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Como los tipos de interés no pueden caer por debajo de cero (ya que el banco
tendría que pagar al que pide un préstamo), pero los precios, los salarios y los
beneficios sí pueden ser negativos, la deuda va aumentando mientras que los
ingresos van cayendo, lo que hace imposible que empresas y familias hagan
frente al pago de sus deudas y terminen quebrando. La morosidad y la falencia
de los créditos deviene masiva, los bancos también quiebran, el crédito
desaparece, y al final tienen que ser, por un lado el Estado, endeudándose y
gastando masivamente en bienes servicios y en crear empleo y salarios, y por el
otro, el banco central imprimiendo dinero para poder comprar o sanear bancos y
activos financieros, los que deben sacar a la economía de la depresión
compensando el desplome del consumo e inversión privadas.
Los cambios en los precios relativos no tienen nada que ver con la inflación o la
deflación. Ocurren cuando no existe un aumento o una reducción generalizados
de los precios de los bienes y servicios de la cesta del IPC, sino sólo de uno o
varios de ellos, lo que puede provocar también un aumento o un decremento del
IPC, dependiendo de si sus subidas o bajadas han sido muy fuertes y de si su
peso relativo en dicha cesta es elevado. Pero lo lógico es que si, por ejemplo,
los precios energéticos suben fuertemente, los consumidores dejen de comprar
otros bienes del resto de dicha cesta, compensando su subida y manteniendo la
inflación estable.
Existen tres tipos de inflación:
Inflación moderada
Se considera inflación moderada cuando los precios se incrementan de forma
lenta y, en consecuencia, se mantienen relativamente estables. En esta
situación, existe la confianza en la economía del país y la gente tiende a
depositar su dinero en los bancos, a través de productos de depósito
remunerados a largo plazo, para que su dinero conserve el valor al cabo del
tiempo.
Inflación galopante
La inflación galopante tiene lugar cuando el alza de precios se dispara y para un
período anual, los precios se incrementan en tasas de más de un dígito, es decir,
un 15%, un 30% o un 130%. En un país con una situación de inflación galopante,
el dinero pierde valor a una velocidad de vértigo, por tanto, surgen cambios de
impacto en su economía. En estos casos es muy habitual que en los contratos
de fabricación o entrega de productos y servicios se incluya alguna cláusula
relacionada con el índice de precios o incluso con una moneda extranjera, de tal
manera que permita ejecutarlo con garantías de estabilidad para ambas partes.
Si los precios de las materias primas suben exageradamente, difícilmente se
podría mantener un precio de venta fijado anticipadamente. En estas
situaciones, la población tiende a vivir con lo justo y necesario, sin lujos ni nada
que no sea imprescindible para el sustento diario.
Hiperinflación
El de la hiperinflación es un caso particular de inflación, que tiene lugar cuando
el alza de bienes al cabo de un año es exagerada y se incrementa en tasas de
hasta un 1000%. Una situación de hiperinflación refleja un estado de profunda
crisis económica, dado que el dinero pierde su valor a un ritmo alarmante y la
capacida de las personas para comprar bienes y servicios con papel moneda es
casi nula. Se produce la hiperinflación cuando el gobierno financia sus gastos a
través de la introducción de moneda en el mercado sin control.
Estanflación
Además de los tipos de inflación en función de la magnitud del alza del precio de
bienes, existen otros conceptos económicos relacionados, como es el caso de la
estanflación. La estanflación es una situación de inflación, acompañada de un
escenario de nulo crecimiento económico o decrecimiento y una alta tasa de
desempleo. Esta situación tuvo lugar, por ejemplo, cuando en la década de los
70 se incrementó el precio del petróleo. En Japón, también tuvo lugar una
situación de estanflación, tras el estallido de su burbuja inmobiliaria en los años
80. La estanflación es una situación muy complicada para los ciudadanos y los
gobiernos, al ser muy difícil implantar políticas y medidas que permitan salir de
ésta. Según los economistas, esta es la situación más complicada que puede
atravesar la economía de un país.
Venezuela 1.133
Libia 35
Egipto 29
Angola 23
Yemen 23
Argentina 22
Sudán 21
Burundi 18
"Me parece que la tasa de inflación está con grandes dificultades para reducirse.
La situación fiscal sigue complicada. Pienso que reducir la inflación simplemente
aumentando la tasa de interés, difícilmente logrará resultados", dice Juan Carlos
de Pablo, profesor en la Universidad de San Andrés y en la Universidad del
CEMA.
