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Pastillas

al
Amanecer

Daniel Devia
1º parte
Los cuerpos y la periferia

Recogido de un poeta viejo

De la noche a la mañana, por años


me oculté, sombra en la ciudad,
como un desaparecido por sí mismo
solo por temor
al fuego de estas palabras.

Ya estoy viejo
Las palabras se comieron
mi vida entera
mi familia, mi casa y mis sueños
y ahora sé
que puedo morir sin casa
y hasta sin familia
pero no
sin el fuego
tras estas palabras.
Intimidad de reciclaje

Basura tirada en el piso


transeúntes que la pisan y la pisan
En este minuto tu libertad es no buscar
ningún paraíso
caminar solo por la calle llena de basura
Hay niñas que quieren ser como sus madres
y parir y parir
Hay niños que quieren ser militares
para tener la salud y el dinero
que siempre les faltó
Hay jóvenes que se van del país, odiándolo
Hay viejos que quieren morirse junto a la ciudad
que fallece también
Tú quieres poder mirar la basura y hablar con alguien
y eres lo más real que encontré en esta tarde
en este mundo lleno de mierda y máscaras
Tu simpleza es un regalo
que no entiendo
pero existe,
lo puedo asegurar
Lo encontré de casualidad y existe
tan real
como las lágrimas que alguien dejo
junto a esta basura en el piso
que encontraste buscando comer.
Sacrificios

Zapatos oscuros
y corbata al cuello
las ansias de ser amada por su madre
palpitando en los ojos
Dorisma va caminando
mochila a la espalda
-ahí donde los secretos arden-
y la adolescente que será pronto se rompe.
Dorisma va a la escuela
donde le gritarán que los negros son sucios
y le harán sancadillas
Esa escuela
donde odiará y temerá
y entre romper a otros
y romper a su familia
ella aceptará
irse rompiéndose por dentro
en esa escuela.
Alzheimer

Madre, estás recogiendo


los pañales de tu mamá
que ya no te recuerda al mirar tu cara.
Vas al baño del asilo
que no puedes pagar.
Esas lágrimas son un hilo, mamá
entre esta tierra y otras muertes
porque solo hay corazón al final de todo.
Sales del baño
con los ojos abiertos y tristes
miras en mi abuela
una nueva y terrible niñez
y te abrazo.
Paja

He dejado la ropa en otro rincón


en la pantalla frente a mí no hay
cuerpos, solo fragmentos
una carnicería de jadeo
No tengo palabras en el oído
ni sonrisas que despierten
al corazón
La pantalla se cierra
Quisiera masturbarme solo para mí mismo
pero cuando me toco con las manos
mi mente crea un fantasma de ti
En cada lugar de mi piel caliente
Mi cuerpo y cara
son también fantasmas
y cuando te abrazo en este universo
tan real
siempre hay partes de alguien
que se caen a las sábanas.
Invalidez

Este lugar
doloroso como cuerpo enfermo
y bello de contradicción

Ella te ama
aunque ya no a tu cuerpo
y sin pronunciar
algo que pueda romperte
juega a la carne con otros
guardando para ti
una oscuridad más íntima
tierna
patética
dolorosa
honesta
y tú, que escuchas con ojos cerrados
respondes:
No hay mucho que romper
en quien ha perdido tanto
Es suficiente el afecto
callar y estar
con eso basta
Lo demás, todo lo demás
a esta altura
contradicción o no
importa poco
o importa nada.
Sobre ti mismo

Abriste los ojos -Veo vivir mi oscuridad.


La veo hasta el fondo:
aún allí es mía y vive.
Paul Celan, de Oscuridad en Oscuridad

No llores sobre ti mismo


llora sobre todos
todos nosotros
el charco de agua sobre la ropa
la cama ensangrentada
el hombre que pide afuera de la casa
que todos sean
un poco de tu llanto
tu risa y tu pecho
sobretodo tu llanto
El dolor no es una soga al cuello
es una vena que nos une como un cuerpo
aunque hay
un vientre cubierto de sangre
una nube al atardecer
un día caluroso
de hambre y angustia.
un dolor que se deshace.

