo
1.219 del Código de Procedimientos Civiles en cita, las disposiciones sobre prueba que como
regla general se encuentran reguladas en el citado código, resultan aplicables a las tramitaciones
incidentales siempre que no se opongan a lo preceptuado para los incidentes civiles que en dicho
Código también se regula. Consecuentemente, queda claro que en la tramitación incidental en
estudio, se aplica supletoriamente la legislación adjetiva civil, en su tramitación de primera y
segunda instancia, dado que resulta apelable el auto que no admite pruebas a alguna de las
partes en el incidente de reparación de daño arriba mencionado, porque esa resolución resulta
recurrible por ese medio de impugnación de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 1.259 del
Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1722/03.- Votación:
Unanimidad.- 6 de noviembre de 2003.- Ponente: Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

CLAVE: II.1SP.031.J

RUBRO: AUDIENCIA. OMISIÓN DE HACER SABER AL INCULPADO EL DERECHO DE HACER


USO DE LA PALABRA AL FINAL DE LA.

TEXTO: Conforme a lo dispuesto por el artículo 75 del Código de Procedimientos Penales en


vigor en el Estado, es derecho de todo inculpado el hacer uso de la palabra al final de la
audiencia. Este derecho debe ser observado cabalmente por el Juzgador de Primera Instancia y,
por ello, debe constar en el acta que contenga la audiencia, cuando menos que se le hizo saber,
sin perjuicio de lo que quiera manifestar; porque ese derecho representa una obligación para el
Juzgador, pues se trata de una regla general de carácter procesal que patentiza su derecho de
defensa y de debido proceso, pues ha de entenderse como una formalidad esencial garante de
esos derechos y su inobservancia se traduce no sólo en un estado de indefensión, sino en la
violación de esos derechos al ser coartados y genera la reposición del procedimiento atento a una
interpretación sistemática de los artículos 298 del Código de Procedimientos Penales en vigor y
160 fracción V de la Ley de Amparo Vigente. Reposición que ha de ordenarse a partir de la
primera omisión.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1310/03.- Votación:
Unanimidad.- 30 de septiembre de 2003.- Ponente: Gonzalo Antonio Vergara Rojas.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1438/03.- Votación:
Unanimidad.- 14 de octubre de 2003.- Ponente: Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1496/03.- Votación:
Unanimidad.- 4 de noviembre de 2003.- Ponente: Gonzalo Rescala González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1604/03.- Votación:
Unanimidad.- 4 de noviembre de 2003.- Ponente: Alejandro Naime González.

Instancia: Primera Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1521/03.- Votación:
Unanimidad.- 7 de noviembre de 2003.- Ponente: Gonzalo Rescala González.

III ) CRITERIOS DE LA SEGUNDA SALA PENAL REGIONAL DE TLALNEPANTLA.

CLAVE: II.2SP.001.

RUBRO: DOCUMENTOS PRIVADOS NO RATIFICADOS. VALIDEZ DE LOS.

TEXTO: De lo dispuesto por el párrafo tercero del artículo 241 del Código de procedimientos
Penales vigente en el Estado, se desprende que los documentos privados no objetados se
tendrán por reconocidos, luego entonces si de los autos de la causa se desprende que el
inculpado ofreció como medio de convicción documentales privadas, no ratificadas, ni objetadas
para acreditar su buena conducta, éstas, bajo el imperio de tal nueva disposición, merecen
eficacia probatoria y su valor convictivo deberá ser apreciado conforme a su contenido, y en su
caso, al resto del material probatorio, al momento de llevarse a cabo la individualización judicial de
la pena.

PRECEDENTES:
Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 1171/99.- Votación:
Unanimidad.- 5 de octubre de 1999.- Ponente: Mgdo. José López Maya.

CLAVE II.2SP.002.

RUBRO: REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO. FALTA DE EXPRESO DESISTIMIENTO DE


PRUEBAS ADMITIDAS Y NO DESAHOGADAS.

