Está en la página 1de 303

ISSN 1667-6750

MEMORIAS
III Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional
en Psicología
XVIII Jornadas de Investigación

Séptimo Encuentro de Investigadores


en Psicología del MERCOSUR

22 al 25 de noviembre de 2011

PSICOLOGÍA CLÍNICA Y PSICOPATOLOGÍA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Secretaría de Investigaciones
Autoridades de la Facultad de Psicología
Decana
Prof. Lic. Nélida C. Cervone

Vicedecana
Prof. Dra. Lucía A. Rossi

Secretaria Académica
Prof. Lic. Graciela C. Paolicchi

Secretario de Investigaciones
Prof. Mg. Martín J. Etchevers

Secretaria de Posgrado
Prof. Dra. Isabel M. Mikulic

Secretario de Coordinación Administrativa


Cdor. René J. Escobar

Secretario de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario


Lic. Jorge A. Biglieri

Secretario de Consejo Directivo


Prof. Dr. Osvaldo H. Varela

Consejo Directivo

Claustro de Profesores:

Titulares
Prof. Dra. Rossi, Lucía A. | Prof. Lic. Fariña, Juan J. | Prof. Méd. Laznik, David A. | Prof. Dr. Sarmiento, Alfredo J. | Prof.
Lic. Neri, Carlos M. | Prof. Lic. Grassi, Adrián C. | Prof. Lic. Peker, Graciela M. | Prof. Dra. Aisenson, Diana B.

Suplentes
Prof. Dra. Seidmann, Susana | Prof. Lic. Donghi, Alicia I. | Prof. Lic. Attorresi, Horacio F. | Prof. Dra. Kufa, María Del Pilar
| Prof. Dr. Lombardi, Gabriel H. | Lic. Stasiejko, Halina A. | T.O. Papiermeister, Ana M. | Dra. Ynoub, Roxana C.

Claustro de Graduados

Titulares
Lic. Sotelo, M. Inés | Lic. Quattrocchi, Paula R. | Lic. Rojas, M. Alejandra | Lic. Celotto, Ileana A.

Suplentes
Dr. Korman, Guido P. | Lic. Moraga, Patricia F. | Lic. Llull Casado, Verónica G. | Lic. De La Sovera, Susana L.

Claustro de Estudiantes

Titulares
Srta. Belnicoff, Alexandra | Sr. Panigadi, Marcelo | Sr. Carre, Esteban | Srta. Gasparini, Daniela

Suplentes
Srta. Ricatti, Sol | Srta. Speranza, Aluminé | Sr. Díaz Fridman, David | Srta. Pinus, Denise

Representante de APUBA
Sr. Cabral, Sergio

Ediciones de la Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires


Av. Independencia 3065 - Código Postal C1225AAM
Ciudad de Buenos Aires, República Argentina
Tel / Fax: (54 11) 4957 5886
Email: secinve@psi.uba.ar

2
Autoridades
III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XVIII Jornadas de Investigación y Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR

Presidente Honoraria
Decana Prof. Lic. Nélida C. Cervone

Presidente
Prof. Mg. Martín J. Etchevers

Miembros de la Comisión Organizadora

Coordinadora de la Comisión Organizadora


Prof. Dra. Susana Seidmann

Integrantes de la Comisión Organizadora


Lic. María E. Colombo | Lic. Patricia Alvarez | Dr. Gabriel Lombardi | Lic. Edgardo Etchezahar |
Lic. Luis Prieto | Lic. Susana de la Sovera Maggiolo

Miembros del Comité Científico

Psicología Clínica y Psicopatología | Torricelli, Flavia | Schejtman, Fabián | Pelorosso, Alicia | Glenda, Cryan |
Raznoszczyk, Clara Dora | Quesada, Silvia |

Psicología del Trabajo | Leibovich, Nora | Delfino, Gisela |

Psicología Educacional y Orientación Vocacional | Elichiry, Nora | Legaspi, Leandro | Nakache, Déborah | Perelman,
Flora | Chardon Cristina | Stasiejko Halina | Aisenson Gabriela | Bottinelli Marcela | Diana Fernández Zalazar |

Psicología Social, Política y Comunitaria | Azzollini, Susana | Tajer, Debora | López, Mercedes | Montenegro, Roberto
| Ana Fernandez | Stefani, Dorina | Virginia Shejter | María Pía Pawlowicz | Borakievich, Sandra | Biglieri, Jorge |

Psicología de la Salud, Epidemiología y Prevención | Barcala, Alejandra | Castro Solano, Alejandro | Comes, Yahmila
| Zaldua Graciela | Stolkiner Alicia |

Técnicas y Procesos de Evaluación Psicológica | Aguerri, María Esther | Schmidt, Vanina | Cassullo, Gabriela |
Fernández Liporace, Mercedes | Rosenfeld, Nora | Nuñez, Ana Maria Del Carmen | Attorresi, Horacio |

Psicología Jurídica | Sarmiento, Alfredo | Puhl, Estela | De la Iglesia, Matilde |

Neuropsicología y Psicología Cognitiva | Politis, Daniel | Burin, Débora | Yorio, Alberto | Ferreres Aldo |

Psicoanálisis | Sotelo, María Inés | Laznik, David | Lowenstein, Alicia | Muñoz, Pablo | Quiroga, Susana | Roussos, Andrés
| Schejtman, Fabián | Lubian, Elena |

Historia de la Psicología | Dagfal, Alejandro | Ibarra, Florencia | Kirsch, Ursula | Rodríguez Sturla, Pablo | Rossi, Lucía
| Talak Ana |

Psicología del Desarrollo | Duhalde, Constanza | Grassi, Adrián | Oiberman, Alicia | Paolicchi, Graciela | Barreiro Alicia
Viviana |

Filosofía y Epistemología | Ormart, Elizabeth | Rovaletti, María Lucrecia |

Terapia Ocupacional | Papiermeister, Ana María |

Estudios Interdisciplinarios y Nuevos Desarrollos | Gutiérrez, Carlos | Korman, Guido | Ynoub, Roxana | Pawlowicz,
María Pía | Carlos Neri |

El contenido, opiniones y el estilo de los trabajos publicados, previamente aprobados por el Comité Científico son exclusiva responsabilidad
de los autores, y no debe considerarse que refleja la opinión de la Facultad de Psicología de UBA.

3
índice
Psicología Clínica y Psicopatología

TRABAJOS LIBRES

ABORDAJE DE UNA POSICIÓN SUBJETIVA EN UNA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCIONAL A LA EXPERIENCIA


DEL EMBARAZO COMO BARRA-DURA DE LA MUERTE. VIÑETA CLÍNICA
Antequera, Mariela Mercedes; D’ Amato, Claudio Hernán; Dabini, Marta Carmen . ............................................................................9

ARTETERAPIA: SUS FUNDAMENTOS Y BENEFICIOS DE APLICACIÓN EN LA PSICOSIS


Aranguren, María; León, Tania Elizabeth ...........................................................................................................................................13

EL ENCUADRE EN EL TRATAMIENTO DE NIÑOS CON PROBLEMAS DE SIMBOLIZACIÓN


Bó, María Teresita ..............................................................................................................................................................................18

ALCANCES Y ARTICULACIONES DE INVESTIGACIONES EN EL TRATAMIENTO DE NIÑOS CON PROBLEMAS


DE SIMBOLIZACIÓN
Bó, María Teresita; Rego, María Victoria . ..........................................................................................................................................22

UNA EXPERIENCIA EN EL TRATAMIENTO DE LAS TOXICOMANÍAS


Bousoño, Nicolás; Cappelletti, María Raquel; Améndola, Verónica Alejandra; Naparstek, Fabián ...................................................26

EYEBALLING: LOCURA CONTEMPORÁNEA Y USO DE ALCOHOL. UNA PERSPECTIVA LACANIANA


Bousoño, Nicolás; Naparstek, Fabián ................................................................................................................................................31

LOS EXTRANJEROS
Cantero, Fabiana . ..............................................................................................................................................................................36

SUBJETIVIDADES CONTEMPORÁNEAS: IMÁGENES Y PROCESOS DE SIMBOLIZACIÓN EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


Cantú, Gustavo; Patiño, Yanina .........................................................................................................................................................39

FENÓMENOS ELEMENTALES EN “EL ARREBATO DE LOL V. STEIN”


Charaf, Darío ......................................................................................................................................................................................44

RELACIÓN ENTRE EL MODELO DE LOS CINCO FACTORES Y LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD


Chiepa, Jessica; Cupani, Marcos .......................................................................................................................................................48

COMBINACIÓN DE TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO POR DÉFICIT ATENCIONAL EN ADULTOS


D’Alessandro, Fabián; Etchevers, Martín; Etenberg, Mariano; Hornes, Alan; Martini, Sabrina; Garay, Cristian Javier .....................52

UNA REVISIÓN DE ESTUDIOS VINCULADOS CON EL CONSTRUCTO ESTILO AUTOCRÍTICO Y SU RELACIÓN


CON EL PERFECCIONISMO DESADAPTATIVO Y LOS PROCESOS RUMIATIVOS
De Rosa, Lorena; Dalla Valle, Ariel Osvaldo; Keegan, Eduardo ........................................................................................................57

LA PÉRDIDA DEL RITUAL EN LOS TIEMPOS ACTUALES Y SU RELACIÓN CON LAS ADICCIONES
Díaz Guiñazú, Rafael Pablo ...............................................................................................................................................................61

ADOLESCENTES SOBREVIVIENTES DE CÁNCER. ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO,


BIENESTAR PSICOLÓGICO Y SÍNTOMAS PSICOPATOLÓGICOS. ESTADO DEL ARTE
Diez, Marina; Galarregui, Marina; Keegan, Eduardo .........................................................................................................................66

LA IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN TERAPÉUTICA. IDEAS Y CREENCIAS EN UNA MUESTRA DE ESTUDIANTES


DE PSICOLOGÍA DE LA UBA
Etchevers, Martín; González, María Magdalena; Sacchetta, Luisina María; Garay, Demian Guy .....................................................71

LA VIOLENCIA EXPLÍCITA Y ENCUBIERTA EN LA CLÍNICA DE LAS ADICCIONES


Fanton, Maximiliano ...........................................................................................................................................................................75

ADOLESCENCIA Y CONSUMO DE SUSTANCIAS: EL PROBLEMA DE LA DEMANDA TERAPÉUTICA


Fernández Raone, Martina . ...............................................................................................................................................................80

INDICADORES DE CAMBIO PSIQUICO COMO EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS PSICOANALITICOS EN NIÑOS


CON DIFICULTADES ATENCIONALES: RESULTADOS PRELIMINARES
Forer, Gisela .......................................................................................................................................................................................84

Psicología Clínica y Psicopatología 5


REMEMORACIÓN Y REMINISCENCIA EN LA HISTERIA
Galiussi, Romina ................................................................................................................................................................................90

ESTRUCTURACIÓN PSÍQUICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES: VIOLENCIA FUNDAMENTAL Y FILIACIÓN


Grassi, Adrián; Córdova, Néstor; Otero, María Eugenia; Soler, Mariana; Lepka, Miriam; González, Marcelo; Blanco,
Cristina Marta; Guaragna, Agustina; Altobelli, Hernan Rodrigo; Britos, Mariana; Brea, Norma Beatriz; Torraco, Andrea
Valeria; Meiss, Martín Leonardo; Córdova, Gastón ...........................................................................................................................93

DE LA URGENCIA A LA EMERGENCIA. LA OTRA ESCENA COMO CONDICIÓN DE POSIBILIDAD


PARA EL SURGIMIENTO DEL SUJETO
Guillen, Julio; Wizla, Frederic; Weil, Benjamin ...................................................................................................................................97

LA CAUSA EFICIENTE
Gurevicz, Mónica Graciela; Muraro, Vanina .....................................................................................................................................102

TRATAMIENTO COMBINADO EN EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO: UNA REVISIÓN DE ESTUDIOS RECIENTES


Hornes, Alan; Etenberg, Mariano; Martini, Sabrina; D’Alessandro, Fabián; Garay, Cristian Javier .................................................106

HISTORIAS DE VERDADES TESTIMONIALES. PERSONAJES DE FICCIÓN


Insua, María Ida ...............................................................................................................................................................................110

DEBATES CLÍNICOS Y DE INVESTIGACIÓN ACERCA DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA


ENTRE TERAPEUTAS COGNITIVOS Y PSICOANALISTAS
Juan, Santiago; Gómez Penedo, Juan Martín; Etchebarne, Ignacio; Roussos, Andrés .................................................................. 114

ORDEN DE HIERRO. EL CASO EDUARDO


Kicillof, Clarisa; María Inés, Claramunt ............................................................................................................................................119

LAS CREENCIAS SOBRE EL AMOR Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA DE GÉNERO


Lago, Adriana; Miracco, Mariana . ....................................................................................................................................................122

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACION EN LA ERA DE LA FIESTA PERMANENTE


Lejbowicz, Jacqueline; Karpel, Patricia Andrea . ..............................................................................................................................126

LA CULTURA DEL TRAUMA: SU INFLUENCIA SOBRE LA PSICOPATOLOGÍA EN LENGUA INGLESA


Levy Yeyati, Elena ............................................................................................................................................................................130

TERAPIAS BREVES: LA PROPUESTA DE MICHAEL WHITE Y DAVID EPSTON


López De Martín, Silvia Roxana .......................................................................................................................................................134

UNA POBLACIÓN CLÍNICA DE NIÑOS ESCOLARIZADOS. ESTUDIO DESCRIPTIVO DEL PERÍODO 1999-2008
Luzzi, Ana María; Slapak, Sara ........................................................................................................................................................138

CONSTITUCIÓN SUBJETIVA Y TRANSFERENCIA


Martínez Liss, Mariana .....................................................................................................................................................................142

INFANCIA Y NUDOS: LACAN CON KLEIN


Martínez Liss, Mariana; San Miguel, Tomasa ..................................................................................................................................145

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ¿NEUROSIS O PSICOSIS? LECTURA DE UN CASO DEL HOSPITAL BRAULIO MOYANO
Martínez, Alejandra Gabriela ............................................................................................................................................................148

EL VALOR DE LAS INTERVENCIONES. LECTURA DE LA PELÍCULA: THE UNINVITED


Martínez, Alejandra Gabriela ............................................................................................................................................................152

UNA RESPUESTA POSIBLE DESDE EL PSICOANÁLISIS: EL ANALISTA RECURSO


Montiel Carli, Alma ...........................................................................................................................................................................156

LA FALTA QUE SE TRADUCE EN UN EXCESO, UN INSOPORTABLE QUE SE HACE SOPORTAR:


UNA EXPERIENCIA POR EL DISPOSITIVO DE HOSPITAL DE DÍA DEL HOSPITAL DR. TEODORO ÁLVAREZ
Monzon, Tatiana; Cordero, Cecilia ...................................................................................................................................................159

LA REACCIÓN TERAPÉUTICA NEGATIVA COMO IMPASSE FREUDIANO DEL FINAL DE LA CURA


Mozzi, Viviana Alejandra; Córdoba, María De Los Ángeles; Epsztein, Susana; Pino, Silvia; Watermann, Mirta . ...........................163

INTERVENCIONES Y CAMBIO EN PSICOTERAPIA DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE


Olivera Ryberg, Julieta María; Braun, Malena; Balbi, Paula; Roussos, Andrés ...............................................................................166

LA EFICACIA DE LA PSICOTERAPIA PSICODINÁMICA EN EL TRATAMIENTO DE LAS DROGADEPENDENCIAS


Olivera, Cecilia; Oppedisano, Paula; Fiocca Solimei, Laura Andrea; Barrera, Concepción Esmeralda ..........................................171

6 Psicología Clínica y Psicopatología


CLÍNICA EN EL ESPECTRO AUTISTA: LA ESCRITURA COMO RECURSO DE HABILITACIÓN DEL LENGUAJE
Y ESTRUCTURACIÓN SUBJETIVA
Orlievsky, Gerardo D.; Cukier, Sebastian; Barrios, Natalia ..............................................................................................................175

DIÁLOGO SOCRÁTICO EN PSICOTERAPIA COGNITIVA


Partarrieu, Andrés ............................................................................................................................................................................179

AVANCES DE UNA INVESTIGACIÓN SOBRE INTENTOS DE SUICIDIO. ANÁLISIS DESDE UNA PERSPECTIVA
PSICOANALÍTICA DE SUS DETERMINANTES PSÍQUICOS Y SUS FORMAS DE PRESENTACIÓN EN SUJETOS ADULTOS
Pascal, Julia .....................................................................................................................................................................................182

LA CONDUCTA ANTISOCIAL, DISOCIACIÓN, FALSO SELF Y CARÁCTER


Pelorosso, Alicia Elvira .....................................................................................................................................................................187

ESTUDIO EXPLORATORIO DEL TEST PROYECTIVO DE WARTEGG EN ADULTOS JÓVENES DE LA PROVINCIA


DE ÑUBLE, CHILE
Pino Muñoz, Mónica; Martínez, Soledad . ........................................................................................................................................191

ESTRÉS POSTRAUMÁTICO CONTINUO EN UN ADOLESCENTE ABUSADO


Quiroga, Susana Estela; Grubisich, Griselda ...................................................................................................................................196

DIFICULTADES EN EL DIAGNÓSTICO Y EN EL TRATAMIENTO DE PACIENTES QUE CONSUMEN DROGAS


Ressia, Iris Del Valle; Sánchez, María De Los Ángeles; De Gregorio, Martha Elena; Milán, Teresita Ana .....................................201

ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO EN PACIENTES CON TRASTORNOS


DE ANSIEDAD Y UNA MUESTRA DE CONTROLES COMUNITARIOS
Rodríguez Biglieri, Ricardo; Colombo, María Cecilia; Rinaldi, Federico Bruno; Vetere, Giselle ......................................................205

UN ADULTO CON ATAQUE DE PÁNICO. LAS CONSECUENCIAS DE UN TRAUMA TEMPRANO OLVIDADO


TRATADO CON EMDR
Rodriguez De Behrends, Marisa ......................................................................................................................................................210

INCESTO Y VÍNCULO EN EL FILME LA CELEBRACIÓN


Romero, Roberto Raúl .....................................................................................................................................................................213

ROMPENDO O CICLO DE VIOLÊNCIA DOMÉSTICA


Rosa, Larissa Wolff Da; Falcke, Denise ...........................................................................................................................................218

SÍNDROME DE PETER PAN, TRASTORNO NARCISISTA DE UNA ÉPOCA


Rossi, Antonella; Rubiolo, Valentina . ...............................................................................................................................................223

COMORBIDADE NO TRANSTORNO DE PERSONALIDADE COMPULSIVA


Sales, Eleni; Sousa, Heloísa Karmelina Carvalho De ......................................................................................................................226

ATENCIÓN PSICOLOGICA EN UN HOSPITAL: UN CASO SOBRE FENOMENOS PSICOSOMÁTICOS


Salgado, Matías ...............................................................................................................................................................................229

LA ESTABILIZACIÓN EN LAS PSICOSIS Y EL ACTO ANALÍTICO


Salinas, Laura ..................................................................................................................................................................................234

URGENCIA Y DISCURSOS
San Miguel, Tomasa .........................................................................................................................................................................238

DE LA RESISTENCIA AL DECIR PATERNO


Sánchez, Jimena ..............................................................................................................................................................................241

¿HIJOS DEL RIGOR? MANDATOS, ELECCIONES Y HÁBITOS


Santinelli, Estefania Oriana ..............................................................................................................................................................246

AUTOESTIMA, MIEDO A LA EVALUACIÓN NEGATIVA Y PERFECCIONISMO: UN ESTUDIO COMPARATIVO


EN POBLACIÓN CLÍNICA Y EN POBLACIÓN GENERAL
Scotti, Delfina; Sansalone, Paula Andrea; Borda, Tania ..................................................................................................................249

HABILIDADES SOCIAIS EM CRIANÇAS COM SÍNDROME DE ASPERGER: UMA REVISÃO BIBLIOGRÁFICA


Silva De Lima, Camilla Danielle .......................................................................................................................................................253

SADE, LA ÉTICA Y EL GOCE ABSOLUTO. ACERCA DEL FILM “LETRAS PROHIBIDAS”


Smud, Martín ....................................................................................................................................................................................258

ESTUDIO CLÍNICO DE UN GRUPO DE PADRES EN PSICOTERAPIA PSICOANALÍTICA DE GRUPOS PARALELOS


Taborda, Alejandra; Toranzo, Elena .................................................................................................................................................261

Psicología Clínica y Psicopatología 7


UNA MIRADA SOBRE LA INTERPRETACIÓN EN LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA
Tausk, Juan ......................................................................................................................................................................................264

EL ROL DE LAS CONDUCTAS DE BÚSQUEDA DE SEGURIDAD EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD


Vetere, Giselle; Colombo, María Cecilia; Rinaldi, Federico Bruno; Rodríguez Biglieri, Ricardo.......................................................269

PROCESOS IMAGINATIVOS EN DIBUJOS DE NIÑOS CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE ANTES


Y DESPUÉS DEL TRATAMIENTO
Wald, Analía; Guerendiain, Natalia; Hamuy, Erica Nadia .................................................................................................................273

POSTERS

LA VIOLENCIA EN LA PAREJA: PREVALÊNCIA Y TIPOLOGÍA


Falcke, Denise; Rosa, Larissa Wolff Da ...........................................................................................................................................279

¿CÓMO PREGUNTAN LOS TERAPEUTAS? EL ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA Y EL ANÁLISIS


DEL COMPORTAMIENTO VERBAL
Maristany, Mariana ...........................................................................................................................................................................281

ANÁLISIS DE LA FUNCIÓN REFLEXIVA-RF EN GRUPOS DE ADOLESCENTES VIOLENTOS Y SU COMPARACIÓN


CON EL MODELO DE CICLO TERAPÉUTICO- TCM
Quiroga, Susana Estela; Cryan, Glenda ..........................................................................................................................................282

RELACIONES INTERPERSONALES Y EL CHAT COMO NUEVO MODO DE COMUNICACIÓN.


UN ESTUDIO EXPLORATORIO EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE SAN LUIS
Tapia, María Lourdes; Cornejo, Marqueza .......................................................................................................................................285

RESUMENES

EL DEVENIR NIÑO Y ADOLESCENTE. VIOLENCIA, FUNCIONES PARENTALES Y SUS EFECTOS DE PODER


Altobelli, Hernan Rodrigo; Grassi, Adrián .........................................................................................................................................291

TRASTORNOS ALIMENTARIOS Y PERFECCIONISMO EN MUJERES ADOLESCENTES Y ADULTAS JÓVENES


Cruz, Guido Salvador; Leonardelli, Eduardo; Scappatura, María Luz .............................................................................................292

RIESGO DE TRASTORNO ALIMENTARIO Y PERFECCIONISMO EN NIÑOS Y NIÑAS ESCOLARIZADOS


Elizathe, Luciana; Murawski, Brenda María; Lievendag, Leonora; Diez, Marina; Barrios, Raúl Miguel; Cruz,
Guido Salvador; Rutsztein, Guillermina ...........................................................................................................................................293

ROL DEL CONTROL ESFORZADO EN EL DESARROLLO DEL DÉFICIL ATENCIONAL: UNA REVISIÓN
Hoffmann S., Marianela; Pérez Ewert, J. Carola . ............................................................................................................................294

DIAGNÓSTICO COMPRENSIVO DE NIÑOS CON ANOREXIA NERVIOSA


Jafelice, Giovana; Tardivo, Leila . .....................................................................................................................................................295

RED DE APOYO SOCIAL Y TURNO PSICOLÓGICO EN EL INSTITUTO DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD


DE SÃO PAULO (IPUSP): SERVICIOS AL SERVICIO DE ALUMNOS Y COMUNIDAD
Meza Mosqueira, Sáshenka; Tognetti Penha Morato, Henriette ......................................................................................................296

VIOLENCIA DE GÉNERO: TIPOS DE VIOLENCIA E INDICADORES DE PSICOPATOLOGÍA EN MUJERES


MALTRATADAS POR SU PAREJA
Miracco, Mariana; Lanzillotti, Alejandra; Kasangian, Laura Virginia; Lago, Adriana ........................................................................297

LA INTERNALIZACIÓN DEL IDEAL DE DELGADEZ EN LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS


Murawski, Brenda María; Elizathe, Luciana; Rutsztein, Guillermina ................................................................................................298

EVALUACIÓN DE MODALIDADES DE INTERVENCIÓN EN EL ÁMBITO PÚBLICO PARA POBLACIÓN CON


TRASTORNO DE PÁNICO
Quesada, Silvia; Muzzio, Gabriela; Arano, María Paula ..................................................................................................................299

PERFECCIONISMO ADAPTATIVO Y DESADAPTATIVO EN TRASTORNOS ALIMENTARIOS


Scappatura, María Luz; Arana, Fernan ............................................................................................................................................301

8 Psicología Clínica y Psicopatología


ABORDAJE DE UNA POSICIÓN SUBJETIVA
EN UNA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCIONAL
A LA EXPERIENCIA DEL EMBARAZO COMO
BARRA-DURA DE LA MUERTE. VIÑETA CLÍNICA
Antequera, Mariela Mercedes; D’ Amato, Claudio Hernán; Dabini, Marta Carmen
Hospital Nacional Profesor Doctor Alejandro Posadas. Argentina

RESUMEN vention which is the enigmatic signifier that opens the


INTRODUCCIÓN: Determinar las funciones en una question about the desire, by allowing the subject a new
constelación familiar dis-funcional puntualizando la con- position in language.
flictiva desde las coordenadas del Movimiento y la Difi-
cultad definidas en el Seminario X de Jacques Lacan. Key words
OBJETIVOS: Identificar y analizar variables que inter- Systematise Crisis Signifier Historicizing
vienen en el tratamiento. Sistematizar formas de inter-
pretación y posibilidades de encausar una construcción
adecuada. Normalizar usos psicológicos para preven-
ción y tratamiento. MATERIAL Y MÉTODO: Viñeta Clí- INTRODUCCIÓN:
nica. Paciente de 24 años. Sexo masculino. Sufre una Desde una estructura familiar conflictiva y en relación a
crisis cuando su esposa cursa embarazo de cuatro me- las consecuencias del deseo materno y sus incidencias
ses. RESULTADOS: Aunque después de seis meses de en la vida del sujeto, se efectúa una articulación teórico-
tratamiento deja de beber, todavía no tiene un lugar clínica a partir del recorte de un Caso, intentando preci-
masculino posible: aún se muestra sumiso y temeroso, sar la problemática del paciente en torno a la muerte. El
sin poder enfrentar totalmente el universo femenino-fa- presente trabajo plantea la dificultad de penetrar en el
miliar que lo rodea. CONCLUSIONES: La rectificación discurso de un paciente que en principio se asume co-
subjetiva como historización propia se ha dado por la in- mo a-dicto al alcohol y manifiesta el embarazo avanza-
tervención psicoanalítica que es el significante enigmá- do de su mujer con una fuerte sensación de pérdida.
tico que abre la pregunta sobre el deseo, al permitirle al Es preciso señalar que se abordará el relato del paciente
sujeto una nueva posición en el lenguaje. desde las particularidades discursivas del Caso, en con-
sonancia con las cuestiones teóricas pertinentes que se
Palabras clave pretendan ahondar en el desarrollo de la temática.
Sistematizar Crisis Significante Historización A partir del texto de S. Freud “Inhibición, Síntoma y An-
gustia” y teniendo en cuenta las coordenadas del Movi-
ABSTRACT miento y la Dificultad definidas por J. Lacan en el Semi-
APPROACH TO A SUBJECTIVE POSITION IN A nario 10: “La Angustia” (1962-63), se puntualizará en el
DYSFUNCTIONAL FAMILY STRUCTURE TO THE vector de la dificultad, donde el autor introduce el térmi-
EXPERIENCE OF PREGNANCY AS BAR-HARD OF no embarazo definido en el vector que va desde la Inhi-
DEATH. CLINICAL VIGNETTE bición al impedimento y al embarazo, que a su vez se
INTRODUCTION: Determine the roles in a dysfunction- ubica en la columna de la angustia -en la dimensión del
al family constellation specifying the conflict from the Movimiento-. Dice Lacan: “la dimensión de la dificultad
coordinates of the Movement and the Difficulty defined (…) desemboca en esa forma ligera de la angustia que
in the Jacques Lacan`s Seminar X. OBJECTIVES: Iden- se llama embarazo”. (pp. 12).
tify and analyze variables involved in the treatment. Sys- Hay cuestiones teóricas relativas al Caso, incluyendo
tematise ways of interpretation and possibilities to chan- una paradoja análoga entre el término embarazo intro-
nel a suitable construction. Standardize psychological ducido por Lacan y la experiencia concreta del embara-
uses for prevention and treatment. MATERIAL AND zo, en un sujeto en el que lo Real de esa vivencia refie-
METHOD: Clinical Vignette. Male patient aged 24. Suf- re a la muerte. En este sentido y para este paciente el
fers a crisis when his wife attends four months pregnant. embarazo funciona como experiencia de barra-dura de
RESULTS: Although after six months of treatment he muerte.
stops drinking, he doesn`t have a possible male place: Funciones en la estructura familiar: Cuando una pa-
still shows himself submissive and fearful, unable to reja decide tener un hijo, el hijo puede ocupar diferentes
face the female-familiar universe that surrounds him. lugares. Lo esperable es que ocupe el lugar de hijo, pe-
CONCLUSIONS: The subjective rectification as own ro también puede sustituir a un hermano ausente, un
historicizing will be given by the psychoanalytic inter- padre añorado, un hijo muerto o lo que le falta a la mu-

Psicología Clínica y Psicopatología 9


jer para creerse completa. Esta posición va a determi- la dificultad (Muñoz, 2009) diciendo: “es muy exacta-
nar parte de la historia de ese sujeto. Desde el naci- mente el sujeto S revestido de la barra (…) la alusión
miento, por el estado de indefensión humano, el niño más directa de la barra (bara) como define embarazo en
debe ser cuidado y alimentado por su madre con abso- tanto el sujeto está atravesado por la barra. Al paciente,
luta dedicación. Esta conducta produce en ambos y en el embarazo de su mujer, le recuerda aquel embarazo
el vínculo, la ilusión de ser uno. que perdieron años atrás. Aunque es esta misma situa-
Realmente es el padre quien debería separarlos desde ción de embarazo la que, revestido de la barra, lo anula
la prohibición del incesto, en tanto pone límites a la ma- como sujeto: funciona entonces como una experiencia
dre con respecto al hijo y viceversa. Entonces, el padre de barra-dura de muerte. No muestra alegría, se pre-
representa la Ley: ordena, limita y normativiza la familia. ocupa porque es varón como aquélla vez que lo perdió.
Reclama a esa madre como mujer y prohíbe a esa mu- Lejos de funcionar como unión de la pareja, el embara-
jer para el hijo. Obviamente, ejercerá esa función cuan- zo los distancia más. ¿Qué hay más allá de esta triste-
do la madre se corre del lugar de omnipotencia que ocu- za por la pérdida de un hijo anterior? ¿Es angustia?
pa respecto al hijo. Sin este movimiento, el hijo queda El paciente vive en el fondo de la casa de sus padres, es
en posición dependiente respecto a su madre, cuestión hijo único. Su madre le dice que la va a matar por los
que puede perpetuarse hasta la adultez. Es función del disgustos, porque toma, contesta, explota. Su mujer
padre propiciar la identificación que habilita a su hijo a también sufre de disgustos que dice él le provoca. Am-
desear, ya no sólo a su madre, sino a otra mujer “como bas lo responsabilizan de todo. Su madre lo invade, en-
ella”. En este sentido, facilita su entrada a lo exogámico. tra a su casa -que siempre está sin llave- saca lo que
En el Caso establecido a continuación, el padre instau- necesita sin pedirlo, irrumpe en su vida, sin poder dife-
ró una precaria función de separación del hijo respecto renciar entre lo que le es propio y lo que no le pertene-
a la madre, siendo insuficiente para que el sujeto reco- ce. Parece que D. queda capturado por esta madre
nozca su deseo singular. El paciente queda atrapado en completa y poderosa.
las redes de una madre que no lo puede soltar y a la que En la consulta se presenta prolijo, educado, respetuoso.
deberá complacer. Para ella su hijo lo es todo, en tanto Se lo observa algo atemorizado, triste. No puede soste-
es suyo. Eso facilita la falla del padre. ner la mirada, baja la cabeza constantemente. ¿Existe
Es preciso señalar que en el Seminario 10, Lacan esta- relación entre esa mirada cabizbaja y el Estadio del Es-
blece en la dimensión del movimiento a la angustia en el pejo, momento fundante y de sostén en los primeros
último lugar, donde coinciden los máximos de ambos años de la vida de todo sujeto?
vectores (Muñoz, 2009). El embarazo, como forma ex- En el transcurso del análisis, se mantiene distante y a
periencial de la castración, se posiciona en la misma cualquier intervención responde acatando, obediente,
columna de la angustia y del pasaje al acto, término que como si la palabra del Otro lo capturara, como si no
queda en medio y que será abordado más adelante. existiese la posibilidad de disentir, como si él no existie-
ra. Así funciona en su núcleo familiar.
OBJETIVOS: En otra sesión dice: “A mi señora ya no la amo, me se-
Identificar y analizar variables que intervienen en el trata- paré varias veces, pero después no me deja ver a la ne-
miento. Sistematizar formas de interpretación y posibili- na”. Cualquier intento de separación de su esposa, es
dades de encausar una construcción adecuada. Norma- castigado con distintos tipos de “venganza”, a través de
lizar usos psicológicos para prevención y tratamiento. las prohibiciones de ver a su hija.
En ese primer momento, D. tenía un oficio: trabajó en el
MATERIAL Y MÉTODO: empaque de un comercio varios años. Sin embargo, de-
Buscando un lugar: se presenta a la consulta D., 24 jó el trabajo en el verano de 2009, porque consideraba
años, sexo masculino y manifiesta consumo de alcohol injusto que no le dieran permiso para venir al tratamien-
desde los 16 años. Llega al Servicio de Psicología del to psicoterapéutico en el Hospital. Esto que parece un
Hospital Posadas derivado por Neurología. Comienza intento de salvaguardar algo de sus derechos, en reali-
tratamiento psicoterapéutico. D. está casado, hace 5 dad estuvo en función de rea­segurarse, un lugar al lado
años. Tiene una hija de 3 años y al momento de consul- de su madre. Desde que no trabaja, plancha camisas
tar, su esposa estaba embarazada de 8 meses. En las en la casa de ella. Todos planchan: su madre, su espo-
primeras entrevistas hace referencia a sus miedos por sa y también su padre, un hombre inexistente, ex alco-
el bebé que esperan, esencialmente desde que sabe hólico.
que es varón, porque hace 2 años su esposa tuvo un Según lo expresado por Lacan en el Seminario 5, en es-
varón sietemesino que nació con malformaciones y fa- te punto queda “la posición del padre en el Orden Sim-
lleció unos días después. D. dice: “Ella siempre me bólico”, ocupando el lugar del objeto imaginario para sa-
echó la culpa de la muerte del bebé, por los disgustos tisfacer el deseo de la madre. D. no logra salir del lugar
que yo le provocaba du­rante el embarazo”. signado a los hombres de su familia: nulo, enfermo,
En este punto, es importante señalar la referencia de J. muerto. Se deprime, se plan­cha. La madre le reprocha
Lacan del Seminario 10: “La Angustia”, cuando introdu- haberlo tenido.
ce las coordenadas del Movimiento y la Dificultad, pro- Al tiempo, se entera que ella se hizo seis abortos y no
pone el término embarazo (embarras) como extremo de sabe si él también fue parte de uno de esos intentos.

10 Psicología Clínica y Psicopatología


Llora. Surge angustia como afecto displacentero (Freud, que el intentar obtener un lugar propio tendrá un costo, la
1925) y en tanto tal, se compone por actos de descarga vida de alguien. Pero, ¿él es alguien? En esta paradoja,
frente al aumento masivo de estímulos, que a falta de cambia su vida por la del otro. Existe una dualidad en la
descarga específica se liga a un síntoma y refiere a la que sólo puede vivir uno, hay UN lugar.
angustia de castración: el peligro es el deseo del Otro.
A partir del descubrimiento de los abortos de la madre, RESULTADOS:
para D. este deseo materno que gira en torno al repro- Pasaron alrededor de seis meses de Tratamiento. D.
che de “haberlo tenido” -o no haberlo abortado-, es un hace varios meses dejó de tomar, dejó de consumir al-
peligro latente y constante de muerte. cohol. Aunque ahora es su hijo varón, de pocos meses
Otra vez y paradójicamente se articula el concepto de de vida, quien se ahoga: padece bronco-espasmos por
embarras de Lacan, el embarazo de su madre, el de su las noches y fue internado varias veces por eso mismo.
esposa, la posibilidad de muerte por pérdida o aborto. Su familia lo responsabilizó de la enfermedad del bebé,
En D. el embarazo como experiencia de barra-dura de porque al decir de ellos, citados por el paciente: “mi mal
muerte, significa estar revestido por la bara de la muer- carácter y mi mala onda lo afecta”. Así, D. afirma que
te, el extremo de la castración: él es, en vida, un aborto consiguen lo que parecían buscar ¿él o ellos?: se sien-
más de su madre. Incluso su esposa funciona como su te culpable, atiborrado de problemas y discusiones.
madre: anulándolo. ¿Cuál es el lugar de los hombres allí?
Desde aquí, surgen interrogantes: ¿D. es el sobrevi- En 1915 con el artículo “La represión”, S. Freud introdu-
viente de un “holocausto”, representando a su vez a los ce el concepto de placer como producto de deseos edí-
hijos muertos? ¿Qué lugar ocupó D. para esta madre picos y vivido en displacer en los dominios yoicos. El
que parece decidir como una especie de Nerón quién destino de la pulsión es despojado de su fin, vía prohibi-
vive y quién muere? ¿Será que siente que no merece vi- ción del incesto. Con esta ecuación, S. Freud posiciona
ve por no haber sido deseado y por eso es tan sólo un a la represión como vía regia del devenir del sujeto de-
sobreviviente? seante. También ubica a la represión como complemen-
D. intentó suicidarse, se ató a una soga hecha de sába- to purificado de los dos destinos de la pulsión que domi-
nas anudadas y se tiró de la terraza. Cayó sobre el folla- nan los procesos dinámicos: “transformación en lo con-
je de unos árboles, y otra vez vuelve a sobrevivir. Pare- trario y orientación hacia el propio sujeto” (p 1040).
ce vivir entrampado en una siniestra dualidad: “Mata o D. se muestra sumiso, obediente, temeroso de conec-
se mata”. tarse con lo que siente, como garantía y rease­guro de
En este sentido, introducido por Lacan en la Clase 6 del cumplir con el deseo de su madre, completarla y com-
Seminario 10, funciona el término “pasaje al acto”, con- placerla. Quizás, obedece a la madre para no odiarla y
cepto límite entre embarazo y angustia. Es notoria la ar- el destino de este odio es vuelto contra sí mismo: se
ticulación del paciente con esta definición que Lacan destruye, busca un lugar en la muerte por no encontrar
precisa como la extremada barra-dura del embarazo, el un sitio en la vida.
embarazo llevado al grado mayor de barra-dura. S. Freud en “Inhibición, síntoma y angustia” (1923)
D. intenta llevar a cabo el acto de muerte que no provo- enuncia: “la significación de todo síntoma es fálica” (p.
có su madre durante el embarazo de él: su propio abor- 1225), se refiere a la castración, a la angustia de castra-
to. El embarazo para D. significa muerte. En principio ción. Desde aquí, J. Lacan señaló la solidaridad entre la
este nuevo embarazo de un varón le recuerda al hijo estructura del síntoma y la metáfora, bisagra resuelta
que perdió y a él mismo. Así, surgió angustia como for- en la articulación con una metáfora fundamental: la pa-
ma de tristeza o displacer (Freud 1925). Sin embargo, terna, que permite una estabilización y un punto de sutil
avanzando en el análisis, D. descubre los abortos de su entramado entre significante y significado. Por eso, la
madre y llora, se angustia. Es el segundo momento, la metáfora paterna es la resolución edípica y eso concier-
angustia es certeza y no engaña, el embarazo es para ne a la operación misma de la castración. Se anudan
él la posibilidad de muerte: indica su propia experiencia síntoma y castración: el objeto, fundamentalmente sig-
del embarras, él mismo revestido de la barra-dura de nificante, suple la falta del Otro, allí donde eso sea ne-
muerte por los abortos de su madre y se inviste el em- cesario. La producción de este significante en el sínto-
barazo de su mujer, de su propio hijo, como posibilidad ma, se debe a la operación insuficiente del Nombre-del-
de muerte. Padre en la metáfora paterna, cuyo defecto suple, gene-
Dice que mata a su madre a disgustos, a su esposa, a su rando así una variante -en el síntoma- de la significa-
hijo. Mata si se permite transitar el camino de su deseo, ción fálica metafórica, al no conseguir efectuar bisagra
correr-se de esta alienación. Si se resigna a ese lugar, es desde el deseo de la madre al nombre del padre como
él el que muere, ahogándose en alcohol o colocando una Ley.
soga alrededor de su cuello o planchándose. ¿Todos Esto acontece desde que el paciente percibe que algo
planchan o lo planchan? En este sentido, D. con el alco- de lo que le ocurre no le pertenece sino que viene del
hol “se las toma”. Por eso, se asume como a-dicto al al- Otro y suple la falta del Otro. Aquí puede advertirse clí-
cohol, etimológicamente a-dicción refiere a no-decir: nicamente que lo materno no da lugar al padre en tanto
anula sus palabras ahogándose. En lo explícito, D. mues- función, busca algo que devorar, que puede ser el suje-
tra que no tiene lugar: no habla, no opina, no existe. Cree to generando dificultades, tales como inhibiciones limi-

Psicología Clínica y Psicopatología 11


tantes de las funciones yoicas. Así, se une en la fila de BIBLIOGRAFÍA
la Inhibición, el término embarazo-embarras articulado 1. Freud, Sigmund (1915): “La Represión”. Tomo I. Obras Comple-
a la historia del paciente. tas. Traducción López-Ballesteros. España: Nueva Madrid. 1968.
2. Freud, Sigmund (1925): “Inhibición, Síntoma y Angustia”. Tomo
CONCLUSIONES: I. Obras Completas. Traducción López-Ballesteros. España: Nue-
La familia desde el origen: en la familia así descripta, va Madrid. 1968.
las dificultades en las interacciones con conductas de 3. Freud, Sigmund (1968): “El final del Complejo de Edipo”. Tomo
rechazo afectivo, constituyen un factor fundamental y II. Obras Completas. Traducción López-Ballesteros. España:
provocan sentimientos encontrados que van desde la Nueva Madrid. 1968.
pena, perplejidad, vacío, desconcierto, culpa, etc. Hay 4. Lacan, Jacques (1938): “La familia”. Argentina, Editorial Argo-
familias donde los hijos soportan una conflictiva básica, nauta, Biblioteca de Psicoanálisis. 2003.
que se repite, se cronifica, se ofrece sin salida y por eso 5. Lacan, Jacques (1954-55): El Seminario. Libro 2: “El Yo en la
predispone a los actos suicidas. Hay un manejo contra- Teoría de Freud y en la Técnica Psicoanalista”, Buenos Aires,
dictorio de la separación de los hijos: le exigen autono- Paidós, 2004.
mía, madurez y simultáneamente obturan su indepen- 6. Lacan, Jacques (1957-58): El Seminario. Libro 5: “Las forma-
dencia afectiva. ciones del inconsciente”, Buenos Aires, Paidós, 1999.
Resulta entonces que D. es una discontinuidad de da- 7. Lacan, Jacques (1960-64): “Posición del Inconsciente”, en
tos, pues él no sabe lo que dice, no logra apropiarse de Escritos 2, México, Siglo XXI, 1975.
su discurso porque cita siempre un Otro discurso, cau- 8. Lacan, Jacques (1962-63): El Seminario. Libro 10: “La Angustia”,
sa de la escisión, donde el lugar de la enunciación es el Buenos Aires, Paidós, 2005.
sitio propio del Inconsciente. Por eso, resignado y obse- 9. Lacan, Jacques (1964-65): El Seminario. Libro 11: “Los cuatro
cuente, lo que dicen su madre y su mujer, y él sólo repi- conceptos fundamentales del Psicoanálisis”, Buenos Aires, Paidós,
te. Repite actos del padre y palabras que siempre son 1973.
de mujeres: madre-esposa. D. se posiciona como emer- 10. Lacan, Jacques (1966): “Subversión del Sujeto y la dialéctica
gente dis-funcional de una familia establecida a partir del deseo en el Inconsciente Freudiano”, en Escritos 1, México,
Siglo XXI, 1971.
de la subordinación de los hombres a las mujeres, al de-
seo de su madre e inclusive funciona así con su mujer. 11. Lacan, Jacques (1975-76): El Seminario. Libro 23: “El Sintho-
Lacan en “La familia” (1938) plantea que la función pa- me”, Buenos Aires, Paidós, 2006.
dre y la función madre se mueven al unísono, siendo “la 12. Lacan, Jacques (1977): “Apertura de la Sección Clínica de
madre la que funda al padre” (p.66). Vincennes”, por Jacques-Alain Miller. Publicado en Ornicar?
En este sentido, D. durante el análisis logró interrogar lo
que se “inventó” como causa, para justificar su existen-
cia y la de su familia. Consume alcohol al igual que su
padre y como padre, sumiso ante su esposa, es respon-
sable de la muerte de su/s hijo/s. La rectificación subje-
tiva como historización propia, se ha dado por la inter-
vención psicoanalítica, significante enigmático que se
ofrece a la interpretación del paciente, abriendo la pre-
gunta sobre el deseo: Ché voi?, enlazado al deseo del
Otro. D. se dice a-dicto, pero no-dice: aún no logra dar-
le contenido histórico-parental al que ese síntoma se re-
fiere: el hijo al igual que su padre, se ahoga. No hay ela-
boración sin memoria: simbolizar re-significa la pre-his-
toria familiar creando subjetivación y articulando los di-
chos (Lacan, 1938).

12 Psicología Clínica y Psicopatología


ARTETERAPIA: SUS FUNDAMENTOS Y BENEFICIOS
DE APLICACIÓN EN LA PSICOSIS
Aranguren, María; León, Tania Elizabeth
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) - Centro de Investiga-
ciones en Psicología y Psicopedagogía (CIPP) - Facultad de Psicología y Psicopedagogía. Pontifi-
cia Universidad Católica Argentina

RESUMEN
El objetivo del presente trabajo es realizar un abordaje Arteterapia.
del arteterapia como técnica capaz de ser utilizada en 1.1. Contextualización.
cualquier tratamiento psicoterapéutico por profesiona- Prinzhorn fue uno de los primeros interesados en el es-
les formados en dicha especialidad. Especialmente, el tudio de la expresión artística de los pacientes psicóti-
foco estará puesto en la utilidad del arteterapia y sus cos, publicando en 1922 un libro llamado La producción
beneficios en el tratamiento de pacientes psicóticos. de imágenes del enfermo mental (Die Bildnerei der
Para ello, se hará una breve mención a la historia de es- Geisteskranken). En este libro, describe seis pulsiones
ta especialidad, la modalidad de trabajo del artetera- básicas en las imágenes del esquizofrénico: hacia la ex-
peuta, y las particularidades que pueden observarse en presión, el juego, la ornamentación compulsiva, el or-
su aplicación en la psicosis. Se tendrán en cuenta prin- den pautado, la copia obsesiva y el simbolismo. En la
cipalmente, los aportes de Winnicott y Paín y Jarreau en época nazi, esta investigación quedó confiscada bajo el
relación a la temática propuesta. rótulo de arte degenerado, y fue asociado a las perver-
siones morales, la locura y las taras físicas. Luego de la
Palabras clave posguerra, crece considerablemente el interés por el
Arteterapia Creatividad Tratamiento Psicosis arte psicótico, revalorizando la humanidad y dignidad
del individuo (Atienza, 2007).
ABSTRACT Es a partir del año 1940 que empiezan a tener lugar una
ART THERAPY: THEORY AND BENEFITS OF ITS serie de circunstancias y cambios que van a confluir en
APPLICATION IN PSYCHOSIS TREATMENT la formación de lo que hoy se denomina como artetera-
The aim of this work is to present a brief review of art pia. Entre estos cambios es de relevancia el desarrollo
therapy as a special psychotherapeutic technique that del psicoanálisis y, en su conjunto, de la psicología como
can be used by any professional trained in this area. ciencia particular, promoviendo el interés en diferentes
The focus will be in the usefulness of art therapy and its entornos clínicos y psicopedagógicos. En este sentido,
benefits in treating psychotic patients. Although, we se ha de mencionar las investigaciones de Decroly, Fei-
don’t pretend to replace the traditional therapies -phar- net, Montessori, Steiner, Lowenfeld, (Harms, 1975; Paín
macological and psychotherapy treatments-, we think y Jarreau, 2006) y Vygotsky (1971/2006), relacionadas
art therapy can be a fruitful practice for working with con el desarrollo de la expresión y de la imaginación en
these patients as a complementary strategy. Also we la infancia. Esto trae también aparejado el estudio de las
give a brief mention of the history of this specialty, the producciones artísticas de los pacientes y de los niños en
working style, and some particularities in using this desarrollo. Por otro lado, las consecuencias devastado-
technique with psychotics. For this end there are taken ras de dos guerras mundiales para miles de personas
into account the contributions of Winnicott and Paín and afectadas fomentaron la búsqueda de nuevas formas de
Jarreau, among other authors, in relation to the pro- tratamiento para el padecer psíquico y físico de los con-
posed theme. sultantes (www.arteterapiaforo.org).
Uno de los primeros en utilizar el término de arteterapia
Key words fue Adrian Hill quien en 1942, luego de una larga conva-
Art-therapy Creativity Treatment Psychosis lecencia, acuñó este término para referirse al proceso
mediante el cual las personas al expresarse por medio
de la actividad artística experimentaban un mayor bien-
estar. También publica el libro Art is an aid to illness: an
experiment in occupational therapy (Hill, 1943), el cual
junto con Art and regeneration (Petrie, 1946) se consi-
deran los libros pioneros en esta disciplina (citados en
Pacheco, s.f.). Prosiguiendo estos autores, siguen los
aportes de Naumburg (1947) y de Kramer (1950) ambas
identificadas como las principales fundadoras del arte-
terapia. Naumberg realizó su trabajo desde el abordaje

Psicología Clínica y Psicopatología 13


psicoanalítico, utilizando el proceso artístico de manera mediante el cual podrá simbolizar y elaborar los conflic-
sistemática para la expresión y elaboración de los con- tos o problemas que presente. Es necesario aclarar que
flictos intrapsíquicos. Según la autora, cuando los pa- la función del arteterapeuta dependerá también de las
cientes lograban representar simbólicamente sus expe- inquietudes o problemáticas que el consultante traiga al
riencias profundas, a través de la proyección en el papel espacio de trabajo. Para realizar su trabajo, el artetera-
de sus conflictos, podían luego acceder una articula- peuta deberá contar con disposiciones y conocimientos
ción verbal de los mismos. El trabajo de Kramer, en específicos que corresponden a tres áreas: a) técnicas
cambio, no se centralizaba ya en los contenidos incon- de las actividades plásticas; b) psicología de la repre-
cientes sino en la capacidad terapéutica del proceso y sentación y de la expresión y del arte y, c) significado e
de la actividad artística en sí misma. historial (Paín y Jarreau, 2006). Esto no significa que el
En la década del ’60 se empiezan a formar las primeras arteterapeuta deba ser un especialista en cada uno de
asociaciones de arteterapeutas, orientadas a reunir los los aspectos mencionados sino que debe contar, al me-
distintos profesionales dedicados a esta disciplinas y fo- nos, con cierto entrenamiento y ejercicio de los mismos.
mentar su estudio y desarrollo. Se destacan entre ellas la Esto será necesario para poder conocer las particulari-
Societé Française de Psychopathologie de l’Expression dades de cada una de las técnicas empleadas y sus
(Francia), la British Association of art Therapists (BAAT - efectos sobre el proceso de creación de cada consul-
Reino Unido) y la American Art Therapie Association tante. Aunque cada profesional puede tener sus prefe-
(AATA - EEUU). rencias respecto de algunas técnicas plásticas, es ne-
Tal como puede observarse el arteterapia es un aborda- cesario tener un conocimiento amplio para poder dirigir
je relativamente novedoso en el ámbito de las psicotera- un taller pluridisciplinario y motivar a los pacientes para
pias. Algunos autores consideran que puede ser toma- que sean capaces de explorar y utilizar todos los mate-
da como una psicoterapia específica y otros autores riales. Desde el punto de vista de la psicología, debe te-
consideran que es una técnica de intervención aplica- ner una formación teórica suficiente que le permita eva-
ble en cualquier psicoterapia. Según la BAAT (citado en luar el comportamiento de los participantes tanto desde
Ruddy y Milnes, 2008), el arteterapia se define como “el un punto de vista funcional como evolutivo. Esto con el
uso de materiales artísticos para la autoexpresión y la objetivo de detectar y distinguir entre los posibles obstá-
reflexión en presencia de un arteterapeuta entrenado” culos en el trabajo esperables debido al momento evo-
(p. 2), siendo el objetivo principal del profesional facilitar lutivo que atraviesa la persona y las dificultades referi-
el cambio y el crecimiento del paciente, promoviendo un das a distintos cuadros psicopatológicos o problemáti-
ambiente seguro y facilitador. cas vitales.
Para Paín y Jarreau (2006) el término de arteterapia ha- En relación al tipo de intervenciones que puede realizar
ce referencia, generalmente, a “todo tipo de tratamiento el arteterapeuta, éstas dependerán de las condiciones
psicoterapeútico que utilice como mediador la expre- del tratamiento y de la formación teórica de cada profe-
sión artística -danza, teatro, música, entre otros-.” (p. sional. Así, algunos arteterapeutas prefieren evitar las
11). Sin embargo, las autoras prefieren reservar el tér- interpretaciones de raigambre psicoanalítica mientras
mino de arteterapia para referirse sólo a aquellas inter- que otros optan por realizarlas si las condiciones de tra-
venciones que impliquen la utilización de artes visuales bajos son las adecuadas. Paín y Jarreau (2006) señalan
o plásticas -pintura, grabado, modelado, diseño, más- a este respecto que cuando los horarios de trabajo son
caras, títeres-, identificando las demás expresiones ar- cambiantes, los grupos abiertos y la asiduidad y conti-
tísticas con sus respectivas modalidades terapéuticas: nuidad del trabajo no está garantizada es preferible evi-
musicoterapia, expresión corporal o danza movimiento tar las interpretaciones y, en cambio, sí realizar señala-
terapia, escritura terapéutica, entre otras. mientos de apoyo dirigidos a acompañar a los sujetos
El arteterapia es considerada en el presente trabajo co- en su trabajo, promoviendo así una relación positiva en-
mo una modalidad de intervención que se ubica dentro tre arteterapeuta y consultante. En contraposición,
del grupo de las psicoterapias de apoyo. La terapia de cuando se cuenta con un ambiente seguro o un marco
apoyo es una “terapia dirigida a largo plazo, para poten- controlado desde donde poder intervenir, el arterapeuta
ciar al máximo las fortalezas del paciente; restaurando puede realizar interpretaciones más agudas acerca del
su equilibrio psicológico y reconociéndolo, pero tratan- material y fomentar una relación profunda con el pa-
do de minimizar la dependencia hacia el terapeuta” (Ha- ciente.
felin, 2008, p.38). Este tipo de terapia tiene como obje- Una de las características principales del trabajo por
tivo ayudar al paciente a adaptarse a factores de vida medio de las artes visuales y plásticas es su flexibilidad
estresantes, evitando el insight de deseos y defensas para ser adaptadas y utilizadas tanto en contextos tera-
inconcientes (Gabbard, 2009). Asimismo, es utilizada péuticos tradicionales (e.g. hospitales, geriátricos, con-
con frecuencia para tratar pacientes con serias debili- sultorios privados), sean individuales o grupales, así co-
dades yoicas siendo la construcción del yo es un aspec- mo también en intervenciones comunitarias (e.g. escue-
to esencial. las, universidades, barrios). Al ser utilizada en contex-
1.2. Arteterapeuta: Modalidad de trabajo. tos grupales, el arteterapia brinda la posibilidad de po-
El rol del arteterapeuta consiste en poder facilitar el pro- der intercambiar, compartir y construir experiencias de
ceso de creación del paciente o consultante, proceso socialibilización con otros, reconociendo la dimensión

14 Psicología Clínica y Psicopatología


psico-social-espiritual del hombre. Sin embargo, el nú- tratamiento interdisciplinario que aborde las diversas
mero de participantes debe ser limitado para permitir al áreas que se encuentran afectadas en la psicosis. En la
terapeuta estar atento al proceso creativo de cada uno actualidad, el foco de intervención principal es la psico-
de los sujetos. Además es necesario tener en cuenta terapia individual y farmacológica, siendo ambas aún
las edades y motivos de consulta de cada participante insuficientes para alcanzar los objetivos de un real tra-
en la conformación de los grupos. Esto es especialmen- tamiento interdisciplinario. Así, en este trabajo se inten-
te importante al trabajar con pacientes con trastornos ta evidenciar la gran utilidad del arteterapia como com-
graves, sean niños u adultos. Según Paín y Jerrau plemento en el tratamiento de pacientes con problemas
(2006) en general, cuando se trata de niños no es reco- mentales severos.
mendable involucrar más de un niño muy enfermo en un Como ya se señaló anteriormente, en la definición dada
grupo conformado por niños neuróticos o limítrofes. El por la BAAT la finalidad del uso de los materiales artís-
punto crítico en los psicóticos es que se trate de incluir- ticos es la expresión y reflexión acerca del propio esta-
los asegurándose previamente que la imagen que les do en presencia de un profesional entrenado. Esto hace
sea devuelta por el grupo les ayude a mejorar la propia referencia a que el arte es un lenguaje plástico y flexi-
y no lo contrario. ble, una vía de comunicación del paciente con su mun-
do interno (Res Tous, 2006). En la psicosis, la relación
2. Arteterapia y psicosis. con el mundo externo está alterada, por lo tanto, el arte
2.1. Algunas consideraciones generales. puede servirle al sujeto para comunicar sus sentimien-
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado tos, fantasías y temores, y puede servir al profesional
se puede decir que el rol del arteterapeuta es proveer al de la salud para entenderlo mejor y poder empatizar
paciente de lo que él no puede hacer por sí mismo, fun- con algunas de sus vivencias. De esta manera, el arte-
cionando como yo auxiliar. Las fantasías, temores y terapia funciona como mediadora entre el profesional y
sentimientos pueden ser expresadas de modo caótico, el paciente sirviendo a la unión y a la comunicación en-
por la sensación de fragmentación que manifiestan, en tre ambos.
especial, los pacientes psicóticos. El trabajo con estos En la definición de arteterapia anteriormente expuesta,
pacientes se orienta a ofrecer una estructura con tiem- también se hace mención al logro de los objetivos tera-
po, límites, adentro y afuera, promoviendo la internaliza- péuticos mediante la utilización de materiales artísticos.
ción de estos aspectos a nivel estructural. Se subraya esta característica ya que el uso de los ma-
Además, se ha de subrayar que la relevancia del estu- teriales artísticos permite, por un lado, amortiguar la in-
dio de la creatividad en la psicosis, está relacionada con tensidad de la relación que se establece entre el tera-
un cambio de mirada sobre la enfermedad mental ya peuta y el paciente, específicamente en la patología de
que, si bien es una enfermedad grave que produce un la que aquí se trata (Ruddy y Milnes, 2008). Implícita-
considerable deterioro cognitivo, afectivo, emocional y mente se incorpora también aquí el concepto de proce-
social, también se ha de reconocer que todas las perso- so terciario presente en la creatividad. Desde Winnicott
nas son poseedoras de un potencial, el cual siendo des- esto podría pensarse como fomentar el desarrollo de
plegado puede dar otro lugar o rol social al individuo una zona intermedia o espacio transicional, que pueda
dentro de la comunidad. Así, el arteterapeuta procurará propiciar la salud y la creatividad. Por otro lado, los ma-
favorecer el establecimiento de un lazo social, un víncu- teriales utilizados presentan un escenario privilegiado
lo con el paciente psicótico a través del cual se puedan para experimentar lo que Freud denomina el principio
incorporar y desarrollar múltiples aptitudes, entre ellas, de realidad y el principio de placer dado que “las leyes
la creatividad. En este sentido, Winnicott (1971/2005) de la materia y las leyes de la ideación estética deben
señala que en el caso de la enfermedad mental la crea- encontrar un lugar de acuerdo” (Paín y Jareau, 2006, p.
tividad no desaparece sino que se encuentra oculta. 20), favoreciendo de esta manera el contacto con la
Así, según dicho autor, en este grupo se pueden encon- realidad del paciente psicótico.
trar individuos cuya creatividad se halla replegada den- El objetivo general que esta disciplina persigue es que
tro de sí -pero no ausente-, y personas que son capa- el paciente crezca y logre un cambio a nivel personal.
ces de ver el mundo con mirada creadora a pesar de Esto se logra, en parte, sosteniendo al paciente -hol-
padecer una enfermedad mental. ding- a través de un ambiente facilitador en el cual pue-
Por otro lado, se hace necesario distinguir las cualida- da desplegar las potencialidades innatas que quedaron
des y particularidades del arte de las del arteterapia. El congeladas en su desarrollo por un mal manejo ambien-
hacer arte por sí mismo posee cualidades terapéuticas, tal (Winnicott, 1971/2005). Igualmente, es importante
pero su meta final es la realización de un producto esté- mencionar que para que se alcancen cambios terapéu-
tico. En cambio, en el arteterapia lo fundamental son la ticos se necesitan de determinadas intervenciones que
persona y el proceso creador en el que se sumerge el muchas veces traspasan el campo de la psicoterapia de
paciente para alcanzar los objetivos terapéuticos (Hafe- apoyo. Así, se torna nuevamente relevante la necesidad
lin, 2008). Esto no significa que el abordaje arteterapéu- de un tratamiento interdisciplinario para que el paciente
tico puede reemplazar el tratamiento tradicional de es- obtenga un mayor bienestar.
tas patologías. Más aún, para que sea alcanzado el ob- El ambiente suficientemente bueno, descrito por Winni-
jetivo re-socializador del arteterapia, se necesita de un cott, es propio del setting psicoterapéutico tradicional,

Psicología Clínica y Psicopatología 15


el cual se utiliza en algunos abordajes arteterapéuticos. jeto de una vivencia sentida como conflictiva o traumá-
Según Winnicott (1971/2005) los pacientes pre-depresi- tica. A la elaboración de esta vivencia se llega a través
vos, no tuvieron la posibilidad de experimentar confian- del logro repetitivo de insight. El insight etimológica-
za en los primeros objetos, en consecuencia, prima la mente significa ver hacia adentro, y es definido por Et-
desesperanza y la sensación de vacío. Para Winnicott, chegoyen y Klimovsky (1986/1993) como una nueva co-
la psicoterapia se funda con el vínculo, el cual debe nexión de significado que sirve justamente para apre-
constituir un vínculo de presencia y esperanza. La cons- hender una realidad a la que no se había podido tener
titución de dicha vincularidad, puede ser dificultosa pe- acceso hasta ese momento.
ro cuando se alcanza es reparadora. Para lograr esta- La psicoterapia de apoyo trata de evitar el insight -que
blecer una buena relación paciente- terapeuta, el tera- en condiciones adecuadas y de forma repetida llevaría
peuta, debe funcionar como yo auxiliar del paciente, a la elaboración-. Sin embargo, Gabbard (2009) aclara
dándole la seguridad al paciente de que será sostenido. que la psicoterapia de apoyo y la psicoterapia expresiva
Así, el paciente puede intentar confiar en el terapeuta, -orientada al insight y a la comprensión- no se presen-
abriéndose la posibilidad de que puedan tener lugar una tan de forma pura en ninguna psicoterapia. De hecho, la
secuencia de situaciones que no habían sido desarro- mayoría de las psicoterapias de apoyo constituyen un
lladas en la infancia. Lo que no tuvo lugar puede hallar- continuo en el que brindarán por momentos mayor in-
se en el encuentro con otro ser humano, teniendo en sight y comprensión. La cuestión es saber cómo y cuán-
cuenta que los seres humanos nacen con la disponibili- do apoyar y cómo y cuándo expresar (Gabbard, 2009).
dad a confiar (Nemirovsky,1999). Así, según el momento en que se encuentre la terapia
2.2 Efectos psicoterapéuticos del Arte-terapia se puede hacer énfasis en uno u otro aspecto. En este
Según la bibliografía revisada se destacan entre los sentido, Killick (1997) considera que el tratamiento de
efectos que el arte puede proporcionar a los individuos, estos pacientes se divide en dos grandes momentos: a)
los siguientes: a) conectar la experiencia subjetiva con cuando los objetos del arte funcionan como contenedo-
la realidad externa; b) promover orden, armonía, ritmo y res de las ansiedades psicóticas, pudiendo este perío-
proporción; c) producir catarsis y favorecer la clarifica- do durar años; b) cuando el paciente está listo para ha-
ción emocional, permitiendo dar forma e integrando blar de aquello que representó a través del arte o activi-
sentimientos contradictorios; d) orientar y dar sentido a dad artística llevada a cabo. En esta etapa, los elemen-
la realidad personal y al mundo mediante la utilización tos son llevados nuevamente a la mente del paciente
de símbolos y metáforas; e) estimular la imaginería y el pero de manera más ordenada, contribuyendo a la inte-
potencial creativo (Hafelin, 2008). En la expresión artís- gración de su ego. Si consideramos lo anteriormente
tica se favorece la flexibilidad de pensamiento, la bús- establecido, en la primer etapa habría que enfatizar los
queda de soluciones diferentes a los problemas y la ca- elementos de apoyo y en la segunda etapa elementos
pacidad de tolerar la ambigüedad. Además, debido al expresivos que puedan llevar al insight.
establecimiento de un setting terapéutico, fundado prin-
cipalmente en la constitución de un vínculo de presen- 3. Conclusiones.
cia y esperanza, se incluirán otros efectos provenientes En este trabajo se han abordado algunas característi-
directamente de las características de este abordaje. cas generales del arteterapia como una modalidad psi-
El arteterapia puede contribuir al fortalecimiento de las coterapéutica capaz de ser utilizada en diversos con-
diversas funciones yoicas, mejorando el sentido de com- textos y problemáticas. Especialmente se ha hecho re-
petencia y autoestima, es un espacio que permite conte- ferencia a la psicosis teniendo en consideración que la
ner la ansiedad psicótica y es un vehículo para la interac- misma representa un grave daño en la atribución del
ción. Reyes (2007), subraya la posibilidad de que a tra- sentido a la experiencia vivida, por lo cual el proceso te-
vés del arteterapia, los pacientes logren mejorar sus de- rapéutico debe orientarse principalmente hacia la esti-
fensas, reemplazándolas por algunas menos primitivas y mulación de las funciones yoicas, que permitan la dife-
más maduras. A su vez, esto propicia el desarrollo de un renciación entre lo interno y lo externo, entre realidad y
ego más maduro capaz de soportar mejor las demandas fantasía. El espacio transicional y su permanente como
del entorno. Por su parte, Rogers (1993) señala que el si pueden contribuir hacia un sentido de realidad. La ac-
hacer arte estimula la autoexploración ya que al estar en tividad en el arte es una invitación a hacer y compartir
contacto con colores, líneas y formas se dan movimien- durante el proceso terapéutico, en donde a partir del ha-
tos de la vida interna que permiten una mayor conexión cer se intentará hacer emerger el verdadero ser, la crea-
del sujeto consigo mismo y con el mundo. tividad y la salud.
En definitiva, el arteterapia puede fomentar el desarro-
llo de habilidades y estados psicológicos que pueden
inducir a algún cambio psíquico (Hafelin, 2008), preten-
diendo como resultado, una manera más saludable de
estar en el mundo. El cambio psíquico es un objetivo es-
pecífico de las psicoterapias expresivas, las cuales se
basan en el psicoanálisis clásico y se produce como re-
sultado de un proceso de elaboración por parte del su-

16 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA
Atienza, M. (2007). El arte que no sabe su nombre. Locura y
Modernidad en la Viena del siglo XX. Revista de la Asociación
Española Neuropsiquiátrica, 27, 445-464.
Etchegoyen, R. H., y Klimovsky, G. (1993). Los fundamentos de
la técnica psicoanalítica. Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo ori-
ginal publicado en 1986)
Gabbard, G. O. (2009) Psiquiatría Psicodinámica en la Práctica
Clínica. (Horigian, V. tr). Buenos Aires: Médica Panamericana.
Hafelin, P. (2008) ¿Puede la actividad plástica ayudar en el trata-
miento de personas con trastornos mentales severos? Tesis de
licenciatura no publicada. Universidad de Chile.
Harms, E. (1975). The development of modern art therapy. Leo-
nardo, 8 (3), 241-244.
Killick, K. (1997). Unintegration and containment in acute psycho-
sis. En K. Killick & J.Schaverien (Eds.), Art, Psychotherapy and
Psychosis (pp. 38- 51). London: Routledge.
Nemirovsky, C. (1999) Edición-reedición: reflexiones a partir de
los aportes de D. W. Winnicott a la comprensión y tratamiento de
las psicosis y otras patologías graves. Aperturas Psicoanalíticas,
9. Obtenido el 10 de septiembre del 2009 en: www.aperturas.org
Pacheco, M. (s.f.) Arteterapia, una disciplina de los espiritual. El
arte en el proceso de construcción de la identidad individual.
Revista Tecnic. Obtenido el día 8 de junio de 2011 en http://revis-
tatecnic.net/articulo/2008/04/hello-world/.
Paín, S. y Jarreau, G. (2006). Una psicoterapia por el arte. Teoría
y Técnica. Buenos Aires: Nueva Visión.
Res Tous, C. (2006). De la fortaleza vacía a la casa habitada.
Trabajo presentado en el primer Congreso Nacional de Terapias
Creativas, Noviembre, Barcelona.
Reyes, P. (2007). El Potencial relacional del Arteterapia en la In-
tervención psicoterapéutica temprana de la psicosis. Revista de
Arteterapia: Papeles de arteterapia y educación artística para la
inclusión social, 2, 109-118.
Rogers, N. (1993). The Creative Connection. Expressive arts as
Healing. United States of America: Science & Behavior Books.
Rudy, R. y Milnes, D. (2008). Arteterapia para la esquizofrenia o
las enfermedades similares a la esquizofrenia. La biblioteca Co-
chrane Plus, 2. Obtenido el día 19 de junio de 2009, en: http://
www.update-software.com.
Vygotsky, L. (2006). Psicología del Arte. Buenos Aires: Paidos.
(Trabajo original publicado en 1971).
Winnicott, D. (2005) Realidad y Juego (Florear, M. tr). Buenos
Aires/ Barcelona; Gedisa (Trabajo original publicado en 1971)

Psicología Clínica y Psicopatología 17


EL ENCUADRE EN EL TRATAMIENTO DE NIÑOS
CON PROBLEMAS DE SIMBOLIZACIÓN
Bó, María Teresita
Secretaría de Investigación, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN constituye el conjunto de dispositivos necesarios para


El establecimiento del encuadre es de vital importancia que esta transferencia se instale, se actualice y ofrezca
al interior de toda la clínica psicoterapéutica, especial- elementos de trabajo al analista.
mente de aquella que se fundamenta en la teoría psi- En la clínica de niños y adolescentes con problemas de
coanalítica. En este artículo se desarrollan las concep- simbolización, el establecimiento de la transferencia es
tualizaciones de diversos autores psicoanalíticos en re- uno de los ejes principales de intervención, no sólo en
lación a las características teóricas y clínicas del encua- los momentos iniciales sino durante todo el tratamiento.
dre como fundamento para profundizar en las particula- En el marco del proyecto de investigación “Problemas
ridades del mismo al interior de la clínica de niños con de aprendizaje: compromiso psíquico e intervenciones
problemas de simbolización. clínicas específicas”, llevado a cabo por los equipos de
investigación de la Cátedra de Psicopedagogía Clínica
Palabras clave de la Facultad de Psicología de la UBA, se profundiza
Encuadre Transferencia Tratamiento en el tema de las intervenciones clínicas. Se observa
que éstas se focalizan en aspectos ligados al encuadre,
ABSTRACT al conflicto psíquico en su carácter restrictivo y a la di-
THE SETTING IN THE TREATMENT OF CHILDREN namización de la actividad reflexiva.
WITH PROBLEMS OF SYMBOLIZATION Jean Laplanche (1987, 38) sostiene que lo propiamente
The setting is crucial in any psichotherapeutic clinic, específico del psicoanálisis es la situación clínica. Lo
specially in those based on psichoanalytical theories. que Freud persigue, como base para el desarrollo de la
The thoughts of different authors concerning about the- teoría, es la posibilidad de encontrar un procedimiento
orical and clinical characteristics as a foundations to que permita la investigación del inconsciente, diferen-
deepen children´s symbolic disorders are developed in ciando el psicoanálisis de las otras psicologías. Freud
this article. funda un método nuevo para aplicarlo a un dominio
también nuevo, el inconsciente, dominio difícil de acce-
Key words der por otras vías que las de la asociación libre, al inte-
Setting Transference Treatment rior de un encuadre previamente definido y estructurado
que induce a la transferencia.
Laplanche define tres grupos de elementos relaciona-
dos con lo formal de la situación analítica, que inducen
El encuadre en la teoría psicoanalítica a la regresión y por tanto coadyuvan a la instalación de
El trabajo terapéutico requiere de la activación de víncu- la transferencia:
los transferenciales que soporten los elementos primiti- - Elementos que se relacionan con lo formal de la situa-
vos que aparecen en el curso de los tratamientos. El es- ción, con el setting analítico
tablecimiento y la estabilización del encuadre colaboran - Factores vinculados con el discurso demandado y con
a que estos vínculos se generen y se mantengan. el discurso dado en respuesta: regla fundamental, aso-
Podemos considerar encuadre al conjunto de condicio- ciaciones libres e intervenciones del analista
nes necesarias para que una situación terapéutica ten- - Aspectos vinculados al rehusamiento de cualquier re-
ga lugar. El encuadre determina las coordenadas espa- lación real por fuera del setting establecido
cio-temporales de realización, pero también incluye to- El primer grupo incluye los aspectos que conforman el
dos los aspectos dinámicos que organizan los hechos espacio analítico: específicamente el sitio y tiempo del
que se producen en su interior. análisis (lugar, hora, frecuencia), pero es también un es-
Toda relación humana tiene elementos de transferencia pacio donde circula un tipo de energía particular. Se tra-
en la medida en que ocasionan identificaciones, despla- ta de un espacio con características tópicas pero tam-
zamientos de afecto, incluso situaciones regresivas. bién energéticas, ya que lo que circula es energía pul-
Pero la transferencia que se produce en análisis tiene sional, libidinal. Por tanto, para que la situación terapéu-
un carácter específico ya que genera la actualización tica se constituya, se harán necesarios los elementos
de los vínculos habidos con los objetos primarios. La re- vinculados a los otros dos grupos.
petición de modalidades de circulación del afecto, en André Green (2003, 58) define al encuadre como “el
transferencia, habilita un espacio clínico en el cual es conjunto de condiciones de posibilidad requeridas para
posible intervenir terapéuticamente. El encuadre clínico el ejercicio del psicoanálisis, lo cual abarca las disposi-

18 Psicología Clínica y Psicopatología


ciones materiales que rigen las relaciones entre anali- los caminos para que los aspectos pulsionales primiti-
zando y analista”. Sostiene que, fijadas desde un primer vos y las modalidades tempranas de vínculo se mani-
momento, estas condiciones resultan un convenio entre fiesten en el espacio terapéutico. Y no serán los hechos
las partes cuyo objetivo será evitar eventuales discusio- efectivamente acaecidos los que persiga la escucha
nes en el futuro y posibiliten que los conflictos que pue- analítica sino la subjetividad del relato y las vivencias in-
dan aparecer durante el tratamiento sean aquellos que conscientes que, merced a la asociación libre, aparez-
surjan efectivamente de la transferencia. can en el discurso del analizado.
Él distingue entre condiciones materiales del encuadre De esta manera el encuadre produce un espacio y visi-
y la regla fundamental. La regla fundamental consiste biliza sus límites. Se delimita el adentro y el afuera y
en pedirle al analizado que diga todo lo que le aparezca aparecen las fronteras que los diferencian. Este espacio
en mente, sin censurar nada, aún las ocurrencias que interno generará, a su vez, las condiciones para la apa-
aparentemente no tengan que ver con su problemática rición de aspectos de intimidad, abriéndose a las dife-
o aquellas que conciernan al analista o a su ámbito. rencias entre lo privado y lo público.
Considera que esta regla es la única exigencia del ana- El encuadre en la clínica psicopedagógica grupal
lista en cuanto al trabajo del analizante, qué este acep- En la clínica psicopedagógica grupal es frecuente que
tará aún cuando sea una regla imposible de cumplir. Pe- los terapeutas se vean en la necesidad de trabajar en la
ro esta regla tiene para Green un cometido muy impor- construcción de modalidades de tramitación de lo ínti-
tante, al funcionar como tercero, instancia superior a la mo. Los vínculos parentales atrapantes producen cap-
cual ambos, paciente y analista, acatan. De esta mane- turas que dificultan el acceso a la constitución del espa-
ra ambos aceptan una legalidad que los trasciende y cio de lo privado, el proceso de narcisización se realiza
que funciona como garante de que lo que ocurra en ese fallidamente y hay fisuras en los límites Yo/noYo. Hay ni-
ámbito especial que es la sesión analítica, será utilizado ños que tienen grandes dificultades para responder a
en beneficio de la cura y no en ningún otro propósito. cualquier requerimiento del campo social si no están
Este autor agrega que, además de exigirle el cumpli- apuntalados por la presencia de algún adulto.
miento de la regla fundamental, se le solicita al pacien- Por otra parte, una vez instaladas las barreras de la re-
te que se abstenga de hacer nada. Invita a una especie presión, y construidos los diques necesarios para evitar
de soliloquio dirigido a alguien que no está del todo pre- la aparición de aspectos reprimidos, se generan en los
sente allí. niños y adolescentes sentimientos de vergüenza que
De acuerdo a la concepción de Green, podemos distin- atentan contra la posibilidad de compartir sufrimientos y
guir dos aspectos importantes del encuadre analítico: padeceres. Cuando los mecanismos defensivos son ex-
- una matriz activa, compuesta por las asociaciones li- cesivamente rígidos, la palabra se encuentra amenaza-
bres del paciente y la atención y escucha flotantes del da y los niños se llaman al silencio. En estos casos los
analista, acompañadas de la necesaria neutralidad be- terapeutas son testigos de un retraimiento excesivo a
névola. Esta matriz compone el par dialógico en el cual espacios de verdadera clausura psíquica, que distan
enraíza el análisis también de constituir lo que consideramos espacios de
- un estuche, que incluye el número y duración de las intimidad.
sesiones, la periodicidad, las modalidades de pago, etc. El espacio de intimidad se vincula con lo que Winnicott
La matriz activa es para él la alhaja que requiere de un llama “la capacidad de estar a solas”. Este autor consi-
estuche adecuado para su lucimiento y conservación. dera que esta capacidad es el resultado de los vínculos
Piera Aulagnier (1986, 170 y ss), sostiene que es impo- crecientes y satisfactorios con los primeros objetos de
sible en el curso de un tratamiento analítico, separar los amor. Si estos son capaces de sostener positivamente
efectos de sentido de las cargas de afecto a ellos adhe- a los niños en los primeros momentos de la vida y de ir
ridos y que ambos, fuerza y sentido, son responsables promover la autonomía creciente, tanto psíquica como
con igual fundamento de la organización del espacio- material, serán adultos que propicien esta capacidad
tiempo que encuadra los encuentros terapéuticos. Afir- para estar a solas. Winnicott dice que en un primer mo-
ma esta autora que el encuadre deberá ser instaurado mento el bebé puede “estar a solas en presencia de
en aras de favorecer la movilización y la reactivación de otro”. Para ello hace falta un adulto que acompañe y
la forma infantil del conflicto psíquico. Y añade que la sostenga pero sea también capaz de alejarse oportuna-
presencia y el respeto por el encuadre tienen además la mente, sabiendo que es importante para ese niño pero
función de ser garantes de la distancia que separa la que no es ni será todo para él.
realidad psíquica de la realidad material, a fin de esta- El fortalecimiento del encuadre viabiliza la circulación
blecer los límites necesarios para que la realidad psíqui- de aspectos de intimidad y de circulación del afecto al
ca no sea obligada a un silencio que pudiera forzarla a interior del tratamiento y su consolidación genera condi-
actuar en la realidad exterior o dentro de su propia rea- ciones mínimas suficientes para el despliegue de aque-
lidad corporal, las tensiones resultantes. Lo propio del llos aspectos que previamente no encontraron vías ade-
encuadre es, para ella, construir y delimitar un espacio cuadas de tramitación.
vincular que permita poner la relación transferencial al En los tratamientos grupales, el encuadre deberá gene-
servicio del proyecto analítico. Esto implica que el ana- rar aspectos transferenciales en relación al/los terapeu-
lista dispondrá su escucha clínica al servicio de allanar tas, pero también se deberán tener en cuenta la instala-

Psicología Clínica y Psicopatología 19


ción y afianzamiento de las transferencias laterales. Di- Cuando esta estructura se ha constituido fallidamente
chas transferencias habilitarán y facilitarán la circula- nos encontramos con chicos con escasa o nula autono-
ción pulsional entre los miembros del grupo. mía, que sólo funcionan en presencia y con el sostén
En este sentido se hace necesario trabajar con los con- del adulto a su lado. Chicos con dificultades para fanta-
ceptos de relaciones de asimetría y simetría y poder sear o imaginar o, por el contrario, con irrupciones fan-
conceptualizar cómo estos aspectos de despliegan al tasmáticas aterrradoras. El funcionamiento simbólico
interior de un grupo de tratamiento. se encuentra obturado, especialmente en aquellas acti-
Piera Aulagnier (1994, 253) sostiene que entre analista vidades que requieren de cierta creatividad. En los me-
y analizante debe existir una relación de asimetría, que jores casos son chicos que incorporan conocimientos
no es del orden de lo puramente descriptivo ya que per- pero de una manera rígida y repetitiva. Buenos copis-
tenecen a un registro de lo inconsciente y de lo que -en tas, malos creadores.
ese orden- sucede en el espacio terapéutico. Esta rela- En el aspecto identificatorio, la estructura encuadrante
ción asimétrica se sustenta en que el analizante no es- facilita el investimiento de la imagen que apuntala la
pera de la situación analítica lo mismo que el analista. constitución del Yo. El objeto acompaña este proceso
El analizado espera que la terapia le permita apropiarse de verdadera unificación corporal, sosteniendo desde la
de un conocimiento sobre su realidad psíquica que lo mirada, desde el discurso y desde el deseo.
habilite a ejercer un derecho y un poder tanto sobre sus La estructura encuadrante posibilita la constitución de
aspectos pulsionales como simbólicos. El analista es- investiduras estables de sí mismo que luego devendrán
pera que su paciente alcance esa experiencia, no para en posibilidades sustitutivas para investir nuevos obje-
ser objeto de su amor ni de su proyecto, sino para que tos, diferentes y lejanos de los objetos primarios, y faci-
continúe su proceso de ser autónomo. lita el establecimiento de un espacio interno. Este espa-
El fenómeno que permite hablar de asimetría con mayor cio interno es un verdadero espacio potencial para la re-
fundamente se vincula a las fuerzas en juego de la rela- presentación constituido por un fondo de ausencia de
ción transferencial. Estas fuerzas se encuentran en una una presencia ya efectivamente habida.
posición profundamente diferente ya que, cuando el En la medida en que el encuadre apuntala la constitu-
analizante demanda una relación pasional de su analis- ción de un espacio de circulación libidinal, diferencia un
ta, se encuentra con la negativa de responder a ese adentro y un afuera, facilita la aparición de aspectos
amor. Esto genera la proyección de aspectos conflicti- pulsionales primitivos a los cuales propone nuevos mo-
vos de la subjetividad, al obturar la satisfacción del afec- dos de ligadura, funciona a la manera de prótesis de
to al interior del setting analítico. una estructura encuadrante no del todo consolidada.
El sostén de las condiciones encuadrantes funcionará En los comienzos del tratamiento les cabe a los tera-
como garante que minimiza el riesgo de que la relación peutas generar las condiciones para estabilizar el en-
transferencial se transforme en una relación pasional, cuadre. Si bien parecería que esta tarea es una de las
manteniendo las fuerzas en juego en niveles que no más sencillas dentro del trabajo del analista, en la clíni-
atenten contra el desarrollo del proceso analítico sino ca psicopedagógica grupal nos encontramos con mu-
que generen posibilidades de elaboración y transforma- chos pacientes a los que les resulta muy dificultoso ade-
ción psíquicas. cuarse a las condiciones del encuadre. Chicos que no
Por otra parte, en la clínica de niños y adolescentes con pueden quedarse quietos, que interrumpen constante-
problemas de simbolización nos encontramos, con fre- mente, que no pueden escuchar a los otros chicos. To-
cuencia, con pacientes con escaso caudal representa- das las intervenciones ligadas a generar y a consolidar
cional, debido a configuraciones psíquicas con poco ni- aspectos del encuadre resultan de gran importancia te-
vel de individuación y autonomía. En estos casos el en- rapéutica. No son, de ninguna manera, meros ordena-
cuadre funciona como una prótesis de la estructura en- dores materiales, sino verdaderos ordenadores psíqui-
cuadrante primitiva, constituida fallidamente. cos, condiciones necesarias para que todo trabajo de
André Green (1994, 2003) define a la estructura encua- asociación y elaboración pueda realizarse posterior-
drante como aquella al interior de la cual se ha constitui- mente.
do y subjetivado la actividad psíquica de un individuo, El desarrollo de la idea de espacio transicional, de D.
dando cuenta de la unidad del psiquismo y de la mane- Winnicott, resulta también de gran importancia a la ho-
ra en que se establece la separación primitiva con el ob- ra de profundizar en la temática del encuadre. Fue pre-
jeto. La existencia de la estructura encuadrante permite cisamente como resultado de la observación del niño y
la constitución de la estructura narcisista, facilitando el de la situación analítica cómo este autor despliega los
pasaje de la fusión primitiva con el objeto a una organi- conceptos de objeto, espacio y fenómenos transiciona-
zación psíquica con autonomía creciente, que permita les. El espacio transicional es “una zona intermedia de
el advenimiento del Yo. La estructura encuadrante fun- experiencia a la cual contribuyen la realidad interior y la
ciona como marco que define la relación adentro/afue- vida exterior” (D.W. 1971, 19)
ra, Yo/noYo y que acompaña el pasaje del predominio El objeto transicional deja lugar para el proceso de ad-
del placer de órgano al predominio del placer de repre- quisición de la capacidad para aceptar diferencias y se-
sentación, en un primer momento alucinatorio, luego mejanzas, ya que describe el viaje del niño, desde lo
fantaseado y finalmente simbólico. subjetivo puro hasta la objetividad. Green (1996, 235)

20 Psicología Clínica y Psicopatología


agrega que el concepto de objeto transicional reclama BIBLIOGRAFÍA
la noción de espacio transicional, que funciona como Aulagnier, P. (1975), La violencia de la interpretación. Amorrortu
una actualización y una elaboración de los momentos Editores. Buenos Aires
fundantes de esos procesos de autonomía, cuya pro- Aulagnier, P. (1979), Los destinos del placer. Paidós. Buenos Aires
longación acompañará la experiencia cultural de la su-
Aulagnier, P. (1985), El aprendiz de historiador y el maestro-brujo.
blimación. Amorrortu Editores. Buenos Aires
La clínica psicopedagógica grupal es también un espa-
Bó, T. (2006) “Intervenciones”, en Tratamiento de los problemas
cio posibilitador de la creación de objetos, en el cual los
de aprendizaje. Wettengel y Prol (comp.) Noveduc. Buenos Aires
pacientes adquieren o recuperan la posibilidad de in-
vestimiento y catectización de objetos que ya estaban Bó, T. (2011). “Logros y avatares en los procesos simbólicos”, en
Actualización en psicoanálisis de niños 2010. AEAPG - n° 33 -
disponibles pero aún no objetalizados. Se juega enton- Buenos Aires
ces como un espacio potencial, transicional, necesario
Freud, S. (1915) Trabajos metapsicológicos (J.L. Etcheverry Trad.)
para el despliegue creativo. Tomo XIV Buenos Aires Amorrortu.
Este espacio es muy variable y depende de las expe-
Freud, S. (1915) Conferencias de introducción al psicoanálisis (J.L.
riencias vitales de cada uno. Para que haya habido ex-
Etcheverry Trad.) Tomo XV y XVI. Buenos Aires Amorrortu
periencia de objeto y espacio transicionales, fue requi-
sito la presencia de una madre “suficientemente buena”, Freud, S. (1915) Duelo y melancolía (J.L. Etcheverry Trad.) Tomo
XIV Buenos Aires Amorrortu.
capaz de una presencia efectiva y amorosa y también
de una ausencia que frustrara solamente en la medida Green, A. (1986) Narcisismo de vida, narcisismo de muerte (J.L.
Etcheverry Trad.) Buenos Aires Amorrortu.
que el niño pudiera ir tolerándolo.
Muchos de los chicos que nos consultan han atravesa- Green A. (1994) El trabajo de lo negativo (I. Agoff Trad.) Buenos
Aires Amorrortu.
do fallidamente estas experiencias. Las relaciones pri-
mitivas capturantes, los excesos de certezas de las fi- Green, A. (1995), La metapsicología revisitada. Eudeba. B.Aires
guras parentales, las desestimaciones de los aspectos Green, A. (2003), Ideas directrices para un psicoanálisis contem-
creativos y fantasmáticos de los chicos, atentan contra poráneo. Amorrortu Editores. Buenos Aires
la posibilidad de espacios de transicionalidad. El espa- Kaës, R. (1994). La palabra y el vínculo. Procesos asociativos en
cio clínico constituirá una nueva oportunidad para el de- los grupos. Amorrortu Ed.
sarrollo de estos aspectos si los terapeutas están aten- Kaës, R. (1995). El grupo y el sujeto del grupo. Elementos para
tos a intervenir promoviendo las condiciones adecua- una teoría psicoanalítica del grupo. Bs. As. Amorrortu Ed.
das. La estabilización del encuadre colaborará a que
Schlemenson, S. (2004), Subjetividad y lenguaje en la clínica
“las fuerzas en juego”, según palabras de P. Aulagnier, psicopedagógica. Paidós. Buenos Aires
no irrumpan desordenadamente, ni se pongan al servi-
Wettengel, L y Prol, G (comps.) (2009), Clínica psicopedagógica
cio de las pasiones descontroladas, sino que puedan ir- y alteridad. Noveduc. Buenos Aires
se tramitando cada vez más simbólicamente, con pro-
Winnicott, D (1973), Realidad y juego, Ed. Gedisa, Buenos Aires
ducciones autónomas y creativas.

Psicología Clínica y Psicopatología 21


ALCANCES Y ARTICULACIONES DE INVESTIGACIONES
EN EL TRATAMIENTO DE NIÑOS CON PROBLEMAS DE
SIMBOLIZACIÓN
Bó, María Teresita; Rego, María Victoria
Secretaría de Investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Los procesos de simbolización y sus avatares: la


Este trabajo articula los resultados de dos investigacio- Clínica Psicopedagógica
nes que se orientan a profundizar en las particularida- Los procesos de simbolización son ejes centrales de la
des de las intervenciones y en los cambios psíquicos constitución psíquica de un sujeto. Los mismos van a
resultado de los tratamientos psicoterapéuticos de ni- gestarse y desplegarse primeramente en el entramado
ños con problemas de simbolización. A partir de la cate- libidinal conformado por aquellos sujetos a cargo de la
gorización de las intervenciones en tres dimensiones de narcisización y donación temprana de emblemas identi-
análisis y de la descripción de los principales cambios ficatorios y representaciones a un psiquismo en cier-
encontrados en las distintas formas de producción sim- nes, cuyo destino será luego la complejización y la par-
bólica de los sujetos durante el tratamiento, se intentan ticipación en espacios sociales más amplios y diversos,
hallar indicadores clínicos que posibiliten la construc- como la institución escolar, entre otros.
ción de hipótesis teórico-clínicas que permitan com- André Green (1996) ha conceptualizado la referencia al
prender las transformaciones psíquicas producidas y la par pulsión-objeto como matriz fundamental de la fun-
relación con los ejes de intervención prevalentes. ción objetalizante: aquélla capacidad del psiquismo de
crear objetos psíquicos, representaciones, como resul-
Palabras clave tado de la ligadura pulsional a objetos que son fuente de
intervenciones cambio psíquico tratamiento placer. Por su parte, Piera Aulagnier (1977) planteó en
su obra que la posibilidad de pensar está directamente
ABSTRACT ligada a un proceso de investimiento de representacio-
SCOPE AND JOINTS OF RESEARCHS IN THE nes sustitutivas de los objetos iniciales, responsables
TREATMENT OF CHILDREN WITH PROBLEMS OF de las primeras vivencias de satisfacción, y que es el
SYMBOLIZATION encuentro con nuevas características de estos objetos
These work shows the results of two researchs that fol- lo que va a incentivar la complejización del psiquismo.
low the particularities of therapeutic interventions and En este sentido es que Cornelius Castoriadis (1993) re-
the psychical changes, result of psychiopedagogical alza la potencialidad que el placer de pensar tiene res-
treatment for children with symbolic disorders. From the pecto al placer de órgano, propio del autoerotismo y del
categorization of therapeutic interventions in three spe- comienzo de la vida psíquica. La meta de toda actividad
cific cathegories and the description of the principal de representación consiste en alejarse paulatinamente
changes founded in the different ways of symbolic pro- de los objetos primarios como fuente de toda satisfac-
ductions, the research look to found clinical indicators ción pulsional, para sustituirlos por objetos valorados y
that allow the construction of hypotesis for understand compartidos socialmente.
the psychical changes and their relation with therapeu- Ahora bien, estos caminos hacia la sublimación y la
tic interventions. complejización psíquica se definen por los modos en
que los objetos primarios favorecen procesos transicio-
Key words nales y juegos de presencia-ausencia (Winnicott, 1971)
interventions psychical changes treatment que van a generar oportunidades para la creación de
representaciones en el marco de espacios de ilusión-
desilusión.
Los aprendizajes -y no sólo los escolares sino todos los
procesos de apropiación de novedades a lo largo de la
vida- van a estar condicionados por esta posibilidad de
búsqueda, de sustitución, de reencuentro con placeres
cada vez más mediados y sofisticados mediante la pro-
yección de la pulsión hacia objetos novedosos, oferta-
dos por la experiencia social y cultural.
En los niños y adolescentes con problemas de simboli-
zación nos encontramos muchas veces con historias li-
bidinales en las que estos procesos no fueron propicia-

22 Psicología Clínica y Psicopatología


dos favorablemente. La tensión pulsional queda en es- El trabajo terapéutico requiere del establecimiento de
tos casos librada a destinos ajenos al eje de lo simbóli- vínculos transferenciales sostenidos. La explicitación y
co, restringiendo significativamente la actividad repre- mantenimiento del encuadre son condiciones necesa-
sentativa. Se generan formas de funcionamiento psíqui- rias para el establecimiento de la transferencia, no sólo
co en las que prepondera la evacuación en el afuera o de los niños hacia los terapeutas, sino también las
en el propio cuerpo de la tensión pulsional, o bien mo- transferencias laterales de los niños entre sí.
dalidades en las que ésta es contrainvestida, al modo En la clínica psicopedagógica nos encontramos, fre-
de la supresión y escisión. Estas formas tienen en co- cuentemente, con pacientes con escaso caudal repre-
mún la tendencia hacia lo que Green (1996) llama fun- sentacional, debido a configuraciones psíquicas preca-
ción desobjetalizante: contraparte de la anterior, se tra- rias y dependientes. Son niños dependientes de los
ta de una modalidad de desligadura entre la pulsión y adultos, con poco nivel de autonomía, con una posición
los objetos, motivada por la pulsión de muerte y favore- pasiva frente a su problemática, a la cual no le otorgan
cedora del desmantelamiento de la actividad psíquica ningún sentido particular. En muchos casos nos encon-
representacional. Esta precariedad simbólica también tramos frente a fallas en la constitución de la estructura
se caracterizaría por la imposibilidad para el funciona- encuadrante (Green, 2005), estructura al interior de la
miento psíquico combinado de los procesos primarios y cual se ha constituido y subjetivado la actividad psíqui-
secundarios, lo que Green (2005) llama procesos ter- ca de un individuo.
ciarios y que define como la capacidad plástica y flexi- El encuadre funcionará a la manera de prótesis de una
ble de la actividad psíquica para articular formas de estructura encuadrante no del todo consolidada, en tan-
pensamiento fantasmáticas y singulares (proceso pri- to apuntala la constitución de un espacio de circulación
mario) con un ordenamiento en representaciones com- libidinal diferenciando el adentro/afuera y facilitando la
partibles y transmisibles (proceso secundario). producción de nuevas ligaduras para las mociones pul-
Los problemas de simbolización se fundamentan en sionales y representacionales.
conflictivas psíquicas irresueltas, que han configurado Dentro de las intervenciones que se orientan a visibili-
históricamente modalidades restrictivas para el acceso zar el conflicto, podemos definir tres grandes grupos: in-
a lo simbólico, con modos fallidos de resolución de con- tervenciones que ponen en realce el conflicto; interven-
flictos, dominados por defensas rígidas que comprome- ciones que señalan la modalidad particular de resolu-
ten el pensamiento autónomo y reflexivo. ción e intervenciones que apuntan a las modificaciones
Desde estas conceptualizaciones teórico-clínicas se ha que se producen en los modos de resolver dichos con-
diseñado un dispositivo específico para la asistencia a flictos.
estas problemáticas, donde las estrategias clínicas y En general los niños que concurren a nuestros grupos
los modos de analizar las modificaciones producidas a de tratamiento no pueden tomar contacto con las dificul-
lo largo del tratamiento se articulan en la definición con- tades que tienen y mediante diversos mecanismos de-
ceptual de categorías de análisis e indicadores que per- fensivos las niegan, las ignoran, las minimizan, aluden a
miten el estudio y la profundización de nuestro recorte causas externas para explicarlas. Poner en realce el
de objeto con la especificidad que conlleva la clínica conflicto constituye un señalamiento, un llamado de
psicopedagógica. atención sobre determinada problemática o dificultad.
Las intervenciones que señalan los modos particulares
Tratamiento psicopedagógico grupal e intervencio- de resolución de los conflictos, generalmente fallidos,
nes clínicas erráticos y repetitivos, vehiculizan la aceptación de ca-
El tratamiento psicopedagógico grupal apunta a produ- da paciente de sus particularidades y dificultades espe-
cir modificaciones en aquellos aspectos que guardan cíficas, promoviendo a la vez la aceptación de la diver-
relación con las problemáticas de simbolización aludi- sidad. Este tipo de intervención se orienta a conmover
das. Estas poseen características altamente particula- esas repeticiones y a promover la búsqueda de nuevas
res en cada uno de los chicos consultantes, por lo cual formas de resolución.
partimos de los resultados del psicodiagnóstico para Cuando el tratamiento avanza aparecen modos más
comprenderlas. En esta instancia profundizamos en los apropiados de resolución de las problemáticas: defen-
procesos intrapsíquicos, los vínculos intersubjetivos y sas menos rígidas; posicionamientos más autónomos;
las formas que alcanzan las producciones simbólicas soluciones más creativas. Parte del trabajo terapéutico
de cada sujeto. será visibilizar estos cambios interviniendo para promo-
El terapeuta interviene teniendo en cuenta estos aspec- ver su afianzamiento.
tos y vinculándolos con lo que aparece en cada una de Las intervenciones vinculadas al conflicto requieren de
las sesiones, a través del discurso o de las produccio- otras que propicien el despliegue de la actividad reflexi-
nes de los chicos en tratamiento. va, ya que si no mediara un cambio subjetivo en las trans-
Las investigaciones realizadas muestran que las inter- formaciones que un niño realiza, podríamos estar frente
venciones prevalentes de los terapeutas en estos gru- a procesos meramente adaptativos.
pos de tratamiento se pueden incluir en tres grandes Los niños con problemas de simbolización poseen, en
ejes o categorías, que clasificamos bajo los nombres de general, escasa capacidad reflexiva. Repiten sin cues-
encuadre, conflicto psíquico y actividad reflexiva. tionar los fundamentos, las ideas, las respuestas dadas

Psicología Clínica y Psicopatología 23


por otros. Aún su propia problemática es explicada me- gestos y acciones que acompañan la actividad, el tono
diante las palabras con las que estos niños son habla- de voz, las maneras de relacionarse con el terapeuta y
dos: “Mi mamá dice que…”, “La seño dijo…”. Los proce- con los compañeros del grupo.
sos de curiosidad se detienen cuando se dificulta la po- La descripción y exploración de estos aspectos en la
sibilidad de indagar, de hipotetizar, de arribar a conclu- producción simbólica ha posibilitado hasta el momento
siones propias. La pulsión de saber se encuentra obsta- la conceptualización de tres categorías de análisis que
culizada por la ausencia de capacidad reflexiva. Consi- se corresponden con procesos psíquicos involucrados
deramos a la actividad reflexiva como un proceso de in- en la simbolización y cognoscibles a partir de estos in-
vestimiento psíquico de los procesos de pensamiento, dicadores o indicios, los cuales marcan vías de ingreso
que implica un verdadero cambio subjetivo y no sólo un privilegiadas para la elaboración de hipótesis acerca de
movimiento cognitivo o intelectual. La reflexión genera las transformaciones. Estas tres categorías son las mo-
la capacidad de cuestionar las representaciones im- dalidades de tramitación pulsional, las formas de elabo-
puestas socialmente para generar sentidos propios y ración de las conflictivas narcisísticas y los modos de
particulares. Las intervenciones incluidas en esta cate- posicionamiento intersubjetivo.
goría buscan promover el proceso reflexivo en sus di- La primera de ellas se refiere a los modos que encuen-
versas dimensiones, incluidos aquellos aspectos liga- tra la pulsión para elaborarse representativamente. Se
dos a la imaginación y la creatividad, generando espa- trata de hallar los modos prevalentes de ligadura pulsio-
cios en los que el pensamiento encuentre nuevos cami- nal a los objetos y representaciones, la calidad de los
nos simbólicos y se evite la clausura que implica la con- procesos de investimiento, los cuales pueden estar al
tinua repetición. servicio de entramar y producir ligaduras sustitutivas
entre la pulsión y el trabajo representativo, o por el con-
Complejización psíquica y transformaciones sim- trario, prevalecer formas de supresión o descarga de la
bólicas pulsión, empobrecedoras de actividad representativa.
En la clínica psicopedagógica el concepto de transfor- Este eje se dirige a explorar la calidad de circulación del
maciones también guarda su especificidad, ya que ha- afecto entre las diferentes instancias psíquicas, la posi-
blamos de modificaciones intrapsíquicas que son singu- bilidad de combinatoria en procesos terciarios y forma-
lares en cada niño y en cada proceso terapéutico, y que ciones intermediarias.
conoceremos a partir del análisis de su producción sim- La segunda categoría focaliza en el análisis de los mo-
bólica (formas de dibujar, leer, escribir, narrar). Estas dos subjetivos y singulares de cada niño para interpre-
mediaciones hacia procesos que no son directamente tar su propia experiencia y sus conflictos. Se centra en
observables son las que buscamos construir a partir de el análisis de funciones yoicas ligadas a la síntesis y
la creación de categorías de análisis e indicadores clíni- transmisibilidad de la metabolización de las conflictivas,
cos observables en el material. Las mismas posibilitan los modos de implicancia o desimplicación subjetiva, el
la elaboración de hipótesis teórico-clínicas acerca de reconocimiento o desconocimiento de las mismas. Se
los cambios encontrados a partir del estudio de las se- analiza la calidad de los procesos reflexivos, ejes cen-
siones videograbadas del tratamiento y del análisis de trales para la ruptura de elaboraciones de sentido rígi-
los cuadernos de cada niño, en los que se registran sus das e instituidas en la interpretación de la experiencia,
respuestas a las consignas de cada encuentro. sus oportunidades de cuestionamiento e interrogación y
En esta investigación[i] se estudiaron las producciones sus relaciones con la organización identificatoria.
escritas y gráficas en los cuadernos de tres niños entre Por último, la tercera categoría está ligada al análisis de
11 y 13 años, consultantes por sus dificultades en el los niveles de autonomía psíquica de cada niño, y a su
aprendizaje, a lo largo de dos años de tratamiento psi- modo de elaborar intrapsíquicamente la relación con los
copedagógico grupal. otros, ya sea con adultos o semejantes, en el entrama-
En primer lugar, fueron descriptos indicadores empíri- do familiar así como en el afuera, con otros referentes.
cos, posibles de ser observados en las producciones. Interesa explorar las identificaciones preponderantes,
Por ejemplo, en la producción gráfica: la secuencia del los ideales, la plasticidad para la oferta de referencias y
dibujo, la forma de organización espacial, la presencia emblemas exogámicos.
de detalles significativos (tachaduras, omisiones, repe- El análisis de la complejización psíquica y las transfor-
ticiones, borroneados, resaltados, entre otros), la cali- maciones simbólicas durante el trabajo clínico implica
dad de la línea y el trazo, la complejidad de las figuras el estudio de procesos psíquicos complejos y hetero-
realizadas. En la producción escrita: el cuidado por la li- géneos.
nealidad y el trazo de la letra, la utilización de reglas Es por esto que el análisis no busca hallar modificacio-
gramaticales y sintácticas, la forma de presentación, nes secuenciales ni progresivas. Por el contrario, las
despliegue y cierre de conflictos en una historia, el uso transformaciones simbólicas dan cuenta de la compleji-
de modos y tiempos verbales, la riqueza predicativa. A zación psíquica de un niño cuando se desarman sus de-
estos descriptores se agregan para el análisis los pro- fensas preponderantes, cuando aumenta la plasticidad
cesos asociativos verbales que siguen a las produccio- y las posibilidades sustitutivas, cuando el afecto y los
nes, los principales núcleos temáticos presentados, así conflictos ingresan a la producción de un modo más
como la observación de la dinámica transferencial, los elaborado y complejo, encontrando vías para su simbo-

24 Psicología Clínica y Psicopatología


lización. Se trata entonces de encontrar hitos, momen- NOTA
tos nodales del proceso terapéutico de cada sujeto, [i] Investigación doctoral de la Mag. María Victoria Rego, citada
donde indicios figurales y de sentido permitan conjetu- al comienzo del trabajo.
rar cambios subjetivos que son dinámicos e impredeci-
bles. Habrá transformación en sentido estricto cuando
BIBLIOGRAFÍA
podamos sostener que estas modificaciones intrapsí-
quicas adquieren cierta estabilidad en el tiempo y posi- Aulagnier, P. (1977). La violencia de la interpretación. Bs. As.
Amororrortu Ed.
bilitan una actividad representativa más plástica y dúc-
til. Y, siguiendo a Freud, cuando estas modificaciones Aulagnier, P. (1994). Un intérprete en busca de sentido. México.
psíquicas puedan sostener procesos de aprendizaje Siglo XXI Ed.
más logrados y satisfactorios, que sobrevendrán por Bo, T. (2011). “Logros y avatares en los procesos simbólicos”, en
añadidura. Actualización en psicoanálisis de niños 2010. AEAPG - n° 33 -
Buenos Aires

Algunas conclusiones Castoriadis, C. (1993). “Lógica, imaginación, reflexión”, en A.A.V.V.:


El Inconsciente y la Ciencia. Bs. As., Amorrortu Ed.
Las investigaciones presentadas en este trabajo permi-
ten hallar una coherencia interna, metodológica y con- González Rey, F. (2006). Investigación cualitativa y subjetividad.
ceptual, entre los modos de intervención y los índices de Guatemala, ODHAG.
transformación en los pacientes, desde un marco teórico González Rey, F. (1998). Epistemología cualitativa y subjetividad.
que fundamenta y orienta la dirección de la cura. En Revista Interamericana de Psicología, 32, (2). p.139-167.
En este sentido la articulación que se realiza en este ar- González Rey, F. (1999). La investigación cualitativa en Psicología.
tículo responde a los tres principios que Fernando Gon- Rumbos y desafíos. San Pablo, Educ.
zález Rey (1999) destaca en la epistemología cualititati- González Rey, F. (2009). Psicoterapia, subjetividad y postmoder-
va, a saber: 1) que en estas investigaciones el conoci- nidad. Una aproximación desde Vigotsky hacia una perspectiva
miento es una producción constructivo-interpretativa; 2) histórico cultural. Bs. As., Novedades Educativas.
que el proceso de producción de conocimiento tiene un Green, A. (1996). La Metapsicología revisitada. Bs. As. Eudeba.
carácter interactivo -lo cual realza el lugar de la clínica Green, A. (2005). Ideas directrices para un psicoanálisis contem-
como contexto legítimo para la investigación científica poráneo. Desconocimiento y reconocimiento del inconsciente. Bs.
en la dimensión dialógico-conversacional supuesta por As. Amorrortu Ed.
todo encuadre terapéutico- y por último, 3) la distinción Green, A. (2010). El pensamiento clínico. Bs. As. Amorrortu Ed.
privilegiada de la singularidad y su significación para la
Kaes, R. (1994). La palabra y el vínculo. Procesos asociativos en
producción teórica, en relación a la riqueza que el estu- los grupos. Amorrortu Ed.
dio de casos implica en investigaciones en psicología
Kaes, R. (1995). El grupo y el sujeto del grupo. Elementos para
clínica. una teoría psicoanalítica del grupo. Bs. As. Amorrortu Ed.
El análisis comparativo que realizamos poniendo en
Rego, V. (2010). “Transformaciones en los procesos de simboli-
interacción ambas investigaciones enriquece a una y a zación de niños y adolescentes con problemas de aprendizaje
otra y a contribuye a la ampliación del conocimiento durante el trabajo clínico psicopedagógico”, En Revista de Psi-
teórico. coanálisis
La teoría se empapa de interrogaciones provenientes Schlemenson, S. (2009): La Clínica en el Tratamiento Psicopeda-
del campo clínico que la obligan a revisar nociones y gógico. Bs. As., Ed. Paidós.
ampliar sus fronteras, mientras que la clínica también Wettengel, L. y Prol, G. comps. (2006). Tratamiento de los proble-
se fortalece a través de la profundización del marco mas en el aprendizaje. Actualización en clínica psicopedagógica.
conceptual que la sustenta, el cual intenta dar respues- Bs. As. Ed. Novedades Educativas.
tas, siempre dinámicas y provisorias, a las preguntas Wettengel, L. y Prol, G. comps. (en prensa). Clínica Psicopeda-
suscitadas desde la especificidad de los procesos de gógica y Alteridad. Encuentros en el tratamiento de niños y ado-
simbolización y sus problemáticas particulares. lescentes. Bs. As. Novedades Educativas.

Psicología Clínica y Psicopatología 25


UNA EXPERIENCIA EN EL TRATAMIENTO
DE LAS TOXICOMANÍAS
Bousoño, Nicolás; Cappelletti, María Raquel; Améndola, Verónica Alejandra; Naparstek, Fabián
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Una lectura de la actualidad desde el psicoanálisis


El trabajo articula, desde el marco teórico del psicoaná- Nuestra época se caracteriza por el empuje a un consu-
lisis de orientación lacaniana: una lectura de la subjeti- mo permanente. Mediante la persistente oferta de obje-
vidad de la época que pone el acento en sus conse- tos lanzados al mercado se promueve un discurso que
cuencias al nivel de la clínica cotidiana; una conceptua- incita a los sujetos a aspirar a un estado de satisfacción
lización del lugar del consumo de tóxicos en esa subje- constante; forzando así un modo de gozar, sin límites y
tividad; y la respuesta práctica que hemos podido desa- para todos por igual.
rrollar a esas encrucijadas, desde el programa de ex- Fabián Naparstek en su libro “Introducción a la clínica
tensión que la materia “Clínica de las toxicomanías” lle- con las toxicomanías y el alcoholismo” ubica algunas
va adelante en la sede de San Isidro de la U.B.A. Se consecuencias subjetivas de ello, comparando dos mo-
describen el diagrama, la labor y los efectos, tanto a ni- mentos de la cultura de occidente. El primero, la época
vel clinico como a nivel académico, de un dispositivo en que vivía Sigmund Freud, fin del siglo XIX-principios
con un fuerte acento en la singularidad de la función del siglo XX; el segundo, la civilización actual:
que el tóxico cumple para cada sujeto. Un breve recorte “(…) La civilización Freudiana - si se la puede llamar
clínico, articula el recorrido y cierra el trabajo así - la mayor parte del tiempo estaba regulada por
la ley y sus instituciones. Al costado teníamos esos
Palabras clave pequeños excesos festivos cada tanto. En la actua-
Época Toxicomanía Psicoanálisis Tratamiento lidad habría un empuje a una fiesta permanente,
con un intento de hacer desaparecer el resto. A mi
ABSTRACT gusto, a un costado se encuentran los defensores
UN EXPERIENCE IN TREATMENT OF DRUG del Nombre del Padre y de las creencias bajo la for-
ADDICTION ma del fanatismo.” [1]
The paper articulates, from the theoretical framework of La época Victoriana se caracterizaba por un fuerte ape-
Lacanian orientation of psychoanalysis: a reading of the go a las leyes y costumbres que regían en la comunidad.
subjectivity of our time that emphasizes its consequenc- La sociedad, se organizaba en torno a las leyes e institu-
es at the level of everyday clinic; a conceptualization of ciones que la conformaban, quedando relegado un breve
the place of toxic substances` consumption in that sub- lapso para los pequeños excesos festivos. Ese margen
jectivity; and the practical response that we have devel- temporal y espacial dedicado a los pequeños placeres se
oped at these crossroads, in the extension program that ha extendido cada vez más, disminuyendo el tiempo de-
the cathedra “Clinic of addictions and alcoholism” carried dicado a la realización de proyectos de la vida, tales co-
forward in the facilities that Buenos Aires University runs mo formar una familia, desarrollar el ejercicio de una pro-
at San Isidro. It describes the diagram, the work and the fesión, elegir una vocación, estudiar, etc.
effects, both clinical and academic, of a program with a Es así que se ha producido una inversión, todo lo relati-
strong emphasis on the singularity of the role that toxic vo a la ley y las responsabilidades sociales ocupa un
substances hold for each subject. A brief clinical account pequeño espacio en la escala de valores y el primer lu-
articulates the route and closes the paper. gar en dicha escala lo tiene la búsqueda de un placer
sin restricciones, algo que antes quedaba relegado a
Key words los márgenes.
Era Drugs Psychoanalysis Treatment Freud en su articulo “El malestar en la cultura”[2], sos-
tiene que hay un malestar en la civilización que es ineli-
minable, estructural, es decir conforme a la estructura
propia de la vida con otros. Allí dice también que la con-
formación de la cultura es una proyección de la consti-
tución del aparato psíquico.
El hombre, en su intento de paliar el malestar, constru-
yó leyes e instituciones tendientes a regular el lazo en-
tre los individuos. Esto que construyó para atenuar el
dolor, termina por llevarlo al dolor mismo. Ya que el su-
jeto se queja de sentirse atado a las costumbres y leyes
propias de la sociedad, añorando una libertad en ese

26 Psicología Clínica y Psicopatología


sentido. No obstante, esos ideales sociales de antaño En correlación con esto, la ciencia promueve cada vez
resultaban de algún modo orientadores. Es decir que se más la idea de que existe un quimismo cerebral que de-
constituían como un sostén que hacía de brújula para el termina nuestros actos y sentimientos. Recientemente
sujeto. una publicidad en los medios de comunicación, promo-
Freud, en el artículo antes mencionado, describe distin- cionaba un producto químico para dejar de fumar. El
tas estrategias que el hombre de su época podía usar producto se ofertaba con el siguiente Slogan:
para aliviar el malestar. Destacando un rasgo común a “Si dejás de fumar tus neuronas se van a enojar mucho,
todas ellas; cada paliativo constituye un remedio y un por eso tomá X producto, por que no sos vos, son tus
veneno a la vez. Debido al hecho de que aquello que en neuronas”.
un momento le sirve al sujeto como solución a su penar, Se advierte como de este modo, no sólo se promueve la
lo puede llevar nuevamente al dolor mismo. Enumera creencia en un hombre máquina, en donde la singulari-
así una serie de estrategias tales como el amor, la subli- dad se toma por un trastorno de un supuesto funciona-
mación, la religión, el delirio, etc. Entre ellas también miento perfecto; sino que también se libera totalmente
menciona el uso de narcóticos como una posibilidad en- al sujeto de la responsabilidad subjetiva por sus actos y
tre otras. elecciones, dejándolo en ese mismo acto sin recursos
Ubica a la droga, como algo que puede constituirse co- más que los que podría ofrecerle la química.
mo un remedio para alguien, ya que al introducir un En “Psicoanálisis y Medicina”[3] Lacan sostiene que el
efecto químico en el cuerpo, elimina la sensación de médico es un personaje al que se le demanda un saber,
displacer y le otorga al sujeto la posibilidad de refugiar- poniendo en cuestión allí su accionar contemporáneo.
se en un mundo propio, evadiendo de este modo el pe- Atravesados también por la época, los médicos se han
so que la realidad tiene para él. Luego sostiene que el convertido en agentes distribuidores de medicamentos,
peligro de este paliativo, consiste en la posibilidad de de este modo ofertan pastillas para calmar el dolor.
que se produzca en quién consume una perdida radical En dicho artículo Lacan destaca que muchas veces el
de la realidad. Lo que desde nuestra perspectiva enten- médico se encuentra en estado de impotencia, cuando
demos, como el desenganche del Otro. no logra sanar al enfermo y se percata que el padeci-
De acuerdo a lo planteado hasta aquí, podemos decir miento de éste no es ocasionado por algo ubicable en el
que existe una nueva moral que suplanta a la antigua organismo, sino que la etiología ha de buscarse en el
moral Victoriana. El nuevo Ideal social apunta a un campo psíquico. Allí Lacan afirma, que la presente si-
“consumir para poder ser y pertenecer”, un “consumir” tuación erige al psicoanalista en quien toma el relevo de
que se propone como obligatorio y a cualquier precio, la autoridad médica de antaño; es decir en quien puede
con las consecuencias funestas que esto tiene tanto pa- hacer existir las coordenadas de la subjetividad latente
ra el sujeto como para la sociedad. No importa el medio, en su paciente. Lo que sucede es que en lugar de un in-
solo el fin, recordando una vieja frase popular: “El fin consciente, lo que se oferta son pastillas para no soñar.
justifica los medios”. La lógica del sistema es homoge- Lacan sostiene que el inconsciente sólo existe si hay al-
neizar los modos de gozar, eliminando las pequeñas di- guien que crea en él. Podemos decir, que lo crea. En
ferencias, las singularidades, para de este modo retroa- primer lugar, es el analista quien cree; luego puede ser
limentar un circuito económico que se sostiene a sí mis- que se produzca la suposición de que la causa no es
mo y en detrimento de lo propiamente humano. química, de que en algún lugar se sabe algo sobre el su-
El nuevo ideal social se apoya sobre los nuevos objetos jeto y ese enigma, enlazado al analista vía la transferen-
de consumo, propuestos en una lista que se prolonga al cia, logre encauzar a aquel que llega a la consulta en la
infinito. La compra de cada objeto promete la felicidad búsqueda de algo que le concierna, lo interrogue y lla-
esperada, pero la obtención del objeto anhelado trae me a su responsabilidad.
consigo el retorno de la falta rechazada; generando de Con respecto a lo planteado hasta aquí, podemos afir-
este modo un malestar cada vez mayor, que relanza el mar que las características de la época actual han apor-
recorrido del circuito pulsional por la vía del consumo de tado nuevas particularidades a la clínica.
nuevos objetos. Las adicciones constituyen una de las patologías más
La falta es instalada en lo simbólico por la operación de acuciantes de nuestro tiempo. La generalización de las
la castración. Es simbólica y estructurante de lo huma- mismas es la consecuencia del discurso que lo subyace
no. Dicha falta es lo que se intenta eliminar por la vía de y determina. Se trata de un discurso que propone la pro-
un consumo generalizado. Un ejemplo actual y pleno de moción de satisfacciones inmediatas. El consumo de
matices es el que nos brinda el lanzamiento al mercado sustancias tóxicas es un modo que encuentra el sujeto
del Viagra. Una droga que fue pensada para la tercera de procurarse una satisfacción que le permita olvidar el
edad, es consumida mayormente por los más jóvenes malestar inherente a su condición humana, enlazado a
de la comunidad. una trama subjetiva que le es particular.
La clínica actual muestra, que con dicha droga se apun- Con la solución toxicómana encuentra un atajo, por me-
ta a eliminar las fallas posibles de una sexualidad que dio del cual se evita la angustia que implicaría enfrentar
se vive en términos de “desempeño”; queriendo ade- sus determinaciones en un recorrido por sus palabras.
más añadir un plus a la potencia del falo; una potencia Pero, tal como sostiene Freud, la salida hallada conlle-
perpetua y sin su decaimiento necesario. va el peligro de ocasionar al sujeto una pena mayor;

Psicología Clínica y Psicopatología 27


cuando el impulso a gozar no puede ser detenido gene- desde el lugar otorgado por la transferencia, apuntará a
ra estragos, tanto a nivel del organismo como de la sub- hacer existir el inconsciente, permitiendo de este modo
jetividad. el despliegue de una subjetividad que ha permanecido
La solución por la vía del consumo generalizado, deja a mortificada durante el tiempo del consumo. Se trata de
los sujetos en un estado de creciente vacío subjetivo, hacer existir el campo recortado por la trama significan-
carentes de herramientas simbólicas para zanjar los te en la que se produce cada sujeto, a partir del funcio-
problemas de la vida. namiento inconsciente de un discurso que remite a las
El Psicoanálisis, en tanto experiencia dialéctica, se pro- palabras que determinaron la existencia de ese sujeto
pone como una herramienta eficaz para el abordaje de singular.
la clínica con toxicomanías. Entonces, la dirección de la cura consiste en dar lugar
al sujeto, con el fin de que pueda desplegar la trama sig-
Clínica de las toxicomanías nificante que lo determina, acompañándolo a recono-
Lo planteado hasta aquí se encuentra en estrecha rela- cerla, a reconocer las encrucijadas que se le plantearon
ción con el hecho de que durante las últimas décadas, y donde el tóxico jugó su partida.
se ha visto notablemente incrementado el número de Jacques Lacan[4], sostiene que la intervención del ana-
consultas referidas a la problemática de las adicciones. lista se sustenta en una política, suspender su juicio
Nos proponemos aquí articular el modo en que pensa- más íntimo. De lo que se trata, es de no poner en juego
mos a las toxicomanías como entidad clínica. su opinión sobre cómo debería organizar la vida el pa-
En primer lugar, no las concebimos como una estructu- ciente al que escucha; lo cual implica suspender su jui-
ra clínica, entendiendo por estructura la combinatoria cio moral a la hora de intervenir. Lo que interesa al ana-
significante que organiza los distintos cuadros clínicos y lista en función, es conducir al sujeto a que pueda en-
que el psicoanálisis teoriza en términos de Neurosis, contrarse con los significantes que lo amarran, para que
Psicosis y Perversión. Consideramos que la Toxicoma- pueda confrontarse con aquello que lo traumó, y de es-
nía es un fenómeno que puede producirse tanto en una te modo tenga la oportunidad de volver a elegir.
estructura neurótica, como psicótica o perversa. Esta manera de intervenir implica necesariamente to-
Por otro lado, pensamos que la toxicomanía es una en- mar cada caso en particular y dar lugar a la singularidad
tidad clínica que no se constituye como un clásico sínto- propia de cada sujeto. Porque detrás de la aparente
ma freudiano. Es decir como la expresión metafórica de igualdad que se sustenta bajo el rotulo de Alcohólico o
una satisfacción que fue reprimida y relegada a lo in- Adicto, hay un nombre que denomina la particularidad
consciente. En este caso el sujeto ha encontrado un ob- más intima de cada sujeto, su propia forma de gozar.
jeto exclusivo y excluyente que lo colma o lo colmaba de Por lo tanto desde una escucha psicoanalítica nos pro-
satisfacción. Una satisfacción inmediata que tiene un ponemos:
lugar de certeza para él. - Localizar la relación particular de un sujeto con el tóxi-
En nuestra práctica cotidiana vemos llegar a consultan- co; lo que implica, aunque no se agota, en la posibilidad
tes para los que la función del tóxico ha comenzado a de llegar a un diagnóstico que permita una clínica dife-
caer de ese lugar de plena satisfacción. Algo en esta re- rencial para neurosis y psicosis.
lación de complementariedad perfecta con la droga se - Poner en movimiento aquello detenido o coagulado
ha fisurado y en la grieta de ese vínculo que el consul- por el consumo, a través de la palabra, a fin de que se
tante establece con la sustancia se hace lugar al ingre- pueda desplegar una demanda que posibilite un recorri-
so de otra cosa. do de trabajo subjetivo.
La oferta, desde el psicoanálisis, será alojar el padeci- - Acompañar un pasaje del hacer al decir, donde la abs-
miento escuchando lo que el consultante tenga para de- tinencia se produzca por añadidura, y no como condi-
cir, respondiendo de manera tal de valorizar el acto que ción necesaria para una primera etapa del tratamiento.
supone esa palabra. Nuestra apuesta consiste en que a Plantear la abstinencia como condición previa al trata-
través de ella se comiencen a conmover algunas certi- miento desconoce lo dicho anteriormente en relación a
dumbres del sujeto, para de esa forma encontrar nue- lo singular de la función de las drogas en el psiquismo
vos recursos a los viejos problemas que ese consumo de cada sujeto. Por eso el cese del consumo es algo
tóxico haya obstaculizado en su resolución. que puede obtenerse en el tratamiento, no su condición
Una diferencia del Psicoanálisis con otros tratamientos
es, justamente, que toma en cuenta la transferencia, es El Servicio
decir la relación del sujeto con esa Otra escena, por Para abordar la problemática concretamente, la cátedra
medio de la cual situar una satisfacción intima y al mis- “Clínica de las toxicomanías y el alcoholismo” en articu-
mo tiempo desconocida para él. lación con Psicopatología Cat 1, ha organizado un es-
La transferencia implica que el analista encarna para el pacio de atención con el objetivo de volcar el resultado
paciente esa función de Alteridad. Por eso el psicoaná- de su trabajo teórico en beneficio de la población; en
lisis permite poner en función, cuando es posible para el una acción de transferencia a la comunidad tanto de los
sujeto, ese borde difuso en la época actual, respecto del efectos concretos del saber producido en el ámbito aca-
empuje al placer sin frenos; otorgándole al sujeto una démico como de lo que de esa acción pueda retornar a
herramienta que le permite una orientación. El analista, las aulas en términos de elaboración de los resultados

28 Psicología Clínica y Psicopatología


clínicos. La cátedra articula su trabajo además con una mite además, que los alumnos elaboren en mejores
investigación con sede en la Facultad de Psicología condiciones los conceptos estudiados y accedan en la
(“Psicosis y toxicomanías desde la perspectiva de J. La- práctica al conocimiento de las presentaciones sinto-
can”) que puede muy bien también servirse de los resul- máticas contemporáneas.
tados del trabajo asistencial Este espacio facilita tanto la articulación con programas
El funcionamiento del programa requiere la articulación de investigación establecidos como el desarrollo de
con otras cátedras ligadas a la Secretaría de Extensión nuevas líneas de investigación en nuestro campo. Y
y con otras instituciones del partido de San Isidro (hos- busca promover, desde las distintas facetas del progra-
pital, instituciones que cuentan con centros de interna- ma, una perspectiva sobre el problema que privilegie la
ción, etc.). Para ello se han extendido canales de comu- singularidad en la problemática por sobre la lecturas
nicación con otros profesionales, lo que hace posible más difundidas que la perciben como un “flagelo”, un vi-
nuestro trabajo. cio, etc.
El equipo de trabajo está constituido por licenciados en
psicología, formados en la teoría psicoanalítica, ellos Fragmentos de un inicio
mismos sujetos de una experiencia analítica y con for- Raúl concurre al servicio preocupado por su ingesta de
mación teórica y experiencia clínica tanto en las áreas alcohol. Según afirma, lo puede llevar a perder a su fa-
de las toxicomanías y el alcoholismo como en la de la milia. No tiene ganas de ir a trabajar y siente que su hu-
salud pública. mor cambia constantemente. Aparecen conductas vio-
El dispositivo de trabajo concreto es ambulatorio, abor- lentas, “sale toda mi furia afuera”, dice.
dándose por el momento la problemática con la modali- Durante su adolescencia tomó muchas otras drogas, lo
dad de entrevistas individuales y/o familiares. El propósi- que lo condujo a una internación, habiendo dejado de
to de dichas entrevistas inicialmente es alojar la inquietud usarlas hacía más de 12 años.
de quien consulta; evaluar la situación en la que ésta se Se siente en deuda con su hijo adolescente, porque se-
realiza (se trate de quien consume tóxicos, algún familiar, gún sus palabras, no tuvo padre hasta los 3 años. Has-
etc.); sopesar, en función de la complejidad de la proble- ta ese entonces él estuvo ausente. “Su sufrimiento es
mática concreta, la mejor respuesta posible para el caso, mi sufrimiento” dice, revelando su incapacidad para to-
ya sea la continuidad de las entrevistas dando lugar a un mar distancia de este hijo, pegándose a él. Tiene tam-
tratamiento, la ínter consulta con la unidad de psiquiatría bién una hija de 15 años. Ella lo confronta con su dificul-
del hospital del partido, la derivación a alguno de los cen- tad para ocupar su lugar de padre en la familia. ”Sos un
tros de internación de la zona, etc. borracho”, “Ahora te hacés el papá fatal”, “sos un chiqui-
En el caso de continuar con las entrevistas en el servi- lín”, son frases de la hija.
cio, estas se orientan a ubicar cuál es la función que La madre de Raúl abandonó su hogar, cuando él tenía
cumple el tóxico para el consultante. Es decir qué lugar cinco años y su padre, alcohólico, lo internó en un cole-
ocupa el consumo de sustancias para el sujeto. Ese ele- gio pupilo durante varios años.
mento diagnóstico es esencial para determinar la orien- El alcohol es para Raúl un paliativo para el dolor de
tación del tratamiento con ese paciente. existir. Su sufrimiento ha permanecido coagulado en
Consideramos que, siendo el consumo de tóxicos en al- una palabra que no es dicha. Alegando que todas las
gún sentido una solución para el sujeto, no se puede posibilidades de “decir”, estuvieron obturadas por el
pretender eliminar esa solución sin calcular si la estruc- tóxico. “Estoy mal, tomo, estoy bien, tomo”.
tura subjetiva cuenta con alguna otra mejor accesible. Además, consume objetos del mercado constantemen-
Ya que, de no ser así, ese movimiento podría agravar el te. Dice: “Si tengo plata y salgo con mi familia soy otra
sufrimiento del consultante. persona”. Compra y luego devuelve lo que no puede pa-
El dispositivo de trabajo no contempla una cantidad de gar. Afirma: “Comprar y devolver, siempre lo mismo”,
entrevistas prefijada para la duración del tratamiento. El Por otro lado cuenta que convive con deudas económi-
mismo se desarrolla hasta que se resuelva la problemá- cas por objetos que ha comprado sin dinero y no ha de-
tica que origina la consulta o se generen nuevas condi- vuelto.
ciones que hagan reconsiderar la misma. La subjetividad de Raúl se entrama en la lógica de la
Con la intención de documentar el trabajo, tarea nece- época, consumir se le presenta como una salida imagi-
saria a la hora de articular la atención clínica con la ta- naria que se enlaza de un modo particular en la subjeti-
rea docente y de investigación, se diseñaron distintos vidad. El fracaso del tóxico - apelación fallida al padre -
formularios a ese fin (planillas de admisión, historia clí- permite una apuesta distinta; una apuesta al despliegue
nica, etc.). de su palabra, desde donde construir otro lugar, uno
Este espacio, además de la atención, se propone como que le permita acceder a una solución diferente a la que
un lugar de supervisión clínica y formación teórica, tan- ha estragado su vida.
to para los integrantes del equipo (que conforman un
grupo de estudio tendiente a la investigación y profundi-
zación de la temática de las toxicomanías y el alcoholis-
mo) como para los alumnos de la cátedra.
De esta forma, disponemos de un dispositivo que per-

Psicología Clínica y Psicopatología 29


NOTAS
[1] Naparstek, Fabián. “Introducción a la clínica con las toxicoma-
nías y el alcoholismo II”, Grama ediciones, Bs. As, 2009, pág. 13.
[2] Freud, Sigmund, “El malestar en la cultura”, en Obras Comple-
tas, tomo III, Biblioteca Nueva, Madrid, Traducción directa del
alemán, Luis López Ballesteros, 1989.
[3] Lacan, Jacques, “Psicoanálisis y Medicina”, en: Intervenciones
y textos 1, Manantial, Bs. As., 1999.
[4] Lacan, Jacques. “La dirección de la cura y los principios de su
poder”, en Escritos 2, Siglo Veintiuno Editores, Bs. As, 1985.

BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1989) El malestar en la cultura. Madrid, Obras Comple-
tas, tomo III, Biblioteca Nueva, Traducción directa del alemán, Luis
López Ballesteros.
Lacan, J. (1988). Intervención sobre la Transferencia. Escritos 1
Bs. As., Siglo XXI editores.
Lacan, J. (1985). La dirección de la cura y los principios de su
poder. Escritos 2. Bs. As. Siglo XXI editores.
Lacan, J. (1999). Psicoanálisis y Medicina. en Intervenciones y
textos 1. Bs. As. Manantial.
Naparstek, F. (2005). Introducción a la clínica con las toxicomanías
y el alcoholismo. Bs. As. Grama ediciones.

30 Psicología Clínica y Psicopatología


EYEBALLING: LOCURA CONTEMPORÁNEA Y USO
DE ALCOHOL. UNA PERSPECTIVA LACANIANA
Bousoño, Nicolás; Naparstek, Fabián
Programación Científica UBACYT, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
El texto presenta un estado de trabajo de la investiga- Desde el inicio de los tiempos, resultó evidente para el
ción “Relaciones entre las Toxicomanías y la Psicosis a hombre que algunas bebidas producían efectos particu-
Partir de la Orientación de Jaques Lacan”. El escrito re- lares. Muy directos y a todo nivel; biológico, anímico,
corre algunos antecedentes de las formas de conside- perceptivo, intelectual, etc. En algún punto del desarro-
rar la relación del hombre con el alcohol; básicamente llo de la cultura, se supo que el elemento activo en esas
las consideraciones que de esa relación se hicieron a bebidas era el alcohol.
nivel psicopatológico y especialmente la perspectiva Desde siempre, y seguramente también por sus efec-
freudiana de la misma. Luego describe una práctica ac- tos, esas bebidas funcionaron como una suerte de goz-
tual de consumo de alcohol, la que manifiesta de modo ne, de bisagra, de vehículo que abre la puerta a Otra di-
patente uno de los efectos más destacados de la confi- mensión. Dimensión que J. Lacan evoca con justeza en
guración cultural contemporánea. El trabajo concluye su Seminario Cinco:
con el planteo de la diferencia que la respuesta del psi-
coanálisis ofrece a dichos efectos. Ya les he hablado del deseo de Otra cosa - no como qui-
zá lo experimenten ahora, el deseo de ir a comerse una
Palabras clave salchicha más que de escucharme, sino, de todas for-
Nosología Psicoanálisis Alcoholismo Época mas y se trate de lo que se trate, el deseo de Otra cosa
propiamente dicho.
ABSTRACT Esta dimensión no está únicamente presente en el de-
EYEBALLING: CONTEMPORARY MADNESS AND seo. Está presente en muchos otros estados, que son
USE OF ALCOHOL. A LACANIAN PERSPECTIVE permanentes. La vigilia, por ejemplo, lo que se llama la
The text contains a state of the research work “Rela- vigilia, no se piensa suficientemente en eso. Velar, me
tions between theAddiction and Psychosis from Jacques dirán ustedes, ¿Y qué? Velar, es lo que Freud menciona
Lacan’s Orientation.” It covers some background on the en su estudio sobre el presidente Schreber cuando nos
ways of looking at man’s relationship with alcohol; basi- habla de Antes de la salida del sol, el capitulo del Zara-
cally the considerations of this relationship made at psy- tustra de Nietzsche. Éste es ciertamente el tipo de indi-
chopathology and especially the Freudian perspective caciones que nos revela hasta qué punto Freud vivía en
of it. It then describes a current practice of alcohol con- esa Otra cosa. Antes del amanecer, ¿Es propiamente el
sumption, which points out the more prominent effects sol lo que está a punto de aparecer? Es Otra cosa lo
of the contemporary cultural setting. The paper ends ex- que está latente, lo que se espera en el momento de la
posing the difference that psychoanalytical response of- vigilia.
fers to such effects. Y luego, el enclaustramiento. ¿No es también una di-
mensión esencial? Tan pronto un hombre llega a alguna
Key words parte, a la selva virgen o al desierto, empieza por ence-
Nosology Psychoanalysis Alcoholism Era rrarse. Si fuera preciso, se llevaría dos puertas para
producirse corrientes de aire. Se trata de establecerse
en el interior, pero no es simplemente una noción de in-
terior y de exterior sino la noción del Otro, lo que es pro-
piamente Otro, lo que no es el lugar donde se está bien
guarecido.
Diré más- si exploraran ustedes la fenomenología, co-
mo quien dice, del enclaustramiento, verían hasta qué
punto es absurdo limitar la función del miedo a la rela-
ción con un peligro real. El estrecho vínculo del miedo
con la seguridad debería resultarles manifiesto por la fe-
nomenología de la fobia. Se darían cuenta de que, en el
fóbico, sus momentos de angustia se producen cuando
se percata que ha perdido su miedo, cuando empieza
uno a quitarle un poco su fobia. En ese momento es
cuando dice- Eh, Eso no puede ser. Ya no se en que lu-

Psicología Clínica y Psicopatología 31


gares he de detenerme. Al perder el miedo he perdido tre síntoma y cultura. Siendo la técnica una de sus ex-
mi seguridad. presiones más acabadas.
Hay también una dimensión en la que no piensan uste- Pero el alcoholismo, concebido como enfermedad (eso
des lo suficiente, estoy convencido de ello, porque viven resuena con mucha fuerza aún hoy) es subsidiario del
ahí como en el aire que respiran desde que nacieron, y pensamiento de la psiquiatría clásica. A partir de 1850
se llama aburrimiento. Tal vez nunca han pensado bien gana fuerza el criterio y la intensión de definir los pro-
hasta qué punto el aburrimiento es típicamente una di- blemas “mentales” llamémoslos “estados anormales”,
mensión del la Otra cosa, que incluso se llega a formu- con un modelo anátomo-clínico-evolutivo.
lar así de la forma más clara- quisiéramos Otra cosa. A partir del modelo de la parálisis general progresiva,
Estamos dispuestos a comer mierda, pero no siempre efecto de la infección producida por la sífilis, se intentan
la misma. Son distintas clases de coartadas, coartadas describir “formas naturales” de lo que los psiquiatras
formuladas, ya simbolizadas, de la relación esencial clásicos llaman enfermedad, con una causa biológica
con Otra cosa. definida y una evolución en términos de manifestacio-
… nes de inicio, un desarrollo y un desenlace.
Para terminar, quisiera dirigir su atención hacia las di- Los efectos sostenidos de la ingesta de alcohol parecie-
versas manifestaciones de la presencia de la Otra cosa ran obedecer punto por punto a esta pretensión; tanto
institucionalizadas. Pueden clasificar las formaciones que ésta figura desde 1850, casi sin modificaciones, en
humanas que instalan las hombres por todas partes las clasificaciones nosológicas de todos los psiquiatras
dondequiera que vayan, lo que se llaman las formacio- de la época. Con una pregnancia muy importante, con
nes colectivas, en función de la satisfacción que apor- mucha solidez, ya que aún hoy en ciertos ámbitos se
tan a las diferentes formas de la relación con Otra cosa. considera al alcoholismo de esa manera.
Apenas llega el hombre a cualquier parte, construye Hay una causa observable, con efectos puntuales y de-
una cárcel y un burdel, es decir, el lugar donde está ver- finidos en el corto, mediano y largo plazo. Si bien hay
daderamente el deseo, y espera algo, un mundo mejor, que decir que ya en ese momento también algunos psi-
un mundo futuro, está ahí, vela, espera la revolución. quiatras (Esquirol, Griesinger) consideraban a la inges-
Pero sobre todo, cuando llega a alguna parte, es muy ta de alcohol a veces causa de la enfermedad, otras ve-
importante que sus ocupaciones rezumen aburrimiento. ces efecto; es decir un síntoma y no el generador de la
Una ocupación sólo empieza a convertirse en seria enfermedad mental.
cuando lo que la constituye, es decir, la regularidad, lle- Muchos se dedicaron entonces a la enorme tarea de la
ga a ser perfectamente aburrida.[i] descripción detallada de los efectos del consumo de al-
cohol. Huss (distinguió el delirio agudo del crónico), La-
Cómo se conciba esa Otra dimensión va a tener efectos segue (quien distingue el alcoholismo crónico, el
decisivos, tanto a nivel social como subjetivo. Decisivos subagudo y la dipsomanía) en 1881 escribe sobre el de-
en relación a lo que se espera y a lo que sorprende, a lo lirium tremens, subrayando el carácter visual, onírico
que considera o no un problema y sus soluciones posi- escénico del delirio alcohólico, su aspecto de sueño ví-
bles. Decisivo en relación al lugar que se da al alcohol, vido, “el delirio alcohólico no es un delirio sino un
al sujeto y a la posible relación entre ambos. Como lo in- sueño”[iii], en contrapunto con la alucinación delirante.
dica Lacan, ninguna figuración agotará la ajenidad de También De Clerambault describe con detalles los efec-
esa Otra dimensión, aunque cada una tenga conse- tos del consumo de alcohol. Lo considera un reactivo,
cuencias específicas. un catalizador que acelera los procesos de deterioro
El presente trabajo recorre algunos antecedentes de la que él atribuía a causas orgánicas.
consideración de esa relación, para ubicar luego una Este detallado trabajo descriptivo llega a un límite en su
práctica de consumo actual, la que manifiesta de modo eficacia, clasificatoria y clínica; el que sólo va a ser su-
patente uno de los efectos más destacados de la confi- perado por el estudio de los mecanismos de producción
guración cultural contemporánea. de los síntomas, ya no por la clasificación que remeda
las ideas de la medicina clínica.
Antecedentes
En algún momento, aún hoy en algunos lugares, las be- Desde Freud
bidas alcohólicas fueron vehículo de contacto con los Es en este punto donde se incluye Freud, su pensa-
dioses; pensemos en las fiestas paganas o en la misa miento, su práctica. Es necesario decir que las mencio-
católica. En Grecia y Roma era el dios mismo el que ha- nes al tema en su obra son precisas. Su conceptualiza-
bitaba en él. Eso enmarcaba y daba un sentido a su in- ción; en términos de conflicto, de tensión; supone cier-
gesta, una medida a sus efectos. tos equilibrios entre elementos; elementos cuya defini-
En la edad media, en un contexto cultural muy comple- ción va variando a lo largo de su trabajo. Siempre reco-
jo, se produce el descubrimiento del proceso de destila- noce el lugar de privilegio del alcohol “en la economía li-
ción, lo que marca un momento importante. Se produce bidinal de los pueblos”[iv].
un aumento notable, tanto de la ingesta de alcohol co- Decir lugar supone consideran al alcohol, ya no como
mo de la preocupación por sus efectos[ii], poniéndose causa de enfermedad, sino cumpliendo una función
de relieve para nuestra lectura la íntima articulación en- dentro de ese equilibrio inestable, siempre a punto de

32 Psicología Clínica y Psicopatología


desequilibrarse. ¿Qué función? De muleta, de solución, o el ano, a través de tampones embebidos en vodka
de apoyo para soportar los pesares que la vida impone que, rápidamente, atraviesa las mucosas y envía el al-
va a decir Freud[v]. ¿Por qué apoyo? Porque proporcio- cohol directamente al torrente sanguíneo. Esta práctica
na una ganancia de placer inmediata con independen- inclusive ya ha ganado su nombre de drink: “tampax on
cia de las limitaciones que impone el mundo exterior. El the rock”.
alcohol proporciona la satisfacción sexual que falta[vi], Mariano y sus amigos tienen 17 años y van a uno de los
la satisfacción sexual arrebatada al hombre por la cultu- colegios más prestigiosos de zona norte. “La idea de
ra. El alcohólico dirá Freud, tiene con la botella un ma- eyeballing la tiré para probar, me daba intriga ver el
trimonio feliz. efecto y los chicos se prendieron al toque”, cuenta.
En esta misma línea conceptual, J. Lacan define a la A través de la mucosa ocular el alcohol se absorbe más
droga como lo que permite romper el matrimonio del rápido que por la vía normal de ingesta, ya que no pasa
cuerpo con el falo[vii], entendiendo que lo que permite por el filtro del hígado, que absorbe el 90% del alcohol
romper esa relación se convierte en tóxico. J.A. consumido por la boca. Además, se cree que es una
Miller[viii], continúa con esa formulación al plantear que forma de evitar el aliento a alcohol, y evadir posibles
los narcóticos permiten la huída, la “insubordinación”, controles de los padres o policiales, aunque esto no es
dirá, al servicio que uno de los sexos debe prestarle al exactamente así. “
otro; en definitiva a plantearse los problemas sexuales. Los efectos que sintió Mariano fueron inmediatos. “Se
me prendió fuego el ojo, te quema el dolor, te mata”. Le-
Alcohol hoy jos de parecer preocupado por las consecuencias a lar-
La época actual, con el empuje al consumo ilimitado go plazo, Mariano dice no arrepentirse, “somos un gru-
que la caracteriza, se mueve en el sentido de la defini- po muy curioso, en la vida todo es cuestión de probar”.
ción lacaniana. Es, desde allí, una época toxicómana. La globalización. El eyeballing aparece sobre todo en
Al orientarse por la satisfacción inmediata, muchos de los Estados Unidos y el Reino Unido, países en los que
los ideales generadores de sentido de otras épocas se la práctica está cada vez más generalizada. Las redes
esfuman, presentando nuestra actualidad una diversi- sociales constatan el fenómeno. En Facebook, por
dad “loca” en más de un sentido. ejemplo, hay páginas de entusiastas, pero también gru-
Mucho, variado y muy bueno se ha dicho al respecto[ix], pos alarmados al respecto, entre ellos, People against
un artículo publicado en el diario “Perfil” describe varias Vodka Eyeballing.
prácticas “locas” y novedosas que exponen claramente Shayne Findley es estadounidense y creador del grupo.
los efectos a nivel subjetivo de la extensión del discurso Explica “Armé el grupo porque quiero que la gente co-
del capitalismo, la fragmentación que produce en su ex- nozca los efectos, antes de que el eyeballing se propa-
tremo. Señala como el alcohol juega un papel, como un gue aún más”, comenta.
elemento más, en ese equilibrio inestable; permitiéndo- Lee Naughton es australiano y tiene 28 años. Vivió tres
nos advertir como ese discurso se articula en la singu- años en Londres, donde experimentó con eyeballing.
laridad. “Definitivamente, no es lo más placentero que he proba-
El artículo se inicia reconociendo la extensión, en la ac- do. No me siento orgulloso de haberlo hecho y no lo re-
tualidad, entre los jóvenes de las prácticas que pasa a petiría”, los amigos se filmaron mientras vertían alcohol
describir en forma de relato-reportaje. Esa forma permi- en sus ojos, y esta es una constante en la mayoría de
te tomar al artículo como una entrevista, para extraer de los que lo prueban. En YouTube hay cerca de 800 vi-
allí algunas consecuencias. deos que muestran a jóvenes tomando alcohol por los
ojos.
Sábado. Tres de la mañana. Un grupo de amigos se re- Mariano admite que leyó en Internet sobre los efectos,
úne. Mariano sugiere probar una nueva forma de tomar pero le ganó la curiosidad. Y su caso no es el único.
alcohol, sobre la que leyó en Internet: “vodka eyeba- Los cinco sentidos. “La mejor forma de tomar tequila
lling”. El ritual es sencillo, consiste en verter un shot de es una que involucra a los cinco sentidos”, comenta
vodka directamente en el ojo. Mariano arenga a sus Santiago, de 23 años. El ritual consiste en exprimir el li-
amigos, que no ofrecen demasiada resistencia. Uno, món en los ojos, aspirar la sal y tragar el alcohol. “Des-
dos, tres, y adentro (del ojo). La idea es hacerlo todos al pués te dan una cachetada, y eso involucra al tacto, y
mismo tiempo. El desenlace es previsible; aplausos, ri- todos gritan de dolor, lo que incluye al oído”, relata al
sas, quejas de dolor que se entremezclan con gritos de describir la experiencia.
entusiasmo. Los ojos lagrimean, arden. Pero no impor- Santiago es licenciado en Comunicación. Este método
ta, hay que repetir el ritual. Una, dos, tres, hasta doce se le ocurrió en un viaje de intercambio a los Estados
veces. El clima es festivo. Después de todo, es sábado Unidos. Admite que la práctica es muy dolorosa. El ojo
a la noche. arde por unos minutos, pero lo que perdura es el dolor
Todo orificio es bueno. Parece que beber alcohol ya en la nariz, que en ocasiones llega a sangrar. “Es muy
no es suficiente. Ahora, muchos jóvenes, en la Argenti- molesto, pero ya no puedo tomar tequila de otra forma”.
na y en el mundo, buscan un impacto más fuerte a tra- Gonzalo, un rugbier de 26 años, cuenta que, cuando de-
vés de medios “no orales” de consumirlo: los ojos y la butó en un club de Londres, los ingleses le hicieron atra-
nariz, directamente de las botellas o vasos, y la vagina vesar el mismo ritual. “Lo que más me dolió fue la nariz,

Psicología Clínica y Psicopatología 33


me ardió durante cuatro días”, se queja. na por excelencia: “la biología y la química”.
Rafael tiene 23 años y es estudiante de Publicidad. En La química aplicada sobre un organismo que no llega a
los preboliches, su grupo de amigos suele aspirar vo- ser un cuerpo. Paradoja extrema; ya que sólo en el te-
dka de la tapa de la botella. “Lo bautizamos Chilly Willy. rreno de lo humano tales prácticas son posibles, a la
No hay explicación lógica ni para el nombre, ni para el vez que revelan lo profundamente ajeno de la satisfac-
motivo de hacerlo”, admite. Belén tiene 24 años y estu- ción para el hombre. Todo expuesto, además, para un
dia Medicina. Compartió varios preboliches con Rafael ojo ciego que enmarca lo que sin el clima festivo que
y los amigos, y los vio probar el Chilly Willy. Al principio describe el artículo sería una inhumana sesión de tortu-
dudó en probarlo, “me parecía súper divertido y además ras.
uno de los chicos que lo hacía me gustaba. Quise inten- Se pueden leer además, en las entrevistas, distintos
tarlo para parecer valiente”, confiesa. ¿Qué la detuvo? efectos, bien actuales y que merecen un recorrido más
Verlos cómo sufrían. “Los deja medio atontados”, dice detallado por sus distintas consecuencias; la moral y la
Belén. El objetivo no es emborracharse más rápido. “No vergüenza como límites, antes y después de la expe-
sé si aspirar alcohol pega más, porque siempre que lo riencia. Hay también al menos dos modalidades dife-
hacemos ya estamos de cama”, bromea Rafael. “Lo úni- rentes en esas experiencias, Belén, dice haberse inicia-
co que genera es la diversión de ver sufrir al boludo que do por que “le gustaba un chico”, Mariano, sólo él con
le toca hacerlo, nos reímos de su ‘caripela’ de dolor”. su ojo. Modalidades que se revelan una vez que la pala-
La droga alcohol. Ramiro revela que hay un nuevo ri- bra comienza a jugar su papel, una vez puestos a hablar
tual entre los consumidores de cocaína, llamado “sni- de eso.
ffeo de vodka” (del verbo sniff, oler, en inglés) o “vodka Allí, se aprecia, está la posibilidad de la subjetividad. No
snort”. El alcohol es vasodilatador, y al aspirarlo se libe- por medio de la clasificación, ni de la abstinencia forzo-
ran las vías nasales usualmente obstruidas por la cocaí- sa; sino haciendo un lugar, apostando a que Otra curio-
na y la mucosidad que se desprende por su efecto anal- sidad que la que se manifiesta allí se despliegue.
gésico. Volviendo a Freud, para terminar. En la conferencia “Vi-
Nicolás, tiene 23 años y consume “pepa” (LSD), pero no da sexual humana”[x], él define lo sexual como lo inde-
de forma sublingual, que es el modo tradicional. Hace coroso, aquello de lo que no está permitido hablar. De-
unas semanas con amigos se metió media pepa en el finición simple, pero que indica un camino. Ante lo es-
ojo. “Esa noche fue un papelón. Me da vergüenza y me candaloso, ante lo mortificante de esas prácticas; la es-
arrepiento de haberlo hecho, pero al no encontrar el ba- cucha del analista puede hacer un lugar que instale al-
ño del boliche, hice pis en la barra del boliche mientras go de lo íntimo. Vale allí entonces retomar el planteo de
tomaba una cerveza”, confiesa. “El efecto me duró bas- Lacan del Seminario 5, hacer de la palabra la posibili-
tante, después de un rato me saqué la pepa del ojo y me dad de instalar algo del juego significante, ese aspecto
la comí, y terminé a las 10 de la mañana tomando una humano de lo simbólico.
cerveza en la playa con unas chicas que conocí camino
a casa”.
‘Tampodka’. Nariz, ojos y boca no son los únicos mo-
dos de ingreso privilegiados. Se registran casos de jó-
venes que mojan tampones con vodka y se los insertan
en la vagina, en el caso de las mujeres, o en el recto,
cuando se trata de hombres. Una joven de 18 años rela-
ta que, para prostituirse, necesita estar alcoholizada.
Sin embargo, sus clientes no toleran el aliento a alcohol,
por lo que ella usa tampones en el ano, embebidos en
alguna bebida blanca. “El tampón actúa como un supo-
sitorio, el alcohol se absorbe a través de la mucosa anal
y así llega más rápido a la cabeza generando un grado
de intoxicación muy alto en muy poco tiempo”.

Perspectivas
Por supuesto que no se trata de hacer análisis socioló-
gicos, el artículo señala con crudeza una forma de la
soledad contemporánea que afecta a cada uno de los
sujetos en su singularidad, el aislamiento en “la fiesta”.
El alcohol, más que muleta es allí literalmente “la paja
en el ojo”. Un instrumento con el que se empuja a una
satisfacción a-sexual, siempre un poco más allá que
vuelve mortífera a la Otra dimensión que citábamos en
la introducción. No se trata allí del matrimonio feliz con
la botella que describía Freud, sino de la pareja moder-

34 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS
[i] Lacan, J (1998) “El seminario, 5. Las formaciones del incons-
ciente, 1957-1958”. Pág. 181-2. Ed. Paidos, Bs. As. Argentina.
[ii] Ackernecht, E (1962) “Breve historia de la psiquiatría”. Pág. 24.
Eudeba, Bs.As.
[iii] Bercherie, P. (1980) “Los fundamentos de la clínica”. Pág. 63.
Ed. Manantial, Bs. As. Argentina.
[iv]Freud, S. (1988) “El malestar en la cultura”, en “Obras comple-
tas” tomo XXI. Amorrortu. Buenos Aires.
[v] Ibíd.
[vi] Freud, S. (1988) “Carta 79”, en “Obras completas” tomo I. Pág.
314. Amorrortu. Buenos Aires.
[vii] Lacan, J. (1975) “Clausura de las jornadas de carteles de la
EFP”, Inédito.
[viii] Miller, J.A. (1993) “Para una investigación del goce autoeró-
tico”, en AA.VV. “Sujeto, Goce y Modernidad”, Atuel - TYA, Bs. As.
[ix] Ver los múltiples trabajos del Departamento de Toxicomanías
y alcoholismo del Centro de Investigaciones del Instituto clínico
de Buenos Aires (TYA) al respecto.
[x] Freud, S. (1988) “Vida sexual humana”, en “Obras completas”
tomo XV. Amorrortu. Buenos Aires.

BIBLIOGRAFÍA
Ackernecht, E (1962) “Breve historia de la psiquiatría”. Eudeba,
Bs. As.
Bercherie, P. (1980) “Los fundamentos de la clínica”. Ed. Manan-
tial, Bs. As.
Bercherie, P. (1995) “Presentación”, en De Clerambault, G. “Au-
tomatismo Mental”. Polemos, Buenos Aires.
Freud, S. (1988) “Obras completas” tomo XXI. Amorrortu. Buenos
Aires.
Lacan, J (1998) “El seminario, 5. Las formaciones del inconscien-
te, 1957-1958”. Ed. Paidos, Bs. As.
Lacan, J. (1975) “Clausura de las jornadas de carteles de la EFP”,
Inédito.
Miller, J.A. (1993) “Para una investigación del goce autoerótico”,
en AA.VV. “Sujeto, Goce y Modernidad”, Atuel - TYA, Bs. As.
Naparstek, F. (2005) “Introducción a la clínica con toxicomanías
y alcoholismo”. Ed. Grama. Bs. As.
Naparstek, F. (2009) “Introducción a la clínica con toxicomanías
y alcoholismo II”. Ed. Grama. Bs. As
Naparstek, F. (2010) “Introducción a la clínica con toxicomanías y
alcoholismo III”. Ed. Grama. Bs. As.
Oyhanarte, R. “Beber con el cuerpo. Tequila por la nariz, vodka
por los ojos o la vagina”. Diario Perfil.com. Buenos Aires. 27/3/2011.
Disponible en. Http/w w w.diarioper fil.com.ar/edimp/0559/
articulophp?art=28025&fd=0559. Documento capturado el
12/4/2011.

Psicología Clínica y Psicopatología 35


LOS EXTRANJEROS
Cantero, Fabiana
UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN “Y sin embargo, había cambiado, pues a la espera del


Los usuarios de drogas de la Argentina, en la crisis de día siguiente fue la celda lo que volví a encontrar.
los años 2001 y 2002, sufrieron el proceso de cambio Como si los caminos familiares trazados en los cielos
entre el clorhidrato y la pasta base de cocaína, también de verano pudiesen conducir tanto a las cárceles como
llamado Paco, pero la población más pobre, lo sufrió en a los sueños inocentes”
el contexto de una economía marginal de venta de dro- Albert Camus. El extranjero
gas. Este proceso de cambio, modificó también el lazo
social, produjo nuevos trabajos, fragmentó vínculos y INTRODUCCION
redes, modificó los límites de lo legal y lo ilegal, multipli- La población que abarca el Programa de Adicciones
cando diferentes tipos de violencia, destruyendo subje- donde trabajo, en el área asistencial, o como parte de
tividades, creando nuevos márgenes de vulnerabilida- los abordajes comunitarios o preventivos, son en su
des y fomentando nuevos tipos de muerte de estos jó- mayoría jóvenes que viven en villas de emergencia,
venes. El consumo de psicofármacos (mayormente el asentamientos precarios, barrios muy humildes o en la
clonazepan) generaba en los usuarios de drogas amne- calle.
sias parciales que promueven una discusión sobre la Como todos los usuarios de la Argentina, en la crisis de
responsabilidad subjetiva de los actos. Sumado a esto, los años 2001 y 2002, sufrieron el proceso de cambio en-
las modificaciones de los parámetros morales, el dete- tre el clorhidrato y la pasta base de cocaína, también lla-
rioro de la calidad de vida y la brecha cada vez mayor mado Paco, pero esta población en particular, en el con-
entre pobreza y riqueza, deja en el medio a una gran texto de una economía marginal de venta de drogas. Es-
cantidad de jóvenes que son como “extranjeros” de sus te proceso de cambio, modificó también el lazo social,
propios cuerpos y en sus propios barrios. produjo nuevos trabajos, fragmentó vínculos y redes,
modificó los límites de lo legal y lo ilegal, multiplicando di-
Palabras clave ferentes tipos de violencia, destruyendo subjetividades,
Adicciones Pobreza Reducción daños. creando nuevos márgenes de vulnerabilidades y fomen-
tando nuevos tipos de muerte de estos jóvenes.
ABSTRACT Ya desde la década de los 90, el consumo de rohypnol
THE FOREIGNERS generaba en los usuarios de drogas amnesias parciales
During the crisis of 2001 and 2002, drug users in Argen- que promovía una discusión sobre la responsabilidad
tina suffered the exchange of hydrocloride use for the subjetiva de los actos. Hoy es reemplazada esa droga
cocaine base known as Paco, but the poorest popula- por el consumo de clonazepan, pero genera el mismo
tion experienced that changes in the context of the mar- estado de amnesia y de peligrosidad para si y para ter-
ginal economics of drug dealing. This exchange also ceros.
created changes in social bonds, produced new jobs, Sumado a esto, las modificaciones de los parámetros
fragmented links and networks, changed the bounda- morales, el deterioro de la calidad de vida y la brecha ca-
ries of the legal and the illegal, multiplied different types da vez mayor entre pobreza y riqueza, deja en el medio a
of violence and destroyed subjectivities, creating new una gran cantidad de jóvenes que son como “extranje-
type of vulnerabilities and fomenting new forms of death ros” de sus propios cuerpos y en sus propios barrios.
for young people. The consumption of psychotropic
drugs (mostly clonazepam) generated in drug users a POBREZA
partial amnesia which promoted a discussion of subjec- La pobreza implica mala alimentación, poca protección
tive responsibility for behaviors. In addition, the changes contra las condiciones del clima, viviendas precarias y
in moral standards, deteriorating quality of life and the un particular acceso a la salud.
growing gap between wealth and poverty, left a large No se reduce solo a la falta de comodidades y al sufri-
group of youth who are like “foreigners” in their own miento físico. “Es también una condición social y psico-
neighborhoods even in their own bodies. lógica”, dice Zygmunt Bauman (1)
“Ser pobre significa estar excluido de lo que se conside-
Key words ra “una vida normal”; es “no estar a la altura de los de-
Addiction Poverty Harm reduction más”. Esto genera sentimientos de vergüenza o de cul-
pa, que producen una reducción de la autoestima. La
pobreza implica también, tener cerradas las oportunida-
des para “una vida feliz”, no poder aceptar “los ofreci-
mientos de la vida”. La consecuencia es resentimiento y
malestar, sentimientos que -al desbordarse- se mani-

36 Psicología Clínica y Psicopatología


fiestan en forma de actos agresivos o autodestructivos, códigos que los dejan más expuestos, ya que por su ac-
o de ambas cosas a la vez. cionar, el barrio y los vecinos los expulsan o lastiman.
Es una sociedad de consumo, la “vida normal” es la de “No robar en el barrio” era un código que dejo de respe-
los consumidores” (2) tarse, no robarle a los vecinos, ni a los maestros o pro-
Excepto aquellos jóvenes que se encuentran apremia- fesionales de la salud de los centros asistenciales. Esto
dos por la necesidad de seguir consumiendo y para eso atrae a la policía y dificulta la seguridad de los que van
fueron a robar, la mayoría, utiliza lo obtenido en el botín, a prestar servicio a los barrios o villas.
para “sus cosas” como les llaman, generalmente ropa “La vecindad entiende que, más que con otra sustancia,
deportiva de marca, comida, largas estadías en un ci- el uso del paco está relacionado con el hurto de las po-
ber, llevan dinero a su casa y finalmente compran dro- cas cosas valiosas de la casa para la obtención de dine-
gas con lo que les queda. Es decir, que utilizan lo que ro con el que comprar más. El paquero rompe el contra-
roban, para aproximar su vida a la de “cualquier ciuda- to social con su comunidad y en esa medida es vivido
dano” parte de esta sociedad consumista. como una amenaza. Es, en la descripción de sus veci-
Lo que para la ley esta prohibido, para ellos, es la única nos “el que se roba la soga” aludiendo con esto al robo
posibilidad que permite el acceso a una equiparación de la ropa tendida en las casa de su propio barrio” (5)
de prácticas inclusivas en el mercado. Se es lo que se Por otro lado, la violencia ejercida sobre las víctimas es
tiene, no importa el medio para adquirirlo. desproporcional al botín que se obtiene.
Una frase muy común entre estos jóvenes es “robo pa-
ra tener plata, para poder comprarme lo que quiero y Como mencionaba antes, estos jóvenes “doblemente
ser yo mismo”. Insisto, con la lógica sostenida por la excluidos” son la población de jóvenes de adictos más
misma sociedad. “Se es lo que se tiene”. vulnerables en el sentido de ser considerados por el ba-
rrio y por los mismos consumidores como “casos perdi-
TRABAJO / ROBO dos, irrecuperables”. Representación social que se sus-
En la Investigación que realizamos el año pasado en el tenta en el argumento de la falta de códigos, en la com-
Programa, sobre perfiles sociales y patrones de consu- pulsión a la nueva ingesta y al robo y al deterioro de la
mo de drogas en jóvenes en situación de encierro, veri- imagen en lo que se refiere a pérdida de peso e higiene.
ficábamos lo que ya circulaba, y es que no son exclu-
yentes el trabajo “legal”, generalmente changas y traba- TALLERES DE REDUCCION DE RIESGOS
jos precarios (que son los trabajos a los que tiene acce- Uno de los dispositivos de abordaje de esta problemáti-
so estos jóvenes) y el robo. ca son los Talleres de Reducción de Riesgos que se
El 83,4 % de los jóvenes había tenido al menos una ex- realizan en el un Centro de Régimen Cerrado niños y
periencia laboral, siendo las de mayor frecuencia el car- adolescentes, ya que la mayoría de estos jóvenes termi-
tonéo, la albañilería y vendedor ambulante. (3) nan siendo detenidos en comisarías o Institutos de se-
Señala Mario Kessler en su libro “Sociología del delito guridad.
amateur, que esta “es una primera generación que rea- Ejes:
liza un pasaje de la centralidad del trabajo a su combi- Trabajar las consecuencias nocivas del consumo y los
nación con otras actividades, lo que caracterizamos co- riesgos concomitantes
mo el pasaje de la lógica del trabajador a la del provee- Efectos tóxicos, físicos y emocionales
dor. La diferencia entre una y otra está en la fuente de Conocer las distintas modalidades de tratamiento
legitimidad de los recursos obtenidos, que, en la lógica
del trabajador, reside en el origen del dinero.” José es uno de los jóvenes que participó del taller en el
“En la lógica de la provisión, en cambio, la legitimidad mes de noviembre del año pasado. Tiene 15 años. Tam-
ya no se encuentra en el origen del dinero, sino en su bién fue evaluado para posible tratamiento específico
utilización para satisfacer necesidades. Esto es, cual- de adicciones.
quier recurso, sin importar su procedencia, es legítimo En las entrevistas previas al taller, claramente manifes-
si permite cubrir una necesidad” (4) taba sus ganas de volver a la calle y continuar experi-
Sin perder este contexto de desplazamiento de los lími- mentando con distintas drogas. Antes de ser detenido,
tes de la legalidad, de desdibujamiento de marcos mo- consumía mayormente alucinógenos y estimulantes,
rales, nos encontramos con una falta de culpa o respon- mencionando una larga lista de sustancias y experien-
sabilidad subjetiva de los actos cometidos. Lo que con- cias. Reconocía que debía robar para obtener el dinero,
voca a la reflexión, no es el haber “actuado por fuera de pero esto no le producía malestar alguno, al menos, era
la ley”, sino la consecuencia de un nuevo encierro si son lo que decía.
apresados por la policía. Tenía un grupo de compañeros, con los que vivía en la
El que se nombre al robo como “laburo” es una expre- calle, robaba y consumía. No quería hacer ningún trata-
sión que muestra una nueva legitimidad de lo que esta miento, simplemente, porque no tenía intensiones de
por fuera de la ley. dejar de drogarse, lejos de eso, era el motivo por el cual
Los usuarios más jóvenes, fundamentalmente los con- quería recobrar su libertad.
sumidores de PBC, además de participar en esta deba- Se sugiere entonces, que sea derivado a una Residen-
cle generalizada de la moral, fueron perdiendo algunos cia Educativa, donde estimábamos, podía permanecer

Psicología Clínica y Psicopatología 37


más tiempo que en una Comunidad Terapéutica, de la CITAS
que se fugaría el mismo día, según lo expresaba. 1_ Bauman Zygmunt p.64
Debía ser derivado a una institución, ya que no contaba
2_ Ibid, p. 64
con un adulto responsable que se hiciera cargo de él.
Esto se sabe por la información que maneja el Equipo 3_ “Estudio sobre Perfiles Sociales y Patrones de Consumo de
Sustancias Psicoactivas en Adolescentes residentes en Disposi-
Técnico, él hasta el momento no despliega nada sobre tivos de Régimen Cerrado de la Secretaría de Niñez, Adolescen-
su vida familiar. cia y Familia”. Autores: Lic. Fabiana Cantero y Lic. Fernando Ve-
Volvemos a ver a José este año en el Instituto para una neziale. SENNAF. 2009.
nueva evaluación, siendo este, su ingreso número siete. 4_ Kessler Mario p. 41
Había estado en la calle dos meses.
5_ Míguez Hugo “El uso de paco y la segunda exclusión”. En
Ahora sí empieza a relatar su historia. Acta psiquiátrica y psicológica de América latina.
Su madre, era adicta al Paco y vivía en la calle. Su pa-
dre, había muerto hacía algunos años, aparentemente
como consecuencia de sufrir el mal de Chagas, con su BIBLIOGRAFÍA
abuela materna, a cargo de sus dos hermanos, tenía Bauman Zygmunt Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Gedisa.
una mala relación y ella no estaba dispuesta a tenerlo a Segunda reedición. Barcelona. 2008.
cargo. Epele María Sujetar por la herida. Una etnografía sobre drogas,
Su posición era otra. Dice: “Quiero salir de todo esto, pobreza y salud. Paidos. Buenos Aires. 2010.
estar en un lugar tranquilo que no me haga faltar nada”. Kessler Gabriel Sociología del delito amateur Paidos. Buenos
“La última vez que caí, me vi. Estaba hecho mierda, fla- Aires. 2006.
co, ojeroso… El último tiempo que estuve en la calle ya Míguez Hugo “El uso de paco y la segunda exclusión”. En Acta
no tenía energía, ni para masticar la comida. Me desper- psiquiátrica y psicológica de América latina. SADA. Buenos Aires.
taba y no tenia fuerzas para nada, entonces, para empe- 2007.
zar el día pensaba en fumar un porro, creía que eso me
daba fuerzas. Después fumaba un porro, y otro y otro y
ahí arrancaba con merca y así eran todos los días”
“Yo me sentía como anormal, me drogaba para sobre-
vivir a la gente, me sentía como un parásito, como zar-
pado”
“Cuando tomaba pastillas, clonazepan, me llevaba a la
gente por delante y me desquitaba con ellos lo que me
pasó a mi” “Mi vieja me trataba muy mal, cuando murió
mi papá, ella me dijo que hubiera preferido que me mu-
riera yo. Tenía desprecio por mi, no se porque, desde
siempre, me decía que yo era un accidente”. “Yo no ten-
go madre y no me gusta cuando me dicen otra cosa,
que esta enferma y puras mierdas”
“Cuando caí esta última vez, me hizo mal, porque la vez
anterior me había estresado mucho estar acá. No quería
estar peleando, encerrado. Me cansé de robar para vivir.
De robar para drogarme. Y si robo, puedo volver acá. Me
aburrí. Es siempre lo mismo. Quiero otra cosa para mi.
También tuvo que ver mi mamá en esto. No quiero termi-
nar como ella. No quiero ser una mala persona”
“Cuando tomaba pastillas, no sabía lo que hacía, no me
acordaba de nada. Un día me desperté con mucha pla-
ta en el bolsillo, mis manos y mi remera estaban toda
llena de sangre, las manos con sangre seca, mucha…
que habré hecho? A quien habré lastimado? Por ahí ma-
té a alguien, no lo se…Cuando ahora pienso en eso me
da intriga, culpa, ansiedad. Mucha ansiedad. Cuando
pienso en eso, me dan ganas de drogarme…”
“Quiero ser uno más, no uno menos…todos los que es-
tamos acá somos uno menos”
- “Y cuando tomabas pastillas eras uno más o uno me-
nos?
- “Cuando tomaba pastillas, no era ni uno más, ni uno
menos…era un NN”

38 Psicología Clínica y Psicopatología


SUBJETIVIDADES CONTEMPORÁNEAS:
IMÁGENES Y PROCESOS DE SIMBOLIZACIÓN
EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Cantú, Gustavo; Patiño, Yanina
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica - Universidad de Buenos Aires

RESUMEN of image do not derive directly from the characteristics


Las nuevas formas de simbolización en niños y adoles- of the object, but from the singular and complex psychic
centes atraviesan todos los ámbitos de su vida y modi- processes that each child and adolescent displays from
fican la interpretación del mundo desde los orígenes. En the actual symbolic offer. The TV images and the virtual
estas nuevas formas de simbolización, la imagen ad- images are two specific materials with different legali-
quiere un valor fundamental, no sólo como signo, ícono ties. However, both are liable to be used by some sub-
o indicio (al servicio de la comunicación con otros) sino jects as an instrument of imagination, reflection and au-
también como espacio potencial de producción simbóli- tonomy; and by other subjects in favour of passivity, rep-
ca, es decir de la ligazón tanto con los objetos cultura- etition and dependence.
les como con la propia subjetividad. En este trabajo
-que se enmarca en dos Proyectos de investigación Key words
subsidiados por la ANPCyT (PICT 2008-01188) “Trata- Subjectivity Image Symbolization Processes Children
miento psicopedagógico en niños y adolescentes en si- and teenagers
tuación de pobreza” y por UBACyT (PS050 2008-2010)
“Procesos de simbolizaciòn y transformaciones psìqui-
cas durante el tratamiento psicopedagògico”-, se postu-
la que los usos de la imagen no derivan linealmente de Introducción
las características del objeto sino de los procesos psí- El sujeto actual está expuesto a una multiplicidad de es-
quicos singulares y complejos que cada niño y adoles- tímulos inexistentes en épocas anteriores, y a partir de
cente despliega a partir de la oferta simbólica actual. ellos debe producir un trabajo muy intenso de simboli-
Las imágenes televisivas y las imágenes virtuales cons- zación para atravesar situaciones desconocidas.
tituyen dos materialidades específicas con legalidades Desde la perspectiva psicoanalítica este trabajo psíqui-
diversas. Pero tanto unas como otras son pasibles de co de simbolización remite a una actividad de enlace y
ser utilizadas por algunos sujetos como instrumento de articulación de distintas formas de representación que
la imaginación, la reflexión y la autonomía, y por otros al se transforman y complejizan de acuerdo con la dispo-
servicio de la pasividad, la repetición y la dependencia. nibilidad psíquica para el investimiento de los objetos.
Las nuevas formas de simbolización en niños y adoles-
Palabras clave centes atraviesan todos los ámbitos de su vida y modi-
Subjetividad Imagen Simbolización Niños y adolescentes fican la interpretación del mundo desde los orígenes. En
estas nuevas formas de simbolización, la imagen ad-
ABSTRACT quiere un valor fundamental, no sólo como signo, ícono
CONTEMPORARY SUBJECTIVITIES: IMAGES AND o indicio (al servicio de la comunicación con otros) sino
PROCESSES SYMBOLIZATION IN CHILDREN AND también como espacio potencial de producción simbóli-
TEENAGERS ca es decir de la ligazón tanto con los objetos culturales
The new forms of symbolization in children and teenag- como con la propia subjetividad.
ers cover every scope of their lives and modify their Al referirnos a la imagen se hace necesario diferenciar
world interpretation from the very beginnings. In these tres órdenes de realidad: la materialidad de la imagen,
new forms of symbolization, the image gets an essential ya sea en la televisión, en una computadora o en un te-
value, not only as a sign, icon or clue (in favour of the léfono celular, constituye un primer nivel de realidad.
communication with others) but also as a potential Pero en sentido psicoanalítico la imagen es la imagen
space of symbolic production, that is of the link with both psíquica, construcción representacional que no se re-
cultural objects and their own subjectivity. This work duce a una copia de la realidad externa sino que es
-which is enclosed in two Research projects funded by creación de la imaginación radical (Castoriadis, 2001) y
the ANPCyT (PICT 2008-01188) “Psychopedagogic es una realidad de otro orden que la realidad exterior.
treatment in children and teenagers in poverty situation” No se trata de una realidad segunda en sentido crono-
and by UBACyT (PS050 2008-2010) “Symbolization lógico, puesto que no es posterior a la realidad material
processes and psychic transformations during the psy- sino su condición de posibilidad. Y tenemos finalmente
chopedagogic treatment”- it is postulated that the uses una realidad tercera, en el espacio transicional. Pode-

Psicología Clínica y Psicopatología 39


mos considerar que en su relación con las imágenes el tanto de los aspectos históricos-sociales como de los
sujeto construye una nueva realidad. En ese sentido di- subjetivos. El estudio de la subjetividad, sobre todo en
remos que tanto las imágenes televisivas como las de la la actualidad, implica una mirada compleja, siendo
computadora, las consolas de juego y las pantallas de aquella un articulador conceptual que encuentra su re-
los celulares son pasibles de ser usadas por cada suje- ferente en el epistemólogo Gonzalez Rey (2006), quien
to para la construcción de una realidad virtual. reconoce la correlación constitutiva entre lo social y lo
Las imágenes televisivas y las imágenes virtuales cons- individual y define a la subjetividad como un sistema de
tituyen dos materialidades específicas con legalidades significaciones y sentidos subjetivos, abierto y en pro-
diversas. Pero tanto unas como otras son utilizadas por ceso, producidos en un contexto socio-cultural determi-
algunos sujetos como instrumento de la imaginación, la nado. Por su parte, Castoriadis (1997), a partir de su
reflexión y la autonomía, y por otros al servicio de la pa- conceptualización de la “imaginación radical”, profundi-
sividad, la repetición y la dependencia. En este trabajo za en las relaciones entre la constitución del psiquismo
-que se enmarca en dos Proyectos de investigación singular y la producción histórico-social.
subsidiados por la ANPCyT (PICT 2008-01188) “Trata- Desde algunas perspectivas, quizás por la celeridad del
miento psicopedagógico en niños y adolescentes en si- avance de las ofertas tele-tecno mediáticas actuales,
tuación de pobreza” y por UBACyT (PS050 2008-2010) se desliza una mirada centrada en los aspectos negati-
“Procesos de simbolizaciòn y transformaciones psìqui- vos o patologizantes que, las actividades de mirar tele-
cas durante el tratamiento psicopedagògico”-, se postu- visión y jugar en la web pudieran generar, como ser,
la que estos usos de la imagen no derivan linealmente procesos fallidos de transicionalidad y diferenciación
de las características del objeto sino de los procesos con el afuera, la dependencia/adherencia a la pantalla,
psíquicos singulares y complejos que cada niño y ado- y que lejos de consolidar, rigidifican el pensamiento, sin
lescente despliega a partir de la oferta simbólica actual. considerar en qué situaciones y de qué procesos psí-
quicos depende que los niños, usuarios de estos pro-
La imagen televisiva en niños pequeños ductos multimedia, generen recursos restrictivos o po-
En los últimos 30 años, hemos asistido a importantes tenciadores de la simbolización.
cambios en la oferta televisiva para niños. En el pasado, Mientras tanto, desde una perspectiva que se afirma en
ocupaba apenas unas horas dentro de la grilla; hoy, la el pensamiento complejo, otras líneas de investigación
oferta de series animadas se multiplicó vertiginosamen- se inclinan a pensar que los niños no asimilan masiva-
te y se halla disponible las 24 horas del día. Asimismo mente lo que se les ofrece y que lejos de suponer un
aparecen cada vez más ofertas audiovisuales que con- uso homogéneo de los productos tele-tecno-mediáti-
templan las etapas evolutivas de los primeros años. Es cos, existen modalidades singulares y heterogéneas de
así como a edades muy tempranas los dibujos anima- búsqueda, elección e interacción que cada uno realiza
dos que ofrecen las distintas señales televisivas Carto- con los objetos a través de un modo de circulación pul-
on Networks, Discovery Kids, Baby TV, Disney Chan- sional predominante que busca sucesivas formas satis-
nel, nuestra señal local y pública Paka Paka, ofrecen a factorias y placenteras, pudiendo constituirse en una
su vez, su soporte en la red con juegos y actividades in- oportunidad para el enriquecimiento del psiquismo
teractivas a los que se accede a través de sus sitios (Schlemenson, 2006).
web, ofreciendo así la oportunidad de interactuar dentro Las relaciones cotidianas que los niños establecen con
y fuera de la pantalla. los productos tele-tecno-mediáticos generan experien-
Algunos canales, como Baby TV, ofrece segmentos ani- cias que intervienen en sus procesos psíquicos y reper-
mados de escasos minutos, con ritmos lentos, activida- cuten en la calidad de su producción simbólica, entendi-
des de ausencia-presencia que reproducen el fort-da da como la particularidad interpretativa que un niño tie-
freudiano, con la concomitante posibilidad de incorpo- ne en relación con el mundo circundante. Por ejemplo,
rar la anticipación, la tolerancia a la espera, entre otras. la madre de M., 11 meses, enciende el televisor mien-
Otros programas, como Dora la exploradora, ofrecen tras la niña está sentada sobre su falda, unos instantes
tiempo para responder alguna pregunta que se formula, más tarde, la pequeña le ofrece el control remoto acom-
otorgando la posibilidad al niño de constituirse en un es- pañando con un balbuceo que la madre codifica como
pectador activo. el pedido de cambio de canal. El televisor no estaba sin-
Estas ofertas proponen nuevas modalidades de sopor- tonizado en el canal de dibujitos que parece gustarle a
te en la imagen que generan recursos simbólicos nove- la pequeña. ¿De qué experiencia se trata allí?, ¿cuándo
dosos, que no han sido lo suficientemente estudiados el control remoto o el mouse se presentan como oportu-
aun, pudiendo constituirse en oportunidades para el nidades de transicionalidad?
despliegue psíquico. A partir de este tipo de observaciones es que nos inte-
Debido a la gran atracción que estos fenómenos con- resa conocer qué es lo que los niños hacen con eso que
temporáneos despiertan tanto en el público infantil co- se les oferta.
mo en los profesionales pertenecientes a diversas ra- Es así como la modalidad singular con la que cada niño
mas de las ciencias sociales, su indagación requiere de inviste y/o desinviste los objetos ofertados por los me-
un modo de abordaje desde el paradigma de la comple- dios masivos de comunicación (TV, Internet) va a estar
jidad (Morin, 2001) y un marco teórico que dé cuenta relacionado con la calidad de los intercambios vincula-

40 Psicología Clínica y Psicopatología


res iniciales con sus otros significativos, de acuerdo a ción pasiva frente a los estímulos que un niño percibe,
sus experiencias de origen, al entramado singular, com- sino también, en calidad de activadores simbólicos,
plejo y heterogéneo que se produce entre las relaciones aperturas para el despliegue de experiencias subjeti-
libidinales iniciales y las maneras de circulación del vantes, tales como las que un niño experiencia cuando
afecto en su forma de ligazón e investimiento a los obje- dinámica y activamente sonríe, aplaude, baila, habla,
tos sociales (Castoriadis, 1977). En este punto es preci- canta frente a la pantalla.
so recuperar conceptos tales como reverie de Bion, me- Para ello, se propone un proceso investigativo en don-
tabolización de Aulagnier, y holding de Winnicott. de se explore la calidad de la oferta social existente a
Otro concepto fundamental es el de función encuadran- partir de las características de las propuestas televisi-
te (Green, 1995) como sostén o condición misma para vas, en sus modalidades temporales y espaciales, en
el despliegue de la actividad de representación cuya sus temáticas prevalentes, los sentidos ofertados, y, su
función es la creación de sentido que sea metabolizable relación con los procesos psíquicos, constitución de la
por el psiquismo. temporalidad y la espacialidad, que quedan comprome-
Esta “función propicia un espacio y tiempo adecuado, tidos en tal actividad.
singular, de transición gradual, de desfasaje óptimo en- La responsabilidad de investigar estos fenómenos ac-
tre presencia y ausencia, entre la indiscriminación y la tuales, en un proceso de transición entre lo instituido y
inauguración del orden de la diferenciación entre la ilu- lo instituyente, radica en la importancia hacia la com-
sión fantaseada y la desilusión que impone la exigencia prensión y prevención temprana de problemas en la in-
de la realidad” (Alvarez, 2010). Entendemos que en ni- fancia y adolescencia tales como los déficits en la sim-
ños muy pequeños no es sin la regulación de pautas en bolización. De este modo, consideramos al Psicoanáli-
relación al tipo de programas para ver y al tiempo per- sis no sólo como programa de investigación sino como
mitido para mirar televisión por parte de los que sostie- práctica social, que nos posibilite reflexionar y generar
nen las funciones simbólicas primarias, mediatizadores estrategias de intervención acordes a los tiempos y las
del mundo externo, lo que promoverá la creatividad e problemáticas actuales.
imaginación.
Por otra parte, si bien la saturación de estímulos a eda- La imagen digital en adolescentes
des muy tempranas, podría no favorecer el desarrollo a. Interactividad y transicionalidad
de lenguaje, y otras habilidades, es posible pensar que Una de las principales características de las imágenes
los niños pequeños acceden a partir de la fragmenta- y los dispositivos tecnológicos actuales es su interacti-
ción, a través de elementos indiciarios que aparecen en vidad. A diferencia de las tecnologías como la televi-
las series animadas para la construcción de sentidos sión, las actuales no siguen un modelo de transmisión
posibles, y no necesariamente a partir de la totalidad de lineal y unidireccional, sino que permiten que el usuario
lo ofertado en la imagen. Asimismo, los programas es- modele de diferentes maneras el dispositivo y las ope-
pecíficos para niños muy pequeños pueden ser de ayu- raciones que éste produce. De ese modo, la televisión
da para el establecimiento de ritmos y regularidades ta- se basa en la transmisión de un contenido prediseñado
les como bañarse, ir a dormir, lavarse los dientes, ali- a los receptores, cuya acción sobre el dispositivo es de
mentarse, etc. Sin embargo es preciso señalar que no selección, recepción e interpretación. Los nuevos dis-
siempre las características de repeticiones y estereoti- positivos habilitan en cambio infinidad de acciones an-
pos que algunas de las propuestas ofrecen están al ser- tes imposibles: los sujetos pueden no sólo buscar y re-
vicio de la potencialidad del investimiento significativo. cibir información prediseñada de fuentes múltiples (tal
Por todo lo anteriormente expresado es que, más allá era el paradigma de la llamada web 1.0, ordenada aún
de las transformaciones y las características de la ofer- bajo el principio de broadcasting), sino que actualmente
ta mediática actual, nos interesan los modos singulares (en la llamada web 2.0) es posible ser productor de los
con los cuales el psiquismo se enfrenta y responde a contenidos que circulan: editar la información disponi-
ellas. Para ello se caracterizarán los procesos de subje- ble (por ejemplo en Wikipedia), editar fotografías (con
tivación, teniendo en cuenta, desde el Psicoanálisis PhotoShop, Picassa, etc.) y compartirlas con otros
Contemporáneo los indicadores de intersubjetividad en usuarios (en sitios como Fotolog, Metroflog, etc.), gra-
el desarrollo de la autonomía (Guerra, V., 2009) y las bar, editar y hacer accesibles a todo el mundo videos
modalidades predominantes de organización y comple- caseros (en sitios como Youtube), comunicarse con
jidad psíquica: proceso originario (presencia-ausencia), otras personas (MSN, Skype), localizar amigos o perso-
proceso primario (interno-externo), proceso secunda- nas conocidas con quienes se ha perdido el contacto
rio; variables cuya permanencia trascienden ciertos por mucho tiempo (en sitios como Facebook), enviar y
modelos sociales e históricos. recibir información acerca de sus actividades actuales y
Es sólo a partir de la articulación de los procesos tran- “lo que está pasando en este momento” en tiempo real
sicionales entre la dinámica intersubjetiva y la dinámica (en Twiter), por nombrar solo algunas de las posibilida-
intrapsíquica en juego en cada caso en particular que des más conocidas y utilizadas por niños y jóvenes.
podremos comprender cómo la experiencia de mirar te- Es decir que la relación con las imágenes en una com-
levisión y el uso de productos multimedia no necesaria- putadora implica una heterogeneidad de acciones por
mente producirá restricciones por su modo de recep- parte del sujeto. Son estas acciones las que nos intere-

Psicología Clínica y Psicopatología 41


san. Así como Winnicott nos enseñó a diferenciar minu- (posts) del autor y de los visitantes que ingresan a ella,
ciosamente el juego del jugar y a éstos del juguete, cen- además de hipervínculos (links) a fotologs selecciona-
trándonos en el jugar como proceso, intentaremos cen- dos por el autor como favoritos.
trarnos no en los dispositivos ni en los resultados sino Este carácter personalizado convierte al fotolog en una
en las acciones de producción que los sujetos realizan de las propuestas paradigmáticas de la web 2.0, distin-
con dichos dispositivos. No nos interesa tanto el juego guida justamente por el hecho de que los usuarios
como el jugar, no tanto el chat como el chatear, no el fo- adoptan en ella un rol de productores de la información
tolog sino el postear, no el celular como dispositivo de y no de meros receptores de lo ya diseñado por otros.
mensajes de texto sino el mensajear, no las fotografías De este modo, los usuarios pueden -dentro de los lími-
sino el photoshopear. Esto es, nos interrogamos por las tes que impone la estructura y diseño del fotolog y en
formas de producción del sujeto y no por las caracterís- función de sus propias posibilidades y formas de simbo-
ticas de los objetos como supuestos en-sí. lización- apropiarse de este espacio como un encuadre
Por ejemplo, en una pantalla sensible al tacto o touchs- para la producción de subjetividad y para el intercambio
creen, es posible reducir el tamaño de una fotografía significativo con otros.
con el simple gesto de “pellizcar” la pantalla, deslizando En el fotolog existen por lo menos dos modalidades se-
pulgar e índice sobre el cristal hasta que la imagen mióticas articuladas: imágenes y texto. Podemos pre-
muestre el tamaño deseado. Más que nunca queda en guntarnos cuáles son las funciones de las imágenes en
evidencia la precariedad de los supuestos epistemoló- el fotolog, ya que lejos de tener un papel de mera cons-
gicos de la modernidad: postular objetos en-sí, separa- tatación documental, en ese caso las fotografías tienen
dos y preexistentes al sujeto parece poco menos que in- como efecto transferir la experiencia privada desde el
genuo luego de haber experimentado la interactividad plano de lo cotidiano e insignificante a un mundo de
de estos dispositivos. Si los gestos y los movimientos imágenes y momentos idealizados alrededor de los
del sujeto son traducidos a informaciones numéricas di- cuales pueden construirse representaciones significati-
gitales que resultan en el ajuste de la imagen, ¿dónde vas de sí mismo y el grupo (Slater, 1997). En ese senti-
termina el movimiento de los dedos y dónde comienza do, fotos de bodas, de graduación, de cumpleaños, re-
el de la imagen? El placer pasible de resultar de esta ac- tratos grupales escolares, etc., están atravesadas por
ción parece derivar entonces de las reminiscencias de significaciones sociales que en tanto instituidas se en-
la experiencia originaria, en la que la omnipotencia au- cuentran codificadas[1]. Ese es su aspecto instituido.
toengendrante no distingue territorios separados entre Pero además, en tanto instituyentes tienen efectos pro-
sujeto y objeto, entre el deseo y su realización. A dife- ductivos: convierten en trascendentes las situaciones y
rencia de los pesados mecanismos metálicos de las las personas, sacándolas del devenir cotidiano para re-
tecnologías anteriores, en las que el usuario podía ver alzar el sentido idealizado de su valor para el sujeto o el
el proceso físico que daba lugar a las transformaciones grupo. Este aspecto instituyente de las fotografías es el
resultantes, en las tecnologías actuales la eficacia in- que nos interesa destacar.
material e invisible de los dispositivos parece más liga- Noblia ha realizado una caracterización de los procedi-
da a la magia que a la causalidad objetiva. mientos visuales más notorios en los blogs: la fragmen-
Esta interactividad se convierte en potencialidad de un tación del cuerpo y principalmente de la cara, la seg-
espacio lúdico que sostiene la tensión ilusión/desilusión mentación de la unidad, el collage, la reiteración, el re-
necesaria para la complejización psíquica, pero sólo a flejo, la inversión, la deformación (Noblia, 2007). La au-
condición de que el psiquismo pueda aprovechar la di- tora da cuenta de la prevalencia de la imagen del propio
fuminación del límite interno/externo que los dispositi- cuerpo en las fotografías posteadas en los fotologs. Por
vos promueven. En cambio, si el aparato psíquico se supuesto que también se postean fotos familiares o gru-
empeña en mantener una frontera trabajosamente pales, pero lo que aparece como más pregnante es ese
construida y en riesgo permanente de dilución, la rigidi- tipo de fotografías con respecto al resto. No se trata mu-
ficación resultante del límite que separa el psiquismo de chas veces de fotografías con función “testimonial”, co-
la realidad exterior fracasa en crear subproductos del mo por ejemplo las fotos de vacaciones o de eventos
espacio potencial entre los dos espacios ya que en esos significativos en la vida del sujeto. Lo que se muestran
casos el trabajo de sostener la separación y la diferen- por el contrario son puestas en escena de sí, imágenes
cia actúa en desmedro del trabajo de ligadura entre di- no necesariamente realistas sino más bien ligadas al
chos espacios. Entonces encontramos usos puramente principio de placer. Placer lúdico de representarse a sí
instrumentales de la tecnología, ligados a la actividad mismo de otras formas o placer de manipulación de las
sobreadaptada y a la resolución de situaciones adapta- imágenes que dan cuenta de la exploración de facetas
tivas pero con escaso compromiso subjetivo, sin placer de sí.
sustitutivo ni registro psíquico significativo. De ese modo el fotolog se convierte en un instrumento
b. El uso de la imagen personal en el fotolog mediante el cual los sujetos construyen formas de inter-
Una de las prácticas frecuentes de los jóvenes en la red pretación de su propia realidad psíquica y de su propia
es el fotolog. Este espacio ha adquirido popularidad en- experiencia con otros. El movimiento que concreta en
tre niños y adolescentes y puede definirse como una una producción simbólica aquello absolutamente íntimo
página web personal que contiene fotos, comentarios que es experimentado, sentido o pensado se dirige ha-

42 Psicología Clínica y Psicopatología


cia otro que desde el espacio público actúa como una en ocasiones formas de contrainvestidura destinadas a
suerte de espejo que valida y cualifica las experiencias, controlar y mantener a raya el deseo de fusión.
devolviendo no una identidad, sino una faceta de sí mis- El trabajo psíquico sobre la imagen implica una doble
mo. Por lo tanto no se trata en este caso de un instru- tarea, la de alejarse de los derivados pulsionales donde
mento de comunicación (en el sentido de transmitir in- nace, sin dejar de mantener el contacto con las raíces
formación sobre un tópico), ni de expresión (en el senti- afectivas que le confieren sentido. Por lo tanto, si bien
do de exteriorizar o hacer visibles aspectos de la propia está estructurado por la organización lógica y temporal
interioridad ya construidos, de poner afuera lo que ya del lenguaje como estructura y ordenado al servicio de
estaba adentro), sino de un proceso de producción y la comunicación, la transmisibilidad y la resolución de
enriquecimiento de las representaciones acerca de sí situaciones de observación, de juego, de intercambio o
mismo y de sus relaciones con el propio mundo interno de construcción, esta incidencia de legalidad secunda-
y con los otros por la mediación de la respuesta del otro. ria -que caracteriza al preconsciente-conciente, im-
Por supuesto que estas posibilidades de uso de la ima- puesta por la organización del lenguaje- no excluye a
gen están condicionadas por el funcionamiento psíqui- los procesos primarios, sino por el contrario los presu-
co. En algunos casos, estos usos no implican necesa- pone como condición de posibilidad. La articulación de
riamente la creatividad puesta en juego en su desplie- los procesos primarios con los secundarios, que Green
gue, sino que en algunos sujetos es posible su utiliza- denomina procesos terciarios (Green, 2001) permite
ción por mera adquisición del código figurativo. En esos que este trabajo constituya un proceso subjetivamente
casos, las variaciones consisten en distintas poses y apropiado y no un mero mecanismo de sobreadapta-
ángulos, apenas diferentes uno del otro. Muchos de los ción. Estos tres criterios: transicionalidad, procesos ter-
procedimientos de tratamiento de la imagen comunes ciarios, enraizamiento pulsional, nos permiten diferen-
en los fotologs son usados frecuentemente en publici- ciar las diferentes formas de trabajo psíquico sobre la
dades y medios masivos hegemónicos, de modo que su imagen en los niños y adolescentes.
uso puede producirse por simple asimilación sin impli-
cación subjetiva en la producción de sentidos.

