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Mujeres Bonitas. Mujeres con esteatopigia. Las Venus del Paleolítico.

Por: Fernando Legorreta Vázquez

El ser humano, sea cual sea la sociedad y el tiempo al que pertenezca durante su estancia en el
planeta tierra, siempre ha dedicado una copiosa parte de su tiempo a comprender su medio y
entenderse dentro de él, la auto imagen que se perfila de uno mismo en el imaginario individual
tiene sus raíces en el pensamiento rector de la vida misma, mediante su cuerpo el humano
entiende su lugar en un plano cartesiano, le permite ubicar sus extremos y sus proporciones.

El cuerpo es la maquinaria que permite trasladarse, comunicarse, proveerse y reproducirse, es la


materialidad de todos los pensamientos y permite visualizar la parte inmaterial del humano, el
entorno próximo se aprecia a través del cuerpo y se explica mediante él.

En la Arqueología como ciencia que estudia las relaciones entre las representaciones materiales y
los procesos sociales, el entendimiento de la corporeidad es significativo, ya que permite crear un
esbozo entre las distintas formas de entender el significado en estas representaciones humanas e
incluirlas en una narración real y consiente de lo que se estudia.

Creo que uno de los campos donde el ser humano puede desarrollar su muy personal y único
sentido de la vida son las representaciones artísticas, ya que permite un libre paso a la imaginación
fundado en el libre albedrio. Estas representaciones que fueron y son dejadas por todas las
culturas que habitan alrededor del planeta, infieren las formas de pensar de acuerdo a su tiempo y
espacio.

Las Venus.

Los estándares de belleza femenina son dinámicos, si echamos una mirada hacia atrás, algunas
décadas atrás del día hoy, podemos observar representaciones de la belleza femenina que no
tienen relación alguna con las características que se apremian el día de hoy, el arte de reproducir
para la posteridad la belleza femenina ha de haber sido una tarea colosal.

Las Venus son representaciones antropomorfas de un tamaño aproximado de 5cm a 30cm, están
elaboradas en distintos materiales como hueso, marfil, roca, madera. Se ubican en la categoría
principal de las representaciones humanas en el arte mueble. Datadas en el Paleolítico Superior
(38000 A. C.- Año 9000 D.C.) aunque recientemente se descubrieron dos posibles antecedentes de
estas venus paleolíticas, con edades mucho más antiguas, se trata de las venus de Berejat Ram de
3.5 cm encontrada en un contexto achelense y de Tan-Tan que algunos autores la ubican en
400 000 años, pero que son muy discutidas aún.

El primer arqueólogo en encontrar una fue Édouard Piette en 1893, la nombro la venus de
Brassempouy, por el sitio donde se encontró, al sur de Francia.

Estas figurillas muestran mujeres desnudas o casi desnudas con atributos exagerados de las partes
del cuerpo femenino: grandes pechos, un poco regordetas, enormes traseros y la vagina hinchada.
Se les denomino Venus, en honor a la diosa Venus una importante diosa romana, relacionada
con la belleza, el amor y la fertilidad, debido a las primeras hipótesis de los investigadores de que
representaban los estándares de belleza en ese tiempo y se suponía fueron creadas como
autoretratos, aunque en la actualidad se les relaciona como amuletos en rituales agrarios y de
fertilidad, amuletos personales, no falta quien explica su existencia como manifestación del
carácter matriarcal de estas sociedades paleolíticas.

La esteatopigia es la condición por la cual se acumulan grandes cantidades de grasa en las nalgas,
el antropólogo francés René Vernau proponía que en algunas de las centenas de Venus se podía
identificar esta condición. Dada la amplia extensión geográfica en que se han encontrado
estas venus (desde el sur de Francia hasta las estepas siberianas) es obvio que no puede existir un
único modelo ni en cuanto a la forma de la figura.

Henri Delporte realiza un trabajo donde clasifica en cinco principales áreas geográficas las distintas
variantes de figuras:

Venus de la zona pirenaico-aquitana: por ejemplo, las venus de Lespugue, Brassempouy o Laussel.

Venus de la zona rusa europea (que actualmente incluye numerosos países desgajados de la
antigua Unión Soviética: por ejemplo, Kostienki (Rusia) y Gagarino (Ucrania).

Venus de la zona siberiana: por ejemplo, Mal’ta o Buretj.

Venus de la zona italiana: por ejemplo, la venus de Savignano o la de Grimaldi.

Venus de la zona renano-danubiana: por ejemplo, Willendorf o Dolní Věstonice.

Pues el significado original de estas figurillas le acompañan en su anonimato a través del tiempo,
los contextos en los que han sido encontradas la mayoría, sin contar los fortuitos, son contextos
habitación y no funerarios, el tiempo quien se encargó de salvaguardarlas de los procesos
naturales de erosión será quien tenga la última respuesta, aunado claro a un buen trabajo por
parte de los investigadores y el interés del público.

Te dejo esta página (en inglés) donde puedes observar una gran lista de estas Venus, así como sus
características y material de elaboración:

http://www.donsmaps.com/venus.html
Bibliografia:

SANCHIDRIÁN, José Luis; Manual de arte prehistórico, Ariel, 2009

Ripoll Perelló, Eduardo. Historia del Arte, nº 3: El arte Paleolítico. Historia . 1989. Pag. 46- 50

UNED. Historia. Del Neolítico a la Prehistoria. Tomo II. 2001.

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