TEXTO: Si de autos aparece que la defensa particular del inculpado ofreció como medio de
prueba el testimonio del oficial remitente y posteriormente en audiencia respectiva dijo no tener
más pruebas que desahogar lo que dio lugar a que en forma incorrecta el A quo lo tuviera por
desistido de las pruebas ofrecidas, ello sin duda y al no existir expreso desistimiento de las
pruebas ofrecidas y no desahogadas, da lugar a una evidente violación a las formalidades
esenciales del procedimiento, que deja sin defensa al inculpado; por ende es procedente dejar
sin efecto lo actuado hasta el acuerdo en el que el juez natural emite tal resolución, teniendo por
cerrada la instrucción y ordenar la reposición del procedimiento en términos de lo dispuesto por el
artículo 298 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado de México.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 281/2000.-


Votación: Unanimidad.- 11 de abril de 2000.- Ponente: Mgdo. Plutarco Rosales Morales.

CLAVE: II.2SP.003.

RUBRO: JUECES DE CUANTÍA MENOR. COMPETENCIA.

TEXTO: De una interpretación lógico sistemática de las fracciones IV y V del artículo 5º del Código
de Procedimientos Penales que da competencia a los jueces de cuantía menor para conocer de
delitos que tengan como sanciones la pecuniaria hasta de doscientos días multa y la privativa de
libertad cuando no sea mayor de tres años, resulta legalmente procedente sostener que aquellos
la tienen para conocer y resolver asuntos en los que ambas sanciones queden inmersas, máxime
que el artículo 83 fracción I, inciso e) de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que los
Jueces de Cuantía Menor dentro de su jurisdicción tendrán competencia para conocer y resolver
en materia penal de los delitos que tengan como sanción prisión y multa en los términos que
establezca el código de la materia, independientemente de cualquier otra sanción, por ende y
vista además la regla específica contenida en la fracción II del artículo 11 del propio ordenamiento
procesal, la competencia en los casos citados se surte precisamente para los Jueces de Cuantía
Menor, pues interpretación diversa traería como consecuencia caer en el absurdo de reducir
considerablemente su ámbito competencial.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 269/2001.-


Votación: Unanimidad.- 9 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. Plutarco Rosales Morales.

CLAVE: II.2SP.004

RUBRO: AUTO DE FORMAL PRISIÓN. DEBEN VALORARSE PRUEBAS CONTRADICTORIAS.

TEXTO: Si de los autos resulta que el juez natural invoca en su resolución constitucional un
criterio emitido por un Tribunal Colegiado de otro Circuito, relacionado con el rubro citado, y en
razón de ello no lleva a cabo la valorización de las pruebas contradictorias que le fueron
aportadas por las partes, ello deviene infundado y hace nugatorio el derecho de una adecuada
defensa de los justiciables, consagrada en la fracción V del artículo 20 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con el artículo 177 párrafo segundo del Código de
Procedimientos Penales en vigor, pues ningún objeto tendría posibilitar a los inculpados la
duplicidad del término para resolver su situación jurídica a efecto de desahogar pruebas, si éstas
no son valoradas por la autoridad jurisdiccional en el auto de plazo constitucional, máxime que el
artículo 19 Constitucional establece como imperativos la comprobación del cuerpo del delito y que
existan indicios suficientes que hagan probable su responsabilidad.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 155/2001.-


Votación: Unanimidad.- 13 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. José López Maya.

CLAVE: II.2SP.005.RUBRO: ACUSACIÓN O DENUNCIAS FALSAS. CUANDO NO SE


CONFIGURA EL DELITO DE.

TEXTO.- Interpretando lógica y sistemáticamente el artículo 154 del Código Penal en vigor, resulta
que no basta que se acrediten hechos contradictorios, sino que se requiere, necesariamente,
demostrar por el órgano técnico persecutor de los delitos que el hecho imputado por el inculpado
sea falso; es decir, contrario a la realidad y a la verdad, por lo que la sola circunstancia de que se
trate de cuestiones no acreditadas plenamente, no implica, de manera alguna, que los hechos
sean falsos, como erróneamente lo pretende hacer valer el Ministerio Público, quien incluso
realiza una inadecuada interpretación del numeral en cita, ya que en tratándose de un auto de
libertad por falta de elementos para procesar, éste no tiene el efecto de resolver en definitiva el
fondo del asunto, pues de conformidad con el artículo 79 párrafo primero del Código Adjetivo de
la materia, las sentencias son las resoluciones que terminan la instancia, resolviendo el asunto en
lo principal; por lo que interpretado sistemáticamente en relación con el párrafo segundo del
artículo primeramente citado, no debe considerarse la resolución de segundo grado que confirma
el auto de soltura dictado por la Iudex A quo, como una resolución que termina la instancia
resolviendo el fondo del asunto, máxime que el auto cuestionado no tiene el carácter de cosa
juzgada.PRECEDENTES:Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de
Apelación: 126/2001.- Votación: Unanimidad.- 16 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. José López
Maya.