Conclusiones
BIBLIOGRAFÍA
Turkle ha observado (Turkle, 1997) que el espacio vir-
tual comparte algunas de las características con que se Alvarez, P.(2010). Los trabajos psíquicos del discurso. Editorial
Teseo
describe a los espacios transicionales (Winnicott,
1986). Pero esto es cierto sólo a condición de que el Bleichmar, S.: El desmantelamiento de la subjetividad. Topía
aparato psíquico pueda aprovechar el dispositivo para Editorial. 2009
generar un modo de funcionamiento particular. Es decir Barthes, R. (2008). La cámara lúcida (J. Sala-Sanahuja Trad.).
que la transicionalidad no es una característica del dis- Buenos Aires: Paidós. (Original publicado en 1980)
positivo sino que concierne a la posibilidad de cada su- Beceyro, R. (2005). Ensayos sobre fotografía. Buenos Aires:
jeto singular de producir simbólicamente mediaciones e Paidós.
intercambios fluidos entre los espacios psíquicos. Castoriadis, C. (2001). Figuras de lo pensable (J. Algasi Trad.).
En los casos en que es posible constituir ese espacio, el Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. (Original publicado
sujeto se sumerge en esa realidad que construye a par- en 1999)
tir de su trabajo psíquico. La relación que los sujetos es- Green, A. (2001). De locuras privadas (J. L. Etcheverry Trad.).
tablecen con las imágenes no escapa a las modalida- Buenos Aires: Amorrortu. (Original publicado en 1986)
des que signan nuestra relación con los objetos en ge- Noblia, M. V. (2007). De amores y odios: la construcción multimo-
neral, puesto que lo virtual es un fragmento de lo real; dal de la identidad en los fotolog. En A. Spiegel (Ed.), Nuevas
tecnologías, saberes, amores y violencias: Noveduc.
por lo tanto está atravesada por el deseo de unirse con
el objeto sin perderse y a la vez el deseo de separarse Schlemenson, S. (2006). Infancia y subjetividad en el uso de las
sin perderlo. Es decir que la dinámica fusión-separa- nuevas tecnologías. Revista del Instituto de Investigaciones de la
Facultad de Psicología, UBA, 2, 119-127.
ción es un eje constitutivo de nuestra relación con los
objetos en general y con las imágenes en particular. Slater, D. (1997). La fotografía doméstica y la cultura digital (E.
Sanz Trad.). En M. Lister (Ed.), La imagen fotográfica en la cultu-
La instalación de esta dinámica requiere un funciona- ra digital. Barcelona: Paidós.
miento particular del límite interno-externo, que permita
Turkle, S. (1997). La vida en la pantalla. La construcción de la
tanto la inmersión en la escena virtual a salvo de la
identidad en la era de Internet. Barcelona: Paidós.
amenaza de no poder salir de ella, como al mismo tiem-
po la toma de distancia y la ausencia, sin amenaza de Winnicott, D. (1986). Realidad y juego (F. Mazía Trad.). Buenos
Aires: Gedisa. (Original publicado en 1971)
pérdida. Cuando esta dinámica está obstaculizada, el
deseo de fusión lleva al sujeto a indiscriminarse del ob-
jeto con pérdida de la distancia. Una suerte de “depen-
dencia” del objeto con incapacidad de dejar la actividad
y con debilitamiento o ruptura de los lazos significativos
hacia fuera. Pero al deseo se opone la defensa y surgen

Psicología Clínica y Psicopatología 43


FENÓMENOS ELEMENTALES
EN “EL ARREBATO DE LOL V. STEIN”
Charaf, Darío
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN I. Introducción
El presente trabajo tiene la finalidad de aplicar la con- El presente trabajo se enmarca en el curso de Exten-
cepción psicoanalítica de los fenómenos elementales, sión Universitaria de la UBA Una práctica lacaniana con
propios de las psicosis, en la lectura de un personaje li- la psicosis: lo diferencial del psicoanálisis. Síntoma.
terario creado por Marguerite Duras (1964). Frente a Diagnóstico. Intervenciones. (H. Iglesias) y en la Cát. II
presentaciones clínicas actuales donde no predominan de Psicopatología (Schejtman) de la Facultad de Psico-
alucinaciones y delirios, y se dificulta el diagnóstico di- logía, UBA. En esta ocasión abordaremos la novela de
ferencial, el presente abordaje permite la localización Marguerite Duras (1964), “El arrebato del Lol V. Stein”,
de fenómenos fundamentales a la hora de diagnosticar tomando como referencia el homenaje que Lacan dedi-
una psicosis, al mismo tiempo que resulta un aporte al ca a dicha autora. Nuestro objetivo será situar y funda-
estudio de una novela ya abordada por Jacques Lacan mentar como tales algunos fenómenos elementales
(1965). que recortaremos a lo largo de la novela (para lo cual
supondremos al lector conocedor de la misma). Esto úl-
Palabras clave timo, no para “hacer de psicólogo” donde el artista nos
Psicosis Fenómenos Elementales Diagnóstico desbroza el camino (Lacan 1965: p. 66), sino por el con-
trario con la finalidad de enriquecer la perspectiva de
ABSTRACT los fenómenos elementales en base al texto de una au-
ELEMENTAL PHENOMENA IN “THE RAVISHING OF tora que, sin haber leído a Lacan, sabe lo que Lacan en-
LOL STEIN” seña (Lacan 1965: p. 66). Creemos que, dado que en la
The current paper is proposed to apply the psychoana- actualidad nos encontramos cada vez más frente a psi-
lytical conception of the elemental phenomena, specific cosis que no se presentan de modo “florido”, este traba-
from psychosis, in the study of a literary character creat- jo puede resultar un aporte al recorte de fenómenos
ed by Marguerite Duras (1964). In front of present clini- elementales, fundamentales para el diagnóstico de la
cal presentations, where hallucinations and delusions psicosis, allí donde no predominan las alucinaciones ni
aren’t dominant and the differential diagnosis becomes el delirio; a su vez, puede funcionar como introducción
difficult, this approach allows the localization of funda- a un estudio más detenido de la novela.
mental phenomena at the moment to diagnose a psy-
chosis, which at the same time results a contribution to II. El personaje como caso clínico: psicosis
the study of a novel already approached by Jacques La- A pesar de que guardaremos ciertas reservas al abor-
can (1965). dar un personaje literario desde la perspectiva de las
estructuras psicopatológicas, en aras de nuestra expo-
Key words sición tomaremos el personaje de Lol V. Stein como un
Psychosis Elemental Phenomena Diagnosis “caso” clínico y, más específicamente, como un caso de
psicosis. Para apoyar esta operación de lectura, y antes
de considerar los fenómenos elementales, creemos po-
der basarnos en distintos “indicadores” que se destacan
en la novela (para una profundización de los desarrollos
del presente apartado, Cf. Galiussi 2008: p. 160-164).
Desde el principio de la misma, puede recortarse la au-
sencia de historización propia del personaje: por un la-
do no aparece una historia acerca de su infancia, que
parece transcurrir más bien al modo del “como si” que
Lacan señala al trabajar un caso de Katan (Lacan 1955-
56: p. 274-75): Lol “hacía todo como los demás, pero sin
«estar ahí», más bien «imitando»” (Duras 1964: p. 10).
Esto parece operar también en su amistad durante su
adolescencia con Tatiana. Es decir, una identificación
imaginaria como compensación del Edipo ausente.
Por otro lado, esta ausencia de historización también
aparece en la posición de Lol respecto al suceso que

44 Psicología Clínica y Psicopatología


abordaremos luego como desencadenamiento: Lol no IV. Fenómenos elementales
lo recuerda, no dice una palabra acerca del baile. A su Pasaremos entonces, ahora sí, a situar distintos fenó-
vez, no arma una historia acerca de de su estadía en U. menos elementales que pueden recortarse a lo largo de
Bridge durante los 10 años posteriores al desencadena- la novela, intentando dar cuenta de por qué pueden
miento, respecto de la cual sólo hablará de la decora- plantearse como tales.
ción y del jardín, sin poder decir nada de sus hijos ni de
su marido. Es decir, no inscribe esos hechos en una his- a. El grito
toria; cabe agregar que quien relata su historia no es El primer fenómeno elemental que recortaremos es el
ella misma, sino Jacques Hold, el narrador, a quien La- grito que profiere Lol cuando finaliza el baile (momento
can identificará con “la voz del relato” y, también, con “la que, en nuestra conceptualización, se corresponde con
angustia” (Lacan 1965: p. 65). el desencadenamiento). Luego de todo el baile, en el
A su vez, y en relación a un posible “diagnóstico” de his- que Lol parece “ida”, capturada o “arrebatada” por el
teria, cabe señalar que en nuestro parecer el fantasma baile de su pareja -Richardson- con otra (la “Sra. Strat-
del “ser-de-a-tres” difiere del modo en que podría pre- ter”, quien le arrebatará a Lol su pareja), luego de per-
sentarse en la histeria: Lol no parece servirse de manecer indiferente frente a esta escena y “sin poder
Jacques Hold como Dora se sirve del Sr. K (Lacan sentir dolor” (Duras 1964: p.20), cuando llega la “auro-
1966a), es decir, una identificación viril e imaginaria pa- ra” (el amanecer, el fin de la noche) Lol irrumpe con un
ra abordar a la Otra, identificación sostenida en la histe- grito y parece desencadenarse. Planteamos entonces
ria en un rasgo. Más bien puede plantearse que la iden- la hipótesis de que este fenómeno presenta la estructu-
tificación imaginaria con una mujer -Tatiana- le sirve pa- ra del fenómeno de franja, similar al alarido de Schreber
ra abordar las relaciones entre los sexos o la feminidad tal como es abordado por Lacan (1955-56 y 1966b). So-
(así como en el caso de Katan la identificación imagina- bre todo teniendo en cuenta que en la novela (Duras
ria con el amigo le sirve para abordar la propia virilidad, 1964: p.18) se destaca en más de una ocasión la impor-
compensación que cae por la irrupción de Un-padre en tancia del amanecer, en términos que resultan muy si-
lo real); pero en cualquier caso, no parece tratarse de la milares a aquellos Lacan (1955-56) utiliza respecto de
estructura “cuaternaria” del Edipo (estructura de cuatro la “paz del atardecer” cuando en la Clase 10 del Semi-
que sí se ve en el “ballet vienés” de Dora). Tampoco pa- nario 3 introduce los fenómenos de franja, fenómenos
rece tratarse, como en la identificación histérica, de una de borde entre simbólico y real. De esta manera, es po-
identificación a la falta de otra, a esa “comunidad de de- sible situar el amanecer como franja, como ruptura de
seo” que ya señalaba Freud (Freud 1921: p. 101). esa escena, acompañado del grito que profiere Lol en
Otro indicador que sugiere un diagnóstico de psicosis, y ese momento, como fenómeno elemental.
siempre con la salvedad ya hecha de que no se trata de
un caso clínico sino de un personaje literario, será la au- b. La indiferencia
sencia de un padre durante toda la novela: la ausencia Ahora bien, aún antes del desencadenamiento durante
del padre de Lol, del cual no se habla y más bien pare- el baile y el posterior grito, resulta posible situar la indi-
ce sugerirse una relación exclusiva de Lol con su madre ferencia que ya aparece antes de esa noche, antes del
(que irrumpe en el momento del “desencadenamiento” grito y que es destacada a lo largo de toda la novela co-
en el baile); pero también la ausencia como padre del mo el rasgo característico de Lol. Esta indiferencia,
esposo de Lol, que no parece posicionarse como un Pa- creemos, parece recubrir aquello que Kraepelin (1899;
dre a pesar de serlo. Asimismo, Lol tampoco parece si- 1905; 1913) llama negativismo y Bleuler (1911) apatía
tuarse en la posición de Madre respecto de sus hijos. afectiva, es decir un fenómeno en el que se ven afecta-
das las esferas de la voluntad y de la afectividad. Más
III. Diacronía interesante resulte tal vez relacionarlo con aquello que
Pues bien, si se tratara de una psicosis podríamos pos- Lacan denomina “un desorden provocado en la juntura
tular la siguiente diacronía del caso: compensación ima- más íntima del sentimiento de vida en el sujeto” (Lacan
ginaria (“hace como todos pero no está ahí”); desenca- 1966b: p. 540), pérdida del sentimiento de vida que apa-
denamiento en el baile de T. Beach (el cual abordare- rece cuando el sujeto se encuentra con el agujero de la
mos luego), perplejidad (Lol se queda “postrada” en la forclusión.
cama las semanas siguientes al baile, sin prestar aten-
ción a su alrededor, sin querer salir); intentos de solu- c. El desencadenamiento
ción: primer paseo, acompañada por quien luego será En esta línea, plantearemos el “desencadenamiento”
su esposo; el “orden frío” que establece en U. Bridge, como irrupción de un-padre en lo real: la entrada de
podríamos decir con Lacan “orden de hierro” (Lacan Stratter como irrupción de lo im-par (Un-padre -Un-père
1973-74); encadenamiento en el ser-de-tres (primeros - e impar ­-impair - son homófonos en francés -Lacan
paseos en S. Thala y, luego, escenas en las cuales Lol 1966b-); no tanto porque Stratter venga a romper la pa-
espía a la pareja Tatiana-Hold, donde Lol encarna en lo reja imaginaria de Lol y Richardson, sino más bien por-
real la mirada); y, por último, luego del viaje al lugar del que “la Stratter” resulta ser una señora mayor y, espe-
baile, podemos afirmar con Lacan que Lol “se vuelve lo- cialmente, madre -su hija tiene la edad de Lol-. De esta
ca” (Lacan 1965: p. 69, el subrayado es nuestro). manera, de un modo un tanto similar a Schreber, Lol se
ve enfrentada a un “trastocamiento”, por así decir, del
orden de las generaciones. Resulta sugerente el hecho

Psicología Clínica y Psicopatología 45


de que en el libro se sitúe que Lol, luego de permanecer un intento (no necesariamente logrado) de hacer algo con
inmóvil durante todo el baile y pegada a una mesa, re- la irrupción propia del período anterior. Este intento de so-
cién se mueve y “despega de la mesa” cuando aparece lución se vería acompañado, luego, por el reestableci-
su propia madre, y también que “La pantalla de su ma- miento de compensaciones imaginarias durante los diez
dre, entre ellos y ella, constituía la señal precursora” años que siguen al baile, cuando Lol, ya casada (en un
(Duras 1964.: p. 18, subrayado nuestro); esto es, pre- matrimonio que acepta sin mostrar ninguna emoción, ni de
cursora de la crisis. Postulamos entonces a modo de hi- atracción ni de rechazo, es decir, una vez más la indiferen-
pótesis que Lol en esta escena se ve enfrentada a algo cia, que también mostrará respecto de la muerte de su
del orden de la maternidad, que también para inscribir- madre), cuando Lol entonces, en su estadía en U. Bridge y
se en términos simbólicos requiere del Nombre del Pa- ya lejos de S. Thala, vuelve a “imitar a todos los demás”
dre. Si hay alguna pareja imaginaria que se ve interferi- (Duras 1964: p. 28), armando el mismo jardín que todos
da por la irrupción de un-padre (en este caso, “una-ma- sus vecinos, manteniendo una estricta rigidez de horarios,
dre” ocupando el lugar de lo im-par), no sería tanto la un orden eterno e inmutable. Aún así, el registro de lo in-
pareja Lol-Richardson sino más bien la pareja confor- efable se mantiene, ya que ese orden establecido por Lol
mada por Lol y Tatiana antes del baile; y esto daría no es más que el “escenario vacío donde se interpretaba
cuenta también de la solución posterior del ser-de-tres, el soliloquio de una pasión absoluta cuyo sentido no se de-
donde ahí aparece Tatiana como una semejante más jaba aprehender” (Duras 1964: p. 28); este soliloquio no
que como una terceridad. Así, el ser-de-tres posterior parece alejarse demasiado de la descripción que Bleuler
corregiría aquello que se desanudó en el baile. Esto es realiza del “pensamiento esquizofrénico”.
lo que parece sugerir constantemente la novela y que
Lacan destaca: “Lo que allí se rehace no es el aconteci- g. La alusión
miento sino un nudo” (Lacan 1965: p. 64; Cf. también En el momento siguiente, y ya de nuevo en S. Thala,
Galiussi 2008). cuando Lol ve por primera vez a Tatiana con Hold escu-
chará una frase supuestamente pronunciada por Tatia-
d. El estribillo na: “muerta, quizá” (Duras 1964: p. 32). Puede plantear-
Retomando nuestro recorte de los fenómenos elemen- se aquí el interrogante acerca de si no se trataría de una
tales, luego del grito aparece la siguiente frase de Lol: alusión, de una frase alusiva, o tal vez de una alucina-
“no era tarde, la hora de verano engañaba” (Duras ción, ya que el texto sugiere que Lol no podía escuchar
1964: p. 18 y ss.), frase que Lol luego repetirá como es- lo que la pareja decía, y el relato parece dejar al lector
tribillo en medio de un estado de confusión (que culmi- la decisión acerca de si Tatiana pronunció o no dicha
nará en un desvanecimiento al final del baile), y también frase; si así afuera, entonces, estaríamos frente a otro
durante el período de postración posterior al baile. De fenómeno elemental: lo forcluido en lo simbólico retor-
esta manera esa frase, repetida como estribillo, se pue- nando en lo real.
de situar como un fenómeno de “menos” de significa-
ción, de significación evanescente. h. La errancia
Ahora bien, luego de escuchar esa frase a Lol se le ocu-
e. La perplejidad rre salir pasear; esta errancia, estos paseos sin rumbo,
Así, otro fenómeno que señalaremos es la perplejidad, creemos como señalamos anteriormente que pueden
si es que así podemos denominar el momento que si- situarse como intentos de solución: Lol los hace en un
gue al baile, de postración emocional de Lol. Es cierto horario determinado, a medida que los paseos se suce-
que no aparecen en este momento fenómenos de signi- den Lol va buscando un rumbo preciso (el cine donde
ficación personal (propios de la paranoia), sino más vio a Hold, la casa de Tatiana, y finalmente el hotel don-
bien la pérdida del sentimiento de vida, y la repetición de observará a Tatiana manteniendo relaciones sexua-
insistente de la frase anteriormente mencionada. Acom- les con Hold). Tal vez pueda plantearse que con esos
paña a este período el mutismo y, aparentemente, un paseos Lol vuelve a apropiarse de S. Thala, se apropia
estado de confusión (Duras 1964: p. 19 y ss.). de algunos recuerdos, de algunos lugares que antes no
recordaba. Sin embargo, cabe señalar que no se trata-
f. El primer paseo ría de “olvidos” que retornan de lo reprimido: “ya no dis-
El primer paseo que realiza Lol, y que anticipa su posterior pone de la distancia invariable del recuerdo: ahí está”
“errancia”, tal vez pueda plantearse como correspondien- (Duras 1964: p. 35). Lol debe apropiarse de esos re-
te ya a un intento de solución. Lol, que “ya se hizo eco del cuerdos en lo real, realizando el recorrido primero sin
asunto con una parcela de su razón recuperada” (Duras rumbo por S. Thala; debe hacerlo con el cuerpo, recu-
1964: p. 20), decide levantarse de la cama y salir a pasear. perar su “sentimiento”, como si esos paseos le dieran
Es cierto que en ese paseo no va a ningún lado, se deja cuerpo. Dada la importancia de la errancia en la novela,
llevar indiferentemente por Bedford (su futuro esposo) cabe citar como resulta descrita: “Los pensamientos, un
mostrando también apatía, pero ya parece establecerse hormigueo, todos igualmente afectados de esterilidad
allí cierto orden, cierto acotamiento del goce que irrumpe una vez terminado el paseo (...) sobrevienen a Lol du-
en el momento del desencadenamiento y cuya conse- rante su marcha. Diríase que es el desplazamiento ma-
cuencia inmediata era la postración: ahora Lol pasea con quinal de su cuerpo el que los hace surgir, todos juntos,
otro, reestablece de algún modo un mínimo lazo social. en movimiento desordenado, confuso (...) llegan atrope-
Ese movimiento hacia ninguna parte tal vez suponga ya lladamente” (Duras 1964: p. 37).

46 Psicología Clínica y Psicopatología


i. Los pensamientos fenómenos elementales aquí presentados y puedan
Puede plantearse entonces que se trata de fenómenos destacar algunos otros, dado que en la actualidad los
elementales en la medida en que esos “pensamientos” síntomas de las psicosis en muchas ocasiones parecen
aparecen como S1 sueltos, desencadenados, fuera de presentarse de modo “ordinario”, implicando una dificul-
sentido, fuera de la cadena, y que a medida que se su- tad diagnóstica y clínica que, creemos, este personaje
ceden esos paseos los pensamientos van ordenándo- de Marguerite Duras refleja de modo ejemplar. Investi-
se, “toman vida y respiran en un universo abierto a los gaciones futuras que, esperamos, puedan estar a la al-
confines vacíos y entre los cuales uno, solo uno, llega tura del camino desbrozado por la artista.
con el tiempo, por fin, a leerse (…) ¿era para eso para lo
que paseaba, para pensar mejor en el baile? (...) ella re-
anuda su pasado, su verdadera morada, la ordena, la
arregla” (Duras 1964: p. 37-38). Se dice también que BIBLIOGRAFÍA
con estos paseos “lo que ella reconstruye es el fin del
mundo” (Duras 1964: p. 39), lo cual nos permite enton- Bleuler, E. (1911) Dementia praecox o el grupo de las esquizofre-
nias, Lumen, Buenos Aires, 1993. “Prefacio” (págs. 7-8). “Intro-
ces acentuar aún más el desencadenamiento como fin ducción general” (págs. 9-17). “Capítulo I: Los síntomas funda-
del mundo. Además, en ese momento se dice que Lol mentales” (funciones simples alteradas). “Apartado (a), Asociación”
estaba “desgarrada, sin voz (...) arrancada y arrastrada (págs. 22-39).
de la aurora a su pareja en un enloquecimiento vano y De Clérambault, G. (1925) “Psicosis basadas en el automatismo”.
regular de todo su ser” (Duras 1964: p. 39). Este pasa- Oeuvre Psychiatrique, de De Clérambault, primer artículo, 1925,
je, como muchos otros, parece sugerir la irrupción de Paris, Frénesie, 1987. (Traducción castellana en “Escritos psico-
goce propia del fenómeno elemental, en el momento del patolóigicos I”, ficha de la cátedra II de Psicopatolagía, Facultad
de Psicología, UBA)
desencadenamiento, junto con la pérdida del sentimien-
to de la vida. Se sitúan entonces, en el texto mismo de Duras M. (1964) El arrebato de Lol V. Stein, Tusquets, Buenos
Aires, 2010.
la novela, el agujero, la desgarradura, el desconoci-
miento radical, la ausencia de recuerdos. Freud, S. (1911) “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso
de paranoia (Dementia paranoides) descripto autobiográficamen-
te”. En Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1986, t. XII.
j. Las frases interrumpidas
Por último recortaremos, hacia el final de la novela, lo Freud, S. (1921) “Psicología de las masas y análisis del yo”. En
que podríamos denominar frases interrumpidas. Con Obras Completas, op. cit., t. XVIII.
esto último nos referimos a los momentos en que Lol, Galiussi, R. (2008) “Ser-de-a-tres: cuerpo, arrebato y mirada”. En
en las conversaciones durante las cenas en su casa o Ancla -Psicoanálisis y Psicopatología-, Revista de la Cátedra II
algunas conversaciones con Hold, comienza una frase de Psicopatología de la Facultad de Psicología de la Universidad
de Buenos Aires, nº 2, 2008.
y se interrumpe, al modo de las frases interrumpidas de
Schreber: sólo que no se trata de que ella las escuche Kraepelin, E. (1905) Introducción a la clínica psiquiátrica, Sánchez
Calleja, Madrid. Lección 3: “Demencia precoz”, págs. 37-44.
sino que es ella quien las profiere, lo cual coincide una
vez más con la descripción que Bleuler (1911) hace del Kraepelin, E. (1899) “La psychose irréversible”. En Analytica, 49,
“blocking” u obstrucción. Resulta interesante que las Paris, Navarin, 1987. (Texto sobre la “Demencia precoz” tomado
de la sexta edición del Tratado de Kraepelin, 1899. Traducción
primeras veces que estas frases son proferidas todos castellana en “Escritos psicopatolóigicos I” ficha de la cátedra II
los personajes se quedan esperando que Lol termine la de Psicopatolagía, Facultad de Psicología, UBA).
frase, le preguntan por la misma y ella responde cual-
Kraepelin, E. (1913) La demencia precoz (1ª Parte y 2ª Parte),
quier otra cosa; sin embargo luego, cuando vuelvan a Buenos Aires, Polemos, 1996. (Texto sobre la “Demencia Precoz”
aparecer estas frases con Hold, él ya no esperará que tomado de la octava edición del Tratado de Kraepelin, 1913).
Lol continúe la frase, como si dicha espera no tuviera
Lacan, J. (1955-56) El seminario. Libro 3: “Las psicosis”, Paidós,
sentido. Estas frases interrumpidas parecen dar cuenta Buenos Aires, 1984.
del S1 suelto, serían “fenómenos de mensaje” tal como
Lacan, J. (1965) Homenaje a Marguerite Duras, del rapto de Lol
los recorta Lacan (1966b: p. 521). V. Stein. En Intervenciones y textos, 2, Manantial, Buenos Aires,
1988.
V. Conclusión
Lacan, J. (1966a), “Intervención sobre la transferencia”. En Escri-
De esta manera llegamos al final de nuestro recorrido, tos 1, México, Siglo Veintiuno, 1984.
que no pretende ser más que introductorio, habiendo
Lacan, J. (1966b) “De una cuestión preliminar a todo tratamiento
podido situar distintos fenómenos elementales a lo lar-
posible de la psicosis”. En Escritos 2, México, Siglo Veintiuno,
go de la novela. Cabe destacar que en todos ellos no 1984.
deja de presentarse, a nuestro parecer, aquella caracte-
Lacan, J. (1973-74) El seminario. Libro 21: “Los no incautos yerran”.
rística que De Clerembault (1925) denomina “síndrome
Clase del 19/3/74. Inédito.
de pasividad” y que resulta distintiva del “automatismo
mental” (antecedente del concepto de fenómeno ele- Mazzuca, R. (comp.), Schejtman, F. y Godoy, C. (2006) Las psi-
cosis: fenómeno y estructura, Berggasse 19, Buenos Aires, 2006.
mental tal como es construido por Lacan): Lol siempre
aparece como sujeto pasivo de esa experiencia que se
le impone.
Esperamos que este trabajo pueda ser el puntapié ini-
cial para futuras investigaciones, que profundicen los

Psicología Clínica y Psicopatología 47


RELACIÓN ENTRE EL MODELO DE LOS CINCO FACTORES
Y LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
Chiepa, Jessica; Cupani, Marcos
Laboratorio de Psicología de la Personalidad, Facultad de Psicología, Universidad Nacional de
Córdoba. Argentina

RESUMEN tion, the FFM and ten Personality Disorder Traits have
Se ha considerado que cuando los Rasgos de Perso- been studied in correlation to one another; the results
nalidad se vuelven desadaptativos pueden convertirse showed to partially coincide with those obtained in me-
en Trastornos de Personalidad (Widiger, 2005). En los ta-analytic studies. The topic of convergence and diver-
últimos años se han propuesto que el modelo de los gence was discussed considering and highlighting the
Cinco Factores (McCrae & Costa, 1992) estaría relacio- different contexts under analysis.
nado con los principales Trastornos de Personalidad
propuesto por el DSM IV (APA, 1998). Estudios meta- Key words
analíticos han establecido relaciones entre los Cinco Personality Disorder DSM IV
Factores de Personalidad con los Trastornos de Perso-
nalidad (Douglas y Widiger, 2008). Por lo tanto, el obje-
tivo de este trabajo consistió en observar que Rasgos
Personalidad están relacionado con los Trastornos de Introducción
Personalidad en una muestra de estudiantes Universi- Uno de los campos de la psicología mas atrapante es el
tarios. Para lograr este propósito se administro a una estudio de la personalidad humana. Se han propuesto
muestra de 215 estudiantes Universitarios el Inventario diferentes definiciones a lo largo de la historia y ha sido
de Personalidad IPIP-NEO (Goldberg, 1999) y el Inven- difícil establecer una explicación para algo tan comple-
tario Clínico Multiaxial de Millón MCMI II (Millon, 1999). jo como la personalidad. Sin embargo, una de las defi-
Se correlacionaron los Cinco Factores con los diez niciones que captura los elementos esenciales de la
Trastornos de Personalidad mediante el coeficiente de personalidad es la propuesta por Larsen y Buss (2005).
correlación de Pearson corregido por la atenuación. Estos autores definen la personalidad como un conjun-
Los resultados coinciden parcialmente con los obteni- to de rasgos psicológicos y mecanismos dentro del indi-
dos en los estudios meta-analíticos. Se discuten la viduo que son organizados y relativamente estables, y
convergencia y la divergencia destacando que se trata que influyen en sus interacciones, y adaptaciones al
de contextos diferentes. ambiente intrapsiquico, físico y social. Dentro de esta
definición, los rasgos de personalidad ocupan un papel
Palabras clave destacado. Los investigadores se han propuesto estu-
Personalidad Trastornos DSM IV diar como estos rasgos que son considerados como
normales en la mayoría de los seres humanos, algunas
ABSTRACT veces llegan a convertirse en desadaptativos y pueden
RELATIONSHIP BETWEEN THE BIG FIVE provocar malestar tanto en la sociedad como en la pro-
PERSONALITY TRAITS AND PERSONALITY pia persona. Para los especialistas, esta falta de adap-
TRASTRONOS tación de la personalidad hace referencia a los trastor-
It has been considered that personality traits which be- nos de personalidad (Larsen y Buss, 2005).
come maladaptive can grow into Personality Disorder El diagnostico de trastornos de personalidad es usado
traits (Widiger, 2005). In recent years, a relationship has en la práctica de la psicología clínica y psiquiátrica para
been discovered between the “Five Factor Model” or describir el patrón de comportamientos y emociones no
FFM (McCrae & Costa, 1992) and the principal Person- adaptativas al medio social y físico. Este constructo ha
ality Disorder Traits proposed by the DSM IV (APA, evolucionado mediante la experiencia y el diagnostico
1998). Meta-analytic studies established relationships clínico hasta alcanzar un consenso de 10 categorías de
between the FFM and the Personality Disorder Traits trastornos de personalidad, definido por el Manual de
(Douglas y Widiger, 2008). Therefore, this piece of work Desorden Mental (DSM-IV, American Psychiatric Asso-
was built around the identification of those Personality ciation, 1998). Los trastornos de personalidad desde el
Traits which related to Personality Disorder Traits in an DSM-IV se definen como un patrón perdurable de expe-
analysis of a sample of 215 university students. Said riencia y comportamientos que difirieren en gran medi-
identification was made by using the personality inven- da de lo que la sociedad considera como normal. Estos
tory IPIP-NEO (Goldberg, 1999) and Millon Clinical comportamientos se manifiestan en distintas áreas de
Multiaxial Inventory-II MCMI II (Millon, 1999). Through la vida de la persona, es decir, en sus pensamientos, en
Pearson’s correlation coefficient corrected for attenua- sus sentimientos, en cómo se lleva con otros o incluso

48 Psicología Clínica y Psicopatología


en la capacidad para controlar su propia conducta. Es- vestigaciones se han obtenido cinco factores (Gold-
tos patrones de personalidad que se consideran como berg, 1992) que fueron denominados como: Extraver-
des-adaptativo son rígidos y se exhiben a lo largo de sión (vs. reserva); Amabilidad (vs. hostil); Responsabili-
una variedad de situaciones, que en muchas ocasiones dad (vs. impulsivo); Neuroticismo (vs. estable emocio-
llevan a la angustia o a problemas en áreas importantes nalmente); y Apertura a la Experiencia (vs. concreto).
de la vida del sujeto como por ejemplo el trabajo o las En la literatura se encuentran numerosas investigacio-
relaciones interpersonales. nes que tratan de hallar una relación entre los rasgos de
Sin embargo, en la práctica, resulta difícil diagnosticar personalidad y los trastornos de personalidad (Nestatd
un trastorno como tal, por lo cual los especialistas ha- et.al, 2008). Más específicamente se han relacionado
cen uso de otros rasgos o comportamientos para diag- los trastornos de personalidad con el FFM. Algunos au-
nosticar a sus pacientes, ya que se presenta la dificul- tores, sostienen que los rasgos de personalidad son ca-
tad de categorizar a una persona dentro de un solo tras- racterísticas relevantes que se manifiestan en una am-
torno (Douglas y Widiger, 2008). Este inconveniente re- plia gama de contextos sociales y personales importan-
cibe el nombre de comorbilidad y es reconocida como tes, y que en algunas circunstancias pueden constituir
una de las principales limitaciones del DSM. Esta pro- un trastorno de personalidad cuando se vuelven inflexi-
blemática, ha generado un nuevo movimiento que pre- bles, desadaptativos y provocan malestar subjetivos o
tende realizar una reciente recategorización o agrupa- déficit funcional significativo (Millon, 1999).
ción de los trastornos de personalidad (Nestadt, et al., Estudios meta-analíticos (Douglas y Widiger, 2008;
2008). Es así como en el nuevo manual del DSM, su Saulsman y Page, 2005) han podido establecer un pa-
cuarta edición, se clasifica los trastornos de personali- trón de correlaciones entre el FFM y los 10 tratarnos de
dad en tres clúster: el primero está conformado por los personalidad propuesto por el DSM-IV. Estos estudios
trastornos Esquizoide, Esquizotipíco y Paranoide; el se- han reportado correlaciones significativas y en direc-
gundo por los trastornos Histriónico, Narcisista, Antiso- ción positiva entre el Factor Neuroticismo con los Tras-
cial y Límite, y finalmente, el tercero por los trastornos tornos Paranoide, Esquizotípico, Bordelinde, Evitativo y
por Evitación, Dependencia y Obsesivo-Compulsivo. Dependiente. Con respecto al Factor Extraversión se
Desde la psiquiatría y la psicología clínica se han pro- han reportado correlaciones significativas y en direc-
puesto dos grandes enfoques de abordar los trastornos ción positiva con el Trastorno Narcisista y una asocia-
de personalidad. Uno de ellos es la perspectiva categó- ción negativa con los trastornos Esquizoide, Esquizotí-
rica, desde la cual una persona se diagnostica con un pico y Evitativo. Por otro lado, el Factor Amabilidad se
trastorno o no. El otro enfoque es desde la perspectiva correlaciona negativamente con los trastornos Paranoi-
dimensional, donde cada trastorno se ve como un con- de, Antisocial, Bordelinde y Narcisista; mientras que el
tinuo, que va desde la normalidad en un extremo hasta Factor Responsabilidad correlaciona positivamente con
la incapacidad o perturbación grave en el otro extremo el Obsesivo-Compulsivo y negativamente con Borderli-
(Nestadt, et al., 2008). Desde esta perspectiva la perso- ne y Antisocial. No se ha observado un patrón de corre-
na con y sin trastorno difieren solo en grado. A partir de laciones contante entre el Factor Apertura y los trastor-
esta clasificación, el DSM-IV se considera el sistema nos de personalidad.
más amplio y abarcativo al hablar de trastornos de per- Por lo tanto, en el presente trabajo se propuso explorar
sonalidad. No obstante, un gran número de investigado- la asociación entre los rasgos normales y los trastornos
res consideran que este sistema categórico presenta de personalidad en una muestra de estudiantes univer-
varias limitaciones (Clark, 2007) y han sugerido otros sitarios de nuestra ciudad, Córdoba, Argentina. De esta
modelos de dimensiones de trastorno de la personali- manera se pretende generar nuevas evidencias empíri-
dad (Livesley, 2003). Una de esas alternativas es inte- cas sobre como los rasgos de personalidad del FFM y
grar a la clasificación de trastorno de la personalidad los trastornos de personalidad según el DSM IV se en-
con un modelo que abarquen los rasgos suficientes pa- cuentran relacionados. Además, se pretende observar
ra describir una estructura general de la personalidad si el patrón de relaciones encontradas en muestra de
(Douglas y Widiger, 2008). sujetos pertenecientes a otras culturas se puede repli-
Actualmente, entre los modelos de mayor consenso pa- car en un contexto local.
ra la descripción de los rasgos de personalidad se en-
cuentra el de los Cinco Grandes Factores (Five-Factor Metodología
Model, McCrae & Costa, 1992) que parece representar Muestra
un avance conceptual y empírico en el campo de la teo- La muestra considerada para este estudio consta de
ría de la personalidad. El modelo de los cinco factores 215 jóvenes universitarios (59,1% mujeres; 40,9% varo-
(FFM, por sus siglas en ingles) es un modelo conceptual nes; media de edad: 23,20) que cursan diferentes carre-
que condensa décadas de análisis factorial llevado a ra en Facultades públicas y privadas de la ciudad de
cabo con muestras de personas de distintas edades y Córdoba. El año de cursado va desde 1º a 6º (media:
sexo, en diferentes culturas y un extenso numero de au- 3.46), y la media de materias aprobadas fue 18,64 con
to-informes e informes de pares sobre adjetivos des- un promedio de 6,68.
criptivos de la personalidad e ítem de cuestionarios Procedimiento
(McCrae & Costa, 1992). Como resultado de estas in- Para la recolección de los datos se realizaron dos pro-

Psicología Clínica y Psicopatología 49


cedimientos. En primer lugar, se realizó una administra- (George y Mallery, 2001).
ción de los instrumentos a estudiantes de la Facultad de Análisis Preliminares
Psicología que cursaban el seminario electivo “Psicolo- Para observar si existen diferencia en los rasgos de per-
gía de la Personalidad”. La administración fue realizada sonalidad y los trastornos de personalidad según el
de forma colectiva y en un horario regular de clases, so- sexo de los participantes se efectuó una prueba t dife-
licitando la colaboración de cada alumno y enfatizando rencia de media para grupos independientes. Se obser-
la naturaleza voluntaria de su participación. En segundo vó diferencias significativa en los rasgos Neuroticismo
lugar, se contactaron a diferentes estudiantes universi- (t=2.42; p=.02; d=.35); Apertura (t=2.40; p=.02; d=.35);
tarios mediante la colaboración de amigos, familiares y y Amabilidad (t=2.31; p=.02; d=.30). En cuanto a los
conocidos. A cada uno de estos participantes se le en- trastornos de personalidad las diferencias significativas
trego en sobre cerrado un consentimiento informado, y se observaron en Obsesivo-Compulsivo (t=2.07; p=.04;
los dos cuestionarios de personalidad. d=.32) y Limite de la Personalidad (t= 1.27; p=.05;
Instrumentos d=.28).
El Inventario de Personalidad IPIP-NEO (Goldberg, Correlación entre los Cinco Factores y los Trastornos
1999). Está compuesto por 300 ítems redactados en de personalidad
forma de frases positivas o negativas que describen Con el objetivo de explorar la asociación entre los Cin-
comportamientos típicos de las personas (por ejemplo, co Factores del FFM y los 10 Trastornos de Personali-
soy el alma de la fiesta), y se le solicita al sujeto que dad, se aplico el Coeficiente de Correlación corregida
evalúe el grado de precisión con que cada oración lo por la atenuación. Este procedimiento permite estimar
describe, utilizando una escala Licket de cinco opciones cual sería la asociación entre dos variables si la confia-
de repuestas. Este inventario está diseñado para medir bilidad de las medidas fuera perfecta. Como criterio pa-
cinco factores principales de la personalidad normal: ra evaluar el tamaño del efecto de las correlaciones, se
Neuroticismo, Extraversión, Apertura a la Experiencia, partió de las indicaciones de Cohen (1992) para la inter-
Amabilidad y Responsabilidad. Cada escala está com- pretación de la magnitud de tamaño del efecto (peque-
puesta de seis facetas que miden atributos más especí- ños, r = .10; medio, r = .30, y grande, r = .50).
ficos de la personalidad. Dicho inventario es auto apli- De este análisis se observó que el factor Neuroticismo
cable y resulta apropiado tanto para hombres y mujeres correlacionó positivamente y con un tamaño del efecto
a partir de los 18 años de edad y el tiempo de adminis- grande con los trastornos Esquizoide (rat. = .56), Evitati-
tración varia de entre 35 a 50 minutos. La versión origi- vo (rat. =.55), Histriónico (rat. = .45) y Limite, (rat. = .62); y
nal cuenta con una aceptable confiabilidad y validez. con un tamaño del efecto mediano con los trastornos
El Inventario Clínico Multiaxial de Millón - MCMI - II (Mi- Paranoide (rat. = .36) y Antisocial (rat. = .26). En el factor
llón, 1999). Está compuesto por 175 ítems donde los su- Extraversión correlacionó positivamente y con un tama-
jetos deben responder con una escala dicotómica de ño del efecto grande con los Trastornos Histriónico (rat. =
verdadero-falso. Este instrumento puede ser aplicado .62) y Narcisista (rat. = .48), y de manera negativa con
individual y colectivamente, a sujetos a partir de los 18 Esquizoide (rat. = -.44). También se observó una asocia-
años, y se estipula un tiempo considerable de 20 a 25 ción positiva y con un tamaño del efecto mediano con
minutos. El MCMI - II permite suministrar información Obsesivo (rat. = .26) y Esquizotípico (rat. = .31) y de mane-
sobre los trastornos de personalidad. Los 175 ítems del ra negativa con Evitativo (rat. = -.34). En relación al factor
MCMI - II se agrupan en 26 escalas, de las cuales se Amabilidad se destaca una asociación negativa y con
consideraron 7 escalas básicas de personalidad (Esqui- un tamaño del efecto grande con Antisocial (rat. = -.45), y
zoide, Fóbica, Dependiente, Histriónica, Narcisista, An- con un tamaño del efecto mediano con Esquizoide (rat. =
tisocial y Compulsiva,) y 3 escalas de personalidad pa- -.36). El factor Responsabilidad correlaciono de manera
tológica (Esquizotípico, Limite y Paranoide). positiva y con un tamaño del efecto grande con el tras-
torno Obsesivo-Compulsivo (rat. = .61); y de forma nega-
Resultados tiva y con un tamaño del efecto mediano con Esquizoi-
Preparación de los datos de (rat. = -.35), Evitativo (rat. = -.29), Antisocial (rat. = -.36),
En primer lugar se evaluó el patrón de valores perdidos Esquizotípico (rat. = -.34); y Limite (rat. = -.35). Finalmente,
para estimar si el mismo respondía a una distribución el factor Apertura se correlacionó de forma positiva y
aleatoria. Se observó que en ningún caso los datos per- con un tamaño de efecto mediano con Histriónico (rat. =
didos superaban el 5 % (Tabachnik y Fidell, 2001) por lo .38) y Narcisista (rat. = .31).
tanto los casos faltantes fueron remplazados por la me-
dia. Luego, se identificaron casos atípicos univariados Discusión
mediante el cálculo de puntuaciones estándar donde se El objetivo de este trabajo fue explorar la asociación en-
consideraron atípicos aquellos casos con puntuaciones tre los rasgos de personalidad normales y los trastornos
z superiores a 3.29 (p<.001). Como resultado de este de personalidad en una muestra de estudiantes univer-
examen se descartaron 3 casos. Finalmente, se realiza- sitarios. Otros de los objetivos de este estudio fue repli-
ron análisis de Asimetría y Curtosis en cada variable y car el patrón de relaciones encontradas en muestra de
se obtuvieron valores de asimetría y curtosis considera- sujetos pertenecientes a otras culturas. Los resultados
dos óptimos para los análisis paramétricos propuestos se este estudio concuerda parcialmente con lo reporta-

50 Psicología Clínica y Psicopatología


dos por los estudios meta-analíticos de Douglas y Widi- BIBLIOGRAFÍA
ger (2008) y Saulsman y Page (2005). Especialmente, American Psychiatric Association. (1998). DSM-IV Manual diag-
el patrón de correlaciones entre el rasgo Extraversión y nóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona:
los trastornos de personalidad Narcisista, Esquizoide, Masson.
Esquizotípico y Evitativo pudieron ser replicados. No Clark, L. A. (2007). Assessment and diagnosis of personality di-
obstante, también se observó una correlación con el sorder: Perennial issues and an emerging reconceptualization.
Annual Review of Psychology, 58, 227-257.
Trastorno Histriónico y en menor medida con el Obsesi-
vo. Otros de los rasgos que presentó un patrón de co- Cohen, J. (1992). A power primer. Psychological Bulletin, 112,
rrelaciones concordante en gran medida con la literatu- 155-159.
ra fue el Responsabilidad. Este rasgo correlación posi- Douglas, B. S. y Widiger, T. A. (2008). A meta-analytic review of
tivamente con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo y ne- the relationships between the five-factor modeland DSM-IV-TR
personality disorders: A facet level analysis. Clinical Psychology
gativamente con el Antisocial. No obstante, no se ob-
Review, 28, 1326-1342.
servó una asociación con el Trastorno Bordelinde, pero
si una asociación de forma negativa y con un tamaño George, D. y Mallery, M. (2001). Using SPSS for Windows step by
step: a simple guide and reference. Boston, MA: Allyn and Bacon
del efecto mediano con los trastornos Esquizoide, Evita-
tivo, Esquizotípico y Limite. Goldberg, L. R. (1992). The development of markers of the Big-
Five factor structure. Psychological Assessment, 4, 26-42.
En los otros rasgos de personalidad los resultados fue-
ron menos compatibles con la literatura. Con respecto Goldberg, L. R. (1999). A broad-bandwidth, public-domain, per-
sonality inventory measuring the lower-level facets of severalt
al factor Neuroticismo los resultados coinciden con la li-
Five-Factor models, en Mervielde y Col. Personality Psychology
teratura ya que se observó una correlación significativa in Europe, 7.
con los trastornos Evitativo y Paranoide, pero difiere
Larsen, R. y Buss, D. (2005). Manual psicología de la personalidad
con la literatura al no observarse una correlación con (2 ed). México DF: Mc Gravo-Hill.
los Trastornos Esquizotípico, Bordelinde y Dependiente.
Livesley, W. J. (2003). Diagnostic dilemmas in classifying perso-
En este estudio se observó una asociación de este fac- nality disorder. In K. A. Phillips M. B. First & H. A. Pincus (Eds.),
tor con los trastornos Esquizoide, Histriónico, Limite y Advancing DSM: Dilemmas in psychiatric diagnosis (pp. 153-189).
Antisocial. Especialmente, con el trastorno Límite se re- Washington, DC APA.
portó una correlación positiva con un tamaño del efecto McCrae, R.R. y Costa Jr., P.T. (1992). Discriminant validity of NEO-
grande. El factor Amabilidad en concordancia con la li- PIR facet scales. Educational and Psychological Measurement,
teratura correlacionó de forma negativa con el trastorno 52, 229-237.
Antisocial. Sin embargo, a diferencia de los estudios Millon, T. (1999). MCMI-II Inventario Clínico Multiaxial de Millon-II.
meta-analíticos, no se estableció una asociación con Madrid: TEA, Publicaciones de Psicología Aplicada.
los trastornos Bordelinde y Narcisista, pero si con el Nestadt, G., Paul, T., Costa, Jr. d., Fang-Chi Hsub, Jack Samuel-
trastorno Esquizoide. Finalmente, los estudios meta- sa, O. Joseph Bienvenua y William, W. Eatonc.(2008).The rela-
analíticos de Douglas y Widiger (2008) y Saulsman y tionship between the five-factor model and latent Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders (4 ed.). Personality disorder
Page (2005) no han reportado asociación entre el rasgo dimensions Comprehensive Psychiatry, 49, 98-105.
Apertura y los trastornos de personalidad. En este estu-
Saulsman, L. M., y Page, A. C. (2005). Corrigendum to “the five-
dio se pudo observar que este factor correlacionó de
factor model” and personality disorder empirical literature: A meta-
forma positiva y con un tamaño de efecto mediano con analytic review. Clinical Psychology Review, 25, 383-394.
los trastornos Histriónico y Narcisista.
Tabachnik, B. y Fidell, L. (2001). Using multivariate statistics. New
Los resultados de esta investigación son consistentes York .
con la teoría de que los desordenes de personalidad
Widiger, T. (2005). A dimensional model of personality disorder.
pueden ser conceptualizados utilizando el FFM. No
Current opinion in psychiatry, 18, (1), 41-3.
obstante, aunque estos resultados apoyan al entendi-
miento de los desórdenes de personalidad del DSM co-
mo variantes extremas de los dominios del FFM mal
adaptados, se considera que los cinco factores son de-
masiado amplios para obtener una utilidad de diagnós-
tico (Clark, 2007). Por lo tanto, se planifica explorar la
relación entre las facetas de personalidad y los trastor-
nos de personalidad lo que permitirá obtener informa-
ción más precisa sobre estas relaciones.

Psicología Clínica y Psicopatología 51


COMBINACIÓN DE TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO
POR DÉFICIT ATENCIONAL EN ADULTOS
D’Alessandro, Fabián; Etchevers, Martín; Etenberg, Mariano; Hornes, Alan; Martini, Sabrina; Garay,
Cristian Javier
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
La combinación de medicación y psicoterapia ha sido La combinación de medicación y psicoterapia o Trata-
estudiada en diversos tras-tornos mentales. Tradicio- miento Combinado (TC) ha sido estudiada en diversos
nalmente, se consideró que el TDAH desaparecía al al- trastornos mentales: trastornos afectivos, de ansiedad y
canzar la adultez. Actualmente, es considerado un tras- trastornos psicóticos (Garay y Korman, 2008; Garay,
torno de carácter neurobiológico, el cual implica un de- Fabrissin y Etchevers, 2008; Garay, Fabrissin, Korman
terioro de las funciones ejecutivas y el subsecuente dé- y Etchevers, 2010). El Trastorno por déficit de atención
ficit funcional de quien lo padece. Este trabajo consiste con o sin hiperactividad (TDAH, en adelante) aparece
en una revisión sistemática de la evidencia empírica del incluido en el capítulo “Trastornos de Inicio en la Infan-
tratamiento del TDAH en adultos, sus abordajes farma- cia o la Adolescencia” del DSM IV-TR (APA, 2001). In-
cológicos y psicosociales, y la combinación de éstos. volucra, como característica central, la presencia de un
De acuerdo a la revisión, los abordajes combinados patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-
presentarían efectos de potenciación en-tre sí; supo- impulsividad, de carácter desadaptativo e incoherente
niendo un mejor abordaje de la severidad, compromiso con el nivel de desarrollo del sujeto. Al menos en parte,
funcional y reducción de la patología comórbida del los síntomas de dicho patrón deben haber aparecido
cuadro. A pesar de este panorama prometedor, los antes de los 7 años de edad, manifestándose en dos o
abordajes psico-sociales requieren de mejoras metodo- más contextos y no explicándose mejor por otro trastor-
lógicas y mayor evidencia empírica a la hora de poder no mental (APA, 2001). Tradicionalmente, se consideró
establecerse su eficacia. que el TDAH desaparecía cuando el paciente alcanza-
ba la adultez (Biederman, Mick y Faraone, 2000). Dicha
Palabras clave postura se vio modificada en los últimos años a partir de
Déficit Atencional Tratamiento Combinado una nueva serie de estudios epidemiológicos. Por ejem-
plo, su prevalencia global en la adultez es de un 3,4%,
ABSTRACT de acuerdo al estudio internacional conducido por Fay-
COMBINATION OF TREATMENTS FOR ATTENTIONAL yad y otros (2007). Este último, por su parte, presenta
DEFICIT DISORDER IN ADULTS cifras de prevalencia por país que oscilan entre el 7,3%
The combination of medication and psychotherapy has y el 1,2%. Faraone y Biderman en 2005 (citados en Fa-
been studied in various mental disorders. Traditionally, raone y Antshel, 2008), calculaban una prevalencia de
ADHD was considered to disappear when reaching 2,9% para el TDAH estricto y una de 16,4% para el es-
adulthood. It is currently considered a neurobiological pectro TDAH, es decir, para pacientes que presentan
disorder, which implies deterioration of the executive alteraciones funcionales sin cumplir todos los criterios
function and subsequent functional deficit on the suffer- diagnósticos del trastorno.
er. This work is a systematic review of the empirical evi- Actualmente el cuadro es considerado un trastorno de
dence of the treatment of ADHD treatment on adults, carácter neurobiológico, que implica un deterioro de las
their pharmacological and psychosocial approaches, funciones ejecutivas, afectando el automonitoreo y au-
and their combination. According to the review, com- torregulación; y con ellos, la conducta, la cognición y el
bined approaches should present effects such as aprendizaje (Ramsay y Rostein, 2008). Dicha concep-
strengthening of each other, assuming a better ap- ción es compartida con clínicos e investigadores que
proach to severity, functional compromise and reduction trabajan con el TDAH infantojuvenil (Barkley, 2006). No
of comorbid pathology of the picture. Despite this prom- obstante resulta valiosa la consideración de factores
ising outlook, the psychosocial approaches and meth- contextuales, a efectos de su conceptualización y abor-
odological improvements require more empirical evi- daje. Los diferentes contextos, al proporcionar o no fa-
dence in order to establish its effectiveness. cilidades para la operación de las funciones ejecutivas,
modulan el impacto funcional del trastorno, incremen-
Key words tando o reduciendo sus manifestaciones.
Attentional Deficit Combined Treatment Respecto a las características específicas del cuadro
en la adultez, Lischinsky, Torralva, Torrente y Manes
(2009) comentan que el curso natural del trastorno invo-
lucra una persistencia de los síntomas de la dimensión

52 Psicología Clínica y Psicopatología


de la desatención. Respecto a los síntomas de la serie fantil del patrón disfuncional, al margen de las comorbi-
de hiperactividad-impulsividad, no obstante, habría ma- lidades que podrían haberse sumado posteriormente
yor controversia entre los diferentes estudios. El foco de (NICE, 2009).
la discusión se centra en su permanencia o declinación El abordaje del TDAH en adultos suele ser presentado
durante el curso del trastorno. Otro foco controvertido como un “tratamiento multimodal”, es decir, una estrate-
se refiere al tipo de síntomas en el período adulto, exis- gia que combina tratamiento farmacológico, counse-
tiendo autores que sostienen que “con el desarrollo, las lling, psicoterapia y otras formas de intervención psico-
diferentes manifestaciones del TDAH se vuelven más social (como grupos de apoyo, apoyo educativo, orien-
sutiles y específicas, e interactúan con las capacidades tación vocacional, entre otras). Dicha estrategia suele
del individuo y su medio” (Ramsay y Rostein, 2008). ser considerada el tratamiento de elección, basado en
De acuerdo a Lischinsky, Torralva, Torrente y Manes el consenso de clínicos e investigadores, frente al am-
(2009), los síntomas de desatención suelen manifestar- plio espectro de perturbaciones funcionales propias del
se en la adultez como dificultades en las actividades cuadro (Ramsay y Ronstein, 2008; Ortiz León, Lichins-
que requieren la atención sostenida, especialmente ky, Rivera, Sentíes Castellá, Grevet y Jaimes Medrano,
cuando no existe una motivación elevada, pérdida de 2009).
objetos de uso cotidiano, y dificultades en la planifica-
ción y jerarquización de tareas de la vida diaria. Los sín- Metodología
tomas de hiperactividad suele implicar una sensación Este trabajo consiste en una revisión sistemática de la
de inquietud interna, dificultades para relajarse y la ten- evidencia empírica del tratamiento del TDAH. El objeti-
dencia a comprometerse en deportes de contacto o vo de nuestro trabajo consiste en relevar abordajes far-
riesgo, así como el habla excesiva. La impulsividad, por macológicos y psicosociales disponibles para el TDAH
último, se manifestaría en la baja tolerancia a la frustra- en adultos, así como revisar la evidencia existente so-
ción, cambios de humor brusco sin causa evidente, fa- bre la combinación de los mismos. Para la búsqueda de
llas a la hora de tomar decisiones, interrupción y cam- artículos en idioma inglés se utilizó la base de datos de
bios abruptos de actividades laborales y relaciones in- EBSCO. La palabras clave con las cuales se realizó la
terpersonales -lo cual se vincularía también a las reac- búsqueda fueron: adults - attentional disorder - treatment
ciones emocionales desmedidas y explosivas que sue- - combined treatment. Se incluyeron estudios clínicos
len manifestar estos pacientes- y el compromiso en ac- controlados publicados entre el 1999 y 2011. Se exclu-
tividades de riesgo o potencialmente nocivas (prácticas yeron estudios no controlados.
sexuales de riesgo, conducción temeraria, abuso de al-
cohol y sustancias psicoactivas). Comparados con la Resultados
población general, los pacientes adultos con TDAH pre- Se hallaron 7 estudios clínicos controlados. Los traba-
sentan una mayor probabilidad de deserción escolar, jos revisados involucran estrategias de abordaje combi-
desempleo, peor rendimiento laboral, divorcios, enfer- nado, entre tratamiento farmacológico con algún tipo de
medades de transmisión sexual, otro trastorno psiquiá- abordaje psicosocial, existiendo consenso en la necesi-
trico (vg., dependencia de sustancias), pesimismo e in- dad de un “abordaje multimodal” para abordar el amplio
satisfacción en sus relaciones interpersonales y su vida impacto funcional que involucra el trastorno (Ramsay y
en general (Ramsay, 2007; Ramsay y Rostein, 2008; NI- Rostein, 2008; NICE, 2009).
CE, 2009; Ortiz León, Lischinsky, Rivera, Sentíes Cas-
tellá, Grevet y Jaimes Medrano, 2009). Como resultado de la revisión, aparecen principalmente
El cuadro clínico involucra, de forma regular, comorbili- reseñados tres tipos de abordajes psicosociales que se
dades, las cuales dificultan el diagnóstico y tratamiento combinan con el tratamiento farmacológico establecido:
del trastorno, realizando su aporte al deterioro funcional a) psicoterapia cognitivo-conductual; b) psicoeducación
del mismo (Ramsay y Rostein, 2008; León, Lischinsky, y “coaching”; c) entrenamiento cognitivo. Se han desa-
Rivera, Sentíes Castellá, Grevet y Jaimes Medrano, rrollado diferentes modelos de abordaje del TDAH en
2009). Entre los trastornos comórbidos más frecuentes adultos, ya sea en formato individual o grupal, los cua-
se hallan los trastornos de ansiedad (25-50%), del esta- les representan adaptaciones de la terapia cognitivo-
do de ánimo (20-40%), por consumo de sustancias y al- conductual para el trastorno en cuestión. Dichos mode-
cohol (10-20%), y trastornos de la personalidad (10%- los poseen un carácter estructurado, de tiempo limita-
20% de comorbilidad con los trastornos límite y antiso- do, involucrando una serie de módulos: psicoeduca-
cial de la personalidad) (Ramsay y Rostein 2008; Lis- ción, reestructuración cognitiva, entrenamiento en habi-
chinsky, Torralva, Torrente y Manes 2009). Las guías de lidades (p. ej: manejo del tiempo, gestión de modifica-
práctica clínica NICE (2009) también incluyen al trastor- ciones ambientales, toma de decisiones, resolución de
no obsesivo-compulsivo y, en menor medida, a los tras- problemas y asertividad), control de impulsos y regula-
tornos psicóticos. Al margen de las comorbilidades, las ción emocional, entre otros (Weiss, Safren, Solanto,
manifestaciones del cuadro se solapan especialmente Hechtman, Rostain, Ramsey et al, 2008). El coaching,
con los trastornos del espectro bipolar y los trastorno de por su parte, supone generalmente grupos de apoyo
personalidad. Como elemento crucial para un adecua- donde se imparte psicoeducación y entrenamientos de
do diagnóstico diferencial, se propone el comienzo in- habilidades, centrados en la resolución de problemas

Psicología Clínica y Psicopatología 53


(NICE, 2009). De menor desarrollo que los otros abor- limitaciones de la monoterapia farmacológica conllevan
dajes, el entrenamiento cognitivo, involucra el entrena- la necesidad de complementarla con abordajes psico-
miento sistemático de la memoria de trabajo, la aten- sociales; y, de la misma forma, de dotar a estos con so-
ción y las funciones ejecutivas del paciente, a través de porte empírico (NICE, 2009).
la interacción estructurada y de tiempo limitado con pro- Las puntualizaciones anteriores, no obstante, deben ser
gramas de computadoras que demanden su desplie- matizadas, a la hora de tener en cuenta dos series de
gue. Implica una reformulación de abordajes de rehabi- cuestiones: a) las limitaciones metodológicas de los es-
litación ensayados con pacientes psicóticos que, al tudios comprendidos en esta revisión bibliográfica (pe-
igual que otras intervenciones, apunta a las dimensio- queño tamaño de las muestras, breves períodos de se-
nes sintomáticas nucleares del TDAH (Virta, 2010). guimiento, elevado desgranamiento del grupo control
en alguno de los estudios, asignación no aleatorizada a
Discusión: las diferentes categorías en otros de ellos, constatación
Tanto el tratamiento farmacológico como las diversas retrospectiva del cumplimiento de los criterios diagnós-
adaptaciones de TCC a la población de referencia apun- ticos de TDAH en la infancia, criterios de exclusión de
tan a las dimensiones sintomáticas nucleares del tras- sujetos). No obstante, cabe señalar que, desde 2005 a
torno. Los grupos experimentales, es decir, aquellos pa- la fecha, viene observándose una mejoría metodológica
cientes que reciben la combinación simultánea de me- en los estudios. b) los abordajes específicos desarrolla-
dicación y psicoterapia, demuestran mejoras significati- dos para el TDAH en adultos son de carácter multicom-
vas respecto a aquellos otros que reciben únicamente ponente e involucran procedimientos técnicos cogniti-
tratamiento farmacológico, en las diversas formas de vos y conductuales que han probado eficacia para la
grupo control. Por lo tanto, no solo serían beneficiosos patología comórbida con el TDAH (como la reestructu-
los abordajes focalizados en la sintomatología nuclear, ración de cogniciones disfuncionales, el entrenamiento
sino que presentarían efectos de potenciación (sinérgi- en asertividad y la asignación gradual de tareas, entre
cos o, al menos, aditivos), entre ellos. otros). Más allá que los diversos componentes sean or-
Los estudios hallados en esta revisión incluyen pacien- ganizados en una estrategia específica, focalizada en
tes con comorbilidades, que cumplen los criterios del las dimensiones sintomáticas nucleares, consideramos
trastorno desde la infancia -en caso contrario, sería du- que lo anterior vuelve cuestionable, al menos en cierto
dosa su inclusión-, así como evaluaciones del nivel sin- punto, la posibilidad de hablar de “intervenciones espe-
tomático y compromiso funcional. Nuevamente, los su- cíficas de la terapia cognitivo-conductual para el TDAH
jetos que reciben el TC (tratamiento farmacológico y te- en adultos”. Los diversos componentes al ser instru-
rapia-cognitivo conductual) presentan mejorías respec- mentados, -la asignación gradual de tareas, p. ej.- inci-
to al grupo control en lo que refiere a severidad, com- dirían simultáneamente sobre la dimensión de síntomas
promiso funcional y reducción de la patología comórbi- afectivos así como la dimensión de síntomas que com-
da, aunque esto no sea de modo uniforme, variando en prometen las funciones ejecutivas de planificación. Lo
cada estudio. Cabe señalar la exclusión de los pacien- anterior se vincula con la discusión contemporánea res-
tes con mayor severidad sintomática en diferentes estu- pecto al “eclecticismo técnico” en los modelos cogniti-
dios (Safren, 2005; Virta, 2010), lo cual impide realizar vos (Korman, 2010).
afirmaciones para dicho subgrupo.
La monoterapia farmacológica así como las escalas de Conclusión
evaluación empleadas para medir el impacto del trata- La revisión realizada parece brindar un panorama pro-
miento estudiado presentarían diversas limitaciones metedor respecto al desarrollo del TC de intervenciones
(Ramsay y Rostein, 2008; NICE, 2009). En primer lugar, psicosociales y abordajes farmacológicos. A efectos de
la mitad de los adultos con TDAH no puede tomar medi- que el TC del TDAH adquiera un mayor sustento, consi-
cación, no demuestra respuesta a la misma, o bien, pre- deramos de utilidad el empleo sistemático de las reco-
senta síntomas residuales. Whalen y Henker (1991) han mendaciones y estándares metodológicos, como por
señalado que los efectos del tratamiento farmacológico ejemplo, los propuestos por Weiss, Safren, Solanto, He-
son “estado-dependientes” y pueden no generalizarse chtman, Rostain, Ramsey et (2008): a) el empleo de dife-
en ausencia de éste. En segundo lugar, la mayoría de rentes grupos control de asignación aleatorizada; b) la
los casos de TDAH en población adulta e infantojuvenil necesidad de incluir medidas de la instrumentación de
presenta problemas conductuales y trastornos menta- las estrategias adaptativas y de la modificación del auto-
les comórbidos, baja autoestima, problemas de relación concepto, además de las dimensiones sintomáticas; c) la
y dificultades de aprendizaje y/o ocupacionales. Dichas inclusión de evaluadores y medidas objetivas de la evolu-
dificultades, sean secundarias o coexistentes, pueden ción terapéutica, para contrarrestar los posibles sesgos;
exacerbar los síntomas del trastorno de los pacientes d) la utilidad de realizar estudios multicéntricos y con ma-
que no son beneficiados por el tratamiento farmacológi- yores muestras de pacientes. Vinculada a esta última
co. En tercer lugar, la reducción de la sintomatología no cuestión, los autores mencionados señalan la imposibili-
siempre redunda en una mejoría en el funcionamiento dad de extrapolar los hallazgos realizados con población
cotidiano. Por último, el diagnóstico del trastorno en la infantojuvenil a población adulta, dada las diferencias
edad adulta puede requerir de apoyo psicológico a la existentes entre ambas, y su consecuente impacto tanto
hora de sobrellevar el proceso de aceptación y com- en la investigación como en el trabajo clínico.
prensión asociado con su identificación tardía. Dichas

54 Psicología Clínica y Psicopatología


Tabla 1. Estudios incluidos en la revisión

Estudio N Grupos Resultados Seguimiento

Wilens et al., 26 TCC + TF vs. Lista de Mejoría clínicamente significativa tanto de los síntomas nu- No.
(1999) espera (TF). cleares y el compromiso funcional en el grupo que realizó
tratamiento combinado, de acuerdo a criterio clínico.

Wiggins et 17 Grupo psicoeducacio- Diferencia significativa favorable para el grupo que recibió No.
al., 1999 nal TCC + TF vs. Lista tratamiento combinado, con mejoría en la organización, ca-
de espera (TF). pacidad atencional, estabilidad emocional y baja autoestima.

Hessliger et 15 Grupo DBT de entre- Diferencias significativas favorable (autoreportada), en sín- No.
al., (2002) namiento de habilida- tomas nucleares de TDAH y depresivos, para el grupo que
des + TF vs. Lista de recibió tratamiento combinado. No obstante, el grupo con-
espera (TF). trol sufrió desgranamiento (-57%) y/o sus integrantes inicia-
ron control farmacológico durante el curso del estudio.

Stevenson et 43 Grupo TCC de Diferencia significativa favorable para el grupo que recibió Sí, los resultados
al., (2002) entrenamiento de tratamiento combinado respecto a los síntomas nucleares se mantuvieron a
habilidades + TF vs. del TDAH, motivación, organización, control de la ira y au- los 2 meses y a
Lista de espera (TF). toestima. los 12 meses.

Stevenson et 35 Grupo TCC de El grupo que recibió tratamiento combinado presentó una Sí, los resultados
al., (2003) entrenamiento de diferencia significativa respecto a los síntomas nucleares se mantuvieron a
habilidades + TF vs. del TDAH, habilidades de organización, autoestima y con- los 2 meses.
Lista de espera (TF). trol de la ira.

Safren et al., 31 TCC + TF vs. TF. El grupo que recibió tratamiento combinado presentó dife- No.
(2005) rencias significativas (según auto-reporte y evaluadores in-
dependientes) en los síntomas de TDAH, depresión, ansie-
dad y funcionamiento global y una probabilidad cuatro ve-
ces mayor de presentar respuesta completa al tratamiento

Virta et al., 29 TCC + TF vs. RC +TF El grupo que recibió TCC + TF demostró una reducción sig- No.
(2010) vs. TF. nificativa en los síntomas nucleares de TDAH y otros sínto-
mas psiquiátricos respecto al grupo control. El grupo que re-
cibió RC + TF presentó mejoría en las tareas en las que fue
entrenado pero no demostró generalización a otros ámbitos.
Se combinaron medidas de autoreportes y de evaluadores
independientes.

TCC = terapia cognitiva-conductual. TF = tratamiento farmacológico. DBT= terapia dialéctico-conductal. RC = entrenamiento cog-
nitivo.

Psicología Clínica y Psicopatología 55


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 32:S45-S53
American Psychiatric Association (2000 b): Diagnostic and statis- Virta, M., Salakari, A., Antila, M., Chydenius, E., Partinen, M.,
tical manual on mental dis-order (4th edition, text revision). Was- Kaski, M., et al. (2010). Short Cognitive Behavioral Therapy and
hington DC, Author. Cognitive training for adults with ADHD - a randomized con-trolled
pilot study. Neuropsychiatric disease and treatment. 6:443-53.
Biederman, J., Mick, E. & Faraone, S. (2000). Age-Dependent
Decline of Symptoms of Attention Deficit Hyperactivity Disorder: Weiss, M., Safren, S. a, Solanto, M. V., Hechtman, L., Rostain, A.
Impact of Remission Definition and Symptom Type. Am J Psychia- L., Ramsay, J. R., et al. (2008). Research forum on psychological
try. 157:816-818. treatment of adults with ADHD. Journal of attention disorders,
11,(6):642-51.
Barkley (2006). Attentional-Deficit Hyperactivity Disorder. A Han-
dbook for Diagnosis and Treatment. Third Edition. The Guilford
Press: New York.
Garay, C.J., Fabrissin, J.H., Korman, G.P., & Etchevers, M.J.
(2010). Combinación de trata-mientos y complementariedad tera-
péutica en el abordaje de los trastornos depresivos. Anuario de
Investigaciones de la Facultad de Psicología, XVII(1), 41-48.
Garay, C.J., & Korman, G.P. (2008). Guías clínicas en salud men-
tal: la situación en Argenti-na. Vertex. Revista Argentina de Psi-
quiatría, 19(77), 491-495.
Faraone, S. & Antshel, K. (2008). Diagnostico y Tratamiento de
los Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad en Adul-
tos. World Psychiatry (Ed Esp). 6:3-8.
Fabrissin, J.H., & Garay, C.J. (2003). Tratamientos de la depresión
con apoyo empírico y su posible combinación. Revista Argentina
de Clínica Psicológica, XII(1), 33-55.
Garay, C., Fabrissin, J., & Etchevers, M. (2008). Combinación de
tratamientos en salud mental. la perspectiva de profesionales en
formación en la Ciudad de Buenos Aires. Memorias de las XV
Jornadas de Investigación y VI Encuentro de Investigadores del
MERCOSUR, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires, tomo I, 40-41
Korman, G. (2010). ¿Por qué la terapia cognitiva es tan diversa?
Eclecticismo técnico e inte-gración en terapia? Investig. Psicol.
15(1):65-80.
León, S. O., Lichinsky, A., Rivera, L., Castellá, H. S., Grevet, E.,
& Medrano, A. J. (2009). Algoritmo de Tratamiento Multimodal
para Adultos Latinoamericanos con Trastorno por Déficit de Aten-
ción con Hiperactividad (TDAH), 32, 45-54.
Lischinsky, A., Torralva, T., Torrente, F., & Manes, F. (2009). Tras-
torno por Déficit de Aten-ción con Hiperactividad (ADHD) del
Adulto. Recuperado de: http://www.neurologiacognitiva.org/mate-
rial/12439048795.pdf
National Institute for Clinical Excellence (2009). Full National
Clinical Practice Guideline Number 72 Attentional Deficit Hype-
ractivity Disorder. Diagnosis and management of ADHD in children,
young people and adults. The Royal College of Psychiatrists &
The British Psycholog-ical Society. Disponible en www.nice.org.
uk
Ramsay J., & Rostein A. (2008). Cognitive-Behavioral Therapy for
Adult ADHD. Routledge: New York.
Ramsay, J. (2007). Current Status of Cognitive-Behavioral Thera-
py as a Psychosocial Treatment for Adult Attention-deficit/Hype-
ractivity Disorder. Current Psychiatry Reports. 9:427-433.
Safren, S., Otto, M. W., Sprich, S., Winett, C. L., Wilens, T. E., &
Biederman, J. (2005). Cognitive-behavioral therapy for ADHD in
medication-treated adults with continued symptoms. Behaviour
research and therapy, 43(7), 831-42.
Toplak, M., Connors, L., Shuster, J., Knezevic, B. & Parks P. (2007).
Review of Cognitive, Cognitive-behavioral, and Neural-based in-
terventions for Attention-Deficit/Hyperactivity Dis-order (ADHD).
Clinical Psychology Review 28:801-82.
Ortiz León, S., Lichinsky, A., Rivera, L., Sentíes Castellá, H.,
Grevet, E. & Jaimes Medrano, A. (2009). Algoritmo de Tratamien-
to Multimodal para Adultos Latinoamericanos con Trastorno por
Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Salud Mental

56 Psicología Clínica y Psicopatología


UNA REVISIÓN DE ESTUDIOS VINCULADOS
CON EL CONSTRUCTO ESTILO AUTOCRÍTICO
Y SU RELACIÓN CON EL PERFECCIONISMO
DESADAPTATIVO Y LOS PROCESOS RUMIATIVOS
De Rosa, Lorena; Dalla Valle, Ariel Osvaldo; Keegan, Eduardo
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN El estilo autocritico


El objetivo de este artículo de revisión es presentar el De acuerdo distintas investigaciones, el estilo autocríti-
constructo estilo autocritíco y su relación con el cons- co está asociado a depresión (Clara, Cox & Enns, 2003;
tructo perfeccionismo desadaptativo y los procesos ru- Amitay, Mongrain & Fazaa,1999; Vaglum & Falkum,
minativos. Se expone brevemente la relevancia de di- 1999), fobia social (Cox, Rector, Bagby, Swinsonc, Le-
chos constructos en la bibliografía científica y los resul- vitt , & Joffe, 2000) y suicidabilidad ( O’Connor & Noyce,
tados que arrojan las distintas investigaciones sobre es- R, 2008).
tos temas. Esta revisión pone un énfasis especial en la La autocrítica es concebida como un estilo cognitivo de
dimensión desadaptativa del estilo autocritíco y su rela- personalidad mediante el cual el individuo se evalúa y
ción con el perfeccionismo desadaptativo, los procesos se juzga a sí mismo.
ruminativos y los trastornos mentales. Se la considera de manera multidimensional (Dunkley,
Blankstein, Zuroff, Lecce, y Hui, 2006) presentando un
Palabras clave aspecto disfuncional o desadaptativo y por otra parte un
Estilo autocrítico Perfeccionismo desadaptativo aspecto más adaptativo.
La dimensión funcional permitiría evaluar con criterio el
ABSTRACT propio comportamiento detectando conductas adecua-
A REVIEW OF STUDIES TO CONSTRUCT SELF- das e inadecuadas.
CRITICISM STYLE AND MALADAPTIVE Las conductas adaptativas incrementarían la percep-
PERFECTIONISM RELASHIONSHIP WITH ción de autoeficacia del individuo. Esta percepción per-
RUMIATIVE PROCESSES mite la construcción de una identidad personal en don-
The aim of this paper is to present the psychological de el individuo siente que tiene la capacidad de afrontar
construct of self-critical style and its relationship with los sucesos negativos de su vida. Una crítica correcta
the construct maladaptative perfectionism and with ru- facilita ser consciente de las conductas inadecuadas,
minative processes. It reviews the relevance of both permite corregirlas y de esta forma poder actuar en el
self-critical style and maladaptative perfectionism in the futuro con una mayor eficacia. (Thompson & Zuroff,
literature and the results of current investigations on 2004).
these topics. We put a special emphasis in the maladap- El estilo autocrítico desadaptativo conlleva un concepto
tative dimension of self-critical style and its relationship global y punitivo de uno mismo que se produce cuando
with maladaptative perfectionism and mental disorders. el individuo percibe una situación como fracaso. Dicha
situación de fracaso percibido, lejos de producir una
Key words evaluación constructiva que permita aprender de los
Selfcritical style Perfectionism errores y corregir las conductas para una mejor resolu-
ción de la situación, ocasiona en la persona una sensa-
ción global de inutilidad (Thompson et.,al ,2004).
Las personas que presentan un estilo autocrítico desa-
dapativo tienden a considerarse a sí mismas como fra-
casadas, incapaces y toman en cuenta sólo aquellos
aspectos de las situaciones que mantienen estas creen-
cias. Se evalúan a sí mismos de un modo global porque
ante la presencia de una equivocación en la tarea que
desempeña consideran que se debe a un fracaso per-
sonal, que incluye a toda su persona. Sus interpretacio-
nes también son rígidas, porque la persona tiende a
pensar solo de esa forma, difícilmente piense en forma
alternativa y si lo hace ese pensamiento no perdura en
el tiempo.

Psicología Clínica y Psicopatología 57


Cuando se abocan al logro de objetivos las persona au- Nuestro equipo de investigación ha observado que en
tocríticas se muestran hipervigilantes ante el mínimo muestras locales existen asociaciones estadísticamen-
error que puedan cometer. Si estos objetivos no se te significativas entre los distintos perfiles de perfeccio-
cumplen realizan una evaluación punitiva de sí mismos. nismo y niveles de calidad de calidad de vida percibida
Sin embargo, cuando logran los objetivos propuestos (Dalla Valle, Arana, Partarrieu, Ruperez, Rutsztein &
tampoco presentan niveles de satisfacción, ya que no Keegan, 2009; Arana, Elizathe, Miracco, Scappatura,
perciben el éxito en la tarea, minimizan el logro obteni- Lago, Dalla Valle, Moraes Fernández, Partarrieu, Trai-
do y lo atribuyen a factores externos ajenos a sí mis- ber, Nusshold, Ruperez, De Rosa, Rutsztein & Keegan,
mos. De esta manera, se mantiene el circuito autodes- 2010).
valorizante (Powers, Zuroff & Topciu, 2004). Por lo tan-
to las personas con estilo autocrítico desadaptativo se Relación entre el Perfeccionismo desadaptativo y el es-
caracterizan por sentimientos de inferioridad, culpa, fra- tilo autocrítico.
caso y autorecriminación (Thompson et.,al 2004). Shafran, Cooper y Fairburn (2002) revisan las caracte-
Los individuos autocríticos son más reactivos emocio- rísticas clínicas del perfeccionismo y su relación con el
nalmente a la percepción de fracaso. Para la persona estilo autocrítico y proponen una nueva definición del
autocrítica, el ‘’sí mismo” se define en gran parte por el fenómeno. Plantean que la característica que define clí-
desempeño y los logros (Blatt y Zuroff, 1992). nicamente al perfeccionismo es la dependencia excesi-
va de la autoevaluación y la tendencia a fijar altos están-
El Perfeccionismo dares en al menos un dominio, a pesar de la aparición
El perfeccionismo es un constructo que ha sido estudia- de consecuencias adversas.
do por diferentes autores, quienes han destacado su re- El perfeccionista desadaptativo regula dependiente y
levancia al estar relacionado con la etiología y el mante- exclusivamente su autoevaluación fijándose altos es-
nimiento de diferentes trastornos como los alimentarios tándares, por ende cuando éstos no se concretan apa-
(Shafran, Mansell, 2001; Bardone-Cone, A., Wonder- rece una visión extremadamente negativa de sí mismo.
lich, S., Frost, R., Bulik, C., Mitchell, J., Uppala, S & Si- Por otro lado, cuando logran alcanzar dichos logros, los
monich, H.,2007), depresión, ansiedad, estrés (Bieling, mismos son distorsionados debido a la característica
Israeli, & Antony, 2004). propia del estilo autocrítico. Los estándares son refor-
El perfeccionismo ha sido definido como la tendencia a mulados, iniciándose un círculo vicioso que conlleva un
establecer altos estándares de desempeño en combi- costo de malestar clínico importante. Es decir, la vincu-
nación con una evaluación excesivamente crítica de los lación entre los dos constructos se manifiesta en dos
mismos y una creciente preocupación por cometer erro- modalidades: por un lado cuando los perfeccionistas no
res (Frost, Marten, Lahart, & Rosenblate, 1990). logran alcanzar sus altos estándares aparece una au-
Tradicionalmente se describió al perfeccionismo como toevaluación punitiva. Por otro lado las personas auto-
un rasgo caracterológico negativo (Hewitt, Flett, & Edi- críticas, al estar permanentemente insatisfechas consi-
ger, 1996), patológico o poco saludable, que trae des- go mismas, se proponen objetivos cada vez mayores,
ventajas inherentes al individuo (Slade & Owens, 1998). con la ilusión de que al alcanzar los mismos se sentirán
Hoy en día la evidencia sugiere que el perfeccionismo finalmente satisfechos. De esta forma, cada vez elevan
puede ser considerado como un constructo multidimen- más sus estándares. Por este motivo según Shafran et
sional que incluye una modalidad adaptativa y otra des- al. (2002) plantean que el estilo autocrítico es el factor
adaptativa (Ashby, Kottman, & Schoen, 1998; Hama- mantenedor central del perfeccionismo disfuncional.
check, 1978; Rice & Slaney, 2002; Slaney, Mobley, Trip- Esta descripción se distinguiría en gran medida de la
pi, Ashby, & Johnson, 1996). Para discriminar los con- búsqueda funcional de excelencia, es decir un individuo
ceptos anteriores Slaney (Slaney, Mobley, Trippi, Ashby, con perfeccionismo adaptativo no se valora globalmen-
& Johnson, 1996) creó una escala, la APS-R (Almost te como un fracasado si no logra sus metas, por lo tan-
Perfect Scale-Revised) que comprende a su vez tres to no tendría una respuesta autocrítica punitiva frente a
subescalas (Orden, Altos Estándares y Discrepancia). esta contingencia. Es más, los perfeccionistas adaptati-
Los perfeccionistas adaptativos presentan altos están- vos presentan características funcionales tales como
dares de desempeño y baja discrepancia, mientras que autoestima (Rosenberg, 1965), autoeficacia (Blatt,
los perfeccionistas desadaptativos presentan altos es- 1974), expectativa de logro (Frost, Heimberg, Holt, Mat-
tándares de desempeño y alta discrepancia. Rice & Sla- tia, & Neibauer, 1993) y afrontamiento activo (Dunkley
ney (2002) plantean que las personas perfeccionistas et al., 2000).
no sufren debido a sus estándares elevados ni a su des- Es interesante discriminar los conceptos de perfeccio-
empeño real, sino a la observación de la distancia entre nismo y de estilo autocrítico, íntimamente entrelazados.
ambos, es decir, su discrepancia. Este concepto defini- El perfeccionismo implica la aspiración a ser perfecto,
do como “la percepción de que constantemente uno no las expectativas de logro son altas y se tiende a evitar el
logra cumplir con los altos estándares que se ha esta- error o el defecto.
blecido para sí mismo” representaría el aspecto desa- Los individuos autocríticos no demandan necesaria-
daptativo o negativo del perfeccionismo (Slaney, Rice, mente la búsqueda de la perfección. Es una tendencia
Mobley, Trippi, & Ashby, 2001). a evaluarse negativamente más allá de la concreción o

58 Psicología Clínica y Psicopatología


no del objetivo propuesto. mismo parece incrementar la presencia de estados de
Como mencionamos anteriormente, la relación perfec- ánimo disfórico (Cova, Rincón & Melipillán 2009).
cionismo-autocritica están vinculados con diferentes En este sentido la tendencia a la autocrítica provee el
patologías, una de ellas la depresiva (Shafran et sustrato psicológico en el cual las rumiaciones se desa-
al.,2002). rrollan y prosperan (O’Connor & Noyce, 2008).
Un fenómeno típico que se observa en los pacientes de-
presivos es el proceso ruminativo. Conclusiones
Atento al material bibliográfico revisado, se intenta es-
Los procesos rumiativos clarecer cómo se articulan los constructos estilo auto-
La rumíación alude a formas de pensamiento repetitivo, crítico, perfeccionismo y cómo se relacionan con los
pasivo sobre el malestar anímico y depresión que se es- procesos rumiativos.
tén experimentando, y sobre sus posibles causas y con- Así mismo, se intenta delimitar el aspecto funcional del
secuencias (Nolen-Hoeksema, 2004). disfuncional de estos procesos psicologicos.
La Teoría del Estilo de Respuesta, propuesta original- El estudio de la vinculación del estilo autocrítico y del
mente por Nolen-Hoeksema (1991) sostiene que este perfeccionismo es crucial en el ambito clinico. La idea
pensamiento pasivo, repetitivo y focalizado en los pro- central es que los pacientes perfeccionistas con auto-
pios estados de tristeza y abatimiento contribuye a la crítica disfuncional abandonen su tendencia a valorarse
severidad y mantenimiento del ánimo y trastornos de- a sí mismos exclusivamente por sus desempeños en las
presivos. actividades.
La rumiación es un modo de afrontamiento y regulación Los resultados de esta línea de investigación podrían
emocional que tiene cierta estabilidad en el tiempo. Es- favorecer la creación de intervenciones psicológicas
tudios experimentales han demostrado que la rumia- especificas para el abordaje en las diferentes patolo-
ción exacerba negativamente tanto el ánimo como la gías en las que estos constructos influirían.
memoria autobiográfica y dificulta la resolución de pro-
blemas (Lyubomirsky & Nolen-Hoeksema, 1995; Lyubo-
mirsky, Caldwell, & Nolen-Hoeksema, 1998).
Se ha planteado que los efectos negativos de la rumia-
ción tendrían relación con la amplificación de los pensa-
mientos negativos, la interrupción del procesamiento
para la resolución de problemas, la interferencia del
afrontamiento activo, el mantenimiento y la potencia-
ción de los estresores negativos, y la disminución del
apoyo social a largo plazo (Nolen-Hoeksema, 2004;Pa-
pageorgiou & Wells, 2004).
El fenómeno rumiativo estaría compuesto por dos
subfactores: reflection y brooding. El primer concepto,
traducible como reflexión, se refiere a conductas que
tienen relación con el análisis de las dificultades vividas.
El concepto de brooding no es de fácil traducción, por-
que su significado es equivalente al de rumiación. Sería
una forma específica de ésta que implica un pensa-
miento con valencia emocional negativa (queja) focali-
zado en el malestar experimentado y que se asocia a
una evaluación negativa de sí mismo. En el presente ar-
tículo se le denominará rumiación (Cova, Rincón & Me-
lipillán 2009).
La reflexión se refiere a pensar sobre las experiencias y
vivencias negativas. Esto no es necesariamente perju-
dicial y, de hecho, hay evidencia de que ciertas formas
de focalización en los sentimientos y experiencias dolo-
rosas pueden ser positivas y necesarias (Watkins,
2008). De hecho, el estudio de Treynor y otros (2003) se
encontró que la reflexión y la rumiación se comportaron
diferencialmente respecto de su influencia en el desa-
rrollo de sintomatología depresiva: la reflexión sobre
uno mismo puede ser una respuesta a la presencia de
sintomatología depresiva, y no es necesariamente des-
adaptativa; en cambio, la exclusiva focalización en el
malestar acompañada de evaluación y crítica hacia sí

Psicología Clínica y Psicopatología 59


BIBLIOGRAFÍA O’Connor, R, Noyce, R (2008) Personality and cognitive processes:
Self-criticism and different types of rumination as predictors of
Amitay, O., Mongrain, M., Fazaa, N. (1999). Love and control: suicidal ideation. Behaviour Research and Therapy 46, 392-401.
Self-criticism in parents and daughters and perceptions of rela-
tionship partners. Personality and Individual Differences. 44, Papageorgiou, C. & Wells, A. (2004) Nature, functions, and belie-
75-85. fs about depressive rumination. En C. Papageorgiou & A. Wells
(eds.), Depressive Ruminations: Nature, theory, and treatment (pp.
Arana, F., Elizathe, L., Miracco, M., Scappatura, M. L., Lago, A., 3-20). West Sussex: Wiley & Sons.
Dalla Valle, A., Moraes Fernández, V., Partarrieu, A., Traiber, L.,
Nusshold, P., Ruperez, A., De Rosa, L., Rutsztein G. & Keegan, Rice, K., & Slaney, R. (2002). “Clusters of Perfectionistics: Two
E. (2010). “Perfectionism and perception of quality of life in under- Studies of Emotional Adjustment and Academic Achievement.”
graduate students of Psychology, Medicine and Engineering of the Measurement & Evaluation in Counseling & Development, 35,35.
city of Buenos Aires”. World Congress of Behavioral and Cogniti-
ve Therapies, organizado por la Association for Behavioral and Rosenberg, M. (1965). Society and the adolescent self-image.
Cognitive Therapies. Boston, 2 al 5 de junio. Princeton, NJ: Princeton University Press.

Ashby, J. S., Kottman, T, & Schoen, E. (1998). Multidimensional Slade, P. D., & Owens, R. G. (1998). A dual process model of
perfectionism and eating disorders. Journal of Mental Health perfectionism based on reinforcement theory Behavior Modifica-
Consulting, 20, 261-271. tion, 22, 372-390.

Bardone-Cone, A., Wonderlich, S., Frost, R., Bulik, C., Mitchell, Slaney, R. B., Mobley, M., Trippi, J., Ashby, J. S., & Johnson, D.
J., Uppala, S & Simonich, H. (2007). Perfectionism and eating (1996). “Almost Perfect Scale-Revised.” Unpublished scale, The
disorders: Current statusand future directions. Clinical Psychology Pennsylvania State University, University Park.
Review 27, 384-405. Slaney, R. B., Rice, K. G., & Ashby, J. S. (2002). A programmatic
Bieling, P. J., Israeli, A. L., & Antony, M. M. (2004). Is perfectionism approach to measuring perfectionism: The almost perfect scales.
good, bad, or both? Examining models of the perfectionism cons- In G. L. Flett & R. Hewitt (Eds.), Perfectionism (pp. 63-88). Was-
truct. Personality and Individual Differences, 36, 1373-1385. hington, DC: American Psychological Association.

Blatt, S.J., (1974). Levels of object representation in anaclitic and Shafran, R; Mansell, W. (2001). Perfectionism and Psychopatolo-
introjective depression. Psychoanalitic Study Child 29, 107-157. gy: A Review of Research and Treatment. Clinical Psychology
Review, 21, 879-906.
Blatt, S. J., & Zuroff, D (1992). Interpersonal relatedness and self-
definition: two prototypes for depression. Clinical Psychology Shafran, R.,Cooper, Z., & Fairburn, C. (2002). Clinical perfectio-
Review, 12, 527-562. nism: a cognitive-behavioural analysis. Behaviour Research and
Therapy, 40, 773-791.
Clara, I. Cox, B., Enns, M. (2003). Hierarchical models of perso-
nality and psychopathology: the case of self-criticism, neuroticism, Thompson,R. & Zuroff, D. (1998) Dependent and Self-critical
and depression. Personality and Individual Differences, 35, 91-99. mother´s responses to adolecent autonomy and competence.
Personality and Individual Differences. Vol. 24, No. 3, pp. 311 -324.
Cova, F., Rincón, P. & Melipillán, R (2009) Reflexión, Rumiación
Negativa y Desarrollo de Sintomatología Depresiva en Adoles- Thompson,R & Zuroff,D (2004) The Levels of Self-Criticism Scale:
centes de Sexo Femenino.Terapia psicologica Vol. 27, Nº 2, 155- comparative self-criticism and internalized self-criticism. Perso-
160 nality and Individual Differences. 36 , 419-430.

Cox, B; Rector, A; Bagby, M; Swinsonc,R; Levitt, A; Joffe, R (2000) Treynor, W., González, R., & Nolen-Hoeksema, S. (2003). Rumia-
Is self-criticism unique for depression? A comparison with social tion reconsidered: A psychometric analysis. Cognitive Therapy
Phobia. Journal of Affective Disorders 57 . 223-228. and Research,27, 247-259.

Dunkley, D. M., Blankstein, K. R., Zuroff, D. C., Lecce, S., & Hui, Vaglum, P., Falkum, E. (1999). Self-criticism, dependency and
D. (2006). Self-critical and personal standards factors of perfec- depressive symptoms in a nationwide sample of Norwegian phy-
tionism located within the Five-Factor Model of Personality. Per- sicians. Journal of Affective Disorders. 52, 153-159.
sonality and Individual Differences, 40, 409-420. Watkins, E. (2008). Constructive and unconstructive repetitive
Frost, R. O., Marten, P., Lahart, C., & Rosenblate, R. (1990). The thought. Psychological Bulletin, 134, 163-206.
dimensions of perfectionism. Cognitive therapy and research, 14, Zuroff, D & Topciu,R (2004) Covert and Overt Expressions of Self-
449-468 criticismand Perfectionism and Their Relation to Depression.
Hamachek, D. E. (1978). “Psychodynamics of normal and neurotic European Journal of Personality Eur. J. Pers. 18: 61-72.
perfectionism.” Psychology, 15, 27-33.
Hewitt, P. L., Flett, G. L, & Ediger, E. (1996). Perfectionism and
depression: Longitudinal assessment of a specific vulnerability
hypotheses. Journal of Abnormal Psychology, 105, 276-280
Koestner, R., Zuroff, D. C. & Powers, T. A. (1991). The family origins
of self-criticism and its continuity into adulthood. Journal of Ab-
normal Psychology, 100, 191-197
McCranie, C. W. & Bass, J. D. (1984). Childhood family antecedents
of dependency and self-criticism: Implications for depression.
Journal of Abnormal Psychology, 93, 38.
Nolen-Hoeksema, S. (2004). The Response Styles Theory. En C.
Papageorgiou & A. Wells (eds.), Depressive Ruminations: Nature,
theory,and treatment (p. 107-123). West Sussex: Wiley & Sons.
Lyubomirsky, S., Caldwell, N. D., & Nolen-Hoeksema, S. (1998).
Effects of self-focused ruminative and distracting responses to
depressed mood on retrieval of autobiographical memories. Jour-
nal of Personality and Social Psychology, 75, 166-177.

60 Psicología Clínica y Psicopatología


LA PÉRDIDA DEL RITUAL EN LOS TIEMPOS ACTUALES
Y SU RELACIÓN CON LAS ADICCIONES
Díaz Guiñazú, Rafael Pablo
PROICO - Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de San Luis. Argentina

RESUMEN Las comunidades primitivas y aquellas más desarrolla-


Una característica de las sociedades modernas es la das en las que se mantenían fuertes creencias religiosas
pérdida de los ritos de iniciación, éstos simbólicamente desplegaban su vida, en gran parte, en torno a rituales; el
conmemoran el pasaje de un estado antiguo a una nue- papel social y psicológico de estas prácticas ancestrales
va vida. En las sociedades primitivas los ritos de inicia- era de extrema importancia, el que estribaba, en algunos
ción ubicaban al sujeto en una posición acorde a su casos, en los posibles efectos terapéuticos que repre-
edad y a los roles correspondientes, cumpliendo una sentan un proceso simbólico de la resolución de la an-
función de cierre de etapas. Su significación es la trans- gustia en un ámbito de socialización. Todo rito corres-
formación espiritual (psíquica) del hombre, la muerte y ponde a una “iniciación”, desde las celebraciones de na-
el renacimiento o segundo nacimiento. Desde una pers- cimiento hasta las que se desarrollan en torno a la muer-
pectiva junguiana se analizan las consecuencias psico- te. El rito de iniciación conmemora el pasaje de un esta-
lógicas de la pérdida de los rituales en la actualidad y su do viejo a una nueva vida, simbólicamente representa la
influencia en las adicciones, en base a la predominan- transformación, la muerte de lo antiguo y el nacimiento
cia del arquetipo del puer aeternus (niño eterno), como de lo nuevo; la ofrenda, el agradecimiento, la bienvenida
tendencia a la búsqueda de la eterna juventud. Dicho y la preparación para la era que alborea. Estas prácticas,
arquetipo está íntimamente ligado al complejo materno. psicológicamente cumplen, a su vez, un papel de “cierre”
El adicto buscaría, a partir de la identificación con el de etapas, algo que hoy en día suele ser peligrosamente
puer, retornar al estado intrauterino de ensoñación pa- pasado por alto. Es este último punto el que me interesa
radisíaco pretérito al surgimiento de la consciencia. La enfatizar en este escrito. [1]
imago materna es proyectada sobre el objeto de adic- El Profesor L. Zoja[2] considera a nuestro tiempo como
ción en un intento de obtener el sostén y la confianza una época en la que se han perdido los ritos de inicia-
necesaria para desenvolverse en el mundo social, man- ción. No se pueden transitar los nuevos tiempos si no se
teniendo, a su vez, la ilusión de la juventud eterna. ha dado a lo pasado su fin. Para que el sol vuelva a na-
cer debe la noche morir, así también, para que el hom-
Palabras clave bre continúe su camino de crecimiento, desarrollo y
Rito Adicción Arquetipo Actualidad cambio, debe haber consumido lo pasado y éste hacer-
se carne de él y no carne en él. La vida es movimiento,
ABSTRACT transición y metamorfosis, es un constante andar y tran-
THE LOSS OF THE RITES NOWADAYS AND THE sitar etapas. El hombre se transforma con los años y de-
RELATION WITH ADICTIONS be aceptar la transmutación de su soma cuando cobra
A feature of modern societies is the loss of initiation vitalidad, pero también cuando la pierde y gana en de-
rites; they symbolically commemorate the passage of a crepitud, así como las transformaciones de su espíritu.
former status to a new life. In primitive societies, initia- Los ritos en las antiguas civilizaciones tenían como uno
tion rites put the subject in a position adequate to their de sus propósitos ubicar al sujeto en su correspondien-
age and the corresponding roles, fulfilling a closing te lugar social en relación a lo propio de su edad, por
stage. Its significance is spiritual (psychic) transforma- eso se lo iniciaba para una nueva vida, abandonando su
tion of man, death and rebirth or second birth. From a estatuto pasado, lo que implica que el sujeto seguirá
Jungian perspective the psychological consequences of siendo él mismo, aunque haya logrado una superación,
the loss of rituals nowadays and their influence on ad- y se haya posicionado psicológicamente en otro lugar.
diction, based on the predominance of the archetype of Esto es importantísimo para el psiquismo, pues una
the puer aeternus (eternal child) as a tendency to search mente sana está en armonía con las necesidades vita-
for eternal youth are analyzed. This archetype is closely les de la etapa que el sujeto se encuentra transitando,
linked to the mother complex. The addicted would look con aquello que reclama su cuerpo, su alma y su reali-
for, from identification with the child, to return to the in- dad social. Que un niño juegue en inocente actitud cre-
trauterine status of dreamy paradise past to the arising yendo que es un gran héroe no es algo que genere sor-
of consciousness. The maternal image is projected onto presa, que lo haga un adulto llamaría la atención de
the object of addiction in an attempt to gain the support cualquiera, pues en la adultez el héroe debe vivir una vi-
and confidence to navigate the social world, maintaining da real; ya no enfrenta con armaduras y espadas a terri-
at the same time the illusion of eternal youth. bles dragones ni rescata doncellas dormidas de los cas-
tillos, sino que debe afrontar, con otras armas, institu-
Key words ciones sociales, hombres reales, situaciones dolorosas
Rite Addiction Archetype Nowadays que ponen su entereza en juego ¿Cómo se pueden libe-

Psicología Clínica y Psicopatología 61


rar sin neurosis estas batallas cuando no se ha dado un cer purificado y transformado.
cierre a la niñez? Según lo expresa la Dra. Milán (2009) refiriéndose a
Supongamos la siguiente situación: Los jóvenes varo- una idea de M. Eliade: “Tanto la iniciación, como la
nes de una determinada edad de un pequeño pueblo muerte, como el éxtasis mítico y el conocimiento abso-
nativo del sur de África o de América del Sur son some- luto, y en el judeo-cristianismo, la fe, equivalen a un
tidos, todos juntos, en una fría mañana de Septiembre tránsito de una forma a otra de ser y producen una ver-
(cuando empiezan a hacerse más largos los días y a dadera mutación ontológica. El tránsito resulta paradó-
morir el invierno) a cierta ceremonia en la que se cele- jico porque implica siempre una ruptura y una trascen-
bran cantos, danzas y abunda el alcohol. La ceremonia dencia. En las diversas tradiciones religiosas el tránsito
implica algún tipo de flagelación corporal sobre estos jó- es simbolizado por la imagen del Puente peligroso o el
venes. Terminada la celebración se otorga una lanza y de la Puerta estrecha. Las leyendas medievales cuen-
un escudo a cada uno y se los envía por separado y so- tan de un ´puente escondido bajo el agua` y de un puen-
los a la selva con la misión de traer una presa de consi- te sable, por el cual el héroe (Lancelot) ha de pasar con
derable dimensión. Si el joven vuelve sano y con la pre- las manos y los pies desnudos; este puente es ´más
sa, por ejemplo un antílope o un jabalí, esto significa cortante que una hoz y el paso se hace con sufrimiento
que ya está preparado para ser adulto, ya puede valer- y agonía`. En la tradición finlandesa, para atravesar el
se por sí solo y está en condiciones de tener su propia infierno se debe caminar por un puente cubierto de ele-
casa y formar su familia; la comunidad lo introduce a la mentos filosos y cortantes que tanto los muertos como
vida de los hombres, sus hábitos y labores; se ha con- los chamanes en éxtasis lo han de tomar en su viaje ha-
vertido en un adulto respetable. Si por el contrario, fra- cia el otro mundo. La iniciación se reduce a una expe-
casa en su misión y regresa con vida no será aceptado riencia paradójica, sobrenatural, de muerte y resurrec-
ni iniciado en esta nueva etapa, deberá volver a pasar ción, o de segundo nacimiento” (p. 118 y 119).
por las fases del ritual e intentarlo nuevamente, o será M. Eliade (1959) comparte con Zoja la idea que sostie-
rechazado por su gente. El que lo logró es un iniciado, ne que en nuestro mundo actual se han perdido estas
se produjo una transformación en su espíritu, es decir, prácticas iniciáticas y que esto trae aparejado importan-
psicológicamente ha dejado de ser niño, mas su infan- tes consecuencias en la vida de los hombres y en sus
cia no fue en vano, pues mientras vivía como niño se psiquismos. Zoja reconoce que aún quedan algunos ri-
estaba preparando para ser el hombre que ahora es, tos aunque han perdido su valor sagrado.[4] Además,
pero esa etapa se ha cerrado y comienza una nueva era afirma que nuestra sociedad no brinda verdaderas insti-
para él, ahora vivirá entre los hombres y sus tareas. tuciones iniciáticas, sólo las hay como entidades capa-
Si bien este rito no ha sido extraído de libro alguno en citadoras en ciertas áreas del conocimiento, pero su va-
particular, sino que es un ejemplo que he podido pen- lor es profano y racional, no persiguen un cambio psico-
sar, guarda las características propias de muchos ritos lógico profundo. Expresa Zoja (1985): “…los ritos ofreci-
iniciáticos que establecen el pasaje de la vida infantil a dos, más que intentos de consolidar una experiencia
la adulta. Que estas prácticas se celebraran, por lo ge- profunda, representan con frecuencia simples hallaz-
neral, en primavera, se debe a que simbólicamente re- gos intelectuales.” (…) “Efectivamente, esas institucio-
presentan el surgimiento de la nueva vida, el renacer nes están en condiciones de ofrecer información, y tal
tras la muerte invernal; es el tiempo en que todo florece vez hasta un cierto grado de instrucción, pero no una
y logra su existencia, la oscuridad de la noche se acor- iniciación. En líneas generales, la sociedad actual ha
ta dando lugar a más horas de luz y tibieza en los días; perdido prácticamente la capacidad de ofrecer iniciacio-
la tierra se ha vuelto fértil. Este es el momento para ini- nes institucionales.” (…) “…las instituciones buscan ca-
ciar la nueva vida, transformarse y renacer espiritual- da vez más resultados prácticos, dejando en manos del
mente como hombre renovado; es su psique la que se individuo el problema de su desarrollo interior…” (p. 14,
transforma y crece. Ser adulto implica, a su vez, ser el 15, 18). En este sentido la sociedad desampara al hom-
dueño y el fecundador de una doncella, dejando en es- bre y no guía su proceso de transformación.
te mundo los retoños que germinarán y darán continui-
dad y sostén a la comuna. La fertilidad de la primavera El estado psicológico dominante en las sociedades
está simbólicamente ligada a la mujer. [3] Las flagela- contemporáneas
ciones simbolizan la dura vida adulta que maltrata al Hoy se considera que alguien es adulto sólo por su
hombre, el que deberá luchar por su pueblo y su familia; edad y porque realiza labores que corresponden al
éstas representan el abandono del paraíso infantil en el hombre adulto, pero ello no garantiza que psicológica-
que no había preocupaciones ni responsabilidades ma- mente el sujeto se encuentre en un estado mental de tal
yores. A su vez, es propiedad de muchos ritos iniciáti- índole. Las instituciones actuales sólo forman hombres
cos exponer el cuerpo al peligro y al dolor como símbo- desde lo racional y según los intereses que ellas persi-
lo del sacrificio, de la muerte y la resurrección; por ejem- guen. A mi modo de ver, no es casual (ya que en los fe-
plo, el bautismo implica un acto riesgoso ya que su sen- nómenos psíquicos no existen los hechos casuales)
tido original es el baño en las aguas, la inmersión den- que junto con el predominio del arquetipo del puer ae-
tro del agua que está acompañada de la posibilidad de ternus[5] desaparezcan los ritos que inducen a la meta-
morir ahogado; emerger de la fuente es análogo a rena- morfosis del alma; más bien creo que en cierto modo

62 Psicología Clínica y Psicopatología


estos son los efectos de las tendencias que imperan en bra en filosofía, religión, política, arte o cualquier otro
la psique de los hombres de nuestro tiempo. Desde su campo…” (…) “Sin embargo, hay otro tipo de puer en el
lado positivo, el arquetipo del niño eterno, es símbolo de que no se aprecia el encanto de la eterna juventud y a
la nueva vida que empuja por desarrollarse, pero en su través del cual no brilla el encanto de la juventud divina.
lado oscuro la tendencia es la opuesta: el retorno al Por el contrario, vive en un eterno aturdimiento soño-
vientre materno, la dependencia total, la indiferencia- liento…” (Downing; 1994, p. 147 y sig.).
ción con su madre, la búsqueda de un estado de enso- Muchos hombres de nuestro tiempo se comportan de
ñación y somnolencia previo al nacimiento de la cons- un modo dual: por un lado llevan una vida laboral, res-
ciencia humana; búsqueda de aquel tiempo paradisíaco ponsable y adulta, pero por otro, la adolescencia conti-
anterior a la independencia, pretérito a cualquier angus- núa en ellos; el juego y la fiesta desmedida, el escaso
tia de separación. En mi opinión, no en pocos casos, el compromiso emocional, la dificultad para entablar rela-
sujeto adicto intenta retornar inconscientemente a este ciones sentimentales que implican responsabilidad y
estado, su dependencia así lo demuestra. Dice Jung los compromisos de un corazón maduro: amor envuelto
respecto al puer (1912): “…sólo vive por y a través de la en confianza en el otro y libertad para ambos; en su lu-
madre y no hecha raíces en el mundo, y en que, por lo gar, por lo general, nos encontramos con relaciones de
tanto, se encuentra en constante incesto…”[6] (…) “En carácter posesivas y celotípicas propias del niño y, ne-
realidad, éste es un parásito de la madre, (…), que sólo gando esta dificultad, se prefiere la soledad por no ser
vive en tanto tiene sus raíces en el cuerpo materno. En capaz de tolerar la separación cuando se ha trenzado
la experiencia interna inmediata, la madre corresponde un lazo emocional fuerte.
a lo inconsciente (colectivo), el hijo a la consciencia que
se cree libre, pero que siempre vuelve a caer bajo el po- Puer Aeternus y adicción
der del sueño y de la inconsciencia…”[7] (p.271). Desde mi punto de vista las adicciones en la actualidad
El puer, desde este aspecto negativo, no liberará verda- pueden considerarse un derivado de este estado psico-
deras batallas ante las vicisitudes de la vida real, no to- lógico. El hombre moderno muchas veces lleva una vi-
mará compromisos ni responsabilidades adultas, bus- da pseudoadulta vinculándose a un objeto adictivo. Co-
cará siempre contención y que otro se responsabilice mo el puer está íntimamente ligado al complejo mater-
por él. A medida que el hombre va creciendo, el cons- no, la imago materna (y los componentes arquetípicos
tante torrente de satisfacciones que provenía del exte- propios de ésta) es desplazada, proyectada sobre el ob-
rior y que no requería mayores esfuerzos de su parte jeto de adicción. De este modo el sujeto cuenta con la
por ser obtenido, va disminuyendo. Cada vez costará contención necesaria como para salir adelante en el
más trabajo y responsabilidad personal lograr que la mundo social, aunque con el tiempo los efectos negati-
fuente de la vida y la abundancia no se agote; esto, co- vos de la adicción se harán patentes. Si de golpe quita-
mo bien sabemos, es sumamente angustiante, y no de- mos al adicto su sostén (por ejemplo: la droga) lo deja-
be extrañarnos que hayan fuerzas que busquen retener mos como un niño desamparado y desnudo en la hon-
al hombre en ese estado primordial, aunque ello impli- da y amarga oscuridad de la noche.
que un conflicto y una oposición a los requerimientos También podríamos, por un momento, pensar en la ado-
psicológicos de su etapa vital. Se da por esta razón un lescencia, entendiéndola como una etapa de transición
estancamiento (o regresión) de la libido en etapas del entre la niñez y la madurez; de transformación del cuer-
desarrollo psíquico que deberían haber sido superadas, po y la psique, por lo que la podemos vincular a los pro-
trayendo aparejado padecimiento y neurosis. cesos iniciáticos. El adolescente suele hacer uso de las
Por lo dicho, se ve claramente que este arquetipo está drogas como un intento inconsciente de experimentar
íntimamente ligado al complejo materno. Veamos qué sensaciones que lo ayuden a reorganizar su identidad
dice Marie-Louise von Franz al respecto: “En general, el en relación a su cuerpo en permanente cambio. Simbó-
hombre que se identifica con el arquetipo del puer ae- licamente el uso de drogas en la adolescencia actúa co-
ternus permanece demasiado tiempo en la psicología mo experiencia iniciática ya que el joven se aventura en
adolescente; es decir, todas las características que son prácticas no ordinarias que lo introducen en nuevos
normales en un joven de dieciséis o diecisiete años se grupos distintos a los de la infancia, y a través de las
prolongan en la vida posterior, acompañadas en mu- mismas, se generan intensos movimientos anímicos
chos casos de una dependencia excesiva de la ma- que lo aproximan a una experiencia trascendental.
dre…” (…) “Anhela eternamente la mujer maternal que Jung advirtió que el niño suele aparecer en los sueños
le rodeará con sus brazos y satisfará todas sus necesi- cuando el sujeto está viviendo importantes cambios
dades…” (…) “Generalmente experimenta grandes difi- (hay que recordar igualmente que los símbolos oníricos
cultades para adaptarse a la situación social. En algu- son particulares en cada caso), cuando el hombre de-
nos casos hay una especie de individualismo asocial: be afrontar nuevas etapas; por lo tanto, este símbolo
siendo alguien especial uno no tiene por qué adaptarse condensa ambas posibilidades, o sea, el desarrollo y el
(…). A menudo esta neurosis va acompañada, en mayor enfrentamiento de lo nuevo o la retracción y la huida a
o menor grado, de un complejo de salvador o mesías, lo antiguo y seguro. Considero que la fuerza del puer
con el pensamiento secreto de que algún día uno será por oponerse al desarrollo lleva al hombre, en parte, a
capaz de salvar el mundo, de que hallará la última pala- la pérdida de los ritos de iniciación. Se ha anquilosado

Psicología Clínica y Psicopatología 63


la infancia, el hombre actual no puede afrontar su pér- hoy ser, un gran ideal de nuestros días que permanen-
dida, siendo adulto y joven a la vez, vive la ilusión de la temente se vuelve contra nosotros, castigando con an-
eterna juventud. Este mundo que desprestigia estas gustia y humillación a quien no lo alcanza.
celebraciones, considerándolas el mero resultado de Por lo tanto, si el hombre ha perdido los ritos de inicia-
pensamientos mágicos de hombres ignorantes y men- ción, prácticas que realizadas en el mundo exterior
tes primitivas, deja las puertas abiertas para que el cumplían un importantísimo papel psicológico, deberá
puer continúe a largo de toda la vida, estancando al es- encontrar nuevas formas de darle cierres al pasado. Pa-
píritu humano en la inmadurez. Como arquetipo, sería ra ello los recursos pueden hallarse en su interior, la psi-
contradictorio decir que se le pueden cerrar las puertas coterapia en este sentido es útil; pero lo más importan-
al puer y que con el abandono del estado mental infan- te es reconocer y reencontrar el valor de cada etapa,
til ya se lo habría superado, esto es un absurdo. Lo que con sus dolencias y gratificaciones, ubicarse en ella y
sucede es que el puer no está actuando desde su as- actuar desde allí. El adulto no debería usurpar el lugar
pecto transformador, y en lugar de aparecer como ex- de los jóvenes, sino dejarlos ser y acompañarlos mien-
presión de un psiquismo en transformación, aparece tras los prepara, psicológicamente (no sólo con capaci-
como una fuerza estancadora; es su aspecto negativo tación racional), para ser verdaderos hombres en los
el que actúa, justamente porque el niño ha sido negado tiempos venideros. Mientras sean varones y mujeres
en los siglos precedentes al nuestro[8], es la negación con un psiquismo infantil los que ocupan los roles adul-
del arquetipo lo que provoca tal estado en el psiquismo tos, esto será imposible. En síntesis: el puer debe ser la
colectivo. fuerza del desarrollo espiritual y no la fuerza que ata las
El hombre debe vivir acorde con lo que es en cada eta- generaciones al pasado.
pa de su vida. La juventud eterna, como deseo de tota-
lidad y fortaleza, aparece tempranamente ya en los mi-
tos más antiguos; el terror a la muerte y la consciencia
de ella desencadenan este anhelo ¿Cómo puede vivir
un hombre cuando las heridas del pasado todavía supu-
ran y no se ha tomado la molestia de cerrarlas? Las ci-
catrices quedarán siempre, pues el pasado deja marcas
que demuestran que el tiempo pasa y ha sido vivido. No
se puede ser todo a la vez, eso es caos e indiferencia-
ción; una madre debe asumirse adulta para desempe-
ñar tal rol, son hartos conocidos los casos de mujeres
que rivalizan con sus hijas cuando la vida sexual de las
menores comienza a florecer, y sabemos de la angustia
y de las consecuencias que esto causa en la organiza-
ción de la identidad. Un mundo que no permite que se
cierren las etapas es un mundo que no acepta el paso
del tiempo, que no puede ver los beneficios de la vejez
y por lo tanto la rechaza. En nuestros días ser anciano
es casi sinónimo de incapacidad y decrepitud; en las so-
ciedades primitivas, en cambio, estos hombres tenían
un rol de máxima importancia, eran los señores sabios
a quienes acudían por sus consejos toda la comunidad,
aunque su mente estuviese senil y delirante, su locura
era considerada la voz de un alma que sabe algo más,
pues está cercana a la otra vida, en conexión con lo di-
vino. Estos hombres eran valiosos para su gente, cum-
plían un útil rol social y no eran víctimas de la exclusión.
No cerrar etapas es arrastrar el pasado con uno mismo
todo el tiempo, sin haber aprendido verdaderamente de
él. También implica una terrible dificultad para afrontar
duelos, para dar muerte a lo que fue; es cargar con el
féretro durante años tal como lo hizo “Juana la loca”
(1479-1555) con el cadáver de su amado “Felipe el Her-
moso”. Sería conveniente que el hombre actual otorgue
el valor que le corresponde a cada etapa, cuide de sus
niños, sus jóvenes y sus ancianos, les dé el lugar que le
corresponde a cada uno, y no intente ocupar todos los
sitios, pues no se puede ser niño jovial, hombre viril y
adulto, y a su vez el sabio, algo que muchos suponen

64 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS
[1] Material obtenido y modificado de: Díaz Guiñazú, R. (2010).
Aproximaciones al Estudio de la Psicopatología y Clínica de las
Adicciones desde la teoría de Carl Gustav Jung. Tesis de Licen-
ciatura. Biblioteca Antonio Esteban Agüero, Universidad Nacional
De San Luis.
[2] Psicoanalista junguiano contemporáneo, profesor del C. G.
Institut y del Centro Italiano de Psicología Analítica, en el que
también ocupó la presidencia.
[3] Para mayor información acerca del simbolismo de los ritos en
primavera ver: Jung, C. G. (1948); Energética psíquica y esencia
del sueño, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1954.
[4] Aquí puede objetarse que aún existen religiones que otorgan
a sus ritos un importantísimo valor sacramental; sin embargo, ese
valor no sale de los muros que limitan la secta o comunidad reli-
giosa, por ello no ubican al sujeto psicológicamente en una posi-
ción social avalada por la totalidad de la comuna sino que el
cambio en su espíritu es sólo válido para su fraternidad y sus
dioses.
[5] El niño eterno, a mi entender, uno de los arquetipos más ac-
tualizados en el mundo moderno, expresado como una incesante
tendencia por mantener la eterna juventud.
[6] “Debo recordar aquí que con el término incesto asocio yo otro
significado además del que en rigor le corresponde. Para mí, in-
cesto es deseo de volver a la infancia…” (Jung, C.; 1912, p. 249).
[7] Aquí la madre aparece como símbolo del inconsciente colec-
tivo ya que es el lugar de donde emerge, nace la consciencia.
Este tema será ampliado más adelante cuando desarrollemos lo
referente al arquetipo de la Magna Mather.
[8] Los siglos XIX y XX han estados marcados por una tendencia
desenfrenada al crecimiento y al progreso; no es azaroso que
surjan tendencias psíquicas compensatorias que busquen detener
tal fuerza progresista. Esto se ve claramente reflejado en la apa-
tía de nuestros jóvenes.

BIBLIOGRAFÍA
Díaz Guiñazú, R.; Aproximaciones al estudio de la Psicopatología
y Clínica de las Adicciones desde la teoría de Carl Gustav Jung.
Tesis de Licenciatura. Biblioteca Antonio Esteban Agüero, Univer-
sidad Nacional de San Luis, 2010.
Downing, C.; Espejo del Yo. Imágenes arquetípicas que dan forma
a nuestras vidas, Barcelona, Ed. Kairós, 1994.
Eliade, M.; Naissances mystiques, París, Ed. Gallimard, 1959.
Jung, C. G. (1948); Energética psíquica y esencia del sueño,
Buenos Aires, Ed. Paidós, 1954.
Jung, C. G., (1912); Símbolos de transformación, Barcelona, Ed.
Paidós, 1982.
Milán, T; Implicancias teórico-clínicas del abordaje psicoterapéu-
tico del paciente adicto a drogas, Tesis Doctoral, Biblioteca Anto-
nio Esteban Agüero, Universidad Nacional de San Luis, 2009.
Zoja, L. (1985); Drogas: adicción e iniciación. La búsqueda mo-
derna del ritual, Barcelona, Ed. Paidós 2003.

Psicología Clínica y Psicopatología 65


ADOLESCENTES SOBREVIVIENTES DE CÁNCER.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO, BIENESTAR
PSICOLÓGICO Y SÍNTOMAS PSICOPATOLÓGICOS.
ESTADO DEL ARTE
Diez, Marina; Galarregui, Marina; Keegan, Eduardo
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas - UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
A partir de una revisión bibliográfica se aborda la pro- La sobrevida de niños y adolescentes afectados por un
blemática de una nueva población en estudio en el cam- cáncer ha aumentado significativamente en los últimos
po de la Psico-oncología: los sobrevivientes. La sobre- años llegando casi al ochenta por ciento para los casos
vida de niños y adolescentes afectados por un cáncer diagnosticados entre 1996 y 2002 (Ries et al., 2006).
ha aumentado significativamente en los últimos años Paralelamente a estos cambios epidemiológicos apare-
llegando casi al ochenta por ciento para los casos diag- ció una nueva población en estudio en el campo de la
nosticados entre 1996 y 2002. Paralelamente a estos Psico-oncología: los sobrevivientes. El aumento de la
cambios epidemiológicos, el aumento de la sobrevida sobrevida ha motivado a los investigadores a evaluar
ha motivado a los investigadores a evaluar los déficits y los déficits y las secuelas psicosociales de esta pobla-
las secuelas psicosociales de esta población. Sin em- ción. Sin embargo, en los últimos años ha despertado
bargo, en los últimos años ha despertado gran interés la gran interés la calidad de vida de esta población así co-
calidad de vida de esta población así como las distintas mo las distintas estrategias de afrontamiento con el fin
estrategias de afrontamiento con el fin de minimizar los de minimizar los efectos adversos tanto físicos, cogniti-
efectos adversos a largo plazo tanto físicos, cognitivos vos y psicológicos de la enfermedad y el tratamiento. En
y psicológicos de la enfermedad y el tratamiento. algunos países se está utilizando actualmente guías y
planes de seguimiento con el fin de realizar una detec-
Palabras clave ción e intervención temprana de los efectos a largo pla-
Adolescentes Cáncer Sobrevida Evaluación zo (Jacobs et al., 2009; Eshelman et al, 2004).
Durante la adolescencia, el joven debe normalmente
ABSTRACT enfrentarse a exigencias psicosociales que repercuten
ADOLESCENT SURVIVORS OF CANCER. COPING en su desarrollo psicológico, pudiendo este proceso in-
STRATEGIES, WELL- BEING AND PSYCHOPATOLOGICAL fluir en la confianza en sí mismo, (Frydenberg & Lewis,
SYMPTOMS. THE STATE OF ART 1991), el sentimiento de eficacia, la autoestima o el de-
We present a literature review on the issue of adoles- sarrollo de estrategias de afrontamiento (Frydenberg &
cent survivors of cancer, a new population under study Lewis, 1996b; Aunola, Stattin & Nurmi, 2000). A su vez,
in the field of psycho-oncology. The survival of children la experiencia del cáncer aumenta la vulnerabilidad y
and adolescents affected by cancer has risen signifi- complejiza aún más los desafíos que debe enfrentar el
cantly in recent years, reaching almost eighty percent of adolescente, como la independencia, las relaciones so-
cases diagnosed between 1996 and 2002. Paralell to ciales y las decisiones sobre su futuro, dado que, trae
these epidemiological changes, increased survival has frecuentemente aparejados la separación del grupo de
prompted researchers to evaluate the deficits and psy- pares, cambios en la imagen corporal y una disrupción
chosocial consequences of cancer in this population. In en la vida cotidiana tanto del paciente como de su fami-
recent years there has been an increasing interest in the lia. Tross y Holland (1990) agrupan las secuelas psico-
study of the quality of life and coping strategies to mini- lógicas del cáncer en cinco temas: efectos médicos del
mize adverse long-term effects in this population, in- tratamiento, complicaciones sexuales, efectos neurop-
cluding the physical, cognitive and psychological as- sicológicos, respuestas psicológicas a una enfermedad
pects of illness and treatment. amenazante para la vida y complicaciones prácticas y
sociales en actividades normales y el trabajo.
Key words
Adolescents Cancer Survivorship Evaluation Consecuencias psicológicas de la enfermedad y el
tratamiento
En nuestro país, los estudios realizados se han focaliza-
do en evaluar aspectos psicosociales del niño y su fami-
lia durante el tratamiento de la enfermedad (Rodríguez
& Real, 2007). Los estudios realizados en nuestro país

66 Psicología Clínica y Psicopatología


sobre adolescentes sobrevivientes de un cáncer en la consumo de alcohol, fatiga, alteraciones de sueño y uso
infancia se orientaron al seguimiento de los efectos físi- de medicinas complementarias y alternativas (Zelter et
cos a largo plazo (Schwartz, 2001) o en el impacto que al, 2009). En función de estos resultados los autores
producen las nuevas tecnologías y tratamientos (Fin- plantean la necesidad de realizar seguimientos y reali-
varb, 2002). No se han encontrado investigaciones que zar intervenciones que promuevan la salud, sobre todo
hayan evaluado la salud mental del sobreviviente. con un subgrupo de sobrevivientes (Ness et al., 2009 ;
Los resultados de los estudios de otros países plantean Zelter et al., 2009; Michel, Rebholz, von der Weid,
que, en general, la mayoría de los sobrevivientes adul- Bergstraesser & Kuehni, 2010). En la mayoría de las in-
tos de un cáncer infantil son psicológicamente sanos, vestigaciones se utiliza como control a los hermanos de
(Zebrak et al., 2007, Zeltzer, Lu & Leisenring, 2008; Zel- los sobrevivientes, lo que sería una limitación, dado que
ter et al., 2009), dado que no presentan mayores niveles muchos de ellos presentan síntomas psicopatológicos
de ansiedad y depresión en comparación con normas (Alderfer, 2009).
poblacionales (Eiser & Vance, 2000). A su vez, no pre- La literatura revisada sobre sobrevivientes adolescen-
sentan diferencias significativas en relación con la au- tes es menor que sobre adultos sobrevivientes y mues-
toestima (Eiser & Vance, 2000; Langeveld, Grooten- tra una evidencia no del todo consistente en relación
huis, Voute, de Haan & van den Bos, 2004). Algunos au- con las consecuencias psicológicas. A su vez, ciertos
tores incluso plantean que la mayoría presenta un me- factores de riesgo encontrados en adultos, así como
nor distrés psicológico en relación con la población ge- por ejemplo estado civil e ingresos, no son variables
neral (Michel, Rebholz, von der Weid, Bergstraesser & analizables en adolescentes. Los autores encontraron
Kuehni, 2010). En relación con la calidad de vida, los que los adolescentes presentan mayores tasas de pro-
autores encontraron que los adultos sobrevivientes no blemas psicológicos (Krull et al., 2010), entre los cuales
presentan diferencias significativas en relación con la se halló, por ejemplo, mayor evidencia de síntomas de
calidad de vida en comparación con controles. (Lange- estrés postraumático (Kazak et al., 2004). A su vez, pre-
vald, 2002; Langeveld, Grootenhuis, Voute, de Haan & sentan menores niveles en relación con el ánimo, con la
van den Bos, 2004). Si bien mostraron peores resulta- autoestima, mayores niveles de ansiedad, dificultades
dos en relación al dominio físico de la calidad de vida re- del sueño, problemas de comportamiento (Wakefield et
lacionada a la salud, no lo hicieron en relación con el al., 2010) y mayor riesgo de conductas antisociales
funcionamiento psicológico (Zelter et al., 2009) A su (Shultz et al., 2007) en comparación con controles. Es-
vez, están satisfechos con su vida presente así como ta población presenta, a su vez, una calidad de vida re-
con la esperada en el futuro (Zeltzer, Lu & Leisenring, lacionada a la salud más pobre (Speechley et al., 2006;
2008, Zelter et al, 2009). Wakefield et al., 2010).
No obstante a estos resultados, los mismos autores en- Sin embargo, autores hallaron que, si bien presentan al-
cuentran que un grupo de esa misma población sí pre- gunas dificultades emocionales, los sobrevivientes de
senta distrés psicológico y una baja calidad de vida re- cáncer infantil se encuentran bien psicológicamente.
lacionada a la salud sobre todo en el dominio físico. Tienen una buena valoración de sí mismos, un buen
(Zelter et al., 2009; Michel, Rebholz, von der Weid, comportamiento social y cuentan con buena salud men-
Bergstraesser & Kuehni, 2010). Un ejemplo de ello es la tal (Wakefield et al., 2010). Aquellos que desarrollan
presencia de estrés postraumático en esta población una visión positiva del impacto que la experiencia del
(Stuber et al, 2010). Es menos probable que los sobre- cáncer ha tenido sobre su vida, experimentan un mayor
vivientes asistan a la universidad y más probable que crecimiento personal (Servitzoglou, Papadatou, Tsiantis
sean solteros y desempleados en comparación con la & Vasilatou-Kosmidis, 2008). Ciertos estudios muestran
población general. (Langevald, 2002; Gurney et al, que muchos adolescentes presentan un desarrollo fa-
2009). Si bien tienen menores preocupaciones en áreas vorable a pesar de la experiencia traumática que impli-
de salud, imagen corporal y muerte que la población ge- ca un cáncer en la infancia (Phipps, 2007; Noll & Krupst,
neral, tienen más preocupaciones por la capacidad re- 2007). A su vez, pareciera que sobrevivientes de cáncer
productiva, por conseguir y/o cambiar empleo, obtener de edades más tempranas presentan incluso una mejor
seguros y por futuros problemas de salud de sus hijos calidad de vida en comparación con controles sanos
(Langevald, 2002; Langeveld, Grootenhuis, Voute, de (Shankar et al., 2005). Como se observó anteriormente,
Haan & van den Bos, 2004). si bien aspectos tales como la edad en que se enferma-
Los factores de riesgo para distrés psicológico y peor ron, el tipo de cáncer y las características del tratamien-
calidad de vida que identifican los autores son género to constituyen factores a tener en cuenta, el tipo de
femenino, menor nivel educativo, falta de seguro médi- afrontamiento puesto en juego también podría jugar un
co, bajos ingresos, estado civil soltero, desempleo, te- rol muy importante.
ner un problema de salud importante, algunos diagnós-
ticos originales como el tumor cerebral y haber recibido El rol de las estrategias de afrontamiento
tratamiento con radiación craneal (Zebrak et al., 2007, Lazarus y Folkman (1984) describen el afrontamiento
Zeltzer, Lu & Leisenring, 2008, Zelter et al, 2009). A su como aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales que
vez, la presencia de distrés psicológico y dolor físico se ponen en juego para lidiar con las demandas exter-
predicen peores conductas saludables como fumar, nas y /o internas, los cuales dependen de la evaluación

Psicología Clínica y Psicopatología 67


que realice el individuo acerca de su capacidad para la psicología positiva que permite una nueva perspecti-
modificar la situación estresante. Si la persona conside- va de abordajes de los fenómenos psíquicos relaciona-
ra que puede modificar la situación entonces apelará al da con el logro de la salud. Phipps (2007) considera el
afrontamiento centrado en el problema; si evalúa que no estilo adaptativo en niños con cáncer como un mejor
puede hacer nada para modificarla entonces recurrirá al predictor de buena salud mental de lo que puede ser la
afrontamiento centrado en las emociones que dicha si- salud física en sí misma. A su vez, considera al cáncer
tuación le genera. Debido a su vinculación con estados infantil como una situación para investigar sobre la res-
psicológicos negativos y a una adaptación deficiente en iliencia y para incorporar modelos de la psicología posi-
lo que respecta a diversas enfermedades tanto físicas tiva. Siguiendo esta línea, es de gran interés identificar,
como mentales, las estrategias de afrontamiento evitati- en esta población, factores, circunstancias y procesos
vas o centradas en la emoción han sido señaladas en la que favorezcan una resolución salugénica (Seligman,
bibliografía como disfuncionales en comparación con Steen, Park & Peterson, 2005).
aquellas aproximativas o centradas en el problema
(Lohman & Jarvis, 2000). Las principales estrategias de Conclusiones
afrontamiento adaptativas encontradas en adolescen- Atento al material bibliográfico revisado, se puede con-
tes con cáncer fueron buscar apoyo social, pensar en la cluir que investigar el bienestar psicológico así como los
recuperación, querer volver a la vida normal y contar síntomas psicopatológicos en adolescentes sobrevi-
con conocimiento sobre la enfermedad y el tratamiento. vientes de un cáncer infantil puede ser un aporte para
A su vez, una actitud positiva frente a la vida (Williams, conocer las características de esta población en nues-
Davis, Hancock & Phipps, 2010), tener confianza en los tro país. A su vez, los resultados dentro de esta línea de
propios recursos, las experiencias de vida más tempra- investigación podrían favorecer la implementación y/o
nas así como el querer vencer a la enfermedad, son el mejoramiento de estrategias preventivas delimitadas
buenos recursos para enfrentar el cáncer (Kyngäs et al, para este tipo de población realizando en nuestro país
2001). En relación con el apoyo emocional, los adoles- programas de seguimientos a largo plazo.
centes sobrevivientes informaron que su familia y un
amigo cercano fueron las fuentes de apoyo más impor- El presente artículo se enmarca en el marco de un plan
tantes (Trask et al, 2003). Las estrategias de afronta- de trabajo de investigación aprobado por el CONICET
miento adaptativas puestas en juego en pacientes con con sede en el Instituto de Investigaciones de la Facul-
cáncer están relacionadas con menores síntomas de tad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires,
depresión, estrés postraumático, síntomas somáticos cuyo objetivo es indagar las estrategias de afronta-
así como una mejor calidad de vida (Phipps, 2007). Es miento, los síntomas psicopatológicos y el bienestar
decir, las distintas estrategias de afrontamiento también psicológico en adolescentes sobrevivientes de un cán-
repercuten en el bienestar psicológico de las personas cer infantil.
(Figueroa, Contini, Lacunza, Levín & Suedan, 2005;
Parsons, Frydenberg & Poole, 1996). Casullo y Castro
(2002) consideran, siguiendo los desarrollos teóricos de
Ryff, el bienestar psicológico como un concepto multidi-
mensional y se lo relaciona con la percepción que una
persona tiene sobre los logros alcanzados en la vida,
del grado de satisfacción personal con lo que hizo, ha-
ce o puede hacer, desde una mirada subjetiva.
El concepto de resiliencia es la capacidad de responder
positivamente frente a circunstancias adversas e inten-
tos activos tendientes a contrarrestar la situación de ad-
versidad (Rutter, 1993) y lograr, de esta manera, un ma-
yor bienestar psicológico. En lo que respecta a la ado-
lescencia en sí misma, se trata de un período evolutivo
marcado por una gran variedad de cambios biológicos,
psicológicos y sociales, que la asocian al estrés. (Barra,
Cerna, Kramm & Véliz, 2006). Tal como señala Kraus-
kopf (2007), se observa que la emergencia de esta eta-
pa acarrea un nuevo panorama en el cual hay que in-
sertar y reelaborar las estrategias de fomento de la res-
iliencia. El concepto de resiliencia se aproxima al mode-
lo que destaca la importancia de los factores protecto-
res como aquellas influencias, ligadas tanto al individuo
como al contexto, que moderarían el impacto del estrés
disminuyendo la vulnerabilidad psicológica.
Estos desarrollos teóricos nos acercan al paradigma de

68 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA status in childhood cancer survivors. Cancer Surviv April 11.
Alderfer MA, Long KA, Lown EA, Marsland AL, Nancy L, Ostrows- Kyngäs H., Mikkonen R., Nousiainen E.M., Rytilahti M., Seppänen
ki NL, Hock JM & Ewing LJ (2009). Psychosocial adjustment of P.,Vaattovaara R & Jämsa T. (2001). Coping with the onset of
siblings of children with cancer: a systematic review. Psycho- cancer: coping strategies and resources of young people with
Oncology. Volume 19, Issue 8, Pages 789 - 805. cancer. European Journal of Cancer Care. Volume 10 Issue 1.
Pages 6-11.
Aunola K, Stattin K & Nurmi JE (2000). Parenting styles and ado-
lescents achievement strategies. Journal of Adolescence. 23, Langeveld NE, Grootenhuis MA, Vouˆ te PA, de Haan RJ & van
205-222. den Bos CF (2004).Quality of life, self-esteem and worries in young
adult survivors of childhood cancer. Psychooncology 2004;13:867
Barra, E., Cerna, R., Kramm, D & Véliz, V. (2006). Problemas de - 81.
salud, estrés, afrontamiento, depresión y apoyo social en adoles-
centes. Terapia Psicológica. 24(1) 55-61. Langeveld NE, Stam H, Grootenhuis MA & Last B (2002). Quality
of life in young adult survivors of childhood cancer. Support Care
Cardozo G & Alderete AM (2009). Adolescentes en riesgo psico- Cancer 10:579-600.
social y resiliencia. Psicología desde el caribe. issn 0123-417X,
N° 23, enero-julio. Lazarus R & Folkman S (1984). Estrés y procesos cognitivos.
Barcelona. Martínez Roca.
Casullo MM & Castro Solano A (2002). Patrones de Personalidad,
síndromes clínicos y bienestar psicológico en adolescentes. Re- Lohman, B.J. & Jarvis, P.A. (2000) Adolescent stressors, coping
vista de Psicopatología y Psicología Clínica 2002. Volumen 7, strategies, and psychological health studied in the family context.
Número 2, pp, 129-140. Journal of Youth an Adolescence. 29(1), 15-43.
Casullo MM (2002) Evaluación del bienestar psicológico en Ibe- Michel G, Rebholz CE, von der Weid NX, Bergstraesser E & Kue-
roamérica. Editorial Paidós, Buenos Aires. hni CE (2010). Psychological Distress in Adult Survivors of Child-
hood Cancer: The Swiss Childhood Cancer Survivor Study. Jour-
Eiser C & Vance YH (2000). Examining the psychological conse- nal of Clinical Oncology, Vol 28, pp. 1740-1748.
quences of surviving childhood cancer: systematic review as a
research method in pediatric oncology. J Pediatr Psychol. 25.(6): Moos, R. H. (1993). Coping Responses Inventory - Youth Form.
449-60. Manual. Odessa, FL.: Psychological Assessment Resources.
Eshelman D, Landier W, Sweeney T, Hester A, Forte K, Darling J -National Cancer Institute. U.S. National Institutes of Health. www.
& Hudson M (2004). Facilitating care for childhood cancer survi- cancer.gov, 2006.
vors: integrating children’s oncology group long-term follow-up
guidelines and health links in clinical practice. J Pediatr Oncol Ness KK, Hudson MM, Ginsberg JP, Nagarajan R, Kaste SC,
Nurs. 2004; 21 (5):271 -280. Marina N, Whitton J & Robison LL (2009).J Clin Oncol. 27: 2382-
2389. Physical Performance Limitations in the Childhood Cancer
Figueroa MI, Contini N, Lacunza AB, Levín M & Suedan AE (2005). Survivor Study Cohort.
Las estrategias de afrontamiento y su relación con el nivel de
bienestar psicológico. Un estudio con adolescentes de nivel so- Noll RB & Krupst MJ (2007). Commentary: The Psychological
cioeconómico bajo de Tucumán (Argentina). Anales de Psicología, Impact of Pediatric Cancer Hardiness, the Exception or the Rule?
junio, año/vol. 21, número 001. Universidad de Murcia. España. Journal of Pediatric Psychology 2007 32(9):1089-1098.
Pág.66-72. Ongarato, P., de la Iglesia, G., Stover, J. B. & Fernández Liporace,
Firnvarb G.M. (2002) Incidencia de los avances terapéuticos en M. (2009, en evaluación). Adaptación de un Inventario de Estra-
niños y adolescentes que padecieron cáncer. Vertex 2002, Vol. tegias de Afrontamiento para Adolescentes y Adultos. Anuario de
XIII - Nº 47: 48-52. Investigaciones XVI, ISSN impreso 0329 - 5885, ISSN en línea
1851 - 11686, 291-296. Facultad de Psicología, Universidad de
Frydenberg E & Lewis R (1991). Adolescent coping: The different Buenos Aires.
ways in which boys and girls cope. Journal of Adolescence, 14,
119-133. Parsons A, Frydenberg, E. & Poole C (1996). Overachievement
and coping strategies in adolescent males. British Journal of
Frydenberg E & Lewis R (1996b). A replication study of the struc- Educational Psychology, 66, 109-114.
ture of the Adolescent Coping Scale: Multiple forms and applica-
tions of a selfreport inventory in a counselling and research context. Phipps S (2007). Adaptive style in children with cancer: implications
European Journal of Psychological Assessment, 12(3), 224-235. for a positive psychology approach. Journal of Pediatric Psycho-
logy 2007; 32(9):1055-1066.
Gurney JG, Krull KR, Kadan-Lottick N, Nicholson HS, Nathan PC,
Zebrack B, Tersak JM & Ness KK (2009).Social outcomes in the Ries LAG, Harkins D, Krapcho M, et al., eds. SEER Cancer Sta-
Childhood Cancer Survivor Study cohort. J Clin Oncol 27:2390-5. tistics Review, 1975-2003, National Cancer Institute. Bethesda,
MD, http://seer.cancer.gov/csr/1975_2003/, based on November
Jacobs LA, Palmer SC, Schwartz LA, De Michele A, Mao JJ, 2005 SEER data submission.
Joseph C, Gracia C, Hill-Kayser CE, Metz JM, Hampshire MK,
Vachani C, Pucci D & Meadows AT (2009). Adult Cancer Survi- Rodríguez V & Real G (2007) Estilos de relaciones familiares y
vorship: Evolution, Research, and Planning Care. CA Cancer J resiliencia en familias de niños y adolescentes oncológicos. In-
Clin. 2009 59: 391-410. vestigación empírica en el Hospital Garrahan. Revista de Psico-
logía UCA. Vol 3, N5. pág 89-11.
Kazak AE, Alderfer M, Rourke MT, Simms S, Streisand R &
Grossman JR (2004). Posttraumatic stress disorder (PTSD) and Rutter M (1993). Resilience: some conceptual considerations.
posttraumatic stress symptoms (PTSS) in families of adolescent Journal of Adolescents Health. 14 (8). 626-631.
childhood cancer survivors. Journal of Pediatric Psychology, Schwartz L (2001). La sobrevida en adolescentes y adultos jóve-
29(3):211-219. nes con cáncer en la infancia. Medicina (Buenos Aires) 2001; 61:
Krauskopf D (2007). Sociedad, adolescencia y resiliencia en el 401-5.
siglo XXI. En Munist, Suárez Ojeda, Krauskopf y Silber (Comps.) Schultz KAP, Ness KK, Whitton J, Recklitis C, Zebrack B, Robison
Adolescencia y Resiliencia. Buenos Aires: Paidós. LL, Lonnie Zeltzer L & Mertens AC (2007). Behavioral and Social
Krull KR, Huang S, Gurney JG, Klosky JL, Leisenring W, Termuhlen Outcomes in Adolescent Survivors of Childhood Cancer: A Report
A, Ness KK, Kumar Srivastava D, Mertens A, Stovall M, Robison From the Childhood Cancer Survivor Study. Journal of Clinical
LL &Hudson MM(2010). Adolescent behavior and adult health Oncology, Vol 25, No 24 (August 20), 2007: pp. 3649-3656.

Psicología Clínica y Psicopatología 69


-Seligman ME, Steen T, Park N & Peterson C (2005). Positive
Psychology in Progress. Empirical validation of interventions.
American Psychologist, 60(5), 410-421.
Servitzoglou M, Papadatou D, Tsiantis I & Vasilatou-Kosmidis H
(2008). Psychosocial functioning of young adolescent and adult
survivors of childhood cancer. Support Care Cancer. 2008
Jan;16(1):29-36.
Shankar S, Robison L, Jenney MEM, Rockwood TH & Wu E,
(2005). Health-related quality of life in young survivors of childho-
od cancer using the Minneapolis-Manchester Quality of Life-Youth
Form. Pediatrics. 115:435-442.
Speechley KN, Barrera M, Shaw AK, Howard I, Morrison & Moun-
sell E, (2006). Health-related quality of life among child and ado-
lescent survivors of childhood cancer. J Clin Oncol; 24:2536-2543.
Stuber ML, Meeske KA, Krull KR, Leisenring W, Stratton K, Kazak
AE, Huber M, Zebrack B, Uijtdehaage SH, Mertens AC, Robison
LL & Zeltzer LK (2010). Prevalence and predictors of posttrauma-
tic stress disorder in adult survivors of childhood cancer. Pediatrics
125(5);E1124-E1134.
Trask P.C., Paterson A.G., Trask C.L, Bares C.B., Birt J & Maan
C. (2003). Parent and adolescent adjustment to pediatric cancer:
Associations with coping, social support, and Family Function.
Journal of Pediatric Oncology Nursing. Vol.20 no.1 36-47.
Tross S & Holland JC (1990). Psychological Sequelae in Cancer
Survivors. En Holland, J.C & Rowland, J.H. (1990). Handbook of
Psychooncology: psychological care of the patient with cancer.
Pp. 101-110. New York: Oxford University Press.
Wakefield CE, Mc Loone J, Goodenough B, Lenthen K, Cairns DR
& Cohn RJ (2010). The Psychosocial Impact of Completing Child-
hood Cancer Treatment: A Systematic Review of the Literature. J.
Pediatr. Psychol. 2010; 35(3):262-274.
Williams NA, Davis G, Hancock M & Phipps S (2010). Optimism
and Pessimism in Children with Cancer and Healthy Children:
Confirmatory Factor Analysis of the Youth Life Orientation Test
and Relations with Health-Related Quality of Life. J. Pediatr. Psy-
chol., July 1, 2010; 35(6): 672 - 682.
Zebrack BJ, Zevon MA, Turk N, Nagaraian R, Whitton J, Robinson
LL & Zelter LK (2007). Psychological distress in long-term survivors
of solid tumors diagnosed in childhood: A report from the childho-
od cancer survivor study. Pediatr Blood Cancer. 49:47-51.
Zeltzer LK, Lu Q, Leisenring W, Tsao JCI, Recklitis C, Armstron
G, Mertens AC, Robinson LL & Ness KK (2008). Psychosocial
outcomes and health-related quality of life in adult childhood can-
cer survivors: a report from the Childhood Cancer Survivor Study.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev; 17:435 - 46.
Zeltzer LK, Recklitis C, Buchbinder D, Zebrack B, Casillas J, Tsao
JC, Lu Q & Krull K (2009). Psychological status in childhood can-
cer survivors: a report from the Childhood Cancer Survivor Study.
J.Clin.Oncol. (14): 2396-2404.

70 Psicología Clínica y Psicopatología


LA IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN TERAPÉUTICA.
IDEAS Y CREENCIAS EN UNA MUESTRA DE
ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA DE LA UBA
Etchevers, Martín; González, María Magdalena; Sacchetta, Luisina María; Garay, Demian Guy
UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
Actualmente existe un fuerte consenso acerca de la im- En este artículo, se presenta un estudio piloto en el cual
portancia de la relación terapéutica (RT) en los logros u se busca indagar las ideas y las creencias de los alum-
objetivos del tratamiento. En este artículo, se presenta un nos de la Facultad de Psicología de la UBA acerca de la
estudio descriptivo de corte transversal, con una muestra incidencia de la relación terapéutica tanto en el inicio, el
recolectada a través de una técnica de muestreo no pro- sostenimiento y los resultados del tratamiento como en
babilística de tipo intencional en estudiantes de Psicolo- la derivación a otro profesional (tratamiento combina-
gía de la UBA. Dicho estudio indaga ideas y creencias de do). También se intenta conocer las ideas y las creen-
los mismos acerca de la incidencia de la RT en el inicio, cias de los alumnos sobre qué aspectos consideran im-
sostenimiento y resultados del tratamiento, así como su portantes para el establecimiento de una relación tera-
incidencia en el tratamiento combinado. También se in- péutica.
vestiga sobre los aspectos importantes para el estableci- Dicho estudio forma parte del proyecto UBACyT período
miento de una relación terapéutica. Con respecto a la in- 2010-2012 (Estrategias de complementariedad terapéu-
cidencia de la RT en el inicio y sostenimiento del trata- tica: la importancia de los factores interpersonales y la
miento, casi la totalidad de los estudiantes contestó entre relación terapéutica), siendo uno de sus objetivos el estu-
“mucho” y “bastante”. Se obtuvieron resultados similares dio de la relación terapéutica en nuestro medio local.
con respecto a la incidencia de la relación terapéutica en Diferentes y numerosos estudios han señalado la pre-
los resultados del tratamiento y la derivación a otro profe- sencia de “factores comunes o variables inespecíficas”
sional. Esto coincide con lo relevado por investigaciones entre las distintas prácticas terapéuticas (Garfield,
previas sobre el tema. 1994). Dentro de estos factores comunes, aquél que re-
fiere a la relación entre terapeuta y paciente durante el
Palabras clave proceso terapéutico es denominado “alianza terapéuti-
Relación Terapéutica Estudiantes Psicoterapia ca” (Hartley, 1985). En la literatura actual se utiliza tan-
to el término “relación terapéutica” como “alianza tera-
ABSTRACT péutica”. A los fines del presente artículo, se usará in-
THE IMPORTANCE OF THERAPEUTIC RELATIONSHIP. distintamente ambos términos.
IDEAS AND BELIEFS IN A SAMPLE OF PSYCHOLOGY
STUDENTS (UBA) Antecedentes históricos y desarrollos actuales
There is currently strong agreement regarding the im- Los desarrollos teóricos y clínicos de S. Freud (1912)
portance of therapeutic relationship in the treatment’s sobre el concepto de “transferencia” constituyen el prin-
achievements and goals. In this paper, we present a de- cipal antecedente histórico del concepto de alianza te-
scriptive and cross-sectional study with an intentional rapéutica. Principalmente, Freud conceptualiza la trans-
non-probabilistic sample of psychology students (UBA). ferencia en su doble vertiente como motor del trata-
This study investigates their ideas and beliefs about the miento (transferencia positiva tierna) y como obstáculo
incidence of therapeutic relationship in the beginning, del mismo (transferencia positiva erótica y negativa
maintenance and results of the treatment as well as its hostil). Asimismo, destaca la relación de ésta con las fi-
incidence on combined treatment. It also investigates guras parentales del paciente.
the aspects that are important to establish a therapeutic El impacto del Psicoanálisis en Estados Unidos y su
relationship. Regarding the incidence of therapeutic re- adaptación a las particularidades de dicha sociedad y
lationship in the beginning and the maintenance of the cultura produjeron aportes basados, en buena medida,
treatment, almost the totality of the students answered en los últimos artículos de S. Freud, dando lugar a la
between “a lot” and “quite a lot”. Similar results were ob- Psicología del yo, corriente inaugurada por Anna Freud.
tained about the incidence of therapeutic relationship in Es en el seno de esta escuela donde nace el concepto
the results and derivation to another professional. This de alianza terapéutica (Bibring, 1937; Zetzel, 1956). Zet-
coincides with results of previous investigations on the zel (1956) distingue entre “transferencia” y “alianza” se-
subject. ñalando que ésta última es la parte no neurótica de la
relación entre terapeuta y paciente que posibilita el in-
Key words sight y el uso de las interpretaciones del terapeuta para
Therapeutic Relationship Students Psychotherapy distinguir entre las experiencias relacionales del pasado
y la relación real con el terapeuta.

Psicología Clínica y Psicopatología 71


Las definiciones de alianza o relación terapéutica va- del tratamiento. Plantea dos componentes: característi-
rían según los autores. Strupp (1973) argumenta que la cas personales del terapeuta (agradabilidad, fidedigno y
alianza es un “constructo panteórico” que influye en la comprometido) y tareas (manera en que el foco, método
efectividad de las intervenciones técnicas de cualquier y objetivos del tratamiento son explicitados y mutua-
tipo de psicoterapia. Por su parte, Hartley (1985) ha de- mente aceptados). Este autor sostiene que su importan-
finido la relación terapéutica (RT) como un compuesto cia excede el campo de las psicoterapias ya que impac-
que incluye a la “relación real” y a la “alianza de traba- ta en la mayoría de las áreas médicas de la salud públi-
jo”. La primera refiere al vínculo entre el paciente y el te- ca. En este sentido, hay estudios que han indicado la
rapeuta mientras que la segunda alude a la capacidad importancia de la RT en el tratamiento de diversos pro-
de ambos para trabajar conjuntamente según los objeti- blemas de salud: alcoholismo (Dundon et al., 2008), pa-
vos previstos. cientes con HIV (Codina et al., 2004), tuberculosis (Ál-
Entre los autores que más ha influido en las concep- varez Gordillo et al., 2000), asma (López Viña, 2005),
ciones actuales, se encuentra Bordin (1979) quien de- hipertensión arterial (Martín Alfonso et al., 2008), entre
fine la RT como un constructo multidimensional en el otros.
cual existen tres componentes: acuerdo en las tareas, En nuestro medio, Zukerfeld (2001) ha estudiado las re-
vínculo (bond) positivo y acuerdo en los objetivos. Asi- laciones entre RT, percepción de cambio o mejoría, fre-
mismo, Luborsky (1976) señala dos tipos de RT según cuencia de sesiones y estilo de intervención analítica.
la fase o etapa de la terapia. Así tenemos: alianza de Concluyó que el grado de alianza percibido está vincu-
tipo 1, aquélla que se da en el inicio de la terapia y alu- lado a la mejoría pero no a la frecuencia de sesiones ni
de a la sensación del paciente de contar con el apoyo a la modalidad de las intervenciones.
del terapeuta, y alianza de tipo 2, la que se desarrolla En cuanto al abordaje de pacientes mediante la combi-
en fases posteriores y consiste en la sensación de tra- nación de psicoterapia y medicación, se pudo observar
bajo conjunto. en una importante muestra de profesionales, psicólo-
Actualmente, existe un vasto campo de investigación gos clínicos y médicos psiquiatras de la Ciudad de Bue-
acerca de la temática concerniente a la RT. Cabe des- nos Aires, que los factores interpersonales fueron con-
tacar una investigación llevada a cabo por Marcolino e siderados como los principales responsables del éxito
Iacoponi (2003) que se centra en el impacto de la RT terapéutico (Garay et al., 2008).
en la psicoterapia psicodinámica breve. Dicho estudio
indica que aquellos pacientes que han percibido que Metodología
sus terapeutas tenían mejor capacidad para entender e Se trata de un estudio descriptivo de corte transversal,
involucrarse en sus “tareas” (tasks), lograron mejores con una muestra recolectada a través de una técnica de
resultados en la reducción de síntomas depresivos, y muestreo no probabilística de tipo intencional, constituida
aquellos pacientes con más capacidad para construir por estudiantes de la Carrera de la Licenciatura en Psico-
la RT alcanzaron mejores resultados psicoterapéuticos logía de la Universidad de Buenos Aires que participaron
en general. Por otra parte, Safran (2003) ha investiga- del II Congreso Internacional de Investigación y Práctica
do sobre la RT en los períodos de tensión o quiebre en Profesional en Psicología, realizado en el año 2010.
la comunicación y en la colaboración entre paciente y Para la recolección de los datos, se diseñó un breve
terapeuta. cuestionario en base a una revisión bibliográfica (Etche-
Existe un fuerte consenso acerca de la importancia de vers et al., 2010).
la RT en los logros u objetivos del tratamiento. La evi- El cuestionario es autoadministrable y fue confecciona-
dencia empírica muestra que la RT es una variable im- do a través de una página web, con preguntas cerradas,
portante en el proceso de cambio y se le puede atribuir cuya forma de respuesta es excluyente/no excluyente.
alrededor de entre un 10 - 17 % de la variación en los re- El link para acceder al mismo se envió en forma electró-
sultados (Horvath, 2001; Beutler et al., 2004). Por ejem- nica a estudiantes de diferentes etapas de la Carrera.
plo, en la atención de niños y adolescentes, recientes Utilizar un instrumento de estas características presen-
publicaciones demuestran la importancia de la RT co- ta algunas ventajas como la rápida y fácil distribución
mo predictor del éxito del tratamiento (Shirk & Karver, del cuestionario a una gran cantidad de personas. Ade-
2003). Para esta población, la RT debe incluir la rela- más, garantiza la confidencialidad al encuestado y faci-
ción tanto con el niño como con los padres, sin asumir lita la recolección y análisis de datos (cuando un cues-
que son idénticas (Green, 2009). En un estudio realiza- tionario es respondido, sus respuestas son automática-
do por Gowers & North (1999) se puede observar que la mente cargadas en la base de datos, agilizando los
actitud y la alianza en el tratamiento no es la misma en tiempos para trabajar). Por otra parte, también presenta
los niños/adolescentes que en sus padres. La alianza ciertas limitaciones como el escaso control que se pue-
con el niño predice progreso durante el inicio del trata- de realizar a los encuestados.
miento mientras que la alianza con los padres predice el El cuestionario consta de 10 preguntas. Las preguntas
mantenimiento de los logros a largo plazo ya finalizado 1 y 2 buscan recabar información de tipo demográfico
el tratamiento. (edad y sexo). La pregunta 3 es de tipo descriptiva en
Green (2009) afirma que la RT puede ser conceptuali- tanto se consulta sobre la cantidad de materias aproba-
zada, medida y analizada como cualquier otro aspecto das. Los estudiantes fueron divididos en cuatro grupos:
1) estudiantes iniciales (menos del 25 % de las materias

72 Psicología Clínica y Psicopatología


aprobadas); 2) estudiantes iniciales-intermedios (entre Tabla 2. Incidencia de la relación terapéutica
el 25 y el 50 % de las materias aprobadas); 3) estudian- Mucho Bastante Poco Nada N.C.*
tes intermedios-avanzados (entre el 50 y el 75 % de las
Inicio del tratamiento 52 46 0 2 0
materias aprobadas); 4) estudiantes avanzados (más
Sostenimiento del
del 75 % de las materias aprobadas). tratamiento
64 34 0 1 1

Resultados del
40 52 5 1 2
Tabla 1. Características de la muestra (n = 100) tratamiento
N Derivación a otro
30 54 14 1 1
Sexo Femenino 81 profesional
Masculino 19
En cuando a los aspectos importantes para el estable-
cimiento de la relación terapéutica: la “adaptación a las
Edad < de 25 años 54
necesidades del paciente”, la “actitud empática”, la “ex-
Entre 25 y 35 años 34
presión abierta de interés” y la “actitud cálida”, junto a
> de 35 años 12
un “diálogo fluido” ocuparon los primeros cinco aspec-
tos señalados por el 39,4-63,3% de los estudiantes. En
% de materias aprobadas < del 25% (menos de 7) 11 un segundo lugar, señalaron el “compartir la cultura y
Del 25 al 49% (de 7 a 14) 49 códigos del paciente”, la “actitud neutral” y la “escucha
Del 50 al 75% (de 15 a 21) 24 abstinente” (27,3-22,2% de los estudiantes). Finalmen-
> del 75% (más de 21) 16 te, solamente 1 estudiante señaló a la “actitud distante”
como un aspecto importante para establecer la relación
Las preguntas 4, 5 y 6 indagan las ideas y las creencias terapéutica.
de los estudiantes sobre la incidencia de la relación tera-
péutica en el inicio, el sostenimiento y los resultados del Tabla 3. Aspectos importantes para el establecimiento de
tratamiento (¿Cuánto cree usted que incide la relación te- la relación terapéutica *
rapéutica en el inicio del tratamiento?; ¿Cuánto cree us- % N
ted que incide la relación terapéutica en el sostenimiento 1. Adaptación a las necesidades del paciente 63,6 63
de un tratamiento?; ¿Cuánto cree usted que incide la re- 2. Actitud empática 62,6 62
lación terapéutica en los resultados del tratamiento?). 3. Expresión abierta de interés 53,5 53
La pregunta 7 alude a distintos aspectos como varia- 4. Actitud cálida 47,5 47
bles culturales (¿Cuánto cree usted que las variables
5. Diálogo fluido 39,4 39
culturales - religión, nacionalidad, clase social, edad -
6. Compartir la cultura y códigos del paciente 27,3 27
inciden en el establecimiento de la relación terapéuti-
7. Actitud neutral 26,3 26
ca?) y la pregunta 8 busca indagar acerca de las ideas
de los estudiantes sobre la incidencia de la relación te- 8. Escucha abstinente 22,2 22
rapéutica en la derivación a otro profesional (¿Cuánto 9. Actitud distante 1 1
cree usted que influye la relación terapéutica en la acep-
tación de la derivación/interconsulta a otro profesional - Discusión
ej. médico psiquiatra - ?). Como se ha visto, casi la totalidad de los alumnos inclui-
Por último, a partir de las preguntas 9 y 10 se intenta co- dos en este estudio ha considerado muy importante a la
nocer las ideas y creencias de los alumnos acerca de RT en el inicio, el sostenimiento y los resultados del tra-
los aspectos importantes para el establecimiento de tamiento. Esto es congruente con lo relevado por las in-
una relación terapéutica y que son parte del rol del psi- vestigaciones reseñadas anteriormente en este artículo
cólogo (¿Cuánto influye en el establecimiento de la rela- y en varios artículos previos (Etchevers et al., 2009a,
ción terapéutica el accionar del psicólogo?; Señale los 2009b, 2010). Es interesante señalar que cuando se tra-
aspectos que considera importantes para el estableci- ta de la derivación a otro profesional, algunos estudian-
miento de la relación terapéutica - puede marcar más tes señalaron la opción “poco”, aunque también en este
de uno -). ítem, la mayoría optó por “mucho” y “bastante”.
En cuanto a los aspectos importantes para el estableci-
Resultados miento de la relación terapéutica y que son parte del rol
Con respecto a la incidencia de la RT en el inicio del tra- del psicólogo, los primeros cinco aspectos elegidos han
tamiento, casi la totalidad de los estudiantes (98%) con- sido: “adaptación a las necesidades del paciente”, “acti-
testó entre “mucho” y “bastante”. En cuanto a la inciden- tud empática”, “expresión abierta de interés”, “actitud
cia de la relación terapéutica en el sostenimiento del cálida” y “diálogo fluido”. En este sentido, cabe destacar
tratamiento, ocurrió lo mismo, con un mayor grupo se- que la alianza terapéutica, tal como ya se ha menciona-
ñalando la opción “mucho” (64%). Resultados similares do, es esencial para la efectividad de cualquier inter-
se obtuvieron en relación a la incidencia de la relación vención, entendiéndola como “una relación positiva y
terapéutica en los resultados del tratamiento (el 92% estable entre el analista y el paciente, relación que les
señaló entre “mucho” y “bastante”) y la derivación a otro permite llevar a cabo de manera productiva el trabajo
profesional (el 84% optó por “mucho” y “bastante”). del análisis” (Zetzel y Meissner, 1973). Existen desarro-
llos que indican que la ausencia de un ajuste emocional

Psicología Clínica y Psicopatología 73


o sintonía (entendida como sentimiento de empatía y de mientos combinados. IV Congreso Marplatense de Psicología.
confianza hacia el terapeuta) pone en peligro el proce- Ideales Sociales, Psicología y Comunidad. Facultad de Psicología,
Universidad Nacional de Mar del Plata.
so de cambio y, con frecuencia, lleva a la ruptura de la
relación de ayuda (Santibáñez Fernández, Román Me- Etchevers, M; González, M.; Sacchetta, L.; Iacoponi, C.; Muzzio,
G; Miceli, C. (2010): Relación terapéutica: su importancia en la
lla y Vinet, 2009).
psicoterapia. Memorias del II Congreso de Investigaciones. Fa-
Para finalizar, se quiere resaltar que, independiente- cultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Tomo I, pp.
mente de la corriente o línea teórica en la que se sus- 49 - 52.
tenta la práctica psicoterapéutica, actualmente existe Freud, S. (1912). Sobre la dinámica de la transferencia. En Obras
un fuerte consenso acerca de la importancia de la rela- Completas (Tomo XII). Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2007.
ción terapéutica en los logros u objetivos del tratamien-
Garay, C.; Fabrissin, J.; Korman, G.; Etchevers, M.; Biglieri, J.
to. A pesar de las diferencias conceptuales existentes (2008). Combinación de psicofármacos y psicoterapia en la lite-
según períodos, corrientes y autores, siempre se trata ratura científica y en la práctica clínica local. 15º Congreso Inter-
de una relación humana con mayor o menor grado de nacional de Psiquiatría. Asociación Argentina de Psiquiatras
apego entre los participantes, mediando o no unos ob- (AAP). Buenos Aires.
jetivos comunes. Garfield, S.; Allen, A. (1994). Handbook of Psychotherapy and
Cabe señalar que, si bien existe una considerable evi- Behavior Change. New York.
dencia sobre la importancia de la alianza terapéutica en Gowers, S.; North, C. (1999). Difficulties in family functioning and
los resultados de los tratamientos psicoterapéuticos co- adolescent anorexia nervosa. British Journal of Psychiatry, 174,
mo ya se ha mencionado, el concepto de alianza per- 63 - 66.
manece en un nivel meramente descriptivo y existe po- Green, J. (2009). The therapeutic alliance, Child: care, health and
ca investigación rigurosa acerca de los procesos subya- development, Journal Compilation, 35, 3, 298 - 301.
centes a su formación (Elvins y Green, 2008). Hartley, D. (1985). Research in the therapeutic alliance in psycho-
therapy. R. Hales y A. Frances (Ed). Psychiatry update annual
review. Washington DC, American Psychiatric Press, pp. 532 - 549.
Horvath, A.O. (2001). The alliance. Psychotherapy: Theory / Re-
search / Practice / Training. Vol. 38, nº 4, pp. 365 - 372.
NOTA
López Viña, A. (2005). Actitudes para fomentar el cumplimiento
* El cuestionario permitía señalar más de una opción para estas terapéutico en el asma. Archivos de Bronconeumología. Vol. 41,
preguntas. nº 6, pp. 334 - 340.
Luborsky, L. (1976). Helping alliances in psychoterapy. En J. L.
BIBLIOGRAFÍA Cleghorn (Ed.). Successful psychotherapy. New York, Brunne/
Mazel, pp. 92 - 116.
Alvarez-Gordillo, G.; Alvarez-Gordillo, J.; Dorantes-Jiménez, J.;
Halperin-Frisch, D. (2000). Percepciones y prácticas relacionadas Marcolino, J.A.; Iacoponi, E. (2003). The early impact of therapeutic
con la tuberculosis y la adherencia al tratamiento en Chiapas, alliance in brief psychodynamic psychotherapy. Revista Brasileira
México. Salud Pública de México. Vol. 42, nº 6, pp. 520 - 528. de Psiquiatría. Vol. 25, nº 2, pp. 78 - 86.
Beutler, L.E.; Malik, M.; Alimohamed, S.; Harwood, T.M.; Talebi, Martin Alfonso, L.; Bayarre Vea, H.; Grau Abalo, J. (2008). Vali-
H.; Noble, S.; Wong, E. (2004). Therapist variables. Lambert, M. dación del cuestionario MBG (Martín-Bayarre-Grau) para evaluar
(ed). Bergin and Garfield’s Handbook of Psychotherapy and Be- la adherencia terapéutica en hipertensión arterial. Revista Cuba-
havior Change. New York. Wiley. pp. 227 - 306. na de Salud Pública [online]. Vol. 34, nº 1.
Bordin, E. S. (1979). The generalizability of the psychoanalytic Safran, J.D. (2003). The relational turn, the therapeutic alliance and
concept of the working alliance. Psychotherapy: Theory, Research psychotherapy research: Strange bedfellows or postmodern marria-
and Practice. Vol. 16, nº 3, pp. 252 - 260. ge? Contemporary Psychoanalysis. Vol. 39, nº 3, pp. 449 - 475.
Bibring, E. (1937). On the theory of the results of psychoanalysis. Santibañez Fernández, P.M.; Román Mella, M.F.; Vinet, E. (2009).
En International Journal of Psychoanalysis. Vol. 18, pp. 170 - 189. Efectividad de la psicoterapia y su relación con la alianza terapéu-
tica. En Interdisciplinaria. Vol. 26, nº 2, pp. 267 - 287.
Codina, C. y col. (2004) Recomendaciones GESIDA/SEFH/PNS
para mejorar la adherencia al tratamiento antirretroviral. http:// Shirk, S. R. & Karver, M., (2003). Predictions of treatment outcomes
www.msc.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/ from relationship variables in child psychotherapy: A meta-analytic
docs/RECOADHjulio04Definitivo2.pdf review. Journal of Consulting and Clinical Psychology,71(3), 452
- 464.
Dundon, W.D.; Pettinati, H.M.; Lynch, K.G.; Xie, H.; Varillo, K.M.;
Makadon, C.; Oslin, D.W. (2008). The therapeutic alliance in me- Strupp, H. (1973). The interpersonal relantionship as a vehicle for
dical-based interventions impacts outcome in treating alcohol therapeutic learning. Journal of Consulting and Clinical Psycholo-
dependence. Drug and Alcohol Dependece. Vol. 95, nº 3, pp. 230 gy. Vol. 41, nº 1, pp. 13 - 15.
- 236.
Zetzel, E. (1956). Current concepts of transference. En Internatio-
Elvins, R., Green, J. (2008). The conceptualization and measure- nal Journal of Psychoanalysis. Vol. 37, pp. 369 - 376.
ment of therapeutic alliance: An empirical review. En Clinical Ps-
Zetzel, E.; Meissner, W. W. (1973). Basic concepts of psychoa-
ychology Review. Vol. 28, nº 7, pp. 1167 - 1187.
nalytic psychiatry. New York. Basic Books.
Etchevers, M.; Fabrissin, J.; Caletti, A.; Stordeur, M.; Muzzio, G.
Zukerfeld, R. (2001). Alianza terapéutica y encuadre analítico.
(2009a). Complementariedad terapéutica y tratamiento combinado.
Investigación empírica del proceso y sus resultados. Vertex, Vol.
La importancia de la relación terapéutica y los factores interperso-
XII, Nº 45, pp. 211 - 220.
nales. Memorias del I Congreso de Investigaciones. Facultad de
Psicología, Universidad de Buenos Aires. Tomo I, pp. 39 - 41.
Etchevers, M.; Fabrissin, J.; Muzzio, G.; Garay, C.; González, M.
(2009b): Relación terapéutica y factores interpersonales en trata-

74 Psicología Clínica y Psicopatología


LA VIOLENCIA EXPLÍCITA Y ENCUBIERTA
EN LA CLÍNICA DE LAS ADICCIONES
Fanton, Maximiliano
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Argentina

RESUMEN 1. Introducción: Dificultades en el abordaje institucional


El trabajo terapéutico con pacientes adictos a nivel insti- de las drogodependencias
tucional plantea una serie de obstáculos característicos
que resultan de la tensión entre los objetivos y reglas es- El abordaje institucional de las drogodependencias sue-
tables de estas instituciones y las motivaciones variables le enfrentarse al problema de la divergencia entre los
de los sujetos que acuden a ellas en busca de tratamien- objetivos que éste se propone y los de las personas a
to. Entre las dificultades recurrentes se encuentran las las que supuestamente debe amparar. La internación
conductas desafiantes e impulsivas, quejas, cuestiona- compulsiva del sujeto adicto en riesgo constituye una
mientos, recaídas o actitudes apáticas en los pacientes realidad frecuente y, aunque se trate de una medida es-
que entorpecen el proceso de recuperación. A fin de in- trictamente necesaria, plantea siempre el problema del
tentar neutralizar estos comportamientos, las institucio- enfrentamiento entre la voluntad del paciente reticente y
nes que fueron creadas para el bienestar de sus usuarios el de la institución de salud mental que pretende rete-
pueden recurrir a intervenciones de naturaleza violenta nerlo y rehabilitarlo. Si bien esta dicotomía es predeci-
que atentan contra la salud de estos. El presente trabajo ble y fácilmente observable en el caso de las internacio-
tiene por objetivo señalar las distintas variantes de vio- nes forzadas, la propia naturaleza del trastorno adictivo
lencia disciplinaria que despliegan estas instituciones se- determina la aparición de dificultades semejantes inclu-
gún la modalidad de tratamiento que ofrecen. Asimismo, so en aquellos tratamientos de participación voluntaria
se exponen algunos ejemplos clínicos que permiten ob- donde los pacientes acuden por iniciativa propia. A pe-
servar la diferencia entre la violencia explícita o manifies- sar del predominio del modelo de “comunidad terapéu-
ta de las internaciones y la agresión encubierta o perver- tica” como dispositivo de abordaje de las adicciones en
sa que puede ocurrir en los tratamientos de carácter am- nuestro medio local, cabe destacar la existencia de múl-
bulatorio, haciendo especial énfasis en esta última y en tiples formas de tratamiento institucional que no se fun-
los mecanismos expulsivos que privan a los pacientes damentan en el aislamiento de la persona con proble-
del tratamiento de su enfermedad. mas en relación al uso de drogas. Aunque se traten de
una minoría, estas instituciones ofrecen una alternativa
Palabras clave a la opción tradicional de las internaciones. Más allá de
Adicciones Violencia Expulsión Instituciones sus diferencias, estos sistemas de tratamiento suelen
orientar su labor terapéutica hacia la reinserción y re-
ABSTRACT adaptación temprana del sujeto adicto a su medio, en
EXPLICIT AND CONCEALED VIOLENCE contraposición a la segregación forzada. Asimismo, es-
IN THE TREATMENT OF ADDICTIONS tas instituciones apelan a la libre participación de los
The institutional treatment of addict patients presents a pacientes en sus actividades, siendo su permanencia
series of characteristic obstacles that result from the voluntaria y pudiendo estos abandonar el tratamiento
tension between the stable goals and rules of institu- en cualquier momento del mismo.
tions and the unstable motivations of those who ap- Aunque no exista en estos tratamientos una obligación
proach them looking for treatment. Among these recur- a permanecer en ellos, los pacientes con motivaciones
rent difficulties that hinder the recovery process, impul- conflictivas despliegan actitudes contradictorias de ad-
sive and defiant behaviors, complaints, questionings, hesión y rechazo que dificultan la labor terapéutica tan-
relapses or apathetic attitudes can be found. In order to to de los profesionales (psiquiatras, psicólogos, trabaja-
neutralize these behaviors, the institutions that were dores sociales, etc.) como de los para-profesionales
created for the wellbeing of their users may implement (operadores terapéuticos, talleristas, voluntarios, etc.)
measures of a violent nature that may harm their users´ que se desempeñan en la institución. Tales pacientes
health. The present task aims to recognize the different pueden solicitar ayuda y manifestar abiertamente su
variants of disciplinary violence that these institutions deseo de realizar un tratamiento, al tiempo que critican
display according to the treatment modality that they of- sus principios y reglas, las desobedecen o incluso inci-
fer. Moreover, some clinical examples that illustrate the tan a otros a hacerlo. Sin embargo, debe remarcarse
difference between the explicit violence in therapeutic que esta clase de inconvenientes no es de ningún mo-
communities and the concealed or perverse violence in do privativa de un tipo particular de sujeto drogodepen-
ambulatory treatments are provided, making emphasis diente, sino que es normal y esperable en tanto mani-
on the latter and on the expulsive measures that deprive festación del conflicto por ambivalencia que caracteriza
patients from treatment. a las adicciones. La presencia de impulsos y deseos
contradictorios constituye la regla, y no la excepción, en
Key words este trastorno en particular (Miller y Rollnick, 1999). Un
Addiction Violence Expulsion Institutions paciente que se encuentra realizando un tratamiento

Psicología Clínica y Psicopatología 75


para dejar las drogas puede mostrarse reticente, por tituir un último recurso frente a la ineficacia de los meca-
ejemplo, a dejar de frecuentar lugares y personas rela- nismos de control y dominio habituales. Por el contrario,
cionadas al consumo de sustancias. La atracción que se observa en estos tratamientos una tendencia opues-
tales situaciones generan -debido a su proximidad al ta hacia la abducción del sujeto y la puesta en marcha
objeto deseado, es decir, las drogas- y el hecho de ce- de mecanismos coercitivos frente a su resistencia, los
der a dicha atracción se contradicen con los sentimien- cuales tienen por finalidad la eliminación del comporta-
tos de temor y rechazo a ese mismo objeto que se ma- miento divergente y la imposición de valores o ideales
nifiestan en la realización de un tratamiento como forma homogéneos a través de la violencia explícita. A conti-
de alejamiento y renuncia. Asimismo, tal comporta- nuación se expondrá un ejemplo de tales medidas vio-
miento puede llegar a contradecir una pauta formal del lentas y coercitivas:
tratamiento como, por ejemplo, la prohibición de mante- Damián se encontraba realizando un tratamiento ambu-
ner contacto con usuarios de drogas. latorio por causa de su adicción a la cocaína, luego de
El comportamiento divergente no siempre constituye haber atravesado varias internaciones. En su sesión de
una flagrante violación a las normas institucionales. De psicoterapia semanal, Damián hablaba de temas diver-
hecho, las transgresiones a las reglas principales que sos pero se resistía a hablar de sus internaciones cuan-
hacen al normal funcionamiento de un tratamiento ocu- do se lo interrogaba al respecto. Cuando se abordaba el
rren de manera excepcional y suelen provocar la expul- tema, Damián mostraba señales físicas de agitación y
sión directa de quienes las perpetran. Algunas de las manifestaba sentir una gran ansiedad. Luego de algu-
faltas usualmente consideradas como graves son: la nos meses de terapia, el paciente pudo relatar dos ex-
violencia física hacia algún integrante de la institución, periencias que él recordaba de manera traumática, am-
las amenazas de violencia física o la intimidación, el bas relacionadas a sanciones disciplinarias por faltas
uso de drogas dentro de la institución, las relaciones menores (p. ej., holgazanería, desorden, etc.). En cierta
sexuales con otro paciente o la intimidación sexual, el ocasión, el paciente fue desnudado y atado a la cama,
robo de objetos personales e institucionales, el vanda- para luego ser empapado con agua fría durante la épo-
lismo o la destrucción de propiedad, el contrabando de ca invernal. En otra ocasión, al paciente se le dieron
armas, etc. (DeLeon, 2000). Sin embargo, existen otros guantes de boxeo y fue obligado a pelear contra una do-
comportamientos que pueden alterar el orden y que cena de sus compañeros de tratamiento, hasta caer al
provocan el fastidio del staff institucional, tal como las suelo exhausto y dolorido por los golpes. Estos castigos
quejas, los cuestionamientos, la apatía, la disidencia eran ejecutados por operadores terapéuticos que le gri-
ideológica, la demanda excesiva de atención, las con- taban e insultaban de manera constante, incluso cuan-
ductas impulsivas o las recaídas frecuentes en el uso do no había cometido ninguna falta.
de drogas. Aunque no se pueda ocultar la naturaleza violenta o
cruenta de este tipo de procedimientos, estos suelen
2. El control en las instituciones “totales” ser justificados como intervenciones “terapéuticas” que
Las comunidades terapéuticas, “granjas” o internacio- contribuyen en algún sentido al proceso de recupera-
nes pueden ser consideradas como instituciones “tota- ción. La agresión verbal (gritos, insultos, humillaciones
les” en tanto que todas las dimensiones de la vida del públicas, etc.) respondería a la necesidad de “confron-
paciente se desarrollan de manera programada, en un tar” enérgicamente al adicto con aspectos de la realidad
mismo lugar y bajo una única autoridad (Goffman, que éste no desea asimilar o que “niega” patológica-
2007). Frente a las dificultades previamente expuestas mente (p. ej., “Admití que sos un falopero de mierda”).
de trabajar con pacientes adictos, la institución total La concepción del adicto como sujeto caracterológica-
puede recurrir a medidas represivas que, aunque sean mente negador parece fundamentar las intervenciones
cuestionables o sencillamente inaceptables en el plano basadas en la agresión verbal (Miller y Rollnick, 1999).
moral y terapéutico, son altamente eficaces al momen- La violencia física suele ser ocultada o minimizada (de-
to de barrer con las resistencias del paciente, degradán- bido a las obvias complicaciones legales que su devela-
dolo a una posición de obediencia y sumisión a la auto- miento puede acarrear) y su utilización parece estar
ridad institucional. En las internaciones, los pacientes fundamentada en la concepción del adicto como sujeto
comparten el encierro, el aislamiento y una rutina for- caracterológicamente antisocial, marginal y peligroso,
malmente administrada. Las actividades que confor- por lo que se debe intentar anular su impulsividad a tra-
man a dicha rutina son obligatorias y están deliberada- vés de medios enérgicos y categóricos.
mente diseñadas para lograr los objetivos instituciona-
les, de modo que permiten el encauzamiento y la nor- 3. El control en las instituciones “abiertas”
malización de la conducta individual desviada hacia los Los tratamientos de características más “abiertas” (cen-
ideales de salud y normalidad que la institución sostie- tros de día, ambulatorios en general, etc.) no pueden
ne. Incluso en el caso de que estos recursos no basta- hacer un uso igualmente eficiente del castigo o de la
ren para controlar al comportamiento divergente, la ins- coerción, debido a que los pacientes participan de ma-
titución total puede apelar a la intimidación, el castigo y, nera voluntaria y, al mismo tiempo, pueden escapar al
en última instancia, a la expulsión. No obstante, cabe control total de la institución y preservar intactas algu-
remarcar que la separación de la institución suele cons- nas dimensiones esenciales de su vida cotidiana (p. ej.,

76 Psicología Clínica y Psicopatología


familia, trabajo, amistades, etc.). El castigo basado en la la implementación de las medidas expulsivas que aquí
supresión de beneficios (p. ej., cancelación de activida- se tratan. Frente al fracaso de los métodos usuales de
des anteriormente permitidas, degradación de status, disciplina o la falta de voluntad al momento de encarar
etc.) pierde vigor frente a la posibilidad de obtener grati- situaciones problemáticas y de difícil resolución en el
ficaciones semejantes en espacios exteriores al trata- plano terapéutico, los miembros del staff institucional
miento. Asimismo, el castigo basado en el maltrato y la pueden intervenir en dirección a la expulsión encubier-
coerción provocará -con toda probabilidad- la deserción ta de sus pacientes indeseados. Algunas de estas me-
de la mayoría de los individuos que participen volunta- didas “terapéuticas” permiten vislumbrar parcialmente
riamente y que puedan ejercitar su libre derecho a mar- la intención de exclusión subyacente. Tal es el caso de
charse. las amenazas de expulsión (“Si esto no cambia en el fu-
Las soluciones que se esbozan en estas instituciones turo, te vamos a derivar”), la declaración de un ultimá-
con el fin de corregir los comportamientos indeseables tum (“Esta es tu última oportunidad”) o la formulación
suelen respetar un orden lógico y previsible. En primera de órdenes rígidas y autoritarias de improbable cumpli-
instancia, se advierte al paciente acerca de su conduc- miento (“O deja a su pareja o deja el tratamiento”). Es-
ta perturbadora y se lo exhorta a modificarla. Si el com- tas pueden funcionar como verdaderas “profecías auto-
portamiento persiste, se procede a la aplicación de al- cumplidas” (Watzlawick, 1998), provocando aquello
gún castigo basado en la remoción temporal de algún mismo que anticipan al suscitar la resistencia del pa-
beneficio. La repetición en el futuro de las mismas ac- ciente, así como también desmotivándolo al socavar el
ciones indeseadas puede generar sentimientos de frus- vínculo positivo entre éste y la institución.
tración, impotencia y resentimiento en los trabajadores Existen otras intervenciones, no obstante, en las que la
de la institución y, en tanto que muchos de estos com- intención expulsiva no se puede percibir a simple vista,
portamientos divergentes no constituyen violaciones sino que opera de manera deliberadamente subrepticia y
evidentes de las normas y pautas institucionales, el silenciosa. Tal es el caso de la inducción a un error que
staff carece de motivos suficientes que justifiquen la ex- justifique la desvinculación, así como aquellas acciones
pulsión o la derivación a otra institución. En consecuen- que pretenden socavar el vínculo entre el paciente y la
cia, las medidas “correctivas” subsiguientes estarán im- institución a través del desafío o del abandono. En tanto
pregnadas de intenciones expulsivas no declaradas. que estas intervenciones se basan en la manipulación, la
El trabajo cotidiano con pacientes adictos puede produ- provocación y la instigación de un comportamiento dañi-
cir desgaste y frustración en quienes deciden llevar a no en un sujeto involuntario, las mismas pueden ser con-
cabo esta tarea. Las recaídas frecuentes, el comporta- sideradas como auténticamente perversas y conciente-
miento impulsivo y desafiante, la ambivalencia propia mente iatrogénicas (Hirigoyen, 2000). Esto las distingue
del trastorno, las demandas y reproches de los pacien- de otras expresiones de la agresividad iatrogénica, como
tes y de sus familias -sólo por mencionar algunos facto- la que es posible percibir en los operadores impulsivos y
res- pueden llevar al agotamiento o burnout del perso- castigadores característicos de las comunidades tera-
nal y de los profesionales calificados al cabo de poco péuticas (Fanton, 2010). En tales casos, la violencia llega
tiempo (Freudenberg, 1974). En este sentido, es posible a expresarse abiertamente bajo la forma de gritos, insul-
entender a las maniobras expulsivas como parte de los tos, amenazas o castigos físicos, y no se oculta la inten-
síntomas de “deshumanización” del síndrome de bur- ción de denigrar y someter al objeto de estas agresiones.
nout, ya que las mismas expresan motivaciones esen- La violencia perversa, en cambio, recurre al empleo de
cialmente punitivas y agresivas, así como también im- artimañas que, aunque permitan entrever su finalidad
plican un grado considerable de insensibilidad por las destructiva, son esencialmente ambiguas y pueden con-
necesidades del paciente. fundir a sus espectadores y hasta a sus propias víctimas.
La derivación a una internación o la suspensión del tra- A continuación se expondrán dos ejemplos de las diver-
tamiento, por ejemplo, no siempre tienen por finalidad la sas formas encubiertas que puede asumir la violencia
búsqueda de un mayor beneficio terapéutico para el pa- expulsiva:
ciente adicto sino que, por el contrario, esta decisión Franco era un adicto a la cocaína con síntomas depre-
puede estar fundamentada en el deseo no explicitado sivos crónicos, entre los cuales resaltaba una acentua-
de castigar al paciente por alguna ofensa cometida con- da apatía. Su incumplimiento reiterado de pautas y ta-
tra las normas institucionales o contra el propio narci- reas exasperaron a la mayoría de los operadores, quie-
sismo de sus trabajadores. Aunque estas motivaciones nes interpretaban estas actitudes como señal de “mala
iatrogénicas nunca llegan a ser manifestadas, la prueba voluntad” y no como síntomas de su grave trastorno de-
de las mismas radica en el tono emocional en el que se presivo. Además, su honestidad al momento de plan-
formulan y se aplican estas supuestas medidas tera- tear su ambivalencia en relación al uso de drogas con-
péuticas. El uso de adjetivos moralizantes y peyorativos tribuía a ganarse el rencor de los operadores. Aunque
(“Es un caprichoso”, “Es un maleducado”, etc.), el tono Franco reconocía el serio daño que las drogas le habían
de voz elevado, el sarcasmo y la expresión de argumen- provocado en su corta vida adolescente, sostenía
tos rígidos e intransigentes (“Con este paciente no se creencias permisivas en relación al uso futuro de alco-
puede”, “Sólo trae problemas”, etc.) denuncian los sen- hol y marihuana. Afirmaba abiertamente que su sueño
timientos subyacentes de frustración e ira que llevan a era “irse a vivir a las sierras con una chica y fumar ma-

Psicología Clínica y Psicopatología 77


rihuana todos los días”. En lugar de interpretar estas ac- ción y agresividad. Alarmados por la violencia del pa-
titudes apológicas como parte de su trastorno adictivo, ciente, los operadores comenzaron a hablar entre ellos
los operadores las percibían como desafíos malinten- acerca de una derivación a una internación. Antes de
cionados. que esto suceda, Armando decidió abandonar el trata-
Durante un taller de trabajo escrito, Franco se encontra- miento y regresar al uso de drogas.
ba charlando con uno de sus compañeros de tratamien- Franco fue inducido a realizar una acción impulsiva a
to, quien contaba con poco tiempo en la institución. través de provocaciones que ocultaban su verdadera in-
Contrariamente a su natural tendencia apática, éste de- tención. De este modo, se logró generar en el paciente
cidió ayudar a su compañero brindándole su experien- una reacción perjudicial que justificó su separación de
cia personal. Una de las operadoras, Valeria, se encon- la institución. Ya sea que se utilice el insulto o distintas
traba supervisando la actividad de los pacientes, por lo formas de agresión indirecta como el sarcasmo, estas
que escuchó la conversación entre ambos. Para sorpre- acciones cuestionables suelen ser presentadas al resto
sa de Franco, ésta comenzó a hacer acotaciones sar- de la institución como “intervenciones terapéuticas” que
cásticas respecto a lo que compartía con su compañe- no pudieron ser correctamente asimiladas por sus re-
ro. Franco decidió ignorar temporalmente estos comen- ceptores. Para encubrir mejor las intenciones expulsi-
tarios para continuar con la charla. A fin de ayudar al vas de dichas “intervenciones”, el efector y sus aliados
principiante con una pregunta que debía responder tienden a desplazar la atención sobre la conducta in-
acerca de “vivir la recuperación”, Franco debió explicar- adecuada del paciente y se evita así la reflexión sobre
le la diferencia entre decir algo y llevarlo efectivamente las causas circunstanciales que pudieron haberla pro-
a la práctica. En esta ocasión, Valeria decidió acotar: vocado. En su lugar, se considera únicamente a los ras-
“Hacé como Franco, que dice una cosa y después hace gos psicopatológicos conocidos del paciente y a las
todo lo contrario”. En este punto, el paciente se sintió transgresiones pasadas que dan cuenta de estos
ofendido y decidió comunicárselo a Valeria, quien le (“Siempre fue impulsivo”, “No aprendió a controlar su
respondió que se calle, para luego tratarlo de “mentiro- ira”, etc.). El caso de Armando pone en evidencia otra
so”, “pendejo”, y otros epítetos denigrantes. Furioso e estrategia expulsiva frecuente, la cual consiste en inten-
indignado, Franco decidió marcharse a su casa en ese tar provocar el abandono voluntario de los pacientes
momento. El resto del equipo de trabajadores aprove- problemáticos. En estos casos no se pretende inducir a
chó este abandono repentino de las actividades del tra- error, sino que se suelen adoptar medidas para que el
tamiento para justificar su desvinculación y sugerir una paciente se sienta rechazado o desafiado por los repre-
internación. Ante sus familiares, se minimizaron las sentantes de la institución, debilitando su adhesión al
acusaciones del joven y se pusieron en primer plano a tratamiento. La suspensión de los comportamientos ha-
sus transgresiones pasadas. A estos los convencieron bituales de interés y cuidado por el paciente, la cancela-
de que fue el propio Franco quien decidió dejar el trata- ción brusca de los aspectos informales y afectuosos del
miento al huir repentinamente del lugar y, por más que vínculo con éste o el rechazo evidente de la comunica-
el paciente quiso regresar al día siguiente, no se lo per- ción directa son algunas formas habituales de generar
mitieron. Valeria y el resto de los operadores festejaron efectos punitivos y expulsivos en los individuos que han
este acontecimiento con frases como “Mejor; nos lo sa- transgredido. En ocasiones, los sentimientos de aban-
camos de encima”. dono, decepción y rencor que estas medidas producen
En esa misma institución, Armando había logrado esca- en los pacientes son lo suficientemente perturbadores
lar a la categoría de paciente ejemplar. Los operadores como para provocar la deserción voluntaria del trata-
lo apreciaban y delegaban en él algunas tareas básicas, miento. Asimismo, la transferencia a un servicio de me-
tales como completar la planilla de asistencias durante nor intensidad dentro de la institución o la reducción en
las mañanas, realizar recados, orientar a los pacientes la frecuencia y tiempo del servicio prestado pueden en-
recién llegados en cuanto a las reglas del lugar, y otras. trañar la intención subrepticia de deshacerse gradual-
Armando desempeñaba estas funciones con verdadero mente de los pacientes indeseados, en lugar de denotar
orgullo, puesto que lo posicionaban en una categoría su evolución favorable en el proceso de recuperación.
superior a la del resto de sus compañeros. Sin embar-
go, todo cambió luego de su recaída en el uso de dro- 4. Comentario final
gas. Frustrados y desilusionados, los operadores deja- A fin de intentar neutralizar los comportamientos diver-
ron de tratarlo afectuosamente y -en ocasiones- hasta gentes, las instituciones que fueron creadas para el
de saludarlo. Las tareas que antes realizaba fueron en- bienestar de sus usuarios pueden recurrir a intervencio-
comendadas a alguien más, lo cual fue vivido por Ar- nes de naturaleza violenta que atentan contra derechos
mando como una pérdida dolorosa de afecto y de sta- esenciales de estos, tales como el derecho a la salud y
tus. En los grupos terapéuticos, no se le cedía la pala- a la dignidad. Si bien es posible hallar diversas expre-
bra con la misma frecuencia que antes e incluso se lo siones de violencia iatrogénica -tanto explícita como en-
obligaba a permanecer en silencio, ya que se ignoraba cubierta- en las internaciones y en los tratamientos am-
la mayoría de sus pedidos para hablar y participar. A bulatorios, las observaciones clínicas permiten sugerir
raíz de estos cambios, Armando sintió una profunda tendencias particulares según el tipo de institución. Las
tristeza que, con el tiempo, se transformó en indigna- internaciones, en tanto instituciones “totales”, suelen

78 Psicología Clínica y Psicopatología


presentar mecanismos explícitamente violentos, cruen- BIBLIOGRAFÍA
tos y coercitivos contra sus usuarios que tienen por fina- DeLeon, G. (2000). The Therapeutic Community: Theory, Model,
lidad la normalización de la conducta divergente a tra- and Method. New York: Springer Publishing Co.
vés de la sumisión. Los tratamientos institucionales de Fanton, M. (2010). “El Maltrato a los Pacientes Adictos Institucio-
corte ambulatorio, en tanto instituciones “abiertas”, sue- nalizados: Reflexiones acerca del Accionar Iatrogénico de los
len presentar mecanismos de agresión encubierta con- Operadores Socio-Terapéuticos”, Memorias: II Congreso Interna-
cional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XVII
tra sus usuarios que tienen por finalidad la remoción o
Jornadas de Investigación, Sexto Encuentro de Investigadores en
expulsión de los casos más problemáticos a través del Psicología del MERCOSUR. Buenos Aires: Ediciones de la Fa-
debilitamiento del vínculo entre la institución y el pacien- cultad de Psicología, Tomo I, pp. 52-54
te. Frente a la iatrogenia institucional, el profesional de Freudenberg, H. J. (1974). “Staff Burnout”, Journal of Social Issues,
la salud mental debería: 1) evitar el silencio y la compli- 30(1), pp. 159-165.
cidad voluntaria; 2) denunciar la violencia explícita, ya
Goffman, E. (2007). Internados, Buenos Aires: Amorrortu Editores.
sea verbal o física, y 3) saber reconocer la violencia en-
cubierta, a fin de poder implementar medidas que pue- Hirigoyen, M. F. (2000). El Acoso Moral, Buenos Aires: Editorial
Paidós.
dan contrarrestarla. En este último caso, algunas inter-
venciones posibles son: a) señalar los progresos de los Miller W. & Rollnick S. (1999) La Entrevista Motivacional, Barce-
lona: Editorial Paidós.
pacientes que son víctimas de la estigmatización y la
violencia encubierta; b) evitar la confrontación directa Watzlawick, P. (1998). La Realidad Inventada, Barcelona: Editorial
Gedisa.
de los agresores, a fin de evitar posibles comportamien-
tos de negación y reforzamiento (a través de la justifica-
ción) de las intervenciones iatrogénicas; c) aportar co-
nocimientos psicopatológicos sobre conductas que, de
otro modo, pueden ser interpretadas como simples
transgresiones morales; d) proponer soluciones alter-
nativas y constructivas fundamentadas en el conoci-
miento íntimo de las necesidades del paciente, y e)
aprender a reconocer los propios síntomas de burnout a
fin de no ejercer maltrato o ser cómplice involuntario del
mismo.

