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Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento

Ramiro Aduviri Velasco

@ravsirius

Resumen

Las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento (TAC), son el resultado de la aplicación


educativa de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), mediante metodologías
apropiadas, principalmente significativas y colaborativas, promoviendo a su vez, nuevos escenarios
de aprendizaje y construcción del conocimiento.

Este artículo, plantea algunos aspectos para el tránsito integral de la TIC a las TAC, considerando
los recursos y contenidos existentes en la red, destacando la característica social del aprendizaje y
reduciendo el matiz tecnocéntrico.

Palabras Clave: TIC, TAC, metodologías, Aprendizaje, Conocimiento


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1. Introducción

Los estudiantes de hoy en día son cada vez más interactivos. Su forma de aprender, de jugar y
de relacionarse pasa en muchos casos por las pantallas de su computador o teléfono móvil.

Este cambio no tiene marcha atrás, y así lo tiene que aceptar la sociedad, la cual pueda
aprovechar la irresistible atracción que sienten las nuevas generaciones por las nuevas tecnologías
para convertirlas en aliadas a la hora de aprender y potenciar algunos valores. Es decir convertir
las TIC (Tecnologías de Información y la Comunicación) en TAC (Tecnología para el
Aprendizaje y el Conocimiento).

Las “TIC/TAC”: un nuevo debate y una nueva perspectiva de colaboración


Las competencias digitales, relacionadas con las Tecnologías de la Información y Comunicación
(TIC), tiene mucha tecnología, pero en el fondo muy poca metodología.
Es en el entorno educativo donde aparece el concepto TAC (Tecnologías para el Aprendizaje y del
Conocimiento). Las TAC tratan de orientar las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) hacia unos usos más formativos, tanto para el estudiante como para el profesor, con el
objetivo de aprender más y mejor. Se trata de incidir especialmente en la metodología, en los usos
de la tecnología y no únicamente en asegurar el dominio de una serie de herramientas
informáticas. Se trata en definitiva de conocer y de explorar los posibles usos didácticos que las
TIC tienen para el aprendizaje y la docencia. Es decir, las TAC van más allá de aprender
meramente a usar las TIC y apuestan por explorar estas herramientas tecnológicas al servicio del
aprendizaje y de la adquisición de conocimiento.
La necesidad de dotar a los usuarios de conocimientos tecnológicos puramente informáticos se
está desplazando para dar mucha más importancia a la vertiente metodológica, es decir, en poner
el acento en sus usos y en saber qué se puede hacer con tanta tecnología de por medio. Implica
conocer la tecnología pero además saberla seleccionar y utilizar adecuadamente para la
adquisición de conocimientos y en función de las diferentes necesidades y perfiles.
El tema sobre las “TIC/TAC” está creando debate actualmente en el ámbito educativo. Los
detractores del término TIC dicen que esas siglas no se ajustan a todos los usos tecnológicos que
van más allá de la información y la comunicación sobre todo en el mundo educativo.
Aseguran que el modelo “TIC” es excesivamente informático, instrumentalista y poco motivador
para aquello que los profesores y estudiantes (y me atrevo a extender a ciudadanos) actuales
necesitan, y que pueden aprender a utilizar. Incluso vinculan el “modelo TIC” con la sociedad del
siglo XX y el modelo “TAC” con la del siglo XXI.

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En realidad lo que se plantea es cambiar el “aprendizaje de la tecnología” por el “aprendizaje con la
tecnología”, enfoque éste orientado totalmente al desarrollo de competencias metodológicas
fundamentales como el aprender a aprender.
De las TIC a las TAC. Del acceso a la información al aprendizaje permanente
En los servicios educativos, se han ido introduciendo -y de forma muy efectiva- nuevas funciones y
servicios mucho más vinculados con el aprendizaje permanente, con el “aprender a aprender”, que
con el simple acceso a la información. El objetivo común es facilitar al ciudadano unas
competencias básicas que le permitan ser autónomo informacionalmente
Actualmente, las instituciones educativas, participan en objetivos comunes como el empeño en la
formación de ciudadanos bien formados e informados, que sepan desenvolverse con éxito en la
sociedad del conocimiento y con competencias para el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Todas ellas dan cada vez más importancia a la formación y el aprendizaje de competencias
ofreciendo a los ciudadanos servicios integrales que le ayuden a ser más autónomo
informacionalmente hablando.
Hace tiempo que ya no se deberían priorizar las bibliotecas digitales únicamente como un servicio
de acceso a la información, sobre todo desde que han perdido este monopolio. Actualmente circula
mucha más información fuera de la biblioteca que dentro. Y también circula mucha más
“información y orientación al usuario” lateralmente en la red entre amigos, compañeros y
conocidos, que en las consultas reales entre usuario y biblioteca digital.
Y este cambio de paradigma lo están experimentando todas las bibliotecas digitales. El binomio
“aprendizaje y conocimiento” son actualmente dos conceptos que van ganando terreno en todas
las bibliotecas y sustituyendo al de “acceso a la información.
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Por otra parte, la evolución tecnosocial, según Dolors Reig , comprende a su vez Tecnologías del
Empoderamiento y la Participación (TEP), desde las ciencias sociales con las teorías del
empoderamiento y la participación., como se muestra en la figura 1.