Deja que todos seamos


en este día
un poco de tu llanto.
Invalidez. 2º movimiento

Caminar más lento


el burrito en ambas manos
la sonda junto a la cadera
y el corazón despacio.

Ya no está el temor a caerse.


Que se acerque más la muerte,
La vergüenza es mejor maestra
y aún está, incluso,
cuando el cuerpo depende de otros.
Todo lo que he perdido
se quedó en un hospital
al fondo de la memoria
y si duele, a veces mucho,
el costo ya no es tan alto
y el cuerpo se acostumbra
a casi, casi todo.

Que se acerque más la muerte


pero despacio
Aún tiemblo
la proximidad de ese abrazo
lo que conozco
solo como testigo
lo que no conozco
salvo como otro miedo
en el cuerpo
Y el dolor... dolor de caderas.
Infeliz

Nadie va a querer
Levantarse todos los días
Con las cicatrices del mundo en la frente
Jean Jacques Pierre Paul.

Este dolor de espaldas


es un sueldo mínimo
son dos hijos y una cuota mensual
3 horas diarias de viaje por trabajo
y mi piel negra
Es la enfermedad de huesos y el smog
Este dolor de espaldas
es llevar un mundo a cuestas
Un mundo sin nombre
que se confunde con todo
lo que ya perdí
tan lejos
y es un mundo
en el que elegí empezar a vivir
y a morirme
Reflexiones nacidas a partir de una búsqueda detallada
pero muchas veces poco fructífera de lugares donde ir a morir
en calma, paz y socorro no solo a partir de la web,
sino también en locomoción colectiva.

Todos los que quieren morir olvidados


se van a Recoleta
y no al cementerio
sino a bares, plazas o lugares inencontrables
Esto para poder morir escondidos.
- Sabe, a los chilenos les gusta esconderse.
Siempre esconden todo. Desde su verguenza
hasta su origen huacho.
Su amor también. Prefieren que todo sea pequeño,
comedido, discreto.
Es algo que les enseñó el patrón, sí,
al mismo que eligen de presidente cada cuatro años.
Esos personajes que fundan países para criar a sus hijos
como quien compra una parcela-.

Por eso aman tanto el fútbol


Los gritos de gol permiten esconderse
Uno ya no se siente a sí mismo
Sino que mira el incesante movimiento oblicuo
de la pelota en el campo
algo como

y cuando hay un gol se deja de sentir. Todo es olvido.


¿Los obreros? Gol de Chile
¿Los ancianos? Gol de Chile
¿Los niños del sename?... gol de Chile
¿los mapuches? ........... gol…..
……………………………………………….

y así y así.
Como decía, es mejor no confiar en un chileno
a menos que tenga cierta rara sensibilidad
probablemente lo encontrarás en un bar de Recoleta
o se esté muriendo en Lampa
fumando pasta
en una noche negra.
Cama del resguardo

Cada noche
acostados uno junto al otro
suenan celulares y computadoras
entre sus dedos

Alguien está perdido


entre sus manos y sus ojos
alguien que ella extraña
cuando se voltea para dormir
con la mandíbula apretada
por los sonidos de celulares.
Silencio en la cocina

He sido madre y dueña de casa


desde los 16 a los 68
Lloré mesas y cubiertos
de noches que no dormí
hice de esta cocina un templo
donde las radios cristianas
me acompañaron
con el chirrido del dial
mi cuerpo se hizo pan y té
en esta cocina

Y tú, que naciste de este cuerpo


que parió 7 hijos
entregado a la artrosis y al dolor reumático
viajas, anhelas tener casa
drogarte y escribir
mi historia o la nuestra.

Este té y este pan


moldearon tu cara
y tus pobres anhelos
y ese arte pobre
de tus escritos
no podría jamás sostener
el afecto
que te moldeó a pan y té
en esta vieja cocina.
2º parte
Los locos y las pastillas

Espacio vacío

Este abismo que llega de repente


y parece que todo lo arrastra
¿lo llamaré dolor?

Es dolor, este abismo.


Y si es capaz de llevarse
los huesos
entonces, lo que quede en su lugar
será lo más real.
Mascara

Mi cara en el espejo
no es fealdad que encontré en la calle
es fealdad para reconocerse
Porque en universos de imágenes
donde a cada forma sigue otra
hay detrás un sí mismo, un olvidado
palpitando más allá de cada espejo
más allá de la fealdad, aparente o real
por eso el dedo
toca la superficie
queriendo ir adentro
De pronto el gesto adecuado
es no dar nombre
a esa imagen, ni a ninguna
No hay más secreto en las palabras
ni en el pesar por la fealdad
o el anhelo por la belleza
Mejor es voltearse, descubrir
aún con sorpresa
ese universo que hay
sin desvío ni máscara
en esta fealdad.
Hacia la decapitación

Deja que la ciudad te devore


con sus mil bocas
que ya están en tu cuerpo.

Finalmente solo perderías


la memoria de palabras
que escribieron en tu piel
quienes quisieron amarte
y despreciarte.
2.1 Sección para Suicidas y Pájaros

Azotea

para Jazmín

Ella siempre quería dejar de existir


nunca lo dijo a quien no lo comprendería
Una carta como pájaro
le dejó a su hermano Manuel
Ahí cuenta
cómo al amanecer
quiere lanzarse desde la azotea
con alas que no existen
o que existen y que solo ve
alguien que está en tus sueños
La carta misma eres tú
cuando en su boca te nombra Manuel
Eres tú y también el placer
de caer y desaparecer
una y otra vez
Y cada vez que lo haces
alguien sueña con otro nombre
y tu cuerpo se convierte en él
Sí, es un cuerpo
que ni Manuel ni otros pueden tocar
porque es muy difícil sostener
en la memoria o en el pecho
esos lugares que desaparecen
esos lugares que tú conoces
más que nosotros y nuestros sueños.
Para ir desapareciendo

Todavía suena en el aire


el gusto de estar vivo
en una dulce canción
que siempre se termina

El tiempo
enorme y devorador
se ha bebido las ganas de amar
La canción se está acabando otra vez
y este palpitar
ya no puede enviar su sonido
a ningún oído
en este mundo.
Para Rodrigo Lira

Algo morirá más tarde


no sé qué, pero algo morirá
una mujer, un anhelo o un país

Solo tengo piedras en las manos


y un libro
que escribiste con tu vida
¿Alguien soñará contigo?

Morirá también mi rostro


en una ducha en el invierno
Quizás morirá todo
salvo esto
que no se escribe.

Cierra las puertas


y deja las ventanas abiertas
Tus papeles son un firmamento
aunque veces siento
que te cortas el cuerpo otra vez.

¿Alguien soñará con nosotros?


Te cortas
en una tina vieja
pero el universo nos traga
en un día de poesía oscura.

¿Alguien soñará la vida?


Algo morirá otra vez
y solo hay
piedras en las manos.
2.2 Otras pastillas y cuerpos.

Patio de comidas

Este espacio tan lleno de gente


está tan vacío
En él se perdió un universo
En él se rompió tu cuerpo
y el mío se confundió con la comida chatarra

Lo dulce es también punzante


Buscar otra vez esa complicidad
aunque tu cuerpo se rompa
y el mío se confunda
con la comida y la mierda.

Y es cierto que tenemos


un tiempo más
Ahí nos desechamos
plástico, cartón y gluten.

Nos observamos
y me alargo y te alargas
aplastados, pesados
el cuerpo falla
y el silencio es cierto
Tan cierto como habitar
esta chatarra.
Sesión con trabajadora social

No hables ya
no tienes que responderle a nadie
ésta, tu sensibilidad
que alguien podría quitarte
ese espía que pretende justicia
sicólogo o juez que quiere el testimonio real
"cómo fue que te tocaron, cómo fue
que te penetraron"
Quédate aquí, otra vez
deja que tu sensibilidad te abrace
habita ahí
No hay ojos que puedan entrar
a los lugares donde existimos de verdad
los que dicen conocerte mienten
incluso la familia
y no han logrado matar
tu sensibilidad
en pos de una oscura justicia
que realmente
nadie conoce.
La televisión y tú

Cada domingo él se sienta, solo, para ver un partido de Colo Colo.