Psicología Clínica y Psicopatología 79


ADOLESCENCIA Y CONSUMO DE SUSTANCIAS:
EL PROBLEMA DE LA DEMANDA TERAPÉUTICA
Fernández Raone, Martina
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina

RESUMEN Introducción
Este trabajo es una síntesis del estado de avance de Las conductas adictivas y particularmente las toxicoma-
una investigación sobre la demanda de asistencia en nías se encuentran entre los denominados síntomas so-
adolescentes y jóvenes en un centro especializado en ciales de nuestra época, y plantean serias dificultades a
drogadicción y alcoholismo. Luego de explicitar con- su abordaje psicoanalítico, en razón de lo que marca su
ceptos centrales (adolescencia y toxicomanía), realiza- distancia con la estructura del síntoma neurótico, y del
remos una breve descripción de las características ge- proceso de formación al que obedece. Enmarcado en el
nerales de la presentación de casos atendiendo funda- imperativo a gozar propio de la cultura contemporánea,
mentalmente al problema de la implicación subjetiva. el consumo de los diferentes tóxicos cumple diferentes
Analizaremos a continuación dos casos que se excep- funciones en la economía subjetiva, siempre en la direc-
túan dentro de la casuística estudiada (veinte casos). ción de una búsqueda de satisfacción que elide las
Nuestras conclusiones son extraídas de la enseñanza complejidades del pasaje por el Otro y el enigma de su
que estos dos casos brindan por la articulación de la deseo. Como lo han constatado los autores que se han
contingencia de un encuentro y la aparición de la an- ocupado del problema, es frecuente su inicio en la ado-
gustia, como condición necesaria para el estableci- lescencia, momento de la vida que es particularmente
miento de una demanda terapéutica que implica el suje- propicio para la aparición de diversas patologías, por
to en su división. Finalmente, haremos consideraciones los cambios y las exigencias que implica el encuentro
sobre el dispositivo necesario para lograr un proceso de del sujeto con el sexo y la modificación con las depen-
rectificación subjetiva de acuerdo a la particularidad de dencias familiares. Nos ha resultado de interés iniciar
los casos. un estudio de las demandas de tratamiento en un hospi-
tal especializado en adicciones (de la ciudad de La Pla-
Palabras clave ta) que contemple específicamente la población adoles-
Adolescencia Toxicomanías Demanda terapéutica cente (de la franja etárea que incluya desde los 13 has-
ta los 25 años). Nuestra atención estará dirigida a la di-
ABSTRACT versidad de estas demandas y a la particularidad de ca-
ADOLESCENCE AND USE OF TOXIC SUBSTANCES: da caso, condiciones de fundamental importancia en
THE PROBLEMATIC OF THERAPEUTIC DEMAND tanto permiten orientar la dirección de la cura y las inter-
This paper deals with the partial results of a research on venciones necesarias para su implementación*.
the demand of assistance to a hospital, specialized in
drug and alcoholism addiction in adolescents and young Conceptos claves
people. After detailing the main concepts (adolescence La clave fundamental para abordar la adolescencia es
and toxic addiction) we will briefly describe the general considerar que como categoría es la forma en la que se
characteristics of the presentation of the cases, paying sintomatiza la pubertad. Referida a un momento en la
special attention to the problem of subjective implica- que el sujeto se enfrenta con una falta de saber sobre
tion. Following this, we will analyze two exceptional cas- las relaciones entre los sexos, que descubre un real que
es, differing from the other twenty patients. Our conclu- empuja al encuentro, y ante el que debe hallar su inven-
sions are extracted on the background of these two cas- ción singular o los semblantes necesarios para asumir
es, because of the nodal point they provide between the una posición sexual. La crisis de la familia en la actuali-
contingence of an encounter and the surge of anguish, dad y la caída de los ideales tradicionales, en particular
as a necessary condition to the setting of a proper ther- la desvalorización de la autoridad del padre, han favore-
apeutic demand, thus implying a divided subject. Final- cido la creación de valores sustitutivos ante los cuales
ly, we will consider the necessary dispositive to reach a la desorientación de los adultos resulta catastrófica.
subjective rectification process adjusted to the particu- La sociedad contemporánea, a diferencia de la de la
lar case. época de Freud, es una sociedad caracterizada por el
hiperindividualismo, la permisividad y la confusión de
Key words roles y de identidades, si consideramos los desarrollos
Adolescence Addiction Therapeutic demand realizados por diferentes disciplinas sociales. El sexo si-
gue la pendiente de hiperconsumismo y la ley de mer-
cado: performance, rapidez, competencia. Lipovetsky
(1983) describe el imaginario sexual de las jóvenes ge-

80 Psicología Clínica y Psicopatología


neraciones como espejos que reflejan los imperativos cohol. La consulta puede ser espontánea o derivada así
de performance hasta hace un tiempo propios de la em- como ordenada por las instancias judiciales. El motivo
presa y los deportes. De allí las consecuencias, de este de consulta puede formularse en el curso de una serie
estallido del deber gozar, que se traduce en la inestabi- de entrevistas de acuerdo a las posibilidades expresi-
lidad e inconstancia de los sujetos, la fragmentación vas del consultante, por lo que es necesario esperar un
pulsional acorde con la oferta que promueve un consu- período de tiempo para culminar en una precisa delimi-
mo ilimitado. Otros autores han privilegiado los cambios tación de los principales problemas que han incidido en
sufridos por la regulación de la satisfacción cuando el el pedido de asistencia. No obstante, a partir del mate-
régimen del padre que prohíbe ha sido sustituido por la rial obtenido en el curso de nuestra investigación, he-
accesibilidad a un goce que parece no sufrir restriccio- mos podido iniciar un análisis referente a la demanda
nes (Miller, 2005). En la cultura contemporánea, en la terapéutica de pacientes adolescentes, lo que nos ha
que las restricciones se han limitado al mínimo, nada fa- llevado a la elaboración de este trabajo.
vorece la dimensión de la filiación ni de la transmisión, y
lo que la caracteriza es la ausencia de normas y de mo- Demanda terapéutica y sus relaciones con la impli-
delos, ausencia que abre la vía de esta deriva de la pul- cación subjetiva
sión (Cottet, 2006). Lipovetsky (2006) sostiene que, an- Las consultas que recibe la institución están predeter-
te este panorama de la cultura posmoderna y su rela- minadas por la oferta especializada en el tratamiento de
ción con el liberalismo sexual, las características cen- los síntomas, en este caso, diferentes tipos de adiccio-
trales del adolescente posmoderno son tanto una apa- nes. Las presentaciones clínicas más frecuentes de la
tía sin síntomas, como una indiferencia en materia de demanda de asistencia nos recuerdan en gran medida
amor. De este modo, Lipovetsky ha caracterizado al lo que caracteriza la clínica con niños y con sujetos psi-
adolescente de nuestra época por el desencantamiento cóticos, quienes son conducidos por otros, padres o
del sexo condicionado por la banalización de la libertad instituciones del estado, buscando una solución al ma-
sexual, y es reemplazado por “un hedonismo templado”. lestar. Por esta razón, el primer problema que nos ha re-
Sin embargo, al observar la dimensión del síntoma, tal sultado de interés analizar es el tipo de implicación sub-
como lo Cottet lo propone, esta concepción parece des- jetiva que encontramos en la casuística elaborada, que
conocer las perturbaciones que se hacen presentes co- cuenta con veinte (20) casos. Con este término “impli-
mo real clínico en el contexto de una sociedad permisi- cación subjetiva” nos referimos a la posición que el pa-
va. Sociedad que no sólo proclama el derecho al goce, ciente adolescente asume con respecto a lo que motiva
sino que a su vez dicta imperativos tiránicos de la obli- la consulta. En la mayoría de los casos en los que la
gación de gozar y de consumir, y en la que las normas consulta es efectuada por los padres o por orden judi-
y ficciones que regulan la sexualidad se han tornado ca- cial penal o del Tribunal de Familia, son diversas las mo-
da vez más inseguras. El autor plantea que la pretendi- dalidades que presenta la respuesta del sujeto frente a
da apatía de los jóvenes de nuestra época es contraba- la objetivación que recibe por la descripción o las san-
lanceada por afectos y conductas más inquietantes, ta- ciones de los otros. En general, responde con indiferen-
les como la droga y el alcoholismo, particularmente cia y desinterés, o reafirmando la necesidad del uso de
cuando su papel es importante en los pasajes al acto la droga como estilo de vida compartido por su grupo
delictivos, los actos suicidas, y las violencias de diferen- social. No se presenta una dimensión conflictiva, excep-
te tipo. to con la autoridad que cuestiona su proceder. En algu-
Con respecto a las toxicomanías, debemos entenderlas nos casos, el pedido de internación en situaciones des-
como uno de los paradigmas de las presentaciones ac- esperadas pone de manifiesto la búsqueda de librarse
tuales del malestar. En este trabajo se hará uso del tér- de una responsabilidad que le pesa en la inmediatez.
mino Toxicomanías ya que en él el acento está puesto En muchos casos la relación con la droga está íntima-
en la posición del sujeto, a diferencia del de adicciones, mente asociada con actos que los pone en conflicto con
donde el mayor énfasis se encuentra en el objeto de la ley, por lo que ya han pasado por instituciones pena-
consumo. No obstante, se hará mención de este último les que los reciben por haber cometido infracciones de
término para referirnos a la relación del sujeto con el diverso tipo de gravedad. El problema se circunscribe
tóxico. La toxicomanía no es una categoría clínica sino entonces en la primera etapa del abordaje en la crea-
que se presenta como un fenómeno transversal, donde ción de un nuevo dispositivo en el que el sujeto pueda
el consumo de sustancias aparece inscripto en diferen- tomar la palabra sin el refugio de las identificaciones
tes estructuras clínicas. Es interesante vislumbrar cuál que les propone el Otro social o familiar, cuestión que
es la función del tóxico en la economía psíquica del su- demanda un largo trabajo preliminar, ya que tomar la
jeto, prestando atención a la particularidad del caso. palabra es lo que más angustia cuando se ha recurrido
La noción de motivos de consulta refiere a una descrip- durante mucho tiempo a la inmediatez de soluciones
ción de síntomas que un sujeto presenta al asistir a un por la ingesta de tóxicos.
ámbito institucional o privado de salud. Son las razones Sin embargo, es de señalar un hallazgo que resulta de
que conllevan a que un sujeto o familiar se dirija a un especial interés para nuestro trabajo. Del grupo de vein-
centro especializado a solicitar atención psicológica, en te pacientes recibidos, dos de las consultas realizadas
el caso que nos ocupa, por el consumo de drogas o al- por sujetos de 19 y 21 años, marcan una diferencia. En

Psicología Clínica y Psicopatología 81


primer lugar, porque los dos jóvenes concurren solos, y jó consultar por las crisis de angustia. Su gran preocu-
espontáneamente, presentando ellos mismos el proble- pación actual son sus hermanas, las siente vulnerables,
ma que les aqueja. Nos enteramos que no es el primer se identifica con ellas porque “el síntoma de estar bien
lugar al que han acudido, sino que inicialmente se han es un hilo que se puede cortar en cualquier momento”.
dirigido a un hospital psiquiátrico y a un Servicio de Sa- La opacidad de lo que le ocurre en los momentos de an-
lud Mental en un Hospital General. Llegan a nuestro gustia lleva a A. a intentar resolver su problema a través
Centro por indicación de los profesionales de esos hos- de hablar sobre lo que le ocurre, “porque con la familia
pitales. Uno de ellos, M., padece lo que llama “ataques no se puede hablar”.
de pánico” desde hace unos meses, y desde entonces
no se ha sentido bien, tiene miedo, por las insoportable Conclusiones
experiencia que tuvo en su cuerpo. Como ha consumi- ¿Cuál es la enseñanza que podemos extraer de estos
do drogas desde los 12 años, cree que esto le pasa por dos casos, que como ya lo hemos señalado, se distin-
su adicción, pero parece haber comenzado a pensar guen de los que habitualmente concurren a la consulta
que tal vez se trata de otra cosa, por lo que entiende en un Centro Especializado en Drogodependencia y Al-
que necesita ayuda. Recuerda en la entrevista que co- coholismo? En primer lugar, que es en una coyuntura
menzó a consumir a los 12 años, desde el momento en específica que rompe la continuidad de la existencia del
el que se separaron sus padres. Allí comenzaron sus sujeto, la que lo conduce a buscar una respuesta, en la
problemas en la escuela por mala conducta y ausen- que inscribir su malestar. En segundo lugar, que es la
cias. Su queja recae en la escasa presencia que han te- experiencia de la angustia, “que no engaña”, la que los
nido sus padres, de quienes parece esperar sostén y confronta con el fracaso de lo que hasta entonces fun-
apoyo, y nunca lo ha conseguido. No ha tenido trabajos cionaba como una solución frente a problemas que co-
estables, y hasta ahora lo único constante parece ser la mienza a descubrir que los afectan desde la pubertad, y
relación con su novia, de quien espera un hijo dentro de ante los que solo podían escapar en el olvido que la dro-
7 meses. M. no relaciona su nueva situación con la apa- ga les procuraba. La contingencia de un encuentro, en
rición de las crisis de angustia, su futura paternidad no uno de ellos la paternidad, en el otro la agresión sexual
recibe comentarios. Su temor a la repetición de los ata- de sus hermanas, está en el principio de la ruptura del
ques es notable, ha disminuido el consumo, prefiere por equilibrio precario que estos jóvenes habían encontra-
ahora pensar que la angustia está vinculada con esto do, no sin tener que atravesar un camino de delincuen-
último. Comienzan ahora las entrevistas, en las que po- cia y de sanciones penales. La implicación subjetiva
drá operarse un proceso de rectificación subjetiva, ne- que se manifiesta en lo que dicen ofrece la primera de
cesario para la localización del síntoma como respues- las condiciones de posibilidad para un proceso de recti-
ta subjetiva. ficación subjetiva, necesario para situar el proceso ana-
Nos encontramos con una presentación patológica si- lítico. Podríamos concluir que el abordaje de aquellos
milar cuando entrevistamos a A. de 19 años. Es una cri- adolescentes que han creído encontrar una salida en el
sis de angustia lo que interrumpe su actividad laboral. consumo de sustancias no siempre resulta tan prome-
Le resulta insoportable la experiencia de dolor y la alte- tedor, y en cada caso será necesario un recorrido que
ración que siente en sus miembros hasta dejarlo parali- explore las posibilidades de transformación de la posi-
zado en esos momentos. Por indicación de los médicos ción del sujeto y una decisión en relación a la satisfac-
de la Guardia Hospitalaria a la que concurre, a los cua- ción inmediata que le procura de la droga.
les menciona su consumo de cocaína, asiste a nuestro
Centro. A. vincula los episodios con el grave problema
familiar del que se hizo cargo manteniéndose lo más
calmo posible. Sus hermanas menores fueron violadas
hace unos meses, y a partir de ese día “su vida se tornó
algo complicado”. Cumplió el papel de sostén de todos,
y nunca pudo expresar lo que sentía, padecía insomnio,
no lograba dejar de pensar en lo que le había ocurrido a
sus hermanas. Considera que tiene un “desorden” vin-
culado al consumo de drogas, que empezó muy tem-
prano a los 12 años. En esa época reconoce que esta-
ba “perdido”, y se encontró envuelto en la adicción y en
la delincuencia, por lo que tuvo que pasar diferentes
momentos en Centros de Rehabilitación. Su queja es
que para él las cosas pasaron muy de golpe, “la vida
muy de golpe, quedé como trastornado”. Sin embargo,
todo dio un giro cuando conoció al que sigue siendo su
apoyo y le sirve de orientación, un amigo con el que se
encuentra a los 17 años, el cual le ayudó y le hizo dismi-
nuir el consumo de drogas. Es el mismo que le aconse-

82 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTA
* Investigación acreditada en la Universidad Nacional de La Plata,
Beca de Iniciación (Facultad de Psicología) dirigida por la Magis-
ter Norma Najt.

BIBLIOGRAFÍA
Briole, G. “Toxicomanía ¿un lazo social entre otros?” en Pharma-
con 11. Grama. Buenos Aires, Argentina. 2009. Pp. 43-50.
Belaga, G. “ La institución frente a lo inclasificable y la toxicoma-
nía” (pag 125-131) en Freudiana N°41. Revista psicoanalítica pu-
blicada en Barcelona bajo los auspicios de la escuela Lacaniana
de psicoanálisis. Paidós. Barcelona, España. 2004. Pp.125-131.
Conca, C. “El objeto droga: ¿objeto de desinserción?” en Phar-
macon 11. Grama. Buenos Aires, Argentina. 2009. Pp. 75-79.
Cottet, S. (2006) “Le sexe faible des ados: sexe machine etmytho-
logie du coeur” en La cause Freudienne 64. Navarin Editeur. Paris,
Francia. 2006. Pp. 67-75.
Freud, S.(1930) El Malestar en la cultura. Obras completas Volu-
men III. Biblioteca Nueva. Madrid, 1968.
Freud, S (1905) Tres ensayos de teoría sexual. Obras completas
Volumen 7. Sigmund Freud. Amorrortu. Buenos Aires, Argentina.
1978.
Lacan, J. (1974) “Preface a L´ Eveil du Printemps” en Autres Ecrits.
Seuil. Paris, Francia. 2001. Pp. 561-564.
Lasagna, P. “L´adolescence prolongée, hier, aujourd´hui et demain”.
Mental 13. Federation Européenne des Ecoles de Psychoanalyse.
2009. Pp. 17-28.
Lagrange, H. Les adolescents, le sexe, l´amour. Itinéraires con-
trastés. La decouverte/synos. Paris, Francia. 1999. Pp. 17-18.
Lipovetsky, G. Le bonheur paradoxal. Essai sur La societé de
hypersonsommation. Gallimard. Paris, Francia. 2006.
Malengreau, P. “Clínica del toxicómano” en Pharmacon 11. Grama.
Buenos Aires, Argentina. 2009. Pp. 35-42.
Reina, M.L.; Soriano, R. “ Adolescencia, Hospital Público y Psi-
coanálisis” en Psicoanálisis y el Hospital. Publicación semestral
de practicantes en Instituciones Hospitalarias. N° 37: “La adoles-
cencia hoy”. Ediciones de seminario. Buenos Aires, Argentina.
2010. Pp. 126-130.
Sauret, M.J. “Adolescencia y lazo social: el momento adolescen-
te” en Psicoanálisis y el Hospital. Publicación semestral de prac-
ticantes en Instituciones Hospitalarias. Año 19-N° 37: “La adoles-
cencia hoy”. Ediciones de seminario. Buenos Aires, Argentina.
2010. Pp. 24-34.
Tizio, H. “El uso de las drogas en la adolescencia” en Freudiana
N°42. Revista psicoanalítica publicada en Barcelona bajo los
auspicios de la escuela Lacaniana de psicoanálisis. Paidós. Bar-
celona, España. 2005. Pp. 101-106.
Yonnet, P. Le recul de la mort. Gallimard. Paris, Francia. 2006.
Pp. 101-106.

Psicología Clínica y Psicopatología 83


INDICADORES DE CAMBIO PSIQUICO COMO
EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS PSICOANALITICOS
EN NIÑOS CON DIFICULTADES ATENCIONALES:
RESULTADOS PRELIMINARES
Forer, Gisela
Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, Gobierno de Chile

RESUMEN methylphenidate. Results: At this moment, there were


Objetivo General: Promover una discusión en torno a found psychological improvement in five out of six raised
los resultados preliminares de una investigación que categories: playing features, transfer features, parent’s
apunta a generar indicadores de cambios psíquico co- transference, psychological improvement indicators
mo resultado del abordaje clínico psicoanalítico en ni- from the first infancy, and inferences from changes. .
ños con dificultades atencionales. Metodología: Estudio However, those improvements only are possible if the
cualitativo y transversal construido en base a la Teoría analysts include in their clinic methodology some specif-
Fundamentada. Los datos constituyen los resultados ic work with parents and schools. Discussion: Discuss-
del análisis de contenido de entrevistas semiestructura- ing the results considering the way the improvement in-
das realizadas a grupo de expertos. Relevancia: Se es- dicators are thought on psychoanalytical therapy with
tima que el 70% de los niños chilenos en edad escolar children. In addition, there are several interesting ques-
son diagnosticados con ADD y derivado a neurólogo. El tions regarding whether generalization can be applied in
ADD es considerado un trastorno crónico cuyo trata- the context of individual clinic.
miento de primera línea es el metilfenidato. Resultados:
En cinco de las seis categorías planteadas, se estable- Key words
cen indicadores de cambio: características del juego, Indicators Improvement Psychological ADD
de la transferencia, de la transferencia de los padres,
emergencia de indicadores psíquicos primarios e infe-
rencias en torno a los cambios. Lo anterior sujeto a mo-
dalidades clínicas que incluyen trabajo con padres y es- I. INTRODUCCION
cuelas. Discusión: Discutir los resultados obtenidos Hace un año atrás, en esta misma instancia, presenté
considerando la manera en que se conceptualiza el las motivaciones y los argumentos que me llevaron a
cambio y sus indicadores para la clínica psicoanalítica emprender esta investigación. Formulé en ese enton-
con niños. A su vez, surgen preguntas en torno al esta- ces, que la inquietud por este tema surge ante el au-
blecimiento de criterios generales cuando se trata de mento masivo de diagnósticos de ADD/ADHD, junto
una clínica de lo individual. con la impresión -proveniente de la experiencia clínica-
de que los niños así diagnosticados y tratados con psi-
Palabras clave cofármacos, presentan con el tiempo, las mismas difi-
Indicadores Cambio Psíquico ADD cultades que motivan la primera consulta.
Frente a esta impresión, me propuse pensar en las ca-
ABSTRACT racterísticas específicas que debe considerar un trata-
PSYCHOLOGICAL IMPROVEMENT INDICATORS ON miento psicoanalítico frente a un niño que presenta difi-
PSYCHOANALYTICAL TREATMENT IN CHILDREN cultades atencionales y emprender una investigación
WITH ATTENTIONAL DIFFICULTIES: PRELIMINARY destinada a generar indicadores de cambio psíquico
RESULTS esperables como efecto de la terapéutica psicoana-
General Objective: To promote a discussion about the lítica en niños con problemas para atender o que no
preliminary results of an investigation that aims to gen- pueden para de moverse.
erate psychological improvement indicators as a result Esta propuesta, viene motivada por una postura que
of psychoanalytical therapy in children with attentional sostiene la necesidad de no remitirse a las variables
disorders. Methodology: It is a qualitative, crossed sec- neurológicas a la hora de abordar las dificultades aten-
tion analysis built on the Grounded Theory. The data are cionales. Apunta además, a integrar la dimensión de la
the results of the content analysis to experts of semi- angustia y del sufrimiento del niño -muchas veces larva-
structured interviews. Relevance: It is estimated that do y esquivo de pesquisar- si sólo se contemplan las
70% of Chilean school-age children are diagnosed with conductas manifiestas.
ADD and referred to a neurologist. The ADD is consid-
ered a chronic disorder whose first-line treatment is

84 Psicología Clínica y Psicopatología


II. MARCO TEORICO se ¿cuáles son las características de la época que pro-
El ADD/ADHD se define como un cuadro neuropsiquiá- mueven la desatención?
trico complejo que se manifiesta en la esfera del com- Gisela Untoiglich formula: “El paradigma de los tiempos
portamiento. Sus síntomas más evidentes son las fallas actuales es la realidad mediática, lógica del video clip,
en el control voluntario de la atención, la impulsividad y del zapping, del chat… una época donde la velocidad y
la hiperactividad. (Carrasco, X., 2009) la inmediatez imperan” (Untoiglich, G., Ibid., p. 3). Por su
De acuerdo a Sandberg, S., & Barton., A (1996), en lado, Juan Vasen plantea que en tanto vivimos en la cul-
1902 aparece el primer antecedente del ADHD. Still lla- tura de la imagen y del rendimiento, “lo visual” predomi-
ma “niños muy movidos” a los niños cuya desatención na, pasando a ser “lo visual” aquello que lleva a la cons-
afecta el rendimiento escolar, asumiendo un defecto en trucción de un trastorno llamado ADD/ADHD.
el control moral como base del movimiento imparable. En efecto, quienes suscriben a la tesis neurológica res-
Luego, en 1908 Tredgold habla de Daño Cerebral Míni- pecto del origen del ADD/ADHD, sostienen que se trata
mo (Minimal Brain Damage), aludiendo con esto, a la tri- de una disfunción prefrontal que afecta a las funciones
logía sintomática que caracteriza al ADHD hasta el día ejecutivas por el funcionamiento subóptimo de las si-
de hoy: hiperactividad, desatención e impulsividad. napsis dopaminérgicas (teoría dopaminérgica del ADD).
A partir de entonces, diversas nomenclaturas se han Sin embargo, aunque las causas se establecen en un
ido sucediendo en la búsqueda del concepto más ade- plano funcional, son los criterios clínicos los que funda-
cuado para catalogar a un grupo de niños que son muy mentan el diagnóstico de ADD, es decir, el diagnóstico
movidos, desatentos, agresivos, apasionados y con su- se realiza a partir de los comportamientos efectivamen-
puestas anomalías congénitas: Síndrome de Lesión te observados.
Cerebral Infantil, Síndrome del Daño Cerebral Mínimo Lo anterior constituye una de las paradojas que contri-
de la Infancia, Disfunción Cerebral Mínima, etc (Sand- buyen a que grupos importantes de profesionales del
berg & Barton, 1996) área de la salud y la educación (psicólogos, psicoana-
En 1968, el DSM II se acerca al sistema nominal de listas, educadores, psicopedagogos, psicomotricistas,
1902, escogiendo un término descriptivo que alude a lo etc) se cuestionen respecto de la comprensión unívoca
motor: Reacción Hipercinética de la Infancia o Adoles- que sostiene la neurología respecto del origen y trata-
cencia. Evidentemente, en esta categorización, el énfa- miento del ADD/ADHD.
sis sigue estando en el movimiento incontrolado (más Quienes suscribimos a este otro enfoque, convergemos
que en el aspecto cognitivo de la desatención) y se em- en la consideración de las dificultades atencionales co-
plea un término que nomina a una reacción, sin aludir mo “las manifestaciones sintomáticas de múltiples si-
directamente a un origen neurológico. tuaciones subyacentes”: (Untoiglich, G., 2007, p. 96),
Sn embargo, en el DSM III (1980), vuelve la instalarse que habría que considerar cada vez, a la hora de identi-
con fuerza la hipótesis neurológica y comienza a otor- ficar qué es lo que está a la base de la problemática de
gársele primacía a la desatención como síntoma nu- tal o cual niño.
clear del trastorno. Es allí que se establecen las catego- En virtud de lo anterior -y tal como fue establecido- en
rías de ADD y ADHA (términos que se mantiene en el esta investigación no se habla de niños con diagnóstico
DSM IV, 1994), siendo desde entonces y hasta ahora, la de ADD/ADHA sino de niños con dificultades atencio-
hiperactividad un criterio que admite ser excluido para nales, aludiendo con esta nomenclatura a un grupo he-
la realización del diagnóstico. terogéneo de niños, difíciles de circunscribir, que tienen
Un análisis de este recorrido, permite pensar que existe en común las dificultades para atender y/o para detener
cierta asociación entre desatención, hiperactividad e sus movimientos.
impulsividad, sin embargo, cada una de estas caracte-
rísticas, tiene un peso distinto en las diferentes clasifica- Cambio Psíquico
ciones que se establecen dependiendo de la época en Mariane Krause, una reconocida investigadora chilena,
la que esto se evalúa. define el cambio en psicoterapia como: la resignifica-
Untoiglich plantea: “…cada época histórica construye ción y transformación de los patrones de explicación
sus propias clasificaciones acerca de lo sano y lo enfer- subjetivos por medio de los cuales el paciente integra
mo, de lo normal y lo patológico y oferta un menú limita- las causalidades psicológicas de su padecer. (Krause,
do de categorías nosológicas en las cuales incluirse” M, 2005)
(Untoiglich, G., 2009, p. 3) La autora formula que los cambios pueden ser agrupa-
Esta consideración se vuelve crucial a la hora de enten- dos en cuatro categorías: mejoría sintomática, auto-
der las razones a la base del aumento masivo de diag- comprensión, autoconfianza y mayor autodefinición.
nósticos de ADD/ADHD. En Estados Unidos, se estima (Krause, M & Dagnino, P, 2005a) Los últimos tres -pro-
que entre un 5 y un 9% de la población escolar (más de sigue- constituyen: “la esencia del cambio psicotera-
seis millones de niños) estarían afectados por este tras- péutico genérico, que estaría situado en la esfera de lo
torno. (Wilens, T., 2009) En Chile, el 70% de los niños representacional” (Ibid., 306-307)
que consultan, son diagnosticados con ADD/ADHD Desde esta línea conceptual, es posible establecer in-
(MInsal, 2010) dicadores de cambio para diferentes modalidades psi-
Considerando lo anterior, resulta pertinente preguntar- coterapéuticas. Estos indicadores de cambio se gene-

Psicología Clínica y Psicopatología 85


rarían a partir de inferencias que se van realizando en Indicadores de Cambio:
torno a ciertas verbalizaciones formuladas en el con- Leibovich y Roussos (2002) desde un modelo psicoana-
texto terapéutico. (Ibid) lítico propiamente tal, plantean: “la formulación de infe-
Para los fines de esta investigación, esta definición re- rencias clínicas, con sus distintos niveles de compleji-
sulta particularmente fértil y aunque no resuelve nues- dad y precisión, es el eje de la actividad del terapeuta,
tra búsqueda, nos ofrece importantes orientaciones. que guía y da forma a sus otras tareas” (Roussos, A &
Pareciera ser que el cambio psíquico tiene que ver con Duarte, A, 2002, p. 1). En otro artículo Leibovich de
la manera en .que el sujeto se piensa a sí mismo: cómo Duarte define la inferencia clínica como el: “…proceso
se ve, cómo da cuenta de lo que hace y siente. Espe- cognitivo-afectivo por el cual un psicoanalista decodifi-
cialmente interesante, para el psicoanálisis, es pensar ca la producción de su paciente y elabora sus hipótesis
en la manera en que dicha transformación se relaciona clínicas”. (Leibovich de Duarte, A., 2000, p. 99), estable-
con el registro de lo representacional o de los distintos ciendo además que con los juicios clínicos es posible
niveles de representación de la experiencia (represen- decir lo que aún no ha sido dicho.
tación palabra, representación cosa, representación Luego, si la inferencia es el fundamento de la actividad
pre conciente, representación inconciente, etc.) interpretativa de la clínica psicoanalítica, bien puede es-
Sin embargo los niños -a diferencia de los adultos- pue- tablecerse que la inferencia constituye el mecanismo
den no tener ningún patrón subjetivo inicial que se cognitivo más apropiado a la hora de generar los indica-
preste a ser resignificado por la vía de la psicoterapia. dores de cambio psíquico adecuados a esta terapéuti-
Una de las respuestas más frecuentes que encontramos ca, como sostiene Krause.
en los niños con dificultades atencionales es: “no sé”. Ahora bien, las verbalizaciones de los niños no consti-
Luego, la definición de Krause podría considerarse só- tuyen el único material disponible para la realización de
lo para algunos niños: los que sí tienen algo que decir inferencias. Desde el momento en que existe un amplio
respecto a los que les pasa. Alguna idea, alguna hipó- consenso respecto a que los juegos, las producciones
tesis que podrían prestarse a ser transformada y resig- gráficas y los relatos, son los modos de expresión pro-
nificada por la vía de la psicoterapia. Para aquellos ni- pios de los niños, es perfectamente coherente formular
ños que no las tienen, el cambio debe definirse de otro que las inferencias pueden realizarse a partir de lo que
modo. Se propone pensar el cambio psíquico para es- el niño dice a través de sus juegos, dibujos y creacio-
tos casos a partir de la emergencia de un patrón sub- nes. Lo anterior, por supuesto, siempre y cuando esto
jetivo de explicación que se inscriba en el plano re- tenga lugar en el contexto terapéutico, es decir, en el
presentacional, o bien, de la emergencia de funcio- marco de un encuadre analítico y de la relación trans-
nes psíquicas que le permitan a ese niño generar ferencial.
esos patrones. Por otro lado, la relación transferencial en sí, tam-
En cualquiera de esos dos casos, sea que se piense el bién puede ser objeto de inferencias que den lugar a in-
cambio como la resignificación de patrones subjetivos, dicadores de cambio, en tantos los cambios psíquicos
sea que se piense como la generación de ellos o de del niño no afectan sólo a sus producciones sino que
sus funciones, siempre va a atañer al orden represen- también se juegan en el plano de las relaciones inter-
tacional. En el primero, se trata del cambio de una re- personales.
presentación palabra por otra: trabajo histórico o de
historización. En el segundo, el trabajo clínico apunta Indicadores de Cambio de Procesos Psíquicos Primarios
a la reconstrucción de vivencias que han quedado ins- En el apartado anterior se señaló que para un grupo im-
critas en registros representacionales más primarios, portante de niños con dificultades atencionales, el tra-
propios de tiempos más arcaicos de la constitución bajo clínico debe apuntar a la generación de las funcio-
subjetiva, que competen al orden de los vínculos y del nes psíquicas que habiliten a ese niño a producir sus
narcisismo primario. propios patrones subjetivos de explicación en torno a lo
Ahora bien, ¿qué pasa con aquellos niños que vienen que sienten. Se desprende de esta idea, que esos niños
“rotulados por otros?, ¿puede un diagnóstico hacer las presentan alteraciones en la estructuración psíquica
veces de patrón subjetivo inicial? que provienen de tiempo muy arcaicos de constitución
Con estas preguntas, realizo una alusión directa a los subjetiva, trastornos que han impedido el despliegue
niños que frente a la pregunta relativa a su padecer, pleno de las funciones psíquicas. (Janin, B., 2004)
contestan sin dudar: “es que yo soy ADD”. Apreciamos Pues bien, bajo el marco de esta investigación, resulta
en este tipo de respuesta, el modo en que una impre- pertinente precisar cómo podrían pesquisarse -en la
sión diagnóstica (patrón subjetivo de explicación de tal situación terapéutica- indicadores de cambio a partir
o cual médico) se adhiere al corazón de la identidad de de los cuales inferir el despliegue de nuevas funciones
un sujeto, haciendo las veces de realidad objetiva, ab- psíquicas.
soluta, saturada de objetividad. ¿Qué efectos adiciona- Al respecto, la literatura analítica ofrece una cantidad
les, en el plano de la identidad, debemos considerar a la importante de conocimiento. El propio Freud inaugura
hora de pensar el cambio psíquico en niños que expli- este método cuando infiere cambios psíquicos de con-
can todo su padecer a propósito de una sigla que ellos ductas tales como el chupeteo (1905), los diques del as-
mismos no son capaces de comprender? co, la vergüenza y el pudor (1905) las teorías sexuales

86 Psicología Clínica y Psicopatología


infantiles (1908) y/o el juego del carretel (1920) considerarse requisitos o condiciones necesarias a la
René Spitz infiere una trama compleja de procesos psí- hora de evaluar el cambio producido como efecto de la
quicos y de cambios en los niveles de estructuración del psicoterapia en niños con dificultades atencionales.
psiquismo con su descripción de los organizadores de
la primera infancia (1965). V- RESULTADOS PRELIMINARES.
En realidad, toda la teoría y la técnica psicoanalítica pa- De acuerdo al análisis de contenido de las cuatro entre-
ra el trabajo con niños, se han ido nutriendo de numero- vistas realizadas a la fecha, las que a su vez constituyen
sos desarrollos que tienen su punto de partida en la ob- el muestreo preliminar de esta investigación, existen su-
servación directa. Winnicott subvirtió la teoría del obje- ficientes elementos que nos orientan a pensar en indi-
to a partir de la conceptualización del Objeto Transicio- cadores de cambio psíquicos como efecto de los trata-
nal. Lacan recogió la experiencia del niño frente al Es- mientos psicoanalíticos en niños con dificultades aten-
pejo para desarrollar una teoría que integra la dimen- cionales, en al menos cinco de los seis temas definidos:
sión de la imagen del cuerpo, la constitución del Yo y del Respecto al Juego, en tanto modo de expresión propio
Narcisismo Primario. Bergès, y Balbó sostienen su tesis de la infancia (tema 1, categoría A), los principales indi-
sobre el transitivismo a partir de la observación de un cadores surgen en relación a la evolución del juego en
niño que se queja del dolor sólo secundariamente. los siguientes sentidos: Desde la dispersión en muchas
Estudios posteriores como los de Ricardo Rodulfo (tesis actividades hacia la focalización en una actividad, des-
sobre el jugar) y Marisa Punta de Rodulfo (evolución del de la manipulación de los juguetes a la aparición de un
dibujo) en Argentina y los de Víctor Guerra en el Uru- juego propiamente tal y del salto de un juego al otro a
guay (Indicadores de la Inter-subjetividad), constituyen mantenerse realizando una o dos actividades durante
referentes obligados si de lo que se trata es de identifi- toda la sesión.
car indicadores que permitan dar cuenta de los cambios En lo que hace a los contenidos del juego, pareciera
psíquicos de los niños a lo largo del desarrollo ser que la aparición de juegos a través de los cuales
En esta investigación se consideraron todos estas ob- los niños pueden armar historias con principio, desa-
servaciones del psicoanálisis, como posibles indicado- rrollo y final, podría constituir otro interesante indica-
res de cambio, así como también los propios de la psi- dor de cambio.
cología del desarrollo, desde el momento en que es po- En relación a la Transferencia (tema 2), los analistas
sible inferir -de las producciones del niño en el contexto refieren que los niños hiperactivos, con el tiempo, lo-
terapéutico- la emergencia de funciones cognitivas gran mantenerse en calma durante las sesiones. Apa-
complejas que podrían haber estado inhibidas por efec- rentemente, este indicador estaría relacionado con el
to de la angustia o de otros determinantes a la base de establecimiento de la continuidad entre las sesiones, la
la dificultades atencionales. focalización de la mirada en la persona del analista y la
posibilidad de referirse a él con el nombre propio.
III. OBJETIVO, METODOLOGÍA Y EJES En cuanto a la Transferencia de los padres (tema 3),
DE LA INVESTIGACIÓN el principal indicador de cambio observado a la fecha,
En función de los antecedentes ya establecidos, se ha refiere hacia la demanda de los padres hacia el analis-
formulado el objetivo de esta investigación en los si- ta. Lo que en un principio parece ser un interés por con-
guientes términos: generar y analizar indicadores de sejos prácticos (tips) o dejar conforme a la institución
cambio psíquico esperables como resultado del abor- escolar, evoluciona hacia la formulación de preguntas
daje clínico psicoanalítico de niños con dificultades relativas a cómo potenciar sus propios recursos, de mo-
atencionales. do de poder hacerse cargo de las necesidades emocio-
Para el cumplimiento de este objetivo, se está llevando nales de sus hijos.
a cabo un estudio cualitativo y transversal construido en En torno a los Indicadores Primarios de Cambio Psí-
base a la Teoría Fundamentada. (Corbin, 1990) Los da- quico (Tema 4) se establecieron los siguientes resulta-
tos constituyen los resultados del análisis de contenido dos: Intercambio de mirada y uso de mirada referencial
de entrevistas semiestructuradas realizadas a expertos, (tópico 1); Aparición del juego en sesión, aparición de
es decir, psicoanalistas de niños con reconocida expe- juego simbólico (tópico 2); Relatos espontáneos (tópico
riencia en Santiago de Chile (al menos diez años) 3), Interés por la sexualidad, desarrollo de intereses re-
El análisis de contenido de las entrevistas, está siendo lativos a los otros y al mundo (tópico 4)
realizado en función de seis temas, los cuales fueron
derivados de la consideración de los ejes establecidos Ahora bien, en cuanto a las Inferencias relativas al
para esta investigación: 1. Modos de expresión propios cambio psíquico que se desprenden de los anteriores
de la infancia (juegos, gráficas y narraciones), 2. Trans- indicadores, la principal observación realizada a la fe-
ferencia, 3. Transferencia de los Pares, 4. Emergencia cha es que la mayoría de los cambios tendrían que ver
de Indicadores Primarios de Cambio Psíquico, 5. Infe- con el fortalecimiento de las funciones yoicas y con el
rencias en torno a los cambios, 6. Evaluación e los cam- despliegue de recursos simbólicos que permiten signifi-
bios A su vez, se dejó espacio para el surgimiento de car la angustia. Esto último, estaría especialmente refe-
nuevos temas que pudieran pasar a constituir nuevos rido al paso de la hiperactividad a la calma y de la des-
ejes de la investigación, o que en su defecto, pudieran atención hacia la focalización (apreciada en el armado

Psicología Clínica y Psicopatología 87


de historias, la posibilidad de sostenerse en una misma de lo que siente y de lo que le está pasando.
actividad durante toda la sesión y la continuidad entre Entonces, cuando el niño nos mira y nos llama, pode-
sesiones) mos inferir que estamos asistiendo a un verdadero cam-
En relación a los indicadores primario, la focalización bio psíquico, que atañe a un ordenamiento distinto del
de la mirada parece ser requisito para cualquier focali- niño en su relación con el otro. Hay allí una suerte de
zación posterior. Las preguntas relativas hacia sí mismo aceptación del vínculo o la creación de un vínculo distin-
y al entorno, estarían dando indicios del investimiento to. Identificamos también allí, la caída de la mascarada
del self y del otro. Habría allí una manifestación de la de la indiferencia y no incumbencia, que muchas veces
curiosidad, un aumento en la capacidad para pensar y sostiene ese niño frente a todo, incluso respecto de su
para pensarse. tratamiento. Dicho de otro modo, cuando asistimos a
A través del juego simbólico y las intervenciones del esos cambios, algo del orden del deseo de estos niños
analista, el niño comienza a ligar los montos de angus- surge por primera vez en el contexto terapéutico. Es en
tia que hasta ahora permanecían libres, desprovistos de ese sentido que aludo a ellos como indicadores de pro-
palabras que sean aptas para la mentalización. El inte- cesos psíquicos primarios, en cuanto algo de aquello in-
rés por el mundo, supone un importante reencuentro augural de la constitución subjetiva que quedó entram-
del niño con las ganas de aprender, de saber y de en- pada, está teniendo lugar en el aquí y el ahora del traba-
tender, unido a la tranquilidad de que dispone de los re- jo terapéutico en transferencia.
cursos mentales y emocionales para ello. El próximo
paso podría ser el surgimiento de las teorías sexuales
infantiles y o desarrollos teóricos análogos, a modo de
procesos de pensamientos desplegados por el niño co-
mo un modo de explicarse los enigmas de la vida.
Finalmente, a lo largo de las entrevistas, han surgido
otros seis temas de análisis, dos de los cuales han sido
plenamente consensuados: Es muy difícil obtener cam-
bios sostenidos en el tiempo sin que el abordaje tera-
péutico integre a) un trabajo con los padres y b) el traba-
jo con la institución escolar.

VI. DISCUSIÓN
Si bien los resultados recientemente expuestos son pre-
liminares y fueron construidos en base a una muestra
muy pequeña, resultan interesantes para discutir una
serie de asuntos que complejizan la investigación en
psicoanálisis. Una de ellas es la cuestión de la transfe-
rencia.
Por un lado, es posible pensar que son las propias con-
diciones del encuadre las que propician la calma y la
posibilidad de que un niño con dificultades atencionales
e hiperactividad pueda manejar mejor la dimensión del
movimiento. Habría que preguntare, eso sí, si lo anterior
tiene que ver la estructura fija del setting o más bien con
su posibilidad de oficiar como espacio de contención y
propiciador de sentido para ese movimiento compulsi-
vo, que vuelve una y otra vez sobre sí mismo a modo de
trauma que no se satura.
Por otro lado, existen otros indicadores que implican a
la dimensión de la transferencia y que permiten aproxi-
marse a la comprensión de las dificultades atencionales
con mayor profundidad. ¿Por qué un niño con estas ca-
racterísticas rehúsa la mirada?; ¿por qué puede tardar
varias sesiones en referirse a nosotros con nuestro
nombre propio, o incluso tardar varias sesiones en
aprender nuestro nombre?
Atreverse a nombrar y a mirar al otro (reminiscencia de
las pulsiones parciales escópica e invocante) podrían
ser indicadores de la disminución del temor hacia los
otros y del aflojamiento del espectro defensivo que
mantiene a ese niño aislado respecto de lo que piensa,

88 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA grounded theory procedures and techniques, Newbury Park, Ed.
Sage, 1990.
American Psychiatric Association: “Trastorno por déficit de aten-
ción con hiperactividad”, en Manual Diagnóstico y Estadístico de Untoiglich, G (2007): “Diagnósticos en la Infancia: Complejidad
los Trastornos Mentales., Editorial Masson S.A. España. 2005. de las Problemáticas Actuales” en Benasaya, L, ADDH. Niños con
Déficit de Atención e Hiperactividad: ¿Una Patología de Mercado?
Plan Nacional de Psiquiatría y Salud Mental 2000, MINSAL, Uni- Una Mirada Alternativa con Enfoque Multidisciplinario”, p.89-106,
dad de Salud Mental. 2ª Recuperado el 21 de Marzo del 2010, en: Ed. Noveduc, BS. As, 2007
http://www.redsalud.gov.cl/portal/url/item/71e4f2dd2b628460e04
001011f01239d.pdf Untoiglich, G., (2009): “Patologías Actuales en la Infancia” en
Wettengel, L, Untoiglich, G., Y Szyber, G. Patologías Actuales en
Bèrgés,J.& Balbó,G. (1998): Sobre el Transitivismo: El Juego de la Infancia: Bordes y Desbordes en Clínica y Educación, p. 7-34,
los Lugares de la Madre y el Niño, Ed. Nueva Visión, Bs. As., 1999. Ed. Noveduc, Bs. As., 2009
Carrasco, X (2009): “Visión Básico-Clínica del Trastorno por Vasen, J., (2011): “La Epidemia del Mal Llamado ADD” en Vasen,
Déficit de Atención e Hiperactovidad” en Aboitiz, F & Carrasco, X, J Una Nueva Epidemia de Nombre Impropios: El DSM-V Invade
Déficit Atencional e Hiperactividad: Fronteras y Desafíos, p. 17-44, la Infancia en la Clínica y las Aulas”, p. 51-83. Ed. Noveduc, Bs.
Ed. Universidad Católica de Chile, Stgo, 2009. As., 2011.
Flick, U. (2004): “Introducción a la Investigación Cualitativa”, Ed. Wilens, T. (2009): “Straigt talk about Psychiatric Medications for
Morata, Madrid., 2002 Kids”
Freud, S. (1905): “Tres Ensayos de Teoría Sexual”, en OC, Tomo Winnicot, D.W, (1999): “Objetos y Fenómenos Transicionales” en
VII, 109-224, Ed. Amorrortu, Bs. As., 1990. Winnicot, D.W., Realidad y Juego, p. 17-46, Ed. Gedisa, Barcelona.
Freud, S. (1908): “Sobre las Teorías Sexuales Infantiles”, en OC,
Tomo IX,183-202, Ed. Amorrortu, Bs. As., 1990
Freud, S (1919): “Más Allá del Principio del Placer”, en OC; Tomo
XVIII, p. 1-62, Ed. Amorrortu, Bs. As., 1990.
Glasser, B.G. & Strauss, A.L. (1967): “Discovery of Grounded
Theory: Strategies for Qualitatitve Research, Aldine, N.Y.
Guerra, V. (2009): “Indicadores de Intersubjetividad (0 a 2 años)
en el Desarrollo de la Autonomía del Bebé”, Transcripción del
Curso dictado por el autor en el Ministerio de Educación y Cultu-
ra del Uruguay.. Montevideo 17 y 18 de Marzo 2009.
Janin, B. (2004): Niños Desatentos e Hiperactivos. Reflxiones
Críticas acerca del Trastorno por Déficit de Atención con o sin
Hiperactividad, Buenos Aires, Noveduc
Krause, M., (2005) “Psicoterapia y Cambio: Una mirada desde la
Subjetividad”, Ed. Universidad Católica de Chile, Stgo.
Krause, M., Dagnino, P. (2005a): “Evolución del Cambio en el
Proceso Psicoterapéutico. En E. Thumala & R. Riquelme (Eds.),
Avances en Psicoterapia: Cambio Psíquico y Vínculo (Cap. 1, pp.
21-36). Ed. Sociedad Chilena de Salud Mental.
Lacan, J. (1949): “El Estadio del Espejo”, en Lacan, J., Escritos 1,
pág. 86-93, Ed. Siglo XXI, Bs. As., 1988
Leibovich de Duarte, A. (2000): “Más allá de la información dada”:
Cómo construimos nuestras hipótesis clínicas” Revista de la So-
ciedad Argentina de Psicoanálisis 3,97-114, agosto 2000.
Punta de Rodulfo, M (2001): “El Niño del Dibujo: Estudio Psicoa-
nalítico del grafismo y sus funciones en las construcción tempra-
na del cuerpo”, Ed. Paidós., Bs. Aires.
Rodulfo, R. (2001): “El Niño y el Significante: Un estudios sobre
las funciones del jugar en la Constitución Temprana”, Ed. Paidós,
Bs. As.
Roussos, A. y Leibovich, A (2002) “La incidencia de la Actividad
Referencial en el proceso de formulación de inferencias clínicas
en psicoterapeutas de distintos marcos teóricos”, Intersubjetivos
Junio 2002 - N°1, Vo. 4, Pags. 78-89, Rescatados el 28 de Marzo
del 2009 de:
http://www.referentialprocess.org/sites/__LIVE__.referentialpro-
cess.org/files/intersubjetivo_CRA.pdf
Sandberg, S. & Barton, A (1996) “Historical development of ADDH.
En: Sandberg S, ed. Hiperactivity Disorders of Childhood. Cam-
bridge: Cambridge University Press; 1996.
Spitz, R., (1991): “El primer año de vida del niño”, Ed, Fondo Cul-
tura, Mexico D.F.
Strauss A. L & Corbin, J (1990) Basics of qualitative research:

Psicología Clínica y Psicopatología 89


REMEMORACIÓN Y REMINISCENCIA
EN LA HISTERIA
Galiussi, Romina
UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN perspectivas que se desprenden respecto del estatuto


En este trabajo intentaremos, siguiendo los desarrollos del inconsciente para la dirección de la cura.
de la última parte de la enseñanza de Lacan, delimitar Comenzaremos por señalar que en dicho seminario
dos lógicas diversas respecto del estatuto del incons- destacará el trabajo efectuado ya en Estudios sobre la
ciente, así como también las consecuencias clínicas histeria, allí donde todos esos casos dilucidados por
que de allí se derivan. Por un lado, el inconsciente en su Freud dan cuenta de la articulación entre el inconscien-
vertiente histórico-histérico y transferencial; por otro, te, la sexualidad y los síntomas. Al respecto, Lacan
delimitar su concepción por lo que tiene de real. Lo ha- plantea que “la histérica, de la que todos sabemos que
remos en un entrecruzamiento con dos términos que es tanto macho como hembra, la histórica, si puedo per-
han tenido su lugar desde los comienzos mismos de la mitirme este deslizamiento, no tiene en suma para ha-
obra freudiana: la rememoración y la reminiscencia, en cerla consistir sino un inconsciente[i]” (LACAN 1976-
tanto paradigmáticos en aquello atinente a la estrategia 1977, 14/12/76), y es esa dimensión la que claramente
histérica. se desarrolla en la histeria vía el anudamiento que cons-
tituye la armadura del amor al padre[ii]. Podemos afir-
Palabras clave mar que la histeria efectúa así una elaboración neuróti-
Rememoración Reminiscencia Histeria Inconsciente ca en ese despliegue edípico de su historia que funda la
propiedad inconsciente. Y afirmará también que, res-
ABSTRACT pecto de dicho armazón, “todo lo que conocemos de
REMEMBRANCE AND REMINISCENCE esos casos enunciados por Freud concernientes a la
IN THE HYSTERIA histeria…lo confirma” (LACAN 1976-77, 14/12/76).
In this work we will try to delimitate two logics about the Así, a partir de delimitar a la histeria en su relación al in-
unconscious and its clinical consequences. We will consciente, interesará establecer a continuación, una
aboard the hysteric unconscious. And on the other diferenciación en torno a la concepción misma del in-
hand, we will delimitate the real unconscious. We will consciente, sirviéndonos de dos conceptos que han te-
take for these two terms which have been their place nido su lugar también desde los comienzos mismos del
from the beginnings: remembrance and reminiscence, psicoanálisis: reminiscencia y rememoración.
as a paradigm of the hysteria.
Reminiscencias platónicas e histéricas
Key words Un año antes, en el Seminario 23, Lacan sostiene:
Remembrance Reminiscence Hysteria Unconscious “Considero que haber enunciado, mediante una escritu-
ra, que lo real en cuestión tiene el valor de lo que se lla-
ma generalmente un traumatismo… Digamos que es el
forzamiento de una nueva escritura…Diré incluso más,
El principio de la sexualidad y las palabras permite percibir, palpar, pero de manera completamen-
En la clase del 16 de febrero de 1977, correspondiente te ilusoria, lo que puede ser lo que se llama la reminis-
al Seminario 24, Lacan afirma que “lo esencial de lo que cencia, y que consiste en imaginar, a propósito de algo
ha dicho Freud, es que hay la más grande relación en- que funciona como idea pero que no es tal, que se la re-
tre este uso de las palabras en una especie que tiene minisce, si puedo expresarme así. La reminiscencia es
palabras a su disposición y la sexualidad que reina en distinta de la rememoración. Freud distingue las dos
esta especie. La sexualidad está enteramente captura- funciones porque él tenía el sentido de las distinciones.
da en esas palabras, ése es el paso esencial que él ha La rememoración es evidentemente algo que Freud for-
dado. Eso es mucho más importante que saber lo que zó por completo gracias al término impresión. Él supuso
quiere decir o no quiere decir el inconsciente. Freud ha que había cosas que se imprimían en el sistema nervio-
puesto el acento sobre este hecho. Todo eso, es la his- so, y las proveyó de letras” (LACAN 1975-76, 128-129).
teria misma.” (LACAN 1976-77, 26/02/1977). De este Así, hemos de diferenciar dos términos que abogan la
modo, Lacan señala la relación entre las palabras y la diferenciación que se intenta establecer entre historia,
sexualidad capturada por ellas, y esto es lo que consti- histeria e inconsciente transferencial por un lado, y el in-
tuye propiamente a la histeria, esto es, el principio mis- consciente real. Ellos son, -tal lo señalado al comienzo-
mo de la invención, y por qué no la revolución, freudia- la rememoración y la reminiscencia.
na. A partir de ello, nos ocuparemos de indicar dos Ya lo ha dicho muy tempranamente Freud: “mis histéri-

90 Psicología Clínica y Psicopatología


cas sufren de reminiscencias”. No obstante, podemos zo, es también la oposición que establece en términos de
entender que, a partir de lo expuesto por Lacan, dicha semblante -en su dimensión significante y de sentido- y
reminiscencia tiene el estatuto de una rememoración, la real. O mejor dicho, constituye una relación de
cual es definida como una impresión, esto es, como un extimidad[v]. Es por esto que, en el apartado siguiente y
elemento que se instaura en determinado momento y se final, intentaremos dilucidar ambas vertientes en aquello
lo actualiza luego, al interior de un texto simbólico en el que constituye la dirección de un análisis
cual encuentra su articulación. Tal como afirma en su
escrito Función y campo de la palabra y el lenguaje: “Es Dos direcciones de un mismo principio
que no se trata para Freud ni de memoria biológica, ni En función de todo lo expuesto en este desarrollo, nos
de su mistificación intuicionista, ni de la paramnesia del interesa concluir con la perspectiva clínica que se des-
síntoma, sino de rememoración, es decir de historia” prende de la última parte de la enseñanza de Lacan.
(LACAN 1953, 246). En cambio, la reminiscencia com- Podemos comenzar afirmando que así como la histeria
porta cierta correlación no con la realidad, sino con lo comporta una elaboración neurótica, edípica y soporta-
que Lacan llamó el sentimiento de irrealidad, con for- da por el armazón paterno, las intervenciones apunta-
mas inmemoriales que, en tanto tales, se oponen a la rán a conmover este tipo de respuestas a las que la his-
rememoración en la medida en que comportan un regis- térica se encuentra fijada, a partir de abrir, vía el mane-
tro diverso al de la memoria, es decir “formas inmemo- jo de la estrategia transferencial, una dimensión diversa
riales que aparecen cuando el texto se interrumpe (por a aquella que ha comportado el estrago o la huida. Es
fuera del texto simbólico) deja al desnudo el soporte de decir, en ese despliegue de la histeria de su historia, po-
la reminiscencia”[iii] (MILLER 2006, 29/11/2006). Como der efectuar una singular torsión que tenga un efecto de
consecuencia de ello, el sujeto no puede elaborar una corte a nivel discursivo y conmueva esa modalidad de
verdad a partir de su experiencia, ya que no se trata ni goce que generó el refugio en el armazón paterno y los
de historia ni de sentido ni de aquel armazón sostenido síntomas que constituyen su redoblamiento, haciendo
en la armadura del amor al padre, tal como lo propone resonar así algo diverso al sentido.
Lacan en el Seminario 24. Si bien la histérica y sus síntomas llevaron a Freud a
J.-A. Miller evoca a la teoría platónica de la reminiscen- descubrir el inconsciente enlazado al padre, se impone
cia justamente para entender a esta última, en función el hecho de ir más allá de él. Tal fue la apuesta lacania-
de su dimensión eterna, fuera de tiempo, ya que ello es na. Es lo que señala Miller al afirmar que “la tarea del
lo que constituye “un real puro y simple” (MILLER Ibíd.). analista, el efecto de su acto, podía ser calificado de
Efectivamente, es la hipótesis que se encuentra en el perturbar la defensa” (LACAN 2003, 35), entendiendo
Menón -y que terminará de delimitarse en Fedón al ello como la mayor orientación que se desprende de la
plantear al plano eidético como fundamento de la remi- última enseñanza de Lacan. Así, perturbar va a diferen-
niscencia-, la cual sostiene que conocer es recordar, en ciarse de interpretar. Esto último tendrá que ver con la
la medida en que plantea la preexistencia e inmortali- interpretación de aquello reprimido, se trata de signifi-
dad del alma y el conocimiento del plano de lo inteligible cantes, mientras que la defensa no recae sobre ellos,
con esta tesis, destacando así su intemporalidad. De constituyendo un concepto con el que Miller pretende
este modo, afirmará en 81c que: “El alma, pues, siendo darle a la intervención analítica este estatuto diverso,
inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efec- perturbando el equilibrio neurótico, ya que, desde
tivamente todas las cosas…, no hay nada que no haya Freud, “la defensa califica una relación con la pulsión”
aprendido; de modo que no hay de qué asombrarse si (MILLER 2003, 52).
es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto Por un lado, podemos afirmar que la propiedad incons-
de todas las cosas que, por cierto, antes también cono- ciente se funda en aquella elaboración de saber no
cía. Estando pues, la naturaleza toda emparentada con- sabido[vi]. Más aún, podemos afirmar que la histeria ya
sigo misma, y habiendo el alma aprendido todo, nada constituye una elaboración neurótica, un modo de ha-
impide que quien recuerde una sola cosa -eso que los cer con el inconsciente. Así, a la solución histérica que
hombres llaman aprender-, encuentre él mismo todas promueve el inconsciente, el sentido y el padre, se con-
las demás, si es valeroso e infatigable en la búsqueda. trapone la objeción del psicoanálisis que señala -como
Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra co- lo destaca M. H. Brousse- “que el sentido es siempre un
sa, en suma, que una reminiscencia”. modo de goce, que lo real no responde a la ley del pa-
En función de lo expuesto, es posible entender la remi- dre” (BROUSSE 2002, 71).
niscencia freudiana como rememoración, en la pers- Al inicio, encontramos a la histeria en el despliegue de
pectiva del inconsciente transferencial delimitado ante- su historia sostenida en la armadura del amor al padre.
riormente, mientras que la reminiscencia se acerca a Ahora bien, el problema que se presenta a partir de ello,
aquella dimensión tan atemporal como real. es el peligro de permanecer en la fascinada amplifica-
Así, a partir de esta oposición, resulta afirmar que “el in- ción ad infinitum de esa dimensión, conllevando la pers-
consciente transferencial, el inconsciente que se elabora pectiva de lo interminable en un análisis, tal como ya la
en un análisis, podemos decir que es una elucubración obra freudiana lo ha sabido anticipar. Constituye esa re-
de saber sobre lo real”[iv] (MILLER 2006, 29/11/2006). lación entre las palabras y la sexualidad capturada por
Justamente, y en ello sigue la lógica señalada al comien- ellas, a partir de la cual se definirá a la histeria. No obs-
tante, esas palabras que capturan pueden generar el

Psicología Clínica y Psicopatología 91


riesgo de quedar capturados allí. [iv] “l´inconscient trasférentiel, l´inconscient qui s´élabore dans
Es por ello que, si bien resulta fundamental dilucidar la une analyse, on pert dire que c´est une élucubration de savoir sur
le réel” (MILLER 2006, 29/11/2006).
armadura sostenida en relación con los síntomas, a fin
de dar cuenta de que efectivamente se trata de una ló- [v] Esto es “lo simbólico incluido en lo real y lo real incluido en lo
gica histérica, la perspectiva del análisis no atañe justa- simbólico” (MILLER 2003, 49). Lo primero constituye la dimensión
mente a su amplificación, ya que el síntoma -parafra- de la mentira cara a la dimensión retórico-sofística propia del
significante. Constituye lo que engaña, mientras que lo real en lo
seando a Lacan- es una suerte de pez que se alimenta, simbólico señalará lo que no engaña, esto es, la angustia -tal
crece y se reproduce en el mar de los sentidos. Así, di- como ha sido definida por Lacan-. Y, por último, el síntoma que-
cho autor sostiene que “el hecho de haber franqueado dará delimitado como aquello que conserva un sentido en lo real,
un psicoanálisis no podría ser vuelto a llevar al estado delimitando propiamente esa relación de extimidad. Así, el sínto-
anterior, salvo al practicar otro corte, que seria equiva- ma “constituye, por un lado, una formación descifrable, que se
presenta con este título en lo real…pero por otro lado, en el regis-
lente a un contra-psicoanálisis.” (LACAN 1976-77,
tro de lo simbólico y por la resistencia que ofrece, exhibe los ca-
14/12/1976). Es decir, constituye un nuevo corte respec- racteres de lo real” (MILLER 2003, 74).
to de aquella vertiente simbólica que despliega la histe-
ria, allí donde el acento recae sobre la concatenación [vi] Al respecto, vale destacar una diferencia entre estas dos di-
mensiones del inconsciente a nivel del saber. Así, Lacan afirma
significante propia del inconsciente en tanto elabora- que ““l’une-bevue” es algo que sustituye a lo que se funda como
ción de saber. Tal ha sido la propuesta de Lacan. Y ello saber que se sabe, el principio de saber que se sabe sin saberlo
no es sin la dimensión de la angustia en su relación con (sans le savoir). El “le” se aplica ahí a algo, es un pronombre, que
lo real, como se afirma en el Seminario 10. O bien como se aplica al saber mismo, no como saber sino como hecho de
sostendrá posteriormente en el Seminario 24: “Conocer saber. Es bien en lo cual lo inconsciente se presta a lo que yo he
creído debe suspender bajo título de “l’une-bevue”” (Lacan 1976-
su síntoma quiere decir saber hacer con, saber desem-
77, 21/12/1976). Es decir, se trata de una sustitución que implica
brollarlo…Saber hacer allí con su síntoma, ése es el fin un estatuto diverso que aquella dimensión de saber no sabido
del análisis” (LACAN 1976-77, 16/11/1976). Saber hacer propia del inconsciente histórico de la histérica, tal como lo esta-
con el síntoma implicará una diferencia con aquella fun- blece Miller al diferenciar inconsciente transferencial y real.
ción de saber del inconsciente que puede generar cier- [vii] “El psicoanálisis particularmente no es un progreso. Es un
to “arreglarse mejor”, tal como se ha mencionado ante- sesgo práctico para sentirse mejor” (Lacan 1976-77, 14/12/1976).
riormente. Ahora bien, arreglarse y resolver constituyen
planteos diversos. Y Lacan los diferencia en términos
de “saber hacer” y “saber hacer allí con”. Ello en la me- BIBLIOGRAFÍA
dida que “saber hacer allí es otra cosa que saber hacer 1. AA.VV. (2009) Porciones de nada. La anorexia y la época. Del
- eso quiere decir “desembrollarse”” (LACAN 1976-77, bucle, Buenos Aires, 2009.
11/01/1977). De esta manera, el “saber hacer allí con”
2. Freud, S. y Breuer, J. (1893-95): “Estudios sobre la histeria”. En
algo, es poder desembrollarlo. Y ello es lo que constitui- Obras Completas, op. cit., t. II.
rá el sesgo práctico propio del análisis[vii].
3. Freud, S. (1905), “Fragmento de análisis de un caso de histeria”.
En Obras Completas, op. cit., t. VII.
4. Freud, S. (1908a): “Las fantasías histéricas y su relación con la
bisexualidad”, en Obras Completas, op. cit., t. IX.
NOTAS
5. Freud, S. (1921): Psicología de las masas y análisis del yo”. En
[i] A diferencia del principio de la conciencia que es aquel que Obras Completas, op. cit., t. XVIII.
regula a la neurosis obsesiva. Resulta importante señalar también
que en el Seminario L´insu… efectúa una particular contraposición 6. Freud, S. (1925): “Inhibición síntoma y angustia”. En Obras
entre la histeria, la neurosis obsesiva y él (Lacan mismo, quien se Completas, op. cit., t. XX.
define como “histérico perfecto”) por sus modos de relacionarse 7. Galiussi, R. (2010): “La armadura del amor al padre en la histe-
con el inconsciente y la consciencia. Así, la histérica está soste- ria. Vigencia de la transmisión clínica Freudiana”. En Ancla 3,
nida por una armadura “distinta de su consciente” o asimismo “no Revista de la Cátedra II de Psicopatología, Facultad de Psicología,
tiene en suma para hacerla consistir sino un inconsciente” (Lacan Universidad de Buenos Aires, Ancla Ediciones, ISSN 1851-3212,
1976-77, 14/12/1976). Como contraparte, la neurosis obsesiva es Buenos Aires, 2010.
el “principio de la consciencia” (Lacan Ibíd., 17/05/1977) y Lacan
afirma de sí mismo que “a fuerza de tener un inconsciente lo 8. Godoy, C. (2006): “La histeria histórica”. En Memorias de las
unifico con mi consciencia” (Lacan Ibíd., 14/12/1976). Efectiva- XIII Jornadas de investigación. Segundo Encuentro de Investiga-
mente, Freud ya ha sabido anticipar este trasfondo histérico a dores en psicología del MERCOSUR: Paradigmas, Métodos y
nivel de la estructura, al afirmar que “el lenguaje de la neurosis Técnicas. Buenos Aires, Secretaría de Investigaciones, Facultad
obsesiva, es por así decir un dialecto del lenguaje histérico, pero de Psicología, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Agos-
uno respecto del cual se debería conseguir más fácil la empatía, to de 2006, Tomo II, 350-352. ISSN: 1667-6750, 2006.
pues se emparienta más que el dialecto histérico con la expresión 9. Lacan, J. (1975-76): El seminario. Libro 23: “El sinthome”, Bue-
de nuestro pensar conciente”. (Freud 1909, 124). Se destaca nos Aires, Paidós, 2006.
entonces, por un lado, la primacía estructural de la histeria con
respecto a la neurosis obsesiva y, por otro, la diferencia a partir 10. Lacan, J. (1976-77): El seminario, libro 24: L’insu que sait de
de la prevalencia de lo inconsciente en la primera y de la cons- l’une-bévue s’aile à mourre, inédito.
ciencia en la segunda.
11. Lacan, J. (1977a): “Palabras sobre la histeria”, 26-2-77, inédito.
[ii] Cf. Lacan 1976-77, 14/12/76.
12. Miller, J.-A. (2007): “T.D.E.”. Inédito.
[iii] Lo dice literalmente en estos términos: “Ces formes immémo-
13. Schejtman, F. (2002): La trama del síntoma y el inconsciente.
riales qui apparaissent quand le texte s´interrompant (donc là hors
Serie del Bucle, Buenos Aires, 2002.
du texte symbolique), quand le texte s´interrompant laisse à nu le
support de la réminiscence” (MILLER 2006, 29/11/2006)

92 Psicología Clínica y Psicopatología


ESTRUCTURACIÓN PSÍQUICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES:
VIOLENCIA FUNDAMENTAL Y FILIACIÓN
Grassi, Adrián; Córdova, Néstor; Otero, María Eugenia; Soler, Mariana; Lepka, Miriam; González,
Marcelo; Blanco, Cristina Marta; Guaragna, Agustina; Altobelli, Hernan Rodrigo; Britos, Mariana;
Brea, Norma Beatriz; Torraco, Andrea Valeria; Meiss, Martín Leonardo; Córdova, Gastón
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN subjectivity is based. 1) The intra-psychic: it concerns to


Las controversias en los procesos de divorcio, como the proper and specific processes of the Child. 2) The
una problemática inherente a la subjetividad, por la vio- Inter-subjective: a) Pathogenic Potential: Paradox in the
lencia que conlleva, denominada violencia fundamen- primal scene. b) Healthy Potential: Subjectivating value
tal. Estudiamos sus efectos en la estructuración psíqui- of the relationship among other actors in the scene: rel-
ca del niño/a/adolescente cuando organiza los vínculos atives, other members of the new family group, other so-
de filiación. Esta violencia fundamental, comanda la or- cial actors (school, friends, therapist).
ganización de los vínculos parentales y filiatorios en los
procesos de divorcio controvertidos. Elemento a meta- Key words
bolizar que se presenta como “paradoja en la escena Paradox Filiations Pathogenic Potential
originaria” e instala un conflicto sin salida, entre los pro-
genitores y entre los progenitores e hijos. El área de in-
vestigación es la Psicopatología. Se aborda con con-
ceptos teóricos del Psicoanálisis como teoría de los
procesos subjetivos. Aparato psíquico en constitución. Introducción
Modelos de la teoría de la complejidad como aparato Si bien el término controversias, proviene del contexto
psíquico abierto. Importancia de los vínculos como uno jurídico, no obstante nos sitúa ante una problemática in-
de los pilares en que asienta la subjetividad. Son consi- herente a la subjetividad, ya que las controversias con-
deradas dos dimensiones: 1) Lo Intrapsíquico: referido a llevan una violencia que denominamos violencia funda-
los procesos propios y específicos del niño. 2) Lo Inter- mental (Bergeret, 1990). Caracterizamos esta violencia
subjetivo: a) Potencial patógeno: paradoja en la escena cuando organiza los vínculos y procesos de filiación en-
originaria. b) Potencial saludable: valor subjetivante de tre los progenitores y entre los progenitores y los hijos
los vínculos con otros actores de la escena: familiares, Nos interesamos en el seguimiento de estos efectos en
otros integrantes del nuevo grupo familiar, otros actores la estructuración psíquica del niño/a/adolescente.
sociales (escuela, amigos, terapeuta). Esta violencia fundamental tiene la lógica y los procedi-
mientos del pensamiento fundamentalista, de allí toma
Palabras clave su nombre. No respeta ni los tiempos ni las formas jurí-
Paradoja Filiación Potencialidad Traumática dicas. Transforma los divorcios en “separaciones inter-
minables” ya que anuda los vínculos por un período mu-
ABSTRACT cho más prolongado que el proceso de divorcio mismo,
PSYCHIC STRUCTURE IN CHILDREN AND se instala con anterioridad continuando más allá de su
ADOLESCENTS: FUNDAMENTALIST VIOLENCE culminación. Y si bien el divorcio desanuda y reorgani-
AND FILIATIONS. za las relaciones entre los ex-cónyuges y sus hijos, (ré-
Disputes as subjectivity inherent problems, for the vio- gimen de visitas, alimentos etc.) la violencia fundamen-
lence involved, that we call fundamentalist violence. We tal comanda la organización de estas prácticas, deter-
study its effects on the child/adolescent psychic struc- minando modos de relación que marcan la subjetividad
ture in the organization of the relations of filiations. This de quienes integran la escena, generando efectos de
fundamentalist violence rules the organization of paren- violencia secundaria (Aulagnier, 1997).
tal and filiations relations during contested divorce. An Plantea dicotomías con oposiciones excluyentes “ó lo
element to be metabolized that presents as a “paradox uno ó lo otro”, ejemplos de su funcionamiento nos son
in the primal scene” and that establishes itself as an un- sobradamente conocidos en el campo de la política, de
resolved conflict between parents and between parents lo social, de las relaciones interpersonales.
and children. Psychopathology is the research area. Su lógica y razón es la de la plantear la existencia y afir-
The approach is through the theoretical concepts of mación de uno de sus términos a partir de la degrada-
Psychoanalysis, as the theory of subjective processes. ción-destructiva del otro. Por ej. “se es bueno como pa-
Constitution of the psychic apparatus. Models of the dre por lo mala o inoperante, que es la ex-conyugue co-
Complexity Theory as the open psychic apparatus. The mo madre y/ó viceversa. Tiene implicancias y derivacio-
importance of relations as one of the pillars in which nes como manipulación, dominio y ejercicio de poder

Psicología Clínica y Psicopatología 93


“de uno sobre el otro”. Cuando esta violencia fundamen- disociada una “escena de los orígenes” con la inclusión
tal, comanda la organización de los vínculos parentales, negativizada de ambos partenaires. Tampoco se trata
la denominamos “paradoja en la escena originaria”, e del duelo que implicaría el des-investimento libidinal del
instala un conflicto sin salida, entre los progenitores y otro. Son las exclusiones mutuas entre los progenitores
entre los progenitores y los hijos. que introduce elementos a metabolizar por los hijos
En trabajos anteriores (Grassi, 2010) hemos descripto creando condiciones para un desarrollo psicopatológico
su funcionamiento en los casos de divorcio controverti- ya que allí anida en gérmen el “trabajo de lo negativo,
dos con la fórmula de “ la mutua exclusión del uno por el que opera sobre la filiación como esfuerzo de des-pa-
otro”. Uno de los progenitores excluye al otro de un cir- rentalización (Córdova, 2008). No obstante no le otorga-
cuito en el cual está inscripto como progenitor. Así no se mos de antemano un valor traumático por sí mismo, que
permitirá la visita del padre/madre al hijo/a el día de su aunque pueda tenerlo, en consideración de la totalidad
cumpleaños, el día del inicio del ciclo escolar, o el día de del caso y de la historización posible, pensamos como
las segundas nupcias, en el nacimiento de otro herma- “potencial traumático” (Aulagnier, 1977).
no, al momento de salir de vacaciones etc. etc. etc. Es-
tas exclusiones del circuito se hacen extensivas las más Area de Investigación: (se acompaña de powerpoint).
de las veces, a todo lo que rodea parentalmente al otro Nuestro área de investigación es la Psicología Clínica y
progenitor. Antes compañero, socio de crianza, ahora Psicopatología del niño/adolescente, pensamos y como
adverso ó contrario, como todo lo que viene de su rama planteara P Aulagnier (1986 p. 194):
genealógica. De este modo tampoco se posibilitará la “… la primera de estas notas tratará sobre el trabajo del
visita a un abuelo/a, o se prohibirá que el hijo/a nombre historiador en este tiempo de apertura del proceso iden-
en la casa algo de lo que trae de su otra casa, la del otro tificatorio, en que un niño pasa a sustituir al infans que
progenitor, use la ropa o los juguetes que evocan a tra- ya no es. La segunda estará referida a lo que se instala
vés de sus olores u otras conexiones asociativas, la en ese tiempo de clausura que pone fin a un primer mo-
pertenencia de la otra rama genealógica o filiatoria, y do de identificación y da acceso a un segundo, que de-
muy especialmente si hay conformada una nueva pare- berá tomar en cuenta lo que llamaré efecto del encuen-
ja o familia. “Soy un agente secreto del otro bando, tan- tro. Es en ese tiempo de conclusión cuando el yo firma-
to en la casa de mi viejo como en la de mi vieja”, tal la rá un compromiso con la realidad cuyas cláusulas deci-
disociación planteada por un adolescente al escindirse dirán sobre los posibles de su funcionamiento psíquico
entre dos oposiciones. (es lo que designa el término potencialidad) …tres mo-
Diferenciamos las paradojas por el potencial traumático mentos que deciden sobre el trayecto identificatorio que
que conllevan. Las paradojas que conllevan una disyun- ha de seguir el yo transcurrida la infancia”.
ción simple entre sus términos tienen la posibilidad de Nos obstante advertimos que hay dadas condiciones en
ser simbolizadas por lo que permiten el desarrollo de un el medio ambiente para una temprana elección y rigidi-
conflicto que puede ser mentalizado. A diferencia de las zación en la elección de los mecanismos de defensa
paradojas que presentan una oposición disociativa en- por parte del niño/adolescente.
tre sus términos, lo que obstaculiza o impide su simbo- 1) Potencial patógeno: Paradoja de los orígenes como
lización, por lo cual el conflicto no puede ser mentaliza- elemento a metabolizar por parte del niño/a/adolescente:
do. Estas últimas implican un mayor grado de potencial entre los progenitores en conflicto y entre los progenito-
patógeno. res y los hijos por lo que instala la violencia fundamental.
En gran parte de los casos en que el conflicto toma una Cuánto de repetición introducen los divorcios controverti-
derivación paranoide, lo cual sucede muy frecuente- dos como resultado, consecuencia y desencadenamien-
mente, se encontrará que en la “otra parte” de la rama to de la patología familiar previa, de la historia familiar (in-
genealógica hay algún enfermo mental, algún delin- ter y transgeneracional) y de la conformación psíquica de
cuente o algún violento al que se asocia al progenitor en cada uno de los integrantes del conflicto. A la vez que el
cuestión. Algo a destacar es que el tipo de vínculo que desanudamiento de la pareja y la reorganización familiar,
este funcionamiento convoca es el de las respuestas pueden operar como “momento traumático” de alguno de
especulares que reduplican en el otro progenitor la de- los integrantes del grupo familiar.
gradación y exclusión planteando así respuestas de 2) Potencial saludable: al conformarse nuevas parejas o
equivalente tenor violento. familias ensambladas, se introducen nuevos elementos
Al instalar estas oposiciones excluyentes se presenta al a metabolizar en la organización de la dinámica familiar,
niño un oposicionismo irreductible. Su fórmula “se es hi- que pueden operar como factores de salud. Destaca-
jo de un progenitor excluyente del otro y viceversa”. La mos el valor subjetivante que pueden también producir
lógica de la violencia fundamental es la de introducir un los vínculos: a) con los progenitores a partir de la situa-
elemento o rasgo materno ó paterno para plantear su ción de no convivencia y b) con otros actores de la es-
exclusión. No tanto su “no existencia”, como su “existen- cena y lo que pueden implicar, familiares (hermanos,
cia negativizada”. En general hay una referencia a la abuelos etc.) como otros integrantes del nuevo grupo
participación del otro partenaire en la escena de los orí- familiar si lo hubiera y otros actores sociales (escuela,
genes del niño y sus vinculaciones con una genealogía, amigos), como el terapeuta.
pero se convoca la presencia a través de su negativiza- Se consideran dos dimensiones que nos permiten abordar
ción (la loca de tu madre, ó el decálogo de los incumpli- el sufrimiento psíquico implicado y sus consecuencias:
mientos del padre, el ladrón de tu abuelo). Se conserva 1) Lo Intrapsíquico: Con herramientas que provee el

94 Psicología Clínica y Psicopatología


Psicoanálisis como teoría de los procesos subjetivos, con la genealogía y memoria familiar, funciones de gru-
con la idea de aparato psíquico en constitución, esta palidad y filiación. Potencialidad vinculante, en forma
primera dimensión circunscribe los procesos propios y autónoma de cada uno de los progenitores respecto del
específicos del niño, sus modos de procesamiento y otro partenaire.
sus respuestas, para lo cual consideramos: E) Posibilidades de realización de los trabajos duelos
A) Motivos de consulta: referidos a las manifestaciones implicados para todo el grupo familiar, tanto por la con-
clínicas del niño/adolescente por el cual se consulta. figuración familiar, como por los cambios que toda la si-
Momento de aparición, momento de consulta. tuación implica.
B) Manifestaciones clínicas articuladas con la estructu- F) Como es la transmisión: modos predominantes de
ra del sujeto: síntomas, trastornos en la estructuración transmisión de la historia y genealogía y el conflicto.
psíquica, trastornos en los procesos de simbolización, G) Nueva configuración familiar: conformación de nue-
aprendizaje y conducta. Enfermedades y/o trastornos vos vínculos, cualidad de las nuevas relaciones y nomi-
psicosomáticos. Trastornos en la adquisición de funcio- naciones de los nuevos vínculos.
nes corporales (marcha, control de esfínteres, funcio-
nes de maduración del aparato genital). Trastornos ali- Sobre los cambios epocales y culturales
mentarios, del sueño y del lenguaje. No siendo las transformaciones familiares objeto espe-
C) Modos predominantes de procesamiento psíquico. cífico de la presente investigación, sin embargo, son va-
Derivaciones de la angustia y mecanismos de defensa rios los motivos que nos llevan a hacer esta referencia.
utilizados con mayor frecuencia. Estereotipia ó variabili- Al formar parte del contexto cultural en el cual se produ-
dad de los mismos. cen los divorcios y la formación de nuevas organizacio-
D) Estado de la estructuración psíquica: su relación con nes familiares, acompañan a esta investigación, en la
el momento del desarrollo. Relaciones entre estructura medida en que los cambios producidos en la familia co-
e historia, la articulación entre la edad y los procesos de mo institución de la cultura, colaboró de manera impor-
subjetivación. tante con las representaciones en el imaginario colecti-
E) Si el niño/a/adoescente tiene una versión propia del vo del sentido que toma para el niño/a adolescente, la
conflicto o se repite en él en los mismos términos en conformación familiar propia. Sin ir demasiado lejos en
que está planteado en los progenitores. la historia de las transformaciones familiares, la propor-
F) Respuestas saludables y/o resilientes: capacidad de ción de chicos cuyos padres no conviven, (con la impor-
respuestas espontáneas y/o repetición de formas dis- tancia que tiene para un niño convivir en dos casas, que
cursivas de otros. Capacidad de jugar, de soñar, de sim- los padres conformen nuevas parejas, tener nuevos
bolizar. Cómo son las producciones del niño en sesión. hermanos de padres diferentes, hasta en ocaciones
Potencialidad vinculante. Capacidad para el humor. Es- cuatro pares de abuelos), ha variado considerablemen-
pecialmente para adolescentes: Capacidad para la te respecto de la actualidad.
construcción de un proyecto futuro, capacidad para la Otro es el tema de las nominaciones ya que cabe des-
conformación e inclusión en grupos de pares. Modos de tacar que en la conformación de los nuevos grupos fa-
relación con el otro sexo. miliares, o las familias ensambladas, las nominaciones
G) Posibilidades de establecimiento de un trabajo psi- guardan un grado de ambigüedad que produce una po-
coanalítico con el niño/adolescente. sición de tensión y diferencia no definida del todo en las
nominaciones tradicionales (pareja de la madre, tercer
2) Lo Intersubjetivo: para el abordaje de esta otra di- padre, madrastra, medios hermanos etc. etc.) todos tér-
mensión consideramos los modelos de la teoría del minos ligados a las relaciones de parentesco propias
pensamiento de lo complejo (Morin, 2010) como apara- del modelo de familia burguesa tradicional, a la que la
to psíquico abierto, damos fundamental importancia a toman como modelo y referencia, ya que aún las nue-
los vínculos en la medida en que los vínculos son uno vas organizaciones familiares no encuentran su lugar
de los pilares en que asienta la subjetividad (Kaes, en lo simbólico (Derrida y Rudinesco, 2003 ). Nos inte-
2010). Se tiene en cuenta: resa en este sentido cuales son los términos utilizados
A) Cómo es la organización y configuración familiar ac- por el niño, como por todo el contexto familiar para ha-
tual: Características del grupo de convivencia. Estado del cer referencia a los nuevos modos de relación.
conflicto entre los padres. Régimen de vistas y alimentos.
Capacidad de cada uno de los progenitores para la sim- Conclusiones provisorias y proyección de la investigación
bolización del conflicto con la violencia que implica. Eva- Ubicada en campo de la Clínica y la Psicopatología del
luación sobre si en el transcurrir del conflicto los padres niño/adolescente, esta investigación destaca que las
pierden o no de vista las necesidades del niño. Si se con- formaciones clínicas mas recurrentes encontradas en
serva la sintonía o entonamiento con el niño, si es que los casos por quienes se nos consulta (muestra de 200
existía previamente. Calidad de vida, y de vida psíquica casos aprox.), son aquellas que organizan el funciona-
previa al cambio de las condiciones familiares. miento psíquico en torno a mecanismos de defensa li-
B) Cuál es la calidad de las investiduras libidinales, ade- gados a distintas formas de disociación y escisión.
cuadas ó no a las necesidades del niño como sujeto. Si Los cuadros mas severos presentan trastornos narcisis-
existe registro del hijo como alteridad. tas (no psicóticos) con importantes obstáculos en la au-
D) Funciones parentales y vínculo: si se desarrollan las toestima y alteración en los procesos de simbolización
funciones familiares de contención, sostén, conexión y sublimación. En chicos mas pequeños la problemática

Psicología Clínica y Psicopatología 95


se juega mas en el terreno de la depresión y equivalen- puesta de límites a la construcción de legalidades. Buenos Aires:
tes depresivos, con alteración en las funciones corpora- Noveduc
les, somatizaciones, enfermedades y trastornos psico- Bleichmar S. ( 2006) Seminariode Psicopatología. Hospital de
somáticos. En púberes/adolescentes, se hacen noto- Niños. Inédito. Buenos Aires.
rias las alteraciones en la elaboración psíquica de la Bleichmar S.: (2009) El desmantelamiento de la subjetividad.
agresión tomando una especial importancia la impulsi- Estallido del yo. Buenos Aires: Topía.
vidad con actuaciones tanto en el terreno de las con- Blanco C.: Paternidad: interrogantes de una visión jurídica. Entre
ductas (con conductas de riesgo) como en el de actua- la constitución subjetiva y un ADN. En Grassi A. y Córdova N.
ciones sobre el propio cuerpo (con posibles implican- (2010) Entre niños, adolescentes y funciones parentales. (pp 147-
cias en funciones vitales y/o automutilaciones). 153) Buenos Aires: Entreideas.
Es de importancia destacar la variabilidad de dispositi- Fazzio A. comp. (2010) Niñez, Familia y Derechos Humanos.
vos clíncos para el abordaje de los casos: sesiones in- Logros y desafíos Pendientes en la primera década del Siglo XXI.
dividuales, vinculares, familiares, sesiones grupales, y Buenos Aires: Espacio.
la inclusión en determinadas ocasiones de mas de un Freud, S: (1886-1938). Obras completas. Buenos Aires: Amorrotu.
terapeuta. Galende E.: Amor fascista, amor conyugal, amor romántico. Artí-
En el terreno de la transmisión y vínculo, es notorio como culo periodístico Pag. 12. Buenos Aires 9-06-2011.
el fracaso en los trabajos de duelo de los progenitores,
Grassi A.: (2011) La polifonía del síntoma. Inédito.
requiere de la exhibición de la carencia de la función ma-
terna/paterna del otro progenitor, y un exceso de mostra- Grassi A.: (2002) La investigación histórica familiar infantil. En
Grassi A. y Córdova N. Entre niños, adolescentes y funciones
ción del vínculo odiante entre los progenitores (cualquier parentales. (pp109-113) Buenos Aires: Entreideas.
lugar y situación es apropiada para la irrupción de la vio-
lencia). Todo puesto al servicio de la partición de la ge- Grassi A.: (2001) El Psicoanálisis, el niño y los conflictos familiares.
Una reflexión sobre las prácicas, psicoterapia, mediación y el
nealogía, esfuerzo de desparentalización, que reniega divorcio on line. Memorias del Congreso Arg. de Psicología, Ro-
de la historia de la relación parental y familiar. sario Pcia de Sta Fe. Y Revista La Trama. www.revistalatrama.
En este sentido dejamos abierta la pregunta sobre los com.ar Mayo 2003.
modos de inscripción en el niño/adolescente, de las fun- Guaragna A.: (2008) Cruzando el desierto materno con la guía de
ciones parentales y sus futuras elecciones de objeto, en un padre errante. En Grassi A. y Córdova N. (2010) Entre niños,
consideración por los posibles relacionales y las nuevas adolescentes y funciones parentales. (pp120-124) Buenos Aires:
experiencias y reinscripciones a partir de nuevos víncu- Entreideas.
los parentales como de sus elecciones amorosas. Husni, A. y Rivas M.F. (2008) Familias en litigio. Buenos Aires:
LexisNexis.
Kaes R. (2011) Segunda fundación del Psicoanálisis. Artículo
periodístico. Pag. 12. Buenos Aires16-06-2011
Kaes R (2006) El grupo y el sujeto de grupo. Buenos aires: Amo-
REFERENCIAS
rrortu.
Aulagnier, P.: (1977). La violencia de la Interpretación. Buenos
Kaes R. (2005) La palabra y el vínculo. Buenos Aires: Amorrortu.
Aires: Amorrortu.
Kaes R. comp. (1996) La transmisión de la vida psíquica entre
Aulagnier, P.: (1986) El aprendiz de historiador y el maestro brujo.
generaciones. Buenos Aires: Amorrortu.
Buenos Aires: Amorrotu
Kleiman S.: comp. (2011) Familias con niños y adolescentes.
Bergeret, J.: (1990). La violencia fundamental: el inagotable Edipo.
Buenos Aires. Ediciones del Hospital.
Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Lacan J.: (1955-56) Las Psicosis. Buenos Aires: Paidós. (1986)
Córdova N.: (2008) Laberintos de la paternidad. En Grassi A. y
Córdova N. (2010) Entre niños, adolescentes y funciones paren- Morín E.: (1999) La cabeza bien puesta. Buenos Aires: Nueva
tales. (pp 75-83) Buenos Aires: Entreideas. Visión.
Derida J. y Roudinesco E.: (2003) Y mañana, qué...Buenos Aires: Otero M.E.:(2010) Niños y adolescentes en búsqueda del paraíso.
Fondo de Cultura Económico. En Grassi A. y Córdova N. (2010) Entre niños, adolescentes y
funciones parentales. (pp91-96). Buenos Aires: Entreideas.
Grassi A.: (2000) Violencia y estructuración psíquica. En Grassi
A. y Córdova N. Entre niños, adolescentes y funciones parentales. Soler M.: (2008) Situaciones familiares difíciles que hacen morder
(pp109-113) Buenos Aires: Entreideas. el polvo. En Grassi A. y Córdova N. (2010) Entre niños, adolescen-
tes y funciones parentales. (pp 97-103) Buenos Aires: Entreideas.
Kaes R. (2010) Un singular plural. Amorrortu: Buenos Aires.
Pachuk C. y Zadunaisky A. (2010) Psicoanálisis vincular. Buenos
Morín E.: (2010) Mi camino. Buenos Aires: Gedisa.
Aires: Ed. Lugar.
Puget J.(Comp): (2001) La pareja y sus anudamientos. Buenos
BIBLIOGRAFÍA Aires: Ed. Lugar.
Aulagnier, P.: (1986). Un intérprete en busca de sentido. Buenos Rousillon, R: (1995). Paradoja y situaciones fronterizas del Psi-
Aires: Paidós. coanálisis. Buenos Aires: Amorrortu.
Beloff M.: comp. (2000) Derecho, infancia y familia. Buenos Aires: Tisseron S.: comp.(1997) El psiquismo ante la prueba de las ge-
Gedisa. neraciones. Clínica del fantasma. Buenos Aires: Amorrortu.
Berenstein I.: (2004) Devenir otro con (o)tros. Buenos Aires: Paidós. Winnicott, D. (1980) .Realidad y juego. Buenos Aires: Gedisa
Bleichmar S. (2008) Violencia social-violencia escolar. De la

96 Psicología Clínica y Psicopatología


DE LA URGENCIA A LA EMERGENCIA.
LA OTRA ESCENA COMO CONDICIÓN DE POSIBILIDAD
PARA EL SURGIMIENTO DEL SUJETO
Guillen, Julio; Wizla, Frederic; Weil, Benjamin
Universidad Católica de Lille - Establecimiento Público de Salud Mental Lille. Francia

RESUMEN ting. The discussion will be developed in terms of possi-


El espacio de la urgencia psiquiátrica constituye en sí ble subjective emergence - emergence of the subject
mismo un desafío para todo tipo de tratamiento que se and not of subjectivity - applying spatio-temporal con-
interrogue sobre la subjetividad. En esta comunicación, siderations (places/positions, anticipation/retroaction)
presentaremos un nuevo dispositivo creado en la ciu- and relationship considerations (relation to the other/the
dad de Lille, Francia, para atender los pedidos de con- Other/ the institution).
sulta psiquiátrica formulados por los distintos actores
sociales en relación con la salud mental y por los habi- Key words
tantes en general. Nos concentraremos, en el cuestio- Emergency Subject Limit Psychoanalysis
namiento que surgió a lo largo de la creación del pro-
yecto, acerca de la noción de “urgencia” y de la consi-
deración del paciente en su particularidad. En este sen-
tido, los organizadores del Centro previeron explícita- Breve caracterización del Centro Psiquiátrico de
mente un espacio de reflexión clínica reservado a los Acogida y Admisión (CPAA)
miembros del equipo coordinado por un psicoanalista Es una unidad de internación intersectorial1 a tiempo
externo al mismo.Partiendo del marco conceptual del completo, lugar de tratamiento, prevención y diagnósti-
psicoanálisis, nos concentraremos sobre la cuestión de co bajo observación médica las 24hs que responde a
la “urgencia” para interrogar la función y la operatividad las necesidades de salud mental de la población adulta
del dicho espacio de reflexión clínica. La discusión se de los 3 sectores psiquiátricos de Lille y al de Villeneu-
desarrollará en términos de emergencia subjetiva posi- ve d’Ascq en Francia. Las internaciones son de corta
ble - emergencia del sujeto y no de la subjetividad - a duración (cada sector dispone de una estructura para
partir de consideraciones espacio-temporales (lugares internaciones más largas). El centro consta de 24 habi-
y posiciones/ anticipación y retroacción) y de vínculo taciones individuales y posee grandes superficies vi-
(relación al Otro/otro/institución) driadas que dan al exterior, un pasillo y un balcón prote-
gidos, así como sala de actividades, dos consultorios
Palabras clave polivalentes, una oficina de farmacia y una oficina para
Urgencia Sujeto Límite Psicoanálisis los enfermeros.
En cuanto al funcionamiento, el paciente es recibido por
ABSTRACT un psiquiatra del Centro en el marco de una entrevista
FROM EMERGENCY TO EMERGENCE. THE OTHER paciente-psiquiatra- enfermero.
SCENE AS A NECESSARY CONDITION FOR THE La primera entrevista permite apreciar el estado clínico
RAISING OF THE SUBJECT del paciente, trazar su recorrido hasta la internación,
The background of psychiatry emergencies offers in it- sus dificultades actuales, evaluar sus expectativas y ex-
self a challenge for any type of treatment that questions plorar su historia. Un “contrato de tratamiento” se esta-
the subjectivity. In this communication, we will present a blece sistemáticamente y es firmado por los tres partici-
new structure created in Lille, France, to satisfy the re- pantes.
quests of psychiatric consultation formulated by the dif- No detallaremos aquí todas las condiciones de funcio-
ferent social actors in the area of Mental Health and by namiento. Agregaremos solamente que diversas re-
the public in general. We will discuss the questions that uniones están previstas entre los miembros del equipo
arose all along the creation of the project, about the no- entre las cuales existe una reunión, un grupo de re-
tion of “urgency” and how to take into account the pa- flexión clínica, a cargo de un psicoanalista cada 15 días.
tient’s particularity. With this purpose the organizers of
the Center conceived explicitly a clinical reflection set- Urgencia
ting reserved to the members of the team, coordinated El término “urgencia” constituyó desde un comienzo un
by an external psychoanalyst. Starting from the concep- cuestionamiento para el equipo de profesionales que
tual frame of psychoanalysis, we study the question of habrían de crear el CPAA. En efecto, la intención prime-
the “emergency” to interrogate the function and the po- ra de los creadores del Centro fue que el mismo no fue-
tentiality of the above mentioned clinical reflection set- ra visto como un Centro de urgencias sino como un

Psicología Clínica y Psicopatología 97


Centro de acogida. Sin embargo, el hecho de estar presentaría una demora? La respuesta no es única.
abierto a demandas múltiples y no programadas, como En el caso en que el paciente es quien llama al Centro,
lo indica su estatuto, hace que los interlocutores espe- podría tratarse la amenaza de una desaparición subjeti-
ren una intervención rápida del equipo - más precisa- va y de un acto de palabra, en el sentido que lo que es-
mente que el mismo se haga cargo de la situación de in- tá en juego es que, si no da el paso de efectuar la llama-
mediato. Al menos, esta fue la idea de los creadores del da, será demasiado tarde. Sin embargo, no debe olvi-
proyecto respecto a la representación del Centro para darse que, siendo un acto de palabra, para que pueda
los diferentes interlocutores a quienes ya habían encon- operar en el sentido de la emergencia del sujeto, la po-
trado en las reuniones previas. sición del otro a quien se dirige es determinante y no
Las causas de admisión coinciden en general con las puede ser cualquiera.
de las urgencias psiquiátricas, a saber: descompensa- Existen diferentes maneras de interrogar el concepto de
ción psicótica aguda, tentativa de suicidio o amenaza “urgencia”. En el marco de esta comunicación nos con-
de suicidio, traumatismos, exclusión y desamparo psi- centraremos en la cuestión del “límite” que define una
cosocial, deterioro intelectual y/o físico y pérdida de la zona de riesgo.
autonomía. ¿Qué hace que podamos decir que nos aproximamos a
Las derivaciones no provienen solamente de los profe- una zona de riesgo?
sionales de la salud, sino que también existen deman- El hecho de delimitarla requiere simultáneamente defi-
das espontáneas de pacientes que se sienten en peli- nir una zona de seguridad, una zona protegida, donde
gro, por ejemplo por la intensificación de ideas deliran- los recursos de que se dispone y la posibilidad de utili-
tes, por la presencia de angustia, por la proximidad de zarlos sean suficientes para preservar …. la vida. O me-
una fecha particular, etc. jor dicho, para preservar la vida con un cierto equilibrio,
Podemos ver, que aunque la noción de “urgencia” no tal como se presentaba hasta entonces.
está escrita o enunciada explícitamente en el nombre o Sabemos desde el psicoanálisis que el riesgo vital en
estatuto del Centro, está siempre evocada en las de- el hombre no desencadena automáticamente un “ins-
mandas a través de otros significantes del mismo cam- tinto de vida” y que uno puede dejarse morir de ham-
po lexical (prisa, premura, inmediatez, acción eficaz, bre, por ejemplo, por amor. Entonces esta cuestión del
etc.). riesgo, y sobre todo de “riesgo vital” es fundamental-
mente compleja.
La urgencia La cuestión del límite es una cuestión entre estabilidad
La urgencia puede definirse de diferentes modos pero e inestabilidad, donde la inestabilidad aparece en una
lo que retendremos en nuestro caso es que se trata de primera lectura como indeseable. Sin embargo, no de-
una situación que compele a actuar sin demora, de la be olvidarse que la inestabilidad, la ruptura del equilibrio
que hay que ocuparse sin retraso. Se trata de una arti- es también una condición necesaria para la creación
culación particular entre el tiempo y la acción. Un tiem- (Martin-Mattera,2005).
po que se propone como un tiempo que apremia y a la Por otra parte tiende a pensarse el límite como una lí-
vez un momento de actuar o de tomar una resolución. nea que separa dos regiones. Pero en realidad debería
Esto “supone que se ha llegado a un límite tras el cual pensarse como una zona de un cierto “espesor” en la
se vislumbra el desastre” (Garmendia, 2004). Este tiem- cual se producen fenómenos de “extrañeza”, manifesta-
po podría pensarse como instanciando la frase “un ins- ciones que no corresponden al equilibrio habitual y que
tante más y será demasiado tarde”, frase que hace eco pueden calificarse de críticas pero no necesariamente
a la que es utilizada por Lacan en “El tiempo lógico y la de patológicas. Una paciente explicaba de esta manera
aserción de certitud anticipada” para caracterizar el mo- ciertos momentos de gran productividad en su actividad
mento en que el acto no puede postergarse si se quiere de escultura en tierra: “empieza con un estado de eufo-
no quedar atrapado en una indefinición subjetiva ad ria, un sentimiento de exaltación y como un torbellino de
eternum (Lacan, 1945). En este escrito se trata justa- ideas poco organizadas”. Ella decía que esto podía ser
mente del tiempo como anticipación y retroacción, te- un estado de “inspiración” que la llevaba a ponerse a
niendo en cuenta que la anticipación es la manera en trabajar y a producir sus mejores esculturas, pero que
que el porvenir afecta al presente y que la retroacción de este modo habían comenzado también sus crisis de-
es la manera en que el presente afecta el pasado (Gol- presivas, y que en este caso toda esta excitación no era
farini, 2007). Por lo tanto, la temporalidad en la clínica más que una dispersión sin sentido que la sumía en la
psicoanalítica, en cuanto a los efectos causales del ac- fatiga y el agotamiento. Entonces este estado de “inspi-
to y su relación al sujeto, está invertida respecto a un ración” o de “agitación” constituían una especie de te-
tiempo cronológico que avanza uniformemente hacia el rreno donde confluían lo conocido y lo desconocido y
futuro. Pero en la urgencia de los servicios psiquiátricos que no podía calificarse a piori como de riesgo o no.
no se trata todavía del sujeto emergente en relación a Por lo tanto, la zona de riesgo de descompensación no
un acto, como es el caso del escrito de Lacan, sino de puede definirse sin pasar por una zona de inestabilidad
la situación de un individuo en relación a la acción. que puede al mismo tiempo constituir la condición crea-
Siendo la prisa el punto central de la urgencia, la pre- ción y por lo tanto de la emergencia del sujeto. Precisa-
gunta que surge entonces es: ¿cuál es el riesgo que re- mente, en este campo, la cuestión del límite estará ne-

98 Psicología Clínica y Psicopatología


cesariamente relacionada con la particularidad del de- pregunta de si en el Centro existe una configuración -
seo de cada uno y de su vínculo - en el sentido físico de en el sentido de una topología como conjunto de rela-
“contrainte” - al Otro2 . ciones que definen la estructura de un espacio - que
permitiría que la escena no sea única y que la demanda
El límite y la otra escena pueda ser acogida de modo tal de dar lugar a una posi-
La cuestión de la otra escena fue introducida por Freud ble emergencia del sujeto. Es decir, hacer operativa la
(Freud,1900), nos parece central recordarla aquí para suposición de que la realidad no puede definirse de ma-
interrogar la operatoria posible sobre la subjetividad en nera aislada como unidad, y que la misma no puede
el Centro del que hablamos. plantearse sin otra escena que se instanciará como
La otra escena para Freud está en relación con los lími- sueño, fantasía o delirio.
tes de la realidad en oposición a la escena del sueño, y Entonces, lo que desde la “realidad” del Centro respon-
particularmente a la desaparición entre realidad y fanta- da como desdoblamiento, si es sostenido por la posi-
sía en el texto sobre lo ominoso (Unheimlich) (Freud, ción de quien o quienes se hacen cargo de la demanda,
1919). Lacan retomará la formulación freudiana, en par- podrá hacer eco a este doblez fundamental.
ticular en el seminario “Problemas cruciales para el psi- Creemos que existen ciertas razones que nos permiten
coanálisis” donde la otra escena tendrá que ver con es- pensar al grupo de reflexión clínica como sostén posible
te “desdoblamiento” topológico de los lugares, justa- de este intervalo.
mente para hacer de este límite una región donde pue- En primer lugar, la existencia de este espacio fue pro-
de emerger el sujeto cuando se “llega al entre-dos, del puesta como una necesidad en el estatuto, lo que hace
otro lado del doblez” (Lacan, 1964-65). Entonces la se- que esté legalizado y que adquiera por lo tanto una po-
paración entre la realidad y la otra escena no es una lí- sición en lo simbólico. Las dimensiones imaginaria y
nea sino un lugar a donde se puede llegar atravesando, real podrán entonces ponerse en juego a través de las
como Lacan afirma en el mismo texto, “un límite invisi- múltiples representaciones del mismo y de lo que que-
ble para uno mismo”. Es decir que el límite sólo tendrá dará necesariamente excluido - más allá de todo saber
consistencia a partir del pasaje y no precedentemente. que pueda construirse a lo largo de las reuniones, res-
pectivamente.
Partimos de la suposición de que el momento del llama- En segundo lugar, el funcionamiento del grupo es ase-
do al Centro es la marca de un momento crítico para el gurado por alguien externo al Centro y por lo tanto inclu-
paciente, tal como es percibido por él mismo o por al- ye a alguien que no pertenece al mismo, a lo que se
gún otro. Algo ha hecho intrusión en la subjetividad, tal agrega el referencial analítico que, si bien es comparti-
como estaba organizada en lo imaginario (los otros, el do como área de interés por los psiquiatras no constitu-
cuerpo, el mundo) (Clavreul, 1978). No debe olvidarse ye el marco referencial que orienta las intervenciones.
que este registro imaginario, tal como es presentado En tercer lugar, en cuanto al encuadre, el grupo funcio-
por Lacan, no se puede concebir si no es en relación na dos veces por mes y no se reúne “a la demanda”
con los otros dos registros, real y simbólico. frente a casos complejos o críticos, es decir que la con-
Lo que queremos subrayar es que la emergencia del su- tinuidad en el tiempo no depende de la necesidad. Las
jeto se juega siempre en un “entre dos”, en particular, si reuniones tienen una duración fija. Si bien el lugar de re-
hablamos de escena, no podemos decir que el sujeto se unión está dentro del servicio, se trata de la sala de re-
localiza en una escena sino que lo hace en relación a la unión, apartada de los lugares de la práctica cotidiana.
distinción entre escenas. Por lo tanto, en lo que con- En cuarto lugar, la temática de la discusión es libre. Se
cierne al sujeto, no se trata de colocarse de un lado o pueden evocar situaciones respecto a los pacientes,
del otro, sino en un “entre dos”. Todas las formulaciones programadas como presentaciones por parte de algún
de Lacan van en el sentido de que el sujeto es “interva- o algunos de los miembros del equipo, pero también el
lar” (Eidelsztein, 2001). funcionamiento del servicio o la relación con los cole-
gas de otras unidades. En todo caso, no se trata de una
Si nos concentramos en el modo de entrada en el Cen- reunión de síntesis o que tiene por objetivo la resolución
tro, al recibir la demanda, ya existe una evaluación pre- de una situación difícil en forma directa.
via de la situación. En todo caso, y éste es el carácter En quinto lugar, no hay “actas” de las reuniones para in-
general de las demandas, la situación del paciente es cluirlas, por ejemplo, en el dossier del paciente, lo que
señalada como inestable y debiendo ser acogido rápi- apunta a lo efímero de la palabra - que no implica en ab-
damente. Se está frente a un límite, una línea que se co- soluto que sus efectos sean efímeros - y a la perlabora-
rre el riesgo de atravesar, luego del cual puede venir la ción subsecuente.
catástrofe, el suicidio, la descompensación, la muerte,
la exclusión social, la violencia. En regla general la idea Proponemos entonces entender al grupo de reflexión clí-
de una situación catastrófica a evitar es la forma de pre- nica como la habilitación de la cuestión de la otra escena
sentación más frecuente en las demandas. funcionando en un espacio entre exterior e interior.
Si como dijimos, la urgencia implica el acercamiento a
A partir del grupo de reflexión clínica un límite que anticipa la desestabilización en el caso de
A partir de los desarrollos anteriores, nos planteamos la los pacientes derivados al Centro, aquí el límite vuelve a

Psicología Clínica y Psicopatología 99


plantearse pero de modo diferente a partir del encua- el teléfono es una especie de prolongación de la jefa. A
dre, de las reglas y del funcionamiento del grupo. En es- lo que ella acota que en efecto, debe poder estar siem-
te caso, la “amenaza” de atravesar el límite se hará pre- pre en contacto con el equipo. En seguida el psiquiatra
sente como algo desestabilizador para ciertas caracte- coordinador evoca su propia situación, respecto a su te-
rísticas fundamentales de “la realidad del Centro”: la léfono que olvida a menudo en distintas partes del ser-
disponibilidad ininterrumpida y la respuesta inmediata o vicio y que algunos de los miembros del equipo viene a
el hecho de que ocuparse de los pacientes implica estar traerle a un momento u otro, diciendo que quizás ese ol-
a su lado. Para aquellos que atraviesan la puerta para vido no sea tan fortuito. Trae como ejemplo una situa-
participar durante el tiempo de la reunión, las reglas son ción particular en que, estando en consulta con un pa-
otras. ciente, uno de los enfermeros abre la puerta intempes-
Tenemos entonces un primer desdoblamiento: la dupli- tivamente para darle el teléfono que había olvidado, co-
cación de la cuestión del límite en su condición de ines- mo si fuera una evidencia que el médico lo necesita.
tabilidad. A partir de este momento, en el grupo se discute la
Por otra parte, se tiene un espacio en que sólo cuenta cuestión de las respuestas telefónicas, y las preguntas
el intercambio verbal y en que el tiempo no está regula- que se esbozan son ¿en qué casos la respuesta a un
do por la prisa de la acción, en que la escucha es un llamado se justifica? ¿es siempre urgente?
factor esencial y por lo tanto el efecto de la palabra se- Las primeras respuestas coincidieron en que lo que de-
rá el de dar al tiempo su valor dinámico de anticipación bería predominar es el interés del paciente, una cues-
y retroacción. tión de respeto del tiempo reservado para su escucha.
Aparece aquí un segundo desdoblamiento: el pasaje de Sin embargo, la pregunta por la significación de la inte-
la acción a la reflexión y a la posibilidad del acto. rrupción fue poco a poco declinándose de otro modo,
Además, se introduce la condición de que hablar es diciendo que el hecho de interrumpir la sesión puede te-
siempre dirigirse a otro, y ese otro es alguien siempre ner diversas significaciones. Se evocó entonces que
diferente de quien creemos “captar” frente a nosotros. puede funcionar como ruptura pero también como pre-
Esto se manifiesta muchas veces como sorpresa frente sencia de un lazo con el exterior o como la operatividad
a los colegas que habíamos pensado conocer, o como de reglas, es decir que aún los médicos que están “obli-
la sorpresa ante la descripción diferente y hasta contra- gados” a responder por sus responsabilidades o tam-
dictoria de situaciones. bién como una presentificación de la continuidad tem-
Por otra parte, siendo el analista “extranjero al servicio”, poral, es decir que se “ausenta” el tiempo de la llamada
no sabe de qué se trata: hay que desarrollar aquello de para luego volver a estar con el paciente. En todo caso,
lo que se habla - el paciente, el funcionamiento del ser- lo que vino al lugar de las primeras respuestas fue una
vicio, el modo de actuar habitual de algún miembro del pregunta que no sólo debía buscar su respuesta en ca-
equipo o de alguno de los colegas externos que formu- da caso, sino que el sentido de la misma no podría ser
lan demandas. En el marco del grupo, la vacilación de dado más que retroactivamente.
las seguridades imaginarias será connotada como no Evidentemente, esto no fue garantía de la no interrup-
reductible pues la maniobra consistirá justamente en ción en reuniones posteriores, pues hubo llamados - al
no provocar el cierre para que el encuentro pueda pro- teléfono o a la puerta. Pero lo que pudo decirse es que
ducirse preservando el desencuentro estructural. ahora estas interrupciones abrían necesariamente un
Tenemos entonces un tercer desdoblamiento: entre el tiempo de suspensión ligado a una interrogación que
otro semejante de la comunicación y el Otro del lengua- aparecía entre el momento de la recepción y el momen-
je funcionando en una escena como incógnita y al mis- to de la respuesta.
mo tiempo como punto contingente de inclusión en el Tenemos pues aquí un funcionamiento diferente. Al
espacio-tiempo, un espacio-tiempo historizado 3. principio de la reunión se deja en suspenso la discusión
de un caso clínico, enseguida se deja en “espera” el te-
Para terminar, comentaremos brevemente una situa- léfono en la mesa, entonces aparece el tema de la res-
ción del grupo de reflexión, que implica la noción de ur- puesta y del intervalo. Justamente, no se trata de “inter-
gencia, y que tuvo una consecuencia inesperada en el pretar” estos elementos. Se trata de mantener abierto el
servicio. espacio para sostener la emergencia de la pregunta,
En la segunda reunión se había previsto abordar el ca- que viene a redoblarse por la ausencia de los llamados
so de un paciente que había producido una serie de di- telefónicos del exterior al grupo que es el interior del
ficultades y para el cual las propuestas de tratamiento y Centro. ¿Ha sido el azar que hizo que no haya urgen-
la evolución habían dejado un sentimiento de fracaso en cias durante esta hora y media? ¿Han sido las reglas di-
el equipo. Sin embargo, como uno de los presentadores ferentes de las del Centro establecidas para el funcio-
estaba ausente, se decidió postergar la discusión del namiento del grupo? ¿Ha sido la representación de
caso. quienes han quedado fuera?
A continuación y justo antes de tomar la palabra, de la
jefa de enfermeras deposita su teléfono de servicio so- El límite, como zona “extendida”, entre la escena del
bre la mesa, el analista pregunta entonces: ¿y este telé- grupo y la escena del Centro, redobla la cuestión del in-
fono, qué es? Los otros participantes ríen y señalan que tervalo estructural de la emergencia subjetiva con sus

100 Psicología Clínica y Psicopatología


diversas problemáticas: temporal de anticipación/retro- NOTAS
acción, topológica de interior/exterior, lingüística de co- 1 La Psiquiatría en Francia está sectorizada. El sector constituye
municación/palabra, relacional de semejante/Otro, on- la base del servicio público destinado al cuidado sanitario de la
tológica de realidad/fantasía. población y consiste en un área definida por las condiciones de-
mográficas. En cada región geográfica definida existen sectores
Es la apuesta de su dinámica, que a partir de las singu- para la psiquiatría de adultos, infanto-juvenil y de las prisiones
laridades en su modo de funcionamiento comience a regidos por el Código de Salud Pública.
desplegarse un recorrido que permita re-construir para
2 Esto evoca necesariamente el principio del placer y la cuestión
los pacientes, al menos en algunos casos, una pregun- del goce pero una explicación, aún somera, excedería la extensión
ta y no una respuesta, pasando de la gestión de la situa- de la comunicación.
ción de urgencia a la emergencia posible del sujeto. 3 Mantenemos aquí la distinción propuesta por Eidelsztein (Eidel-
sztein, 2001) entre el Otro (Autre) y el A (símbolo del término
Autre) introducido por Lacan entre sus matemas.

BIBLIOGRAFÍA
Clavreul, J. (1978). L’ordre médical. Paris:Seuil
Eidelsztein, A. (2001). Las estructuras clínicas a partir de Lacan.
Vol I. Buenos Aires: Letra Viva.
Freud, S. (1900).La interpretación de los sueños. En Obras com-
pletas Tomo IV. Buenos Aires/Madrid: Amorrortu(1979).
Freud, S. (1919). Lo ominoso. En Obras completas Tomo XVII.
Buenos Aires/Madrid: Amorrortu(1979).
Garmendia J. (2004) Urgencia psiquiátrica. Una perspectiva psi-
coanalítica. En Belaga G. (Comp.) La Urgencia Generalizada. La
práctica en el Hospital. Buenos Aires: Grama Ed.
Golfarini, M. (2007) El tiempo lógico de Lacan: algunos aportes a
la Teoría del Acontecimiento Didáctico a partir de su estudio me-
diante una semántica de mundos posibles. (http://www.edu.mec.
gub.uy/innovaportal/file/2786/1/Tiempo%20L%F3gico%20y%20
TAcDi.pdf)
Lacan, J. (1945). Le temps logique et l’assertion de certitude an-
ticipée.Un nouveau sophisme. En Ecrits (p. 197-213). Paris: Seuil,
1966.
Lacan, J. (1964-65). Séminaire : Problèmes cruciaux pour la ps-
ychanalyse. (Inédito)
Martin-Mattera, P. (2005). Théorie et clinique de la création. Pers-
pective psychanalytique. Paris: Anthropos.

Psicología Clínica y Psicopatología 101


LA CAUSA EFICIENTE
Gurevicz, Mónica Graciela; Muraro, Vanina
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
El presente trabajo interroga qué empuja a un paciente En el presente trabajo nos preguntamos acerca de qué
a dar ese primer paso que supone una consulta, en tér- empuja a un paciente a dar ese primer paso que supo-
minos freudianos, cuál es la causa eficiente que trae a ne una consulta, en términos freudianos, cuál es la cau-
los pacientes hasta el consultorio. Definiremos primero sa eficiente que empuja a un paciente a la consulta.
cuál es la categoría que estamos explorando y por qué Nuestro objetivo será establecer algunas relaciones en-
merece para nosotras que nos detengamos a interro- tre aquello que precipita la consulta, el desencadena-
garla. El objetivo será elaborar algunas hipótesis en tor- miento de la enfermedad y la aparición de los síntomas.
no a esa causa eficiente que da cuenta de una elección Realizaremos esta tarea con el apoyo de tres grupos di-
primera: consultar a un analista. Estableceremos algu- ferentes de materiales clínicos: en primer lugar, hare-
nas relaciones con el desencadenamiento de la enfer- mos referencia al historial del Hombre de las Ratas; en
medad y la aparición de los síntomas, categorías que segundo término, tomaremos como referencia el caso
podemos rastrear en Freud. Realizaremos esta tarea de “Fantasía inconsciente de embarazo de un hombre”
con el apoyo de diversos materiales clínicos: en primer de J. Eisler,-conocido como caso de “histeria masculi-
lugar, haremos referencia al historial del Hombre de las na”, citado por Lacan en El Seminario 3- y, finalmente,
Ratas; en segundo término, tomaremos como referen- exploraremos los decires referidos por un número con-
cia el caso de J. Eisler, de histeria masculina -citado por siderable pacientes atendidos en el Servicio de Adultos
Lacan en El Seminario 3- y, finalmente, exploraremos de Avellaneda a partir del material consignado en sus
los decires referidos por un número considerable pa- correspondientes historias clínicas.
cientes atendidos en el Servicio de Adultos de Avellane-
da -material consignado en sus correspondientes histo- El hombre de las Ratas y el ocasionamiento directo
rias clínicas-. El Hombre de las Ratas constituye un claro ejemplo de
una modalidad de consulta que encontramos muy fre-
Palabras clave cuentemente.
Consulta Desencadenamiento Elección Se trata de un paciente que relata que su malestar pre-
cede cuantiosamente al momento de la consulta, sin
ABSTRACT embargo, durante meses -quizás inclusive años- había
THE EFFICIENT CAUSE lidiado con este padecimiento.
This work discusses what drives a patient into making a En sus primeros encuentros le relata a Freud que hacía
first step: consulting. In Freudian terms, what is the effi- ya tiempo que se encontraba en un “estado miserable”.
cient cause that brings patients into the psychoanalyst’s El paciente, quien había leído Psicopatología de la vida
office. We shall first define the category we are explor- cotidiana, había identificando sin inconvenientes la
ing and why we think it deserves examination. Our goal ideación descrita en el texto con sus propios pensa-
is to elaborate some hypothesis around that efficient mientos obsesivos, él mismo relata que encontraba a
cause that hints at a first election: to consult an analyst. sus ideas obsesivas “martirizadoras”. Sin embargo esto
We will relate that election to the onset of the disease no constituye lo que el mismo paciente denominará su
and the emergence of symptoms; categories we can ocasión directa de acudir a Freud.
track down to Freudian work. Diverse clinic material will Antes de consultarlo había puesto en práctica más de
be used to support our work: first, we will refer to the Rat un recurso. Apelar a aquel amigo a quien tenía en tan
Man’s case; then a case of masculine hysteria by J. Ei- alta estima para dirigirle aquella pregunta tan enigmáti-
sler (cited by Lacan in his Seminar, book III); finally, we ca: “¿Me desprecias como criminal?”, para obtener una
will explore the words of a considerable number of pa- y otra vez de este doble imaginario la misma respuesta
tients treated at the Avellaneda’s Adults Service, as re- que hubiese podido propinarse solo. Asistir a una cura
corded in their clinic histories. de aguas y, sobre todo, trabar comercio sexual con una
muchacha -la que se verifica como su mejor intento de
Key words curación y logra suspender la sintomatología mientras
Consultation Disease Election esos encuentros se mantienen-. Realizar diversas ma-
niobras en las que se pone en juego su capacidad de
“aguantar bastante” tal como él mismo lo describe o
bien, en términos de Lacan, se había abocado a la dia-
léctica propia del deseo obsesivo de habitar entre el tra-
bajo y las vacaciones2 , logrando siempre malograr las
segundas.

102 Psicología Clínica y Psicopatología


En el historial minuciosamente escrito, Freud ubica el Los síntomas se vuelven más agudos, llegando incluso
desarrollo de la neurosis infantil así como la posterior a la pérdida de conciencia en más de una oportunidad
latencia y posteriormente, logra aislar el motivo de con- y, finalmente se piensa en un cuadro de histeria traumá-
tracción de la enfermedad adulta que está íntimamente tica y en esas circunstancias, recién dos años y medio
relacionado con la imperiosa necesidad de elegir: más tarde, es derivado a Eisler.
“Y a ese conflicto, que en verdad lo era entre su amor y Situamos entonces los tres momentos que pueden dife-
el continuado efecto de la voluntad de su padre, lo solu- renciarse con claridad en el material clínico: el primer
cionó enfermando; mejor dicho: enfermando se sustrajo suceso es el accidente a causa del cual es internado y
de la tarea de solucionarlo en la realidad objetiva”.3 dado de alta tres semanas más tarde, aparentemente
curado. Algunas semanas después aparecen los dolo-
Como señala Adriana Rubistein en su texto “Condicio- res acompañados de un carácter obstinado y de la in-
nes del desencadenamiento en las neurosis” retoman- sistencia en que le realicen nuevos estudios y recién
do el espíritu freudiano de “Sobre los tipos de contrac- dos años y medio después comienza la cura psicoana-
ción de neurosis”: lítica.
“...en su respuesta el neurótico elude confrontarse con El mismo Lacan, advierte en dicho seminario que:
la pérdida, recurriendo a los caminos facilitados por la “El desencadenamiento de la neurosis en su aspecto
fijación y la repetición”. sintomático, aspecto que hizo necesaria la intervención
de un analista, supone sin duda un trauma, el cual debió
Observamos entonces que la neurosis adulta se había despertar algo”4 .
desencadenado con considerable anterioridad a la con- Sin embargo ese evento traumático nuevamente reviste
sulta, sin embargo aquello que actúa como causa efi- el caracter de nimiendad, tal es así que podría inclusive
ciente es un encuentro en apariencia nimio, con un tex- pasar desapercibido a un oído poco advertido. Lacan
to que articula una serie de significantes privilegiados señala que Eisler:
con una zona erógena. Así: la deuda de juego, las ratas, “A medida que se va presentando el material se ob-
el castigo y el elemento militar entran en contacto con serva que lo decisivo en la descompensación de la
ese erotismo tempranamente estimulado en este sujeto. neurosis no fue el accidente, sino los exámenes ra-
Será entonces, a partir de ello que todos estos ardides diológicos”. 5
se demuestran inútiles y el paciente acude a Freud en
un estado de desesperación. Eisler describe los ataques que sufre el paciente sema-
Se trata del encuentro con el Capitán cruel, éste es, an- nas después del accidente diciendo que éste quedaba
tes que nada, el encuentro con un relato, relato que des- absolutamente agotado requiriendo reposo debido a que
cribe una tortura y en los significantes que lo componen “era como si un objeto sólido estaba tratando de salir”.
articula los S1 propios de la constelación de su mito in- El historial nos brinda la clave de qué se actualiza a par-
dividual con un goce anal tornando lo que hasta ese tir de los estudios y brinda cuantiosos datos en torno a
momento soportó en insoportable. la historia de este sujeto que se había mostrado muy in-
teresado durante su infancia por los frecuentes embara-
El detalle del trauma en el caso de histeria masculina zos y partos de su madre. También describe minuciosa-
Otra referencia muy útil a la hora de pensar estas catego- mente su teoría infantil que daba a los niños la misma
rías es la que encontramos a partir de la lectura del caso proveniencia que las heces, a la cual el analista da el
de histeria masculina que Lacan trabaja en la clase XII, nombre de “complejo de semillas”. Una de sus ocupa-
“La pregunta histérica”, del El Seminario 3. Se trata de un ciones favoritas consistía en examinar sus propias he-
paciente que había sido atendido por Joseph Esiler, -La- ces para ver si los carozos de fruta podían ser incorpo-
can lo cita como Hasler, pero se trata de una incorrec- rados en ellas y podían aún germinar.
ción- analista de la escuela de Budapest. De allí lo que el analista -así como Lacan en su relectu-
En esta ocasión lo que nos interesa del caso es el traba- ra- no dudarán en relacionar con la fantasía de embara-
jo minucioso que realizan, tanto Eisler como Lacan, para zo que se pondrá en juego en los ataques posteriores a
situar las coordenadas que precipitan la enfermedad. los estudios médicos.
Hay en la vida de este joven conductor de tranvías un Finalmente en torno a aquello que oficia como desenca-
evento que no pasa desapercibido para nadie, se trata de denante Lacan en su Seminario De un Otro al otro, co-
un accidente que se produce cuando bajaba de su vehí- incide con Freud al señalar que lo que se pone en juego
culo. Posteriormente a ello debe ser estudiado minucio- es una elección:
samente para descartar alguna lesión física; así se pro- “Si tomamos las cosas en el nivel del viraje decisivo que
cede. El detalle narra que se le realizan numerosas ra- constituye biográficamente el momento de la eclosión
diografías y se descarta cualquier inconveniente. Eisler de la neurosis vemos que se ofrece una elección, y lo
nos dice que el propio paciente se había vuelto muy insis- que hace de una manera tanto más apremiante cuanto
tente al respecto, forzando a los médicos a realizarle que ella misma determina este viraje”6.
más estudios ya que unas tres semanas después del ac-
cidente le sobrevinieron dolores a la altura de la primera Historias Clínicas o casos de Avellaneda
costilla que adjudicaba a una causa orgánica. Son numerosas las veces que durante los primeros en-

Psicología Clínica y Psicopatología 103


cuentros en el Servicio de Atención de Adultos, los pa- veía”, etcétera.
cientes relatan que hace ya tiempo que saben que de- En ambos casos la división se pone en evidencia para
berían realizar una consulta y sin embargo se “han de- el sujeto, en el grupo a toma un papel destacable la ten-
jado estar”. Dicen que han querido arreglárselas solos sión entre el síntoma y el “ya no más” y en el grupo b en-
con ese malestar o simplemente han postergado esa tre esa realidad previa al suceso y la realidad actual.
decisión. Finalmente, alguna circunstancia, más o me-
nos precisa, empuja a la consulta y ese tiempo de dila- Conclusiones
ción se verifica concluido. Luego de este breve recorrido por tres conjuntos de ma-
En otros casos, menos frecuentes, la idea de recurrir a teriales diversos nos interesa destacar algunos puntos
un analista adviene intempestivamente y la consulta no conclusivos.
se hace esperar. También en este grupo de pacientes Concluimos en principio que estos diferentes momen-
hay un suceso que provoca la demanda de atención pe- tos en los que nos hemos detenido -desencadenamien-
ro éste no parece ponerse en serie con acontecimientos to de la enfermedad, ocasión de la consulta- comportan
anteriores, tiene más bien un carácter sorpresivo para una relación estrecha entre sí: la coyuntura desencade-
el propio sujeto. nante de la enfermedad enfrenta al sujeto con una elec-
Luego de preguntar por el motivo de consulta es habi- ción. De allí la importancia de orientarnos a partir de los
tual que los analistas dirijamos una nueva pregunta a modos de presentación de un sujeto y del especial valor
nuestros pacientes: ¿por qué ahora? que toman para nosotros las primeras entrevistas.
Esa pregunta no es ingenua, responde a que estamos Lo real que es huella y camino, determina que el “acci-
advertidos de que las causas que los pacientes esgri- dente” de la neurosis devenga en determinadas forma-
men para acudir a un analista tienen en muchas ocasio- ciones de síntomas con zonas prefijadas en edades
nes mucho tiempo de vigencia. La pegunta se orienta a tempranas para la satisfacción. Ese “accidente” reac-
rastrear algo más que el padecimiento, intenta cernir al- tualiza las huellas de satisfacciones pasadas nunca del
gún suceso preciso que, evidentemente, empuja al cru- todo renunciadas por el sujeto, las reedita.
ce de un umbral, opera de causa eficiente poniendo fin Por otra parte, la llamada causa eficiente atenta contra
a la etapa anterior. la solución neurótica que hasta ese momento el sujeto
Ante el relato de los sucesos que determinan la consul- ponía en práctica, solución a veces, sintomática o sim-
ta, en principio difíciles de unificar, de sistematizar en plemente de refugio en el fantasma que fracasa y el su-
categorías nos vemos tentados a responder con el clá- jeto es conminado a buscar una solución nueva.
sico “se trata del caso por caso”, respuesta que nos im- Por último nos interesa destacar el carácter en aparien-
pide trazar algún saber elaborable a partir de la casuís- cia nimio que puede tener el suceso que desencadena
tica. La lectura de un número considerable de historias los síntomas y cómo puede quedar disimulado por un
clínicas correspondientes al Servicio de Adultos de hecho más llamativo y, aparentemente, de mayor inci-
Avellaneda nos ha permitido verificar dos series bien di- dencia traumática. Esta concepción de lo traumático di-
ferenciables de causas eficientes: fiere radicalmente de la concepción del discurso impe-
a) El primer grupo corresponde a aquellos pacientes rante en torno al trauma, que liga este concepto al de
que relatan un suceso que torna intolerable una situa- catástrofe, ubicando un traumático universalizable y
ción que ya se verificaba difícil. Aparece un punto de plausible de ubicar de antemano. Nos permite afirmar
“basta”, algo deviene insoportable a partir de un nuevo que lo traumático reviste ese carácter para un sujeto en
elemento que corresponde a una vieja serie. Aparente- particular porque se articula a una determinada conste-
mente este nuevo suceso, en algunas ocasiones nimio, lación significante y no por el hecho en sí.
produce una reacción de revuelta en el sujeto que se di-
rige al analista en busca de ayuda o alivio. Esta es la
demanda más preponderante en estos casos acompa-
ñada muchas veces por cierto afecto de alarma ante la
propia patología.
Algunos decires paradigmáticos que acompañan a este
tipo de presentación son “Hace dos meses explotó to-
do”, “Vengo porque no da para más”, “Estallé”, etcétera.
b) En este segundo grupo listamos los pacientes que
por oposición al grupo a se encontraban aparentemen-
te en un momento ideal hasta la aparición súbita de un
suceso que despierta el malestar y la caída de ese pre-
sunto paraíso. Lo que era un paraíso es ahora un infier-
no, el paraíso se ha perdido para siempre, hay un afec-
to de despertar a esa realidad anterior.
Algunos decires que acompañan a este tipo de presen-
tación que recogimos en las historias clínicas son: “Y yo
dónde estaba cuando pasaba x”, “Fui un boludo”, “No

104 Psicología Clínica y Psicopatología


CITAS
1 Este trabajo se inscribe dentro del Proyecto de UBACyT P039,
2008-2010, “Momentos electivos en el tratamiento psicoanalítico
de las neurosis - En el Servicio de Clínica de Adultos de la Facul-
tad de Psicología”. Director Dr. Gabriel Lombardi.
2 Lacan, J, El Seminario 5. Las Formaciones del Inconsciente.
Clase XXIII “El obsesivo y su deseo”. Editorial Paidós, Buenos
Aires, 1999.
3 Freud, S., “A propósito de un caso de neurosis obsesiva”. En
Obras Completas, Vol. X, p. 156, Editorial Amorrortu, Buenos
Aires, 1992.
4 Lacan, J., El Seminario 3. Las Psicosis, Editorial Paidós, Buenos
Aires, 1984. Pp. 241-2. El subrayado es nuestro.
5 Lacan, J. El Seminario 3. Las Psicosis, Editorial Paidós, Buenos
Aires 1984, P. 242
6 Lacan, J. El Seminario 16. De un Otro al otro, Editorial Paidós,
Buenos Aires 2008, P. 303

BIBLIOGRAFÍA
Eisler, J., “Fantasía inconsciente de embarazo de un hombre”,
pipl.com/directory/name/Eisler/Joseph
Freud, S., “Sobre los tipos de contracción de neurosis”. En Obras
Completas, Editorial Amorrortu, Vol. XII, Buenos Aires, 1992.
Freud, S.,”Sobre dinámica de la transferencia”. En Obras Com-
pletas, Editorial Amorrortu, Vol. XII, Buenos Aires, 1992.
Freud, S.,”A propósito de un caso de neurosis obsesiva”. En Obras
Completas, Editorial Amorrortu, Vol. X, Buenos Aires, 1992.
Lacan, J., El Seminario 3. Las Psicosis, Clase XII “La pregunta
histérica”, Paidós, Buenos Aires, 1984.
Lacan, J., El Seminario 5. Las Formaciones del Inconsciente,
Clase XXIII “El obsesivo y su deseo”, Paidós, Buenos Aires, 1999.
Lacan, J., El Seminario 16. Clase XXI “Aporías respuestas”, Paidós,
Buenos Aires, 2008.
Lombardi, G., Proyecto de UBACyT P039, 2008-2010, “Momentos
electivos en el tratamiento psicoanalítico de las neurosis - En el
Servicio de Clínica de Adultos de la Facultad de Psicología”.
Rubistein, A. “Condiciones para el desencadenamiento de las
neurosis” en www.icdeba.org.ar.

Psicología Clínica y Psicopatología 105


TRATAMIENTO COMBINADO EN EL TRASTORNO OBSESIVO
COMPULSIVO: UNA REVISIÓN DE ESTUDIOS RECIENTES
Hornes, Alan; Etenberg, Mariano; Martini, Sabrina; D’Alessandro, Fabián; Garay, Cristian Javier
UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
Los tratamientos combinados son una práctica habitual En los últimos años se ha indagado, en el ámbito local,
en salud mental. Los profesionales parecerían utilizar la utilización de Tratamientos Combinados (TC) por par-
esta modalidad de tratamiento aún sin tener en cuenta te de profesionales en Salud Mental, tanto psicólogos
los estudios controlados que indican cuándo y cómo como psiquiatras de diferentes modelos teóricos y años
aplicarlos. La monoterapia farmacológica y psicológica de experiencia (Garay, Fabrissin, & Etchevers, 2008; Li-
del trastorno obsesivo compulsivo cuenta con evidencia povetzky, 2008; Lipovetzky & Agrest, 2008; Fabrissin &
y se halla bien establecida. En la práctica clínica se sue- Garay, 2003).
le utilizar el tratamiento combinado de medicación y psi- Aunque suele utilizarse de manera amplia el término TC
coterapia a pesar de que la evidencia sobre esta moda- para designar la combinación de cualquier tipo de trata-
lidad de tratamiento no es concluyente. En los últimos miento, usaremos el término restrictivamente al conjun-
cinco años se han realizado esfuerzos en el estudio de to de psicoterapia y medicación psicofarmacológica ya
la eficacia del tratamiento combinado del trastorno ob- sean administrados de manera simultánea, alternada o
sesivo compulsivo. Este artículo reseña esos estudios y secuencial, ofrecidas por un sólo profesional o por dos
discute sus resultados. profesionales (Segal, Vincent, & Levitt, 2002).
En los resultados de uno de los estudios mencionados
Palabras clave sobre el uso de TC (Garay et al., 2008) realizado en ba-
Tratamiento combinado TOC Evidencia se a 260 profesionales del área metropolitana, se des-
taca que la implementación de TC varía según profe-
ABSTRACT sión, siendo los médicos psiquiatras quienes más utili-
COMBINED TREATMENT IN OBSESSIVE-COMPULSIVE zan esta modalidad de tratamiento. Igualmente hallaron
DISORDER: A REVIEW OF RECENT STUDIES diferencias en los criterios que utilizan dichos profesio-
Combined treatments are frecuently used in mental nales para indicar TC: para la mayoría de los psicólogos
health. Professionals seem to use this treatment modal- la “gravedad” y “severidad” fueron señalados mientras
ity even without considering controlled trials that indi- que para los médicos el criterio determinante fue la “pa-
cate when and how they should be applied. Pharmaco- tología”. Otro dato interesante que se desprende de di-
logical and psychological monotherapy for Obsessive- cho estudio es que la mayoría de los profesionales in-
Compulsive Disorder counts with enough evidence and cluidos en la muestra dijo haber obtenido los criterios
is well established. In clinical practice, combined treat- para indicar TC en contextos informales (práctica clíni-
ment of medication and psychotherapy is frecuently ca e intercambio con otros profesionales). Tanto de los
used, even though evidence about this treatment mo- resultados de este estudio, como en otros (Angst, 2004),
dality is not conclusive. Over the past five years effort sobresale la idea de que los profesionales de la salud
has been made in order to determine combined treat- mental parecieran apoyarse en criterios intuitivos y he-
ment’s efficacy for obssesive compulsive disorder. This terogéneos a la hora de utilizar TC.
article reviews these studies and discusses their results. Sin embargo, en la actualidad existen consensos inter-
nacionales, apoyados en investigaciones rigurosas,
Key words respecto del TC según el trastorno, el momento y la for-
Combined treatment OCD Evidence ma de aplicación (Garay, Fabrissin, Korman, & Etche-
vers, 2011; Garay, Fabrissin, Korman, & Etchevers,
2010; Wisniewski, et al., 2007). El acceso a estos últi-
mos avances puede resultar dificultoso por múltiples ra-
zones, como ser el vasto volumen existente de publica-
ciones científicas y el ritmo acelerado con el que se pro-
ducen y difunden los nuevos conocimientos sobre las
diferentes patologías y sus modos de tratamiento. Ac-
tualmente, la divulgación de la información, facilitada en
gran medida por el uso de Internet, pone a disposición
del profesional una cantidad de bibliografía que puede
resultar excesiva e inabarcable (Garay, Hornes, Eten-
berg, D´Alessandro, & Martini, 2010; Garay & Korman,

106 Psicología Clínica y Psicopatología


2008). Para ello se elaboran Guías Clínicas que son “re- Resultados
comendaciones basadas en la mejor evidencia disponi- Se hallaron dos estudios controlados, dos estudios
ble, para asistencia de la población por parte de los pro- abiertos y 1 estudio que intentó aislar los predictores de
fesionales de salud” (NICE, 2005). Sin embargo, datos respuesta al TC.
obtenidos de un estudio (Garay et al. 2010) realizado a
173 profesionales del área metropolitana, muestran que ESTUDIO POBLACION N TRATAMIENTOS RESULTADOS
el 81, 7 % de los profesionales incluidos no conoce ta- March et TOC + tics 112 1- FT (sertralina) TC/TCC/FT>PL
al. 2007 (niños) 2- TCC TC>TCC
les guías, y que de aquellos que afirman conocerlas 3- TC simultáneo TCC>FT
(25%), el 95% las confunde con manuales de tratamien- 4- PL
to y escalas de evaluación. Finalmente, no debe pasar Maina et TOC + 57 1- TC simultáneo TC = FT
al. 2010 depresión (FT+TDB)
inadvertido tampoco que la proporción de investigacio-
mayor 2- FT
nes en TC en contraste con los estudios comparativos Prasko et TOC (resisten- 47 1- TC simultáneo Reducción 35%
en monoterapia (sea cual sea su modalidad) es sustan- al. 2009 tes a la (FT+TCC) en Y-BOCS
cialmente menor, aunque en los últimos tiempos se ha medicación)
Storch et TOC (niños y 30 1- TC secuencial 80% de los
intentado revertir esto (Thase & Jindal, 2004). Dicha al. 2010 adolescentes) (FT+TCCBF) participantes
desproporción puede deberse a que los estudios sobre mejoraron en
TC son ampliamente más costos. Esta situación es más postratamiento

patente aún en el caso de los trastornos de ansiedad, TC = Tratamiento Combinado. TCC = Terapia Cognitivo-Conduc-
grupo de trastornos que, en comparación con los tras- tual. TCCBF = Terapia Cognitivo-Conductual Basada en la Fami-
tornos del estado de ánimo, han sido escasamente in- lia. FT= Farmacoterapia. TDB: Terapia Dinámica Breve. PL= Pla-
cluidos en diseños que combinen medicación y psicote- cebo. Y-BOCS = Yale-Brown Obssesive-Compulsive Scale.
rapia (Garay et al., 2011; Bandelow, Seidler-Brandler,
Becker, Wedekind, & Rüther, 2007). Dentro de los tras- March et al. (2007) compararon terapia cognitivo-con-
tornos de ansiedad, nos centraremos en los estudios de ductual, sertralina y su combinación en niños con TOC
resultados que evaluaron la eficacia del TC para el Tras- y tics, lo cual es bastante frecuente en la población clí-
torno Obsesivo-Compulsivo (TOC). nica pediátrica. El estudio dividió a 112 pacientes infan-
El TOC es un trastorno caracterizado por la recurrencia to-juveniles (7 a 17 años) en cuatro grupos (28 por gru-
de obsesiones y compulsiones, las cuales consumen po): sertralina sola, terapia cognitivo-conductual, TC y
una importante cantidad de tiempo y se asocian con un placebo. El TC se mostró superior a la farmacoterapia
malestar clínicamente significativo (APA, 1995). En la sola y también a la terapia cognitivo-conductual. La mo-
población mundial, este trastorno muestra una preva- noterapia psicológica se mostró superior al placebo pe-
lencia global que oscila entre 1 y 3% (APA, 1995). Si se ro no así la farmacoterapia.
consideran los trastornos que forman parte del espectro Maina, Rosso, Rigardetto, Chiado Piat y Bogetto (2010)
obsesivo-compulsivo y los síntomas obsesivo-compul- estudiaron la eficacia de la Terapia Dinámica Breve
sivos, se llega hasta el 3.9% (Angst et al., 2004). La mo- (TDB) combinada con farmacoterapia, en comparación
noterapia del TOC, ya sea psicológica o farmacológica, con la farmacoterapia sola en el tratamiento de pacien-
se ha mostrado superior al placebo en una considerable tes adultos con diagnóstico de TOC en comorbilidad
cantidad de estudios (NICE, 2005). con depresión mayor, algo también frecuente en la po-
El presente trabajo forma parte de un extensa revisión blación clínica. Fue un estudio aleatorizado de 12 me-
de la literatura referida a los TC en salud mental realiza- ses que comparó dos grupos: 30 pacientes recibieron
da con el objetivo de difundir en nuestro medio los crite- monoterapia farmacológica con un Inhibidor Selectivo
rios consensuados existentes en el tratamiento de los de la Recaptación de Serotonina (ISRS), y 27 pacientes
diferentes trastornos mentales (Garay et al., 2011; Ga- recibieron TC. No se hallaron diferencias entre los dos
ray et al., 2010). grupos en la sintomatología obsesivo-compulsiva y de-
presiva.
Metodología Por su parte, Prasko et al. (2009) realizaron un estudio
La revisión bibliográfica se realizó en las bases de datos abierto con 47 pacientes con TOC sin respuesta signifi-
de MEDLINE y EBSCO. Las palabras clave utilizadas cativa al tratamiento farmacológico. Durante el estudio
fueron: “obsessive-compulsive disorder”, “combined la medicación se mantuvo constante y se les agregó te-
treatment”, “pharmacological treatment”, “psychothera- rapia cognitivo-conductual. Luego de 5 semanas de tra-
py”, “obsessions”, “compulsions”. tamiento se observaron mejorías significativas. Hacia el
Se incluyeron los estudios de resultados publicados final del tratamiento 40.4% de los pacientes alcanzaron
desde el año 2007 hasta el presente, realizados con po- la remisión. Además, los autores indagaron los factores
blación adulta e infanto-juvenil. que incrementaban las probabilidades de obtener resul-
Se excluyeron los estudios anteriores al año 2007 por tados satisfactorios. Los predictores de buen pronóstico
haberse contemplado en nuestra revisión anterior (Ga- fueron un puntaje inferior a 22 en la Y-BOCS, buena ca-
ray et al., 2011). pacidad de insight, mayor resistencia a los síntomas,
menor nivel de disociación y obsesiones de contenido
agresivo.
Storch et al. (2010) reportan un estudio abierto sobre te-

Psicología Clínica y Psicopatología 107


rapia cognitivo conductual basada en la familia (TC- con comorbilidad, la terapia farmacológica aplicada co-
CBF) en niños y adolescentes con TOC. Fueron selec- mo monoterapia no sería recomendada.
cionados 30 jóvenes (7-19 años) que no respondieron o Finalmente, no podemos dejar de señalar la carencia de
respondieron en forma parcial a dos o más esquemas estudios de seguimiento a largo plazo de los resultados
farmacológicos. Los pacientes recibieron 14 sesiones del TC, los cuales serían de interés considerando el su-
de TCCBF intensivo. El 80% de los participantes mejo- puesto de que los resultados podrían ser más durade-
raron en el pos-tratamiento y en el seguimiento, y la se- ros en esta patología, que tiende a la cronicidad. De es-
veridad de los síntomas se redujo en un 54%. A más del te modo podría iniciarse un TC desde el comienzo y no
50% de los sujetos se los consideró en remisión en el solamente en formato secuencial, como ha sido estu-
pos-tratamiento (56.6%) y en el seguimiento (53.3%). diado en gran parte de las investigaciones reseñadas.
Además, se observaron reducciones significativas en el Concluimos esperando que las futuras investigaciones
deterioro relacionado al TOC, síntomas depresivos y contribuyan a esclarecer estos interrogantes clínicos,
problemas conductuales. poniendo siempre el énfasis en que el foco debe estar
Finalmente, Maher et al. (2010) estudiaron los factores en el alivio del malestar y la disminución de las limitacio-
que podrían moderar o predecir la respuesta a la agre- nes que conlleva este trastorno.
gación de terapia psicológica sobre pacientes que ya
estaban siendo medicados con IRSS, para identificar
las variables asociadas a una baja respuesta al trata-
miento. El estudio incluyó 108 pacientes tratados con
TC simultáneo (entrenamiento en manejo del estrés e
ISRS). La severidad y el género resultaron moduladores
significativos del resultado. Asimismo, la mayor comor-
bilidad, número de fármacos ISRS recibidos previamen-
te y la baja calidad de vida también resultaron importan-
tes predictores.

Discusión
Las revisiones y meta-análisis existentes sugieren que
la evidencia a favor del TC del TOC es controversial y
no concluyente (Bandelow et al., 2007; Black, 2006; van
Balkom et al., 1994). En esta revisión, al igual que en
nuestra revisión previa sobre TC de los trastornos de
ansiedad (Garay et al., 2011), pudimos observar que en
el caso del TOC, la evidencia es algo escasa. Podemos
destacar la existencia de trabajos que intentan aislar
predictores de respuesta al TC (Maina et al, 2010; Ma-
her et al., 2010). Estos trabajos aportan datos en una
importante dirección clínica, dado que permiten diferen-
ciar a los subtipos de pacientes que se beneficiarán de
una u otra intervención. En este sentido, el estudio de
Maher et al. (2010) es el primero, controlado y aleatori-
zado, que examina los moderadores y predictores del
agregado de TCC sobre la farmacoterapia. Por otra par-
te, dado que ningún tratamiento es eficaz para todos los
pacientes, es importante esta línea de investigación pa-
ra detectar aquellos pacientes que se beneficiarán con
una psicoterapia, una farmacoterapia o un TC.
Otro aspecto importante que podemos destacar de la
presente revisión es que el formato de combinación de
medicación y psicoterapia más utilizado es el de combi-
nación secuencial. En este sentido, contamos con evi-
dencia a favor de la aplicación de la terapia cognitivo-
conductual en pacientes que no han respondido a la
medicación.
Uno de los estudios que pudimos detectar en esta revi-
sión apoya la aplicación del TC en población pediátrica
(March et al., 2007). Este estudio sugiere que, en niños
y adolescentes, el abordaje debería comenzar por el
TC. Este estudio concluye que en población pediátrica

108 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA Kudrnovská H., Latalova K., Vyskocilová J. (2009). Predicting the
therapeutic response to cognitive behavioural therapy in patients
Angst, J., Gamma, A., Endrass, J., Goodwin, R., Ajdacic, V., Eich, with pharmacoresistant obsessive-compulsive disorder. Neuroen-
D., et al. (2004). Obsessive-compulsive severity spectrum in the docrinology Letters, 30(5), 615-623.
community: prevalence, comorbidity and course. European Archi-
ves of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 254(3), 156-64. Podea D., Suciu R., Suciu C., & Adrelean, M. (2009). An update
on the cognitive behavior therapy of obsessive compulsive disor-
American Psychiatric Association (1995): Manual diagnóstico y der in adults. Journal of Cognitive and Behavioral Psychotherapies,
estadístico de los trastornos mentales (4a edición). Barcelona, 9(2), 221-233.
Masson.
Segal, Z., Vincent, P., Levitt, A. (2002). Efficacy of combined,
Bandelow, B., Seidler-Brandler, U., Becker, A., Wedekind. D., sequential and crossover psychotherapy and pharmacotherapy in
Rüther, E. (2007). Meta-analysis of randomized controlled com- improving outcomes in depression. Journal of Psychiatry Neuros-
parisons of psychopharmacological and psychological treatments cience, 27(4), 281-290.
for anxiety disorders. World Journal of Biological Psychiatry, 8(3),
175-87. Storch E., Lehmkuhl H., Ricketts E., Geffken G., Marien W., Mur-
phy T. (2010). An open trial of intensive family based cognitive-
Black, D. (2006). Efficacy of Combined Pharmacotherapy and behavioral therapy in youth with obsessive-compulsive disorder
Psychotherapy Versus Monotherapy in the Treatment of Anxiety who are medication partial responders or nonresponders. Journal
Disorders. CNS Spectrums, 11:10 (Suppl. 12), 29-33. of Clinical Child and Adolescent Psychology, 39(2), 260-268
Fabrissin, J., & Garay, C. (2003). Tratamientos de la depresión Thase, M., Jindal, R. (2004). Combining psychotherapy and psy-
con apoyo empírico y su posible combinación. Revista Argentina chopharmacology for treatment of mental disorders. En Lambert,
de Clínica Psicológica, 12 (1), 33-55. M. (ed.): Bergin and Garfield’s handbook of psychotherapy and
Garay, C., Fabrissin, J., & Etchevers, M. (2008). Combinación de behavior change, 5th edition, pp. 743-766. New York: Wiley.
tratamientos en salud mental. La perspectiva de profesionales en Van Balkom, A. J. L., van Oppen, P., Vermeulen, A. W. A., van
formación en la Ciudad de Buenos Aires. Memorias de las XV Dyck, R., Nanta, M. C. E. & Vorst, H. C. M. (1994). A meta-analy-
Jornadas de Investigación, tomo I, 40-41. Facultad de Psicología, sis on the treatment of obsessive compulsive disorder: A compa-
Universidad de Buenos Aires. rison of antidepressants, behavior and cognitive therapy. Clinical
Garay, C., Fabrissin, J., Korman, G., & Etchevers, M. (2010). Psychology Review, 14, 359-381.
Combinación de tratamientos y complementariedad terapéutica Wisniewski, S., Fava, M., Trivedi, M., Thase, M., Warden, D.,
en el abordaje de los trastornos depresivos. Anuario de Investi- Niederehe, G. et al. (2007). Acceptability of second-step treatments
gaciones de la Facultad de Psicología, XVII(1), 41-48. to depressed outpatients: a STAR*D report. American Journal of
Garay, C., Fabrissin, J., Korman, G., & Etchevers, M. (2011). Com- Psychiatry, 164(5), 753-60.
binación de tratamientos en el abordaje de los trastornos de an-
siedad. Investigaciones en Psicología, 18(1).
Garay, C., Hornes, A., Etenberg M., D´Alessandro, F., & Martini,
S. (2010). Guías clínicas en salud mental: conocimiento, valoración
y uso en el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires.
Memorias del II Congreso Internacional de Investigación y Prác-
tica Profesional en Psicología, XVII Jornadas de Investigación y
VI Encuentro de Investigadores del MERCOSUR, tomo I, 60-62.
Garay, C., & Korman, G. (2008). Guías clínicas en salud mental:
la situación en Argentina. Vertex. Revista Argentina de Psiquiatría,
19 (77): 491-495.
Lipovetzky, G., & Agrest, M. (2008). Características del trabajo
compartido entre psiquiatras y psicoterapeutas en el área metro-
politana de la ciudad de Buenos Aires, Vertex. Revista Argentina
de Psiquiatría, 19, 85-94.
Maher M., Huppert J., Chen H., Duan N., Foa E., Liebowitz M., et
al. (2010). Moderators and predictors of response to cognitive-
behavioral therapy augmentation of pharmacotherapy in obsessi-
ve-compulsive disorder. Psychological Medicine, 40(12), 2013-
2023.
Maina G., Rosso G., Rigardetto S., Chiadò Piat S., & Bogetto F.
(2010). No effect of adding brief dynamic therapy to pharmacothe-
rapy in the treatment of obsessive-compulsive disorder with
concurrent major depression. Psychotherapy and Psychosomatics,
79(5), 295-302.
March, J., Franklin, M., Leonard, H., Garcia, A., Moore, P., Free-
man, J., et al.
(2007). Tics moderate treatment outcome with sertraline but not
cognitive-behavior therapy in pediatric obsessive-compulsive di-
sorder. Biological Psychiatry, 61(3), 344-347.
National Institute for Health and Clinical Excellence (2005). Ob-
sessive-compulsive disorder: core interventions in the treatment
of obsessive-compulsive disorder and body dysmorphic disorder.
Clinical Guideline 31. Disponible en: www.nice.org.uk
Prasko J., Raszka M., Adamcova K., Grambal A., Koprivova J.,

Psicología Clínica y Psicopatología 109


HISTORIAS DE VERDADES TESTIMONIALES.
PERSONAJES DE FICCIÓN
Insua, María Ida
Facultad de Psicología.Universidad Nacional de La Plata. Argentina

RESUMEN ing a better theoretical-clinical approximation to the


Se sitúa este trabajo en el marco del Proyecto de Tesis studies about the traumatic and psychopathological
Doctoral, “Recuperación de las huellas psíquicas de los consequences of the children abductions occurred dur-
niños-adolescentes (hoy jóvenes) apropiados durante ing the military dictatorship. It can be considered from
la dictadura militar argentina de los años 1976-1983” 1976 as an actual problematic, therefore requires new
Facultad de Psicología de la UNLP Se presentará un inquiries and responses from psychology.
avance sobre “Los efectos del Terrorismo de Estado en
la psique de los jóvenes apropiados”. Para tal fin en pri- Key words
mer lugar, se desarrollarán aspectos teórico-clínicos Psyche Youth Appropriation Psychoanalysis
desde el Psicoanálisis sobre la “Organización de la psi-
que”. Se trabajarán desde la teoría de Piera Aulagnier:
el “Proceso Originario”, el “Proceso Primario”, el “Pro-
ceso Secundario” y también conceptos como “Violen- HISTORIAS DE VERDADES TESTIMONIALES
cia Secundaria”. Desde Freud: propuestas acerca de la Personajes de ficción
génesis del “Yo” (desarrolladas en “Esquema del Psi- El presente trabajo se realiza para ser presentado en el III
coanálisis”). En segundo lugar, se incluirá un material Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profe-
literario “Ficcional” publicado en el libro “Deber de me- sional de Psicología, XVIII Jornadas de Investigación.
moria” (grama ediciones, 2005) A través de estos abor-
dajes se intentarán nuevas articulaciones capaces de INTRODUCCIÓN
proporcionar una mayor aproximación teórico-clínica a Se continúa con la investigación acerca de la relación
los estudios sobre las consecuencias traumáticas y entre psique y contexto socio - histórico, y en particular
psicopatologizantes de la apropiación de niños aconte- la intersección con ”violencia de estado y sus secuelas
cida durante la dictadura militar. La misma puede ser en la psique”.
considerada desde 1976 como una problemática actual Para ello en estas Jornadas se trabajará sobre momen-
y por lo tanto requiere nuevos interrogantes y respues- tos de la “Organización psiquica”, desde lo teorizado
tas de la psicología. por Piera Aulagnier como “Proceso Originario”, “Proce-
so Primario”, “Proceso Secundario”, “Violencia Secun-
Palabras clave daria” y desde lo propuesto por Freud en “Esquema del
Psique Jóvenes Apropiación Psicoanálisis Psicoanálisis”, acerca de la génesis del “Yo” y sus posi-
bles modos de relación con el mundo exterior.
ABSTRACT A modo de”Caso” se abordará la novela de Soazig
STORIES OF TESTIMONIAL TRUTHS. Aarón “El no de Klara” (El Aleph Editores,2003) material
FICTION CHARACTERS literario trabajado por la Psicoanalista Estela Paskvan
The current work is framed within the Doctoral Thesis en el capítulo denominado ”Cuando la ficción testimo-
project “Psychic trail recovery of the children-teenagers nia” y publicado en el libro “Deber de memoria” grama
(now young men/women) appropriated during the mili- ediciones, 2005.
tary dictatorship in Argentina between 1976 and 1983” Para dicha articulación se partirá de la “Interpretación
.Faculty of Psychology of the National University of La aplicada” en tanto de modo lícito, se utiliza un saber ad-
Plata. The advances on “The effects of state terrorism quirido desde el Psicoanálisis con fines explicativos en
on the abducted young psyche”. Firstly, theoretical-clin- la búsqueda de nuevos conocimientos.
ical aspects of the “psyche organization” will be devel-
oped from psychoanalysis. They will be worked from MARCO TEORICO Y ANTECEDENTES
Piera Aulagnier’s theory: the “originary process”, the Se entiende por “Organización de la Psique” aquellos
“primary process”, the “secondary process” and also procesos internos que ocurren en diferentes tiempos y
concepts as “Secondary violence”. From Freud: propos- que reciben influencias de lo histórico social.
als about the genesis of the “Me” (developed in “Scheme Desde el nacimiento, el infans encuentra un medio am-
of psychoanalysis”). Secondly, a “fictional” literary mate- biente psíquico y allí recibe diversos elementos de infor-
rial will be included which was published in the book mación. Según Piera Aulagnier la actividad psíquica del
“Deber de memoria” (grama editors, 2005). Through infans estará constituida por: “Proceso Originario”, “Pro-
these approaches new articulations capable of provid- ceso Primario” y “Proceso Secundario”,

110 Psicología Clínica y Psicopatología


La actividad de representación será la tarea común de asir al yo de la realidad. Las dos coexisten, una junto a
estos procesos y su fin metabolizar esos elementos he- la otra. El desenlace depende de la fuerza relativa de
terogéneos convirtiéndolos en homogéneos a la estruc- ambas.
tura de cada sistema. La adquisición se presentará co- Puede suceder en otros casos que el Yo se defienda de
mo una secuencia y luego de la misma el funcionamien- una admonición del mundo exterior que siente como pe-
to será de los tres procesos a la vez. nosa: Por medio de la negación de las percepciones
Las producciones serán respectivamente el “pictogra- que anotician de ese reclamo de la realidad objetiva,
ma”, lo “figurable” y lo “pensado”. realiza intentos incompletos de desasirse de la misma.
Los materiales psíquicos representados por la actividad Quedan establecidas así dos posturas opuestas, inde-
de lo originario, inaugurales, formarán un “fondo repre- pendientes entre sí. El resultado aquí también es una
sentativo” con dos modos afectivos, placer y displacer, escisión del yo. Y el desenlace dependerá del factor
responsables de lo que se reproducirá en la escena cuantitativo.
imaginaria a lo largo de la vida.
Dentro de nuestro sistema cultural, la madre posee el EL NO DE KLARA
privilegio de ser para el infans el enunciante y mediador Tal como se mencionó anteriormente, se abordará la
del “discurso ambiental”. Más tarde serán también par- novela de Soazig Aarón “El no de Klara” (El Aleph Edi-
te de dicha transmisión el grupo y la sociedad a la que tores,2003) El libro traducido al castellano fue prologa-
pertenece. do por Jorge Semprún, en el cual comienza y finaliza
Piera Aulagnier considera que la boca que encuentra el con un “Gracias Klara” Expresa Semprún que más que
pecho, encuentra y traga un primer sorbo del mundo. una ficción es la creación de una realidad espiritual. No
Afecto, sentido , cultura están co-presentes. El aporte es un testimonio, es una ficción, y según él mismo ex-
alimenticio se acompaña con la absorción de un alimen- presa, sólo esto permitirá mantener la memoria, en tan-
to psíquico que la madre interpretará como absorción to los testigos reales van desapareciendo.
de una oferta de sentido. Se tomará esta fuente del material literario comentado
En el primer encuentro boca - pecho se da la experien- por la Psicoanalista Estela Paskvan en el capítulo deno-
cia originaria de un triple descubrimiento: para la psique minado ”Cuando la ficción testimonia”, por considerár-
del infans la de una experiencia de placer, para el cuer- sela valiosa a los fines de esta elaboración temática: El
po, la de una experiencia de satisfacción y para la ma- libro “Deber de memoria” .
dre, si bien no es universal, será también una experien- Dicho libro surge de un ciclo de seis sesiones que ofre-
cia de satisfacción. ció el Instituto Francés de Barcelona , bajo el título “De-
La primera obra de la psique del infans será la repre- ber de memoria” durante los meses de mayo y junio del
sentación pictográfica. El espacio y la actividad de lo 2004. “Se trataba de reflexionar y discutir sobre la trans-
originario son diferentes del inconciente y del proceso misión de hechos históricos particularmente criminales
primario. en la Europa del siglo XX. Así, la Shoah fue objeto rele-
En cuanto a “Violencia” Piera Aulagnier teoriza sobre la vante de estas sesiones.”
“primaria” en tanto necesaria para la organización de la
psique, y la “ Violencia secundaria” que representa un QUIEN ES KLARA
exceso de su predecesora, y atenta contra la autonomía “Klara, una judía alemana que residía en París había si-
del Yo. Tanto si es un conflicto entre diferentes Yoes, do madre de Vera poco antes de ser detenida. La con-
como de un conflicto entre un Yo y el diktat de un discur- fía a sus cuñados Angélika y Alban quienes la han de-
so social cuya única meta es oponerse a todo cambio clarado como suya bajo el nombre de Victoria a fin de
en los modelos por él instituidos. salvarla. Raines el padre de Victoria - Vera murió poco
Desde la obra de Freud, se presenta una síntesis del después. Klara retorna y dice “no”. No volverá a ver a su
material abordado. En especial “Esquema del psicoa- hija, no será su madre, no será la viuda de Rainer, no
nálisis” .Plantea nuevamente que dentro del aparato hablará alemán, no vivirá en Europa. Después de pasar
psíquico el Yo aspira al placer y quiere evitar el displa- un mes en París, el tiempo suficiente para arreglar sus
cer. Un acrecentamiento del displacer es respondido asuntos, partirá hacia América- donde ha dispuesto que
con la señal de angustia. Amenace desde dentro o des- también cambiará de nombre- habiendo decidido que
de fuera, se llama peligro. no se la volverá a ver nunca más.”
El Yo debe su génesis, asi como los más importantes de
sus caracteres adquiridos, al vínculo con el mundo ex- ”CUANDO LA FICCIÓN TESTIMONIA”
terior real. Los estado patológicos de Yo, en los que “Klara logra transmitirnos su verdad testimonial”
puede volver a acercarse en grado máximo al ello, se El rechazo surge como respuesta a los acontecimientos
fundan en una cancelación o en un aflojamiento de es- trágicos que marcaron su vida, ante la deportación al
te vínculo con el mundo real externo. Por ejemplo cuan- campo de concentración en Auschwitz. De su historia an-
do la realidad se ha vuelto insoportablemente dolorosa. terior se conoce que ese “no”, no estaba previamente.
Freud habla aquí de una escisión psíquica: Dos postu- Rechaza su linaje: Decide ir a vivir a América cambian-
ras en vez de una postura única: 1) la que toma en cuen- do su nombre y anuncia que no sabrán de ella nunca
ta la realidad objetiva, la normal y 2) la que intenta des- más. Pide que a su hija le digan que ella está muerta.