Fig. 1. Evolución del entorno tecnosocial y de conocimiento

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2. Escenarios de Aprendizaje

Las tecnologías están presentes en la vida de las nuevas generaciones y han modificado sus
relaciones sociales, su manera de obtener información y su forma de afrontar el aprendizaje.

La educación actual, tiende a ser más centrada en el aprendizaje, con escenarios personalizados,
abiertos y colaborativos.

Ante la abundante información y recursos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación


(TIC), se impone el uso de la creatividad y las inteligencias múltiples, para establecer andamiajes
que promuevan construcción de conocimientos atractivos e integrales.

TIPOS de AULA

Fig. 1. Aulas del siglo XXI

- AULA PRESENCIAL. Entorno físico


- AULA DIGITAL. Extensión en el aula virtual: MOODLE y videoconferencias
- AULA PÚBLICA. Diario online de reflexión y aprendizaje personal: blogs
- AULA ABIERTA. Comunicación online y trabajo colaborativo: Skype y Wikis
- AULA TALLER. Laboratorio de trabajo por Proyectos: Simuladores
- AULA EXPANDIDA Vídeos en abierto: Academy Khan
- AULA INMERSIVA: Second Life
- AULA EN RED. Identidad digital y aprendizaje en red: Facebook, Twitter, HootCourse.
- AULA MÓVIL. Mobile learning, temática pendiente.
- AULA INTELIGENTE. Todas las aulas anteriores con Creatividad y aplicación de la
Inteligencia Artificial.

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3. Creatividad, Metodología y Tecnología

En Educación lo importante son las ideas CREATIVAS, luego están las metodologías basadas en
actividades significativas y colaborativas, finalmente se tienen las herramientas.
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Cuando un ebanista crea un mueble, lo primero que hace es diseñarlo y hacer un plano, ya sea
una creación propia o un encargo.

Lo segundo es elegir los materiales.

Lo último, antes de empezar a construirlo, es escoger las herramientas que necesitará.

Creo que no conozco ningún ebanista bueno que se pregunte:

— Teniendo estas herramientas, ¿qué mueble puedo construir?

Las ideas creativas, provienen del pensamiento experto y cualidades innatas del ser humano.

La creatividad es la capacidad para generar algo nuevo, normalmente a partir de la combinación o


modificación de elementos existentes.

La metodología es el “Conjunto coherente de técnicas y acciones, lógicamente coordinadas para


dirigir el aprendizaje hacia determinados objetivos”.

Las metodologías permiten una transformación sistémica de la información en conocimiento.

En particular la metodología colaborativa, hace que el aprendizaje sea productivo, facilitando el


trabajo en forma síncrona o asíncrona, facilitando la toma de decisiones conjunta.

Las TAC, requieren de Metodologías para la Gestión del Conocimiento, que comprende “Procesos
de generar y transferir conocimiento”, y esto es: Aprendizaje

Fig. 2. Aprendizaje y Conocimiento

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Una misma cosa puede hacerse de varias formas (Metodología) y con distintas
herramientas (Tecnología). No hay manera de hacer algo, incluyendo las tareas de enseñar y
aprender sin tecnología y herramientas. Si se aprende haciendo cosas, se aprende con
tecnología y metodología, no con tecnología o metodología. La tecnología acompaña al ser
humano desde los albores de la humanidad, como la sombra al viajero. La discusión debería girar
en torno a la tecnología más eficiente y más económica o costo efectivo desde el punto de vista de
la "era de la gratuidad".
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Pensar las tecnologías como herramientas

El término tecnología, de origen griego, está formado por tekne (“arte, técnica u oficio”) y
por logos (“conjunto de saberes”). Se utiliza para definir al conocimiento que se materializa
en artefactos, procesos y sistemas que permiten ofrecer productos y servicios que contribuyen
a mejorar la calidad de vida y modificar el medio ambiente, con el objetivo de satisfacer las
necesidades humanas. Estos productos pueden ser de carácter físico, como una herramienta, o
no físico, como una estructura organizacional o un programa de computador. Los artefactos, como
manifestación de la tecnología, son herramientas, aparatos, dispositivos, instrumentos y
máquinas, entre otros.