El caso de Venezuela
Venezuela está entrando en un terreno de hiperinflación. El FMI predice que
puede llegar a 2.349% en 2018, algo que haría la escasez actual de productos
aún peor, en medio de circunstancias donde mucha gente tiene problemas para
conseguir alimentos y medicinas.
La inflación en Venezuela fue oficialmente certificada entre los 100 mayores
casos de la historia según la tabla de Hanke-Krus. Es una de las más recientes,
pero no tan grave como la que sufrió Zimbabue la década pasada. Estas son las
peores inflaciones registradas.
El 81,8 % de los hogares venezolanos está en la pobreza y 9,6 millones de los
habitantes comen dos o menos comidas al día, según la Encuesta sobre
Condiciones de Vida, Encovi.
Importancia
El IPC o Indice de Precios al Consumidor es un indicador desarrollado por el
Instituto Nacional de Estadísticas con el fin de calcular mensualmente la
evolución de la inflación. Se da a conocer en la primera semana de cada mes y
todos esperamos conocerlo.
El IPC representa el valor del costo de la vida, ya que es un índice que recoge la
variación que han tenido cada mes los precios de los bienes y servicios
consumidos por los hogares chilenos.
De esta forma, si un conjunto de productos o servicios aumenta de precio, la
misma cantidad de dinero no alcanzará para comprarlos. A eso se le denomina
que el poder adquisitivo del dinero se pierde con la inflación, que es lo que se
refleja a través del IPC.
¿Cómo se calcula?
Para calcularlo, el INE desarrolló una metodología de trabajo que lleva a un
grupo de sus funcionarios a hacer encuestas mensuales en todo tipo de negocios
(desde las ferias y locales de barrio hasta los supermercados y multitiendas),
respecto del precio de un grupo de artículos. A este grupo de le llama la "canasta"
e incluye de todo lo que una familia promedio consume en el mes, desde ramitas
saladas y ketchup hasta computadores. Naturalmente, que a cada uno de los
artículos de la canasta se le asigna una ponderación y la variación de su precio
influye más o menos en el resultado final, de acuerdo a ese porcentaje.
Por ejemplo, en la metodología actual, los once productos que tienen la mayor
ponderación son Automóviles nuevos, arriendos, Gasolina, Almuerzo, Pasaje en
transporte multimodal, Paquetes turísticos, Electricidad, Servicio doméstico,
Servicios de la enseñanza universitaria, Automóviles usados y Pan. En total, la
canasta incluye 368 productos. Todos ellos están divididos en 12 divisiones, que
son los de Alimentos y bebidas no alcohólicas, Bebidas alcohólicas y tabaco,
Prendas de vestir y calzado, Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros
combustibles, Muebles, artículos para el hogar y para la conservación del hogar,
Salud, Transporte, Comunicaciones y Otros.
de cierre de gestión de los sectores para conocer los riesgos que implicaría el
pago de una alta alza salarial.
Por razones metodológicas es necesario una variable que ayude a explicar las
posibles variaciones en el nivel de precios de la economía. Esto es de suma
importancia por la misma razón que la inflación, no es más que el cambio en el
nivel de precios. Así es que se usa el Indice de Precios al Consumidor -IPC- que,
a través de una canasta de bienes y servicios, aproxima los distintos cambios
que ocurren en los precios.
El IPC es una variable que tiene por objeto evaluar a través del tiempo la
variación de los precios de los artículos de consumo y servicio, calculado
mediante la relación de dos conjuntos básicos de datos; las ponderaciones de
valores de los productos que participan en la Canasta de Mercado y los precios
de los bienes consumidos por la población.
El principal objetivo del IPC es contar con un indicador que aproxime la evolución
y tendencia de los precios de bienes y servicios que más inciden en el consumo
de las familias guatemaltecas. Debido a que es imposible incluir todos los precios
de todos los bienes y servicios que consumen todos los guatemaltecos, el INE
ha integrado grupos y subgrupos en el que participan 441 bienes y servicios en
Guatemala, aunque sólo 279 de ellos son gastos básicos que integran el IPC,
los cuales caen en las siguientes categorías:
Una vez obtenidos los precios promedios de todos los artículos se calcula el IPC
empleando la fórmula de Laspeyres, que constituye en un agregativo que utiliza
como base los precios del año 2010. La fórmula se calcula así:
Dónde: