Los cuatro arquetipos femeninos

Igual que la luna somos cuatro y somos una… (Juliaro)

Información tomada del libro Luna Roja de Miranda Gray

Bruja-Menstruación - Luna nueva- Invierno

La oscuridad de la luna permite la introspección y el descanso, por
lo que la fuerza vital disminuye.

Es el momento más sabio de nuestro ciclo ya que encarnamos a la

anciana sabia, y además estamos más conectadas a los planos
espirituales.

En esta fase todos los sentidos se agudizan, se hace presente el

sexto sentido.

Nos conectamos más con nuestro dolor personal y con el dolor de

otros, por lo que las emociones permanecen a flor de piel.

Existe creatividad visionaria sobre proyectos futuros

Durante esta fase lo importante es detenerse, descansar y

escucharse.

Doncella- Pre ovulación- Luna creciente- Primavera

Nos volvemos niñas, estamos más enérgicas y juguetonas.

Es la etapa más seca del ciclo y aquella en que nos encontramos

más masculinizadas, por lo tanto es un buen momento para el
deporte y el trabajo pesado.

Es el mejor momento para planear ya que nuestra mente está clara

y experimentamos mayor seguridad y confianza en nosotras
mismas. Es un buen momento para razonar respecto a ciertas
situaciones.

Es además una fase muy sociable ya que las energías y el foco está
hacia el exterior.
Madre- Ovulación- Luna llena- Verano

La mujer experimenta una energía protectora capaz de alimentar y

dar sustento a otros.

Pierde interés por la propia persona centrándose en los demás seres.

La creatividad está en estado máximo, por lo que somos fértiles en

todo sentido.

Nos sentimos más conectadas con la tierra y el cosmos.

Deseamos encontrar la sexualidad placentera y espiritual con la

pareja.

Es un buen momento para reconectarnos con vínculos afectivos,

especialmente con la madre y los hijos.

Nos vemos más bellas, por lo que es un buen momento para sacarle
partido a nuestro cuerpo.

Hechicera- Pre menstruación- Luna menguante- Otoño

La energía y el foco comienzan una transición hacia adentro.

Es un buen momento para podar y sacar las malas hierbas de la

semilla plantada. Por ende es una fase que nos permite transmutar y
botar lo viejo.

El sexto sentido está muy desarrollado, por lo que para sacar

provecho de él debemos aprender a distinguir la intuición del
pensamiento.

Podemos canalizar la energía destructora y la agresividad que

aparecen en esta fase en alguna actividad artístico creativa.

Se debe tener cuidado con los sentimientos autodestructivos que

aparecen en esta fase ya que el foco está en los defectos.