Tecnología = proyección del ser humano: Con qué. No hay metodología sin tecnología

Metodología, del griego methodos (camino, vía), hace referencia al medio utilizado (modo
ordenado y sistemático de proceder) para llegar a un resultado o fin determinado. Modo de obrar
que una persona tiene habitualmente. Conjunto de reglas y ejercicios destinados a enseñar una
actividad, un arte o una ciencia.

Metodología = Camino: Cómo.

Hay tecnologías que conllevan una metodología específica, consustancial, de tal forma que si no
está presente le va la vida. Por ejemplo, las Redes sociales virtuales (tecnología) no son redes ni
funcionan como tales sin relaciones, sin participación y sin colaboración (metodología).

Al sobre enfatizar la tecnología o la metodología en el proceso de aprendizaje estamos desviando


el foco del actor principal, de aquel que usa las herramientas de una forma original para aprender.

Cualquier tecnología y metodología son buenas, unas mejores que otras

Cada época tiene su tecnología, metodología y teoría de aprendizaje, todas ellas en íntima
correlación. Las dos últimas le rondan a la tecnología, colocándose a su servicio. En varias
ocasiones he resaltado la correlación existente entre el origen de las teorías de aprendizaje y la
tecnología vigente. La teoría de aprendizaje conectivista y la metodología del aprendizaje
colaborativo, participativo y relacional no hubiera sido posible sin la presencia contundente de las
Redes Sociales, como herramienta.

Si la tecnología y metodología fueran factores determinantes para el aprendizaje, éste ya se


hubiera resuelto hace mucho tiempo. Los tensores que disparan el éxito o fracaso en el
aprendizaje no están en el entorno (tecnología, metodología); radican en las entrañas del individuo,
nada menos que en la voluntad o el querer (las ganas). Cuánta alma de verdad tiene aquella frase
de las ideologías del 60, aprende el que quiera aprender, y su antecesora la necesidad crea el
órgano, es decir, el cómo y el con qué. La tecnología (con qué) y la metodología (cómo) no
"producen" el aprendizaje, son más bien productos, extensiones, mediaciones (caminos) que el ser

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humano ha creado con anterioridad o crea concomitantemente "al andar". Se aprende con estilo
propio, con cualquier Tecnología (no de la Tecnología) y con cualquier metodología, arcaicas o
nuevas, costosas o gratuitas (las costosas, como la PDI, Proyector, salones con computadoras,
impresoras, fotocopiadoras..., son propiedad de los Centros Educativos, mientras que las gratuitas
pertenecen al estudiante), pesadas o livianas, accesibles (a cualquier hora y en cualquier lugar) o
poco accesibles.

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4. Educación Emocional

La sociedad moderna, que ha alcanzado un grado de educación formal sin precedentes, también
ha dado lugar a otras formas de ignorancia. (Jean Claude Micheá)

¿Tenemos que elegir entre “saber” o “sentir”?

Tradicionalmente la escuela se ha centrado en los aspectos cognitivos priorizando los aprendizajes


científicos y técnicos, dejando de lado el conocimiento de las personas; no se ha “entretenido” en
reflexionar sobre los sentimientos y las emociones. Como contrapunto, las aportaciones científicas
actuales destacan la vinculación entre las emociones y el pensamiento como base de toda
actividad humana. Por tanto se hace necesario un replanteamiento serio sobre este tema.

El Informe Delors (UNESCO 1998) afirma que la educación emocional es un complemento


indispensable en el desarrollo cognitivo y una herramienta fundamental de prevención, ya que
muchos problemas tienen su origen en el ámbito emocional.

Este informe fundamenta la educación del siglo XXI en cuatro ejes básicos que denomina los
cuatro pilares de la educación: (1) Aprender a conocer y aprender a aprender para aprovechar las
posibilidades que ofrece la educación a lo largo de toda la vida, (2) aprender a hacer para
capacitar a la persona para afrontar muchas y diversas situaciones, (3) aprender a ser, para obrar
con autonomía, juicio y responsabilidad personal, y (4) aprender a convivir, a trabajar en
proyectos comunes y a gestionar los conflictos.

¿Inteligencia emocional o educación emocional?


La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1993), popularizada por Goleman, describe,
entre otras, la inteligencia intrapersonal, que permite comprenderse y trabajar con uno mismo, y la
interpersonal, que permite comprender a y trabajar con los demás.

