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Any Colour You Like: Teoría de los

Colores de Goethe, su influencia en la


Gran Colombia y Pink Floyd
Publicado: abril 4, 2013 | Autor: Fausto Ribadeneira

Los colores han sido desde siempre un objeto de investigación y fascinación para el hombre,
desde Aristóteles hasta Newton se han creado teorías que expliquen el origen e influencia que
tiene el color en nuestras vidas. Fue precisamente la teoría de Newton la que prevaleció por
encima de todas. Newton, en palabras sencillas, proclamaba que la luz blanca está formada por
bloques o bandas de luz de seis colores, cuando esa luz se refleja o choca con algún cuerpo, éste
absorbe alguna de estas bandas y refleja otras. Los colores reflejados son los que podemos
observar, es decir, la luz es color. Desde el punto de vista físico: el color es luz blanca que se
descompone al atravesar un prisma de cristal. Ahora bien, un siglo después de la creación de esta
teoría llegó el gran Johann Wolfgang von Goethe a refutarla.
No me enorgullezco demasiado de mis logros como poeta. En mi época han vivido
escritores creativos excelentes, los ha habido aun más brillantes antes de mí, y siempre los
habrá después de mi tiempo. Pero de ser yo el único en mi siglo que conoce la verdad
acerca de la teoría de los colores… ¡Eso es de lo que estoy orgulloso y lo que me da un
sentimiento de superioridad sobre muchos.
Así se expresaba Goethe sobre una de sus obras más importantes y más queridas: La Teoría de
los Colores (1810). Aquel Goethe, de los últimos genios universales, el intelectual definitivo, cultivó
las artes y la ciencia con la misma pasión y rigor, eterno navegante y explorador del conocimiento y
la belleza, autor de varias novelas y obras inmortales entre las que se cuenta la
magnífica Fausto a la cual debo mi nombre.

La Teoría de los Colores de Goethe es un tratado de reglas fundamentales en la combinación de


colores para conseguir algún efecto o matiz deseado, combinando colores de luz o
pigmento. Nuestro buen Goethe no creía que los colores podían explicarse sencillamente en
términos físicos o matemáticos, siendo el romántico que era (aunque odiaba aquel movimiento)
creó una nueva teoría del color, donde impugnaba totalmente a Newton y le daba más importancia
a la percepción del ser humano que a los hechos matemáticos. Según Goethe los colores nacen
de la interacción de luz y oscuridad. -Lo que vemos en un objeto no depende tan solo del material
con que esté hecho, ni tan sólo de la luz tal como proclamaba Newton, depende de una tercera
variable que es nuestra percepción del objeto. El problema a tener en cuenta aquí es la
subjetividad inherente a la percepción individual. Goethe intentó deducir las leyes que rigen la
armonía de los colores, atendiendo a sus efectos fisiológicos, es decir, al modo en que los colores
nos afectan en tanto que seres vivos, organismos que responden a estímulos, haciendo hincapié,
en general, en el aspecto subjetivo de la visión.- Newton reconocía 7 colores puros y Goethe sólo
dos; el amarillo y el azul: “El amarillo es una luz que ha sido opacado por la oscuridad, el azul es
oscuridad que ha sido debilitado por la luz.” Todo esto se resume en una frase de Goethe que me
encanta, siendo él un hombre tan universal mencionó lo siguiente:”El error de Newton fue confiar
en las matemáticas y no en las sensaciones de su ojo”. Por sobre todo buscó defender las artes, él
siendo un híbrido de científico y poeta, sabía muy bien que hay cosas que la ciencia no puede
explicar, no le gustaba que la ciencia se meta mucho en la música y la pintura, con respecto a esto
mencionaría: “La ciencia puede destruir a la música positiva, desarrollada de estéticas y geniales,
en gracia de un tratamiento físico”.

Goethe le daba una importancia casi metafísica a los colores, encontró en ellos un aspecto moral y
psicológico totalmente nuevo para la época. Lo que el llamaba el efecto sensible-moral del color. Él
veía en los colores expresiones simbólicas de nuestra alma, los dotaba de cierto sentido
sinestésico. Dividió a los colores en dos grandes grupos: los positivos o activos, y los negativos o
pasivos.
Positivos Activos: Aquellos que te animan, colores cálidos como el amarillo, naranja, y rojo
amarillento.

Negativos Pasivos: Aquellos que denotan intranquilidad, melancolía o pasión, colores fríos como el
azul, azul rojizo, y rojo azulado.

