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Analice el concepto de realidad política como realidad humana:

Señale los caracteres propios de esta realidad humana.


Ejemplifique dos de los caracteres señalados en el punto precedente.
Desde una perspectiva científico-técnica, elabore un concepto de lo que usted entiende por política.

Para que haya política como realidad humana, se supone, ante todo, la existencia de hombres que conviven, una vida social. Sin seres
humanos que conviven, no hay política; y si bien, no toda convivencia humana es convivencia política, sin sistema político no hay convivencia
humana organizada y persistente. La realidad política, es la relación de mando-obediencia entre los hombres; y tiene como caracteres
propios, el ser: múltiple (con sus respectivas divisiones según el grado en que se de), polifacética, variable y, multirelacionada, característica
que la lleva a ser compleja e indivisa.
Un ejemplo de política como realidad múltiple, en sentido material sería que, la Asociación de Fútbol del Barrio UNO, se encuentra en
continua actividad, buscando otros equipos barriales, con quien competir, para que no se desarme su grupo humano; tanto futbolístico, como
miembros administrativos de la asociación.
Un ejemplo de política como realidad polifacética podría ser: frente a las futuras elecciones para intendente, en la ciudad de Viedma, el
concejal Calvo, por el partido Crecer, se encuentra organizando el terreno, para su pronta candidatura a intendente de la ciudad, presentando
proyectos, y debatiendo a cerca de lo que hay que hacer para la ciudad, y lo que se debería hacer, y las actividades que realizaría él, estando
en ese cargo.

La política se refiere a un conjunto de actividades destinadas a organizar la vida de un grupo humano, estableciendo un proyecto de orden,
intenta exigir; a gusto de quien ejerza ese poder político, esa coacción, capaz de permitirles lograr su cometido; pero regulada por el derecho,
estando siempre sus actividades, enmarcadas dentro de lo que establece el derecho, que es quien le otorga ese matiz de legalidad y
legitimidad a la política, y a su respectivo poder; además, estas actividades políticas, deben tener ciertos límites éticos, y consenso, aunque
sea de una parte, de la sociedad, dado a que sino, no se podrían llevar adelante con tranquilidad, y serían poco estables.
Si bien hoy en día, la política parece estar más que nada dirigida hacia los propios gobernantes, tiene un gran poder de decisión sobre la
sociedad, y las actividades que ella realiza, se encuentra también, enfocada a la sociedad, y sobre todo a los espacios públicos. Al estar la
población, sobre la que ejerce el poder de decisión, en un espacio territorial, se dice que la política se enmarca dentro el Estado.
Es a partir de la modernidad, que toda política busca llegar a los límites del Estado, o por lo menos influir en él, ya que es quien tiene la
concentración de todo el poder físico, tanto jurídico como político, y quien permitirá enmarcar y encaminar la sociedad, hacia donde él
pretenda. Es por esto además, que todo poder político busca ser estatal.

¿Cuántas posturas conoce que tratan de explicarnos el origen de nuestra disciplina?. Menciónelas, y fundamentando su decisión seleccione
la que usted prefiera y desarróllela.

Conozco cuatro posturas que tratan de explicarnos el origen de la Ciencia Política, y estas son: 1) La postura de Prelot; 2) la postura que
considera a Nicolás Maquiavelo como su iniciador; 3) la postura de Brecht y; 4) la postura de Duverger (estas dos últimas toman como inicio
de la ciencia política, a partir de la revolución Conductista).

Para explicar el origen de nuestra ciencia, prefiero la postura de Mercedes Prelot, quien pone a Aristóteles (S. V a. C) como fundador de la
política, de la situación de ésta en el seno de la ciencias; y básicamente, el fundador de la ciencia política.
Es Aristóteles quien da el gran salto de la especulación metafísica, al campo de lo empírico; y además, es él, quien comienza a hablar de la
organización de las instituciones y de la comunidad política en la polis griega.
Así, Mercedes Prelot, nos dice que el conocimiento sistemático y ordenado del Estado, había constituido una ciencia desde sus orígenes, y
que fue Aristóteles, el principal promotor del conocimiento científico, y Grecia quien marcó su carácter de ciencia.
Tenemos como pauta de Aristóteles como precursor y originario de la ciencia y de nuestra ciencia política, el hecho de que es él el autor de
un gran conocimiento, cada ciencia tiene su individualidad. Aristóteles divide a las ciencias en tres grandes categorías: las ciencias teóricas,
las ciencias prácticas y las ciencias poéticas. Las ciencias prácticas, nos dice Aristóteles, son la ética, la económica y la política. La ética es la
ciencia del comportamiento personal. La económica, es la ciencia de la familia. Por último, la política, es la ciencia de la constitución y e la
conducta de la Ciudad-estado, el conocimiento de las cosas civiles; ocupa prácticamente la cúspide de la jerarquía, porque su objeto, la
Ciudad-estado, engloba toda la organización estatal. La política domina teóricamente a las otras ciencias, porque regula todas las actividades
humanas.
Creo que al ser Aristóteles, el creador de la política, el principal promotor del conocimiento científico, y los griegos quienes implementaron y
marcaron el carácter de ciencia a la ciencia política. Es esta postura, una de las más adecuadas y acertadas, para explicarnos el origen de
nuestra ciencia, ya que son los griegos, los originadores del concepto principal al que nos estamos refiriendo, el concepto de ciencia, son
ellos quienes les marcaron el carácter científico a la política; y que mejor postura para hablar del origen de la ciencia política, que la que se
refiere a los mismos originarios del carácter científico.
Por otro lado, si bien la ciencia aristotélica, está condicionada a las formas de civilización que él observa, hay que reconocerlo como el
creador de una ciencia política empírica. Además, Mounin nos dice que, “...borrar el nombre de Aristóteles del punto de partida de una larga
línea de escritores, que van constituyendo lentamente la ciencia política, a favor de Maquiavelo, con el pretexto de que Aristóteles no ha
codificado la experiencia política del S. XVI, es anti-histórico
Tenemos también, a quienes sostiene, como Buchez, que: “la terminología y las definiciones de Platón y Aristóteles constituyen todavía hoy,
la base de la ciencia política, la cual debe ser completada por una idea de progreso”.

¿Qué rol cumple el derecho, en el proceso de surgimiento del estado moderno, cuando se produce el quiebre del orden medieval?

El Estado, en el sentido de Estado nacional, es un producto de la cultura de Occidente, que se plasma a partir del Renacimiento. La
organización política medieval, fue muy distinta a la que posteriormente, y hasta nuestros días, se denominaría Estado.
En el continente europeo, las poliarquías, que hasta entonces tenían, un carácter impreciso en lo territorial, coerción floja e intermitente, a
partir de un largo proceso, se convierten en unidades de poder continuas y reciamente organizadas, con un solo ejército permanente, una
única y competente jerarquía de funcionarios, un orden jurídico unitario, e imponían una obediencia general por parte de los súbditos. Surge,
así, un monismo de poder, relativamente estático.

El quiebre del orden político medieval, marcó la disgregación política del Imperio y de los territorios, esto, acarreó una disgregación jurídica y
una intolerable inseguridad en el derecho; cuestión que debió resolverse y revertirse, para llegar así, a lo que hoy conocemos como Estado; y
fue el derecho, quien desarrolló una gran actuación en la conformación del Estado moderno.
Es así, que podemos decir que fue con la aparición del Estado moderno, que el derecho se erigió como un elemento esencial de esta forma
política.
Hay que destacar que el Estado, solo podía independizarse como unidad de acción militar, económica y política bajo la forma de una
independización como unidad de decisión jurídica universal y autónoma. Así, el ordenamiento jurídico uniforme y cierto, vino a ser el principal
elemento que permitió la constitución del Estado como una unidad de poder, una unidad soberana de acción y decisión.
Esto se logró, a través de la recepción del derecho romano, sistematizado como un jus certum, en la época del justiniano, que galvanizó la
disgregación jurídica germana del Imperio y permitió el establecimiento de una ordenación común, que dio lugar al concepto de seguridad
jurídica, que la edad media solo conoció con carácter temporal, entendida como “igual ley para todos”
Este derecho cierto y la burocratización de la función de aplicar y ejecutar el derecho, a través de funcionarios especializados, eliminaron el
derecho del más fuerte, e hicieron posible la concentración del ejercicio legítimo del poder físico en el Estado. A partir de aquí, la forma de
organización de la sociedad, la adecuación de las conductas a la ordenación, se hallaban asegurada por una coacción legal, ajustada al
derecho.
A partir de este momento histórico, el derecho se convirtió en uno de los elementos esenciales del Estado; y el derecho positivo vino a ser la
fuente de validez formal del derecho. En la actualidad nadie sostiene que pueda haber Estado sin derecho.

Se podría decir, que el rol del derecho, en el proceso de surgimiento del Estado moderno, cuando se produce el quiebre del orden medieval;
es el de frenar la disgregación jurídica que se vivía, establecer un orden común que de seguridad jurídica; dándole al Estado, la característica
primordial que necesitaba, para poder independizarse como unidad de acción militar, económica y política; que es la de convertirse, en una
unidad de decisión jurídica universal y autónoma.

¿Qué entiende Hermann Heller por principios jurídicos y como se diferencian de los preceptos jurídicos?

Para Heller, dentro de una sociedad, hay posibilidades de convivencia social, donde hay ordenamientos, donde se de una masa de hombres
que mantienen entre sí, relaciones ordenadas en algún grado. Estas ordenaciones normativas, son una condición cultural, que pueden ser
entendidas primeramente como ordenación de algún tipo, como modos de conducta que se repiten regularmente, y son como las conexiones
comunes de sentido del grupo, son las partes de su mismo ser social; y permiten que las acciones individuales concretas no produzcan un
caos.
Estas ordenaciones, encierran una tensión entre el ser y el deber ser. De las diversas posibilidades de la realidad, se selecciona una, que se
considera que debe ser, y se establece como conducta exigida, que solo tiene sentido si en la realidad hay posibilidades de contradecir dicho
deber ser.
Los principios jurídicos son, según Heller, los principios éticos reactores del derecho positivo, son las normas suprapositivas, que solo tienen
pretensiones éticas de validez; no tienen necesariamente validez general, su existencia depende del reconocimiento que le hagan un círculo
histórico y culturalmente delimitado. Responden al modo de ser ético de las comunidades, son una especie de cultura moral. Al entrar esta
realidad social, que son los principios jurídicos, en los preceptos jurídicos, que son su concreción positiva, pierden su validez ideal.
Los principios jurídicos implican el basamento de cada derecho positivo; ya que éstos, deben ser respetados, porque aquel ordenamiento
jurídico, que no sea una positivación de los principios jurídicos, que son a su vez, la expresión de una cultural social, puede aparecer como
efectivo pero no justo.
Por otra parte, son los principios jurídicos, esa especie de conciencia jurídica moral que tienen cada uno de los miembros de una sociedad,
que distingue lo que es jurídico de lo que no lo es, quienes pueden realizar un juicio de legitimidad al Estado; ya que como dijimos antes, el
derecho positivo, que es quien le da legalidad y legitimidad al Estado, debe estar basado en los principios jurídicos.
Existen varias diferencias entre los principios jurídicos y los preceptos jurídicos, o normas del derecho positivo; una de las principales, es la
certeza jurídica que nos dan las normas positivas, ya que éstas tiene una cualidad determinadora, nos permiten inferir que en determinadas
circunstancias, una determinada persona, debe conducirse de una manera también determinada; en cambio, los principios jurídicos, nunca
suministran una decisión para el caso concreto, sólo aportan las líneas generales que deben utilizarse como base para establecer el status
jurídico entre los miembros de la comunidad jurídica.
Por otro lado, los preceptos jurídicos pueden sistematizarse, ya que, a diferencia de los principios jurídicos, no cambian, o lo hacen luego de
un largo proceso, es por esto, que son incapaces de establecer el contenido históricamente cambiante de las normas sociales, bases de todo
derecho; en este punto, preceptos y principios jurídicos se complementan, ya que los segundos, son capaces de actuar como indicadores de
cambios sociales. Es por esto que los principios jurídicos no pueden sistematizarse, como dijimos que ocurría con las normas positivas, ya que
éstos cambian con la misma rapidez que la vida y aspiraciones de una comunidad.

c) La Política: realidad múltiple

Según el grado de generalidad que se tenga en cuenta, la realidad política puede ser considerada en sentido lato, en sentido intermedio y en
un sentido estricto. O lo que, siguiendo a Bertrand de Jouvenel, denominaríamos “sentido formal”, “sentido material” y “sentido material
limitado”.
En un sentido formal, para que haya política en este sentido, basta que la actividad de un hombre o de unos hombres en relación con otro u
otros tienda a que el comportamiento de éste o éstos sea el que aquél o aquellos se proponen. En este sentido, la actividad es formalmente
política si obedece a una técnica para inclinar voluntades ajenas y regir sus comportamientos hacia metas propuestas. No importa el modo
de acción de los promotores, ni la naturaleza de la empresa por realizar, ni la transitoriedad o permanencia del concurso. Ejemplos en este
sentido lo serían: una reunión de vecinos que se juntan para apagar un incendio; una banda de delincuentes; una reunión del Consejo de
Seguridad de la ONU para decidir la intervención humanitaria en alguna región del planeta, etc. En todos estos casos, formal y técnicamente,
la actividad es igual. No importa que varíen los “modos” de la actividad –los fines- ni el grado de su integración: transitoriedad o
permanencia.
En un sentido material, es necesario que la actividad humana se torne persistente. Ésta actividad debe estar dirigida como medio a construir,
consolidar y conservar el agregado humano –grupo- de que se trate. Pueden servirnos de ejemplos para comprender esta acepción la
creación y mantenimiento de una Sociedad Anónima, Iglesia, Asociación, etc. Es importante, en este caso, advertir que sigue sin interesar los
fines u objetivos pero que sí requerimos ahora, de la permanencia.
La política en este sentido, se utiliza como sinónimo de sistema políticoen sentido amplio.
Ahora bien, pero si el agregado humano persistente de que se trata no es uno de los muchos y diversos que existen con fines específicos:
religiosos, culturales, etc. sino aquel, único, con el fin más abarcador, del cual dependen los demás sin que él dependa de ellos, es que
estamos en presencia de la política en sentido material restringido, o del sistema político estricto sensu.
Con este significado, la actividad y la relación que constituyen la realidad política se refieren al Estado, el sistema político paradigmático de
nuestro tiempo, y a los sistemas políticos mayores que él, actualmente en gestación (Unión Europea, bloques regionales, etc.) En este
sentido, son ejemplos: actividades y relaciones estatales; actividades de órganos estatales; o de un partido político –sistema político menor-
que procure el acceso a ese órgano; o la de un grupo de presión que busque influir sobre su actividad.

d) Política: Realidad polifacética (fases)

La realidad política se nos presenta como una actividad y una relaciónque configura un sistema. Estos distintos aspectos de la realidad
política, existencialmente unidos, ponen de relieve dos faces conceptualmente diferenciables: La faz estructural y la faz dinámica.
Además, la faz dinámica, en su inseparable vinculación con la estructural, se manifiesta como dos fases también diferenciables
conceptualmente: la faz agonal y la faz arquitectónica.
La actividad política se da dentro de una relación y ésta implica unaestructura en la que se articulan las partes de un todo. Así, encontramos
diferentes “jerarquías”: mando y obediencia. Esta estructura tiende a traducirse en Instituciones Políticas. Dentro de esta estructura y
alrededor de ella apreciamos “actividad” que se traduce en la otra faz, la faz dinámica de la política. En esta última, a su vez, encontramos
las dos restantes: agonal y arquitectónica.
En todo sistema político nos encontramos con cargos, roles, en torno a los cuales se desenvuelve “actividad”, ya sea para acceder a ellos, ya
sea para conservarlos. Desde esta perspectiva la política es “lucha” y “conflicto”, lo que supone la “agonalidad” de la política, o en otros
términos su faz agonal.
Pero quedaría incompleto este panorama si redujéramos la política a la lucha por el poder. Una vez poseído, o una vez en él, es también un
medio para construir, consolidar, consensuar la vida política, la convivencia política. Todo ello con el fin de alcanzar y lograr objetivos, metas
comunes. Este sentido constructor, integrador, realizador de objetivos comunes del poder hace a su faz arquitectónica. En otros términos, el
politólogo alemán Carl Schmitt nos habla de la “relación amigo-enemigo” que siempre se encuentra en la relación política, en las
relaciones de poder. En nuestra opinión, y en otros términos, se refiere a estas dos fases de las que estamos hablando y que siempre están
presentes en la política. Aunque alguna de ellas pueda preponderar más en un caso o ejemplo dado, analizado.

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