Psicología Clínica y Psicopatología 111


Rechaza el sentido: “Ni piedad, ni perdón, ni vengan- Algunas conclusiones
za” cualquiera de ellos requeriría darle un sentido, una Estos abordajes proporcionan material para articular
significación. Niega toda identidad cultural”. Angélika le con los estudios sobre las consecuencias traumáticas y
pregunta: psicopatologizantes de la apropiación de niños aconte-
- pero tú Klara, eres judía, no? Al menos tanto como yo. cida durante la dictadura militar.
- No más judía que antes, me resulta tan imposible ser A partir del relato ficcional de esta sobreviviente se pue-
judía, como no ser alemana. de hipotetizar que algunos de los efectos del traumatis-
Rechaza la imagen del cuerpo: Se reconoce en un mo psíquico que el terrorismo de estado produjera en
hombrecillo con pantalones muy holgados, mejillas Klara, fueron la búsqueda de la ruptura, tanto con los la-
hundidas y cabello muy corto. Cuerpo muy delgado, sin zos que la vinculaban a su historia pasada, como a su
formas, sin curvas. Come sólo lo indispensable para historia anterior a la detención en el campo de concen-
mantener el cuerpo vivo. No puede recuperar la investi- tración.
dura de su cuerpo femenino. Según el relato de dicho personaje, se aleja de la hija
Rechaza el idioma alemán: Aunque es su lengua, no para ser Klara quien abandona y no que sea su hija la
quiere volver a pronunciar una sola palabra en alemán. abandonada. Probablemente, le produce tanto horror
Pero le es imposible dejar de ser alemana. Ella expresa: dañarla, que le “concede” un “no” definitivo, equivalente
- No voy a vivir lo suficiente para poder matar en mi es- a la muerte. ¿La muerte le duele menos que su vida?
ta lengua. Día tras día cortaré También decide no nombrar nunca más a tres amigas
en mí los pedacitos que vuelvan a crecer…Tengo este que murieron en el campo de exterminio, porque según
acento imposible de expresa, así las mantendrá vivas. ¿Viven en su fantasía?
disimular…Es la lengua de mi infancia… de mi padre, de Se puede decir que la violencia de estado produce en la
mi madre, y todos mis psique de algunas de sus víctimas efectos traumáticos
parientes, de mis ancestros, que durante generaciones y psicopatologizantes que provocan una escisión del
se han amado en esta yo. En algunos casos de nietos que recuperaron su
lengua. Las canciones de cuna fueron en esta lengua. identidad, sus relatos dan cuenta de la coexistencia de
“dos historias” contrapuestas: una, la vivida con sus se-
ALGUNAS CONSIDERACIONES TEORICO CLINICAS res queridos, por mínima que ésta haya sido - Piera Au-
Klara conserva el pudor: Un dato de subjetividad. Allí lagnier dirá que el intervalo que separa el proceso origi-
es humana. Cuando va al sanitario necesita cerrar la nario del inicio del proceso primario puede ser extrema-
puerta con llave. damente breve y que la acción del proceso secundario
Con relación a los rechazos que se describieron en el es sumamente precoz- y la otra, la que desde el diktat
apartado anterior, se puede decir que el linaje y el sen- -apropiadores y su entorno- se impone a la psique, en el
tido, corresponden al proceso secundario. ejercicio de una violencia secundaria que ataca al yo
Cuando ella rechaza la imagen de su cuerpo, se puede del niño o bien del joven.
relacionar con el proceso primario, allí donde ella se re- El devenir psíquico ulterior dependerá aquí también de
conoce, o en este caso, se desconoce en la imagen an- la fuerza de los componentes de cada uno de los ele-
terior a su encierro en el campo de exterminio. El recha- mentos. Dicho desarrollo será objeto de estudios poste-
zo es secundario y conciente. riores.
Klara rechaza el material sonoro de su voz, a la que ha La apropiación de niños acontecida durante la dictadu-
despojado de la palabra, del sentido. Allí se puede rela- ra militar se ha constituido desde 1976 en una proble-
cionar con Proceso originario. mática actual y por lo tanto requiere nuevos interrogan-
Surge el interrogante respecto de la decisión de Klara tes y respuestas de la psicología.
de vivir en otro lugar del mundo, con otro nombre y que
no sepan de ella nunca más. Allí se puede retomar lo
expuesto por Freud. Se describe el funcionamiento de
dos opuestos y sus posibles derivaciones en virtud de la
fuerza de cada uno de sus componentes. Se podría de-
jar planteado para el devenir psiquico ulterior de Klara la
factibilidad de 1) que tome en cuenta la realidad objeti-
va, y, que a la vez su yo intente desasirse de la realidad.
Que ambas fuerzas coexistan una junto a la otra. El
desenlace dependerá de la intensidad de cada una.
Aunque también queda abierto el camino para 2) que su
Yo se defienda de aquello del mundo exterior que sien-
ta como horroroso: En ese caso podría negar las per-
cepciones que anotician de ese reclamo de la realidad
objetiva de modo incompleto.

112 Psicología Clínica y Psicopatología


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aulagnier, P. (1977). La violencia de la interpretación. Buenos
Aires. Amorrortu Editores.
Aulagnier, P. (1994). Los destinos del placer. Buenos Aires: Paidos.
Castoriadis, C. (1975). La institución imaginaria de la sociedad.
Vol.2. Bunos Aires: Tusquets Editores.
de Mijolla, A. (2004). Préhistoires de famille. Paris: PUF.
Freud, S. (1978). Obras completas. Tomo VII. Buenos Aires: Amo-
rrortu.
Freud, S. (1980) Obras completas. Tomo XIII. Buenos Aires:
Amorrortu.
Freud, S. (1980) Obras completas. Tomo XVIII. Buenos Aires:
Amorrortu.
Freud, S. (1980) Obras completas. Tomo XXI. Buenos Aires:
Amorrortu.
Freud, S. (2007) Obras completas. Tomo XXIII. Buenos Aires:
Amorrortu.
Insua, M. I. (2007)Terrorismo de estado y psique: los niños apro-
piados. En Yago Franco y otros coordinadores., Insignificancia y
autonomía. Debates a partir de Cornelius Castoriadis. Buenos
Aires. Editorial Biblos.
Insua, M.I. (2009) Particularidades de la organización de la psique
de los niños -hoy jóvenes- apropiados por la dictadura militar de
los años 1976 -1983.
Relación entre Salud Mental- DDHH- e Identidad. Efectos trau-
máticos y Psicopatologizantes del terrorismo de estado. La
Plata,Revista Científica Colegio de Psicólogos Distrito XI.
Insua, M.I. (2009) UNA HISTORIA: LAS DISTINTAS VERSIONES.
Una propuesta de investigación. 1ºI Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional de Psicología, XVI Jornadas
de Investigación.
Insua, M.I. (2009) -EL TERRORISMO DE ESTADO: EFECTOS
RELATADOS EN NOVELAS Y DOCUMENTOS FÍLMICOS. Tra-
bajos desde el marco del Psicoanálisis.
2º Congreso Internacional de Investigación de la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional de La Plata
Insua, M.I. (2010) La clínica con niños y adolescentes: la transmi-
sión generacional.
La Plata,Revista Científica Colegio de Psicólogos Distrito XI.
Lewkowicz, I.( 2004) Pensar sin estado. Buenos Aires: Paidos.
Marradi, A.; Archenti, A y Piovani, J.I (2007) Metodología de la
Ciencias Sociales. Bs As: Emecé
Nuño Ana, Eldar Shula, Borot Marie France, Paskvan Estela.
(2005) Bs. As. grama ediciones
Zafiropoulos, M. (2006). Lacan y Lévi-Strauss o el retorno a Freud.
(1951- 1957) Buenos Aires. Ediciones Manantial.

Psicología Clínica y Psicopatología 113


DEBATES CLÍNICOS Y DE INVESTIGACIÓN ACERCA
DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA ENTRE
TERAPEUTAS COGNITIVOS Y PSICOANALISTAS
Juan, Santiago; Gómez Penedo, Juan Martín; Etchebarne, Ignacio; Roussos, Andrés
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN problem and preliminary diagnosis). A second group of


El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es el 10 expert Ps and 5 expert CTs were asked explicitly
trastorno de ansiedad con más modificaciones desde about their theoretical-clinical conceptualization of what
su primera publicación en el DSM-III hasta los borrado- DSM-IV-TR typifies as GAD. Consensual Qualitative
res del DSM-5, y su naturaleza está aún en discusión Research (CQR) methodology developed by Hill,
entre y dentro de diferentes marcos teóricos. El objetivo Thompson & Nutt-Williams (1997) was used to analyze
del presente estudio fue comparar los debates actuales the data. Domains and categories related to GAD´s di-
de investigación acerca del TAG con la conceptualiza- agnostic validity; GAD´s psychopathological conceptu-
ción teórico-clínica del trastorno, por parte de Terapeu- alization; and the function of worry and anxiety in GAD
tas Cognitivos (TC) y Psicoanalistas (Ps). A un primer were developed; generating hypotheses about future re-
grupo de 20 psicoterapeutas (10 TC y 10 Ps), con dife- search and implications for clinical practice.
rentes grados de experiencia, se les pidió escuchar el
audio de un paciente ficticio que cumple con los crite- Key words
rios diagnósticos del DSM-IV-TR para un TAG, y pre- GAD Debates Cognitive therapists Psychoanalysts
sentar su conceptualización del caso (problema princi-
pal del paciente y diagnóstico preliminar). A un segundo
grupo de 10 Ps expertos y 5 TC expertos se les pregun-
tó explícitamente sobre su comprensión teórico-clínica INTRODUCCIÓN: Los debates asociados a la ansie-
de lo que el DSM-IV-TR tipifica como TAG. Siguiendo li- dad generalizada.
neamientos del modelo CQR (Hill, Thompson & Nutt- Según el DSM-IV-TR (American Psychiatric Associa-
Williams, 1997) para el análisis de los datos, se crearon tion, 2001) el Trastorno de Ansiedad Generalizada
dominios y categorías respecto de la validez diagnósti- (TAG) es un trastorno de ansiedad, cuya principal ca-
ca; la conceptualización psicopatológica y la función de racterística consiste en la presencia de preocupaciones
la preocupación y la ansiedad en el TAG; generándose crónicas y persistentes acerca de diversos dominios de
hipótesis para futuras investigaciones e implicancias la vida diaria, que producen malestar clínicamente sig-
para la práctica clínica. nificativo. Las estimaciones con respecto a la incidencia
anual y prevalencia del TAG, lo ubican entre los trastor-
Palabras clave nos de ansiedad más prevalentes (Barlow, 2004/2002).
TAG Debates Terapeutas cognitivos Psicoanalistas Dicho cuadro diagnóstico es el trastorno de ansiedad
que ha experimentado mayor cantidad de modificacio-
ABSTRACT nes desde su primera publicación en el DSM III (Ameri-
CLINICAL AND RESEARCH DEBATES ABOUT can Psychiatric Association, 1980) hasta los borradores
GENERALIZED ANXIETY DISORDER AMONG del futuro DSM-5 (American Psychiatric Association,
COGNITIVE THERAPISTS AND PSYCHOANALYSTS. 2011, fecha de acceso: 02-06-2011).
Generalized Anxiety Disorder (GAD) is the anxiety dis- Estas modificaciones del sistema DSM muestran que la
order that has undergone greater amount of modifica- denominación TAG no es una entidad de fácil delimita-
tions from its first publication in the DSM-III to the drafts ción, y en las últimas décadas numerosos clínicos e in-
of the DSM-5, and its nature is still in discussion within vestigadores (tanto psicoanalíticos como cognitivos)
different theoretical frameworks. The goal of the present han confluido en la necesidad de repensar el lugar del
study was to compare current research debates about trastorno dentro del campo psicopatológico.
GAD with its clinical conceptualization by Cognitive Por una parte, actualmente se discute sobre la impor-
Therapists (CTs) and Psychoanalysts (Ps). Individual in- tancia relativa de la ansiedad y la preocupación para la
terviews of two samples of psychotherapists from Bue- comprensión y denominación del cuadro. Así, en los ac-
nos Aires were conducted: A first group of 20 psycho- tuales borradores del DSM-5 antes citados, la revisión
therapists (10 CTs and 10 Ps) with varying degrees of del TAG propone renombrarlo como un trastorno de
experience, were asked to listen to the audio of a fiction- preocupación generalizada (ver por ejemplo, Andrews,
al patient meeting DSM-IV-TR criteria for GAD, and to et al., 2010).
present their case conceptualization (patient´s main Por otra parte, desde el campo cognitivo, Barlow (2004/

114 Psicología Clínica y Psicopatología


2002) propone al TAG como el “trastorno de ansiedad conceptualización y el abordaje clínico del TAG, que in-
básico”, lo que implicaría considerar la ansiedad gene- cluye a las tesis doctorales de dos de los autores del
ralizada (y fundamentalmente el fenómeno de la pre- presente trabajo (Ignacio Etchebarne y Santiago Juan).
ocupación) como el denominador común de todos los
trastornos de ansiedad. Asimismo, Krueger (1999) pro- MÉTODOS: Muestra, materiales y procedimientos.
pone integrar al TAG, junto con la distimia, la depresión Se llevaron a cabo entrevistas individuales con dos
mayor y el estrés post-traumático, en un espectro de muestras de psicoterapeutas de Buenos Aires: A un pri-
trastornos internalizadores por aflicción (internalizing mer grupo de 20 psicoterapeutas (10 TC y 10 Ps) con di-
distress disorders), por lo que el actual concepto de ferentes grados de experiencia, se les pidió escuchar
TAG como trastorno de ansiedad sería insuficiente para un material estímulo cuasi-clínico, desarrollado por Et-
su comprensión y/o abordaje terapéutico. chebarne y Roussos (2010), consistente en una audio-
Desde el campo psicodinámico, Gabbard (2000/2002) grabación de 15 minutos de duración, de las verbaliza-
plantea que la noción de TAG ha sido tradicionalmente ciones de un paciente ficticio que cumple con los crite-
comprendida por el psicoanálisis como un epifenómeno rios diagnósticos de un TAG, de acuerdo al DSM-IV-TR
sintomático de diversas estructuras, con lo cual una (American Psychiatric Association, 2001). Dicho mate-
gran mayoría de psicoanalistas rechazan la versión ac- rial posee el formato de una primera entrevista, y se ins-
tual del diagnóstico, en consonancia con la tradicional pira en la viñeta de TAG publicada en el libro de casos
crítica del psicoanálisis a los diagnósticos meramente del DSM-IV (American Psychiatric Association,
descriptivos. Esto es un dato más que interesante para 1994/1996). A un segundo grupo de 10 Ps expertos y 5
el caso del TAG si se tiene en cuenta que una de las raí- TC expertos se les preguntó explícitamente sobre su
ces históricas fundamentales del cuadro es el concepto conceptualización teórico-clínica de lo que el DSM-IV-
freudiano (Freud, 1895/2001) de neurosis de ansiedad TR tipifica como TAG.
(para más detalle sobre este tema, ver Juan, Etchebar- Todas las entrevistas fueron audiograbadas, previa ob-
ne, Gómez Penedo y Roussos, en prensa). De todas tención del consentimiento informado de los participan-
maneras, el propio Gabbard (2000/2002) afirma que tes en forma verbal. Para el análisis de los datos se si-
más recientemente el TAG está siendo considerado co- guieron lineamientos de la metodología planteada por el
mo una entidad clínica en sí misma (ver por ejemplo, método de investigación cualitativa consensual (CQR
Crits-Christoph et al., 1995; Leichsenring et al., 2009). por la sigla en inglés de Consensual Qualitative Re-
Más allá de las controversias psicodinámicas sobre la search), desarrollado por Hill, Thompson y Nutt-Wi-
validez del TAG, actuales manuales de clasificación lliams (1997).
diagnóstica como el Manual Diagnóstico Psicodinámico La metodología CQR se caracteriza por el desarrollo de
(PDM por su sigla en inglés) conceptualizan al TAG co- dominios, ideas nucleares y categorías, a partir del ma-
mo un trastorno de personalidad ansiosa, y lo excluyen terial de las entrevistas. Los dominios refieren a las dife-
explícitamente del grupo de los trastornos de ansiedad, rentes áreas temáticas identificadas en el material, que
ofreciendo la hipótesis de que la ansiedad en el TAG se- están parcialmente basadas en las preguntas centrales
ría el organizador fundamental de la personalidad (Fe- de investigación. Las ideas nucleares aluden a la sínte-
rrari et al., 2006; McWilliams et al., 2006). sis de la información de cada dominio, de cada entrevis-
Las relaciones entre TAG y personalidad también tienen ta realizada. Finalmente, las categorías agrupan a to-
un área de investigación en el campo cognitivo, donde das las ideas nucleares similares de las diferentes en-
autores como Hale, Klimstra y Meeus (2010) afirman trevistas. Tanto la generación de dominios como de
que la tendencia a preocuparse presente en las perso- ideas nucleares y categorías se obtiene por consenso
nas con TAG pareciera ser un factor de riesgo para el del equipo de investigadores. Juan, Gómez Penedo, Et-
neuroticismo y, por esta razón, sugieren que el TAG de- chebarne y Roussos (en evaluación) ofrecen una com-
biera conceptualizarse como un trastorno de personali- pleta descripción de este modelo.
dad o del carácter. De este modo, para ambas muestras, a partir de las
Es interesante notar que ninguna de estas posiciones preguntas científicas del proyecto de investigación, se
divergentes - cognitivas y psicoanalíticas - en relación al construyó una lista inicial de dominios y se elaboraron
TAG está presente en el último borrador del DSM-5, sal- las ideas nucleares presentes en cada entrevista. Pos-
vo por el ya mencionado debate semántico en relación teriormente, estas últimas se agruparon en categorías
con cuál es el nombre más adecuado para el trastorno. generales, típicas o variantes, en función de la frecuen-
cia de aparición de cada categoría. Las categorías ge-
OBJETIVO: nerales son aquellas que agrupan a todas las entrevis-
Teniendo en cuenta el contexto de discusión antes se- tas de cada subgrupo, o a todas menos una (por ejem-
ñalado, el objetivo del presente estudio fue comparar plo, todos los psicoanalistas expertos o 9 de los 10), las
los debates actuales de investigación acerca del TAG categorías típicas incluyen información de más de la mi-
con la conceptualización teórico-clínica del trastorno tad de cada subgrupo hasta el límite con la frecuencia
por parte de Terapeutas Cognitivos (TC) y Psicoanalis- “general” (por ejemplo, 7 de 10 psicoanalistas). Final-
tas (Ps). Dicho objetivo se enmarca dentro de un pro- mente, las categorías variantes abarcan información de
grama más amplio de investigaciones[i] centradas en la por lo menos dos casos, hasta el límite de la frecuencia

Psicología Clínica y Psicopatología 115


“típica” (por ejemplo, 2 de 10 psicoanalistas). del trastorno; a la relación de cercanía entre el TAG y la
En ambas muestras se realizó un chequeo de estabili- depresión; y a la diferenciación de la ansiedad generali-
dad (Hill, Thompson y Nutt-Williams, 1997), asegurán- zada respecto de los trastornos de personalidad.
dose un correcto procesamiento de la información. Ca- A diferencia de los primeros, en los Ps sí se observaron
da una de estas fases del proyecto se cumplimentó dis- dos categorías generales que incluían a 9 de los 10 par-
cutiendo activamente hasta lograr un consenso total en- ticipantes, referidas a la conceptualización del TAG aso-
tre los miembros del equipo de investigación. ciado a la neurosis de angustia y/o a las neurosis actua-
les; y al TAG asociado a las psiconeurosis, en general,
RESULTADOS: y a la histeria de angustia, en particular. En forma típica,
Los dos dominios obtenidos para el primer grupo de 20 7 de los 10 participantes coincidieron en que el TAG
psicoterapeutas (grupo material estímulo) fueron: a) puede darse en diferentes estructuras de la psicopato-
Problema principal del paciente identificado en el mate- logía psicoanalítica; y 6 de los 10 participantes (5 de los
rial estímulo y b) Diagnóstico preliminar para el material cuales también plantearon las categorías generales)
estímulo. ubicaron la posibilidad de que el TAG implique un tras-
Para el caso de los TC, 9 de los 10 terapeutas (catego- torno limítrofe y/o un trastorno del narcisismo deficitario.
ría general) identificaron a la preocupación crónica co- Por último, y en relación con las funciones y caracterís-
mo el problema principal, al tiempo que 3 de esos 9 (ca- ticas de la preocupación en el TAG, 3 de los 5 TC exper-
tegoría variante) también plantearon a la incontrolabili- tos (categoría típica) plantearon a la preocupación co-
dad de la preocupación como tema central. mo un mecanismo de defensa o evitación cognitiva; al
A diferencia de sus pares cognitivos, no se observaron tiempo que 2 de esos 3 participantes (categoría varian-
categorías típicas ni generales entre el grupo de 10 Ps, te) opinaron que la preocupación en el TAG podría pre-
encontrándose sólo categorías variantes en las que co- sentarse, clínicamente, focalizada en un único tema o
incidieron 5 sujetos. Dichas categorías ubicaron a la an- problemática.
siedad o angustia como el problema principal, así como En el caso de los psicoanalistas, 7 de los 10 participan-
también a la presencia de pensamientos intrusivos e hi- tes (categoría típica) consideraron que la preocupación
pertrofiados. En forma más minoritaria, 2 sujetos men- del TAG podría funcionar al modo de un mecanismo de
cionaron a la preocupación como problema principal. defensa; y 3 de esos 7 participantes (categoría variante)
Respecto del diagnóstico preliminar, los 10 TC (catego- agregaron que la preocupación en el TAG podría com-
ría general) coincidieron en el diagnóstico de TAG, si prenderse como un mecanismo de desplazamiento
bien 3 de ellos (categoría variante) plantearon una po- más difuso que el presente en las fobias.
tencial comorbilidad entre el TAG y el Trastorno por Pá-
nico y/o el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). DISCUSIÓN:
Por su parte, 6 de los 10 Ps (categoría típica) diagnosti- Los resultados obtenidos permiten observar que para el
caron una patología con predominancia de mecanis- primer grupo de participantes (grupo material estímulo),
mos obsesivos y/o una psiconeurosis; y 4 de esos 6 (ca- se planteó entre los TC a la preocupación como el eje
tegoría variante) hablaron específicamente de Neurosis del cuadro clínico; mientras que fue la ansiedad y/o an-
Obsesiva o de un TOC. A su vez, como categoría va- gustia lo priorizado en la conceptualización de los Ps.
riante, 4 participantes (3 en forma excluyente y 1 en si- Este resultado podría estar relacionado con los actua-
multáneo con los diagnósticos típicos observados) diag- les debates sobre el lugar de la ansiedad y la preocupa-
nosticaron un TAG. ción para la comprensión del TAG.
En el caso del segundo grupo de 15 psicoterapeutas Respecto del diagnóstico preliminar, se observó un gra-
(grupo de expertos) se obtuvieron tres dominios, a sa- do mucho mayor de acuerdo entre los participantes TC,
ber: a) Validez y/o delimitación del TAG; b) Conceptuali- aunque es de notar que en forma variante el grupo de
zación teórico-clínica del TAG y c) Funciones y/o carac- Ps también haya planteado al TAG como diagnóstico.
terísticas de la preocupación en el TAG. Por otro lado, la presencia del espectro obsesivo pare-
Por un lado, si bien los 5 TC expertos (categoría gene- ció determinante para el grupo psicoanalítico a la hora
ral) reconocieron la validez diagnóstica del TAG, tam- de presentar un diagnóstico preliminar; lo que no se ob-
bién ubicaron en igual medida (categoría general) pro- servó en los TC, más allá de algunas hipótesis minorita-
blemas para la delimitación del trastorno. rias de comorbilidad con TOC.
Por otro lado, 7 de los 10 Ps (categoría típica) afirmaron Para el caso del segundo grupo de participantes (grupo
que la noción de TAG es insuficiente para la conceptua- de expertos), los TC expertos aceptaron la validez diag-
lización psicoanalítica; mientras que 6 de esos 7 (cate- nóstica del TAG, pero debatieron su delimitación y natu-
goría típica) también afirmaron que el TAG no es un raleza. La mayoría de los Ps expertos, en cambio, re-
diagnóstico válido. chazó al TAG como una entidad clínica en sí misma. Sin
Respecto de la conceptualización teórico-clínica, en el embargo, cabe destacar que a pesar de criticar la vali-
grupo de expertos cognitivos se observaron categorías dez del diagnóstico, los Ps expertos han podido identifi-
típicas (3 de 5 participantes) referidas al papel de las car algunas especificidades de aquellos pacientes diag-
vulnerabilidades temperamentales en el TAG; a la pre- nosticables con TAG, como el posible funcionamiento
sencia de la meta-preocupación como paradigmática defensivo de la preocupación. Es de notar, también, que

116 Psicología Clínica y Psicopatología


el punto de mayor consenso entre ambos grupos de ex- aquellos que escucharon el material estímulo. Sin em-
pertos lo constituyó, justamente, el considerar a la pre- bargo, mientras que los expertos plantearon que el TAG
ocupación del TAG como un mecanismo de defensa o era un diagnóstico de difícil delimitación, los 10 partici-
evitación. Esto podría ser un punto de convergencia no pantes que escucharon el material estímulo diagnosti-
sólo entre marcos teóricos, sino entre clínicos e investi- caron sin problemas un TAG. Tampoco apareció la de-
gadores, respecto de la comprensión del TAG. Por presión como posible diagnóstico en comorbilidad en el
ejemplo, la idea de evitación cognitiva de Borkovec primer grupo de TC, aunque los participantes expertos
(1994), es reprocesada por Crits-Christoph et al. (1995) resaltaron la relación TAG-depresión como algo carac-
desde un punto de vista psicodinámico como un meca- terístico del cuadro.
nismo de defensa. Los resultados discutidos hasta aquí nos permiten ge-
También cabe señalar que si bien es cierto que se ubi- nerarnos las siguientes preguntas:¿Cómo se explica la
caron relaciones entre el TAG y variables de personali- falta de consenso entre los TC respecto de la concep-
dad (por ejemplo, el papel del temperamento en los TC, tualización del material estímulo y entre los Ps, respec-
y la relación con el trastorno límite en los Ps) fueron es- to del diagnóstico del mismo?; ¿cómo podría compren-
casas las referencias directas al TAG en tanto trastorno derse la diferencia observada en el foco de la concep-
de personalidad: Tan solo un TC experto y cuatro Ps ex- tualización (ansiedad en los psicoanalistas vs. preocu-
pertos asociaron al TAG con una disfunción en la perso- pación crónica en los cognitivos)? ¿Son algunos de es-
nalidad. Nos parece relevante que el grupo de Ps ex- tos resultados vinculables con los actuales debates de
pertos no se haya inclinado mayoritariamente por consi- investigación respecto del TAG (por ejemplo, el debate
derar al TAG como un trastorno de personalidad, dado intra DSM-5 sobre si lo fundamental del TAG es la an-
que esta postura es defendida desde ciertos sectores siedad o la.preocupación)? Y en forma más general,
del campo psicodinámico, como el desarrollado en el ¿cómo podemos explicar las diferencias observadas
Manual Diagnóstico Psicodinámico (PDM Task Force, entre la conceptualización teórica del TAG y la aproxi-
2006). También es clara la posición de los TC respecto mación clínica hacia el trastorno? ¿Existe una conexión
de este tema, aún cuando autores como los ya citados, consistente entre la conceptualización teórica del TAG y
Hale, Klimstra y Meeus (2010), aboguen a favor de pen- las acciones que sobre el trastorno se implementan en
sar al TAG como un trastorno de personalidad. la práctica clínica?
Es llamativo que los Ps expertos hayan acordado en Probablemente las divergencias y convergencias ob-
mayor medida que sus pares TC respecto de la concep- servadas entre los debates de investigación y la con-
tualización teórico-clínica del TAG, observándose cate- ceptualización clínica muestren la relación no lineal que
gorías generales para los primeros (9 de 10 participan- existe entre la práctica clínica y la investigación en psi-
tes) y sólo categorías típicas para los segundos (3 de 5 coterapia; donde todavía no es un tema resuelto el di-
participantes). Tal vez esto pueda deberse al origen - al vorcio que parece existir entre las actividades de los clí-
menos en parte - del diagnóstico de TAG en la noción nicos y los resultados obtenidos de la investigación.
freudiana de neurosis de angustia (Freud, 1895/2001).
Es notorio, asimismo, que aquellos que no mostraron
un buen acuerdo en términos de validez diagnóstica lo
hayan logrado en términos de la conceptualización teó-
rico-clínica, y viceversa. Así, los Ps expertos rechazan
con bastante consenso la noción de TAG como diag-
nóstico válido, pero pueden conceptualizar la ansiedad
generalizada desde su marco teórico con grados altos
de acuerdo. Por su lado, los TC expertos aceptan con
alto consenso la idea de TAG como cuadro válido; pero
no llegan a las mismas coincidencias a la hora de expli-
car su naturaleza.
Llaman la atención algunas diferencias observadas en-
tre el grupo de expertos y el grupo expuesto al material
estímulo, como por ejemplo, que los Ps expertos recha-
cen la validez del TAG, mientras que algunos de los Ps
que escucharon el material estímulo lo propongan co-
mo diagnóstico preliminar.
También resulta llamativo que la presencia de mecanis-
mos obsesivos y la relación del TAG con la Neurosis ob-
sesiva haya estado tan presente en la segunda muestra
de participantes psicoanalíticos; pero no así en la mues-
tra de expertos.
Para el caso de TC, se observa una mayor congruencia
entre lo planteado por los expertos y lo que afirmaron

Psicología Clínica y Psicopatología 117


NOTA General Population. Journal of Clinical Psychiatry, 71(7), 942-948.
[i] Subisidios UBACyT P818 (programación 2006-2009) “Caracte- Hill, C.; Thompson, B. & Nutt-Williams, E. (1997). A Guide to
rísticas de las intervenciones en psicoterapia psicoanalítica y Conducting Consensual Qualitative Research. The Counseling
cognitiva: Semejanzas y diferencias”; y P2002009100041 (pro- Psychologist, 25(4), 517-572.
gramación 2010-2012) “Evaluación de condiciones moderadoras
y mediadoras de la alianza terapéutica. Un estudio naturalístico Juan, S.; Etchebarne, I.; Gómez Penedo, M. y Roussos, A. (en
sobre efectividad en psicoterapia breve cognitivo-integracionista”; prensa). Una perspectiva psicoanalítica sobre el Trastorno de
ambos dirigidos por el Dr. Andrés Roussos. Ansiedad Generalizada: Raíces históricas y tendencias actuales.
Revista de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis, Vol. 15.
Juan, S.; Gómez Penedo, J.; Etchebarne, I. y Roussos, A. (en
BIBLIOGRAFÍA evaluación). El método de investigación cualitativa consensual
(Consensual Qualitative Research, CQR): Una herramienta para
American Psychiatric Association. (1980). DSM-III. Manual diag- la investigación cualitativa en psicología clínica.
nóstico y estadístico de los trastornos mentales. Masson, S. A.
Barcelona. Krueger, R. F. (1999). The Structure of Common Mental Disorders.
Arch. Gen. Psychiatry, 56, 921-926.
American Psychiatric Association. (1996/1994). DSM-IV. Libro de
casos. Compañero del DSM- IV (Manual diagnóstico y estadístico Leichsenring, F.; Salzer, S.; Jaeger, U.; Kächele, H.; Kreische, R.;
de los trastornos mentales). Masson, S. A.: Barcelona. Leweke, F.; Rüger, U.; Winkelbach, C. y Leibing, E. (2009). Short-
Term Psychodynamic Psychotherapy and Cognitive-Behavioral
American Psychiatric Association. (2001). DSM-IV-TR. Manual Therapy in Generalized Anxiety Disorder: A Randomized, Contro-
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales - IV - Texto lled Trial. American Journal of Psychiatry; 166:875-881.
revisado. Barcelona: Masson, S. A.
McWilliams, N., Caligor, E., Herzig, A. Kernberg, O., Shedler, J. y
American Psychiatric Association. (2011). Generalized Anxiety Westen, D. (2006). Personality Patterns and Disorders P Axis. En
Disorder [definición propuesta]. Obtenido el 2 de junio del 2011 de PDM Task Force (Comp.), Psychodynamic Diagnostic Manual.
http://www.dsm5.org/ProposedRevision/Pages/proposedrevision. Silver Spring, MD: Alliance of Psychoanalytic Organizations.
aspx?rid=167#
PDM Task Force. (2006). Psichodynamic Diagnostic Manual.Silver
Andrews, G., Hobbs, M. J., Borkovec, T. D., Beesdo, K., Craske, Spring, MD: Alliance of Psychoanalytic Organizations.
M. G., Heimberg, R. G., Rapee, R. M., Ruscio, A. M., y Stanley,
M. A. (2010). Generalized Worry Disorder: A Review of DSM-IV
Generalized Anxiety Disorder and Options for DSM-V [En red].
Depression and Anxiety, 27, 134-147. Obtenido el 2 de junio del
2011 de http://www.dsm5.org/Documents/Anxiety, OC Spectrum,
PTSD, and DD Group/Anxiety Disorders/GAD review published.
pdf
Barlow, D. (2002/2004). Anxiety and its disorders. The nature and
treatment of anxiety and panic. The Guilford Press, New York,
London.
Borkovec, T. (1994). The nature, functions and origins of worry. In
G. Davey y F.
Tallis (Eds.), Worrying: Perspectives on theory, assessment and
treatment, Sussex, UK, 5-33.
Crits-Christoph, P.; Wolf-Palacio, D.; Ficher, M. y Rudick, D. (1995).
Brief supportive-expressive psychodynamic therapy for generali-
zed anxiety disorder. In: Dynamic Therapies for Psychiatric Disor-
ders (Axis I). Edited by Barber JP, Crits-Christoph P. New York,
Basic Books, pp 43-83.
Etchebarne, I. y Roussos, A. (2010b). Modelo de protocolo para
presentación de un material estímulo y obtención de datos demo-
gráficos de participantes en una investigación. Documento de
trabajo 252, Universidad de Belgrano. En: http://www.ub.edu.ar//
investigaciones /dt_nuevos /252_etchebarne.pdf
Ferrari, H., Fink, P., Herzig, A., Greenspan, S. I., Hurvich, M.
Kaplan, J. A., Kenemore, T. K., Khantzian, E. J., Kirkpatrick, M.,
Licht, J., Notman, M. y Phillips, D. G. (2006). Symptom Patterns:
The Subjective Experience S Axis. En PDM Task Force (Comp.),
Psychodynamic Diagnostic Manual. Silver Spring, MD: Alliance of
Psychoanalytic Organizations.
Freud, S. (1895/2001). Sobre la justificación de separar de la
neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis de
angustia. Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores,
Vol. III, 85-116.
Gabbard, G.O. (2002/2000). Psiquiatría psicodinámica en la
práctica clínica (3ra ed.). Buenos Aires: Editorial Médica Paname-
ricana, S. A.
Hale, W., Klimstra, T & Meeus, W. (2010). Is the Generalized
Anxiety Disorder Symptom of Worry Just Another Form of Neuro-
ticism? A 5-Year Longitudinal Study of Adolescents From the

118 Psicología Clínica y Psicopatología


ORDEN DE HIERRO.
EL CASO EDUARDO
Kicillof, Clarisa; María Inés, Claramunt
Facultad de Psicologia, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Caso Eduardo:


Jaques Lacan en el Seminario 21 introduce la función Eduardo solicita una consulta para realizar orientación
del “nombrar para” como signo de una degeneración vocacional. No sabe que le gusta, ni tampoco para que
catastrófica en lo social. El presente trabajo tendrá por es bueno.
objeto reflexionar sobre dicha función en su relación Le cuesta mucho hablar, se lo nota incomodo, le trans-
con el amor y el lazo social. En el marco de la investiga- piran profusamente las manos y la cara. Tiene 26 años,
ción llevada adelante por el Dr. Osvaldo Delgado y la aunque por su aspecto y su ropa parece alguien mayor;
cátedra Psicoanalisis Freud I “La «aptitud» de analista y de otra época.
la segregación contemporánea” (UBACyT 2010-2012), Ha hecho terapia anteriormente, fue al Fobia Club, a
abordaremos la incidencia de la función del “nombrar partir de un artículo en el diario donde describían tal
para” en la trama subjetiva de un caso clínico. En las co- cual su cuadro. El es un fóbico social.
ordenadas del caso daremos cuenta de los conceptos Eduardo es hijo único, fue un chico reservado y durante
introducidos por Lacan como “orden de hierro” , ese su infancia tuvo pocos amigos.
proyecto introducido por el Otro materno que no da lu- Comienza un curso de ingreso para el Colegio Nacional
gar a la instauración de la lógica del deseo y la particu- Buenos Aires, donde había concurrido su madre. Re-
lar manera de vérselas con un real que retorna siempre cuerda una fuerte desilusión de él y su familia por no
como “rechazo.” Por último la clara dificultad que se poder ingresar. Deciden inscribirlo en el colegio Ilse de
presenta en la concreción del lazo social nos lleva a “menor categoría” según sus dichos.
cuestionarnos sobre la incidencia de esta condición en Durante primer año la escuela le resulta insoportable.
el marco social actual. Le va mal en todas las materias y progresivamente deja
de hablar con sus compañeros. Dice que el tenia “muy
Palabras clave claro que todos lo rechazaban”.
Nombrar para forclusión analista Cuando termina el año deja el colegio y permanece en-
cerrado en su casa sin salir durante dos años. Le da pá-
ABSTRACT nico la idea de salir.
ORDER OF IRON. THE CASE EDUARDO. A instancias de sus padres comienza un tratamiento
J. Lacan states in his XXIst Seminar the function “name psiquiátrico y durante ese año se inscribe en un secun-
for” as a sign of catastrophic social degeneration. This dario acelerado y da todas las materias libres estudian-
work intends to relate it to love and social relationship. do desde su casa. Para esa epoca lee el artículo del Fo-
This is developed inside the investigation directed by Dr. bia club y decide concurrir.
Osvaldo Delgado from Psychoanalysis Freud I: The an- De a poco comienza a salir de su casa y termina el se-
alyst “aptitude” and the contemporary segregation cundario.
(UBACyT 2010-2012) we will study the influence of the Por intermedio de su madre consigue un trabajo en la
function “name for” and the subject within a case in clin- misma repartición del Estado en la que ella y su padre
ic developpement, we will try to show some ideas intro- trabajaron durante toda su vida. Logra entrar y deja el
duced by Lacan search as : “orden de hierro” . The Oth- fobia club.
er in the figure of the mother, the verwerfung and the fig-
ure of the father in the last considerations of Lacan’s ¿Qué lo trae a la consulta?
theory. Eduardo insiste en querer estudiar como cumplimiento
de la demanda materna, para él el problema es como
Key words relacionarse con los otros.
Name for verwerfung analyst En el trabajo prácticamente no habla con nadie sólo lo
mínimo necesario y temas laborales. Con mucho es-
fuerzo impide siempre que los otros le pregunten sobre
su vida privada. Luego del trabajo pasa el tiempo jugan-
do a la play station o en la computadora buscando infor-
mación en internet sobre viajes. Sus únicas salidas son
los domingos en los que va a la casa de su padre, jun-
tos van al cine y cenan. Según sus dichos no hablan só-
lo miran la película. Su discurso es desafectivizado. Vi-

Psicología Clínica y Psicopatología 119


sita a su padre porque luego de la separación así que- Otro no existe más que en la psicosis […]sólo en ella la
do estipulado y debe ir. comunicación no es un semblante, está verdaderamen-
Durante las sesiones habla muy poco, y espera a que te en lo real donde aparece en la forma de injuria. El a
yo le haga alguna pregunta, lo ponen muy ansioso los es aquello del goce que no está representado sino pre-
silencios. sente y en consecuencia no está mediatizado.” (1)
Llega angustiado a la consulta, hace tres días que no va Para Eduardo el Otro existe y posee tal consistencia
a trabajar porque se entera que le asignarían una nueva que él no duda de su rechazo; si se manifiesta o no. Si
compañera y no quiere enfrentarla. no está presente en la actualidad se presentará en al-
Tiene miedo que esta mujer, sea joven y linda o que le gún momento no muy lejano.
pregunte que hace después del trabajo, que quiera sa- El nombre del padre como función no ha operado para
ber si alguna vez tuvo novia y si es virgen. Sabe que ella él, no es capaz de contener la intrusión de goce; no hay
lo va a rechazar, se va a dar cuenta de lo extraña que es efecto de significación fálica que permite al sujeto hacer
su vida. Dos ideas se le imponen, “lo van a rechazar” y con este goce un síntoma para domeñarlo. Es en este
“se van a dar cuenta que es virgen”. Luego de una se- sentido que podría decirse que la función del nombre
mana de ausencia se anima a ir. Esta seguro que tanto del padre en la neurosis es el síntoma en tanto que es lo
sus compañeros como los que acuden a esa repartición que no se encuentra en este sujeto.
lo rechazan. El provoca rechazo en el otro y no sabe có- El operador del nombre del padre articulado al amor
mo resolverlo. conduce a la referencia de Lacan en el Seminario XXI
Dice que conoce a una chica en el ascensor del traba- donde demuestra que el amor es posible si pasa por el
jo, muy simpática. Intercambian teléfonos y mensajes. Nombre del Padre. Es la función fálica la que permite un
Inmediatamente y solo con eso, se pregunta cómo ha- amor posible entre los sexos.
cer para que ella tenga relaciones sexuales con él. Lue- Lacan plantea un concepto nuevo denominado la fun-
go de un par de semanas la invita a tomar un café y ella ción del “nombrar para” ejercido por la madre quien se
le dice que tiene novio. Esto hace que caiga en una pro- basta por sí sola para designar un proyecto para su hi-
funda tristeza y se siente muy frustrado. jo; una función en lo social, una tarea que tenga validez
El quiere tener relaciones sexuales porque lo aterra que social. (2)
los otros puedan saber que es virgen y el rechazo sea En este caso el sujeto trabaja en una repartición del es-
aun mayor. tado al igual que su madre lo hizo durante toda su vida.
Anuncia que se va a China, estuvo organizando el viaje Cuando decide inscribirse en la Universidad del Cine la
y tiene el dinero para hacerlo. Le gustan los destinos analista lo interroga respecto de sus razones de dicha
exóticos como a su madre que recién acaba de llegar elección y responde que “se enteró que si estudia una
de India. Lo interpelo sobre los inconvenientes del idio- carrera de más de cuatro años en la repartición del Es-
ma y de viajar solo a un destino tan distante y me expre- tado donde trabaja le subirían el sueldo un setenta por
sa que no tiene problema con eso. ciento”. La analista agrega que podría buscar trabajo
Regresa luego de un mes, como si fuera la primera vez vinculado a sus estudios pero él sólo lo hace por ese
que llega a la consulta: otra vez ansioso, sin poder ha- aumento de sueldo; no tiene ninguna intención de cam-
blar de lo que le pasa, el viaje había sido un claro retro- biar de trabajo.
ceso. Lacan continua en el Seminario XXI señalando que la
función del “nombrar para” instaura para el sujeto un
La actualidad “orden que es de hierro” para explicar la fijeza del mis-
Si bien luego del viaje a China comienza a planear un mo; la imposibilidad para el sujeto de preguntarse por
viaje a la Antártida esto lo va abandonando de a poco. fuera de este orden. No hay pregunta por el deseo, que
Vuelve al cine con su padre y comienza a pensar que le instaura el Nombre del Padre; del deseo como deseo
gusta el cine y las películas. Se anota en la Universidad del Otro. La madre y su proyecto es suficiente.
del Cine para estudiar dirección de fotografía. Roberto Mazzuca escribe en su texto “Las dos clínicas
Se relaciona con sus compañeros de manera distante de Lacan”: “En el momento actual en la dimensión del
pero fluida. Lo invitan a salidas a las cuales por lo gene- amor hay una pérdida que proviene de que el nombre
ral no concurre porque siente mucho cansancio. A ve- del padre es sustituido por otra cosa, esa otra cosa es
ces logra vencer la ansiedad que le provoca y va. una función social que Lacan caracteriza como nom-
El está seguro que todavía no lo rechazan porque no lo brar para”.(3)
conocen bien pero que en cualquier momento el recha- Hay una pérdida y ésta es en la dimensión del amor.
zo se va a presentar. No hay asociaciones. El rechazo Eduardo se muestra totalmente desafectivizado. El
opera como plomada sin que el sentido pueda despla- amor no aparece como un operador posible en sus rela-
zarse. No hay lugar a la duda solo puede implementar ciones con los otros. Quiere iniciar relaciones con muje-
un compas de espera, hasta que este se presente y ten- res pero en ningún momento se pregunta si le gustan o
ga que irse. si siente algo por ellas. Cuando es interpelado en este
sentido parece no entender muy bien qué se le dice.
Una articulación teórica posible: J. A. Miller señala en su seminarios “Extimidad” “Si nos
J.A. Miller en su seminario “Los signos del goce”. “El atenemos a una problemática del reconocimiento reno-

120 Psicología Clínica y Psicopatología


vada por la consideración del sentido, ya se puede ob- BIBLIOGRAFÍA
tener este doble estatuto del otro: el otro como objeto y Lacan, J. (1964). El Seminario, Libro 11. Los cuatro conceptos
el Otro como sujeto. Noten que desde esta perspectiva fundamentales del Psicoanalisis. Buenos Aires: Paidós.
se plantea lo que Lacan formalizó distinguiendo lo ima- Lacan, J. (1974) El Seminario, Libro 21. Los nombres del padre
ginario y lo simbólico”.(4) (les non dupes errent). Inédito.
A la vista de lo que plantea Miller en este seminario po- Miller, J.A (1998). Los signos de goce. Los cursos psicoanalíticos
dríamos pensar que la alteración en lo simbólico que de Jacques-Alain Miller. Buenos Aires. Paidós.
plantea para el sujeto la función del nombrar para lo de-
Miller, J.A. (2010). Extimidad. Los cursos psicoanalíticos de
ja solo en el circuito imaginario y totalmente rivalizante Jacques-Alain Miller. Buenos Aires. Paidos.
sin poder acceder de manera completa al circuito sim-
Mazzuca Roberto, Schejtman Fabian, Zlotnik Manuel. (2000). Las
bólico que permitiría otro acceso al lazo con el Otro su- Dos clínicas de Lacan. Introducción a la clínica de los nudos.
jeto. Es esta misma alteración en lo simbólico lo que im- Buenos Aires. Ed. Tres Haches.
pide que el amor sea un operador posibilitando el lazo
social.

Psicología Clínica y Psicopatología 121


LAS CREENCIAS SOBRE EL AMOR Y SU RELACIÓN
CON LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Lago, Adriana; Miracco, Mariana
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - Instituto de Investigaciones, Facultad
de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN mary prevention work in our every day clinical practice.


En el presente trabajo de revisión se analizan las creen- Research allowing to set the bases of new therapeutic
cias vinculadas al amor romántico, en relación con los interventions is encouraged. METHODOLOGY: biblio-
indicadores de conflicto en la pareja y con el fenómeno graphic revision. Conceptual analysis.
social de la violencia de género. El recorrido teórico
parte del concepto de femicidio, en el contexto de la vio- Key words
lencia doméstica, abordando los cambios sociales que Love Gender violence
permitieron la conceptualización de dicho término y los
posibles factores que han contribuido a la percepción
social de esta problemática. Se desarrolla también el
concepto de amor romántico, con el alto grado de idea- Introducción:
lización que se sostiene de él en la sociedad occidental, En el último tiempo los casos de femicidio asociados a
y la visión del mismo como un prerrequisito para las la violencia doméstica se han incrementado notoria-
uniones matrimoniales. Por último, se destaca la impor- mente, al menos en lo que respecta a su difusión o co-
tancia clínica que tiene poder conocer los factores que nocimiento público. Esta problemática ha ido adquirien-
hacen al buen funcionamiento de la relación de pareja, do cada vez más relevancia en nuestro país, en el que
y la función social que tiene nuestra disciplina en el de- hace dos años se sancionó la ley de Protección Integral
sarrollo de estrategias de intervención adecuadas en para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra
atención primaria. OBJETIVOS: Se espera a través de las Mujeres (ley n° 26.485) (1), en consonancia con las
esta presentación transmitir la relevancia que tiene esta convenciones que a nivel internacional han destacado
problemática social, y en nuestra práctica clínica coti- su carácter en materia de salud pública y derechos hu-
diana el trabajo en prevención primaria. Se alienta a manos.
que se desarrollen investigaciones que posibiliten esta- De acuerdo con la mencionada ley, se entiende por vio-
blecer las bases de nuevas intervenciones terapéuti- lencia contra las mujeres toda conducta que por acción
cas. METODOLOGÍA: Revisión bibliográfica. Análisis u omisión, basada en una relación desigual de poder,
conceptual. afecte su vida, su libertad o su dignidad, comprometien-
do su integridad física, psicológica, sexual, económica
Palabras clave o patrimonial, como así también su seguridad personal,
Amor Violencia de género tanto si tiene lugar en el ámbito público como en el pri-
vado. Las políticas tendientes a la prevención, sanción
ABSTRACT y erradicación de este tipo de violencia se han visto im-
BELIEFS ABOUT LOVE AND THEIR RELATIONSHIP pulsadas a partir de diversos estudios que a nivel global
WITH GENDER VIOLENCE han destacado la magnitud tanto de la problemática en
In the present revision work beliefs about romantic love sí como de sus consecuencias, sobre las mujeres afec-
are analyzed, in relation with indicators of conflict in the tadas y sobre la comunidad en general. En este sentido,
couple and with gender violence as a social phenome- un estudio internacional de la Organización Mundial de
na. Beginning with the concept of femicide in the context la Salud (2) (2005) señaló que el porcentaje de mujeres
of domestic violence, social changes that allowed the que había tenido pareja alguna vez y que había sufrido
conceptualization of the term and possible factors that violencia física o sexual, o ambas, por parte de su pare-
have contributed to the social perception of the problem ja a lo largo de su vida oscilaba entre el 15% y el 71%,
are addressed. The concept of romantic love is also ex- aunque en la mayoría de los entornos se registraron ín-
plained, with the high degree of its idealization held in dices comprendidos entre el 24% y el 53%.
occidental society, and its vision as a pre-requisite for En Argentina, la Oficina de Violencia Doméstica de la
marriage unions. Finally, clinical relevance of knowing Corte Suprema de la Nación registra un incremento sis-
the factors that lead to the good functioning of the cou- temático en el número de casos recibidos desde su
ple relationship is highlighted, as well as the social func- apertura en el año 2008 (Oficina de Violencia Domésti-
tion of our discipline in the explained of proper interven- ca -OVD- de la CSJN, 2010, 2011) (3). La prevalencia
tion strategies in primary care attention. OBJECTIVES: estimada de esta problemática resulta alarmante, aún
to show the relevance of this social problem, and of pri- más al contemplarse que en muchos casos este tipo de

122 Psicología Clínica y Psicopatología


violencia llega a su forma extrema: el homicidio de las cionales. Dicha resistencia se vincularía con la existen-
mujeres maltratadas. cia de fuertes creencias respecto de los roles de géne-
De acuerdo con los hallazgos del Observatorio de Femi- ro, que sostendrían ciertas desigualdades entre hom-
cidios en Argentina, en el año 2010 se registraron 260 bres y mujeres, llegando a propiciar la utilización de la
muertes de mujeres y niñas vinculadas con violencia de violencia como recurso y como forma extrema de con-
carácter sexista (Observatorio de Femicidios en Argenti- trol (7).
na, 2011) (4). El estudio realizado por dicho observatorio
indica que habría un incremento del 30% en este tipo de El femicidio:
homicidios, de acuerdo con lo registrado en los dos años Creado a través de la traducción del vocablo inglés fe-
previos. Estas cifras surgen a partir de los datos propor- micide se refiere al homicidio evitable de mujeres por
cionados por agencias informativas, con lo cual puede in- razones de género. Dentro de la esfera de la violencia
ferirse que el número ha de ser bastante mayor, dado contra la mujer, puede englobarse otras conductas que
que numerosos casos no llegarían a tener una repercu- habitualmente no son tenidas en cuenta como, por
sión de carácter público. Por otra parte, otro trabajo lleva- ejemplo, la falta de atención médica que derive en un
do a cabo en nuestro medio destaca que un porcentaje aumento de la mortalidad femenina, el aborto de los fe-
de los suicidios femeninos, registrados a través de esta- tos de niñas basado en una selección deliberada, el in-
dísticas nacionales y policiales, podría en realidad tratar- fanticidio en los países en los que se prefiere a niños
se de femicidios (Fernández et al., 2010) (5). varones, la falta de comida y atención médica, que se
Las muertes relacionadas con la violencia doméstica desvía hacia los miembros masculinos de la familia, los
que han sido de público conocimiento en nuestro país llamados “asesinatos de honor” y “las muertes de dote”
han favorecido el debate acerca de la temática, así co- y el tráfico de mujeres (8).
mo una mayor difusión de algunos de sus dispositivos Tal vez el femicidio que más nos conmueva sea el lleva-
de abordaje, tales como los grupos de ayuda mutua (6) do a cabo por las propias parejas, dada la concepción
y los servicios de asesoramiento legal. Si bien en su de la unión que se establece entre dos personas que se
mayoría venían funcionando desde hacía un tiempo, pu- presume de carácter amorosa. En dicho contexto, resul-
do observarse la preponderancia que comenzaron a te- ta difícil entender que la violencia condene a las muje-
ner en los medios de comunicación, en el contexto de res a padecer durante mucho tiempo maltratos no sola-
una proliferación de campañas de educación sobre el mente físicos y psicológicos, sino también sexuales,
tema. terminando en muchos casos con su vida.
Podría decirse entonces que, si bien esta problemática La pregunta que guía el presente trabajo es: ¿Por qué
no es de carácter reciente, hoy en día habría una mayor cuando se instala una espiral de violencia en la pareja,
concientización acerca de situaciones que antes eran contrariamente a lo que se puede pensar, las mujeres
naturalizadas. No hace mucho tiempo, aunque estas si- permanecen en estos vínculos, altamente costosos en
tuaciones eran en verdad censuradas, se las mantenía múltiples sentidos para ellas? ¿Cuáles son las creen-
sólo en la esfera del ámbito privado, hecho que ha con- cias con las que se ha conformado aquella pareja que
tribuido a la resistencia de las mujeres a denunciarla, se sostiene a pesar de su evidente disfuncionalidad?
fundamentalmente por vergüenza. A continuación se desarrollan algunos conceptos con el
Al considerarse la violencia de género como un fenó- objetivo de intentar responder a dichas preguntas.
meno social, puede entenderse que tiene su origen en
la desigualdad inherente al contrato social establecido El ideal del amor romántico:
entre hombres y mujeres. Dicho contrato implica la sub- En principio podemos decir que el amor no es un obser-
ordinación del género femenino como base de la es- vable si no un constructo psicológico, un estado interno
tructura patriarcal de la sociedad. Ésta se basa en un inferido y, fundamentalmente, un fenómeno sociocultu-
conjunto de creencias que legitiman el poder y la autori- ral (9). La cultura occidental sostiene una gran idealiza-
dad de los hombres sobre las mujeres, fundamental- ción del amor romántico, y casi podríamos decir que
mente en el matrimonio pero también a lo largo de las universalmente este sentimiento resulta un prerrequisi-
diversas relaciones interpersonales que ellas estable- to imprescindible para la consolidación y mantenimien-
cen a lo largo de su vida. to de la relación de pareja (10).
Afortunadamente, diversos cambios pueden haber con- Numerosas teorías psicológicas intentaron explicar el
tribuido a una mayor percepción social de la problemá- fenómeno del amor. La teoría del refuerzo sostiene que
tica. La mujer ha salido del ámbito doméstico incremen- la génesis y el mantenimiento de una relación amorosa
tándose notablemente su participación en el mercado dependen del grado en que las recompensas mutuas
laboral, donde si bien aún su trabajo no es reconocido a son superiores a las que se podrían obtener en otras re-
la par de aquél realizado por el hombre, sostiene un ni- laciones (11). Sin embargo, la realidad nos muestra la
vel de competitividad equiparable. Algunos autores sos- existencia de amores incomprensibles o “ciegos” que se
tienen que justamente la violencia de género responde- apartan de dicha lógica.
ría a cierta resistencia vinculada a la aceptación de es- Durante la década del ´70 empiezan a aparecer estudios
tos cambios, frente al desequilibrio en la estructura de sistemáticos sobre el tema. Es posible que la distinción
poder concebida desde modelos familiares más tradi- que numerosos autores han hecho del amor como una

Psicología Clínica y Psicopatología 123


actitud y el amor como una emoción, permita alguna para el otro”, tal vez mantengan unida a una mujer a su
aproximación explicativa (12). A partir del trabajo de va- pareja aún a costa, muchas veces, de su propia vida.
rios autores, se empieza a concebir al amor en una doble
vertiente: el amor pasional y el amor compañero. El pri- Creencias disfuncionales:
mero estaría caracterizado por un estado de unión física En un estudio llevado a cabo en España sobre una
y activación fisiológica acompañada de sensaciones in- muestra de 1949 sujetos (23), se analizó la presencia de
tensas, mientras que el segundo estaría definido por sen- las principales creencias acerca del amor romántico. Se
timientos de confianza y de ternura (13). En el modelo di- encontró que estas creencias eran ampliamente acep-
señado por J.A.Lee (1973) en su libro “Colours of love”, tadas por la población encuestada, y se observó tam-
se destaca la existencia de un amor pasional, centrado bién que a mayor edad y nivel de estudios había una
principalmente en la atracción física, el deseo y la excita- menor adhesión a las mismas, y que las mujeres tenían
ción sexual, y un amor amistad que pone el énfasis en la niveles de acuerdo superiores a los de los varones.
confianza, la intimidad y el cariño (14). Puede observarse por consiguiente que existirían nu-
En la década de los ´80 Hendrick y Hendrick, desarro- merosas creencias que podrían resultar disfuncionales
llan la escala de actitudes amorosas (LAS), para eva- jugando un papel preponderante en el sostenimiento de
luar los estilos propuestos por Lee, vinculándolos con ciertos vínculos de pareja poco satisfactorios. Algunas
los estilos de apego de la teoría de Bowlby (15). de ellas se refieren a la “media naranja” o la creencia de
Finalmente, la teoría triangular del amor de Robert Ster- que elegimos a una pareja que tenemos predestinada
nberg (1986, 1988, 1998) (16), toma los aportes de Lee de algún modo y que ésta es la única elección posible.
y plantea tres componentes principales en toda relación La creencia de que los celos son un signo de amor y
de pareja: intimidad, pasión y compromiso. hasta un requisito imprescindible para que éste sea re-
La importancia de este planteo está en que cada uno de conocido, o que el amor y el enamoramiento son la mis-
los componentes del amor tiene un peso distinto según ma cosa, implicarían ciertas reglas y actitudes que se
el momento de la relación. Así, se espera que el compo- activan en el contexto de la pareja definiendo su interac-
nente pasional vaya perdiendo peso a lo largo del tiem- ción. Así, se sostiene la expectativa de que a lo largo
po, mientras van cobrando relevancia la intimidad y el del tiempo, el amor despierte la misma activación fisio-
compromiso (17). lógica del principio de la relación. (24)
Por otra parte, la dinámica de la relación de pareja está En este sentido, puede pensarse que el vínculo que se
determinada tanto por las características de sus miem- establece en una pareja que llega a perpetuar patrones
bros como por factores sociales y culturales. Hoy en día de interacción caracterizados por la violencia, se cons-
existen en la sociedad actual fuertes tendencias indivi- truye sobre los cimientos de las mismas creencias y sig-
dualistas, acompañadas por el imperativo de satisfac- nificados atribuidos al amor romántico que sostiene la
ción inmediata. Algunos estudios muestran que dichas sociedad en general. Dichas reglas definen qué cabe
tendencias implican un menor sentimiento de interde- esperar en una relación amorosa y qué mandatos debe-
pendencia con los otros (18) y la sobrevaloración de la rían cumplir ambas partes de la relación para que la
pasión y el amor romántico (19). Así, la valoración sub- misma prospere. Las creencias antes mencionadas ten-
jetiva de la satisfacción con la pareja dependería de la drían un rol fundamental en el sostenimiento de ciertos
percepción de emociones más centradas en las sensa- vínculos disfuncionales. Nuestro rol tendría que ver con
ciones fisiológicas y en la búsqueda constante de la detectarlas y trabajarlas de manera tal que resulten más
sensación de estar enamorado, que en sentimientos de flexibles y saludables para ambas partes.
amistad y compromiso con la pareja (20). Sabemos por numerosos estudios que las creencias
Ahora bien, los estudios demuestran que estas expec- disfuncionales de las mujeres que sufren violencia por
tativas serían poco realistas y contribuirían a generar di- su pareja juegan un importante papel en el desarrollo
ferentes grados de frustración, recelo y hostilidad en la de la psicopatología que con frecuencia padecen (25).
pareja, siendo en muchos casos un potente predictor Esto se debe a que podrían incrementar la vulnerabili-
del conflicto (21). Además se basarían en creencias bá- dad a padecer diversos trastornos como depresión o
sicas incondicionales e inflexibles que definirían la inte- ansiedad (26), además de influir en el tipo de estrate-
racción y la relación misma. Posiblemente su origen se gias de afrontamiento que las mujeres maltratadas sean
encuentre en algunas fuentes primarias como la rela- capaces de instrumentar. La presencia de creencias
ción de los padres, las costumbres culturales, los me- disfuncionales reduciría la posibilidad de comprometer-
dios de comunicación y también las primeras salidas en se con conductas activas que permitan modificar la si-
pareja. Numerosas películas, cuentos infantiles, leyen- tuación de maltrato y aumentaría los mecanismos de
das y mitos alimentarían la construcción de una percep- negación y evitación, perpetuando la disfuncionalidad
ción del vínculo amoroso que “todo lo puede” y que “to- del vínculo.
do lo vence”. El ideal del amor romántico a través de la
lucha por el otro, de la búsqueda del “final feliz” después Conclusiones:
del sufrimiento (22), y las creencias sostenidas férrea- La conformación y el sostenimiento de los vínculos de
mente de que “el amor surge espontáneamente y siem- pareja estarían determinados en parte por la presencia
pre será así sin ningún esfuerzo”, o que “somos el uno de ciertas creencias ligadas al amor y al rol diferencial

124 Psicología Clínica y Psicopatología


de hombres y mujeres en dicho contexto. Dichas creen- 13) Lee, J.A. (1973). The colors of love: an exploration of the ways
cias estarían presentes en el fenómeno que se percibe of loving. Toronto: New Press.
como violencia en la pareja, como forma extrema de 14) Lee, J.A. (1976). The colors of love. New Press: Notario.
ciertas reglas y actitudes disfuncionales que son gene- 15) Hendrick, Susan S. y Hendrick, Clyde (1992). Romantic love.
ralmente naturalizados y forman parte de los procesos Newbury Park: Sage.
de socialización. Resulta de fundamental importancia 16) Sternberg, Robert J. (1989). El triángulo del amor. Barcelona:
para la clínica detectar dichas creencias disfuncionales, Piados.
dado su rol en la conformación y sostenimiento de aque-
17) Dion, K.L. y Dion, K.K. (1988). Romantic love: individual and
llos vínculos signados por la violencia. cultural perspectives.
Futuros trabajos podrán profundizar en estos planteos
En R. Sternberg y M.J. Barnes (Eds.), The psychology of love (pp.
sentando las bases para nuevas intervenciones en el 264-289). New Haven: Yale University Press.
área.
18) Goodwin, R. (1999). Personal relationships across cultures.
London: Routledge.
19) Hendrick, Clyde y Hendrick, Susan S. (1986). A theory and
method of love. Journal of Personality and Social Psychology, 50,
392-402.
BIBLIOGRAFÍA
20) 24) Sanz, A. (2000). La vida en pareja. Cómo resolver las di-
1) Ley n° 26.485, de Protección Integral para Prevenir Sancionar ficultades de la comunicación. Madrid: Temas de hoy.
y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. (2009). Boletín Oficial,
31.632, 1. 21) Epstein, N. B., y Baucom, D. H. (2002). Enhanced cognitive-
behavioral therapy for couples: A contextual approach. Washing-
2) Organización Mundial de la Salud (2005). Violencia contra la ton, DC: American Psychological Association.
mujer infligida por su pareja. Panorama general. Programas y
proyectos. Género y salud de la mujer En: http://www.who.int/ 22) Echeburúa, Enrique, Corral, Paz y Amor, Pedro J. (1999).
gender/violence/ who_multicountry _study/summary _report/ Violencia familiar. Madrid: UNED.
chapter2 /es/index.html.
23) Barrón, Ana, Martínez-Iñigo, David, De Paul, Pilar y Yela,
3) Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justi- Carlos (1999). Romantic beliefs and myths in Spain. The Spanish
cia de la Nación (2011). Mayo de 2011. En: http://www.csjn.gov.ar/ Journal of Psychology, 2(1), 64-73.
docus/documentos/verdoc.jsp.
25) Goodwin, R. (1999). Personal relationships across cultures.
(2010). Datos del Funcionamiento de la OVD al 15 de septiembre London: Routledge.
de 2010 (a 2 años del inicio de sus actividades). En: http://www.
26) Walker, S. y Barton, L. (Eds.) (1983). Gender, class and edu-
csjn.gov.ar/docus/documentos/verdoc.jsp.
cation. Nueva York: The Falmer Press.
4) Observatorio de Femicidios en Argentina de la Sociedad Civil
“Adriana Marisel Zambrano”. Informe de Investigación de Femici-
dios en Argentina. 1° de enero al 30 de junio de 2010. En: http://
www.lacasadelencuentro.org/descargas/femicidios-primer-se-
mestre2010.pdf. También en: http://estatico.buenosaires.gov.ar/
areas/ des_social/ mujer/observatorio_genero/pdf/femicidios
5) Fernández, A. M.; Tajer, D.; Galimberti, D.; Ferrarotti, A.; Chio-
di, A. & Borakievich, S. (2010). Estudio cuali-cuantitativo de la
mortalidad femenina por causas externas y su relación con la
violencia de género. Revista Argentina de Salud Pública, 1 (3):
18-23.
6) Miracco, M.; Rutsztein, G.; Lievendag, L.; Arana, F. ; Scappa-
tura, L. ; Elizathe, L. & Keegan, E. (2010). Estrategias de afronta-
miento en mujeres maltratadas. La percepción del proceso por
parte de las mujeres. Anuario de Investigaciones de la Facultad
de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. XVII. 59-67.
ISSN 0329-5885.
7) González, Rosaura y Santana, Juana D. (2001). Violencia en
parejas jóvenes. Análisis y prevención. Madrid: Pirámide.
8) http://es.wikipedia.org/wiki/Femicidio
9) Sangrador, José Luis (1993) Consideraciones sobre el amor.
Revista Psicothema, vol 5 Suplemento, pp. 181-196 ISSN 0214-
9915 PSOTEG
10) Simpson, J.A., Campbell, B. y Berscheid, E. (1986). The as-
sociation between romantic love and marriage: kephart twice re-
visited. Personality and Social Psychology Bulletin, 12(3), 363-372.
11) Rubin, Zick (1973). Liking and loving: an invitation to social
psychology. New York: Hold, Rinehart y Winston.
12) Hatfield, E., Utne, M. K. y Traupmann, L. (1979). Equity theory
and intimate relationships. En R. L. Burgess y T.L. Huston (eds):
Social exchange in developing relationships. New York: Academic.

Psicología Clínica y Psicopatología 125


TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIóN
EN LA ERA DE LA FIESTA PERMANENTE
Lejbowicz, Jacqueline; Karpel, Patricia Andrea
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Nos proponemos situar en este trabajo algunas conse-


Nos interesa situar las consecuencias clínicas que de- cuencias clínicas que depara, el declive de la función
para en esta época, en particular para las jóvenes, el paterna propio de esta época; en tanto el pacto simbóli-
declive de la función paterna, en tanto el pacto simbóli- co queda amenazado de disolución, promoviendo efec-
co queda amenazado de disolución. Plantearemos en- tos sintomáticos catastróficos. Nos interesa, en conti-
tonces una lectura que relaciona causalmente los tras- nuidad con las investigaciones que venimos desarro-
tornos de la alimentación tan propios de las jóvenes de llando, precisar estas consecuencias en las conductas
esta época, con el empuje actual al consumo masivo y alimentarias de las adolescentes y jóvenes.
la satisfacción total (“fiesta permanente”), en contrapun- Plantearemos entonces una lectura que relaciona cau-
to con la función que Freud otorgaba al banquete toté- salmente los trastornos de la alimentación tan propios
mico, y su eficacia para humanizar la ley. Extraeremos de las jóvenes de esta época, con el empuje actual al
además algunas consecuencias del señalamiento que consumo masivo y la satisfacción total (“fiesta perma-
Lacan realiza respecto de la ruptura del casamiento con nente”), en contrapunto con la función que Freud otor-
el falo que implican ciertas adicciones, para pensar los gaba al banquete totémico, y su eficacia para humani-
trastornos alimentarios. zar la ley.
Extraeremos además algunas consecuencias del seña-
Palabras clave lamiento que Lacan realiza respecto de la ruptura del
Banquete totémico Fiesta permanente Trastornos ali- casamiento con el falo que implican ciertas adicciones,
mentarios Toxicomanías para pensar los trastornos alimentarios. (1).

ABSTRACT En 1912, S. Freud creó magistralmente un mito para po-


ALIMENTARY DYSFUNCTIONS IN THE ERA OF THE der situar allí el origen del pacto simbólico que funda y
PERMANENT PARTY ordena la cultura, el Mito del asesinato del padre de la
It interests us to locate the clinical consequences that it horda primitiva (2). En este mito, el protopadre, único
affords in this time, in particular for the youths, the de- poseedor de todas las mujeres, es asesinado por sus
cline of the paternal function, as long as the symbolic hijos, quienes a partir de este acto establecen un pacto
pact is threatened of breakup. We will outline a reading de sangre fraterno que los enlaza en la culpa, la obe-
that relates the alimentary disfunctions, causally then so diencia retrospectiva y la renuncia.
characteristic of the youths of this time, with the current En relación a este mito, S. Freud introduce la función del
push to the massive consumption and the total satisfac- tótem en la cultura y
tion (“permanent party”), in counterpoint with the func- Dice: El tótem de la tribu o clan es venerado por un gru-
tion that Freud granted to the banquet in the totemism, po de hombres y mujeres que llevan su nombre, se con-
and his effectiveness to humanize the law. We will also sideran descendientes de un antepasado común y se
extract some consequences of the idea that Lacan car- hallan estrechamente ligados unos a otros por deberes
ries out regarding the rupture of the marriage with the comunes y por la creencia en el tótem común (3). Un
phallus that certain addictions imply, to think the alimen- animal tótem es llorado y enterrado.como un miembro
tary dysfunctions. del clan cuando es encontrado muerto”.
Estará prohibido matar al tótem, así como realizar el
Key words coito con una mujer del mismo tótem. Y solo se podrá
Totemism Permanent party Alimentary dysfunctions matar al animal cuando lo que esté en juego sea un sa-
Drugs habit crificio.
El sacrificio, acto sagrado por excelencia, acto de ofren-
da a un dios, es también un acto que pone en juego la
comensalidad, consolidando el lazo entre la divinidad y
sus seguidores.
El recuerdo del triunfo obtenido y la unión fraterna se re-
nuevan en este banquete que se consuma, año tras
año. Se trata del banquete totémico; siendo el tótem, el
animal al que Freud nos ha enseñado a considerar co-
mo sustituto del padre muerto.

126 Psicología Clínica y Psicopatología


Se sacrifica entonces al animal totémico, en un exceso encontré. Hasta que no terminé no paré” y también: “Co-
que, en esta ocasión, no solo está permitido; sino tam- mí media pizza, pero para que mi mamá no se diera
bién, ordenado. cuenta que había comido tanto, me terminé la otra mitad,
La repetición de la fiesta devela que permanece un res- así no quedaba nada”.
to, lo que del padre no se termina de tramitar. Un resto
que opera como causa y relanza el deseo. Podemos decir entonces que no participan comunitaria-
F. Naparstek señala: “En la civilización freudiana -si se mente del sacrificio y de la fiesta de la mesa comparti-
la puede llamar así- la mayor parte del tiempo estaba da. Por el contrario, realizan este acto en la soledad de
regulado por la ley y sus instituciones. Al costado tenía- la auto-segregación. Pero hay otro sacrificio en juego;
mos esos pequeños excesos festivos cada tanto. En la al comer hasta el hartazgo, sin encontrar medida, ni
actualidad habría un empuje a una fiesta permanente gusto por comer, es su propia carne lo que sacrifican,
con un intento de hacer desaparecer el resto”. (4). en un despiadado festín.
El carácter permanente de esta fiesta dan cuenta de La fiesta permanente promueve el comer permanente.
una declinación de la autoridad paterna. Se trata de un O el no comer nada permanentemente. Consumo conti-
consumo que empuja a la satisfacción total, ya que se nuo, o ayuno permanente; en tanto no se sitúa pérdida
elude la función del resto, llegando al punto de reabsor- alguna que ponga en juego la castración, que permita
ber hasta los desperdicios. cesión de goce, circulación de deseo. Es entonces el
F. Naparstek da el ejemplo del “mezcladito”, así se llama cuerpo completo el que queda gozado, en tanto nada se
a los restos de lo que quedó del consumo, que se junta quiere saber de la castración.
y se consume también. Lejos de toda comida totémica, se afanan por no dejar
En este intento de no perder nada, lo que finalmente se resto alguno, situándose ellas mismas en una posición
pierde es cierta dimensión de lo subjetivo: el sujeto que- de resto, cadaverizándose.
da empujado a un lugar de objeto. Si el acto de comer está en relación al pacto simbólico,
Si nada se sacrifica, si no hay renuncia; lo que finalmen- ¿qué se pone en juego respecto del mismo, cuando el
te se sacrifica es el sujeto, vuelto deshecho. acto se trastorna de semejante manera?
J. A. Miller, afirma: “El borramiento del goce sexual con- No nos centraremos en esta ocasión en la cuestión de
siste en romper el casamiento con el falo, con la rela- la imagen, sino en lo que en la incorporación se pone en
ción al pene, definido en el fondo como partenaire-falo; juego o no, para que haya cuerpo.
y, en cierta forma, esto introduce la droga o la sustancia No nos centraremos tampoco en esta ocasión en la vía
tóxica como otro tipo de partenaire. Encuentro muy jus- del estrago materno para dar cuenta de estos trastor-
tificado volver a introducir la temática en cuestión en el nos, sino que indagaremos más bien en lo que la incor-
registro de la relación del sujeto moderno con el objeto poración pone en juego del símbolo y del amor. Y lo que
de consumo“. (5) sucede cuando precisamente se rechaza una incorpo-
Al constatar que las adicciones se presentan mayor- ración, cuestión del padre en juego.
mente en varones y los trastornos de alimentación en Si comer es un acto que liga y corrobora la pertenencia
mujeres, plantearemos estos últimos trastornos bajo es- a la comunidad social, no comiendo, o comiendo en es-
ta perspectiva. tas condiciones, insistiendo en la expulsión de la sus-
Tomemos algunos ejemplos de estos particulares mo- tancia, deshaciéndose de lo que incorporaron, ¿de qué
dos de comer de las jóvenes, y del decir que en ocasio- intentan desligarse? ¿O bien de lo que se trata es de
nes los acompaña: sostener el ideal de la comunión total, la relación sexual
* Comen con culpa y vergüenza. Acto seguido, llega el que no existe?
arrepentimiento e intentan desprenderse de lo que in- Evitar la comensalidad es un modo de renuncia a la co-
corporaron mediante los vómitos, las purgas, los laxan- munidad, a situarse en una filiación, en un lugar posible
tes, la gimnasia: “Comí dos manzanas, hice cuatro ho- respecto de los lazos que las estructuras elementales
ras de gimnasia y me pesé. No había adelgazado nada”. del parentesco posibilitan. Si se trata de hacer existir la
* No comen o comen nada. No saben lo que es el ham- relación sexual, se elude la castración, impidiendo el
bre, ni el gusto por comer. acceso a la sexuación.
* Comen solas, fuera del banquete. No comparten la co- Renuncian entonces a una sexuación posible, devas-
mida, se esconden para comer. Eluden la reunión fami- tando un cuerpo donde se elude lo femenino al borrar
liar, comen sin fiesta. sus formas, desvitalizándolo en la amenorrea.
* Muchas de ellas sólo comen vegetales. Dieta light y
baja en calorías, acompañada a menudo de un horror Retomando ahora la hipótesis planteada, nos pregunta-
por la carne. mos si podemos plantear en la misma línea de efectos
* Comen fuera de toda regla, comen en cualquier hora- de la época, los trastornos del comer y el consumo de
rio, comen cualquier cosa: “Después de comer lo que sustancias.
quedaba en la heladera, agarré lo que encontré en el ar- Unos y otro se inician habitualmente en el momento en
mario. Me da vergüenza contarle. Comí harina del pa- que el sujeto se confronta con la puesta en juego de la
quete. A cucharadas”. sexualidad, predominando las toxicomanías en los va-
*Comen sin tope y sin dejar restos: “Comí todo lo que rones y los trastornos de alimentación en las mujeres.

Psicología Clínica y Psicopatología 127


Así como el consumo de sustancias puede situarse en deseo propio, en la vía de la mortificación.
una vía de sostener el casamiento con el falo, tomando Pero hubo momentos de verdadera manía donde el cor-
el consumo una función de muleta para acompañar la tocircuito era rotundo, ruptura con el falo, rechazo puro.
relación al Otro sexo, en una vía deseante; también hay La intervención analítica fue preguntar si ella encuentra
trastornos de la alimentación que se sitúan dentro de la alguna relación entre estos robos de su madre y sus
lógica fálica en una vía de preservación, fallida y sinto- problemas alimentarios, y es allí que se abre la posibili-
mática, del deseo. Aún a riesgo de la destrucción del dad de plantearse sus trastornos alimentarios como sín-
cuerpo, estas jóvenes mujeres cierran la boca con el tomas relacionados con el goce mórbido materno y la
objeto de hacer un lugar, cavar un hueco donde se alo- ineficacia del padre en su función.
je una nada. Se produce un cambio de posición, la muchacha pide a
Pero en otros casos, situamos que los trastornos ali- su padre recibir por sí misma el dinero para sus gastos,
mentarios no están en las vías de una solución fálica: resguardando lo propio y produciendo una sustracción
Cuando no hay medida en el comer, cuando se come al goce materno. Comienza a tomar clases de danza y
todo, sin resto, sin el gusto que implica lo aperitivo del posteriormente a darlas, ganando algún dinero. Se po-
comer, el banquete que enlaza. Cuando se come fuera ne de novia, empieza a tener relaciones sexuales, co-
de tiempo y de lugar, cuando no se come nada, ó casi mienza la facultad. Luego de una ocasión en que su
nada y se saltean comidas, y se ejercita al cuerpo sin madre la espera con una nueva escena montada simu-
descanso viviendo asombrosamente sin comer. Cuan- lando un robo, la muchacha pide a su padre irse a vivir
do el cuerpo adelgaza y no consumen, sino que se con- con él. Y lo hace.
sumen en un goce descarnado, en el que el fanatismo y Primero está el banquete, después el hambre. Poder te-
la manía por el vacío avanzan. ner hambre es algo a lo que esta muchacha, aunque
Podríamos decir que en ese punto se cortan los lazos y pueda ahora comer con ciertas reglas, no accedió.
se suprime el resto, hay allí un cortocircuito, que deriva Hay un goce que no cede.
en un goce a secas. Tomando prestado el término de lo Si bien hay algún recorrido hecho respecto de lo mater-
planteado en la Clínica con las Toxicomanías, podría- no y alguna posibilidad de contar con su padre; dejarle
mos llamar “anorexicomanía” a esta posición de ruptura al padre el cadáver pútrido de un animal doméstico se
con la dimensión fálica. configura en una mostración de lo que permanece fue-
Podemos situar casos en que se produce un desengan- ra de discurso.
che, una ruptura con el falo, y casos donde la ruptura ya Dicho con todas las letras: Deja en la casa del padre, el
estaba de entrada, por estructura. cadáver de un perro que encontró y que “se llevó a su
Y casos donde no hay ruptura con el falo, y de lo que se casa para investigar”.
trata es del trastorno alimentario como síntoma para “Si se pueden diseccionar insectos para investigar,
preservar el deseo. -práctica iniciada ya antes de comenzar su carrera de
Tomemos entonces una viñeta clínica para trabajar es- Biología-, ¿por qué no habría de poder hacer lo mismo
tas cuestiones, articuladas a la función del banquete y con un animal muerto encontrado en la calle?”
del Tótem: Forcluye precisamente lo amoroso que lo domestico en-
traña, aunque en un acto dedicado al padre (dejarle el ca-
Una muchacha de 17 años, es traída a tratamiento con dáver del perro). Y aquí, nos preguntamos: ¿Se trata de
una sintomatología que oscila entre comerse todo, pro- un llamado a lo simbólico, o de una ostensión que preci-
vocarse vómitos, o no comer en absoluto, rechazando samente muestra lo que se había forcluído en la ruptura
su cuerpo, y manteniéndose inicialmente en un cortocir- con el falo, en el momento de la “anorexicomanía”?
cuito con toda regulación fálica, lo cual incluye la nega- El cuerpo desvitalizado, cadáver que la anoréxica mues-
tiva a hablar. tra, nos orienta en que fracasa lo que del amor posibili-
Luego de algunas maniobras, accede a hablar en análi- ta el recorrido de la pulsión al deseo, a las ganas de co-
sis. Acusa entonces recibo de que no pudo participar mer, al apetito sexual, por ejemplo.
del viaje ritual de egreso del colegio secundario. Ahora El cadáver enfrenta al horror, a lo que no está en fun-
registra que fue para no pedir a sus padres el dinero y ción del amor del padre que no humaniza ni procura la
así no afectar las relaciones entre ellos. Consideraba vestidura fálica, que en la mujer se sitúa precisamente a
también la posibilidad de hacerse monja. nivel del cuerpo. Entonces, en el caso relatado, ¿se tra-
A partir del trabajo en las sesiones, la muchacha confie- ta de un cuerpo ofrecido al padre para poder salir ella
sa que su mamá simula habitualmente ser víctima de ro- del lugar de lo cadavérico?
bos; cuando en realidad gasta dinero compulsivamente Dejar el cadáver de un animal doméstico, parece situar-
-sobre todo jugando. Se trata del dinero que recibe del se en relación a la función del tótem. Pero le es necesa-
padre de la muchacha para el sustento de la misma y de rio realizar la presencia del cadáver, en vez de que esté
su hermana. Es decir, lo que jurídicamente se da en lla- posibilitada la comensalidad, el banquete, el acto sim-
mar “Alimentos”. La madre roba y se juega los alimentos bólico.
de la hija. Goce materno devorador y mortífero. ¿Se trata de una posición de rechazo de la incorporación
El auto-provocarse vómitos y la anorexia de la mucha- que el pacto simbólico sitúa? ¿O de denuncia de la inefi-
cha resumen el intento de separación que asegure un cacia del padre para adentrarla en la dialéctica del don?

128 Psicología Clínica y Psicopatología


Frente a la pérdida de un objeto, es la identificación lo BIBLIOGRAFÍA
que se pone en juego. La identificación es canibalística. (1) J. Lacan. Sesión de clausura de las jornadas de carteles. (in-
Se devora para incorporar el objeto que se amó y se édito,1975).
perdió. Al devorarlo se lo destruye. Se lo destruye por- (2). S. Freud. Tótem y tabú. 1913. Ediciones Amorrortu.
que se ama y en esta destrucción se conserva, ya que
(3) Ibid.
adviene la huella al lugar de su falta.
Si se presentan obstáculos a este proceso canibalísti- (4) F. Naparstek. “La era de la fiesta permanente” en “Introducción
a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II”. Ediciones Gramma.
co, el objeto sobrevive en lo psíquico, en lugar de su
huella. (5) “El Otro que no existe y sus comités de ética” Intervención de
El rechazo de los alimentos está fundado en el conflicto J.A. Miller. El Psicoanálisis aplicado a las toxicomanías. TyA.
ambivalente en relación a estos vínculos amorosos. Po- (6) J. Lacan. Clase unica del seminario inexistente de Los Nombres
dríamos decir que en el caso relatado, lo rechazado ma- del Padre. (inédita).
níacamente, en la negativa a comer, o en la expulsión (7) Ibid.
del alimento, es la relación al padre. Lo cual impide el
acceso a una identificación posible, a una filiación y a
una nominación.
Dice J. Lacan: “Si míticamente el padre no puede ser
más que un animal, el padre primordial, el padre ante-
rior a la prohibición del incesto no puede estar antes del
advenimiento de la cultura y de acuerdo con el mito del
animal, su satisfacción no tiene fin: El padre es ese jefe
de la horda. Pero llamarlo Tótem y justamente a la luz
de los progresos aportados por la crítica de la antropo-
logía estructural de Levi Strauss que pone de relieve la
esencia clasificatoria del Tótem, lo que es preciso en
segundo termino, es poner al nivel del padre la función
del nombre.” (6)
.Y agrega: “Dado este padre, quizá podamos ir más allá
del mito tomando como referencia lo que implica el mito
en este registro que nos hace progresar sobre estos
tres términos: el goce, el deseo y el objeto”. (7)
De una función que conjugue ley y deseo es de lo que
se trata. En el sacrificio,
-recordemos el Mito de Abraham e Isaac- hay una ce-
sión que pone en juego la castración. Se sacrifica una
parte y no el todo, lo cual permite situar una pérdida, y
posibilita la entrada en la filiación y en la cultura.
Esta muchacha quedaba sacrificada por entero, reali-
zando con su cuerpo la función de Tótem; posición de la
cual logra despojarse dejando en su lugar el cadáver
del animal; mensaje siniestro ofrendado a un padre pa-
ra denunciar su no puesta en función.

Psicología Clínica y Psicopatología 129


LA CULTURA DEL TRAUMA: SU INFLUENCIA SOBRE
LA PSICOPATOLOGÍA EN LENGUA INGLESA
Levy Yeyati, Elena
Facultad de Medicina, Área de Salud Mental, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Este trabajo forma parte de un proyecto de doctorado ti-


Se presenta una revisión bibliográfica de algunas teo- tulado “Alcances, límites y perspectivas del diagnóstico
rías históricas y actuales acerca del trauma, escritas de estrés postraumático”, inscripto en la Facultad de
originariamente en inglés. Se postula que para poder Medicina, -área de Salud Mental-, cuyo director es el
entender la recepción de la psicopatología anglo-ameri- Prof. Dr. Juan Carlos Stagnaro (Resolución (CD) Nº
cana en nuestro medio primero es necesario investigar 1911/07). El enfoque que asume la tesis, inspirada en
la construcción de lo que se exporta como saber sobre algunas de las nociones centrales de la obra de Ian
el tema. El estrés postraumático (TEPT) y la noción de Hacking y en las concepciones psicoanalíticas sobre el
trauma sirven en este trabajo como un caso paradigmá- trauma, se propone llenar el vacío provocado por una
tico. A primera vista podría parecer que las tempranas conceptualización insuficiente de ciertos trastornos psi-
teorías freudianas sobre trauma estarían relacionadas quiátricos que ignora sus orígenes y que no sabe dar ra-
con aquellos temas. Esta conexión es paradójica, y a zón de sus acciones, como es el caso ejemplar del
veces, inexistente. El enfoque psicoanalítico freudiano,- Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).
en su relectura lacaniana-, está completamente en des- Desde 1980, fecha de establecimiento del TEPT en el
acuerdo con los actuales teóricos sobre trauma y TEPT. DSM (APA, 1983), el interés por una clínica del trauma
No debe subestimarse la influencia de Janet entre los ha tenido un crecimiento desmesurado. El asunto reci-
teóricos modernos, que informa explicaciones y teorías bió por parte de autores como Shephard (2000) el cali-
sobre el trauma y el TEPT. ficativo de “cultura del trauma”, fenómeno que desborda
la clínica y pasa al campo social. Si admitimos este es-
Palabras clave tado de situación, se hace necesario que los prototipos
Trauma TEPT Psicopatología Historia de traumatizados, y la producción teórica que los expli-
can, sean esclarecidos en los diversos contextos en
ABSTRACT que se los estudia. La importancia que mi trabajo de in-
ON TRAUMA CULTURE: IT INFLUENCE ON vestigación reserva a la recepción de la cultura del trau-
THE ANGLOPHONE PSYCHOPATHOLOGY ma en nuestro medio deriva de estas premisas. Pero el
A bibliographic review of some historical and currents estudio de dicha recepción no podría hacerse sin haber
theories about trauma, written originally in English, is al menos indicado qué es lo que se recibe, de dónde
presented. I claim that in order to understand the recep- proviene, quienes lo construyen y lo exportan. Dada la
tion of the Anglo-American psychopathology in our impronta que el pensamiento anglosajón, especialmen-
country it is first necessary to investigate the construc- te norteamericano, le imprime a la psiquiatría de nues-
tion of what it is said to be exported as knowledge. The tro tiempo presento aquí una revisión crítica de textos
posttraumatic stress disorder (PSTD) and the notion of provenientes de literatura especializada, originalmente
trauma are used as a paradigmatic case. At first glance escrita en lengua inglesa.
they may appear to be related with freudian’s early hy-
pothesis on trauma. This connection is paradoxical, and Historia conceptual del trauma y su recepción en
sometimes, inexistent. The psychoanalytic view is in la teoría y clínica del TEPT en autores de lengua in-
complete disagreement with many actual theorists on glesa[1]
trauma. Janet comes to be more likely, for modern theo- En el trabajo sobre trauma psíquico de la historiadora
rists, to inform explanations and descriptions about trau- norteamericana Ruth Leys puede leerse la siguiente
ma and PSTD. descripción:
“El TEPT es fundamentalmente un trastorno de la me-
Key words moria. La idea es que, como resultado de las emocio-
Trauma PTSD Psychopathology History nes de terror y sorpresa causadas por ciertos aconteci-
mientos, la mente se divide o se disocia: no es capaz de
registrar la herida de la psique porque los mecanismos
corrientes de consciencia y cognición han sido destrui-
dos. Como resultado la víctima es incapaz de recoger e
integrar la experiencia que ocasionó daño en la cons-
ciencia normal; en vez de ello, ésta es perseguida o po-
seída por recuerdos traumáticos intrusivos. La expe-
riencia del trauma, fijada y congelada en el tiempo, se

130 Psicología Clínica y Psicopatología


rehúsa a ser representada como pasado, y es reexperi- en el que se producen nociones y teorías sobre el TEPT.
mentada permanentemente en un presente doloroso, Existe una corriente de historiadores angloparlantes de
disociado y traumático. Todos los síntomas del trastor- psiquiatría y psicoanálisis, entre ellos M. Micale; I.Hac-
no son considerados como el resultado de esta disocia- king, R.Leys y A.Young que, basándose en las tesis de
ción mental fundamental” (R. Leys, 2000. p.2. Mi tra- H. Ellenberger (1970) reúnen la noción de trauma, hip-
ducción y cursivas). nosis y disociación a fines del siglo XIX. Sostienen que
La creación del trastorno por estrés postraumático las ideas tempranas sobre histeria responden a ese dis-
(TEPT) en 1980 logra reunir con éxito por primera vez curso y que la descripción actual del TEPT está relacio-
un heterogéneo corpus de teoría y casuística. La resul- nada con aquellas: la herida o trauma de la mente está
tante es el establecimiento de un diagnóstico cuya des- ocasionada por un shock súbito e inesperado. La psi-
cripción pasará a formar parte de los actuales prototi- que traumatizada es concebida como un modo de re-
pos de traumatizados. Esta es la tesis de A. Young gistrar esos estallidos disruptivos, pero por fuera del do-
(1995), que sigue la noción de I. Hacking de inventar minio de la consciencia corriente. La hipnosis serviría
personas (2001; 2004). El TEPT desde su origen fue tri- como terapéutica para recordar eso “olvidado”, “reprimi-
butario de una casuística dispersa, proveniente de re- do” o “disociado”(los conceptos se usan de manera in-
portes hechos por clínicos que trabajaron en campos distinta), hacerlo consciente y comunicable.
tan disímiles como son las víctimas de desastres civiles, Encontramos allí una fuente posible de superposición
Hiroshima, la neurosis de guerra (especialmente de de lenguas ya que actualmente hay psicoanalistas, co-
Vietnam), el abuso infantil, y el Holocausto[2]. mo antes Freud, que rehúsan superponer represión con
Se llama prototipos (Lakoff, 1987) a un modo de poner disociación, hipnosis con método psicoanalítico, y trau-
en circulación significados, representaciones y narra- ma con acontecimiento.
ciones acerca de modos de ser, por ejemplo traumatiza- Las raíces de las teorías disociativas de la neurosis
do, que se volvieron visibles tanto para la comunidad traumática pueden llegar a rastrearse hasta en los rela-
especializada como para los pacientes y sus familiares, tos de las neurosis de shock, especialmente durante la
y cuya lógica ha sido concebida con agudeza por I. Primera Guerra. En el mismo periodo, no había casuís-
Hacking (1998)[3]. tica psicoanalítica sobre doble personalidad, prototipo
Parafraseando a Canguilhem, cuando hablaba de medi- de la disociación de consciencia. Jones, que observó
cina, sostengo algo que se omite a menudo: la psiquia- esto, lo explica diciendo que se debe al temprano re-
tría y la psicopatología de la que se sirve, es una de las chazo de Freud del uso de la hipnosis[4]. Cuando en
cosas más estrechamente vinculadas con el conjunto 1919 E. Simmel dice que la neurosis de guerra y de paz
de la cultura, puesto que toda transformación en las expresa la disociación de la consciencia, se asiste a un
concepciones psiquiátricas está condicionada por retorno a la explicación de la histeria por el estado “hip-
transformaciones en las ideas de la época y del lugar. noide” de Breuer y del tratamiento hipnótico-catártico,
que Freud rechazó tempranamente.
¿Represión, escisión o disociación?: fluctuaciones En su Autobiografía Freud (1925) reconoció a Janet co-
conceptuales entre Freud y Janet mo un teórico de la escisión o disociación psíquica y co-
En nuestro medio se ha prestado escasa atención a la mo rival en la teoría del trauma. Pero Janet, según
importancia que los llamados trastornos disociativos Freud, entendía la disociación o escisión como un “me-
tienen para la psiquiatría angloparlante. Por ejemplo, en canismo”, mientras que para él la neurosis tiene un sen-
el borrador del DSM-5, en la entrada TEPT, se explica tido, sus síntomas responden a un “juego de fuerzas,
que “las revisiones fueron propuestas por el trabajo efecto de propósitos y tendencias tal como se observa
conjunto de tres grupos dedicados a discusiones sobre en la vida normal” (cf.p22; p29-30).
‘trauma’: los subgrupos de trabajo de trastorno por es- Por otro lado, varios autores contemporáneos postulan
trés postraumático y trastornos disociativos, junto con el que la teoría de la disociación de Janet es un enfoque al-
grupo dedicado a los trastornos en niños y adolescen- ternativo a las tesis freudianas. Recientemente J. Her-
tes” (APA, 2010). La puesta en primer plano de términos man (1992), Van der Kolk (1989), Putnam (1989) entre
como “reacciones disociativas” (incluyen flashbacks) y otros, han reconocido a Janet como el pionero en el tra-
“amnesia disociativa” (respecto del evento) hace pensar tamiento de víctimas traumáticas. Hay abundante biblio-
seriamente que, a pesar de la declaración empirista de grafía que respalda la importancia de la teoría Janet pa-
a-teorismo de sus autores, allí subyace una teoría acer- ra las investigaciones en la psiquiatría angloparlante so-
ca de la disociación. La disociación de la consciencia y bre disociación y tratamiento de la neurosis traumática.
la amnesia, síntomas centrales en la definición de la en-
fermedad traumática, tiene una historia conceptual en Freud y el trauma en la literatura angloparlante actual
lengua inglesa (y hay que incluir, francesa) que se re- En otro lugar ya hice referencia a la reinterpretación de
monta al siglo XIX. Es necesario hacer esa revisión ya la teoría freudiana a partir de 1980, bajo el signo de la
que las representaciones que circulan en nuestro medio crítica y la transferencia negativa en los EE.UU (Levy
de enfermos traumatizados no coincidirían. Yeyati, 2008 a). Estas relecturas se caracterizan por
Para poder hacer estas comparaciones es necesario sostener por un lado una visión simplista de la teoría de
que primero revise el background histórico conceptual la seducción freudiana, como teoría causal que se apo-

Psicología Clínica y Psicopatología 131


ya en la simple distinción interior- exterior, y, por el otro veteranos, víctimas de delitos o sobrevivientes, son
la precisa objetividad del recuerdo. transformadas en enfermos mentales victimizados. Ya
En los años ’80 las críticas a Freud provienen no sólo de he señalado en otro lado cómo Freud alertó temprana-
la neurobiología sino también del campo de las humani- mente que el camino de la etiología traumática de las
dades: estudiosos de las teorías de género, historiado- neurosis lo enviaría directamente fuera del psicoanáli-
res de las ciencias, profesores de literatura y de filoso- sis. El surgimiento del TEPT, que separa al trauma del
fía, todos ellos académicos norteamericanos como J. corpus doctrinal de Freud, coincide con el auge de una
Masson, F.Sulloway, F.Cioffi, y R.Webster, entre otros, supuestamente nueva psiquiatría biológica, un intento
que consolidaron su rechazo al psicoanálisis en general de rechazar el psicoanálisis freudiano en nombre de
y hacia Freud en particular[5]. El rechazo del psicoaná- una psiquiatría y una historia de la psiquiatría que reva-
lisis en esos años explicaría, por qué, treinta años des- loriza el positivismo. Esto explica por qué en los funda-
pués de surgido el diagnóstico de TEPT y a más de cien mentos del TEPT quedan resabios de aquello de donde
años de la concepción psicoanalítica del trauma, hoy se surgió la metáfora original del trauma,- el shock quirúr-
vuelven a discutir problemas clínicos que ya habían si- gico-, traspuesto en términos de la psicología y la psi-
do vislumbrados por Freud. quiatría. Esta conexión es explícita en las descripciones
En 1897 se produjo un cambio de suma importancia neurobiológicas actuales del TEPT, pero también se
teórica en el pensamiento de Freud relativo a la etiolo- reencuentra en los autores de teorías psicodinámicas.
gía traumática de las neurosis. Freud no va a sostener
más la teoría realista del trauma de seducción sino que Conclusiones provisionales
dirá que ciertos acontecimientos adquieren valor pató- Hemos visto que los discursos sobre trauma y lo pos-
geno para un sujeto neurótico a causa de la interposi- traumático desbordan los límites de la psiquiatría. Una
ción de una fantasía. Alrededor de 1980, Masson (1985) cultura del trauma, -sobre todo en EE.UU-, reúne distin-
se muestra preocupado por el rechazo de la comunidad tas disciplinas alrededor de lo que se da como si fuera
analítica frente a lo traumático real entendido como lo una fórmula científica. Y, a su vez, las narraciones y re-
históricamente verdadero, como la realidad en términos presentaciones que se crean sobre el trauma y lo pos-
absolutos. Masson se refiere al abuso sexual infantil y a traumático, informan a dichas teorías científicas. A pro-
Auschwitz. pósito de ello I.Hacking (1995) sostiene que desde fines
Las tesis de Masson tuvieron un doble efecto. Por un la- del siglo XIX hasta la actualidad nos encontramos en la
do, fueron descalificadas dentro y fuera del movimiento era de la memoro-política. Es decir, estamos bajo la égi-
psicoanalítico. Por el otro fueron adoptadas por algunas da de políticas de la memoria, que surgieron con el na-
feministas y otros historiadores que revisionistas apro- cimiento de, entonces, nuevas ciencias de la memoria:
vecharon la ocasión para embestir contra el psicoanáli- neurología, psiquiatría dinámica, psicoanálisis, bioquí-
sis[6]. mica cerebral y psicología. Las mismas subyacen a las
En Francia, revisando las corrientes de pensamiento construcciones teóricas más recientes sobre trauma y
angloparlante, M. Tort (2008) llega a señalar que en la TEPT. Hoy Freud, Janet y Ferenczi son revalorizados o
década de 1980 se verifica el retorno de conceptualiza- refutados por neurobiólogos, psiquiatras, psicoanalis-
ciones de la violencia sexual por diversas vías, resulta- tas, e intelectuales. Esto no forma parte de un nuevo
do de cuestionamientos a lo que había sido entendido paradigma científico. La memoro-política es, dice Hac-
como una interpretación oficial del psicoanálisis, según king siguiendo una referencia foucaultiana, una red de
la cual si se daba crédito a la fantasía se desacreditaba discursos, prácticas e instituciones surgidas del conoci-
lo real de la seducción o de la violencia sexual (o de miento profundo que traza el saber científico.
cualquier otra violencia humana). El estudio de la recepción de las nociones de TEPT y
Los debates en torno al trauma constituirían un caso pri- trauma en nuestro medio no podría hacerse sin haber al
vilegiado donde puede demostrarse cómo discursos so- menos indicado qué es lo que se recibe, de dónde pro-
ciológicos, ideológicos, históricos y políticos, inciden en viene, quienes lo construyen y lo exportan.
el modo de producir, criticar o rectificar teorías y creen-
cias en psicopatología. Especialmente en Norteaméri-
ca, en las décadas de 1980 y 1990. , proliferó la literatu-
ra a favor y en contra de la teoría de la seducción fuer-
temente anudada a un nuevo tema: el abuso sexual in-
fantil[7].
Esto se verifica en los borradores para el DSM-5, don-
de, al compararlos resultados con los DSM anteriores,
se destaca la visibilidad que ha adquirido la temática del
trauma y del TEPT en los niños[8].
Shephard habla críticamente de una “cultura del trau-
ma”, que se difunde y recorre la literatura anglosajona.
Como consecuencia de dicha cultura, poblaciones en-
teras, que antes eran considerados sencillamente como

132 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS Masson, J. M. (1985). El asalto a la verdad. España: Seix Barral
[1] Dada la amplitud del tema este trabajo será elaborado, -funda- Scott, W. (1990). “PTSD in DSM-III: A Case in the Politics of
mentalmente aunque no exclusivamente-, con bibliografía apor- Diagnosis and Disease”. Social Problems, Vol 37 (3), 294-310
tada por investigaciones de Ruth Leys; Allan Young y Ian Hacking.
Los trabajos a los que, hasta ahora, sólo tenga acceso por la bi- Shephard, B. (2000). A war of nerves: soldiers and psychiatrists
bliografía de dichos investigadores serán incorporados en el 1914-1994. London: Jonathan Cape
cuerpo principal del trabajo o como notas, pero no como referen- Spitzer, R., First, M., Wakefield, J. (2007). “Saving PTSD from itself
cia bibliográfica. in DSM-V”. Journal of Anxiety Disorders 21, 233-241
[2] Cf. M. Horowitz. (1976). Stress Responses Syndromes; W. Tort, M. 2008 (2005). Fin del dogma paterno. Buenos Aires: Paidós
Scott, 1990.
Van der Kolk, B., Hart. (1989). “P. Janet and the breakdown of
[3] He expuesto las tesis del autor en otros trabajos. Cf. Levy adaptation in psychological trauma”. Am Jour Psychiatry 146,
Yeyati, E. 2007; 2008; y 2010. 1330-1342
[4] Cf. Leys, R. (2000); Hacking I. (1995). Young, A. (1995). The Harmony of Illusions. Inventing post-trau-
[5] Cf. F. Crews, 1995, hace una revisión histórica del tema. matic stress disorder. Princeton-New Jersey: Princeton Universi-
ty Press
[6] Cf. Levy Yeyati, 2008 b.
[7] Cf. Hacking, I. 1999.
[8] Por razones de extensión no he podido desarrollar las defini-
ciones del TEPT en las clasificaciones internacionales vigentes
en psiquiatría, DSM y CIE,- originalmente producidos en lengua
inglesa.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
American Psychiatric Association.(1983). Diagnostic and statistical
manual of mental disorders. 3 rd. Washington, D.C: American
Psychiatric Association.
American Psychiatric Association.(2010). DSM-5 Development
PTSD
http://www.dsm5.org/ProposedRevisions/Pages/proposedrevision
Ellenberger E. (1970). El descubrimiento del inconsciente. Historia
y evolución de la psiquiatría dinámica. Madrid: Gredos
Freud, S. 2006 (1925). “Presentación autobiográfica”. En Obras
Completas. Vol. XX. Buenos Aires: Amorrortu
Hacking, I. (1995). Rewriting the soul: multiple personality and the
sciences of memory. Princeton-New Jersey: Princeton University
Press
Hacking, I. (1998). Mad Travellers Reflections on the Reality of
Transient Mental Illnesses. London: Free Association Books
Hacking, I. (1999; 2001). ¿La construcción social de qué? Barce-
lona: Paidós
Hacking, I. (2004). Historical Ontology. Massachussets-England:
Harvard University Press
Herman, J. (1992). Trauma and Recovery. New York: Basic Books
Levy Yeyati, E. (2007). “Variaciones sobre la histeria: las perso-
nalidades múltiples”. El Caldero de la Escuela, Número 3, 50- 53
Levy Yeyati, E. (2008 a). “Algunas observaciones sobre la evolu-
ción del concepto de trauma”. Rev. Vertex Rev. Arg.de Psiquiat.,
Vol. XIX, pp. 174-185
Levy Yeyati, E. (2008 b). “Psicoanálisis, psiquiatría y filosofía: la
conexión Hacking”. Rev. Lacaniana de Psicoanálisis. Año 4, Nº 8,
99-103
Levy Yeyati, E. (2010)“El reverso de la histeria”. Efecto mariposa.
Temas de psiquiatría y psicoanálisis. Revista del Departamento
de Estudios sobre Psiquiatría y Psicoanálisis [ICF-CICBA]. Año 1
/ Nº1 / Septiembre 12-14
Leys, R. (2000).Trauma. A Genealogy. Chicago-Londres: The
University of Chicago Press
Malcolm, J. 2004 (1983). In the Freud Archives. London: Granta
Publications

Psicología Clínica y Psicopatología 133


TERAPIAS BREVES:
LA PROPUESTA DE MICHAEL WHITE Y DAVID EPSTON
López De Martín, Silvia Roxana
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán. Argentina

RESUMEN La Terapia Narrativa fue creada por Michael White, tra-


Este artículo tiene como objetivo realizar una introduc- bajador social australiano, y David Epston, antropólo-
ción a la Terapia Narrativa. Esta modalidad terapéutica go de origen canadiense residente en Nueva Zelanda.
hunde sus raíces en la terapia familiar, surge en la dé- Empezaron a trabajar juntos a principios de los años 80
cada del 80 siendo sus principales representantes Mi- y a partir de entonces han desarrollado un modelo tera-
chael White y David Epston. Este modelo entiende la te- péutico que ha ganado adeptos en el mundo entero.
rapia como un proceso conversacional en el que los No podemos explicar el surgimiento de la Terapia Na-
clientes y los terapeutas co-construyen nuevos signifi- rrativa, sin remontarnos a los orígenes de la Terapia Fa-
cados, historias alternativas, posibilidades y soluciones. miliar. Los trabajos de Gregory Bateson (antropólogo) y
La Terapia Narrativa ha desarrollado un estilo de traba- luego los aportes de Maturana y Varela (biólogos chile-
jo claro que consta de diferentes prácticas o tipos de nos) apuntaron al hecho crucial de que los individuos
conversaciones entre clientes y terapeutas. Estas inclu- nunca están solos, sino que pertenecen a sistemas so-
yen las «conversaciones externalizantes», la identifica- ciales. Pensar al individuo en contexto, es lo que contri-
ción de «acontecimientos excepcionales», el uso de buyó al surgimiento de las Terapias Sistémicas, que ini-
preguntas del «Panorama de la Acción» y el «Panora- cialmente atendieron a todo el sistema familiar, y luego
ma de la Identidad», el trabajo con equipos de «Testigos fueron trabajando con algunos miembros de las fami-
Externos» y el uso de «documentos terapéuticos». lias, parejas o incluso individuos solos. Más tarde, se
comenzaron a incorporar otros actores importantes en
Palabras clave la génesis de los problemas, aunque fueran externos a
Terapia narrativa Externalización Deconstrucción la familia. Lo que llamó la atención fue cómo al sumar a
más participantes, las terapias se hacían más cortas y
ABSTRACT eficaces, dando surgimiento a numerosos modelos de
BRIEF THERAPY: THE MOTION FOR MICHAEL WHITE “Terapia Breve”.
AND DAVID EPSTON El surgimiento de las prácticas narrativas ocurrió en el
This article aims to make an introduction to Narrative seno de los desarrollos posteriores de la Terapia Fami-
Therapy. This therapeutic modality has its roots in fami- liar Sistémica con un fuerte acento en el significado. Di-
ly therapy, appears in the 80’s and its main representa- cha terapia incorpora como objetivos: a) el énfasis en
tives Michael White and David Epston. This model un- las fortalezas de los consultantes, b) la visión del con-
derstands therapy as a conversational process in which sultante y terapeuta como socios, c) la adaptación a una
clients and therapists co-construct new meanings, alter- aproximación construccionista del significado, d) la
native histories, possibilities and solutions. Narrative atención centrada en la narrativa o la forma del relato
Therapy has developed a style of clearly work which has del significado.
different practices or types of conversations between La Terapia Narrativa, a su vez, incorpora una crítica al
clients and therapists. These include “externalizing con- enfoque sistémico, optando por abandonar el modelo
versations”, the identification of “exceptional events”, us- “cibernético” del ser humano, reemplazándolo por un
ing questions from the “Panorama of the Action” and modelo lingüístico, es decir social, tomando conceptos
“Panorama of Identity”, working with teams of “outsider del Construccionismo Social. Dicha teoría plantea que
witnesses” and the use of “therapeutic documents”. todos los tipos de conocimiento pueden ser vistos como
versiones consensuadas de realidad, producto de la in-
Key words teracción y negociación interpersonal, en donde el sig-
Narrative therapy Externalization Deconstruction nificado no sería un “producto de la mente”, sino que se-
ría creado y sólo posible en el contexto del discurso que
lo sustenta. K. Gergen, sostiene que vivimos en mun-
dos de significados. Entendemos y valoramos el mundo
y a nosotros mismos de maneras que emergen de nues-
tra historia personal, la cultura que compartimos y las
organizaciones de las que somos parte. Estos mundos
de significados están íntimamente relacionados a la ac-
ción y construidos dentro de relaciones. En gran mane-
ra actuamos en términos de lo que interpretamos que

134 Psicología Clínica y Psicopatología


es real, racional, satisfactorio y bueno. A su vez, estos cas. Morgan define la deconstrucción en la Terapia Na-
significados nacen en las relaciones. Podemos abando- rrativa como el «desarmar» o revisar cuidadosamente
nar o disolver formas disfuncionales de vida, y crear al- las creencias y prácticas de la cultura que están fortale-
ternativas. Sostener lo valorado o crear nuevos futuros ciendo al problema y a la historia dominante (Morgan,
requiere la participación en relaciones. En otras pala- 2000).
bras, el construccionismo plantea que el nivel en donde Vale la pena aclarar que Michael White no está de
el significado es generado y actualizado es externo al acuerdo con esta categorización. Le parece que el tér-
individuo, perteneciendo a la dimensión interpersonal - mino «posmoderno» es tan amplio que carece de preci-
social. sión. Prefiere, en cambio, hablar de su modelo terapéu-
La Terapia Narrativa ha sido considerada por algunos tico como «Postestructuralista». Contrasta el enfoque
autores como una “terapia posmoderna” puesto que narrativo con la mayoría de las teorías de la personali-
además White & Epston informan su enfoque de los dad y escuelas de terapia, que provienen de una tradi-
planteamientos del filósofo postmoderno Michel ción estructuralista.
Foucault (1978) quien sostiene que las tramas o discur- Las descripciones estructuralistas de la experiencia hu-
sos dominantes son productos de quienes se encuen- mana parten de la idea de que existen estructuras subya-
tran en el poder, posición que los pone en ventaja para centes que no podemos observar, sino que sólo pode-
construir el significado que las personas adjudican a su mos ver sus manifestaciones externas o superficiales.
vida. Adoptando una postura postestructuralista, White
Esta influencia posmoderna en la terapia narrativa está (2000) propone que en la terapia no es muy útil pensar
caracterizada por: en términos de profundo y superficial. Prefiere pensar
-La adscripción al concepto de discurso y biopoder de siguiendo la metáfora propuesta por Gilbert Ryle y
Michel Foucault (White, 1993; Foucault, 1978 y 1996). Clifford Geertz (Morgan, A., 2000) en descripciones ri-
Foucault en La arqueología del saber de 1969 hace refe- cas, densas o gruesas (del inglés «thick descriptions»)
rencia a la filosofía analítica angloamericana, en particu- y descripciones frágiles, simples o delgadas («thin des-
lar a la teoría del acto discursivo. Dirige su análisis hacía criptions»). Una historia densa está llena de detalles, se
el enunciado, la unidad básica del discurso que conside- conecta con otras y sobretodo, proviene de las perso-
ra ignorada hasta ese momento. Los enunciados depen- nas para quienes esa historia es relevante.
den de las condiciones en las que emergen y existen Una historia «delgada» generalmente proviene de ob-
dentro del campo del discurso. En su análisis, considera servadores de fuera, no de las personas que la están vi-
los actos discursivos serios en cuanto a su análisis literal, viendo y difícilmente tiene lugar para la complejidad y
en lugar de buscar algún significado más profundo. Bio- las contradicciones de su experiencia. Cuanto más
poder es un término originalmente acuñado por Foucault «densa» sea una historia, más posibilidades abrirá para
para referirse a la práctica de los estados modernos de la persona que la vive.
“explotar numerosas y diversas técnicas para subyugar Desde el enfoque narrativo se considera que los con-
los cuerpos y controlar la población”, es decir, todas las sultantes llegan a terapia porque sus historias “se que-
políticas económicas, geográficas y demográficas que braron” y sus vidas parecen tener poco o ningún senti-
establece el poder para el control social. El poder se en- do. White & Epston explican que estas historias “que-
cuentra difuso, fragmentado, deslocalizado, es ubicuo, e bradas” están enraizadas en discursos culturales domi-
impregna todas las relaciones sociales. Propone una vi- nantes, son historias que descalifican, limitan o niegan
sión de la sexualidad como “promovido” a través de la aspectos significativos de su experiencia y su sentido
construcción discursiva del sexo. Sin embargo, ésta su- de identidad (White & Epston, 1993).
puesta libertad sexual se enfrenta continuamente al “con- La Terapia Narrativa es un abordaje terapéutico que se
trol sobre los cuerpos vivos”, y el derecho de espada, la interesa fundamentalmente en las historias que la gen-
muerte, típica de sociedades disciplinarias, ha cedido el te construye sobre su vida y su identidad. Propone que
paso a la “interiorización de la norma”, mecanismos más los seres humanos organizamos nuestra experiencia de
acordes con las sociedades de control en las que vivi- vida como una narración, es decir, como una serie de
mos. Por tanto, el autor concibe el discurso sexual y la li- eventos que tienen una secuencia temporal, un desa-
bertad sexual “lograda” en las últimas décadas como un rrollo, intenciones, significados y desenlaces.
dispositivo falso, que pretende distraer de lo que debe Entendemos por narración “las secuencias escogidas
ser verdaderamente objeto de lucha en nuestra socie- de vida que cobran existencia como entidad mediante el
dad: el control sobre nuestros propios cuerpos, sobre acto de relatarlas” (Payne, 2002) a nosotros mismos y a
nuestros deseos y pasiones. los demás y que por medio de estos se forma nuestro
-La adscripción al concepto de “deconstrucción” del filó- sentido de la identidad.
sofo francés Jacques Derrida, caracterizado como el Estas narrativas, no solo describen y reflejan nuestras
proceso dialógico desmitificador del origen, implican- vidas sino que las constituyen.
cias y efectos de un discurso o práctica social (White, La capacidad de narrar es una variable de la capacidad
1991). La deconstrucción para Derrida consiste en mos- humana de transformación, así que toda transforma-
trar cómo se ha construido un concepto cualquiera a ción pasa por la narración y, por tanto, toda aquella in-
partir de procesos históricos y acumulaciones metafóri- tervención que sea capaz de perturbar a una persona

Psicología Clínica y Psicopatología 135


cambia la narración que realiza de sí misma. del cliente. Pueden escribirse también cartas, notas
Hay ciertas historias que se vuelven dominantes en textuales de la sesión, cartas de recomendación, cartas
nuestras vidas y si son muy restrictivas, pueden excluir de predicción, «declaraciones» (por ej. declaraciones
aspectos importantes de la experiencia y/o llevarnos a de independencia, de nuevas posiciones, etc.) e invita-
conclusiones negativas sobre nuestra identidad. ciones, entre muchos otros tipos de documentos.
Cuando la gente llega a la consulta lo hace con una his- Generalmente son los terapeutas quienes escriben es-
toria dominante saturada de problemas con senti- tos documentos, aunque a veces lo hacen conjunta-
mientos de desesperanza, frustración y angustia. A par- mente con los clientes. Trátese de cartas, notas o certi-
tir de esta historia dominante, relatan todas las demás. ficados, lo que tienen en común es que fortalecen las
Gran parte del trabajo terapéutico es encontrar puertas historias alternativas que surgen en la terapia.
de entrada hacia historias alternativas, intentar enri- Las cartas pueden emplearse con diversos propósitos
quecerlas y que pasen a tener un papel principal en la en la terapia, principalmente en una terapia relatada se
vida de las personas; para esto el terapeuta arregla un utilizan con el objetivo de convertir las vivencias en una
contexto, genera preguntas que invitan a las personas a narración o relato que tenga sentido, de acuerdo a los
conectar con experiencias que no habían tenido en criterios de coherencia y realismo. Las cartas son una
cuenta y atribuirles significado. Se invita al consultante versión de esa realidad co construida llamada terapia y
a ser el autor principal para dar significado a estas ex- se convierten en una propiedad compartida por todos
periencias. los participantes.
Este enfoque ve a los problemas como algo separado Epston utiliza diversos tipos de carta, entre ellas:
de la persona (externalización de problemas) lo cual De invitación: las utilizaba para incluir en la terapia a
facilita la re-escritura de vidas y relaciones. Al separar a personas reacias a participar en ellas.
la persona del problema, se abre un espacio para que De despido: Son cartas narradas despidiendo de la vida
las personas actúen en contra del problema, además de los clientes roles o desempeño de funciones, que
sus habilidades, intereses, competencias, compromi- son innecesarios para sus vidas. Por ejemplo: cartas de
sos se hacen más visibles, están más al alcance y redu- despido de la función de “vigilante de los padres” o “pa-
cen la culpa y la condena, dejando lugar a la responsa- dre del hermano” etc.
bilidad. También resta poder a los efectos de la etique- De predicción: Al final de la terapia, el terapeuta solici-
ta, la patologización y el diagnóstico, que generalmente taba autorización al cliente para “predecir el futuro” de
empobrecen las vidas de las personas. Además se una persona, relación o familia. Suele utilizar un perio-
abren posibilidades para describirse a sí mismos y a do de seis meses como intervalo y se refiere a él como
sus relaciones desde una posición nueva no saturada “un futuro inmediato”.
de problemas y permite el desarrollo de una historia al- De recomendación, para ocasiones especiales, cartas
ternativa más atractiva. breves, etc.
La Terapia Narrativa está interesada en descubrir y re-
conocer (deconstruir) las ideas, creencias, practicas Los Contradocumentos son documentos creados pa-
de la cultura en que vive la persona y que sirven para ra representación de nuevos relatos del cliente, para la
asistir al problema y a su historia, de este modo es po- consolidación de nuevos significados acerca de sí mis-
sible cuestionar y desafiarlas. Generalmente las ideas mo. De esta manera se hace conciente la participación
que asisten al problema se dan por hecho como “verda- en la constitución de su propia vida, generando un sen-
des”. Estas conversaciones exploran las condiciones de tido de responsabilidad personal. Entre los contradocu-
género, raza, sexualidad, y cambian el enfoque de un mentos encontramos:
proceso interno de la persona a un enfoque externo y · Certificados
de creencias. · Declaraciones
White y Epston (1989) usan una gran variedad de docu- · Autocertificados
mentos terapéuticos como instrumentos o técnicas Finalmente el trabajo con testigos externos es una fa-
con el fin de contribuir a fortalecer las historias alterna- ceta de la Terapia Narrativa que tiene que ver con la im-
tivas que surgen en la terapia. Estos autores creen que portancia de “contar y recontar” nuestras historias para
la mayoría de los documentos escritos sobre los clien- construir nuestra identidad. Se trata de una variante del
tes, por ejemplo expedientes y reportes psicológicos, trabajo con Equipos Reflexivos (Andersen, 1990; Fried-
contienen descripciones negativas basadas en un len- man, 1995; Fernández et al., 2002).
guaje de déficit y patología. Sostienen que estos docu- Propone que en la terapia se pueden implementar prác-
mentos pueden contribuir a fortalecer la historia domi- ticas que sirvan como «ceremonias de definición» que
nante, cargada de problemas, que tiene efectos negati- contribuyen a validar y fortalecer las historias de los
vos sobre la identidad de las personas. Proponen en- clientes. En éstas, el terapeuta entrevista al cliente en
tonces, que los terapeutas puedan ofrecer un contrape- presencia de un grupo de «testigos externos». Éstos
so al escribir «contra-documentos» que ofrezcan des- pueden ser otros terapeutas, familiares o amigos del
cripciones diferentes de los clientes. cliente, pero frecuentemente son personas que han te-
En una terapia narrativa el terapeuta puede escribir cer- nido experiencias similares a las que éste está viviendo.
tificados o diplomas que den constancia de los logros El objetivo de este tipo de ceremonias de definición es

136 Psicología Clínica y Psicopatología


conectar las historias y las vidas de las personas. Tener BIBLIOGRAFÍA
testigos al contar la historia propia puede hacer que és- Anderson, H y Goolishian, H. (1998) Los Sistemas Humanos como
ta sea más significativa. Esto es especialmente impor- Sistemas de Lenguaje (Traducción al español de Anderson, H., &
tante cuando se trata de contar historias alternativas Goolishian, H. (1998). Human Systems as linguistic Systems:
Evolving ideas about the implications for theory and practice.
que estamos tratando de establecer y cultivar en el con- Family Process, 27, 371-393.)
texto de otras historias dominantes que ya están arrai-
Fernández, E., London, S. y Tarragona, M. (2002) Las conversa-
gadas y que influyen de maneras negativas sobre la
ciones reflexivas en el trabajo clínico, el entrenamiento y la super-
identidad. visión. En H.Selicof, I. Pakentin y G. Licea (dirs.), Voces, voces y
más voces: el equipo reflexivo en México. México, D.F.: Alinde.
Gergen, K. (1990) El yo saturtado. Nueva York: Basic Books.
Gergen, Kenneth y McNamee Sheila (1996) La terapia como
construcción social. Buenos Aires. Paidos
Payne, Martín (2002) Terapia Narrativa. Una introducción para
profesionales. Buenos Aires. Paidos
Tarragona Sáez, M. (2003) Escribir para re/escribir historias y
relaciones. Psicoterapia y Familia Vol.16, No.1 pp.45-54. México,
D.F.
Tarragona Sáez, Margarita (2006). Las Terapias Posmodernas:
Una breve introducción a la Terapia Colaborativa, la Terapia Na-
rrativa y la Terapia Centrada en Soluciones. Psicología Conduc-
tual. Universidad de Granada Vol.14, No.3, 2006, pp.511-532
Barcelona: Editorial Herder.
White, Michael y Epston, David (1993) Medios Narrativos para
fines terapéuticos. Buenos Aires. Paidos.
White, M. (1997) Terapia Narrativa y Postestructuralismo. Traduc-
ción Marta de Rivera de Torreón.
White, M. (2000). Reflexiones sobre la práctica narrativa. Adelai-
de, South Australia: Dulwich Centre Publications. Adelaida, Aus-
tralia del Sur: Centro de Publicaciones Dulwich
White, M. (2006) Maps of narrative practice. Nueva York: Norton.

Psicología Clínica y Psicopatología 137


UNA POBLACIÓN CLÍNICA DE NIÑOS ESCOLARIZADOS.
ESTUDIO DESCRIPTIVO DEL PERÍODO 1999-2008
Luzzi, Ana María; Slapak, Sara
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN INTRODUCCIÓN
Se presentan resultados de un estudio descriptivo realiza- Desde el equipo de docencia, investigación y extensión
do durante el período 1999-2008 sobre una población clí- que dirigimos en la Facultad de Psicología de la UBA,
nica de 1804 niños escolarizados, consultantes a un Ser- impartimos enseñanza sobre los desarrollos teórico-clí-
vicio de Psicología Clínica de Niños dependiente de una nicos psicoanalíticos de Melanie Klein y de autores pos-
cátedra universitaria. Se comparan resultados de estu- tkleinianos y formamos en clínica psicoanalítica de ni-
dios desde una perspectiva epidemiológica con los del ños a estudiantes avanzados y a graduados recientes
análisis de las apreciaciones que sobre esa población tie- mediante prácticas supervisadas, en el Servicio de Psi-
nen los profesionales intervinientes. Para el estudio des- cología Clínica de Niños (SPCN); allí brindamos psico-
criptivo desde la perspectiva epidemiológica se aplicó el terapia psicoanalítica grupal e individual a niños entre 3
Child Behaviour CheckList de Achenbach (CBCL), una y 13 años y orientación grupal a sus padres o adultos
encuesta sociodemográfica y un Inventario de Sucesos responsables (Luzzi et al, 2009). Realizamos investiga-
de Vida administrados a los adultos responsables de los ciones subsidiadas por nuestra universidad[i], sobre las
niños y para el estudio de las apreciaciones sobre la po- características sociodemográficas de la población asis-
blación consultante se aplicó un cuestionario a los profe- tida, sus problemáticas psicopatológicas y psicosocia-
sionales intervinientes. Los estudios desde la perspectiva les familiares, entre otras temáticas (Slapak et al., 2009)
epidemiológica ponen en evidencia que no hay variacio- y utilizamos metodologías empíricas que nos permiten
nes importantes en la población clínica a lo largo del pe- realizar estudios cuali-cuantitativos (Slapak et al., 2002,
ríodo estudiado, en contraste con apreciaciones de los 2004). En este trabajo comunicaremos los resultados
profesionales intervinientes, quienes mayoritariamente comparativos de dos de nuestros estudios: el que anali-
opinan que hubo un agravamiento de la sintomatología za, desde una perspectiva epidemiológica, la población
motivo de consulta y de las condiciones de vida de las fa- clínica consultante a nuestro Servicio y el que indaga
milias de los niños consultantes a lo largo de ese período. sobre las apreciaciones de los profesionales intervi-
nientes respecto de los motivos de consulta y las condi-
Palabras clave ciones de vida de esa población durante el período
Niños Consulta Epidemiología Apreciaciones 1999-2008.

ABSTRACT MÉTODO
A CLINICAL POPULATION OF SCHOOLED CHILDREN. Población bajo estudio: conformada por 1804 niños en-
A DESCRIPTIVE STUDY THROUGHOUT 1999-2008 tre 3 y 13 años, cuyos padres o adultos responsables
In this paper we present the results of the study of a clin- consultaron al SPCN entre 1999 y 2008, ya sea por de-
ical population of 1804 schooled children, who attended manda espontánea o derivados por escuelas, juzgados,
a Children Clinical Psychological Unit at a School of hospitales y organizaciones de la sociedad civil.
Psychology in an argentine public university during Instrumentos
1999-2008. In this study, socio-demographic variables 1) Encuesta sobre datos sociodemográficos: Recaba
are gathered and their behavioural problems are ana- edad de los padres, su nivel de educación, estado civil,
lysed from an epidemiological perspective. We compare tamaño de la familia, cantidad de niños en la familia e
these results with a qualitative analysis of the profes- índice de hacinamiento. Se administra a los padres o
sionals’ personal appraisals. The Achenbach Child Be- adultos responsables.
haviour Checklist (CBCL) was applied; a Socio-demo- 2) Child Behaviour CheckList (Achenbach, 1991): Es un
graphic Survey and a Life Events Inventory were admin- formulario estandarizado para registrar los problemas
istered to the adults in charge of the children at the time comportamentales y competencias de niños entre 4 y
of admission. The research reveals that there are not 18 años, que incluye entre otros, 118 ítemes de proble-
considerable changes within the clinical population mas comportamentales, que son los que utilizamos en
throughout the studied period in contrast with the pro- nuestros estudios: 9 escalas estrechas - “problemas
fessionals’ personal appraisals, who perceive an in- sexuales”, “problemas de pensamiento”, “quejas somá-
crease in the seriousness of the life conditions and psy- ticas”, “problemas sociales”, “retraimiento”, “conducta
chosocial characteristics of the consulting population. antisocial”, “problemas de atención”, “ansioso-depresi-
vo” y “agresividad”- y 2 escalas ampliadas - síndromes
Key words “internalizante” (conformado por “retraimiento”, “quejas
Children Consult Epidemiology Appraisals somáticas” y “ansioso-depresivo”) y “externalizante”
(conformado por ”conducta antisocial” y “agresividad”)

138 Psicología Clínica y Psicopatología


-. El puntaje total se obtiene a partir de la suma de los diado no muestra diferencias importantes.
parciales (valores posibles: 0=No es cierto; 1=Es cierto 1.h) Estado civil de los padres: separados o divorciados:
algunas veces o de cierta manera; 2=Es muy cierto o a 46.7%, y casados o unidos: 46.5%, y un 6,8% de niños
menudo cierto). Se administra al progenitor o adulto con padres viudos, distribución bastante constante du-
responsable. rante el período estudiado.
3) Inventario de Sucesos de Vida (Samaniego, 1998): es 1.i) Características de los hogares: 2 ó 3 miembros: el
un listado de eventos: conflictos, nacimientos, muertes, 19.9%; 4 ó 5 miembros: 47.7% y 6 ó más; 32.4%. No hay
enfermedades, ausencias, mudanzas, caída de posi- diferencias por año de relevamiento.
ción económica, entre otros; se requiere del informante 1.j) Nivel de hacinamiento: índice bajo de hacinamiento:
- progenitor o adulto responsable - conocer cuál o cuá- 19.9%; nivel medio: 30.2% y nivel alto. 49.9%, sin dife-
les de esos eventos ocurrieron en los últimos 6 meses rencias por año de relevamiento.
anteriores a la consulta. 1.j) Distribución según cantidad de niños en la familia: 3
4) Cuestionario sobre las apreciaciones de los profesio- ó 4 niños en el hogar: 33.9%; 2 niños: 32.6% y 5 ó más
nales: Indaga sobre variaciones en los motivos de con- niños: 12.2%.
sulta y sobre características sociodemográficas y psico- 2) Child Behaviour CheckList (CBCL)
sociales de la población consultante. Se administra a 2.a- Promedio total de los puntajes y total de los síndro-
los profesionales del equipo. mes: media total en el período: 57.94; media del “exter-
Procedimientos nalizante”: 21.75 y del “internalizante”: 16.00. Escalas
A partir de la aplicación de los instrumentos menciona- estrechas con medias más altas: “agresividad” 17.40;
dos efectuamos estudios descriptivos de distribución de “ansioso -depresivo” 9.17 y “problemas de atención”
frecuencias y de asociaciones entre variables. Respec- 8.70.
to del Cuestionario administrado a los profesionales, las 2.b- Distribución por sexo y por año de relevamiento:
respuestas se analizaron cualitativamente y se conside- promedio total de las escalas en mujeres: 58.87 y en va-
ró la antigüedad en el SPCN. rones: 57.56; en “internalizante”: mujeres 17.56 y varo-
nes 15.36; en “externalizante” los varones 22.44 y mu-
RESULTADOS jeres 20.07; “agresividad”: varones 17.77 y mujeres
1) Encuesta sobre datos sociodemográficos 16.50; “ansioso-depresivo”: mujeres 9.95 y varones
1.a) Frecuencia de niños consultantes: El número total 8.84; “problemas de atención”: varones 8.78 y mujeres
de niños consultantes durante el período analizado es 8.51. No se registran variaciones importantes durante el
de 1.804 y su distribución es bastante uniforme. período estudiado.
1.b) Distribución por sexo de los niños consultantes: 2.c) Asociaciones entre los valores de las escalas de
consultaron 1278 varones (70.8%) y 526 mujeres síndromes del CBCL y las variables sociodemográficas
(29.2%), proporción que se mantiene constante, con pe- por medio del cálculo de ANOVA de un tratamiento
queñas variaciones. 2.c.1.- Sexo: asociación estadísticamente significativa
1.c) Distribución por edad de los niños consultantes: en- con “retraimiento”, “quejas somáticas”, “ansioso depre-
tre 9 y 12 años: 46.0%; entre los 6 y los 8 años: 42.9% y sivo” e “internalizante”, con promedios mayores para las
menores de 6 años: 9.4%; mayores de 13 años: 1.7%. mujeres; “conducta antisocial”, “agresividad” y “externa-
Se observa un progresivo aumento en consultas por lizante” con promedios mayores para los varones.
menores de 6 años. 1.d) Distribución por grado de esco- 2.c.2.- Edad del niño: asociación estadísticamente sig-
laridad de los niños consultantes: El 53% de los niños nificativa con “retraimiento”, “quejas somáticas”, “ansio-
está cursando los primeros 3 años del nivel primario y el so-depresivo”, “problemas sociales”, “problemas de
10.5% está en preescolar, tendencia observada a lo lar- atención” e “internalizante”: a medida que aumenta la
go del período estudiado. edad del niño, se incrementan los valores promedios.
1.e) Distribución según padres o adultos responsables 2.c.3.- Edad de la madre: madres de 45 años o más:
que solicitan la consulta: madres que solicitan la consul- asociación estadísticamente significativa con mayores
ta: 80.5%, proporción constante a lo largo del período; valores en “quejas somáticas”; madres menores de 25
adultos que no son los progenitores del niño: 9.7%. años con mayores valores en “agresividad” y “externali-
1.f) Edad de los padres: en el rango entre 25 y 34 años: zante”; madres entre 25 a 34 años con mayores valores
46.8% de madres y 30.9% de padres varones; entre 35 en el total general.
y 44: 33.8% de madres y 33.0% de padres; entre 45 y 2.c.4.- Edad del padre: asociación estadísticamente sig-
65 años: 10.4% de madres y 20.0% de padres. A partir nificativa con “problemas de atención”, “agresividad”,
de 2006 hay una tendencia en aumento de padres varo- “externalizante” y en el total general: los puntajes mayo-
nes entre 25 y 34 años. res se dan en los niños cuyos padres tienen entre 25 y
1.g) Nivel de educación de los padres: nivel universita- 34 años.
rio o terciario completo/incompleto: 9.9% de mujeres y 2.c.5.- Educación del padre: asociación estadísticamen-
el 6.5% de varones; nivel secundario completo/incom- te significativa con “problemas sociales”, “problemas de
pleto: 45.6% de las madres y 38% de los padres; prima- atención”, “conducta antisocial” y el total general: los
rio completo/incompleto: 45.6% de las madres y 38% de mayores promedios se encuentran en niños cuyos pa-
los padres. La distribución a lo largo del período estu- dres varones han alcanzado menor nivel educativo.

Psicología Clínica y Psicopatología 139


2.c.6.- Estado civil: asociación estadísticamente signifi- de sustancias psicoactivas se manifiesta “naturalizada”
cativa con “conducta antisocial,” “agresividad”, “exter- desde los estilos narrativos de los pacientes. A partir de
nalizante” y en el total general: los mayores valores se los comentarios de personal docente y autoridades es-
dan en los niños que tienen padres separados o divor- colares, la mayoría de los profesionales consignan la
ciados. existencia de un sector importante de la población invi-
2.c.7.- Cantidad de niños: asociación estadísticamente sibilizado, que son las familias de niños desescolariza-
significativa con “retraimiento” y “conducta antisocial”: a dos, cuyos padres están por fuera aún del mercado in-
medida que aumenta la cantidad de niños en la familia, formal de trabajo. En el año 2007 muchos profesionales
se observan mayores valores en esas escalas. registran un aumento considerable de consultas por ni-
2.c.8.- Hacinamiento: asociación estadísticamente sig- ños con enfermedades orgánicas graves; señalan que
nificativa con “retraimiento”: a medida que aumenta el la desarticulación de los juzgados de menores en 2007
nivel de hacinamiento, se observan mayores valores. dejó un “vacío” legal respecto de graves situaciones de
3) Inventario de Sucesos de Vida maltrato y abuso. En 2008 según la mayoría de los pro-
Los principales sucesos que pudieron haber afectado al fesionales se incrementaron las consultas de integran-
niño en los últimos 6 meses fueron: la caída de la posi- tes de gabinetes escolares por graves situaciones de in-
ción económica de la familia (674 menciones); el au- seguridad en la escuela y el barrio circundante. Asimis-
mento del conflicto entre los padres (506 menciones), la mo numerosos profesionales registran un incremento
pérdida del trabajo del padre o la madre (422 mencio- del trabajo infantil (ingreso a “barras bravas”, activida-
nes), la ausencia del padre (393 menciones), la muerte des políticas por las que reciben pago, venta de drogas,
de un animal doméstico (349 menciones), la ausencia entre otras) y que la matrícula escolar desciende brus-
de la madre en el hogar (304 menciones) y mudanzas camente por este motivo a partir de los 9 años de edad.
(243 menciones). No se observan diferencias importan-
tes a lo largo del período estudiado. DISCUSIÓN
4) Cuestionario sobre las percepciones de los profesio- Desde nuestra apreciación subjetiva como profesiona-
nales: les en el SPCN registramos variaciones en las caracte-
No se registran variaciones importantes en las aprecia- rísticas poblacionales a lo largo de los años. Sin embar-
ciones de los profesionales según cantidad de años de go, el estudio descriptivo desde una perspectiva epide-
pertenencia al Servicio. miológica da cuenta de que la población consultante no
De 1999 a 2001 la mayoría de los profesionales registran registra variaciones importantes en lo que respecta a
incremento de derivaciones desde instancias judiciales e las problemáticas psicológicas y psicosociales de los
instituciones hospitalarias, mayoritariamente referidas a niños y a las características sociodemográficas de sus
pacientes con HIV-SIDA o con padres fallecidos por SI- familias
DA o por sobredosis. Registran alta proporción de con- Se mantiene sin variaciones la distribución por sexo y
sultas por niños con manifestaciones de violencia aso- por edad de los niños consultantes. Desde la perspecti-
ciadas a rasgos psicóticos de la personalidad, y en mu- va de los adultos informantes, las características psico-
chos casos con indicadores de riesgo suicida. sociales de las mujeres revisten mayor gravedad ya que
En 2002, según la percepción de muchos profesiona- tienen los valores más altos en el promedio total de las
les, no hubo cambios notorios, contrariamente a lo es- escalas del CBCL; la asociación estadísticamente signi-
perado dada la crisis socio-política de diciembre de ficativa con el síndrome “internalizante” y sus escalas
2001. A partir de 2003 comenzaron consultas de fami- estrechas -“ansioso depresivo”, “retraimiento” y “quejas
lias de clase media empobrecida, que habían perdido somáticas” - remite a que se consulta por niñas con pro-
su cobertura de salud. La gran mayoría de los profesio- blemas comportamentales “silenciosos” y menos mo-
nales registraron en 2003 y 2004 un aumento importan- lestos familiar y socialmente que los de los varones. Las
te de consultas por abuso y maltrato. En 2005 fue muy diferencias de género inciden tempranamente en las
frecuente la demanda de asesoramiento desde el per- condiciones de vida: el cuidado del hogar y de herma-
sonal de las escuelas y se incrementaron las derivacio- nos menores recae precozmente sobre las niñas, e inci-
nes desde hospitales pediátricos de alta complejidad de en su rendimiento escolar - sobreedad o deserción
para el tratamiento de niños con enfermedades cróni- escolar -; la consulta psicológica se realiza cuando la
cas, desnutrición, enfermedades venéreas y enferme- patología se agrava: el síndrome “internalizante” y sus
dad oncológica; aumentaron consultas por niños con escalas estrechas -“ansioso depresivo”, “retraimiento” y
discapacidades diversas y por niños con patología del “quejas somáticas” - así como “problemas sociales” y
espectro autista. En 2006, la gran mayoría de los profe- “problemas de atención” guardan asociación estadísti-
sionales nuevamente registran la intensificación de las camente significativa con la edad, en el período entre 9
derivaciones desde instancias judiciales, por divorcios y 13 años.
controvertidos y también por niños internados en hoga- En los varones la asociación estadísticamente significa-
res o a cargo de familias sustitutas, separados de sus tiva con el síndrome “externalizante” y las escalas estre-
familias debido a malos tratos o por privación de liber- chas que lo componen - “conducta antisocial” y “agresi-
tad o paradero desconocido de padres, muerte de her- vidad”, remite a manifestaciones comportamentales
manos mayores por sobredosis o enfrentamientos ca- “ruidosas” que perturban el ambiente, sobre todo el es-
llejeros entre bandas y con la policía. Todos los profe- colar, son tempranamente registradas y con mayor fre-
sionales refieren que la problemática del uso indebido cuencia se efectúan consultas por ellas.

140 Psicología Clínica y Psicopatología


El progresivo aumento de consultas por niños menores CONCLUSIONES
de 6 años, ya sea por un incremento en la capacidad de Nuestra investigación alerta acerca del sesgo de género,
detección precoz de problemáticas psicológicas y psi- lo que debería ser analizado en profundidad, y cuidar de
cosociales por parte de los adultos responsables o, por que no infiltre el diseño de las políticas en salud mental.
el contrario, por falencias en ellos respecto de su capa- El diseño y la implantación de políticas de promoción de
cidad para hacerse cargo y afrontar dificultades en la la salud focalizadas en el mejoramiento de las pautas
crianza, amerita destacarse. de crianza redundarían en la prevención de patología
El porcentaje de niños mayores de 6 años en preesco- en la infancia. Una capacitación de los docentes focali-
lar y de niños mayores de 9 años cursando alguno de zada en las problemáticas psicológicas y psicosociales
los tres primeros años de la escolaridad primaria infor- de los niños en la actualidad, favorecería la detección
ma acerca de sobreedad, ya sea por dificultades esco- precoz de problemas y su afrontamiento mediante pro-
lares, o por situaciones sociofamiliares como trabajo in- gramas de promoción y prevención de la salud.
fantil encubierto, información que recogemos de nues- Se requiere de un conjunto de políticas públicas que
tras historias clínicas y de informes de los educadores. apunten a mejorar la calidad de vida para afrontar varia-
La asociación estadísticamente significativa entre ma- bles como la educación de los padres y los índices altos
dres mayores de 45 años y “quejas somáticas” posible- de hacinamiento.
mente da cuenta de la preocupación de los niños - y es- Cabe destacar la necesidad de políticas de salud, de
pecialmente de las niñas - por la salud física de la ma- salud familiar y de salud escolar que permitan la pre-
dre; la asociación estadísticamente significativa entre vención y la instrumentación de dispositivos de inter-
madres menores de 25 años con los valores más altos vención temprana en los ámbitos propios y específicos
de “agresividad” y “externalizante”, da cuenta de que de desarrollo de los niños.
posiblemente se trate de madres “adolescentes”, con di- Sería deseable contrastar los datos obtenidos en este
ficultades en la contención emocional y en el manejo de estudio descriptivo desde la perspectiva epidemiológica
los impulsos de sus niños. con los de otras poblaciones clínicas y de la población
Encontramos asociación estadísticamente significativa general.
entre la edad de 25 a 34 años del padre y “problemas de Sostenemos la necesidad de contrastar las apreciacio-
atención”, “agresividad”, “externalizante” y con el pro- nes subjetivas surgidas en toda práctica asistencial con
medio total; son padres más jóvenes que la edad pro- los resultados de investigaciones empíricas que permi-
medio de los consultantes, cuyo porcentaje va crecien- tan situar y enmarcar el trabajo clínico en su contexto
do desde 2006 en adelante. Al igual que respecto de las real.
madres más jóvenes, podemos formular la hipótesis de Esta práctica de rigor debería formar parte de la res-
que se trataría de padres con menores posibilidades ponsabilidad ética de todo servicio asistencial.
para registrar las necesidades emocionales de sus hijos
y de hacerse cargo del manejo de sus impulsos, con di-
ficultades en la crianza y la relación con sus hijos, acen-
tuada en padres con bajo nivel educativo. NOTA
Para la población estudiada, que el niño no conviva con [1] P47 (Programación UBACyT 2008-2010) “Método de evaluación
ambos progenitores es una condición negativa para su de proceso psicoterapéutico psicoanalítico y análisis de perfil de
desarrollo saludable, al igual que la cantidad de niños población clínica consultante”.
convivientes y el índice de hacinamiento.
En el Inventario de Sucesos de vida, los eventos con
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
mayor número de menciones señalan la importancia
que padres o adultos responsables atribuyen a condi- Achenbach, T. M. (1991). Manual for the Child Behavior Checklist
4/18 & 1991 Profile Burlington, VT: University of Vermont. De-
ciones socioeconómicas desfavorables
partment of Psychiatry
Respecto del estudio sobre las apreciaciones subjetivas
de los profesionales intervinientes, cabe señalar que los Luzzi, A.M.; Slapak, S.; Cervone, N.; Padawer, M. (2009). La
docencia en servicio como estrategia pedagógica. Relato de una
profesionales provienen de clase media, con alto nivel experiencia. En: UBA (comp) I Congreso Internacional Pedagogía
educativo; los pacientes que reciben asistencia en sus Universitaria. Buenos Aires: EUDEBA, 545-547.
prácticas clínicas privadas, de obras sociales y de me-
Samaniego, V.C. (1998). El Child Behaviour CheckList: su estan-
dicina prepaga, presentan características psicosociales darización y aplicación en un estudio epidemiológico. Problemas
y de condiciones de vida sustantivamente diferentes comportamentales y sucesos de vida en niños de 6 a 11 años de
respecto de los consultantes en el SPCN. La vida coti- edad. (Informe Final UBACYT) Bs. As.: UBA.
diana de estos últimos produce un impacto fuerte en la Slapak, S.; Cervone, N.; Luzzi, A.; Samaniego, C. (2002). Aplica-
emocionalidad de los profesionales del equipo psicote- ción del enfoque epidemiológico a una población clínica de niños”.
rapéutico del SPCN, lo que contribuye a que sus apre- Revista Psico-USF, Universidad S. Francisco, 7 (1), 67-76.
ciaciones subjetivas respecto del deterioro en la salud Slapak, S.; Cervone, N.; Luzzi, A.; Martínez Mendoza, R; Frylin-
mental y en las condiciones de vida de las familias con- sztein, C; Padawer, M (2004). Una población clínica de niños del
sultantes a lo largo del período estudiado difieran fuer- conurbano bonaerense. Anuario de Investigaciones. Fac. Psico-
logía, UBA, XI, 75-82.
temente respecto de los resultados obtenidos mediante
los instrumentos anteriormente analizados. Slapak, S; Cervone; N; Luzzi, A (2009). Estrategias Metodológicas
en la Investigación Clínica. Revista Argentina de Clínica Psicoló-
gica, XVIII (2), 157-176.

Psicología Clínica y Psicopatología 141


CONSTITUCIóN SUBJETIVA Y TRANSFERENCIA
Martínez Liss, Mariana
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN La función paterna es la operación que posibilita el ad-


El objetivo de este trabajo es articular en un caso clíni- venimiento subjetivo.
co las operaciones que dan lugar a la constitución sub- Lacan dice que la metáfora paterna concierne a la fun-
jetiva. El desarrollo estará orientado por el concepto de ción del padre y que la función del padre está en el co-
transferencia y de deseo del analista. Para ello tomaré razón del Edipo. Acerca del papel del padre dice: “el pa-
el Seminario 5 y las Dos notas sobre el niño pensando dre está vinculado con la ley de la interdicción del inces-
la función paterna en una doble vertiente: -Función pa- to”. Agrega que el vínculo de la castración con la ley es
terna como estructurante de la subjetividad del niño. esencial. Entonces el padre introduce la castración por
-Función paterna como aquella que el analista pone en la vía de la ley a esta altura de su enseñanza.
función en el análisis mismo y que orienta la dirección El padre es un significante. Indica Lacan que ahí hay
de la cura. que buscar la carencia, en el nivel del significante, no de
la persona. Es un significante privilegiado entre los sig-
Palabras clave nificantes. A esta altura el Otro es el tesoro del signifi-
Constitución subjetiva Función paterna Transferencia cante y sede de la ley. El NP es el Otro en el Otro. “Es
una dimensión que pertenece al orden del significante y
ABSTRACT se encarna en personas que soportarán esa autori-
SUBJECTIVE CONSTITUTION AND TRANSFERENCE dad… Lo esencial es que el sujeto, por el procedimien-
The aim of this work is to articulate in a clinical case the to que sea, haya adquirido la dimensión del NP... El NP
operations that lead to the subjective constitution. The hay que tenerlo, pero también hay que saber servirse
development will be guided by the concept of transfer- de él. De esto pueden depender mucho el destino y el
ence and the desire of the analyst.I will take the Seminar resultado de todo este asunto”.
5 and the Two notes on the child thinking paternal func- Recordemos la metáfora paterna:
tion in two ways: - as structuring the subjectivity of the NP DM NP A
child. - as one analyst puts it in the same role in the an- DM x falo
alytical treatment itself and guides the direction of the
treatment. En la Metáfora paterna se trata de lugares, de funcio-
nes. Las funciones se encarnan y de ahí su posibilidad
Key words o no de operar. NP y DM son significantes. La metáfora
Subjective constitution Paternal function Transference paterna introduce la falta en el deseo del Otro. El DM es
un deseo oscuro, caprichoso. El NP barra al deseo de la
madre, lo equivoca, le da otro sentido. El resultado de
esa operación es la significación fálica y la separación
Pensar la constitución subjetiva supone determinadas del goce del cuerpo. Así se inauguran una serie de sus-
operaciones. tituciones posibles, en términos freudianos: ecuación
Hablar de constitución subjetiva nos lleva a pensar en simbólica. Se abre una dimensión ficcional. El signifi-
tiempos instituyentes para la subjetividad, que los pen- cante NP permite elaborar el DM en tanto primera mar-
samos como tiempos lógicos, necesarios que se desa- ca. Lacan va a desplegar la metáfora paterna en tres
rrollan en un tiempo cronológico. Empalme de la estruc- tiempos lógicos que nombrará tres tiempos del Edipo y
tura y el desarrollo que lleva al anudamiento de la es- que plantean momentos de subjetivación. La función
tructura. paterna se efectiviza en los tres tiempos. Vamos a de-
Tengamos en cuenta que vamos a hablar de operacio- sarrollarlos brevemente para de este modo precisar la
nes que se enlazan con funciones que se encarnan y de función paterna en cada uno de ellos.
este modo posibilitan su efectuación. 1° tiempo: la instancia paterna se introduce bajo una
Para ello tomaré el Seminario 5 y las Dos notas sobre el forma velada o todavía no se ha manifestado. La rela-
niño pensando la función paterna en una doble vertiente: ción del niño no es con la madre, sino con el deseo de
-Función paterna como estructurante de la subjetividad la madre: deseo de deseo: el falo. El niño es súbdito, se
del niño. encuentra sometido al capricho de aquello de lo que de-
-Función paterna como aquella que el analista pone en pende: ley incontrolada de la madre.
función en el análisis mismo y que orienta la dirección 2° tiempo: Nodal, padre privador e interdictor. Hay una
de la cura. remisión de la madre a una ley que no es la suya sino la
Cómo pensar la constitución subjetiva a la altura del Se- del Otro. Lo decisivo es la relación con la palabra del
minario 5? padre. El padre se afirma en su presencia privadora en
Al niño lo vamos a ubicar como súbdito. tanto es quien soporta la ley y esto ya no es de forma

142 Psicología Clínica y Psicopatología


velada sino una función mediada por la madre que es del deseo. Esta sería la vertiente estructurante de la
quien lo establece como quien dicta la ley. El padre in- función paterna en este texto.
terviene en calidad de mensaje para la madre y lo que Esto vale tanto para la constitución del sujeto como pa-
enuncia es una prohibición, un no: doble prohibición: no ra lo que enmarca la transferencia.
te acostarás con tu madre, no reintegrarás tu producto. Es en este punto donde vamos a introducir la posición
El padre prohíbe a la madre: en cuanto objeto es suya, del analista en la dirección de la cura. Es por la vía del
no del niño. El niño resulta conmovido, cuestionado en deseo del analista entendido como deseo de la pura di-
su posición de súbdito. Esto es muy interesante porque ferencia que la función del analista también va a estar
anticipa lo que luego en el Seminario 22 va a ubicar res- sostenida por un deseo que no sea anónimo. El analis-
pecto del deseo del padre, la pèreversion, padre en tan- ta entendido de este modo, por su función misma, hace
to hombre en relación a una mujer. operativizable la falta, efectiviza su inscripción.
3° tiempo: De este momento depende la salida. En este Pensémoslo en un caso clínico de un niño de 5 años.
tiempo es necesario que el padre mantenga lo prometi- En la primera entrevista con la madre de F. ésta dice
do, del hecho de que él tiene el falo debe dar alguna que su hijo presenta un retraso psicomotriz, y relata to-
prueba. El padre interviene como el que tiene el falo y dos los trastornos que presenta el niño: habló y caminó
no como el que lo es. El padre puede darle a la madre tarde, se hace pis a la noche, no habla bien. Dice ‘hay
lo que ella desea y puede hacerlo porque lo tiene. El pa- como un cordón umbilical imaginario que nos une, co-
dre interviene como real y potente. Se produce la iden- mo una atracción fatal’. Dice que no cree que el padre
tificación con el padre. El Edipo declina. El niño tiene en pueda concurrir. Aún así, lo cito y viene. A la segunda
reserva todos los títulos para usarlos en el futuro. El pa- entrevista concurren la madre y el padre, no aparece en
dre se manifiesta en el acto del don. el relato el tema del retraso y F. es nombrado como ‘ra-
Entonces los tres tiempos del Edipo son diferentes mo- pidísimo’ por su padre. Ante el comentario de la madre
dos en los que se manifiesta la función paterna que se acerca de los problemas de límites de F., el padre dice:
articulan en torno al padre como ley, como regulación, ‘el problema de límites no es de F. sino de ella’.
mediación. Esta sería la vertiente estructurante de la La madre lo presenta como retrasado y en su discurso
función paterna. advertimos la posición de ella respecto del niño: hay co-
En las dos notas Lacan retoma la idea de mediación mo un cordón umbilical que nos une, dice. Uno podría
respecto de la función del padre cuando plantea que la pensar que no está en juego la función materna en tér-
función del padre es la que “asegura normalmente la minos de un interés particularizado por el niño por la vía
mediación”. Es importante ubicar que no piensa la me- de sus propias carencias sino más bien que su hijo es
diación solamente en relación a la ley sino que la refor- sinónimo de retraso, obturando por otro lado su propia
mula cuando ubica al final de este texto una referencia castración, este lugar de F. le garantizaría no preguntar-
muy precisa respecto a la función paterna en relación a se por su posición de mujer, se presenta como madre.
la constitución subjetiva. El padre dice que F. es rapidísimo y se queja de su mu-
La constitución subjetiva está en relación a lo irreducti- jer: el problema de límites es de ella. Que diga esto ya
ble de una transmisión que implica la relación con un nos permite pensar que hay algo que él no logra limitar.
deseo que no sea anónimo. Deseo no anónimo que di- Podríamos pensar que no logra operar ni por la vía de la
ce tanto de la función materna como de la función pater- doble interdicción que planteábamos desde el Semina-
na: la función de la madre en tanto sus cuidados están rio 5 ni articulando un deseo respecto de una mujer.
signados por un interés particularizado, así sea por la Para poder pensar al niño respecto del Otro, tenemos
vía de sus propias carencias. La función del padre, en que considerar no solo el discurso de los padres sino
tanto que su nombre es el vector de una encarnación de también el modo en el que el niño se presenta, esto es
la Ley en el deseo: articulación de: nombre, encarna- su discurso, si logra armar juego o no, ya que estas son
ción, ley y deseo. A esta altura la castración se introdu- las coordenadas que nos posibilitarán deducir el modo
ce por la vía del deseo. Esta perspectiva da lugar a pen- de respuesta del niño.
sar la intervención del analista. En la primera entrevista con F. advierto que no se le en-
Aquí ya habla de función paterna y función materna, en tiende bien cuando habla, no solo por el modo de pro-
el Seminario 5 solo hablaba de función paterna en tan- nunciar sino por la manera de armar las frases. Le cues-
to significante del NP y de DM que no es lo mismo que ta sostener una actividad y el juego se interrumpe por
función materna. frases que irrumpen sin lógica aparente. Lo que empie-
Esto es muy importante, porque a la altura del Semina- zo a recortar es que estas frases se relacionan con lo
rio 5 solo ubicábamos la encarnación de la ley a la au- fallido del padre; por ejemplo: ‘la montaña rusa de mi
toridad como sustento necesario a la función paterna en papá se cayó’; ‘mi papá se cayó de la escalera’; ‘yo ten-
cambio aquí habla de la función paterna en relación a la go batería y mi papá no tiene’. El primer juego que inten-
encarnación de la ley a un deseo, el deseo del padre. El ta armar es con tres muñecos. Dice este es mi papá, és-
padre ya no es solo significante sino que aparece la ver- ta es mi mamá, ésta es mi hermana. Ante la pregunta
tiente deseante en relación a la función paterna misma. por dónde está él, dice: ‘Acá’ (lugar de la madre), seña-
Esto ya dice del S(A). Ambas funciones se recortan en lando un muñequito dentro de otro (un canguro). Le su-
relación a la falta, la castración se introduce por la vía giero buscar un muñeco que lo represente a él y toma

Psicología Clínica y Psicopatología 143


una ficha del dominó. La coloco al final de la hilera di- ciones no solo se conmueve para F. la posición de súb-
ciendo: ‘Ahora vos también estás’. Él, señalando el se- dito sino que algo también se conmueve, se agujerea en
gundo muñeco dice: ‘Antes estaba, era ése’. Le recuer- la madre en tanto pide análisis para ella.
do que ése era la mamá. Se queda callado y comienza Se produce en el marco de la escena transferencial la
a armar algo con las fichas. Luego tira el primer muñe- articulación significante en términos de la metáfora pa-
co. Digo: ‘Pobre, se cayó el papá, levantémoslo’. Él lo terna y la articulación de las funciones materna y pater-
vuelve a tirar diciendo: ‘se murió, dejalo, yo lo maté’. In- na en términos de las “Dos notas sobre el niño”. El sig-
tervengo volviéndolo a levantar. nificante rapidísimo opera para el niño a partir del en-
En entrevistas posteriores comienza a instalarse ‘el jue- cuentro en transferencia. Así, cobran valor para F. las
go de la batería’. Hace ruidos con la boca y mímica con consecuencias de la función paterna en tanto se equi-
las manos y dice que toca la batería. Dice: ‘la batería es- voca el significante retrasado produciendo, de este mo-
tá rota’, ‘la tengo separada en partes’; ‘los platillos de la do, el advenimiento subjetivo. Encuentro en transferen-
batería están pegados’. Ante la pregunta sobre cómo cia sostenido por un deseo no anónimo que le permitió
puede hacer para separarlos dice: ‘yo tengo una caja a F. servirse del significante rapidísimo. Aquí ubico la
llena de tijeras. Las herramientas de mi papá son así vertiente cínica de la función paterna.
(grandes) y las mías así (chicas)’. En otra sesión dice: ‘la Recordemos lo que planteamos con el Seminario 5: “Lo
batería está arreglada, le hice un tratamiento’. esencial es que el sujeto, por el procedimiento que sea,
Así el trabajo del análisis comienza a girar en torno a haya adquirido la dimensión del NP… el NP hay que te-
este juego. F. lo retoma en algún momento de todas las nerlo, pero también hay que saber servirse de él. De es-
sesiones. Posteriormente comienza a dibujar equipos to pueden depender mucho el destino y el resultado de
de música donde, según dichos de F., las partes se co- todo este asunto.” Esta afirmación abre la perspectiva
nectan entre sí a través de cables. F. deja de hacerse de la dimensión transferencial. Podemos leerlo retroac-
pis, no enuncia más frases interrumpidas. A su vez la tivamente desde el Seminario 23 donde Lacan se refie-
madre pide análisis para ella. . re al Psicoanalista como uno de los nombres del padre:
Podemos escribir de la siguiente manera el modo en el “El psicoanalista solo puede concebirse como un sin-
que llega F: thome. El psicoanálisis no es un sinthome, sí un
Retraso psicomotriz psicoanalista”...“Porque el psicoanalista es sinthome se
x anudan RSI.” Es en esta lógica que podemos plantear
como solidarias la función paterna y la función del ana-
La presentación de F. así lo testimonia: las frases no se lista. Ambas poseen la cualidad del anudamiento.
le entiende bien cuando habla, no solo por el modo de
pronunciar sino por la manera de armar las frases. Le
cuesta sostener una actividad y el juego se interrumpe
por frases que irrumpen sin lógica aparente. BIBLIOGRAFÍA
Las intervenciones apuestan a un lugar diferente para el
Lacan, J.: “El Seminario”, libro 5. “Las formaciones del inconscien-
niño que aquel que ocupa en tanto retrasado para su te”. Paidós
madre. Por ejemplo: separarlo del canguro indicando
Lacan, J.: “Dos notas sobre el niño”. Intervenciones y textos 2.
que de ese modo él no esta presente, indicando que
Manantial
con la ficha que lo representa sí está. Preguntando có-
mo se pueden separar los platillos de la batería. Lacan, J.: “El Seminario”, libro 22. “ R. S. I.”. Inédito
En el caso de F, es en las entrevistas preliminares don- Lacan, J.: “El Seminario”, libro 23. “El sinthome”. Paidós
de nos percatamos de que la función paterna no esta
operando respecto de sus efectos en el niño. Estaría-
mos en el 1ª tiempo del Edipo, hay padre pero aún vela-
do, esto es, aún no advertimos sus efectos, están en
suspenso. Niño súbdito (objeto a): responde al capricho
materno.
Luego de un tiempo de tratamiento y como efecto de la
instalación del juego de la batería asistimos a la consti-
tución de lo siguiente:
Rapidísimo Retraso psicomotriz batería
Retraso psicomotriz x

Se inauguran para F. las sustituciones propias que pro-


duce la significación fálica, resultado de la operación de
la metáfora paterna. Logra armar una escena de juego,
dimensión ficcional y hay efectos también en el cuerpo:
deja de hacerse pis, se regula el goce en el cuerpo.
Resaltemos también que como efecto de las interven-

144 Psicología Clínica y Psicopatología


INFANCIA Y NUDOS:
LACAN CON KLEIN
Martínez Liss, Mariana; San Miguel, Tomasa
UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN te modo, Lacan define a la nominación como aquello


El objetivo de este trabajo es articular la infancia a la ló- que hace agujero, veremos cómo servirse del padre co-
gica nodal, teniendo en el horizonte lo que plantea La- mo nombre para escribirlo.
can: “en la infancia está el nudo”. Para ello, tomaremos En la “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”, Lacan
como referencia el caso Dick de M. Klein articulado a habla del modo en el cual el niño fue deseado para ubi-
conceptualizaciones de la analista, de Freud y de La- carlo justamente como aquello que posibilita que un ser
can. Proponemos ubicar en este caso los efectos de la devenga sujeto por “la manera en que le ha sido instila-
operación analítica respecto de la constitución del suje- do un modo de hablar”. Agrega que un niño no deseado
to en tanto producto del anudamiento entre los tres re- puede ser mejor recibido más tarde lo que no impide
gistros que a su vez, delimita el campo del goce. “que algo conserve la marca del hecho de que el deseo
no existía antes de cierta fecha. “
Palabras clave Proponemos pensar que el “más tarde” al que hace re-
Trazas Deseo Analista Infancia ferencia Lacan se relaciona, en nuestra experiencia clí-
nica, al encuentro con un analista en el cual se conser-
ABSTRACT va la marca y se borra la marca: se equivoca la marca.
CHILDHOOD AND KNOTS: LACAN WITH KLEIN Transferencia como escenario donde se puede articular
The aim of this work is to articulate childhood to nodal una nueva respuesta, relacionada con aquello que le es
logic, taking on the horizon what Lacan raises: “in child- ofrecido. El ofrecimiento antecede a la demanda.
hood is the knot”. To do this we will take as reference the En el “Discurso de clausura de las jornadas sobre las
case Dick of M. Klein articulated to conceptualizations psicosis en el niño”, dice: “hay que oponerse a que sea
of the analyst, Freud and Lacan. We propose to locate el cuerpo del niño lo que responde al objeto a...Toda for-
in this case the effects of the analytical operation re- mación humana tiene como esencia y no como acci-
spect of the constitution of the subject while product of t dente la de refrenar el goce”.
the knotting between the three records that in turn, de- Entonces, la dirección de la cura se sostiene en este
fines the field of juissance. postulado que implica una posición ética, que sostiene
el trabajo analítico y apunta a lograr un mayor grado de
Key words subjetividad. A través de ese trabajo se constituye el nu-
Traces Desire Analyst Childwood do, ordenando el campo del goce y el del sujeto.
Por otro lado, M. Klein en “La importancia de la forma-
ción de símbolos en el desarrollo del yo” plantea que el
yo debe defenderse del peligro que implica el propio sa-
Introducción: dismo y el del objeto atacado. La defensa contra el peli-
El objetivo de este trabajo es articular la infancia a la ló- gro que conlleva el propio sadismo implica la expulsión,
gica nodal, teniendo en el horizonte la referencia de La- es de carácter violento y difiere del ulterior mecanismo
can “en la infancia está el nudo”. de represión, mientras que la defensa contra el peligro
Infancia como tiempo lógico, donde el niño “hace su nu- frente al objeto implica destrucción. Destacamos el me-
do”, entre lo que le es ofrecido y lo que de allí, elige. En canismo de expulsión como lógicamente necesario a la
contraposición, Lacan definirá a las grandes personas constitución de la represión como operación fundante
como aquellas que son responsables de su goce. del aparato.
Para ello, tomaremos como referencia el caso Dick de En esta línea, Freud en el “Problema económico del
M Klein articulado a conceptualizaciones de la analista, masoquismo” postula que el sadismo propiamente di-
de Freud y de Lacan. cho lleva a cabo una importante operación por medio de
Entendemos la posición subjetiva como un modo de la libido, esto es el desvío hacia afuera de la pulsión de
responder al encuentro con el Otro. El sujeto no está muerte. Otro sector no se traslada hacia afuera, perma-
dado de entrada, es una creación nueva, que responde nece en el interior del organismo donde es ligado libidi-
al modo en que se ha anudado el goce, la palabra y el nosamente constituyendo el masoquismo erógeno, ori-
cuerpo. Trabajo de la infancia como efecto del encuen- ginario. “Ese masoquismo es testigo de la fase de for-
tro con el deseo materno, elaboración que se resignifi- mación en que aconteció la liga”.
ca en la pubertad, frente a la posibilidad del acto sexual. Entonces, si no se produce el desvío hacia afuera tam-
En la infancia se trata del encuentro con el Otro como poco se liga libidinosamente, es interesante porque la li-
agujero, y de la escritura del agujero vía el nudo. De es- gazón que dice del masoquismo erógeno es ya libidino-

Psicología Clínica y Psicopatología 145


sa, esto es, obedece a la mezcla pulsional. juega, es incapaz de hacerse inteligible y no lo desea,
En “La negación” Freud dice que la oposición entre sub- no comprende y demuestra insensibilidad al dolor, su
jetivo y objetivo no se da desde el comienzo y que la comportamiento es diferente al de los niños neuróticos.
condición para que se instituya el examen de realidad Respecto de su historia, dice que tuvo una lactancia in-
es que se hayan perdido objetos que antaño procuraron satisfactoria y que estuvo a punto de morir de inanición.
una satisfacción objetiva (real): “la afirmación se corres- Supone que su desarrollo quedó afectado porque aun-
ponde a la unión, al Eros. La negación, sucesora de la que recibió cuidados, nunca se le prodigó verdadero
expulsión, a la pulsión de destrucción”. amor, su madre estaba excesivamente angustiada.
Hasta aquí podemos plantear la siguiente serie: Expul- Rescata su interés por los trenes y las estaciones, las
sión-afirmación- negación, entendiendo la expulsión y puertas, los picaportes.
la afirmación como operaciones constitutivas del sujeto. La analista describe las sesiones con minuciosidad: nos
Pero en 1915, Freud planteaba un yo realidad primario cuenta sus interpretaciones y las respuestas del niño,
anterior al yo de placer originario regido por la lógica cuando Dick se angustia y la llama por primera vez,
placer/displacer. De allí, se desprende el yo de realidad cuando pregunta por su niñera y al fin de la sesión la re-
definitivo. cibe “con placer inusitado”, cuando aparece la angustia
Ubicamos en esta instancia, yo realidad inicial, a la tra- y surge un sentimiento de dependencia hacia ella, cuan-
za, primeras marcas que aún no son asociadas en rela- do empieza a interesarse por las palabras tranquilizado-
ción a la lógica placer/displacer. El yo de placer origina- ras y observa los juguetes con interés y curiosidad na-
rio implica otra elaboración, donde algo de estos signos ciente. Nos cuenta también cuando llora al irse la niñe-
han sido leídos, placer como barrera al goce. ra y cuando dice “Pobre Melanie Klein”.
Cuando Freud en “Pulsiones y sus destinos” habla del Klein plantea que pudo llegar a su inconsciente y como
yo placer originario dice que este yo recoge en su inte- resultado se produjo la disminución de la angustia laten-
rior los objetos ofrecidos, les son ofrecidos en la medi- te quedando ésta, manifiesta. Por otro lado, aparece en
da en la que son fuente de placer, los introyecta y por Dick la relación de objeto hasta entonces faltante.
otra parte expele de sí lo que en su propia interioridad Lacan en el Seminario 1, toma este caso diciendo que
es ocasión de displacer. Esto implica ya cierta elabora- es un texto valioso de una “mujer con experiencia”.
ción por la vía placer/ displacer, anterior a esto no hay Plantea que la intervención: “Tú eres el pequeño tren”,
expulsión. le “enchufa” a Dick el simbolismo y que todo radica allí.
Se puede incluir dentro del yo lo que es placentero y ex- Agrega que la función propia de la interpretación de
pulsar lo que es displacentero: constitución de la reali- Klein es la intrusión, el enchapado del sujeto. Dice que
dad. En este texto, dice: “el mundo exterior se le des- el niño no dirige ningún llamado y que no se produce en
compone en una parte de placer que él ha incorporado él ansiedad. Está en la realidad en su estado puro, rea-
y un resto que le es ajeno”, un resto que le es ajeno: lidad inconstituída y ego no formado. “Se trata de una
constitución del objeto a. realidad primitiva situada en la raíz misma, instintual del
La traza, si no es leída desde el Otro de los primeros ser”.
cuidados, del auxilio ajeno, de la acción específica de la Klein al atreverse a hablarle, le da nombre a aquello que
función materna, no produce la lógica placer/displacer, participa del símbolo pues puede ser inmediatamente
adentro y afuera. Queda como marca y no como huella nombrado, pero que hasta ese entonces no era para
y ahí el yo no se constituye, un yo que pueda interiorizar ese sujeto más que una realidad pura y simple. Hasta el
lo bueno y expulsar lo malo. Por lo tanto, no se constitu- encuentro con Klein los trenes y lo demás eran algo pe-
ye el resto. ro no eran ni nombrables ni nombrados. Si la interven-
La lógica placer/displacer que instaura un adentro y un ción tiene efectos es porque Dick posee algo del len-
afuera, hace de barrera a ese real de la traza. En la guaje, dispone de algún elemento del aparato simbóli-
constitución de la realidad donde se trata de “reencon- co. Aclara Lacan, que la introyección es siempre intro-
trar” el objeto podemos ubicar la inscripción de esta yección de la palabra del Otro. Es precisamente esto lo
pérdida. Se trata de una operación con una doble di- que se produce en la intervención.
mensión: la extracción del goce del cuerpo, por un lado Respecto de los registros dice que RSI están allí per-
y lo que de esa extracción, se inscribe en el aparato psí- ceptibles, aflorantes y que hay en Dick un esbozo de
quico como pérdida. Esto último depende del encuentro imaginarización del mundo exterior. “Está ahí, a punto
con el Otro, en tanto posibilidad de elaboración de esas de aflorar, pero está tan sólo preparado…Lenguaje y
trazas. palabra no son lo mismo, a Dick la palabra no le ha lle-
gado. El lenguaje no se ha enlazado a su sistema ima-
El caso, “informe de una experiencia”: ginario. Para él lo real y lo imaginario son equivalentes”.
Cuando Dick llega a la consulta tiene 4 años. M. Klein
dice que presenta pobreza de vocabulario, falta de Una analista como sinthome
adaptación a la realidad y de relaciones emocionales El sadismo kleiniano, la pulsión de muerte volcada al
con su ambiente, carece de afecto, es indiferente a la exterior, es lo que permitirá el anudamiento ya que al no
presencia o ausencia de la madre o la niñera, rara vez quedar en el sujeto en tanto goce mortificante permitirá
había manifestado angustia, no tiene casi intereses, no la expulsión y la consecuente afirmación como su con-

146 Psicología Clínica y Psicopatología


secuencia lógica. Operación que permite de este modo terminaron a ese ser, permitiendo el anudamiento de los
la extracción del goce del cuerpo que da lugar a la cons- registros, hasta ese momento “aflorantes”.
titución subjetiva, la constitución del cuerpo y la emer- “El psicoanalista sólo puede concebirse como un sin-
gencia de la angustia fundante del aparato psíquico. La thome. El psicoanálisis no es un sinthome, sí el psicoa-
angustia da cuenta de la expulsión cuya marca es la nalista”. Porque el psicoanalista es sinthome se anudan
afirmación primordial como inscripción. La angustia RSI”.
traumática es fundante en tanto surge de la represión
primaria, testimonia de la inscripción en el aparato de la
falta como pérdida. Es por la operación de Klein, cuyo
efecto no es la instalación del Edipo como novela, sino BIBLIOGRAFÍA
la nominación que hace agujero, la que promueve el
Freud, S.: (1915) “Pulsiones y destinos de pulsión”. Tomo 14, AE.
anudamiento de los tres registros. La expulsión del sa-
dismo con la consecuente angustia que conlleva, haría Freud, S.: (1925) “La negación”. Tomo 19, AE.
las veces en Klein de NP como cuarto, analista como Freud, S.: (1924) “El problema económico del masoquismo”. Tomo
cuarto. El sadismo, en tanto expulsión, permite la sepa- 19, AE.
ración, es lógicamente necesario para la constitución Freud, S.: (1932) “Angustia y vida pulsional”. Conferencia 32.
subjetiva. Tomo 22, AE.
Destacamos la posición de la analista: observa, atenta Klein, M.: (1930) “La importancia de la formación de símbolos en
a los intereses de Dick, escucha más allá de las pala- el desarrollo del yo”. Obras completas. Paidós-Horme.
bras: responde a una atenta mirada. Más allá del conte- Lacan, J.: (1969) “Dos notas sobre el niño”. Intervenciones y
nido de las interpretaciones kleinianas, recortamos el Textos 2. Manantial
modo en el que M. Klein aloja a este niño, le da un lugar, Lacan, J.: (1968-69) “El Seminario”, Libro 16. “De un Otro al otro”.
propicia su advenimiento subjetivo, lo toma en su singu- Paidós
laridad: “en el caso de Dick he modificado mi técnica
Lacan, J.: (1968-69) “Le Séminaire”, Livre 16. « D‘ un Autre à l’
habitual”. autre »
Así, Dick deviene dependiente, se anudan RSI por el
Lacan, J.: (1969) “Discurso de clausura de las jornadas sobre las
soporte que juega su analista más que por la interpreta- psicosis en el niño”. El Analiticón 3
ción. Klein efectiviza lo que Lacan postula respecto de
Lacan, J.: (1974-75) “El Seminario”, Libro 22. “R. S. I”. Inédito
la posición del analista: “Hay que oponerse a que sea el
cuerpo del niño el que responde al objeto a” y lo hace Lacan, J.: (1975-76) “El Seminario”, Libro 23. “El sinthome”. Paidós
sosteniendo un deseo no anónimo, posibilitando en el Lacan, J.: (1975) “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”. In-
análisis mismo, la liga de pulsiones en términos freudia- tervenciones y Textos 2. Manantial
nos, la expulsión-afirmación, el anudamiento. Martínez Liss, Mariana: (2010) “El deseo del analista en la clínica
El anudamiento inscribe la falta en el Otro: S(A/). La in- con niños”. En Memorias del II Congreso Internacional de Inves-
tervención inaugura un decir. En el seminario 23, Lacan tigación y Práctica Profesional en Psicología. XVII Jornadas de
Investigación de la Facultad de Psicología, UBA. Sexto encuentro
dice: “las pulsiones son el eco en el cuerpo del hecho
de investigadores en Psicología del Mercosur: “Clínica e investi-
de que hay un decir. Para que resuene este decir, para gación. Contribuciones a las problemáticas sociales”, Secretaría
que consuene, es preciso que el cuerpo sea sensible a de Investigaciones, Facultad de Psicología, UBA. ISSN: 1667-
ello”. El cuerpo es cuerpo agujereado, cuerpo con orifi- 6750.
cios pulsionales. La imagen del cuerpo es respuesta al San Miguel, Tomasa: (2008) “Constitución Subjetiva”. Coautora.
cuerpo agujereado. Publicado en las Memorias de las XV Jornadas de Investigación.
La angustia en tanto respuesta subjetiva, da cuenta de Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur,
“Problemáticas actuales. Aportes de la investigación en Psicolo-
la Nominación Real, angustia fundante del aparato psí- gía”. Tomo III. Secretaría de Investigaciones. Facultad de Psico-
quico, Castración Real, entrada en el lenguaje. “No es logía. UBA. ISSN 1667-6750.
obligado que la nominación esté conjunta al agujero de San Miguel, Tomasa: (2010) “A la luz de la poesía”. En Memorias
lo S… Nominación: lo único que estamos seguros que del II Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profe-
hace agujero”. sional en Psicología. XVII Jornadas de Investigación de la Facul-
La angustia, ahora manifiesta y el llamado de Dick, son tad de Psicología, UBA. Sexto encuentro de investigadores en
Psicología del Mercosur: “Clínica e investigación. Contribuciones
efectos que dan cuenta del anudamiento. Lo que propi- a las problemáticas sociales”, Secretaría de Investigaciones,
ció esta operación no es el contenido de la intervención Facultad de Psicología, UBA. ISSN: 1667-6750.
sino el decir de la analista. Porque hay decir, hay cons-
titución del cuerpo en tanto “el cuerpo tiene agujeros”,
decir que resuena, cuerpo que deviene sensible. M.
Klein buscaba acceder al inconsciente de Dick, para
ello modificó su técnica, modificación que dice del en-
cuentro allí producido. Se accede al inconsciente soli-
dariamente a la constitución del cuerpo.
En este sentido, proponemos que un analista en tanto
cuarto nudo, podrá leer de otro modo las trazas que de-

Psicología Clínica y Psicopatología 147


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ¿NEUROSIS O PSICOSIS?
LECTURA DE UN CASO DEL HOSPITAL BRAULIO MOYANO
Martínez, Alejandra Gabriela
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN I comienza la presentación diciendo: “Tuve una infancia


El presente trabajo está basado en una presentación de interrumpida”. Comenzando así a contar que fue viola-
enfermos presenciada durante la cursada de la materia da por su hermano ya que su madre, era una madre au-
Clínica de Adultos, Cátedra 1 de la Facultad de Psicolo- sente (hacia ella y no hacia el resto de sus hermanos).
gía, UBA, en el transcurso del Primer Cuatrimestre de Se define como “patito feo” aludiendo a que su madre
2009. A lo largo del presente trabajo me propongo rea- nunca la quiso escuchar.
lizar una articulación teórico - clínica que permita al lec- Con respecto a su padre, I dice: “él la amó tanto que
tor interrogarse sobre las dificultades de realizar un permitió que hiciera de mi lo que quisiera”. Con respec-
diagnóstico psiquiátrico, sobre todo cuando la estructu- to a su madre, I agrega: “Ella falleció lamentablemente.
ra no está del todo clara. Ejemplificaré el desarrollo con Me hubiera gustado que sufriera más. Quiero patear
una paciente a quién denominaré I; quién al momento ese cadáver”. Se acerca al analista y le dice por lo bajo:
de la entrevista que presencié se atendía por consulto- “si llamaba la atención de un hombre…” se dirige a to-
rios externos del Hospital Neuropsiquiatrico Braulio Mo- dos los presentes y dice: “Hasta los 14 años éramos ni-
yano, siguiendo un tratamiento ambulatorio. La pacien- ñas, ya teníamos menarca, de eso no se hablaba”. Lue-
te fue derivada por su psiquiatra tratante ya que tenía go cuenta una escena, en el velatorio de su padre, don-
una duda diagnostica. Intentaré realizar un diagnóstico de una tía revela que la hermana de la paciente, en rea-
diferencial entre Psicosis y Neurosis, aunque considero lidad era su media hermana y que el padre de dicha her-
fundamental tener en cuenta, que con el material obte- mana era un hombre que era “Dios” para su madre.
nido en una sola entrevista resultará un poco difícil po- Al hablar de su marido, relata que se sintió abandonada
der concretar dicho objetivo en su totalidad. Pero dicha por él, que fue muy sobreprotector económicamente pe-
articulación permitirá acercarse a la temática e interro- ro muy ausente. Dice: “Dios hace al hombre superior, mi
garse sobre la misma. marido trabajo en la Nasa, es ingeniero en electrónica y
es chino”. En este momento comienza a relatar, lo que
Palabras clave podríamos denominar como un delirio, ya que cuenta
Neurosis Psicosis Internación Delirio que China vendió el cerebro de su marido y que tanto
China como su marido cobran dinero por esta venta. Ex-
ABSTRACT pone que a su familia le molestaba que su marido fuera
DIFFERENTIAL DIAGNOSIS ¿NEUROSIS OR un genio, porque los genios son locos. Evidentemente en
PSYCHOSIS? READING HOSPITAL CASE BRAULIO esta paciente es importante estar rodeada de “genios” ya
MOYANO que además compara a su hija con una cantante famosa.
The paper is based on a presentation of patients wit- Luego hace alusión a como conoció a su marido en Ca-
nessed during the course of the matter Adult Clinic, De- nadá, cuando ella trabajaba de institutriz de los hijos de
partment 1 School of Psychology, University of Buenos un Cónsul. “Nos casamos sin que yo supiera que me ca-
Aires during the first quarter of 2009. Throughout this saba, yo pensé que era para darle la ciudadanía”. Dice
paper I intend to make a theoretical articulation - clinic que su familia le decía puta. Prosigue el relato señalando
that allows the reader wonder about the difficulties of que su marido se fue con una joven china. En ese mo-
making a psychiatric diagnosis, especially when the mento sus hijos se mudan y ella va a vivir a lo de una ami-
structure is not entirely clear. Thus, I develop with a pa- ga. “No estar con mis bebes era el problema. Yo quería
tient whom I shall call it, who at the time of the interview de chica salir a la calle y que me atropelle un auto. Al tren
I witnessed was attended by the Neuropsychiatric Hos- no porque le tengo miedo”. (En la historia clínica relata
pital outpatient Braulio Moyano, following outpatient que la paciente se acostó en la calle a la espera de ser
treatment. The patient was referred by her treating psy- atropellada por un auto o un camión, y es en ese momen-
chiatrist and diagnosed that I had a doubt. Try to make a to cuando es llevada al hospital).
differential diagnosis between psychosis and neurosis, Continua la entrevista diciendo: “Siempre pensé que mi
but I think essential to note that the material obtained in progenitora se iba a sentar en una mesa con mi herma-
a single interview will be a little difficult to realize this ob- no y yo e íbamos a hablar de todo”. I esperaba que se
jective in its entirety. But the joint will approach the sub- aclare la situación y que su hermano y su madre le pi-
ject and question about it. dan perdón. Pero su hermano siempre negó todo y la
amenazo con un arma. Al finalizar la entrevista dice:
Key words “Quiero que venga mi progenitora y que escuche todo
Inpatient Delirium Psychosis Neurosis esto, yo no voy a ser feliz hasta que ella no sufra como

148 Psicología Clínica y Psicopatología


yo, ella se murió para no escuchar. Yo no quiero ser hi- do que él tiene la certeza de ser”. [iv] Es fundamental
ja de ella”. ver como se sitúa el sujeto frente al goce del Otro.
Luego de plantear el caso, comenzaré a plantear la ar- Sergio Rodríguez (1997) dice: “(…) si en el primer perio-
ticulación teórica para poder intentar llegar a un diag- do de vida, cuando “el niño es más dependiente y sin re-
nostico presuntivo. Si pensáramos a esta paciente des- cursos que nunca”, y en el que se moldean los lugares
de una estructura neurótica podríamos señalar la pre- que van a dar asiento a la estructura significante, queda
sencia de una fantasía neurótica de reconocimiento. a merced de un Otro primordial ambiguo, el objeto no se
Específicamente, esto se vislumbra en I en la escena de pierde, ya que no se constituye por no producción.”. [v]
la mesa, donde tanto su madre y su hermano la recono- Esto podría inferirse en el caso de I ya que su padre era
cen y le piden perdón. Pero a su vez, esta necesidad de un buen padre, un “Sr. padre”. “Pero ella no merece el ti-
ser alguien también está presente en el sentido de per- tulo de madre”, ella la culpaba de la muerte de su padre,
tenencia que intenta tener, cuando en su delirio, habla y la castigaba todos los días, verbal o físicamente: di-
de su marido “genio”, de su hija cantante, similar a una ciéndole cosas como que era la basura de la casa, etc.
famosa y con un don natural y cuando “recuerda” su tra- ¿Esto estaría relacionado con la posibilidad de que I ha-
bajo en Canadá de Institutriz de los Hijos de un Cónsul. ya sufrido una carencia paterna? Podríamos afirmar
¿Podría inferirse a partir de esto la búsqueda de I de un que I se encuentra expuesta al Goce del Otro y a mer-
reconocimiento y una necesidad de “ser alguien”? Po- ced de él. I está ubicada en ese lugar de deshecho en
dríamos inferir entonces que esta fantasía que arma I le el que su madre la ponía.
serviría como un modo de encuadre al intentar darle Otra fantasía que cuenta I es cuando dice “Ella falleció
sentido a eso que viene del Otro. Desde la neurosis, al lamentablemente. Me hubiera gustado que sufriera
no haber sustituto cabal para la pulsión reprimida el más. Quiero patear ese cadáver” Del lado de la Neuro-
neurótico no va a parar de quejarse de la realidad. Es sis podríamos plantear la posibilidad de que la muerte
decir tomar a la realidad como partenaire síntoma del de su madre sea eso real que no se puede inscribir. Pe-
sujeto. Sin embargo, Lacan (1955) dice: “No digamos ro pensando desde la estructura psicótica podríamos
que el loco es alguien que prescinde del reconocimien- decir que se encontraría del lado del delirio paranoico y
to del otro (…) es algo que de hecho se propone como que su madre estaría viva en su realidad psíquica ya
un esfuerzo por ser reconocido (…) el loco parece dis- que la dignifica en sus dichos. Aquí se plantea la duda
tinguirse a primera vista por el hecho de no tener nece- estructural ¿La mantiene viva delirantemente? Esto nos
sidad de ser reconocido”. [i] daría cuenta además, del lado neurótico, de una ambi-
Si estuviéramos en presencia de una psicosis, ¿Cómo valencia afectiva hacia ella, donde del lado conciente se
podríamos pensar el delirio de la paciente? Siguiendo a encontraría el odio y desde el lado inconsciente el amor
Colette Soler “¿Cuál es el efecto de esta construcción hacia su progenitora. Podría ser entonces un llamado al
del delirio? Un efecto de tranquilización manifiesta (…) A, encarnado por la madre. Si pensáramos en este lla-
encuentra sus soportes en una serie de figuras del es- mado al Otro podríamos identificar un acting out cuan-
trellato y de celebridad”. [ii]Esto se relaciona con lo an- do la paciente se acuesta en la calle, identificada con
tedicho sobre el reconocimiento buscado por la pacien- ese objeto, como esa “mierda” en la que la ubicaba la
te y los personajes que la rodean y que ella misma en- madre, para que la atropelle un auto o un camión (pero
carna. nunca un tren porque le tiene miedo. ¿A que le tiene
La reflexión de Soler está íntimamente relacionada con miedo, a morir realmente?). Esta escena montada, en
lo planteado por (Freud, 1986) donde reconoce al delirio carácter de acting, daría cuenta de cierto Histrionismo
como una tentativa de curación. A su vez, plantea que de la paciente, con lo cual se podría hipotetizar, que si
en el texto del delirio hay una verdad que no está escon- estuviéramos en frente de una estructura neurótica, se-
dida como ocurre en la neurosis. Siguiendo a (Soler, ría una estructura histérica. Otra evidencia de histrionis-
1988) “(…) en el trabajo del delirio es el propio sujeto mo en la paciente puede señalarse cuando se acerca al
quien toma a su cargo, solitariamente (…) “los retornos analista y le dice algo en voz baja. Pero a su vez se su-
de lo real” que lo abruman. (…) el delirio en si es una au- ma otro interrogante ¿la escena en la calle es un acting,
toelaboración en la que se manifiesta (…) la eficacia del una mostración de su histrionismo o es un delirio de
sujeto”. [iii] El trabajo de la psicosis será entonces para muerte?
el sujeto una manera de tratar estos retornos en lo real Citando a Lacan (1924): “El acting out es esencialmente
haciendo soportable el goce. Lo que (Lacan, 1955) con- algo, en la conducta del sujeto, que se muestra. El acen-
sideró en un momento de su obra como metáfora deli- to demostrativo de todo acting out, su orientación hacia el
rante reside en una suplencia que consiste en que el su- Otro, debe ser destacado”. [vi]Esta mostración esta vela-
jeto construya una ficción. “En muchos casos funciona da para el sujeto. Como dice Lacan (1924) “(…) en un de-
la misma solución consistente en tapar la cosa median- terminado registro es invisible, al mostrar su causa”. [vii]
te una ficción colgada de un significante ideal, pero no Si bien esta dirigido a Otro, que en este caso sería su
requiere por fuerza la inventiva delirante del sujeto. (…) madre, y llama a su interpretación, es justamente lo con-
el sujeto no inventa sino que toma prestado del Otro un trario lo que hay que hacer. Interpretarlo así sería un
significante que le permite, al menos por un tiempo, ta- error porque el paciente no podría dar cuenta de el. Ha-
par, mediante un ser de pura conformidad, el ser inmun- bría que hacer que se pueda poner en palabras para po-

Psicología Clínica y Psicopatología 149


der intentar entonces conmover algo del sujeto. A su vez, pico imaginario y el cuaternario edipico. En 1926, Lacan
al ocupar ese lugar de deshecho en la triada edipica es- va a plantear que la angustia involucra el objeto a, o sea,
taría denotando un conflicto edipico y entonces podría- el objeto que no puede simbolizarse como los demás. El
mos pensar que se encontraría del lado de la neurosis. objeto a es “el objeto causa del deseo, y la angustia sur-
A la hipótesis planteada sobre la fantasía podríamos ge cuando aparece en el lugar de este objeto”.[xii] Enton-
agregar una nueva acerca de una posible identificación ces la angustia surgirá cuando el sujeto se vea confron-
de la paciente con su madre. La identificación fue utiliza- tado al deseo del Otro sin saber qué lugar ocupa el en
da en Freud en relación a los síntomas histéricos. (Freud, ese deseo. El acting out es una defensa a dicha angustia.
1921) define a la identificación como: “(…) la más tempra- Retomando lo planteado sobre el posible acting out de la
na exteriorización de una ligazón afectiva con otra perso- paciente, dicho acting seria entonces su modo de defen-
na. Desempeña un papel en la prehistoria del complejo derse frente a esta madre que la pone en posición de ob-
de Edipo”. [viii]Por ejemplo, cuando la paciente relata la jeto deshecho, de “patito feo” y de “puta, una defensa
escena del velatorio, dice que el padre de su hermana frente al goce del Otro por el que se encuentra tomada y
era un hombre que era “Dios” para su madre. Es intere- sobre todo, ante la angustia que todo esto le provoca. La
sante destacar que cuando la paciente comienza a ha- angustia de castración indicaría algo de la falta en ella,
blar de su marido dice: “Dios hace al hombre superior, mi de su deseo, pero la paciente no se implica subjetiva-
marido trabajo en la Nasa, es ingeniero en electrónica y mente en nada de lo que le sucede. En la psicosis no es
es chino”. Podría inferirse a partir de esto el saber que le posible lograr modificaciones que generen cambios en la
supone I a su marido, ya que lo considera un hombre posición subjetiva. Esto se debe a que en la psicosis no
muy inteligente, un “genio”, al que China le ha comprado es posible la historización y, en consecuencia, el sujeto
su cerebro. ¿Podríamos equiparar este lugar en que ella no puede ir dialectizandose. En la neurosis se vislumbra
coloca a su marido con el lugar donde su madre ponía al que los pacientes adultos traen a la consulta problemas
padre de su hermana? Sin duda, al haber entrevistado a actuales pero al tener la neurosis infantil como base, és-
la paciente una sola vez, nos faltan elementos. “La Iden- ta está reprimida (contenidos sexuales) y es reactualiza-
tificación puede ser la misma que la del complejo de Edi- da en la transferencia y una de las formas de manifestar-
po, que implica una voluntad hostil de sustituir a la ma- se es a través de los recuerdos encubridores. La posibi-
dre, y el síntoma expresa el amor de objeto por el padre, lidad de historización está relacionada con la presencia
realiza la sustitución de la madre bajo el influjo de la con- del nombre del padre. La misma consiste en producir
ciencia de culpa”. [ix]Otra forma de identificación que sentido allí donde no lo había, recuperando esos aspec-
plantea Freud es que el síntoma puede ser el mismo del tos para el dominio del sujeto mismo. ¿Es posible dicha
de la persona amada. Cuando la paciente habla de su historización en I? Con los datos obtenidos a través de la
padre dice: era un buen padre, un “Sr. padre” pero que a presentación se hace difícil poder identificar si algo de
su vez dice: “el la amó tanto que permitió que hiciera de esto está presente en el discurso de la paciente. Ade-
mi lo que quisiera”, denotando una ausencia, una caren- más, el discurso de I por momentos resulta inconexo, y
cia paterna. Y al referirse a su marido relata que se sintió hasta podríamos decir desarticulado ya que se encuen-
abandonada por él, que fue sobreprotector económica- tra comandado por pensamientos ramificados (le costa-
mente pero muy ausente. ¿Podríamos realizar una com- ba limitarse a responder las preguntas). Por momentos
paración entre este padre bueno pero ausente y este ma- se vislumbra que realiza rodeos para no llegar a cuestio-
rido “abandónico” y ausente? Y yendo más allá, ¿podría- nes específicas. Una vez más esto podría estar del lado
mos realizar una comparación entre la paciente y su ma- de la neurosis, como el querer evitar hablar de lo que la
dre en las elecciones de objeto? No podríamos sostener angustia y la pone mal o podría considerarse como una
dicha hipótesis del amor inconsciente de la paciente por evasión psicótica. Esto podría ejemplificarse cuando la
su madre sino estuviera la castración presente en ella. A paciente comienza la entrevista definiéndose como “pati-
su vez, durante toda la entrevista, la paciente denota an- to feo” y en seguida dice que ella no tomaba decisiones
gustia ¿es angustia de castración o angustia psicótica? hasta que comenzó a atenderse con la Lic. X, con la que
Freud (1926) propone que la angustia es “(…) una reac- mantuvo un tratamiento psicológico por 4 años interrum-
ción a una “situación traumática”, una situación de des- pidos, ya que en esa época es cuando comenzó su obe-
amparo ante una acumulación de excitación que no se sidad. Luego vuelve a hablar de su infancia, y en seguida
puede descargar”. [x] (Lacan, 1938 citado en Evans, habla de sus hijos, mezclando así sus dichos.
1997) “relaciona primordialmente la angustia con la ame- Dado el recorrido realizado no me animaría a equilibrar la
naza de fragmentación que enfrenta el sujeto en el esta- balanza para ninguna de las dos estructuras ya que, si
dio del espejo (…) solo después del estadio del espejo bien en su discurso encontramos signos de la neurosis,
estos fantasmas de desmembramiento corporal se fusio- como las fantasías, el conflicto edipico, identificaciones,
nan en torno al pene, dando origen a la angustia de cas- el histrionismo, el acting out (que si bien no es exclusivo
tración”. [xi] La paciente ocupa el lugar de deshecho en de la neurosis, es más factible en ella) no tenemos datos
la triada edipica, lugar que denotaría un conflicto edipico. precisos sobre si podría ser una psicosis más que la po-
En el análisis del caso Hans, Lacan (Evans, 1997) ubica sibilidad de que su delirio sea un delirio paranoico en el
como surgimiento de la angustia al momento en que el que mantiene viva delirantemente a su madre y además
sujeto se encuentra suspendido entre el triangulo preedi- la presencia de una posible ideación suicida.