CLAVE: II.2SP.006.

RUBRO: SOBRESEIMIENTO. EN EL DELITO COMETIDO EN EL EJERCICIO DE ACTIVIDAD


PROFESIONAL O TÉCNICA, PREVISTO POR EL ARTÍCULO 186 DEL CÓDIGO PENAL
ABROGADO, PROCEDE EL.

TEXTO: Si bien el artículo 186 del Código Penal vigente en la época de realización del ilícito
cometido en ejercicio de actividades profesionales o técnicas contemplaba como tal la conducta
del profesionista que sin estar comprendido en ninguno de los artículos anteriores, abandone una
obligación profesional o incumpla las normas relativas a su actividad causando daño, es cierto
que el artículo 2º del actual Código Sustantivo de la materia, que establece las reglas sobre la
validez temporal de la ley, abarcando los principios de ultractividad y retroactividad, dispone que
la ley abrogada deberá continuar aplicándose por los hechos ejecutados durante su vigencia, a
menos que la nueva ley, sea más favorable, por ende si aquella conducta no se encuentra
contemplada de manera expresa dentro del Código Penal que entró en vigor el día veintiséis de
marzo del año dos mil y vista la prohibición constitucional de imponer penas por simple analogía o
mayoría de razón, resulta procedente resolver el caso a la luz de lo preceptuado por el artículo 86
del Código Punitivo vigente y declarar extinta la potestad punitiva cuya aplicación proclive a
decretar el sobreseimiento de la causa.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 153/2001.-


Votación: Unanimidad.- 20 de marzo de 2001.- Ponente: Mgdo. Plutarco Rosales Morales.
CLAVE: II.2SP.007.

RUBRO: CONSUNCIÓN. PRINCIPIO DE. ES INOPERANTE TRATÁNDOSE DE DELITOS


CULPOSOS COMETIDOS POR CONDUCTORES DE VEHÍCULOS DE MOTOR EN ESTADO DE
EBRIEDAD.

TEXTO: Si bien es verdad el principio de consunción es analizado por la doctrina y adoptado por
algunas legislaciones para descartar la aplicación de tipos penales en los casos de concurrencia
aparente; también lo es que éste se actualiza cuando un tipo excluye a otro porque consume o
agota su contenido prohibitivo, ya que un resultado eventual ha sido contemplado por el desvalor
que de la conducta hace otro tipo penal, o bien cuando el hecho posterior resulta consumido por
el delito previo; tal es el caso de las lesiones que se infieren en el delito de Violación o Robo
Agravado con Violencia, o bien las Lesiones Agravadas por Arma Prohibida; pero en manera
alguna puede considerarse que el delito culposo que origina Homicidio y Daño en los Bienes
absorba al diverso de los Cometidos por Conductores de Vehículos de Motor, pues no puede
estimarse que el medio para cometer aquellos, haya sido la conducción de un automotor en
estado de ebriedad, en razón de que si bien es cierto aquellos resultan ser de daño, mientras que
éste es solamente de peligro; también lo es que éste es doloso y aquellos se producen por una
conducta culposa, por tal virtud resulta inoperante el principio de consunción o absorción; máxime
si se considera que el delito de los Cometidos por Conductores de Vehículo de Motor se consuma
y colma sus elementos por el solo hecho de realizar la conducta de manejar un automotor bajo
los influjos de bebidas embriagantes, sin que requiera, el propio tipo penal, la causación de un
daño material, mientras que el delito culposo derivado de la violación del deber de cuidado sí
requiere de la producción de un daño con tipicidad penal, pero que se puede ocasionar por muy
diversos motivos y no sólo por manejar en automóvil en estado de ebriedad. Por tanto, si el
inculpado por falta de precaución y atención al frente de su circulación, ocasionó un hecho de
tránsito terrestre, en donde se produjeron Homicidio y Daño en los Bienes; entonces, su conducta
debe ser sancionada a título de culpa, no por haber conducido un vehículo de motor en estado de
ebriedad, sino por haber violado el deber de cuidado que la propia ley exige. En este sentido el
resultado material con tipicidad penal es sancionado de manera diversa a los delitos dolosos, en
los que no se requiere la violación del deber de cuidado, sino el conocimiento y la intención. En
consecuencia, es posible el concurso real de los delitos de Conducir Vehículo en Estado de
Ebriedad, Homicidio y Daño en los Bienes por Culpa.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 224/2001.-


Votación: Unanimidad.- 11 de abril de 2001.- Ponente: Mgdo. José López Maya.

