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El Caso de la Compañía Cervecera

Introducción

La empresa donde trabajo es CC, filial de una Cervecera extranjera, y mi función en la


misma consiste en desempeñarme como responsable del área de ingeniería. La historia
que paso a relatar sucedió hace poco en el sector en el cual trabajo.

A principios de este año la empresa decidió, debido a los incrementos en las ventas del
producto, que era necesario la realización de una nueva ampliación de la planta. Ya
habíamos realizado una ampliación muy grande en el año 1997, duplicando la capacidad
instalada, y a principios del 2000 nos vimos en la necesidad de realizar una nueva
inversión en nuestra empresa por las demandas del mercado.

Fue entonces cuando se realizó la visita de los Directores de la matriz a nuestro país,
para analizar si la inversión solicitada era tan necesaria tal como informaban nuestra
gerencia de ventas. Después de un largo día de análisis los directores consideraron que
la inversión era lógica y necesaria. Pero debido a que la necesidad de CC era solo de
tanques para almacenamiento de cerveza lista para envasar, se propuso la posibilidad de
traer unos tanques del país de origen de la empresa, específicamente de una filial que
estaba inactiva. Estos tanques vendrían de la filial de Piraporá, una región que dista de
donde se encuentra emplazada nuestra fábrica unos cuatro mil quinientos kilómetros.

Fue entonces luego de esta reunión, cuando comenzaron las grandes peripecias.
Primeramente se comenzó convocando a empresas de desmontaje con las cuales ya
habíamos trabajado para que realizaran el trabajo en Piraporá. Estas empresas de origen
local (en donde estaban ubicados los tanques) eran de gran prestigio y los trabajos
realizados por ellos de gran calidad. Pero debido las reglas internas de CC y el monto
de la obra, se decidió pedir por lo menos tres valores (presupuestos) para la realización
del trabajo, pues para que la contratación sea directa, debe elevarse un pliego
justificando totalmente la determinación.

En un principio teníamos el monto de desmontaje de las dos empresas foráneas, así que
nos faltaba la cotización de una más para poder cerrar la compra luego de un análisis de
las respectivas cotizaciones. Fue entonces cuando la gerencia de compras invitó a
cotizar, a la empresa que nos realiza el transporte de importación de bebidas en un tipos
de envase que CC no fabrica (botellas llamadas long-neck). Esta empresa está
altamente capacitada en el transporte de bebidas, y tiene sus contactos con empresas de
desmontaje ya que ha realizado transporte no solo de bebidas si no de diferentes
equipos.

La realización del trabajo

Debido a un pedido de la Casa Central, tuve que viajar al exterior para realizar un
relevamiento de obra, para un nuevo proyecto de inversión en otro país. Mi estadía en la
ciudad donde funciona la Central cervecera fue de una semana y media
aproximadamente, y durante mi ausencia la gerencia de compras en CC realizaba la
“negociación” para desmontar los tanques en Piraporá y traerlos para la Argentina.

Fue entonces que a mi regreso Compras me informa que la empresa escogida para
realizar el trabajo era la empresa argentina (experta en transporte de cerveza), ya que
ellos habían evaluado las tres empresas, y hallaron la más apta a la de nuestro país.
Cuando me lo informaron, mi reacción no fue la mejor, pero (quizás para no tener
problemas) rápidamente me dijeron que la orden de compra ya estaba puesta y que la
semana que viene comenzaban el trabajo.

Yo consideraba que la empresa que nos podría brindar mejor servicio era una de las
otras dos, pero ante mi ausencia la decisión se había tomado y el gerente de planta
había dado el OK.

En la semana siguiente comenzaron los trámites de desmontaje en Piraporá. Fue


entonces cuando me puse en contacto con la gente de esa filial que estaba allí, para el
acompañamiento del desmontaje, y me ellos me informaron que ninguna empresa había
ido a la fábrica para ver cuales eran los tanques que debían desmontar.

Fue este mi primer gran asombro, por lo que consulté con la gente de compras y ellos
me pusieron en contacto con la empresa en la Argentina que había sido contratada. Su
primera disculpa fue que la gente que realizaría el trabajo allá, había tenido un retraso
con la grúa.

En el tercer día de la semana me puse nuevamente en contacto con nuestra gente en


Piraporá y ellos me informaron que la empresa que realizaría el desmontaje había
llegado a la filial, pero que había ido solo a ver el trabajo que se iba a realizar y que para
final de semana llevarían los equipos necesarios para la realización del trabajo…¡el cual
comenzaría recién a principios de la semana venidera!
Luego de esta información, ya solo informando a la gerencia de compras, entré en
contacto directamente con la empresa argentina contratada. Ellos me dijeron que no
sabían bien que había pasado ya que su contratista en Piraporá les había informado que
en la semana comenzaba el trabajo.