150 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS
[i] Lacan, J. (1955) El Seminario. Libro 3: Las psicosis, Paidós, Bs.
As., 1984. Pág 114.
[ii] Soler, C. (1989). Estudios sobre las psicosis. Bs. As., Manantial.
Pág. 12 - 13.
[iii] Op.Cit. Pág. 15.
[iv] Op. Cit. Pág. 16-17
[v] Rodríguez, Sergio. Compilador. (1997) Lacan… Efectos en la
clínica de las Psicosis, Bs. As, Lugar Editorial. Pág. 80
[vi] Lacan (1962). El Seminario. Libro 10: La angustia. Capítulo IX,
Bs. As., Paidós, 2006. Pág. 136.
[vii] Op. Cit. Pág. 138.
[viii] Freud, S., (1921) Psicología de las masas y Análisis del yo.
En Obras Completas, Bs. As., Amorrortu Editores, 1979, Vol. XVIII.
Pág. 99.
[ix] Op. Cit. Pág 100.
[x] Evans, Dylan. (1997) Diccionario Introductorio de Psicoanálisis
Lacaniano. Bs. As, Paidos. Pág. 38.
[xi] Op. Cit. Pág. 38.
[xii] Op. Cit. Pág. 39.

BIBLIOGRAFÍA
Evans, Dylan. (1997) Diccionario Introductorio de Psicoanálisis
Lacaniano. Bs. As, Paidos.
Freud, S., (1921) Psicología de las masas y Análisis del yo. En
Obras Completas, Bs. As., Amorrortu Editores, 1979, Vol. XVIII.
Freud, S. (1925) Inhibición, síntoma y angustia. En Obras Com-
pletas, Bs. As., Amorrortu Editores, 1979, Vol. XX.
Lacan, J. (1958) De una cuestión preliminar a todo tratamiento
posible de la psicosis. En Escritos 2, México, Siglo veintiuno, 1984.
Lacan, J. (1955) El Seminario. Libro 3: Las psicosis, Paidós, Bue-
nos Aires, 1984
Lacan, J. (1957) El seminario. Libro 5: Las formaciones del incons-
ciente, Paidós, Buenos Aires, 1999.
Lacan (1962). El Seminario. Libro 10: La angustia. Buenos Aires,
Paidós, 2006.
Laplanche, J; Pontalis, J B (2006): “Diccionario de Psicoanálisis”.
Buenos Aires, Paidos.
Lombardi, G. (1993) La clínica del psicoanálisis 3 Las psicosis.
Buenos Aires: Atuel.
Rodríguez, Sergio. Compilador. (1997) Lacan… Efectos en la
clínica de las Psicosis, Bs. As, Lugar Editorial.
Soler, C. (1988). Estudios sobre las psicosis. Buenos Aires. Ma-
nantial.

Psicología Clínica y Psicopatología 151


EL VALOR DE LAS INTERVENCIONES.
LECTURA DE LA PELÍCULA: THE UNINVITED
Martínez, Alejandra Gabriela
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN ¿Qué valor tienen las intervenciones que realizamos


El presente trabajo se propone interrogar el valor y los como analistas? Este interrogante es el eje central del
efectos que tienen las intervenciones que realizamos co- presente trabajo. Dicho recorrido estará ejemplificado
mo analistas, en el marco de una terapia analítica, para con la película: “The Uninvited” (C. Guard & T. Guard,
un paciente y su consecuente tratamiento. Para ello rea- 2009). Dicha película parecería ser una simple remake
lizaré un análisis sobre la instalación del dispositivo como de una película coreana, sin embargo podemos encon-
así también un breve recorrido por las discusiones en tor- trar en ella una serie de indicadores situacionales que
no al valor de la transferencia en la estructura psicótica. nos hacen cuestionar ciertos aspectos de nuestra prác-
Los desarrollos teóricos estarán ejemplificados con la tica profesional, en torno a la transferencia y a las inter-
película “The Uninvited” (Charles Guard, Thomas Guard, venciones que realizamos; y a la responsabilidad que
2009), traducida al español como “La maldición de las tenemos como analistas en base a las mismas, no solo
hermanas” y “Presencias extrañas”. Partiendo de la no- en una vertiente subjetiva, sino, porque no también, en
ción de intervención y asociándolo con el concepto de una vertiente jurídica. Comenzaré con un breve recorte
transferencia, el lector comprenderá la pertinencia de es- del film. Anna, es una adolescente que permaneció in-
tos conceptos a la hora de llevar a cabo una terapia ana- ternada por 10 meses en una institución psiquiátrica
lítica. A su vez, se reflexionará sobre la responsabilidad luego de un incendio trágico y dudoso en el que falleció
subjetiva de uno de los personajes del film, el Dr. Silber- su madre, enferma de cáncer terminal (y su hermana,
ling como así también se repensará la posición del ana- cosa descubierta al final de la película). Podemos pre-
lista respecto a la responsabilidad profesional pertinente senciar la última sesión de Anna con su psiquiatra, el
a la situación. Finalmente se propone una reflexión acer- Dr. Silberling, donde Anna relata una serie de sueños,
ca de las intervenciones en un análisis y su fundamental que no logra comprender e intenta descifrar. Es funda-
valor y /o consecuencias en nuestros pacientes. mental destacar que Anna no recuerda nada de lo suce-
dido aquella noche, y podríamos inferir que los sueños
Palabras clave son los vestigios de una represión no lograda en su to-
Transferencia Interpretación Psicosis Intervención talidad. El último diálogo que sostienen me parece inte-
resante:
ABSTRACT Dr. - “Tu vida cambió para siempre por culpa de una vál-
THE VALUE OF INTERVENTION. READ THE MOVIE: vula rota, tal vez no sea tan malo olvidar”
THE UNINVITED Anna - “¿Pero qué hay del sueño?
This paper aims to examine the value and the effects of Dr. - “Es un sueño. Ya han pasado 10 meses, falta poco
the interventions we do as analysts, in the context of an- para que te recuperes pero no lo lograrás en un sitio co-
alytic therapy to a patient and subsequent treatment. This mo este”.
analysis carried out, on installing the device as well as a Anna - “¿Cree que estoy lista para irme?”
brief overview of the discussions about the value of the Dr. - “¿Qué más quieres de mi?, Vuelve a tu casa, besa
transfer in the psychotic structure. The theoretical devel- a un chico, métete en problemas, termina lo que empe-
opments are exemplified in the film “The Uninvited” zaste”.
(Charles Guard, Thomas Guard, 2009), translated into Con esas palabras, Anna se retira y vuelve a su casa
Spanish as “The Curse of the sisters” and “Uninvited” con su padre y su madrastra (la enfermera de su ma-
Based on the notion of intervention and associated with dre). Entre lo que podríamos denominar alucinaciones y
the concept of transference; the reader will understand delirios trascurre la trama de la película, donde Anna y
the relevance of these concepts in carrying out an analyt- su hermana (muerta) intentan culpabilizar a su madras-
ic therapy. Turn, will reflect on the subjective responsibili- tra Rachel por lo ocurrido la fatídica noche, acusándola
ty of a character in the film, Dr. Silberling as well as to re- de ser Mildred Kamp, una mujer que asesinó a tres ni-
think the analyst’s position with respect to professional li- ños para casarse con el padre de los mismos. La pelí-
ability relevant to the situation. The article proposes a re- cula culmina con el asesinato de Rachel, y previo el
flection on interventions in a fundamental analysis and asesinato del novio de Anna, único testigo del incendio
value and / or consequences in our patients. y la revelación de la verdad, resignificando toda la pelí-
cula. Anna regresó esa noche a su casa y descubrió a
Key words su padre y a la enfermera teniendo relaciones sexuales,
Transference Interpretation Psychosis Intervention enfurecida se dirige hacia la casita contigua donde des-

152 Psicología Clínica y Psicopatología


cansaba su madre moribunda y llena una regadera con la responsabilidad subjetiva. La misma se da en la con-
combustible, pero dada la interrupción de su hermana, frontación del sujeto con aquello que le pertenece pero
deja perdiendo combustible y tras un portazo una vela a su vez le es ajeno, lo desconoce, ya que pone en jue-
cae al piso, provocando el incendio donde mueren su go sus deseos inconscientes. Al pensar en la responsa-
madre y su hermana. Siendo Anna testigo de lo sucedi- bilidad subjetiva, decanta el circuito de la misma, que-
do, mientras caminaba con la regadera hacia la casa dando inconcluso por el abrupto final de la película. En
para que “Ardan en el infierno”. Luego de esta revela- un claro tiempo 2, el Dr. Silberling es interpelado por
ción, nos enteramos que es Anna quien asesinó a Ra- Anna cuando le dice: “Hice exactamente lo que usted
chel y es llevada nuevamente al neuropsiquiátrico don- dijo (…) terminé lo que había empezado” la cara estupe-
de se encuentra nuevamente con su psiquiatra: facta del psiquiatra revela el alcance de dicha interpela-
Dr. - “Hola Anna, ¿estás bien?” ción, resignificando así un tiempo 1, ahora claro tam-
Anna - “Hice exactamente lo que usted dijo”. bién, donde en su última sesión, antes de dar de alta a
Dr. - “¿De qué hablas, Anna?” su paciente, el Dr. Silberling le dice: “¿Qué más quieres
Anna - “Terminé lo que había empezado”. de mi?, Vuelve a tu casa, besa a un chico, métete en
Los primeros interrogantes que considero pertinentes problemas, termina lo que empezaste”. Hablamos de un
estarían relacionados con el modo en que debemos tiempo 1, cuando nos referimos a una acción que reali-
proceder como profesionales para dar de alta a una pa- za un sujeto pensando que la misma se agota en los fi-
ciente como Anna, luego de una internación prolonga- nes para los que fue concebida. (Salomone & Domín-
da. ¿No debería Anna proseguir un tratamiento de ma- guez, 2006). Podremos inferir que con estas palabras el
nera ambulatoria? A lo largo de la película se enuncia la Dr. Silberling quiso despedir a su paciente, sin calcular
preocupación del Dr. Silberling respecto a la conducta los posibles efectos negativos que podrían llegar a te-
de Anna luego de su externación y hasta se menciona ner los mismos y pensando que era una buena forma de
la duda del profesional sobre si no fue muy prematura la concluir el tratamiento con su paciente. Es importante
externación, sin embargo no se ve que el profesional reflexionar si no debería haber continuado el tratamien-
realice ningún tipo de acción para acercase a su pa- to de forma ambulatoria y no terminarlo de forma abrup-
ciente y retomar un tratamiento que tal vez no debería ta con el cese de la internación. Si bien la película termi-
haberse abandonado. Podríamos pensar que estamos na sin que podamos anoticiarnos sobre la continuación
frente a un caso de mala praxis por negligencia, ya que del tratamiento de Anna tras su reingreso, es interesan-
el profesional hace menos de lo debido, abandonando te ver como el Dr. Silberling se va de la escena, dejan-
las pautas de tratamiento, incurriendo así en una falta do a Anna sola en su habitación. ¿Esa es la única res-
de cuidado. Al volver a su casa, Anna despliega toda puesta que puede dar frente a la interpelación? Tal vez
una serie de alucinaciones y delirios, donde mantiene la ida del Dr. podría ser considerada una negación, una
diálogos y convive con su hermana, muerta 10 meses respuesta moral para no llegar a un tiempo 3 que sería
atrás en el incendio. ¿Es posible que una paciente con el de la asunción de un nuevo sujeto, asumiendo su de-
estas características no haya desplegado esto durante seo inconsciente en juego en las acciones realizadas
su internación? Tal vez podríamos inferir que la pacien- en un tiempo 1, y llegando al tiempo de la responsabili-
te simuló el no presentar alteraciones de la senso per- dad subjetiva. La negación como primera respuesta an-
cepción para poder salir del Hospital y regresar a su ca- te la interpelación puede ser un camino para que el su-
sa a “continuar lo que había empezado”. De ser así, jeto pueda llegar a asumir, un tiempo después y tal vez
¿Qué responsabilidad jurídica tiene su psiquiatra y la producto de una nueva interpelación, la responsabilidad
clínica al respecto?, ¿Se podrían haber evitado los crí- subjetiva por sus deseos inconscientes, adoptando así
menes que comete Anna cuando sale de su interna- una posición ética, que implique afrontar el alcance de
ción? Existe dentro de la responsabilidad jurídica, una sus decisiones en soledad y sin un Otro que sancione
vertiente considerada individual que abarca la respon- su accionar.
sabilidad civil y penal por los actos cometidos, como su- Una segunda vía de análisis estaría relacionada con el
jetos de derecho. Siguiendo a Salomone (2005) “El psi- establecimiento de la transferencia para poder interve-
cólogo no puede eludir las consecuencias de sus deci- nir e interpretar. En el capítulo 2 de la dirección de la cu-
siones (acciones u omisiones) cuando éstas causen un ra, Lacan va a plantear las condiciones de producción
daño, siendo ése el caso en el que deberá responder del dispositivo analítico. El primer término que introduce
ante la Justicia”. [i] Y más allá de esta responsabilidad es la rectificación de las relaciones del sujeto con lo
profesional, en términos legales, es importante desta- real, en un segundo momento va a hablar del desarrollo
car que no puede dejarse de lado la responsabilidad de la transferencia para llegar en un tercer momento a
profesional por la dimensión clínica, que es puesta en la interpretación. Con lo cual es gracias a la rectifica-
juego inevitablemente en nuestra profesión al trabajar ción de las relaciones del sujeto con lo real y al desarro-
con personas con padecimientos psíquicos. Es por eso llo de la transferencia simbólica que podemos interpre-
que las decisiones que tomamos como profesionales tar los dichos de un paciente (y también gracias al de-
deben incluir necesariamente ambas dimensiones (la seo del analista, que será estudiado por Lacan tiempo
clínica y deontológica/jurídica). después). ¿Qué responsabilidad tiene un analista por
Distinto es, si pensamos la situación desde la lógica de sus intervenciones? En el caso mencionado es notoria

Psicología Clínica y Psicopatología 153


su responsabilidad, ¿pero de qué tipo de responsabili- “Presentación Autobiográfica” dice: “Al enfermo mental
dad se trata? Si hablamos de responsabilidad jurídica la le falta la capacidad para la transferencia positiva, lo
película termina sin que podamos saber si el Dr. Silber- cual vuelve inaplicable el principal recurso de la técnica
ling es llamado a responder por su tratamiento con An- analítica (…) A menudo la transferencia no está ausen-
na y por sus intervenciones, aunque esto no excluye te de manera tan completa que no se pueda avanzar
que podamos interrogarnos que injerencia tendría en cierto tramo con ella (…)”. [iv] Otros autores plantean
torno a dicha responsabilidad. Eduardo Urbaj (2008) se- que los pacientes psicóticos presentan una cara neuró-
ñala al respecto: “Muchas veces nos enteramos tiempo tica con la que se puede establecer una transferencia.
después, de alguna acción que hicimos, que fue total- Citando a José Erroteta: “Respecto al manejo técnico
mente impensada como intervención, y sin embargo tu- de la psicosis de transferencia, teniendo en cuenta que
vo efectos trascendentes. Intervenciones no calcula- en la personalidad psicótica no existen relaciones sim-
das, que pueden o no ser actos”. [ii] El autor se refiere a bólicas, sino formaciones previas, donde el símbolo es-
la importancia de las intervenciones que realizamos co- tá equiparado con lo simbolizado -ecuaciones simbóli-
mo analistas y que tiempo después, podemos resignifi- cas- las interpretaciones basadas en simbolismos no
carlas como actos analíticos por sus efectos en nues- solo serían ineficaces, sino perjudiciales dando lugar a
tros pacientes. Sabemos que es la culpa la que pone en nuevas formaciones delirantes”. [v] Es probable que la
marcha el circuito de la responsabilidad. La cara perple- intervención del Dr. Silberling haya jugado de este mo-
ja del psiquiatra revela que, previa resignificación, se do en Anna, quien al no poder simbolizar el alcance de
siente en algún punto culpable por sus dichos y su ac- dicha intervención, toma esas palabras como algo real
cionar. ¿Debe un analista prever como va a tomar un a cumplir a cualquier precio. Esto se relaciona con lo
paciente sus dichos? No sabemos si fue una interven- planteado por Élida Fernández, quién considera que es
ción calculada o si fueron unas simples palabras de posible una transferencia en la psicosis, distinta a la
despedida, tomadas como algo “real” por su paciente. transferencia neurótica. La tesis de la autora, es que el
Tal vez sea imposible poder planificar y saber a ciencia paciente psicótico “(…) no nos toma por objeto, nos to-
cierta como un paciente va a recibir las palabras de su ma por palabra, palabra excluida de la estructura del
analista pero si es claro que como analistas debemos lenguaje. Nos da el tratamiento que le da a la palabra,
tomar ciertos recaudos, sobre todo cuando estamos an- nos trata como signo (…) La palabra es transferencial y
te pacientes con una estructura no del todo clara. Si si hay palabra en la psicosis hay transferencia (…) el
bien la presencia de alucinaciones y delirios no es ex- tratamiento que le da el psicótico a la palabra es pecu-
clusiva de la estructura psicótica, dados los hechos po- liar”. [vi]
dríamos inferir que es la psicosis la estructura de Anna. Excede el propósito de este trabajo realizar un análisis
Uno de los signos que podrían hacernos inclinar hacia exhaustivo acerca de las diferentes teorías sobre la
esa estructura sería la falta de simbolización en la pa- transferencia en la psicosis, es por eso que solo se
ciente, al tomar las palabras de su analista como algo nombran brevemente algunas conclusiones teóricas
real, imposible de tramitar de otra manera más que se- respecto a la misma, con el fin de poder reflexionar so-
guirlas a la letra, cual mandato, donde Anna debe reali- bre el tema.
zar un pasaje al acto, a modo de respuesta frente a la Para concluir me parece fundamental recalcar la impor-
angustia. Eduardo Urbaj (2008) señala al respecto: “(…) tancia de no apresurarnos al momento de intervenir, co-
el pasaje al acto es una acción desesperada por volver mo así también no terminar una cura sin que estén da-
a situar una escena equívoca; por romper con algo que das unas mínimas condiciones, donde se resguarde el
tiene una certeza absoluta”.[iii] A su vez, el pasaje al ac- derecho y el bienestar de nuestros pacientes. Lacan
to es un modo de instalar un falta en el Otro y también (1945) plantea tres tiempos del sujeto: El instante de la
una condición para que un sujeto vuelva a instalar una mirada, el tiempo para comprender y el momento de
escena en la que tenga otro lugar (Laznik, 1989 citado concluir. Así como el tiempo de comprender es conside-
en Urbaj 2008). Dicho pasaje al acto implica en Anna, el rado el tiempo de la objetivación, el momento de con-
caerse de la escena, cuando no encuentra lugar en la cluir es considerado el momento del acto. (Urbaj, 2008).
relación con su padre, estando en el medio su madras- “El tiempo apremia. Y el análisis pone en juego la fun-
tra, cuando se le vuelve insoportable la mirada de ella y ción de la prisa. ¿Qué es lo que llama a terminar un aná-
de su novio, al punto tal que necesita matarlos para “so- lisis sino esa urgencia que se presenta en el momento
brevivir”. de concluir y sin la cual se tornaría infinito? (…) esa fun-
La transferencia en la psicosis es un tema altamente ción (la prisa) va a introducir la dimensión del valor que
debatido y con claras posiciones encontradas. En un toma su tiempo para un sujeto que ya no espera. El va-
segundo momento de su obra, Freud, va a realizar una lor que toma su tiempo como un tiempo propio”.[vii]
división, siguiendo la lógica de las oposiciones binarias Eduardo Urbaj (2008) plantea que el fin de análisis de-
entre neurosis de transferencia y neurosis narcisistas. be ser una decisión que tome el analizante, ya que “En
La diferencia tajante entre ambas es la posibilidad de el momento de concluir su análisis el sujeto se precipita
establecer transferencia, como condición misma de la en un acto, en una anticipación de una certidumbre que
posibilidad de realizar un tratamiento psicoanalítico. Sin no tiene hasta después de llevarla a cabo”. [viii] Consi-
embargo, es interesante resaltar que en 1924, en la dero entonces que el fin de análisis debe ser una deci-

154 Psicología Clínica y Psicopatología


sión que incluya al analizante, para que sea una deci- NOTAS
sión compartida y el sujeto pueda apropiarse de ese ac- [i] Salomone, G. (2005) “Responsabilidad Profesional: Las pers-
to, pueda hacerlo propio y hacerse responsable por él. pectivas deontológica, jurídica clínica”. Bs, As. Ficha de cátedra.
Así, del lado del analista, se tendrá en cuenta no solo la Pág. 5.
dimensión deonto-jurídica, sino también la dimensión [ii] Urbaj, E. Comp. (2008) “El manejo de la Transferencia”. Bs. As.
clínica que abarque y a su vez resguarde la dimensión Letra Viva. Pág. 98.
subjetiva del analizado, cosa que el Dr. Silberling no tu- [iii] Op. Cit. Pág. 197.
vo en consideración. No sabemos si podrían haberse
[iv] Freud, S.: “Presentación autobiográfica” (1924), en Obras
evitado los asesinatos cometidos por Anna, pero si po- Completas, Vol. XX, Bs. As., Amorrortu Editores, 1986. Pág. 56.
demos concluir que el Dr. Silberling podría haberse po-
[v] Erroteta, J. M. “Transferencia y Contratransferencia en los
sicionado desde otro lugar, desde un lugar ético. pacientes psicóticos”. Norte de Salud Mental nº 33 2009. Pág. 70.
[vi] Fernández, E.: “Diagnosticar la psicosis”. Teórico XI, Pág. 201.
Editorial Letra viva, Buenos Aires, 2001. Pág. 205.
[vii] Urbaj, E. Comp. (2008) “El manejo de la Transferencia”. Bs.
As. Letra Viva. Pág. 100.
[viii] Op. Cit. Pág. 106.

BIBLIOGRAFÍA
Erroteta, J. M. (2009) “Transferencia y Contratransferencia en los
pacientes psicóticos”. Norte de Salud Mental nº 33. Pág. 67-72.
Fariña, J. & Gutiérrez, C Comp. (2000) “Ética y Cine”. Bs. As.
Eudeba/JVE.
Fernández, E. (2001) “Diagnosticar la psicosis”. Bs. As. Letra viva.
Freud, S. (1986): “Presentación autobiográfica” (1924), en Obras
Completas, Vol. XX, Bs. As. Amorrortu Editores.
Lacan, J. (2002) “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre an-
ticipada. Un nuevo sofisma”. (1945) Escritos I, Bs. As., Siglo XXI
Editores.
Lacan, J. (2002): “La dirección de la cura y los principios de su
poder” (1958), en Escritos II. Bs. As., Siglo XXI Editores.
Laznik, D. & Lubián, E. (2006): “La transferencia: de la suposición
a lo no domesticado”, en Anuario de Investigaciones, Vol. XII, Bs.
As., Fac. de Psicología.
Laznik, D. & otros (2007): “Las nosografías Freudianas y lo “no-
analizable”. Bs. As. Ficha de la cátedra.
Lombardi, G (1993). La clínica del psicoanálisis 3 “Las psicosis”.
Bs. As. Atuel.
Salomone, G. (2005) “Responsabilidad Profesional: Las perspec-
tivas deontológica, jurídica clínica”. Bs. As. Ficha de cátedra.
Salomone, G & Domínguez M. E. (2006): “La transmisión de la
ética. Clínica y deontología”. Vol. I: Fundamentos. Bs. As, Letra
Viva.
Urbaj, E, Comp. (2008). “El manejo de la Transferencia”. Bs. As,
Letra Viva

Psicología Clínica y Psicopatología 155


UNA RESPUESTA POSIBLE DESDE EL PSICOANÁLISIS:
EL ANALISTA RECURSO
Montiel Carli, Alma
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
El presente trabajo, se enmarca en la práctica clínica e Me interesa situar, a partir de un material clínico, cómo
intentará situar, a partir de un material clínico, cómo en en la apuesta a la singularidad en el tratamiento de una
la apuesta a la singularidad en el tratamiento de una psicosis se abre la posibilidad de poner en marcha y en
psicosis se abre la posibilidad de plasmar diferentes es- uso, diferentes estrategias que porta el sujeto para lo-
trategias que porta el sujeto para localizar el goce des- calizar el goce deslocalizado. La dirección de la cura ha
localizado, ubicando en este movimiento, la posición del consistido y lo sigue haciendo, en ese esfuerzo de en-
psicoanalista ofreciéndose como un recurso ante el go- contrar un modo de ayudar contra el goce mortificador.
ce amenazante.
El caso:
Palabras clave “M” es una paciente que llegó a la consulta hace 6 años.
Psicosis Transferencia Freud Lacan Ella tenía 56 años. Es artista plástica y docente en un
taller de pintura. Vive con su hermano 4 años menor
ABSTRACT que ella. Cinco meses antes de la primera consulta fa-
A POSSIBLE ANSWER FROM TO PSYCHOANALYSIS: llece la madre de ambos, con quien hasta entonces los
THE ANALYST RESOURCE dos vivían.
This work is part of clinical practice and try to locate, Su motivo de consulta está vinculado a ésta pérdida
from a clinical example material, how the bet to singular- irremediable para ella. “Un dolor muy grande” refiere.
ity in the treatment of a psychosis opens the possibility De su madre me dirá que ella era todo, que le “llenaba
of including different strategies that carries the subject la vida” y que ésta ausencia le es intolerable, que no se
to find enjoyment relocated, situating in this movement puede levantar, que está “caiducha” Cuenta que su her-
the position of the psychoanalyst offered as a resource mano es esquizofrénico, que tuvo su primer brote a los
to the enjoyment threatening. 20 años aproximadamente y que desde ese entonces
es medicado a escondidas puesto que se resiste a to-
Key words mar medicación. Antes lo medicaba su madre y ahora
Psychosis Transfer Freud Lacan ella “carga con esa cruz”. También dirá: “Hay algo en
nosotros que falla, como un tejido al que se le soltó un
punto, hay algo que generó un desfasaje.”
El tema de su hermano, y ésta medicación a escondi-
das, es el legado que le ha dejado su madre y que al pa-
recer cumple una función en su economía psíquica.
“M” ubica que a los 24 años, tuvo un primer cimbrona-
zo. En donde ella perdió el eje y descubrió que “nunca
iba a tener una vida normal” a partir de que se le pre-
sentó un jefe de su misma edad casado y con hijos, ahí
ella comprende que jamás podrá tener una vida “nor-
mal” con un novio para “mostrar”. No hay dudas sobre
esto, lo supo ante esta presencia.
Luego de esta primera crisis, ella aumenta 30 kilos, un
exceso que se le mete en el cuerpo, dirá. Paralelamente
comienza a sentir “estados luminosos” (sensaciones en
el cuerpo) que o bien pueden ser sensaciones placente-
ras, como un éxtasis, dirá, o sensaciones dolorosas.
‘M’ ubica 3 cosas desde casi el inicio del tratamiento
que necesita revisar:
1) El dolor por su “mami”
2) Su dificultad con lo que respecta a las parejas y
3) Su cuerpo que le hace problema.
De su “mami”, a quien nombra casi como un neologis-
mo, dirá: “algo he podido hacer pese a que el dolor es-
tá... y es por mami”. Lo que ubico, es que ha podido en-

156 Psicología Clínica y Psicopatología


contrar otras cosas que le “llenan la vida”, si bien no al ningún profesional la indique. Esto ha permitido empe-
estilo de su madre, de un modo que le permite vivir. zar a tener una “misión de ayuda”. De la cruz heredada
Aunque no de un forma estable, usar la ropa de la ma- a la misión elegida, podríamos decir. “M” ordena las co-
dre, tomar el té en los lugares donde solían hacerlo jun- sas de la siguiente manera y le relata a la analista: “me
tas, han comenzado a ser elementos que la ayudan a arme la red, te tengo a vos y al psiquiatra… sé que no
no caerse en ese estado de dolor por su ausencia. Ser estoy sola… pero yo sé que no son las pastillas… está
“la disfrutona” le va permitiendo no estar “caiducha”. la ciencia y estas vos, Tus palabras” “Yo necesito los es-
Con respecto a las parejas, dice que nunca ha podido cudos de tus palabras… Estoy muy mal por mi mami,
armar una pareja normal, para mostrar. Que su ‘mami’ quería verte... tu afecto, tu presencia, cuando estoy mal,
se lo dijo desde siempre, que ella no podía armar pare- caiducha digo: Alma está… y ya me alcanza, no necesi-
ja. Y que por otro lado, es algo que a ella la atemoriza. to llamarte” “Te escucho y me calmo, lo humano. Escu-
Sus amores, que los ha tenido, siempre han sido ator- cho lo humano y ya está- siempre tan humana, tan pa-
mentadores, o porque terminan persiguiéndola, insi- reja-”
nuándole cosas indecentes o porque ella los termina Con Lacan estamos invitados a pensar el tratamiento
persiguiendo. M sabe que hay algo de la relación con psicoanalítico como un tratamiento del goce. Un trata-
los hombres que la complica y por lo menos en el último miento del goce de cada sujeto en particular.
tiempo ha decidido no presionarse con el tema y dedi- La orientación del goce implica introducir un límite al go-
carse a hacer pareja con lo de ella, como refiere con ce invasor y destructivo. “En las psicosis casi siempre
respecto al arte, la pintura y las muestras. se trata de obtener un anudamiento allí donde tiene difi-
Con respecto a su cuerpo, éste la mortifica. No cesa de cultades para realizarse, de evitar un desanudamiento
complicarla y es en esta encrucijada en la que se en- allí donde el sujeto se expone a ese riesgo o ayudar a
cuentra. Si bien van cambiando de lugares sus dolores, hacer un nudo allí donde el precedente se desanudó” [ii]
no ancla en ninguno en particular. Se desplaza metoní- Me pregunto, si el lugar del de ésta analista no funciona
micamente de la cabeza a los pies. “Mi cuerpo: un rec- como pieza suelta que ayuda contra el goce invasor y
tángulo mortífero”“Noto en el cuerpo como esa cosa deslocalizado
encendida… sangre coagulada que no llega a ser more- “Necesito del escudo de tus palabras” dice M, y ¿no po-
tón…. Y en la columna como un latido del corazón…” demos pensar allí que se inventó con las palabras del
“Desde tiempo muy antiguo tengo dolores en el cuer- analista un modo de limitar ese goce? ¿No podemos
po… las manos manchadas, la gordura….etc” “Dolores, encontrar allí, un uso de los recursos que tiene?
en la ingle, lumbar y cuello… muy el cuadro de mami” El ‘analista-recurso’ posibilitando lazo, no dejando al
En todas las entrevistas hay referencias a diferentes sujeto aislado con su invasión de goce. Sólo a condición
partes del cuerpo que la atormentan, según diferentes que el analista deponga sus prejuicios y sus ideales con
épocas. respecto a la psicosis Se trata siempre de intentar per-
Vale recordar que: “El cuerpo y los órganos del cuerpo mitir la invención de algo que anude, que es diferente a
nos hacen problemas a todos. Es en ese punto que so- querer sostener y/o organizar al psicótico.
mos todos esquizofrénicos, salvo que nosotros, los neu- En la psicosis la transferencia puede funcionar como
róticos adoptamos soluciones fijas”[i] sostén en tanto el analista no ocupe el lugar del Otro
Durante un tiempo, la relación con sus ojos se tornó perseguidor, que sabe y que quiere gozar del sujeto. Es
complicada, oscilaba entre “ver borroso y fuera de fo- vía la transferencia donde algunos sujetos psicóticos lo-
co”. Por ese entonces, concurre a los médicos que le gran encontrar una posibilidad de sostenerse de una
hacen diferentes estudios y no hayan un asentamiento nominación y de un lazo. De esta manera el sujeto que-
orgánico para el asunto (quería una explicación para lo da enganchado al Otro. Se hace necesario entonces,
que le pasa y no podía elaborar ella ninguna.) De ésto pensar de qué se trataría esta otra formulación de la
hablaba e me iba mostrando hasta donde era capaz de transferencia en relación a la psicosis; para que no se
ver. Esto que me mostraba, la calma. “M” indica que si transforme en una relación amenazante para el sujeto,
se siente “caiducha”, el solo pensar en que la analista posibilitando así un tratamiento posible sin necesidad
está, la tranquiliza, en otras ocasiones el pensar no al- de retroceder.
canza y refiere necesitar mi voz.

Las palabras como escudo: el lugar del analista


Hay algo que persiste es su esfuerzo por localizar el go-
ce, que no ha encontrado hasta ahora un modo durade-
ro. El arte y el “disfrutona” es uno, pero no alcanza todo
el tiempo. En este último período el eje de su problemá-
tica es el exceso de peso y dolores en la columna. Ade-
más también empezó a consultar, como efecto del trata-
miento, con otro psiquiatra para ver la medicación del
hermano que si bien sigue siendo a escondidas de él,
ha empezado a ser regulada luego de 30 años sin que

Psicología Clínica y Psicopatología 157


NOTAS
[i] Miller, J-A “la invención psicótica” en virtualia Nº 16. Revista
digital de la Escuela de la Orientación Lacaniana
[ii] Miller, J-A (2004) “Las psicosis ordinarias” Buenos Aires: Pai-
dós

BIBLIOGRAFÍA
Lacan, L. “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible
de las psicosis” en Escritos 2 .Buenos Aires: siglo XXI editores
Lacan, J. (1955/56)“El seminario, libro 3, las psicosis” (1ª ed.)
Buenos Aires:Paidós
Lacan J.: “Variantes de la cura tipo” en Escritos 1. Buenos Aires:
Siglo XXI editores
Lacan J.: “La dirección de la cura y…” en Escritos 2. Buenos Aires:
Siglo XXI editores
Miller J-A. y otros (1999) “Los inclasificables de la clínica psicoa-
nalítica” (1ª ed.) Buenos Aires: Paidós
Miller J-A. y otros (2003)“Las psicosis ordinarias” (1ª ed.) Buenos
Aires: Paidós
Miller J-A. y otros “Lógicas de la vida amorosa”(1ª ed.) Buenos
Aires: Manantial
Miller J-A. y otros “Una charla sobre el amor” y “Mas allá de la
condición de amor” en Introducción al método psicoanalítico.
Buenos Aires: Paidós
Miller J-A (2005) “El saber delirante” Buenos Aires: Paidós
Miller J-A. y otros (2006) “El amor en la psicosis” Buenos Aires:
Paidós
Miller J-A. (2002) “La naturaleza de los semblantes” Buenos Aires:
Paidós
.Maleval, J.C: (2002) “La forclusión del nombre del padre” Buenos
Aires: Paidós
Soler, C. “El inconsciente a cielo abierto en las psicosis” Buenos
Aires: JVE Ediciones
Soler, C. (1985). “La elección de la neurosis”, Finales de análisis.
Buenos Aires: Manantial.
Lombardi, G. (2009). “Rectificación y destitución del sujeto”. Aún
nº1.

158 Psicología Clínica y Psicopatología


LA FALTA QUE SE TRADUCE EN UN EXCESO,
UN INSOPORTABLE QUE SE HACE SOPORTAR:
UNA EXPERIENCIA POR EL DISPOSITIVO DE HOSPITAL
DE DÍA DEL HOSPITAL DR. TEODORO ÁLVAREZ
Monzon, Tatiana; Cordero, Cecilia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN the individual can recognize himself as a creator, in-


El presente trabajo intentará dar cuenta de nuestra ex- stead of an individual who is enjoyed by the Other. In the
periencia en el servicio de Hospital de Día pertenecien- workshops, group work is performed assigning a possi-
te al Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez. ble treatment to subjectivity and to social bonds. Re-
Nuestro objetivo es describir la función que tiene el dis- garding the position of the analyst, he must move away
positivo para otorgar sostén y contención a los sujetos from the place of Supposed Knowledge Individual, es-
que lo transitan, utilizando distintas herramientas con el tablishing a sort of lateralized transfer among the pa-
fin de lograr la limitación del exceso de goce en pacien- tients and the professionals, to treat the real from a sym-
tes predominantemente psicóticos. Para ello utilizare- bolic-imaginary mechanism.
mos los aportes teóricos del psicoanálisis. Sabemos
que en la psicosis no hay inscripción de la Ley y en su Key words
lugar hay un exceso de goce que el dispositivo intenta Day Hospital Psychosis Limited Joy
regular, limitar, teniendo en cuenta al sujeto como tal,
sin posicionarlo como objeto. Es mediante la creación,
en los diversos talleres, que el sujeto puede reconocer-
se como sujeto creador, en lugar de objeto gozado por El Hospital posee una modalidad de tratamiento ambu-
el Otro. En los talleres se trabaja desde lo grupal, dán- latorio para pacientes psicóticos que se encuentran es-
dole un tratamiento posible a la subjetividad y a los la- tabilizados y están en condiciones de participar de un
zos sociales. Con respecto a la posición del analista, dispositivo que tiene como base la actividad grupal. Es-
éste debe correrse del lugar de Sujeto Supuesto Saber, tá compuesto por diferentes equipos: admisión, control
estableciendo entre los pacientes y los profesionales farmacológico, terapia individual, terapia de familia, te-
una suerte de transferencia lateralizada, para darle un rapia de grupo, equipo de pre- alta, de seguimiento, y el
tratamiento a lo real desde un dispositivo simbólico- equipo de terapias y recursos creativos. Dentro de éste
imaginario. último se llevan a cabo los siguientes talleres: música,
juegos teatrales, jardinería, escritura, proyecto indivi-
Palabras clave dual, movimiento, actividades de la vida diaria, radio y
Hospital de Día Psicosis Goce Limitado lectura de diarios. Y dentro del espacio de grupos se
realizan asambleas grupales, y un grupo terapéutico. El
ABSTRACT paciente tiene la libertad de elegir en qué talleres quie-
A LACK THAT TRANSLATES INTO AN EXCESS, AN re participar, de ésta manera se busca su implicación
UNBEARABLE THAT MAKES ITSELF BEARABLE: AN subjetiva al dispositivo, que mantenga una posición ac-
EXPERIENCE BY THE DAY HOSPITAL MECHANISM tiva y que cada día renueve su contrato con el trata-
OF HOSPITAL DR. TEODORO ÁLVAREZ miento. El paso de cada paciente por el hospital puede
This paper sets out to account for our experience in the variar entre meses y años, dependiendo de cada caso,
Day Hospital service, at Hospital General de Agudos Dr. pero siempre teniendo en cuenta que existe un plazo
Teodoro Álvarez. Our objective is to describe the func- que no debería superar el año y que actúa como corte,
tion of the mechanism to provide support and restraint como límite.
to patients subjected to it, by means of the use of differ- Consideramos que uno de los objetivos fundamentales
ent tools, with the aim of achieving the limitation of joy in es la resocialización del paciente. Pertenecer al grupo
patients who are predominantly psychotic. The theoreti- les permite romper con la marginalidad y segregación
cal contributions of psychoanalysis will be applied to que sienten por parte de la sociedad. Como decía un
that purpose. We are aware of the fact that there is no paciente en una de las asambleas “está bueno venir al
registration of the Law, and there is an excess of joy in hospital, hablar con otros, hacerse escuchar, conocer
its place that the mechanism intends to regulate, limit, gente. Yo rompí con varios estigmas de la sociedad vi-
considering the individual as such, not positioning him niendo acá. El hospital te da la posibilidad que la socie-
as an object. Through creativity, in different workshops, dad no te da porque te estigmatiza”. Se le preguntó cuál

Psicología Clínica y Psicopatología 159


era para él la posibilidad que el hospital le podía brindar, En los talleres se trabaja de forma grupal intentando,
a lo que respondió “la oportunidad de prepararme, yo lo mediante la creación, establecer de algún modo una su-
entiendo como un entrenamiento para la vida”. plencia simbólico-imaginaria. Hablamos de creación en
Partiendo de la propuesta de Freud acerca de que el el sentido de algo propio que le otorga identidad al suje-
delirio es una tentativa de curación, lo que le da al fenó- to en un espacio grupal. La apuesta es aún mayor, cons-
meno delirante una cualidad restitutiva, y de los aportes truir las bases para el establecimiento de los lazos so-
de Lacan que nos invitan a no retroceder frente a la psi- ciales por fuera del hospital. Es decir, que se trabaja
cosis e intentar posibles tratamientos, nos interesa in- con otros y entre otros intentando hacer más soportable
dagar cómo por medio de la creación se puede ubicar a ese goce desregulado. Trabajar en grupo implica tam-
una acción también restitutiva, permitiéndole al sujeto bién trabajar sobre la singularidad de cada uno de los
psicótico una suerte de tratamiento de lo real. Es Lacan pacientes en un espacio donde cada uno puede crear
quien nos ha enseñado que la psicosis es producto de algo nuevo, diferente de ese Real que mortifica. Por
la forclusión del significante del Nombre del Padre, sig- ejemplo en los espacios de Asamblea Grupal se incen-
nificante primordial, que al estar forcluído deja al sujeto tiva a que cada uno pueda dar su propia opinión sobre
por fuera del Edipo y sin la operatividad de la Metáfora algún tema determinado, buscando que aflore algo de
Paterna, y por lo tanto con la ausencia de la significa- la subjetividad.
ción fálica. El significante del Nombre del Padre no lle- Los talleres consisten en eso, rescatar algo de la subjeti-
ga a inscribirse en el aparato psíquico y retorna en lo vidad del paciente poniendo un límite al goce. Se intenta
Real. Dan cuenta de ello las alucinaciones y delirios, así acotar, encauzar, regular esta posición de goce, que es-
como también la presencia de un goce desregulado te acto gozoso devenga en otros actos: pensar, opinar,
producto de la falta de una ley que establezca un orden. escribir, reflexionar, cantar, dibujar, etc.; y en modos de
Hay un exceso de goce que mediante el tratamiento se relacionarse con el otro más efectivos. Por ejemplo, las
intentará normativizar. En palabras de Colette Soler: reglas principales que rigen al taller de jardinería son que
“Exceso significa aquí, a la vez, un demasiado en el “no se debe regar las plantas en exceso” para evitar que
sentido de un insoportable, y una atipia en las formas o se ahoguen, pero “tampoco se las debe dejar sin agua”
en las localizaciones del goce”[1] para que no se sequen. Cada semana se nombra a un
Entonces, ¿de qué manera se logra, en el Hospital de encargado de regar las plantas. Uno de los pacientes se
Día, orientar a estos sujetos en la difícil tarea de encau- ofreció para llevar a cabo esta tarea pero al ver que cada
zar ese exceso de goce? Este es el interrogante que ha vez que lo hacía llenaba las macetas de forma inmodera-
motivado este trabajo. Lo que se propone desde el dis- da, rebalsándolas; la coordinadora y algunos de sus
positivo de Hospital de Día es el establecimiento de una compañeros del taller le hicieron un llamado de atención
Metáfora Creativa a través de los diferentes talleres ex- para que regule sus actos, estableciendo de esta mane-
presivos y creativos, que le permita establecer un “sa- ra, una limitación al goce en exceso.
ber hacer” con esto que le pasa. Entonces el dispositivo Podemos pensar que el hospital de día permite un trata-
funcionaría como una suplencia, como una Ley frente a miento de la subjetividad y del lazo social. La lógica del
la no Ley de la psicosis. trabajo es seguir el caso por caso, sin caer en un trata-
¿Pero podemos pensar que el paciente viene a apren- miento universal para todos. El paciente es contenido,
der a actuar al taller de teatro, a aprender a escribir al escuchado, no solo por los coordinadores del espacio,
taller de escritura o a cantar al taller de música? ¿O hay sino también por sus compañeros. Ambos, profesiona-
algo que se adquiere que va más allá del aprendizaje de les y compañeros, actúan como reguladores del goce,
los contenidos de una actividad? Nos atrevemos a afir- pudiendo establecer un corte en los discursos gozosos.
mar que, desde el dispositivo, lo que se aprende no es Una paciente, durante una asamblea, comenzó a hablar
una cuestión de contenidos sino que este dispositivo de su temor ante la muerte de la madre y empezó a llo-
actúa como un ordenamiento simbólico del que carece rar, entonces otro de sus compañeros le indicó que no
el paciente, producto de la falta de inscripción del signi- le convenía pensar en eso ya que es un tema que la an-
ficante del Nombre del Padre. El hospital de día le brin- gustiaba y su discurso fue dirigido hacia ciertos aspec-
da al paciente una suerte de legalidad que lo ordena y tos más positivos del relato. Se oían frases como “a to-
lo que intenta es brindar las herramientas para que, una dos nos va a tocar tarde o temprano”, lo que desdrama-
vez fuera de éste, el paciente pueda establecer por sí tizaba la situación. Vemos como no sólo los profesiona-
mismo algún tipo de ordenamiento. Podríamos pensar les sino también los compañeros dirigen el discurso li-
entonces, que lo que hoy los mantiene regulados es el mitando algunos aspectos más gozosos.
dispositivo pero como tal lo que busca es sentar las ba- Anteriormente dijimos que se trabaja desde la creación,
ses para el propio regulamiento del paciente una vez ¿pero de qué manera? Los pacientes en los talleres
que se decida darlo de alta. creativos producen objetos que los representan en los
Siguiendo a Freud en “El Yo y el Ello” notamos que en la que pueden reconocerse como sujetos: una canción en
psicosis nos encontramos ante un conflicto entre el yo y el taller de música, un escrito propio en el taller de es-
el mundo exterior lo que nos indicaría que la posibilidad critura, una actuación en el taller de teatro, y de esta
de establecer lazos sociales con los otros se ve altera- manera se producen marcas -fijación de goce- que sos-
da. ¿Cómo pensar esta cuestión desde el dispositivo? tienen al sujeto en su estabilización. Si hay un objeto

160 Psicología Clínica y Psicopatología


creado, es porque hay un sujeto creador. Por lo tanto, el que se produce en un típico tratamiento individual. El
objetivo deseado es hacer surgir la subjetividad de cada dispositivo propone establecer una transferencia latera-
quien sin posicionarlo en el lugar de objeto característi- lizada, entre coordinadores, compañeros, actividades y
co de la psicosis. objetos creados, es decir que ese uno completo está di-
La crónica es un registro escrito que da cuenta de lo tra- versificado en varios otros referenciales. Se utiliza la
bajado en el espacio de asamblea general y que al fina- estrategia de que sean más de un coordinador por taller
lizar es leído por los profesionales a los pacientes. Ubi- dado que también los coordinadores son los analistas
ca algo del orden de lo imposible, de la falta, que tam- de las terapias individuales. Esto permite que algunas
bién atraviesa a la coordinación ya que no es posible veces un coordinador sea ubicado en el lugar del Amo,
llevar el registro de todo lo conversado en el espacio. Es mientras que otro de los coordinadores sea quien con-
un producto que da cuenta de la creación, un objeto ter- serve un lugar de vacío de deseo. Pero esta transferen-
cero que le devuelve su palabra al paciente y la pone a cia no es la que conocemos en la neurosis, no hay ins-
circular entre todos, palabras en las que se reconocen talado un Sujeto Supuesto Saber ya que el saber no es-
como sujetos. También se la puede pensar como una tá puesto del lado del analista sino del paciente, ya que
sanción de corte; en una oportunidad un paciente se en la psicosis no hay enigma, no hay duda, sino una ab-
pasó una cantidad considerada de minutos hablando de soluta certeza. “Nuestro saber de analistas puede ser
un sobrino al que le había comprado un equipo deporti- escuchado por el psicótico como certeza que se hace
vo de boca y relató cada cosa que le había regalado, respuesta, con el riesgo de que el análisis mismo se
cómo era y dónde la había comprado y al momento de vuelva lugar de repetición de su relación delirante con el
leer la crónica las coordinadoras no relataron toda la se- Otro”[2] Por lo tanto, debemos estar atentos a que el pa-
rie de regalos que el paciente había desarrollado sino ciente no pueda localizar en nosotros, como analistas,
que escribieron algo así como “el paciente relata una un deseo que lo aloje a él como objeto. Es a partir de allí
sucesión de regalos que le hizo a su sobrino”. Es una in- que ya estamos dando un gran paso en el trabajo con la
tervención que estaría indicando que el desarrollo de un psicosis. Los coordinadores deben dar lugar a que los
tema personal no era pertinente para una asamblea pacientes apelen a la producción de un saber, corrién-
grupal. dose del lugar del saber al que se es convocado y de
Es Miller quien acuña el término “invención” para hablar esta manera posibilitar que la relación transferencial
de la creación a partir del material existente en la psico- sea de sostén, de creación, de invención.
sis. En dicha estructura no existe el auxiliar del discurso El paciente psicótico demanda continuamente, deposita
establecido con el que cuenta el neurótico, que le permi- en los coordinadores ciertas decisiones, la tarea con-
te tener un cuerpo, tener un órgano, establecer lazo con siste en correrse de esa demanda para posibilitar la in-
el Otro, por eso la relevancia en buscar la forma, siempre vención del sujeto, justamente para darle al paciente el
teniendo en cuenta el caso por caso, de que el paciente lugar de sujeto y no el de un objeto gozado por el otro.
psicótico pueda inventarse o crearse recursos propios De esta manera se produce un desplazamiento, de ob-
que le permitan un sostén simbólico. De esta manera el jeto gozado a sujeto creador. En una oportunidad se ha-
esquizofrénico puede hacer uso de su cuerpo y el para- bló en una de las asambleas sobre la desaparición de
noico puede inventar una relación al Otro abrochando al- un equipo de música y se proponían diferentes alterna-
gún sentido allí donde no lo hay. Uno de los pacientes tivas para conseguir uno nuevo. Los pacientes le solici-
mencionaba que le gustaba mucho mirar a los pastores taron a las coordinadoras si ellas podían escribir una
brasileros que salen por la televisión porque considera carta para el director del hospital para que éste les en-
que son grandes motivadores. Tanto en un taller de radio tregara un nuevo equipo, porque según ellos decían, las
como en uno de teatro pudimos ver como este mismo pa- coordinadoras iban a escribir mejor que ellos. Se les
ciente había creado un personaje imitando a estos pasto- respondió que tenían un taller de escritura en el que po-
res pero con un toque de humor y esto había causado dían realizar el armado de la carta, buscando de esta
tanta gracia y alegría, que el resto de los compañeros manera la aparición del sujeto creador. Podemos decir
siempre le pedían que hiciera nuevamente el personaje. entonces, que el analista es testigo y orientador del go-
Se ve cómo pudo encontrar un modo de establecer un la- ce. “se hace guardián de los límites del goce, sin los
zo con los compañeros mediante la creación y de ésta cuales (…) lo que hay es el horror absoluto”[3]
manera ser él también un motivador del grupo a través Consideramos que la experiencia de participar del dis-
de la diversión que les aportaba a los encuentros. Otra positivo de Hospital de Día nos permitió obtener una mi-
paciente decide vincularse con sus compañeros median- rada más concreta de la intervención terapéutica con
te el lente de una cámara de fotos, ella era la encargada sujetos psicóticos y lograr un cambio de perspectiva,
de fotografiar a todos, incluidos los profesionales, y deci- dejando de lado el prejuicio de que el psicótico no es
dió crear una cartelera que contenga todas las fotos to- agrupable. De esta manera pudimos revalorizar la impli-
madas y que los represente. Es decir que pudo inventar cancia del lazo social en relación a los límites, es decir,
un nuevo recurso que le permita un tratamiento del lazo de lo grupal como limitante, ponderando el trabajo en
por vía del arte. grupo como tratamiento posible de la psicosis.
La creación de la que hablamos se da en transferencia, Agradecemos a todos los profesionales que nos han
pero la transferencia que vemos en el hospital no es la sabido orientar y responder a todas nuestras inquietu-

Psicología Clínica y Psicopatología 161


des. Y si en un comienzo decíamos que para los pa-
cientes el hospital de día era un “entrenamiento para la
vida”, hoy podemos agregar que para nosotras también
ha sido un entrenamiento; un entrenamiento para nues-
tra vida profesional.

NOTAS
[1] Soler, C. (2010) El sujeto psicótico en el psicoanálisis. Los
Ensayos. Estudios Sobre las Psicosis. Ed. Manantial. Pág. 47
[2] Averbach, M; Teszkiewicz, L. ¿Quién dirige la cura en las
psicosis? Acheronta. Revista Virtual de Psicoanálisis. Nº 8. www.
acheronta.org
[3] Soler, C. (2010) ¿Qué lugar para el analista? Los Ensayos.
Estudios Sobre las Psicosis. Ed. Manantial. Pág. 11

BIBLIOGRAFÍA
Averbach, M; Teszkiewicz, L. ¿Quién dirige la cura en las psicosis?
Acheronta. Revista Virtual de Psicoanálisis. Nº 8. www.acheron-
ta.org
Bertran, G. (2004). Hospital de Día. Particularidades de la clínica.
Temas y dilemas. Minerva.
Delgado, O. (2004) Hospital de día y clínica de los bordes.
Freud, S. (1924) La perdida de la realidad en la neurosis y la psi-
cosis. Obras Completas. Tomo XIX. Bs. As.: Amorrortu
Freud, S. (1924) Neurosis y psicosis. Obras Completas. Tomo XIX.
Bs. As.: Amorrortu.
Kleiban, S. (Comp.) ¿Qué trata la psicosis? Cuadernillo del equipo
de terapias y recursos creativos del Hospital Dr. Teodoro Álvarez.
Lacan, J. (1984) De una cuestión preliminar a todo tratamiento
posible de la psicosis. Escritos II. México: Siglo Veintiuno.
Lacan, J. (2007) Las Psicosis. Seminario 3. Paidos.
Menendez, F; Castellano, A. (2002) La cuestión de la transferen-
cia en la psicosis.
Millas, D. Hospital de día matutino. www.psicoalvarez.org
Millas, D. (2005) La certeza en la clínica psicoanalítica.
Miller, J. (2007) La invención psicótica. Virtualia Revista Digital de
la Escuela de Orientación Lacaniana, #16
Pérez, E. (1999) Los Cuatro Discursos y el Hospital de Día: Un
Abordaje Racional. Los Bordes en la Clínica. Buenos Aires: JVE
Ediciones.
Soler, C. (2010) Estudios sobre las psicosis. Los ensayos. Buenos
Aires: Manantial

162 Psicología Clínica y Psicopatología


LA REACCIÓN TERAPÉUTICA NEGATIVA
COMO IMPASSE FREUDIANO DEL FINAL DE LA CURA
Mozzi, Viviana Alejandra; Córdoba, María De Los Ángeles; Epsztein, Susana; Pino, Silvia; Watermann,
Mirta
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN tification” of the economic dimension of the primary re-


El presente escrito forma parte del recorrido de los tex- pression. The names that these two operations, conse-
tos freudianos del Proyecto de Investigación presenta- quence of the analytical experience, have in Freud’s
do en el marco de la Cátedra Psicoanálisis Freud I, titu- work -as we claim in this investigation work- are: 1) the
lar Dr. Osvaldo Delgado (UBACyT 2010-2012. “La apti- assent of the ego split and 2) the advantageous altera-
tud de analista y la segregación contemporánea”). Po- tion of the ego.
nemos al trabajo la frase de “Análisis terminable e inter-
minable” (1937): “[…] La rectificación, con posterioridad Key words
(nachträglich), del proceso represivo originario, la cual Repression Rectification Ratification RTN
pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería
entonces la operación genuina de la terapia analítica.”
Situaremos los antecedentes de la represión primaria
que ubicamos en dos dimensiones: la representacional El presente escrito forma parte del recorrido de los tex-
y la económica. Pondremos en tensión el término freu- tos freudianos del Proyecto de Investigación presenta-
diano de “rectificación”, con una operación diferente a do en UBACyT 2010-1012, en el marco de la Cátedra
la que llamaremos “ratificación”. En los textos freudia- Psicoanálisis Freud I, titular Dr. Osvaldo Delgado.[i]
nos de la última época, en relación con la política del fi- La propuesta de esta presentación es poner al trabajo
nal de una cura, es posible pensar la “ratificación” de la la siguiente frase freudiana de “Análisis terminable e in-
dimensión representacional y la “rectificación” de la di- terminable” (1937):
mensión económica, de la represión primaria. Los nom- “[…] La rectificación, con posterioridad (nachträglich),
bres que estas dos operaciones, efecto de la experien- del proceso represivo originario, la cual pone término al
cia analítica, tienen en la obra de Freud -según soste- hiperpoder del factor cuantitativo, sería entonces la
nemos en este trabajo de investigación- son: 1) el con- operación genuina de la terapia analítica.”[ii]
sentimiento de la escisión del yo y 2) la ventajosa alte-
ración del yo. Nos parece importante situar en primera instancia si-
tuar los antecedentes de la represión primaria.
Palabras clave El primer texto en el que se puede situar la represión
Represión Rectificación Ratificación RTN primaria es cuando Sigmund Freud hace una primera
distinción en el trabajo del sueño. En la página 595, en
ABSTRACT la nota al pie número 16, de “La interpretación de los
THE NEGATIVE THERAPEUTIC REACTION AS sueños”, ubica que:
FREUDIAN IMPASSE OF THE END OF THE HEALING “[…] hay lagunas en la elaboración del tema; las he deja-
This article is part of the perusal of Freudian texts of the do ex profeso pues llenarlas requeriría de un gran gasto
Investigation Project carried out in the framework of Dr por una parte y por otra apuntalarse en un material ajeno
Osvaldo Degado’s “Psychoanalysis Freud I” Chair al sueño. Así, he evitado indicar si atribuyo a la palabra
(UBACyT 2010-2012 “The analyst’s aptitude and the ‘sofocado’ -unterdrückt- (caído en el fondo) un sentido di-
contemporary segregation “). We discuss the phrase verso que a la palabra ‘reprimido’ -verdrängt-.”[iii]
from “Analysis Terminable and Interminable” (1937):
“[…] The a posteriori (nachträglich) rectification of the Lo sofocado, lo caído en el fondo como una de las dos
original repressive process that puts an end to the hy- dimensiones de la represión primaria, la que llamamos
perpower of the quantitative factor would then be the la dimensión representacional.
genuine operation of the analytical therapy” We will lo- Esto le da al inconciente freudiano la característica de
cate the precedents of the primary repression in two di- ser un inconciente vivo, no como un mero depósito o re-
mensions: the representational and the economic ones. servorio pasivo de representaciones que están afecta-
We will put the Freudian term of “rectification” in tension das por la represión a la que han sucumbido. El modo
with a different operation that we will call “ratification”. In en que Freud lo encuentra en la clínica, es el lugar en
Freudian texts of the last era, in relation with the policy sombras para la interpretación analítica que conceptua-
at the end of the healing, it is possible to think of the “rat- liza como ombligo del sueño.
ification” of the representational dimension and the “rec- La clave es que el olvido lo lleva al ombligo.

Psicología Clínica y Psicopatología 163


Cuando Freud se da cuenta de que el olvido está co- mente del resultado de la transferencia y se afirma en la
nectado al ombligo de los sueños, que no todo puede vida.”[vii]
ser recordado, hay una vacilación y lo que aparecía co-
mo punto de fracaso toma el lugar de la causa. La “ventajosa alteración del yo”, producto de la expe-
Es en el análisis de los sueños que Freud dice que hay riencia analítica, implica la remoción de los puntos de fi-
que dejar un lugar en sombras, y este lugar en sombras jación, para lograr otra relación con el ello, otra relación
lo llama “ombligo del sueño”. Lugar en que él se asienta con el superyó y otra relación con el mundo exterior, di-
en lo no-reconocido. ferente a la posición masoquista. Freud nombra el re-
“Hay un lugar más espeso en este tejido, en esta red de sultado de esta operación “estado neo-creado”, como
pensamientos, desde donde se eleva el deseo del sue- un estado que nunca existió de manera espontánea en
ño, como el hongo de su micelio”.[iv] el interior del yo y que constituye la diferencia esencial
entre el hombre analizado y el no analizado.[viii] Todas
La otra dimensión de la represión primaria, la dimensión estas relaciones tienen que ver con los procesos entre
económica, aparece en el texto freudiano acerca del el yo y la pulsión.
caso Schreber,[v] en donde trabaja la fijación pulsional Tomar la rectificación de la represión primaria como in-
a un objeto, que implica el detenimiento del movimiento dicación clínica sin discriminar las dos caras de ésta,
pulsional. nos plantea un impasse para la cura en el nudo mismo
de la problemática de lo terminable e interminable.
Nos proponemos poner en tensión el término freudiano El empeño de rectificar la represión primaria en su ver-
de “rectificación” (según la definición del diccionario de tiente representacional lleva a la reacción terapéutica ne-
la Real Academia Española: corrección de un error o gativa. Ese empeño es un forzamiento del analista (rene-
defecto // Operación que consiste en convertir la co- gando del punto límite de la estructura), forzamiento al
rriente alterna en corriente continua, para ello es nece- que la estructura responde con este fenómeno clínico.
sario un rectificador), con una operación diferente a la Reacción terapéutica negativa que implica el “inequívo-
que llamaremos “ratificación” (según la definición del co” empeoramiento de los síntomas y del estado general,
diccionario de la Real Academia Española: es la mani- sostenido en las tendencias masoquistas del yo.
festación de voluntad por la cual una persona presta su ¿Qué implica en la dimensión económica la rectifica-
consentimiento a ser alcanzado por los efectos de un ción de la represión primaria?
acto jurídico). Nos dice Freud:
Sostenemos que en los textos freudianos de la última “[…] No es, por cierto, que se la haga desaparecer [a la
época, en relación con la política del final de una cura, exigencia pulsional] de suerte que nunca más dé noti-
es posible pensar la “ratificación” de la dimensión repre- cias de ella. Esto es en general imposible, y tampoco
sentacional y la “rectificación” de la dimensión económi- sería deseable.”[ix]
ca, de la represión primaria.
Los nombres que estas dos operaciones, efecto de la Freud ubica claramente la cuestión en la relación yo-
experiencia analítica, tienen en la obra de Freud -según pulsión. Se trata de establecer una nueva relación entre
sostenemos en este trabajo de investigación- son: 1) el ambos, relación en la que no sea la defensa el trata-
consentimiento de la escisión del yo y 2) la ventajosa al- miento que el yo haga de la exigencia pulsional.
teración del yo. “[…] El yo fortalecido del adulto sigue defendiéndose de
Por un lado, entonces, la escisión del yo en la que Freud unos peligros que ya no existen en la realidad objetiva,
habla de la Ich spaltung, escisión estructural, una des- y aún se ve forzado a rebuscar aquellas situaciones de
garradura permanente, constitutiva, nombre freudiano la realidad que puedan servir como sustitutos aproxima-
de lo incurable y que Freud ubica como el fracaso por dos del peligro originario, a fin de justificar su aferra-
estructura de la función sintética del yo. miento a los modos habituales de reacción.”[x]
El consentimiento como operación que se diferencia de
la desmentida de la diferencia sexual en la neurosis, po- En ese punto la operación analítica es la rectificación de
sibilita al sujeto desasirse de la compulsión a la síntesis las fijaciones que sostienen los mecanismos de defensa,
yoica, fuente de toda una serie de perturbaciones en la los infantilismos. Freud define que la curación, en este
asunción de las posiciones sexuadas.[vi] sentido, es tratada por el yo como un peligro nuevo.
En el final del análisis se presentará para Freud como la Lo expresa con la siguiente metáfora en “El yo y el ello”:
roca base de la castración. “[…] Así como al jinete, si quiere permanecer sobre el
Por otro lado, la “ventajosa alteración del yo” como ope- caballo, a menudo no le queda otro remedio que condu-
ración rectificadora de la alteración del yo producto de cirlo adonde este quiere ir, también el yo suele traspo-
la fijación de los mecanismos de defensa, como modos ner en acción la voluntad del ello como si fuera la suya
regulares de reacción en la neurosis. Dice Freud: propia.”
“Vencer las resistencias es la parte de nuestro trabajo
que demanda el mayor tiempo y la máxima pena. Pero
también es recompensada, pues produce una ventajo-
sa alteración del yo, que se conserva independiente-

164 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS
[i] UBACyT 2010-2012. “La aptitud de analista y la segregación
contemporánea”. Director Dr. Osvaldo Delgado.
[ii] Freud, S., “Análisis terminable e interminable” (1937), en: Obras
completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu, p.230.
[iii] Freud, S., “La interpretación de los sueños” (1900 [1899]), en:
Obras completas, tomo V, Buenos Aires: Amorrortu.
[iv] Freud, S., Ibidem, p.519. (“La interpretación”).
[v] Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de
paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente”
(1911 [1910]), en: Obras completas, tomo XII, Buenos Aires: Amo-
rrortu.
[vi] Freud, S., “Escisión del yo en el proceso defensivo” (1940
[1938]), en: Obras completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorror-
tu.
[vii] Freud, S., “Esquema del psicoanálisis” (1940 [1938]), en: Obras
completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu, p.179.
[viii] Freud, S., “Análisis terminable e interminable” (1937), en:
Obras completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu, p.229-30.
[ix] Freud, S., “Análisis terminable e interminable” (1937), en: Obras
completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu, p.227.
[x] Ibidem, p.240.

BIBLIOGRAFÍA
Freud, S., “La interpretación de los sueños” (1900 [1899]), en:
Obras completas, tomo V, Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de
paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente”
(1911 [1910]), en: Obras completas, tomo XII, Buenos Aires: Amo-
rrortu.
Freud, S., “La represión” (1915), en: Obras completas, tomo XIV,
Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S., “El yo y el ello” (1923), en: Obras completas, tomo XIX,
Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S., “Análisis terminable e interminable” (1937), en: Obras
completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S., “La escisión del yo en el proceso defensivo” (1940
[1938]), en: Obras completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorror-
tu.
Freud, S., “Esquema del psicoanálisis” (1940 [1938]), en: Obras
completas, tomo XXIII, Buenos Aires: Amorrortu.

Psicología Clínica y Psicopatología 165


INTERVENCIONES Y CAMBIO EN PSICOTERAPIA
DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE
Olivera Ryberg, Julieta María; Braun, Malena; Balbi, Paula; Roussos, Andrés
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN because of negative aspects of the treatment. DISCUS-


La perspectiva del paciente es uno de los modos váli- SION: The implications for clinical practice of the inter-
dos para acercarse a la comprensión del proceso y los relation of those components of change interventions
resultados en psicoterapia. El objetivo de la presente in- are presented. The relevance of the “patient theories”
vestigación es analizar la precepción de cambio en su- about the process change in psychotherapy generates
jetos que han participado de un proceso psicoterapéuti- hypothesis for future research.
co y la manera en que relacionan dicho cambio con las
intervenciones terapéuticas. Se realizaron entrevistas Key words
semi-estructuradas, con una duración aproximada de Process Change Interventions Patient
90 minutos 17 sujetos de la ciudad de Buenos Aires que
recientemente completaron un proceso terapéutico. En
dicha entrevista se indagaron áreas de cambio, inter-
venciones significativas, vínculo terapéutico, y condicio- INTRODUCCIÓN:
nes de finalización de la terapia. Para el análisis de los El interés por la perspectiva del paciente, en relación a
datos se utilizó una metodología cualitativa basada en su percepción del proceso terapéutico, se ha visto reno-
el método de “investigación cualitativa consensuada” vado en los últimos años. En un principio, las investiga-
(CQR en su sigla en inglés) (Hill et al. 1997; 2005). 15 de ciones sobre los resultados en psicoterapia tomaron co-
los 17 participantes identificaron cambios en sus proce- mo referente principal la percepción del paciente (Ka-
sos terapéuticos; 11 de ellos relacionaron dichos cam- chele, 1992). Sin embargo, luego de varios años se em-
bios con las intervenciones del terapeuta, mientras que pezaron a cuestionar este tipo de diseños, comenzando
5 los relacionaron con el vínculo terapéutica. Las condi- a utilizarse instrumentos estandarizados o la percep-
ciones de finalización involucraron tanto la resolución ción de terapeutas , investigadores o evaluadores exter-
del motivo de consulta como otros aspectos. nos, para evaluar el cambio obtenido (Ward, 2000).
Se observa en la literatura que terapeutas y pacientes
Palabras clave no juzgan de la misma manera lo que ocurre en el am-
Psicoterapia Cambio Intervenciones Paciente biente psicoterapéutico así como tampoco valoran los
mismos aspectos del proceso (Henkelman y Paulson,
ABSTRACT 2005; Manthei, 2007; Viklund, Holmqvist y Zetterqvist
FORMER PATIENTS’ PERCEPTION OF CHANGE Nelson, 2010). Los pacientes, generalmente, rescatan
AND ITS RELATION WITH PSYCHOTHERAPEUTIC aspectos de la psicoterapia que los investigadores aun
INTERVENTIONS no se han planteado como relevantes (Viklund, Holmq-
A more detailed exploration of the patient’s perspective vist y Zetterqvist Nelson, 2010). La perspectiva del pa-
is increasingly being recognized as valuable for the un- ciente, sobre lo que puede ayudar en la psicoterapia,
derstanding of the psychotherapeutic processes. The ofrece la posibilidad de comprender mejor el proceso
development of studies oriented to the professional psicoterapéutico (Paulson, Truscott, & Stuart, 1999).
awareness about the perspectives of the patient will pro- Los resultados de estas investigaciones coinciden en
vide relevant data that will increase our understanding que la relación terapéutica y las habilidades interperso-
of psychotherapy and its effects. The aim of this ongoing nales del terapeuta son los aspectos de la psicoterapia
research is to analyze former psychotherapy patient’s que los pacientes rescatan como más beneficiosos
perception of change and how they associate the thera- (Manthei, 2007; Paulson, Truscott, & Stuart, 1999;
pists’ interventions with that change. METHODS: Semi- Ward, 2000). También se ha encontrado que los pacien-
structured qualitative interviews, lasting approximately tes valoran tanto lo que ha hecho su terapeuta como lo
90 minutes, were conducted with 17 former psychother- que ellos mismos hicieron dentro del proceso (Manthei,
apy patients that had been in a treatment that recently 2007); que la primera sensación de alivio es percibida
ended. A qualitative approach, based on CQR (Hill et. luego del primer encuentro por un 70% de los pacientes
al. 1997; 2005) was used analyze the interview tran- (Manthei, 2007); que lo que más valoran es la posibili-
scripts. RESULTS: Patients identified changes in their dad de hablar de sus problemas (Paulson, Truscott, &
therapeutic processes typically (15), they also related Stuart, 1999); y que la mayoría de ellos no busca la per-
change with interventions (11), while variantly related fección ni una resolución total de sus problemas (Man-
change with the therapeutic relationship (5). Both pa- thei, 2007).
tients and therapists promoted termination either be- Knox et al. (2011) realizó un CQR (ver Hill et al., 1997,
cause of the resolution of the reason for consultation or 2005)-por medio de entrevistas telefónicas- para estu-

166 Psicología Clínica y Psicopatología


diar la finalización de psicoterapias, desde la perspecti- niano. La duración de los tratamientos varió entre los 4
va de los pacientes. Una de las conclusiones a las que meses y los 10 años, con una media de 24 meses. El
arribaron es que aquellas personas que expresaron ha- tiempo transcurrido desde terminados los tratamientos
ber tenido experiencias positivas de finalización, sostu- no superó los 3 años, con tres excepciones de trata-
vieron haber tenido una fuerte alianza terapéutica y mientos que finalizaron entre 3 y 5 años antes de la en-
buenos resultados del tratamiento. Congruentemente, trevista. En total, el promedio de tiempo desde la finali-
aquellos con finalizaciones problemáticas indicaron que zación de los tratamientos fue de 20 meses.
tanto su relación terapéutica como los resultados fueron Procedimientos:
mixtos (Knox et al., 2011). Para desarrollar el protocolo de la presente investiga-
La presente investigación considera entonces la infor- ción, se conformó una serie de preguntas abiertas que
mación del paciente, no como prueba objetiva de cam- permitieran abordar los temas de interés. Previamente
bio, sino como la percepción que el mismo, como actor a realizar las 17 entrevistas piloto, se realizaron dos en-
fundamental del proceso terapéutico, plantea. Dado trevistas a voluntarios (no participantes), a modo de un
que no se buscado contacto alguno con los terapeutas primera fase de testeo piloto del instrumento. De esta
ni ha habido un seguimiento de los participantes, no es manera quedó conformado un listado de temáticas a
posible establecer si el cambio reportado se vincula o abordar dentro de las entrevistas. Se realizaron entrevi-
no con la acción clínica, mñas allña de la referencia del sas semi-estructuradas con cada uno de los participan-
paciente. De la misma manera, cuando en el presente tes. De este modo, el protocolo presenta suficiente fle-
trabajo se habla de intervenciones terapéuticas, la refe- xibilidad como para incoporporar apreciaciones inespe-
rencia es a aquello que los pacientes señalaron que el radas realizadas por los participantes, y permite a los
terapeuta decía o hacía durante el tratamiento. entrevistadores realizar preguntas de profundidad así
En términos generales, se puede definir a las interven- como de interrelación entre los diferentes aspectos del
ciones psicoterapéuticas como toda comunicación ver- tratamiento psicoterapéutico. Las preguntas abordaron
bal y/o no verbal, de carácter intencional y terapéutico, las siguientes temáticas: vínculo terapéutico; interven-
realizadas por el psicoterapeuta y dirigidas hacia el pa- ciones del terapeuta; cambio percibido y sus caracterís-
ciente (Waizmann, Etchebarne y Roussos, 2004). Para ticas; y finalización del tratamiento. Estas temáticas
la presente investigación se clasificaron las intervencio- constituyeron luego los dominios principales en la etapa
nes siguiendo los criterios de la Clasificación Multidi- de análisis de datos. Algunas de las preguntas formula-
mensional de Intervenciones Psicoterapéuticas (CMIP), das por los investigadores fueron: ¿Cómo caracterizaría
desarrollada por Roussos et al. (2003, 2005, 2006, la relación con su psicoterapeuta?; ¿Qué hacía su tera-
2008 y 2009). peuta en su psicoterapia?; ¿Qué tipo de cosas le de-
cía?; ¿Cómo participaba usted en la sesión?; ¿Notó al-
METODOLOGÍA gún cambio en su vida desde que comenzó a hacer psi-
Participantes: Se seleccionó a 17 sujetos de la Ciudad coterapia?; ¿Qué aspectos de su psicoterapia conside-
Autónoma de Buenos Aires con una técnica de captación ra que lo ayudaron a hacer esos cambios?; ¿Qué accio-
por “bola de nieve”. De este modo, los investigadores se nes realizó su terapeuta que cree que lo ayudaron a
contactaron con personas allegadas (vía e-mail o perso- realizar ese cambio?; ¿Qué aspectos de la psicoterapia
nalmente) y les solicitaron referencias de otras personas le resultaron beneficiosos?; ¿En qué circunstancia se
que hayan concluido recientemente un proceso psicote- dio la finalización del tratamiento?;¿Quién tomó la deci-
rapéutico. Los sujetos muestrales son adultos, 11 de los sión?; . entre otras.
cuales son mujeres y 6 son hombres. Sus edades varían Las entrevistas se realizaron cara a cara en lugares ele-
entre los 23 y los 56 años. Para 4 de los participantes el gidos por los participantes que facilitaran la privacidad y
tratamiento realizado era el primero, mientras que para comodidad de los mismos. Todas las entrevistas fueron
otros 5 era el segundo, y los 8 restantes habían realizado audiograbadas en formato digital para su posterior aná-
por lo menos 2 tratamientos psicoterapéuticos con ante- lisis. Cada participante fue identificado con un número
rioridad. Cuatro de los sujetos tenían conocimientos que luego se utilizó en todas las bases de datos y las
avanzados en salud mental, ya sea como estudiantes o desgrabaciones, de manera que no hubiera datos iden-
egresados de la carrera de Psicología. tificatorios de los participantes en dichos documentos.
Los tratamientos realizados variaron en duración y mar- Las entrevistas se basaron en el último tratamiento fina-
co teórico. Según lo declarado por los participantes (los lizado por los participantes, sin embargo muchos de
investigadores no tuvieron ningún contacto con los tera- ellos indicaron haber participado en más de un trata-
peutas) 11 de los tratamientos fueron psicoanalíticos, 2 miento o encontrarse actualmente en un proceso tera-
sistémicos y 1 EMRD[i]. De los otros tres tratamientos, péutico. En esos casos, se escuchó aquello que tenían
a partir de las caractizaciones del dispositivo terapéuti- para decir sobre otros tratamientos en relación al último
co hechas por los sujetos muestrales, se infiere que uno concluido, no solicitándose más información de los
de ellos era de tipo cognitivo-conductual y los otros dos, otros tratamientos.
psicoanalíticos. Los terapeutas (4 mujeres y 13 hom- Entrevistadores y jueces: Tres jueces conformaron el
bres), según los participantes, contaban con título de grupo primario y fueron los encargados de tomar las en-
psicólogos (8); psiquiatra (6) o alguno de los dos títulos trevistas y de analizarlas en una segunda etapa. Un in-
aunque no sabían especificar cuál (2). El terapeuta res- vestigador auditor asesoró al grupo primario en cada
tante fue presentado como filósofo y psicoanalista laca- etapa de la investigación, garantizando que se cumplie-

Psicología Clínica y Psicopatología 167


ran los protocolos y actuando como contralor en la eta- ca): “Decía:- Pero te diste cuenta que esto no es así - o
pa de análisis de datos. Este sistema de auditoría es que - esta persona hace otra cosa- en eso era puntual,
uno de los requisitos del CQR. esas son las cosas que me ayudaron”
Procedimientos para el análisis de datos · El terapeuta da consejos o realiza sugerencias al pa-
Se ha utilizado una metodología de análisis de la infor- ciente (Típica): “Nos proponía que si nos costaba con-
mación basada en el CQR - consensual Qualitative Re- versar las cosas en casa que fuéramos a un café, para
search (Hill et. al., 1997; 2005). En primer lugar se trans- que charlemos tranquilos sin nuestras hijas”
cribieron los segmentos significativos de las entrevistas · El terapeuta realiza comentarios de apoyo (Variante):
y mediante acuerdo por consenso se les adjudicaron “Me decía que había avanzado escalones muy altos y
dominios a dichos fragmentos. Luego se tomaron los que no me daba cuenta, que él tiene un montón de pa-
dominios de interés para esta investigación, a saber: el cientes y que los pacientes no avanzan tan rápido como
paciente habla sobre el cambio en psicoterapia, el pa- yo ”
ciente habla sobre la relación terapéutica; el paciente · El terapeuta trabaja los sueños del paciente (Variante):
habla sobre las intervenciones terapéuticas y el pacien- “ El quería siempre hablar de mis sueños, sí me decía,
te habla sobre la finalización del tratamiento. Se reunie- qué soñaste?”
ron los dominios de todas las entrevistas y se identifica- · El terapeuta tiene contacto con personas del entorno
ron las ideas nucleares presentes en los fragmentos se- del paciente (Variante):“Él tenía el teléfono de mis hijas
leccionados. Una vez conformado el listado de ideas y las llamaba, o ellas a él”
nucleares de cada dominio y cada entrevista, se esta- · El paciente combinó la psicoterapia con psicofárma-
blecieron categorías y se analizó la frecuencia de las cos (Variante): “Tomaba pastillitas, un IRSS, (…)habré
mismas en la muestra. De esta manera se identificó a tomado 6 meses la medicación, y después dos meses
cada una de ellas como “general” (si correspondían a más reduciendo las dosis”
todas las entrevistas o todas menos una); “típica” (más · El terapeuta da tareas inter-sesión (Variante): “ Antes
de la mitad de la muestra: 9 a 15); “variante” (menos de de terminar la sesión me largaba una consigna y yo te-
la mitad de la muestra: 4 a 8); o “rara” (hasta 3 entrevis- nía que pensar toda la semana en esa consiga y des-
tas). Cada una de estas etapas se realizó por consenso. pués, volvíamos a hablar sobre eso“
Para ello, los investigadores primero trabajaron por se- · El terapeuta indica al paciente la interconsulta con otro
parado, para luego reunirse, comparar el análisis reali- profesional (Variante): “Me recomendó a un psiquiatra”
zado y llegar por consenso a una definición. Un listado · El terapeuta comunica al paciente eventos de su vida
de los dominios con sus respectivas categorías y ejem- (Rara): “Me gustaba que él daba un ejemplo de su vida,
plos ilustrativos del relato del paciente se pueden ob- - por ejemplo ´yo cuando nació mi hijita mi mujer se afe-
servar en el apartado de resultados. Una vez recabada rró mucho a ella y me dejó de lado´ eso estaba bueno,
esta información se procedió al análisis de los datos pa- lo usaba poco, pero la primera vez que lo tiró me sor-
ra así elaborar conclusiones preliminares. Cabe desta- prendió, porque pensé que él nunca iba a hablar de él”
car que los resultados obtenidos cuentan con fuertes li- · El terapeuta explica cuestiones del modelo teórico
mitaciones debido al número de participantes y la hete- (Rara): “El me decía que el no es conductista, y que soy
rogeneidad de la muestra, por ejemplo en términos de yo la que tiene que resolver el problema”
marco teórico de sus tratamientos. · El terapeuta no interviene (Rara): “Me sentaba y él es-
taba en silencio, yo empezaba a hablar de lo que quería,
RESULTADOS: si se dormía atrás mío no lo sé ”
· El terapeuta explica al paciente cuestiones relaciona-
DOMINIO: Vínculo Terapéutico das con el encuadre (Rara): “Nos contó cómo trabajaba
· CATEGORÍA Caracterización positiva (Típica) EJEM- ella, que estábamos en cámara Gesell y que podía haber
PLO ILUSTRATIVO : “Lo adoro, es parte de mi vida. Lo otro terapeuta del otro lado. En la primer sesión nos con-
amé desde el primer día” tó que era una terapia breve, que duraban entre 5 y 6 me-
· Fenómenos identificatorios (Típica):“Muy católicos los ses, que si surgía otro tema se renovaba el contrato ”
dos, había muchas historias personales de similitudes
sentía que era parecido a mí” DOMINIO: Cambio
· Caracterización negativa (Rara) : “ Físicamente me · Identifica cambios interpersonales (Típica): “En la par-
desagradaba, una especie de muñeco de cera” te matrimonial me ayudó mucho la terapia” “El cambio
· Señala rupturas en la alianza (Rara): “Muchas veces principal se dio en la pareja, y después se reflejó en mis
no estuvimos de acuerdo, nos hemos peleado, porque hijas”
no comparto yo todo lo que dice” · Identifica cambios intrapersonales (Típica): “Cambié el
DOMINIO: Intervenciones humor, de actitud, sobre todas las cosas de actitud, mi
· El terapeuta realiza preguntas (Típica): “Siempre em- actitud era todo barranca abajo, negativo, pesimista. La
pezaban las sesiones con preguntas abiertas tipo ¿có- actitud es lo primero, yo había perdido la chispa, la ale-
mo estás? Y yo hablaba” gría, sonreír, y todo eso lo recupere”
· El terapeuta explica cuestiones relacionadas con la · Identifica cambios focalizados (Típica) : “El psicoanáli-
problemática del paciente (Típica): “Él decia que mucho sis me sirvió para elegir mi profesión con alegría y dejar
de lo que me pasa a mi tiene que ver con la historia de la práctica de la abogacía”
mis padres, sobre todo de mi mamá” · Identifica cambios globales (Típica): “Me ayudó mucho
· El terapeuta realiza intervenciones de revisión (Típi- en todos los aspectos duros de mi vida, lazos familiares,

168 Psicología Clínica y Psicopatología


trabajo, estructuras, soy lo que soy gracias a él” cuentran: intervenciones interrogativas (11), tales como
· El sujeto menciona aspectos que no cambiaron (Típi- preguntas abiertas o demanda de mayor elaboración;
ca): “La baja autoestima, eso nunca lo cambié” intervenciones explicativas (9), referidas principalmente
· El sujeto relaciona el cambio con las intervenciones a la problemática del paciente; intervenciones de revi-
(Típica): “Fue en el diálogo con él donde yo resolví es- sión (11), tales como señalamientos psicoanalíticos y
tas cosas (…)me dijo algunas cosas que me dieron observaciones; y sugerencias o consejos (13). Por otro
vuelta” lado, los participantes identificaron con una frecuencia
· El sujeto relaciona el cambio con el vínculo (Variante): variante las siguientes intervenciones: intervenciones
“Él me ayudó a través de su buen estado, que siempre de apoyo (7); biblioterapia (5); análisis de sueños (5);
estaba bien, me escuchaba y me hacía sentir bien” “Se- asignación de tareas (4); indicación de interconsulta
guramente fue positivo porque hubo contención” con un psiquiatra o médico (4) y combinación de trata-
· El sujeto identifica cambios y los relaciona con aspec- miento psicoterapéutico con psicofarmacología (4).
tos externos a la psicoterapia (Rara): “Yo estaba experi-
mentando todo ese año difícil que tuve un tránsito pla- Dominio: Cambio percibido. En cuanto al cambio, ante
netario muy complicado en mi carta natal. Cuando se la pregunta ¿qué de su psicoterapia cree que favoreció el
fue Plutón ya empezaron a amainar los síntomas, llega- cambio? se observó que típicamente lo relacionaron con
do el momento ya empecé a estar mejor” las intervenciones del terapeuta (11); en forma variante
se lo relacionaron con la relación terapéutica (4); mien-
DOMINIO: Finalización tras que la categoría “no identificó cambio” se presentó
· El paciente promovió la finalización (Típica): “Podría como rara (2). Los sujetos, a su vez, caracterizaron al
haber estado toda la vida con él, me dió la sensación a cambio típicamente tanto como interpersonal (11), como
mí, que la decisión de corte era mía” intrapersonal (10). De hecho en seis (6) casos, los mis-
· Finalización relacionada con resolución del motivo de mos participantes manifestaron haber percibido cambios
consulta (Típica): “Llegado el momento empecé a estar de ambos tipos. Es de destacar que si bien la duración de
mejor, había disminuido mi tensión y mi miedo a las en- estos tratamientos fue variable, y todos ellos son de
fermedades (motivo de consulta)” orientación psicoanalítica. En el caso de los 2 tratamien-
· Finalización relacionada con aspectos negativos del tos sistémicos, ambos pacientes percibieron cambios in-
tratamiento (Típica): “Después me empecé a decepcio- terpersonales y focalizados a problemáticas específicas
nar porque sentía que estábamos en una cuestión muy relacionadas con el motivo de consulta. Otras categorías
intelectualizada, que no conectaba con mi experiencia y típicas en este dominio fueron la identificación de cam-
sentía que no cambiaba cosas” bios focalizados (11) y cambios globales (9); así como
· El terapeuta promovió la finalización (Variante): “Fue la también la identificación de aspectos que no cambiaron
terapeuta que dijo - la verdad que los veo bien”. durante el proceso terapéutico (10). Se pueden mencio-
· Finalización por otros motivos (Variante): “Después él nar dos categorías de cambio raras pero significativas:
dejó de atender donde estaba y no nos coincidían los una de ellas es el cambio percibido en personas del en-
horarios y bueno y dejé. Pero con él hubiera querido se- torno del paciente a partir del tratamiento (2), vinculadas
guir” con los tratamientos sistémicos, y un caso en el que el
· Finalización relacionada con aspectos negativos del participante valora negativamente el accionar del tera-
vínculo terapéutico (Rara): “Ya no sabía qué más decir. peuta pero identifica cambio.
Dudaba ¿soy un rehén de mi analista? ¿lo hace porque
de verdad quiere curarme o por razones económicas?” Dominio: Finalización del tratamiento. En este domi-
nio se encontró como típica la categoría “el paciente pro-
Dominio: Vínculo terapéutico. Los participantes ca- movió la finalización” (11); y variante la categoría “el tera-
racterizaron el vínculo terapéutico típicamente (15) de peuta promovió la finalización” (5). Los motivos que los
manera positiva, y rara vez (2) como negativo. En cua- pacientes relacionaron con la finalización fueron, típica-
tro ocasiones (variante) los pacientes señalaron de ma- mente, la resolución del motivo de consulta (9); y de ma-
nera espontánea la presencia de desacuerdos con el nera variante, aspectos negativos del tratamiento (8).
terapeuta durante el tratamiento. En estos cuatro casos Otras categorías tales como la finalización del tratamien-
la finalización del tratamiento fue parte de una decisión to por aspectos negativos del vínculo terapéutico (3) y
de los pacientes y señalaron como una causa de la inte- por razones económicas (3) contaron con frecuencias ra-
rrupción diferentes aspectos negativos del tratamiento. ras. Estas categorías, como se puede observar, no son
La categoría “el paciente expresa identificarse con el te- excluyentes ya que los participantes manifestaron diver-
rapeuta” resultó variante (8). En esos casos no hubo sos motivos relacionados con el fin del tratamiento.
igualdad de género entre pacientes y terapeutas sino
que la identificación se dio en relación con la religión e DISCUSIÓN
intereses en común (tales como filosofía o literatura) La presente investigación, es parte de la prueba piloto
principalmente. de una investigación a largo plazo. Se encontró que los
pacientes espontáneamente señalaron diferentes as-
Dominio: Intervenciones del terapeuta percibidas pectos de su tratamiento; sin embargo no todos se refi-
por el paciente. Dentro de las intervenciones que los rieron a los mismos temas. El uso de preguntas abiertas
participantes señalaron como más presentes en la psi- permitió observar aquellas cosas a las que los pacien-
coterapia y que promovieron el cambio (típicas) se en- tes se refieren espontáneamente. A partir de las cate-

Psicología Clínica y Psicopatología 169


gorías desarrolladas en la presente investigación se (TAG). Publicado en Memorias del I Congreso Internacional de
procederá a elaborar un instrumento para que en la Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XVI Jornadas
de Investigación y Quinto Encuentro de Investigadores en Psico-
próxima fase se incluyan preguntas estructuradas ade-
logía del MERCOSUR. Psicología y sociedad contemporánea:
más de las abiertas. Cambios culturales. Facultad de Psicología. Universidad de Bue-
El objetivo primordial de esta investigación es compren- nos Aires. Agosto. Tomo 1, pp. 37 - 39.
der las nociones de cambio, desde la perspectiva de los Etchebarne, I., Fernández, M. y Roussos, A. (2008). Un esquema
pacientes, y, en ese sentido, se observa que una gran clasificatorio para las intervenciones en psicoterapia interpersonal.
mayoría de los participantes percibieron cambios. En Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psicología de la
cuanto a la caracterización de dicho cambio, los partici- Universidad de Buenos Aires. Año 2008, 15, 15 - 30.
pantes pudieron referirse a diferentes tipos de cambio, Henkelman, J., y Paulson, B. (2006). The client as expert: Resear-
pero no se observaron diferencias significativas entre ching hindering experiences in counselling. Counselling Psycho-
ellos en términos de frecuencia de aparición. Sin em- logy Quarterly, 19(June), 139-150.
bargo, se manifestó una clara predominancia de la men- Hill, C.; Knox, S., Thompson, B., Nutt-Williams, E.; Hess, S. y
ción de las intervenciones como los factores que pro- Ladany, N. (2005).Consensual Qualitative Research: An Update.
movieron el cambio por sobre el vínculo como factor Journal of Counseling Psychology ,52(2), 196-205.
promotor de cambio. Hill, C.; Thompson, B. y Nutt-Williams, E. (1997). A Guide to Con-
Las limitaciones que presenta esta investigación se re- ducting Consensual Qualitative Research. The Counseling Psy-
chologist, 25(4), 517-572.
fieren en primer lugar al número de participantes y al
método de muestreo. Al no tener conocimiento previo Jinks, G. (1999). Intentionality and awareness: A qualitative study
sobre el tipo de tratamiento que cada uno de los partici- of clients’ perceptions of change during longer term counselling.
Counselling Psychology Quarterly, 12(1), 57-71
pantes llevó a cabo, se dieron disparidades de manera
que una gran cantidad pertenecía a un marco teórico Kächele, H (1992) Investigación psicoanalítica: 1930-1990. Psi-
coanálisis hoy”. Revista Chilena de Psicoanálisis. 9 ( 2) 55-68.
mientras que otros abordajes terapéuticos no se encon-
traron representados en absoluto en la muestra. La in- Knox, S., Goldberg, J. L., Woodhouse, S. S., y Hill, C. E. (1999).
vestigación que continúa a esta, pretende entrevistar a Clients ’ Internal Representations of Their Therapists. Journal of
Counseling Psychology, 46(2), 244-256.
un número mayor de sujetos para tener acceso a más
tratamientos, entre otros eventos de interés. Otra de las Littauer, H., Sexton, H., y Wynn, R. (2005). Qualities clients wish
for in their therapists. Scandinavian Journal of Caring Sciences
decisiones tomada por los investigadores fue la de no
19, 28-31
pedir nombres de los terapeutas ni establecer ningún
contacto con ellos. Dicha estrategia metodológica cuen- Manthei, R. J. (2007). Clients talk about their experience of the process
of counselling. Counselling Psychology Quarterly, 20(1), 1-26
ta con la ventaja de que facilita que los participantes
sean completamente sinceros; pero, como desventaja, Paulson, B., Truscott, D., y Stuart, J. (1999). Clients’ perceptions
no se cuenta con los datos del terapeuta, su formación, of helpful experiences in counseling. Journal of Counseling Psy-
chology, 46(3), 317-324.
el marco teórico al que adhiere, su experiencia en el
campo, etc. Esta información podría ser muy útil en la Roussos, A., Waizmann, V. y Etchebarne, I. (2010). Common In-
terventions in 2 Single Cases of Cognitive and Psychoanalytic
fase de análisis de datos y el hecho de no poseerla se
Psychotherapies. Journal of Psychotherapy Integration. 20(3),
presenta como una limitación del presente estudio. 327-346.
Para futuras investigaciones sería interesante profundi-
Roussos, A. J., Etchebarne, I. y Waizmann, V. (2006). Un esquema
zar sobre el vínculo que establecen los pacientes entre clasificatorio para las intervenciones en psicoterapia cognitiva y
el cambio y las diferentes intervenciones realizadas por psicoanalítica. Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psico-
los terapeutas. También queda por analizar la interac- logía de la Universidad de Buenos Aires. Año 2005, 12, 51 - 61.
ción que tienen diferentes tratamientos en un mismo su- Roussos, A. J., Etchebarne, I. y Waizmann, V. (2005). Clasificación
jeto, ya que muchos de los entrevistados contaban con de intervenciones. Una clasificación de intervenciones en psico-
experiencias anteriores de psicoterapia y, quizás, su ex- terapia que posibilite la exploración de las diferencias intra e inter
periencia de un segundo o tercer tratamiento puede marcos teóricos psicoanalítico y cognitivo. Documento de trabajo.
Universidad de Belgrano. Disponible en: http://www.ub.edu.ar/
verse influenciada por las vivencias previas.
investigaciones/dt_nuevos/129_roussos.pdf
Roussos, A., Waizmann, V. y Etchebarne, I. (2003). Un esquema
clasificatorio para las intervenciones en Psicoterapia. Publicado
en Memorias de las X Jornadas de Investigación: Salud, educa-
NOTA ción, justicia y trabajo. Facultad de Psicología, Universidad de
Buenos Aires, Agosto. Tomo I, 98 - 101.
[i] Eye Movement Desensitization Reprocesing (Desensibilización
y reprocesamiento por medio de movimiento oculares) Viklund, E., Holmqvist, R., y Zetterqvist Nelson, K. (2010). Client-
identified important events in psychotherapy: interactional struc-
tures and practices. Psychotherapy Research, 20(2), 151-64
BIBLIOGRAFÍA Waizmann, V., Etchebarne, I. y Roussos, A. (noviembre, 2004).
Dimcovic, N. (2001). Clients’ perceptions of their short-term psy- La interacción entre las intervenciones psicoterapéuticas de dis-
chotherapy. European Journal of Psychotherapy, Counsellilng & tintos marcos teóricos y los factores comunes a las psicoterapias.
Health, 4(2), 249-265. Revista Argentina de Clínica Psicológica, 13(3), 233 - 244.

Etchebarne, I., Gómez Penedo, J. M., Genise, G. P., y Birger, A. Ward, M. R. (2000). Clients’ perceptions of the therapeutic process:
Y. (2009). Estudio sobre el vínculo entre las intervenciones psico- A Common Factor Approach. Tesis de maestría. Virginia Polite-
terapéuticas y su fundamentación, en tratamientos-no-manuali- chnic Institute and State University, Blacksburg, Virginia, Estados
zados cognitivo-comportamentales y psicoanalíticos, para pacien- Unidos.
tes diagnosticados con un Trastorno de Ansiedad Generalizada

170 Psicología Clínica y Psicopatología


LA EFICACIA DE LA PSICOTERAPIA PSICODINáMICA
EN EL TRATAMIENTO DE LAS DROGADEPENDENCIAS
Olivera, Cecilia; Oppedisano, Paula; Fiocca Solimei, Laura Andrea; Barrera, Concepción Esmeralda
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN sequences that this problem brings to our society it is


La presente investigación tiene como propósito demos- important to implement and disseminate treatments that
trar la eficacia de la Psicoterapia Psicodinámica en el allow a reduction of such disorders as well as an im-
tratamiento de la drogadependencia. La misma al acti- provement of the health of these patients and the gener-
var procesos psicológicos, produce un mejoramiento al population.
que perdura con el paso del tiempo, teniendo como
consecuencia una menor tasa de recaídas que otros ti- Key words
pos de tratamiento. También la Terapia Sistémica mues- Treatment Psychodynamic Dependence Effectiveness
tra ser eficaz en lo que respecta a la baja tasa de recaí-
das post tratamiento. Es importante notar que ésta utili-
za conceptos y técnicas de la Psicoterapia Psicodinámi-
ca. Ambos tipos de psicoterapias generarían una mejo- Introducción
ra en la calidad de vida de las personas. Dados escasos La presente investigación tiene como objetivo indagar
tratamientos con evidencia empírica de ser efectivos en acerca de los tratamientos más efectivos y eficaces pa-
lo que respecta a la tasa de recaídas para tratar estos ra los trastornos por Drogadependencia. Según la Or-
desórdenes, el objetivo de esta investigación es indagar ganización Mundial de la Salud (OMS), se define como
acerca de aquellos que demuestren tener efectividad y sustancias psicoactivas ilegales a aquellas que la capa-
eficacia para el abordaje de los mismos. Considerando cidad de cambiar la conciencia, el humor y el pensa-
el gran impacto social, cultural, político, legal y econó- miento. Este estudio se enfocara en la cocaína y la pas-
mico que esta problemática genera en nuestras socie- ta base, debido a la proliferación del consumo de estas
dades, es fundamental la puesta en práctica y difusión sustancias en nuestro país en los últimos tiempos.
de tratamientos que posibiliten una reducción de dichos Dada la poca evidencia de tratamientos que demues-
trastornos y un mejoramiento en la calidad de vida de tren ser efectivos y eficaces para abordar estos trastor-
los afectados. nos, especialmente en lo que se refiere a tasa de recaí-
das post tratamiento, se inicia esta investigación.
Palabras clave Investigaciones sobre Psicoterapia Psicodinámica, han
Tratamiento Psicodinámica Drogadependencia Eficacia demostrado su eficacia a largo plazo en el tratamiento
de trastornos complejos (Shedler, 2010). Sostenemos
ABSTRACT que esta perdurabilidad puede ser obtenida también en
THE EFFECTIVENESS OF PSYCHODYNAMIC el tratamiento psicodinámico de la Drogadependencia,
PSYCHOTHERAPY IN TREATMENT OF DRUG ABUSE siendo esta considerada un trastorno complejo.
This research aims to demonstrate the effectiveness of Entendemos a la Eficacia de un tratamiento como la ca-
Psychodynamic Psychotherapy in the treatment of drug pacidad que éste tiene de producir el efecto deseado.
addiction. This psychotherapy activates psychological Por otro lado, la Eficiencia es la acción con que se logra
processes and thus produces an improvement that en- este efecto. Y por último, el concepto de efectividad, re-
dures over time. Also Systemic Therapy shows to be ef- fiere a la posibilidad de obtener resultados favorables
fective to treat these disorders. Is important to note that en la práctica clínica habitual. Entendemos por favora-
this therapy uses concepts and techniques from Psy- ble en el tratamiento de este tipo de trastorno, el mante-
chodynamic Psychotherapy The benefits of these psy- nimiento de los beneficios obtenidos a lo largo del tiem-
chotherapies are a lower relapse rate than other treat- po, es decir una menor tasa de recaídas (Echeburúa,
ments. Both therapies would generate an improvement Corral, 1998).
in the quality of life. We face this investigation consider- Un tratamiento dejaría de ser eficaz para convertirse en
ing the few treatments that would show empiric evi- efectivo cuando se pueden generalizar los resultados
dence of being effective in regard to relapse rate for obtenidos en la investigación a las situaciones clínicas
treating these disorders. The propouse of this research reales. (Echeburúa, Corral, 1998)
is to inquire about the most effective and efficient treat- Según Echeburua, la evaluación de la eficacia de las in-
ments for cocaine and crack dependence in order to tervenciones terapéuticas es una necesidad perentoria.
promote the dissemination of those that are most bene- En primer lugar, porque el progreso científico de la psi-
ficial to attend these type of illness. Considering the cología clínica requiere la delimitación de las terapias
large social, cultural, political, legal and economic con- eficaces, así como los componentes activos de las mis-

Psicología Clínica y Psicopatología 171


mas. En segundo lugar porque esta disciplina se en- tran más eficaces que la terapia individual, la terapia de
frenta, como fruto de su propio desarrollo, a retos de ca- grupo de adolescentes, y la psicoeducación familiar.
da vez mayor complejidad (por ejemplo, al tratamiento (Marcos; Fernández Garrido, 2007). Asimismo, consi-
de trastornos de la personalidad, de la conducta alimen- guen aumentar el compromiso de los pacientes y sus
taria o de las nuevas adicciones, etc.). Y en tercer lugar familias con los programas de tratamiento, aumentar la
porque las terapias psicológicas están ya incorporadas adherencia al mismo, disminuir el uso de sustancias
a los Centros de Salud Públicos. (Echeburrua Corral, post tratamiento, mejorar el funcionamiento familiar y la
1998) De este modo, la sanidad pública solo debe ofer- normalización de los pacientes en cuanto a su incorpo-
tar terapias eficaces y breves (Barrlow y Hoffman, ración social (Girón y cols., 2002).
1997). Investigación sobre la Psicoterapia Psicodinámica, sos-
Respecto al actual estado de situación, algunos autores tienen que los beneficios que aporta el tratamiento psi-
sostienen la existencia de soporte empírico que avala la codinámico se incrementan con el paso del tiempo ya
eficacia de las terapias conductuales en la dependencia que parecería que este tipo de psicoterapia activa pro-
a la nicotina, alcohol, cocaína y heroína. El tratamiento cesos psicológicos que llevan a que el cambio persista
cognitivo-conductual, según estos estudios, es uno de aún tras haber finalizado terapia (Shedler, 2010). Asi-
los más frecuentemente evaluados para la adicción a mismo, se observa que ensayos aleatorios controlados
sustancias. Sostienen que la característica esencial de apoyan la eficacia de la psicoterapia Psicodinámica pa-
estas técnicas es que se aplican en combinación con ra trastornos alimenticios, trastornos relacionados con
terapias farmacológicas. Este último no sería eficaz co- sustancias y trastornos de la personalidad, entre otros.
mo mono tratamiento para este tipo de trastornos. Plan- (Leichsenring, 2005; Milrod et al., 2007).
tean, sin embargo, que a pesar de esta relativa eficacia,
las tasas de recaídas siguen siendo elevadas. (Fernán- Descripción del problema:
dez Hermida y Secades Villa, 2000). No obstante, enun- Según el Tercer Estudio Nacional sobre consumo de
cian que las investigaciones sobre los tratamientos psi- sustancias psicoactivas llevado a cabo en una pobla-
cológicos para estos trastornos han sido fructíferos ya ción de 12 a 65 años (17.376.574 personas), consumie-
que se ha permitido comprobar cómo tratamiento efec- ron pasta base en el año 2006 el 0.5 %, es decir, unas
tivo, el Programa de Reforzamiento Comunitario junto 85.000 personas. El uso fue experimental, para el 6.4%
con la Terapia de Incentivo (CRA + Vouchers) para el de los casos, ocasional para un cuarto de esta pobla-
caso de adicción a la cocaína. Este tratamiento se inclu- ción, mensual para el 22.9 % y semanal para el 37.7%.
ye dentro de la Terapia Cognitivo Conductual y éste jun- Respecto de la cocaína se observo que las tasas de
to con la Prevención de Recaídas, es según los autores, mayor consumo (alrededor del 10%) se encuentran en-
probablemente el más eficaz. Así, concluyen que las te- tre la población de 18 a 34 años. (Estudio de Hogares
rapias cognitivas son los tratamientos de primera elec- 2006 SEDRONAR)
ción. En otro estudio se compararon dos grupos: uno re- El mismo estudio, muestra que consumieron cocaína en
cibió tratamiento cognitivo conductual (TCC) y otro se el año 2006 el 2.6% de la población de 12 a 65 años, lo
basó en el programa de “Doce Pasos”. Con este último, que equivale a 444.170 personas. La intensidad del
se obtuvieron reducciones significativas en el consumo consumo medida a través de su frecuencia de uso, indi-
de cocaína en comparación con el grupo de psicotera- ca que de manera experimental lo hicieron el 14.9%,
pia de apoyo (Carroll et al., 1998).Por su parte, Maude- ocasional el 28.4%, con una frecuencia mensual, un
Griffin compararon en una investigación las mismas te- cuarto y con frecuencia semanal un tercio. (Estudio Na-
rapias (TCC y Doce Pasos) para este tipo de trastornos cional en Población de 12 a 65 años, sobre consumo de
y llegaron a distintos resultados: los sujetos del grupo al sustancias Psicoactivas, Observatorio de drogas, Se-
que se le aplicó Terapia Cognitivo Conductual con el dronar)
modelo de prevención de recaídas, obtuvieron mejoras Por su parte, el Primer Estudio Comparativo sobre Con-
significativas en comparación al grupo al que se aplicó sumo de Drogas y Factores Asociados en Población Ar-
el programa de los “Doce Pasos”. A su vez, los autores gentina de 15 a 64 años realizado en el 2008 por las Na-
sostienen que las técnicas conductuales muestran me- ciones Unidas, mostró que el 25% de la muestra consu-
jores resultados cuando son utilizadas dentro de pro- mió por primera vez cocaína, a los 16 años o menos.
gramas multimodales o multicomponentes amplios que Según lo observado en los estudios antes menciona-
cuando son utilizadas de forma aislada (Maude-Griffin dos, la cocaína y la pasta base serian las sustancias
et al. 1998). psicoactivas ilegales que conllevan un elevado riesgo
Fernández Hermida y Secades Villa (2000), concluyen para la salud de la población.
su investigación planteando que aunque estos trata- Existen distintos tipos de consumo:
mientos demuestran relativa eficacia, para las conduc- · Consumo experimental: son ensayos que realiza la
tas adictivas, las tasas de recaídas a largo plazo (más persona fundados en la curiosidad hacia las drogas, sin
de un año de seguimiento) siguen siendo altas. intención explícita de repetir el consumo.
Investigaciones desde el enfoque Sistémico, dan cuen- · Consumo ocasional: la persona conoce la droga y sus
ta que los abordajes familiares consiguen reducir el ni- efectos y escoge los momentos y escenarios más pro-
vel de consumo de drogas post tratamiento y se mues- picios para sentir dichos efectos. El consumo todavía es

172 Psicología Clínica y Psicopatología


espaciado y poco frecuente. vés de un proceso de la auto-reflexión, auto-explora-
· Consumo regular: consumo habitual con continuidad. ción y descubrimiento personal que se lleva a cabo en
Posición activa frente al consumo. un contexto de una relación segura y profundamente
· Dependencia: la necesidad del consumo, es algo prio- auténtica entre terapeuta y paciente (Shedler, 2006). La
ritario e imperioso en su vida. Teoría Psicodinámica, sostiene que la simple adminis-
En la última fase de este proceso, (OMS), se puede en- tración de la droga o fármaco a un sujeto, no es la cau-
contrar un deseo incontenible de consumir la droga y sa de la adicción, siendo la causa un factor de vulnera-
obtenerla por cualquier medio; una tendencia a aumen- bilidad individual, pasible de ser detectado psicodinámi-
tar la dosis por la tolerancia del organismo hacia la mis- camente. Según este punto de vista lo que define la en-
ma y la aparición de un síndrome de abstinencia en ca- fermedad adictiva, no es el uso de un agente tóxico, si-
so de interrupción súbita en el consumo. no la existencia de una necesidad o presión interna que
fuerza al sujeto hacia su búsqueda y consumo (Gonza-
Objetivos: lez de Rivera, 1993). En la misma línea, Rado (1933)
Considerando el gran impacto social, cultural, político, considera que existe como base Psicodinámica previa
legal y económico que esta problemática genera en la presencia de fuertes sentimientos de frustración,
nuestras sociedades, creemos que es de suma impor- desesperanza y depresión en el adicto. La primera to-
tancia la puesta en práctica y la difusión de tratamientos ma de droga incide sobre esta base como una expe-
que posibiliten una reducción de dichos trastornos y un riencia mágica de liberación, iniciándose así un círculo
mejoramiento en la salud de estos pacientes. Uno de vicioso.
los propósitos que se propone este trabajo, es acercar La Teoría Cognitivo Conductual es un procedimiento
los resultados obtenidos sobre los tratamientos más efi- activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado que
caces y eficientes para abordar esta problemática a dis- se utiliza para tratar distintas alteraciones psiquiátricas
tintas instituciones dedicadas a la salud y a la formación (por ejemplo, ansiedad, depresión, fobias, etc.). Se ba-
de agentes de salud. Además, es necesario promover sa en el supuesto teórico subyacente de que los efectos
tratamientos, de corto a mediano plazo pero con efica- y la conducta de un individuo están determinados en
cia a largo plazo, ya que este tipo de problemáticas con- gran medida por el modo que tiene dicho individuo de
vocan un elevado riesgo, tanto para la vida de los enfer- estructurar el mundo (Beck, 1967, 1976). Sus cognicio-
mos, como así también, para terceros, y para la socie- nes se basan en actitudes o supuestos desarrollados a
dad en su conjunto. partir de experiencias anteriores.
Teniendo en cuenta que en nuestro país, la franja etárea Por otro lado, el enfoque Sistémico, surge como una for-
que se ve más afectada por el uso (consumo ocasional) ma de trabajo más allá del individuo, ya que al encontrar-
y abuso (consumo regular) de estas sustancias, son jóve- se en la familia los otros significativos más importantes
nes de entre 12 y 17 años. Es por esto que consideramos para el consultante, se podría decir que ahí radican las
de vital importancia la puesta en marcha de programas interacciones que sostienen el problema. Este enfoque,
de prevención en comunidades, escuelas, etc., dirigidos se nutre de distintas teorías. Por un lado, la Teoría Gene-
especialmente a aquella población más vulnerable y pro- ral de los Sistemas, la cual ubica el foco de atención en
pensa que son los niños y adolescentes. la modificación del sujeto a partir de la interacción con
“los otros”. De ahí la base en la noción de “sistema”, que
Marco teórico: proviene de la biología y hace referencia a un grupo de
Tomaremos aportes de la Psicoterapia Psicodinámica, elementos interconectados a través de sus propiedades
Enfoque Sistémico, Terapia Cognitiva Conductual, Pro- y atributos, que organizan un funcionamiento determina-
grama “Doce Pasos”. do por reglas, y en el cual cualquier cambio en un miem-
La Psicoterapia Psicodinámica emplea conceptos psi- bro del sistema afectará a los demás.
codinámicos y se sirve de la asociación libre, la absti- Asimismo, se apoya en La Teoría de la Comunicación,
nencia, la transferencia, entre otras técnicas utilizadas la cual parte de un axioma básico: “Es imposible no co-
por el Psicoanálisis, pero que se caracteriza por ser municar” (Watzslawick, 1971), en este sentido todo
más breve y estar focalizada en determinados conflic- comportamiento de un miembro de un sistema tiene un
tos. Los objetivos de esta terapia, van más allá de la re- valor de mensaje para los demás (el silencio o la mira-
misión de síntomas, apunta también a fomentar la pre- da, o la indiferencia comunican algo). Por último, se nu-
sencia de capacidades y recursos psicológicos positi- tre de La Cibernética, la cual según, Gregory Bateson
vos. Dependiendo de la persona y de las circunstan- “todo cambio admite ser entendido como empeño en
cias, esto podría incluir la capacidad de tener relaciones mantener cierta constancia, y toda constancia, como
más satisfactorias, hacer un uso más eficaz de los pro- mantenida por el cambio”.
pios talentos y habilidades, mantener un sentido de la Este enfoque, además de las técnicas y recursos pro-
autoestima realista, tolerar una amplia gama de afectos, pias de la teoría, se sirve de abordajes, técnicas y usos
tener experiencias sexuales más satisfactorias, enten- propios del enfoque psicodinámico, de la terapia racio-
derse a sí mismo o a los otros de manera más matizada nal emotiva, la modificación de conducta y otros debido
y sofisticada y afrontar los retos de la vida con una ma- a la naturaleza integrativa del enfoque sistémico (Man-
yor libertad y flexibilidad. Tales fines se persiguen a tra- rique, 2010). Por último, cabe mencionar que conside-

Psicología Clínica y Psicopatología 173


ran el Self como el núcleo central de la personalidad BIBLIOGRAFIA
que tiene varias funciones entre las cuales se destaca Beck, A. (2000). La teoría cognitiva de la Drogadependencia, Ed
la identidad, organización de la experiencia, significa- Paidos
ción, control de impulsos y espiritualidad. Así, se obser- Biscotti, ¿Qué es la terapia Sistémica?, ISDEBA
va que el Self del paciente adicto se construye desde la
Carroll, KM, Nich, C., Pelota, SA et al. (1998). Adicción. En Carroll,
infancia con fuertes contradicciones e incoherencias y KM, Nich, C., Pelota, SA et al El tratamiento de la cocaína y la
la droga le hace sentir sensación de coherencia cuando dependencia del alcohol con la psicoterapia y disulfiram. (pp 93,
la consume por primera vez (Guajardo Sainz y Kushner 713 -728)
Lanis, 2006) Echeburrua Corral (1998) La eficacia de las Terapias Psicológicas.
Por último, el modelo Minnesota, basado en los princi-
González de Rivera, J.L. (1993) Psicopatología Psicodinámica de
pios de los “Doce pasos”, aborda de manera integral y la drogodependencia, Psiquis (pp 61-70)
multidisciplinaria a los pacientes adictos, lo cual incluye
Marcos, J.A y Garrido, M (2009) La Terapia Familiar en el trata-
un acompañamiento con distintos profesionales a lo lar- miento de las adicciones, Vol. 27, número 2-3, págs. 339-362.
go del tratamiento (Psiquiatra, psicólogo, consejeros, Universidad de Sevilla.
médicos, asistentes sociales, etc.). Este Modelo orien-
Manrique, R. (2010) Terapia Familiar Sistémica: una aproximación,
tado hacia la abstinencia, focaliza en el crecimiento es- Actualidad Psicológica
piritual, la dignidad del individuo y aboga el concepto de
Guajardo, H y Kushner, D (2006) Manual Terapéutico para la re-
enfermedad sin cura, con un cuidado continuo en recu- habilitación de trastornos adictivos, Librería Akadia Editorial,
peración. Los objetivos que se propone lograr son: re- Bs.As.
cuperar al adicto, reinsertarlo en la sociedad en lugar de Guajardo Sainz y Kushner, Trastorno adictivo: Una forma de dar
encerrarlos o ignorarlos; tratarlos con dignidad y ayu- coherencia a la construcción de la realidad. Perspectivas Siste-
darlos a recuperarse física, mental y espiritualmente. micas Nº88
Considera a la adicción como una enfermedad prima- Organización mundial de la salud, (2004) Neurociencia del con-
ria, coincidiendo con lo que reza la Ley Nacional de Sa- sumo y dependencia de sustancias psicoactivas, Ginebra.
lud Mental 26.657 (2010). El modelo Minnesota, incluye Secades Villa, R., Fernández Hermida. (2001) Tratamientos psi-
un Cuidado Continuo desarrollado y estructurado como cológicos eficaces para la drogadicción: nicotina, alcohol, cocaí-
red de apoyo para la persona en recuperación. na y heroína, (pp 365-380) Psicothema, vol.13 nº 3
Secretaría de programación para la prevención de la drogadicción
Conclusiones: y la lucha contra el narcotráfico (SEDRONAR) (2007) Aspectos
Podemos observar que de las cuatro opciones de trata- Cualitativos del consumo de Pasta Base de cocaína / Paco
miento mencionadas para el abordaje de los trastornos Secretaría de programación para la prevención de la drogadicción
por dependencia a sustancias psicoactivas ilegales, la y la lucha contra el narcotráfico (SEDRONAR) (2006) Estudio
Nacional en Población de 12 a 65 años, sobre consumo de sus-
TCC y “Doce Pasos” a pesar de sostener su eficacia, de-
tancias Psicoactivas, Observatorio de drogas, Argentina
muestran una elevada tasa de recaída post tratamiento.
Nos preguntamos si esta discrepancia entre lo sé que Shedler, J (2006) That Was Then, This Is Now: Psychoanalytic
Psychotherapy for the Rest of Us. Universidad de Colorado
sostiene teóricamente y la poca eficacia que se eviden-
cia en los tratamientos, puede deberse a los diferentes Shedler, J. (2010) The efficacy of psychodinamic therapy. Ameri-
can psychologist, Vol. 65, No. 2, 98-109, Universidad de Colorado
modos en que cada línea teórica considera la adicción,
su etiología, diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Rado, Sandor (1933), El psicoanálisis de la farmacotímia (afición
a las drogas), en Psicoanálisis de la conducta, (pp. 73-89) Buenos
Es importante mencionar, que si bien no hemos realiza-
Aires: Paidós, 1973.
do estudios comparativos entre las diferentes opciones
de tratamiento para la Drogadependencia, entre las in- Watszlawick, Paul. (1971) Teoría de la comunicación humana.
Interacciones, patologías y paradojas, 1ª Edición, Tiempo Con-
vestigaciones analizadas podemos concluir que los dos temporáneo, Buenos Aires,
tratamientos que se presentan como opciones eficaces
y efectivas con baja tasa de recaídas y con beneficios a
largo plazo son la Psicoterapia Psicodinámica y el Enfo-
que Sistémico. Esto permitiría dar cuenta que si el enfo-
que sistémico demuestra ser eficaz, y en sus funda-
mentos teóricos toma conceptos psicodinamicos, pode-
mos inferir que la Psicoterapia Psicodinámica es uno de
los tratamientos eficaces para la Drogadependencia.
(Véase Shedler, 2010)
Consideramos que es necesario que futuras investiga-
ciones pongan en evidencia aquellos tratamientos que
resultan inocuos ante patologías a las que se hace refe-
rencia en este trabajo, ya que éstas requieren de inter-
venciones inmediatas que resulten eficaces y eficientes
para así evitar posibles deserciones ante la ausencia
respuesta ante urgencia.

174 Psicología Clínica y Psicopatología


CLÍNICA EN EL ESPECTRO AUTISTA:
LA ESCRITURA COMO RECURSO DE HABILITACIÓN
DEL LENGUAJE Y ESTRUCTURACIÓN SUBJETIVA
Orlievsky, Gerardo D.; Cukier, Sebastian; Barrios, Natalia
Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN ticados dentro del espectro de los Trastornos Generali-


El objeto del presente trabajo es describir la evolución zados del Desarrollo acorde a la clasificación del DSM
del lenguaje en el Espectro Autista y las modificaciones IV.
que se pudieron observar a partir de la escritura, en el El dispositivo utilizado para la rehabilitación del lengua-
marco de la investigación: “PROGRESOS EN LA CO- je se basa en la “aplicación crítica” de la técnica de Co-
MUNICACIÓN Y EN LA ESTRUCTURA PSÍQUICA, A municación Facilitada (FC).
PARTIR DE LA ADQUISICIÓN DE LA ESCRITURA, Algunos resultados de esta investigación junto con la
EN TRASTORNOS SEVEROS DEL DESARROLLO” descripción clínica de otros pacientes estudiados pue-
(UBACyT P059, programación científica 2008-2010). den ser consultados en las publicaciones de anteriores
Jornadas de Investigación como así también en los
Palabras clave Anuarios de Investigaciones XI, XII y XIV.
Autismo Lenguaje Subjetividad El objeto del presente trabajo es describir los progresos
del lenguaje a partir de la adquisición de la escritura en
ABSTRACT los pacientes que se incorporaron al Programa consig-
CLINICAL IN AUTISTIC SPECTRUM DDISORDER: nando las modificaciones que se fueron observando en
WRITING AS A RESOURCE FOR ENABLING cuanto al lenguaje receptivo y expresivo.
LANGUAGE AND SUBJECTIVE STRUCTURE Se incluirá una escala de evaluación del lenguaje que
The aim of this paper is to describe the language ad- permite cuantificar el progreso del mismo acorde a la
vancement in the Autistic Spectrum and the language propuesta de la investigación mencionada.
development after the acquisition of writing , as a part of En la misma se propone, entre los objetivos generales,
the research: “ADVANCEMENT IN THE COMMUNICA- investigar el lenguaje en los trastornos del desarrollo y
TION AND PSYCHOLOGICAL STRUCTURE, FROM su relación con la comunicación.
WRITING ACQUISITION IN SEVERE DEVELOPMEN- Estudiar las perturbaciones de las funciones comunica-
TAL DISORDERS ”. tivas y del lenguaje (receptivo y expresivo) para cada
sujeto, a fin de evaluar las posibles modificaciones de
Key words los aspectos disfuncionales.
Autism Language Subjective Structure Entre los objetivos específicos se propone realizar un
estudio de comparación pre-post intervención, con se-
guimiento no inferior a un año, de la instrumentación del
dispositivo en un grupo de niños y adolescentes.
Una de las habilidades más seriamente afectadas en el Esta investigación abarca distintos aspectos de los
Espectro Autista (EA) es el lenguaje. efectos clínicos que se producen en los sujetos a partir
Una investigación que se realiza en conjunto entre el de la escritura, mientras que este trabajo se centra en
“Programa de Rehabilitación Comunicacional” del Hos- su dimensión lingüística y da cuenta de la estructura-
pital Infanto Juvenil “Dra. Carolina Tobar García” y la II ción subjetiva que se produce en ese proceso.
Cátedra de Psicología Evolutiva: Niñez de la Facultad Desde ese punto de vista, las hipótesis preliminares
de Psicología de la Universidad de Buenos Aires permi- han sido:
te realizar algunos aportes sobre el lenguaje respecto
de los sujetos que dentro del espectro se ubican entre · La ausencia de lenguaje (verbal) o su uso empobreci-
los más afectados y los de peor pronóstico. do o ecolálico no representa la totalidad de las posibili-
Para tal objeto se planteó el estudio del lenguaje a par- dades de comunicación para una serie de casos con
tir de la escritura en personas con perturbaciones seve- trastornos del desarrollo.
ras del desarrollo quienes al momento del inicio de la in- · El lenguaje escrito puede, en ocasiones, ser más sig-
vestigación carecían de lenguaje oral o cuyo lenguaje nificativo que el lenguaje oral, y dar cuenta de aspectos
era ecolálico o bizarro, limitado a muy pocas palabras y cognitivos no expresados por éste último.
no se comunicaban por medio de señas o escritura ma- · La expresión del lenguaje puede estar más afectada
nuscrita en forma espontánea. que la comprensión del mismo.
Los sujetos objeto de la investigación han sido diagnos- · En algunos sujetos que carecen de lenguaje oral o ma-

Psicología Clínica y Psicopatología 175


nuscrito en forma espontánea, es posible la adquisición sesiones y se archivó en formato digital el material es-
de escritura cuando, en una presentación visual simultá- crito por los sujetos.
nea, encuentran a su disposición el alfabeto distribuido La técnica establece distintos niveles comunicativos
en el espacio, (p. e. en el teclado de una computadora). que parten de propuestas más estructuradas como co-
· Es posible sostener el interés del sujeto en la tarea a piar palabras para luego completar oraciones y así su-
través de soporte emocional sin utilizar estrategias de cesivamente hasta alcanzar finalmente, en los casos en
refuerzo mediante premios materiales. que eso fue posible, el nivel de las conversaciones
· En ciertos casos, el desarrollo de la escritura puede abiertas.
funcionar como soporte para la adquisición y/o el incre-
mento del lenguaje verbal. (2) Variables dependientes
Por su relieve y vinculación con el trastorno a tratar se
En cuanto a la metodología el tipo de estudio es sobre propuso implementar la variable del lenguaje como indi-
fuentes primarias, aplicado, de tipo experimental (tam- cador del impacto del tratamiento.
bién llamado pre-experimental, por incluir una variable Se utilizó el PLS 4 Zimmerman IL, Steiner VG, Evatt
independiente manipulable y carecer de Grupo Con- Pond R. Preschool language scale. Fourth Edition
trol), con comparaciones intrasujeto y estudio de casos. Spanish. Ed The Psychological Corporation USA
El enfoque metodológico es cuantitativo, cuasi experi- 2002 que es una escala que recoge los puntajes apor-
mental, pre-post intervención, intrasujeto. tados por la performance del niño en la evaluación, sea
Muestra: muestreo por conveniencia, tamaño n= 6, espontanea o elicitada y en algunos ítems se utiliza in-
Criterios de inclusión: Sujetos de ambos sexos de entre formación aportadas por los cuidadores. Se utiliza des-
5 y 25 años de edad, con diagnóstico clínico de Trastor- de el nacimiento hasta los 6 años 11 meses.
no Generalizado del Desarrollo (criterios del DSM IV) y PLS-4 posee puntajes para Comprensión Auditiva, Ex-
bajo los puntajes de corte de la escala de conductas de presión oral y Escala Total de Lenguaje. Estos puntajes
comunicación y sociales basada en ADOS, que care- viene en intervalos de 3 meses en edades desde el na-
cen de lenguaje oral, o cuyo lenguaje oral es limitado, cimiento a los 11 meses e intervalos de 6 meses desde
ecolálico o bizarro, no apto por tanto para la comunica- al año a los 6 años 11 meses.
ción, y que no se comunican por medio de señas o es- Se hicieron algunas modificaciones sugeridas en el ma-
critura manuscrita espontánea. nual para poblaciones especiales que no comprometen
Criterios de exclusión: Ninguno los procedimientos estandarizados. En esos casos, se
I)Variables consideradas: utilizan las norm- referenced scores.
(1) Variable independiente: Participación en un disposi- El PLS4 puede utilizarse en niños con Autismo y en el
tivo de rehabilitación comunicacional a través de escri- mismo se sugiere que ante algunos de los trastornos
tura durante un lapso mínimo de un año. presentes en el mismo se implementen estrategias es-
Se continuó con la aplicación crítica de la técnica cono- pecíficas, como por ejemplo:
cida como “Comunicación Facilitada”. Auto estimulaciones: algunos niños presentan auto esti-
La técnica utilizada se propone el incremento de las ca- mulaciones cuando los ítems son muy complejos. En
pacidades comunicativas del sujeto a partir del aprendi- esos casos se debe volver a ítems más sencillos.
zaje de la escritura con el auxilio de una computadora Ecolalia: Algunos niños presentan ecolalia luego de
en condiciones determinadas. presentar la instrucción. Esto indica que la consigna fue
Se comienza por proponer al sujeto un soporte físico y escuchada pero que está procesando la información o
emocional por parte del investigador (facilitador). El so- llenando su turno de conversación.
porte físico parte de un grado máximo (sostén de la ma- En ese caso se propone una pausa entre consignas pa-
no) cuando es necesario, con el objeto de que puedan ra permitir que el niño procese la información recibida.
ser superados los trastornos de orden motor (perseve- Si el niño parece no comprender la instrucción verbal se
raciones, impulsividad, dificultad para iniciar pasos de debe retroceder a ítems que puedan implementarse en
acción, etc) y se logre progresivamente la escritura. situaciones de interacción. Si aún parece no compren-
Entre los objetivos de la técnica se encuentra el del des- der se puede modelar la respuesta apropiada.
vanecimiento del soporte físico pasando por fases suce- Con respecto a los casos estudiados los resultados
sivas en las que progresivamente se disminuye el con- arrojaron los siguientes datos:
tacto, hasta lograr, cuando eso es posible, escritura inde-
pendiente. En los proyectos que anteceden al presente, Pac LE2010 LR2010 Total LE2011 LR2011 Total Dif E Dif R Total Mejoría
ese nivel se ha logrado en la mayoría de los casos. BR 14 25 39 19 34 53 5 9 14 35,89%
En los casos presentados en este trabajo ese nivel LE 48 48 96 55 59 114 7 11 18 18,75%
abarca la totalidad de los mismos. EZ 31 21 52 37 25 62 6 4 10 19,23%
Las sesiones se realizaron con una frecuencia de una PE 24 19 43 28 20 48 4 1 5 11,62%
vez semanal, de media hora con cada sujeto en recintos AU 37 31 68 43 40 83 6 9 15 22,05%
adecuados a tal fin, en el que se dispuso de una compu-
EU 39 51 90 44 57 101 5 6 11 12,22%
tadora.
PROMEDIO 19,96%
Se realizó esporádicamente un registro filmado de las

176 Psicología Clínica y Psicopatología


De la tabla se deduce que hubo una mejoría promedio hoy es martes 4 de mayo de 2004
de un 19,96% tomando en cuenta tanto al lenguaje re- vine tren con mama limno limon
ceptivo como en el expresivo. tenia... fiebre tos anana analia
La tabla nos muestra además una dispersión que parte papa esta en casa enfermita te con ga
de una evolución del 11, 62%(PE) alcanzando una me- 7 de la manana hora levantarse
joría que llega al 35, 89% (BR). mirando la televisio n
Diferenciando el lenguaje en Expresivo y Receptivo ve- papa esta enfermo
mos para el primero de ellos que el promedio de mejo- no queria tomar ....bayaspirina
ría es de 19,25% mientras que para el segundo el pro- chau besos uoy en colecvio
medio es de 20.66%. agostina lloraba patada zapato
Estos números adquieren importancia no solamente me pego chas pelea
por cuanto representan una mejoría respecto de la toma me chau besos voy en colecvio 100 trenconstivtiones
inicial sino que muestran una evolución favorable tam- escuela crecer 394 monte grande
bién en casos en los que tienen mayor tiempo trabajan-
do en el programa. Primer encuentro del año 2008
En ese sentido se esperaba que el promedio de la evolu- Menciona un viaje a Luján. Lo escribe, luego dice 12 de
ción del lenguaje fuera mayor en los estadios iniciales y abril
menor en los que mayor tiempo tenían en el dispositivo. Su: ¿con quién vas a ir?
Sin embargo eso no ha sido lo que muestran los casos ME: con los primos. Dice yo y escribe M E
estudiados. Su: ¿Quién los lleva?
Si bien por el número de casos esto no tiene significa- ME: mamá
ción estadística, los números muestran una tendencia Su: ¿y qué hay en Luján?
importante que deberá ser corroborada por estudios ME: hay iglesias (escribe HAY JESUS)
con mayor número de pacientes y grupos control. Su: ¿Qué vamos a hacer en la iglesia?
Más allá de los datos estadísticos, presentaremos un ME: rezar
caso que ilustra el modo de trabajo en uno de los casos ME: en el nombre del Padre, del hijo (…) (mientras lo di-
incluidos en esta muestra y el modo de evolución en su ce hace gesto correspondiente. Escribe VAMOS A RE-
lenguaje y su estructuración subjetiva. ZAR) (al finalizar dice: listo, y con ambas manos efectúa
Paciente M E gesto correspondiente)
Escritura inicial año 2000 Su: ¿dónde van a comer?
MARTES 01 VIERNES 21 DEJULIO PITI ME: milanesa al horno, queso (escribe MILANESA
EL GATOSELLLAMA PITIMU QUESO)
ME(Escribe su nombre) Si: ¿es milanesa queso o milanesa con queso? (lo corri-
IVACASELLLAMAPITIMIPROSELLLLAMAPITII ge, agrega CON)
LAGALLINASELLAMAPITI ME: al horno (escribe HORNO)
POLLITOSEZEQUIEL12345678891011121314151617 Su: ¿es milanesa al horno? Acá dice milanesa con que-
1819123456789110 so horno
POLLITOSPERROSELLAMAPITI Su: (escribe VAMOS EN…) ¿Cómo vas a viajar? (le
CABALLOSELLAMAICO ofrece distintas opciones) vamos en…
ABCALLOSELLAMAPITI ME: colectivo (lo escribe) Patricia y Marcela
ELCABALLOSELLAMA ME (Su nombre) ME escribe BEBIDAS NARANJAS Y DURAZNO. Silvia
LOS GATITOS TOMAN CABRA ASNO AGLLINA (Co- le indica que habría que poner “llevamos”
pia del libro) Su: llevamos y ponés lo que llevás. (Lo escribe. Luego
Susana le dice que ponga un punto. Lo hace) María di-
Año 2002 ce y escribe SERVILLETA
hoy es jueves 15 de julio de 20002 La madre dice que ME confunde las fechas. Le pregun-
yaya yo no tan por el 12 de abril. Ella cuenta que mañana van a Lu-
ignacio no tren via via chu chu casa a diana gusavo si m ján. Susana le comenta que María dijo que van a ir a Lu-
e (su nombre) mochila ján a la iglesia. La madre dice que hizo una promesa y
mi mama me traes por eso van a Luján, pero sin los primos. El 12 de abril
mi cremi mochila vamos a ir a pasear a la Costanera
ignacio no estaba casa yaya juhidt gusavo agostina ME: pasear
priscilla m e (su nombre) Si: ¿Qué ponemos cuando nos despedimos?
casa triste lloranombres ME: chau
chau besos martes 16 de julio de 2002 Si: ¿Qué querés poner, con quién te vas ahora?
baño ME: colectivo (lo escribe)
Cuando entra la madre relata que esto tuvo que ver con Si: ¿a dónde te vas?
que no encontró a los ME: a la escuela (vuelve a decirlo mientras lo escribe)
primos en la casa de la abuela Silvia le pregunta cuándo vuelven a verse.

Psicología Clínica y Psicopatología 177


ME: martes 15 (escribe la fecha) BIBLIOGRAFÍA
Silvia le dice que escrito así, solo, no se entiende, y es- American Psychiatric Association (1998). DSMIV. Barcelona:
cribe NOS VEMOS. Masson.
Calzetta, J.J. y Cerdá, M. R.: 2002 “La elaboración psíquica a
Dos años más tarde la escritura de ME es la siguiente: través de laescritura en un niño con trastorno del desarrollo”.
HOY ES MARTES 8 DE JUNIO DE 2010 Memorias de las IX Jornadas de Investigación: Presente y futuro
de la investigación en Psicología. Buenos Aires. Facultad de
EL SABADO : LA ABUELA MIREYA SE FUE AL CIELO
Psicología, UBA,
A LA ABUELA MIREYA LE DOLIA MUCHO LA CINTURA
EL LUNES : EN EL LABORATORIO ME SACARON Calzetta, J.J., Orlievsky, D., Cerdá, M., Massun de Orlievsky, S.,
Sujarchuk, S. Et al.: (2003) “La estructuración psíquica en los
SANGRE trastornos severos del desarrollo”, Memorias de las X Jornadas
DEL BRAZO IZQUIERDO de Investigación: Salud, educación, justicia y trabajo. T. III, 101-
MAMA Y YO FUIMOS A PASEAR A FLENI SABADO Y 104, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires
LUNES Calzetta, J.J. y Orlievsky, D.: (2004) “Trastornos severos del de-
FLENI ES UN HOSPITAL A LAS 10HS. sarrollo: de la escritura a la representación”. XII Anuario de Inves-
CHAU BESOS VOY EN COLLECTIVO 100 EN LA ES- tigaciones, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 317, 326.
CUELA CRECER Calzetta, J.J.: (2006) “Representación y trauma en el autismo”. ”.
EL HASTA DIA MARTES 22 DE JUNIO DE 2010 A LAS XIV Anuario de Investigaciones, Facultad de Psicología, UBA,
9:00 HS Buenos Aires, 15-22.
Caplan, D (1992) “Introducción a la Neurolingüística y al estudio
de los trastornos del lenguaje” Madrid. Visot
Cukier, S. (2005) “Aspectos clínicos, biológicos y neuropsicológi-
cos del Trastorno Autista: hacia una perspectiva integradora”.Bs.
As. Vertex. Revista Argentina de psiquiatría. Vol. XVI: 273-278
Ellis, A y Young, A (1992) “Neuropsicología cognitiva Humana”
Barcelona. Masson
Kerbrat-Orecchioni, C. (1997) “La enunciación”. Buenos Aires.
Edicial.
Massun, S. y Tocco, S.: (2002) “Emergencia del lenguaje oral en
una niña de 8 Años” Memorias de las IX Jornadas de Investigación,
Buenos Aires. Facultad de Psicología, UBA
Orlievsky, D., Calzetta, J.J., Cerdá, M., Massun de Orlievsky, S.,
Sujarchuk, S. Et al.: (2003) “Evolución del lenguaje a partir de la
escritura en trastornos severos del desarrollo”, Memorias de las
X Jornadas de Investigación: Salud, educación, justicia y trabajo.
T. III, 161-164, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires.
Orlievsky, D. y Calzetta, J.J. (2004): “Efectos de la escritura en
los trastornos severos del desarrollo”, XI Anuario de Investigacio-
nes, año 2003, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 51-63.
Orlievsky, G. D. y Calzetta, J.J. (2002):“Comunicación y estructu-
ración psíquica en los trastornos severos del desarrollo”. Memorias
de las IX Jornadas de Investigación, Buenos Aires. Facultad de
Psicología, UBA
Orlievsky,G .D (2001)“Ossevazioni Clíniche Sulla Scrittura Nei
Disturbi Profondi Dello Sviluppo”. Verona. Atti del Congresso In-
ternazionale “Il Tesoro Sommerso”
Zimmerman IL, Steiner VG, Evatt Pond R. (2002) Preschool lan-
guage scale. Fourth Edition Spanish San Antonio Ed. The Psy-
chological Corporation

178 Psicología Clínica y Psicopatología


DIALOGO SOCRÁTICO
EN PSICOTERAPIA COGNITIVA
Partarrieu, Andrés
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN “el tábano de Atenas”(2).


El método socrático o mayéutica es una de las principa- La herencia filosófica del ilustre heleno, el método so-
les técnicas en la terapia cognitiva, en este artículo se crático, nos llega a través de unos textos en modo de
hace referencia a su origen y a sus características más dialogo, escritos por otro filósofo y discípulo de Sócra-
distintivas, como así también su modo de empleo en los tes, de nombre Platón. En su vasta obra Platón(3) nos
procesos terapéuticos presenta a un Sócrates que dialoga con sus discípulos
o con algún sofista rival sobre diversos temas morales,
Palabras clave políticos o estéticos. La metodología consistía en perse-
Terapia Cognitiva Método Socrático guir un esclarecimiento guiado a través de preguntas,
sobre diversos conceptos como la Virtud, Libertad, jus-
ABSTRACT ticia, formas de gobierno, el amor, etc.
SOCRATIC METHOD IN COGNITIVE THERAPY La enseñanza de la escuela socrática (4)consiste en
The Socratic method or maieutic is one of the main tech- que el Maestro no inculca a su alumno el conocimiento,
niques in cognitive therapy, in this article refers to its or- sino que la función del Maestro es la de guiarlo, fomen-
igin and its most distinctive features, as well as how it is ta a descubrirlo a través de preguntas inductivas, es en
used in the therapeutic process este proceso o dialogo donde el alumno debe extraer
por si mismo el conocimiento
Key words
Cognitive Therapy Socratic Method Estructura de la Mayéutica
Lo central de la técnica son las preguntas inductivas(5)
(6)(7), estas son orientadas a la búsqueda de un nuevo
conocimiento, examinando los conceptos anteriores
· INTRODUCCION: La técnica orientada a la búsqueda inductiva de un co-
nocimiento nuevo(8), se realiza un proceso dialectico
La Mayéutica clásica en el cual se generaliza una noción de verdad sobre un
concepto y se lo examina hasta su refutación, para lue-
Etimología go comenzar con una nueva noción del mismo.
La palabra mayéutica(1), del griego maieutiké, hace re- Podemos identificar los siguientes pasos secuencia-
ferencia a la técnica de las comadronas o parteras de la les(9):
antigüedad en el arte de procrear, la madre de Sócrates
llamada Fenaretes fue una conocida comadrona de Planteamiento del problema en forma de pregunta;
Atenas, Sócrates propone un novedoso método filosófi- ¿Qué es la ciencia? ¿quien soy? ¿que es la libertad?
co de enseñanza e investigación al cual honorando el ¿cual es la característica de lo bello?¿que es la virtud?
oficio de su madre, también llamara mayéutica, hacien- el discípulo da una respuesta que es cuestionada por el
do la analogía de que en vez de hacer parir a las muje- maestro este proceso de discusión llega hasta que el
res como lo hacen las comadronas, su método filosófi- alumno llega a un estado de incomodidad o confusión(del
co hacer parir a los hombres en la búsqueda de la ver- griego“apoira” ), en donde lo que antes parecía perfec-
dad o conocimiento. tamente claro antes del dialogo, ya no lo es
luego de esta confusión se arriba a nociones cada vez
Origen de la Mayéutica: mas generales y precisa de los temas investigados
Luego de la cruenta guerra del Peloponeso, que diezmo el dialogo termina cuando el Alumno logra alcanzar el
a gran parte de la población de la antigua Grecia del si- conocimiento preciso y universal de lo que se investiga.
glo V a.c, Atenas humillada por su rival la vencedora Es-
parta, atraviesa tiempos de ebullición política y conflic- La mayéutica en la psicoterapia cognitiva
to en los valores sociales establecidos, es en este con- A finales de la mitad del siglo pasado, los historiadores
texto histórico, político y social donde aparece la figura (10) de la psicoterapia hacen referencia que en ese pe-
de Sócrates debatiendo en los foros, en el ágora, en los riodo histórico hubo una proliferación de nuevas meto-
mercados, en los banquetes, en los baños termales, de dologías psicoterapéuticas que derivaban del psicoaná-
camino al puerto del Pireo o en cualquier recoveco de la lisis y de la teoría del aprendizaje. Entre estas nuevas
Polis, dicha conducta hizo que se ganase el apodo de olas de cambios e innovaciones aparece el paradigma

Psicología Clínica y Psicopatología 179


basado en el proceso de la información que son las teo- terapeuta cognitivo pregunta y las creencias del pacien-
rías cognitivas. te se muestran cada vez mas incongruentes para él, lle-
Los fenómenos de la cognición van a ser definidos co- gando a provocar lo que en 1957 León Festinger (14) lla-
mo aquellos procesos por los cuales la realidad es per- mo disonancia cognitiva, que es el fenómeno en el cual
cibida, significada, escenificada, categorizada y apre- nos percatamos de que sostenemos creencias contra-
hendida por los seres humanos, entendiéndose a la dictorias sobre un punto en particular, si el terapeuta lo-
realidad como polisémica y construida . gra generar disonancia cognitiva el pensamiento se
Los seres humanos procesan estímulos de sus expe- vuelve mas flexible, menos idiosincrático y mas adapta-
riencias en el medio ambiente, otorgándole significa- tivo a la persona
ción a las situaciones experimentadas
Para los años 60’ tanto Albert Ellis como Aaron Beck · Aplicación práctica de la mayéutica en psicotera-
asientan la piedra fundacional de la terapia cognitiva pia cognitiva
como modalidad de tratamiento psicoterapéutico para El terapeuta cognitivo se encontrara con varias aéreas
los pacientes deprimidos, formulando que dicha afec- a explorar sobre las creencias y pensamiento de los pa-
ción se comprende mejor por la influencia de los pensa- cientes, aquí se describen 5 donde el terapeuta puede
mientos sobre la emoción y la conducta. Las cognicio- aplicar la mayéutica por medio de preguntas empíricas
nes, las emociones y las conductas están interconecta- que inicien el proceso dialectico.
dos y se influyen mutuamente(11). 1. La petición de pruebas que mantienen los pensa-
De allí, paralelamente Ellis por un lado y Beck por otro, mientos o creencias disfuncionales (P.e “¿Qué prue-
postularon que los procesos cognitivos erróneos en la bas tiene para creer que…? ¿Hay alguna prueba de lo
forma de pensar juegan un papel muy significativo en la contrario?”)
fuente y mantenimiento de los síntomas de los trastor- 2. Indagar las alternativas interpretativas a los pen-
nos psiquiátricos como la Depresión. Resaltando que la samientos o creencias disfuncionales (P.e “¿Podría
característica de los procesos patológicos de dar signi- haber otra interpretación distinta para ese
ficaciones o sentido a la realidad son la rigidez, la idio- suceso?”..”¿Podría haber otra forma de ver esa situa-
sincrasia y la disfuncionalidad ción?”).
A esta manera disfuncional de procesar cognitivamente 3. Explorar las consecuencias emocionales de
la realidad Albert Ellis (12)la llamo Creencias Irraciona- mantener los pensamientos o creencias disfuncio-
les , además señalo que las mismas se repiten sistemá- nales (P.e “¿A qué le lleva pensar eso?..¿Le ayuda en
ticamente instaurando una cosmovisión negativa . algo?”).
El dialogo socrático o mayéutica con sus particulares 4. Comprobar la gravedad de las predicciones ne-
características técnicas anteriormente mencionadas, gativas (P.e “¿Qué posibilidades hay de que ocurra
es introducida y convertida en uno de los pilares funda- eso?..Suponiendo que ocurriese cuanto durarían sus
mentales entre las técnicas específicas de la terapia efectos?..¿Podría hacerse algo?”).
cognitiva, con la finalidad de influir en la cognición para 5. Conceptualizar pensamientos o supuestos va-
poder producir los cambios emocionales y de conducta gos en su formulación: (P.e “¿Qué quiere decir con..?”
en el individuo que padece un trastorno psiquiátrico co-
mo la depresión. · CONCLUSIONES
De tal modo de que si el estado emocional de los pa- El dialogo socrático es una técnica cognitiva(15) que
cientes se corresponde por la manera en que están busca provocar una disonancia cognitiva, a través del
pensando, el trabajo del terapeuta cognitivo, auxiliado descubrimiento guiado del terapeuta mediante pregun-
por la mayéutica, consistirá en ayudar a los pacientes a tas sistemáticas que pongan en evidencia los errores
dudar de sus pensamientos y creencias disfuncionales, lógicos en la forma de procesar la información. Sócra-
estimulando a someterlos a prueba, a un nuevo juicio tes se comparaba con la partera que ayuda a dar a luz,
crítico. en este caso el conocimiento, que es descubierto por el
La entelequia de un tratamiento cognitivo se deduce en alumno mismo, los terapeutas cognitivos asisten a los
que el paciente pueda revisar sus creencias disfuncio- pacientes a procurarse a si mismos, versiones mas
nales, rígidas e idiosincrásicas sobre la realidad y pue- flexibles, menos idiosincráticas y mas adaptativas de la
da ser más flexible con ellas para lograr un cambio más realidad.
saludable en la visión de su experiencia como individuo
en el mundo.
Muy lejos de devenir en un categórico Sherlock Hol-
mes, por lo contrario, con el empleo de la técnica socrá-
tica el terapeuta cognitivo no debe afirmar nada, solo
guía el debate (13)y se limita a preguntar sistemática-
mente sobre un pensamiento o idea del paciente, detec-
tando los puntos débiles y errores lógicos en el discur-
so del paciente.
Se trata de un descubrimiento guiado, a medida que el

180 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA
1. Guthrie, William Keith Chambers (1992/1999). Historia de la
Filosofía Griega. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-0947-
5.
2. Capelle, Wilhelm (2009). Historia de la filosofía griega. Madrid:
Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-3616-7.
3. Platón (2003). Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Madrid:
Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1487-5.
4. Gomperz, Theodor (2000). Pensadores griegos. Barcelona:
Editorial Herder. ISBN 978-84-254-2129-2.
5. Overholser,. J, C (1995) Elements of the Socratic method: IV.
Disavowal of knowledge. Psychotherapy: Theory, Research,
Practice, Training, Vol 32(2), 283-292.
6. Overholser,. J, C (1999) Elements of the Socratic method: VI.
Promoting virtue in everyday life. Psychotherapy: Theory, Re-
search, Practice, Training, Vol 36 (2) , 137-145.
7. Overholser,. J, C (1991) The Socratic method as a technique in
psychotherapy supervision. Professional Psychology: Research
and Practice, Vol 22(1), 68-74
8. Overholser,. J, C(1993) Elements of the Socratic method: II.
Inductive reasoning. Psychotherapy: Theory, Research, Practice,
Training, Vol 30(1), 75-85.
9. Carey, T; Mullan, R (2004) What is Socratic questioning? Carey,
Timothy A.; Mullan, Richard J.Psychotherapy: Theory, Research,
Practice, Training, Vol 41(3), 217-226.
10. Garfield,S.L. y Bergin, A.E.(1994): “introductional and histori-
cal overview”, Handbook of Psychotherapy and Behavior Change,
pp. 3-18, New York, Willey
11. Beck, A. T.;Rush, A. J.; Shaw, B. E. Y Emery, G.(1979): Cog-
nitive Therapy of Depression, New York. Guilford Press
12. Ellis, A. (1962): Reason and emotion in Psychotherapy,New
York. Lyle Stuart
13. Keegan, E (2007): Escritos de Psicoterapia Cognitiva, Buenos
Aires. Eudeba
14. Festinger, L. (1957). A theory of cognitive dissonance. Stanford,
CA: Stanford University Press. ISBN 978-0-8047-0911-8.
15. Keegan,E., Holas. P(2010) Cognitive - Behavior. theory and
Practice. Handbook of integrative clinical psychology. Psychiatry
and behaviotal medicine, perpectives, practices and research. Pp
605-629. new york, springer.

Psicología Clínica y Psicopatología 181


AVANCES DE UNA INVESTIGACIóN SOBRE INTENTOS DE
SUICIDIO. ANáLISIS DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOANALíTICA
DE SUS DETERMINANTES PSíQUICOS Y SUS FORMAS DE
PRESENTACIóN EN SUJETOS ADULTOS
Pascal, Julia
Universidad Nacional de La Plata. Argentina

RESUMEN Introducción:
Este trabajo constituye una presentación del trabajo re- Los fenómenos denominados “intentos de suicidio”
cientemente iniciado como Becaria de Perfecciona- constituyen una problemática compleja. Además del in-
miento en Investigación de la Universidad Nacional de terés que pueden generar desde el ámbito de la Psico-
La Plata bajo la dirección del Profesor Carlos J. Escars. logía, constituyen un problema que atañe al campo de
Nuestra propuesta busca analizar las formas de pre- la Salud Pública debido a su significativa incidencia so-
sentación de los intentos de suicidio en sujetos adultos bre la población. El objetivo del presente Proyecto de In-
pertenecientes a la ciudad de La Plata, a fin de conocer vestigación -iniciado como Becaria de Perfecciona-
el modo en que dicha problemática se organiza psíqui- miento en Investigación de la UNLP bajo la dirección del
camente. Se efectuará una revisión bibliográfica espe- Profesor Carlos J. Escars- no es empero profundizar el
cífica a fin de ajustar nuestras herramientas conceptua- estudio cuantitativo del fenómeno sino enfatizar la rele-
les a la particularidad del objeto de estudio, el cual he- vancia del caso por caso, rescatando la singularidad de
mos delimitado en función de un marco teórico referen- cada uno de ellos. Nuestra propuesta ha sido designa-
cial de perspectiva psicoanalítica. El trabajo de campo da “Investigación sobre las formas de presentación de
se llevará a cabo en Instituciones de Salud Pública de la los intentos de suicidio en sujetos adultos pertenecien-
zona, en las cuales se entrevistará a la población deli- tes a la zona de La Plata y Gran La Plata. Delimitación
mitada (sujetos de ambos sexos que sean hospitaliza- y análisis de los determinantes psíquicos en juego” y tie-
dos bajo el diagnóstico de “intento de suicidio” o “inten- ne como objetivo general indagar la forma de presenta-
to de autoeliminación”) y a través de la elaboración de ción de los intentos de suicidio en sujetos adultos abor-
esa información se intentará realizar una reformulación dando su dimensión psicopatológica desde una mirada
conceptual que nos permita construir estrategias de in- psicoanalítica. No se pretende realizar una aproxima-
tervención. ción epidemiológica, sino que nos enfocaremos en
aquello que excede al dato numérico, espacio que ocu-
Palabras clave pa el sujeto en su singularidad.
Intentos de suicidio Adultos Introduciremos la definición de un término que será
central a nuestros desarrollos: la noción de “suicidio”.
ABSTRACT Etimológicamente, la palabra deriva de dos vocablos en
PROGRESS OF RESEARCH ON SUICIDE ATTEMPTS. latín: Sui (de sí, a sí) y Cidium (del verbo caedes: asesi-
ANALYSIS OF ITS PSYCHIC DETERMINANTS IN nato) denotando la acción de darse muerte a sí mismo.
ADULT SUBJECTS Fue utilizado en lengua inglesa ya en el año 1636 y en
This paper intends to be a presentation of the recently francés en el 1734. Como lo plantean Elisabeth Roudi-
started work as Scholarship holder of the Universidad nesco y Michel Plon en su Diccionario de Psicoanálisis,
Nacional de La Plata under the direction of Professor recién hacia finales del siglo XIX fue estudiado en Occi-
Carlos J. Escars. Our proposal seeks to analyze the dente desde una mirada científica, comenzando a ser
ways of presentation of suicide attempts in adult sub- considerado ya no un crimen o un pecado, o incluso el
jects belonging to the city of La Plata, in order to know resultado de una posesión demoníaca. Es decir, sólo al
how this problem is psychically organized. We will carry convertirse en un indicador patológico se sustrajo a la
out a specifical bibliographical review to adjust our con- condena moral.
ceptual tools to the particularity of the object of Studs, En esta presentación se planteará en un primer mo-
which has been defined in terms of a psychoanalytical mento una reseña del estado de la cuestión teórica y
referential framework. We will interview people -men explicitar nuestro marco teórico referencial al momento
and women- who are hospitalized in some Public Health de abordar el objeto de estudio En un segundo momen-
Institutions of the area after trying to commit suicide. to, describiremos el diseño metodológico de nuestra in-
Our main goal is to process this information in order to vestigación y algunos de los primeros pasos trazados
make a conceptual reformulation that allows us to con- en esa dirección. Finalmente intentaremos realizar al-
struct intervention strategies. gunas puntualizaciones sobre las perspectivas de esta
investigación.
Key words
Suicide attempts Adults

182 Psicología Clínica y Psicopatología


Breve reseña acerca del Estado de la cuestión teórica riesgo fiable ligado a los neuro-receptores.
Podríamos ubicar los inicios del estudio científico siste- Algo que se deja entrever a través de la bibliografía con-
mático del suicidio en base a la formulación que realiza sultada, es que el denominador común de los suicidios
E. Durkheim en 1897. Dicho autor, planteó en su obra efectivizados -sobre los que lógicamente ya no se puede
“El suicidio” su hipótesis de que la conducta suicida po- intervenir- es la existencia de intentos de suicidio previos,
día explicarse en virtud de criterios sociológicos. Defi- de allí la creciente relevancia otorgada al estudio de los
niendo en su Introducción “suicidio” como todo caso de intentos de suicidio no sólo considerados en su negativi-
muerte que resulta directa o indirectamente de un acto dad (como “suicidios no logrados”). Debido a esto es que
positivo o negativo, cumplido por la víctima misma, que nuestro proyecto se abocará precisamente al estudio de
sabía debía producir ese resultado (p.5) elabora el con- los intentos de suicidio en su especificidad.
cepto de suicidio anómico para explicar aquellos casos
en que este respondía a una repentina ruptura del equi- Marco teórico referencial
librio social, diferenciándolo del suicidio egoísta y el sui- Nuestra propuesta se sitúa dentro de una perspectiva
cidio altruista. Esta corriente, que buscaba explicar la psicoanalítica que considera, retomando a Sigmund
determinación del suicidio como un fenómeno socioló- Freud, que el origen de la motivación inconciente de los
gico, se contraponía a lo que se venía planteando des- impulsos suicidas estaría en el retorno de las pulsiones
de la doctrina psiquiátrica, la cual, de la mano de la es- hostiles hacia la propia persona. El énfasis de nuestro
cuela clásica francesa, situaba al suicida en la posición proyecto por lo tanto no estará puesto en la descripción
del alienado. de los métodos de autoagresión utilizados ni de la inci-
En contrapunto con el enfoque sociológico, el enfoque dencia por género ni en la formulación de probables ac-
psicoanalítico intenta dar cuenta de una dimensión que ciones preventivas; sino en rescatar la singularidad,
éste ignora, el aspecto psíquico del acto suicida. Seña- aquello que no hace serie dentro de un fenómeno que a
laremos brevemente que si bien S. Freud no se dedicó raíz de su complejidad no cesa de no sistematizarse ba-
específicamente a profundizar el tema, ya desde antes jo una uniformidad.
de haber conceptualizado la pulsión de muerte como Sigmund Freud aborda la temática del suicidio en varios
noción, hace referencias al mismo. Desde su artículo de textos con un distinto grado de profundidad. En algunos
1886 “Observación de un caso severo de hemianeste- de ellos -como “Observación de un caso severo de he-
sia en un varón histérico”, hace distintas referencias al mianestesia en un varón Histérico” y “La etiología de la
suicidio, siendo la última en “Esquema del Psicoanáli- histeria” (1896)- sólo es mencionado el intento de suici-
sis”, de 1938. dio como una de las “reacciones aparentemente des-
Si continuamos con esta puntuación, debemos conside- medidas” que podían llegar a presentar los sujetos his-
rar que alrededor de mitad del siglo XX, surgen teoriza- téricos. A su vez, en el caso Dora y en el caso del Hom-
ciones psicológicas en torno al suicidio que, tomando bre de las Ratas las tentativas de suicidio cobran cierta
algunos aportes del psicoanálisis, consideran al suicida relevancia pero no son específicamente estudiadas.
en sus aspectos físico, psíquico y social, y aducen los En cambio en 1910 Freud tiene una intervención especí-
“comportamientos suicidas” a los desórdenes psicopa- fica sobre el tema que nos atañe, en “Contribuciones pa-
tológicos vinculados a la disminución de las defensas ra un debate sobre el suicidio” se interroga acerca de có-
yoicas. mo es posible que algo logre superar la extraordinaria in-
Otras vertientes - de índole normativa- buscan determi- tensidad de la pulsión de vivir y plantea que sólo podrá
nar estilos de personalidad - entendidos como modo de echarse luz sobre el tema una vez que se profundicen los
funcionamiento estables del individuo- en determinados conocimientos sobre los estados melancólicos, tarea a la
grupos de personas que los caractericen como indivi- que se consagra en su artículo “Duelo y Melancolía” es-
duos en riesgo, a través del estudio de los resultados crito en 1915, en donde se dispone a comparar la melan-
obtenidos mediante la realización de un proceso psico- colía con el afecto del duelo a partir de la introducción de
diagnóstico. los conceptos del narcisismo y de ideal del yo a su obra.
En un estudio publicado en Argentina en 1980, denomi- Según acota J. Strachey, Freud por lo general incluía ba-
nado “El suicidio”, el psiquiatra francés Pierre Moron, lo jo el término melancolía lo que posteriormente otros au-
presenta como un problema médico al cual subyace tores describieron como estados de depresión. En este
siempre la búsqueda de comunicación con el semejante. texto de 1915, Freud consigue exponer el proceso a tra-
Del mismo modo, el manual de psiquiatría Psicofarmaco- vés del cual en la melancolía una investidura de objeto es
logía - Psicodinámica IV, de Julio Moizeszowicz, hace re- remplazada por una identificación. Lo cual plantea en tér-
ferencia a “Conductas, riesgos e intentos suicidas” alegan- minos de que “el yo sólo puede darse muerte si en virtud
do que prácticamente todas las enfermedades mentales del retroceso de la investidura de objeto puede tratarse a
presentan un riesgo de suicidio aumentado. Plantea que sí mismo como un objeto, si le es permitido dirigir contra
múltiples investigaciones en el campo de la neurobiología sí mismo esa hostilidad que recae sobre un objeto y su-
han intentado descubrir posibles factores determinantes o broga la reacción originaria del yo hacia objetos del mun-
relacionados con las conductas suicidas, haciendo espe- do exterior”.[i]
cial énfasis en el estudio del sistema serotoninérgico, sin Ya en el año 1920, el autor -en su texto “Sobre la psico-
embargo no se ha podido identificar un único indicador de génesis de un caso de homosexualidad femenina”- se-

Psicología Clínica y Psicopatología 183


ñala a partir del intento de suicidio que el éste se remite que poseen un origen diverso pero se pueden agrupar
tanto a un cumplimiento de castigo (autopunición) como bajo la categoría de «necesidad de estar enfermo o de
al cumplimiento de deseo cumplimiento de castigo- padecer»: estas son el sentimiento de culpa -en el cual
cumplimiento del deseo (edípico). Este texto es aborda- se puede reconocer el aporte de un Superyo que ha de-
do por J. Lacan en el Seminario IV, durante la Clase 6 venido hostil- y el trastorno (Verkehrung) de la pulsión
del 9 de Enero de 1957: “La primacía del falo y la joven de autoconservación, un trastorno hacia lo contrario
homosexual” donde pone en relieve el hecho de que lo que explicaría - en función de una desmezcla pulsional
que esta en juego en esta tentativa de suicidio es el au- que liberaría cantidades hipertróficas de la pulsión de
mento de tensión, por lo que el fenómeno debería con- destrucción hacia el propio sujeto- el accionar de quie-
siderarse reactivo, reactivo a una decepción. Pero la nes buscan permanentemente dañarse a sí mismos. Es
complejización que propone el autor francés es que no aquí donde Freud supone que se podrían ubicar aque-
sólo se trataría de una vuelta hacia el sujeto de la agre- llos que logran suicidarse, aunque es una articulación
sión originalmente dirigida contra el padre, sino que que no deja esclarecida.
además se pone en juego una precipitación (niederkom- Cuando Lacan trabaja en el Seminario V “Las Forma-
men) de la joven, quien tirándose a las vías hace un ac- ciones Del Inconsciente”, Clase 13 (1958) esta resisten-
to, se excluye de la escena. cia del sujeto -que relaciona con la reacción terapéutica
De este modo podemos pensar el “pasaje al acto”, una negativa- aparece como el rechazo a su propia historia
de las nociones a través de las cuales Lacan trabaja la de quienes no aceptan el lugar -o el no lugar- en el que
problemática del suicidio y los intentos de suicidio, la son ubicados por el deseo de la madre, quieren quedar
otra es acting out. En su seminario X sobre la Angustia, expulsados de una cadena significante en la cual no en-
instaura una distinción entre éstas en el marco de su cuentran su lugar de sujetos. Estos sujetos “en pendien-
concepción del Otro y de la relación de objeto. El acting te al suicidio” sólo lograrían -si consiguen su objetivo-
out como una demanda de simbolización que se dirige quedar paradójica y definitivamente instalados allí, fija-
a Otro, y que se diferencia del pasaje al acto, un acto no dos a la cadena, ya que según Lacan un sujeto en tan-
simbolizable con el cual el sujeto queda al margen de to muerto deviene un signo, una significación coagula-
toda simbolización. da, para los demás, es decir, los sobrevivientes.
Si recurrimos al texto freudiano “El yo y el ello”, de 1923, Esto puede servir para plantearnos, como una de las
hallaremos que en su quinto capítulo se puede rescatar herramientas conceptuales que nos servirán para pen-
cierta diferenciación de las organizaciones melancóli- sar la temática de los intentos de suicidio, el paradójico
cas, histéricas y obsesivas frente al “peligro de suicidio”. resultado que éste implicaría. ¿Podemos acaso pensar
El autor plantea que tanto en la melancolía como en al- en ciertos casos el intento de suicidio como un rechazo
gunas formas de la neurosis obsesiva el sentimiento de de un lugar que queda tanto más coagulado cuanto más
culpa - que en casos menos extremos se limita a ser la “exitoso” sea ese intento?
expresión de una condena del yo por parte de su instan-
cia crítica- se muestra de manera hiperintensa. La dife- Delimitación de nuestro objeto de Estudio
rencia entre la melancolía y la neurosis obsesiva radica- Ahora bien, a fin de no extraviarnos a través de las nu-
ría en que mientras en la primera un superyó severísimo merosas ramificaciones que podríamos atisbar, como
-gobernado por la pulsión de muerte- se abate con furia objeto de estudio circunscribiremos -dentro del fenóme-
sobre el yo, logrando a menudo empujarlo hacia la no del “suicidio”- el “intento de suicidio” tal como ha sido
muerte, en la neurosis obsesiva, el yo no se somete al elaborado desde el psicoanálisis. Nos limitaremos a es-
castigo. En otras palabras, en la neurosis obsesiva el tudiar este recorte -que a continuación será metodológi-
sentimiento de culpa es hiperexpreso, pero no puede camente explicitado- dejando a la vez abierta la posibi-
justificarse ante el yo, lo cual lo protegería del peligro de lidad de ampliar su definición durante el proceso de in-
intentar darse muerte. vestigación.
Es precisamente a la expresión de este sentimiento de
culpabilidad (inconsciente) que Freud atribuye el fenó- Aspecto metodológico:
meno de la llamada “reacción terapéutica negativa” (ne- El presente proyecto el trabajo de investigación posee
gative therapeutische Reaktion). Este fenómeno fue de- un diseño de tipo cualitativo en la cual consideramos
limitado en algunas curas psicoanalíticas en las cuales debe haber una relación dialéctica entre aquello de lo
el avance del análisis en lugar de provocar alguna me- que dispone el investigador como acervo teórico refe-
joría provocaba un refuerzo del padecer de los indivi- rencial y aquello que puedan aportar los sujetos a quie-
duos. Según el autor, a este fenómeno subyace un sen- nes pretende abordar como objeto de conocimiento.
timiento de culpa que halla su satisfacción en la enfer- Por esta razón, el instrumento de recolección de datos
medad y no quiere renunciar al castigo del padecer. Es- que se elaborará será una Guía de preguntas en base a
ta reacción terapéutica negativa vuelve a ser analizada las cuales se llevarán a cabo Entrevistas en profundi-
en “Esquema del psicoanálisis” (1938). En este texto dad que brindarán el material a ser analizado y articula-
Freud plantea los tres vasallajes que afronta el Yo - el do con nuestro marco conceptual.
de de la realidad objetiva, el del ello y el del superyó- y La población que será objeto de nuestra investigación
considera dos fuentes de resistencia al trabajo analítico será estará compuesta por sujetos adultos de ambos

184 Psicología Clínica y Psicopatología


sexos que sean hospitalizados en instituciones de La datos durante el desarrollo de la entrevista en Profundi-
Plata y Gran La Plata bajo el diagnóstico de “intento de dad, y funcione de modo orientativo procurando no mo-
suicidio” o “intento de autoeliminación”. Dicho término vilizar un monto de angustia que pudiera resultar exce-
es utilizado por los profesionales médicos para descri- sivo para las capacidades de elaboración actuales del
bir a todo paciente que haya ingresado al hospital luego entrevistado.
de haber cometido - o referir haber cometido- un acto Dentro de las perspectivas que esgrimimos para el pre-
que amenaza la continuidad de su vida. Precisamente sente proyecto, se destaca la idea de construir una vía
con respecto a este punto, consideramos que sólo una para pensar estrategias que brinden la posibilidad de
vez hecho el análisis del material estaremos en condi- dar espacio a la palabra a aquellos sujetos que atravie-
ciones de discutir acerca de la exactitud que pudiera san esta circunstancia particular. A su vez, en el marco
atribuirse a esta clasificación diagnóstica situacional. de nuestras actividades se intentará elaborar una sínte-
En cuanto a los criterios de inclusión establecidos, con- sis que permita realizar cierta contribución a las institu-
sideraremos personas adultas a aquellas pertenecien- ciones implicadas y sus miembros, a través de la reali-
tes al grupo etáreo de entre 25 y 60 años. Cabe aclarar zación de actividades de formación-información sobre
que quienes participen de la investigación lo harán de la problemática.
modo voluntario expresando su consentimiento.

Perspectivas de la investigación
A esta altura de nuestra labor, y mientras se continúan
revisando las herramientas conceptuales disponibles,
se ha establecido contacto con un Hospital público de la
zona y se realizó un primer acercamiento a fin de obser-
var las características de la población consultante y po-
sibilidades del trabajo de campo. Para ello se realizó
una acotada observación de campo en la Institución, de
la cual colegimos la siguiente información: se trata de
un Hospital Zonal General de Agudos que recibe en
promedio 800 consultas mensuales y cuenta con
120 camas de internación y su Área programática
está compuesta por 14 Unidades Sanitarias de los
siguientes barrios: Villa Elisa, City Bell, Villa Cas-
tells, Arturo Seguí, Gorina, Tolosa y Hernández.
Presta sus servicios además como hospital de ruta.
Se nos informa que el Hospital no cuenta con un servi-
cio sino con una Unidad de Salud Mental, lo cual impli-
ca que no dispone de camas propias para la internación
de pacientes ni guardia psiquiátrica las 24 hs. Por lo
tanto las emergencias de índole psicopatológica (en ge-
neral: episodios de excitación psicomotriz, estados con-
fusionales, los denominados “intentos de autoelimina-
ción”, etc.) llegan a los consultorios de la guardia gene-
ral y luego a la unidad de Salud Mental es puesto en co-
nocimiento mediante un pedido escrito de Interconsulta
por parte de los médicos.
En lo que respecta a la realización del trabajo de cam-
po de esta investigación, una de las opciones viables
que cotejamos - tratando de hallar un momento adecua-
do a nuestro fin y a la vez poco perturbador para el fun-
cionamiento institucional - sería entrevistar a los pacien-
tes que ingresen con ese “diagnóstico” una vez que fue-
ra hecha la interconsulta a Salud Mental. Acompañando
-en calidad de Profesional visitante- al psicólogo o psi-
quiatra a cargo, y manteniendo una entrevista individual
una vez dado el consentimiento informado.
El siguiente paso en nuestro plan de Actividades será
elaborar un pequeño protocolo que nos contar con el
Consentimiento Informado de cada persona entrevista-
da e ir confeccionando el diseño de una Guía de pre-
guntas que sirva como pauta en la recolección de los

Psicología Clínica y Psicopatología 185


NOTA
[i] Sigmund Freud (1915-17) “Duelo y Melancolía” en Obras Com-
pletas Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen XIV, pág. 23

BIBLIOGRAFÍA
Cohen Agrest, D. (2007).Por mano propia. Estudio sobre las
prácticas suicidas. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
Durkheim E. (1982) El suicidio. Madrid: Akal Universitaria.
Freud, S. (1886) “Observación de un caso severo de hemianes-
tesia en un varón Histérico” en Obras Completas Bs.As.: Amo-
rrortu Ed. Volumen I
Freud, S. (1896) “La etiología de la histeria” en Obras Completas
Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen III
Freud, S. (1901) “Psicopatología de la vida cotidiana” en Obras
Completas Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen VI
Freud, S. (1905 [1901]) “Fragmento de análisis de un caso de
Histeria” en Obras Completas Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen VII
Freud, S. (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva”
en Obras Completas Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen X
Freud, S. (1910) “Contribuciones para un debate sobre el suicidio”
en Obras Completas Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen XI
Freud, S. (1915-17) “Duelo y Melancolía” en Obras Completas
Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen XIV
Freud, S. (1920) “Sobre la psicogénesis de un caso de homose-
xualidad femenina” en Obras Completas Bs.As.: Amorrortu Ed.
Volumen XVIII
Freud, S. (1923)“ El yo y el ello” en Obras Completas Bs.As.:
Amorrortu Ed. Volumen XIX
Freud, S. (1930) “El malestar en la cultura” en Obras Completas
Bs.As: Amorrortu Ed. Volumen XXI
Freud, S. (1938) “Esquema del Psicoanálisis”en Obras Completas
Bs.As.: Amorrortu Ed. Volumen XXIII
Habif, E. (2005) El suicidio: Una lectura socio-psicoanalítica des-
de la salud pública, Buenos Aires, Ediciones en Salud Mental.
Jinkis, J (1986) “Interpretación psicoanalítica del suicidio” en
Conjetural. Revista psicoanalítica Nº 10. Buenos Aires. Ediciones
Sitio.
Lacan, J. (1981). El seminario de Jacques Lacan. Libro 4: La
Relación de objeto. Buenos Aires: Paidós.
Lacan, J. (1999). El seminario de Jacques Lacan. Libro 5: Las
Formaciones del Inconsciente. Buenos Aires: Paidós.
Lacan, J. (1990). El seminario de Jacques Lacan. Libro 10: La
Angustia. Buenos Aires: Paidós.
Lacan, J. (1993). Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión. Barcelo-
na, España: Anagrama.
Lacan, J. (2001). El seminario de Jacques Lacan. Libro 11: Los
cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires,
Argentina: Paidós.
Moizeszowicz,J.(1998) Psicofarmacología - Psicodinámica IV.
Buenos Aires. Edit. Paidos.
Moron, Pierre (1980) El suicidio. Buenos Aires. Edit. Abaco
Roudinesco, E. - Plon, M. (1998) Diccionario de Psicoanálisis.
Buenos Aires.Edit. Paidós
Vargas Castro, D .(2010) “El Suicidio, sus estatutos y ética del
Psicoanálisis“ en Affectio Societatis Nº 12. Colombia. Departa-
mento de Psicoanálisis | Universidad de Antioquia.