CLAVE: II.2SP.008.
RUBRO: SOBRESEIMIENTO. NUEVAS PRUEBAS, FALTA DE EXCITACIÓN DEL MINISTERIO
PÚBLICO.

TEXTO: No basta que el Ministerio Público aporte nuevas pruebas dentro del plazo previsto por la
fracción IV del artículo 272 relacionado con el 148 del Código de Procedimientos Penales vigente
en el Estado, sino que es indispensable excite en forma motivada y fundada al órgano
jurisdiccional para que se decrete la orden de aprehensión en contra del señalado como
inculpado, pues es inconcuso que el precepto legal primeramente señalado, lo obliga, según sea
el caso, tanto a aportar pruebas, como a promover eficientemente dentro del término de noventa
días, contados a partir de la fecha de notificación del auto que la niega; por ende, si de autos se
desprende que el órgano persecutor de los delitos ofreció pruebas que fueron desahogadas
legalmente, sin promover oportunamente su respectiva solicitud de libramiento de la orden de
aprehensión que se realizó después de transcurrido con exceso el término señalado por la ley;
resulta procedente el sobreseimiento de la causa, por actualizarse la causal que contempla la
fracción IV del artículo 272 del ordenamiento procesal invocado.

PRECEDENTES:

Instancia: Segunda Sala Penal Regional de Tlalnepantla.- Toca de Apelación: 334/2001.-


Votación: Unanimidad.- 27 de abril de 2001.- Ponente: Mgdo. José López Maya.

IV ) CRITERIOS DE LA PRIMERA SALA CIVIL REGIONAL DE TEXCOCO.

CLAVE: III.1SC.001.

RUBRO: AGRAVIO FUNDADO. HACE INNECESARIO EL ESTUDIO DE LOS DEMÁS.


TEXTO: Cuando se revoca la resolución de primera instancia al considerarse 0fundado uno de los
agravios, tiene como consecuencia que quede sin efecto lo considerado en la resolución apelada,
por lo que es innecesario hacer el estudio de los demás motivos de inconformidad expresados por
el recurrente y que tienden al fondo de la cuestión propuesta, porque los mismos carecen de
objeto de estudio, ya que el nuevo análisis del Tribunal de Alzada se realiza con plenitud de
jurisdicción al no existir el reenvío en nuestro sistema procesal.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 1061/2000.- Recurrente:
Sara Fernández Guadarrama.- Votación: Unanimidad.- 18 de enero de 2001.- Ponente: Mgda.
Julieta Ma. Elena Anguas Carrasco.

CLAVE: III.1SC.002.

RUBRO: USUCAPIÓN. NO ES NECESARIO EL CERTIFICADO DE INSCRIPCIÓN EN EL


REGISTRO PÚBLICO, CUANDO LA USUCAPIÓN SE HACE VALER EN VÍA
RECONVENCIONAL, CONTRA EL REIVINDICANTE CON TÍTULO INSCRITO. (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE MÉXICO).

TEXTO: Cuando la usucapión se hace valer en vía reconvencional en contra del reivindicante que
cuenta con título de propiedad respecto del inmueble materia de litis, debidamente inscrito en el
Registro Público de la Propiedad, ya no es necesario que el reconvencionista tenga que exhibir
como documento fundatorio de su acción de prescripción adquisitiva el certificado de inscripción a
que se refiere el artículo 932 del Código Civil, porque si su contraparte, que es actor de la acción
principal reivindicatoria ya exhibió una documental para acreditar su propiedad, con antecedentes
registrales, es una circunstancia bastante para evidenciar su legitimación pasiva en la diversa
acción reconvencional de usucapión, lo que trae como consecuencia que se considere agotado el
requisito de procedibilidad señalado en el precepto sustantivo mencionado.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 705/2000.- Recurrente:
Isabel del Cármen Luis Rosales.- Votación: Unanimidad.- 19 de septiembre de 2000.- Ponente:
Mgdo. Miguel Ángel Tourlay Guerrero.

