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Objetivo de la clase:
• Leer y comprender un artículo informativo sobre una situación misteriosa.
• Investigar y escribir un texto sobre un tema misterioso relacionado con la lectura anterior.
•Encontrar características similares entre el Triángulo de las Bermudas y la Atlántida.
• Realizar una presentación oral sobre lo investigado.
Responde en tu cuaderno:
¿Qué es el Triángulo de las Bermudas?
¿Qué sienten algunas personas cuando atraviesan el Triángulo de las Bermudas? ¿Por qué se
sienten así?
Objetivo de la clase:
• Leer y comprender un artículo informativo sobre un ser muy misterioso.
• Profundizar la comprensión de los artículos leídos en clases anteriores.
• Encontrar similitudes y diferencias entre los textos.
De acuerdo con la historia, la Atlántida era una inmensa isla – continente dividida en diez reinos cada uno de los
cuales estaba bajo el dominio de un rey diferente. De acuerdo con la ley atlante, los reyes deberían ayudarse los
unos a los otros en lugar de combatir, y esto hicieron por muchas generaciones trayendo paz y prosperidad a la
isla.
Pero eventualmente la sabiduría que Poseidón (dios de la Atlántida) les había dado a sus gobernantes empezó a
diluirse, y la avaricia comenzó a corroer sus corazones. En su arrogancia, se lanzaron a la conquista del
mundo conocido y llegaron a doblegar a todos los habitantes de los territorios antes mencionados, hasta ser
detenidos en las puertas de Atenas. Entonces, debido a su mala conducta, los dioses los habría castigado con una
catástrofe tal que su memoria, incluso, desapareciera.
Dentro de todas las historias legendarias, sin lugar a dudas la Atlántida ocupa un lugar especial. Se han escrito miles
de relatos sobre ella, que hablan de lo avanzado de su civilización, de las características de su sociedad, de sus
fantásticos animales o las tecnologías inéditas (para su época) que poseían. Sin embargo, la existencia de esta
ciudad jamás ha podido comprobarse, por lo que científicos y aficionados por igual debaten sobre su realidad y
buscan las pistas que nos puedan llevar a esta legendaria urbe.
La historia de Platón comenzó a tomarse en serio en torno al siglo XIX, cuando cientos de entusiastas se lanzaron a
la búsqueda de las ruinas de la misteriosa ciudad perdida. Dentro de los argumentos a favor de su existencia estaban
el rápido desarrollo tecnológico de la época pre – clásica griega y su difusión por grandes zonas de Europa, así
como la existencia de leyendas semejantes en otras regiones del mediterráneo. De acuerdo con estas teorías, la
Atlántida habría sido quién llevó la civilización a todos los rincones de Europa y del occidente asiático,
permitiendo el origen de civilizaciones posteriores.
Después de Platón, empezaron a surgir teorías diferentes sobre la naturaleza de esta ciudad. Algunos afirman que se
trató de una civilización avanzada que fue destruida por una catástrofe tecnológica, otros, que en realidad se
encontraba en la Antártida, donde fueron encontrados sus restos. Así mismo, algunos hablan de una
civilización atlante que se extendió desde Norteamérica hasta Europa en el hemisferio norte y desde el actual
Brasil hasta el actual Sudán en el hemisferio sur. Sin embargo, estas teorías carecen de una fuente histórica sólida
(como el relato de Platón) y por lo tanto son difíciles de verificar, no digamos, de utilizar para una eventual
búsqueda de la ciudad perdida.
Es complicado responder a esta pregunta, pues si bien nuestros documentos no brindan ninguna referencia a
este reino, su supuesta antigüedad indicaría que las fuentes de que disponemos no son viables para encontrar esta
información. Sin embargo, algo sí sabemos y es que de acuerdo con la tectónica de placas, es imposible que un
continente del tamaño descrito por Platón (“más grande que Libia y Asia juntas”) haya existido entre
Norteamérica y Europa. Incluso islas considerablemente más pequeñas, del tamaño del subcontinente indio,
habrían dejado una impronta evidente en las placas.
Sin embargo, es posible que en efecto existiera una ciudad avanzada en estas regiones, solo que en una isla de
menor tamaño o bien, en las costas portuguesas. Esta es la teoría de diversos científicos que suponen que, si bien
un subcontinente no podía existir en esta región, una pequeña isla en el Atlántico, o incluso en el Mediterráneo,
perfectamente habría podido ser la cuna de una civilización desarrollada (y destruida por algún fenómeno natural).
Sin embargo, otra cosa clara es que es altamente improbable que un gran imperio como el descrito por Platón
existiera 9000 años antes de su relato, así fuera solo porque para entonces Atenas no existía como Polis. Así,
quienes buscan la ciudad calculan que es más probable que existiera en torno al año 2000 o 3000 a. C., y
diversas propuestas se han hecho sobre su ubicación:
Recientes descubrimientos de un naufragio en las costas de Sicilia tendrían restos de oricalco, que algunos aseguran
es uno de los míticos metales que, de acuerdo con Platón, se explotaban en la Atlántida. El naufragio data del año
2600 a. C.
De acuerdo con un equipo de arqueólogos y geólogos dirigidos por el profesor Richard Freund, la Atlántida estaría
situada al noroeste del actual puerto de Cádiz. Imágenes satelitales permiten ver una estructura de círculos
concéntricos muy similar a la descrita por Platón. Aparentemente, en la región existen túneles que podrían hacer
parte de un antiguo acueducto, y se han encontrado pequeñas estatuas de la edad del bronce; la ciudad habría sido
destruida por un Tsunami.
Algunos afirman que la verdadera ubicación de la Atlántida es en la costa oriental del actual Marruecos. Sin
embargo, no se han realizado expediciones a gran escala para encontrar la mítica ciudad.
Por último, es una noción común que la civilización Minoica, en Creta, sea el origen de la leyenda, pues
efectivamente se trató de una sociedad insular destruida por fenómenos naturales. Sin embargo, se ubica
mucho más al oriente de lo afirmado por Platón y no se tiene constancia de la invasión de Creta a otras
regiones europeas. Al contrario, tras la catástrofe, fueron los griegos micénicos quienes terminaron de
destruir esta particular civilización.
Sobre Atlantis queda mucho por decir. Los esfuerzos para encontrar esta mítica ciudad han sido considerables, pero
hasta el momento los avances en este aspecto han sido más
bien pocos. Quizás en unos años encontremos unas ruinas
que se correspondan efectivamente con lo descrito por
Platón, solo entonces estaremos en la capacidad de desvelar
el misterio.