186 Psicología Clínica y Psicopatología


LA CONDUCTA ANTISOCIAL, DISOCIACIÓN,
FALSO SELF Y CARÁCTER
Pelorosso, Alicia Elvira
UBACyT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN cial variables studied are related to the ego organiza-


Se muestran las conclusiones de varios proyectos afines tion, environment and personal ambitions. The theoreti-
UBACyT. realizados en el Instituto de Investigaciones cal underpinnings are the concepts of S. Freud (1916,
Psicologícas. Fac. Psicología. UBA. especialmente el ul- 1925), Winnicott, D. 1947) and Winnicott C. (1977) and
timo proyecto P07, “Trastorno antisocial en jóvenes y others, taking the Trend Antisocial (TA) as background
adultos en conflicto con la ley, potenciales psíquicos de to the antisocial behavior and the Disorder of the Char-
salud y capacidad para el cambio psíquico”. El conjunto acter as pathology. The findings suggest the importance
de los proyectos muestran ciertas características en los of treating this problem early before that antisocial be-
sujetos jóvenes y adultos internos estudiados en dos pe- havior conferring their benefits.
nitenciarías nacionales, mayoritariamente relacionadas
con una disociación yoica. Se estudiaron variables para Key words
conocer la capacidad y las probabilidades de reinserción Antisocial behavior Potential psychic
social. La investigación P07 incluyo entrevistas semidiri-
gidas, la evaluación de los test del Árbol (Koch, 1952) y
del Dibujo de la Figura Humana (Koppitz, 1968, DFH). La
muestra fue comparada con población sin conflictos con Contenido del Trabajo
la ley (PC) de igual condición educativa y nivel socioeco- El reconocimiento del medio ambiente familiar y social
nómico. Las variables psicológicas y sociales estudiadas como un factor importante en la construcción del ser
se relacionan con la organización yoica, el medio am- humano esta ya aceptado en las ciencias sociales. Se-
biente y los proyectos personales. Los sustentos teóricos ria imposible mencionar a todos los autores del campo
son los conceptos de S. Freud (1916 ,1925), Winnicott, D. psi. que investigaron sobre los factores que afectan
1947) y Winnicott C. (1977) y otros, tomando la Tenden- dentro del medio familiar el desarrollo y el crecimiento
cia Antisocial (TA) como antecedente de la conducta an- vinculado a la salud en general o a la enfermedad psí-
tisocial y al Trastorno del Carácter como patología. Las quica especialmente en las patologías que se relacio-
conclusiones indican la importancia de tratar este proble- nan con la conducta antisocial. Winnicott (1956), bowlby
ma en forma temprana antes que la conducta antisocial (1989), Slapak, S. Cervone, N (1997), Grego, B. (1998).
confiera sus beneficios. Guex (1970), sostienen que la angustia del abandono y
la inseguridad afectiva nacen de la privación inicial de
Palabras clave amor y cuidado. Las circunstancias traumáticas que pri-
Conducta antisocial Potenciales psíquicos varon al niño de seguridad afectiva se produjeron du-
rante los primeros años cuando su desarrollo estaba
ABSTRACT aún por cumplirse y por lo tanto, la adquisición del sen-
ANTISOCIAL BEHAVIOR, DISSOCIATION, FALSE timiento de autovaloración no se había producido. No se
SELF AND CHARACTER trata de un sentimiento de valor que se perdió sino que
Shows the findings of several related projects UBACyT. nunca se adquirió. David (1979), enriqueciendo éste
conducted at the Institute for Psychological Research. planteo, describe la vulnerabilidad subjetiva, marginali-
Psychology Faculty. UBA. P07 especially the last dad económica del grupo familiar y social del niño y/o
project, “Antisocial Disorder in Young People and Adults adolescente como factores que favorecen el desarrollo
in Conflict with the Law, Potential Mental Health and de conductas antisociales. Para Celener, G. (1998), las
Mental Capacity for Change.” All the projects show cer- fallas tempranas son uno de los predictores del delito
tain characteristics of subjects studied youth and adult violento en la vida adulta, que afectan el desarrollo del
inmates in two national penitentiaries. It was mostly a pensamiento como proceso secundario, el cual permite
profile of traits related to a dissociation ego. We studied la simbolización, como también la percepción de un
a group of variables to determine the capacity and the proyecto de vida. Los psicoanalistas ampliaron tempra-
chances of social reintegration. P07research included namente sus preocupaciones a otras patologías que no
semi-structured interviews, assessment of the test tree fueran las neurosis o las psicosis e incluyeron patolo-
(Koch, 1952) and Drawing the Human Figure (Koppitz, gías de carácter fronterizas que incluye la delincuencia
1968, DFH). The sample was compared with people por sus características yoicas. En 1916, Freud había
without conflicts with the law (PC) of equal educational descrito ciertos actos de preadolescentes y adolescen-
and socio economic status. The psychological and so- tes, tales como el robo, las estafas, los incendios inten-
cionales, entre otros, realizados por individuos que fi-

Psicología Clínica y Psicopatología 187


nalmente lograron posteriormente una adaptación so- Esta representa una deformación de la estructura yoica
cial. Describía una patología neurótica, como surge en que mantiene su integración, en estado siempre de ten-
Raskólnikov, el protagonista de Crimen y castigo en la sión, angustia, compulsión y recelo entre otras. Consti-
obra de Dostoyevski. En esta obra, citado como «El me- tuye una formación patológica en la que se ha perdido
jor conocedor del alma humana de todos los tiempos» la esperanza de recuperar lo perdido (referida a recupe-
por el prestigioso escritor austriaco Stefan Zweig, dice rar etapas infantiles de contención, seguridad y afec-
que Dostoievski emplea juegos de palabras especial- tos). Resulta así una organización defensiva temprana
mente con la polisemia. En el texto original en ruso, se de la personalidad que deviene en Falso Self protector.
puede apreciar el doble sentido en los nombres de los El Yo permanece organizado y oculta una fuerte diso-
personajes principales, que no pueden apreciarse en ciación interna, con aislamiento afectivo, incapacidad
las traducciones: Rodion Romanovich Raskolnikov: ras- de establecer vínculos estables, un fuerte sentimiento
kol en Ruso quiere decir “Escisión”. En este tipo de ca- de vacío. De acuerdo con Winnicott, D. en Pérdida y Re-
sos las personas están sufriendo un opresivo senti- cuperación del Sentimiento de culpa. (1958, Pág. 32):
miento de culpa, descono-ciendo su origen, y después “El beneficio secundario de la conducta antisocial es
de haber cometido una fechoría esa opresión se mitiga. muy alto, por lo que es difícil su cambio”. Resulta así
una organización defensiva temprana de la personali-
Marco Teórico dad que deviene en un Falso Self protector que tiene
En 1947, Winnicott propone como antecedente de la de- como característica más importante la defensa del ver-
lincuencia a la Tendencia Antisocial (TA), un estado que dadero Self, para evitar angustias o vivencias doloro-
se originaría en la infancia, con manifestaciones de sas.. El Yo permanece organizado y oculta una fuerte
conductas agresivas tempranas, rebeldías extremas, disociación interna, con aislamiento afectivo, incapaci-
fugas del hogar, robo, etc. Una característica muy im- dad de establecer vínculos estables y un fuerte senti-
portante de la conducta antisocial es que carece de miento de vacío. Así como los síntomas en las neurosis
sentimiento de culpa, esta ausencia de culpa ya estaba se caracterizan por contener el conflicto, en la conduc-
presente en la descripción realizada por Freud en el ta antisocial, se procura objetivar y exteriorizar los ele-
prologo del libro de Aichhorn (1925) Juventud descarria- mentos extraños, no reconocidos como propios. Este
da. En este prologo se advierte un cambio importante punto es de suma importancia como alternativa tera-
en Freud, porque esta describiendo patologías no neu- péutica, en cuanto a la dificultad de interiorizar sus ele-
róticas, consistente en que se ha perdido la capacidad mentos para los tratamientos terapéuticos que lleven a
para sentir culpa y por ende el acto delictivo no resulta- la reinserción de los internos en la sociedad.
ría efecto de la necesidad de castigo del súper yo. La TA
es una conducta defensiva que Winnicott incluye en los Sobre la investigación
trastornos del carácter, debido a su origen temprano, Las conclusiones aquí mostradas se apoyan en los da-
cuando el yo esta en formación que surge como reac- tos obtenidos en las investigaciones UBACyT, AP 011-
ción a una deprivación temprana, constitutiva en un mo- (2001-3), AP 612- (2003-4), AP 07,(2008-10)
mento del desarrollo, deprivación del medio familiar y a presentadas en las IX, XI y XVI Jornadas de Investiga-
la postre social. Los antecedentes infantiles de la TA, ciones. De las entrevistas se analizo la composición fa-
son la conducta violenta, agresividad, robo infantil, de- miliar, la escolaridad, los grupos de pares en la adoles-
safíos tempranos, fugas, conducta que al prolongarse cencia, la vida laboral y los proyectos de vida. El prome-
en el tiempo, sobre todo por falta de contención y pre- dio de sujetos entrevistados fue de 100 y la población
ocupación de los adultos puede concluir fácilmente en común 80 personas, seleccionadas con escolaridad pri-
conductas antisociales descriptas por el DSM. Una vez maria o secundaria incompleta y que realizaran trabajos
en esta, obtenido el beneficio secundario con el robo o que no fueran de alta complejidad, ya que estos fueron
el goce de la pulsión agresiva, el camino inverso es ca- los datos conseguidos en las entrevistas del proyecto
si imposible. “La TA. se describe con el fin y búsqueda AP. 011 (2003) y P07 (2010). Se administraron entrevis-
de una buena experiencia que se ha perdido, en conjun- tas semidirigidas a 111 internos, (en adelante PI) de dos
to con el papel que se le otorga a un ambiente estable penales de la Provincia de Buenos Aires, para conocer:
que soporte la tensión resultante del acto violento pro- “la presencia de proyectos de vida ajustado a criterio de
vocado por la perdida, su característica principal es la realidad, el entorno familiar actual favorable o no, la his-
escisión del yo” (Winnicott 1958). La clasificación del toria familiar y delictiva. Se aplicaron dos tests: el Árbol
DSM IV contempla dos formas de la conducta antisocial y del DFH, para evaluar variables[i] o características
para los adultos y uno para la niñez y la adolescencia. acerca del -control de la impulsividad, -de las tenden-
La TA seria semejante al trastorno disocial, que forma cias agresivas y -fortalezas yoicas para el control de las
parte de los trastornos de Déficit de Atención y Compor- adicciones.
tamiento perturbador; estos se clasifican como trastor- Se propone que las capacidades de inserción social
nos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia. de los internos dependen en gran parte de que se al-
Uno de los criterios para el Trastorno Antisocial de la cance un cambio psíquico, relacionado con 1-la posibi-
personalidad es que debe haber pruebas de un trastor- lidad de encontrar contención y aceptación del contex-
no disocial de comienzo previo a los 15 años. De acuer- to familiar, 2-una menor dependencia a los usos de
do a nuestro criterio, el Trastorno Antisocial, seria una drogas y 3-un mejor autoconocimiento en cuanto a su-
forma más evolucionada de la T A. que incluye una de- jeto de su historia.
formación de la personalidad como rasgo de carácter.

188 Psicología Clínica y Psicopatología


Resultados obtenidos, reflexiones, conclusiones. delictivos. En nuestro medio no están mayoritariamente
Se evaluaron los datos psicosociales y los indicadores garantizando los factores sociales imprescindibles para
de los tests. (4), se contrastaron entre si en PI. En am- el desarrollo mas sano del sujeto humano. Con el bene-
bas muestras la población de PI, (N: 111) y con la mues- ficio secundario a través del robo y la droga y en común
tra de PC. (N: 80) para descubrir la presencia de rela- los intereses, los adolescentes antisociales se unen for-
ción entre los tests y las entrevistas. No se encontró re- mando una “pandilla” que reemplaza a la familia que ha
lación importante en PI. en: la edad, el estado civil, la te- fracasado en brindar protección y posibilidad madurati-
nencia de hijos, la escolaridad, el consumo de drogas. va; estos grupos poseen una organización cuyas nor-
1-En estado civil el porcentaje más altos es para los sol- mas o reglas le dan identidad, evitan el caos interno
tero con el 58 %, concubinato 35%, casado 4%, separa- consecuencia de la disociación (Winnicott 1991) en la
do 3%. 2- los estudios alcanzados, el 30% tiene prima- integración yoica, Estos grupos son una familia nueva y
ria incompleta, el 57% primaria completa, 11% secun- diferente. Posibilita la huida evitativa de cualquier sínto-
dario incompleto. 3-Se encontró una relación entre la ma como la angustia, la preocupación, la culpa. Esta
edad y el consumo de drogas: entre los 21 años y 27 nueva familia pasa a ser el grupito de amigos que van a
años el consumo de drogas es del 59%, entre los 18-19 transmitirse entre si, los nuevos ideales y brinda a los
años el 6,5 % y entre los 27- 43 años el 34,8%. 4- el 51% integrantes la tranquilidad de tener ideales compartidos
del total, declararon consumo de drogas; 5-La reinci- y el hecho de no ser cuestionado por sus acciones; asi-
dencia entre consumidores y no consumidores de dro- mismo tienen la tranquilidad de que la droga siempre
ga era casi parejo, del 50%, c/uno. En cuanto a la histo- les será provista. Según Quiroga y Cryan, (2003/4), “En
ria familiar, la mayor ausencia es el padre por distintos cuanto a realizar un tratamiento psicológico, estas per-
motivos. El ingreso al consumo de drogas se inicio en- sonas tienen dificultades técnicas y metodológicas para
tre los 12 y los 14 años, con fuerte adhesión a grupos su abordaje, dado que se caracterizan por desconexión
delictivos y violentos tempranos. El test del Árbol dife- afectiva y cognitiva y conductas amenazantes de odio y
renció significativamente a PC de PI. en las variables de descalificación del otro combinadas con estados de va-
mecanismos defensivos rígidos, impulsividad, bloqueo, cío mental y desvitalización. Un momento de alto riesgo
autodesvalorización, agresividad?. Estos mecanismos de deserción es el inicio del tratamiento, debido a las di-
defensivos en conjunto componen las características ficultades de estos pacientes y sus familias para esta-
de las patologías más severas. En el DFH las variables blecer vínculos estables, asumir las funciones parenta-
que diferencian significativamente fueron: desvaloriza- les y desconocer las consecuencias futuras de sus con-
ción como estado emocional, (esta puede relacionarse flictos”. Si bien convenimos que desde las políticas gu-
con la situación de encierro), repliegue, rigidez, fuga en bernamentales hay una fuerte responsabilidad por la
la fantasía, compensación, como mecanismo de defen- falta de atencion y por la pobreza, esta patología es un
sa, robo, impulsividad como conducta, estos resultados cuadro que no necesariamente alcanza a todos adoles-
tienen amplias coincidencias con las variables del Ár- centes o jóvenes. Hay un factor familiar que afecta di-
bol, fortificándose de este modo la evaluación. rectamente al niño y al adolescente y que es importan-
te descubrir tempranamente, a través de sus manifesta-
Conclusiones ciones como se muestra en la TA. para realizar inter-
Las características de personalidad y las variables psi- venciones antes de la pubertad y de la adolescencia.
cosociales mostradas explican y fortifican las formula- Después de cierta etapa, hay una justificación de sus
ciones anteriormente realizadas por los autores que es- acciones desde la patología que dice que “la sociedad
tudiaron la conducta antisocial. Es necesario aclarar el me debe algo”, no muy definido, proporcionándole de
significado de la expresión “trastorno del carácter”. Co- este modo el retorno al principio del placer aún a costa
mo lo ha señalado Fenichel (1964), cabe preguntarse si de la vida. Se realiza una transferencia incondicional de
existe algún análisis que no sea un “análisis del carác- las responsabilidades familiares a la sociedad en gene-
ter”. Todos los síntomas son el resultado de actitudes ral, liberando de este modo de algún tipo de resenti-
específicas del yo, que en el análisis aparecen como re- miento o angustias dirigido a su grupo familiar. La pul-
sistencias y que han sido adquiridas durante los conflic- sión agresiva y de muerte domina el escenario frente a
tos infantiles…“Los trastornos del carácter no constitu- la frustración y la castración. Winnicott en 1993 dice
yen una unidad nosológica. Los mecanismos en los que que: “…La sociedad siente que hay una necesidad de
se fundan pueden ser tan diferentes como aquellos en controlar y vengarse de estos ataques…”. La preven-
los que se basan las neurosis sintomáticas”. Creemos el ción no solo ha sido una tarea rechazada, sino también
deterioro descrito involucra a los roles familiares esen- desconfiada por el psicoanálisis y las distintas escuelas
cialmente y al factor social. Al referirse a la función pa- psicológicas. Para los psicólogos que siempre han tra-
terna Winnicott (En Dupart 2005 Págs. 107-109), seña- bajado con “el relato y el después de…”. La tarea tem-
laba su importancia en cuanto la presencia del papel prana con familias, puede ayudar a un mejor pronóstico,
paterno con funciones que serian fundamentales para que debe sumarse a un compromiso de políticas de es-
un desarrollo sano del niño. En la población de PI. vi- tado para un mejor presente y futuro social.
mos que los padres tuvieron muy poca presencia Las
investigaciones realizadas nos permiten comprender
cómo los componentes del proceso del deterioro social-
económico, falta del control sobre el uso de drogas y el
deterioro familiar, tienen efecto sobre los antecedentes

Psicología Clínica y Psicopatología 189


NOTAS Miceli, C. Salguero, M. Sarmiento, A. Varela, O.: (2005) “Adoles-
centes en conflicto con la ley penal. Un estudio en jóvenes deteni-
1-Lics. Mariana Tezón, Griselda Almirón, Karina Pasquale, Gisela
dos”, en Memorias de las “XII Jornadas de Investigación. T. II, p.
Lado, Juan González; Estela Spano, Laura García Domench, Na-
378. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.
talia Arlandi.
Mikulic, I. M. Crespi, M. (2005): “¿Reinserción o inserción social?
2 - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual. Los ítems fueron
Estudio de las redes Sociales de apoyo en liberados condicionales”.
evaluados y corresponden al documento interno realizado para
Memorias de las “XII Jornadas de Investigación. T. II, p. 378. Facul-
desarrollar el proyecto de investigación: Tabla de Ítems y Variables
tad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.
para el test del Árbol: incluye desarrollos de k. koch, E. Hammer y
Buck. Dirección Nacional del Derecho de Autor, Nro 795850 del Pelorosso, A. (2002). “La tendencia antisocial, raíz de la delincuen-
16/10/09. cia”. Publicación electrónica en el seminario: El Pensamiento de D.
W. Winnicott http://www.edupsi.com/winnicott o winnicott@edupsi.
3- El test DFH fue evaluado por el “Complejo de ítems emocionales
com. Clase 13
del DFH. Pautas de evaluación”, documento interno de equipo.
Dirección Nacional del Derecho de Autor: expedientes Nros: 463538, Pelorosso, A . Cor tada, N. (2009). Proyecto UBACyT P07
27 de febrero 2006 y 732912, del 19 febrero 1997. Registro Nacio- (2008/10):”Trastorno antisocial en jóvenes y adultos en conflicto con
nal de la Propiedad Intelectual. la ley, potenciales psíquicos de salud y capacidad para el cambio
psíquico”. Publicación: “Factores de origen internos y externos de
4- Los gráficos y tablas se pueden consultar en la Revista del Ins-
la conducta antisocial en jóvenes y adultos”. Presentado en el I
tituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, Investigacio-
Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en
nes en Psicología. Año 2010.
Psicología. Fac. Psicología. UBA. Memorias To. II,
Pelorosso, A. Cortada, N. Lic. Etchevers, M. (2003). “Conducta
BIBLIOGRAFÍA antisocial en adultos e identificación de fallas y carencias en etapas
tempranas”. Proyecto UBACyT. AP 612. “Entrevistas a población
Agamben, Giorgio (1998): Homo sacer. El poder soberano y la ruda
carcelaria, un análisis cualitativo y cuantitativo”. Presentado en las
vida. Pre-Textos, Barcelona.
XI jornadas de investigación, 2004, Actas de las Jornadas, To. II.
Aichhorn A. (1925). Wayward youth. London: Imago Publishing
Pelorosso, A. Etchevers, M. (2003). Proyecto UBACyT (AP 011,
Company (1951). Juventud descarriada. Martínez de Murguía. Bs.
2001/2003). “El test del Dibujo de la Figura Humana y el test del
As. (1956).
Árbol como descriptores de la Tendencia Antisocial (adultos jóvenes
Barrionuevo, Sarmiento, Varela, Sragowitz & Marques (2004). de entre 18-35 años)”. Publicado Actas de IX Jornadas de Investi-
“Adolescentes, drogas y repetición de actuaciones transgresoras”. gaciones. To 7. Fac. de Psicologia. UBA
En Memorias de las XI Jornadas de Investigaciones. Vol. 2, Págs.
Pelorosso, A. Etchevers, M. (2010). “Potenciales psíquicos de salud
347-349. Fac. de Psicología, U BA.
y capacidad para el cambio psíquico en jóvenes y adultos en con-
Bowlby, J (1964). Los efectos contraproducentes de la privación de flicto con la ley”. Revista del Instituto de Investigaciones de la Fa-
los cuidados maternos. En: Los cuidados maternos y la salud men- cultad de Psicología, Investigaciones en Psicología. Año 15 Nº 3,
tal/ 2a. ed. Bs. Aires: Humanitas, p. 13-78 2010
Celener, G. (1998). “El cuestionario desiderativo. Su utilidad para Quiroga, S., González, M., Pérez Caputo, M. C. & Melicci, J. (2003).
la detección precoz de conductas de riesgo agresivo en los adoles- “Prevención de la deserción a la consulta psicológica. Inclusión de
centes”. Revista del Instituto de Investigaciones de la Fac. de Psi- nuevas técnicas para favorecer la eficacia terapéutica”. Memorias
cología /UBA. Año 3- Nro2. 1998. Pág. 727. de las X Jornadas de Investigación: Bs. As: Fac. Psicología, Págs.
66-68. UBA.
David, P. (1979). “Conflictos en el menor que delinque” y “Factores
psicógenos” en Sociología criminal juvenil. Buenos Aires. De Palma. Quiroga, S., González, M. & Pérez Caputo, M. C. (2004) “Una
aproximación al problema de la adherencia al tratamiento con
Dostoyesky, F. (1866). Crimen y Castigo. Bajada el 7/7/2011 de la
adolescentes vulnerables”. Memorias de las XI Jornadas de Inves-
Web: http://es.wikisource.org/wiki/Crimen_y_castigo.
tigación: “Psicología, sociedad y cultura” Bs. As: Fac. de Psicología,
Duparc F. (2005). “El padre en Winnicott ¿Es suficientemente bue- Págs. 43-44. UBA.
no?” En Bouhsira J. Durieux M-C. Comp.: Winnicott insólito. Nueva
Winnicott C. (1977). “Comunicándonos con los niños”. “BAS W.
Visión. Bs. As.
conference: “Acerca de el cuidado del niño y la familia”, y publicado
Fenichel, O. (1964). Teoría Psicoanalítica de las Neurosis. Paidós. en Social Work To Day, Vol. 8 (26).
Bs. As.
Roudinesco, E. (2003). La Familia en Desorden. Rústica. Fondo de
Freud S. (1925); Prólogo a August Aichhorn; O. Compl. Tomo XIX Cultura Económica.
AE. Bs. As.
Slapak, S. y Cervone, N. (1997). Las situaciones de duelo y las
Freud, S. (1916). “Algunos tipos de carácter dilucidados por el tra- tendencias antisociales en los niños. Contención familiar y social.
bajo psicoanalítico”, en Obras Completas, Tomo XIV. Amorrortu Vº Anuario de Investigaciones, Secretaria de Investigaciones. Fa-
Editores. Bs. As. 1998. Pág. 313. cultad de Psicología. UBA.
Friedlander, K. (1961). Psicoanálisis de la delincuencia juvenil. 3a Winnicott D. W. (1960). “La distorsión del Yo en términos de falso y
ed. Bs. As: Paidós. 422 p. verdadero” Algunos Aspectos Psicológicos de la Delincuencia Ju-
venil”. En: Los procesos de maduración y el ambiente facilitador “.
Gergen, K (1992): El yo saturado, Barcelona, Paidós. (1993).
Guex, (1970). La neurosis de abandono, Buenos Aires, EUdeBA, Winnicott, D. (1958), Perdida y Recuperación del Sentimiento de
Kliksberg, B. (2001). “La pobreza criminal. Crecimiento de la delin- culpa. En Pediatría y Psicoanálisis. (Pág. 32) Bs. As: Paidos
cuencia en América Latina”. En Encrucijadas, Vol. 11, numero 1, Winnicott, D. (1947). “Manejo residencial como tratamiento para niños
Págs. 28-37 difíciles”. “La disociación revelada en una consulta terapéutica”
Lipovetsky, G. (1993). El imperio de lo efímero, Anagrama, Barce- (Punto 29). En Deprivación y Delincuencia. Barcelona: (1991). Laia
lona. Winnicott, Donald (1965). ”Los niños bajo tensión”. “Los niños en la
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. (DSM guerra”. En: El niño y el mundo externo. Bs. As: Hormé, Págs. 75-80
IV, 1995). -Masson, S. A. Barcelona.
Marchiori, H. (1973). “Introducción al estudio psicológico del delin-
cuente”. En Psicología de la conducta delictiva. Bs. As. Pannedille

190 Psicología Clínica y Psicopatología


ESTUDIO EXPLORATORIO DEL TEST PROYECTIVO
DE WARTEGG EN ADULTOS JÓVENES DE LA PROVINCIA
DE ÑUBLE, CHILE
Pino Muñoz, Mónica; Martínez, Soledad
Universidad del Bío Bío. Chile

RESUMEN 1992). WZT evaluates the following personality dimen-


I. Resumen El Wartegg-Zeichentest (WZT) viene consi- sions: self conscience, affectivity, intention and ambi-
derado como un test proyectivo gráfico que permite el tion, super ego, aggressiveness, rationality, sensitivity
emerger de valiosa información referente a la estructu- and, lastly, capacity to engage in positive interpersonal
ra y dinámica de personalidad (Scarpellini, 1992). Nu- relationships. The main question that guides this study
merosos estudiosos, le atribuyen una gran potenciali- is: Are the contents showed by the original validation,
dad diagnóstica y utilidad clínica, además de reconocer and confirmed by other European socio-cultural texts,
empíricamente su confiabilidad y consistencia (Crisi, consistent to local context (Latin-American)? The re-
2007; Buccaro, Rubino y Muzzatti, 2002; Caricchia, sults of this study confirm the initial research question,
D’Angerio y Lonoce, 2000; Roivanen, 2009; Torazza, opening the preliminary possibility of using WZT in the
1993). El WZT permite, a través, de la expresión gráfica local context, in a consistent and valid basis.
la configuración de contenidos específicos; estos conte-
nidos vienen suscitados a partir de los 8 estímulos que Key words
lo conforman y que sustentan su potencial proyectivo Wartegg Test Graphic projective tests Validity Consis-
(Scarpellini, 1992). Evalúa las siguientes dimensiones tency
de personalidad: conciencia de sí, afectividad, intencio-
nalidad y ambición, super yo, agresividad, racionalidad,
sensibilidad y por último la capacidad de establecer re-
laciones interpersonales positivas. La pregunta central 1. Presentación Del Problema
que sustenta y guía este estudio es la siguiente: ¿los El Wartegg-Zeichentest (WZT) viene considerado co-
contenidos evidenciados en la validación original y co- mo un test proyectivo gráfico que permite el emerger de
rroborada en otros contextos socioculturales europeos valiosa información referente a la estructura y dinámica
son consistentes en ámbito local (latinoamericano)? de personalidad (Scarpellini, 1992). En efecto, numero-
Los resultados del estudio nos confirman la pregunta sos estudiosos, le atribuyen una gran potencialidad
inicial de la investigación, abriéndonos inicialmente la diagnóstica y utilidad clínica, además de reconocer em-
posibilidad de utilizar el WZT en ámbito local, de modo píricamente su confiabilidad y consistencia (Crisi, 2007;
consistente y válido. Buccaro, Rubino y Muzzatti, 2002; Caricchia, D’Angerio
y Lonoce, 2000; Roivanen, 2009; Torazza, 1993).
Palabras clave El WZT se caracteriza por ser un test de personalidad
Test Wartegg Instrumentos proyectivos gráficos Validez ampliamente valorado y utilizado en ámbito internacio-
Consistencia nal (Crisi, 2009; Pfeiffer, 1984; Torazza, 1993) no sólo
por su potencialidad diagnóstica, sino también por la fa-
ABSTRACT cilidad y rapidez de administración. Tomando en consi-
EXPLORATORY STUDY OF WARTEGG PROJECTIVE deración las ventajas y potencialidades atribuidas a es-
TEST IN ADULTS AND YOUNGSTERS OF ÑUBLE te instrumento, cobra sentido plantearnos la posibilidad
AREA, CHILE de utilizar el WZT en ámbito local, para lo cual se propo-
I. Abstract The Wartegg-Zeichentest (WZT) test is con- ne realizar un primer estudio exploratorio de su consis-
sidered as a graphic projective test that allows knowing tencia a nivel local.
valuable information about personality structure and dy- El WZT se constituye como un instrumento proyectivo
namics (Scarpellini, 1992). Several scholars attribute to que permite, a través, de la expresión gráfica la configu-
it a big potential for diagnosis and a great clinical useful- ración de contenidos específicos; estos contenidos vie-
ness. Its reliability and consistency are also empirically nen suscitados a partir de los 8 estímulos que lo confor-
recognized (Crisi, 2007; Buccaro, Rubino y Muzzatti, man y que sustentan su potencial proyectivo (Scarpelli-
2002; Caricchia, D’Angerio y Lonoce, 2000; Roivanen, ni, 1992). A partir de la información antes señalada, sur-
2009; Torazza, 1993). The WZT brings trough graphic ge la pregunta central que sustenta y guía este estudio:
expression, the configuration of specific contents; these ¿los contenidos evidenciados en la validación original y
contents emanate from the 8 stimuli that conform it and corroborada en otros contextos socioculturales euro-
that are the source of its projective potential (Scarpellini, peos[1] son consistentes en ámbito local?

Psicología Clínica y Psicopatología 191


2. Justificación nueva y más completa versión de su Zeichentest (War-
Estudiar este instrumento constituye una posibilidad va- tegg 1972, 1990). Versión, en la cual aparecen valiosas
liosa de enriquecer la práctica psicodiagnóstica y clíni- retroalimentaciones de autores nacionales e internacio-
ca, con aportes que permitan progresivamente la imple- nales, pues el trabajo de Wartegg desde sus orígenes
mentación del WZT en la realidad local. Así también, se caracterizó por amplia difusión y por despertar un
constituye una contribución desde la perspectiva teóri- fuerte interés en ámbito psiquiátrico y psicológico. Inte-
ca y práctica, pues este instrumento si bien presenta rés, por la consistencia interna demostrada por el ins-
una amplia utilización en contexto internacional, espe- trumento y por la precisión diagnóstica que lo caracteri-
cialmente europeo, evidencia menos uso y desconoci- zó tempranamente (Scarpellini, 1992; Wartegg, 1990).
miento en ámbito latinoamericano y específicamente en No obstante, a estas potencialidades su difusión y ma-
Chile, por lo que su estudio adquiere gran relevancia. sificación se mantienen discretas[5] si lo comparamos
Finalmente es posible considerar en la actualidad, su con otros instrumentos proyectivos contemporáneos en
masiva utilización en ámbito laboral, como instrumento aparición y similares en confiabilidad, tales como el Test
de selección de personal (Crisi, 2009; Ravecca, 2003). de Rorschach[6].

3. Objetivos General y Específicos 5. Elementos centrales del Instrumento


El Objetivo General de esta investigación consiste en la Estímulos del WZT
exploración de validez de contenido y consistencia del Los estímulos que componen el WZT se caracterizan
WZT en población de adultos jóvenes de la Provincia de por ser pobres, ambiguos y no estructurados, aspectos
Ñuble. característicos del material proyectivo. Específicamente
Objetivos Específicos el WZT está compuesto por ocho estímulos, los cuales
Recopilar la serie normativa de las representaciones se encuentran enmarcados en recuadros negros de
del WZT en contexto local. cuatro centímetros cada uno, dispuestos uno junto al
Evaluar la expresión de características cualitativas del otro, formando dos filas en un solo protocolo (Scarpelli-
WZT en ámbito provincial. ni, 1992, Wartegg, 1972, 1990). Resulta interesante su-
Confrontar la serie normativa evidenciada en el contex- brayar que el autor retiene que todos los tentativos lle-
to de origen del instrumento, con la normativa emanada vados a cabo en vista a cambiar las cualidades, el nú-
de la realidad local de la provincia de Ñuble. mero de los estímulos, la ubicación en el espacio y la
Comprobar la consistencia interna del instrumento. disposición en el protocolo han resultado ineficaces, ya
que la fuerza arquetípica de los estímulos no se ha vis-
4. Marco Teórico to aumentada, por el contrario se ha evidenciado una
Presentación del Wartegg-Zeichentest (WZT) disminución de ésta (Wartegg 1972, Torazza, 1993). En
El Wartegg-Zeichentest (WZT) fue ideado entre los efecto, la elección de los ocho estímulos que componen
años 1934 y 1950 por Ehrig Wartegg[2], quién recibe su el instrumento no ha sido antojadiza o azarosa, sino que
formación disciplinaria en el Instituto de Psicología de se justifica en el conocimiento adquirido en más de 10
Leipzig[3]. Wartegg, desde el inicio de su formación dis- años de investigación y un serio sustento estadístico
ciplinaria se caracteriza por el ímpetu investigativo y la (Wartegg, 1972; Scarpellini, 1992; Torazza, 1993; Crisi,
consonancia teórica con Felix Krueger, rector del Insti- 2007).
tuto de Leipzig en aquel entonces y exponente principal Wartegg (1990) sostiene que cada estímulo presenta
de la “Psicología de la Totalidad” o “Psicología de la cualidades específicas, un contenido simbólico arcaico,
Ganzheit” (Torazza, 1993). una experiencia evocada y una alternativa de persona-
Durante su permanencia en la Escuela de Leipzig, War- lidad. Del análisis de estos elementos se desprenden
tegg ideó un test gráfico de personalidad, denominado las esferas psíquicas o características de personalidad
Zeichentest. Este instrumento fue objeto de numerosas que proyectan los ocho estímulos y que vienen evalua-
revisiones empíricas hasta el punto de alcanzar sólidas das por el instrumento (Wartegg, 1972, 1990; Scarpelli-
bases científicas (Scarpellini, 1992; Wartegg 1972). ni, 1992, Torazza, 1993).
Wartegg (1972; 1990). Descubrió, a través de la aplica- El estímulo 1, está constituido gráficamente por un pun-
ción de su instrumento, la existencia de fuertes relacio- to ubicado en el centro de un cuadro. Evoca la experien-
nes entre la manera de “dar forma”, - entre el modo en cia psíquica del reencuentro consigo mismo, con la pro-
que los sujetos construían un dibujo a partir de un estí- pia identidad, por lo tanto evaluaría la esfera psíquica
mulo inicial[4] - y las características de personalidad de de la configuración del yo, la conciencia de si mismo y
éstos mismos. Por lo que advierte, el gran potencial pro- la identidad. Este cuadro evoca la imagen arquetípica
yectivo y diagnóstico de los estímulos que componen su del inicio, de centro, de “ser lanzado al mundo”[7].
Zeichentest (Bianchi, Crisi y Di Renzo, 1996; Roser, Una pequeña línea ondulada, constituye la característica
1959; Scarpellini, 1992; Torazza, 1993). fundamental del estímulo 2. La esfera psíquica evaluada
Wartegg motivado por sus hallazgos no cesa de indagar en este apartado es la afectividad y la experiencia evoca-
en las cualidades de su test, en las funciones que des- da es aquella de contacto y vínculo. La imagen arquetípi-
pierta y en las formas de interpretación posible; activi- ca característica de este estímulo se relaciona con el ini-
dad que se hace patente en 1953, cuando publica una cio vital, la emoción y la excitación que suscita o amena-

192 Psicología Clínica y Psicopatología


za la vida, y la capacidad de adaptación afectiva. llevadas adelante por el autor, sino también por estudios
El estímulo 3, se encuentra confirmado por una serie de posteriores de otros autores que tenían por finalidad co-
tres líneas paralelas con crecimiento ascendentes. La rroborar la validez y confiabilidad del instrumento (Ro-
imagen arquetípica contenida en este estímulo es la sa- ser, 1959; Scarpellini,1992)
lida, el empuje, la superación, amplitud y profundidad; Estas cualidades pertenecen a tres categorías diferen-
por lo tanto, la experiencia evocada es la intencionali- tes. La primera categoría corresponde a cualidades re-
dad, el esfuerzo individual y la ambición. lacionadas a aspectos de forma, de tamaño y posición
El estímulo 4, está constituido por un pequeño cuadra- de las representaciones, la segunda con cualidades ex-
do negro, cuya imagen arquetípica comporta una reso- presivas y la última categoría se relaciona con cualida-
nancia de amenaza y culpa. Según los hallazgos del au- des relativas al significado o contenido del dibujo (Tora-
tor (Wartegg, 1972) evoca una zona del inconsciente zza, 1993; Crisi, 2007). Por lo tanto, el criterio cualitati-
que alberga la culpa y el miedo. Este cuadro evalúa la vo encerraría no sólo propiedades arquetípicas, sino
esfera psíquica del super yo, el nivel de conciencia y la también proyectivas y gráficas, aspectos considerados
relación paterna. característicos del instrumento.
Dos líneas contrapuestas conforman el estímulo 5 del El análisis de las cualidades consiste en evaluar cada
WZT. La dimensión de personalidad evaluada es la uno de los ocho dibujos del protocolo según las cualida-
agresividad, su orientación interna o externa. La expe- des positivas o negativas propuestas por el autor. Este
riencia evocada por este estímulo es la vitalidad, el con- procedimiento permite obtener una estima cuantitativa
trol volitivo y la reacción ante los obstáculos. La imagen para determinar si la representación ha sido realizada
arquetípica que caracteriza este signo es la oposición en consonancia o no con las cualidades del estímulo
como resistencia. (Scarpellini, 1992). Si la realización es consonante con
Una línea horizontal y una vertical caracterizan al estí- las cualidades de los estímulos se puede retener que el
mulo 6, cuya experiencia evocada es la integración y sujeto manifiesta un desarrollo armónico. De lo contra-
conducción racional. La imagen arquetípica que acom- rio, el autor postula que se evidenciarían dificultades e
paña este cuadro representa la oposición como división inhibiciones en la dimensión de la personalidad evalua-
y la capacidad/necesidad de organización. Este cuadro da (Torazza, 1993; Pfeiffer, 1984 y Crisis, 2007).
evalúa el área psíquica de la racionalidad y dotación in- Serie normativa
telectual. Los contenidos que aparecen en promedio más de una
El estímulo 7 está compuesto por un medio círculo pun- vez entre 100 protocolos, conforman lo que se denomi-
teado, cuyas cualidades principales son la delicadeza, na una serie normativa (Scaprpellini, 1993; Crisi, 2007).
la precisión y la articulación fina. La imagen arquetípica Esta última, se configura como una respuesta definida
evocada es la delicadeza de los sentimientos, manifes- estadísticamente, pues indica las representaciones grá-
tando la dimensión de la sensibilidad y relación con la ficas más comunes (Torazza, 1993).
feminidad y figura materna. En la evaluación de las series normativas, además, se
Por último, el estímulo 8 se encuentra conformado por distingue si las soluciones son adecuadas o no al estí-
un arco, caracterizado por la imagen arquetípica que mulo. Serán adecuadas si concuerdan con las caracte-
evoca el vínculo, armonía y protección. Las cualidades rísticas cualitativas de los estímulos y se les considera-
del estímulo estimulan a cerrar de forma armoniosa y rán como series normativas positivas (N+). Si las res-
circular el signo. La experiencia evocada es la cordiali- puestas son recurrentes pero se alejan de las cualida-
dad, equilibrio y seguridad y evalúa la disposición a es- des de los estímulos, se consideran series normativas
tablecer relaciones personales positivas. negativas (N-) (Scarpellini, 1992).
Dentro de los estudios estadísticos que se han llevado
6. Procedimientos Interpretativos adelante, también se han podido encontrar soluciones
Dentro de los procesos interpretativos del WZT, Warte- normativas patológicas (Np), estas soluciones se carac-
gg (1972, 1990) reconoce la existencia de dos modali- terizan por ser contenidos que no obstante a la frecuen-
dades interpretativas de los resultados del instrumento. cia estadística con la que aparecen se encuentran pre-
Para los fines de este estudio se utilizarán como crite- valentemente en población con alteraciones de tipo
rios interpretativos la serie normativa y el análisis de las neuróticas y psicóticas (Scarpellini, 1992; Torazza,
cualidades contemplado en el análisis formal. 1993; Crisi, 2007).
Del mismo modo se contempla la posibilidad de encon-
Análisis de las cualidades trar soluciones originales (O), que representan una se-
Este análisis comprende las cualidades expresivas y rie de contenidos no elencados en la serie normativa.
gráficas de los estímulos, pues Wartegg (1972) sostiene Estas soluciones se consideran originales positivas
que estos aspectos se encuentran estrechamente rela- (O+) u originales negativas (-) dependiendo si se ajus-
cionados. Avalado en la praxis investigativa, enumera tan o no a las características cualitativas de los estímu-
ocho cualidades con sus correspondientes alternativas los. (Scarpellini, 1992; Torazza, 1993; Crisi, 2007)
para cada uno de los estímulos que componen su ins-
trumento. Este análisis se encuentra sustentado esta- 7. Diseño Metodológico
dísticamente, no sólo por las investigaciones pioneras El presente estudio se enmarca dentro de la metodolo-

Psicología Clínica y Psicopatología 193


gía cuantitativa. Este enfoque metodológico otorga a a cabo estadísticas referentes a la Distribución de Fre-
través de la medición de características y atributos des- cuencias y tendencias de las medidas centrales, espe-
cribir las variables en estudio, enmarcando el trabajo cíficamente se utilizó la media aritmética. Estas estadís-
dentro de parámetros lo más objetivamente posibles[8] ticas se utilizan principalmente para analizar y describir
(Morales, 1990). Además, permite la estructuración co- como se presentan las variables de estudio en esta in-
herente de la investigación y la pesquisa de un patrón vestigación y para evaluar si las características de la
predecible, otorgando la posibilidad de confrontar conti- distribución de la muestra de Ñuble evidencia un anda-
nuamente el modelo con otros estudios, extrapolar la in- miento similar a aquellas del patrón europeo (Clark-
formación y replicar estudios en diferentes escenarios Carter, 2002; Hernández et al, 2006), referente normati-
(Hernández et al, 2006). vo principal del instrumento.
La investigación propuesta en esta tesis se configura de Con el fin dar respuesta al objetivo específico 4, concer-
tipo Exploratorio descriptivo. Exploratorio, porque nos niente a comprobación de la consistencia interna del
encontramos en la profundización de un tópico no estu- WZT, se utilizó el estadístico de Kuder-Richardson (Kr-
diado en ámbito nacional, en efecto no se evidencian 21). Este procedimiento resulta adecuado desde el pun-
estudios previos de esta naturaleza en nuestro contex- to de vista estadístico, ya que es “aplicable cuando los
to y los reportes que encontramos en ámbito continen- reactivos de un instrumento de medición tienen califica-
tal son alusivos únicamente a la utilización del instru- ción binaria o escala de respuesta dicotómica” (Kerlin-
mento, no abarcando de forma alguna la evaluación de ger y Lee, 2002. 595). De los análisis se obtuvo un Ku-
su consistencia en ámbito local (Acquesta, 2007; Ló- der-Richardson igual a 0.77, por lo que podemos consi-
pez, 2007). El tipo de estudio, también se presenta co- derar que el WZT se configura como un instrumento
mo descriptivo, ya que se pretende analizar con la ma- consistente desde el punto de vista estadísitico.
yor precisión posible (Hernández et al, 2006) como se Los resultados denotan la existencia de validez de con-
presentan las series normativas y la expresión cualitati- tenido, ya que la muestra considerada en estudio pre-
va del reactivo en contexto nacional local. senta equivalencia con el patrón europeo, salvo el cua-
La presente investigación evidencia un alcance trans- dro que evalúa la ambición y proyección. En este estí-
versal, ya que las mediciones de las variables en estu- mulo, los participantes del estudio denotan mayores di-
dio se llevaron a cabo en un solo momento del proceso ficultades, que se expresan en cierta dispersión y poca
investigativo (Hernández et al, 2006). capacidad de proyección y ambición.
Por tratarse de un estudio exploratorio, que no cuenta
con estimas previas que permitan la confrontación a ni-
vel nacional y continental, se optó por no avanzar hipó-
tesis que orientasen el estudio y en su lugar se utiliza-
ron los objetivos.
Universo y muestra
El universo contemplado en esta investigación se en-
cuentra conformado por adultos jóvenes de la Provincia
de Ñuble. Por razones de accesibilidad y posibilidad de
pesquisa, se consideró estudiantes universitarios matri-
culados en universidades estatales de la Provincia an-
tes señalada. El universo cuenta con 4.814 estudiantes,
de los cuales 62 % está conformado por mujeres y el
restante 38% por hombres.
Se utilizó un muestreo probabilístico estratificado. El
universo de estudio se dividió en dos estratos referen-
tes al sexo y las muestras se obtuvieron aleatoriamente
de los estratos (Kerlinger y Lee, 2002; Hernández et al,
2006). Se utilizó un muestreo estratificado con el fin de
alcanzar mayores índices de representatividad de la po-
blación (Kerlinger y Lee, 2002).
La muestra equivale al 10% del universo (Hernández et
al, 2006) y se calculó utilizando el programa Stats 2.0
(con un nivel de confianza de 95% y de error de 5%). La
muestra, bajo los parámetros mencionados anterior-
mente quedó conformada por 72 Mujeres y 70 hombres.

8. Análisis de Resultados.
Para dar respuesta a los objetivos específicos 1, 2 y 3,
tendientes a recoger y evaluar la ejecución de las carac-
terísticas cualitativas y normativas, se procedió a llevar

194 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS Caricchia, F., D’Angerio, S. y Lonoce, G. (2000). Il bambino in età
prescolare all’ esame del test di Wartegg. Roma. Babele, anno IV,
[1] Análisis de validez que se han llevado a cabo siempre en ám- número 14.
bito europeo tales como Alemania e Italia (Crisi, 2009; Roser,
1959; Torazza 1993). Clark-Carter, D. (2002). Investigación cuantitativa en Psicología.
Diseño experimental al reporte de investigación. México : Oxford.
[2] Ehrig Wartegg nació en Dresden (Alemania) el 07 de Julio de
1897. Inicialmente sigue la carrera militar, mas luego la abandona Crisi, A. (2009). Nuevo método de interpretación del Test de War-
y se dedica al estudio de Psicología, primeramente como alumno tegg (WZT) en el ámbito clínico y de selección de personal. Psi-
libre en la Universidad de Dresden, para posteriormente incorpo- codiagnosticar. Rosario. Volumen19: 57-70.
rarse como alumno regular en la Universidad de Leipzig (Torazza,
1993). Crisi, A. (2007). Manuale del test di Wartegg. Roma : E. S. Magi.

[3] Fundado por Wilhelm Wundt en 1883 (Leahey, 2005; Torazza, Guba, E. y Lincoln, Y. (1994). Competing Paradigms in Qualitative
1993). Research. Londres : Sage.

[4]El Zeichentest está conformado por estímulos ambiguos, a Hernández, R. (2003). Metodología de la investigación. México:
partir de los cuales viene solicitado a los participantes construir McGraw-Hill.
un dibujo (Crisi, 2007, Wartegg, 1990). Leahey, T. (2005). Historia de la psicología: principales corrientes
[5] Resulta necesario situar la obra de Wartegg dentro de los del pensamiento psicológico. Madrid : Pearson Educación.
eventos históricos y culturales que ocurrieron entre las décadas López, E. (2007). Caracterización del desarrollo psicoafectivo en
de los ’30 y ’50 del siglo pasado en Alemania. Época caracteriza- niños y niñas escolarizados entre 6 y 12 años de edad de estrato
da por el aislamiento cultural y derrotas bélicas, que sin duda socioeconómico bajo de la ciudad de Barranquilla. En Psicología
afectaron una masiva divulgación de la obra de Wartegg. Así desde el Caribe. Universidad del Norte. Nº 19: 110-153, 2007.
también, la difusión de su instrumento viene mermada por la ad-
hesión a la ideología nazi del autor (Torazza, 1993; Scarpellini, Morales, M. (1990). Psicometría aplicada. México : Trillas.
1992). Pfeiffer, W. (1984). Il test a disegno di Wartegg nella diagnosi
[6] El Test de Rorschach viene considerado un instrumento pro- psichiatrica in Contributi originali per l’approfondimento del diag-
yectivo, capaz de revelar la organización básica de la estructura nostico di Wartegg (W.Z.T.). Verona : CISERP.
de personalidad. Fue creado por el suizo Hermann Rorschach y Ravecca, F. (2003). Il processo di selezione del personale in una
se publicó por vez primera en 1921, alcanzando una amplia difu- Forza Armata che cambia: sperimentazione del test Wartegg
sión (Bohm, 1998; Exner, 2007). all’Accademia Navale di Livorno. Paper presented at the Annual
[7] Wartegg utiliza el término geworfensein para expresar la ex- SOPSI Congress, Roma.
periencia de ser “lanzado en el mundo” “proyectado al mundo por Roivanen, E. (2009). A brief history of the Wartegg Drawing test.
el destino” (Torazza, 1993). Gestalt Theory, 31, 1, 55-71.
[8] El presente estudio se sustenta en el paradigma neopositivis- Roser, O. (1959). Reattivo del disegno. Firenze : Ed. O.S.
ta. Este paradigma considera, al igual que el positivismo, que la
realidad es objetiva, por lo tanto independiente al investigador y Scarpellini, C. (1992). Prontuario di Psicodiagnostica. Coscenza:
que se encuentra regida por leyes naturales. Pero, a diferencia Bios.
del Positivismo Comteano argumenta que la realidad nunca es
Torazza, B (1993). Contributi allo studio del Wartegg - Zeichentest
aprehendida totalmente, ya que reconoce que los mecanismos
( WZT ). Roma : Borla.
intelectuales humanos son imperfectos, por lo tanto, la objetividad
se configura como un ideal (Guba y Lincoln, 1994). En efecto, Wartegg, E. (1972). Il reattivo di disegno. Firenze : Ed. O.S.
desde este paradigma se postula que dentro de un proceso inves-
tigativo el objeto de estudio no se aprehende tal como es, sino Wartegg, E. (1990). Reattivo di Disegno di Wartegg. Firenze :
que viene modificado por las operaciones mentales, especialmen- Edizione: O. S.
te la percepción, del investigador (Bunge, 2000).

REFERENCIAS
Acquesta, M. (2007). Evaluación de indicadores de daño psíquico
mediante el uso del Test de Wartegg B.D. Hologramática. Facultad
de Ciencias Sociales UNLZ Año VI, Número 7, V3, pp.3-12, ISSN
1668-5024.
Bianchi, F. y Crisi, A. (1997). La struttura di personalità del soggetto
sordo alla luce dell’indagine psicodiagnostica”. Atti del VII Con-
vegno “Psicopatologia e sordità” dell’Ist. di Ortofonologia di Roma.
Roma : E. S. Magi.
Bianchi, F., Crisi, A. y Di Renzo, M. (1996). Il test di Wartegg nell’età
evolutiva. Un contributo psicodiagnostico allo studio clinico della
balbuzie, della sordità e dei disturbi di apprendimento. Roma : E.S.
Magi.
Bohm, E. (1998). Manual del psicodiagnóstico de Rorschach.
Morata. ISBN 978-84-7112-112-7.
Buccaro, P., Rubino, I. y Muzzatti, B. (2002). Tra la consulenza
individualizzata e le batterie a somministrazione collettiva. Roma.
Babele, n. 20.
Bunge, M. (2000). La investigación científica. México : Siglo XXI
Editores.

Psicología Clínica y Psicopatología 195


ESTRÉS POSTRAUMÁTICO CONTINUO
EN UN ADOLESCENTE ABUSADO
Quiroga, Susana Estela; Grubisich, Griselda
UBACYT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
Este trabajo surge en el ámbito del Programa de Psicolo- Esta exposición se realiza en el marco del Proyecto de
gía Clínica para Adolescentes,-Sede Regional Sur- UBA. Investigación (UBACyT 2008-2010 P049): “Análisis de
En el Programa se asisten adolescentes de 13 a 25 años Proceso y de Resultados de Terapia Grupal Focalizada
y sus familias que llegan a la consulta por derivación de de Corto Plazo para Adolescentes con Conducta Anti-
organismos escolares, municipales, judiciales y hospita- social y Autodestructiva y sus Padres”. En esta ocasión
les de la zona. Los Motivos de Consulta manifiestos más mostraremos la aplicación del dispositivo GTF en un
frecuentes son los llamados “problemas de conducta y material clínico de caso único, Alexis (13 años) que ha
de aprendizaje” detrás de los cuales se encuentran con- padecido reiteradas situaciones traumáticas desde la
ductas de violencia hetero y autodestructivas, adiccio- primera infancia. Asimismo, detallaremos cómo esta
nes, conductas delictivas, abandono parental, intentos modalidad de abordaje, incluye el trabajo mutidiscipli-
de suicidio, abuso físico, emocional y sexual. En esta ex- nario e intersectorial en la derivación y seguimiento del
posición se muestra la tarea clínico-asistencial a través adolescente y su familia. El adolescente y su madre
de la aplicación del dispositivo GTF. Se presenta el caso completaron las sesiones del GTF para adolescentes y
clínico de un adolescente temprano que fue abusado GTFP para padres. La calidad del vínculo padres-hijos
sexualmente y que ha padecido reiteradas situaciones en la adolescencia ha sido poco estudiada en las pobla-
traumáticas desde la primera infancia. Asimismo, se de- ciones de alto riesgo psicosocial. En ellas, los adultos
talla el trabajo intersectorial y mutidisciplinario en la deri- responsables de la crianza, presentan características
vación y seguimiento del adolescente y su familia. psicopatológicas que llevan a la asunción deficitaria de
los roles parentales (Quiroga, González, Pérez Caputo,
Palabras clave 2003, 2004). Por lo tanto, no pueden brindar el sostén
Abuso sexual Psicopatología parental intrapsíquico e intersubjetivo necesario para el proceso
de desprendimiento que conduce desde la infancia,
ABSTRACT hasta el ingreso en la adultez. Se ha observado tam-
POST-TRAUMATIC STRESS IN CONTINUOUS ABUSED bién, que la desorganización familiar presenta un entra-
ADOLESCENT mado vincular específico que obstaculiza la salida exo-
Abstract: This research has been carried out in the gámica. En particular, como sostiene Quiroga (1998)
framework of the Clinical Psychology Programme for que…”el predominio de conflictos de índole narcisista
Adolescents, Southern Branch, University of Buenos en los padres, promueve en los hijos una posición ma-
Aires (UBA). Adolescents aged 13 to 25, together with soquista del yo, que favorece la presencia de conductas
their families, all of whom are referred to consultation by autodestructivas durante la adolescencia”. En el si-
schools, local governments, judicial organisms and lo- guiente apartado describiremos las características y
cal hospitals, are treated within this Programme. The objetivos de los Grupos GTF y GTFP.
most frequent Reasons for Consultation are the so-
called “behavioural and learning problems”, which en- Grupo de Terapia Focalizada con Adolescentes-
compass self-destructive and hetero-destructive violent GTF
behaviour; addictions; criminal behaviour; parental ne- Esta técnica de abordaje se implementó a partir del alto
glect; suicidal attempts; physical, emotional and sexual riesgo de deserción que se presenta en el inicio del tra-
abuse. In this work, the clinical and welfare task is tamiento. El GTF es un dispositivo de diagnóstico y tra-
shown by using the FGT device. The clinical case of an tamiento con orientación psicodinámica que funciona
early adolescent, who has been sexually abused and como grupo cerrado y patologías heterogéneas, con ex-
who has gone through reiterative traumatic situations clusión de organizaciones delirantes. Se incluyen ado-
since his early childhood, is presented. Furthermore, lescentes pertenecientes a la misma franja etaria, con
the intersectorial and multidisciplinary work done in the una estructura psíquica propia de esta etapa y similar
referral and follow-up of the adolescent and his family is nivel educativo. Además, se administran cuestionarios
recorded in full detail. Key words: Adolescence - Sexual pre-post test para evaluar cambio psíquico. El proceso
Abuse - Parental Psychopathology - se completa en diez (10) sesiones, con la frecuencia de
una sesión semanal y una hora y media de duración. La
Key words primera y la novena sesión es multifamiliar. Con los
Sexual abuse Parental psychopathology adolescentes, entre la segunda y octava se trabajan los

196 Psicología Clínica y Psicopatología


siguientes objetivos específicos: a) describir y compren- dual se van agrupando en el dispositivo GTF, donde se
der el motivo de consulta, b) esclarecer los patrones de detectan otras problemáticas que no fueron explicitadas
interacción en el funcionamiento grupal, c) explicar las en el Motivo de Consulta. Estas dificultades están rela-
dificultades del grupo para respetar el encuadre, d) de- cionadas con situaciones de índole biopsicosocial. En
tectar la adaptación a este encuadre e) evitar la trans- todos los casos nuestro equipo establece una comuni-
gresión a los límites, f) describir y comprender la com- cación directa con los distintos actores mencionados.
posición familiar, g) trabajar las manifestaciones sinto- Para tal fin, hemos implementado múltiples recursos: a)
máticas del adolescente en relación con los vínculos fa- realización de reuniones intersectoriales, b) talleres de
miliares, h) detectar el grado de funcionamiento psíqui- capacitación, c) entrevistas con jueces y con profesio-
co. En la décima sesión se realiza una entrevista de nales de la salud, d) confección de instrumentos que ar-
evaluación con cada adolescente y su familia. Si se lo- ticulan la comunicación entre los diversos sectores, (por
graron los objetivos esperados ingresan a un Grupo de ej. ficha de derivación y certificados de concurrencia, in-
Terapia de Largo Plazo (GTLP). formes a los jueces y orientadores educacionales), e)
socialización de la información, mediante la creación de
Grupos de Terapia Focalizada para Padres una red de correo electrónico. Este intercambio multi-
Los GTFP funcionan de manera paralela y simultánea disciplinario e intersectorial apunta a crear y ampliar las
con los GTF. La conformación de los mismos, se efec- redes comunitarias de contención. Desde un punto de
túa de acuerdo con el diagnóstico de sus hijos y se rea- vista psicoanalítico, Quiroga y Cryan (2010) sostienen
liza una evaluación diagnóstica del padre que acompa- que la conformación de estas redes sociales funciona
ña al adolescente. El diagnóstico estructural de los como una envoltura psíquica (Houzel, 1987) que al mo-
adultos ha permitido detectar trastornos severos de la do de un “yo piel” (Anzieu, 1974) protege y contiene las
personalidad, tales como conductas antisociales, de- fallas en la constitución psíquica y la exposición a situa-
presiones significativas, adicciones, y organizaciones ciones potencialmente traumáticas. Hasta aquí expusi-
psicóticas. El conocimiento del diagnóstico parental re- mos nuestra modalidad de abordaje psicoterapéutico y
sulta importante para la puntualización de las interven- relatamos sucintamente los motivos que nos llevaron a
ciones terapéuticas que favorezcan la comprensión de estas innovaciones técnicas. Antes de abordar el mate-
las consecuencias traumáticas que sus acciones produ- rial clínico, haremos una breve referencia al marco con-
jeron y producen en la constitución subjetiva de sus hi- ceptual que sustenta nuestra práctica.
jos. Los objetivos específicos para GTFP son: a) descri-
bir y comprender el motivo de consulta o “conciencia de 1- Concepto de Adolescencia
enfermedad” de sus hijos, b) describir y comprender la En la adolescencia, la aparición de un nuevo elemento
composición familiar actual, c) trabajar la implicancia de evolutivo, la pulsión genital, impone al yo un desafío que
los padres en la problemática de sus hijos, d) establecer exigirá transformaciones psíquicas. Desde este punto
algún tipo de conexión entre la trama vincular familiar y vista la adolescencia implica un nuevo pasaje en la
la problemática del adolescente, e) detectar el desem- constitución de la subjetividad. El concepto de adoles-
peño de roles en la historia familiar, f) comprender el cencia con el que trabajamos es el propuesto por Quiro-
funcionamiento grupal en la transferencia y en la histo- ga (1998, pág 16) “El proceso adolescente es esencial-
ria familiar que incluye la variable transgeneracional, g) mente un proceso de cambio y, por tal razón, de transi-
detectar modos de vinculación familia-medio circundan- ción. Tanto para el adolescente como para su familia, es
te que comprende la familia extensa, la escuela y el tra- el momento de la vida en que se presentan más proble-
bajo, h) trabajar la relación del síntoma del hijo dentro mas nuevos y con menos tiempo para resolverlos que
de la dinámica familiar. El tratamiento en forma paralela en cualquier otro período anterior de su vida. Su apa-
con los adolescentes y con sus padres permite abordar riencia adulta le requiere que actúe como tal, cuando
el “aquí y ahora” que motiva la consulta, en correlación aun no tiene recursos psíquicos para hacerlo.” Por lo
con la dimensión transgeneracional. Desde esta dimen- tanto, el advenimiento de una configuración psíquica
sión lo que se transmite de una generación a otra son saludable en el hijo, al finalizar la adolescencia, depen-
vivencias traumáticas que han permanecido sin elabo- derá de la capacidad de los padres para sostener afec-
rar, como duelos patológicos o/y secretos familiares tivamente el proceso de separación inherente a este
que irrumpen en el psiquismo en generaciones poste- momento vital y la elaboración del duelo concomitante a
riores sin posibilidad de elaboración (Granjon 1990, ella. La relación entre los procesos de duelo y el desa-
Kàes, 1996) rrollo de trastornos severos de la personalidad es enfa-
tizada por Steele; Siever (2010) que sostienen que las
El Grupo de Terapia Focalizada como dispositivo madres con personalidad borderline, presentan duelos
propiciador de la creación y ampliación de Redes no elaborados como consecuencia de situaciones trau-
Sociales máticas preexistentes.
En un alto porcentaje (90%) de las consultas, los ado-
lescentes, llegan derivados por otras instituciones: mu- 2- Concepto de trauma
nicipales, judiciales, educativas y ONGs entre otras. Las fallas en el desempeño de la función parental expo-
Aunque los adolescentes son derivados en forma indivi- nen al niño y al adolescente a situaciones traumáticas.

Psicología Clínica y Psicopatología 197


Freud (1910a[1909]) nos advierte que la situación trau- abuso, el padre decidió “devolverlo” a la madre.
mática no está determinada por una única vivencia de
displacer, sino que confluyen en ella, reiterados trau- Motivo de consulta
mas psíquicos que Khan (1963) denomina trauma acu- Alexis concurre a la entrevista de admisión, acompaña-
mulativo almacenados silenciosamente como conse- do por su madre. El motivo de consulta es abuso físico,
cuencia de fallas en la función materna. Ferenczi (1933), emocional y sexual por parte de su padre y otros inte-
ubica el trauma como efecto de una “confusión de len- grantes de la familia paterna. Alexis relata que su padre
guas” en la comunicación entre el niño y el adulto. Balint abusó sexualmente de él a los 12 años con la participa-
(1969) llama “falta básica” al desajuste empático entre ción de la nueva pareja que instigaba al padre a conti-
la madre y el niño, que se incorpora a la estructura del nuar con el abuso e inducía a Alexis a tocar el pene a su
Yo. Green (1972) vincula el trauma con un aspecto ne- hijo. “Después yo me hacía popó encima y una vez vino
gativo, como algo que no ocurrió a causa de la falta de con sangre, (después de eso…) Cuando contaba “lo
respuesta materna. Sugiere que en las patologías seve- que me hacía” me trataban de mentiroso.” También co-
ras es más significativo el conflicto entre presencia-au- menta que trata de olvidar lo que pasó pero tiene pesa-
sencia del objeto, que el atributo bueno o malo que es- dillas donde teme hacerle lo mismo a su hermano y que
te posea. Kohut (1971) propone que en los estados trau- su madre lo abandone. Cuando se despierta sobresal-
máticos crónicos (trastornos narcisistas de la personali- tado por las pesadillas, Alexis manifiesta ideas de suici-
dad y trastornos narcisistas de la conducta) el self se dio y/o amenazas de atentar contra la vida de sus fami-
fragmenta como consecuencias de las fallas del medio liares. Le contó a la madre el abuso cuando ella lo ame-
empático. El trauma está determinado por la intensidad nazó con llevarlo nuevamente con el padre. A raíz de
afectiva (déficit o exceso) y no por el contenido. Los mo- ello, la madre se dirigió al organismo municipal, el cual
mentos de mayor vulnerabilidad frente a lo traumático, realizó la derivación a nuestro Servicio. Peritos médicos
son para Kohut, aquellos en los que se adquiere un nue- y psicológicos confirmaron el abuso y efectuaron la de-
vo equilibrio en la organización del self como en la ado- nuncia a la Justicia donde se abrió un expediente con la
lescencia. La protección ejercida por la madre como intención de sancionar al padre. Esto aún no ha ocurri-
resguardo frente al desvalimiento infantil ha sido enfati- do por lo cual Alexis siente que lo están engañando.
zada, también por Anzieu (1998) que expresa: “la pul-
sión de apego de cualquier pequeño a su madre es más Ingreso a Grupo de Terapia Focalizada (GTF)
difícil de satisfacer… y se manifiesta en las angustias in- Alexis concurrió a todas las sesiones del dispositivo
tensas… de falta de objeto soporte y en un desamparo GTF. En la primera sesión cuenta el abuso sexual con
calificado de originario”. cierta exhibición y desestimación del afecto no frecuen-
Desde la perspectiva de las neurociencias, MacLean te en los pacientes abusados. Durante las primeras se-
(1990) ubica el trauma psicológico en la región más pri- siones habla solamente de los abusos padecidos, Rela-
mitiva del cerebro, llamada complejo reptiliano ligada a ta que su papá y su abuela paterna le pegaban, lo obli-
los procesos inconcientes. En él se procesan experien- gaban a robar y a realizar otras conductas aberrantes
cias primarias, no verbales, de aceptación o rechazo. (por ej. besarle el trasero o los pies a su abuela). A ve-
Es responsable de organizar las funciones automáticas ces, su relato es confuso o tiene características de falso
para la supervivencia llamadas homeostasis y por lo self ya que parece repetir discursos de adulto como si
tanto, tales sujetos presentan deficiencias en el sentir y fueran propios. Aunque Alexis establece vínculos con
en el pensar. todos los miembros del grupo GTF y pregunta por ellos
cuando no concurren, también realiza comentarios des-
Presentación del material clínico- Alexis y su Com- calificadores sobre sus compañeros. Le cuesta escu-
posición Familiar char a otros, habla por encima de ellos y establece diá-
Alexis, de 13 años edad, es derivado por el Servicio Lo- logos paralelos. Se enoja cuando algún integrante
cal de Promoción y Protección de los Derechos del Ni- cuenta algo que él “no considera importante” por ejem-
ño. Es el único hijo de la pareja conformada por Ramón plo “si un chico fue violado o eso…” El señalamiento de
(mecánico) de 39 años y Mónica (ama de casa) de 35 este discurso como defensivo hizo que aparecieran
años. Cursa 7mo grado por segunda vez. Desde los 13 otros temas relacionados con problemáticas familiares,
años Alexis está viviendo con su madre Mónica, su pa- de aprendizaje, peleas con pares y su enamoramiento
drastro Alberto y su hermano Guido de 8 años, (hijo de de una joven de 19 años. Dice que viene para “no hacer
ambos) Los tres últimos padecen SIDA. Hasta ese mo- lo mismo” y para que “no le pase a otro chico”. También
mento, residía con su familia paterna en una localidad comenta que: “mirando canal 7, que muestra los Dere-
provincial. El padre es descripto como una persona vio- chos del Niño, yo me di cuenta que lo que hacían con-
lenta que golpeaba a su mujer y a su hijo desde el naci- migo, no estaba bien. Lo miraba todas las noches, pero
miento. Alexis sufrió reiteradas mudanzas, en cada una cuando le decía a mi papá y a mi abuela, me trata-
de ellas, cambió de grupo familiar y de escuela. Acerca ban de mentiroso”. “Yo quería que me llevaran con mi
de la separación de su hijo, Mónica cuenta que el padre mamá”. Alexis reitera sobre este tema aunque no men-
“le sacó al hijo”, a los 5 años, “se lo llevó” a un pueblo y ciona episodios importantes, como que luego de una
no volvió a verlo hasta los 12 años cuando después del pesadilla se levantó y amenazó a los miembros de la fa-

198 Psicología Clínica y Psicopatología


milia con un cuchillo diciendo que los iba a apuñalar y mentación básica en la constitución de su subjetividad.
luego suicidarse. En ese tiempo se negaba a ir al cole- Sin embargo, esta posible inestabilidad de su yo, con-
gio, no quería hacer nada, dormía vestido, no iba a la trasta con un aspecto relativamente organizado cuando
iglesia, y la madre, por “miedo a que la matara”, no le por ejemplo, en lugar de actuar, sueña o tiene pesadi-
decía nada. Consultó con una psiquiatra que diagnosti- llas o cuando logra controlar sus impulsos organizando
có “un brote” y que si pasaba otra vez llamara al 911. sus capacidades cognitivas sobre todo para proteger al
Cuando se le pregunta a Alexis por este acontecimiento objeto. Esta organización de su yo, aunque precaria y
acepta que ocurrió y que cuando tiene ese sentimiento en riesgo, lleva a inferir que algunas figuras de su entor-
se quiere matar. En este momento, además de conti- no han servido de modelos de identificación continen-
nuar el GTF se introducen otras técnicas como entrevis- tes que permitieron instaurar un Superyo relativamente
tas vinculares con su madre, citación al padrastro (que protector que, hasta el momento, inhibe el pasaje al ac-
nunca concurrió) entrevistas con la psiquiatra derivante. to. En este mismo sentido, las pesadillas son un intento
El GTF sirvió para que surgieran otros datos importante frustrado de elaborar el acontecimiento traumático me-
como una hermana de 12 años hija de una pareja pos- diante un mecanismo neurótico. La capacidad para
terior del padre, que también fue abusada por él y de la comprender que el comportamiento de su padre y su
cual Alexis no quiere saber, desestimando así su pen- abuela fue inadecuado, indica que Alexis, por momen-
sar, aunque agrega: “Mi papá capaz tiene veinte hijos, si tos, puede reflexionar acerca de su dolor. Este aspecto
es mujeriego y ladrón…”. “reflexivo” coexiste con posibles conductas impulsivas
(amenazas de suicidio-homicidio-actuación perversa)
Análisis del material clínico que trascienden las esperadas para la adolescencia
En primer término nos referiremos a las características temprana. La figura materna es idealizada en tanto des-
psicopatológicas de ambos padres. A partir de lo relata- miente sus propios pensamientos de cuestionamiento
do por Alexis y su madre, se infiere que el padre presen- hacia la pasividad materna abandonante que no lo res-
ta una organización perversa de la personalidad con cató del padre abusador.
conductas antisociales. La madre presenta, por un lado,
conductas autodestructivas y es pasiva y abandonante Conclusiones
ante la sustracción del hijo. Por otro, muestra intentos El material clínico presentado parece un “caso inverso”
de “engolfamiento” (Mahler,1975) del hijo cuando des- a la patología que presentan aquellos adolescentes que
califica los intentos exogámicos de Alexis. Cuando se le han estado expuestos a sucesos traumáticos, abusos y
preguntó que había hecho para recuperar a su hijo maltratos continuos, que suele ser la desmentalización.
contestó:¿sabés lo que es que te pongan un arma en la Alexis sueña en lugar de actuar, intenta reflexionar so-
cabeza, te persigan y te golpeen?…”. Mónica se victimi- bre lo acontecido, piensa y se conecta con otros, en lu-
za y se muestra desorganizada e incongruente tanto en gar de desarrollar conductas narcisistas y perversas,
la cronología de los sucesos -persiste la fragmentación características de estas familias. Manifiesta el deseo de
del tiempo y el espacio-como en el contenido de sus na- seguir una carrera que lo alejaría de su ambiente prima-
rrativas, que por momentos adquieren un sesgo “deliroi- rio desestructurante. Este aspecto más organizado de
de”. Estas características obligan al terapeuta a con- su yo contrasta con un mecanismo de defensa extremo,
frontar a Mónica con sus contradicciones y pedir mayor como la desestimación del sentir frente a los traumas
clarificación acerca de los hechos narrados (Kernberg, sufridos. En esos casos su relato se torna catártico e in-
1984). En la forma narrativa se observa el uso de mule- vasivo hablando por encima de los otros, o adoptando
tillas (“que esto, que lo otro”, “así que” y “no sé”) con la un rol superyoico que, sin embargo, no resulta rechaza-
intención de establecer nexos que otorguen sentido a la do por sus pares. El trabajo en el GTF sirvió para foca-
profusión catártica de los sucesos traumáticos que na- lizar sobre la necesidad de cambiar la “identidad de
rra y que permanecen fragmentados en su mente. Por abusado”, rol pasivo que él esgrimía como defensa fren-
momentos, la palabra no tiene intención de comunicar, te a una madre abandonante que describe como ideali-
sino que es un “acto” de expulsión, proyectivo, de des- zada. En su pasividad, Alexis se identifica con una ma-
carga, Mónica manifiesta: “yo le digo a Alexis, descarga dre también pasiva frente a los traumas: mujer golpea-
con los psicólogos yo los uso para descargar, acá…” La da, despojada de su hijo, amenazada de muerte, enfer-
psicopatología materna se corresponde con una organi- ma de SIDA. Por otro lado, ejerce el rol activo, cum-
zación limítrofe (borderline) de la personalidad, que pre- pliendo una función de pareja adulta, incestuosa, cui-
senta: alto impacto traumático, pobre control de sus im- dando a la madre cuando “se deja morir” al no tomar los
pulsos predominio de mecanismos de defensa primiti- remedios para el SIDA con el peligro de ser nuevamen-
vos- desmentida y desestima- baja autoestima, deses- te abandonado. El narcisismo mortífero materno impide
peranza y fallas en el proceso de simbolización. Sus re- que Alexis desarrolle el narcisismo saludable que todo
laciones interpersonales son conflictivas, con peleas re- adolescente necesita para separarse de las figuras pa-
currentes y sentimientos de desconfianza. rentales y crecer. El investir con mayor energía psíquica
Esta psicopatología parental condujo a Alexis al padeci- el objeto abandonante lo conduce a una desinvestidura
miento de un estrés postraumático continuo, donde no de las pulsiones de autoconservación de su propio yo,
hay espacio para los duelos y que dio origen a una frag- necesarias por ej. para el aprendizaje. Por lo tanto, el

Psicología Clínica y Psicopatología 199


GTF sirvió para clarificar la necesidad de transformar BIBLIOGRAFÍA
su “identidad de abusado” para profundizar en la identi- Anzieu, D (1998) El Yo-Piel Biblioteca Nueva Madrid.
dad adolescente y crear las condiciones para la salida
Balint, M (1969) La Falta Básica Editorial Paidós.
exogámica.
Ferenczi, S (1933) Confusión de lenguas entre los adultos y el
niño. O.C.Vol IV Espasa-Calpe.
Freud, S (1905d) Tres ensayos de teoría sexual AE VII.
Freud, S (1910a[1909]) Cinco conferencias sobre psicoanálisis AE
XI.
Granjon, E (1990) citado en Garrido, M; Espina, A Terapia familiar
aportaciones: psicoanalíticas y transgeneracionales.
Green, A (1972) De Locuras Privadas. Amorrortu Editores. Buenos
Aires.
Houzel, D (1987) EL concepto de envoltura psíquica. Las envol-
turas psíquicas. Amorrortu Buenos Aires.
Kaës,R (1996) Transmisión de la vida psíquica entre generaciones.
Amorrortu Editores.
Kernberg, O (1987) Trastornos Graves de la personalidad Ed . El
manual moderno.
Khan, M (1963) El concepto de trauma acumulativo. En La Intimi-
dad del sí mismo. Ed. Saltés.
Kohut, H. (1971): Análisis del self. Amorrortu Editores.
MacLean, P. (1990). The triune brain evolution. New York: Plenun
Press.
Mahler, M (1975)El nacimiento psicológico del infante humano.
Marymar.
Quiroga, S (1998) Adolescencia: del goce orgánico al hallazgo de
objeto. Eudeba.
Quiroga, S Cryan G (2010)”Aportes de la Investigación en Psico-
logía Social con impacto en el abordaje de problemáticas de
Salud, Trabajo, Educación o Justicia”. Premio Fac. de Psicología.
Quiroga,S el al (2003) “Prevención de la deserción a la consulta
psicológica. Inclusión de nuevas técnicas para favorecer la efica-
cia terapéutica.” Memorias de la X Jornadas de Investigación.
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. Tomo I pp.
66-68.
Steele H; Siever L (2010) “Una perspectiva desde el apego en el
trastorno límite de la personalidad: avances en las consideraciones
en la relación genes-ambiente.” Revista: Curr Psychiatry Rep
Department of Psychology. New School for Social Research, New
York, USA.

200 Psicología Clínica y Psicopatología


DIFICULTADES EN EL DIAGNÓSTICO Y EN EL TRATAMIENTO
DE PACIENTES QUE CONSUMEN DROGAS
Ressia, Iris Del Valle; Sánchez, María De Los Ángeles; De Gregorio, Martha Elena; Milán, Teresita
Ana
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de San Luis. Argentina

RESUMEN under treatment progress. It is essential to have the


Se exponen las dificultades diagnósticas y de trata- therapist’s capacity to tolerate the attack of the split-off
miento en los pacientes que consumen drogas, plantea- aspects at the service of frustration and despair that
das desde la concepción de las diversas estructuras characterize addiction.
psicopatológicas que subyacen a la adicción. El análisis
del material clínico y su correlación con la historia vital Key words
del paciente permiten comprender acerca del status Clinical Addiction Diagnosis Treatment
que cumple la adicción en la organización de la perso-
nalidad. En algunos casos el consumo de tóxicos está
al servicio del sostén de la identidad, una puesta a prue-
ba de la estructura subjetiva. Frente a las ansiedades Introducción
psicóticas (vivencias de derrumbe o desestructuración) En la clínica con pacientes adictos se nos presentan di-
los efectos de las drogas proveen de experiencias que ficultades diagnósticas respecto de la estructura que
compensan las consecuencias de la escisión, otorgan- subyace a la adicción; así algunos manifiestan un fun-
do momentáneamente la ilusión de sostén de los as- cionamiento psicótico aunque no se presenta una psi-
pectos desintegrados del self, que se manifiestan adop- cosis clínica propiamente dicha. En algunos casos no
tando diversas formas psicopatológicas (actos perver- es posible diferenciar acabadamente si estas experien-
sos, alucinaciones, ideas delirantes, crisis de excitación cias se corresponden estrictamente con los fenómenos
maníaca). El abordaje psicoterapéutico requiere la revi- psicóticos (alucinaciones o pseudoalucinaciones), pero
sión permanente del encuadre y de los dispositivos te- sí que pueden ser consideradas producciones favoreci-
rapéuticos que son necesarios utilizar según la evolu- das por el aspecto psicótico de la personalidad y esti-
ción del tratamiento. Es imprescindible contar con la ca- muladas por los efectos tóxicos del consumo de drogas.
pacidad del terapeuta para tolerar el ataque de los as- Se presentan experiencias autorreferenciales (creerse
pectos escindidos al servicio de la frustración y la des- mirados y que se habla de ellos) que denuncian el me-
esperanza, que caracterizan a la adicción. canismo de la proyección. Las ansiedades e ideas para-
noides se proyectan en diferentes personas y paulatina-
Palabras clave mente llegan a desplegarse en el espacio transferen-
Clínica Adicción Diagnóstico Tratamiento cial, complejizando la tarea terapéutica.
Se destaca la fragilidad de las relaciones con la reali-
ABSTRACT dad, los contactos pobres y narcisistas con los demás y
DIFFICULTIES IN THE DIAGNOSIS AND TREATMENT la dificultad para adaptarse a las exigencias del medio y
OF PATIENTS WHO USE DRUGS la necesidad de depender de otras personas para su
The diagnostic and therapeutic difficulties in patients subsistencia.
who use drugs, raised from the conception of the vari- La desorganización yoica coexistente con la comorbili-
ous psychopathological structures that underlie addic- dad (patología psicótica) requiere un tratamiento inten-
tion are described. The analysis of clinical material and sivo que no se limita solo a la adicción. El abordaje del
its correlation with the patient’s life history allows under- paciente drogadicto es especialmente difícil, porque el
standing about the status the addiction has in the organ- analista tiene que tratar no solamente con un cuadro
ization of personality. In some cases the consumption of determinado, sino que se enfrenta con la combinación
drugs serves the support of the identity, a testing of the de un estado mental y la intoxicación y confusión crea-
subjective structure. Faced with psychotic anxieties (ex- da por la droga (Rosenfeld, D. 1976, p. 58). El predomi-
periences of collapse or destructuring) the effects of nio de la organización narcisista de la personalidad jun-
drugs provide experiences that outweigh the conse- to al uso de las defensas maníacas y la fuerza de las
quences of the split, giving momentarily the illusion of fantasías omnipotentes oponen una fuerte resistencia a
sustaining unintegrated aspects of self, which is adopt- las posibilidades de cura.
ing various psychopathological forms (evil acts, halluci- A partir del análisis e interpretación del material clínico
nations, delusions, manic excitement crisis). The psy- de casos registrados en el Programa “Investigación y
chotherapeutic approach requires ongoing review of the Orientación Psicológica para sujetos que consumen
frame and therapeutic devices that are required to use drogas”, desarrollado en el Centro Interdisciplinario de

Psicología Clínica y Psicopatología 201


Servicios (CIS), dependiente de la Facultad de Ciencias sorioperceptivo producido por la droga y estos aspectos
Humanas de la Universidad Nacional de San Luis, se considerados psicóticos?
reflexiona sobre las dificultades en el diagnóstico y el El problema se plantea cuando se manifiesta un estado
tratamiento con pacientes que consultan por los proble- particular que no adopta una forma psicótica o perversa
mas que acarrea el uso de las drogas. francas. En algunos casos, observamos algunos indi-
En la clínica se observa que subyacen a la adicción di- cios de fragmentación psicótica, problemas muy primiti-
versas estructuras psicopatológicas. El análisis del ma- vos de identificación del self y bloqueo de diferenciación
terial clínico y su relación con la historia vital del pacien- entre lo masculino y lo femenino; además vivencias de
te permiten comprender acerca del status que cumple derrumbe mental, confusión y trastornos de identidad.
la adicción en la organización de la personalidad. Cuando se organiza una adicción en una estructura psi-
cótica se presentan otros problemas; el mundo deliran-
Dificultades Diagnósticas te puede poblar la vida de amenazas, de sospechas, el
Desde nuestro punto de vista no adjudicamos una es- asedio de los fantasmas de despedazamiento corporal,
tructura específica a la drogadicción, ni se tiende a cla- la intensa angustia persecutoria y el afán de calmarla,
sificar a los sujetos adictos en una categoría común so- puede llevar a una intensificación del consumo de dro-
lo por el consumo de una sustancia tóxica. Por el con- gas. En el mismo sentido el tóxico suele ser utilizado co-
trario enfatizamos la diversidad de presentación clínica mo un modo de automedicación, para evitar la irrupción
en la adicción a sustancias. de un goce más mortífero o en todo caso para aplacar-
En las entrevistas diagnósticas con pacientes que con- lo, para escapar de la locura o la muerte. El consumo
sumen fundamentalmente marihuana, ocasionalmente también otorga un lugar de identificación que permite
cocaína, hongos, como son los casos que ilustran el manejar momentáneamente el sentimiento de aniquila-
presente trabajo, surgen una serie de fenómenos psico- ción (Disanto, L. 2000).
patológicos que llevan a interrogar si los mismos son En la adicción la droga sirve para eliminar cualquier es-
consecuencia del consumo, o si bien se corresponden bozo de ansiedad depresiva que es así disociada y eva-
con su estructura de personalidad de base. cuada. El efecto de la droga ayuda a un Yo muy débil a
La experiencia clínica nos permite pensar que sólo la realizar un splitting y eludir así la intolerable ansiedad
evolución de un proceso psicoterapéutico y su continua depresiva, la pena y la culpa ligadas con la misma. Es-
evaluación pueden deslindar los complejos interrogan- te funcionamiento puede volverse crónico para un pa-
tes que se presentan al comienzo de la etapa diagnósti- ciente que no puede ni psicotizarse ni acceder a tolerar
ca. En el avance del tratamiento pueden precipitarse y la ansiedad depresiva y la consiguiente creencia en sus
posteriormente cristalizarse, y hacerse más evidentes, posibilidades de reparación. (Rosenfeld, D. 1976, p.
diversos estados emocionales en relación con aspectos 107).
estructurales de múltiples connotaciones psicopatológi-
cas, en el que la adicción actual precipita la manifesta- La función de la droga para la integración del self
ción sintomática de carácter psicótico, perverso, neuró- La toma de la droga les permite a estos pacientes
tico o cercano a las formaciones borderline, donde la escapar, a veces, de la fragmentación e intentar do-
historia del paciente cumple un factor protagónico. En minar en el exterior aquello que no pueden contro-
algunos casos el rótulo de “ser adicto” antepuesto en lar desde el interior. A través de la droga se logra
cada acto de su vida diaria les sirve para lograr una estabilizar precaria y transitoriamente el estado di-
compensación, cuando no una estabilización, “de la sociativo, como así mismo soportar los sentimien-
fuente de su vivencia alucinatoria o delirante” (Dobón, tos depresivos. La droga resulta un intento ficticio
2000, p. 207). y bizarro de fortalecer la identidad o de armarse
Por otra parte, es necesario precisar que ciertos pa- una pseudoidentidad. La experiencia de la droga-
cientes, como el que se ilustra en las viñetas clínicas, dicción puede asegurar una continuidad de ser y
recurren a la consulta psicológica a los efectos de disi- proveer un enmascaramiento de los aspectos inma-
par inconscientemente aspectos psicóticos, fundamen- duros no desarrollados normalmente del self, ten-
talmente ansiedades intensamente paranoides (asocia- dientes a ocultar una identidad no lograda. Este
dos a episodios de violencia) que en la fantasía del pa- funcionamiento psíquico estaría al servicio de tole-
ciente se atribuyen a los efectos de las drogas, surgien- rar la sensación de no existencia y pérdida de la
do una actitud ambivalente ante la misma. “Mi adicción identidad personal.
fue siempre a la marihuana… estoy preocupado si no La drogadicción puede ser pensada como una lucha
tengo, estoy nervioso, si no tengo me pasa algo mental- contra la angustia catastrófica de separación con el ob-
mente… estoy como disperso”. “No sé, parece que jeto, por lo que recurrir a una sustancia perceptible por
quiero tapar huecos. Esto de fumar me deja sin ener- los sentidos permitiría un cierto nivel de identidad primi-
gías, me siento cansado. También le tengo un poco de tivo, en el que la plenitud de las sensaciones en contac-
miedo a la muerte... Bueno, sufro un poco, mucho diría, to con la sustancia tóxica aporta la satisfacción anhela-
no puedo llegar a ser adulto... Soy bisexual... aparte. Es da. De esta manera el paciente estaría orientado hacia
todo un quilombo lo que me pasa”. un nivel de funcionamiento que le impediría la elabora-
¿Qué tipo de relación se establece entre el mundo sen- ción de las angustias depresivas, de las vivencias de

202 Psicología Clínica y Psicopatología


fragmentación, del estado disociativo. A la ruptura de la cultades para pensar durante la sesión. Debido a esta
fusión con el objeto sobrevienen los pasajes al acto, presión, en muchos casos, el terapeuta puede verse
manifestaciones de una impulsividad no controlada por tentado de derivar el paciente por no poder proseguir
la reflexión, y una necesidad de satisfacción inmediata con el tratamiento debido al creciente sentimiento de
ajena a la noción del tiempo que es, a su vez, típico del impotencia que lo embarga. Otros terapeutas (médicos)
funcionamiento psíquico adicto. se dedican a medicar al paciente porque están inunda-
La necesidad de constituir un soporte externo para el dos por la desesperanza de los drogadictos. En este ca-
self refuerza la creencia del imprescindible aporte de so no decodifican la proyección e inundación de la des-
las sustancias a las que el paciente les otorga la función esperación del paciente y pueden dejar de recibir y tra-
de una prótesis. tar a sujetos drogadictos.
Las rupturas del encuadre y la emergencia de situacio-
El recurso de la perversión como defensa de ansie- nes de urgencia (descompensaciones psicóticas, inten-
dades psicóticas tos de suicidio, hechos violentos), agregan vicisitudes a
“Y lo de mi sexualidad fue desde chico. Recuerdo usar la tarea terapéutica y exigen una amplia accesibilidad y
los vestidos de mi hermana, cuando tenía 3 o 4 años me plasticidad en la posición del terapeuta.
disfrazaba y salía a la calle con zapatos altos... mi ma- Para algunos casos se necesita una internación intensi-
má se asustaba y me guardaba. Yo soy bisexual, puedo va con un tratamiento médico-psiquiátrico para determi-
tener relaciones con las mujeres, tengo hijos... pero pa- nar el componente de las patologías duales o de comor-
ra mí es lo mismo, homo, bisexual... No puedo enamo- bilidad, junto a un tratamiento de equipo interdisciplina-
rarme con alegría y felicidad. Ahora me gustan los hom- rio y la ayuda de acompañantes terapéuticos.
bres. No sé, es un despelote...”. “En mi adolescencia Un paciente después de haber asistido, en otra ciudad,
era muy afeminado, después me estructuré y soy lo que a un festival de música de concurrencia masiva al que
ves ahora”. había viajado con un par de amigos, habiendo regresa-
La concepción construida por el Yo del paciente, princi- do llamó por teléfono al domicilio del terapeuta, entrada
palmente el no reconocimiento de la diferencia de los la noche, en un estado de intensa angustia, desorgani-
sexos, con su consecuente concepción de la bisexuali- zación y confusión mental diciendo: “en la radio están
dad, tiene como misión asegurarle la apariencia de uni- hablando de mí, no sé qué pasa, no entiendo qué dice
dad e integración de su Yo y por otro lado le reafirma su la gente, un satélite está interfiriendo mi radio”.
sentimiento de identidad de “bisexual”, tal como se pre- En la próxima sesión comenta: “Cuando estaba allá me
senta. La escisión en el Yo le permite “sentirse bien” en tomé un alucinógeno, me lo dieron unos chicos, ví caras
las tres situaciones, con una mujer, con un hombre y por todos lados, no recuerdo, me pelee con todo el
con él mismo masturbándose, con quién logra un mayor mundo, había gente de todos lados, me drogué dema-
placer. Esta concepción ideológica de características siado, con marihuana, hubo alcohol, con las chicos me
perversas, puede ser pensada como una estructura ca- porté muy mal, les patee la carpa y le pegué en la cabe-
racterológica defensiva, de un Yo desviado a un Yo psi- za a uno de ellos. Tenía delirios de grandeza, ganas de
cótico, en el cual se presentan con frecuencia actuacio- conseguir merca y no pude. No sé si salí en los diarios,
nes perversas (Rotemberg, 2000). Debido a la impor- pero toda la gente en allá me miraba y aparecí en tele-
tancia que cobra la problemática perversa en pacientes visión”.
que consumen drogas como fachada defensiva, se ha- El estado de desorganización mental que se manifestó
ce necesario estar advertidos y reflexionar sobre este no permitía continuar con el tratamiento psicoterapéuti-
tema para orientar las intervenciones. co ambulatorio sino que requería otro tipo de abordaje.
En la consecución del tratamiento cuando se toma con-
Dificultades en el tratamiento tacto con la extrema necesidad de dependencia y se
El problema que se plantea, reiteradamente, en el trata- profundiza el conocimiento acerca de la vulnerabilidad
miento con estos pacientes, consiste en cómo respon- del self, encubierto tras la intoxicación, se vivencian es-
der ante situaciones acuciantes (falta de dinero, proble- tados emocionales caóticos, terroríficos, que reviven el
mas de vivienda, de salud, legales) ante las cuales pro- desavalimiento y la desesperanza, frente a los que se
vocan un pedido de respuesta instantánea, en términos despliegan intensas ansiedades paranoides que des-
de una solución inmediata y efectiva, para que se les truyen los avances alcanzados.
den soluciones en términos de poder operar cambios El contacto con el grupo familiar, el control de la admi-
concretos de su realidad cotidiana, lo que se acerca nistración de la medicación, requiere de un trabajo en
más a intervenciones de tipo social y desvirtúan la pro- equipo que considere las complejas variantes que inter-
puesta de una psicoterapia psicoanalítica. Se trata de vienen cuando el tratamiento de un paciente extiende
situaciones que llevan al terapeuta a debatirse en cómo los límites de una relación dual. Los efectos de la medi-
dar una respuesta que ayude al paciente en términos cación en la disminución de la productividad de las
emocionales y que a su vez favorezca que el tratamien- ideas delirantes y de los niveles de ansiedad y la excita-
to continúe. ción maníaca, posibilitan la elaboración de los ataques
Estas dificultades constituyen presiones constantes so- destructivos hacia el encuadre y favorecen la recupera-
bre el trabajo de análisis, todo lo cual potencia las difi- ción de un vínculo terapéutico.

Psicología Clínica y Psicopatología 203


Conclusiones BIBLIOGRAFÍA
Las características peculiares de la constitución psíqui- Disanto, Luis, Un cuarto lleno de espejos: Psicosis y toxicomanías,
ca de aquel que llega a establecer una drogadependen- en Donghi, A. Adicciones. Una clínica de la cultura y su malestar,
cia se instalan desde el nacimiento, en un devenir per- Buenos Aires, JVE ediciones, 2000, 233-238.
manente, donde el sujeto ha sufrido un proceso de sub- Dobón, Juan, “La recusación del goce no excusa al sujeto”, en
jetivación específico que determina una fragilidad de la Dongui, A., Vázquez, L., Adicciones. Una clínica de la cultura y su
malestar, Buenos Aires, JVE ediciones, 2000, 205-210.
estructura psíquica subjetiva a la que se agrega el efec-
to iterativo de las sustancias. Frecuentemente, la de- Milán, T. A. “Implicancias teórico clínicas en el abordaje psicote-
pendencia a las drogas se habría constituido, en la ado- rapéutico del paciente adicto a drogas”, Tesis Doctoral, Biblioteca
Antonio Esteban Agüero, Universidad Nacional de San Luis, 2009.
lescencia, asociada a las nociones de inmadurez, de
fragilidad en el sentimiento de identidad y autonomía, Milán, T. A. “La singularidad del paciente adicto y la particularidad
de su tratamiento”, en Trimboli, A. y otros, El padecimiento mental.
de pobreza sublimatoria, de incapacidad para estar en
Entre la Salud y la Enfermedad, AASM, 238-240, 2009.
soledad. Pero con el paso del tiempo la droga habría
potenciado los contenidos delirantes, que al principio Milán, T.A. “Investigación clínica en el ámbito universitario. Estu-
dio de pacientes con consumo de drogas”, Memorias, I Congreso
pueden ser efecto del tóxico, pero que nunca se puede Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología,
precisar inicialmente en un estudio psicodiagnóstico. La XVI Jornadas de Investigación, Tomo I, 76-78, 2009.
desorganización yoica consistente con la comorbilidad Rosenfeld, D. (1976) “El paciente drogadicto: guía clínica y evolu-
(patología psicótica, depresión) requiere un tratamiento ción psicopatológica en el tratamiento psicoanalítico”. En Clínica
intensivo y extensivo que no se limita solo a la adicción. Psicoanalítica. Estudios sobre drogadicción, psicosis y narcisismo,
El predominio de la organización narcisista de la perso- Buenos Aires, Ed. Galerna, p. 107.
nalidad junto con el uso de las defensas maníacas y la Rosenfeld, D. (1992) “Los pacientes drogadictos. Una entrevista
fuerza de las fantasías omnipotentes, oponen una fé- a David Rosenfeld”, Psicoanálisis, Asociación Psicoanalítica de
Buenos Aires, vol XIV, Nº 2, 403.
rrea resistencia a las posibilidades de cura.
El plus del consumo de sustancias produce un despla- Rotemberg, H. “Estructuras psicopatológicas e identidad”, Nueva
zamiento en la comprensión del fenómeno, ya que las Editorial Universitaria, Universidad Nacional de San Luis, 1999.
causas mas profundas se encubren por el dominio de la
adicción. Tal situación dificulta determinar los diagnósti-
cos desde el punto de vista psicopatológico, en las en-
trevistas preliminares, constituyéndose un desafío el
abordaje terapéutico, el cual implicará un proceso que
asista a la búsqueda verdadera del ser del paciente, es
decir, una recomposición de sus posibilidades identifi-
catorias y no en un mero voluntarismo que favorece la
sobreadaptación.
Además al abordaje clínico, de características muy
complejas, se agrega para su comprensión global, las
implicaciones de lo social.
La complejidad del material clínico fundamenta la selec-
ción de un dispositivo terapéutico que pueda cubrir inte-
gralmente las diversas necesidades del paciente (inter-
nación de día, control psiquiátrico, acompañante tera-
péutico, asistencia social, relación con la familia).

204 Psicología Clínica y Psicopatología


ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE ESTRATEGIAS
DE AFRONTAMIENTO EN PACIENTES CON TRASTORNOS
DE ANSIEDAD Y UNA MUESTRA DE CONTROLES
COMUNITARIOS
Rodríguez Biglieri, Ricardo; Colombo, María Cecilia; Rinaldi, Federico Bruno; Vetere, Giselle
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN rewards seeking or emotional release. Then results are


El artículo presenta avances de un proyecto de investiga- analyzed and discussed regarding its implications for
ción UBACyT sobre conductas de afrontamiento y tras- new treatment designs for AD, although results should
tornos de ansiedad (TA). Veinte pacientes con diagnósti- be interpreted with caution due to sample size. Finally,
co de Trastorno de Ansiedad (TA) según criterios DSM we highlight the need for more research on the topic.
IV-TR fueron comparados con un grupo control confor-
mado por 22 sujetos sin TA en medidas de depresión, an- Key words
siedad y mediante un cuestionario de estrategias de Anxiety disorders Coping strategies Cognitive avoidan-
afrontamiento. Los resultados mostraron una mayor ten- ce Acceptance resignation
dencia de los pacientes con TA a emplear estrategias de
Aceptación-Resignación y Evitación Cognitiva en com-
paración con los del GC. Por otro lado, el grupo con TA
también registró una propensión menor a desarrollar ac- Introducción
ciones conductuales tendientes a la resolución proble- Los trastorno de ansiedad (TA) son los cuadros psiquiá-
mas. No se observaron diferencias entre los grupos res- tricos más comunes (Alonso et al., 2002; Demyttenaere
pecto de estrategias de afrontamiento basadas en el et al., 2004). Según la Organización Mundial de la Salud
análisis lógico, la reevaluación positiva, la búsqueda de en la actualidad alrededor de 120 millones de personas
apoyo, gratificaciones alternativas y descarga emocio- en todo el mundo padecen algún trastorno de ansiedad
nal. Si bien los resultados deben tomarse con cautela de- (OMS, 2001) y se calcula que cerca del 25% de la po-
bido al tamaño muestral, se analizan y discuten sus impli- blación mundial experimentará alguno de estos cuadros
cancias respecto del diseño de nuevos tratamientos para durante su vida (Czernik, Almirón, Cuenca, & Mazzaro,
TA. Finalmente, se resalta la necesidad de desarrollar 2005). Estas patologías producen un serio deterioro en
más investigaciones sobre el tema. la calidad de vida de los pacientes, limitando el funcio-
namiento laboral, social y académico (Demyttenaere,
Palabras clave 2006; Rapaport, Clary, Fayyad, & Endicott, 2005).
Trastornos de ansiedad Estrategias de afrontamiento Asimismo, se estima que la tasa de comorbilidad entre
Evitació cognitiva Aceptación y resignación TA y depresión oscila entre el 50 y el 60% (Hirschfeld,
2001; Zimmerman, McDermut, & Mattia, 2000). La pre-
ABSTRACT valencia de vida estimada de cuadros depresivos para
COPING STRATEGIES IN PATIENTS WITH ANXIETY pacientes con TA es de alrededor del 80% (Soares &
DISORDERS: A COMPARATIVE STUDY WITH A Gershon, 2003). Los TA aumentan el riesgo de depre-
COMMUNITY CONTROL SAMPLE sión y habitualmente la preceden, sugiriendo que esta
The paper presents progress of an UBACyT research última sería secundaria al malestar producido por la an-
project about coping behaviors and anxiety disorders siedad (OMS, 2004).
(AD). Twenty patients diagnosed with Anxiety Disorder En el informe sobre salud mental de la Organización
(AD) according to DSM IV-TR criteria were compared Mundial de la Salud (OMS) del 2001 se estableció como
with a control group (CG) consisting of 22 subjects with- prioridad la investigación de los aspectos psicológicos y
out AD in measures of depression, anxiety and a ques- sociales implicados en los trastornos mentales, con la
tionnaire of coping strategies. Results showed a greater finalidad de aumentar el entendimiento sobre los mis-
tendency for AD patients to employ strategies of Accept- mos y desarrollar intervenciones más eficaces.
ance-Resignation and Cognitive Avoidance as com- Varios investigadores se han expresado sobre la nece-
pared to control group. On the other hand, the AD group sidad de analizar las modalidades de afrontamiento en
also showed a lower propensity to develop behavioral grupos de sujetos que se hallan ante estresores especí-
actions tending to solving problems. No differences be- ficos (Carver et al., 1993; Folkman & Lazarus, 1985). En
tween groups were found in coping strategies based on las últimas décadas ha habido un creciente interés en el
logical analysis, positive reappraisal, support seeking, estudio de los procesos de afrontamiento de situacio-

Psicología Clínica y Psicopatología 205


nes traumáticas y estresantes como medio para mejo- Además, estos pacientes registraban altos índices de
rar los tratamientos de diversos trastornos psiquiátricos conductas de afrontamientos evitativas y culpabiliza-
(Vollrath, 2003). ción, y bajos niveles de estrategias orientadas hacia el
Las teorías actuales plantean una perspectiva multidi- problema (Ramage-Morin, 2004; Hino, Takeuchi, & Ya-
mensional sobre las estrategias de afrontamiento. Se manouchi, 2002; Vitaliano et al., 1987).
han elaborado clasificaciones de las diferentes estrate- Vollrath (2003) observó en una muestra de pacientes
gias diferenciado diversos estilos según el mismo sea psiquiátricos que las estrategias activas centradas en la
activo o pasivo, de aproximación al problema o de evita- aproximación al problema predecían una disminución
ción del mismo, y finalmente, según se utilicen mecanis- de los síntomas en pacientes con TA, pero no parecían
mos cognitivos o conductuales para lidiar con el estre- tener efectos sobre los síntomas depresivos; mientras
sor (Endler & Parker, 1990; Mikulic & Crespi, 2008; Mo- que en un estudio similar dicha estrategia no se asoció
os, 1993). significativamente con los síntomas ansiosos ni los de-
Según Lazarus y Folkman (1984), el afrontamiento com- presivos (Hoffart & Martinsen, 1993).
prende todos los comportamientos y pensamientos También se ha registrado una tendencia de los pacien-
destinados a lidiar con las situaciones de estrés y el tes con Trastorno Obsesivo Compulsivo a emplear es-
adecuado manejo de las mismas. Las personas difieren trategias de afrontamiento de tipo evitativas como inten-
en su sensibilidad y vulnerabilidad ante los aconteci- tos de control de pensamiento, autocastigo, distracción
mientos. De allí se desprende que uno de los focos más y preocupación (Rodríguez Biglieri, 2008; Vetere, Porte-
importantes en dicha área de investigación ha sido la la & Rodríguez Biglieri, 2007. Por otro lado se observó
identificación de estrategias que puedan tener un im- la disminución de dichas estrategias tras la administra-
pacto beneficioso en la adaptación y superación del ción de un tratamiento metacognitivo (Rodríguez Biglie-
malestar. ri, 2007). Asimismo, respecto del Trastorno de Ansiedad
Como señalaron Mikulic y Crespi (2008) no existe un Generalizada, algunos hallazgos concordantes han es-
consenso respecto de qué tipo de estrategias resultan tablecido que la preocupación suele utilizarse como
óptimas frente al estrés; recalcando las autoras “la ne- una estrategia de afrontamiento de tipo evitativo (Borko-
cesidad de incrementar el caudal de conocimientos, a vec, Alcaine & Behar, 2004; Vetere & Rodríguez Biglie-
partir de estudios empíricamente rigurosos, acerca de ri, 2005).
la funcionalidad y la eficacia de los procesos de afronta- Dado el gran problema de salud pública que constituyen
miento en el plano de la salud y el bienestar psicológico los TA, y teniendo en cuenta la necesidad de mejorar
de los sujetos” (p. 306). los tratamientos disponibles, es de suma utilidad inves-
La evidencia sugiere que no existirían estrategias fun- tigar las estrategias de afrontamiento presentes en este
cionales o disfuncionales per se, sino que ello depende- grupo. Dicho conocimiento podría, eventualmente, utili-
ría de diversos factores, tales como las características zarse para diseñar intervenciones que estimulen afron-
del sujeto, sus recursos, y el ambiente (Endler & Parker, tamientos adaptativos a la vez que disminuyan los
1990). De esto se desprende que los hallazgos obteni- abiertamente disfuncionales.
dos sobre muestras generales podrían no ser aplica-
bles a personas con distintos cuadros psicopatológicos Metodología
(Vollrath, 2003).
Cabe señalar que existen escasas investigaciones res- Muestra
pecto de las estrategias de afrontamiento empleadas La muestra estuvo conformada por dos grupos inde-
específicamente por pacientes con TA que hayan abor- pendientes, seleccionados intencionalmente. El prime-
dado tanto sus características como su relación con la ro de ellos, denominado grupo ansioso (GA), fue inte-
sintomatología depresiva, muy frecuente en estos cua- grado por 20 pacientes con diagnóstico de Trastorno de
dros (Vollrath, 2003). Los resultados son divergentes Ansiedad (TA) según criterios DSM IV-TR (APA, 2002),
sobre la utilidad de algunas de dichas estrategias (Da- los cuales no presentaban TA debido a enfermedad mé-
vey, Burgess, & Rashes, 1995; Gil & Caspi, 2006; Hino, dica o consumo de sustancia, esquizofrenia u otros
Takeuchi & Yamanouchi, 2002). trastornos psicóticos, bipolaridad o retraso mental.
Hoffart y Martinsen (1993), por su parte, no hallaron La edad media de este grupo fue de 33,42 años (DT =
asociaciones específicas entre las modalidades de 9,88) y lo integraban 11 mujeres y nueve hombres. La
afrontamiento y la severidad de la sintomatología depre- mayoría (60%) era soltero y había alcanzado niveles de
siva en pacientes con TA. Sin embargo, otros autores estudio de tipo terciario y/o universitario.
encontraron que la búsqueda de apoyo social se rela- El grupo restante estuvo compuesto por 22 sujetos sin
cionaba con un descenso de los síntomas depresivos TA, esquizofrenia u otros trastornos psicóticos, bipolari-
(Veiel, Kühne, Brill, & Ihle, 1992), y también en los de ti- dad o retraso mental, conformando la condición de gru-
po ansioso (Vollrath, Alnæs, & Torgersen, 1994). po control (GC). De ellos 12 eran mujeres y 10 hombres,
Otros estudios en pacientes con Trastorno de Angustia la edad media del grupo fue de 34,05 añños (DT = 9,12)
y Agorafobia hallaron que niveles elevados de búsque- y la mayoría (n = 14) era soltero y había alcanzado estu-
da de apoyo social y bajos niveles de evitación se aso- dios terciarios y/o universitarios (n=15).
ciaban a una disminución de los síntomas de ansiedad. La muestra clínica se obtuvo de los servicios de Psico-

206 Psicología Clínica y Psicopatología


patología y Salud mental del Hospital Dr. Cosme Arge- terios de inclusión y exclusión de cada grupo.
rich y consultantes de distintas instituciones privadas
dedicadas a la atención en salud mental. Resultados
En primer lugar se procedió a comparar los grupos res-
Materiales: pecto de sus variables sociodemográficas para evaluar
1. Cuestionario Sociodemográfico (CSD). Instrumento la existencia de posibles diferencias. No se hallaron di-
para caracterizar las muestras en función de aspectos ferencias significativas respecto de las variables sexo,
sociodemográficos básicos tales como edad, género, nivel de instrucción, estado civil, grado de escolariza-
estado civil y nivel de instrucción y ocupación. ción o edad.
2. Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional (MINI; Posteriormente se calcularon los estadísticos descripti-
Bobes García, Portilla, Bascarán Fernandez, Sáiz Mar- vos en todas las variables dependientes para los dos
tínez & Bousoño García, 2004). Entrevista diagnóstica grupos examinados. Más tarde se procedió a testear los
estructurada que explora de manera estandarizada ca- supuestos de homocedasticidad y normalidad de la
da uno de los criterios necesarios para el estableci- muestra por medio de la prueba z de Kolmogorov-Smir-
miento de los diagnósticos principales contemplados nov y el test de Levene para igualdad de variancias. Los
tanto en el DSM IV. Incluye módulos de evaluación de resultados de las mismas permitieron asumir que se
trastornos del estado del ánimo, ansiedad, abuso de cumplían los supuestos antes mencionados, por lo que
sustancias y sintomatología psicótica. se decidió al empleo de estadística paramétrica para
3. Inventario de Depresión de Beck, versión II (BDI-II; efectuar los cálculos posteriores.
Beck, Steer, & Brown, 2006). Escala de 21 ítems que El GA registró puntuaciones medias más elevadas que
evalúa la severidad de los síntomas afectivos, cogniti- el GC tanto en el BDI (x GA=25.4, DE=5.2; x GC=5.1,
vos, motivacionales, vegetativos y psicomotores de la DE=4.2), el STAI-E (x GA=53.8, DE=7.3; x GC=31;
depresión. La prueba ha sido validada en nuestro medio DE=5.7), como en el STAI-R (x GA= 59.8, DE=9.9; x
mostrando adecuadas propiedades psicométricas. Los GC=38; DE=8.6). Dichas diferencias fueron todas signi-
índices de consistencia interna, así como las pruebas ficativas a nivel estadístico (BDI t=5.915, gl=22, p<.001;
de validez externa, arrojaron valores muy satisfactorios. STAI-E t=5.307, gl=22, p<.001; STAI-R t=6.426, gl=22,
4. Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI; Spie- p<.001).
lberger, Gorsuch, Lushene, Vagg, & Jabobs, 1994). El En relación a las estrategias de afrontamiento evaluadas
instrumento evalúa el constructo ansiedad en sus for- no se registraron diferencias estadísticamente significati-
mas estado y rasgo, por medio de dos subescalas inde- vas en las variables descarga emocional, búsqueda de
pendientes de 20 ítems cada una. El STAI ha sido adap- gratificaciones alternativas, análisis lógico, búsqueda de
tado y validado en nuestro medio, contándose con bare- orientación y apoyo y revalorización positiva.
mos locales (Leibovich de Figueroa, 1991). Por otro lado, sí se observaron diferencias significativas
5. Inventario de Respuestas de Afrontamiento para respecto de las conductas de Resolución de Problemas
adultos (CRI-A; Moos, 1993). Instrumento de 48 ítems (RP t=-3.261; gl=40; p=.005), en donde los sujetos del
diseñado para evaluar las estrategias de afrontamiento GC obtuvieron puntuaciones superiores al GA (x GC=
empleadas por un sujeto. Se evalúan ocho tipos diferen- 14, DE=2.8; x GA=10.5, DE=2.4).
tes de respuestas, agrupadas en relación al foco de Por su parte, la media del grupo GA en la variable Evi-
afrontamiento (aproximación vs. evitación) y al método tación Cognitiva (EC) fue de 12,3 (DE=2,7) y de 10,9
empleado (cognitivo vs. conductual). Se utilizará la ver- (DE=3.1) en la variable Aceptación-Resignación (A-R),
sión adaptada y validada en nuestro medio por la Dra. mientras que para el grupo GC las medias en dichas va-
Mikulic (1998). riables fueron de 7.5 (DE=3.2) y 7.1 (DE=2.6), respecti-
vamente. Como se observa, en ambos casos los pa-
Procedimiento cientes del GA tendieron a registrar puntuaciones más
En primer lugar todos los sujetos fueron informados so- elevadas que el GC, diferencias que fueron significati-
bre las características de la investigación, obteniéndose vas a nivel estadístico (EC t=3.473, gl=40, p=.002; AR
el consentimiento informado de aquellos que desearon t=2.888, gl=40, p=.009).
participar.
A cada uno de los entrevistados se les aseguró el ca- Discusión
rácter confidencial de la información brindada y se les En primer lugar vale la pena resaltar el carácter prelimi-
aseguró que el uso de los datos con fines exclusiva- nar de los resultados aquí expuestos. El tamaño reduci-
mente científicos. Asimismo, se les comunicó su dere- do de la muestra limita considerablemente el poder de
cho a retirar su colaboración en cualquier momento de generalización de los resultados, hecho que debe te-
la evaluación, sin que ello viera afectado en modo algu- nerse en cuenta a la hora de ponderar la siguiente dis-
no su evaluación y/o tratamiento por parte de los esta- cusión.
blecimientos o profesionales derivadores. Los resultados obtenidos en las puntuaciones en el BDI y
Finalmente, se procedió a administrar todos los cuestio- el STAI tanto en su forma estado como rasgo son con-
narios y escalas. En función de los resultados de la gruentes dado que es esperable que la sintomatología
SCID-I se procedió a dividir la muestra en base a los cri- depresiva y ansiosa sea mayor en el grupo clínico. No

Psicología Clínica y Psicopatología 207


obstante, el aumento del tamaño de la muestra permitirá congruente que si una situación se evalúa como inmo-
en estudios posteriores realizar pruebas para examinar dificable no se implementen mecanismos conductuales
la relación entre las estrategias de afrontamiento evalua- tendientes a modificarla.
das y la severidad de la sintomatología mencionada. Desde una perspectiva cognitiva conductual, estos re-
En relación a los resultados observados sobre las estra- sultados podrían interpretarse a la luz de la teoría sobre
tegias de afrontamiento es importante remarcar la ten- los factores de incremento de la ansiedad (Salkovskis,
dencia de los pacientes ansiosos a emplear la Evitación 1985). Dicha teoría postula que la percepción de una
Cognitiva como método de evitación del problema. Este baja capacidad de afrontamiento se relaciona con el au-
resultado es convergente con los planteos provenientes mento en los niveles de ansiedad y dispararían conduc-
de los modelos de terapia cognitiva más modernos, co- tas de tipo evitativo.
mo los postulados de la Terapia de Aceptación y Com- En otro sentido, el hecho de que los pacientes del GA
promiso (TAC; Hayes, Strosahl & Wilson, 1999). Desde no difirieran del GC en cuanto a la tendencia a emplear
este enfoque muchos trastornos psicológicos, entre estrategias de reevaluación positiva y de análisis lógico
ellos los de ansiedad, podrían caracterizarse como pa- señalan interrogantes respecto de la utilidad de añadir
tologías causadas por la evitación experiencial. Esta úl- en dichas estrategias en los protocolos de tratamientos
tima consistiría en intentos por evitar ciertas experien- como grupo de habilidades a potenciar. Al respecto, es
cias internas consideradas indeseables (pensamientos, posible que la mayor fuente de malestar no se relacione
sentimientos, recuerdos, sensaciones corporales), em- tanto con una incapacidad o merma de los pacientes
pleando métodos para alterar la forma y la frecuencia ansiosos respecto de estas habilidades, sino más bien
en que ocurren estos fenómenos y el contexto que los con el aumento de la EC y la disminución de la las estra-
ocasiona. Según esta teoría dicha estrategia produciría tegias de resolución de problemas.
el mantenimiento y exacerbación de la sintomatología Si bien estos resultados son preliminares, los mismos
que se pretendía evitar. Asimismo, también desde la co- brindan sustento a muchos de los modelos cognitivos
rrientes de terapia cognitiva clásicas, la evitación cogni- de tratamiento de los trastornos de ansiedad. No obs-
tiva se relaciona con un aumento paradojal en la fre- tante, abren un interrogante sobre la utilidad u obligato-
cuencia de las cogniciones que desean controlarse riedad de incluir en los tratamientos técnicas de rees-
(Wegner & Zanakos, 1994). tructuración cognitiva.
Si bien el tamaño muestral no nos permitió examinar la Como señalan otros autores, es posible que el futuro de
relación entre la EC y la severidad de la sintomatología, los nuevos tratamientos cognitivos de la ansiedad se
el cual es un objetivo posterior de nuestra investigación, vinculen más con la incorporación de técnicas de acep-
puede notarse la convergencia de los resultados con tación experiencial y activación conductual como medio
las predicciones de ambos modelos de TCC, los que para optimizar los resultados (Hofmann, Sawyer &
postulan una mayor tendencia de este tipo de afronta- Fang, 2010). Como puede observarse, se necesita más
miento en formas psicopatológicas en comparación con investigación en el área con la finalidad de arribar a co-
sujetos sin trastornos mentales. nocimientos que permitan mejorar los tratamientos para
Por otro lado, si bien el hecho de que los pacientes del los TA.
GA presentaran una tendencia mayor a emplear el mé-
todo de A-R parece un resultado opuesto a los modelos
de la TAC, este punto debe analizarse en detalle. La
TAC postula que la aceptación es un proceso que se re- BIBLIOGRAFÍA
lacionaría con una menor tendencia a la psicopatología.
Alonso, J., Ferrer, M., Romera, B., Vilagut, G., Anyermeyer, M.,
No obstante, cabe aclarar que el constructo evaluado Bernert, S., Brugha, T., Taub, N., McColgen, Z., De Girolamo, G.,
por la CRI-A difiere notablemente del proceso de acep- Polidori, G., Mazzi, F., De Graaf, R., Vollebergh, W., Bowman, MA,
tación tal como lo conceptualiza la TAC. En este último Demyttenaere, K., Gasquet, I., Haro, MJ, Palacin, C., Autonell, J.,
caso se entiende por aceptación al proceso por el cual Katz, SJ, Kessler, RC, Kovess, V., Lépine, JP, Arbabzedeh-
Bouchez, S., Ormel, J., Bruffaerts, R. (2002). The European
se acepta radicalmente el sufrimiento inherente a nues- Study of the Epidemiology of Mental Disorders (ESEMeD/MHE-
tras experiencias internas, cesando todo intento por DEA 2000) Project: Rationale and methods. International Journal
controlarlas o modificarlas mediante estrategias de evi- of Methods in Psychiatric Research, 11, 55-67.
tación, a la vez que se promueven acciones encamina- American Psychiatric Association. (2002). Manual diagnóstico y
das hacia metas vitales (Luoma, Hayes & Walser, 2007). estadístico de los trastornos mentales, texto revisado (4a ed).
Las estrategias de A-R evaluadas por la CRI-A, por el Madrid: Masson.
contrario, se vinculan más con la resignación, es decir, Beck, A., Steer, R. & Brown, G. (2006). Inventario de depresión
con la percepción de la imposibilidad de cambiar ningún de Beck: BDI-II (2ª Ed.). Bs. As.: Paidós.
aspecto de la situación problema, con la consiguiente Bobes García, J., Portilla, M. P., Bascarán Fernandez, M., Sáiz
tendencia a la inacción. Tal vez por este último punto Martínez, P. & Bousoño García, M. (2004). Banco de instrumentos
básicos para la práctica de la psiquiatría clínica (3va ed.).Barcelona:
uno de los resultados registrados en la presente investi- Ars Médica.
gación fue el hecho de que los pacientes del GA mani-
Borkovec, T, Alcaine, O., & Behar, E. (2004). Avoidance Theory
festaran una tendencia menor a los del GC a emplear
of Worry and Generalized Anxiety Disorder. En R. Heimberg; C.
estrategias de resolución de problemas. Vale decir, es Turk y D. Mennin. (eds). Generalized Anxiety Disorder. Advances

208 Psicología Clínica y Psicopatología


in research and practice (pp. 77-108). New York: Guilford Press. inventario de respuestas de afrontamiento de Moos (CRI-A) para
adultos. Anuario de Investigaciones Facultad de Psicología, Uni-
Carver, C.S., Pozo, C., Harris, S., Noriega, V., Scheier, M.F., Ro-
versidad de Buenos Aires, XV, 305-312.
binson, D.S., Ketcham, A.S., Moffat, F.L., & Clark, K.C. (1993).
How coping mediates the effect of optimism on distress: A study Mikulic, I.M. (1998). Ecoevaluación psicológica del ex-delincuen-
of women with early stage breast cancer. Journal of Personality te en su ambiente natural. Universidad de Belgrano, Tesis Docto-
and Social Psychology, 65, 375-390. ral no Publicada.
Czernik, G., Almirón, L., Cuenca, E., & Mazzaro, B. (2005). An- Moos, R. (1993). Coping Responses Inventory . Florida, EE.UU:
siedad y depresión en un barrio céntrico de la ciudad de Recon- Psychological Assessment Resources.
quista, Santa Fe. Alcmeón, Revista Argentina de Clínica Neurop-
Organización Mundial de la Salud (2001). Informe sobre la salud
siquiátrica, 12 (2), 150-164.
en el mundo 2001 salud mental: nuevos conocimientos, nuevas
Davey, G. C. L., Burgess, I., Rashes, R. (1995). Coping strategies esperanzas. Ginebra: Autor.
and phobias: the relationship between fears, phobias, and methods
Organización Mundial de la Salud (2004). Prevención de los tras-
of coping with stressors. British Journal of Clinical Psychology,
tornos mentales: intervenciones efectivas y opciones de políticas.
34(3), 423-434.
Ginebra: Autor.
Demyttenaere, K. (2006). Quality of life in depression and anxiety:
Ramage-Morin, P. (2004). Panic disorder and coping. Health
does it matter? International Journal of Psychiatry in Clinical
Reports, 15, 33-63
Practice, 10 (1), 27-30.
Rapaport, M. H., Clary, C., Fayyad, R., & Endicott, J. (2005).
Demyttenaere, K., Bruffaerts, R., Posada-Villa, J., Gasquet, I.,
Deterioro de la calidad de vida en los trastornos depresivos y de
Kovess, V., Lepine, J.-P., Angermeyer, MC, Bernert, S., de Girolamo,
ansiedad. American Journal of Psychiatry, 8, 504-511
G., Morosini, P., Polidori, G., Kikkawa, T., Kawakami, N., Ono, Y.,
Takeshima, T., Uda, H., Karam, EG, Fayyad, JA, Karam, AN, Mne- Rodríguez Biglieri, R. (2008). Perfil Cognitivo de pacientes con
imneh, ZN, Medina-Mora, M.-E., Borges, G., Lara, C., de Graaf, R., Trastorno obsesivo Compulsivo: Resultados preliminares. Anuario
Ormel, J., Gureje, O., Shen, Y., Huang, Y., Zhang, M., Alonso, J., de Investigaciones, XV, Secretaría de Investigaciones, Facultad
Haro, JM, Vilagut, G., Bromet, EJ, Gluzman, S., Webb, C., Kessler, de Psicología. UBA. Vol. XV, Tomo 1, 43-50.
RC, Merikangas, KR, Anthony, JC, Von Korff, MR, Wang, PS,
Rodríguez Biglieri, R. (2007).Tratamiento metacognitivo en un
Brugha, TS, Aguilar-Gaxiola, S., Lee, S., Heeringa, S., Pennell, BE,
paciente con rumiaciones obsesivas: un diseño de caso único.
Zaslavsky, AM, Chatterji, S., Ustun, TB (2004). Prevalence, severi-
Perspectivas en Psicología, 4, (1). 73-81.
ty and unmet need for treatment of mental disorders in the World
Health Organization World Mental Health (WMH) Surveys. Journal Salkovskis, P. (1985). Obsessional-compulsive problems: a cog-
of the American Medical Association, 291, 2581-2590. nitive-behavioural analysis. Behaviour Research and Therapy, 25,
571-583.
Endler, N.S., & Parker, J.D.A. (1990). Multidimensional assessment
of coping: A critical evaluation. Journal of Personality and Social Soares, J. C. & Gershon, S. (2003). Handbook of medical psychia-
Psychology, 58, 844-854. try. New York: Marcel Dekker.
Folkman, S., & Lazarus, R.S. (1985). If it changes it must be a Spielberger, C., Gorsuch, R., Lushene, R., (1994). Cuestionario
process: A study of emotion and coping during three stages of a de ansiedad estado-rasgo, STAI (4ª ed). Madrid: TEA.
college examination. Journal of Personality and Social Psycholo-
Veiel HOF, Kuhner C, Brill G, & Ihle W. (1992). Psychosocial corre-
gy, 48, 150-170.
lates of clinical depression after psychiatric in-patient treatment:
Gil, S. & Caspi, Y. (2006). Personality traits, coping style, and Methodological issues and baseline differences between recovered
perceived threat as predictors of posttraumatic stress disorder and non-recovered patients. Psychological Medicine 22(2):415-427.
after exposure to a terrorist attack: a prospective study. Psycho-
Vetere, G. & Rodríguez Biglieri, R. (2005). Validación empírica de
somatic Medicine, 68 (6), 904-909.
modelos teóricos y tratamientos cognitivo-conductuales para
Hayes, S., Strosahl, K. & Wilson, K. (1999). Acceptance and trastorno de ansiedad generalizada. Vertex, Revista Argentina de
Commitment Therapy: An Experiential Approach to Behavior Psiquiatría, 61, 170-175.
Change. New York: Guilford Press.
Vitaliano, P.P., Katon, W., & Russo, J. (1987). Coping as an index
Hino, T., Takeuchi, T., & Yamanouchi, N. (2002). A 1-year follow-up of illness behaviour in panic disorder. Journal of Nervous and
study of coping in patients with panic disorder. Comprehensive Mental Disease, 175 (2), 78-84.
Psychiatry, 43 (4), 279-84.
Vollrath, M. (2003). Differential Effects of Coping in Mental Disor-
Hirschfeld, R. M. (2001). The Comorbidity of Major Depression ders: A Prospective Study in Psychiatric Outpatients. Journal of
and Anxiety Disorders: Recognition and Management in Primary Clinical Psychology, 59 (10), 1077-1088.
Care. Journal of Clinical Psychiatry, 3 (6), 244-254.
Vollrath, M.,Alnæs, R., & Torgersen, S. (1994). Coping and MCMI-
Hoffart, A., & Martinsen, F.W. (1993). Coping strategies in major II symptom scales. Journal of Clinical Psychology, 50, 727-736.
depressed, agoraphobic and comorbid in-patients:Alongitudinal
Wegner, D. & Zanakos, S. (1994). Chronic thought suppression.
study. British Journal of Medical Psychology, 66, 143-155.
Journal of Personality, 62, 615-640.
Hofmann, S.G., Sawyer, A.T. & Fang, A. (2010). The empirical
Zimmerman, M., McDermut, W., & Mattia, J.I. (2000). Frequency
status of the “new wave” of cognitive behavioral therapy. The
of anxiety disorders in psychiatric outpatients with major depres-
Psychiatric Clinics of North America, 33(3),701-710.
sive disorder. American Journal of Psychiatry, 157, 1337-1340.
Lazarus, R.S. y Folkman, S. (1984). Estrés y Procesos Cognitivos.
México: Ediciones Roca
Leibovich de Figueroa, N. (1991). Ansiedad: Algunas concepciones
teóricas y su evaluación. En Casullo, M. M., Leibovich de Figueroa,
N. & Aszkenazi, M. Teoría y técnicas de evaluación psicológica.
Bs. As: Psicoteca Editorial.
Luoma, J., Hayes, S. & Walser, R. (2007). Learning Act: An Ac-
ceptance & Commitment Therapy Skills-Training Manual for
Therapists. Oakland: New Harbinger Publications.
Mikulic, I. M. & Crespi, M. C. (2008). Adaptación y validación del

Psicología Clínica y Psicopatología 209


UN ADULTO CON ATAQUE DE PÁNICO.
LAS CONSECUENCIAS DE UN TRAUMA TEMPRANO
OLVIDADO TRATADO CON EMDR
Rodriguez De Behrends, Marisa
Pontificia Universidad Católica Argentina

RESUMEN El EMDR es un abordaje psicoterapéutico con estudios


El EMDR (Eye Movement Desensitization and Repro- científicos que validan su eficacia para el tratamiento de
cessing: Desensibilización y reprocesamiento por movi- distintos tipos de patología, sobre todo para el Trastorno
mientos oculares) es un abordaje psicoterapéutico que por Estrés Postraumático. Es un modelo psicoterapéuti-
en los últimos años ha desarrollado un cuerpo de estu- co que se basa en los procesos psico-neuro-biológicos,
dios científicos que validan su eficacia para el trata- y que no requiere de la comprensión cognitiva del even-
miento de distintos tipos de patología, sobre todo para to traumático para resolver la sensación o emoción per-
el Trastorno por Estrés Postraumático. Es un modelo turbadora.
psicoterapéutico que se basa en los procesos psico- En este trabajo se presenta una intervención psicológi-
neuro-biológicos y consiste en la estimulación sensorial ca posible aplicando la técnica psicoterapéutica EMDR
bilateral en forma alternada a través de movimientos para la resolución de un caso de Ataque de Pánico des-
oculares. En el presente trabajo presenta una interven- encadenado por un evento reciente que se asocia a un
ción psicológica aplicando EMDR para el abordaje de evento traumático vivido en la niñez y posteriormente
un caso de Ataque de Pánico, desencadenado por un olvidado. Se evidencia cómo el EMDR, dentro del espa-
evento reciente que se asocia a un evento traumático vi- cio terapéutico, posibilita el recuerdo de un evento trau-
vido en la niñez y posteriormente olvidado. Se evidencia mático olvidado y la resolución de los síntomas de tras-
cómo el EMDR, dentro del espacio terapéutico, posibili- torno de pánico.
ta el recuerdo de un evento traumático olvidado y la re-
solución de los síntomas de trastorno de pánico. Marco teórico
El EMDR (de la sigla en inglés Eye Movement Desensi-
Palabras clave tization and Reprocessing: Desensibilización y repro-
EMDR Ataque de pánico cesamiento por movimientos oculares) es una técni-
ca psicoterapéutica que se utiliza para desensibilizar y
ABSTRACT reprocesar traumas psicológicos. El método fue descu-
AN ADULT WITH PANIC DISORDER. CONSEQUEN- bierto en 1987 por Francine Shapiro, (Investigadora Se-
CES OF AN FORGOTTEN EARLY TRAUMA TREA- nior del Mental Research Institute - California, USA) y
TED WITH EMDR consiste en la estimulación sensorial bilateral en forma
EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocess- alternada a través de movimientos oculares. La estimu-
ing) is a psychotherapeutic approach that has been de- lación debe respetar el eje del cuerpo ya que tiene su
veloped in recent years by a solid body of scientific stud- fundamento en el cruzamiento de las vías nerviosas y
ies which validate its effectiveness in treating different su conexión en los hemisferios cerebrales.
types of pathology, especially for Pos Traumatic Stress La Dra. Shapiro observo que frente a pensamientos an-
Disorder. It is a psychotherapeutic model based on psy- gustiantes los ojos comenzaban a moverse de igual for-
cho- neuro-biological processes and consists of bilater- ma como sucede en el sueño REM y que si se reprodu-
al sensory stimulation alternately through eye move- cía este movimiento de forma voluntaria mientras la per-
ments. In the present paper we show, from a clinical vi- sona recordaba el evento traumático, el malestar co-
gnette, a psychological intervention using EMDR for the menzaba a desaparecer y la persona podía realizar una
resolution of a Panic Attack case onset in adulthood as interpretación distinta del evento. Se producía entonces
a consequence of a traumatic event experienced in la desensibilización y restructuración cognitiva, repro-
childhood and then forgotten. It is evident how EMDR, cesándose la información. (Solvey y Solvey, 2006). El
within the therapeutic space, allows de memory of a for- objetivo es reacomodar en la memoria de las experien-
gotten traumatic event and the resolution of the symp- cias negativas trasmutándolas en experiencias de
toms of Panic Disorder aprendizaje adaptativo.
La eficacia del EMDR fue demostrada a través de un
Key words cuerpo de investigaciones con sólidos diseños científi-
EMDR Panic attack Psychotherapy cos a lo largo de los años y diferentes consenso de ex-
pertos han avalado la validez del tratamiento como la
American Psychiatric Association y la Internacional So-

210 Psicología Clínica y Psicopatología


ciety for Traumatic Stress Studies entre otros. control de la ansiedad y a la modificación del tratamien-
En ocasiones, las personas que han sido víctimas de to farmacológico. El vínculo terapéutico fue clave para
eventos traumáticos siguen viviendo el acontecimiento sugerir interconsulta con otro psiquiatra de la obra so-
como si fuera siempre actual, fenómeno conocido como cial. Con cambio de psiquiatra, luego de varias sema-
flash- back. Los pensamientos de tipo intrusivos, se su- nas de desintoxicación y ajuste con nueva medicación,
ceden una y otra vez y no basta con expresarlos a tra- la paciente se encontraba más lúcida y conectada como
vés de la palabra para que la emoción que a estos se para comenzar con el proceso desde la primera fase:
asocien dejen de ser altamente perturbadoras. En otras Historia Clínica. De la misma se desprendía una infan-
ocasiones, el evento traumático es absolutamente olvi- cia con fuertes necesidades económicas que le dificul-
dado por lo perturbador que es para la conciencia. taron sus estudios por tener que salir a trabajar desde
Otras dos modalidades a través de las cuales puede chica. Quedó embarazada a los 16 años de “uno novio
realizarse la estimulación bilateral es utilizando suaves que desapareció”, su esposo y padre de sus dos hijas
golpes en las palmas de las manos (tapping) o utilizan- mas chicas, la ha engañado en 2 oportunidades, pero
do sonidos que la persona escucha a través de auricu- ella siempre lo perdona.
lares, mientras pone en foco de su atención el problema Datos de su historia personal que resulte de relevancia
generador del síntoma. para el tratamiento psicológico: la paciente, que siempre
Este tipo de intervención se asume como una metodo- había trabajado como empleada domestica o camarera
logía en si misma porque por que incluye además de la en bares, hacía 10 meses que estaba trabajando en un
estimulación bilateral ocular, táctil y auditiva, un proce- Bingo. Dos semanas antes del primer episodio, le comu-
dimiento estandarizado en ocho fases: historia clínica y nican que la ascienden a “jefa de camareros”, con lo cual
planificación del tratamiento, preparación del paciente, ella pasa a supervisar a sus propios compañeros, algu-
evaluación de los componentes del tratamiento o Proto- nos de los cuales son mayores que ella y con mayor an-
colo Básico, desensibilización del material traumático tigüedad laboral. La paciente expresa hacerse sentido
mediante la estimulación bilateral, instalación de creen- “expuesta, sin protección, desvalida y vulnerable”.
cias o cogniciones positiva, chequeo corporal para de- Casi a los dos meses de la primera consulta y ya mucho
tectar cualquier molestia o malestar, cierre de la sesión más lúcida y conecta le propongo utilizar EMDR co-
y seguimiento o reevaluación evento reprocesado en la menzando el protocolo desde la Fase 1. Explico la téc-
sesión siguiente. (Shapiro, 2005). nica utilizando los movimientos oculares, a los que res-
El EMDR resulta eficaz en la resolución de Traumas ponde que la marea seguir mi mano con los ojos. Expli-
producidos por eventos vividos a edades tempranas co la utilización del “Tapping” al que accede.
que pueden ser profundamente olvidados. Comenzamos a trabajar con EMDR con foco en un epi-
sodio que había vivido la semana previa a la sesión, en
INTERVENCIÓN TERAPEÚTICA la vereda de la escuela donde asiste su hija menor. Ella
La función específica de esta terapia fue ayudar a la pa- se quedó sola por unos minutos mientras su hija mayor
ciente a reprocesar los sucesos negativos de su infan- acompañaba a su hermana hasta la entrada del colegio.
cia que contribuyeron a su desorden emocional en el Allí se desencadenaron los síntomas físicos y emocio-
presente. nales nuevamente.
Paciente: Mujer 39 años, madre de 3 hijas de 23, 8 y 10 Continuamos sobre los siguientes puntos del Protocolo
años. Ocupación: camarera. Básico:
Llega a consulta con diagnóstico de “Ataque de Pánico” Imagen: en la puerta del colegio se me oscurecía todo.
(Crisis de angustia con Agorafobia) que realizara un Creencia Negativa: no puedo tener control
médico psiquiatra a raíz de un primer episodio sucedido Creencia Positiva: puedo tener control
5 meses antes de la consulta: estando ella en su casa, Emoción: angustia intensa
a las 17 hs dos horas antes de ir al trabajo (horario de SUD (escala de Unidad Subjetiva de Perturbación): 9
trabajo nocturno) comenzó a temblar, con sensación de VOC (escala de Validez de la Creencia Positiva): 2.
ahogo, sudoración y fuertes palpitaciones, dolo intenso Sensación corporal: en el pecho, presión.
en el pecho y un intenso temor a morir. Medicada con:
Amitript.75, 1 por día, Clonazepam 2, 2 ½ por día, Ris- Comenzamos la estimulación bilateral utilizando tap-
peridona 2, 2 ½ por día, Sertralina50, 1 por día. ping y de inmediato dice “no me toques… no lo sopor-
Desorientación temporo-espacial, dificultad para man- to”… y quita sus manos mostrándose muy conmociona-
tener la atención y concentración lo que dificultaba el da. Luego de calmase le propongo utilizar sonidos bila-
dialogo, labilidad emocional. Llegaba al consultorio terales para continuar y ella accede. Cuando le coloco
siempre acompañada de un familiar porque no podía los auriculares comienza a recordar casi de inmediato
viajar sola (por el temor y por la inestabilidad que le da- una escena que vivió cuando tenía 5 años: recuerda
ba la medicación, sentía que se podía caer) quien la es- despertarse una noche por los sonidos de disparo de
peraba hasta que finalizaba la sesión. Además presen- arma de fuego y ver a su padre en el living de su casa
taba diagnóstico de Colon Irritable y Gastritis. disparándole a un hombre “amigo” de su madre. Su
madre gritaba tratando de detenerlo y el hombre arras-
Las primeras intervenciones estuvieron en relación al trándose para escapar de la casa dejando charcos de

Psicología Clínica y Psicopatología 211


sangre (el padre, que trabajaba de noche, intuyendo REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
que su madre lo engañaba, regresa durante la noche y Adler-Tapia, R., Settle, C. (2009). Evidence of the Efficacy of
la encuentra con su amante, toma un arma y le dispara, EMDR With Children and Adolescents in Individual Psychothera-
el hombre herido huye y se salva. El padre se va a en- py: A Review of the Research Published in Peer-Reviewed Jour-
nals. Journal of EMDR Practice & Research, 3 (4), 232-247.
tregar a la comisaria, su madre pasa la noche limpian-
do la sangre) La paciente y sus hermanitos de 7 y 10 Hensel, T. (2009). EMDR With Children and Adolescents After
Single-Incident Trauma. Journal of EMDR Practice & Research,
años se encierran a ver la escena en un ropero, donde
3 (1), 2-9.
ella sentía que le faltaba el aire, sentía que se le oscu-
recía todo y que se iba a morir. Muy lentamente comen- López-Soler, C. (2008). Las reacciones postraumáticas en la in-
fancia y adolescencia maltratada: El trauma complejo. Revista de
zó a bajar el SUD, a sentir menos angustia intensa y a Psicopatología y Psicología Clínica, 13 (3), 159-174.
sentir mayor control. La terminar el reprocesamiento el
Lovett, J. (2000). La curación del trauma infantil mediante EMDR.
SUD era de 3 (nivel ecológico) y VOC 6, sin sensacio-
Barcelona: Paidos-Iberica
nes corporales.
Las sesiones siguiente seguimos trabajamos utilizando Richardson, P., Williams, S., Hepenstall, S., Gregory, L., McKie,
S., Corrigan, F. (2009). EMDR Treatment of a Patient With Post-
los sonidos bilaterales sobre distintas escena de abuso traumatic Stress Disorder. Journal of EMDR Practice & Research,
sexual por parte del amante de su madre, que fue a vi- 3 (1), 10-23.
vir a su casa, luego de recuperarse de las heridas mien- Shapiro, F. (2005). Eye movement desensitization and reproces-
tras su padre estaba en la cárcel. Si bien a la paciente sing: Basic principles, protocols and procedures. (2ª Ed.). New
le resultaba insoportable el tapping (y se mareaba con York: Guilford Press (trabajo original publicado en 2001).
los Movimientos Oculares) luego de trabajar las esce- Shapiro, F. (2007). Four Elements Exercise. Journal of EMDR
nas de abuso la paciente accedió a trabajar con tapping Practice and Research. 2,113-115.
sin volver a presentar dificultades. Solvey , P. & Solvey, R.F. de. (2008). Terapias de Avanzada. Vol
Luego de dos meses de tratamiento, la paciente se rein- 1 y 2, Buenos Aires: TdeA Ediciones.
tegro a su trabajo mientras continuamos el proceso con Terr L. (1996). Acute responses to external events and posttrau-
otros recursos terapéuticos y habiendo reducido signifi- matic stress disorder. En: Lewis M (editor). Child and Adolescent
cativamente la medicación. Psychiatry: a Comprehensive Text book. (2ª ed). Baltimore, Wi-
Conclusión: el vínculo terapéutico construido desde la lliams and Wilkins, 753-63
primera entrevista fue clave para que la paciente y su Terr L. (1991). Childhood traumas: an outline and over view. Am J
familia aceptaran la sugerencia de realizar una inter- Psychiatry. 148,10-20.
consulta con otro profesional psiquiatra que revisara la Van Der Kolk, B, Rothc, S, Pelcovitz, D, Sunday, S, & Spinazzola,
medicación. La “contención emocional” de las primeras J. (2005). Disorders of Extreme Stress: The Empirical Foundation
sesiones permitieron, mientras se “desintoxicaba” de of a Complex Adaptation to Trauma. Journal of Traumatic Stress.
18, 389-399.
psicofármacos el aumento de su confianza. La situación
de exposición de su trabajo actual desencadenó la aso- Van Der Kolk, B. (1996). Traumatic stress: the effects of overwhel-
ming experience on mind, body and society. Guilford Press, New
ciación con los mismos sentimientos de exposición, vul- York.
nerabilidad y desprotección de su infancia cuando fue
víctima escenas de tanta violencia y de su abuso sexual.
Si bien este último fue el evento procesado, no fue el
único evento traumático en su vida. A pesar de que en
la historia clínica realizada antes de la intervención psi-
coterapéutica la paciente no hizo referencia a traumas
de su primera infancia; aun habiéndose indagado espe-
cialmente el tema.
El EMDR es una técnica que permite la elaboración de
traumas producidos por eventos olvidados o por even-
tos a los que no pueda referenciar por diversas causas.
La posibilidad de utilizar distintos canales de estimula-
ción bilateral facilita las intervenciones cuando no pue-
de utilizarse la visión o el tacto.

212 Psicología Clínica y Psicopatología


INCESTO Y VÍNCULO EN EL FILME
LA CELEBRACIÓN
Romero, Roberto Raúl
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Elegir escenas de una película* (con texto en cursiva)


Se expone un abordaje de los acontecimientos narra- supone ya interpretar lo relatado. Siguiendo la nueva
dos en el filme “La Celebración” (Festen, Thomas Vin- perspectiva abierta por R Kaës se intenta aquí interpre-
terberg, Grupo Dogma, Dinamarca, 1998) analizados tar lo allí narrado y ya interpretado por dicha selección.
como consecuencias de la falla en los contratos narci- En la mansión comienza el festejo de los 60 años de
sistas primario y secundario y los efectos del incesto en Helge Klingenfeldt, el padre. Los invitados llegan. Chris-
los diferentes espacios de realidad psíquica, tales como tian, uno de los hijos, camina por la ruta. Es divisado por
isomorfismo entre el aparato psíquico singular y el aco- su hermano menor, Michael, quien ordena a su esposa
plamiento psíquico grupal; las alianzas inconscientes Mette y a sus hijos bajarse del coche abandonándolos
(pacto perverso, alianza denegativa, perversión del en medio de la ruta (Christian, inútilmente, le dice que
contrato narcisista originario y sus efectos sobre las sobra espacio en el mismo) para hacerle sitio a su lado.
alianzas estructurantes secundarias); función fórica de Kaës propone -en relación de continuidad, complemen-
porta-palabra. tariedad y oposición con el contrato narcisista primario-
la noción de un contrato narcisista secundario que el
Palabras clave sujeto establece al incorporarse en los grupos extra fa-
Grupo Incesto Alianzas Inconscientes miliares, redistribuye las investiduras y es ocasión de
puesta en juicio y revisión más o menos conflictual del
ABSTRACT sujetamiento narcisista a las exigencias de la familia de
INCEST AND LINK IN THE FILM “ CELEBRATION” origen. Todo cambio en la relación del sujeto con el con-
Discusses one approach to the events narrated in the junto (pertenencia ulterior, adhesión a un nuevo grupo)
film “Celebration” (Festen, Thomas Vinterberg, Dogma pone en tela de juicio -y en ciertos casos en trabajo- los
group, Denmark, 1998) analyzed as consequences of fundamentos de estos contratos; rearticulando filiación
the failure of the narcissistic primary and secondary y afiliación. ¿Qué ha afectado parcialmente el estableci-
contracts and effects of incest on the different spaces of miento del contrato narcisista secundario, ofuscando la
psychic reality: isomorphism between the psychic appa- convivencia armónica -en el primer espacio psíquico
ratus and the group psychic linkage; unconscious alli- grupal y vincular de Michael- de los dos grupos prima-
ances (perverse pact, denegative alliance, perversion rios (familia de origen y la que por sí mismo ha creado)
of the narcissistic primary contract and its effects on y disturbando el pasaje de la endogamia a la exoga-
secondary structure partnerships alliances); phoric mia?. En esta familia dicha articulación parece haberse
function of word porter; organizado desde la exclusión, y así lo suponemos des-
de este encuentro.
Key words Al legar, Michael descubre no haber sido invitado expre-
Group Incest Unconscious Alliances samente por el padre: no hay -por su violencia y alcoho-
lismo- habitación reservada para él y su familia. Chris-
tian intercede ante el recepcionista y se les otorgará
una. Muestra así Christian su propio deseo de ocupar la
función fórica de porta-palabra, de hablar por sí y para
otro, pero también en y desde el lugar de otro. Auto eri-
gido en representante de Michael testimonia su her-
mandad ante el administrador desautorizando y/o recti-
ficando la decisión del padre. Antes, en la carretera, la
ha desempeñado por Mette y los niños. Nos anticipa así
que se asignará también esta función en y por el lugar
de Linda.
Helène, hermana de ambos, corre vertiginosamente en
auto para arribar antes que los otros asistentes y recibir-
los. Supuestamente así halagará al padre, al que todos
estarían obligados a complacer. Comenzamos a cono-
cer los lugares asignados a cada uno en dicha familia
desde la perspectiva del sujeto del vínculo, producido y

Psicología Clínica y Psicopatología 213


determinado por éste. Llega y reprocha a Michael no correspondencia biunívoca (identidad ó simetría) de un
haber concurrido al entierro de Linda, gemela de Chris- mismo sistema de relaciones entre ambos caracteriza a
tian, muerta recientemente. Michael responde con una la tendencia isomórfica, cuya meta es reducir y negar
patada, le manosea los senos. ¿Violencia y sexo esta- las diferencias entre ambos espacios (singular / plural)
rán indisolublemente asociados en esta familia?. de realidad psíquica.
Helène es colocada en la habitación que fuera ocupada Christian ha adelantado a su padre que tiene preparado
por Linda. Allí descubre una carta de ésta; luego sabre- un discurso (en realidad, dos) para el brindis. Comenza-
mos que especifica los motivos del suicidio. Llora, mien- da la cena le ofrece elegir aquél que será leído; el ho-
te al conserje que ayudó a encontrarla: la nota nada di- menajeado escoge al azar. Christian relata escenas de
ce. Vacila, finalmente, esconde la carta. Sabe, pero pre- la vida familiar que parecieran confirmar los dos discur-
fiere desmentir que sabe, ignorar qué es lo que sabe. sos anteriores. Pero finaliza refiriendo que Linda y él
¿Porqué?. ¿Qué función cumple elegir la escisión -si es mismo, durante años, han sido abusados sexualmente
que se trata, como suponemos, de una escisión en el por el padre. El ancestro identificado al Yo Ideal es jefe
yo- de este saber?. de una horda. Malestar y dudas invaden el comedor.
Aparece el padre; ordena reunirse con él a sus hijos va- Christian denuncia “los hechos tal cual fueron” -si es
rones. Luego de humillar a Christian por no haber for- que esto es posible- ¿ha delatado el fantasma impues-
mado una familia a causa de una supuesta impotencia, to por el padre ó no ha hecho más que enunciar el pro-
le ofrece regresar al predio. Asigna a Cristian, a seme- pio?. Disyuntiva aparente porque, establecida, la ten-
janza con sus hermanos, el lugar de la impotencia, inca- dencia isomórfica produce operaciones de llenado y va-
pacidad, ineptitud, incompetencia. ciado narcisista entre el grupo y el espacio interno de
Michael vivió internado en un colegio, en un buque-es- los sujetos: ambos espacios coinciden así.
cuela naval y en una escuela de cocina en Suiza; será Hèlene se hará cargo de desmentirlo. ¿Porqué reitera la
reiteradamente brutal con todos -la violencia lo excita desmentida y no puede destituir a su padre pese al pa-
sexualmente- y lo es con su esposa porque olvidó los sado que éste carga y ella ya no ignora?. Porque la iso-
zapatos que combinan con el smoking, por lo que -su- morfia entre ambos espacios psíquicos somete a cada
pone- será reñido por el padre; desesperado y a medio uno a ocupar el lugar que le es asignado a la vez que
vestir corre para someterse, adulador y zalamero, ante cada uno se asigna “motu propio” a dicho lugar. En con-
aquél. (¿qué habría que tener o hacer para agradar y secuencia, lo que ocurre “afuera” ocurre también “aden-
obtener el respeto del padre?). Será, entonces, humilla- tro” y recíprocamente: si un elemento del grupo empíri-
do a su vez: el padre no tiene tiempo o ganas para ha- co llegara a cambiar -el padre es cuestionado- ese
blar con él. Resentido porque no ha tenido sitio en la ca- cambio en la estructura grupal amenaza al sujeto -Hèle-
sa durante toda su vida, su lugar en esta estructura vin- ne- “desde adentro”. No hay espacio intermediario, no
cular familiar y empresarial es también el del resto: hay representación de distancia y/o diferencia tolerable
cuando el padre le ofrece un puesto en el grupo que li- y el grupo empírico se constituye como suplencia del
dera, le será ofertado después de la defección de su cuerpo sometido a la debilidad y la muerte.
hermano. Christian intenta retirarse pero es retenido por Kim, el
El padre fijará su lugar tras el discurso del Maestro de jefe de cocina; allí los empleados han oído todo e inclu-
Ceremonias, quien se refiere a sí mismo y otros invita- so -como coro en la tragedia griega- saben del pasado
dos como “hijos del acero de Helge”. Cumplir 60 años y del futuro. El padre echaba a la suerte cual de sus hi-
no es nada, dice, lo especial es haber conseguido el jos sería abusado sexualmente y Christian le ha oferta-
predio. Confirmando elogios del socio e identificado al do elegir al azar del destino su discurso. Pero si él huye
Yo Ideal se asigna ser el ancestro fundador: ha cerrado nada habrá cambiado, le adelantan: la imposibilidad de
negocios por los que tienen posesión del lar y a través oponerse al padre lo dejará sólo y anclado en la escena
de él y por él, todos y cada uno de ellos ha encontrado imagogica de éste.
en él su lugar. El padre se dirige con Christian a la bodega; allí, a so-
Para D. Anzieu el fantasma posee una organización las, lo desmiente: nada recuerda, afirma. Christian se
grupal interna (escena, personajes, acción) que le per- disculpa, es él quien ha estado equivocado, y el padre
mite operar como un organizador icc. del acontecer gru- redobla la apuesta: si así fueron los hechos debería de-
pal. Cuando el fantasma de uno de los integrantes - por- nunciarse a la policía. Christian se excusa, pide que to-
tador- se impone por resonancia sobre los fantasmas do se olvide, y el padre, suponiendo que habrá de reti-
de los restantes, que a su vez encuentran lugar en el rarse, luego de asegurarle que en la fiesta todo va bien,
grupo en relación a las posiciones del fantasma del por- se despide de él para regresar a ella. ¿Christian vacila
tador, se establece una tendencia al isomorfismo entre porque al padre nunca se termina de descreerle?. Ha
lo singular y lo plural. vuelto a caer bajo la construcción imaginaria de la ten-
Isomorfismo y homomorfismo son términos referidos a dencia isomórfica, que calma (pero, sin embargo, resu-
las relaciones lógicas de correspondencia entre dos cita de inmediato y sin pausa) las angustias arcaicas de
conjuntos estructurados por sus leyes de composición no asignación (carecer de lugar en el deseo y reconoci-
interna, en nuestro caso entre el aparato psíquico sin- miento del otro, en este caso del padre en tanto imago
gular y la organización de la realidad psíquica grupal. La omnipotente y megalómana) y de perder los propios lí-

214 Psicología Clínica y Psicopatología


mites (de ahí su confusión y vacilación). encuentran las llaves de sus coches. El padre regresa al
P. Castoriadis Aulagnier introdujo la idea del contrato comedor y allí intenta humillar a Christian: lo trata de ni-
narcisista: todo hijo viene al mundo en un lugar destina- ño sádico y le recuerda internaciones psiquiátricas. La
do de antemano en la medida en que debe hacerse car- metáfora del encierro nos remite nuevamente al fantas-
go de realizar los deseos incumplidos de los padres. ma que, desde la tendencia isomórfica, inmoviliza a to-
Por ende los hijos deben identificarse y tomar el lugar dos y a cada uno de ellos en un lugar fijo e inmutable.
de lo que no fue posible ejecutar y concretar en aque- ¿Por qué? Porque todo conjunto no sólo se organiza
llos. Este contrato -un paso en la comprensión de los “por la positiva” sino, además, negativamente, sobre
efectos psíquicos de la inscripción del narcisismo en el una comunidad de operaciones de represión, renega-
vínculo- inscribe al hijo en la relación padres-niño y ge- ción, desmentida o rechazos efectuados en común por
nera las condiciones de un “espacio donde el Yo puede los sujetos de ese vínculo (para E. Jaques serían orga-
advenir”. Asegura al niño, en contrapartida de su inves- nizaciones defensivas comunes sobre las cuales cada
tidura por el grupo, “el derecho a ocupar un lugar inde- integrante adosa sus propios mecanismos singulares
pendiente del solo veredicto paternal”; opera de una for- de defensa) con funciones metadefensivas para benefi-
ma “positiva” cuando le propone una serie de identifica- cio de cada uno. Estas operaciones caracterizan a las
ciones, pero aporta sus componentes “negativos” cuan- alianzas inconscientes efectuadas para reforzar algu-
do plantea la posibilidad de una identificación con lo nas funciones o estructuras surgidas de la represión, y
que no fue o fue rechazado. Asigna entonces a cada de la que los incluidos sacan un beneficio tal que el vín-
uno cierto lugar valorizado (o no) ofrecido por el grupo culo que los reúne adquiere valor decisivo para su vida
que de esta manera lo reconoce. Reconocimiento que psíquica. Las alianzas icc. se sitúan en los puntos de
falló para estos hijos, afectándose su función identifi- anudamiento de las relaciones que establecen los suje-
cante y generándoles angustia de no asignación tos y los conjuntos de los que son parte beneficiaria y
Kim ha decidido pasar a la acción: nadie deberá aban- parte constituyente: el conjunto así fijado obtiene su
donar la mansión; Michelle -ex amante de Michael - y realidad psíquica de las alianzas (contratos y pactos)
Pía - imagen doble de Linda, secretamente enamorada icc. que sus sujetos consuman y que su lugar en el con-
de Christian- son encargadas de esconder las llaves de junto los obliga a mantener, ya que la idea de “alianza
los autos. inconsciente” contiene las de obligación y sujetamiento.
Mientras tanto, en un taxi, llega Gbatokai, novio africa- Retornan al comedor, el Maestro de Ceremonias convo-
no de Hèlene. Michael, luego de insultarlo, intenta ex- ca a un discurso de la madre. Ella agradece al padre los
pulsarlo por ser negro. Hèlene se lo impide; pero no po- años pasado juntos y se refiere de manera denigratoria
drá eludir la denigración y desvalorización de su madre. a Michael -no se ha recibido siquiera de chef- y a Hèle-
Christian regresa al comedor y escucha a su abuelo pa- ne -no ha sido abogada sino antropóloga, trae extraños
terno ridiculizar a Helge porque, de joven, tenía proble- innombrables a la familia- presiona a Christian -a quien
mas para seducir mujeres. ¿Esta anécdota sobre el pa- trata de psicótico- para que se retracte y disculpe por-
dre, que lo revela con sus mismas dificultades, lo re- que uno de sus amiguitos -¿fantaseado ó alucinado?-
suelve a obrar?. Propondrá, para desagraviar -dice- un es quien le ha dictado sus palabras esa noche. Algunas
brindis diferente. Esta vez será por su padre, el asesino alianzas icc. son estructurantes (los contratos narcisis-
de Linda. Son funciones principales del contrato narci- tas primario y secundario), indispensables para que el
sista: mantener la continuidad de la investidura de auto- grupo y los vínculos intersubjetivos se conformen y per-
conservación en cada sujeto -Linda se ha suicidado- y duren, otras (la alianza denegadora, el pacto denegati-
para el conjunto del cual él es parte constituyente, dan- vo y la comunidad de renegación) tienen un objetivo
do cuenta de la continuidad del narcisismo de vida en esencialmente defensivo asociado a su función estruc-
los vínculos de las generaciones, y, fundamentalmente, turante del vínculo; otras (los pactos narcisistas y las
la interdicción del incesto ya que el niño solo así puede alianzas perversas) contienen un objetivo o secuela
constituirse como sujeto de la filiación. El nuevo discur- alienante y patógena, son pactos que no incluyen un
so, resignificando en un après-coup, acusa de filicida al tercero que oficie como garante y utilizan mecanismos
padre por los efectos de sus actos. Christian interpreta que van desde la renegación a la forclusión La madre
al enunciar y discriminar las distintas posiciones vincu- se encuentra involucrada en varios aspectos de estos
lares ocupadas en el fantasma del padre que impone la pactos; de allí la complicidad con el padre en la desva-
tendencia isomorfica y convierte al auditorio en auditor, lorización de sus hijos.
a la fratría en asamblea, tribunal y juez de su interpreta- Christian pide un nuevo brindis por su madre, hipócrita
ción, que define estatuto y efectos de aquella acción.. y corrupta, a quien le desea la muerte: testigo del abuso
¿Es por eso que el Maestro de Ceremonias propone sexual ha obedecido cuando el padre le ordenó retirar-
ahora un intervalo?. Se dirigen a la sala de música, de- se del cuarto, calló entonces y nada hizo luego para evi-
jan solos a Gbotokai, Christian y Hèlene: ella le recrimi- tar la reiteración de los abusos. Christian especifica el
na lo que acaba de hacer; ¿el incesto no puede ser pen- lugar de la madre en el fantasma: cómplice silenciosa,
sado por estar afectados en ella procesos de simboliza- tan responsable de filicidio como el padre. No sólo sa-
ción propios de la actividad del precc.? bía, sino que sabía, además, que ellos sabían que ella
Algunos invitados intentan retirarse, pero no hay taxis ni sabía. Denuncia así un pacto narcisista y perverso en-

Psicología Clínica y Psicopatología 215


tre padre y madre, refrendado por uno de carácter de- máticos; al fracasar se reactivan en ella angustias que
negativo. Las formas patológicas, perversas o psicóti- se corresponden -en el nivel intrapsíquico- a la vivencia
cas de estos contratos y alianzas testimonian la regre- caótica de los objetos internos así como la carencia o la
sión de formas contractuales del vínculo a relaciones de ineficiencia de los sistemas de regulación, vivencia de
fuerza al servicio de los que detentan el poder de defi- locura, está cayendo la desmentida. Desesperada y
nir de manera arbitraria y violenta el lugar de cada uno, desbordada de dolor pide sus calmantes a Pía, quien
orden y valores dominantes. Conducen a los que las su- descubre la nota en la que Linda explica los motivos de
fren a severos deterioros psíquicos. su suicidio.
Los pactos perversos se especifican por la desmentida Christian se desata y regresa a la casa donde el Maes-
común, por el secreto compartido y por el dominio que tro de Ceremonias ha propuesto nuevos festejos, en los
el perverso ejerce sobre sus compañeros con la compli- que Gbotokai y Hèlene, participan. “El trencito” es, su-
cidad consciente o inconsciente de ellos. El pacto narci- ponemos, el último esfuerzo de Hèlene por sostener la
sista transmite violencia al destinar una asignación uní- desmentida y recrear una ilusión grupal que involucra,
voca o mutua a un emplazamiento de perfecta coinci- esta vez, a Gbotokai.
dencia narcisista y establece el isomorfismo entre los Pía entregó la nota a Christian quien, leída, la regresa a
espacios psíquicos que liga. Cuanto más hiper reductor su hermana. Hèlene quiere retornar a su propia casa
de diferencias es el organizador del vínculo, mayor será -sabe que Christian sabe y la ilusión grupal igualitaria
la tendencia isomórfica al servicio del apuntalamiento comienza a romperse- pero, según Gbotokai todo se va
narcisista de los sujetos involucrados en el pacto, de tal a arreglar y regresan al comedor. El Maestro de Cere-
forma que ninguno de ellos puede soportar separación monias augura que la paz viene a la familia; en su copa
o diferencia alguna, porque cualquier diferencia denun- hay una nota: un hombre solicita a su hermana que lea
cia un hueco abierto en la continuidad fusional del vín- la carta dirigida al padre. Hèlene vacila, pero es obliga-
culo, de lo intrapsíquico en lo intersubjetivo. Decíamos, da a hacerlo.
además, que un pacto denegativo los refrenda. Para La carta no es la esperada disculpa del réprobo, sino la
que el vínculo pueda constituirse y sostenerse, estable- nota de Linda: el padre vuelve a poseerla sexualmente,
cerse la “positividad” implícita en su contenido, una se- esta vez en sus sueños, ya no lo soporta más. El delito
rie de elementos que se opondrían o entorpecerían es- se perpetúa en el tiempo, el abuso regresa -¿fallida ten-
ta constitución (el odio) deben quedar fuera del campo tativa de elaboración del trauma?- en sueños Los invita-
que dicho contrato abarca; esto se produce a través de dos son interpelados por el acto suicida y cada uno de-
la acción de mecanismos -escisión, renegación, repre- berá dar cuenta de su respuesta al interpretarlo. Por
sión- que implementan la posibilidad de excluir de la eso Christian no ha podido no habar y callar como su
conciencia aquello que estorbaría su constitución. madre, haciéndose porta-palabra de Linda aún antes
Michael y otros arrojan a Christian fuera de la casa, pe- de conocer el contenido de su nota.
ro éste regresa. El equilibrio narcisista amaga romper- El padre ordena servir oporto para brindar por la carta.
se, Michael expulsa a lo que amenaza a su idealización Pero nadie obedece. Despótico, arroja su copa: se trata
desde adentro, pero lo expulsado -la transferencia ne- de una inadmisible falta de respeto. No es su culpa te-
gativa, el objeto parcial que no acepta su lugar de chivo- ner hijos faltos de talento, añade, furioso, y ante la inte-
reingresa. Vuelto a echar, Christian insiste en retornar; rrogación de Christian por los motivos de su abuso
golpeado, es atado a un árbol del bosque y allí abando- sexual responde que sólo servían para eso y se retira.
nado. “Hay cadáveres en las mazmorras familiares. De- El padre acepta las interpretaciones del psicoanalista
bemos ponernos de acuerdo para olvidar que tenemos Christian, pero intenta usar la falta de virtudes de sus hi-
mazmorras a fin de no vernos precisados a pensar que jos como salvoconducto que, de ser aceptado, coagula-
contienen desechos y cadáveres” sostiene el pacto de- ría perpetuamente su fantasma.
negativo. Christian también abandona el comedor. La ingesta al-
Michael y los demás retornan a la casa y Gbotokai le im- cohólica parece haberle hecho efecto de golpe; cae y
pide su intento de mentir (Christian abandonó el predio sueña: su hermana, ahora doble de Pía, le dice que no
por su voluntad, le ha dicho a Hèlene); entonces, segui- debe acompañarla en la muerte; también en sueños lla-
do por los invitados, inicia un canto racista. El pacto de- ma a Pía; lo despertará el sonido del teléfono y la des-
negativo es un acuerdo icc. sobre lo icc., consagrado a cubrirá durmiendo a su lado. Los sueños de su herma-
los destinos de represión, denegación, desmentida o na la han empujado al suicidio; ahora, en sus sueños,
rechazo, impuesto o establecido conjuntamente no sólo Linda le indica que debe quedarse para redistribuir sim-
para que el vínculo intersubjetivo se organice sino tam- bólicamente los lugares
bién para que se mantenga la complementariedad de Michael, furioso, ha ido a buscar a Helge; le dice que no
intereses, la continuidad de las investiduras y los bene- verá más a sus nietos y comienza a golpearlo violenta-
ficios. Gbotokai intentó desbaratarlo y recibe su castigo. mente. La madre va en busca de ayuda y, cuando Hèle-
Hèlene abandona la mesa para refugiarse en la cocina. ne, Gbotokai, Pía y Christian llegan, pareciera que Mi-
“Me están volviendo loca”, grita. La tendencia isomórfi- chael acaba de abusar sexualmente de su padre. Mi-
ca operaba como una manifestación defensiva eficaz chael descubre que ni siquiera conserva su lugar de
contra la angustia de no-asignación y sus efectos trau- resto, actualmente está ocupado por sus padres. Ante

216 Psicología Clínica y Psicopatología


la invasión de la angustia diasparagmos por la ruptura NOTA
de las relaciones intersubjetivas que hasta ahora -aun- * Festen, Dirigida por Thomas Vinterberg, Grupo Dogma, Dina-
que sea, precariamente- lo sostenían y en las que era marca, 1998
sostenido, el que ni servía para ser violado acaba de
violar al padre, identificándose con el agresor que hacía
BIBLIOGRAFÍA
de sus hijos objeto de goce y de desprecio. ¿Tomará de
aquí en más su lugar, reduplicando el fantasma?. Anzieu; D.: El inconciente y el grupo. Editorial Biblioteca Nueva,
Madrid, 1985.
Amanece. En el comedor desayunan. Christian expresa
a Pia su deseo de vivir con ella en París. El trabajo del Auglanier, P.: Los destinos del placer. Editorial Argot, Barcelona,
fantasma permite a Christian acceder a un contrato nar- 1984.
cisista secundario. Entran los padres, saludan. Michael Castroriadis Auglanier, P.: La violencia de la interpretación.
impide a su hija estar junto al abuelo. El padre pide ha- Editorial Amorrortu, Buenos Aires., 1975
blar: nadie volverá a verlo, dice, sus hijos lo odiarán, pe-
Green, A.: Ideas directrices para un psicoanálisis contemporáneo,
ro los quiere, recién ahora ha comprendido el daño cau-
sado. Christian ha dado una buena batalla, añade. El Editorial Amorrortu, Buenos Aires., 2008
perverso intenta dar cuenta de su deseo de colocarse Kaës, R.: El grupo y el sujeto del grupo. Editorial Amorrotu, Bs.
por encima de la ley del incesto “por razones persona- As., 1996.
les” que, según dice, nadie sabrá comprender: ha he- Kaës, R.: Un singular plural. Editorial Amorrotu, Buenos Aires.,
cho todo por amor. Sorprendido por las consecuencias 2010
de sus actos -incluso para él mismo, que acaba de ser Romero, R.: Grupo, objeto y teoría. Vol. IV, Ed. Lugar, Buenos
violado- intenta perdonar a sus hijos por lo que él les ha Aires., 2009
hecho.
Michael indica al padre retirarse y éste acata; la madre
rehúsa su pedido de acompañarlo y hierática, imperté-
rrita, lo observa alejarse. El filme cierra sobre la imagen
reduplicada de una bailarina de cajita de música. Mi-
chael, como Christian, ¿saldrá diferente del drama por-
que este acto supone una destitución del padre?; ¿o, fi-
nalmente, se convertirá en el doble de aquél?

Psicología Clínica y Psicopatología 217


ROMPENDO O CICLO
DE VIOLÊNCIA DOMÉSTICA
Rosa, Larissa Wolff Da; Falcke, Denise
UNISINOS - Universidade do Vale do Rio dos Sinos. Brasil

RESUMEN 1 INTRODUÇÃO
As experiências de abuso na infância, conforme pesqui- O aumento da incidência da violência intrafamiliar tem
sas nacionais e internacionais, contribuem significativa- trazido grande preocupação para os profissionais da
mente para o desajustamento psicológico adulto e ten- área da saúde, principalmente porque a gravidade do fe-
dem a ser transmitidas transgeracionalmente. Com o nômeno atinge o processo de desenvolvimento dos su-
objetivo de avaliar a possibilidade de rompimento do ci- jeitos envolvidos, do sistema familiar e da sociedade co-
clo da violência através da identificação de fatores de mo um todo (De Antoni; Barone & Koller, 2007). Por se
risco e proteção relacionados à transmissão transgera- tratar de um fenômeno multicausal e complexo, muitos
cional, realizou-se um estudo da história de vida de fatores podem ser associados à presença de violência
pessoas que sofreram abuso e não o repetem com seus nas relações familiares, dentre eles a tendência à repeti-
filhos. Trata-se de uma pesquisa de natureza qualitativa ção de experiências vivenciadas na infância (Cecconello;
realizada com quatro participantes identificadas em um De Antoni; Koller, 2003; De Antoni et al, 2007; Falcke,
estudo preliminar como pertencentes ao grupo que so- 2006; Mendlowicz & Figueira, 2007). Entretanto, nem to-
freu violência e não repete com os filhos. A partir da das as vítimas se tornam abusadores na vida adulta.
análise de conteúdo das entrevistas realizadas, os re- Tomando como foco esse fenômeno, o presente traba-
sultados indicam que a existência de modelos de iden- lho propõe-se a investigar a história de vida de pessoas
tificação saudáveis na rede de apoio social, a materna- que foram vítimas de abuso na infância e não utilizam a
gem, o processo terapêutico e as características indivi- violência na educação de seus filhos. A partir da análi-
duais parecem estar relacionados à resiliência, sendo se da história de vida, pretende-se identificar possíveis
fatores que podem contribuir para o rompimento do pa- fatores que tenham favorecido o rompimento do ciclo de
drão de violência. violência familiar, ou seja, fatores que possam ser con-
siderados tutores de resiliência.
Palabras clave
Violência Família Risco Proteção 2 VIOLÊNCIA NO CONTEXTO FAMILIAR
Atualmente, entende-se a família como sendo um grupo
ABSTRACT de pessoas ligadas por laços afetivos mais do que pelos
BREAKING OFF THE CYCLE OF DOMESTIC VIOLENCE critérios de consanguinidade e coabitação que antes a
According to national and international studies, experi- caracterizavam (Wagner, 2002). Tais laços, entretanto,
ences of child abuse contribute significantly for adult não se caracterizam somente como de carinho e afeto.
psychological disturbs and tend to be transmitted from A violência faz-se presente em muitos grupos familia-
generation to generation. Having the objective of evalu- res, trazendo repercussões na vida de pais e filhos (De
ating the possibility of breaking off the cycle of violence Antoni et al, 2007).
through the identification of factors of risk and of protec- São várias as formas de violência na família, tais como
tion related to the transmission from parents to children, abuso físico, emocional, sexual e negligência, e elas
it has been performed a study of the life history of indi- constituem fatores de risco para o desenvolvimento
viduals who have suffered abuse and do not repeat it posterior do sujeito (Sapienza & Pedromônico, 2005). O
with their children. It consists on a research of qualita- fator de risco é uma variável que aumenta a possibilida-
tive nature made with four participants identified in a de de ocorrer no indivíduo algum efeito desagradável
preliminary study as belonging to the group that has suf- quando estiver exposto a ele. Indivíduos que vivencia-
fered violence and do not repeat it with their children. ram ou testemunharam violência em sua família de ori-
Through the analyses of contents of the interviews giv- gem terão maior probabilidade de repetir este compor-
en by participants, results indicate that the existence of tamento na idade adulta (Wareham; Boots & Chavez,
healthy identification patterns in the social support net, 2009).
the mothering, the therapy process and the individual Testemunhar violência doméstica na infância pode pre-
characteristics seem to be related to the resilience, be- dizer a violência física e psicológica na vida adulta
ing factors that can contribute for the breaking off of the (Pournaghash-Tehrani, & Feizabadi, 2009). Este estudo
violence pattern. delineou a previsibilidade da ocorrência de determina-
dos tipos de violência (física e psicológica), testemu-
Key words nhando e sendo vítima. De acordo com os autores, a
Violence Family Risk Protection experiência de violência na família de origem é um dos

218 Psicología Clínica y Psicopatología


fortes preditores da ocorrência de violência em relacio- Tabela 1: Identificação das participantes
namentos adultos, sendo que o padrão pode se repetir Bruna Cláudia Daniela Amanda
ao longo de três gerações. Idade 39 23 28 29
Considerando esta tendência referida na literatura para Situação
união estável união estável união estável união estável
a repetição dos padrões aprendidos na família de ori- conjugal

gem, será que se pode concluir que as vítimas de vio- Ensino Ensino Ensino
Escolaridade Ensino Médio
Fundamental Fundamental Fundamental
lência estão condenadas, de forma determinista, a re-
Número de
petir os padrões aprendidos? Há possibilidades de rom- 4 1 2 2
filhos
pimento do ciclo? Embora a violência seja um fenôme- Idade dos
14, 18, 20 e 23 9 9 e 11 7e9
no complexo que atinge o desenvolvimento sadio dos filhos

sujeitos, há pessoas que se desenvolvem bem mesmo Profissão babá dona de casa dona de casa manicure

vivendo em ambientes de risco. Elas conseguem ame-


nizar os efeitos negativos e produzem saúde (Silva et al, 3.3 Instrumentos
2009). Através dessas pessoas, percebe-se a possibili- 3.3.1 Entrevista semiestruturada: com cada participante
dade de rompimento do ciclo de violência familiar. do estudo foi realizada uma entrevista semiestruturada,
Alguns fatores que contribuem para o rompimento da com o objetivo de conhecer a história de vida das parti-
violência em famílias que tiveram os pais com índices cipantes.
de maus-tratos na infância foram observados por Cec- 3.3.2 Genograma familiar: durante a entrevista também
conello et al (2003). São eles: manutenção de um rela- foi construído um genograma, a fim de se obter mais da-
cionamento amoroso estável; participação em psicote- dos sobre a história familiar dos participantes.
rapia ou participação em grupos de autoajuda e rede de 3.4 Procedimentos de Coleta e Análise de Dados
apoio social bem estabelecida. Segundo as autoras, a Inicialmente, o projeto foi submetido à aprovação pelo
rede de apoio social, a coesão familiar e a resiliência in- Comitê de Ética da UNISINOS (Parecer no 08/018). A
fantil podem ser fatores contribuintes para o rompimen- participação dos sujeitos na pesquisa foi voluntária e
to do ciclo de violência em uma família. A resiliência é autorizada através do Termo de Consentimento Livre e
entendida como uma capacidade de pessoas ou de Esclarecido - TCLE. Todos os participantes do primeiro
uma família de romper com a violência estabelecida e estudo que corresponderam aos critérios de inclusão
superar a situação. (foram vítimas de maus-tratos e não agem da mesma
Os fatores de proteção são recursos do indivíduo que forma com seus filhos) foram contatados. Após ter sido
possibilitam atenuar ou neutralizar o impacto do risco possível o contato, agendaram-se as entrevistas, que
(Sapienza & Pedromônico, 2005). De acordo com We- foram gravadas e posteriormente transcritas. Após a re-
ber et al (2006), algumas pessoas conseguem romper alização das entrevistas, o conteúdo obtido passou por
com o modelo parental aprendido na família de origem. uma análise de conteúdo que foi realizada seguindo as
Mães que, em sua infância, sofreram negligência ou etapas descritas por Bardin (1977).
violência na família podem se tornar mais responsivas
com seus filhos. 4 APRESENTAÇÃO DOS RESULTADOS
O objetivo na presente pesquisa foi compreender em Os resultados serão apresentados a partir de uma es-
profundidade a história de vida das pessoas que foram trutura de categorias e subcategorias temáticas elabo-
vítimas de maus-tratos na infância e não repetem a vio- rada a partir da análise das entrevistas realizadas com
lência sofrida com seus filhos, buscando identificar fato- as mães. A seguir, será descrita cada categoria através
res de risco e proteção que possam ter favorecido o de uma narrativa geral dos temas e de exemplos de fa-
rompimento do ciclo de violência familiar. las dos participantes, ilustrativos das temáticas especí-
ficas.
3 MÉTODO Categoria I: Fatores de Risco
3.1 Delineamento Nesta categoria se examinou, pela fala das participan-
Trata-se de um estudo qualitativo com delineamento ex- tes, quais foram os fatores de risco que contribuíram
ploratório. para a violência sofrida na infância. Esta categoria está
3.2 Participantes subdividida em três subcategorias: abandono materno,
Participaram deste estudo quatro mães, com idade en- abuso de substâncias e tendência à repetição.
tre 23 e 39 anos, residentes na região do Vale do Rio a) Abandono materno: abrange conteúdos relacionados
dos Sinos que, em um estudo preliminar, referiram ter ao que uma das participantes relata sobre o abandono
sofrido experiências de abuso na infância e que não as que sofreu de sua mãe. Diz que sofreu muito, não tinha
repetem com seus filhos. O estudo prévio foi uma pes- uma relação boa com seu pai, mas teve que ficar mo-
quisa quantitativa com 153 pais de crianças de 1a a 5a rando com ele. Sua irmã caçula foi superprotegida por
série do Ensino Fundamental de nove escolas da região ser a filha mais nova, e ela sofreu muita negligência e
do Vale do Rio dos Sinos, realizada com o objetivo de violência do pai nesse período. “A minha mãe ter ido
investigar as experiências de violência na família de ori- embora e nos abandonado, né, pra mim é o que me ma-
gem e na educação dos filhos. O quadro a seguir des- chuca até hoje assim sabe” (Cláudia).
creve as características das participantes: b) Abuso de substâncias: abrange os conteúdos rela-
cionados ao que uma das participantes relata sobre o

Psicología Clínica y Psicopatología 219


abuso que seus pais faziam do álcool. Relata que tanto isso acarreta uma doença mais tarde. E daí veio a... eu
o pai quanto a mãe bebiam e nestes momentos se tor- tendo isso aí, né? Daí, por isso, os médicos me encami-
navam ainda mais agressivos. Diz que sua mãe parou nharam pra um psicólogo, né? A terapia mudou bastan-
de fazer uso do álcool há pouco tempo, quando come- te a minha forma de pensar e eu fui perceber que as coi-
çou a frequentar a igreja. sas que vivi não estavam tão erradas, sabe?” (Bruna).
“Pra não ver aquela situação dentro de casa. E tu sabe c) Maternagem: refere-se aos conteúdos em relação à
que o álcool faz a pessoa fazer qualquer coisa, né? Meu gravidez precoce que duas participantes vivenciaram.
pai bebia. Os dois bebiam, né? O pai e a mãe bebiam e Elas acreditam que o fato de terem engravidado cedo
aí ficavam mais brabos. Depois que ela parou de beber tenha contribuído para que amadurecessem mais rapi-
e foi pra Igreja. Minha mãe faz uns cinco anos que ela damente e pudessem criar bem seus filhos.
foi pra Igreja” (Bruna). “Eu trabalhava, tive meu primeiro filho com 15 e tive um
c) Tendência à repetição: abrange os conteúdos relacio- aborto com 14 anos, e logo depois engravidei dele, né,
nados ao que uma das participantes relata sobre a ten- de um menino. Me senti realizada, né? Primeiro filho, eu
dência à repetição da violência sofrida. Amanda relata sempre queria. E queria ser o oposto, né, muito oposto
que, em alguns momentos, fica muito nervosa e tem do que eu recebi, é sempre assim. A gente sempre quer
vontade de bater e utilizar a violência, mas tenta se con- dar o melhor, dar o que a gente não teve. Apesar de ser
trolar utilizando outros recursos que aprendeu para re- nova, já tava acostumada a cuidar das minhas irmãs,
solver os conflitos. Acredita que esse impulso tenha re- então eu já sabia, já tinha aquela responsabilidade, por-
lação com a violência que sofria do pai em sua infância. que eu acho que hoje em dia não é porque é nova que
“Sou uma pessoa assim meio explosiva, porque, tam- não sabe cuidar né, vai muito da cabeça da pessoa”
bém, se eu não me controlasse eu seria uma pessoa (Daniela).
agressiva, eu fico indignada” (Amanda). d) Características pessoais: abrange os conteúdos rela-
Categoria II: Fatores de Proteção cionados à personalidade das participantes. Elas rela-
Nesta categoria foram examinados os fatores de prote- tam que sua força de vontade e suas características
ção que possam ter contribuído para que as participan- contribuíram para que pudessem criar seus filhos de
tes conseguissem romper com o ciclo de repetição da maneira diferente, e foi seu desejo de mudança que
violência que sofreram na família de origem. Está sub- contribuiu para o rompimento da violência.
dividida em quatro subcategorias: modelos de identifi- “Assim acho que nunca teve alguém que ajudou, eu
cação na rede de apoio, psicoterapia individual, mater- sempre quis mostrar pras pessoas que era capaz.
nagem e características individuais. Sou muito orgulhosa, sempre quero mostrar pras
a) Modelos de identificação na rede de apoio: abrange pessoas que posso e que consigo. Então, fui atrás
os conteúdos relacionados ao que as participantes rela- acertando e errando às vezes, mas eu fui atrás, bus-
tam sobre os modelos de identificação saudáveis que ti- cando o que acho que é certo, o que a gente acha
veram e que contribuíram para a personalidade atual que é certo. Dependendo do que os outros vão falar
delas e para o rompimento do ciclo da violência. Os mo- ou deixar de falar, pra mim não importa, vou pelo
delos que as participantes tiveram ao longo de sua vida, que eu acho” (Cláudia). 5 DISCUSSÃO
segundo elas, contribuíram para que pudessem dar aos Na análise dos dados foram identificados fatores de ris-
filhos uma educação diferente da que receberam de co que podem contribuir para a exposição à violência
seus pais. na família e fatores de proteção que favorecem o rompi-
“Eu encontrei um apoio muito grande na minha ex-pa- mento do ciclo de repetição. Os fatores de risco identifi-
troa, que eu jamais achava que eu ia conseguir. Ela me cados neste estudo foram: abandono materno, abuso
ensinou aquilo que os meus pais não me ensinaram. de substâncias e tendência à repetição.
Uma boa educação. Saber tratar o próximo, sabe? Que A pesquisa realizada por De Antoni et al (2007) identifi-
eu não sabia tratar o próximo, a não ser com palavras cou quatro categorias referentes aos indicadores de ris-
duras mesmo, rancor. Hoje não, mudei bastante em fun- co em famílias com histórico de abuso físico parental.
ção dela, porque ela me mudou, né? Como se diz, eu Uma categoria apontada são as práticas educativas da
era um barro cru. Ela me moldou a maneira deles, né? família de origem, isto é, práticas disciplinares inefica-
Na educação dos meus filhos hoje, a base é ela pra zes. Em todos os casos analisados neste estudo os
mim” (Bruna). pais das participantes utilizavam a violência física como
b) Psicoterapia individual: abrange os conteúdos rela- prática educativa na criação dos filhos. Uma segunda
cionados ao que uma das participantes relatou com res- categoria apontada pelas autoras diz respeito às patolo-
peito ao tratamento psicoterápico que fez em função da gias, sendo que um fator de risco nesta categoria é o al-
violência sofrida. coolismo. Neste estudo, identificou-se na fala de uma
“Daí através dessa judiaria que sofri na minha infância, das participantes o uso abusivo de álcool, tanto da mãe
um médico disse que em uma delas foi que eu adquiri quanto do pai. A terceira categoria indicada pelas auto-
um câncer, né? E hoje eu faço tratamento pela clínica e ras refere-se aos comportamentos agressivos no rela-
pelo hospital, qual é o nome... o hospital em Porto Ale- cionamento familiar atual, que diz respeito à maneira
gre, o Hospital Conceição em Porto Alegre. E eles fala- como a família interage. De acordo com as autoras,
ram que foi pela judiaria. Que tudo que tu guarda pra ti, 40% das famílias alegaram a existência de violência en-

220 Psicología Clínica y Psicopatología


tre as relações familiares e 70% afirmaram vivenciarem compreendesse melhor os traumas vividos. Na fala de
violência conjugal. Como no estudo as participantes Bruna percebe-se que a psicoterapia colaborou para
são pessoas que conseguiram romper com a violência que ela desse um novo significado a suas experiências
da família de origem, não foi identificada violência nas e pudesse pensar na forma como gostaria de educar
famílias das participantes deste estudo. Além disso, as seus filhos. De acordo com Cecconello et al (2003), um
autoras identificam uma quarta categoria que diz res- dos fatores que contribui para o rompimento da violên-
peito ao papel familiar, isto é, às formas como são de- cia em famílias nas quais os pais sofreram maus-tratos
sempenhados os papéis na família, sendo que foram na infância é a participação em psicoterapia ou em gru-
identificados nesta categoria: gravidez na adolescência pos de autoajuda.
(como sendo um fator de risco), não-reconhecimento da Em relação à maternagem, também um fator de prote-
paternidade, interferência da sogra, sobrecarga de pa- ção apontado, duas participantes relataram ter sido
péis e adolescência dos filhos. Em relação a essa cate- mães muito precocemente e acreditam ter amadurecido
goria, no estudo há dois casos nos quais foi identificada mais rapidamente em função da gravidez e do cuidado
a ocorrência de gravidez na adolescência; no entanto, com os filhos. No contexto de violência, percebe-se que
diferentemente do estudo apresentado pelas autoras, a maternagem pode ser um fator de proteção no mo-
identificou-se a possibilidade de, nesses casos, a gravi- mento em que possibilita à mulher cuidar, maternar. De
dez na adolescência ter se constituído como um fator acordo com Cyrulnik (2005), pessoas expostas a situa-
de proteção por possibilitar à adolescente maior res- ções de violência tendem a casar cedo, formar um ca-
ponsabilidade e cuidado com o bebê. sal estável e tornar-se pais precocemente. Essa res-
Compreendendo a história de vida de pessoas que so- ponsabilidade dá a oportunidade de se tornar responsá-
freram violência na infância e não a repetem com seus vel por uma criança, e este pode ser um importante tu-
filhos, é possível analisar alguns fatores que contribuí- tor de resiliência. É evidente que a parentalidade ado-
ram para o rompimento da violência transgeracional. lescente pode trazer uma série de riscos para o desen-
Apontaram-se diversos fatores de proteção que pare- volvimento infantil, mas, nesse caso, o adultismo preco-
cem ter propiciado o rompimento do ciclo de violência ce, segundo o autor, possibilita às pessoas a oportuni-
familiar. Dentre eles, um primeiro fator de proteção é a dade de dar, de cuidar, o que pode se caracterizar como
existência de pessoas importantes na vida das partici- tutor de resiliência.
pantes, ou seja, modelos de identificação que permiti- Apontam-se ainda como importante fator de proteção
ram dar novos sentidos para as experiências vividas. as características pessoais das participantes. As parti-
No caso de Bruna, percebeu-se o quanto foi fundamen- cipantes relatam que a vontade de não querer repetir o
tal o papel que sua ex-patroa desempenhou em sua vi- comportamento parental contribuiu para que dessem a
da. O cuidado e a singularidade que a ex-patroa de- seus filhos uma educação diferente daquela que rece-
monstrava por sua filha permitiram que Bruna tivesse beram de seus pais.
um modelo de identificação saudável para educar seus Sendo assim, os resultados do presente estudo indicam
filhos. Já Amanda teve como referência uma tia que lhe que podem ser considerados fatores que favoreceram o
possibilitou querer dar aos filhos uma educação diferen- rompimento do ciclo da violência: 1) a existência de mo-
te daquela que recebera de seus pais. Igualmente, vê- delos de identificação saudáveis na rede de apoio so-
se a importância do marido e de patrões na vida de cial, que se refere ao contato com pessoas significati-
Cláudia que, não querendo seguir o exemplo de sua vas que possibilitaram aprendizados diferenciados; 2)
mãe, aprendeu a cuidar e educar seu filho a partir des- maternagem, no sentido de possibilitar a experiência de
ses outros modelos e do esforço que fez para fazer di- cuidado, de aquisição de responsabilidades e de trocas
ferente. afetivas; 3) processo terapêutico como forma de ressig-
No estudo realizado por De Antoni et al (2007) com fa- nificação das experiências vivenciadas e 4) característi-
mílias que tinham um histórico de violência física foram cas individuais como flexibilidade, desejo de mudança e
identificadas três categorias de indicadores de prote- força de vontade, que foram encorajadoras no enfrenta-
ção: rede de apoio social e afetivo, valorização de con- mento dos desafios.
quistas e desejo de mudança. De acordo com as auto- Os possíveis tutores de resiliência devem ser conside-
ras, a rede de apoio social diz respeito às pessoas ou rados em futuras intervenções psicológicas com víti-
às instituições das quais receberam apoio. Nos casos mas de violência intrafamiliar, para que as experiências
apresentados neste estudo percebeu-se a importância de violência vivenciadas na família de origem não se-
da rede de apoio para as participantes. O desejo de mu- jam deterministas de um destino infeliz, mas se consti-
dança, outro fator de proteção apontado no estudo de tuam em uma bagagem de experiências que possam
De Antoni et al (2007), também é identificado neste es- ser ressignificadas de forma a contribuir com o cresci-
tudo e diz respeito às expectativas futuras das vítimas mento pessoal do sujeito.
de se dedicarem a construir vínculos diferentes daque-
les vivenciados em sua família de origem.
Outro fator de proteção identificado na história de vida
de uma das participantes foi a psicoterapia individual.
Bruna relata que a psicoterapia contribuiu para que

Psicología Clínica y Psicopatología 221


BIBLIOGRAFÍA
De Antoni, C.; Barone, L. & Koller, S. H. (2007). Indicadores de
risco e de proteção em famílias fisicamente abusivas. Psicologia:
teoria e pesquisa, 23(2), 125-132.
Bardin, L. (1977). A análise de conteúdo. São Paulo: Martins
Fontes.
Cecconello, A..; De Antoni, C. & Koller, S. H. (2003). Práticas
educativas, estilos parentais e abuso físico no contexto familiar.
Psicologia em Estudo, 8, 45-54.
Cyrulnik, B. (2005). O murmúrio dos fantasmas. São Paulo: Mar-
tins Fontes.
Falcke, D. (2006). Filho de peixe, peixinho é: a importância das
experiências na família de origem. Colóquio, 3(2), 83-97.
Mendlowicz, M; Figueira, I. (2007). Transmissão intergeracional
da violência familiar: o papel do estresse pós-traumático. Revista
Brasileira de Psiquiatria, 29, 88-89.
Sapienza, G.; Pedromonico, M. R. M. (2005). Risco, proteção e
resiliência no desenvolvimento da criança e do adolescente.
Psicologia em Estudo, 10(2),209-216.
Silva, M. R. S.; Lacharité, C.; Silva, P. A.; Lunardi, V. L. & Lunardi
Filho, W. D. (2009). Processos que sustentam a resiliência familiar:
um estudo de caso. Texto Contexto - Enfermagem, 18(1), 92-99.
Wagner, A. e cols. (2002). Família em cena: tramas, dramas e
transformações. Petrópolis: Vozes.
Wareham, J., Boots, D. & Chavez, J. (2009). A test of social lear-
ning and intergenerational transmission among batterers. Journal
of Criminal Justice, 37, 163-173.
Weber, L.N. D.; Selig, G. A.; Bernardi, M. G. & Salvador, A. P.
V.(2006). Continuidade dos estilos parentais através das gerações:
transmissão intergeracional de estilos parentais. Paidéia, 16(35),
407-414.