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación 834/2000.- Recurrente:
Enrique Octavio López Murillo.- Votación: Unanimidad.- 9 de noviembre de 2000.- Ponente: Mgda.
Julieta Ma. Elena Anguas Carrasco.

CLAVE: III.1SC.003.

RUBRO: CADUCIDAD POR INACTIVIDAD PROCESAL. NO PROCEDE CUANDO ESTÁ


PENDIENTE EL EMPLAZAMIENTO.

TEXTO: Si en un juicio de primera instancia aún no se ha realizado el emplazamiento a la parte


demandada, no puede correr el término de caducidad de la instancia, previsto en los artículos
255, fracción IV, y 258 del Código de Procedimientos Civiles, porque no se encuentra entablada la
litis, conforme a los numerales 572 y 598, fracción l, del mismo ordenamiento adjetivo en cita.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 535/2000.- Recurrente:
Guillermo de la Cruz Gallegos.- Votación: Unanimidad.- 31 de julio de 2000.- Ponente: Mgdo.
Miguel Ángel Tourlay Guerrero.

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 747/2000.- Recurrente:
Francisco Galicia Galicia.- Votación: unanimidad.- 19 de septiembre de 2000.- Ponente: Mgdo.
José de Jesús Álvarez Díaz.

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 794/2000.- Recurrente:
Esther López Castro y Gobierno del Edo. de Méx.- Votación: Unanimidad.- 13 de octubre de
2000.- Ponente: Mgda. Cristina Cruz García.
Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 38/2001.- Recurrente: Ma.
Del Carmen Uscanga Sánchez.- Votación: Unanimidad.- 31 de enero de 2001.- Ponente: Mgda.
Julieta Ma. Elena Anguas Carrasco.

CLAVE: III.1SC.004.

RUBRO: JURISDICCIÓN VOLUNTARIA EN TRAMITE. OPOSICIÓN, NO PUEDE INTENTARSE


COMO ACCIÓN AUTÓNOMA CUANDO SE HACE VALER EN.

TEXTO: La fracción VI del artículo 888 del Código de Procedimientos Civiles, concede a quien se
considere afectado con la información de domino o de posesión, la facultad de hacerlo valer por
escrito durante la tramitación de las diligencias de jurisdicción voluntaria, lo cual trae aparejada la
suspensión del procedimiento para que se ventile el procedimiento de oposición; lo que debe
entenderse en el sentido de que mientras esté suspendida la jurisdicción voluntaria, el opositor
debe justificar en ese mismo procedimiento y no vía acción autónoma, puesto que de resultar
procedente la misma se decretará la terminación de las diligencias, y en consecuencia, el fondo
del asunto deberá resolverse en un diverso juicio contradictorio.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco.- Toca de Apelación: 108/99.- Recurrente:
Oliveria Pérez Ramírez.- Votación: Unanimidad.- 26 de febrero de 1999.- Ponente: Mgda. Julieta
Ma. Elena Anguas Carrasco.

CLAVE: III.1SC.005.

RUBRO: INFORMACIÓN AD PERPETUAM. OPOSICIÓN EN LA.

TEXTO: A fin de que prospere la oposición en las diligencias de información ad perpetuam, es


necesario acreditar la legitimación ad causam; no obstante que el trámite pueda hacerse valer con
fundamento en el artículo 865 o bien en el diverso numeral 888, in fine, del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de México. En el entendido de que el primero de los supuestos,
es necesario acreditar la legitimación ad causam del ocursante al promover la solicitud de
oposición, pues de no hacerlo se desechará aquélla; en tanto que en la segunda hipótesis, la Ley
otorga un término de seis meses para que el opositor demuestre su legitimidad, lapso durante el
cual se suspende el procedimiento de jurisdicción voluntaria para tal efecto; dándose por
terminada la oposición, si concluido aquél, no se prueba.

PRECEDENTES:

Instancia: Primera Sala Civil Regional de Texcoco. Toca de Apelación 1039/99.- Recurrente:
Instituto de Acción Urbana e Integración Social (AURIS).- Votación: Unanimidad.- l0 de enero de
2000.- Ponente: Mgda. Julieta Ma. Elena Anguas Carrasco.

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