La situación comenzó a ponerse un poco tensa ya que yo estaba viendo claramente que
el trabajo no se estaba realizando según lo acordado. Pero para no entrar en mayor
discordancia, esperé hasta el día viernes para ver la reacción de la gerencia de compras
de CC y las acciones producidas por la contratada.

Durante el medio día del viernes me comuniqué nuevamente con Piraporá y recibí una
nueva desilusión por parte de la gente de la empresa contratada: no se había presentado
en la fábrica.

Mi reacción ya fue de pocos amigos con el sector de compras, y la reacción (aparente)


de ellos fue de gran asombro al enterarse de que las cosas no estaban funcionando como
debían.

Me pidieron disculpas y me dijeron que el día lunes iban a tener una charla con esta
empresa para solucionar el problema.

Según lo acordado el día lunes realizaron una reunión con la empresa y me dijeron que
debido a que ellos habían estado desde el primer momento involucrados con el
contratista argentino, el tema ya estaba todo solucionado.

El día martes llame a mi gente en Piraporá y me informaron que la gente contratada


estaba en la planta para comenzar el desmontaje de los tanques, pero me querían
informar que nunca habían visto una empresa que trabajara tan mal.

Fue en este momento cuando llame a la gente de compras y mantuve una reunión con
ellos para que me informaran acerca de qué se había hablado en la reunión con la
contratada.

Ellos manifestaron que habían llegado a un acuerdo global, y que las cosas aunque
parecían que estaban mal encaminadas, iban a mejorar.

En este momento yo ya había tomado una posición dura con el sector porque veía que
las cosas no iban a dar un buen resultado.

Nuevamente en la semana entré en contacto con la gente de la filial y ellos me dijeron


que el trabajo que estaba realizando la empresa contratada se había transformado en
peligroso, ya que corrían el riesgo de arruinar los otros tanques que estaban alrededor
de aquellos en los cuales estaban trabajando.

Fue en esta oportunidad que reclamé a la gerencia de compras la celebración de una


reunión urgente con la parte argentina del contratista, a fin de resolver este conflicto.

La reunión fue muy dura ya que cada uno se basaba en sus posiciones. El contratista
alegaba que el pedido de CC de bajar el precio (en las primeras negociaciones) había
hecho que él tuviera que ajustar la contratación de personal en Piraporá, mientras que
yo, casi ciego por el mal trabajo que se estaba realizando, quería que rescindieran el
contrato.

Hacia el fin de la reunión, solicité a la gente de compras que estaba participando, que
labrara un acta y diera su visto bueno para que yo en forma directa entrara en contacto
con la empresa contratista local que estaba realizando el trabajo de desmontaje. Lo
mismo le solicité al contratista argentino. La empresa contratista argentina aceptó estas
condiciones de mala gana, pero era la oportunidad para ellos de bajar los decibeles de la
reunión.

El día viernes entré en contacto con la empresa contratista en Piraporá que estaba
realizando el trabajo y fue una gran sorpresa para ellos, ya que habían cambiado de
interlocutor y no entendían bien el porqué.

En esta primera charla con ellos fui lo más amigable posible, ya que no nos conocíamos
y consideré que entrar con una posición dura no serviría de nada. Pero con el correr de
los días las informaciones que me llegaban de Piraporá no eran las mejores.

Fue entonces cuando decidí cambiar, adoptando una posición dura con ellos, y en
realidad las cosas empeoraron aun más. Primeramente las discusiones comenzaron en
un tono elevado, luego se continuó discutiendo más acaloradamente. Desde ese
momento, el dueño de la empresa me empezó a derivar con sus empleados para no
atenderme y por último llamaba y me cortaban. No obstante esto el desmontaje de los
tanques en Piraporá continuaba, con diversas alternativas y dificultades, pero avanzaba.

Yo ya no sabía que hacer para que las cosas se solucionaran, y tomaba alternativamente
la posición de duro o de suave ante tal situación. Al cabo de cuatro semanas los tanques
salieron de una vez por todas de la filial de Piraporá, con lo cual el conflicto comenzó a
desinflarse por sí mismo.
Desde entonces miro con desconfianza a la gerencia de compras, y considero que lo
único en que se fijan para realizar una buena contratación es en el precio de la misma.

Por otra parte, me he encargado de desacreditar a la empresa transportadora argentina


cada vez que tengo oportunidad, pues considero su proceder sumamente desleal.

¿CÓMO DEBIÓ RESOLVERSE ESTE CONFLICTO EN FORMA COOPERATIVA?

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