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Puede ser que la expresión que da título a este post la haya pensado algún manager
cuando desde el departamento de Recursos Humanos se le recuerda que debe iniciar
la preparación de las entrevistas de evaluación anuales de sus colaboradores. Cuando
se acerca el momento de reunirnos con nuestros colaboradores para
proporcionarles “feedback” sobre su desempeño algunos pueden pensar que de lo que
se trata es de cumplir un formalismo burocrático, “rellenar un formulario” para dar cuenta
de la actuación de los miembros de su equipo durante el último ejercicio. Sin embargo,
se trata de mucho más que eso. La entrevista de evaluación del desempeño es una
herramienta vital del sistema de gestión de Recursos Humanos que nos permite
establecer el balance del trabajo efectuado por nuestros colaboradores, fijar objetivos
para el próximo año, estudiar sus posibilidades de futuro y discutirlas con ellos.
Es una herramienta que nos permite racionalizar las decisiones en materia de
gestión de personal (Adecuación a un puesto, retribución, mutación, promoción,
formación y perfeccionamiento) y al mismo tiempo y de cara a los componentes de
nuestro equipo dar a conocer a cada uno de ellos sus puntos fuertes y sus puntos de
mejora, establecer las tareas y objetivos prioritarios para el próximo año, mejorar la
comprensión mutua y potenciar la motivación de la persona.
Vamos a repasar algunos puntos que nos pueden ser de ayuda. En primer lugar,
preparémosla bien. Hay un refrán que dice “Prepárate bien o prepárate a fracasar”
¿Qué hay que tener en cuenta en la preparación?
Recomendaciones
Para evitar estos errores, es recomendable seguir las siguientes pautas:
Preparación de la entrevista: Estas entrevistas normalmente suelen ser entre el
jefe y el subordinado, el jefe debe ser el que dirige y prepare una serie de
preguntas teniendo en cuenta los resultados de la evaluación. El lugar de la
realización no es aconsejable que se realice en el despacho del jefe es
recomendable un espacio neutro o en el espacio del entrevistado porque así se
atenúa la sensación fiscalizadora o evaluadora y favorece a la comunicación. Claro,
y sobra decir, que la entrevista debería desarrollarse sin distracciones o
interrupciones.
Introducción de la entrevista: El entrevistador durante un espacio corto de
tiempo intentará romper el hielo con una conversación cordial y establecerá los
objetivos de la entrevista y los temas a tratar; también es aconsejable informarle
del tiempo de desarrollo de la entrevista.
Desarrollo: Evaluación del candidato en el que se dialogará sobre cómo se
desarrolla el trabajo del evaluado teniendo en cuenta los factores que se han tenido
en cuenta en el método de evaluación; factores tales como calidad y cantidad de
trabajo, conocimiento del puesto, iniciativa, planificación, relaciones con
compañeros, público, supervisores etc. Es recomendable que el entrevistador
evite los adjetivos y la negatividad, siendo muy recomendable la técnica del
sándwich, es una de las técnicas mejores para dar una retroalimentación positiva.
La manera de usar el sándwich seria la siguiente:
1. Empezamos mencionando aspectos positivos, diciéndole a nuestro interlocutor
lo que nos gustó de lo que hizo.