Son 50 años de hacer lo mismo. Lo hace para construir lo que haría su padre si estuviera
vivo. Cada domingo los goles los sonríe y los grita, solo, sentado en el sillón, con una Coca
Cola y un paquete de papas fritas. Cuando el partido acaba, el silencio que se espesa, hace
mover sus manos hacia su miembro, abre el cierre y se erecta. La eyaculación es fría, pero
no la emoción, de recordar a alguien que besó su vientre y su miembro una vez, hace
años, hace años. Y no sabe, al final de este partido, si está preparado para levantarse
nuevamente.
Frente a la puerta del hogar

Ella se acerca a la puerta del hogar, cargada con bolsas del supermercado. Se detiene ahí y
siente que podría abandonarlo todo. Macharse sin decir adiós. Botar la compras, la carne
para el marido, los yogurt para los hijos, la crema depilatoria, los cepillos para los niños.
Dejar todo y solo marcharse. Aprieta las manos y entra rápido - la carne para el marido, el
yogurt para los niños, la crema para cocinar- para que esta emoción, tan profunda, no
penetre más en el corazón.
3º parte
Darse de alta

Anotación de paciente 0325

Curarse no es quitar la enfermedad, a esta altura.

Es poder observarla de frente.

Anotación de paciente 0245

La poesía es enfermedad y cura al mismo tiempo


y en un mismo cuerpo.

Anotación de paciente 067

La poesía está tirada en la calle


pero es mejor morir sin poesía
porque la calle duele y la poesía te lanza demasiado lejos
como para volver.

Anotación de paciente 002

Todo irá mejor


cuando los demás se den cuenta
de que también están enfermos,
como nosotros.
Estás encantado de estar. Alguien te respira.
Eres su exhalación
y no sabes
si hay algo
de tu realidad
-esa que tanto amas-
que no sea
tu propio
sueño.
En algún lugar

Siempre
cuando la comida se acaba
y después de acostarme contigo
digo, sin hablar,
gracias, por recibir este caos
sin preguntarme nada

Haces esta noche inmensa


Haces del cemento un hogar
como en un juego de niños
un juego, claro,
que espontáneamente sucede
en algún lugar de la noche.
Secreto de una poeta política

Cuando se toma el pelo


cuando se levanta
cuando come sola en la calle o la cocina.
acostumbrada a la lucha, por un segundo
que se oculta dentro de otro segundo
quiere ser esa que no necesita luchar
ese momento de balanceo
como cuando fue niña en brazos de su abuela
o cuando fue abrazada, o cuando abrazó
a ese alguien que no volverá a ver
Es un destello
que solo el silencio puede sostener
invisible
entonces lo guarda
en un silencio secreto otra vez
en un segundo dentro de otro segundo
para no olvidarlo
y seguir, seguir.
Confianza en lo oscuro

No tengas miedo
de los gritos de esta noche
en esta oscuridad
los fantasmas no mienten
y es más cierto
este calor oscuro
que todos los gritos
que oímos de día.
Un rincón de tu casa

Deja un minuto para mirar


todas las flores que nos dejó la desesperación.
Las tardes suceden
y la certeza es mayor.
El mejor espacio para morir con tranquilidad
es este cuarto
donde puedo respirar
y palpitar
mi propia muerte
y un afecto
sin destino.
Todavía

En una carretera de Santiago


en un hospital público a medianoche
en La Pintana
en tu sombra y tu llanto
en el baño del hospital
en la recepción de la cárcel
frente a una animita
en una celda de la cárcel
en un lugar sin nombre de tu sangre
Todavía cantan los poetas
con la voz que no tuvimos
Anotación de paciente 036

Las pastillas y la locura


La locura y las pastillas
han sido dos amantes
y me he vuelto
su saliva.

Anotación de paciente 078

Me he rebelado a hablar
porque la gota rebalsó el vaso
Ustedes no,
pero alguien
lo entenderá.

Anotación de paciente 084

Para que pueda existir


este mundo
entre la poesía y nosotros
he vomitado las pastillas
Y si las vuelvo a tomar
es mejor que se acabe
el cuerpo.

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