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Resumen del Tratado Elemental de Derecho Romano

Introducción

La palabra derecho se deriva de “dirigiere”, implica una regla


de conducta, de este modo se define como el conjunto de reglas que
rigen las relaciones sociales. Estas reglas se determinan en la
conciencia y razón de lo justo e injusto, con esto podríamos concebir
la existencia de un derecho ideal cuyos principios se basarían en la
idea de lo justo, también se le conoce como derecho natural. Pero
era insuficiente con solo decirlo, necesitábamos materializar en
reglas precisas formuladas en textos, por lo que investimos a una
persona encargada de tal labor llamándolo autoridad que se encarga
de publicar en edictos estas reglas, que constituyen las leyes. El
conjunto de leyes forma el derecho positivo definiéndose como el
conjunto de reglas cuya observancia está prescrita y sancionada en
los distintos pueblos. Este derecho es variable por lo que un interés
mal entendido o necesidades pasajeras retardan su progreso
necesitando siglos para que las instituciones jurídicas las perfeccione
y tengan una concepción perfecta de un derecho ideal.
Los derechos son de orden políticos y privados. Los de orden
políticos consisten en la participación de los ciudadanos en el
gobierno y administración del Estado. Los privados son de orden
particular tales como derechos de familia, reales y crédito.
El Derecho Romano es el conjunto de los principios de derecho
que han regido la sociedad romana en las diversas épocas de su
existencia, desde su origen hasta la muerte del emperador
Justiniano. Después de varios siglos, países como Francia la
aplicación ya no era susceptible y promulgaron el Código Civil.
Aunque su estudio no ha cesado de constituir la base de toda
educación jurídica.

Estos son los motivos por la cual el estudio de la legislación romana


todavía es útil:
1. Tiene una utilidad histórica porque nuestro derecho actual
tiene por orígenes las costumbres y el Derecho Romano. Para
comprender bien sus disposiciones es esencial conocer las
leyes antiguas de donde ellas nacen porque es el medio más
seguro de apoderarse de su verdadero espíritu y de apreciar
su valor.
2. Debe estudiarse como un modelo porque no solamente se
incluyen leyes sino también las aplicaciones que se hicieron
por los jurisconsultos, las cuales se distinguen por una lógica
notable, análisis y deducción. Por lo que el derecho es el
resultado del trabajo del espíritu humano, llamándole razón
escrita por Cristóbal de Thou.
3. Constituye el fondo de las principales legislaciones de Europa:
Derecho Alemán originado del derecho germánico y romano,
Español del canónico y romano, e Italia en que los redactores
del Código Civil de 1865 se inspiraron en las leyes romanas.
4. Es indispensable para comprender la historia y la literatura
romana.
Durante los primeros siglos de Roma el derecho estaba íntimamente
unido con la religión y los romanos tuvieron expresiones diferentes
para designar las instituciones que ellos consideraban como origen
divino y las que emanaban los hombres. Fas es el derecho sagrado,
lex divina; jus es la obra de la humanidad, lex humano y se aplica al
derecho en toda su integridad. El jus era un conjunto de reglas fijadas
por la autoridad y a las cuales los ciudadanos estaban obligados a
obedecer. Ulpiano según Celso lo define como el arte de lo que es
bueno y de lo que es equitativo. Ulpiano formula los tres grandes
preceptos: vivir honestamente, no dañar al otro, dar a cada uno lo
suyo.
Sin embargo, los romanos siempre han distinguido el dominio del
derecho del de la moral absteniéndose de reglamentar todo lo que es
asunto de consciencia, asegurando así el respeto de la libertad
individual.
De jus derívase justilia y jurisprudentia. Justilia es la justicia, cualidad
del hombre justo. Ulpiano la define como la voluntad firme y
continuada de dar a cada uno lo suyo. Para ser justo se necesita
conformar su conducta al derecho si rebeldía. Jurisprudentia es la
jurisprudencia o ciencia del derecho. Ulpiano la define como el
conocimiento de las cosas divinas y humanas y ciencia de lo justo y
de lo injusto.
De este modo se manifiesta todavía en la época clásica el recuerdo
de la unión antigua del derecho religioso y del profano.
Divisiones del derecho: el derecho se divide en derecho público y el
derecho privado, jus publicum y el jus privatum. El jus publicum
comprende el gobierno del Estado; la organización de las
magistraturas; y aquella parte referente al culto y sacedorcio es
llamada también jus sacrum; finalmente, regula las relaciones de los
ciudadanos con los poderes públicos. El jus privatum tiene por
objetos las relaciones entre los particulares.
El derecho privado se subdivide en derecho natural, el derecho de
gentes y derecho civil: jus naturale, jus gentium, jus civile.
1. Jus naturale es formulada la primera vez por Cicerón, quien la
toma de la filosofía de los estoicos. Más tarde los jurisconsultos
lo formulan como un conjunto de principios emanados de la
voluntad divina, apropiadas a la misma naturaleza del hombre,
e inmutables porque son conformes con la idea de lo justo.
Según Ulpiano, el derecho natural consiste en las leyes que la
Naturaleza ha impuesto a todos los seres animados, por
ejemplo: la unión de sexos, la procreación y la educación de los
hijos. Solo el hombre tiene derechos y deberes porque es el
único ser vivo dotado de razón y de consciencia de la moralidad
de sus actos.
2. Jus gentium los romanos desde un principio lo consideraron
como lo contrario del jus civile. El derecho de gentes
comprende las instituciones del derecho romano, de las que
pueden participar los extranjeros lo mismo que los ciudadanos.
Pero la acepción más usada es: conjunto de reglas aplicadas
en todos los pueblos sin distinción de nacionalidad. El derecho
de gentes se aproxima de este modo al derecho natural porque
están conformes con la razón común, los textos hacen
frecuentemente sinónimo el jus gentium del jus naturale. La
expresión jus gentium todavía ha sido empleada alguna vez
para designar toda una parte especial del derecho público: la
que regla las relaciones del Estado romano con los otros
Estados. Por ejemplo: las declaraciones de guerra, los tratados
de paz o de alianza.
3. Jus civile, por oposición al jus gentium o al jus naturale,
comprende las reglas de derecho especiales de cada pueblo,
de cada Estado. De este modo se separa del derecho común,
que es el derecho de gentes y forma la singularidad de cada
legislación. El jurisconsulto entiende por jus civile las
instituciones propias de los ciudadanios romanos, de las cuales
no participan los extranjeros; jus propium civium romanorum.
Ulpiano divide el derecho en derecho escrito y derecho no escrito:
jus scriptum et jus non scriptum. El derecho escrito es aquel que
tiene un autor cierto, que ha sido promulgado por el legislador. El
derecho no escrito esta formado por el uso, por la traducción.
Proco importa que el mismo haya sido consignado en los textos,
no conserva menos su nombre en razón de su origen que es la
costumbre.
El derecho escrito proviene de las fuentes siguientes: las leyes o
decisiones votadas por el pueblo, en los comicios, sobre la
proposición de un magistrado senador. Se concluyó por aplicar
también esta calificación a los plebiscitos. Los plebiscitos o
decisiones votadas por el pleble en los conciclia plebis sobre la
proposición de tribuno. Los senadoconsultos, decisiones votadas
por el Senado. Las constituciones imperiales que emanan de la
voluntad del emperador. Los edicios de los magistrados, las reglas
de derecho que los magistrados encargados de la justicia civil,
sobre todo los pretores, publicaban en sus edictos al entrar en
funciones. Las respuestas de los prudentes o dictámenes de los
jurisconsultos. Sin embargo, solamente a partir del reinado de
Adriano es cuando los eductos codificados en el Edicto perpetuo
y las respuestas de los prudentes, pueden ser contados en el
número de las fuentes del derecho escrito.
El derecho no escrito no tiene más que una fuente: la costumbre.
Los cuatro periodos desde el derecho privado de los romanos desde
la fundación de Roma hasta el reinado de Justiniano:
1. De la fundación de Roma a la ley de las XII tablas.
2. De la ley de las XII tablas al fin de la Republica.
3. Del advenimiento del Imperio a la muerte de Alejandro Severo
4. De la muerte de Alejandro Severo a la muerte de Justiniano.

