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Cuenta la historia que hace muchos años, en un tiempo remoto, tiempo que
la gente más vieja establece por más de trescientos años, sin embargo, no se tienen
registros históricos o documentos que puedan probar la fecha, la gente de santa
cruz dice que la festividad tiene trescientos seis años exactamente; por otro lado,
las personas de san francisco Ayotuxco mencionan que la fiesta tiene aún más
años, quizá trescientos ochenta años o más. En esta época sucedió una gran
sequía, donde la gente padecía mucha hambre y desconsuelo por falta de agua, la
gente desesperada tomo la decisión de solicitarle la lluvia a la señora de los
remedios, “pues ella remedia cualquier mal” los hombres se pusieron de acuerdo y
se dirigieron con ofrendas y las pocas flores que pudieron conseguir para visitar a
la virgen de los remedios y solicitarle la lluvia, sin embargo las lluvias no llegaron;
así que se realizó otra peregrinación hacia la virgen de los remedios con el mismo
fin pero ahora iban mujeres, la petición tampoco tubo resultado. Así que, se pensó
que tal vez llevando niños la plegaria tendría éxito, y así fue, se cuenta que solo así,
con niños, la virgen escucho y otorgo el favor de la lluvia. Así que la gente en acción
de gracias, prometió que cada año irían los niños a solicitar la lluvia a la virgen de
los remedios para que no volvieran a suceder las sequias.
La peregrinación tiene tiempos rituales que se inician hasta con tres años
de anticipación, este año en san francisco Ayotuxco la gente se prepara con meses
de anticipación reuniendo un poco de capital económico y algunos utensilios que
serán empleados en la peregrinación y estancia en la basílica de los remedios. Hay
gente que se levanta un poco más temprano para realizar caminatas a los lugares
de trabajo o simplemente realiza sus actividades sin el empleo de ningún tipo de
transporte. Hay personas que hacen penitencia o rezan un novenario antes de salir
en procesión.
Cabe destacar que la danza de la Maka me, o del Maka me, es una danza
completamente ritual, pues se realiza por la noche, en la intimidad de la comunidad,
sin pretender que sea vista por nadie más, no se busca mostrar al público, solo se
hace por tradición y en honor a la virgen de los remedios.
Los capitanes “salientes” les dan la bienvenida a los capitanes que recién
tomaran el cargo, se ofrecen consejos y se les exhorta a llevar con bien el cargo
que se les está otorgando, por otra parte, los nuevos capitanes agradecen y
expresan que no defraudaran a la población y mucho menos a la virgen de los
remedios. Después de varias intervenciones de los capitanes se hace la entrega de
los bastones de mando, de las imágenes de la Virgen de los Remedios y del Divino
rostro, de las estampas y del sahumerio o Tlemaitl; poco después el niño capitán se
despoja de sus ropas para entregarlas al nuevo capitán, los demás niños entregan
un sombrero, y una hoz de madera adornada con los colores verde, blanco y rojo.
Se hace la danza de la mazorca y de segadores, cada uno de los niños son llevados
a basar una cruz formada por los nuevos bastones de mando además de una
pequeña imagen de la virgen de los remedios colgada del pecho del niño capitán
“entrante”, después de esto, los nuevos capitanes y alpaciños llevan cargando hacia
la basílica de los remedios las imágenes y elementos religiosos; por la tarde se
realiza la comida con los nuevos capitanes y se comienzan a preparar las cosas
para emprender el regreso a casa.
El día martes diez y seis por la mañana se prepara un desayuno que consta
de pan y café, se limpia y recogen los utensilios empleados durante la estancia en
la casa del peregrino y se prepara la salida rumbo a santa Cruz y San Francisco
Ayotuxco. Se recorre el mismo camino de regreso, con el mismo orden y con el
mismo fervor, al llegar al paraje de Trejo, la gente de Ayotuxco se encuentra
esperando a los peregrinos con tamales de todo tipo, colores y sabores, los
peregrinos llegan y son recibidos en el atrio de la capilla y los tamales son
intercambiados entre gente de uno y otro pueblo, entre vecinos del mismo pueblo y
entre la gente que ha forjado una amistad durante la peregrinación y estancia en la
basílica de los remedios. Después del banquete o “tamaliza” tanto la gente que llevo
los tamales, como la gente que venía en la peregrinación continúan con la caminata.