222 Psicología Clínica y Psicopatología


SÍNDROME DE PETER PAN, TRASTORNO NARCISISTA
DE UNA ÉPOCA
Rossi, Antonella; Rubiolo, Valentina
Universidad Católica de Córdoba. Argentina

RESUMEN INTRODUCCIÓN
Habitamos en una época de puestas en escenas carac- La adolescencia es un tiempo de construcción de la
terizada por el individualismo y la incertidumbre frente a identidad, de nuevas identificaciones de separación de
un escenario de redes múltiples y exigencias comple- las figuras parentales y de duelo por la pérdida de la se-
jas, donde la rapidez de los cambios, ha conducido a in- guridad de la infancia. Este proceso implicará necesa-
terpretar la realidad con códigos diferentes entre las ge- riamente una desidealización de las figuras primarias y
neraciones. En este contexto, el transito a la edad adul- un consecuente momento de confrontación con ellas,
ta se atrasa cada vez más, generándose en los jóvenes que motorice el camino a la exogamia. En la actualidad,
una resistencia patológica a asumir las responsabilida- el protagonismo de la imagen y las puestas en escena[i],
des propias de este período de la vida. Este fenómeno la sobrevaloración de lo joven, el cuerpo y la estética,
ha sido conceptualizado por el psicólogo estadouniden- asociada a las escasas responsabilidades en función
se Dan Kiley con el nombre de “síndrome de Peter Pan” de amplio margen de libertades, hacen que este trayec-
y se manifiesta como un estado de ansiedad e inseguri- to en el joven no siempre pueda elaborarse adecuada-
dad permanente ligado a la negativa de independizarse mente para dar paso a la vida adulta.
del entorno maternal. Nuestro trabajo busca, en prime- Retomando las palabras de Bauman[ii], al afirmar que
ra instancia, familiarizar al lector sobre las característi- los cambios como el nuevo desorden mundial, la desre-
cas básicas de este síndrome. Posteriormente, se pre- gularización universal, la libertad otorgada al capital, el
tende realizar una aproximación conceptual desde la debilitamiento de redes de sociales primarias, la trans-
teoría psicoanalítica, intentando dar cuenta del fenóme- formación de las relaciones interpersonales impregna-
no como una modalidad específica de trastorno narci- das ahora de consumismo, los mensajes que transmi-
sista, a partir de los aportes de la conceptualización de ten los medios de comunicación acerca de la indetermi-
la Tercera Tópica del Aparato Psíquico. nación y ductilidad del mundo, han favorecido la emer-
gencia de escenarios en donde se hace muy difícil no
Palabras clave difundir un verdadero y sentido descreimiento en rela-
Síndrome Trastorno Tercera Tópica ción al futuro. Hugo Lerner[iii], nos advierte acerca de
que el adolescente de hoy, ha sido victima de la ampu-
ABSTRACT tación de la utopía y de la ilusión, alterando gravemente
SYNDROME, NARCISSISTIC DISORDER OF AN AGE su posibilidad de crear ideales de un proyecto de vida.
We live in a time of staging characterized by individual- “Antes navegar era llegar a puerto, arribar a un lugar
ism and uncertainty regarding a scenario of multiple protegido. Hoy, los adolescentes navegan en sí, ya no
networks and complex requirements, where rapid hay promesa segura que alcanzar, ni puerto seguro ni
change has led to interpret reality with different codes abrigado.”
between generations. In this context, the transition to Bajo estas circunstancias, el joven no parece tener mo-
adulthood is being delayed, generating pathological re- tivos para “crecer”. La vida adulta carece de cualquier ti-
sistance in young people to assume the responsibilities po de prestigio social y muchos de sus modelos inten-
of this period of life. This phenomenon has been con- tan continuamente desmentir el tiempo transcurrido
ceptualized by the American psychologist Dan Kiley brindando una ilusoria imagen de eterna juventud. El fe-
with the name of “Peter Pan syndrome” and is manifest- nómeno de estos jóvenes que no desean convertirse en
ed as a state of permanent anxiety and insecurity linked adultos conlleva el mensaje de una época. A continua-
to the refusal of independence from the maternal envi- ción, realizaremos una aproximación conceptual al mo-
ronment. Our work aims to familiarize the reader about do de funcionamiento psíquico que sostiene dicho fenó-
the basic features of this syndrome and to conduct a meno.
conceptual approach from the psychoanalytic theory,
trying to explain the phenomenon as a specific form of TERCERA TÓPICA DEL APARTO PSÍQUICO
narcissistic disorder, based on input from the conceptu- Edgar Morin[iv] (1994) propone un modo de pensamien-
alization of the third topic of the psychic apparatus. to complejo que permite poner de relieve una organiza-
ción donde orden y desorden se mezclan íntimamente y
Key words cuyo dinamismo genera nuevas formas organizadas/
Syndrome Disorder Third topic desorganizadas a modo de bucle recursivo. Lo ambi-
guo, incierto, múltiple, y diverso, implica un reconoci-
miento de un mundo global que interconecta pensa-

Psicología Clínica y Psicopatología 223


mientos y fenómenos, sucesos y procesos, donde los buscará siempre reducir las tensiones a través de actos
contextos físicos, biológicos, psicológicos, lingüísticos, impulsivos o explosivos propios del principio de nirvana.
antropológicos, sociales, económicos, ambientales son “Los efectos claros de la estructura narcisista homeos-
recíprocamente interdependientes. A partir de esta con- tática se dan cuando el yo ideal comanda la percepción
sideración, la mente no puede ser pensada sin el reco- intensamente y produce interferencias que impiden que
nocimiento de diferentes niveles de operación que se el aparato psíquico pueda dar cuenta de la realidad (…)
interrelacionan e influyen recíprocamente en ella; los la realidad no es sustituida ni restituida: es entronizada,
cuales, a su vez, no pueden ser abordados como di- objeto de descarga o de duplicación”[vii]
mensiones separadas e independientes. Los trastornos narcisistas, muy en auge en el nuevo si-
El modelo de la Tercera Tópica del Aparto Psíquico, nos glo, se ubican sostenidos en el funcionamiento de la es-
permite abordar los nuevos fenómenos actuales de la tructura narcisista homeostática, sin excluir por ello,
clínica psicológica desde el pensamiento complejo. Las que los sujetos puedan poseer una estructuración edipi-
raíces de esta consideración, se hayan en los últimos ca conflictiva paralela.
años de la obra freudiana, cuando, en 1938, S. Freud[v]
menciona la noción de escisión del yo en la perversión, TRASTORNOS NARCISISTAS
donde el sujeto poseía un funcionamiento paralelo de El trastorno narcisista centra su modo de funcionamien-
desmentida en su psiquismo: una parte de su yo acep- to la dificultad de diferenciación yo- no yo[viii] en los pri-
taba y visualizaba la castración y la otra, la negaba. meros momentos de vida del niño para con su madre. El
Marucco (1998) retoma la noción de Tercera Tópica sujeto que manifiesta este tipo de trastornos, posee una
bosquejada por Freud, presentando un aparato con dos marcada dificultad en la significación y la posibilidad de
modos de funcionamiento paralelos: uno de ellos, remi- otorgar sentido, de modo que necesita de otro que lo or-
tiendo a una estructura edipica conflictiva, que fue am- dene. La imagen del otro lo sostiene, al mismo tiempo
pliamente desarrollada por Freud en la Segunda Tópi- que lo deja capturado en un deseo que no puede termi-
ca, y por otro lado, una estructura narcisista homeostá- nar de reconocerse como ajeno. En el trastorno narci-
tica que remite a un modo de funcionamiento sin restric- sista, el cuerpo toma un papel protagónico y en la ima-
ciones ligado al acto y la descarga. gen se asienta una amplia proporción de la autopercep-
Rubén Zukerfeld (1996) realiza un desarrollo concep- ción del sujeto.
tual de la tercera tópica en base a las recurrentes de- Estos trastornos, se caracterizan por fallas en el tercer
mandas de la clínica actual, caracterizada por actuacio- tiempo del narcisismo y en la represión secundaria. La
nes de todo tipo. Este autor, señala dos modos de fun- función de sostén y contención de la familia en estos
cionamiento psíquico: uno que consiste en procesos de casos no va acompañada de la posibilidad de estable-
complejidad creciente ordenados por la represión y el cer límites que faciliten la diferenciación.
Ideal del yo, y otro que implica mecanismos de carga y No obstante, estas características no dejan de ser una
descarga de lo nunca representado, asociados a la pre- guía y una aproximación para la consideración teórica
sencia constante de un yo Ideal. Podemos diferenciar de un fenómeno psicopatológico actual. El trastorno
entonces un inconsciente escindido paralelo a un in- narcisista debe ser considerado, de modo integral en
consciente reprimido, los cuales son fundamentales en cada caso particular, como lo señala el Dr. Hugo
la comprensión de las patologías que se han considera- Bleichmar[ix], en el interjuego de múltiples dimensio-
do en las fronteras del psicoanálisis. nes, que abarcan representaciones del self, ambicio-
“ (…) La estructura edipica conflictiva funciona de acuer- nes, estructura del Superyó, modalidades defensivas y
do al principio de placer- realidad freudiano constituyen- compensaciones, recursos, tendencia a la acción o a la
do un discurso posible por la existencia de la represión retracción hacia la fantasía, nivel de regresión y sentido
a partir de la cual se producen los sueños, síntomas psi- de realidad, entre otras.
coneuróticos, actos fallidos, mecanismos del chiste y la
transferencia. Toda su producción simbólica es poten- SINDROME DE PETER PAN
cialmente descifrable de acuerdo a la metodología de la En 1983, el psicólogo estadounidense Dan Kiley publi-
interpretación y la construcción. Implica un procesa- ca una obra titulada: The Peter Pan Syndrome: Men
miento de lo pulsional en clásico conflicto con a realidad Who Have Never Grown Up [x](«El síndrome de Peter
y la constitución de un sistema preconsciente, un siste- Pan, la persona que nunca crece») como modo de res-
ma inconsciente, y tres instancias a partir de la fijación ponder al creciente fenómeno social de aquellos jóve-
de la pulsión a la representación (represión primaria).”[vi] nes que se resisten a asumir una vida adulta.
En este sector virtual de aparato existe el conflicto, la Este fenómeno se sostiene en el joven por una inmadu-
temporalidad, la contradicción y un estado tensional de rez emocional y una profunda inseguridad directamente
variadas formas de expresión. asociados al temor a no ser queridos. Una solución a la
La estructura narcisista homeostática funciona más allá dilemática situación es detenerse en el tiempo, para
del principio de placer por medio de la compulsión a la quedar más ligados a la protección y el cuidado de la fa-
repetición. Implica una imposibilidad de procesamiento milia de origen. Esto genera cierta confusión en el en-
representacional, manteniéndose un modo de funciona- torno familiar, ya que el comportamiento de estos jóve-
miento en términos de carga y descarga. Este sector re- nes no da lugar a su entorno para que se los trate como
presenta los anhelos especulares del yo ideal y la circu- adultos.
lación de las identificaciones primarias, de modo tal que Pero como todo fenómeno social, que se inscribe y ma-

224 Psicología Clínica y Psicopatología


nifiesta en las subjetividades, el entorno directo de es- BIBLIOGRAFÍA
tos jóvenes es parte inseparable en esta consideración. [i] Galende, E. (1998) Subjetividad y Cultura: El malestar de la
Como lo señala muy ilustrativamente, el Dr. Luis individuación. En De un Horizonte Incierto. Psicoanálisis y Salud
Mercado[xi]: “no es posible un Peter Pan, sin una Wen- Mental en la Sociedad Actual. Buenos Aires: Paidós
dy que lo proteja”. La familia de estos jóvenes, se pre- [ii] Baunman, Z. (2001): La posmodernidad y sus descontentos.
senta como un espacio que sostiene esta dinámica, Madrid: Akal
donde la función de protección y contención termina por [iii] Lerner, H. (2006) Adolescencia, trauma e identidad. En Ado-
no dejar espacio para la separación y el desarrollo. lescencias: trayectorias turbulentas. Rother Horstein (Comp.)
Según Kancyper[xii], el joven debe pasar por un doble Parte I: Adolescentes y trama sociohistórica. Buenos Aires: Paidós.
desarraigo narcisista: desestructurar al otro y deses- [iv] Morin, E. (1986) El Método III. Madrid : Cátedra.
tructurar el vinculo patológico narcisista. Cuando el jo-
[v] Freud, S. (1984) Escisión del yo en el proceso de defensa,
ven no puede lograr una homeostasis entre su mundo Obras completas, Madrid: Biblioteca Nueva
interno y externo, no se puede resignificar la realidad
psíquica y los vínculos con el exterior, es porque él no [vi] Zukerfeld, R. (1996) Acto bulímico, cuerpo y tercera tópica.
México: Paidós
está decidido internamente a renunciar a una estructu-
ra que hasta ese momento le dio una relación más o [vii] Zukerfeld R. (1996) Acto bulímico, cuerpo y tercera tópica.
México: Paidós
menos estable.
Los jóvenes con este síndrome, se manifiestan por lo [viii] Mc Dougall, J. (1991) Teatros del Cuerpo. Madrid:. Julián
general con una alegría y energía ficticias, aparentan Yebnes.
gran seguridad, y autoestima. Su personalidad posee [ix] Bleichmar, H. (2000) Aplicación del enfoque Modular-Trans-
marcados rasgos de narcisismo, con tendencias mani- formacional al diagnóstico de los trastornos narcisistas. Rev.
puladoras, transgresoras, seductoras, arrogantes y Aperturas Psicoanalíticas No. 5 (Julio) Sitio web http://www.aper-
turas.org,
cautivantes. Aunque por lo general se sienten incom-
prendidos. [x] Kiley, D. (1983) The Peter Pan Syndrome: Men Who Have
Never Grown Up [El síndrome de Peter Pan: hombres que jamás
han crecido], Nueva Cork: Dodd, Mead.
REFLEXIÓN FINAL
Hablar de síndrome de Peter Pan nos remite a una ca- [xi] Conferencia dictada por el Dr. Mercado, Luis (médico psiquia-
tra). Titulada: “Síndrome de Peter Pan: los adultos que no desean
racterización médica del fenómeno a partir de cierto ti- crecer”. Organizada por Jornadas Latinoamericanas de estudian-
po específico de expresión sintomática. El presente tra- tes de Ciencias de la Salud. III Jornadas Científicas SoCCEM.
bajo pretende presentar una aproximación psicoanalíti- GM. Universidad Católica de Córdoba, 10 de junio de 2011
ca del fenómeno desde la Tercera Tópica del Aparato [xii] Kancyper, L. (2007). Adolescencia: el fin de la ingenuidad.
Psíquico. Podemos considerar, a modo de hipótesis, Buenos Aires: Lumen.
que el síndrome de Peter Pan es un tipo específico de
trastorno narcisista que conlleva el mensaje de una
época, en la cual la función paterna esta deteriorada, en
su posibilidad de establecer límites y marcar la presen-
cia de una ley socialmente compartida.
Todo joven necesita de la confrontación con los padres
y la desidealización de las representaciones primarias
de los mismos, para diferenciarse y conformarse como
sujeto de deseo. Como entendemos el síndrome de Pe-
ter Pan, creemos que esta diferenciación y desidealiza-
ción no ha terminado de elaborarse, de modo tal que
existe una tendencia en estos sujetos a sentirse vacíos,
en sentido el sentido de un vacío existencial, sin deseo
para con él mismo y su futuro. Un modo de respuesta
muy habitual entonces es la posición de omnipotencia
propia del adolescente. Pero esta posición debe ser leí-
da en una época, que por sus demandas económicas,
sociales e incluso laborales y académicas de formación
contínua y aceptación de desempeño en el campo de
incertidumbre e inestabilidad, dificulta la salida del jo-
ven de su hogar familiar de origen.
El mismo, se expresa a nivel tópico en el psiquismo por
medio de la estructura narcisista homeostática, lo cual
permite que este trastornos narcisista se presente
acompañando a diversas estructuras, las cuales se ha-
yan enraizadas en un modo de funcionamiento psíquico
paralelo como lo es la estructura edipica conflictiva.

Psicología Clínica y Psicopatología 225


COMORBIDADE NO TRANSTORNO
DE PERSONALIDADE COMPULSIVA
Sales, Eleni; Sousa, Heloísa Karmelina Carvalho De
Universidade Federal do Rio Grande do Norte. Brasil

RESUMEN INTRODUÇÃO
Esse estudo teve como objetivo investigar a prevalência Personalidade é entendida por Millon como um conjunto
e possíveis indicadores de comorbidade relacionados de características inter-relacionadas, constantes, fre-
ao transtorno de personalidade compulsiva, comparan- qüentemente não-conscientes e quase automáticas que
do populações clínica e não-clínica usuárias do Serviço são manifestadas nos ambientes típicos de um determi-
de Psicologia Aplicada (SEPA) da Universidade Federal nado organismo (Millon, Millon, Meagher, Grossman, &
do Rio Grande do Norte. Participaram dessa pesquisa Ramanath, 2004), influenciada por fatores biológicos,
104 pessoas, que responderam ao Millon Clinical Mul- psicológicos, sociais e culturais (Alchieri, Cervo & Nu-
tiaxial Inventory III (MCMI-III) e a análise foi feita utili- nes, 2005). O mesmo autor se refere à personalidade co-
zando o pacote estatístico SPSS-17. Os resultados mo estilos de adaptação que são eficazes frente ao am-
mostraram que houve diferença estatisticamente signi- biente e dessa forma, os transtornos de personalidade
ficativa entre os dois grupos para a escala compulsiva, seriam estilos de funcionamento desadaptados, inefica-
assim também como para a escala de depressão maior, zes em sua capacidade de se relacionar com o meio (Li-
somatoforme e transtorno delirante, quando compara- nares e Ramella, 2005), apresentando desequilíbrios,
dos os dois grupos segundo a escolaridade. Reitera-se conflitos ou deficiências (Millon et al., 2004).
a importância de se estudar comorbidade no transtorno Sustentado por sua teoria, Millon desenvolveu o Millon
de personalidade compulsiva, de forma a melhorar o Clinical Multiaxial Inventory (MCMI). Trata-se de um in-
tratamento dos pacientes que sofrem dessa desordem. ventário de auto-relato, composto por 175 itens de res-
posta verdadeiro ou falso que é capaz de avaliar 10 sín-
Palabras clave dromes clínicas e 14 padrões clínicos de personalidade,
MCMI-III em seus aspectos psicopatológicos, que são esquizói-
de, evitativo, depressivo, dependente, histriônico, narci-
ABSTRACT sista, antissocial, sádico, compulsivo, negativista, ma-
COMORBIDITY IN COMPULSIVE PERSONALITY soquista, paranóide, esquizotípico e borderline (Millon,
DISORDER Davis & Millon, 2007). Sua terceira e mais nova versão
This study aimed to investigate the prevalence of co- está em fase de adaptação para o Brasil.
morbidity and possible indicators related to compulsive Dentre os transtornos de personalidade avaliados pelo
personality disorder, comparing clinical populations and MCMI, nos deteremos ao transtorno de personalidade
non-clinical users of Applied Psychology Department compulsiva, que, segundo os critérios do DSM IV, se
(SEPA, in Portuguese), Federal University of Rio Grande caracteriza por uma exagerada preocupação com orga-
do Norte. 104 people participated in this study who re- nização, perfeccionismo, controle mental e interpesso-
sponded to the Millon Clinical Multiaxial Inventory III al. Essas pessoas estão sempre preocupadas com de-
(MCMI-III) and the analysis instruments was the statisti- talhes, ordem e horários, muitas vezes não conseguem
cal package SPSS-17. The results showed a statistical- concluir seus projetos por exigir de si mesmo muita per-
ly significant difference between the two groups for feição, o que acaba prejudicando atividades de lazer e
compulsive scale, so as to scale of major depression, amizades (DSM IV , 2002). Millon (2004) diz que seus
somatoform and delusional disorder, when the general padrões elevados são muitas vezes irrealistas e, além
sample was compared according to schooling. It’s im- de exigirem esse padrão para eles mesmos, exigem
portant to study the comorbidity of compulsive personal- também dos outros.
ity disorder in order to improve the treatment of patients Esse estudo objetivou comparar a população clínica e
suffering from this disorder. não clínica usuária do SEPA, verificando a prevalência
e possíveis indicadores de comorbidade relacionados
Key words ao transtorno de personalidade compulsiva através do
MCMI-III MCMI-III.

MÉTODO
Participantes
Participaram dessa pesquisa 104 sujeitos do Serviço
de Psicologia Aplicada (SEPA) da Universidade Federal
do Rio Grande do Norte, incluindo os usuários do servi-
ço e seus familiares, que compunham o grupo clínico e

226 Psicología Clínica y Psicopatología


não-clínico, respectivamente. Os dois grupos foram pa- não haver emoções positivas em seu cotidiano, estar
reados, considerando-se as variáveis sexo, idade e es- sempre arduamente dedicado ao seu trabalho e desem-
colaridade. penho, se atolar em sentimentos de culpa e vergonha,
Instrumentos (ao depreciar suas próprias competências), dentre ou-
Após concordarem em participar da pesquisa e assina- tras razões.
rem o Termo de Consentimento Livre e Esclarecido, to- Os compulsivos também são candidatos a desenvolver
dos os participantes responderam ao MCMIIII e a um transtornos de ansiedade, incluindo fobia social e trans-
questionário sócio-demográfico elaborado especifica- torno de ansiedade generalizada (Nestadt, Romanoski,
mente para essa pesquisa, contendo questões sobre Samuels, Folstein, & McHugh,1992). Muitos desenvol-
sexo, idade, escolaridade, estado civil, naturalidade e vem o medo de que sua vida social se desintegrará, por
residência atual, se o indivíduo já fez acompanhamento se sentir inadequado e envergonhado e essa presença
psicológico, se toma psicofármacos (se sim, quais), se constante de tensão muitas vezes torna-se parte de seu
fez uso abusivo de álcool e de drogas ilícitas (se sim, ser (Millon, 2004). Outra comorbidade pode ser obser-
quais), e se já foi encaminhando para acompanhamen- vada no estudo de Rost, Akins, Brown, and Smith
to psicológico. (1992), que mostrou que muitos pacientes com transtor-
Procedimentos no somatoforme são diagnosticados como tendo perso-
Os participantes foram pareados segundo os critérios nalidade compulsiva, podendo até mesmo desenvolver
de sexo, idade e escolaridade. Para o pareamento da transtorno dismórfico corporal, por achar que alguma
idade, a diferença máxima de cinco anos entre dois su- parte de seu corpo está com defeito (Millon, 2004).
jeitos foi considerada, para mais ou para menos. Para o É importante mencionar que o transtorno de personalida-
pareamento da escolaridade, consideraram-se apenas de compulsiva também está relacionado com o transtor-
sujeitos com mesmo nível de escolaridade (fundamen- no obsessivo-compulsivo (TOC), mas a relação exata
tal, médio e superior). Em seguida, os escores brutos entre essas duas ainda se mostra muito controversa
foram analisados com auxílio do pacote estatístico (Millon, 2004). Torres (2001) mostra que, embora as ca-
SPSS-17 (Statistical Package for the Social Scien- racterísticas sejam as mesmas, a principal diferença é
ces-17). O Teste t foi utilizado para a comparação entre que no transtorno de personalidade os traços são está-
os grupos utilizando as variáveis sexo e idade e a ANO- veis, precoces e egossintônicos, ou seja, valorizados pe-
VA foi utilizada quando foi feita a comparação conside- la própria pessoa. Já no TOC, os traços são considera-
rando como variável a escolaridade. dos indesejáveis e até ridículos pelo paciente, o que difi-
culta a busca por tratamento (Miranda & Bordin, 2001;
RESULTADOS Torres & Lima, 2005). Petribú (2001) considera a possibi-
Dos 104 participantes, 52 pertencem ao grupo clínico e lidade de que transtornos de personalidade podem pre-
52 ao grupo não-clínico, sendo 68 do sexo feminino ceder e originar a manifestação de outros transtornos.
(65,4%) e 36 do sexo masculino (34,6%). Com relação à
escolaridade, 3,8% possuíam apenas o ensino funda- CONCLUSÃO
mental, 41,1%, o ensino médio e 48,1% possuíam ensi- Esse estudo confirmou o que já foi apontado na literatu-
no superior. ra, que o transtorno de personalidade compulsiva está
Nas comparações das pontuações brutas entre os gru- presente e se relacionando com outros transtornos, co-
pos clínico e não-clínico, encontrou-se diferença esta- mo os de ansiedade e mesmo o transtorno obsessivo-
tisticamente significativa para a escala compulsiva, com compulsivo, onde pode haver ou não traços de perso-
o valor de p=0,004. Também foram encontrados valores nalidade embutidos. Muito já se foi estudado sobre es-
de p<0,005 nas escalas de depressão maior, somato- se transtorno e muito ainda se tem a alcançar com mais
forme e transtorno delirante, quando os grupos foram estudos que se aprofundem nessa temática. Estudar
comparados considerando-se a escolaridade. Depres- comorbidade em transtornos psiquiátricos mostra-se
são maior também obteve valor de p=0,002 quando de grande importância, pois permite o conhecimento de
comparados considerando a variável sexo, com mé- informações valiosas sobre o seu desenvolvimento e
dia=7,28 e desvio padrão=6,37 para p feminino e mé- traz implicações terapêuticas e prognósticas.
dia=3,92 e desvio padrão=4,28 para o masculino.

DISCUSSÃO
Os resultados obtidos mostram que houve diferença es-
tatisticamente significativa para a escala compulsiva
quando se comparou o grupo clínico e o não-clínico, as-
sim também como para as escalas de depressão maior,
somatoforme e transtorno delirante, quando compara-
dos os mesmos grupos levando-se em consideração a
escolaridade. Esses resultados corroboram a visão de
Millon (2004), ao expor que as pessoas compulsivas
têm tendência natural a sentimentos depressivos, por

Psicología Clínica y Psicopatología 227


REFERÊNCIAS
Alchieri, J. C., Cervo, C. S. & Núñez, J.C (2005). Avaliação de
estilos de personalidade segundo a proposta de Theodore Millon.
Psico, 36 (2): 175-179.
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders [acesso 27
jun. 2011] Washington; 2004. Disponível em http://virtualpsy.lo-
caweb.com.br/dsm.php.
Linares, F. B. & Ramella, G. G. (2005). Personalidad - Estilos y
Transtornos. Buenos Aires: Librería Akadia Editorial.
Millon, T., Millon, C., Ramnath, R., Meagher, S., & Grossman, S.
(2004). Personality Disorders in Modern life (2nd ed.). New Jersey:
Wiley.
Millon T, Davis R, & Millon C. (2007). MCMI-III: Inventário Clínico
Multiaxial de Millon-III - Manual. Madrid: TEA Ediciones.
Miranda, M.A. & Bordin. I.A. (2001). Curso clínico e prognóstico do
transtorno obsessivo-compulsivo. Rev Bras Psiquiatr, 23(2):10-2
Nestadt, G., Romanoski, A. J., Samuels, J. F., Folstein, M. F., &
McHugh, P. R. (1992). The relationship between personality and
DSM-III Axis I disorders in the population: Results from an epide-
miological survey. American Journal of Psychiatry, 149(9): 1228-
1233.
Petribú, K. (2001). Comorbidade no transtorno obsessivo-com-
pulsivo. Rev Bras Psiquiatr, 23(2): 17-20
Torres, A. R. & Lima, M. C. P. (2005). Epidemiologia do transtorno
obsessivo-compulsivo: uma revisão. Rev Bras Psiquiatr, 27(3):
237-42
Torres, A. R. (2001). Diagnóstico diferencial do transtorno obses-
sivo-compulsivo. Rev Bras Psiquiatr, 23(2): 21-3.
Rost, K. M., Akins, R. N., Brown, F. W., & Smith, G. R. (1992). The
comorbidity of DSM-III-R personality disorders in somatization
disorder. General Hospital Psychiatry, 14(5): 322-326.

228 Psicología Clínica y Psicopatología


ATENCIÓN PSICOLóGICA EN UN HOSPITAL:
UN CASO SOBRE FENóMENOS PSICOSOMáTICOS
Salgado, Matías
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
Con la intención de abordar los fenómenos psicosomá- La orientación académica de nuestra facultad se podría
ticos presentaremos el caso de una paciente internada representar por un lado, a partir de los autores que se
en el Hospital Muñiz a raíz de problemas dermatológi- incluyen para su estudio, pero también -como dos caras
cos. El equipo médico solicita una interconsulta psicoló- de la misma moneda- se podría caracterizar por aque-
gica ya que no encuentra etiología alguna para su pade- llos autores que son dejados por fuera de nuestra for-
cer; tampoco un tratamiento que logre cerrar su herida. mación. Si nos descuidamos un poco, aquellas ideas
En el presente trabajo realizaremos un recorrido por los que no hemos transitado se pueden llegar a convertir
indicadores más importantes de la entrevista, integrán- en los puntos ciegos de nuestra intervención.
dolos luego, con los conocimientos sobre los fenóme- Ya hace muchos años que el dualismo cartesiano men-
nos psicosomáticos que ofrecen diversos autores. Den- te/cuerpo ha sido superado. Sin embargo, pareciera ser
tro de este marco presentaremos una serie de hipótesis que las distintas disciplinas, al nacer en tiempos distin-
acerca de los factores que estarían influyendo en el pa- tos (como es el caso de la Medicina y la Psicología) no
decer de la paciente. han creado el hábito de dialogar entre ellas. Conviven
sin prestarse en articular la mayor parte de sus conoci-
Palabras clave mientos. Es así como el fantasma de Descartes sigue
Psicosomática Dermatología Duelo Dolor merodeando los espacios académicos y profesionales.
El problema físico por aquí, y lo mental por allá. Es ne-
ABSTRACT cesario que superemos este paradigma.
PSYCHOLOGICAL ATENTION IN A HOSPITAL: En plena discordancia con la división de la entidad huma-
A CASE OF PSYCHOSOMATIC PHENOMENA na comprendida como unidad inseparable, abordamos
In order to address the psychosomatic phenomena we los fenómenos psicosomáticos desde un enfoque multi-
present a case of a patient hospitalized in F. Muñiz Hos- teórico e interdisciplinario. Esperamos que de esta ma-
pital (Arg.) because of skin issues. Medical team re- nera se abran las puertas hacia nuevos interrogantes an-
quested psychological inter-consultation because no teriormente ignorados, rechazados, y sobretodo priva-
etiology was found for her suffering, nor treatment to dos del espacio para el despliegue e interpretación.
heal the wound. In the present article we will analyze A continuación presentaremos el caso de una paciente
most important indicator from interview, the integrating del Hospital Muñiz que recibimos por pedido de inter-
them with knowledge on psychosomatic phenomena consulta. Esta fue nuestra primera entrevista; y se llevó
written by multiple authors. Within this framework we adelante de la mano de la Lic. Perla Cativa Tolosa.
will present a series of hypotheses about factors that Agradecemos a la Licenciada y a la Cátedra en general,
would cause patients´ suffering. por brindarnos esta oportunidad. Presentaremos el ca-
so y luego elaboraremos distintas hipótesis acerca de
Key words su padecer basándonos en distintos autores que abor-
Psycgosomatic Dermatology Grief Pain dan los fenómenos psicosomáticos. Recomendamos
leer las notas al pie de página ya que contiene informa-
ción que resignifica el texto.

Presentación del Caso


Se trata del caso de Fernanda, una paciente internada
en la sala de dermatología del Hospital Muñiz a causa de
una herida en el pecho izquierdo. La historia clínica seña-
la: “Paciente de 56 años, con antecedentes de ASMA
CRONICA LEVE, cursa internación por probable PIO-
DERMA GANGRENOSO en mama izquierda con resec-
ción del complejo AEREDA-PEZON”. Tiempo atrás, Fer-
nanda había sido operada con el objeto de extirparle un
quiste. Si bien lograron sacarlo, la herida nunca cicatrizó.
A raíz de esto, la paciente debió ser operada por segun-
da vez. Han pasado ya tres años desde la primera inter-
vención y su herida sigue aun abierta.

Psicología Clínica y Psicopatología 229


Antes de comenzar la entrevista, Fernanda puso una ciente. Por lo tanto dormían “junto a ella”. Esto le gene-
condición: -“Qué no sea mucho tiempo”-. A raíz de este raba mucho nerviosismo. Quería que -“Esos enfermos”-
pedido nos planteamos un primer interrogante: ¿Qué se fueran cuanto antes, ya que la podían contagiar de
razones tendrá un paciente internado para dedicarle cualquier enfermedad. Fernanda nos dice que este tipo
poco tiempo a una consulta psicológica, si al estar inter- de cosas la ponen muy mal y desea salir del hospital lo
nado lo que le sobra justamente es tiempo? Tal vez pa- antes posible. Mientras nos relata esta cuestión comete
ra ella lo psicológico, lo mental, lo emocional recorren el un primer lapsus. El fallido es acerca de las enfermeda-
orden de la pérdida de tiempo y no están asociados que des que se podía contagiar en el hospital. Nos dice:
a su problemática. -“Más vale arriesgar…” (Espera que nosotros termine-
Ni bien se presenta, se puede identificar una especie de mos la frase pero no lo hacemos)
modalidad defensiva: tiene una actitud reservada, dis- -“Más vale arriesgar…” (Continuamos en silencio)
tante y hasta un poco arrogante. Salta a la vista que se -“¡Más vale arriesgar que prevenir!”
preocupa mucho por estar “arreglada”, incluso nos pre- El desprecio ante los enfermos de HIV era notorio. Sin
gunta: -“¿Cómo me ven?”- (mientras inclina la cabeza embargo, parecía simplemente adherir a una opinión
mostrando cómo le habían crecido las raíces del pelo sesgada, común al imaginario social. Pero su opinión y el
teñido de rubio). A pesar de estar internada se preocu- lapsus cobran otro valor, cuando semanas después de la
pa mucho por su belleza; de hecho se larga a hablar de entrevista, nos enteramos que se le diagnosticó Sífilis[iii].
sus complicaciones para mantener sus estadares esté- Para el equipo médico el nuevo diagnóstico era todo un
ticos estando allí internada. Continuó hablando sobre descubrimiento, aunque para ella era un desagradable
su estética hasta que la Licenciada derivó la entrevista reencuentro. Decimos que fue un reencuentro porque ya
hacia su historia personal (para poder llegar después al hacía bastante tiempo que se la habían diagnosticado.
problema que motivó la internación). Fernanda sabía que padecía de Sífilis pero no la podía
Fernanda vive junto su esposo de 52 años -“En la casa nombrar… en sus propias palabras: -“Es un problemita
que era de mis padres”-. Están casados hace más de en la sangre que no puedo nombrar”-. Se angustió mu-
19 años. Él trabaja de chofer en una remiseria. Se llama cho cuando saltó a la luz la infección.
Zebedeo[i]. Retomando la entrevista, Fernanda continúa con una
F: -Zebedeo es un nombre raro… pero está en la biblia. actitud distante. Muy de a poco, como de a cuenta go-
P: -¿Ah sí?... ¿Y qué dice la biblia de Zebedeo? tas nos va contando más sobre ella y su historia. Hacía
Ante esta pregunta, Fernanda se pone nerviosa, mira fi- poco menos de dos años, su madre había fallecido a
jo a la psicóloga, mueve constantemente el pie y se ca- causa de un Epoc[iv]. Su muerte no había sido súbita,
lla. Pareciera como si asociará Zebedeo con Biblia y su sino que pasó mucho tiempo enferma antes de fallecer.
vez con Pecados. Pensamos para nosotros: ¿Cuáles A causa de la enfermedad se pasaba la mayor parte del
serán los pecados de Zebedeo, que ponen tan nerviosa tiempo haciendo reposo. Al estar tanto tiempo en cama,
a Fernanda? no tardaron en aparecer los problemas dermatológicos
Siguiendo con la entrevista, la paciente nos comenta que típicos de personas postradas. Fernanda la llevó varias
había sido operada dos veces de la mama izquierda en el veces al dermatólogo, pero más allá de las indicaciones
Hospital Fiorito. La primera operación consistía en extir- del doctor, obtuvo mejores resultados cuando ella mis-
parle un -“Quistecito chiquito”-. Pero resultó que la herida ma le curaba las heridas con azúcar y Platsul[v]. Tam-
nunca terminó de cicatrizar; -“¿Por qué a mí…?”- se pre- bién menciona algo llamativo acerca de su propio pade-
gunta en vos alta. En un intento de cicatrizar la herida cer: -“Yo sufro de los bronquios…”-
avanzaron en un segundo procedimiento en el que corta- En cuanto a su familia, lo único que nos cuenta de su
ron una “porción” de la mama. Lamentablemente no ob- padre es que era chapista y hacia diez años que había
tuvieron ningún resultado. Se encontraban en el mismo fallecido. En cambio para hablar de su madre no escati-
punto: la herida no cicatrizaba; “… Todo el mundo me de- ma palabras (ni tiempo). Es así como se “larga” a hablar
cía que me la saquen toda (la mama) pero yo dije ¡No! de su relación con ella. La describe como una madre
...Que me saquen lo que me tengan que sacar…” muy amorosa. Se querían mucho. Fernanda era hija
Es así como los médicos prescriben la internación en el única y al parecer vivían juntas en la misma casa. Para
hospital para poder darle seguimiento constante al caso su madre ella era -“La más linda y la más buena”-. Su
y así poner cierre a su herida. Cuando la paciente se madre era -“la mejor compañera”-. Cuando su madre
enteró que el hospital de internación era el Muñiz[ii] se enfermo, Fernanda le dedicó mucho tiempo y esfuerzo
puso tan nerviosa que: -“…Hasta se me rompió la pró- a su cuidado. Como señalábamos antes, se ocupaba de
tesis dental…”-. Nos pareció importante indagar el por- las visitas médicas y de curarle las heridas en la piel.
qué de una reacción tan exagerada, entonces recorri- Cuando la llevaba al hospital se le presentaba el proble-
mos dicho tema. La paciente tiene un gran rechazo al ma de cargarla en la silla de ruedas. Fernanda -“No te-
Hospital Muñiz porque es Infeccioso y atiende gente nía otra opción”- que apoyarla en su pecho para poder
con HIV-SIDA, quienes para ella -“…Acarrean muchas hacer un poco de fuerza y sentarla. El problema es que
enfermedades…”-. Nos cuenta que hacía unos días, por la apoyaba el pecho recientemente operado; el mismo
escases de camas, algunos pacientes con HIV habían que aún no cicatriza. Señala: -“Todo el mundo me decía
sido ubicados en la sala de dermatología de nuestra pa- que no la apoye ahí… pero ¿qué podía hacer?, si nadie

230 Psicología Clínica y Psicopatología


me venía a ayudar…”. La Enfermedad (y lo) Sexual
A medida que va contando cosas acerca de su madre En segundo lugar, nos detenemos ante el gran nerviosis-
comienza a angustiarse, pasando entonces de una ac- mo que le genera el hospital y sus pacientes en particu-
titud distante, reservada y arrogante a una actitud más lar. Su rechazo ante los enfermos de HIV que dormían en
solidaria y de empatía; es así que se quiebra y comien- su misma sala estaba a punto de ser pasado por alto. Sin
za a llorar. Lamenta mucho la pérdida de su mamá. Y embargo Fernanda comete un primer lapsus:
también lamenta el problema que atravesando ahora… -“Más vale arriesgar… “(Espera que nosotros termine-
la herida de la mama que no cierra. Llorando nos dice: mos la frase pero no lo hacemos)
F-“Es que mi marido se enamoró de mis tetas y mi cu- -“Más vale arriesgar…” (Continuamos en silencio)
lo…”. -“¡Más vale arriesgar que prevenir!”
P-“Seguro que después de 19 años de casados deben …¡Y pensar que lo repitió tres veces antes de rematar la
seguir juntos por algo más que las tetas y el culo. (…) frase! ¡Como que sí algo del ICC debiera salir o salir!
¿Vos ahora como te ves?” Nos lo tenía que decir de alguna manera… y al fin de
F-“Me veo rara… una teta sin la compañera…” (Se se- cuentas nos los terminó diciendo. Lo ICC terminó irrum-
ñala el pecho izquierdo y luego el derecho) piendo. Esa es la primer parte de la información. A no-
P-“(…) Hay muchas cicatrices que están abiertas, que sotros nos sirve de puente para comprender su rechazo
nosotros vamos a tratar de curar” a los pacientes con HIV. Si lo usamos como a modo de
F-“Si… tengo muchas cicatristes…” “titulo” podríamos llegar a diagramar el siguiente texto:
Aquí es donde comete el segundo lapsus condensando “¡MAS VALE ARRIESGAR QUE PREVENIR!”
Cicatrices y Triste formando así las Cicatristes. La paciente Fernanda siente un gran rechazo por las
La entrevista continuó hasta que Fernanda recobró el personas que sufren de HIV. Piensa que acarrean mu-
aliento. Su condición y petición pretérita no pudo ser chas enfermedades y por lo tanto, al dormir todos en la
cumplida: la entrevista duró mucho más de lo previsto. misma sala, ella piensa que corre grandes riesgos de
Pero no de lo previsto por nosotros, sino de lo que ella ser contagiada. Recientemente, el parte médico ha
misma pre-veía. diagnosticado que la paciente sufre de Sífilis, una enfer-
medad de transmisión sexual, cuya bacteria que la cau-
Una enfoque eclético sa se disemina a través de la piel lesionada o las mem-
Este material nos permite plantear diversos interrogan- branas mucosas. Si bien Fernanda ya sabía de su pa-
tes acerca del padecer de la paciente. De esta manera, decimiento, nunca informó de esto al equipo médico, ya
abrimos paso a una serie de hipótesis que articulan la para ella es un “problemita” en la sangre que no puede
entrevista con material teórico de distintos autores. nombrar.
Este texto, esta lectura, útil para empezar a comprender
El Predominio de lo Visual lo que le pasa, nunca podría haber sido redactado sin la
En primer lugar nos enfocamos en la preocupación de intervención del psicólogo. Esto nos llama mucho la
Fernanda acerca de su estética. Entendemos esto co- atención: ¿Cuantos pacientes pasaran por los hospita-
mo “un llamado a la atención”. Aparece una primera les y clínicas sin disponer de un psicólogo que escriba
pregunta -“¿Cómo me ven?” (Mientras inclina la cabeza sus textos? Esas coordenadas que envía el ICC pasan
mostrando cómo le habían crecido las raíces del pelo desapercibidas para el resto de los profesionales e in-
teñido de rubio)-. Es importante resaltar el contraste en- cluso hasta para ellos mismos. Somos nosotros los que
tre la temática y el contexto de hospitalario de interna- las podemos ubicarlas en el mapa, aquel que se va di-
ción en la que ella se encontraba. Si bien la pregunta bujando con la mano del equipo interdisciplinario.
-“¿Cómo me ven?”- puede dar lugar a diversas interpre- En cuanto a la Sífilis, como aquello que no puede nom-
taciones, no la queremos disociar de los gestos que la brar, lo podemos ligar a la asociación Zebedeo-Biblia-
acompañaron. Como si fuese una necesidad de ser mi- Pecados. Esta enfermedad de transmisión sexual es se-
rada y apreciada por su apariencia Fernanda nos seña- guramente compartida por la pareja matrimonial. Puede
laba, con sus dedos, el recorrido de los detalles de su llegar a ser fruto de una infidelidad, infidelidad suya o de
estética. Por ejemplo su pelo (teñido y con raíces) y sus Zebedeo… no sabemos. En cualquier caso es necesario
uñas (pintadas y arregladas). Tomando las palabras de indagar por qué Fernanda no puede nombrar ni tomar la
Jorge Ulnik podemos señalar que “Frente a vivencias iniciativa de curarse de una enfermedad que hoy en día
de fragmentación o desintegración del Yo, una de las precisa de un tratamiento muy simple, cuando los efectos
formas de restaurar el sentimiento de identidad y de co- de permanencia llevan a la muerte. Aquí hay un conflicto
hesión es buscar ser mirado y reconocido para lograr que todavía no llegamos a decifrar.
una identificación con la imagen que el otro mira” (Ulnik
J. C., El Psicoanalisis y la piel, 2004). Fernanda no El Dolor encarnado. Las Cicatristes
cuenta más con su madre. Ella le devolvía una imagen Por otro lado, también podemos pensar su segundo fa-
de sí, para ella era -“(…) la más linda”-.Ahora ante esta llido como otra señal que irrumpe desde el ICC. Pasa-
ausencia reedita nuevamente la necesidad de ser mira- mos a citarlo:
do por los demás. F-“Es que mi marido se enamoró de mis tetas y mi cu-
lo…”.

Psicología Clínica y Psicopatología 231


P-“Seguro que después de 19 años de casados deben fría la madre revelando así un punto de identificación.
seguir juntos por algo más que las tetas y el culo. (…) Por último, no tendríamos que dejar pasar lo que se re-
¿Vos ahora como te ves?” fiere al extirpe parcial de su mama: “… Todo el mundo
F-“Me veo rara… una teta sin la compañera…” (Se se- me decía que me la saquen toda (a la mama) pero yo di-
ñala el pecho izquierdo y luego el derecho) je No! ...Que me saquen lo que me tengan que sacar…”.
P-“(…) Hay muchas cicatrices que están abiertas, que Esto nos abre las puertas a pensar acerca de la posibi-
nosotros vamos a tratar de curar” lidad de que la paciente no esté atravesando un duelo
F-“Si… tengo muchas cicatristes…” normal, sino que en su lugar esté sumergida en un Due-
Al igual que hicimos con su primer lapsus, redactamos lo Psicosomático. Debemos aclarar para los más aten-
nuestra idea en forma de texto: tos, que si bien la herida de la mama (que no cierra) se
“TENGO MUCHAS CICATRISTES” presenta tiempo antes de que fallezca su madre, para el
Fernanda fue operada hace tres años en la mama iz- comienzo del cuadro, esta ya se encontraba en un esta-
quierda por un quiste. Para la misma época su mamá es- do de enfermedad grave y con mal pronóstico. Pode-
taba ya muy enferma al punto que no podía valerse por sí mos pensar que durante ese preludio mortífero Fernan-
misma. Fernanda se ocupó mucho de ella. Como nadie da llevó adelante un rudimentario intento de simbolizar
la ayudaba a trasladarla, muchas veces tuvo que apoyar la perdida. Según Jorge Ulnik “…Para que el Duelo nor-
a su mamá sobre su mama para poder cargarla y llevar- mal se pueda producir hace falta que el sujeto tenga
la al hospital. Hace menos de dos años su mamá fallece. instalada: La dialéctica presencia-ausencia, La separa-
Todavía hoy, su herida en la mama no cierra. El equipo ción entre representación del objeto amado y sus sos-
dermatológico y clínico avanza en la búsqueda de la cu- tén imaginario y la separación entre la imagen que tiene
ra pero no la encuentra. Ahora ella se mira y se ve rara: el sujeto de sí mismo y la que le devuelve el otro” (Ulnik
una teta sin su compañera (la mama que le sacaron). J. C.). Si Fernanda nunca consiguió simbolizar la au-
Entonces nos preguntamos ¿Qué pasa si le pone un sencia de su madre, la ausencia en la realidad insiste
acento a la mama? La herida que no cierra se convier- como si fuera una percepción, no la de la madre, sino la
te en la de la mamá. Podríamos pensar que estamos de un dolor que la eterniza. Ese dolor es el dolor del
ante un fenómeno psicosomático. Jorge Ulnik dice: “Por cuerpo, de la enfermedad. Una enfermedad que es pro-
estado psicosomático entiendo el modo de funciona- ducto de un desplazamiento del dolor, y que ocurre co-
miento que se activa en cualquier paciente cuando fren- mo consecuencia de una retracción narcisista y un in-
te a una situación que no puede elaborar reacciona con tento rudimentario de simbolización. En el Duelo Psico-
una enfermedad física, ya sea funciona u orgánica, somático el dolor es por la ausencia de alguien que nun-
cualquiera sea su etiología” (Ulnik, 2002). En los casos ca se había dado por perdido antes.
como en el de Fernanda, como las enfermedades son Fernanda es hija única. Ella no ha tenido hijos. Ella
de etiología orgánica, el factor psicológico es más fácil siempre ha sido HIJA. Su madre ha sido su mejor com-
de negar. Es por eso que en un comienzo puso la con- pañera. Ahora sus dos padres no la acompañan más y
dición -“Qué no sea mucho tiempo”-. Jorge Ulnik seña- su posibilidad de tener hijos ha expirado. Nos queda-
la que a pesar de ser lo psicológico lo más fácil de ne- mos con los siguientes interrogantes: ¿Habrá logrado
gar “No obstante, observamos cotidianamente que a separar la representación de su madre y la del sostén
veces el desencadenamiento, y otras veces la evolu- imaginario? ¿Habrá logrado la separación entre la ima-
ción, los brotes y hasta la respuesta al tratamiento de gen que tiene de sí misma y la que su madre le devol-
las enfermedades de la piel, se ven influidas por hechos vía? ¿Habrá podido instalar la dialéctica presencia-au-
vitales y estados emocionales consecuentes”. (Ulnik, sencia en relación a su madre? Si no lo ha logrado es-
2004). Según el mismo autor “Existen Enfermedades taríamos frente a un Duelo Psicosomático.
que tienen una base primariamente dermatológicas pe-
ro que pueden ser influidas por factores psicológicos”[vi]. La Maternidad de una hija
Algo de lo que acabamos de mencionar también nos
Duelo Psicosomático permite trabajar con las ideas propuestas por la psicoa-
No podemos dejar de que interrogarnos acerca del pro- nalista Marie Langer. Para la autora, la mujer tiene un
ceso de duelo que atraviesa Fernanda. Su madre ha fa- instinto maternal innato, cuya represión y aplacamiento
llecido hace menos de dos años. Este es un tiempo es- puede ser útil y rendir frutos durante gran parte de la vi-
timado para cumplir con el doloroso trabajo de duelo. da si la mujer quisiera dedicarse a otras cosas, pero lle-
Podemos pensar que algo del orden de este duelo toda- gada la menopausia, a la menciona represión del ins-
vía no ha sido debidamente elaborado, ya que cuando tinto maternal le sobreviene una gran depresión por ha-
Fernanda habla sobre su madre no solo se angustia si- ber perdido la posibilidad de ser madre (Langer, 1976).
no que de una actitud reservada y arrogante pasa direc- Para la autora este conflicto se manifiesta principal-
tamente al llanto. Mantiene para sí el recuerdo de un mente en lo psicosomático. Por ejemplo los fibromas y
vinculo idealizado: (Para ella yo era) “La más linda y la tumores mamarios no parecen problemas poco comu-
más buena”- “(Ella) era la mejor compañera”. Otras fra- nes cuando se trata de mujeres que han sobrevenido a
ses también nos llaman la atención: por ejemplo -“Yo la menopausia sin haber recorrido el camino de la ma-
sufro de los bronquios…”- que es lo mismo de lo que su- ternidad.

232 Psicología Clínica y Psicopatología


Esta concepción nos permite pensar, en el caso de Fer- NOTAS
nanda, que en la herida que no cierra también se pone [i] Nombre Alternativo que también se encuentra en la biblia
en juego algo de la maternidad hoy expirada, vencida.
[ii] Hospital de Enfermedades Infecciosas “Dr. Francisco Muñiz”.
Para ella se ha anulado la posibilidad de ser madre, y a CABA, Argentina.
su vez, recientemente se expirado la posibilidad de con-
[iii] Enfermedad infecciosa de transmisión sexual. La bacteria que
tinuar en el cariñoso rol de hija. la causa se disemina a través de la piel lesionada o las membra-
nas mucosas.
Conclusiones
[iv] Enfermedad pulmonar obstructiva crónica que dificulta la
Hemos recorrido una serie de hipótesis acerca de los respiración. La Bronquitis Crónica y el Enfisema son EPOC co-
distintos factores que confluirían en el padecer de Fer- munes.
nanda. Y aunque apenas hemos comenzamos el reco- [v] Crema dermatológica. Acción terapéutica: Analgésico y anti-
rrido sobre el vasto campo de lo psicosomático, lo que bacteriano de acción tópica contra Pseudomonas Aeruginosa en
tenemos bien claro es que lo mental no está disociado quemaduras de segundo y tercer grado.
de lo físico. La enfermedad, el dolor que sufre Fernanda [vi] Clase teórica sobre el Psicoanálisis y la Piel. 11 de Mayo 2010.
no tienen un factor único, es evidente que hay una gran
influencia de lo psicológico en su sufrimiento. Para cual-
quier despistado Fernanda está internada únicamente BIBLIOGRAFÍA
por un problema dermatológico. Más que para cualquie- Langer, M. (1976). Maternidad y Sexo. Estudio Psicoanalitico y
ra… deberíamos decir que para su propio despiste lo Somatico. Paidos.
único que tiene es un problema en la piel. Nuestro rol es Ulnik, J. C. Duelo y Psicosomatica. Buenos Aires, Argentina: Ficha
el de prestar algo de nosotros para que aquello se pue- de la Catedra.
da elaborar. Ulnik, J. C. (2002). El encuentro entre lo psíquico y lo somático.
Entonces, si señalamos que Fernanda “para su propio Afectos y psicosomatica en el campo Psicoanalitico. Granada,
despiste” se encuentra internada simplemente por un España: Fundación Virgen de las Nieves.
problema dermatológico, por una enfermedad de la piel, Ulnik., J. C. (2004). El Psicoanalisis y la piel. Madrid: Sintesis.
es debido a hasta allí llega su capacidad de interpretar
lo que le pasa… llega hasta lo somático y punto. Lo psi-
cológico es negado. Lo niega, ya sea por su nivel de in-
sight, por sus creencias o bien por sus mecanismos de
defensa.
Pero en lo que refiere a nosotros, futuros psicólogos,
no podemos correr con ese margen de error. Entonces
me pregunto en voz alta: ¿Seremos capaces en el fu-
turo de interpretar las enfermedades de otra mane-
ra?... ¿Podremos tener presente que existen fenóme-
nos psicosomáticos “camuflados” en enfermedades
consideradas plenamente médicas?... ¿Seremos ca-
paces, como lo hicimos con Fernanda, de comprender
la condensación entre la Cicatriz y la Tristeza que for-
man las Cicatristes?...
Por último y para concluir: ¿Podremos ser capaces de
darnos cuenta que Fernanda está Enferma… pero
de Tristeza?

Psicología Clínica y Psicopatología 233


LA ESTABILIZACIóN EN LAS PSICOSIS
Y EL ACTO ANALíTICO
Salinas, Laura
UBACYT, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Si bien Lacan proporciona a partir de 1955 -con su se-


Lacan proporciona a partir de 1955 con su Seminario de- minario dedicado a las psicosis- y luego en 1958 -con
dicado a las psicosis y luego en 1958 con “De una cues- “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible
tión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis” de las psicosis”- las herramientas para precisar con cla-
las herramientas para precisar con claridad el elemento ridad el elemento estructural que podría llevar al desen-
estructural que podría llevar al desencadenamiento de la cadenamiento de la psicosis desde la posición del
psicosis desde la posición del analista . No hay en cam- analista[i], no aparece con tanta precisión el elemento
bio tanta precisión para el elemento estructural que defi- estructural que definiría cómo se vinculan los procesos
niría cómo se vinculan los procesos de estabilización con de estabilización con la operación analítica en la diná-
la operación analítica en la dinámica de un tratamiento. mica de un tratamiento. El caso Aimée, tal cual es trata-
Si bien el rigor de esta teoría del desencadenamiento do en la tesis de 1932, no podría ser considerado un ca-
continúa constituyendo el pilar último donde puede apo- so ‘psicoanalítico’, ya que Jacques Lacan estaba ini-
yarse el entendimiento que sostiene la clínica de las psi- ciando su transferencia con el psicoanálisis y su trabajo
cosis desde el psicoanálisis, es necesario considerar los allí es el del psiquiatra concernido por las coordenadas
pasos que Lacan avanza dentro de esta misma teoría, y de estabilización del sujeto, sin incluir la lógica de su po-
valorar la insuficiencia de quedarse en esta primera ver- sición como clínico.
sión de los procesos de estabilización. Se intenta situar
aquí cómo el pasaje en Lacan de entender la función de La estabilización como concepto
nominación como una función más amplia que la del n- Con este término ‘estabilización’, Lacan designará un
del-padre, permite abrir efectos de estabilización, por un momento lógico al que ha podido arribar el proceso de
horizonte en la clínica más allá de la restricción al arma- la enfermedad. Este concepto cobra importancia en la
do de una metáfora delirante con el sujeto psicótico. teoría lacaniana de las psicosis, porque la estabiliza-
ción quedará indefectiblemente articulada, al modo de
Palabras clave entender las causas del enfermar en las psicosis. La es-
Psicosis Estabilizacion Tratamiento Acto tabilización sólo puede ser entendida en las coordena-
das que brinda l­a teoría del desencadenamiento con la
ABSTRACT que Lacan va a quebrar toda una tradición psiquiátrica
STABILIZATION IN PSYCHOSIS AND ANALYTICAL ACT apoyada en la organicidad de las causas de la locura.
Lacan provides since 1955 with his seminar on psycho- Para hablar de estabilización desde una perspectiva
sis and then in 1958 with “From a preliminary to any psicoanalítica, es necesario entonces decir primero qué
possible treatment of psychosis” the tools to clearly de- se ha desestabilizado y cuál es su factor causal. Eso
fine the structural element that could lead to the onset of permitiría no dejar desdibujado el proceso de la enfer-
psychosis from the position of the analyst. There is how- medad y la estabilización, en la perspectiva psiquiátrica
ever for the item as accurately define how structural sta- que asume en los medicamentos, en los acondiciona-
bilization processes linked with the analytical operation mientos del entorno del enfermo, en la atenuación o
on the dynamics of treatment. While the rigor of this the- anulación de las exigencias o hasta en el hallazgo de un
ory the outbreak continues to be the pillar which can be partenaire, la causa de la mejoría. La estructura de una
supported last holding the clinical understanding of psy- estabilización desde una perspectiva psicoanalítica, re-
chosis from psychoanalysis, it is necessary to consider quiere tener en cuenta qué otros criterios que estos tra-
the steps that Lacan advances within this same theory, tamientos prácticos del goce antes mencionados, han
and assess the failure to stay in this first version of the podido ser operantes.
stabilization processes. It attempts to situate the pas- En el estudio del modo freudiano de pensar el trabajo
sage is how Lacan to understand the function of ap- emprendido por el Presidente Schreber, y también por
pointment as a broader role than that of n-of-father, to el análisis de sus escritos, Lacan encuentra la lógica
open stabilization purposes, for a horizon in the clinic que permitió a este sujeto, llegar a volver a localizar en
beyond the assembly of a restriction delusional meta- una trama fantasmática, el goce que amenazaba con
phor with psychotic subject. invadir y arrasar su existencia toda. El empuje-a-la-mu-
jer como infinitización del goce encuentra un Otro que
Key words en lugar del corte, anuncia el desorden de la ley. La me-
Psychosis Treatment Stabilization Act táfora delirante construida en el recorrido de la estabili-

234 Psicología Clínica y Psicopatología


zación, es el modo de conciliar una relación con este sujeto que presentaba fenómenos de automatismo
Dios-Otro ofreciéndose en sacrificio como mujer cas- mental propios de la psicosis, logró evitar el desencade-
trada. namiento de la locura sin hacer uso del padre. En Joy-
Esa mujer única, La Mujer de Dios, señala la dirección ce, la experiencia de la ‘telepatía’ con su hija muestra
hacia la ausencia de un significante primordial, el signi- las características de un Simbólico que está en conti-
ficante del nombre-del-padre capaz de articular la fun- nuidad con el Otro, porque no cuenta con el corte que
ción del padre con la función de la castración. Así en es- mantiene extraído el objeto a. Por otro lado, la localiza-
ta primera teoría de la estabilización en Lacan, para el ción del uso de un cuerpo separable y desechable, -ese
retorno en lo Real de lo forcluido en lo simbólico, el su- cuerpo cáscara que se desprende como respuesta a la
jeto podría encontrar un modo de localizar el goce a tra- paliza al “joven artista”- muestran las características de
vés de la construcción de una nueva trama en la metá- un Imaginario autónomo, capaz de desengancharse de
fora delirante. lo Simbólico.
Lacan lee a esta singular forma de relación de Joyce
Las teorías de la estabilización con la literatura, como el modo de un hacer-con un len-
Si bien el rigor de esta teoría del desencadenamiento guaje que se le impone como Real. Esta literatura deve-
continúa constituyendo el pilar último donde puede apo- nida síntoma, le asegura así el anudamiento de las di-
yarse el entendimiento que sostiene la clínica de las psi- mensiones con un elemento suplente, que en este caso
cosis desde el psicoanálisis, es necesario considerar es el “ego” fuerte del Artista. Antes de empezar a escri-
los pasos que Lacan avanza dentro de esta misma teo- bir, James Joyce ya sabe que ‘es’ Artista. Por eso “Joy-
ría, y valorar la insuficiencia de quedarse en esta prime- ce, el sinthome”, -el neologismo que crea Lacan para
ra versión de los procesos de estabilización. denominar el fenómeno- en una de sus acepciones po-
La investigación clínica lacaniana de los últimos 25 sibles es síntoma-hombre (‘homme’ en francés), es de-
años, muestra la carencia de confinar la dirección de la cir un hombre creado mediante el síntoma para evitar la
cura en las psicosis hacia la construcción de la metáfo- locura.
ra delirante, olvidando los aportes que suponen la teori- Una lectura de los fenómenos de la psicosis desde una
zación del objeto a a partir de 1962. El mismo Lacan in- nueva definición del síntoma, nos plantea entonces una
tentó hacer notar el riesgo de esta carencia, colocando segunda teoría de la estabilización por la que se pue-
en 1966 una nota a pie de página a su texto fundador: den ubicar otros modos, para volver a hacer entrar el
“De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible goce en la dialéctica del discurso y del lazo social.
de la psicosis”
Los efectos de la teorización del objeto a en su propia La estabilización y el acto analítico
clínica de las psicosis verán madurarse entre 1971 y En 1958, Lacan toma una posición de cautela en rela-
1975, con la articulación del objeto a al anudamiento ción a ir más allá de Freud y parece ver prematuro, de-
borromeano de las tres dimensiones R-S-I. cir qué es lo que habría que hacer en relación a la “ma-
En ese camino Lacan encuentra que el n-del-padre no niobra” en la “transferencia”[v]. Deja sin embargo el pa-
es la única alternativa que los sujetos tienen para anu- norama simbólico de por dónde ella podría realizarse.
dar lo Simbólico con lo Real y lo Imaginario. Entiende a El “secretario del alienado”[vi], ya no es el mote para ad-
la función de nominación como una función más amplia jetivar la tarea de psiquiatras impotentes, y pasa a seña-
que la del n-del-padre. El padre como nombre ha de- lar -por su genial interpretación de la estructura de la
mostrado su virtud para anudar la castración con el de- enfermedad- la gran tarea del clínico que pueda intere-
seo (hacer de una mujer la causa de su deseo) y el sexo sarse en el discurso del psicótico como un saber. Una
con la filiación, (haber hecho suya una mujer para tener gran tarea -además-, por lo que comporta de destitu-
hijos). ción subjetiva para no caer en la “comprensión” imagi-
El padre es así, síntoma como resultado de lo incon- naria de ese decir, y encontrar en él la lógica de la fun-
ciente, pero también aquello que puede llegar a ser un ción real[vii]del padre operante en el delirio.
síntoma de Freud y de la teoría psicoanalítica, si no se Su propuesta de que sólo el analizado[viii] es quien
está a la altura de entender cómo en cada sujeto se tra- puede atender verdaderamente al psicótico, fue hecha
ta de ir más allá del padre o de haber prescindido de él. después pero casi contemporáneamente a su “Proposi-
Colette Soler destaca[ii] la disyunción marcada desde ción” de octubre de 1967 con las implicancias que esta
el inicio en Lacan entre un padre y la función del padre. trajo para el concepto de acto analítico en su relación a
Muestra cómo esta disyunción no se pierde aún cuando la transferencia. Esta ‘Proposición’ consolida también
el giro dado en 1974 alrededor de la función paterna es un capítulo nuevo en la clínica de las psicosis, reunien-
decisiva: prescindir del padre puede implicar que la fun- do de un modo claro ética y técnica.
ción paterna sea resguardada. Las investigaciones clínicas que han entendido el papel
Lacan deja situado en la función de “n’hombrar”[iii], la de lo simbólico en la propuesta lacaniana tienden a re-
función nombrante del padre[iv] o de nominación, aque- ducir sin embargo el trabajo del analista, al de un testi-
llo que garantizaría el anudamiento del goce. go que favorece la construcción de una metáfora deli-
James Joyce y su relación a la literatura, es el ejemplo rante.
que Lacan investiga para explicar la forma en que un Durante las dos últimas décadas[ix] la investigación so-

Psicología Clínica y Psicopatología 235


bre la transferencia en las psicosis deja ver que el suje- para que ceda en su posición de tratar lo Real con lo
to hace un uso no solo de la posición de testigo del ana- Real. Trabajábamos sobre su severa imposibilidad para
lista, sino del acto que este produce por la vía de su descansar, y sus dificultades para concentrarse en el
destitución subjetiva, y por el uso de su falta en ser. estudio que la hacían estar detenida en el CBC hacía
Consideramos así, que la investigación de cómo el acto dos años. La perseguidora recibe los rasgos de su ma-
analítico se articula a los procesos de estabilización en dre, que siendo esposa de un cirujano hacía lavar’ todo’
los tratamientos lacanianos de psicosis, merece aún con lavandina. Era además alguien con quien estaba
precisiones que no sólo son provistas en el caso por ca- vedado hablar: “Mis hermanas me enseñaron: con ma-
so, sino por el recorrido de la elaboración lacaniana a má no se habla” Varios meses más tarde de este episo-
partir de 1974 donde se ven revisados diversos concep- dio, se despide por haber mejorado en general pero so-
tos clave para pensar la clínica a partir del recurso a la bre todo en sus “problemas de concentración con las
topología. fórmulas de química” que le permitieron dar la materia
El cambio de estatuto del significante n-del-padre por la adeudada. Estaba además más tranquila y había logra-
introducción de la función ‘nominación’ se articula a la do conseguir otro lugar donde vivir y poder “adoptar” un
capacidad de anudamiento y consistencia[x] de las di- perrito. Se despide con un regalo que porta varios obje-
mensiones de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario, invi- tos parciales que la representan, anudados en un ador-
tándonos a un renovado modo de leer los procesos de no tejido por ella en punto crochet, -parecido a las fór-
estabilización y desestabilización en las psicosis. Esto mulas de Carbono que estudiaba. Abajo en la esquina
permite ubicar un lugar para el analista no necesaria- derecha del marco, la huella de una patita de perro he-
mente soportado por la construcción de una metáfora cha en masilla, firma la obra. Durante su historización
delirante, sino por los efectos que el hacer uso de su en el tratamiento había llorado la separación de un pe-
presencia Real puedan producir en el sujeto psicótico. rrito que le habían hecho regalar sus hermanas cuando
En el tratamiento de las neurosis, del encuentro con el en una vuelta a su país se la llevaron por uno de sus
acto del analista en transferencia, suele devenir la recti- “ataques”: “mi perrito fue el único que me enseñó que
ficación de las relaciones con la causa del padecimien- se puede ensuciar”. Esta huella, firmando la obra, pare-
to. Ante el hallazgo de la particularidad de su determina- ce dar nombre a un ser inefable e inexistente hasta ese
ción inconsciente, el sujeto puede elegir asumir un nue- momento y que podríamos ubicar como efecto de hacer
vo estado del ser, con el trastoque por añadidura de las funcionar la nominación Real disponible en el sujeto.
relaciones con el campo imaginario especular. Estas *Docente investigadora auxiliar. Proyecto Ubacyt: “Mo-
modificaciones producidas en la relación con lo imagi- mentos electivos en el tratamiento psicoanalítico de las
nario, serán homólogas a los límites estructurales que neurosis -En el Servicio de Clínica de Adultos de la Fa-
el campo significante del Otro impone al sujeto, en tan- cultad de Psicología-“. Director: Gabriel Lombardi. Lu-
to como lo destaca Lacan en 1966 el estadio del espejo gar de Trabajo: Instituto de investigaciones de la Facul-
no es un fenómeno de visión sino que “la imagen del es- tad de Psicología.
pejo sólo toma su importancia y cautiva al sujeto porque
ya está correlacionada con el efecto mayor de lenguaje
que es el efecto de falta”[xi].
En el tratamiento de las psicosis, también encontramos
efectos en la Consistencia imaginaria del sujeto como
efecto de cambios a nivel del anudamiento. Diversos
ejemplos clínicos permiten escuchar cómo, los efectos
del acto que el analista produce por la operación de su
destitución subjetiva y por el uso que el sujeto psicótico
hace de la puesta en juego de su falta en ser, habilitan la
función n’hombrante, la función nominación que pueda
hallarse disponible en él. Nominación que funciona
creando una pérdida de goce sobre algún sentido exce-
sivo o invasivo, o dando nombre a algún saber hasta el
momento inefable para el sujeto. Separación de un goce
en continuidad entre Simbólico e Imaginario, que produ-
ce efectos de pacificación y de unificación corporal.
Frente a la posibilidad inminente de pasar a un ataque
real a una perseguidora, M. decide suspender esa ac-
ción porque cree que perderá su lugar en el tratamiento
en el que desde hacía unos meses nos encontrábamos
trabajando.
“El toro va a salir sí o sí” en referencia a su decisión de
vengarse por una injusticia sufrida. -Se ve que no nues-
tro tratamiento no está ayudando, le digo. Eso alcanza

236 Psicología Clínica y Psicopatología


NOTAS
[i] Lacan, J. (1956/57) Las psicosis. Seminario 3, Editorial
Paidós,“Dar la palabra al sujeto” aunque se trata de desimagina-
rizar esta propuesta Lacaniana que mal entendida suele generar
inhibición.
[ii] Soler, C. (2009) “La querella de los diagnósticos”, Editorial
Letra Viva, Buenos Aires, pag.94.
[iii] Lacan, J. Clase del 18 de marzo de 1975. Seminario R.S.I.
Seminario inédito.
[iv] Lacan, J. Clase del 11 de marzo de 1975. Seminario inédito.
“Yo reduzco el nombre-del-padre a su función radical que es dar
nombre a las cosas”.
[v] Lacan, J (1958) “De una cuestión preliminar a todo tratamiento
posible de las psicosis”, en Escritos 2. Editorial Siglo XXI, pag. 564
[vi] Lacan, J(1956/57) “Las psicosis.” Seminario 3, Editorial Paidós,
Clase del 25 de abril de 1956.
[vii] Lacan, J. (1956/57) “Las psicosis.” Seminario 3. Clase del 25
de abril de 1956.
[viii] Lacan, J (1967) “Breve discurso a los psiquiatras”, Pétits écrits
et conférences, Edición Anónima.
[ix] 1988. 5°encuentro internacional. “Clínica diferencial de las
psicosis”. 1988. Colette Soler. “El trabajo de la psicosis”. 1989.
Eric Laurent.”Estabilizaciones en las psicosis”. 1990 Allouch
“Marguerite ou l’aimée de Lacan”. “Revista Colofón(clínica dife-
rencial de las psicosis)” 1995 Lombardi. “Clínica de las psicosis.”
1999. “Los inclasificables.”
[x] Lacan,J. Seminario “RSI”. Inédito. Clase del 21 de enero de
1975.
[xi] Soler, C. “El inconciente a cielo abierto”, (2004) Editorial JVE
EDICIONES, Buenos Aires.

BIBLIOGRAFÍA
Lacan, J. (1956/57) Las psicosis. Seminario 3, Editorial Paidós,“Dar
la palabra al sujeto” aunque se trata de desimaginarizar esta
propuesta Lacaniana que mal entendida suele generar inhibición.
Soler, C. (2009) “La querella de los diagnósticos”, Editorial Letra
Viva, Buenos Aires, pag.94.
Lacan, J. Clase del 18 de marzo de 1975. Seminario R.S.I. Semi-
nario inédito.
Lacan, J. Clase del 11 de marzo de 1975. Seminario inédito. “Yo
reduzco el nombre-del-padre a su función radical que es dar
nombre a las cosas”.
Lacan, J (1958) “De una cuestión preliminar a todo tratamiento
posible de las psicosis”, en Escritos 2. Editorial Siglo XXI, pag.
564
Lacan, J(1956/57) “Las psicosis.” Seminario 3, Editorial Paidós,
Clase del 25 de abril de 1956.
Lacan, J. (1956/57) “Las psicosis.” Seminario 3. Clase del 25 de
abril de 1956.
Lacan, J (1967) “Breve discurso a los psiquiatras”, Pétits écrits et
conférences, Edición Anónima.
1988. 5°encuentro internacional. “Clínica diferencial de las psico-
sis”. 1988. Colette Soler. “El trabajo de la psicosis”. 1989. Eric
Laurent.”Estabilizaciones en las psicosis”. 1990 Allouch “Margue-
rite ou l’aimée de Lacan”. “Revista Colofón(clínica diferencial de
las psicosis)” 1995 Lombardi. “Clínica de las psicosis.” 1999. “Los
inclasificables.”
Lacan,J. Seminario “RSI”. Inédito. Clase del 21 de enero de 1975.
Soler, C. “El inconciente a cielo abierto”, (2004) Editorial JVE
EDICIONES, Buenos Aires.

Psicología Clínica y Psicopatología 237


URGENCIA Y DISCURSOS
San Miguel, Tomasa
UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción:
El trabajo define la urgencia subjetiva como “fuera de Este trabajo tiene como objetivo articular la urgencia
discurso”, siguiendo la propuesta de Lacan en el semi- subjetiva a la institución hospitalaria intentando delimi-
nario 17. Para ello se articula el discurso, como vínculo tar sus particularidades.
social, a la urgencia, específicamente a lo que llama- Definimos la urgencia subjetiva como ruptura, quiebre,
mos urgencia subjetiva como acto de lectura de un psi- irrupción de un real, ruptura del lazo.
coanalista. Cernimos la cuestión de la urgencia a su Quiero acentuar en este trabajo, la perspectiva de ur-
presentación en el ámbito de la institución hospitalaria, gencia subjetiva como “fuera de discurso”: entiendo con
con sus particularidades, ventajas y desventajas. Nos ello la suspensión del entramado discursivo, que supo-
centraremos en el discurso del Amo y el discurso Analí- ne básicamente el funcionamiento de la cadena signifi-
tico, incluyendo por último los efectos del capitalismo, cante, al mismo tiempo que el “fuera de discurso” propi-
en tanto pseudo discurso, y sus consecuencias en la clí- cia un cambio de discurso y la posibilidad entonces, vía
nica. Siguiendo esta lógica se retomarán los conceptos el deseo de un analista, de la constitución de un sujeto.
de universal, particular y singular respecto de los dis- Urgencia como acontecimiento, como devenir en oposi-
cursos y la práctica psicoanalítica. Se articula a una vi- ción a la historia, que desde esta perspectiva estaría re-
ñeta clínica supervisada en la práctica hospitalaria. lacionada con el sentido y el encadenamiento signifi-
cante.
Palabras clave Deleuze define al acontecimiento como un instante, que
Urgencia Discurso Hospital Sujeto no se explica por el estado de las cosas que lo suscitan,
“y es ese momento el que es importante, es la oportuni-
ABSTRACT dad que hay que saber asir”.
URGENCY AND SPEECH Lo leo, con Lacan, como una indicación al analista, cu-
The work defines the subjective urgency as “ out of ya operatoria, deseo del analista, vía la instalación de
speech “, following Lacan’s assertion in the seminar 17. un discurso, genera un reanudamiento del lazo, aloja la
Therefore the speech is articulated, as social link, to the subjetividad provocando un nuevo enganche y la ficción
urgency, specifically to what we call subjective urgency que da lugar a la invención.
as an act of reading of a psychoanalyst. We stick the Para abordar la urgencia subjetiva como fuera de dis-
question of the urgency to its presentation in the area of curso nos serviremos de la conceptualización de Lacan
the Hospital institution, with its particularities, advantag- sobre los cuatro discursos que articularemos a una vi-
es and disadvantages. We will keep to the speech of the ñeta clínica.
Owner and the Analytical speech, including then the ef- Sabemos que una viñeta, un caso, se construye en tan-
fects of the capitalism, as a pseudo speech, and its con- to hecho de discurso a partir de una lectura. Es en esa
sequences in the clinic. Following this logic there will be lectura donde vamos a ubicar los alcances y los límites
taken again the concepts of universal, particular and de cada modalidad discursiva y el tipo de lazo social
singular articulated to the speeches and the psychoan- que cada uno determina.
alytic practice. It is articulated to a clinical case super- Para ello, me centraré en la articulación del discurso del
vised in the Hospital practice. Amo y el discurso Analítico para luego plantear los efec-
tos de la incidencia del capitalismo, denominado por La-
Key words can “pseudo discurso”.
Urgency Speech Hospital Subject La urgencia en el hospital:
El hospital y la guardia como su puerta de entrada más
inmediata, recibe variadas situaciones donde lo que pri-
ma es la ausencia de tiempo.
Cuáles son los efectos de la presencia de un analista
allí?. Crear de una urgencia una urgencia subjetiva a
partir de su lectura, entendida como quiebre, irrupción
de un real que se presentifica en determinada encruci-
jada biográfica de un sujeto.
Lo planteo utilizando los conceptos de universal, parti-
cular y singular retomados por Lacan.
El hospital, público y gratuito, implica en el horizonte un
universal, un “para todos” desde una política de Estado
y, en el mejor de los casos, generar los dispositivos “pa-

238 Psicología Clínica y Psicopatología


ra que la cosa marche”. Esta es una primera lectura de sentido edípico, degradando las “cuestiones referidas al
los hechos, primera lectura a partir de un discurso, el amor”.
del Amo, como instalación de la norma. Se pregunta entonces en el seminario 17 que lugar es
Dentro de este marco se ubica la salud mental y en su posible para el analista. Lacan plantea que será como
extimidad, el psicoanálisis. cuarto, que pueda operar sujetando de otro modo los
Allí es donde me interesa articular lo particular y lo sin- tres registros, analista artesano, cuyo oficio, vía su de-
gular. seo, transmita un saber hacer allí, cada vez, inventando
La presencia de un analista en la urgencia determina un frente a lo imposible de saber, en el caso por caso.
pasaje de lo público, el “para todos” (encarnado por el La otra pregunta que insiste, acuciante por cierto, es
equipo de Salud Mental respecto de un diagnóstico, te- qué tipos de sujetos nos arroja la vida contemporánea?.
rapéutica y pronóstico) a lo particular de cada uno, el A la luz de un caso:
síntoma, caso por caso, para finalmente instalar lo sin- La enfermera de la guardia pide una interconsulta por
gular, lo íntimo, el detalle que excede toda clasificación. una paciente de 18 años que ingresó hace unas horas
Este último leído en el encuentro con un analista. debido una intoxicación etílica.
Entendiendo urgencia subjetiva como fuera de discur- Dice: “La trajeron los amigos, dicen que es raro porque
so, pensamos que el analista opera haciendo entrar eso ella nunca toma tanto. La mamá también dice que ella
que irrumpe en la trama discursiva, enlazando, causan- no es de tomar”.
do, en tanto semblante de objeto, un sujeto. Aclara que ya se realizaron las maniobras médicas per-
En ese momento, con la constitución de un sujeto y sus tinentes y que estarían por darle el alta. Se alarmó
efectos, concluye la urgencia. cuando la joven le cuenta que una vez había intentado
Quizás único encuentro, quizás operación necesaria matarse, y entonces fue cuando llamó a salud mental
para que en otro tiempo el sujeto dirija su pregunta, su “porque yo hasta acá llego, me parece que la tienen que
queja, su división, a un amo, instalación del discurso ver ustedes”.
histérico, comienzo de análisis. La paciente refiere que había salido con amigos la no-
Es importante señalar que nuestra intervención como che anterior y había tomado tequila. Nunca había toma-
analistas en la guardia no tiene necesariamente como do tanto. No sabe por qué lo hizo.
objetivo derivar a los pacientes a tratamiento, esto sería Contó que vivía con su mamá, con su hermana y con
un “para todos”. una tía. Dijo que se llevaba bien con ellas, pero que la
Considero que la eficacia de nuestro acto reside en la noche anterior había discutido con su madre porque te-
singularidad de ese encuentro y no sólo en la posibili- nía 14 faltas en la escuela: “A mí no me parece tan gra-
dad de la histerización del discurso. ve, hay otras madres a las que no les parece tan grave,
Podríamos decir que el analista es un dispositivo para pero a ella todo lo que yo hago le parece mal”.
alojar la urgencia, cada vez, sin técnicas. Dice que con su hermana está un poco enojada debido
En contraposición es importante ubicar la “mutación” del a que “está embarazada de nuevo y eso le trae proble-
discurso del Amo por la incidencia del capitalismo. Lacan mas a mi mamá”.
va a plantear que el amo moderno está determinado por Ubicamos estos enojos como posibles causas de lo su-
el anonimato y el imperativo del todo saber, desligado de cedido la noche anterior.
lo sexual como falla. Con la incidencia del Mercado, y la Ella dice estar angustiada últimamente “por todo: mi ma-
infinita producción de objetos que obturen la castración, má trabaja todo el día, no alcanza la plata; mi hermana...”
el saber ha sido sustituído por la tecnología. Contó que una vez quiso matarse e intentó cortarse las
Deleuze plantea: “En el capitalismo sólo hay una cosa venas, pero no pudo… “porque pensé en mi mamá”.
universal, el mercado. No hay Estado universal justa- Cuando se le preguntó por esto dijo: “por todo, por lo
mente porque hay un mercado universal del que los Es- mismo”. Se interroga sobre el “todo” Qué quiere decir?.
tados son centros o Bolsas. Ahora bien, el mercado no Vamos del todo a un detalle: vinieron de un país limítro-
es universalizante, homogeneizante, sino una fantásti- fe hace cinco años, allí quedó su papá, supuestamente
ca fábrica de riqueza y miseria. ... No hay Estado demo- vendría más adelante pero hace un año que no tienen
crático que no esté comprometido hasta el fondo en es- contacto con él. Su madre, que en su país de origen se
ta producción de miseria humana. La vergüenza es que dedicaba a la crianza de sus hijos, aquí trabaja todo el
no tengamos ningún medio para defender y realizar los día. La define como exigente respecto de la escuela, y
devenires, comprendiendo ahí aquellos que están den- pensó en matarse cuando repitió un año de la secunda-
tro de nosotros mismos”. ria y no se animaba a decírselo. Finalmente no lo hizo
Lacan define el discurso capitalista como “muy astuto porque pensó en su mamá que…”es todo para ella”.
pero destinado a estallar”, “corre tan velozmente hasta El todo se reduce al modo de nombrar la relación con la
consumirse”. Es un pseudo discurso, se trata de una cir- madre, anudada al todo de la ausencia del padre, res-
culación infinita, sin cortes, no cesa de repeler sus pro- pecto del cual finalmente dice que lo extraña.
pios límites. Se constituye una pregunta respecto de esta relación al
En esta misma línea y a propósito de la declinación de tiempo que se constituye el sujeto, atravesado por una
la ley paterna, subraya la articulación del goce a la ley verdad que se desconoce. Emergencia del sujeto que
del mercado, el capitalismo altera la ley del padre en el da por concluída la urgencia.

Psicología Clínica y Psicopatología 239


Se le propone comenzar un tratamiento, dice: “creo que BIBLIOGRAFÍA
nunca lo hice porque no tuve la oportunidad”. Deleuze, G.: “Control y devenir” Entrevista de G. Deleuze con
Se entrevista a la madre quien relata que últimamente Toni Negri. Inédito
su hija le reclama que no la escucha. Lacan, J. (1969-70): El Seminario, Libro 17 “El reverso del psicoa-
Otra psicóloga de guardia, que no había asistido a la nálisis”. Paidós, Buenos Aires, 1992.
entrevista, se aproximó a hablar con ella: “Su hija debe Laurent, E. (2000): “Psicoanálisis y salud mental”. Editorial Tres
comenzar cuanto antes un tratamiento psicológico, ella Haches.
está de acuerdo. ¿Podría venir mañana a una admi-
Sotelo, I.: (2007) “Clínica de la urgencia”. JCE Ediciones.
sión?” Le indica no dejarla sola hasta que comience el
tratamiento “debido a que podría dañarse”. Sotelo, I. (compiladora) (2009): “Perspectiva de la clínica de la
urgencia”. Grama ediciones.
Se aprecia en esta viñeta que, frente a una situación
que desborda la posibilidad de tramitación del grupo de
amigos la referencia a donde se dirige la demanda es el
hospital más cercano. Allí se realizan las primeras ma-
niobras respondiendo a la lógica del amo, significante
amo que comanda este discurso donde se trata de re-
tornar a la situación anterior. Pero allí sucede la contin-
gencia de una escucha, una enfermera que escucha al-
go que la conmueve y donde ella ubica un límite a su sa-
ber: “hasta acá llego”.
En ese punto de límite al saber, que detiene el dispositi-
vo del que la “cosa ande”, da lugar a otra dimensión,
una hiancia que facilita el encuentro con un analista.
Aquello que se presenta a nivel del acto comienza a co-
brar dimensión simbólica en tanto el discurso analítico
se encarna en un analista. Por otro lado, y formando
parte del dispositivo, escuchamos la indicación de la
psicóloga, encarnando el discurso del Amo donde re-
fuerza la figura de la madre, todo cuidado, indicando no
dejarla sola, “porque podría hacerse daño”.
Dos cuestiones me parece interesante subrayar allí: a
qué responde esta indicación?. Si ella estaría en riesgo
y desde el criterio daño para sí o para terceros, por qué
se le da el alta?. Y si está en riesgo, qué lugar se le ad-
judica a la madre cuando se le indica no dejarla sola,
“para la madre la hija es todo”.
Ubico allí al Amo moderno tecnócrata, se trata de una
indicación técnica que anula las subjetividades en jue-
go, un “para todos” pedagógico con la ilusión de reducir
el riesgo de la práctica.

Conclusión:
Para concluir, subrayo la urgencia como fuera de dis-
curso, “lo imposible de soportar para un sujeto al que ya
nada divierte”. Un decir, un acontecimiento, que en tan-
to fuera de discurso permite el cambio, giro de discurso,
en ese sentido es una oportunidad.
De los discursos dependerá su lectura, su tratamiento.
No se trata de jerarquías entre ellos, ni de juicio de va-
lor, sino de encadenamientos. Deseo del analista que
como dispositivo, pero del singular, se filtra en cualquie-
ra de los otros discursos, constituyendo subjetividad.
Incluído en el discurso universitario, invirtiendo su lógi-
ca del todo saber a la transmisión de un detalle.
Entonces, “mientras dure un rastro de lo que hemos ins-
taurado habrá psicoanalista para responder a ciertas
urgencias subjetivas…”

240 Psicología Clínica y Psicopatología


DE LA RESISTENCIA AL DECIR PATERNO
Sánchez, Jimena
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN “Por eso el psicoanálisis es una técnica que respeta a


El presente trabajo se encuentra enmarcado dentro de la persona humana […]
un proyecto de investigación cuyo título es “Variantes que no sólo la respeta, sino que no puede funcionar
de la Resistencia y posibilidades de su elaboración en sino respetándola.
el curso de tratamientos psicoanalíticos efectuados en Sería entonces paradójico colocar en primer plano la
el Servicio de Psicopatología (Adultos) en el ámbito de idea de que la técnica analítica
la Universidad de Buenos Aires”. El mismo tiene por ob- tiene como objetivo forzar la resistencia del sujeto.
jeto indagar acerca de la noción psicoanalítica de resis- Esto no quiere decir que el problema no se plantee en
tencia, su importancia en la práctica del psicoanálisis y absoluto”
las posibles incidencias particulares de esta problemá- J. LACAN, El Seminario I.
tica en los tratamientos llevados a cabo en las circuns-
tancias peculiares del Servicio. Particularmente, en el
caso del presente trabajo, es de nuestro interés articu- 1. Introducción
lar el modo en que la consideración “a tempo” del obs- El presente trabajo se encuentra enmarcado dentro de
táculo resistencial y su reformulación, en el marco de la un proyecto de investigación cuyo título es “Variantes
lógica de una cura singular, sumada a la existencia de de la Resistencia y posibilidades de su elaboración
un límite temporal anticipado y formulado desde el inicio en el curso de tratamientos psicoanalíticos efec-
del tratamiento, favorecieron la inscripción de un posi- tuados en el Servicio de Psicopatología (Adultos)
ble relanzamiento de un nuevo ciclo en la dirección de en el ámbito de la Universidad de Buenos Aires”. El
la cura. mismo tiene por objeto indagar acerca de la noción psi-
coanalítica de resistencia, su importancia en la práctica
Palabras clave del psicoanálisis y las posibles incidencias particulares
Resistencia Transferencia Obstáculo Inconsciente de esta problemática en los tratamientos llevados a ca-
bo en las circunstancias peculiares del Servicio. Entre
ABSTRACT las cuales, podemos mencionar el hecho de que se tra-
ABOUT THE RESISTANCE TOWARDS THE FATHER’S te de un servicio asistencial público y gratuito, siendo
SAYING también una característica del mismo que los tiempos
This work takes part into an investigation project called de tratamiento se plantean acotados desde el inicio
“Variants of the Resistance and its possibilities of elab- -aún cuando ese acotamiento inicial no se mencione en
oration during the course of psychoanalytic treatments términos de una fecha fija e inamovible de finalización-.
conducted at the Psychopathology Service (Adults) at Por otra parte, al ser éste un Servicio que depende de
the campus of the University of Buenos Aires”. The la Cátedra II de Psicopatología de la Facultad de Psico-
project itself aims to inquire and examine the psychoan- logía de la UBA y que funciona en una sede de la mis-
alytic notion of resistance, its importance in the practice ma Universidad, la cuestión del saber en juego (que in-
of psychoanalysis and to follow this clinical problem in cide en diversos momentos del tratamiento, desde la
the treatments carried out under the peculiar circum- operación diagnóstica hasta la decisión de su termina-
stances of the service that may lead to any particular ción) podría constituir una resistencia peculiar, reforza-
consequences. Particularly in the case of this paper, our da por el marco en que se desarrolla la cura.
interest is to articulate how the consideration “a tempo” Particularmente, en el caso del presente trabajo, es de
of the resistencial obstacle and its reformulation at the nuestro interés articular el modo en que la considera-
framework of a particular cure together with the exist- ción “a tempo” del obstáculo resistencial y su reformula-
ence of a time limit exposed clearly at the beginning of ción, en el marco de la lógica de una cura singular, su-
the treatment, stimulated the inscription of a possible re- mada a la existencia de un límite temporal anticipado y
launch of a new cycle in the direction of the cure. formulado desde el inicio del tratamiento, favorecieron
la inscripción de un posible relanzamiento de un nuevo
Key words ciclo en la dirección de la cura.
Resistance Transference Obstacle Unconscious
2. El hijo, un obstáculo.
María de 63 años consulta en el Servicio de Psicopato-
logía de San Isidro “por su hijo”. En principio demanda
un tratamiento que “transitivamente” sea para su hijo
dado que éste no acude las entrevistas solicitadas pre-
viamente para él. Por un lado, se asegura que su hijo no

Psicología Clínica y Psicopatología 241


había asistido tal como éste le había dicho -había refe- en que la analista le diga qué hacer con él, le de las pa-
rido no encontrar a nadie en el servicio-; y por otra, for- labras con las que ella pueda ayudarlo.
mula esta idea de ser atendida ella en su lugar. Ante la
inviabilidad de realizar un tratamiento para un tercero 3. No sin el hijo.
formula que ella está angustiada porque “no puede ma- Desde que su hijo Pablo, de 31 años y padre de dos ni-
nejarlo”. La situación con él produjo un cambio en su ños, se separó de su mujer se encuentra “deprimido”. A
humor que ella no soporta. “Me está cambiando el ca- su vez, a raíz de tal separación vuelve a vivir junto a ella
rácter, me enojo y no me gusta”. Cabe destacar, que to- y su esposo. María refiere que le resulta insoportable
do el relato es realizado con gran tranquilidad y cada verlo así, “no quiere hacer nada porque la quiere a ella,
frase terminada con una sonrisa. A su vez, todo intento está obsesionado”. A su vez, acuerda con su ex nuera
de reconducir el pedido de tratamiento a un motivo de -ella también lo hubiera dejado. “Es celoso, ve fantas-
consulta propio, sin la inclusión de este tercero, choca mas donde no los hay, ella no está saliendo con otro; yo
contra la más firma resistencia aparente: “es que sólo intento hacérselos ver y no consigo que afronte la reali-
vengo por culpa de él”. dad y que se haga cargo de sus responsabilidades”. Las
Si la resistencia es una de las primeras nociones que mismas incluyen afrontar el negocio montado en el fren-
Freud desarrolla en el curso de su elaboración de la te de la casa de María. Cuenta que hay días en los que
práctica del psicoanálisis, su formulación no deja de te- sólo sale de la cama para volver a acostarse. “No sé có-
ner un aspecto paradojal; porque por un lado es un obs- mo manejar esta situación, mi otra hija dice que lo deje
táculo que se opone al esclarecimiento de los síntomas solo, pero no puedo echarlo. No sé qué hacer, no tengo
y a la prosecución del trabajo analítico y a la vez se tra- el librito de la buena mamá. ¿Qué se hace?”.
ta de algo que señala la dirección en la que ese trabajo Así, las sesiones se desarrollan en el relato de la “pasi-
debe desarrollarse. En un principio intentó vencer este vidad” del hijo que no soporta sobre todo referida al he-
obstáculo mediante la insistencia y la persuasión, para cho de que “siempre repite lo mismo”. “Es como un dis-
luego reconocer justamente en dicho obstáculo un me- co rayado. Quiero que se de cuenta que repite”. Ella, por
dio de acceso a lo reprimido; en efecto, en la resistencia otra parte, refiere no tolerar la infelicidad, los proble-
y la represión se ven actuar las mismas fuerzas. Aún mas. Antes de que su hijo se separara, vivía un matri-
más, unos años más tarde, en otro momento de su ela- monio feliz y sin conflictos. Ahora se tiene que ocupar
boración teórica que comienza con “Más allá del princi- de que su hijo “salga adelante”, es el único tema que la
pio del placer”, se produce un viraje en la dirección de la ocupa. Se ubica la relación entre la repetición del hijo, el
práctica: Freud señala que todo lo que es reprimido es “puro blá blá” del que se queja y el único tema que trae
inconsciente pero no todo lo que es inconsciente es re- a sesión. Se sorprende, “Es que no soporto a los decaí-
primido. Revela entonces lo real de la resistencia. dos, a los que se encierran. Cada vez que mi hijo está a
Es así que eso que se presenta como un obstáculo que oscuras, voy y le abro las ventanas. Que entre la luz”. Le
debiera ser superado se convierte en un elemento deci- propongo detenernos en los claroscuros, dado que el
sivo de la práctica, en tanto no habría psicoanálisis sin exceso de luz a veces se vuelve enceguecedor.
esa resistencia. A la sesión siguiente trae un recuerdo de niña. A la edad
Por otra parte, Lacan nos advierte que “la resistencia que hoy tiene su nieta, una señora a la que ella quería
sólo resiste porque ustedes hacen presión encima” (cf. como su abuela comienza con un cuadro aparente de
Lacan, 1954-55, 341). “¿A qué corresponde la resisten- demencia senil. No sabía en ese entonces de qué se
cia en el tratamiento psicoanalítico? A una inercia. Co- trataba pero ella lo interpretó como una depresión. De
mo tal tiene la propiedad de no tener en sí misma ningu- ser alguien con la que conversaba mucho, de pronto de-
na especie de resistencia. A la resistencia en el sentido jó de hablar, de bañarse. Refiere que eso la marcó mu-
de Widerstand, obstáculo, obstáculo a un esfuerzo, no chísimo, no podía verla decaída. “Casi no me reconocía
hay que buscarla en otra parte que en nosotros mis- y yo tampoco la quería ver así”. Después de un tiempo
mos” (cf. íbid, 315). Y agrega: “Por parte del sujeto no y por efecto de alguna medicación, según cree, se vol-
hay resistencia. Se trata de liberar la insistencia existen- vió “hiperactiva”, “iba y venía con los pasos cortitos”.
te en el síntoma” (cf. Lacan, íbid., 341). Refiere que ella también es hiperactiva. Desde que se
De tal manera, profundiza una dirección decisiva, que jubiló hace muchas cosas, no consiente a quedarse en
forma parte de su crítica a los posfreudianos y que vuel- su casa sin hacer nada. Ahora, por causa de su hijo pa-
ca el peso de la resistencia hacia el lado del analista. sa más tiempo adentro del que quisiera. “Venir acá es
Tal como lo expresa en La dirección de la cura y los mi salida”
principios de su poder: “no hay otra resistencia al análi- La vez siguiente dice que está un poco cansada de las
sis sino la del analista mismo” (cf. Lacan, 1958, 575) mil actividades que realiza como madre. Comienza a
Bajo esta premisa, se decide acoger la demanda de tra- hablar de la excelente relación que tiene con su hija. “Ya
tamiento, no sin antes intentar señalar que demandar tiene todo listo para irse a vivir a Córdoba. La voy a ex-
ser tratada por el hijo no necesariamente implica ser trañar”. Refiere que también echa de menos a su nuera,
tratada en su lugar. a quien quería también como a una hija. Su hijo comen-
Se abre así el espacio en donde María pasa a desple- zó a salir con ella a los 16 años y a los 20 años quiso ser
gar su queja respecto de su hijo. Por otra parte, insiste padre enseguida. “Con Pablo todo fue distinto desde el

242 Psicología Clínica y Psicopatología


vamos”. Para María, fue un cambio muy grande ser ma- el problema es del hijo, no necesariamente es el del pa-
dre de un varón, no tenía la experiencia. A diferencia de dre y que además ellos tienen a su madre.
su hermana, le pregunta todo desde niño. “Me hacía La vez siguiente dice sentirse más aliviada. No sabe por
preguntas que me terminaban poniendo incómoda. So- qué, pudo decir que no a ciertos reclamos de la ex nue-
bretodo en relación al desarrollo sexual, cómo era ser ra en relación a los niños. La nieta le había demandado
hombre”. Como ella, dice, no sabía qué responder, con- ir al psicólogo. “Le dije que hable con mi hijo, el padre
sultaba libros. En referencia a esto, se le pregunta por de los niños. Después hasta pude dormir la siesta”.
qué no le decía que no sabía y en tal caso consultara Comienza a ocuparse de sus quehaceres. Retoma su
con su padre. María se sorprende pero se inquieta, re- actividad como peluquera a domicilio y vende productos
fiere que no podía mentirle, se informaba y le respondía. de cosmética. Una sesión viene muy contenta. Su ex
nuera había aceptado que su nieta consulte con una
4. El padre, otro obstáculo. psicóloga y cuando María iba acompañarla, su hijo se
Las quejas contra su hijo vuelven a ocupar el centro de levantó para ir él en su lugar.
sus preocupaciones. Éste quiere que le diga qué es una “Venir acá me abre la cabeza. No sé de dónde se me
separación. No sabe qué responderle, cada uno lo toma metió la idea de que tengo que ocuparme de todo yo so-
de manera distinta, aclara. Por otra parte, no entiende la”. Refiere que en poco tiempo perdió a su madre y a
cómo la analista, siendo mujer como ella y generacio- sus hermanos. Hace algunos años muere su madre y al
nalmente más joven, le formule que de los asuntos de poco tiempo su hermana menor. Ésta última sufría de
su hijo se ocupe el padre. Ella entiende que pudo haber artritis reumatoidea. “Mi mamá era sus piernas, la sos-
sido una “madre imperfecta” y que “uno cría a los hijos tenía en todo. Sobretodo porque se había separado y se
de acuerdo a cómo son los hijos”. Se interviene seña- había vuelto a vivir con ella”. Se sorprende de sus di-
lando que más bien sería la inversa, los hijos pueden chos porque ubica una coincidencia en su posición res-
ser como uno los cría. pecto del hijo. Aprovecho la oportunidad de preguntar
Inmediatamente cuenta las virtudes de su hija mujer; en por el “madre sola” haciendo referencia a su padre. Re-
cambio su hijo siempre fue caprichoso y llorón. “Siem- fiere que también falleció, de leucemia. A los 70 años se
pre queriendo llamar la atención, un nene de mamá”. separa de su madre para irse con otra mujer. Refiere
Después de casada le costó mucho quedar embaraza- que era un mujeriego y relata un episodio que la marcó
da. Cuando su hija nació, ésta fue todo para ella. “Era profundamente: va a un negocio acompañada de sus hi-
todo lo que había soñado, super tranquila, una muñe- jos -Pablo era un bebé al que llevaba en brazos- y la
quita”. Luego no se cuidaba pero tampoco contaba con vendedora le pregunta por su tío y la novia. María que-
que podía volver a embarazarse y tener otro hijo. Si bien da sorprendida, su padre no tenía hermanos. Descubre
su ideal era tener cuatro hijos ella “ya estaba satisfe- así que su padre negaba que tuviera hijos para coque-
cha”. Se pone a reflexionar sobre el lugar que le da a su tear con las mujeres del barrio. “Cuando se enfermó, yo
hijo refiriendo que la mayoría de las veces se encuentra no fui a verlo. No me hice cargo de su enfermedad por-
saturada. Sin embargo, dice, no entiende por qué le que él no se hizo cargo de sus hijos. Lo digo con tran-
cuesta tanto la relación con él, tiene “miedo que se cai- quilidad, no lo odio por eso”. Intervengo separando la
ga”. A su vez refiere que también le cuesta acercarse a posición de ella respecto de la de su madre y señalan-
su nieto varón, “¿será que se me complica porque son do la diferencia entre el hecho de que su padre no se hi-
varones?” ciera cargo de ella al hecho de que ella no se hiciera
cargo de los padres (su propio padre, su marido y final-
5. No sin el padre. mente su hijo en tanto padre). María queda sorprendida.
Luego del receso de vacaciones regresa a sesión más “Me hacés pensar. Es verdad, yo creo que tengo un pro-
tranquila. Durante ese tiempo recordaba cada interven- blema en relación con los hombres”.
ción de la analista. Finalmente decidieron alquilar el ne-
gocio que ella sostenía por el hijo. Relata que concurrió 6. Problemas y Conclusiones.
a un taller en el Hospital Pirovano sobre “problemas fa- El concepto de resistencia fue tempranamente introdu-
miliares”, el cual no le aportó mucho. Allí le dijeron que cido en la elaboración freudiana teniendo un lugar deci-
ella no puede hacer lo que el hijo no hace por su cuen- sivo en el surgimiento del psicoanálisis. Aún más, es
ta, “el problema es del hijo”. A partir de eso decide dedi- por la vía de lo que resiste que Freud funda el psicoaná-
carse a atender los asuntos de sus nietos dado que con lisis alejándose de la hipnosis y la presión.
la situación de la separación del padre -su hijo- no la de- Por un lado, la resistencia como obstáculo es un hecho
ben pasar muy bien. Como los nota “descuidados” tan- clínico que constata la interrupción del “camino directo”
to por la madre como por su hijo realiza distintas consul- que iba del síntoma al recuerdo de la vivencia traumáti-
tas (médicos, dentistas y psicólogos). La nieta quiere ca bajo la técnica de la hipnosis. Por otro, cuando Freud
pasar más tiempo en casa de María que en la de su pro- introduce la regla fundamental se producen, como lógi-
pia madre. Dice que de esta manera ayudaría a suplir a ca consecuencia, esos obstáculos, dificultades; en últi-
su hijo mientras esté mal. Como ahora decía no ocupar- ma instancia, esos límites, llamados desde un comien-
se tanto del hijo y comenzaba con ese interés de volver- zo resistencias. Sin embargo, Freud no se detiene ante
se el sostén de sus nietos, intervengo señalando que si las mismas sino que indaga haciendo comparecer di-

Psicología Clínica y Psicopatología 243


chos límites, haciendo del obstáculo algo fecundo. Con sistencia no sea la resistencia del analista, la brújula
esto quisiera destacar, que es por la vía de lo que resis- que nos orienta, siguiendo la enseñanza de Lacan, es
te que Freud produce los conceptos fundamentales del la del tropiezo, la de la fisura. “En una frase pronuncia-
psicoanálisis, el inconsciente, la transferencia, la pul- da, escrita, algo viene a tropezar. Estos fenómenos
sión, la repetición, etc. operan como un imán sobre Freud, y allí va a buscar el
Ahora bien, ¿qué es la resistencia? Se podría dar por inconsciente. Allí, una cosa distinta exige su realización,
sentado que se trata de aquello que presenta un sujeto una cosa que aparece como intencional, ciertamente,
para no hablar en análisis o bien, decir con Lacan que pero con una extraña temporalidad. Lo que se produce
no hay otra resistencia que la del analista. No obstante, en esta hiancia, en el sentido pleno del término produ-
por acertadas que sean estas citas, cabe preguntarse cirse, se presenta como el hallazgo” (Cf. Lacan, íbid,
por qué la transferencia llegó a ser un concepto funda- 32-33)
mental del psicoanálisis y la resistencia no. Con relación a lo anteriormente dicho, puede pensarse
¿Es la pregunta sobre la resistencia una pregunta “téc- que la dirección de la cura en el caso del tratamiento de
nica”, conceptual o clínica? María estuviera orientada por la resistencia. Sin embar-
Si bien Freud se encontró con las “nociones fundamen- go, no se trata de la disposición de “la técnica” dirigida
tales” en la clínica y las fue formalizando, Lacan las le- al análisis de la misma sino de considerar que el uso del
yó y las puso en cuestión para levantarse contra el re- término de resistencia es un índice que apunta a lo real
duccionismo que sufrían los analistas de su época, don- de la experiencia. Como tal, cada obstáculo puede ser
de interpretar la transferencia y analizar la resistencia retomado en la transferencia y relanzado como causa
los alejaba de analizar el inconsciente. De esta manera de un nuevo encuentro. Así cada hallazgo es re-hallaz-
fue produciendo un desanudamiento con respecto a las go, siempre dispuesto a escabullirse de nuevo, instau-
“teorías de la técnica” así como del “análisis de las re- rando la dimensión del análisis del inconsciente.
sistencias” de los posfreudianos. Si para Freud la trans- Lo descubierto por el psicoanálisis en términos de resis-
ferencia, a la altura de los “escritos técnicos”, era una tencia se trata de “una cita siempre reiterada con un
resistencia (1915-1920), para Lacan es la puesta en ac- real que se escabulle” (Cf. Lacan íbid, 62) y en tanto tal,
to de la realidad sexual del inconsciente (Cf. Lacan es el deseo del analista el que transforma el obstáculo,
1964, 152). Ante el tratamiento de la transferencia como el resto que se escabulle en los límites de lo que no pue-
poder del analista, Lacan responde que sería más bien de ser rememorado o -para decirlo en los términos del
la alianza de la transferencia con el yo la que cierra aún presente trabajo- de lo que no puede ser dicho, en algo
más la puerta del inconsciente. En cambio, el desarrollo fecundo, causa y motor del análisis.
del concepto y la praxis, y no de la técnica, supone que
el inconsciente como concepto es inseparable de la po-
sición del analista. “Cuando el sujeto cuenta su historia
actúa, latente, lo que rige a esa sintaxis y la hace cada
vez más ceñida. ¿Ceñida con respecto a qué? A lo que
Freud, desde el principio de su descripción de la resis-
tencia psíquica, llama un núcleo. […] Hay que distinguir
la resistencia del sujeto de esta primera resistencia del
discurso, cuando este procede al ceñimiento en torno al
núcleo. Porque la expresión ‘resistencia del sujeto’ im-
plica en demasía un yo supuesto, y nada más asegura
-cuando nos acercamos al núcleo- que éste sea algo
que aún justifique la calificación de yo. […] El núcleo ha
de ser designado como real - real en tanto la identidad
de percepción es su regla […] del lado del sujeto, eso se
llama el despertar.” (Cf. Lacan, íbid, 76)
Si el análisis, más que ninguna otra praxis, está orienta-
do hacia lo que, en la experiencia, es el hueso de lo real
(Cf. Lacan, íbid, 61), la “atención flotante” del analista
está dirigida al detalle, lo que se puede escapar, mo-
mentos que permiten atrapar el cierre y la apertura del
inconsciente. Para ello, el analista debe esclarecer su
posición respecto a la pulsación temporal del incons-
ciente. Más allá del tiempo acotado de los tratamientos,
que podría funcionar como obstáculo a la práctica del
psicoanálisis en las instituciones públicas así como en
el caso de la práctica clínica en el Servicio de Psicopa-
tología de San Isidro, se trata de privilegiar al incons-
ciente en su dimensión de hallazgo. Así para que la re-

244 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1893-95) “Estudios sobre la histeria”. En Obras Com-
pletas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1989, II, 1-315
Freud, S. (1912a) “Sobre la dinámica de la transferencia”. En Obras
Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1996, XII, 93-106
Freud, S. (1912b) “Consejos al médico sobre el tratamiento psi-
coanalítico”. En Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu Edi-
tores,1996, XII, 107-120
Freud, S. (1913) “Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos
consejos sobre la técnica del psicoanálisis, I)”. En Obras Comple-
tas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1996, XII, 121-144
Freud, S. (1914) “Recordar, repetir y reelaborar (Nuevos consejos
sobre la técnica del psicoanálisis II)”. En Obras Completas, Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 1996, XII, 145-158
Freud, S. (1915) “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia
(Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis, III)”. En Obras
Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1996, XII, 159-174
Freud, S. (1917a) “19° Conferencia de introducción al psicoanálisis.
Resistencia y Represión”. En Obras Completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1996, XVI, 262-276
Freud, S. (1917b) “27º Conferencia. La transferencia”. En Obras
Completas, Buenos Aires, 1996, XVI, 392-407
Freud, S. (1917c) “28ª Conferencia. La terapia analítica”. En Obras
Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1996, XVI, 408-440
Freud, S. (1919a) “Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica”.
En Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004,
XVII, 151-164
Freud, S. (1926) “Inhibición, Síntoma y angustia”. En Obras Com-
pletas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1989, XX, 71-164
Freud, S. (1937a) “Construcciones en el análisis”. En Obras Com-
pletas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1999, XXIII, 255-270
Freud, S. (1937b) “Análisis terminable e interminable”. En Obras
Completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2009, XXIII, 211-
254
Lacan, J. (1953-1954): El Seminario. Libro 1: “Los escritos técnicos
de Freud”, Paidós, Buenos Aires, 1998.
Lacan, J. (1954-1955): El Seminario. Libro 2: “El Yo en la Teoría
de Freud y en la Técnica Psicoanalítica”, Paidós, Buenos Aires,
1997.
Lacan, J. (1958): “La dirección de la cura y los principios de su
poder”, En Escritos 2, Siglo Veintiuno, Buenos Aires, 1987.
Lacan (1964): El Seminario. Libro 11: “Los cuatro conceptos fun-
damentales del psicoanálisis”, Paidós, Buenos Aires, 1999.
MILLER, J-A. (1997). La experiencia de lo real en la cura psicoa-
nalítica. Buenos Aires, Paidós, 2006.

Psicología Clínica y Psicopatología 245


¿HIJOS DEL RIGOR?
MANDATOS, ELECCIONES Y HÁBITOS
Santinelli, Estefania Oriana
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Introducción
Con frecuencia solemos hablar de la importancia de En la vida cotidiana nos encontramos con acciones
adoptar “hábitos saludables” para mejorar nuestra cali- ejercidas con cierta regularidad a las cuales denomina-
dad de vida. Sin embargo, algunas de estas acciones, si mos “hábitos” y con frecuencia solemos hablar de la im-
bien regulares, son realizadas con gran esfuerzo y difi- portancia de adoptar “hábitos saludables” para mejorar
cultad. Tanto la conceptualización del hábito desde la nuestra calidad de vida. Sin embargo, algunas de estas
fenomenología, como los desarrollos dentro de la psico- acciones, si bien regulares, son realizadas con gran es-
terapia gestáltica, permiten reflexionar acerca de aque- fuerzo y dificultad. Tanto la conceptualización del hábito
llos comportamientos sostenidos desde lo que conside- desde la fenomenología, como los desarrollos dentro
ramos que “deberíamos” hacer y sobre la posibilidad de de la psicoterapia gestáltica, permiten reflexionar acer-
asimilar e integrar estas conductas, a partir de la toma ca de aquellos comportamientos sostenidos trabajosa-
de contacto con los deseos y necesidades, y desde allí mente de acuerdo a lo que consideramos que “debería-
con la libertad y la responsabilidad. mos” hacer.
Lejos de la conceptualización conductista del hábito, li-
Palabras clave gada al aprendizaje mecánico producto de la asocia-
Fenomenología Hábito Gestalt Introyección ción entre un estímulo y la respuesta frente a éste, la fe-
nomenología parte de una acción querida con plena
ABSTRACT conciencia que luego termina por sedimentarse como
SPARE THE ROD, SPOIL THE CHILD? una disposición a actuar de un cierto modo, tal como
Usually, we think about the importance of embracing señala Flajoliet. En tanto sedimentación de la intención
healthy habits in order to improve our life quality. Never- práctica, el hábito forma parte de la identidad, conserva
theless, some of these actions can be extremely diffi- su plasticidad y puede modificarse con la experiencia.
cult. Both the concept of habit, from a phenomenologi- Desde esta perspectiva, no toda acción realizada con
cal point of view, and the developments in gestalt thera- regularidad por un sujeto puede ser denominada “hábi-
py allow us to think about those actions we believe we to”. Con frecuencia, producto de la disciplina y sustenta-
“should” do and the possibility to assimilate and inte- do en mandatos y exigencias, los sujetos realizan accio-
grate these actions, by making contact with our desires nes regular y repetidamente que, en tanto (auto)impues-
and needs, and our freedom and responsibility to tas rígidamente, permanecen no integradas al esquema
choose. corporal, y por lo tanto, al self. Paradójicamente, estas
acciones suelen acarrear consecuencias no deseadas,
Key words dado que terminan por obstaculizar el logro de los obje-
Phenomenology Habit Gestalt Introyection tivos propuestos o generan malestar.

Acerca del concepto de hábito


Desde la Fenomenología, diversos autores abordaron
el tema del hábito. Para Merleau-Ponty el hábito expre-
sa “el poder que tenemos de ampliar nuestro ser-en-el-
mundo o de cambiar la existencia anexándonos nuevos
instrumentos”[i] y reside en el cuerpo como mediador
de un mundo. La adquisición de hábitos implica la re-
configuración del esquema corporal, en tanto el mundo
percibido es el correlato del cuerpo propio. Lo saludable
desde esta óptica es que dicho esquema conserve su
plasticidad y sea posible la reestructuración a partir de
las sucesivas experiencias. El hábito, planteado en este
contexto, conservaría la posibilidad de modificarse con
lo vivido y transponerse a diversas situaciones.
Por su parte, para Paul Ricoeur, el hábito es “una mane-
ra de sentir, de percibir, de obrar, de pensar, adquirida y
relativamente estable”, que “afecta a todas las intencio-

246 Psicología Clínica y Psicopatología


nes de la conciencia sin ser una intención”[ii]. En conso- mo de defensa señala que “…equivale a conservar la
nancia con lo que plantea Merleau Ponty, también para estructura de cosas insumidas, mientras que el organis-
este autor contraer un hábito implica una reestructura- mo requiere de su destrucción”[v] Mediante este meca-
ción de los elementos, una nueva forma que se caracte- nismo, entonces, el sujeto “traga” lo que viene de afue-
riza por su plasticidad y la capacidad de subordinarse a ra sin asimilarlo y transformarlo en algo propio. De este
intenciones nuevas. El hábito está asociado a un uso modo, no hay real apropiación de esos valores en fun-
práctico e irreflexivo del cuerpo, ligado a un retorno a la ción de la personalidad de cada quien. Acciones que
libertad natural. Lo que el autor denomina “sagacidad del serían beneficiosas, como por ejemplo tener una ali-
hábito” alude al espíritu de iniciativa que éste requiere. mentación equilibrada, resultan muy difíciles de soste-
Ricoeur señala además que el hábito implica: ner, en tanto se sustenten sólo desde el “yo debería”.
a)”he aprendido”: en tanto el hombre va aprendiendo, Este mandato queda entonces separado de las necesi-
con el tiempo, de su cuerpo y del mundo. dades y deseos del individuo y su cumplimiento se tor-
b) “he contraído”: el hábito se comporta como una se- na muy arduo.
gunda naturaleza que afecta la voluntad. De este modo, así como el hábito permite ampliar nues-
c) “yo sé”- “yo puedo”: la esencia del hábito es su valor tro ser-en-el-mundo y posibilita la conquista de nuevos
de uso, el poder y la capacidad de resolver situaciones territorios, por su plasticidad y su capacidad de genera-
a la que puede aplicarse lo aprendido. lizarse y trasponerse, la obediencia rígida a mandatos
En relación al punto b), el modo en el cual afecta la vo- no asimilados implica una clausura al mundo, en tanto
luntad, el autor señala que los hábitos se constituyen se constituye como un comportamiento estereotipado y
como una segunda naturaleza, en tanto “lo que pudo forzoso. En este sentido, Polster señala que el sujeto
ser objeto de una intención voluntaria retrocede al ran- “…relaciona pues, cada experiencia nueva con la ante-
go de órgano de otra intención voluntaria”[iii] y realiza rior, realzando su carácter inviolable y asegurándose de
una importante distinción entre los verdaderos hábitos y que ya conoce lo que está ocurriendo (…) Reduce así
aquellas conductas sostenidas sólo desde la disciplina: toda la vida a una mera variación de lo ya experimenta-
“Todavía se habla de hábitos para designar ciertas dis- do, con lo que se provee de un escudo contra lo nuevo,
ciplinas de la vida (…) Pero la regularidad de una disci- aunque pierde la frescura que puede dar el sentido de
plina sólo es un hábito por analogía exterior con la regu- inmediatez de la experiencia“[vi]
laridad de una naturaleza. Si esta regularidad sólo es En tanto lo introyectado prescribe que debemos ser de
mantenida por una decisión, cada vez renovada, y no cierta manera, no tenemos la libertad para explorar y
recae visiblemente en la naturaleza, nos encontramos descubrir nuevas formas de ser-en-el-mundo y se res-
ante un esfuerzo desnudo”[iv] tringen las posibilidades de contacto con el medio[vii].
Los ejemplos que brinda acerca de estas acciones sos- Este modo de funcionamiento implica, en oposición a la
tenidas desde la disciplina resultan claros: ducharse con autorregulación organísmica, una regulación de tipo de-
agua fría, levantarse temprano, practicar el ascetismo. berista, basada en afirmaciones obligatorias que regu-
Este tipo de acciones, para el autor, si bien constituirían lan la conducta por medio de normas externas, que per-
la forma extrema del hábito desde el punto de vista de la manecen aisladas de las necesidades organísmicas y
adquisición, no podrían ser consideradas hábitos desde las prioridades internas, tal como lo señala Yontef. La
el punto de vista de lo involuntario contraído. autorregulación, en cambio, implica la percepción tanto
Además de las acciones a las que se refiere Ricoeur, de la realidad interna como externa y se relaciona con
también nos topamos con acciones mantenidas sólo por la noción de responsabilidad.
la disciplina que se sostienen en exigencias y mandatos En consonancia con esto, Norberto Levy, al abordar la
que no consideran las necesidades y deseos de la perso- temática de la exigencia plantea que una característica
na y que permanecen no cuestionadas e impuestas “des- del vínculo exigente-exigido es la no-consideración de
de afuera” ¿cuántas veces sostenemos o intentamos este último aspecto. En tanto estos comportamientos
sostener con dificultad rutinas o comportamientos que no toman en cuenta las posibilidades, necesidades y
terminan tornándose rígidos, desde una decisión acerca ganas, terminan por generar sufrimiento y, lejos de per-
de lo que creemos que deberíamos hacer, sin tomar en mitir el aprendizaje y acercarnos a la meta, nos alejan
cuenta lo que queremos o necesitamos? de ella. En palabras de este autor: “La relación exigen-
te-exigido, por lo tanto, no puede ser la base de una ac-
“Debería…” titud que tiende hacia la excelencia porque ella misma
Con frecuencia, nos exigimos comportarnos del modo está caracterizada por el maltrato y la precariedad en el
en el que “deberíamos” hacerlo y esto resulta dificultoso modo en que se intenta lograrla”[viii]. De este modo, si
y provoca malestar. Aquello que en apariencia es un há- alguien al tratar de adoptar un hábito lo hace sin consi-
bito, es sostenido con dificultad y termina por limitarnos derar el modo de acuerdo a sus posibilidades o desde
y constreñirnos. Desde la Psicoterapia Gestáltica, po- un lugar de descalificación, esto termina paradójica-
dría pensarse que estas acciones se sostienen desde mente, no por promover salud sino malestar.
mandatos, valores y creencias que nos han sido trans-
mitidos y que fueron introyectados sin ser integrados. Elección y respeto
Fritz Perls al referirse a la introyección como mecanis- Las rutinas así sostenidas, desde mandatos introyecta-

Psicología Clínica y Psicopatología 247


dos, sin tener en cuenta las necesidades y posibilida- NOTAS
des del momento, lejos de permitirnos ampliar nuestro [i] Merleau Ponty, M. (1985) Fenomenología de la Percepción,
ser en el mundo y conquistar nuevos territorios, restrin- Planeta Agostini, Buenos Aires, p. 161.
gen nuestras posibilidades. Ya sea porque los manda- [ii] Ricouer, P. (1998) Filosofía de la Voluntad, Docencia, Buenos
tos no son “metabolizados” o porque no hay contacto Aires, p. 307
con los recursos disponibles en el momento, las accio- [iii] Idem, p. 313.
nes pierden su efectividad y su plasticidad.
[iv] Idem, p. 310.
En relación a los mandatos, resulta entonces esencial
en la clínica poder trabajar con los introyectos posibili- [v] Perls, F. (1975) Yo, hambre y agresión, Fondo de Cultura Eco-
tando el pasaje del “Yo debo” al “Yo quiero- Yo elijo”. Es nómica, México D.F, p. 168
desde esta libertad para elegir, y desde la conciencia de [vi] Polster, E. Polster, M. (1985) Terapia Gestáltica, Amorrortu
esta libertad que es posible pensar en acciones queri- Editores, Buenos Aires, p. 64
das con plena conciencia que luego puedan sedimen- [vii] Cabe aclarar que si bien Paul Ricoeur menciona la fijación y
tarse como disposiciones habituales. Esto resulta de la estereotipia como los estadios del automatismo en el que el
hábito se encuentra en riesgo de caer, en este caso se trataría de
gran importancia, para aquellas situaciones en las que
la degradación de un hábito ya contraído, y no de acciones que
se busca generar “hábitos saludables”. Si no se trabaja no logran constituirse como habituales. En el caso de los manda-
y se visibiliza la libertad para elegir adoptar cierto com- tos a los cuales nos referimos, se trataría de acciones que se
portamiento o no, corremos el riesgo de caer en el “yo reiteramos sin que lleguen a constituirse como algo involuntario
contraído.
debo”, vivido como una norma externa con las conse-
cuentes dificultades para sostener estas conductas en [viii] Levy, N. (1998) La sabiduría de las emociones, Ediciones de
el tiempo. Es a partir de la libertad y la elección que las Bolsillo, p. 118
conductas pueden ser sostenidas y tal vez, transformar-
se en hábitos. De todos modos, aún si por sus caracte- BIBLIOGRAFÍA
rísticas tales conductas no son susceptibles de tornarse
Flajoliet, A. (2004) L´habitude entre psychologie et phenomenolo-
habituales, la toma de conciencia de haberlo elegido, gie” en Alter. Revue de phenomenologie Nº12.
permite que sean sostenidas con mayor facilidad.
Levy, N. (1998), La sabiduría de las emociones, Ed. Del Bolsillo,
Por otro lado, en lo que hace a la posibilidad de adoptar Buenos Aires.
cambios en nuestro estilo de vida es necesario respetar
Merleau- Ponty, M. (1985) Fenomenología de la Percepción,
el tiempo y la capacidad a cada momento para ir imple-
Planeta Agostini, Buenos Aires.
mentándolos, desde la lógica del respeto y el cuidado.
En el marco de un proceso terapéutico, Norberto Levy Perls, F. (1975) Yo, hambre y agresión, Fondo de Cultura Econó-
mica, México D.F.
propone trabajar realizando un diálogo entre el aspecto
exigente y el aspecto exigido, de modo tal que éste últi- Perls, F. (1990) Sueños y existencia, Cuatro Vientos, Santiago de
Chile.
mo, con frecuencia ignorado, pueda ser escuchado y se
logre la integración entre ambos. Ricouer, (1998) Filosofía de la voluntad, Docencia, Buenos Aires.
Es a partir de la integración y de la toma de contacto Yontef, G. (1994) Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica,
con aspectos antes rechazados o no considerados que Cuatro Vientos, Santiago de Chile.
es posible restablecimiento de la autorregulación orga- 

nísmica y desde allí, la adopción de hábitos o de elec-
ciones que consideramos saludables. Cuando yo pue-
do decir “Yo quiero” y no “Yo debería” puedo apropiar-
me de esto y ponerlo en práctica y tal vez, con el tiem-
po, generar un hábito.

Conclusiones
En suma, a partir de lo expuesto anteriormente se des-
prende la necesidad de la toma de conciencia acerca de
la libertad y la elección como punto de partida para la
adopción hábitos. Volviendo a lo señalado por Flajoliet,
acerca del hábito, en tanto al comienzo es una acción
querida con plena conciencia, la posibilidad de reformu-
lar y apropiarse de los mandatos y lo que “deberíamos”
permite justamente la mayor toma de conciencia y el pa-
saje de una lógica disciplinaria a la lógica del cuidado. El
contacto con las necesidades, posibilidades y deseos
puede dar lugar a comportamientos y modos de ser inte-
grados y a la posibilidad de contraer hábitos que conser-
ven su plasticidad y amplíen el ser en el mundo.

248 Psicología Clínica y Psicopatología


AUTOESTIMA, MIEDO A LA EVALUACIÓN NEGATIVA
Y PERFECCIONISMO: UN ESTUDIO COMPARATIVO EN
POBLACIÓN CLÍNICA Y EN POBLACIÓN GENERAL
Scotti, Delfina; Sansalone, Paula Andrea; Borda, Tania
Facultad de Psicología y Psicopedadogía, Universidad Católica Argentina

RESUMEN Introducción
El propósito general de este trabajo es analizar si existe Dentro del ámbito científico, es muy reconocida la nece-
una asociación significativa entre las variables de Au- sidad de estudiar y fundamentar empíricamente varia-
toestima, Perfeccionismo y Miedo a la Evaluación Ne- bles psicológicas asociadas a la psicopatología. La ex-
gativa, tanto en una muestra de población no clínica co- presión devaluada de la variable de Autoestima y la ex-
mo en una muestra clínica formada por pacientes diag- presión aumentada de Perfeccionismo y Miedo a la
nosticados con Trastornos de Ansiedad según el DSM Evaluación Negativa estudiadas en el presente trabajo,
IV. Se realizó una investigación empírica de tipo des- han sido asociadas a diferentes trastornos siendo ade-
criptivo-correlacional, de corte transversal en población más identificadas como factores de vulnerabilidad psi-
urbana de jóvenes y adultos mayores de 18 años, de cológica (Álvarez Rayón, Franco Paredes, Mancilla
ambos sexos, residentes en la Provincia de Buenos Ai- Díaz, López Aguilar & Vázquez Arévalo, 2005). Muchos
res. La muestra final estuvo compuesta por 25 sujetos estudios demuestran la existencia de una relación entre
diagnosticados con Trastorno de Ansiedad y 25 sujetos la variable de Perfeccionismo y Autoestima en cuadros
de población normal que funcionaron a modo de grupo psicopatológicos, tales como Trastornos de la Conduc-
de comparación. Se les administró la Escala de Autoes- ta Alimentaria, Depresión y Trastornos de Ansiedad.
tima de Rosenberg, la Escala Breve de Evaluación Ne- (Ashby & Rice, 2002; Terry & Ziegler, 2007). Por otro la-
gativa (BFNES) y la Escala Almost Perfect Scale - Revi- do, también se ha investigado sobre la relación entre
sed (APS-R). Los resultados demuestran la existencia Perfeccionismo y Miedo a la Evaluación Negativa en al-
de una correlación estadísticamente significativa entre gunos Trastornos de Ansiedad, como por ejemplo, Fo-
las variables estudiadas, pudiéndose de esta manera bia Social (Arana, 2002).
corroborar las hipótesis y alcanzar los objetivos plan- El concepto de Autoestima se puede definir como una
teados en el presente trabajo. actitud positiva o negativa del sí mismo. La misma se
crea en un proceso de comparación que involucra valo-
Palabras clave res y discrepancias. El nivel de autoestima de las perso-
Autoestima Perfeccionismo Miedo Evaluación nas se asocia con la percepción del sí mismo en com-
paración con los valores personales, los cuales encie-
ABSTRACT rran aquellas concepciones de lo deseable, que repre-
SELF -ESTEEM, FEAR OF NEGATIVE EVALUATION sentan los criterios de las personas para juzgarse a sí
AND PERFECTIONISM mismas. En la medida que en que la distancia entre el sí
The overall purpose of this paper is to analyze whether mismo ideal y el sí mismo real sea pequeña, la autoes-
a significant association between the variables Self-Es- tima es mayor. Por el contrario, cuanto mayor es la dis-
teem, Perfectionism and Fear of Negative Evaluation tancia, menor será la autoestima, aún cuando la perso-
exists, both in a non-clinical population sample as in a na sea vista positivamente por otros (Pearlin & Rosen-
clinical sample composed of patients diagnosed with berg, 1978). A su vez, el Miedo a la Evaluación Negati-
DSM-IV Anxiety Disorders. A descriptive-correlational va, se define como el temor experimentado ante posi-
and cross-sectional study was conducted. The final bles valoraciones desfavorables respecto de sí mismo y
sample consisted of 25 subjects diagnosed with Anxiety de su desempeño, por parte de los demás (Friend &
Disorders and 25 subjects from normal population that Watson, 1969). Por su parte, la definición más difundida
worked as a group of comparison. All of them were del Perfeccionismo, lo describe como la tendencia a es-
young adults of 18 years old or older who live in Buenos tablecer altos estándares de desempeño en combina-
Aires city. They were administered the Rosenberg Self- ción con una evaluación excesivamente crítica de los
Esteem Scale (RSES), the Brief Fear of Negative Evalu- mismos y una creciente preocupación por cometer erro-
ation Scale (BFNES) and the Almost Perfect Scale - Re- res (Frost, Marten, Lahart y Rosenblate, 1990).
vised (APS-R). The results demonstrate the existence Numerosos estudios han puesto de manifiesto la rela-
of a statistically significant correlation between the vari- ción que mantienen estas tres variables, observando al-
ables studied, thus being able to corroborate the hy- tos niveles de Perfeccionismo en patologías donde a su
potheses and the objectives raised in this paper. vez esta devaluada la Autoestima y también incremen-
tado el Miedo a la Evaluación Negativa. En los sujetos
Key words perfeccionistas, su esfuerzo nunca es suficiente, se de-
Selfesteem Fear Evaluation Perfectionism mandan a sí mismos niveles muy altos de performance,

Psicología Clínica y Psicopatología 249


metas poco realistas, a las cuales adhieren rígidamente · Escala de Autoestima de Rosenberg, en su versión
(Cooper, Fairbun & Shafran, 2002). Beato Fernandez y adaptada para población urbana argentina (Góngora &
Rodriguez Cano (2000) afirman que la baja autoestima Casullo, 2009).
los lleva a depender de manera excesiva de la aproba- · Escala Breve de Miedo a la Evaluación Negativa (BF-
ción del entorno y a adoptar una actitud de superación NES) (Leary, 1983).
y de reto personal continuo que mitigue los sentimientos · Almost Perfect Scale - Revised (APS-R), en su versión
crónicos de inferioridad, haciendo que esta autoevalua- adaptada para población urbana argentina (Arana, Sca-
ción condicione las características de sus relaciones, ppatura, Lago & Keegan, 2007). Esta escala presenta tres
sus aspiraciones y actitudes, el tono de sus pensamien- subescalas: Altos Estándares, Orden y Discrepancia.
tos y emociones. Se valoran a sí mismos en función de
la aprobación de los demás, basando su autoestima en Resultados
factores externos. Esto los lleva a ser demasiado sensi- Para evaluar si existen diferencias en Autoestima y Mie-
bles ante las críticas y las opiniones de los otros. Su do a la Evaluación Negativa entre ambas muestras, se
tendencia a establecerse altos niveles de desempeño aplicó el análisis de comparación de medias con prueba
es una forma de protegerse de la evaluación negativa y “t” de Student (Tabla 4) Los resultados en Autoestima y
así evitar que la misma influencie en forma desfavora- Miedo a la Evaluación (20 puntos) arrojaron diferencias
ble a su autoestima. La razón por la cual estas personas estadísticamente significativas (diferencias de medias
se imponen una demanda tan alta, no está motivada por de 11 y 20 puntos respectivamente, siendo p>,005) . Pa-
el deseo, sino por el miedo al fracaso, al cual asocian a ra clasificar a los sujetos de la muestra clínica y no clíni-
una falta de valor personal. Se sienten vulnerables fren- ca en perfeccionistas adaptativos, perfeccionistas des-
te a la posibilidad de que se los critique y que el entorno adaptativos y no perferccionistas se replicó el procedi-
los evalúe en forma negativa. Este miedo los conduce a miento de Ashby y Kottman (1996), procediendo según
tener una conducta de evitación, llevándolos a estar la clasificación por puntos de corte Con respecto a la
constantemente alerta y a la defensiva para evitar aque- variable de Perfeccionismo. La distribución de perfec-
llo que teme (Hamatecht, 1978) cionistas adaptativos, desadaptativos y no perfeccionis-
El objetivo general de este trabajo es analizar si existe tas según se trate de muestra clínica y no clínica se
una asociación significativa entre las variables de Au- muestra en la Tabla n°1
toestima, Perfeccionismo y Miedo a la Evaluación Ne-
gativa, tanto en una muestra de población no clínica co- Tabla 1. Distribución de Perfeccionistas Adapatativos,
mo en una muestra clínica formada por pacientes diag- Desadaptativos y No Perfeccionistas en muestra clínica
nosticados con Trastorno de Ansiedad según el DSM y muestra no clínica.
IV. A estos fines se han considerado evaluar y compa- Perfeccionista Perfeccionista No N
Muestra
Adaptativo Desadaptativo perfeccionista
rar los niveles de Autoestima, Miedo a la Evaluación
Negativa y Perfeccionismo en población clínica y pobla- No Clínica 9 casos (36%) 1 caso (4%) 15 casos (60%) 25

ción no clínica. Clínica 2 casos (8%) 9 casos (36%) 14 casos (56%) 25

Método Para analizar si existe una asociación estadísticamente


El presente trabajo consiste en una investigación empí- significativa entre la muestra clínica y la muestra no clí-
rica de tipo descriptivo-correlacional, de corte transver- nica en relación a las categorías de Perfeccionismo
sal. Se trabajó con una muestra clínica compuesta por Adaptativo y Perfeccionismo Desadaptativo, se a aplicó
25 sujetos con diagnóstico de Trastorno de Ansiedad la prueba de chi-cuadrado de Pearson. Los resultados
según DSM-IV (Ataque de pánico, Fobia Social, Tras- obtenidos fueron X2(2)=10,889a; p=, 004, demostrando
torno Obsesivo-Compulsivo, Trastorno de Estrés Pos- una relación estadísticamente significativa. Para eva-
Traumático, Trastorno de Ansiedad Generalizado) y con luar y comparar si existen diferencias en relación a las
una muestra no clínica formada por 25 sujetos volunta- subescalas de Altos Estándares, Orden y Discrepancia
rios sin síntomas psicopatológicos (DSM IV) al momen- entre la muestra clínica y la general, se aplicó el análisis
to de la evaluación. El trabajo se realizó en población de comparación de medias con prueba “t” de Student.
urbana residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Ai- En relación a las subescalas de Altos Estándares y Or-
res y Conurbano Bonaerense. Los participantes fueron den, los resultados arrojan diferencias de media míni-
jóvenes y adultos mayores de 18 años, de ambos sexos. mas entre ambos grupos, siendo estas diferencias esta-
Todos los sujetos accedieron voluntariamente a la in- dísticamente no significativas. Con respecto a la subes-
vestigación previamente informados para su consenti- cala de Discrepancia, se observa una diferencia de me-
miento con el presente trabajo. dia de 32 puntos, siendo estadísticamente significativa.
Para observar si existe una correlación estadísticamen-
Instrumentos te significativa entre las variables cuantitativas de Au-
· Consentimiento informado toestima y Miedo a la Evaluación Negativa se aplicó el
· Cuestionario de datos demográficos análisis de correlación r de Pearson, siendo r= -0,79;
· Inventario de Sintomas SCL-90, en su adaptación ar- p=, 000, indicando una correlación negativa y significa-
gentina (Casullo, 2008). tiva. Para evaluar si existe algún grado de asociación
entre Miedo a la Evaluación Negativa y Perfeccionismo

250 Psicología Clínica y Psicopatología


por un lado y Autoestima y Perfeccionismo por otro, se jetos de la muestra no clínica. Se puede afirmar que en
empleó la prueba “t” de Student. Los resultados revelan la mayoría de sujetos que componen dicha muestra es-
una diferencia estadísticamente significativa entre Au- tán presentes las características sintomatológicas aso-
toestima y Perfeccionismo por ser p=, 001, como tam- ciadas al aumento de dicha variable, tales como miedo
bién para Miedo a la Evaluación Negativa y Perfeccio- irrealista y excesivo hacia posibles críticas en relación a
nismo siendo p= ,002. Por último se realizó un análisis sí mismo en su desempeño, por parte de los demás
entre las variables de Miedo a la Evaluación Negativa y (Hope, Holt & Heimberg, 1993; Caballo, 1996; Butler,
Perfeccionismo respecto de los diferentes cuadros clíni- 2000). Con respecto a la variable de Perfeccionismo se
cos agrupados bajo el diagnóstico de Trastornos de An- ha logrado evaluar sus niveles en ambas muestras y se
siedad según el DSM IV de la muestra clínica. En rela- ha observado una prevalencia del perfeccionismo des-
ción al Miedo a la Evaluación Negativa, se observó que adaptativo en la muestra clínica con respecto a la mues-
la Fobia Social fue el que con más frecuencia (9 casos) tra no clínica. Se ha llevado a cabo un análisis de las di-
obtuvo niveles superiores respecto de los demás diag- ferentes subescalas que componen a la variable men-
nósticos que puntuaron por encima de la media espera- cionada anteriormente: Altos Estándares, Orden y Dis-
da de la población clínica. Para interpretar estos resul- crepancia. En relación a Altos Estándares, los resulta-
tados se tomó como referencia el estudio de Salinas y dos no indicaron diferencias estadísticamente significa-
cols. (2007) el cual indica que media para población clí- tivas de medias entre ambas muestras. Esto se debe a
nica de la escala de BFNE fue de 46,91. Con respecto a que tanto en la muestra clínica como en la no clínica se
la variable de Perfeccionismo, se observó que entre los hallaron sujetos perfeccionistas. En la subescala de Or-
14 sujetos no perfeccionistas, 3 tienen el diagnóstico de den, los resultados arrojan diferencias de media mínima
T.A.G, 7 de T.A.S y 4 T.E.P.T., entre los perfeccionista entre ambas muestras, lo que nos permitiría inferir que
adaptativos, 1 de ellos tiene diagnosticado T.A.G y el dicha variable no es un rasgo principal de los Trastornos
otro T.E.P.T Por último entre los 9 casos de perfeccio- de Ansiedad que conformaron esta muestra no clínica.
nismo desadaptativo, se observa que 2 tienen el diag- La única subescala que en la que se observaron dife-
nóstico de T.A.G, 3 de F.S y 4 de T.O.C. rencias estadísticamente significativas, fue en la de Dis-
crepancia. Dicha subescala permite evaluar si los suje-
Discusión tos perfeccionistas son adaptativos o desadaptativos,
En base al estudio realizado y a partir de los resultados dado que a nivel teórico este es el rasgo distintivo que
se ha logrado evaluar y comparar los niveles de Autoes- los caracteriza en uno u otro grupo. Ashby & Rice (2002)
tima, Miedo a la Evaluación Negativa y Perfeccionismo sostienen que aquellos sujetos perfeccionistas desa-
en una población clínica formada por pacientes diag- daptativos serían los que poseen altos estándares, ele-
nosticados con Trastorno de Ansiedad y en una mues- vadas metas, pero que existe una gran discrepancia
tra no clínica. Los resultados de este análisis arrojaron con la representación que el sujeto mantiene acerca de
diferencias estadísticamente significativas de medias sus atributos y recursos necesarios para alcanzarlos El
entre ambas muestras con respecto a las variables haber hallado sujetos perfeccionistas dentro de una
mencionadas. En relación a la variable de Autoestima, muestra no clínica, confirma que el perfeccionismo no
los resultados indican que los niveles de Autoestima es un rasgo negativo, sino que al contrario, dentro de
son significativamente menores en pacientes diagnosti- cierto límites el mismo tiene una función adaptativa ya
cados con Trastorno de Ansiedad, en comparación con que pueden llegar a ser predictores de éxito y bienestar
los sujetos de la muestra no clínica. Esto indicaría que porque se relaciona con el esfuerzo productivo y deseo
los altos niveles de Autoestima están relacionados con de superación, favoreciendo el desarrollo personal de
el desarrollo de un personalidad sana, en la que los in- las personas (Blatt, 1995).
dividuos se sienten satisfechos respecto a sí mismo, a En relación al análisis de Miedo a la Evaluación Negati-
sus capacidades, en sus relaciones interpersonales y va y diferentes diagnósticos de la muestra clínica, los
con su futuro (Kernis & Golman, 2003). Los bajos nive- resultados muestran que en Fobia Social dicha variable
les de autoestima, por su parte, fueron asociados a di- se observo aumentada con mayor frecuencia. Esto nos
ferentes trastornos, entre los cuales se encuentran los permitiría deducir que el Miedo a la Evaluación Negati-
Trastorno de Ansiedad. Diferentes estudios consideran va es un rasgo típico de este trastorno. Con respecto al
a la baja autoestima como un indicador de riesgo para análisis de Perfeccionismo y los diferentes diagnósti-
la salud mental, un fuerte predictor de trastornos de per- cos, los resultados indican que el Trastorno Obsesivo
sonalidad y síntomas psicopatológicos (Watson, 1998, Compulsivo fue en donde se observó mayor frecuencia
citado en Garaigordobil, Durá y Pérez, 2005). La pre- de perfeccionismo desadaptativo. Este resultado apoya
sente investigación presta sustento a estas afirmacio- las observaciones de Salkovskis y Warwick (1985),
nes. También se ha logrado comparar y evaluar los ni- quien sostiene que el Perfeccionismo es el error espe-
veles de Miedo a la Evaluación Negativa en la muestra cífico de T.O.C sobre los otros Trastornos de Ansiedad.
clínica y en la muestra no clínica. Los mismos indican Se debe tener en cuenta que una limitación del presen-
que los niveles de Miedo a la Evaluación Negativa son te estudio radica en que no ha sido posible conformar
marcadamente más altos en pacientes diagnosticados homogéneamente la muestra clínica de acuerdo a los
con Trastorno de Ansiedad, en comparación con los su- diagnósticos comprendidos dentro del Trastorno de An-

Psicología Clínica y Psicopatología 251


siedad según el DSM IV. Lo cual no nos permite afirmar Journal of Adlerian Theory, Research & Practice, 52, (3), 237-245.
conclusiones concluyentes en relación a las variables Recuperado el 10 de Septiembre de 2009: http://psycnet.apa.org/
psycinfo/1996-06813-002
estudiadas con cada diagnóstico en particular. Sería in-
teresante poder corroborar o refutar estas observacio- Ashby, J.S, Mobley, M, Rice K.G., Trippi, J. & Slaney, R.B. (2001)
The revised Almost Perfect Scale. Measurement and Evaluation
nes a través de futuras investigaciones. in Counseling and Development, 34, 130-145.
En referencia a la asociación entre la variable de Per-
Ashby, J.S. & Rice, K. G. (2002) Perfectionism, Dysfunctional
feccionismo, Autoestima y Miedo a la Evaluación Nega-
Attitudes and Self-Esteem: A Structural Equations Analysis. Jour-
tiva, los resultados obtenidos revelan una asociación nal of Counseling & Developtem, 80, (2), 197- 204. Recuperado el
estadísticamente significativa. Pudiendo apoyar de esta 1 de enero de 2010: http://aca.metapress.com/app/home/contri-
manera las formulaciones de los autores consultados, bution.asp?referrer=parent&backto=issue,9,13;journal,34,43;link
ingpublicationresults,1:112973,1
los cuales sostienen que en los perfeccionistas desa-
daptativos, se observa una baja autoestima ya que se Beato Fernandez, L. y Rodriguez Cano, T. (2000). Aspectos pa-
valoran a sí mismos en función de factores externos, se tógenicos de los pacientes con trastornos del comportamiento
alimentario. Psiquis, 21, (6), 317-325
juzgan por lo que hacen y no por lo que son. Su tenden-
cia a establecerse altos niveles de desempeño es una Blatt, S. J. (1995). The destructiveness of perfectionism: Implica-
tions for the treatment of depression. American Psychologist, 50,
forma de protegerse de la evaluación negativa y así evi-
(12), 1003-1020
tar que la misma influencie en forma desfavorable a su
Autoestima (Beato Fernandez y Rodriguez Cano, 2000). Casullo, M. M. (2008). El Inventario de Síntomas SCL-90-R y de
Derogatis. Adapatación UBA. Conicet.
Es necesario destacar las limitaciones de este trabajo,
tales como el pequeño tamaño de la muestra y su no re- Casullo, M.M. y Góngora, V. (2009) Validación de la Escala de
Autoestima de Rosenberg en población general y en población
presentatividad. Esto impide la elaboración de juicios clínica de la ciudad de Buenos Aires. Revista Iberoamericana de
concluyentes y la extensión de su aplicabilidad, lo cual Diagnóstico y Evaluación Psicológica (RIDEP), 1, (27), 179-194
podría no suceder si se utilizaran muestras con una N
Friend, R. & Watson, D (1969) Measurement of social evaluative
mayor. Sin embargo, de acuerdo a todos los resultados anxiety. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 33, 448-
obtenidos en el presente trabajo se pone de manifiesto 457
el modo en que las tres variables, Autoestima, Perfec- Frost, R. O., Marten, P., Lahart C. & Rosenblate, R. (1990) The
cionismo y Miedo a la Evaluación Negativa se relacio- Dimensions of Perfectionism. Cognitive Therapy and Research,
nan en el funcionamiento de la personalidad y se refuer- 14, (5), 449-468. Recuperado el 20 de Noviembre de 2009: http://
zan, evidenciando que la expresión devaluada de una www.springerlink.com/content/m6k2514234n20371/
de ellas, impactaría en la manifestación de las otras, re- Hamachek, D. E. (1978). Psychodynamics of normal and neurotic
troalimentándose y generando de esta manera, pensa- perfectionism. Psychology, 15, 27-33.
mientos, emociones y conductas desadaptativas que Heimberg, R.G, Holt, D. A., Holt C.S., Liebowitz, M. R. & Mueller
interferirían con el desarrollo y funcionamiento optimo y G. P. (1993). Assessment of anxiety in social interaction and being
observed by others: The social interaction anxiety scale and the
saludable de la personalidad.
Social Phobia Scale. Behavior Therapy, 23, 1, 53-73.
Las conclusiones obtenidas pueden ser de gran utilidad
en la práctica clínica, tanto en las áreas de diagnóstico Leary, M.R (1983) A Brief Version of the Fear of Negative Evalua-
tion Scale. Personality and Social Psychology Bulletin, 9, (3),
y tratamiento, como así también para el trabajo en pre- 371-375
vención.
Pearlin, L. & Rosenberg, M. (1978) Social Class and Self-Esteem
A través de futuras investigaciones, podría evaluarse la Among Children and Adults. The American Journal of Sociology,
existencia de una asociación significativa entre Autoes- 84, (1), 53-77.
tima, Miedo a la Evaluación Negativa y Perfeccionismo
Salinas, J.M, Sierra J.C y Zubeidat, I. (2007) Escala de Miedo a
en diferentes trastornos mentales. la Evaluación Negativa y Escala de Evitación y Malestar Social:
fiabilidad y validez en Una muestra de adolescentes españoles.
Clínica y Salud, 18, (1), 57-81. Recuperado el 10 de Noviembre de
2009: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S11305274200700010
0005&script=sci_arttext
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Salkovskis, P.M. & Warwick, H. (1985). Cognitive therapy of ob-
Álvarez Rayón, G., Franco Paredes, K., Mancilla Díaz, J.M, López sessive-compulsive disorder: Treating treatment failures. Beha-
Aguilar, X. & Vázquez Arévalo, R. (2005). Perfectionism and eating vioural Psychotherapy, 13, 243-255.
disorders: a Review of the Literature. European Eating Disorders
Review, 13, 61-70.
Arana, F.G (2003) El Rol del Perfeccionismo en los Trastornos de
Ansiedad: revisión conceptual y consecuencias en la clínica.
Jornadas de Investigación, Tomo I, Agosto de 2003, 31-34
Arana, F.G, Scappatura, ML, Lago, A, Keegan, E. (2006) Traduc-
ción y Adaptación de una medida multidimensional de Perfeccio-
nismo: La Escala APS-R (Almost Perfect Scale Revised) Fase
preliminar, Memorias de las XIII Jornadas de Investigación y Se-
gundo Encuentro Del Mercosur, Agosto de 2006, 22-24
Ashby, J. S. & Kottman, T. (1996). Inferiority as a distinction bet-
ween normal and neurotic perfectionism. Individual Psychology:

252 Psicología Clínica y Psicopatología


HABILIDADES SOCIAIS EM CRIANÇAS COM SÍNDROME
DE ASPERGER: UMA REVISÃO BIBLIOGRÁFICA
Silva De Lima, Camilla Danielle
Universidade Federal do Rio Grande do Norte. Brasil

RESUMEN Introdução:
O presente estudo propõe uma revisão bibliográfica A Síndrome de Asperger (SA) pertence ao grupo dos
acerca das habilidades sociais, na perspectiva da tera- Transtornos Invasivos do Desenvolvimento, juntamente
pia cognitivo-comportamental, em crianças com Sín- com o Autismo Infantil, por compartilharem de prejuízos
drome de Asperger. A revisão foi elaborada a partir de severos e persistentes da tríade: comunicação, intera-
pesquisa nos Bancos de Dados LILACS, SciELO, ME- ção social e interesses, sendo estes restritos, repetiti-
DLINE, IBECS e PEPSIC, entre 2005 e 2011. Concluiu- vos e estereotipados.
se que a inabilidade social desses indivíduos contribui Algumas características são peculiares a estes indiví-
diretamente para sua dificuldade de socialização. Não duos no que diz respeito à comunicação e interação so-
sendo encontrado nenhum estudo brasileiro que abor- cial: linguagem verbal fluente, pedante e rebuscada,
dasse tais habilidades em crianças com asperger, en- pouco emotiva e sem entonação; interpretação literal,
tretanto muitos outros sugerem intervenções eficazes não identificando ironias e metáforas; dificuldades para
na abordagem cognitivo-comportamental para desen- entender e expressar emoções; ausência de regulado-
volvimento de habilidades sociais em crianças normais. res sociais, como falar tudo o que pensam sem o uso da
Verificou-se a necessidade de adaptar tais interven- empatia e das pistas sociais (Borges et al, 2007).
ções para as crianças com asperger, contribuindo para Tais inabilidades sociais comprometem significativa-
qualidade de vida das mesmas. mente o relacionamento interpessoal destes indivíduos,
pois como afirma Del Prette & Del Prette (2004), os de-
Palabras clave safios e as demandas impostas pelo mundo atual exi-
Asperger Habilidades Sociais Crianças gem de crianças, jovens e adultos o desenvolvimento
de um repertório de habilidades sociais cada vez mais
ABSTRACT elaborado. Se bem elaborado, este repertório de habili-
SOCIAL SKILLS IN CHILDREN WITH ASPERGER dades serve como fator de proteção, pois é um indica-
SYNDROME: A LITERATURE REVIEW dor de ajustamento psicossocial, de desenvolvimento
This study proposes a literature review about social saudável, de qualidade de vida e preditor significativo
skills from the perspective of cognitive-behavioral thera- de competência acadêmica (Murta, 2005).
py in children with Asperger Syndrome. The review was As habilidades sociais são aprendidas e desenvolvidas
developed from research in the databases LILACS, Sci- durante toda a vida, exercendo grande importância no
ELO, MEDLINE, IBECS, PsycINFO and PepsiCo, from desenvolvimento humano salutar quando adquiridos na
2005 to 2011. It was concluded that the inability of social infância. Um repertório bem elaborado dessas habilida-
individuals directly contributes to their difficulty in social- des, a partir dessa fase do desenvolvimento, contribui
ization. There are no Brazilian study found that ad- de maneira decisiva para o estabelecimento de rela-
dressed such skills in children with Asperger’s, however ções sociais mais adaptativas (Del Prette & Del Prette,
many others suggest effective interventions in cogni- 2009).
tive-behavioral approach to developing social skills in Diante das dificuldades sociais apresentadas por indiví-
normal children. There is a need to adapt such interven- duos com SA, faz-se mister desenvolver pesquisas e
tions for children with Asperger’s, contributing to quality possibilidades de intervenções psicológicas que aju-
of life for them. dem, especialmente as crianças, a desenvolverem ha-
bilidades sociais mais adaptativas, contribuindo assim
Key words para sua qualidade de vida e inserção social. Interven-
Asperger Social Skills Children ções na área da terapia cognitivo-comportamental, es-
pecialmente programas de treinamento em HS, configu-
ram-se em importantes ferramentas para reduzir o im-
pacto de déficits graves em habilidades sociais em pes-
soas com transtorno severo do desenvolvimento.

Considerações acerca da Síndrome de Asperger e


das HabilidadesSociais
Em 1944, Hans Asperger, a partir de seus estudos com
crianças na educação especial, apontou para a existên-

Psicología Clínica y Psicopatología 253


cia de um distúrbio caracterizado pelo comprometimen- manual.
to severo da interação social, apresentando fala pedan- Pode-se afirmar, então, que a principal característica da
te e desajeitamento motor, com incidência no sexo mas- SA é o déficit na comunicação e interação social, ou se-
culino, o qual denominou de Psicopatia Autística (As- ja, um déficit na aquisição e desenvolvimento das habi-
perger, 1944). Essas crianças apresentavam notável lidades sociais. Algumas características são peculiares
pobreza na comunicação não-verbal, o que inclui tom a estes indivíduos: linguagem verbal fluente, pedante e
afetivo de voz, empatia pobre e tendência a intelectuali- rebuscada, pouco emotiva e sem entonação; interpreta-
zar as emoções, além de fala formal, prolixa e em mo- ção literal, não identificando ironias e metáforas; dificul-
nólogo (Wing, 1981). A partir da década de 70 muitos dades para entender e expressar emoções; ausência
autores passaram a defender que esta síndrome deve- de reguladores sociais, como falar tudo o que pensa
ria ser considerada como pertencente ao espectro au- sem o uso da empatia (Borges et al, 2007).
tista, sendo sua etiologia possivelmente de base gené- Habilidades sociais é a designação utilizada para um
tica (Tamanaha et al, 2008). conjunto de diferentes classes de comportamentos so-
A SA foi enquadrada pela décima revisão da Classifica- ciais, presentes no repertório de um indivíduo, que con-
ção Internacional de Doenças como pertencente ao tribuem para a qualidade e a efetividade das interações
grupo dos Transtornos Invasivos do Desenvolvimento interpessoais (Del Prette & Del Prette, 2001). Tais habi-
(F84), juntamente com o Autismo Infantil. Dessa forma, lidades contribuem também para a competência social
os indivíduos deste grupo compartilham de prejuízos do mesmo, entendida como a capacidade de articular
severos e persistentes da tríade: comunicação, intera- pensamentos, sentimentos e ações em função de obje-
ção social e interesses, sendo estes restritos, repetiti- tivos pessoais e demandas culturais, gerando senti-
vos e estereotipados. Tais comprometimentos são evi- mento positivo (Del Prette & Del Prette, 2009). Elas di-
denciados geralmente nos primeiros 5 anos de vida, po- zem respeito a comportamentos necessários a uma re-
dendo variar em graus de dificuldades (CID-10, 1993). lação interpessoal bem-sucedida, conforme parâme-
De acordo com esta classificação, a Síndrome de As- tros típicos de cada contexto e cultura, podendo incluir
perger (F84.5) é caracterizada pelo mesmo tipo de os comportamentos de iniciar, manter e finalizar conver-
anormalidades que tipificam o autismo, diferindo deste sas; pedir ajuda; fazer e responder a perguntas; fazer e
por não haver “nenhum atraso ou retardo global no de- recusar pedidos; defender-se; expressar sentimentos,
senvolvimento cognitivo ou de linguagem” (p. 252), sen- agrado e desagrado; pedir mudança no comportamento
do a maioria de inteligência global normal, embora do outro; lidar com críticas e elogios; admitir erro e pe-
apresentem comportamentos desajeitados, ocorrendo dir desculpas e escutar empaticamente, dentre outros
predominantemente em meninos. Klin (2006) acrescen- (Murta, 2005).
ta ainda que diferem pois o desenvolvimento precoce As habilidades sociais são aprendidas e desenvolvidas
da SA está marcada não só pela ausência de retardo durante toda a vida, exercendo grande importância no
significativo da linguagem falada ou na percepção da desenvolvimento humano salutar quando adquiridos na
linguagem, mas também pela presença das habilidades infância. Um repertório bem elaborado dessas habilida-
de auto-cuidado, curiosidade sobre o ambiente, tendên- des, a partir dessa fase do desenvolvimento, contribui
cia a falar em monólogo e incoordenação motora. Para de maneira decisiva para o estabelecimento de rela-
o diagnóstico diferencial pelo menos dois critérios fo- ções harmoniosas com colegas e adultos, tendo em vis-
ram considerados imprescindíveis: o período de aquisi- ta que habilidades de comunicação, expressividade e
ção da fala e a idade de identificação do diagnóstico desenvoltura nas interações sociais podem ser trans-
(Tamanaha et al, 2008). formadas em amizade, respeito, status no grupo ou
Já o Manual Diagnóstico e Estatístico de Transtornos mesmo em convivência mais agradável. São várias as
Metais - DSM IV Tr (2002), estabelece os seguintes cri- habilidades sociais consideradas relevantes para o de-
térios diagnósticos: (1) comprometimento grave e per- senvolvimento satisfatório das crianças: habilidades de
sistente da interação social, (2) desenvolvimento de pa- autocontrole e expressividade emocional, civilidade,
drões de comportamento restritos e repetitivos de com- empatia, assertividade, fazer amizades, solução de pro-
portamento, interesses e atividades, (3) tais perturba- blemas interpessoais e habilidades acadêmicas (Del
ções devem causar comprometimento significativo na Prette & Del Prette, 2009).
vida social e ocupacional do individuo, (4) ausência de Não obstante, diversos estudos indicam correlação po-
atrasos ou desvios clinicamente significativos na aquisi- sitiva entre competência social e funcionamento mais
ção da linguagem, (5) ausência de atraso no desenvol- adaptativo no que diz respeito à responsabilidade, inde-
vimento cognitivo até os três primeiros anos de vida e, pendência, cooperação e rendimento escolar. Desen-
por fim, (6) quando não são satisfeitos critérios para ou- volver este potencial nas crianças é ampliar sua capaci-
tro Transtorno Global do desenvolvimento ou para Es- dade de lidar melhor com situações adversas e estres-
quizofrenia. Apesar da sintomatologia característica, santes, bem como estimular seu senso de humor, em-
vale ressaltar que o transtorno pode se apresentar de patia, habilidades de comunicação, de resolução de
maneira peculiar em cada indivíduo, dependendo de problemas e autonomia (Del Prette & Del Prette, 2009).
sua idade, com prevalência no sexo masculino, numa A dificuldade na interação social de indivíduos com SA
proporção de cinco para um, como descreve o mesmo envolve deficiências no uso e no reconhecimento de re-

254 Psicología Clínica y Psicopatología


gras convencionais de conversação, bem como de bilidades sociais em crianças, na perspectiva da terapia
comportamentos não-verbais, como: o contato visual cognitivo-comportamental. Poucos são os artigos que
direto, a expressão facial e de gestos, além da lingua- abordam especificamente a SA na área da psicologia,
gem corporal (DSM IV, 2002). Tais habilidades sociais destacando-se um maior número de publicações na
são responsáveis pela regulação da interação e da co- área da fonoaudiologia.
municação social e, talvez por isso, a inabilidade na ex- Em contrapartida encontra-se ampla publicação de arti-
pressão deste repertório comportamental resulte na di- gos acerca das habilidades sociais em crianças, abor-
ficuldade em lidar com sentimentos negativos de vergo- dando os aspectos das habilidades sociais parentais, va-
nha, raiva, medo e tolerância à frustrações; no pouco lidação de inventários para avaliação e programas para
ou nenhum interesse em fazer amizades; na falta de ini- treinamento dessas habilidades. Nenhum artigo que
ciativa em compartilhar prazer ou interesses com o ou- abordasse as habilidades sociais em crianças com as-
tro, ausência de reciprocidade emocional, preferência perger, na área da psicologia, foi encontrado. Diante dis-
por atividades solitárias, insistência por um mesmo as- so, procedeu-se a seleção dos 10 artigos finais desta re-
sunto ou atividade, pouca capacidade de auto-controle, visão, sendo 5 relacionados a SA e 5 relacionados as ha-
hiperatividade, falta de atenção e desajeitamento motor, bilidades sociais na abordagem da TCC ou da comporta-
como descreve o mesmo manual. mental, com o objetivo de aproximar os temas supracita-
Os mesmos podem expressar interesse em fazer ami- dos, ressaltando a importância do estabelecimento de in-
zades e encontrar pessoas, mas invariavelmente se tervenções que ajudem no desenvolvimento de habilida-
frustram em decorrência de suas abordagens desajei- des sociais desta população desde a infância.
tadas, bem como pela insensibilidade em relação aos
sentimentos e intenções das demais pessoas, principal- Apresentação e discussão dos artigos
mente as implícitas e não-literais, como sinais de tédio, Nos trabalhos publicados nos últimos cinco anos, ob-
pressa para finalizar a conversa e necessidade de pri- serva-se uma grande quantidade de produções acerca
vacidade (Klin, 2006). Além da dificuldade em interpre- das habilidades sociais em detrimento daqueles refe-
tar pistas sociais sutis, possuem deficiência em reco- rentes especificamente a SA. Nenhum artigo que abor-
nhecimento de faces e entendimento das expressões dasse as dificuldades de habilidades sociais em crian-
emocionais (Borges et al, 2007). Em função dos repeti- ças com asperger, na perspectiva da terapia cognitivo-
dos fracassos em estabelecer relações interpessoais, é comportamental, foi encontrado.
comum que estes indivíduos desenvolvam transtornos Em estudo bibliométrico, realizado por Fumo et al
de ansiedade ou de humor, necessitando inclusive de (1999), acerca da coleção Sobre Comportamento e
tratamento medicamentoso. O interesse em estabele- Cognição, por considerar representativo das aborda-
cer relacionamentos sociais pode aumentar na adoles- gens comportamental e cognitivo-comportamental,
cência, na medida em que o individuo aprende formas aponta que, nas últimas décadas, os estudos se con-
de respostas mais adaptadas às dificuldades, como centravam nos aspectos conceituais das HS do que
aprender a aplicar regras ou rotinas verbais explicitas mesmo em estudos correlacionais, relatos de experiên-
em determinadas situações de estresse (DSM IV, 2002). cias e estudos de caso. Afirma ainda haver predomi-
Diante das dificuldades sociais apresentadas pela nância de estudos relacionados a adultos e sugere a
criança com SA, faz-se mister desenvolver pesquisas e necessidade de realização de mais pesquisas, bem co-
possibilidades de intervenções psicológicas que aju- mo de possibilidades de intervenções (Murta, 2005),
dem especialmente as crianças a desenvolverem habi- destinadas a crianças, adolescentes e idosos, bem co-
lidades sociais mais adaptativas, contribuindo assim mo a populações com necessidades educacionais es-
para sua qualidade de vida e inserção social. Interven- peciais.
ções na área da terapia cognitivo-comportamental, es- Durante as pesquisas iniciais para este artigo foi verifi-
pecialmente programas de treinamento em HS, configu- cado, no período de 2005 a 2011, um aumento no nú-
ram-se em importantes ferramentas para reduzir o im- mero de publicações referentes à HS em crianças e
pacto de déficits graves em habilidades sociais em pes- adolescentes, principalmente no que diz respeito a ha-
soas com transtorno severo do desenvolvimento. bilidades sociais parentais e de alunos e professores.
Murta (2005), em importante revisão, identificou 17 pro-
Método gramas de treinamento de habilidades sociais, os quais
Este é um artigo de revisão bibliográfica elaborado a em sua maioria aconteceram em grupo, nos contextos
partir de pesquisa nas bases de dados LILACS, SciE- clínico e escolar, com a utilização da TCC. Desses pro-
LO, MEDLINE, IBECS e pepsic, no intervalo dos anos gramas, cinco foram realizados com base na prevenção
de 2005 a 2011. Os descritores utilizados foram síndro- terciária, ou seja, com o objetivo de minimizar conse-
me de asperger, terapia cognitivo-comportamental, ha- qüências de déficits acentuados em habilidades sociais
bilidades sociais e crianças. já instalados, sem pretensão de cura, como é o caso de
A busca inicial resultou em 35 artigos, levando-se em pessoas portadoras de autismo ou esquizofrenia. Nes-
consideração os descritores e o período escolhidos. ta perspectiva, aponta publicação de Fernandes e Sou-
Após leitura criteriosa, foram selecionados artigos que za (2000) na qual descrevem realização de terapia com-
abordavam diretamente aspectos da SA, bem como ha- portamental com uma criança de 10 anos com SA, que

Psicología Clínica y Psicopatología 255


apresentava isolamento social e comportamento excên- pais, apontando a terapia comportamental como eficaz
trico. Dentre outras intervenções comportamentais, foi e ressaltando a importância da continuidade do acom-
utilizado o treino de habilidades sociais verbais e não- panhamento psicológico.
verbais. Observações assistemáticas dos resultados Para desenvolver as habilidades sociais nas crianças, é
evidenciaram diminuição dos movimentos estereotipa- necessário também ampliar o repertorio dos pais e/ou
dos e impulsividade, melhora na comunicação verbal, cuidadores (Brano, 2006; Murta, 2008; Salvo et al,
contato visual e físico e interação social. As autoras 2005). A promoção de habilidades sociais nas relações
concluíram que este estudo de caso sugere efetividade da criança, a um nível preventivo, proporciona o desen-
da terapia comportamental no desenvolvimento de ha- volvimento e melhoria da competência social, resultan-
bilidades sociais e autocontrole. do em maior adaptabilidade ao meio social (Salvo et al,
Borges (2007) apresenta um estudo de caso a partir de 2005). O mesmo realizou pesquisa envolvendo 9 crian-
intervenções na abordagem cognitivo-comportamental ças pré-escolares, de ambos os sexos, com o intuito de
de um adulto. Relata que foi utilizado como recursos da verificar a eficácia de um programa preventivo de de-
TCC o questionamento socrático, o treino em soluções senvolvimento de habilidades sociais em crianças e
de problemas, o treino das habilidades sociais, enfati- seus pais. Como instrumento de análise utilizou-se o
zando o desenvolvimento da empatia, expressão mais Child Behavior Check-List (CBCL), respondido pelos
adequada de suas emoções e melhor reconhecimento pais em relação aos comportamentos dos filhos, antes
das emoções alheias, na intenção de que o individuo e após a participação do programa. Pais e filhos partici-
pudesse também perceber os aspectos pragmáticos de param, separadamente, das sessões do programa. As
sua linguagem, ampliar sua gama de interesses, desen- crianças foram levadas a experienciar e analisar situa-
volver o raciocino abstrato e relativizar pensamento e ções, por meio de atividades lúdicas, envolvendo a te-
comportamentos. Por fim, conclui que existe hoje no mática das habilidades sociais. Por sua vez, os pais,
Brasil uma grande dificuldade no diagnostico diferencial por meio de orientação em grupo, foram levados a ana-
para transtornos severos do desenvolvimento, assim lisar situações que vivenciam com seus filhos, bem co-
como tratamento especializado e acessível à popula- mo, de forma conjunta, encontrar soluções para as
ção de baixa renda. questões levantadas na mesma temática. A pesquisa
Quando as práticas educativas de pais e professores apontou que nas escalas de Atividade e Socialização
são pouco efetivas para a promoção de adequado re- do CBCL todas as crianças tiveram escores mais altos
pertório de habilidades sociais na criança, torna-se im- ao término das sessões. Além disso, a maioria das
portante e até necessário que programas de Treina- crianças foi percebida pelos seus pais como desempe-
mento de HS sejam desenvolvidos para a superação nhando mais comportamentos apropriados e pró-so-
desses déficits. Com este objetivo, Freitas et al (2009) ciais do que antes de participar do programa.
elaborou o jogo das emoções através do qual defende Em outra pesquisa acerca de habilidades sociais rela-
ser possível ajudar crianças em idade escolar a reco- cionadas à comportamentos pró-sociais, autoconceito
nhecer, nomear e expressar as emoções próprias e dos e aceitação pelos pares, resultados similares foram en-
outros; identificar situações e ações associadas às contrados. A análise final da pesquisa envolveu 3 crian-
emoções; e expressar compreensão pelo sentimento ças, de ambos os sexos, e seus pais, que também par-
ou experiência do outro (empatia). No entanto, sugere ticiparam separadamente. Foram usados os instrumen-
que a verificação dos efeitos da aplicação do recurso tos: Escala de Percepção do Autoconceito Infantil (PAI),
sobre as habilidades de identificar e expressar senti- Ficha para Avaliação Sociométrica e Inventário de
mentos seja realizada por estudos futuros. Comportamentos da Infância e Adolescência (CBCL).
Branco (2006) descreve atendimento terapêutico, na Todos estes instrumentos evidenciam consistentemen-
abordagem comportamental, a uma criança de 10 anos, te o aumento de comportamentos pró-sociais, como
sexo masculino, com déficits em habilidades sociais, o conseqüência também da mudança da percepção dos
que inclui categorias comportamentais como timidez e pares em relação a criança atendida.
fobia social. Explica que a interação verbal foi imple-
mentada na terapia com objetivando instalar repertórios Conclusão
verbais de ajustamento e enfrentamento, sendo aplica- A literatura revisada mostrou fortes evidências de que
da por meio de operantes como: conversação, questio- indivíduos com SA possuem déficit significativo na co-
namento, expressão de sentimentos, solicitação de au- municação e interação social, necessitando assim que
xílio e emissão de opinião pessoal. Utilizou também co- intervenções na área da psicologia sejam elaboradas
mo recurso o treinamento de Habilidade Social Educati- para desenvolvimento de suas habilidades sociais.
va Parental, para fortalecer repertórios verbais como Tendo em vista que tais habilidades são adquiridas e
conversação e diálogo, requisitos fundamentais para desenvolvidas desde a infância, torna-se imprescindível
modelar, no repertório da criança, habilidades de reso- que o repertório dessas habilidades seja estimulado
lução de problemas e assertividade. Como resultado desde esta faixa etária (Brano, 2006; Murta, 2008; Sal-
apresentou diminuição na freqüência de emissão de vo et al, 2005). Crianças com deficiência mental, autis-
comportamentos relacionados aos Déficit em Habilida- mo e outros transtornos do desenvolvimento constituem
des Sociais do paciente, bem como das queixas princi- população alvo para prevenção terciária, haja vista ser

256 Psicología Clínica y Psicopatología


comum neste grupo, comprometimentos graves em ha- BIBLIOGRAFÍA
bilidades sociais (Murta, 2005). Foi possível evidenciar American Psychiatry Association (1994). DSM-IV, Diagnostic and
também que a terapia cognitivo-comportamental e a statistical manual for mental disorders, 4th edn. Washington, DC:
comportamental mostram-se eficazes quanto ao de- APA.
senvolvimento de habilidades sociais em crianças nor- Borges, M., Shinohara, H. (2007). Síndrome de Asperger em
mais, não havendo ainda estudos específicos quanto a paciente adulto: um estudo de caso. Revista Brasileira de Terapias
Cognitivas. 3: 41-48 .
crianças com SA.
Através deste trabalho foi possível constatar a escas- Branco, C. M., Ferreira, E. A. P. (2006). Descrição do atendimen-
sez de publicações acerca de indivíduos com SA no to de uma criança com déficit em habilidades sociais. Revista
brasileira de terapia cognitivo comportamental. 8: 25-38.
Brasil, na área da psicologia, sugerindo assim que mais
pesquisas e modelos de intervenções sejam desenvol- Classificação Estatística Internacional de Doenças e Problemas
Relacionados à Saúde. CID - 10 (1993). Centro Colaborador da
vidos. Considera-se, portanto, que programas de de-
OMS para a Classificação de Doenças em Português.
senvolvimento de habilidades sociais sejam uma ferra-
menta valiosa em todos os níveis de atuação em saúde, Del Prette, Z. A. P., & Del Prette, A. (2009). Psicologia das habi-
lidades sociais na infância: Teoria e prática. Petrópolis, RJ: Vozes.
sendo útil para minimizar fatores de risco e incrementar
fatores de proteção ao desenvolvimento humano, tratar Del Prette, A. & Del Prette, Z. A. P. (2004). Psicologia das relações
interpessoais: Vivências para o trabalho em grupo. Petrópolis, RJ:
problemas já instalados, passíveis de remissão e redu- Vozes.
zir o impacto de déficits graves em habilidades sociais
Freitas, L. C., Lemmi, R. C. A. (2009). Elaboração de um recurso
em pessoas portadoras de condições severas e persis-
educativo para identificação e expressão de emoções. Paidéia
tentes, como é o caso dos transtornos invasivos do des- (Ribeirão Preto), Ribeirão. 19: 32- 46.
envolvimento.
Fumo, V. M. S., Manolio, C. L., Bello, S. e Hayashi, M. C. P. I.
(2009). Produção científica em habilidades sociais: estudo biblio-
métrico. Revista brasileira de terapia cognitivo comportamental.11:
246-266.
Gonçalves, E. S., Murta, S. G., Sabino, E. (2008). Avaliação dos
efeitos de uma modalidade de treinamento de habilidades sociais
para crianças. Psicologia Reflexão e Critica. 21: 430-436.
Klin, A. (2011). Autismo e síndrome de Asperger: uma visão geral.
Revista Brasileira de Psiquiatria. 28: 3-11.
Murta, S. G. (2005). Aplicações do treinamento em habilidades
sociais: análise da produção nacional. Psicologia Reflexão e
Critica. 18: 283-291.

Psicología Clínica y Psicopatología 257


SADE, LA ÉTICA Y EL GOCE ABSOLUTO.
ACERCA DEL FILM “LETRAS PROHIBIDAS”
Smud, Martín
EPISTEME. Argentina

RESUMEN Hagamos la exaltación contraria a lo que decimos con-


Una mujer joven y hermosa se estremece, parece gemir tinuamente amparados en la impunidad de nuestros
bajo un enorme placer erótico, a los segundos la esce- consultorios: ¡Exaltemos a quienes luchan por ser ex-
na cambia a la peor escena posible, tras ella aparece el pulsados!
verdugo con esas manos que solamente los verdugos Basta de propinar una reprimenda a los adolescentes
pueden tener, unas manos habituadas a quitar vida. Así que no salen en grupo, con pares, a divertirse, nos les
comienza la película “Letras prohibidas. La leyenda del advertamos que aprovechen ahora pues pronto les cae-
marqués de Sade” que me permitirá pensar acerca del rá encima toda la responsabilidad de la edad adulta.
goce absoluto representado por la acción más radical, Callemos ese aparente ideal virtuoso no diciéndole a
la amputación. A Sade le amputarán la lengua, lo deja- ese chico de 16 años, temeroso de lo que se va a en-
rán desnudo sin nada con qué escribir, y él escribirá con contrar si sale, que lo mejor es que salga.
una tinta que sale de su cuerpo, con la tinta de sus de- Exaltemos a quienes luchan por ser dejados de lado,
sechos: sangre, heces, saliva. Y esa tinta, que se dife- hagamos una alabanza de la anatema, del goce de ser
rencia del objeto del duelo y de la blasfemia, nos llevará expulsado, del deseo de amputación como corte final y
a entrever la cuestión ética. absoluto. Corte de un grupo, de su familia, de una pare-
ja, de un país, de un mundo.
Palabras clave Si se espera de nosotros que, sin ser pedagógicos, en-
Sade Ética Goce Clínica señemos el sentido del amor y de la espera, neguémo-
nos; si se espera de nosotros que apuntalemos la tole-
ABSTRACT rancia a las tensiones y las virtudes del ser miembro, di-
“QUILLS”, A FILM ABOUT SADE AND THE ETHCIS gámosles no.
ISSUES En vez de apuntalamiento, amputación.
A beautiful young woman shivers, it seems groaning un- Un ser humano amputado provoca el máximo escándalo,
der an enormous erotic pleasure, a second before the la máxima conmiseración, ¿cómo será vivir sin un miem-
scene shifts to the worst possible scenario, the execu- bro, sin ser miembro? El goce descomunal, misántropo.
tioner appears behind her with those hands that only the Hablamos del goce absoluto, como aquel goce de ser ex-
perpetrators may have, hands accustomed to take life. So tirpado, dejado de lado, discriminado, sepultado.
begins the film “Quills”, I will think the action represented Estas palabras exaltadas fueron escritas bajo el influjo
more radical:amputation. Sade was amputated tongue, de una película que habla sobre Sade. Entonces Sade
will bare with nothing what to write, and he writes with ink es el culpable ¡echémosle la culpa! de hacernos pensar
that leaves your body, with the ink of their waste, blood, cosas raras. La peli que me voló la cabeza se llama “Le-
feces, saliva. And the ink, which differs from the object of tras Prohibidas. La leyenda del Marqués de Sade”[i] (y
mourning and blasphemy, we will glimpse the ethical is- no justamente porque sea una buena película aunque
sue presented in the clinic every day. tiene escenas memorables).
Tomaré dos escenas, una es la que da comienzo a la
Key words película.
Sade Clinic Ethics Absolut Una mujer joven y hermosa se estremece, parece gemir
bajo un enorme placer erótico, a los segundos la escena
cambia a la peor escena posible, tras ella aparece el ver-
dugo con esas manos que solamente los verdugos pue-
den tener, unas manos habituadas a quitar vida. Esos ge-
midos son de terror frente a la guillotina. Y un instante
después, aparece la chusma, habituada como estaba a
ver rodar cabezas en la convulsionada Francia del 1794.
(Hoy leí un reportaje a un escritor colombiano que escri-
be con la pregunta acerca de cómo es posible acostum-
brarse a convivir con la muerte por violencia política). La
gente espera ver caer a esa hermosa cabellera junto a
esa hermosa cabeza a la cesta que está ahí abajo llena
de otras cabezas separadas de sus cuerpos. (La guilloti-
na es la cabeza amputada y la angustia de su instanta-

258 Psicología Clínica y Psicopatología


neidad. Una breve fracción de tiempo queda fuera del Ese loco “literal” cuando escucha de Sade decir que no
tiempo. Lo han muchas veces descripto: la cabeza sigue le alcanzan los agujeros de una mujer para gozar en ellos
viva aún después de separarse del cuerpo. Y de aquí que y que quisiera hacer otro agujero para tener un lugar nue-
sea considerada una de las muertes más espeluznantes vo, un lugar en más para gozar; el loco “literal” compren-
aunque su efectividad es absoluta). El verdugo ata las de que debe destrozar el cuerpo de Madelenine, la se-
manos de esa mujer, parece besarla, disfrutar el perfume cuestra, y le hace un agujero por donde se le va la vida.
de su cuello y ponerla en la horca como si la pusiera en El loco “que no hace metáfora” hunde a nuestra protago-
el caballito del placer. El placer y el terror se confunden nista en lo hondo de los piletones de la lavandería.
en un mismo momento. Sade representa una contradicción viva, un hombre que
Al director parece agradarle ese desparpajo de erotis- escribe con escandalosa libertad, encerrado bajo siete
mo cruel y nos muestra una gota de sangre que resba- llaves. Demuestra que lo fundamental es la imagina-
la del filo de la guillotina que queda por unos segundos ción, para gozar, para ir más allá.
atascada, atrancada en la cima de la guillotina, sin po- Esta segunda escena está cerca del final de la película.
der caer. Son segundos infinitos, que nada sale como El director del hospicio lo acusa de la muerte de Made-
tendría. En ese milésimo de tiempos, nos detendremos leine y un poco por venganza y un poco para cumplir
para echar una ojeada (no mucho más) a ese persona- con un veedor científico, un psiquiatra, mandado por el
je tan llamativo como es el marqués de Sade. poder para ver que está haciendo en ese famoso hospi-
Ya se encuentra privado de su libertad, como lo estaría cio, le corta la lengua a Sade, y se la presenta, al psi-
por más de treinta años en diferentes hospicios y cárce- quiatra, en un frasco de formol.
les, apresado, sin libertad pero también ingeniándose- Sade sigue vivo pero agonizante. En ese desamparo,
las para seguir escribiendo. en la ciénaga absoluta, escribirá con la tinta de su mier-
Esa mujer que espera que se separe su cabeza de su da, su saliva, su sangre, una tinta de lo que marca de su
cuerpo es parecida a Madeleine, la protagonista de la cuerpo, su cuerpo mismo se ha convertido en una má-
película, una lavandera que se encontrará con Sade en quina absoluta de marcación.
el hospicio de Charenton varios años después. Estamos en una época vertiginosa, en Francia hay cri-
Si uno de los objetivos de la literatura sadeana es pasar sis, crisis con la monarquía pero después crisis acerca
entre las ropas, de unos a otros, es comprensible que el de la forma política a implementar. La horca se vuelve
personaje central sea una lavandera encargada de lle- pública.
var de aquí para allá las ropas y entre las sábanas, es- Muchos hombres y mujeres caen en su yugo, el mismo
condidas, los textos de Sade que deberán llegar con to- Sade ha zafado en más de una ocasión, por ser un es-
da la premura a los editores que los esperan. Madelei- critor de mala fama o por su prosapia de sangre real era
ne conecta la pluma de Sade con el mundo, sin ella Sa- blanco fácil. Sin embargo, Sade el convulsionado pro-
de se quedaría desnudo convertido en un idiota[1] que vocador, muere por una mujer y una pluma.
no supo cómo sobrellevar su vida sin que otros se me- -1-
tieran con ella (Es llamativo ver cómo Sade puede pa- ¿Qué era lo que deseaba Sade?
sar de un genial provocador a un idiota en dos segun- Sade deseaba escribir, deseaba convertirse en escritor.
dos y medio). Y no cualquier escritor sino aquel que escribe sobre uno
de los temas más importantes: el amor, el goce, el sexo
Y planteamos ahora la segunda escena, también me- pero sobre todo Sade escribe sobre la virtud, de la mo-
morable, es la escena de la amputación. ral y de la ética.
A Sade le han amputado la lengua, como decíamos se ¿Cómo se puede pasar del relato de una orgía a hablar
encuentra desnudo, no solamente sin ropa. Madeleine de la noción de virtud y moral? Solamente un libro como
ha sido asesinada, y él no tiene nada para escribir. Sa- “La filosofía en el tocador” lo puede responder. Un libro
de, si bien se termina suicidando, un asesinato lo ante- que se podría llamar “La filosofía en el cogedero”, la fi-
cede. Sin esa mujer, sin algo para escribir, sin lengua, lo losofía sadeana es la que queda cuando ya nos saca-
están asesinando, luego él cumplirá su parte y se suici- mos la ropa e intentamos llegar al goce absoluto.
dará. Pero antes escribirá en las paredes con una tinta Sade nos hace imaginar a un héroe que sabe manejar
que sale de su cuerpo, una tinta como grito absoluto de todos los vericuetos del goce sexual, ese hombre raya
desesperación. ¡Pueden amputarle la lengua!, pueden la perversidad, porque sabe lo que nosotros quisiéra-
amputarle el lápiz y el papel (las plumas, Quills, así se mos saber, que botón tocar para hacer gozar al otro.
llama la película), pero la desesperación mezclada con (Sabe hacer gozar al goce del otro. Duplicación de go-
burla y el destino ya jugado, fabrica una tinta que sale ce. Si Hegel y Lacan hablan de la duplicación del de-
de su cuerpo, una tinta desconocida (como la nombra seo, Sade habla de la duplicación de goce). Si la diosa
un personaje del film), una tinta de sus heces, su saliva Diotima sabe acerca del amor, Sade sabe acerca del
y su sangre. goce, no necesita quien se lo transmita porque lo ha
¿Cómo llegan hasta esto? protagonizado.
El problema es que todos se enamoran de diferentes Pero aunque digamos perversión, no creemos en la per-
maneras de Madeleine: Sade, el director del hospicio y versión que nace de un hombre o mujer, solamente. La
hasta un loco que no sabe hacer metáfora. perversión es social, nunca individual. La perversión es

Psicología Clínica y Psicopatología 259


lo que hacen del cuerpo de Sade, el cual es puesto en NOTA
exposición. El problema con el goce absoluto es que no [1] La palabra idiota deriva del griego idio (propio), para luego
es finalmente un placer erótico sino una cuestión ética. conformar la palabra idiotez, que era el término por el cual los
Y cuando hablamos de ética hablamos de una moral antiguos griegos llamaban a los ciudadanos que, como tales,
poseían derechos, pero que no se ocupaban de la política de sus
aún no escrita, de algo que tiene que nacer. Si Lacan polis, o sea que eran personas aisladas que ignoraban asuntos
nos ha zumbado los oídos con eso de que en la psico- públicos, sin nada que ofrecer a los demás y obsesionados por
sis lo real entra por la ventana, esto es una suerte de in- las pequeñeces de su casa y sus intereses privados.
versión, la ética de la que hablamos vuelve algo real ex-
pulsándolo de lo simbólico. Es ese objeto que ampután-
BIBLIOGRAFÍA
dolo entra en lo que la filosofía kantiana ha llamado la
“cosa en sí”. “Letras prohibidas. La leyenda del Marqués de Sade”, el título
original es Quills, dirigida por Philip Kaufman, con Geoffrey Rush,
Sade es un místico y como todo místico de lo que se in-
Michael Caine, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, 2000.
teresa es de la “cosa en sí”. Los místicos aparecen en la
historia raramente, solo aparecen, como no puede ser
de otra manera, en momentos críticos. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Los místicos intentan negar el abismo que se abre a sus 1- Sade, La filosofía en el tocador, edit etre,Buenos Aires.
pies, intentan hacer algo con la grieta insalvable entre
2- Karothy, Rolando, Una sola gota de semen. El sexo y el crimen
las palabras y las acciones: ésa es la utopía mística. en Sade, Edit Lazos, Buenos Aires.
Sade encuentra una manera soberana, escandalosa, fi-
3- Michel Fariña, J, J, La ética: Un horizonte en quiebra,Buenos
nal: escribir con lo que sale de su cuerpo. Es la deses- Aires, Edit. Eudeba.
peración la que lleva a crear algo nuevo: una tinta que
no la facilita el otro, una tinta de “lo inhumano” de su
cuerpo, y en ese en eso objeto inhumano donde encon-
tramos al acto ético.
Esa ética es la que se plantea cuando un objeto es arro-
jado de sí, es extirpado, amputado. Y no es ese mismo
objeto que es arrojado en el duelo o ese objeto que
arrojado en la blasfemia.
Sade no está en duelo por la muerte de Madeleine ni
blasfema al padre de la iglesia y director del hospicio,
aunque así lo muestra la película y aquí su caída, su
rendición, nuestra desilusión, nuestra principal crítica.
Escribiendo con sus heces, con su sangre, con su vida,
Sade pone en acto la dimensión ética. En determinadas
circunstancias, el ser en el mundo es, quedarse afuera,
no seguir el juego, amputarse.
Si la moral es temporal, lo que se deja caer; en lo ampu-
tado encontramos ese instante fuera del tiempo, donde
hallamos el acto ético.
La amputación realizado por un sujeto en plena con-
ciencia, el arrojar algo preciado a la nada, y no se trata
de sacrificio, no es realizada para ningún otro.

