Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para llevar a cabo este punto del procedimiento, se compararon los perfiles craneales de
5 especies: Australopitecus africanus, Homo erectus, Homo sapiens neanderthalensis,
Homo sapiens fossilis, y el hombre actual Homo sapiens sapiens tomando como “molde”
el perfil craneal del hombre actual, para comparar los puntos de mayor prominencia es
decir, la glabela (punto más prominente de la región interciliar de la frente) y el inion
(punto más prominente de la protuberancia occipital externa), y graficando superponiendo
los perfiles craneales de las otras especies, haciendo coincidir los puntos de promienecia
antes mencionados (ver gráfico anexo).
En cada perfil craneal de las especies analizadas, se observa que conforme avanzan en
el proceso de evolución, el prognatismo o proyección de la cara hacia delante, es más
normal, pues en las especies más primitivas la prognación era menor, indicando más bien
una proyección mandibular, haciendo que la estructura ósea superior de la cara se vea
ubicada muy atrás; ya en el perfil craneal del hombre actual se reconoce un prognatismo
regular, que mantiene una línea semirecta desde el arco superciliar hasta la mandibula.
Compárense los arcos superciliares en todos los perfiles, ¿qué puede decirse de
este carácter anatómico después de la observación de los distintos estadios
evolutivos?
Es un hueso pequeño en comparación con el occipital del hombre actual, pero el cráneo
luce con una gran capacidad craneal en comparación con las otras especies de
homínidos anteriores, pues la base de la región occipital es más amplia.
El tamaño del cráneo conforme se avanza en cada estadio evolutivo es más grande lo
que nos indica el crecimiento y desarrollo cerebral en aumento en cada etapa evolutiva;
en cuanto al tamaño de la cara en los estadios evolutivos muestra una menor proyección
mandibular pues la dentición también se modificó, y la reducción significativa del arco
superciliar (y su proyección), haciéndo que el perfil de la cara se muestre en una línea
semirecta y lo que destaca es el tamaño del neurocráneo que es mayor en cuanto se
avanza en la evolución de los homínidos.
La inclinación del hueso frontal es mayor en las especies más primitivas de los homínidos,
pues en estas el desarrollo cerebral no era mayor, sin embargo conforme se avanza en el
análisis de los estadios evolutivos, se observa que el hueso frontal adquiere una
inclinación menor ubicándose en una posición más recta que es clara señal de que el
cerebro ocupa un mayor espacio en el nuerocráneo.