El efecto de los colores en el estado de ánimo nos los define e ilustra en un triángulo donde
podemos ver la interacción de ocho colores básicos y cuatro combinaciones. En el triángulo
original de Goethe, los tres primarios están situados en los vértices del mismo; las otras
subdivisiones están agrupadas en triángulos secundarios y terciarios, donde los triángulos
secundarios representan la mezcla de los dos colores primarios que están a su lado, y los colores
del triángulo terciario representan la mezcla del color primario adyacente a él y el triángulo
secundario que está directamente enfrentado a él. Relaciona las partes en las que se dividía el
triángulo con estados de ánimo, emociones, y sentimientos: lúcido, reflexivo, serio, sereno,
poderoso, melancólico, así nacía la psicología del color:

He aquí la lista Goethe de colores básicos con cada una de sus características:

Azul: Es el color de la inteligencia, la sabiduría, la reflexión y la paciencia. Induce al recogimiento,


proporciona una sensación de espacio abierto, es el color del cielo y el mar en calma, y así evoca
también paz y quietud. Actúa como calmante, sosegando los ánimos e invitando al pensamiento.
Rojo: Está relacionado con el fuego y evoca sensaciones de calor y excitación. Es el color de la
sangre y el fuego, el color de Marte, símbolo de la violencia, de la pasión sensual; sugiere acción,
impulso; es el color del movimiento y la vitalidad. Aumenta la tensión muscular, activa un cierto
estado de alerta en el cerebro.

Amarillo: Es el color del Sol. Posee una condición alegre, risueña, es el color del optimismo. El
amarillo tiene las cualidades del sol, es el color del poder y la arrogancia, pero también de la
alegría, el buen humor y la buena voluntad; es un color estimulante.

Violeta: El violeta es el color de la madurez y la experiencia. En un matiz claro expresa


profundidad, misticismo, misterio, melancolía, es el color de la intuición y la magia; en su tonalidad
púrpura es símbolo de realeza, suntuosidad y dignidad.

Anaranjado: Mezcla de amarillo y rojo, tiene las cualidades de ambos, aunque en menor grado. Es
el color de la energía, un color para temperamentos primarios, que gusta a niños, bárbaros y
salvajes porque refuerza sus tendencias naturales al entusiasmo, al ardor, a la euforia…

VERDE: El verde significa la llegada de la primavera, simboliza la juventud y la esperanza. Por ser
el color de la naturaleza, de los prados húmedos, sugiere aire libre y frescor; este color es
reconfortante, libera al espíritu y equilibra las sensaciones.

RYB vs. CMYK


Desde pequeños nos han enseñado que los colores primarios son el amarillo, azul, y rojo, y que
mezclando éstos podíamos llegar a los colores secundarios como el morado, naranja, y verde, el
modelo de Color RYB (red, yellow, blue) que tanto amamos. Pues este modelo viene ni más ni
menos que de la Teoría del Color de nuestro buen amigo Goethe que hemos revisado más arriba.
Para ilustrarlo usó su conocida rueda de color:
Con el tiempo este modelo de color ha caído en desuso, ya que se demostró que es impreciso;
como bien nos dice nuestra amiga wikipedia: ’En este modelo, el verde es una mezcla de azul y el
amarillo. El amarillo es el complementario del violeta y el naranja el complementario del azul. La
imprecisión recae en que el modelo RYB toma a dos colores realmente secundarios -Azul y Rojo-
como primarios, debido a lo cual se pierde una importante cantidad de tonos que son imposibles de
obtener con este modelo. Esto se corrigió con en el modelo CMYK, que usa el cian en lugar del
azul y magenta en lugar del rojo corrige en gran parte estas imprecisiones y por eso se utiliza
industrial y científicamente.’
Goethe y la bandera de la Gran
Colombia

Además de inspirar aquella maravillosa portada, la teoría de Goethe inspiró quizá algo más
importante, la bandera que 3 países sudamericanos comparten, así es, la bandera de la Gran
Colombia que luego pasó a ser la de Venezuela, Colombia, y Ecuador, es decir, la tricolor: amarillo,
azul, y rojo, fueron inspirados en una conversación que Francisco de Miranda, precursor de la
independencia latinoamericana, sostuvo con Goethe sobre esta teoría en el invierno de 1785. Qué
les parece, total sorpresa. Goethe le dijo a Miranda muy solemnemente: “Tu destino es crear en tu
tierra un lugar donde los colores primarios no se distorsionen”. Miranda quedó tan impactado con
esta conversación que de inmediato diseñó la bandera tricolor que tanto amamos, parte de esta
conversación la dejó plasmada en una carta y dice así:

Primero me explicó la forma cómo el iris convierte la luz en los tres colores primarios, después me
comprobó por qué el amarillo es el color más cálido, noble y próximo a la luz, por qué el azul es
esa mezcla de excitación y serenidad, una lejanía que evoca las sombras, y por qué el rojo es la
exaltación del amarillo y el azul, la síntesis, el desvanecimiento de la luz en la sombra. No es que el
mundo esté hecho de amarillos, azules y rojos. Es que así, como una combinación al infinito de
aquellos tres colores, lo vemos todos los seres humanos. […] Un país parte de un nombre y de una
bandera y se convierte en ellos, como un hombre que cumple un destino.