Primer Periodo: De la fundación de Roma a la ley de las XII tablas.


Una gran oscuridad reinaba acerca de los orígenes de Roma por su
formación con jefes como: Rómulo, Tatio, Lucuwio. La reunión de
estos tres pueblos agrupados en tres tribus distintas bajo la autoridad
de un rey constituía la ciudad romana.
En el año 303 las magistraturas ordinarias fueron suspendidas de
común acuerdo y todos los poderos fueron confiados a diez
magistrados patricios, elegidos en los comicios por centurias, los
decenviros que fueron encargados de hacer la ley. Al cabo de un año,
publicaron sus trabajos, escritos sobre diez tablas. Pero esta
legislación pareció insuficiente y en 304 se eligen otros decenviros,
que redactaron dos nuevas tablas, complemento de las diez
primeras.
Las XII tablas reglamentó el derecho público y el derecho privado.
Los romanos lo consideraban como la fuente propia de su derecho.
Segundo Periodo: De la ley de las XII tablas al fin de la Republica.
Durante este periodo, los plebeyos obtienen por fin la igualdad con
los patricios por la ley de los decenviros. Al final del siglo V es una
conquista acabada. Hacia la misma época los patricios comprenden
que no podían impedir por más largo tiempo todavía a los plebeyos
el acceso a la más alta magistratura: el consulado.
Después de la caída de los decenviros, los comicios por centurias,
que habían ratificado la ley de las XII tablas, prosiguieron investidos
del Poder legislativo y le ejercieron solos, al principio de este periodo.
Pronto apareció una fuente importante de derecho escrito: los
plebiscitos y el derecho no escrito es el que se desarrolla gracias a la
interpretación de los jurisconsultos y al edicto de los magistrados.
Puede sorprender que los magistrados encargados de aplicar la ley
tuvieran el poder de proponer un derecho nuevo. Mas el pretor no
tenía el Poder legislativo de proveer a los intereses generales de la
justicia, todas las medidas que le parecen propias para asegurar la
buena administración.

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