260 Psicología Clínica y Psicopatología


ESTUDIO CLÍNICO DE UN GRUPO DE PADRES EN
PSICOTERAPIA PSICOANALÍTICA DE GRUPOS PARALELOS
Taborda, Alejandra; Toranzo, Elena
Universidad Nacional de San Luis. Argentina

RESUMEN Introducción
Partimos de una investigación exploratoria en curso so- Los grupos paralelos de padres e hijos se implementan
bre macro y microproceso terapéutico de un grupo de para abordar las conflictivas subsumidas en el contro-
padres, focalizado en el rol parental, enmarcado en el vertido diagnóstico de Déficit Atencional. EL grupo de
Abordaje de Grupos Paralelos de Padres e Hijos, imple- padres -focalizado en el rol parental- propone un espa-
mentado ante la derivación escolar. Referiremos el aná- cio de reelaboración de situaciones pasadas con vigen-
lisis de los fenómenos clínicos relevantes en pos de am- cia en su potencial traumático en la transmisión genera-
pliar los precedentes estudios de microproceso. Anali- cional. Para ampliar los estudios de microproceso tera-
zaremos las transcripciones de dos sesiones corres- péutico analizamos fenómenos clínicos relevantes de
pondientes a los primeros siete meses de tratamiento. dos sesiones.
Ambas fueron calificadas como la mejor y peor logra-
das en las variables “Foco” e “Interacción grupal”. Los Dimensión relacional en psicoterapia psicoanalíti-
estudios muestran que la capacidad de trabajar en la ca de grupo de padres
conflictiva relacional y abrirse emocionalmente al grupo Los fenómenos de identificación proyectiva que habitan
depende de su función continente e influye favorable- lo transgeneracional, son centrales en la comprensión
mente en la resolución de conflictos. de la conflictiva del niño. Los objetivos del setting grupal
son: -propiciar la comprensión de aspectos intersubjeti-
Palabras clave vos implicados en la sintomatología; -intervenir en focos
Psicoanálisis Psicoterapia Grupos Padres conflictivos relacionales con el hijo; -promover una diná-
mica en la que los integrantes aporten y reciban ele-
ABSTRACT mentos psicoterapéuticos del grupo; -compartir expe-
CLINICAL STUDY OF A GROUP OF PARENTS IN riencias que faciliten elaborar sentimientos de soledad,
PARALLEL GROUP PSYCHOANALYTIC anormalidad y culpa; -brindar un modelo exogámico
PSYCHOTHERAPY con visiones y configuraciones vinculares diversas. Los
We start from an ongoing exploratory research about grupos de padres funcionan en forma simultánea al de
therapeutic microprocess and macroprocess of a group hijos y es condición que al menos uno de los padres
of parents, focused on the parental role, framing on the asista. Está contraindicado en: personalidad borderline,
Parallel Approach Groups of Parents and Children, im- psicosis, tendencias suicidas; fase inicial de duelo, se-
plemented because the school derivation. In this paper cretos vigentes o recientemente revelados. En este últi-
wee refer the analysis of relevant clinical events in pur- mo caso los padres ingresan al grupo y el niño a trata-
suit of further study of micro-therapeutic processes. We miento individual. Los grupos son semicerrados, de du-
analyzed the transcripts of two sessions of the first sev- ración anual, con sesiones semanales de noventa mi-
en months of treatment. Both were rated as the best and nutos y coordinados por un terapeuta. Las intervencio-
worst achieved in terms of the variables “focus” and nes se focalizan en el conflicto parental-relacional, se-
“Group interaction”. Ongoing studies show that the abil- gún el contínuo: -preguntas, -reflejo, -señalamiento,
ity to actively work on relational issues and open up -clarificación, -confrontación/rectificación, -interpreta-
emotionally to the group depends on the function of the ción (Fiorini, 2002).
group continent, which in turn positively influences the
resolution of parental conflict. . Material y método de la investigación en curso de
proceso terapéutico
Key words El macroanálisis se realizó con una muestra de la
Psychoanalysis Psychotherapy Groups Parents transcripción verbatim de once sesiones de los prime-
ros siete meses de tratamiento (las tres primeras, la pri-
mera y última de cada mes en la fase media y las tres
últimas sesiones) Estas se analizaron con: 1) Dos esca-
las clínicas creadas ad hoc: Foco (capacidad del grupo
de referir conflictos parentales y ligarlos a la sintomato-

Psicología Clínica y Psicopatología 261


logía del hijo) e Interacción Grupal (red de interacciones En continuidad con el microanálisis, referimos fenóme-
y función en los objetivos terapéuticos) y 2) el modelo nos clínicos relevantes que muestran interdependencia
de Ciclo Terapéutico (TCM) (Mergenthaler, 1998). Para entre: temáticas abordadas, intervenciones del terapeu-
describir el comportamiento de los factores terapéuti- ta, clima emocional, mecanismos defensivos, dinámica
cos en las sesiones (microanálisis) se seleccionaron interaccional y proceso transferencial grupal. Así, en la
-según puntuaciones recibidas en las escalas mencio- sesión 3 la interacción es radial, dependiente del trabajo
nadas- la sesión de menor y mayor calidad clínica (se- activo del terapeuta, predomina la desconfianza y distan-
sión 3 y 7 respectivamente) (Toranzo y otros, 2008). cia emocional. El grupo no puede ocuparse del conflicto
Ambas, evaluadas independientemente con el TCM y la relacional y ligarlo emocionalmente con los síntomas del
Subescala de Experiencias Grupales de la Escala Kiel hijo porque está abocado a construir su propia identidad.
de Procesos Terapéuticos Grupales (KGPPS) [Rohwe- Esto se refleja en la revisión del contrato y narrativas des-
der & Wienands, 1993; Strauss y otros 1996] En el pre- criptivas metafóricamente referidas a hijos legítimos/ile-
sente trabajo, para ampliar los estudios de microproce- gítimos, el apellido y secretos familiares, tal como lo
so se articulan las exploraciones previas con la descrip- muestra la siguiente viñeta: (P.I) “ vengo porque Ariel no
ción de contenidos clínicos relevantes (temáticas, inter- tiene aprendizaje, va por tercera vez a primer grado (…)
venciones del terapeuta, clima emocional, defensas y Antes aguantaba que le hicieran cualquier cosa, ahora
dinámica interaccional) de las sesiones 3 y 7. anda a las piñas (…) Otro problema es que no nos anima-
mos a decirle que mi marido no es el padre (…) Mi mari-
Síntesis de resultados de Investigaciones prece- do tiene miedo que cuando le digamos lo rechace y quie-
dentes ra irse con los abuelo (…)Y si se lo decimos y se atrasa
El estudio de macroproceso sugiere: -Acentuadas di- más en la escuela o se pone más agresivo (…) Por eso
ferencias entre las sesiones analizadas en la capacidad queremos decirle más adelante (…) El vivió con los abue-
del grupo de mantener el foco terapéutico. - Incremen- los y cuando se va allá es para traerlo llorando y no quie-
to, relativamente constante, de la interacción grupal. re ni comer (…) Le decía papi a mi papá” (T) A pesar de
-Tendencias opuestas en la intensidad de los indicado- que se llevan bien tienen miedo de que lo rechacen ¿Por
res de lenguaje abstracto y emocional en las conversa- qué será? (P. I) Quizás porque mi marido antes tomaba.
ciones grupales: predominancia de la abstracción en La terapeuta amplia el relato con preguntas, explora las
las sesiones iniciales y del tono emocional en las finales respuestas y promueve la participación, se confirman y/o
(Toranzo y otros 2008 Taborda y otros 2011). rectificar diferentes aristas de la narrativa. Relaciona los
El microanálisis de las sesiones 3 y 7 sugiere: a) se- problemas de aprendizaje y secretos familiares, en con-
gún TCM se registran un ciclo terapéutico en la fase sonancia con el nivel resistencial de evitación, desplaza-
media de ambas sesiones. Pero, sólo en la 7 se obser- miento y racionalización.
va que el grupo posee la capacidad de seguir activando La Sesión 7, ubicada en el último tramo de la fase inter-
emociones y que la intervención del terapeuta es im- media, se inicia con el trabajo activo de los pacientes pa-
prescindible para la reflexión. b) Divergencias entre las ra abordar la problemática de una madre, que intenta ne-
sesiones respecto a la intensidad con que aparecen los gar su importancia de que su hijo fue expulsado de la es-
factores terapéuticos grupales. Especialmente, en los cuela por robo; pero el grupo le señala su relevancia. La
ítems: cambios en la interacción, cohesión, feedback paciente, entonces puede expresar la necesidad de reci-
(interacción-vínculo terapéutico del proceso grupal) y bir ayuda, tal como lo muestra la viñeta: (P. M) “Ah, bue-
aportación personal (fenómenos asociados a la elabo- no…si yo eso creía por eso no quería ni faltar a la sesión
ración de temáticas sintetizadas en el foco terapéutico). ni venir tarde para hablar... en fin… como hacía con la es-
c) La sesión 7 (interacción alta) y 3 (interacción baja) di- cuela”. Los pacientes participan en la búsqueda de solu-
fieren en el grado en que los pacientes: -se sienten ciones en forma de consejos: “hablar con la directora”,
aceptados y pueden manifestar diferencias/semejanzas “controlar las amistades”, “hacerlo estudiar en la casa”.
(cohesión), -comunican la impresión que despiertan los Comparten problemas comunes: poner límites, enojo
otros (feedback) y como esto enriquece la interacción que les dificulta pensar, conflictos frente al modo de ser
(cambios en la interacción). d) En cuanto al foco, con- del hijo y desorientación ante las demandas del medio
trastan por la intensidad con que se aporta información social adverso y de los hijos más grandes. Luego de es-
personal (sucesos vitales relevantes, fantasías, deseos, te trabajo grupal, reaparecen referencias a lugares de
temores). e) La elevada cohesión grupal y feedback ge- pertenencia, discrepancias culturales e historia, para es-
neran cambios, conforman una base segura que facilita tablecer un espacio de diferenciación y reponerse del su-
el trabajo activo y el abrirse emocionalmente con temas frimiento compartido. En el último segmento de la sesión
de alta relevancia personal, tal como lo muestra el pre- dos largos silencios muestran el impacto grupal frente al
dominio del aporte verbal de los pacientes y la presen- dolor de una paciente (P.A) “Mi ex marido me pegó a mi
cia del patrón experiencing en la tercera fase de la se- y todo fue por Alan porque estaba en la casa del pa-
sión 7.(Fontao y otros 2011) dre(…) Rompió una taza y lo trajo y el niño lloraba que se
quería ir de nuevo, yo le dije que te cuesta yo lo tengo de
Análisis de fenómenos clínicos relevantes de las lunes a viernes (…) Que no lo voy a llevar, bla ,bla, bla,
sesiones en estudio (3 y 7) empezamos a discutir, cuando quise dar la vuelta para

262 Psicología Clínica y Psicopatología


meterme en mi casa me dio una patada acá, yo me di BIBLIOGRAFÍA
vuelta para manotearlo y él me agarró del cogote y ya me Fiorini, H. (2002). Teoría y técnica de psicoterapias (19. ed. revi-
mataba. (T) ¿Los niños estaban ahí? Sólo Alan y yo me- sada y ampliada). Buenos Aires. Nueva Visión.
dio moribunda, Alan gritaba como un loco y me soltó y Fontao, M., Taborda, A., Toranzo, E. Ross, T & Mergenthaler, E.
ahí le dije que me iba a la policía (…) Pero ellos quieren (2011).Estudio de preoceso terapéuticos en un grupo de padres
estar con el padre…yo les preguntó si quieren estar con en el abordaje de grupos paralelos. Revista de Psicopatología y
salud mental.17, 19-26.Premio SEPYPNA España
el padre o conmigo (T) Tal vez le resulte difícil contestar
esa pregunta porque es como si tuviera que responder a Mergenthaler, E. (1998). Cycles of emotion-abstraction patterns.
quien quiere más (P.A) Es que le pongo los límites, que A Way of Practice Oriented Process Research. The British Psy-
chological Society - Psychoterapy Section Newsletter, 24, 16-29.
hagan los deberes y por eso se quieren ir (T) Habrá otra
razón (P.A) Quizás porque ahora tengo una nueva pareja Rohweder, R., & Wienands, H. (1993). Entwicklung und Über-
prüfung der Kieler-Gruppenpsychotherapie-Prozess-Skala
y creo que estoy embarazada. En los últimos momentos
(KGPPS). Universität Kiel, Kiel.
de la sesión el grupo alude a contenidos orales que con-
suelen y permitan reestablecerse para terminar en otro Taborda, A., Toranzo, E., Ross, T., Mergenthaler, E., & Fontao, M.
(2011)Psicoterapia de grupos paralelo.Estudio piloto de proceso
clima, tal como lo verbaliza (P. B.) “Yo por ahí soy de terapéutico de grupo de padres.La patologización de la infancia.
comprarle cosas, prefiero los dulces y le digo vayan a la Niños o sindromes. Noveduc BsAs
góndola de chocolates y me traen uno”. Las intervencio- Toranzo, E., Taborda, A., Ross, T., Mergenthaler, E., & Fontao, M.
nes de la terapeuta, apoyan el fluido intercambio, reúne I. (2008). Foco, interacción y patrones verbales en grupo de padres.
elementos del discurso dándole un sentido en el conjun- Primeros resultados de un estudio piloto. Revista Argentina de
to, analiza situaciones focalizando la problemática del hi- Clínica Psicológica, XVII, 49-55
jo, señala la ambivalencia, confronta aspectos disocia-
dos. Se comparten sentimientos persecutorios y de des-
amparo frente a un medio hostil, carente, que los exclu-
ye. La confianza y el tono empático dan lugar a todos y
cada uno en el grupo-continente, que permite ejercitar di-
ferentes modos de enfrentar los problemas, tolerar la am-
bivalencia, regular la autoestima y aceptar diferencias.
La dinámica grupal oscila entre movimientos progresivos
y regresivos, manifestados en la trama de las identifica-
ciones proyectivas, a través de la proyección y reflexión;
la dependencia y búsqueda activa de soluciones.

Conclusiones
El estudio permitió analizar el comportamiento diferen-
cial en dos sesiones de disímil calidad clínica, a efectos
de describir movimientos progresivos en el abordaje
grupal focalizado en el rol parental. Las diferencias en-
tre las sesiones estudiadas remiten al proceso evolutivo
de la transferencia. Así, los primeros momentos del pro-
ceso terapéutico están destinados a la construcción del
grupo en sí mismo; predomina la dependencia y la dis-
tancia emocional. La narrativa sobre el conflicto relacio-
nal está marcada por las dificultades para captar los
sentimientos del hijo y/o las relaciones existentes entre
las temáticas familiares y los síntomas que motivaron la
consulta. La confianza creciente y el intercambio entre
los integrantes abre un espacio para compartir emocio-
nes negativas en un marco de intimidad, que favorece
crear nuevas visiones sobre la problemática del niño. El
grupo de padres configura una matriz de contención de
movimientos regresivos para configurar un espacio
mental y grupal de discriminación con sujetos activos,
potentes, esperanzados, capaces de avizorar nuevas
posibilidades relacionales con el hijo y con el mundo
que los rodea. El microanálisis exploratorio conlleva a
resultados provisorios y copera en la detección y/o con-
firmación de factores que promueven el cambio para el
desarrollo de abordajes terapéuticos y preventivos en
salud mental

Psicología Clínica y Psicopatología 263


UNA MIRADA SOBRE LA INTERPRETACIÓN
EN LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA
Tausk, Juan
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Una de las preguntas que se formula quien inicia su


La interpretación y las intervenciones psicoanalíticas no práctica clínica es: ¿cómo se arriba a producir una inter-
terminan de encontrar su especificidad en la pregnancia vención interpretativa que contenga suficiente veraci-
de las teorías en que se argumentan. El presente traba- dad para el interlocutor? También se puede enunciar de
jo intenta descubrir los modos en que el decir asociativo otro modo: ¿cómo ir mas allá de las tentaciones de asi-
del consultante y la escucha inconciente se articulan en milar lo escuchado a las teorías circulantes o arribar
el acto analítico mediante el aporte de un concepto no- mas acá de la subjetividad de quien escucha? Parecie-
vedoso: la fusión transferencial. La misma se pondrá en ra afortunado ver que son preguntas que también son
relación a la frase freudiana de “escuchar el inconscien- sostenidas por quienes ya han recorrido extensamente
te con el inconsciente, con la idea de “retorno de lo re- la práctica psicoanalítica.
primido en el decir del analista”. En la presentación se Esgrimir el aforismo freudiano de “escuchar el incons-
ha de argumentar respecto de cómo se genera la inter- ciente con el inconsciente” no hace sino precisar y a la
pretación en la clínica psicoanalítica, entendida desde vez sostener el interrogante, peor no lo disipa. Por ello
la perspectiva del acto creativo, poniéndola en relación discutir la problemática, acompañado de varios auto-
con la escritura poética. res-interlocutores me permitirá argumentar sobre la in-
terpretación en la clínica psicoanalítica entendida des-
Palabras clave de la perspectiva de la creatividad.
Interpretación Escritura poética Fusión transferencial
I
ABSTRACT Hay diversas maneras de llevar adelante ese particular
A REVIEW ABOUT INTERPRETATION IN diálogo que sostenemos los psicoanalistas en nuestro
PSYCHOANALYTIC CLINIC ejercicio clínico. Es altamente probable que ese diálogo
The interpretation and the interventions of the psycho- se parezca a los que llevan adelante- y sólo por mencio-
analyst don’t find sufficiently their specifications in the nar algunos- otros operadores de la cultura: relaciones
pregnancy of the theories that argument about them. de enseñanza/aprendizaje, negociaciones desde em-
The present paper tries to uncover the ways in which the presarias, estudiantiles, conyugales o en toma de rehe-
associative speech of the consultant and the uncon- nes, conversaciones paterno filiales, del sacerdote con
scious listening are articulated in the analytic act through su rebaño o en las organizaciones. Incluyamos en la ca-
the contributions of a novel concept: transferencial fu- tegoría, a los psicoterapeutas de las más diversas acep-
sion. It shall be related to the Freudian reference of “lis- ciones. Entiendo la preocupación que esta generaliza-
tening the unconscious with the unconscious” and the ción puede producir en unos y otros, más aún por haber
idea of “return of the repressed in the saying of the ana- sido también mía, quizás en años más jóvenes y de sa-
lyst”. In the present paper it shall be argued respect of beres mas definidos[i]. También se parece a los que de-
how the interpretation is generated in clinical psychoa- sarrollan los analistas en los espacios que habitan, to-
nalysis, understood from the perspective of creativity mando un concepto lúcido de Fernando Ulloa, cuando
and in relation to poetry writing. refiere a la diversidad de intervenciones signadas por
‘estar psicoanalistas’[ii].
Key words La cuestión reside en conocer, o intentar entender por
Interpretation Poetic writing Transferential fusion donde pasa la especificidad, que permite definir un acto
profesional, la interpretación, y - quiérase decirlo o no,
el contorno de una profesión, por demás llamativamen-
te numerosa y vacilante hoy día en nuestro país.
Como en tantas ocasiones, el que lanzó la primera pie-
dra y abrió un mundo de ideas y oportunidades fue ese
pensador que no pudo evitar ser siempre un implacable
crítico, sobre todo consigo mismo. Sigmund Freud[iii]
anticipaba la dificultad al decir: “… no es fácil hacerse
una idea de lo abundante de cadenas de pensamiento
inconciente …activas en la mente… pugnando por en-
contrar expresión…”

264 Psicología Clínica y Psicopatología


Ahora bien, se expresan y para ello ni siquiera hay que saltos epistemológicos o lo que contemporáneamente
darle la palabra al interlocutor. El problema se plantea denominamos nuevos paradigmas.
de inmediato, pues en la abundancia del pensamiento Años atrás, Horacio Etchegoyen desarrolla en su dis-
inconciente y del consecuente decir asociativo al que el curso inaugural[v] como presidente de la Asociación In-
analizante[iv] es invitado cuando no obligado, ¿cuáles y ternacional Psicoanalítica las modalidades en que cada
cómo se privilegian para ordenar su sinsentido? corriente psicoanalítica habría de interpretar un mismo
Para ello quisiera transitar dos preocupaciones en mo- caso ficcional, dando así señal de inclusividad en la dis-
do alguno excluyentes. Más bien han habitado codo a persión y riqueza del pensamiento en el psicoanálisis
codo en la centuria del psicoanálisis. Por lo que vere- de ese período. Pero también permite ver, y en ello jue-
mos en una mirada breve, es altamente creíble que am- ga fuerte, que al enunciarse los diferentes modos que
bas hayan generado prevenciones, desconfianza e in- se podría interpretar el caso, cada corriente estaría in-
cluso sensación de mediocridad cuando no de carencia terpretando, lo que se denomina en profundidad, con
de lucidez en algunos usuarios y sus comunidades de tramos fundamentales de sus propias teorías. Parecie-
conversación y, a la vez, también una sostenida preocu- ra que la diversidad enunciada no soporta la veracidad
pación y alerta en los mismos analistas, cuando no lla- imaginable de un pensamiento con indicios de libertad,
na adhesión. pues se encuentra y demuestra, a fin de cuentas, lo que
Un saber acerca del otro y del Otro, discurso inconcien- se buscaba. Se puede entender entonces que la inclusi-
te, que estando adocenado ya no podría representar un vidad le permite advertir del límite y el alcance de nues-
misterio. La tranquila sumisión transferencial, convoca- tro campo. En otras palabras y forzando la idea a su ex-
da en la llamada instalación de la transferencia y el abu- tremo, y como tal también ficcional, la práctica termina
rrimiento intelectual, podían transitar la experiencia, en confirmando la teoría que soporta al analista. La piedra
la que hasta incluso el sobresalto de un argumento des- lanzada cae cerca del que la tira. El desarrollo de Et-
atinado, en cuya extrañeza se cifraría una presunta ver- chegoyen permite palparlo.
dad. ¿De donde salió esa idea, cómo se construyó y Interpretar nunca pudo implicar un acto de descifra-
qué tenía el sujeto de padecimiento que ver con ella? En miento. Ese es el comienzo mismo, en Interpetación de
la oscura calma de una conversación de a dos habitan los sueños. Descrifrar requiere el uso de un código es-
una serie de personajes y saberes. tablecido. Mas bien se trata como se lee en las novelas
de espionaje: un trabajo más ardua y original- para usar
II la misma referencia- la de descriptar el mensaje, donde
Veremos entonces las dos preocupaciones que los ana- precisamente el código es lo que no se dispone.
listas no han dejado de advertir respecto de la interpre- Como se puede adelantar, hay una problemática a re-
tación. solver en relación a la escucha inconciente que argu-
La primera trata del soporte de la dimensión conceptual mentaba Freud como piedra angular de la función ana-
y de la construcción de la teoría en la atribución de sen- lítica y a la vez, la necesidad de poner la teoría entre pa-
tido interpretativo y su andamiaje en psicoanálisis. De- réntesis.
sarrollo sucinto que se apoya en dos autores. La segun- El segundo autor, Emilio Rodrigué, era un hombre que
da, mas adelante, intenta observar la distancia entre el sabía jugar. Sus diversos textos autobiográficos lo mues-
agente y la interpretación que genera. tran innovador y jugado[vi]. Asombra con su obra mayor,
No es necesario avanzar mucho para entender que es Sigmund Freud: El Siglo del Psicoanálisis, maravillosa
imposible pensar desde ningún lado y que el saber de- historia de Freud y el psicoanálisis, que se deja leer co-
be permitir construir universos de ideas que soporten mo una novela de serie negra: sin parar hasta concluir.
un acto y una reflexión. Para ello no es necesario que Muestra con asombrosa pericia y lucidez que en la pro-
sea verdad o que haga ciencia, sino que su verosimili- ducción y práctica de no pocos analistas, discípulos de
tud se construya en la coherencia suficiente de un dis- Freud algunos, otros postreros, sus desarrollos concep-
curso bien armado y que, para una comunidad de ideas tuales, así como sus prácticas y propuestas clínicas,
y prácticas determinada, sea aceptable y aceptado. O abrevan de sus modos de padecer, sus dimensiones fan-
sea, que haga cultura. Hablar una misma ‘lengua’ o ‘jer- tasmáticas y formas de construir sus mundos.
ga’ se torna imprescindible para que un código común Sin embargo, ¿qué otra cosa podrá ser el motor de la in-
soporte los intercambios. Necesidad que da una tran- dagación y la búsqueda? Dicho de otra manera, incluso
quilidad espasmódica y temporal, pero permite operar. a pesar de sí mismos o por eso mismo, han avanzado y
Creerlo ya es otra cosa. Sin embargo, autor y lector, ofrecido ideas que generaron frutos diversos. La distan-
¿no habrán navegado las mismas aguas en que creyen- cia que permite el tiempo y la lejanía de los clanes, per-
tes convencidos y fervorosos eran atravesados por un miten a un pensador la libertad para intentar presentar
saber luminoso? estas observaciones.
No obstante no se trata de un elogio de la necedad sino No es Freud quien se habría de excluir de esta perspec-
del desarrollo de un campo científico, en que los axio- tiva. Sus referencias autobiográficas y las innumerables
mas deben ser soportados a los efectos de poder gene- propuestas biográficas lo alinean en esta perspectiva.
rar demostraciones y teoremas con la falibilidad que Es así que se queja de que los psicoanalistas son más
puedan ser permutados o vaciados de necesidad en los ortodoxos que él mismo[vii]. Ciertamente, no querrían

Psicología Clínica y Psicopatología 265


que se mueva, cuanto más se creía en su texto y sobre diálogo. Pero este virtuoso acordeonista sabe también
todo en él. Años mas tarde otro maestro, Jacques La- explicarlo. En una conversación televisiva con Lalo Mir,
can encuentra una solución: no deja de moverse, dejan- que reproduzco en la infidelidad de mi memoria dice:
do a los aprendices descolocados. La novedad opaca Lalo Mir: Cuando tocas, ¿lo haces con racionalidad o
genera- ¿a pesar de él? - dedicación en seguirlo y sus- con todo su ser?
cita sorprendentemente más adhesión. Chango Spasiuk. Lo hago con todo mi ser.
Cuando Freud señala de modo paradojal que los psi- LM: Sin embargo me da la impresión que tu mirada se
coanalistas aspiran a una salud mental en sus pacien- pierde en meditaciones que quizás antes la preocupa-
tes de la cual ellos mismos distan de arribar, es posible ción por la ejecución impedía.
que alguna mano haya temblado o tiemble aún. Pero CS: Es que cada vez pienso menos. No se trata ni de
una segunda mirada muestra que el psicoanalista pue- salvarme ni de la salvación, ahí me siento a salvo.
de habilitarse precisamente pese a sus limitaciones Si podemos trasladarlo, ese es el lugar del analista y
subjetivas- bien o mal llamados ‘puntos ciegos’- pues desde allí puede escuchar.
sus propios análisis en curso y sus padecimientos como Avancemos. Que las intervenciones sean frecuentes es
cualquier mortal, es lo que los habilita a trabajar. Los in- comprensible. Un análisis en la pureza abstinente gene-
vita a analizarse, a interrogar las razones de su sufri- ra una sed intolerable en ambos lados. Eso lo observa-
miento, a la par de sus pacientes, y que, pese a ello, da Freud tempranamente. A su vez, tales intervencio-
puedan sostener su trabajo. Avanzando varios pasos, la nes adquirieron más denominaciones que precisión: se-
diferencia entre uno y otro es poca y mucha, pues en su ñalamientos, esclarecimientos, observaciones, alusio-
decir: “…la experiencia de convicción del inconciente…” nes, aporte de ilaciones, indicios, indicadores de senti-
Mas tarde se estandariza la frase: se trata del incon- do común, comentario etc. cuando no consejos, adver-
ciente más la experiencia del mismo. No más que eso. tencias o sugerencias. Términos mal reputados por su
No menos, pues se trata de una serie abierta y no de un parentalidad aparente con el campo de la psicoterapia o
inimaginable acto único de iluminación y revelación. El con la autoridad sugestiva. ¿Es posible imaginar un diá-
analista no es atravesado por rayo alguno que lo impli- logo que no se sostenga en una conversación con cier-
que hasta el tuétano o lo ate eternamente a la causa del ta fluidez incluso en sus momentos más duros? Quizás
diván. Debe trabajar para que no se torne insoportable. se haya desatendido uno de los aspectos de la transfe-
Análisis, estudio, supervisión, escritura. Así le señala rencia tal como lo explicaba Freud en los inicios. La
amigablemente Freud a Abraham[viii] en una de sus transferencia positiva referida a la libido en relación a
cartas. contenidos ‘reprimidos e incestuosos’ como la negativa
Como se verá, una y otra variante, expuestas en su ex- signada por la agresión, envidia, temor u odio- en cuyos
tremo quizá irreal, no representable en personaje alguno, márgenes se sitúa esa figura tan llamativa como fre-
indican límites. El resto transitamos en la diversidad de cuente: la reacción terapéutica negativa- han captado la
aguas y corrientes que llevan a toda suerte de puertos. atención.
Pero la transferencia positiva, inversa a la referida mas
III arriba, implica también otra dimensión: el interés, el res-
Retomaremos del capítulo anterior la preocupación que peto, el cuidado, la atención, el afecto, la valoración, el
implica observar la distancia entre el agente y la inter- reconocimiento, la paciencia, la tolerancia, la sinceri-
pretación que genera. Entendemos que las intervencio- dad, la honestidad, la esperanza y se agregue las que
nes del analista son diversas. Una frase que enuncia se quiera, es la que, en definitiva sostiene el diálogo
Nasio[ix] me resulta precisa en su brevedad: “ El silen- analítico. Esto lo ha entendido con claridad Piera
cio es la norma, las intervenciones son frecuentes y la Aulagnier[xi] al indicar el inicio del trabajo analítico sus-
interpretación rara”. El silencio en sí implica la posibili- pendido de un solo atributo: la sensación del analista de
dad de ocupar el lugar de analista, signando lo que se poder ‘investir libidinalmente el discurso’ de la persona
ha denominado como deseo del analista. Ausencia de que lo requiere. Por ello discuto con la idea de un silen-
referencia fálica, pérdida de las coordenadas imagina- cio abrumador y mortificante, así como de entender ‘in
rias que constituyen el yo, que en el decir de Nasio im- extremis’ que la cura viene por añadidura. Expresión
plica un lugar fuera de sí, ‘loco’, para el que inventa el propiamente freudiana, que lejos de indicar impiedad e
término de ‘parayoico’[x]. El silencio es necesario para indiferencia, sólo quería indicar al terapeuta una calma
todo diálogo que acoja la palabra del otro, haciéndole a su ansiedad y la paciencia para esperar lo mejor de sí
un lugar. A su vez requiere de esa dimensión abstinen- y del consultante.
te que silencia la demanda del lado del analista. Disipados los primeros dos términos del dictum de Na-
El silencio que tratamos de presentar encuentra una sio, me ocuparé del tercero: ‘la interpretación es rara’.
buena presentación en los diálogos televisivos que sa- Mas aun, un análisis no implica sino un ramillete de las
be sostener el Chango Spasiuk con músicos populares mismas y sus variaciones.
de todo el país. Quien los haya visto sabrá apreciar su La propuesta freudiana de “…entregarse a su propia ac-
riqueza, más aún en un entorno donde el ruido es la tividad mental inconciente en un estado de atención uni-
consigna y nunca, pero nunca hay un instante de silen- formemente flotante” mas “ captar el curso del incons-
cio. Sostiene el silencio en la máxima profundidad del ciente de sus pacientes con su propio inconciente…”[xii]

266 Psicología Clínica y Psicopatología


son ya un clásico de la transmisión psicoanalítica. La do. El efecto de la misma es la disolución de ese fenó-
cuestión pasa a ser bien difícil si se desarma el texto pa- meno transferencial. Implica en uno descubrimiento,
ra tratar de saber si es una orden, un devenir o una deci- emoción y reencuentro, en el otro sorpresa, pasión y
sión. De inmediato se debe preguntar ¿qué es, cómo se alegría. Las aguas se aquietan y todo está listo para vol-
hace y como se enseña? De inmediato salta a la vista ver a zarpar. Habrá tiempo.
que se trata de actos creativos que guardan una estrecha Vemos entonces movimientos de ascenso y descenso
relación con los de cualquier otra práctica social. transferencial que balizan el recorrido de un tratamien-
Sin intención de producir un determinado efecto, la escu- to. Notablemente en cada oportunidad se instala y di-
cha inconciente implica que el analista bien puede no sa- suelve la transferencia, en un equivalente al de la figura
ber lo que dice, en tanto no abreva de sus propias fuen- macro de instalación y disolución de la transferencia en
tes subjetivas. Dejemos de lado en esta ocasión el que el recorrido de conjunto de un análisis. Tienen en co-
deba no solo tomar responsabilidad por lo que dice, sino mún en que la palabra definitiva no se pronuncia, sino la
que debe procesar secundariamente, como se dice del que abre, la que relanza la serie discursiva y en tanto tal
trabajo de los sueños: consideración a la inteligibilidad y sostiene la estructura subjetiva en la función simbólica:
figurabilidad, y porque no decirlo, a la oportunidad. la figura del sucesor en la lógica del inconciente.
He encontrado una frase de John Coltrane, músico de ja- ¿Qué entender de ese momento de disolución? Proba-
zz, en la tapa de uno de sus discos[xiii], que sabe decirlo blemente nada diferente a un pintor, músico o poeta: se
con tanta claridad. “Yo no sé lo que toco, la nota sabrá produce un punto de vacío, de perplejidad y de caída de
cual vendrá después”. La precisión me resulta asombro- la obra. O sea trabajo de duelo.
sa. Solo me queda intentar ser claro explicando como No podía decirlo con más claridad un hombre, pintor de
eso se traslada perfectamente al psicoanálisis. profesión y poeta de afición. Excelente escritor[xviii] de
Lo que escucha el analista del paciente, en una aparen- poesía mística, ¿sabía lo que escribía sobre la interpre-
te paradoja, es olvidado en su memoria inconciente. Pe- tación analítica?
ro retorna en la interpretación en tanto que enuncia un Una o dos palabras
saber reprimido por el paciente. Esto es solamente po- ya es suficiente
sible en un contexto transferencial entendido como un varios mundos se han ilado
espacio inconciente. Cobran entonces peso los térmi- y otros varios cayeron para siempre
nos que Freud ha utilizado en alemán: ‘übertragung’ y en el abismo
‘gegenübertragung’[xiv], que traducimos como transfe- Es un saber que retorna. Un saber que se descubre en
rencia y contratransferencia, pero que en alemán carga la medida en que lo escribe. Un saber que no sabía que
todo el peso de un par opositivo, más que en términos podía tener. Experiencia que acontece y es testimonia-
diferenciales, enfatizando su mutua dependencia. De da toda vez que un estudiante universitario escribe con
inmediato eso se equivale en la dupla asociación libre- libertad. Descubre lo que pensaba ganando lucidez, pe-
escucha inconciente. ro a la vez, independencia de sus maestros. “…un hu-
He adoptado la fecunda idea que el retorno de lo repri- milde tallo/ algo que está mas allá del sometimiento”[xix]
mido del paciente aparece en el decir del analista[xv] y Algo que no es muy frecuente que sea bien tolerado por
he propuesto años atrás, no sin vacilación, el concepto unos y otros.
de ‘fusión transferencial’. [xvi] El trabajo analítico debe El lector podrá interrogar por la insistencia en referir a
pensarse en términos de articulaciones transferencia- poesía[xx]. Para el autor quizás no sea sino un paso
les que varían en ondas o secuencias. obligado,[xxi] pues descubre que la interpretación y el
Un orden transferencial alto, arriba a márgenes de ‘fu- poema tienen una misma estructura en tanto acto crea-
sión transferencial’ que en su nivel más elevado se tor- tivo. Decididamente lejos del campo poético, Jacques
na insoportable para uno y otro. La reducción de las re- Lacan lo ha entendido. En su seminario postrero[xxii]
ferencias fálicas genera un entorno de indeferencia- enuncia que “… con la ayuda de esto que llamamos la
ción, de ‘goce en exceso’ generadoras de angustia ma- escritura poética, ustedes pueden tener la dimensión de
siva. La intensidad de esos momentos, escasos y aco- lo que podría llamarse la interpretación analítica…” e in-
tados, son registrados por ambos participantes y por siste:” …el psicoanalista habla, hace poesía cuando lle-
ello deben concluir. La interpretación del analista se tor- ga…es poco frecuente, pero es arte.”
na imperiosa, pues permite reducir y cortar el fenómeno Desasimiento, pérdida, duelo, fusión transferencial, in-
’loco’ de fusión. Cabe referir una línea del poema de Vi- terpretación y goce creativo en ambos lados de la expe-
viana Acosta[xvii]: “…tan solo ayer/ hicieron el amor co- riencia transferencial, que no es sino un mismo lado, al
mo dementes/ creyendo atrapar la distancia…” La can- modo de una banda de Moebius.
celación de la distancia no es sino la desaparición del Goce, ‘jouir’ (francés), ‘freude’ (alemán), no hacemos si-
fenómeno discursivo en sus figuras metafórica y meto- no volver a Freud.
nímica y la detención forclusiva del discurso y el efecto
subjetivante. El analista no puede evitar la interpreta-
ción, pues también se juega la vida, o sea la volatiliza-
ción de sí. Lo hará con palabras que son tan suyas co-
mo que son del paciente en tanto retorno de lo reprimi-

Psicología Clínica y Psicopatología 267


NOTAS [xx] Ideas referidas en Tausk, Juan:“Sobre Artes y Oficios. Lo
creativo en Poesía y Psicoanálisis”. Revista Poesía 2000, Buenos
[i] Ulloa Fernando: “Novela clínica psicoanalítica” Paidos. Buenos Aires, 1990.
Aires. 1997. De manera más directa: sabemos cuántos años
perdura ya la discusión aparentemente fundamental de si el psi- [xxi] El autor ha publicado ‘ Y esa era la cosa’ (1970) y “Quién
coanálisis es también una psicoterapia o no debe juntar su gana- diría fácil” (1975) Edic. Kargieman y un par inéditos.
do en el mismo corral.
[xxii] Lacan J,: Momento de Concluir. Inédito. 1977
[ii] Frase polémica como pocas, pues habilita al psicoanalista en
una dirección y a todo el resto en la recíproca. La imprecisión en
la especificidad y la definición del psicoanalista y su acto es y ha BIBLIOGRAFÍA
sido preocupante.
Aulagnier, Piera: “El aprendiz de brujo y el maestro historiador”
[iii] Freud, S.: La Interpretación de los sueños. Vol. II. 1900 Stan- Amorrortu. Buenos Aires. 1998
dard Edition. 1973
Etchegoyen Ricardo: “El psicoanálisis en la última década: la
[iv] Analizante define tan siquiera un rol o un lugar. Quizás el clínica y la teoría” 1991 Ficha bibliográfica. Eudeba.
psicoanálisis, si se pudiera generalizar así, haya sido algo mez-
quino en denominar al otro dialogal. Paciente es decididamente Freud, S.: La Interpretación de los sueños. Vol. II. 1900 Standard
más difícil. Usaremos las palabras que al menos nos hagan ima- Edition. 1973
ginar que compartimos un universo lexical. Freud, Sigmund: Sobre la dinámica de la transferencia” 1912 y
[v] Etchegoyen Ricardo: “El psicoanálisis en la última década: la “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia” 1915 Vol. XII,
clínica y la teoría” 1991. La cátedra Clínica Psicológica y Psicote- Amorrortu, Bs. As.1975
rapias: Adultos II Facultad de Psicología UBA lo ha utilizado como Freud, Sigmund: “Análisis terminable e interminable” 1937 Vol.
bibliografía. También ha invitado a la misma al Dr. Horacio Etche- XXIII, Amorrortu, Bs. As. 1975
goyen, oportunidad en que se pudo apreciar la riqueza de su
pensamiento. Lacan, Jacques: “La demanda de felicidad y la promesa analítica”.
Seminario VII “La Ética del psicoanálisis”. Paidós. Buenos Ai-
[vi] Lejos de la discusión de los setentas con que Oscar Massota res.1975.
se ensaña con Rodrigué, entonces presidente de la Asociación
Psicoanalítica Argentina, y gana terreno político, mordiendo la Nasio Juan David: El inconciente, la transferencia y la Interpreta-
‘cereza’ del caso que refiere Rodrigué en una publicación. Años ción. Rev. de Psicoanálisis tomo XLI n°6 1984
mas tarde retoma el tema. “Sigmund Freud: El Siglo del psicoa-
Nasio Juan David: ‘Cómo trabaja un psicoanalista’. Paidos. Buenos
nálisis” Emilio Rodrigué. Edit. Sudamericana. Buenos Aires. 1996
Aires. 1996.
[vii] Cita débil: La refiere Rodrigué en el Siglo del Psicoanálisis
Rodrigué Emilio:“Sigmund Freud: El Siglo del psicoanálisis”. Edit.
(Vol. II, Pág. 306), en que Paul Roazen cita una carta de Urbants-
Sudamericana. Buenos Aires. 1996
hich a Jones en 1956.
Tausk, Juan: “Sobre Artes y Oficios. Lo creativo en Poesía y Psi-
[viii] Freud S.: “Sigmund Freud -y Karl Abraham Correspondencia”
coanálisis”. Revista Poesía 2000, Buenos Aires, 1990.
Geisha. Barcelona 1979. “Querido amigo: es excelente que Ud.
haya alcanzado ya los límites en su práctica, pero ahora debe dar Tausk, Juan: “Clínica en las psicosis” en Nada es para siempre.
vuelta la página y protegerse de la bendición... cómo melas arre- JCE Buenos Aires 2005
glo para escribir en adición a hacer frente a mi práctica, es que
yo me debo recuperar del psicoanálisis, trabajando, de otra ma- Ulloa Fernando: Novela clínica psicoanalítica. Paidós 1997 Buenos
nera, no podría soportarlo” (9 de junio de 1912) Desarrollado en Aires.
“Soportar la transferencia” Juan Tausk en Revista Argentina de
Psicología, Año IX Nº 25.Buenos Aires 1979
[ix] Nasio Juan David: El inconciente, la transferencia y la Inter-
pretación. Rev. De Psicoanálisis tomo XLI n° 6 1984
[x] Nasio Juan David ‘Cómo trabaja un psicoanalista’. Paidos.
Buenos Aires. 1996.
[xi] Aulagnier, Piera: “El aprendiz de brujo y el maestro historiador”
Amorrortu. Buenos Aires. 1998
[xii] Freud S.: “Trabajos sobre técnica psicoanalítica“ 1911-1915.
Amorrortu..
[xiii] Saxofonista y compositor de jazz. Memorable trabajo junto a
Astor Piazzola.
[xiv] Freud, S.: Puntualizaciones sobre el amor de transferencia.
1915 Vol. XII Amorrortu, Bs. Aires, 2005
[xv] Nasio Juan David: El inconciente, la transferencia y la Inter-
pretación. Rev. de Psicoanálisis tomo XLI ni 6 1984.
[xvi] Tausk, Juan. ‘Entre Todo y Nada: la interpretación psicoana-
lítica en Psyché Nº 32, 1989
[xvii] Viviana Acosta. Poeta cubana. en Revista cormorán y Delfín
Año 6 Viaje 22 Buenos Aires 1970
[xviii] Este poema de Domingo Mendez Terrero me ha acompa-
ñado mucho tiempo. Le debo agradecer lo que me ha enseñado.
[xix][xix] Roberto Juarroz. Poesía Vertical l I Emecé. Buenos Aires.
2005.

268 Psicología Clínica y Psicopatología


EL ROL DE LAS CONDUCTAS DE BÚSQUEDA
DE SEGURIDAD EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD
Vetere, Giselle; Colombo, María Cecilia; Rinaldi, Federico Bruno; Rodríguez Biglieri, Ricardo
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

RESUMEN clude strategies to expand the patient’s skills and to in-


El artículo presenta avances de un proyecto de investi- crease their perceived self-efficacy and coping ability.
gación UBACyT sobre conductas de afrontamiento y
trastornos de ansiedad (TA). La noción de Conductas Key words
de Búsqueda de Seguridad (CBS) es uno de los mayo- Anxiety disorders Coping Safety seeking behaviors Ex-
res aportes a la hora de entender el rol de las estrate- posure
gias de afrontamiento en el mantenimiento de los TA.
Su conceptualización ha impactado notoriamente en los
protocolos de tratamiento cognitivo-conductuales. Sin
embargo, no existe un consenso absoluto respecto de Introducción
la definición del constructo así como del impacto que El concepto de estrategias de afrontamiento hace refe-
las CBS tendrían en las tareas de exposición. En el pre- rencia a todos aquellos recursos que las personas em-
sente estudio se efectuó una revisión bibliográfica so- pleamos para enfrentar y lidiar con situaciones estre-
bre el tema con la finalidad de arribar a definiciones santes o problemáticas (Lazarus y Folkman, 1984). Los
operativas de las CBS, así como analizar y discutir sus Trastornos de Ansiedad (TA) constituyen uno de los
implicancias en relación al tratamiento de los TA. Para cuadros psicopatológicos más frecuentes y que afectan
tal fin se realizó una búsqueda bibliográfica en las ba- en mayor medida la calidad de vida de quienes los pa-
ses de datos electrónicas de Medline, EBSCO, Lilacs y decen, convirtiéndose de esta manera en una gran
Redalyc. Los resultados indican la presencia de dos fuente de estrés (Organización Mundial de la Salud
posturas alternativas respecto del impacto de las CBS [OMS], 2004).
en los ejercicios de exposición. Finalmente se discute la Si bien las investigaciones sugieren que no existirían
necesidad de que los tratamientos incluyan estrategias estrategias de afrontamiento funcionales o disfunciona-
destinadas a ampliar el repertorio de habilidades de los les per se (Endler & Parker, 1990), en los últimos años
pacientes para incrementar su percepción de auto-efi- hemos asistido a un aumento en el número de estudios
cacia y capacidad de afrontamiento. destinados a delimitar y analizar aquellas estrategias
que pudiesen acarrear un impacto negativo en los pa-
Palabras clave cientes que presentan TA.
Trastornos de ansiedad Afrontamiento Conductas de La noción de Conductas de Búsqueda de Seguridad
búsqueda de seguridad Exposición (CBS) es sin dudas uno de los mayores aportes a la ho-
ra de entender el rol de las estrategias de afrontamien-
ABSTRACT to en el mantenimiento de los TA y su conceptualización
THE ROLE OF SAFETY-SEEKING BEHAVIORS IN ha tenido un impacto notorio en la forma en que se han
ANXIETY DISORDERS desarrollado los diversos protocolos de tratamiento
The paper presents advances of an UBACyT research cognitivo-conductuales. Sin embargo, no existe un con-
project on coping behaviors and anxiety disorders senso absoluto respecto del impacto que las CBS ten-
(ADs). The concept of Safety Seeking Behaviors (SSB) drían en las tareas de exposición.
is one of the greatest contributions in understanding the El presente artículo intenta definir y analizar el rol que
role of coping in the maintaining of ADs. Its conceptual- las distintas conductas de búsqueda de seguridad po-
ization has had a great impact on cognitive-behavioral seen en los TA, así discutir sus implicancias en relación
treatment protocols. However, there is no absolute con- al tratamiento de estas patologías.
sensus on the definition of the construct and the impact
that SSB would have on exposure tasks. In the present Método
study a literature review on the topic was conducted in La estrategia utilizada consistió en una búsqueda biblio-
order to arrive at operational definitions of SSB and to gráfica de los artículos disponibles en las bases de da-
analyze and discuss its implications for the treatment of tos Medline, EBSCO, Lilacs y Redalyc. En las búsque-
ADs. For this purpose a literature search in Medline, Eb- das se utilizaron las siguientes palabras clave, tanto en
sco, Lilacs and Redalyc electronic databases was per- idioma inglés como español: “trastornos de ansiedad”,
formed. Results indicate the presence of two alternative “conductas de búsqueda de seguridad”, “afrontamien-
positions regarding the impact of SSB on exposure to”, “terapia cognitiva”, “exposición”. Se tomaron en
tasks. Finally we discuss the need for treatments to in- cuenta los artículos con fecha de publicación compren-

Psicología Clínica y Psicopatología 269


dida entre enero de 1994 hasta marzo de 2011. que destaca que las conductas de evitación que produ-
cen resultados consistentes con las creencias que los
Resultados motivaron refuerzan dicha creencia. Por ejemplo, si una
La búsqueda arrojó un total de 22 artículos sobre el te- persona con agorafobia evita viajar en un ascensor her-
ma. Por razones de espacio a continuación se detalla- mético por temor a no poder respirar adecuadamente,
ran brevemente y de manera agrupada las definiciones cada vez que evita la situación y puede respirar normal-
del concepto de CBS y los comportamientos que diver- mente se produciría una aparente “prueba” en apoyo de
sos autores han incluido en dicha categoría Finalmen- la creencia.
te, discutirán las diferentes posturas encontradas sobre La teoría de Seligman y Johnston tiene dos implicacio-
el papel que desempeñarían en las tareas de exposi- nes clínicas principales. En primer lugar, sostiene que
ción llevadas a cabo en los tratamientos cognitivos- para detener una conducta de evitación el organismo
conductuales. debe obtener información que invalide las creencias
que la promueve. La segunda implicación clínica es que
Conductas de Búsqueda de Seguridad el comportamiento de evitación no es inocuo, sino que
El concepto de CBS tiene su origen en la literatura rela- tiende a generar efectos que son tomados como prueba
cionada con los TA, aunque recientemente ha sido em- de la exactitud de las creencias que los generaron, des-
pleado con éxito en la conceptualización de diversas plegándose así un círculo vicioso disfuncional que con-
formas de psicopatología (Sharp, 2001). Las CBS se tribuye al mantenimiento de la patología.
definen como comportamientos llevados a cabo con la En relación a este último punto un metaanálisis sobre
finalidad de prevenir o minimizar los efectos de una si- estrategias de afrontamiento encontró que si bien algu-
tuación o evento percibidos como amenazantes (Salko- nas estrategias de evitación (negación, distracción, re-
vskis, 1991; Salkovskis, Clark y Gelder, 1996). Dichas presión y supresión de pensamiento) fueron más efica-
estrategias incluyen no sólo las conductas de evitación ces en el corto plazo en la reducción de la ansiedad, las
sino también conductas que se llevan a cabo para huir estrategias no evitativas (atención, darse cuenta, focali-
de un estímulo percibido como amenazante y también zación) eran las que generaban efectos más positivos a
comportamientos encubiertos utilizados, mientras se largo plazo (Suls y Fletcher, 1985). En la misma direc-
permanece en una situación temida, con la finalidad de ción, existen cada vez más pruebas sobre los resulta-
evitar sus consecuencias negativas. dos beneficiosos que la reducción de la evitación emo-
Si bien la introducción del concepto de CBS ha dado lu- cional posee sobre diferentes formas de psicopatología
gar a avances significativos en la comprensión y trata- (Hayes et al., 2006). Esta área de investigación, sin em-
miento de los TA su relación específica con la severidad bargo, cuenta con un número de estudios significativa-
de la sintomatología y su efectos sobre las tareas de ex- mente menor en comparación con la centrada en iden-
posición durante los tratamientos aún permanecen co- tificar conductas de afrontamiento de tipo disfuncional.
mo temas controvertidos (Bouton, 2002; Wells, Clark y Por otro lado, las conductas de escape consisten en
Salkovskis, 1995). huir, fugar de la situación o estímulo temido una vez que
A continuación delimitaremos algunas de las estrate- el paciente se encuentra frente a este. Dado que este ti-
gias de afrontamiento que comúnmente se incluyen po de estrategia produce un alivio repentino del males-
dentro del concepto de CBS. Escuchar tar, ello produce una reafirmación de la necesidad de
Leer fonéticamente evitar el estímulo aversivo.
Diccionario Tanto las conductas de evitación como las de escape
son empleadas en un intento por prevenir, eliminar o re-
Conductas Evitativas y de Escape ducir el estado de malestar provocado por la presencia
Las conductas evitativas son estrategias puestas en de estímulos percibidos como amenazantes. Por ende,
marcha por los pacientes para evitar la confrontación cuanto más eficaz sea la respuesta de evitación o esca-
con el estímulo temido. Dichas estrategias pueden ser pe en aras de alcanzar dicho objetivo, mayor será su re-
manifiestas (comportamientos observables), como la fuerzo.
negativa del sujeto a acercarse a una situación que per- Los estudios fenomenológicos de los TA han encontra-
cibe como peligrosa; pero también existen técnicas de do que alguna forma de escape y evitación se haya pre-
evitación de tipo cognitivo. En ese sentido, los intentos sente en la mayoría de los estados de ansiedad. Esca-
de ignorar, suprimir o neutralizar las obsesiones en el pe y evitación son tan prominentes en los TA que se in-
Trastorno Obsesivo Compulsivo y la preocupación pato- cluyen como una de las características esenciales para
lógica del Trastorno de Ansiedad Generalizada pueden su diagnóstico (American Psychiatric Association,
ser considerados como ejemplos de estrategias de evi- 2002).
tación de tipo cognitivo. Tanto las teorías cognitivo-conductuales como las bio-
La presencia de conductas evitativas es una de las ca- lógicas sostienen que las respuestas de escape y evita-
racterísticas más sobresalientes de los TA y se asocian ción serían dos estrategias automáticas para el afronta-
a menudo con la mayor parte del deterioro funcional de miento ante la activación del miedo. Sumadas al conge-
los pacientes. lamiento y el ataque son respuestas universales em-
Seligman y Johnston (1973) desarrollaron un modelo pleadas por todas las especies como medio de protec-

270 Psicología Clínica y Psicopatología


ción ante el peligro. tratamiento de pacientes con pánico se asocia más con
Desde los enfoques cognitivo-conductuales estas re- la disminución de la evitación que con una reducción de
puestas automáticas se ven facilitadas por la hiperacti- los episodios de pánico (Basoglu et al., 1994).
vación del modo de amenaza primario, un conjunto de Sin embargo, algunos autores han cuestionado la nece-
esquemas que procesan información relacionada con la sidad de bloquear las conductas de seguridad como
amenaza. Es por dicha hiperactivación que las conduc- método terapéutico. La teoría de la señal de seguridad
tas mencionadas se tornan disfuncionales, ya que tien- (safety-signal theory) de Rachman (1983) sugiere que
den a desplegarse de manera permanente cada vez en algunas circunstancias es posible que el uso de con-
que se produce una evaluación primaria amenazante. ductas de seguridad puedan promover el cambio cogni-
Con posterioridad, los procesos de evaluación secun- tivo. Dicha teoría predice, por ejemplo, que aparear se-
daria, conscientes y voluntarios, tienden a sacar con- ñales de seguridad con estímulos temidos durante un
clusiones sobre la utilidad de las respuestas desarrolla- ejercicio de exposición puede incrementar la motivación
das y sobre la propia capacidad de afrontamiento de si- del paciente y facilitar, a largo plazo, la disminución del
tuaciones temidas, la cual incrementa y afianza la hipe- temor y la evitación. Existe un cúmulo de investigación
ractivación del modo de amenaza primario. creciente que brinda apoyo a estas conceptualizacio-
nes (Milosevic y Radomsky, 2008).
Conductas de Seguridad Estas diferentes formas de conceptualizar el impacto de
Las conductas de seguridad son estrategias que las las CBS no son problemas meramente teóricos, ya que
personas utilizan para sentirse seguros ante una situa- conllevan a diferentes formas de implementar los trata-
ción temida, generalmente implican aferrarse a algún mientos, tema que mencionaremos a continuación.
recurso mientras se permanece ante una situación te-
mida (ej. botella de agua, medicamento, acompañante) Discusión
con la creencia de que éste impedirá que las conse- La evaluación de los estilos de afrontamiento es un área
cuencias negativas se concreten. de sumo interés para el desarrollo de conceptualizacio-
White y Barlow (2002) definen las conductas de segu- nes más precisas de los TA y para la inclusión en los pa-
ridad como “aquellas acciones que ayudan al paciente quetes de tratamiento de intervenciones focalizadas en
a sentirse más seguro o protegido” (p. 343). El objetivo el aprendizaje de habilidades funcionales. Hasta la fe-
de las conductas de seguridad es sentirse a salvo, lo cha, la mayoría de los estudios se han focalizado en el
que produce un alivio casi inmediato de los síntomas impacto negativo de las CBS sobre la sintomatología y
de ansiedad. los resultados de la exposición. No obstante, sería per-
Bouton (2002) propuso que la presencia de señales de tinente la delimitación de aquellas estrategias que po-
seguridad impediría la generalización de los efectos te- sean un impacto positivo sobre dichas áreas, en aras de
rapéuticos de la exposición. Esta idea ha acarreado potenciar los efectos de los tratamientos.
grandes debates entre los terapeutas ya que muchos Respecto de la relación de las CBS con las tareas de
pacientes no quieren acercarse a las situaciones temi- exposición existen dos posturas diferenciadas. Por un
das sin utilizar las estrategias de seguridad (Rachman, lado, la mayoría de los programas de tratamiento tien-
1983). den a su bloqueo total ya que entienden que su uso
Al respecto, Sloan y Telch (2002) sostienen que el uso conlleva a un detrimento en las ganancias que pudieran
o la focalización en las señales de seguridad reduce el obtenerse mediante la exposición. Por otro lado, un gru-
procesamiento de la información relacionada con la po menor de investigadores señalan la posibilidad de
amenaza, impidiendo al individuo percibir si la situación que los ejercicios de exposición puedan desarrollarse
resultaba o no peligrosa. Del mismo modo, Wells y co- en forma concomitante a que el paciente implemente al-
laboradores (1995) proponen que los comportamientos guna conducta de seguridad, sosteniendo que ello no
de seguridad socavan los efectos terapéuticos de la ex- necesariamente menoscabaría el resultado del ejerci-
posición ya que la no ocurrencia de la catástrofe temida cio. Este tema es crucial debido dado que gran parte del
suele ser atribuida a la presencia de la señal de seguri- rechazo o abandono prematuro de los tratamientos se
dad (por ejemplo, pude enfrentarme a la situación por- asocian con el temor de los pacientes a las tareas de
que sabía que tenía el ansiolítico a mano). Además, es- exposición.
te mismo mecanismo impediría que el paciente aumen- Es posible que esta aparente dicotomía pueda resolver-
te su sensación de dominio, ampliando su capacidad de se si se tiene en cuenta que ambas posiciones acuer-
afrontamiento, ya que la posibilidad de enfrentarse a las dan en sus aspectos básicos, es decir, respecto del rol
situaciones temidas es vista como dependiendo de la negativo de las CBS a largo plazo. Sin embargo, en
disponibilidad de un agente externo. aquellos casos en los cuales resulta imposible el blo-
En concordancia con esta línea de pensamiento, la ma- queo total de dichas conductas puede ser de gran utili-
yoría de los tratamientos para los TA incluyen interven- dad el enfoque alternativo, ya que permite un grado de
ciones destinadas a identificar y bloquear las conductas exposición que, gradualmente, puede generar efectos
de seguridad (White & Barlow, 2002; Clark, 2001; Schut, positivos a largo plazo. En esa dirección, el trabajo de
Castonguay, y Borkovec, 2001). Al respecto, existen es- Bandura, Jeffery y Wright (1974), inmerecidamente po-
tudios que han demostrado que la mejora global tras el co tenido en cuenta en la literatura sobre el tema, pare-

Psicología Clínica y Psicopatología 271


ce señalar que dicha alternativa es una opción sólida. Sharp, T. J. (2001). The ‘‘safety seeking behaviours’’ construct and
En todo caso sí parece haber un acuerdo marcado res- its application to chronic pain. Behavioural and Cognitive Psycho-
therapy, 29, 241-244.
pecto del impacto a largo plazo que las CBS poseen so-
bre las creencias de los pacientes en sus propios recur- Sloan, T., & Telch, M. J. (2002). The effects of safety-seeking
behavior and guided threat reappraisal on fear reduction during
sos de afrontamiento. En ese sentido, los tratamientos exposure: An experimental investigation. Behaviour Research and
deberían incluir estrategias destinadas a ampliar el re- Therapy, 40, 235-251.
pertorio de habilidades de afrontamiento de los pacien-
Suls, J., & Fletcher, B. (1985). The relative efficacy of avoidant and
tes, en aras de incrementar su percepción de auto-efi- non-avoidant coping strategies: A meta-analysis. Health Psycho-
cacia y capacidad de afrontamiento. logy, 4, 249-288
Wells, A., Clark, D. M., & Salkovskis, P. (1995). Social phobia: The
role of in-situation safety behaviors in maintaining anxiety and
negative beliefs. Behavior Therapy, 26, 153-161.

BIBLIOGRAFÍA White, K. S., & Barlow, D. H. (2002). Panic disorder and agora-
phobia. In D. H. Barlow (Ed.), Anxiety and its disorders: The natu-
American Psychiatric Association (2002). Manual diagnóstico y re and treatment of anxiety and panic (2nd ed., pp. 328-379). New
estadístico de los trastornos mentales DSM-IV TR. (4° edición York: Guilford Press.
revisada). Barcelona: Masson.
Bandura, A., Jeffrey, R. W., & Wright, C. L. (1974). Efficacy of
participant modeling as a function of response induction aids.
Journal of Abnormal Psychology, 83, 56-64
Basoglu, M., Marks, I. M., Kilic, C., Swinson, R. P., Noshirvani, H.,
Kuch, K. (1994). Relationship of panic, anticipatory anxiety, ago-
raphobia and global improvement in panic disorder with agorapho-
bia treated with alprazolam and exposure. British Journal of Psy-
chiatry, 164, 647-652.
Bouton, M. E. (2002). Context, ambiguity, and unlearning: Sources
of relapse after behavioral extinction. Biological Psychiatry, 52,
976-986.
Clark, D. M. (2001). A cognitive perspective on social phobia. In
W. R. Crozier & L. E. Alden (Eds.), International handbook of social
anxiety: Concepts, research and interventions relating to the self
(pp. 405-430). Chichester, UK: Wiley.
Endler, N.S., & Parker, J.D.A. (1990). Multidimensional assessment
of coping: A critical evaluation. Journal of Personality and Social
Psychology, 58, 844-854.
Hayes, S. C., Luoma, J. B., Bond, F. W., Masuda, A., & Lillis, J.
(2006). Acceptance and commitment therapy: Model, processes
and outcomes. Behaviour Research and Therapy, 44(1), 1-25.
Lazarus, R.S. y Folkman, S. (1984). Estrés y Procesos Cognitivos.
México: Ediciones Roca
Milosevic, I. & Radomsky, A. (2008). Safety behaviour does not
necessarily interfere with exposure therapy. Behaviour Research
and Therapy, 46, 1111-1118
Organización Mundial de la Salud (2004). Prevención de los tras-
tornos mentales: intervenciones efectivas y opciones de políticas.
Ginebra: Autor.
Rachman, S. J. (1983). The modification of agoraphobic avoidan-
ce behaviour: Some fresh possibilities. Behaviour Research and
Therapy, 21, 567-574.
Salkovskis, P. M. (1991). The importance of behaviour in the main-
tenance of anxiety and panic: a cognitive account. Behavioural
Psychotherapy, 19, 6-19.
Salkovskis, P. M., Clark, D. M., & Gelder, M. G. (1996). Cognition-
behaviour links in the persistence of panic. Behaviour Research
and Therapy, 34, 453-458.
Schut, A. J., Castonguay, L. G., & Borkovec, T. D. (2001). Com-
pulsive checking behaviors in generalized anxiety disorder. Jour-
nal of Clinical Psychology, 57(6), 705-715.
Seligman, M. E. P., & Johnston, J. C. (1973). A cognitive theory of
avoidance learning. In F. O. McGuigan & D. V. Lumsden (Eds.),
Contemporary approaches to conditioning and learning (pp. 69-
107). Washington, DC: V. H. Winston.

272 Psicología Clínica y Psicopatología


PROCESOS IMAGINATIVOS EN DIBUJOS DE NIÑOS
CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE ANTES Y DESPUÉS
DEL TRATAMIENTO
Wald, Analía; Guerendiain, Natalia; Hamuy, Erica Nadia
ANPCyT y Asociación Psicoanalítica Internacional. Argentina

RESUMEN Introducción
El presente artículo se enmarca en el Programa de In- El objetivo del presente trabajo es discutir desarrollos
vestigación que la Cátedra Psicopedagogía Clínica (Dra teórico-clínicos ligados al funcionamiento de los proce-
Silvia Schlemenson) lleva a cabo en la Facultad de Psi- sos imaginativos en niños con problemas de aprendiza-
cología de la Universidad de Buenos Aires. Desde je. Estos desarrollos están vinculados al Proyecto de In-
1986, el Programa de Asistencia Psicopedagógica brin- vestigación: “Procesos imaginativos en los dibujos de
da psicodiagnóstico y tratamiento con orientación psi- niños con problemas de aprendizaje antes y después
coanalítica a niños con problemas de aprendizaje perte- del tratamiento” financiado por el Research Advisory
necientes a sectores de pobreza y ha dado lugar a inte- Board de la IPA (2010-2012) cuyo objetivo principal es
rrogantes teórico-clínicos plasmados en diversas inves- explorar la sensibilidad de un modelo teórico-clínico pa-
tigaciones. En esta oportunidad se discutirán aspectos ra evaluar transformaciones cualitativas de los proce-
del proyecto “Procesos imaginativos en los dibujos de sos imaginativos en los dibujos de niños con dificulta-
niños con problemas de aprendizaje antes y después des de aprendizaje. El proyecto desarrolla un área en el
del tratamiento”. (Subsidio IPA 2010-12) acerca de las marco de un proyecto mayor (“Tratamiento psicopeda-
transformaciones en la producción simbólica gráfica en gógico en niños y adolescentes en situación de pobre-
el transcurso del tratamiento y sus vinculaciones con la za” subsidiado por la Agencia Nacional de Promoción
dinamización del pensamiento creativo y la autonomía Científica y Tecnológica, Res. D Nro. 343/09) que estu-
psíquica. Se presentará un modelo de análisis de la pro- dia las transformaciones de las distintas producciones
ducción gráfica y se ejemplificará con material clínico. simbólicas de los niños (gráficas, narrativas, cognitivas)
en tratamiento psicopedagógico con orientación psi-
Palabras clave coanalítica. Desde 1984, el Servicio de Asistencia Psi-
Simbolización Dibujos Tratamiento Transformaciones copedagógica de la Facultad de Psicología de la Uni-
versidad de Buenos Aires atiende en forma gratuita a ni-
ABSTRACT ños que concurren a escuelas públicas y son derivados
IMAGINATIVE PROCESSES IN DRAWINGS OF por los psicólogos de los Equipos de Orientación Esco-
CHILDREN WITH LEARNING DISORDERS BEFORE lar por sus repetidos fracasos escolares. Luego de ser
AND AFTER TREATMENT admitidos, los niños son diagnosticados en forma indivi-
This article is framed in the Reasearch Program that the dual y asistidos en tratamiento grupal. A lo largo de los
Chair of Clinical Psychopedagogy (PhD Silvia Schle- años se han realizado diversas investigaciones (Pro-
menson) is currently carrying out in the Faculty of Psy- yectos UBACyT) cuya producción conceptual y clínica
chology, University of Buenos Aires. Since 1986, the fundamenta las transformaciones realizadas respecto
Assistance Program (Clinic) has offered psychoanalyti- del encuadre psicoanalítico tradicional.
cally oriented psycho-diagnosis and treatment to chil- Los procesos imaginativos constituyen una dimensión
dren with learning difficulties belonging to poverty sec- central al analizar las dificultades en la simbolización
tors, raising theoretical and clinical issues which, in turn, que se expresan en problemas de aprendizaje infantil, y
would shape Research Projects. In this article, the se vinculan con la complejidad, la heterogeneidad y la
Project to be discussed is ¨Imaginative processes in plasticidad de la actividad psíquica. Nuestra hipótesis
drawings of children with learning disorders before and es que si los procesos imaginativos dan cuenta de la
after treatment” (IPA grant 2010-12) about transforma- creación de novedades en la forma o en los contenidos
tions in children´s graphic symbolic production along en la producción simbólica de un niño, es porque articu-
treatment in relation to the dynamization of creative lan el aspecto creativo, no-repetitivo del funcionamiento
thinking and psychic autonomy. A model for the analysis inconsciente.
of graphic production is presented and exemplified with
a clinical case. Marco conceptual
Desde una perspectiva psicoanalítica, el aprendizaje
Key words es proceso de simbolización que se inicia con el esta-
Symbolization Drawings Treatment Transformations blecimiento de ligaduras con objetos sustitutos a partir
de las marcas inscriptas como residuo de las experien-

Psicología Clínica y Psicopatología 273


cias con los objetos primarios. En este sentido, el procesos psíquicos se relaciona con las transformacio-
aprendizaje implica el investimiento de objetos sociales nes en los procesos imaginativos evidentes en las pro-
cuyo dinamismo se constituye en relación con la histo- ducciones simbólicas de los niños.
ria libidinal del sujeto. La construcción de objetos de
conocimiento implica procesos de simbolización. Las Acerca del Proyecto de Investigación
producciones simbólicas articulan diversas modalida- El objetivo del proyecto de investigación “Procesos ima-
des de actividad representativa cuya coexistencia ca- ginativos en los dibujos de niños con problemas de
racteriza la complejidad del pensamiento. (Schlemen- aprendizaje antes y después del tratamiento”, es elaborar
son, 2009). Se ha insistido en que los procesos prima- hipótesis teóricas de la relación entre las transformacio-
rios ignoran el tiempo y la negación, y no toleran la de- nes de la producción gráfica y los procesos imaginativos
mora. Pero hay un aspecto saludable en los procesos implicados en ellas. Para ello nos propusimos caracteri-
primarios que no siempre se puntualiza: permiten a los zar las producciones gráficas de los niños con problemas
deseos inconscientes formas de realización que impli- de aprendizaje en el psico-diagnóstico y comparalas con
can la eficacia del principio del placer. Procesos prima- un retese tomado durante el segundo año de tratamiento
rios y secundarios funcionan de modo complementario psicopedagógico grupal. Los dibujos son:
y la existencia de dos tipos de racionalidades implica la 1- Dibujo Libre: “Dibujá lo que quieras”. El terapeuta pi-
necesidad de crear formaciones de compromiso (puen- de asociaciones, y un relato.
tes) entre términos conflictivos. 2- Dibujo de Familia Kinética (Burns and Kaufman,
Según Castoriadis, la imaginación radical es el proceso 1970): “Dibujá a tu familia haciendo algo”. El terapeuta
por el cual los estímulos externos e internos son transfor- pregunta los nombres, edades y un relato escrito u oral.
mados en representaciones de cosa como figuraciones Hemos separado los niños en dos grupos. Uno de niños
singulares y únicas (Castoriadis, 1993). Este tipo de ima- de 6 a 9 años, y el otro de niños de 10 a 13 años. La in-
ginación aporta las condiciones para la existencia del formación es recogida en un escenario clínico. Luego
pensamiento reflexivo. Los procesos cognitivos involu- de que los os niños son derivados al Programa de Asis-
cran no sólo el pensamiento lógico sino también la imagi- tencia, se realiza una entrevista de admisión y comien-
nación: el aprendizaje escolar implica la interpenetración za el psico-diagnóstico clínico individual, que consiste
en términos de cooperación y conflicto de diferentes ins- en dos sesiones con los padres y cuatro sesiones con
tancias y procesos psíquicos. (Wald, 2010). el niño. La información recolectada incluye transmisio-
André Green retoma la idea de Winnicott para introducir nes parentales, producción gráfica (Dibujo Libre y Fami-
la transicionalidad intrapsíquica: los procesos de investi- lia Kinética), narrativa (CAT-A), lecto-escritura (DIPle,
miento se mueven en dirección progrediente y regredien- 2001), y producciones cognitiva de los niños (WISC III).
te entre el soma y la realidad, expresándose a través de Luego del diagnóstico, la mayoría de los niños comien-
múltiples canales expresivos (descarga somática, afec- zan tratamiento grupal. Todas las sesiones son graba-
tos, fantasías, actos acciones, palabras) (Green, 2003). das y digitalizadas.
C y S Botella jerarquizan la coexistencia de procesos psí-
quicos heterogéneos en la construcción de figurabilidad El modelo de análisis de la producción gráfica
(Botella C y S., 2001). Para estos autores, las formas es- En la perspectiva del psicoanálisis, el encuadre clínico
pecíficas en que un niño construye figurabilidad son un está diseñado para estimular la activación de mociones
aspecto central de sus procesos de simbolización. Se pulsiones y afectivas. Las pulsiones son ligadas a tra-
trata de modelos que jerarquizan la heterogeneidad en vés de modalidades combinatorias específicas entre
los modos de funcionamiento psíquico como aporte cen- afectos y representaciones. El análisis de los dibujos in-
tral a la calidad de los procesos simbólicos. fantiles en el encuadre clínico nos ayuda a ubicar los
La capacidad de un niño de construir formaciones inter- modos en que estos procesos de ligadura y desligadura
medias que vinculan la pulsión con representaciones a entre pulsiones, afectos y representaciones se organi-
través de fantasías es esencial para el pensamiento sig- zan en cada niño. Las modalidades singulares de crea-
nificativo. El aprendizaje, como proceso cognitivo, se ción de sentido a través de la producción gráfica se re-
conecta por intermedio del pensamiento figural con la lacionan con los modos en que las formaciones inter-
base pulsional. Si esto no ocurre, se trata de aprendiza- medias son creadas y desarrolladas a través del proce-
jes vacíos de sentido subjetivo. La plasticidad psíquica so figurativo. Además de aspectos ligados a la transmi-
en el aprendizaje, como potencialidad de auto-transfor- sión de sentidos subjetivos, la dinámica subyacente a
mación simultánea a la transformación de la herencia los diversos modos de figuración en los dibujos proyec-
cultural, se relaciona con la capacidad de crear sentidos tivos da cuenta de las características del espacio transi-
transmisibles a través de diversas materialidades y ca- cional intra-psíquico.
nales expresivos. 1- El primer eje de análisis corresponde a los aspectos
El modelo que sostenemos define a la imaginación co- dinámicos de la producción y se refiere a los modos en
mo la capacidad de disponer de procesos psíquicos he- que el niño realiza los dibujos. Implica la consideración
terogéneos en forma intrincada progrediente y regre- de la dinámica pulsional subyacente y los modos de li-
diente, creando figuras de transicionalidad intrapsíquica gazón y religazón entre afectos y representaciones y
e intersubjetiva. El aumento de la conectividad entre los entre representaciones entre sí (procesos de investi-

274 Psicología Clínica y Psicopatología


miento) De este modo, diferenciamos entre figuras de li- asociaciones con Implicación subjetiva. Escribe una
gadura, figuras de descarga y figuras de vacío. historia cargada de afecto, sus letras son personaliza-
2- El segundo eje se refiere a los temas (sentidos) que das con dibujos, tachaduras y otros índices de subjeti-
el niño recrea en su composición gráfica, en sus asocia- vidad. Puede incorporar en su escrito aspectos de-
ciones y en su relato verbal oral o escrito. Para ello se seantes y fantasmáticos aunque finalmente el discurso
vale de múltiples recursos semióticos grafo-plásticos y pierde nivel de organización simbólica por irrupción de
verbales. Los contenidos se refieren básicamente a te- elementos primarios. Persiste el intento de agradar a la
máticas narcisistas (aspectos ideales, rechazados, te- terapeuta sumado al intento de impactar a través de la
midos o deseados), fantasías eróticas o agresivas, y/ o producción.
conflictos
En ambos casos se analiza el uso que el niño hace de Sentidos: Logra desplegar en los gráficos mayor conte-
los códigos: en la composición gráfica, se trata del códi- nido fantasmático e identificatorio. En el relato recapitu-
go plástico-figurativo (aspectos formales, espaciales, la descriptivamente lo proyectado agregando detalles
etc). En el caso de las asociaciones y el relato, nos refe- significativos. Puede incorporar aspectos fantasmáti-
rimos a la organización del discurso. La calidad de rela- cos y deseantes, si bien no logra integrarlos terminan-
ción con el adulto alude a la disposición transferencial y do la historia abrupta y defensivamente con un final
a las posibilidades del niño de establecer un vínculo sig- mágico y feliz. Persiste el esfuerzo defensivo por anu-
nificativo.El conjunto de los datos da cuenta de la cali- lar el conflicto.
dad de las fronteras intrapsíquicas y de los límites del A modo de síntesis, luego de dos años de tratamiento la
yo, y de los temas cruciales que ocupan al niño en la niña ha logrado una mayor plasticidad, teniendo una
creación de contenidos significativos. producción menos estereotipada y rígida, con mayor
A continuación, a modo de ejemplo, se presenta el aná- implicación subjetiva. El control defensivo ha disminui-
lisis comparativo de la producción gráfica de un caso en do permitiendo el despliegue del afecto y de contenidos
el diagnóstico inicial y en el retest realizado a los dos fantasmáticos. La irrupción de elementos primarios per-
años de tratamiento. En el apéndice final, se incluye una siste, pero estos no condicionan la transmisibilidad de
descripción de los dibujos analizados. su producción. Se evidencia, por lo tanto, una mayor fui-
dez en las barreras intrapsíquicas y un aumento de la
Análisis del Caso Melina, 9 años. disponibilidad del caudal representacional para la crea-
Producción gráfica en el diagnóstico inicial ción de contenidos.
Aspectos dinámicos: predominan figuras estereotipa-
das, poco expresivas, sin movimiento y con escasos de- Apéndice
talles Se evidencia un intenso control defensivo y poca Descripción de los dibujos realizados en el diagnóstico
implicación afectiva con anulación de los afectos hosti- Inicial
les. Presenta dificultades en el reconocimiento de as- Dibujo Libre:Cuando se le da la consigna de dibujo libre,
pectos conflictivos y se desorganiza discursivamente pregunta a la terapeuta si tiene regla. Luego, dibuja dos
frente a la irrupción de aspectos angustiantes ligados a mujeres. Una es más grande que la otra. A la más gran-
deseos edípicos. En relación a la calidad del vínculo de le dibuja un globo de diálogo donde escribe “hola
que mantiene con el adulto busca el reconocimiento y la mamá” A la más chica le hace otro globo de diálogo y
aceptación. escribe “hola ija”. Por lo tanto, la figura más grande es la
Sentidos: Presenta dificultades en el despliegue de sen- hija y la más chica es la madre. La hija tiene pelo largo,
tidos a través de contenidos gráficos. En relación al ojos vacíos, sonrisa estereotipada, pollera. La madre
contenido verbal predominan relatos pobres. Responde tiene pelo corto, podría parecer un varón de no ser por
defensivamente sin buscar coherencia entre el relato y una especie de vestido que le dibuja. Las figuras están
lo graficado. Cuando logra aportar elementos fantasmá- en el centro de la hoja, tienen un tamaño medio. No di-
ticos no puede desarrollar una historia. Sus relatos buja piso de base, ni objetos. Las figuras trasmiten rigi-
acerca de la relación madre-hija se limitan a presentar dez defensiva, estereotipia y falta de detalles. Acerca
aspectos estéticos positivos (linda, hermosa, bonita) de lo que dibujó dice: “había una vez una señora llama-
evitando la irrupción de la hostilidad. da Judith que era muy linda y su hija era romántica y la
Análisis de la producción gráfica a los 2 años de trata- madre era muy hermosa.” En el relato, introduce el pa-
miento. (Retest), dre que dice “Mi hija es una bonita”. El título es: “M y los
Aspectos dinámicos: Disminuye el control defensivo padres”.
implicándose afectivamente a través de la proyección Dibujo Familia Kinética: Dibuja a todos los personajes
de atributos narcisistas y deseantes en la figuras reali- de su familia en una serie de mayor a menor (edad), de
zadas. Usa múltiples recursos del código plástico figu- izquierda a derecha, uno al lado del otro, sin contacto
rativo para expresar afectos. Puede incluir la expresión entre ellos. Primero hace todas las cabezas y después
de aspectos hostiles en algunas las figuras. En el Dibu- los cuerpos. Son casi todos iguales, las diferencias
jo Libre el esfuerzo de control ha cedido y puede dibu- sexuales están dadas por el largo del pelo o por la ropa.
jar algo que ella se imagina con buen nivel de unifica- Las figuras son estereotipadas, rígidas. Su padre, ella y
ción e integración de las figuras. En el relato, despliega su hermana melliza son más grandes que el resto de los

Psicología Clínica y Psicopatología 275


personajes. Emplaza a todas las figuras en el centro de BIBLIOGRAFÍA
la hoja, sin dibujar un piso de base, ni objetos, ni una es- Aulagnier, P. (1986). Un intérprete en busca de sentido. Buenos
cena, ni movimiento de ninguno de los personajes. Los Aires. Siglo veinte editores.
ojos del hermano son los únicos que no están vacíos. Aulagnier, P. (1977). La violencia de la interpretación. Buenos
Escribe los nombres de todos, y las edades de ella y Aires. Amorrortu editores.
sus hermanos. En el relato cuenta que tiene una herma- Bion, W.R. (1984). Elements of Psychoanalysis. Londres: Karmac.
na melliza, que no sabe las edades de sus padres.
Botella C y Botella S. (2001). La figurabilidad psíquica. (I. Agoff
Cuando se le pregunta qué están haciendo, contesta:
Trad.) Buenos Aires: Amorrortu.
“están en el patio jugando a la escondida seguro jugan-
do”. Cuando se le pregunta si quiere agregar algo más Castoriadis, C. (1993). “Lógica, imaginación y reflexión” en El in-
conciente y la ciencia. Buenos Aires, Amorrortu editores.
dice: “ Si, ¿la pasaste bien? Yo la pasé muy bien” .
Descripción de los dibujos realizados en el retest: Green, A. (2003). Ideas directrices para un psicoanálisis contem-
poráneo. Buenos Aires, Amorrortu editores, 2005.
Dibujo Libre: Dibuja un figura extraña, que resulta agra-
dable y seductora. Es una especie de persona con po- Green, A. (1996) La metapsicología revisitada. Buenos Aires,
EUDEBA.
llera, dice que es un extraterrestre y le dibuja dos orejas
grandes una mediana y una chiquita, tres ojos, una bo- Kristeva, J. (1998). Sentido y sinsentido de la revuelta. (I. Agoff
ca, cuatro brazos y muchos dedos.La figura está carga- Trad.) Buenos Aires: Eudeba.
da de atributos exacerbados, especialmente rasgos fe- Schlemenson, S. (2009). La clínica en el tratamiento psicopeda-
meninos (pestañas, pollera, boca)y fálicos . Mientras va gógico. Editorial Paidós. Buenos Aires.
dibujando relata : “Cuando me imagino algo, me imagi- Schlemenson, S. (2004). Subjetividad y lenguaje en la clínica
no siempre un extraterrestre”. La Historia textual que psicopedagógica. Editorial Paidós. Buenos Aires, 2004.
escribe acerca del dibujo libre es: “Había una vez un ex- Schlemenson, S. (2001). Niños que no aprenden. Editorial Paidós.
traterrestre que le gustaba de todo un monton de cosas Buenos Aires.
ella tuvo hijos extraterrestres y se puso feliz y los chicos Schlemenson, S. (1996). El aprendizaje: Un encuentro de sentidos.
tambien los educo y bibieron felices para cien pre fin” Buenos Aires, Kapelusz.
Dibujo Familia Kinética: Dibuja a todos los integrantes Schlemenson, S. (Compiladora). (1995). Cuando el aprendizaje
de la familia y a su perra. El emplazamiento de las figu- es un problema. Buenos Aires, Miño y Dávila.
ras no es lineal, como en el dibujo del inicio donde las fi- Wald, A. (2010) Nuevas dimensiones de los procesos de simboli-
guras estaban una al lado de otra. Cada figura realiza zación en niños. En Acta Psiquiátrica Psicol Am.Lat. 56 (1). Bue-
una actividad en un espacio propio, no delimitado, ex- nos Aires.
cepto ella y su hermana melliza, que juegan a la soga. Wald, A. (2001). Nuevos aportes al análisis de la producción
La figura que aparece un poco aislada es el papá, que proyectiva gráfica. En S. Schlemenson (comp.) Niños que no
es dibujado detrás de la pared que está construyendo. aprenden. Pp. 53-62. Buenos Aires, Paidós.
El hermano le está pasando un ladrillo al padre. La otra Wald, A. (2003). Problemas de simbolización en niños. Análisis
hermana tiene un jabón para lavar a la perra. La mamá de la producción proyectiva gráfica. En Memorias de las X Jorna-
das de Investigación pp 119.-121. Buenos Aires, Argentina. Facul-
está lavando la ropa sucia. Las figuras presentan expre-
tad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.
sividad, kinesia y mayor diferenciación sexual En algu-
nas de las figuras (madre, padre y perra) hay rasgos de Winnicott, D. (1986) Realidad y juego. (F. Mazía trad.) Barcelona,
Gedisa.
hostilidad. Las tres hijas mujeres tienen bocas con for-
ma de corazón. Hay mayor riqueza de detalles y agrega Winnicott, D. (1969) El proceso de maduración en el niño. (J.
Beltrán Trad.) Madrid, Laia.
información escrita a algunas de las figuras.

276 Psicología Clínica y Psicopatología


posters
LA VIOLENCIA EN LA PAREJA:
PREVALÊNCIA Y TIPOLOGÍA
Falcke, Denise; Rosa, Larissa Wolff Da
UNISINOS - Universidade do Vale do Rio dos Sinos. Brasil

RESUMEN INTRODUÇÃO
La violencia doméstica puede ser considerada un pro- Nos relacionamentos amorosos, a violência pode se ex-
blema grave de salud pública. Los estudios realizados pressar de diferentes formas, sendo as mais difundidas
desde finales de los 80 revelan que ser testigo de la a física, a psicológica, a sexual, a patrimonial e a moral
agresión entre los padres repercute negativamente en (Lei Maria da Penha, 2006). A literatura evidencia um ci-
el desarrollo de los niños y fortalece el ciclo de repeti- clo de manutenção da violência conjugal, que favorece
ción de la violencia intergeneracional. Considerando com que os cônjuges permaneçam juntos, mesmo após
este problema, que se traduce en un intenso sufrimien- vários episódios. Walker, já em 1979, identificou três fa-
to físico y psicólogico para todos los involucrados, el ob- ses do ciclo de manutenção da violência: 1) aumento da
jetivo de este trabajo es identificar la violencia conyugal tensão; 2) Episódio Agudo e 3) lua-de-mel.
en Rio Grande do Sul. El estudio se encuentra en desa- A violência conjugal testemunhada pelos filhos é um fa-
rrollo, siendo que hasta lo momento se han recogido los tor de risco para a repetição transgeracional (Kilpatrick,
datos de 160 parejas que estaban en una relación esta- Acierno, Saunders, Resnick, Best & Schnurr, 2000; Go-
ble. El instrumento es compuesto de 172 preguntas de mes, 2005; Guimarães, Silva & Maciel, 2007; Santos &
respuestas objetivas, dividido en cuatro escalas, que in- Costa, 2004). Pensando na promoção de saúde nas re-
vestigó los datos de identificación, los niveles de satis- lações estabelecidas no sistema familiar, surge a neces-
facción en el matrimonio y las formas de resolución de sidade de produções teórico-técnicas que aprimorem os
conflictos con el cónyuge, así como indicadores de la processos de avaliação das relações conjugais, espe-
violencia doméstica, que se mide a través de la Escala cialmente quando elas são permeadas pela violência.
de Tácticas de Conflicto (CTS2). Los resultados revela-
ron que las formas más frecuentes de violencia fueran OBJETIVOS
la psicológica y violencia física. Mapear as relações conjugais quanto a:
a. Presença de indicadores de violência conjugal
Palabras clave (agressão física, violência psicológica ou abuso emo-
Violencia Pareja Prevalencia Tipología cional);
b. Associação entre níveis de satisfação conjugal e vio-
ABSTRACT lência.
VIOLENCE IN COUPLES: PREVALENCE AND
TYPOLOGY MÉTODO
The domestic violence can be considered a serious O presente trabalho é parte integrante de um estudo
public health problem. Studies conducted since the late mais amplo sobre o mapeamento e a intervenção nos
80 reveal that suffering and witnessing parental aggres- relacionamentos conjugais no Rio Grande do Sul, que
sion between them has negative repercussions on the tem sido desenvolvido por nove núcleos de pesquisa no
development of children and strengthens the repeat cy- Estado. Neste trabalho, será abordado um recorte do
cle of intergenerational violence. Based on this problem, primeiro momento, que consiste em um estudo empíri-
which results in intense physical and psychological suf- co, com o qual pretende-se mapear, nas diferentes regi-
fering for all involved, the aim of this paper is to identify ões do RS, a dinâmica conjugal e, sob responsabilidade
marital violence in Rio Grande do Sul The study is in de- do Núcleo da Unisinos, a presença de indicadores de
velopment, having been collected to date data referring violência.
to 160 couples who were in a stable relationship. The in-
strument consists of 172 questions of objective respons- Amostra
es, divided into four scales, which investigated the iden- A amostra foi constituída por 226 casais, que tenham
tification data, levels of marital satisfaction in marriage um relacionamento estável, de diferentes níveis sócioe-
and ways to resolve conflicts with the spouse as well as conômicoculturais e oriundos de distintas regiões do
indicators of domestic violence, which were measured RS.
through the Conflict Tactics Scale (CTS2). The results
revealed that the most frequent forms of violence were Instrumentos
psychological and physical violence 1. Questionário de dados sócio-bio-demográficos;
2. Escala de Satisfação Conjugal - The Golombok
Key words Rust Inventory of Marital State - GRIMS (Rust et al,
Violence Couples Prevalence Typology 1988)

Psicología Clínica y Psicopatología 279


3. Revised Conflict Tactics Scales (CTS2), concebida seguinte:
por Strauss et al. (1996) e adaptada ao português por Gráfico 1: Níveis de Satisfação Conjugal
Moraes, Hasselmann e Reichenheim (2002). Com relação as situações de violência conjugal, os re-
sultados revelaram que as formas mais encontradas fo-
Procedimentos Éticos e de Coleta dos Dados ram a violência psicológica menor, a coerção sexual
O projeto de pesquisa foi submetido e aprovado pelo menor e a violência física menor, o que está evidencia-
Comitê de Ética da UFRGS. Os casais foram contata- do no gráfico abaixo:
dos por conveniência. Uma vez assentida a participa-
ção no estudo, foi marcado um encontro para aplicação Gráfico 2: Tipologia da Violência
dos questionários. Foi explicada a pesquisa e solicitado A satisfação conjugal se correlacionou com vários tipos
que assinassem o termo de consentimento livre e escla- de violência (p<0,05). Além disso, o tempo de casamen-
recido. Os membros do casal receberamm um questio- to não esteve associado com a violência conjugal. Foi
nário e responderam separadamente aos instrumentos, observado maior índice de coerção sexual grave
que foram guardados e lacrados em um envelope, as- (F=2,784) e menor (F=11,39), assim como injúria
segurando o sigilo dos dados. (F=8,42), em casais em união estável, quando compa-
rados com os casados oficialmente (p<0,001). Por fim,
Análise dos Dados também verificou-se que a renda se correlacionou sig-
Os dados foram analisados através do programa esta- nificativa e negativamente com vários tipos de violência
tístico SPSS (versão 18), através das seguintes análi- (p<0,05).
ses, considerando o nível de significância de 5% (
p≤0,05):
1. Análise Descritiva: médias, medianas, percentuais e
desvio padrão da amostra, a fim de conhecer o compor- BIBLIOGRAFÍA
tamento das variáveis em estudo;
Brasil (2006). Lei 11.340 de 07/08/2006 - “Lei Maria da Penha”.
2. Análise de Correlação, através do Coeficiente de Pear- Disponível em http://www.planalto.gov.br/ccivil/_ Ato2004-
son, para verificar a existência de correlação entre os ní- 2006/2006/Lei/L11340.htm.
veis de satisfação conjugal e os indicadores de violência.
Gomes, I. C. (2005). Transmissão psíquica transgeracional e
violência conjugal: um relato de caso. Boletim de Psicologia, 55,
RESULTADOS 123, 177-188.
O projeto encontra-se em fase de coleta de dados. Al- Guimarães, F; Silva, E. C.; Maciel, S. A. B. (2007). Resenha: “mas
guns resultados preliminares já foram extraídos a partir ele diz que me ama”: cegueira relacional e violência conjugal.
da análise de 452 participantes, ou seja, 226 casais. Psicologia: Teoria e Pesquisa, 23, 4, 481-482.
Esses resultados nos dão um perfil da amostra até en- Kilpatrick, D. G, Acierno, R., Saunders, B., Resnick, H., Best, C.
tão coletada e alguns resultados preliminares. L., & Schnurr, P. P. (2000). Risk factors for adolescent substance
abuse and dependence: Data from a national sample. Journal of
Consulting and Clinical Psychology, 68, 1, 19-30.
Os sujeitos pesquisados têm idade entre 21 e 73 anos,
sendo a média de 42,07 anos. Os municípios com maior Moraes, C. L., Hasselmann, M. H., & Reichenheim, M. (2002).
Adaptação transcultural para o português do instrumento “Revised
número de participantes foram Porto Alegre (188), Ta-
Conflict Tactics Scales (CTS2)” utilizado para identificar violência
quara (44), Santa Maria (24) e São Leopoldo (22). entre casais. Cadernos de Saúde Pública, 18, 1, 163-176.
São casados oficialmente 72,22% dos sujeitos e 27,78%
Rust, J., Bennun, I., Crowe, M., & Golombok, S. (1988). The Go-
moram juntos ou em união estável. Nessa amostra, lombok Rust Inventory of Marital State. Windsor: NFER-NELSON.
13,26% já foram casados ou viveram como casal ante-
Santos, L. V.; Costa, L. F. (2004) Avaliação da dinâmica conjugal
riormente. Os sujeitos estão com o atual cônjuge, em violenta e suas repercussões sobre os filhos. Psicologia Teoria e
média, há 17 anos. Prática, 6, 1, 59-72.
Quanto a escolaridade, 79,74% possui de ensino médio
Straus, M. A., Hamby, S. L., Boney-McCoy, S., & Sugarman, D. B.
completo a pós-graduação completa. Vemos que (1996). The Revised Conflict Tactics Scales (CTS2): Development
79,15% trabalha fora e a média de horas dos trabalha- and preliminary psychometric data. Journal of Family Issues, 17,
dores é de 8,55h diárias. Sobre a renda, 8,36% não tem 283-316.
renda pessoal, 42,69% ganha de 1 a 3 salários míni- Walker, L. (1999). The battered woman syndrome. New York:
mos, 22,83% de 4 a 6 salários mínimos, 7,53% de 7 a 9 Harper and Row.
salários mínimos e 17,58 tem renda de 10 ou mais salá-
rios mínimos.
Os resultados também demonstram que 27,05% dos
sujeitos já fizeram terapia. A média de tempo em terapia
foi de 2,8 anos. Quanto à religião, 66,51% são católicos,
15,35% são evangélicos, 7,91% são espíritas, 2,09 são
protestantes e 8,14% pertencem a outras religiões.
Os índices de satisfação conjugal tiveram uma distribui-
ção normal, conforme pode ser observado no gráfico

280 Psicología Clínica y Psicopatología


¿CÓMO PREGUNTAN LOS TERAPEUTAS?
EL ESTILO PERSONAL DEL TERAPEUTA Y EL ANáLISIS
DEL COMPORTAMIENTO VERBAL
Maristany, Mariana
Fundación Aiglé. Argentina

RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El Estilo Personal del Terapeuta (EPT) es un constructo Castañeiras, C., García, F., Lo Bianco, J., & Fernández-Álvarez,
multidimensional, entendido como uno de los compo- H. (2006). Modulating Effect of Experience and Theoretical-Tech-
nentes de todo proceso terapéutico. Es un conjunto de nical Orientation on the Personal Style of the Therapist. Psycho-
funciones que, en la práctica, se llevan a cabo de mane- therapy Research, Vol 16 (5).
ra integrada y expresan las disposiciones, rasgos y ac- Castañeiras, C., Ledesma R., García, F., Fernández-Álvarez, H.
titudes que todo terapeuta pone en evidencia en su ejer- (2008).Evaluación del Estilo Personal del Terapeuta: Presentación
cicio profesional. El EPT se propone como un criterio de una Versión Abreviada del Cuestionario EPT-C.Terapia Psico-
útil para delimitar los principales ejes que componen el lógica, Vol. 26, N° 1,5-13
acto psicoterapéutico. Se presentarán los avances de Corbella Santomá, S. (2002). Compatibilidad entre el estilo per-
una nueva etapa en el Programa de Investigación del sonal del terapeuta y el perfil personal del paciente. Tesis docto-
Estilo personal del terapeuta de la Fundación Aiglé. El ral. Facultat de Psicologia, Ciències de I´Educació i de I´Esport
Blanquerna. Universitat Ramon Llull. Barcelona.
objetivo de esta etapa es el estudio de los actos del ha-
bla dentro del universo de acciones verbales dentro de Corbella, S, Balmaña, N., Fernández-Álvarez, H., Saúl, L.A, Bo-
las sesiones de psicoterapia. Para ello se elaboró una tella, L y García F. (2009) Estilo Personal del Terapeuta y Teoría
guía de observación con el propósito de identificar as- de la Mente. Revistas Argentina de Clínica Psicológica. XVIII, 2,
pp.125-133.
pectos estilísticos. Dicha guía es aplicada por diferentes
jueces externos. El trabajo se enfocará especialmente Corbella, S., Fernández-Álvarez, H., Saúl, L. A., García, F., &
en la cantidad y tipo de preguntas que formulan los te- Botella, L. (2008). Estilo Personal del Terapeuta y Dirección de
Intereses. Apuntes De Psicología, 26(2), 281-289.
rapeutas. Se presentará la guía de observación desa-
rrollada para la clasificación de las intervenciones, su Fernández-Álvarez, H., García, F., Lo Bianco, J. & Corbella, S.
método de aplicación y los resultados preliminares en- (2003). Assessment Questionnaire on The Personal Style of the
contrados en su uso por diferentes jueces externos. Therapist PST-Q. Clinical Psychology
Fernández-Álvarez, H.; García, F. (1998). El estilo personal del
Palabras clave terapeuta: Inventario para su evaluación, En S. Gril, A. Ibáñez,
Estilo personal del terapeuta I.Mosca & P.L.R.Sousa (Eds.): Investigación en Psicoterapia (pp.
76-84). Pelotas, Brazil. Educat.

ABSTRACT Fernández-Álvarez, H.; García, F. y Scherb, E. (1998). The Re-


THE NEGATIVE THERAPEUTIC REACTION AS search Program at AIGLE. Journal of Clinical Psychology, Vol. 54
(3), pp. 343-359. John Wiley & Sons.
FREUDIAN IMPASSE OF THE END OF THE HEALING
Therapist’s Personal Style (EPT) is a multidimensional Fernández-Álvarez, H.; García, F.; Lo Bianco, J. y Corbella San-
construct, understood as a component of any therapeutic tomá, S. (2003). Assessment Questionnaire on The Personal Style
process. A set of functions that, in practice, are conducted of the Therapist PST-Q. Clinical Psychology and Psychotherapy.
10, 116-125.
in an integrated mode and express traits and attitudes that
every therapist highligts in his practice. The EPT is pro- Quiñones Bergeret, A., Melipillán Araneda, R., Ramírez Azócar,
posed as a useful criterion to define the main axes that P. (2010). Estudio Psicométrico del Cuestionario de Evaluación
del Estilo Personal del Terapeuta (EPT-C) en Psicoterapeutas
make up the psychotherapeutic action. Will present the
Acreditados en Chile. Revista Argentina de Clínica Psicológica,
progress of a new stage in the Fundación Aiglé Research Vol. XIX, pp. 273-281.
Program of the therapist’s personal style . The objective of
Rial, V., Castañeiras, C., García, F., Gómez, B. y Fernández-Ál-
this stage is the study of speech acts within the universe of
varez, H. (2006) Estilo personal de terapeutas que trabajan con
verbal actions in psychotherapy sessions. An observation- pacientes severamente perturbados: un estudio cuanti y cualita-
al guide was developed to identify aspects of Therapist tivo. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría Vol.26,
style. This guide is implemented by different external judg- fascículo 2, N° 98 .
es. The work will focus particularly on the amount and type Vega, E. (2006). El Psicoterapeuta en neonatología. Rol y estilo
of questions asked by the therapists. Will present the ob- personal. Buenos Aires: Lugar Editorial.
servation guide developed for the classification of inter-
ventions, their method of application and preliminary re-
sults found in use by different external judges.

Key words
Therapist’s personal style

Psicología Clínica y Psicopatología 281


ANáLISIS DE LA FUNCIÓN REFLEXIVA-RF EN GRUPOS
DE ADOLESCENTES VIOLENTOS Y SU COMPARACIóN
CON EL MODELO DE CICLO TERAPéUTICO- TCM
Quiroga, Susana Estela; Cryan, Glenda
Universidad de Buenos Aires - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

RESUMEN Ross, Mergenthaler y Fontao, 2007; Quiroga y Cryan,


El dispositivo Grupo de Terapia Focalizada-GTF, de 2007 d, 2008 a) and the Reflective Functioning Manual
orientación psicodinámica, de corto plazo y focalizado es - RF (Fonagy, Steele, Steele & Target, 1998; Spanish
un dispositivo diagnóstico-terapéutico grupal creado pa- adaptation: Quiroga, 2003). The TCM Analysis showed
ra abordar patologías del acto, es decir, aquellas en las that both verbal activity from the patients and presence
cuales la verbalización ha fallado y en su lugar aparecen of the four emotion-abstraction patterns were found in
transformaciones psíquicas como la violencia juvenil. El all the segments. The RF Analysis showed the low men-
objetivo general es comprobar la eficacia terapéutica del talization of the violent adolescents as it ranged from the
dispositivo GTF. La metodología se basa en el análisis de rejection or avoidance of therapeutic interventions con-
proceso terapéutico de caso único. Los instrumentos que nected to mental states to the explanations of ignorance
se utilizaron fueron el Modelo de Ciclo Terapéutico-TCM or distorted memories. There was therapeutically rele-
(Mergentahler, 1996a,b, 1998, 2008; Adaptación al cas- vant textual activity in both cases.
tellano: Fontao y Mergenthaler, 2005 a, b; Toranzo, Ta-
borda, Ross, Mergenthaler y Fontao, 2007; Quiroga y Cr- Key words
yan, 2007 d, 2008 a) y el Manual de Función Reflexiva- Reflective functioning Therapeutic cycle model Violent
RF (Fonagy, Steele, Steele y Target, 1998; Adaptación al adolescents
castellano: Quiroga, 2003). El Análisis del TCM mostró
que en todos los segmentos se registró actividad verbal
de los pacientes así como la presencia de los cuatro pa-
trones de emoción-abstracción. El Análisis de la RF mos- 1. INTRODUCCIÓN
tró la baja mentalización de los adolescentes violentos El dispositivo Grupo de Terapia Focalizada-GTF, de
dado que osciló entre el rechazo o evasión de las inter- orientación psicodinámica, de corto plazo y focalizado
venciones terapéuticas vinculadas a estados mentales y es un dispositivo diagnóstico-terapéutico grupal creado
las explicaciones de desconocimiento o de recuerdos para abordar patologías del acto, es decir, aquellas en
distorsionados. En ambos análisis se identificó actividad las cuales la verbalización ha fallado y en su lugar apa-
textual terapéuticamente relevante. recen transformaciones psíquicas diversas (cuadros so-
máticos, adicciones, abulia, accidentofilia, traumatis-
Palabras clave mos, abusos, violencia, etc.). Estos grupos GTF se de-
Función reflexiva Modelo de ciclo terapéutico Adoles- sarrollan en el Programa de Psicología Clínica para
centes violentos Adolescentes, Sede Regional Sur, UBA (Directora: Prof.
Dra. Susana E. Quiroga).
ABSTRACT Los grupos GTF (Quiroga, Paradiso, Cryan, et.al. 2003,
REFLECTIVE FUNCTIONING ANALYSIS- RF IN 2004, 2006) son cerrados, con temática focalizada y
GROUPS OF VIOLENT ADOLESCENTS AND ITS orientación psicodinámica y constan de diez sesiones
COMPARISON TO THETHERAPEUTIC CYCLE de una vez por semana de una hora y media de dura-
MODEL- TCM ción. Estas diez sesiones se distribuyen en una Primera
The Focalised Therapy Group (FTG) device, a psy- sesión: multifamiliar, compuesta por los adolescentes,
chodynamic-oriented, short-termed and focalized de- sus padres, el terapeuta y los observadores; Segunda a
vice, is used for diagnosis and for group therapy; it has octava sesión: Grupo de Terapia Focalizada-GTF y
been created to approach act pathologies, that is to say, Grupo de Orientación a Padres- GOP; Novena sesión:
those in which verbalization has failed so psychic trans- multifamiliar; Décima sesión: sesión de cada adoles-
formations such as juvenile violence appear. The gener- cente con su familia. Una vez finalizado el GTF, se rea-
al objective is to prove the therapeutic efficacy of the liza una evaluación de los pacientes para ser derivados
FTG device. The methodology is based on the thera- a un Grupo Terapéutico de Largo Plazo (GTLP), a Tera-
peutic process analysis of the single case. The tools pia Individual, a Terapia Familiar, a Servicios externos
used were the Therapeutic Cycle Model - TCM (Mer- de cuidado intensivo o a la Repetición del Primer Módu-
genthaler, 1996a,b, 1998, 2008; Spanish adaptation: lo GTF.
Fontao & Mergenthaler, 2005 a, b; Toranzo, Taborda, Los objetivos del dispositivo GTF para adolescentes

282 Psicología Clínica y Psicopatología


con conducta antisocial y autodestructiva son: a) com- y Mergenthaler, 2005 a, b; Toranzo, Taborda, Ross,
prender el motivo de consulta o “conciencia de enferme- Mergenthaler y Fontao, 2007; Quiroga y Cryan, 2007 d,
dad”; b) esclarecer los patrones de interacción, formas 2008 a) que permite analizar el proceso psicoterapéuti-
de comunicación y tipicidades en el funcionamiento gru- co e identificar los “momentos claves” en el marco de
pal; c) esclarecer los obstáculos del grupo al estableci- una sesión y del tratamiento. El término “momento cla-
miento del encuadre y la transgresión a los límites; d) ve” se refiere a una o más sesiones del tratamiento o
describir y comprender la composición familiar; e) traba- segmentos de una sesión en los que tiene lugar un
jar la relación del síntoma con los vínculos familiares. cambio terapéutico (Quiroga y Cryan, 2007 d, 2008a,
El estilo de trabajo en estos grupos se caracteriza por 2010a, 2010d).
una interacción entre terapeuta, coterapeuta y pacien- 2. El Manual de Función Reflexiva- RF (Fonagy, Steele,
tes, donde las técnicas de intervención están centradas Steele y Target, 1998; traducción y adaptación al caste-
en: a) la clarificación de aspectos cognitivos confusos, llano: Quiroga, 2003) permite analizar la Función Re-
b) la confrontación con aspectos disociados intra e in- flexiva-RF (Fonagy, 1991; Fonagy y Higgitt, 1989) que
tersubjetivos, c) el señalamiento y la puesta de límites, se refiere al proceso psicológico que fundamenta la ca-
como momentos previos al uso de la elaboración psí- pacidad de mentalizar un concepto. Esto implica que la
quica mediante la interpretación, como sucede en el tra- Función Reflexiva o mentalización es la expresión acti-
tamiento de orientación psicodinámica de pacientes va de la capacidad psicológica íntimamente relacionada
neuróticos. con la representación del sí mismo (Fonagy y Target,
Para el tratamiento de adolescentes violentos de 13 a 1995, 1996; Target y Fonagy, 1996) e involucra tanto la
15 años con Trastorno Negativista Desafiante y Trastor- propia reflexión como el componente interpersonal que
no Disocial, estos objetivos fueron operacionalizados a idealmente provee al individuo la capacidad de distin-
través de intervenciones específicas en cada una de las guir: 1) realidad interna de externa, 2) modos de funcio-
sesiones. Para ello, se construyó una guía terapéutica namiento reales o aparentes, 3) procesos emocionales
en la que se fijaron los objetivos a trabajar en cada se- y mentales intrapsíquicos provenientes de las comuni-
sión, el desarrollo de los mismos y las técnicas especí- caciones interpersonales.
ficas para alcanzarlos (Quiroga y Cryan, 2011).
4. RESULTADOS
2. OBJETIVOS El Análisis del microproceso realizado con el TCM (Qui-
Objetivo general roga y Cryan, 2009b, 2010a, 2010d) permitió observar
Comprobar la eficacia terapéutica del dispositivo diag- que en todos los segmentos se registró actividad verbal
nóstico-terapéutico grupal Grupo de Terapia Focaliza- de los pacientes así como también la presencia de los
da- GTF a través del análisis de proceso terapéutico cuatro patrones analizados (Connecting, Relaxing, Re-
Objetivos específicos flecting y Experiencing), con alternancia de Ciclos Tera-
1. Mostrar el análisis del microproceso (análisis de una péuticos abreviados y completos.
sesión) en dos grupos GTF realizado con el Modelo de El Análisis de la Función Reflexiva- RF reflejó la baja
Ciclo Terapéutico- TCM mentalización de los adolescentes violentos dado que
2. Analizar el grado de funcionamiento reflexivo o men- osciló entre el rechazo o la evasión de las interveciones
talización para detectar el grado de representación que terapéuticas vinculadas a los estados mentales y las ex-
los adolescentes violentos tienen acerca de sí mismos plicaciones de desconocimiento o de recuerdos distor-
y de los otros sionados hacia los mismos.
3. Relacionar los resultados obtenidos con la aplicación En ambos análisis se destaca el rol imprescindible que
de ambos métodos desempeña el terapeuta, ya que se identificó actividad
textual terapéuticamente relevante. Se mostrará la com-
3. METODOLOGÍA paración de ambos análisis.
La metodología a utilizar se basa en el análisis de pro-
ceso terapéutico de caso único. Este análisis se realizó
á a través de los protocolos de las sesiones de dos Gru-
pos de Terapia Focalizada-GTF que fueron transcriptas
verbatim de acuerdo con las normas internacionales de
desgrabación (Mergenthaler y Gril 1996). Las sesiones
fueron audiograbadas para realizar esta investigación
con el Consentimiento Informado de los padres y/o
adultos responsables a cargo de los adolescentes y si-
guiendo las normas éticas de confiabilidad consensua-
das a nivel internacional.
Los instrumentos que se utilizaron fueron:
1. El Modelo de Ciclo Terapéutico-TCM y su método de
los Patrones de Emoción-Abstracción (Mergentahler,
1996a,b, 1998, 2008; Adaptación al castellano: Fontao

Psicología Clínica y Psicopatología 283


BIBLIOGRAFÍA de Investigación y Segundo Encuentro de Investigadores del
Mercosur: “Paradigmas, métodos y técnicas” Buenos Aires: Uni-
Fonagy, P., & Higgitt, A. (1989). Evaluating the performance of versidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología. Tomo I, pp.
departments of psychotherapy: A plan for action. Psychoanalytic 59-61
Psychotherapy, 4, 121-153 (Reprinted in B. Kat (Ed.) Advice for
Purchasers of Psychological Services. Leicester: BPS Publica- Quiroga, S. & Cryan, G. (2007d) “Adaptación del Modelo de Ciclos
tions.). Terapéuticos (TCM) a una población de alto riesgo psicosocial”
XV Anuario de Investigaciones. Buenos Aires: Universidad de
Fonagy, P. (1991). Thinking about thinking: Some clinical and Buenos Aires, Facultad de Psicología, pp. 31-41
theoretical considerations in the
Quiroga, S. & Cryan, G. (2008a) “Análisis de proceso en una
treatment of a borderline patient. International Journal of Psycho- población adolescente de alto riesgo psicosocial: criterios para la
Analysis, 72, 1-18. categorización de palabras utilizados en la adaptación del mode-
Fonagy, P., & Target, M. (1995). Understanding the violent patient: lo de ciclos terapéuticos-TCM Memorias de las XV Jornadas de
The use of the body and the role of the father. International Jour- Investigación y Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología
nal of Psycho-Analysis, 76, 487-502. del MERCOSUR “Problemáticas Actuales. Aportes de la Investi-
gación en Psicología” Universidad de Buenos Aires, Facultad de
Fonagy, P., & Target, M. (1996). Playing with reality: I. Theory of Psicología, Tomo I, pp. 66-68
mind and the normal development of psychic reality. International
Journal of Psycho-Analysis, 77, 217-233. Quiroga, S. & Cryan, G. (2009b)“Análisis del Macroproceso Tera-
péutico del Dispositivo Grupo de Terapia Focalizada-GTF para
Fonagy, P, Steele, M., Steele, H. & Target, M. (1998) Reflective Adolescentes Tempranos Violentos” XVI Anuario de Investigacio-
Functioning Manual, Version 5.0: For application to Adult Attach- nes, pp. 73-83. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psico-
ment Interviews. University College London, London, United logía.
Kingdom.
Quiroga, S. & Cryan, G. (2010a) “Eficacia Terapéutica de un Dis-
Fontao, M. & Mergenthaler, E. (2005a) “Aplicación del Modelo de positivo Grupal para el Abordaje Terapéutico de la Violencia Ju-
Ciclo Terapéutico a la Investigación de microprocesos en la psi- venil”. Publicación on-line Enero en http://www.depsicoterapias.
coterapia de grupo” Revista Argentina de Clínica Psicológica, Vol. com
XIV (1), 53-63
Quiroga, S. & Cryan, G. (2010d) Análisis del Microproceso Tera-
Fontao, M. & Mergenthaler E. (2005b) “El concepto de “insight” péutico del Dispositivo Grupo de Terapia Fozalizada-GTF para
en la psicoterapia de grupo: Aporte a su clarificación mediante el Adolescentes Tempranos Violentos XVII Anuario de Investigacio-
uso de métodos de análisis de texto computarizado y un modelo nes, pp. 73-83. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psico-
de la actividad verbal en los procesos terapéuticos” Revista del logía.
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología 10(3):
55-71. Quiroga, S. & Cryan, G. (2011) Guía Terapéutica del Dispositivo
Grupos de Terapia Focalizada- GTF para Adolescentes Violentos.
Mergenthaler, E. (1996a) “Emotion/Abstraction Patterns in psy- XVIII Anuario de Investigaciones, Universidad de Buenos Aires.
chotherapy” International Journal of Psychology, 31(3&4), 472. Facultad de Psicología (enviado para su publicación).
Mergenthaler, E. (1996b) “Emotion-Abstraction Patterns in Verba- Target, M., & Fonagy, P. (1996). Playing with reality II: The deve-
tim Protocols: A New Way of describing psychotherapy Processes”. lopment of psychic reality from a theoretical perspective. Interna-
Journal of Consulting and Clinical Psychology 64 (6) 1306-1318 tional Journal of Psycho-Analysis, 77, 459-479.
Mergenthaler, E. & Gril, S. (1996) “Descripcioón de las reglas Toranzo, E.; Taborda, A.; Ross, T.; Mergenthaler, E.; Fontao, M.
para la transcripción de sesiones de psicoterapia”. Revista Argen- (2007) “Foco, Interacción Grupal y Patrones Verbales en Grupos
tina de Clinica Psicológica, 5(2), pp. 163-176. de Padres: Estudio Piloto”. Memorias de las XIV Jornadas de In-
Mergenthaler, E. (1998) “Cycles of Emotion-Abstraction Patterns: vestigación Tercer Encuentro de Investigadores en Psicología del
A Way of Practice Oriented Process Research?” The British Psy- Mercosur “La investigación en psicología, su relación con la prác-
chological Society - Psychotherapy Section Newsletter, 24, 16-29. tica profesional y la enseñanza”. Buenos Aires: Universidad de
Buenos Aires, Facultad de Psicología Tomo I, pp. 127-129
Mergenthaler, E. (2008) “Resonating minds: A school-independent
theoretical conception and its empirical application to psychothe-
rapeutic processes” Psychotherapy Research, 18:2,109-126
Quiroga, S. (2003) Manual de Función Reflexiva para la aplicación
de la Entrevista de Apego en el Adulto. (Manuscrito no publicado)
Buenos Aires
Quiroga, S., Paradiso, L., Cryan, G., Moreno, C. & Auguste, L.
(2003) “La vincularidad en grupos paralelos de terapia focalizada
para adolescentes tempranos con conductas antisociales y sus
padres”. Memorias de las X Jornadas de Investigación: “Salud,
educación, justicia y trabajo. Aportes de la investigación en Psi-
cología” Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de
Psicología. Tomo I, pp. 95-97
Quiroga, S., Paradiso, L., Cryan, G., Auguste, L. & Zaga, D. (2004)
“Abordaje terapéutico para adolescentes tempranos con conduc-
tas perturbadoras: Trastorno Negativista Desafiante y Trastorno
Disocial”. Memorias de las XI Jornadas de Investigación: “Psico-
logía, sociedad y cultura” Buenos Aires: Universidad de Buenos
Aires, Facultad de Psicología. Tomo I, pp. 71-73
Quiroga, S., Paradiso, L. & Cryan, G. (2006) “Resultados de la
Psicoterapia Grupal Psicodinámica Focalizada- GTF en una
Muestra de Adolescentes con Conductas Perturbadoras y Padres
con Trastornos de la Personalidad”. Memorias de las XIII Jornadas

284 Psicología Clínica y Psicopatología


RELACIONES INTERPERSONALES Y EL CHAT
COMO NUEVO MODO DE COMUNICACIÓN.
UN ESTUDIO EXPLORATORIO EN ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS DE SAN LUIS
Tapia, María Lourdes; Cornejo, Marqueza
PROICO, Universidad Nacional de San Luis. Argentina

RESUMEN tionnaire Ad Hoc on the use of chat was administered.


La aparición de Internet ha generado otras formas de There was greater use of closed chat (the subjects inter-
subjetividad e intersubjetividad, nuevos lazos y diferen- act with people they know) and association of the type of
tes formas de comunicación interpersonal. La red a tra- chat sex, with males who tend to use the chat mixto.Una
vés de los chat, se ha constituido en un nuevo espacio large proportion of subjects (22.5%) chat from 8 or more
de experimentación de la identidad (Turkle, 1995; Walla- hours weekly and can be considered a possible risk
ce, 1999). Es de interés conocer las características de group to develop Internet addiction. It is important to
la comunicación por chat, por ser de gran uso en los jó- continue research in this field as an enabler of new con-
venes para interactuar con conocidos como para esta- tacts with features that are distinctive from other forms
blecer nuevos contactos, generando nuevas subjetivi- of human communications.
dades, en algunos casos asociadas a la patología. Es
un diseño transversal exploratorio descriptivo, de una Key words
muestra intencional: 276 estudiantes chateadores de Interpersonal Relationships Chat Communication
Universidades de San Luis, de entre 17 y 56 años
(M=22.29 D.E=4.75). Se aplicó un Cuestionario Ad Hoc
sobre el uso del chat. Se encontró mayor utilización del
chat cerrado (los sujetos interactúan con personas co- FUNDAMENTACIÓN: Sin duda uno de los aspectos
nocidas) y asociación del tipo de chat al sexo, siendo los más relevantes de la época contemporánea es el desa-
varones quienes utilizan más el chat mixto.Una gran rrollo acelerado de nuevas tecnologías aplicadas a re-
proporción de los sujetos (22.5%) chatea de 8 a más ho- des de información, generando un nuevo espectro de
ras semanales, pudiendo considerarse un posible gru- redes sociales, como también un nuevo paradigma de
po de riesgo a desarrollar adicción a internet. Es de re- la comunicación.
levancia continuar investigando en este campo, como La aparición de Internet ha generado otras formas de
nuevo posibilitador de contactos interpersonales con subjetividad e intersubjetividad, aparecen nuevos lazos
características que le son distintivas a otras formas de interpersonales, distintos vínculos y diferentes formas
comunicaciones humanas. de comunicación entre las personas. Dentro de las nue-
vas tecnologías, la red a través de los chat, y de los di-
Palabras clave ferentes modos de interacción que posibilita, se ha
Relaciones Interpersonales Chat Comunicación constituido en un nuevo espacio de experimentación de
la identidad (Turkle, 1995; Wallace, 1999). Una de las si-
ABSTRACT tuaciones comunicativas que aporta Internet son los fo-
RELATIONSHIPS AND CHAT AS A NEW MODE OF ros de discusión o grupos (chat o conversación) que co-
COMMUNICATION. AN EXPLORATORY STUDY IN nectan direcciones de correo de los usuarios y permiten
COLLEGE STUDENTS OF SAN LUIS la comunicación inmediata o la comunicación diferida
The Internet has spawned other forms of subjectivity (Crystal, 2002). Zegers y col. (2004) encontraron que
and intersubjectivity, new bonds and various forms of in- estudiantes universitarios comprometen la identidad en
terpersonal communication. Network through chat, has Internet, siendo los hombres quienes experimentan
become a new space for experimentation of identity más con las posibilidades de la realidad virtual y en-
(Turkle, 1995, Wallace, 1999). It is interesting to know mascaran más su identidad. Altuzarra (2007) observó
the characteristics of communication via chat, to be of en estudiantes de nivel medio, que la salud mental y el
great use to interact with young people known to estab- tipo de chat utilizado son predictores del compromiso
lish new contacts, creating new subjectivities, in some de la identidad en el medio virtual. Armstrong, Phillips y
cases associated with the disease. It is an exploratory Saling (2000) hallaron que la baja autoestima y las ho-
descriptive cross-sectional design, a purposive sample: ras de conexión por semana utilizando Internet, fueron
276 students chatters University of San Luis, aged be- las variables que más predecían los problemas relacio-
tween 17 and 56 years (M = 22.29 SD = 4.75). A ques- nados con la red.

Psicología Clínica y Psicopatología 285


El presente estudio forma parte de una investigación más La prueba de Chi-cuadrado de Pearson arrojó asocia-
amplia sobre los vínculos interpersonales establecidos ciones entre sexo y el tipo de chat utilizado (p=0.005),
en internet. Es de interés conocer las características de no así para horas de conexión. A partir de la prueba U
la comunicación por chat, por ser dentro de los nuevos de Mann-Whitney no se observan diferencias significa-
modos de comunicación, el más utilizado por los jóvenes tivas para la variable tipo de chat y sexo (U de M-W=
para interactuar tanto con conocidos como para estable- 7811.00 Z= -0.813 sig. p=0.416).
cer nuevos contactos, generando nuevas subjetividades, Se destaca en primer lugar, la amistad como objetivo de
en algunos casos asociadas a la patología. conexión, seguida por el ocio y juego. Esta misma ten-
dencia se encontró en la muestra de mujeres y varones
METODOLOGÍA: diseño transversal exploratorio y des- (amistad: 156/72; ocio-juego:81/45 respectivamente).
criptivo, de una muestra no probabilística.
Participantes: la población estuvo constituida por 318 CONCLUSIONES: Del total de sujetos que participaron
estudiantes de distintas Facultades de la Universidad en este estudio (318 estudiantes), sólo el 13 % informó no
Nacional de Cuyo y Nacional de San Luis. Se formó una utilizar el chat, indicando el gran uso de Internet en los jó-
muestra intencional de 276 estudiantes que reportaron venes para interactuar con otros. Diferentes estudios
chatear, de entre 17 y 56 años (M=22.29 de edad, D. apoyan esta tendencia (Wolak, Mitchel & Finkelhor,
E=4.75); 187 mujeres y 86 varones. El criterio de inclu- 2002). Al analizar características del chat, se encontró
sión fue el uso del Chat independiente del número de una mayor utilización del chat cerrado, en el que los suje-
horas semanales de conexión. tos interactúan con personas conocidas. Sin embargo,
Instrumento: CUESTIONARIO AD-HOC SOBRE USO existe un alto porcentaje que utiliza el chat mixto (cerrado
DEL CHAT se administró en forma colectiva. Consigna y abierto). Dado que el chat abierto o con personas des-
las variables: datos de filiación, nivel educativo, uso o conocidas permite un mayor anonimato en la interacción,
no del chat, tipo de chat empleado (abierto, mixto y/o podría inferirse que los sujetos que utilizan este tipo de
cerrado), horas de conexión (diarias y semanales), obje- chat tenderían a experimentar más con su identidad
tivos del uso/conexión. cambiando aspectos de sí mismos, no siendo fácilmente
Análisis de los resultados: Los datos fueron analiza- reconocidos por el otro con el cual se están comunican-
dos a través del programa estadístico para las Ciencias do. Se encontró que el tipo de chat está asociado al sexo
Sociales SPSS versión 17.0 y se realizaron análisis des- y aunque estadísticamente no se encontraron diferen-
criptivos de frecuencia. cias entre mujeres y hombres, se observó que los varo-
La muestra total estuvo conformada por una proporción nes utilizan más el chat mixto. Zegers y col. (2004) afir-
mayor de mujeres que de hombres (68.50% mujeres y man que los universitarios hombres son más desinhibi-
31.50% varones). Se distinguió a los sujetos según su dos, permisivos y presentan mayor tolerancia al enmas-
sexo, dado que la los estudios indican que hombres y caramiento de aspectos centrales de la identidad.
mujeres se comportan de modo diferente en Internet Respecto a las horas de chateo, la mayoría de estos su-
(Herring, 1996; Zegers, Larraín y Trapp, 2004). jetos chatean 4 o menos horas semanales, lo que indi-
caría que no son sujetos dependientes y que manejan el
Tabla 1. Distribución de los sujetos según el tipo de chat de manera controlada. Sin embargo, una gran pro-
chat utilizado porción de ellos (22.5%) lo hace de 8 a más horas a la
TIPO DE CHAT UTILIZADO semana, pudiendo considerarse un posible grupo de
TOTAL
ABIERTO CERRADO MIXTO riesgo a desarrollar adicción a internet. Este porcentaje
8 139 42 189 es mayor al encontrado por Zegers y col. (2004) y simi-
MUJERES
4.2 % 73.5% 22.2% 100% lar al reportado por Altuzarra y Zegers (2007). No se ob-
10 48 29 87 servaron asociaciones entre las horas de conexión y
VARONES
11.5% 55.2% 33.3% 100% sexo, indicando que el tiempo de uso del chat es inde-
MUESTRA TOTAL
18 187 71 276 pendiente al sexo.
6.5% 67.8% 25.7% 100%
Las principales motivaciones para conectarse son el
mantener contactos con amigos y conocidos, estable-
Tabla 2. Distribución de los sujetos según las Horas
cer nuevas relaciones y pasar el tiempo de ocio, ponien-
de conexión en el chat
do en evidencia la importancia que cada vez más, tiene
HORAS DE CHATEO SEMANAL
la dimensión interpersonal y luego el poder informativo.
MENOR IGUAL TOTAL Por lo expuesto, es de gran relevancia continuar inves-
O IGUAL 5 A 7 HS O MAYOR
A 4 HS A 8 HS tigando en este campo, como nuevo posibilitador de
117 30 42 189 contactos interpersonales con características que le
MUJERES
61.9% 15.9% 22.2% 100% son distintivas a otras formas de comunicaciones hu-
VARONES
46 21 20 87 manas. Se plantea como inquietud la probabilidad de
52.9% 24.1% 23% 100% extender su utilización al campo de la clínica como un
MUESTRA TOTAL
163 51 62 276 instrumento de interacción psicoterapéutica, lo que su-
59.1% 18.5% 22.5% 100%
giere nuevos desafíos para su conocimiento.

286 Psicología Clínica y Psicopatología


BIBLIOGRAFÍA
Altuzarra, M. y Zegers, B. (2007). Modelo empírico, descriptivo y
predictivo para el compromiso de la identidad en el chat en ado-
lescentes escolares chilenos. PSYKHE, Vol. 16, N°2, 85-96.
Armstrong, L., Phillips, J. y Saling, L. (2000). Potential determinants
of heavier internet usage. International Journal of Human-Com-
puter Studies, 53, 537-550.
Crystal, D. (2002). El lenguaje e Internet. Madrid, Cambridge
University Press.
Herring, S. (1996). Posting in a different voice. Gender and ethics
in CMC. En Ch. Ess (Ed.) Philosophical perspectives on computer
mediated communication (pp.115-145). Albany: State University
of New York Press.
Turkle, S. (1995). Life on the screen. Identity in the age of the in-
ternet. New York: Simon & Schuster.
Wallace, P. (1999). The psychology of the internet. Cambridge:
Cambridge University Press.
Wolak, J., Mitchel, K. & Finkelhor, D. (2002). Close online relation-
ships in a national sample of adolescents. Adolescence, 177 (37),
441-456.
Zegers, B., Larraín, M. E. y Trapp, A. (2004). El Chat: ¿Medio de
expresión o laboratorio de experimentación de la identidad? Es-
tudio en una muestra de 124 estudiantes universitarios de Santia-
go de Chile. Psykhe,13 (1), 53-59.

Psicología Clínica y Psicopatología 287


resúmenes
EL DEVENIR NIÑO Y ADOLESCENTE. ings, games and other productions in session, these are
children’s productions articulated at the familial group.
VIOLENCIA, FUNCIONES PARENTALES Still being in process this investigation, we detect specif-
ic psychopathologycal formations tied to the exercise of
Y SUS EFECTOS DE PODER the violence, in the described population.

Altobelli, Hernan Rodrigo; Grassi, Adrián Key words


Universidad de Buenos Aires Violence Psychic constitution Controversial divorce Re-
lationship

RESUMEN
Se plantea como problema de estudio la constitución
psíquica en niños/as y adolescentes cuyos padres se BIBLIOGRAFÍA
encuentran en situación de divorcio controvertido (UBA-
Aulagnier, P. (1977) La violencia de la interpretación. Del pictogra-
CyT 2010-2012). Partimos desde el Psicoanálisis como
ma al enunciado. Buenos Aires, Amorrortu.
marco teórico para el abordaje de esta problemática. El
objetivo principal es: evaluar situaciones vinculares que Aulagnier, P. (1994) Un intérprete en búsqueda de sentido. Méxi-
co, Siglo XXI.
revisten fallas en los procesos de elaboración de la se-
paración de la pareja conyugal, los efectos de domina- Berenstein, I. (2008) “Lo vincular vuelto a presentar” en Devenir
otro con otros(s). Buenos Aires, Paidos
ción y poder desde las funciones parentales, y su con-
secuente potencial traumatizante en la estructuración Díaz, E. (2010) Las grietas de control. Vida, vigilancia y caos.
Buenos Aires, Biblos
psíquica en los hijos. Para realizar esta investigación
trabajamos sobre la sistematización de una experiencia Grassi, A. (2010) “Violencia y estructuración psíquica” en Entre
basada en el desarrollo de un programa de extensión niños, adolescente y funciones parentales. Psicoanálisis e Inter-
disciplina. Buenos Aires, Entreideas
universitaria que implica la construcción de un dispositi-
vo de atención psicoterapéutico, con determinado uni- Kaes, R. (1999) Ambigüedad y ambivalencia de los vínculos de
transmisión entre las generaciones. Conferencia dictada en la
verso de análisis: niños/as y adolescentes, entre 4 y 19
Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo
años, con las características familiares antes mencio- (AAPPG), Buenos Aires.
nadas. Nos valemos de un análisis cualitativo tomando
Puget, J. (2010) “Del poder al poder. Su status metapsicológico”
en cuenta dibujos, juegos y otras producciones en se- inédito
sión, en tanto producciones del niño articuladas al gru-
Puget, J. y Kaes, R. (1991) Violencia de Estado y Psicoanálisis.
po familiar. Aún estando esta investigación en proceso, Buenos Aires, Centro Editor.
detectamos formaciones psicopatológicas específicas,
ligadas al ejercicio de la violencia que presenta la po-
blación descripta.

Palabras clave
Violencia Constitución psíquica Divorcio controvertido
Vínculo

ABSTRACT
CHILDREN AND ADOLESCENTS BECOMING.
VIOLENCE, PARENTAL FUNCTIONS AND ITS
EFFECTS OF POWER
The psychic constitution appears as problem of study
children and adolescents whose parents are in situation
of controversial divorce (UBACyT 2010-2012) We ap-
proach this problematic from the Psychoanalysis theo-
retical framewoork. The principal aim is: to evaluate re-
lationship situations you will link that they re-dress faults
in the processes of production of the separation of the
conjugal pair, the effects of domination and power from
the parental functions and their consistent traumatic po-
tential. To realize this investigation we work on the sys-
tematithing of an experience based on the development
of a university extension program that implies the con-
struction of a device of psycotherapeutic attention, with
certain universe of analysis: children and adolescents,
between 4 and 19 years, with the family characteristics
before mentioned. We use a qualitative analysis of draw-

Psicología Clínica y Psicopatología 291


TRASTORNOS ALIMENTARIOS Y years. Participants completed a Sociodemographic
questionnaire, the Eating Disorder Inventory-2 (Garner,
PERFECCIONISMO EN MUJERES 1991; adaptation Rutsztein et al., 2006) and the Almost
Perfect Scale Revised (Slaney, Rice, Mobley, Trippi &
ADOLESCENTES Y ADULTAS Ashby, 2001; adaptation Arana, Keegan & Rutsztein,
JÓVENES 2009). The data of the adolescent girls is currently being
analyzed. Preliminary results indicate that 23% of the
Cruz, Guido Salvador; Leonardelli, Eduardo; young adult women present risk of eating disorder. In
addition, young adult women at risk of eating disorder
Scappatura, María Luz
present significantly higher scores on most subscales of
UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad the EDI-2 and the Discrepancy subscale of the APS-R.
de Buenos Aires Young adult women at risk of eating disorder show high-
er levels of the maladaptive dimension of perfectionism.

RESUMEN Key words


La presente investigación fue realizada en el marco de Eating disorder Perfectionism Risk
una Beca Estímulo UBACyT. Numerosos estudios han
identificado a las mujeres como grupo de riesgo para
trastornos alimentarios. Además, se ha hallado que la
dimensión desadaptativa del perfeccionismo puede
BIBLIOGRAFÍA
funcionar como factor de riesgo de dichas patologías. El
objetivo del estudio es evaluar la asociación del riesgo American Psychiatric Association. (2000). Diagnostic and statis-
tical manual of mental disorders (Revised 4th ed.). Washington,
de trastorno alimentario, respecto las dimensiones
DC: Author.
adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo, en mu-
jeres adolescentes y adultas jóvenes. La muestra está Arana, F., Keegan, E. & Rutsztein, G. (2009). Adaptación de una
medida multidimensional de perfeccionismo: la Almost Perfect
conformada por 50 mujeres adolescentes de 13 a 18 Scale-Revised (APS-R). Un estudio preliminar sobre sus propie-
años y 55 mujeres adultas jóvenes de 19 a 25 años. Las dades psicométricas en una muestra de estudiantes argentinos.
participantes completaron un Cuestionario de datos so- Revista Evaluar Publicación Anual del Laboratorio de Evaluación
ciodemográficos, el Eating Disorder Inventory-2 (Gar- Psicológica y Educativa de la Facultad de Psicología de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba, 9, 35-53.
ner, 1991; adaptación Rutsztein et al., 2006) y la Almost
Perfect Scale Revised (Slaney, Rice, Mobley, Trippi & Boone, L., Soenens, B., Braet, C. & Goossens, L. (2010). An
empirical typology of perfectionism in early-to-mid adolescents
Ashby, 2001; adaptación Arana, Keegan & Rutsztein,
and its relation with eating disorder symptoms. Behaviour Research
2009). Actualmente se están analizando los datos co- and Therapy, 48, 686-691.
rrespondientes a las mujeres adolescentes. Resultados
Garner, D.M. (1991). Eating Disorders Inventory 2. Odessa, FL:
preliminares indican que el 23% de las mujeres adultas Psychosocial Assessment Resources.
jóvenes presentan riesgo de trastorno alimentario. Ade-
Garner, D. M. & Keiper, C. D. (2010). Eating Disorders. Revista
más, las mujeres adultas jóvenes con riesgo de trastor- Mexicana de Trastornos Alimentarios, 1, 1-26.
no alimentario presentan puntajes significativamente
Kirsh, G., McVey G., Tweed S. & Katzman D. K. (2007). Psycho-
superiores en la mayoría de las subescalas del EDI-2 y
social profiles of young adolescent females seeking treatment for
en la subescala Discrepancia de la APS-R. Las mujeres an eating disorder. Journal of Adolescent Health, 40, 351-356.
adultas jóvenes con riesgo de trastorno alimentario pre-
Pearson, C. A. & Gleaves D. H. (2006). The multiple dimensions
sentan elevados niveles de la dimensión desadaptativa of perfectionism and their relation with eating disorder features.
del perfeccionismo Personality and Individual Differences, 41, 225-235.
Peláez Fernández, M. A., Labrador Encinas, F. J. & Raich Escur-
Palabras clave sell, R. M. (2004) Epidemiología de los trastornos de la conducta
Trastorno alimentario Perfeccionismo Riesgo alimentaria en España: revisión y estado de la cuestión. Cuader-
nos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace, 71, 33-41.
ABSTRACT Peláez Fernández, M. A., Labrador, F. J. & Raich, R. M (2007).
EATING DISORDERS AND PERFECTIONISM IN Prevalence of eating disorders among adolescent and young adult
scholastic population in the region of Madrid (Spain). Journal of
ADOLESCENT AND YOUNG ADULT WOMEN
Psychosomatyc Research, 62, 681-690.
This research was conducted under an UBACyT student
scholarship. Numerous studies have identified women Rutsztein, G., Armatta, A., Casquet, A., Leonardelli, E., López, P.,
Marola, M.E., Moiseeff, C., Murawski, B. & Redondo, G. (2006).
as a risk group for eating disorders. Moreover, it was Body image and eating disorders in ballet students. Póster pre-
found that the maladaptive perfectionism dimension can sentado en International Conference on Eating Disorders, Barce-
act as a risk factor for these pathologies. The current lona, España.
study aims to evaluate the association of risk of eating Rutsztein, G, Murawski, B., Elizathe, L. & Scappatura, M. L. (2010).
disorder, respect adaptive and maladaptive dimensions Trastornos alimentarios: Detección en adolescentes mujeres y
of perfectionism in adolescent and young adult women. varones de Buenos Aires. Un estudio de doble fase. Revista
Mexicana de Trastornos Alimentarios, 1, 48-61.
The sample consisted of 50 female adolescents aged
13 to 18 years and 55 young adult women aged 19 to 25 Slaney, R. B., Rice, K. G., Mobley, M., Trippi, J. & Ashby, J. S.

292 Psicología Clínica y Psicopatología


(2001). The revised Almost Perfect Scale. Measurement and
Evaluation in Counseling and Development, 34, 130-145. RIESGO DE TRASTORNO
Suárez Hernández, N. V., Grinhauz, A. S. & Góngora, V. (2009).
Comparación del sistema de creencias y cogniciones relacionadas
ALIMENTARIO Y PERFECCIONISMO
con los trastornos de la conducta alimentaria entre estudiantes
de nivel medio y estudiantes universitarios. Memorias del I Con-
EN NIÑOS Y NIÑAS ESCOLARIZADOS
greso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en
Psicología. XVI jornadas de investigación. Quinto encuentro de Elizathe, Luciana; Murawski, Brenda María;
investigadores en psicología del MERCOSUR, 3, 560-561. Lievendag, Leonora; Diez, Marina; Barrios, Raúl
Miguel; Cruz, Guido Salvador; Rutsztein,
Guillermina
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Tecnológicas - UBACyT, Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN
Objetivo: evaluar si existen diferencias en perfeccionis-
mo entre niños/as con riesgo (R) y sin riesgo (NR) de
trastorno alimentario (TA). Muestra y Metodología: 243
niños (122 nenas-121 varones) de edad promedio de
11.46 (DE=0.92) años completaron los siguientes instru-
mentos: Cuestionario sociodemográfico, Children’s Ea-
ting Attitudes Test (ChEAT)(Maloney, McGuire, & Da-
niels, 1988), y Cuestionario de Perfeccionismo Infantil
(Oros, 2003). Fueron pesados y medidos por una nutri-
cionista según normas de la Sociedad Argentina de Pe-
diatría. Resultados: se identificó un 7.82% (n=19) de ni-
ños en riesgo de TA (8 nenas-11 varones), no existiendo
diferencias por sexo en esta variable. Se halló una dife-
rencia significativa en el Puntaje total de Perfeccionismo
(p=.001), y en cada una de sus subescalas - Autodeman-
das (p=.017) y Reacciones ante el fracaso (p=.000)-, en-
tre los niños R y NR de TA, presentando los primeros las
medias superiores. Sin embargo, al repetir los análisis di-
vidiendo la muestra por sexo, las diferencias halladas no
se mantuvieron para la subescala Autodemandas para
las nenas (p=.101) y tampoco para los varones (p=.136).
Conclusiones: Los niños con riesgo de TA presentan
puntuaciones superiores en perfeccionismo.

Palabras clave
Trastornos alimentarios Perfeccionismo Niños

ABSTRACT
RISK OF EATING DISORDER AND PERFECTIONISM
IN SCHOOLED BOYS AND GIRLS
Objective: to evaluate differences in perfectionism be-
tween children with risk (R) and without risk (NR) of eat-
ing disorder (ED). Sample and Methods: 243 children
(122 girls-121 boys) whose average age was 11.46 (SD=
0.92) years, completed the following instruments: So-
cio-demographic questionnaire, Children’s Eating Atti-
tudes Test (ChEAT)(Maloney, McGuire, & Daniels,
1988), Cuestionario de Perfeccionismo Infantil-Child
Perfectionism Questionnaire-(Oros, 2003). They were
weighed and measured by a nutritionist according to the
rules of the Sociedad Argentina de Pediatría. Results: it
was identified a 7.82% (n=19) of children with risk of ED
(8 girls-11 boys), with no gender differences in this vari-

Psicología Clínica y Psicopatología 293


able. It was found a significant difference in the Total
score of Perfectionism (p =.001), and in each of its sub-
ROL DEL CONTROL ESFORZADO EN
scales -Selfdemands (p =.017) and Reactions to failure EL DESARROLLO DEL DÉFICIL
(p=. 000)- among the children R and NR of ED, present-
ing the first ones the higher means. However, when the ATENCIONAL: UNA REVISIÓN
analysis was repeated dividing the sample by gender,
the differences found were not maintained for the sub- Hoffmann S., Marianela; Pérez Ewert, J. Carola
scale Selfdemands for the girls (p =.101) and neither for Universidad del Desarrollo. Chile
the boys (p=.136). Conclusions: children at risk of ED
have higher scores on perfectionism.
RESUMEN
Key words El desarrollo de la autorregulación es una habilidad
Eating disorders Perfectionism Children central en los dominios del comportamiento (Shonkoff &
Phillips, 2000). La evidencia demuestra que aquellos ni-
ños que presentan adecuadas capacidades de autorre-
gulación muestran mejores niveles de adaptación en su
BIBLIOGRAFÍA
desarollo biopsicosocial (Eisenberg, Hofer & Vaughan,
2007). El control esforzado (CE) guía la regulación de
Elizathe, L.; Arana, F.; Murawski, B. & Rutsztein, G. (2009). “Tras-
las emociones, comportamiento y cogniciones; y es de-
tornos alimentarios en niños y su relación con insatisfacción con
la imagen corporal y perfeccionismo: estado del arte”. En Memo- finido como la habilidad de inhibir una respuesta domi-
rias del I Congreso Internacional de Investigación y Práctica nante para realizar una respuesta subdominante (Ro-
Profesional en Psicología, XVI Jornadas de Investigación y Quin- thbart & Rueda, 2005). Esta capacidad se refleja en las
to Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR.
diferencias individuales para mantener y cambiar volun-
Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Tomo
1, pag: 34-36, Ciudad de Buenos Aires - República Argentina. tariamente la atención (control atencional), iniciar una
acción (control activacional) o inhibir una acción volun-
Elizathe, L., Murawski, B., Arana, F., Diez, M., Miracco, M. &
Rutsztein, G. (2011). Detección de Trastornos Alimentarios en tariamente (control inhibitorio). El estudio del CE ha co-
niños: Adaptación Lingüística y Conceptual del Children’s Eating menzado a ocupar una posición estratégica para com-
Attitudes Test (ChEAT). Anuario de Investigaciones de la Facultad prender el desarrollo de la psicopatología. De Pauw &
de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Vol XVII, pp. Mervielde (2010) plantean que el déficit en el control
33-40. ISSN 0329-5885.
atencional se relaciona con el desarrollo de psicopato-
Maloney, M. J., McGuire, J. B. & Daniels, S. R. (1988). Reliability logía internalizante y externalizante, en cambio los défi-
testing of a children’s version of the Eating Attitude Test. Journal
of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 27,
cit en el control inhibotorio juega un rol específico en el
541-543. desarrollo de la psicopatología externalizante. Se pre-
sentará una revisión que da cuenta del conocimiento
Oros, L. (2003). Medición del perfeccionismo infantil: Desarrollo
y validación de una escala para niños de 8 a 13 años de edad. actual del rol que juega el CE en el desarrollo del Sín-
Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación Psicológica, drome de Déficit Atencional (SDA)y se propondrán li-
16 (2), 99-112. neamientos para un tratamiento psicológico más efecti-
vo de esta patología externalizante.

Palabras clave
Control esforzado SDA Tratamiento

ABSTRACT
THE ROLE OF EFFORTFUL CONTROL IN THE
DEVELOPMENT OF ATTENTION-DEFICIT DISORDER:
A REVIEW
The self-regulation development is a core skill in the hu-
man behavior (Shonkoff & Phillips, 2000). Evidence ver-
ifies that children with adequate self-regulation show
higher levels of adaptation in their bio-psychosocial de-
velopment (Eisenberg, Hofer & Vaughan, 2007). Effort-
ful control (EC) guides the regulation of emotions, be-
havior and cognition, and it´s defined as the ability to in-
hibit a dominant response to perform a subdominant re-
sponse (Rothbart & Rueda, 2005). This ability is reflect-
ed in individual differences to maintain and change vol-
untary attention (attentional control), start an action (ac-
tivational control) or inhibit voluntary action (inhibitory
control). The study of the EC has begun to occupy a
strategic position to understand the development of psy-

294 Psicología Clínica y Psicopatología


chopathology. De Pauw & Mervielde (2010) suggest that
attentional control deficits are related to the develop-
DIAGNÓSTICO COMPRENSIVO DE
ment of internalizing and externalizing psychopathology, NIÑOS CON ANOREXIA NERVIOSA
however the inhibitory control deficit plays a specific role
in the development of externalizing psychopathology. Jafelice, Giovana; Tardivo, Leila
The aim of this review is report EC role in the develop- Conselho Nacional de Desenvolvimento Cientí-
ment of attention-deficit disorder (ADD) and proposes
fico e Tecnológico. Brasil
guidelines for more effective psychological treatment of
this externalizing pathology.
RESUMEN
Key words
Los transtornos alimentares reciben cada vez más aten-
Effortful control ADD treatment
ción en la Psicopatología contemporanea. Sus primeras
señales aparecen en la infancia, pero son de difícil diag-
nóstico. Dentro de las manifestaciones relacionadas al
deseo de aldegazar está la anorexia nerviosa. Más co-
BIBLIOGRAFÍA mún en mujeres de 14 a 17 años, puede iniciarse desde
De Pauw, S.,& Mervielde, I. (2010). Temperament, personality and los 7. El modelo etiológico que mejor la explica incluye
developmental psychopathology: A review based on the concep- factores biológicos, psicológicos y sociales. Para la Psi-
tual dimensions underlying chilhood traits. Child Psychiatry and canálisis, puede relacionarse a dificultades en las rela-
Human Development, 41, 313-329.
ciones primordiales y al intento de mantener el cuerpo
Eisenberg, N., Hofer, C., & Vaughan, J. (2007). Effortful control infantil y de omnipotencia. Así, es necesario un diag-
and its socioemotional consequences. En J.J. Gross (Ed.), Han-
nóstico que considere el significado que este transtorno
dbook of emotion regulation (pp. 287-306). New York: Guilford
Press. presenta para cada persona, también siendo terapéuti-
co. Este estudio propone el diagnóstico comprensivo de
Rothbart, M., & Rueda, M. (2005). The development of effortful
control. En U. Mayr, E. Awh, y S. Keele (Eds.), Developing indivi- dos niños com anorexia, objetivando describir aspectos
duality in the human brain: A tribute to Michael I. Posner (pp. psicodinámicos. La investigación se basó en el método
167-188). Washington, D.C.: American Psychological Association. clínico cualitativo, utilizando el estudio de caso. Los ins-
Shonkoff, J. & Phillips, D. (2000). From neurons to neighbourhoods: trumentos fueron: entrevistas com las madres, hora de
The science of early childhood development. Washington, DC: juego, HTP, TAT/CAT y Test de las Fábulas de Düss. Los
National Academy Press. resultados están de acuerdo com la literatura, expre-
sando aspectos psicodinámicos de la anorexia, como el
intento de omnipotencia y control del cuerpo. También
se verificó la eficácia del diagnóstico comprensivo al in-
vestigar el significado de esta manifestación para cada
persona mientras se inicia el processo terapéutico.

Palabras clave
Anorexia Niños Diagnóstico comprensivo

ABSTRACT
NERVOUS ANOREXIA COMPREHENSIVE DIAGNOSTIC
IN CHILDREN
Nowadays, eating disruptions are receiving more atten-
tion from Contemporary Psychopathology. The first
signs appear during childhood, but they are difficult to
discover. Among the disorders related to desire of losing
weight there is nervous anorexia. More common in
women aged between 14 and 17, it can start when the
child is 7. In these cases, it is usual to show depressive
symptoms and obsessive behavior. The best etiology
model that describes anorexia causes includes biologi-
cal, psychical and social factors. According to Psychoa-
nalysis, it is related to the difficulties in primordial rela-
tionships, the tentative to maintain the children body and
to omnipotence. In this way, it is necessary a diagnostic
that considers the meaning of this manifestation for
each person, also being therapeutic. This work pro-
pounds the comprehensive diagnostic of two children
that have nervous anorexia and aims to describe psy-

Psicología Clínica y Psicopatología 295


chodynamics aspects. The investigation was based on
clinical-qualitative method and used case study. The in-
RED DE APOYO SOCIAL Y TURNO
struments used were: interviews with mothers, one hour PSICOLÓGICO EN EL INSTITUTO DE
of game, HTP, TAT/CAT and Düss Fables Test. The re-
sults are according to the literature, showing psychody- PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD
namics aspects, as the omnipotent and body control
tentative. It was also indicated the comprehensive diag-
DE SÃO PAULO (IPUSP): SERVICIOS
nostic efficacy to investigate the personal meaning of AL SERVICIO DE ALUMNOS Y
anorexia while the therapeutic process begins.
COMUNIDAD
Key words
Anorexia Children Comprehensive diagnostic
Meza Mosqueira, Sáshenka; Tognetti Penha
Morato, Henriette
Instituto de Psicologia - Universidad de São
Paulo. Brasil
BIBLIOGRAFÍA
Appolinário, J. C. e Claudino, A. M. (2000). Transtornos alimenta- RESUMEN
res. Revista Brasileira de Psiquiatria, 22.
Este trabajo presenta metodología clínica de dos servi-
Bellak, L. e Bellak, S. S. (1991). Manual do Teste de Apercepção cios de atención psicológica abiertos a la comunidad en
Infantil Figuras de Animais. Editora de Livro Pleno. Campinas.
el IPUSP. El Turno Psicológico es modalidad clínica que
Buck, J. N. (1948). The H.T.P. Technique: a Qualitative and Quan- atiende quienes buscan atendimiento en situación de
titative Scoring Manual. Journal of Clinical Psychology, Monogr.
crisis. Alumnos e supervisores de turno ofrecen espacio
Suplement, 5: 1 - 120.
de acogimiento y escucha clínica colocándose a dispo-
Murray, H. A. (1973). Teste de Apercepção Temática. Mestre Jou. sición para acompañar la narrativa del paciente que su-
São Paulo.
fre. La necesidad de encaminamientos específicos le-
Ramalho, R. M. (2000). A escuta da palavra silenciada na anorexia vantadas en el Turno Psicológico llevó a crear el pro-
e na bulimia. Versão revisada da palestra apresentada na Jorna-
da de abertura da APPOA.
yecto Red de Apoyo Social, que establece acuerdos de
colaboración con otras instituciones y servicios, bus-
Tardivo, L.S.P.C. (1997). Análise e Interpretação. Em: Trinca, W.
cando intercambio de conocimiento para ofrecer aten-
Formas de Investigação Clínica em Psicologia. São Paulo. Vetor
Editora Psicopedagógica Ltda. ción de calidad a los usuarios. Estos servicios atienden
a dos públicos: practicantes de Psicología (atendiendo)
Tardivo, L. S. P. C. (1998). O teste de apercepção infantil e o
teste das Fábulas de Düss: Estudos normativos e aplicações no y comunidad. Transcurridos tres años de trabajo con-
contexto das técnicas projetivas com figuras de animais (CAT-A). junto, evaluaciones anuales señalan que ambos públi-
São Paulo. Vetor Editora Psicopedagógica Ltda. cos se benefician con el intercambio entre Red y Turno,
Tardivo, L.S.P.C. (2007). Adolescência e Sofrimento Emocional. y a su vez, entre USP e instituciones colaboradoras. El
Cap. 1. São Paulo. Vetor Editora Psicopedagógica Ltda. sentido clínico del trabajo realizado en los servicios se
Tarelho, L. G. (2009). Transtornos alimentares. Em: Assumpção, dirige a la explicitación de modos de cuidar de ser y del
F.B. Psicopatologia: aspectos clínicos. Rio de Janeiro. Guanaba- cuidado profesional dirigido a estos modos de cuidar,
ra Koogan. para, a partir de ellos, reflexionar sobre los posibles
Trinca, W. (1984). Diagnóstico psicológico: A prática Clínica. São despliegues. La Fenomenología Existencial sirve de re-
Paulo. EPU. ferencia teórico-metodológica para intervención en ser-
Turato, E. R. (2003). Tratado da metodologia da pesquisa clínico- vicios y para proyectos de investigación que en ellos se
qualitativa. Petrópolis. Vozes. originan.

Palabras clave
Turno psicológico Red apoyo

ABSTRACT
SOCIAL SUPPORT NETWORK AND
PSYCHOLOGICAL ATTENDANCE AT THE
PSYCHOLOGICAL INSTITUTE FROM THE SAO
PAOLO UNIVERSITY (IPUSP): SERVICES TO THE
COMMUNITY AND STUDENTS SERVICE
This paper presents THE clinical methodology of two
psychological attention services directed to the commu-
nity at IPUSP. Psychological Attendance is a clinical
modality that attends who searches for it in appearance
of a crisis situation. Students and supervisors from the
Psychological Attendance service offer a sheltering

296 Psicología Clínica y Psicopatología


place and also clinical listening by being available to go
along with the narrative from the patient in suffer. The
VIOLENCIA DE GENERO: TIPOS
needs for specific clients’ enrollments presented at the DE VIOLENCIA E INDICADORES
Psychological Attendance leaded to the creation of the
Social Support Network project, which seeks for knowl- DE PSICOPATOLOGIA EN MUJERES
edge exchange to offer a better service to the communi-
ty. Both services attend two audiences: graduation at-
MALTRATADAS POR SU PAREJA
tendants and the community itself. After three years Miracco, Mariana; Lanzillotti, Alejandra; Kasangian,
working together, annual evaluations point to the fact
Laura Virginia; Lago, Adriana
that both audiences receive considerable benefits from
the exchange between the Network and the Psycholog-
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
ical Attendance, as well as between USP and other col- y Técnicas- Instituto de Investigaciones, Facul-
laborator institutions/services. The clinical sense task tad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
realized by the two services deals with the clarification - UBACyT
of ways of being care and of the professional care dedi-
cated to those same modes of caring, in order to reflect
about clients’ possible developments. The Existential RESUMEN
Phenomenology appears as the theoretical and meth- Objetivo: presentar resultados preliminares acerca de
odological reference for the services interventions and indicadores de psicopatología y tipos de violencia refe-
to investigative projects derived from them. ridos por mujeres maltratadas por su pareja. Muestra y
metodología: 30 mujeres de entre 29 y 69 años (M:
Key words 45.77; DE: 10.37) completaron una serie de instrumen-
Psychological attendance Support network tos: cuestionario socio-demográfico, Cuestionario de
Violencia Doméstica (basado en la Entrevista Semies-
tructurada para Víctimas de Maltrato Doméstico -Eche-
burúa, Corral, Sarasua, Zubizarreta & Sauca, 1994), y
BIBLIOGRAFÍA
Escala de Síntomas de Trastorno de Estrés Postraumá-
tico (basada en la Escala de Gravedad de Síntomas del
Ayres, J. R. de C. M. (2004) O cuidado, os modos de ser (do)
Trastorno de Estrés Postraumático de Echeburúa et al.,
humano e as práticas de saúde. Saúde Social. São Paulo: SP. 13
(3) 1997). Resultados: el 96.7% de las participantes indicó
haber sufrido maltrato psicológico, mientras que el
Benjamin, W. (1936) O Narrador. In Benjamin, W. (1994) Magia e
técnica, arte e política: ensaios sobre literatura e história da cul- 73.3% refirió haber sufrido maltrato físico. La mayoría
tura. (pp.197-221) São Paulo, SP: Brasiliense. refirió haber sentido alguna vez que su vida estaba en
peligro (69%), y haber realizado denuncias del maltrato
Buss, P. M. (2007) Globalização, pobreza e saúde. Ciência e
Saúde Coletiva. Rio de Janeiro, RJ. 12 (6). sufrido (89.7%). Por otra parte, el 36.7% refirió haber
padecido violencia de tipo sexual. El 63% cumplió crite-
Cabral, B. E. B. & Morato, H. T. P. (2005 janeiro/dezembro) Con-
siderações metodológicas a partir da formulação de uma questão rios para Trastorno de Estrés Postraumático. El 44.8%
para pesquisa. Interlocuções: Revista de Psicologia da UNICAP. señaló haber presentado ideación suicida. Los resulta-
Recife, PE. 3(1/2), 155-176. dos destacan el impacto del maltrato sobre la salud
Critelli, D. M. (2006) Analítica do Sentido: uma aproximação e mental de las mujeres encuestadas.
interpretação do real de orientação fenomenológica (2ª Ed.) São
Paulo, SP: Brasiliense. Palabras clave
Morato, H. T. P.; Barreto, C. L. B. T.; Nunes, A. P. (2009) Aconse- Violencia Psicopatología Mujeres Pareja
lhamento Psicológico numa perspectiva fenomenológica existen-
cial. Rio de Janeiro, RJ: Guanabara Koogan.
ABSTRACT
Morato, H. T. P. & Andrade, A. N. (2004) A dimensão ética (e GENDER VIOLENCE: TYPES OF VIOLENCE AND
moral) das práticas institucionais. Estudos de Psicologia da Uni- PSYCHOPATHOLOGY INDICATORS IN WOMEN
versidade Federal do Rio Grande do Norte. Natal, RN. 09 (02),
345-353. MALTREATED BY THEIR PARTNERS
Objective: to introduce preliminary results about indica-
tors of psychopathology and types of violence referred
by women maltreated by their partners. Sample and
methodology: 30 women between ages 29-69 (M:
45.77; SD: 10.37) completed several questionnaires: so-
cio-demographic questionnaire, Domestic Violence
Questionnaire (based on Entrevista Semiestructurada
para Víctimas de Maltrato Doméstico, Echeburúa, Cor-
ral, Sarasua, Zubizarreta & Sauca, 1994), and Posttrau-
matic Stress Disorder Sympthomatology Scale (based
on Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de
Estrés Postraumático- Echeburúa et al., 1997). Results:

Psicología Clínica y Psicopatología 297


96.7% of participants referred having suffered psycho-
logical abuse, 73.3% reported physical abuse. The ma-
LA INTERNALIZACIÓN DEL IDEAL
jority referred having felt their lives were in danger DE DELGADEZ EN LOS TRASTORNOS
(69%), and have made reports of the abuse (89.7%).
36.7% referred having suffered sexual abuse. 63% met ALIMENTARIOS
criteria for posttraumatic stress disorder. 44.8% pre-
sented suicide ideation. Results highlight the impact of Murawski, Brenda María; Elizathe, Luciana;
abuse on the mental health of interviewed women. Rutsztein, Guillermina
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
Key words y Tecnológicas - UBACyT, Facultad de Psicología,
Violence Psychopathology Women Couple Universidad de Buenos Aires

RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA Introducción: En las últimas décadas diversos autores
Crespo, M. & Arinero, M. (2010). Assessment of the Efficacy of a
han focalizado sus estudios en los factores de riesgo de
Psychological Treatment for Women Victims of Violence by their los trastornos alimentarios (TA), con el fin de mejorar
Intimate Male Partner. The Spanish Journal of Psychology, 13 (2). tanto la prevención como el tratamiento de estas patolo-
849-863. gías. En el desarrollo de estos trastornos se entrecru-
Echeburúa, E. & de Corral, P. (2009). Manual de Violencia Fami- zan factores biológico-genéticos, psicológicos, familia-
liar. Madrid: Siglo XXI. res y socioculturales. Objetivo: Presentar una revisión
Echeburúa, E., Corral, P., Amor, P.J., Zubizarreta I., & Sarasua, acerca del papel de la internalización del ideal de delga-
B. (1997). Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de dez en la aparición y mantenimiento de los TA. Metodo-
Estrés Postraumático: propiedades psicométricas. Análisis y logía: Se realizó una búsqueda bibliográfica en diversas
Modificación de Conducta. 23. 503-526.
bases de datos (Science Direct, PubMed, EBSCOhost,
MEDLINE y ELSEVIER) utilizando palabras clave rela-
cionadas con la temática. Resultados: Se encontraron
diferentes tipos de estudios: 1) estudios transversales
que evalúan la asociación entre los TA y la internaliza-
ción del ideal de delgadez, 2) estudios longitudinales
que sitúan a dicha internalización como factor de riesgo
de TA, y 3) revisiones de la literatura. Conclusiones: La
internalización del ideal de delgadez implica adoptar
ideales de belleza de delgadez definidos socialmente,
así como también aquellos comportamientos dirigidos a
alcanzarlos, siendo una variable mediadora entre las
presiones socioculturales y el desarrollo de insatisfac-
ción con la imagen corporal y alteraciones alimentarias.
De este modo, es un factor de riesgo para el desarrollo
de los TA. Asimismo, incide en el mantenimiento de es-
ta patología.

Palabras clave
Trastornos alimentarios Internalización del ideal de del-
gadez

ABSTRACT
THIN-IDEAL INTERNALIZATION IN EATING
DISORDERS
Introduction: In recent decades several authors have fo-
cused their studies on risk factors for eating disorders
(ED), in order to improve the prevention and the psycho-
therapeutic treatment devices of these pathologies. In
the developing of ED are intertwined biological-genetic,
psychological, familial and sociocultural factors. Objec-
tive: To review the role of the thin-ideal internalization in
the development and maintenance of ED. Method: A lit-
erature search was performed in various databases
(Science Direct, PubMed, EBSCOhost, MEDLINE and

298 Psicología Clínica y Psicopatología


Elsevier) using different keywords related to the topic.
Results: Different types of studies were found: 1) cross-
EVALUACIÓN DE MODALIDADES
sectional studies which evaluate the association be- DE INTERVENCIÓN EN EL ÁMBITO
tween ED and the thin-ideal internalization, 2) longitudi-
nal studies that explain this internalization as a risk fac- PÚBLICO PARA POBLACIÓN
tor for ED, and 3) literature review studies. Conclusions:
The thin-ideal internalization implies make own societal
CON TRASTORNO DE PÁNICO
standards of attractiveness (which are characterized by Quesada, Silvia; Muzzio, Gabriela; Arano, María
thinness) and perform behaviors aimed to achieve these
Paula
ideal. The thin-ideal internalization is a mediator factor
between sociocultural pressures and the development
Universidad de Buenos Aires
of body image dissatisfaction and risk eating behaviors.
In conclusion, it is an important factor for the develop-
RESUMEN
ment and maintenance of ED.
El presente proyecto se enmarca dentro de lo que se
denomina Investigación clínica de resultados en psico-
Key words
terapia. El mismo se lleva a cabo en un centro de Salud
Eating disorders Thin-ideal internalization
dependiente de la Universidad de Buenos Aires (Hidal-
go) El objetivo principal del estudio es indagar el impac-
to de tres modalidades de intervención en lo pacientes
con trastorno de pánico, el cual es un trastorno de an-
BIBLIOGRAFÍA siedad altamente discapacitante y un importante pro-
Elizathe, L.; Murawski, B & Rutsztein, G. (2011). La cultura de la blema de salud pública. Las modalidades de interven-
delgadez en los niños. Encrucijadas-UBA, Revista de la Univer- ción utilizadas son: psicoterapia de orientación psicoa-
sidad de Buenos Aires, (50), 39-43.
nalítica focalizada (12 sesiones), tratamiento psicofar-
López-Guimerà, G. & Sánchez-Carracedo, D. (2010). Prevención macológico, y tratamiento combinado (psicoterapia y
de las alteraciones alimentarias. Fundamentos teóricos y recursos
medicación). Los objetivos secundarios del estudio pro-
prácticos. Madrid: Pirámide.
puesto son: observar el impacto de las diferentes moda-
Martínez-González, A. M.; Gual, P.; Lahortiga, F.; Alonso, Y.; lidades de intervención en la sintomatología del trastor-
Irala-Estévez, J. & Cervera, E. (2003). Parental factors, mass
media influences, and the onset of eating disorders in a prospec- no y en la calidad de vida del paciente así como otros
tive population-based cohort. Pediatrics, 111 (2), 315-320. aspectos de su funcionamiento global (desempeño so-
Murawski; B.; Elizathe, L. & Rutsztein, G. (2009). Hábitos Alimen-
cial, laboral, académico), la adherencia a cada una de
tarios e Insatisfacción con la Imagen Corporal. Un estudio com- las modalidades de tratamiento y la satisfacción del pa-
parativo entre mujeres y varones estudiantes de escuelas secun- ciente con cada modalidad de tratamiento La muestra la
darias. Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psicología componen pacientes mayores, de 18 a 45 años que
de la Universidad de Buenos Aires, XVI (I), 65-72.
cumplen con los criterios de la A.P.A. (2000) para tras-
Rutsztein, G. (2009). Teoría y terapia cognitivo-conductual de los torno de pánico con y sin agorafobia.
trastornos alimentarios. Revista Diagnosis, 6, 11-26.
Rutsztein, G.; Armatta, A. M. & Murawski, B. (2009). Interdiscipli- Palabras clave
na en trastornos alimentarios. Redes y Paradigmas, 3, 353-370. Pánico Psicoterapia Intervención Combinación
Rutsztein, G.; Murawski, B.; Elizathe, L. & Scappatura, M. L. (2010).
Trastornos alimentarios: Detección en adolescentes mujeres y ABSTRACT
varones de Buenos Aires. Un estudio de doble fase. Revista
Mexicana de Trastornos Alimentarios, 1, 48-61.
ASSESSMENT OF INTERVENTION MODALITIES IN A
PUBLIC SITE FOR THE POPULATION WITH PANIC
Sands, E. R. & Wardle, J. (2003). Internalization of ideal body
DISORDER
shapes in 9-12-years-old girls. International Journal of Eating
Disorders, 33, 193-204. Panic disorder consists of an anxiety disorder highly in-
capacitating and it is a very important public health
Stice, E. (2002). Risk and maintenance factors for eating patho-
logy: A meta-analytic review. Psychological Bulletin, 128 (5), 825- problem. Panic disorder represents very high costs for
848. the public health system. Treatment for panic disorder
has made several improvements over the last 25 years.
The McKnight Investigators (2003). Risk Factors for the Onset of
eating Disorders in Adoelscentes Girls: Results of the McKnight The main public resource to assist this population is giv-
Longitudinal Risk Factor Study. American Journal of Psychiatry, en by psychologists with psychodynamic training and, in
160, 248-254. second place, clinical medical doctors or psychiatrists
Thompson, J. K. & Stice, E. (2001). Thin-Ideal Internalization: with training in psychopharmacology. The aim is to study
Mounting Evidence for a New Risk Factor for Body-Image Distur- the impact of available intervention modalities on the
bance and Eating Pathology. Current Directions in Psychological public sites (psychodynamic and pharmacology treat-
Science, 10 (5), 181-183.
ment oriented psychotherapy). In order to do this, sub-
jects will be assigned to three groups: psychosocial in-
tervention, pharmacology intervention and combined in-
tervention (psychosocial and pharmacology). We will

Psicología Clínica y Psicopatología 299


study the impact of those treatment modalities on the Jornadas de Investigación, tomo I: 40-41. Facultad de Psicología,
disorder´s symptomatology and on the patient´s quality Universidad de Buenos Aires.
of life as well as other aspects of his global operation Garay, C., Fabrissin, J., Korman, G., ET.C.hevers, M. y Biglieri, J.
(social, academic, work performance), adherent to each (2008). Combinación de psicofármacos y psicoterapia en la lite-
ratura científica y en la práctica clínica local. Asociación Argenti-
treatment modality and patient´s satisfaction with each na de Psiquiatras (AAP), 15º Congreso Internacional de Psiquia-
treatment modality. Also, this study aims at watching the tría. Trabajo premiado.
impact of the experience and training of professionals
Garay, C., Korman, G. (2008). Guías clínicas en salud mental, la
involved in all the aspects mentioned above. situación en Argentina. Vertex. Revista Argentina de Psiquiatría,
19 (77), 491-495.
Key words Jufe, G. (2001). Psicofarmacología práctica. Buenos Aires: Edito-
Pánic Psychotherapy Intervention Combination rial Polemos.
Katon, W. (1996). Panic disorder: relationship to high medical
utilization, unexplained physical symptoms, and medical costs.
Journal of Clinical Psychiatry, 57(suppl 10),11-18.

BIBLIOGRAFÍA Kessler RC, McGonagle K, Zhao S, Nelson C, Hughes M, et al.


1994. Lifetime and 12-month prevalence of DSM-III-R psychiatric
Alonso, M., Gago, P. (2006). Algunos aspectos cuantitativos de la disorders in the United States: results from the National Comor-
evolución de la psicología en Argentina 1975-2005. Póster pre- bidity Survey. Arch. Gen. Psychiatry 51:8-19
sentado en las XIII Jornadas de Investigación de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Kessler, R. C., Chiu, W. T., Demler, O., & Walters, E. E. (2005).
Prevalence, severity, and comorbidity of twelve-month DSM-IV
American Psychiatric Association (1998). Practice guideline for disorders in the National Comorbidity Survey Replication (NCS-R).
the treatment of patients with panic disorder. Disponible en, www. Archives of General Psychiatry, 62(6), 617-27.
psych.org
Lambert, M. J.; Bergin, A. E.; Garfield, S. L. (2004). Introduction
American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and statisti- and Historical Overview. In Lambert, M . J. (ed.). Bergin and
cal manual on mental disorder (4th edition, text revision). Was- Garfield’s Handbook of Psychotherapy and Behavior Change (5th
hington DC, Author. edition). New York: John Wiley & Sons. pp. 3-15.
Bandelow, B., Seidler-Brandler, U., Becker, A., Wedekind. D., Leichsenring, F., Hiller, W., Weissberg, M., & Leibing, E. (2006).
Rüther, E. (2007). Meta-analysis of randomized controlled com- Cognitive-behavioral therapy and psychodynamic psychotherapy:
parisons of psychopharmacological and psychological treatments techniques, efficacy, and indications. Psychotherapy, 60(3), 233-
for anxiety disorders. World Journal of Biological Psychiatry, 8(3), 259.
175-187.
Markowitz, J. S., Weissman, M. M., Ouellette, R., Lish L. D., &
Barlow, D., Gorman, J., Shear, K., Woods, S. (2000). Cognitive- Kleman, G. L. (1989). Quality of life in panic disorder. Archives of
Behavioral Therapy, Imipramine, or Their Combination for Panic General Psychiatry, 46, 984-992.
Disorder, A Randomized Controlled Trial. Journal of the American
Medical Association, 283, 2529-2536. McHugh, R., Otto, M., Barlow, D., Gorman, J., Shear, M., Woods,
S. (2007). Cost-efficacy of individual and combined treatments for
Brown, T. A., Antony, M. M., & Barlow, D. H. (1995). Diagnostic panic disorder. Journal of Clinical Psychiatry, 68 (7), 1038-1044.
comorbidity in panic disorder: effect on treatment ouT.C.ome and
course of comorbid diagnoses following treatment. Journal of Milrod, B., & Shear, M. K. (1991). Dynamic treatment of panic di-
Consulting and Clinical Psychiatry, 63, 408-418. sorder: a review. Journal of Mental Disorders, 179, 741-743.

Butler, A. C., Chapman, J. E., Forman, E. M., & Beck, A. T. (2006). Milrod, B., Busch, F., Cooper, A., Shapiro, T (1997). Manual of
The empirical status of cognitive-behavioral therapy: a review of Panic-Focused Psychodynamic Psychotherapy. Arlington: Ame-
meta-analyses. Clinical Psychological Review, 26(1), 17-31. rican Psychiatric Publishing.

Dannon, P. N., Lowengrub, K , Amiaz, R., Grunhaus, L., Kotler, M. Milrod, B., Leon, A. C.., Busch, F., Rudden, M., Schwalberg, M.,
(2004). Comorbid cannabis use and panic disorder: short term and Clarkin, J., Aronson, A., Singer, M., Turchin, W., Klass, E. T., Graf,
long term follow-up study. Human Psychopharmacology; 19(2):97- E., Teres, J. J., & Shear, M.K. (2007). A Randomized Controlled
101. Clinical Trial of Psychoanalytic Psychotherapy for Panic Disorder.
The American Journal of Psychiatry, 164, 265-272.
Degenhardt L, Hall W, Lynskey M (2001). Alcohol, cannabis and
tobacco use among Australians: a comparison of their associations National Institute for Clinical Excellence (2004). Anxiety: manage-
with other drug use and use disorders, affective and anxiety disor- ment of anxiety (panic disorder, with or without agoraphobia, and
ders, and psychosis. Addiction, 96(11), 1603-1614. generalized anxiety disorder) in adults in primary, secondary and
community care. Clinical Guideline 22. Disponible en www.nice.
Echeburúa, E., & Corral, P. (2001). Eficacia de las terapias psico- org.uk
lógicas: de la investigación a la práctica clínica. Revista Interna-
cional de Psicología Clínica y de la Salud, 1, 181-204. Pollack, M. H. (2003). Combined paroxetine and clonazepam
Treatment strategies compared to paroxetine monotherapy for
Eysenck H.J. (1952). The Effects of Psychotherapy: An Evaluation, panic disorder. Journal of Psychopharmacology, 17(3), 276-282.
Journal of Consulting Psychology, 16, 319-324.
Programa de Investigación y Vigilancia Epidemiológica en Salud
Feixas, G., & Miró, M. T. (1993). Aproximaciones a la psicoterapia. Mental. (2008). Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Disponi-
Barcelona: Editorial Paidós. ble en:
http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/salud/s_mental/archivos/
Furukawa, T., Watanabe, N., Churchill, R. (2006). Psychotherapy
pivesam_datos_2008.pdf
plus antidepressant for panic disorder with or without agoraphobia.
The British Journal of Psychiatry, 188, 305-312. Quesada, S. (2010). Una Explicación psicoanalítica del ataque de
pánico. Ed. Letra Viva Buenos Aires - Argentina
Garay, C., Fabrissin, J., ET.C.hevers, M. (2008). Combinación de
tratamientos en salud mental. La perspectiva de profesionales en Quesada, S, & ET.C.hevers, M. (inédito). Adaptaciones de la
formación en la Ciudad de Buenos Aires. Memorias de las XV psicoterapia psicoanalítica en el ámbito público.

300 Psicología Clínica y Psicopatología


Ravindran, L. N., Stein, M. B. (2010). The pharmacologic treatment
of anxiety disorders: a review of progress. Journal of Clinical Ps- PERFECCIONISMO ADAPTATIVO Y
ychiatry, 71(7), 839-854.
Reed, G. M., McLaughlin, C. J., & Newman, R. (2002). American
DESADAPTATIVO EN TRASTORNOS
Psychological Association policy in context. The development and
evaluation of guidelines for professional practice. The American
ALIMENTARIOS
Psychologist, 57, 1041-1047.
Scappatura, María Luz; Arana, Fernan
Schmidt, N. (1999) Panic Disorder: Cognitive Behavioral and
Pharmacological Treatment Strategies. Journal of Clinical Psycho-
UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad
logy in Medical Settings, 6 (1), 89-110. de Buenos Aires - Consejo Nacional de Investi-
Schmidt, N. B., & Keough, M. E (2010). Treatment of Panic. Annual gaciones Científicas y Técnicas
Review of Clinical Psychology, 6, 241-256.
Shedler, J. (2010). The Efficacy of Psychodynamic Psychotherapy.
American Psychologist, 65(2), 98-109. RESUMEN
Smith, M.L. and Glass, G.V. (1977). Meta-analysis of psychothe-
El presente trabajo forma parte de un proyecto de inves-
rapy ouT.C.ome studies. American Psychologist, 32, 752-60. tigación más amplio, cuyo objetivo es explorar una posi-
ble asociación entre perfeccionismo y estrategias de
Swinson, R. P., Cox, B. J., & Woszczyna, C. B. (1992). Use of
medical services and treatment for panic disorder with agorapho- afrontamiento utilizadas por adolescentes con y sin
bia and for social phobia. Canadian Medical Association Journal, trastornos alimentarios. En las últimas décadas diver-
147, 878-883. sos autores han delimitado aspectos adaptativos y as-
Tolin, D.F. (2010). Is cognitive-behavioral therapy more effective pectos desadaptativos del perfeccionismo. Esta distin-
than other therapies? A meta-analytic review. Clinical Psychology ción ha sido puesta en discusión sin existir actualmente
Review, 30, 710-720. un claro consenso acerca del tema. Esta presentación
Van Apeldoorn, F., van Hout, W., Mersch, P., Huisman, M., Slaap, tiene como objetivo dar cuenta del estado del arte en re-
B., Hale, W. et al. (2008). Is a combined therapy more effective lación a esta temática a través de una revisión bibliográ-
than either CBT or SSRI alone? Results of a multicenter trial on
panic disorder with or without agoraphobia. Acta Psychiatrica
fica. Se presenta el estado de conocimiento sobre el
Scandinavica, 117 (4), 260-270. perfeccionismo desde sus aspectos adaptativo y desa-
daptativo en el campo específico de los trastornos ali-
Watanabe, N., Churchill, R., Furukawa, T.A. (2007). Combination
of psychotherapy and benzodiazepines versus either therapy mentarios. Se analizan y discuten los resultados de los
alone for panic disorder, a systematic review. BMC Psychiatry, 14, trabajos publicados sobre el tema así como las impli-
7-18. cancias de los mismos.
Wiborg, I., Dahl, A. (1996). Does brief dynamic psychotherapy
reduce the relapse rate of panic disorder? Archives of General Palabras clave
Psychiatry, 53 (8), 689-694. Perfeccionismo adaptativo-desadaptativo Trastornos
alimentarios

ABSTRACT
ADAPTIVE AND MALADAPTIVE PERFECTIONISM IN
EATING DISORDERS.
This work is part of a larger research project whose
main objective is to explore a possible association be-
tween adaptive and maladaptive dimensions of perfec-
tionism and coping strategies used by adolescents with
and without eating disorders. In recent decades, adap-
tive and maladaptive aspects of perfectionism have
been proposed by several authors. This distinction has
been discussed without existing now a clear consensus
on the subject. The aim of this presentation is to report
the state of the art in relation to this issue through a liter-
ature review. We present the state of knowledge on
adaptive and maladaptive aspects of perfectionism in
the specific field of eating disorders. We analyze and
discuss the results of the published papers on this sub-
ject and its implications.

Key words
Perfectionism Adaptive-Maladaptive Eating disorders

Psicología Clínica y Psicopatología 301


BIBLIOGRAFÍA
Bardone, A.; Wonderlich, S., Frost, R., Bulik, C., Mitchell, J.,
Uppala, S., & Simonich, H. (2007) Perfectionism and eating disor-
ders: Current status and future directions. Clinical Psychology
Review 27.384-405.
Hamachek, D. E. (1978). Psychodynamics of normal and neurotic
perfectionism. Psychology, 15, 27-33.
Stoeber, J., & Otto, K. (2006). Positive conceptions of perfectio-
nism: approaches, evidence, challenges. Personality and social
psychology review an official journal of the Society for Personali-
ty and Social Psychology Inc, 10(4), 295-319.

302 Psicología Clínica y Psicopatología


MEMORIAS
III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XVIII Jornadas de Investigación
Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR

Se terminó de imprimir en el Departamento de Publicaciones de la Facultad de Psicología


de la Universidad de Buenos Aires en el mes de octubre de 2011

303

También podría gustarte