Existen muchas otras teorías sobre el origen de la bandera, pero sin dudas esta es de las más
interesantes y fehacientes, sin embargo hay otra que también me encanta, la teoría poética de la
creación de la bandera, aquella que dice que nuestro amigo Francisco de Miranda se quedó
prendado de la belleza de la la emperatriz Catalina II de Rusia, o de la noble sueca Cristina Hall
(quizá de las dos), y se inspiró para crearla en el amarillo por el rubio de sus cabellos, el azul por el
color de sus ojos y el rojo por la intensidad de sus labios. Qué romántico Francisco, otra buena
versión, pero yo me quedo con la de Goethe.

Goethe y Pink Floyd

La famosa portada de uno de los discos más emblemáticos de la historia, el The Dark Side of The
Moon de Pink Floyd, es una ilustración de la teoría del color, el espectro de luz viajando por el
prisma, este prisma es llamado el Prisma de Goethe donde observamos que la diferencia entre las
teorías sobre el color de Newton -en la que el color está contenido en la luz y se produce al
desfragmentarla- y la de Goethe -donde el color se produce como un efecto magnético creado a
partir de la tensión entre la oscuridad y la sombra,- es la energía.

Según la banda la portada representaba 3 elementos básicos: la iluminación en los conciertos, las
letras del álbum y el deseo de Richard Wright de crear una portada más “sencilla y pulcra”. No fue
escogida premeditadamente, ni ellos la diseñaron, fue escogida de una serie de diseños que se les
presentó, y vieron en ella la mejor para comunicar sus ideas. Según Roger Waters y el diseñador
Storm Thorgerson, el triángulo representa la locura y la ambición. De acuerdo con Storm, sacó el
diseño de un libro de física, siendo diseñador, seguro conocía la teoría del color de Goethe y le
pareció el diseño perfecto ya que para él, la luz era un aspecto fundamental de la música de Pink
Floyd, además del asombroso juego de luces en sus conciertos, nos gusta pensar que se refería a
la forma en cómo la música te absorbe, te traspasa e ilumina a los seres en diversas formas; te
hace brillar, te convierte en un rayo de luz en la inmensa oscuridad.

La filosofía de Goethe sobre la oscuridad, y que de ésta nace el color, se acopla perfectamente con
la ideología de la banda. Goethe pensaba que la luz del sol es incolora, pero cuando está nublado
los rayos del sol se ven amarillos, mientras más oscurecía la luz, más intenso es el color. Por eso
su fiel creencia que el amarillo, azul, y rojo nacían de la oscuridad. Volveremos a esto en un
momento (fanfarria). Para Goethe la oscuridad no era la ausencia de luz, sino el polo de la misma;
su propia fuerza y energía activa. En el álbum de Pink Floyd podemos encontrar el majestuoso
tema instrumental llamado ‘Any Colour You Like’ que nace de una anécdota universitaria de Roger
Waters:

“En Cambridge, donde yo vivía, la gente venía desde Londres en una furgoneta y se ponían a
vender cosas en el panel trasero de la camioneta; cosas como loza, porcelana, juegos de cuchillos
y tenedores. Toda clase de cosas diferentes, y lo vendían muy barato. Las vendían al paso, con
poco regateo. Recuerdo la porcelana, tenían porcelana y toda era del mismo color, todas eran
azules, ellos decían, escoge cualquier color que te guste (any colour you like), igual, todo es azul.
Recuerdo que aquello me impactó. Así que, metafóricamente, “Any Colour You Like” es
interesante, en este sentido, porque denota que ofrece una selección donde no la hay. Y también
es interesante que en la frase: «Cualquier color que usted guste, igual todos son azules “, yo no sé
por qué, pero en mi mente siempre es ‘todos son azules’, que, si lo piensas bien, se relaciona
mucho con la luz y la oscuridad, el sol y la luna , el bien y el mal. Usted hace su elección, pero
siempre es azul “.

Algo complicada la explicación final de Roger, pero te entendemos Roger, te entendemos. Siempre
es así, creemos tener una verdadera opción o elección donde no la hay. Conclusión: ¡Todo es azul!
según Roger, y como hemos visto, el azul en la teoría de Goethe pertenece a aquellos colores
negativos pasivos que pertenecen a la intranquilidad, la pasión, y la calma. Tres sensaciones de
las muchas que podemos experimentar al escuchar esta obra maestra.

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