Ambas configuran la inteligencia emocional: capacidad de controlar y regular los sentimientos de


uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía de pensamiento y de acción; esta capacidad
está en la base de las experiencias de solución de los problemas significativos para el individuo y
para la especie.

Desde el punto de vista educativo preferimos hablar de educación emocional, acentuando que es
una capacidad que se aprende y que tiene por finalidad aumentar el bienestar personal y social.

Hablamos de emociones y de sentimientos. Sentimiento es el término que designa las


experiencias que integran múltiples informaciones y evaluaciones positivas y negativas, implican al
sujeto, le proporcionan un balance de su situación y provocan una predisposición a actuar. Hay
sentimientos duraderos y estables. Las emociones serían un sentimiento breve, de aparición
normalmente abrupta, que se acompaña de alteraciones físicas perceptibles (agitación,
palpitaciones, palidez, rubor...).

Las habilidades que pone en juego la educación emocional pueden agruparse en cuatro bloques:

La conciencia de uno mismo: es la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo


momento en que aparece. Requiere estar atentos a nuestros estados de ánimo y reacciones
(pensamiento, respuestas fisiológicas, conductas manifiestas...) y relacionarlas con los estímulos

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que las provocan. La expresión voluntaria de diferentes emociones, su dramatización, es una
forma de aprenderlas.

La autorregulación: cuando tenemos conciencia de nuestras emociones tenemos que aprender a


controlarlas. No se trata de reprimirlas, ya que tienen una función, sino de equilibrarlas. No
tenemos que controlar que no aparezcan, sino controlar el tiempo que estamos bajo su dominio. La
capacidad de tranquilizarse uno mismo es una habilidad vital fundamental y se adquiere como
resultado de la acción mediadora de los demás.

La motivación: es la fuerza del optimismo, imprescindible para conseguir metas importantes. Está
relacionada con diversos conceptos psicológicos como el control de impulsos (capacidad de
resistencia a la frustración, de aplazar la gratificación), la inhibición de pensamientos negativos
(para afrontar con éxito retos vitales), el estilo atribucional de éxito y fracaso, la autoestima
(expectativas de autoeficacia)...

La empatía: es la experimentación del estado emocional de otra persona; la capacidad de captar


los estados emocionales de los demás y reaccionar de forma apropiada socialmente. Tiene dos
componentes: el afectivo y el cognitivo. El componente afectivo puede ser suficiente, los niños
pequeños son un ejemplo de ello. En cambio, el cognitivo únicamente no es suficiente. Los
psicópatas (trastorno de personalidad antisocial), los maltratadores, pueden “saber” cognitivamente
que su víctima sufre, pero pueden continuar haciéndole daño porque son incapaces de “sentir” el
dolor que le producen, no hay emoción.

5. Conclusiones

Incorporar las Nuevas Tecnologías, en Educación requiere de una buena dosis de creatividad,
metodologías y fundamentalmente aspectos emocionales, que determinan la motivación y el
cambio de actitudes.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), agrupan los elementos y las técnicas
usadas en el tratamiento y la transmisión de la información, principalmente la informática, Internet y
las telecomunicaciones.

Las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento (TAC), denotan más aplicaciones


educativas, que implica evolución del entorno tecnosocial y de conocimiento, por ello se hace
inevitable una tránsito de las TIC a las TAC.

Referencias
1
Las ‘TIC/TAC’: de las tecnologías de la información y comunicación a las tecnologías del
aprendizaje y del conocimiento, Roser Lozano , 12 enero, 2011, http://www.thinkepi.net/las-tic-
tac-de-las-tecnologias-de-la-informacion-y-comunicacion-a-las-tecnologias-del-aprendizaje-
y-del-conocimiento
2
TIC,TAC,TEP, Dolors Reig, 11 octubre 2011, http://www.dreig.eu/caparazon/2011/10/11/tic-tac-
tep/
3
La clave de la integración de las TIC en la escuela, Fran Iglesias, 29 Agosto 2011,
http://franiglesias.tumblr.com/post/9544450969/la-clave-de-la-integracion-de-las-tic-en-la-
escuela
4
Tecnología o Metodología, Juan Quintana, 14 Junio 2011,
http://bblanube.blogspot.com/2011/06/tecnologia-o-metodologia.html

5
La Educacion Emocional, Collell, J., Escudé, C. (2003). L´educació emocional. Traç, Revista dels
mestres de la Garrotxa, any XIX, num. 37, pp. 8-10. (Original en lengua catalana).

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